Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Los vicios del “consentimiento”, debemos entender que son vicios de la voluntad y en consecuencia
pueden presentarse en actos jurídicos unilaterales o bilaterales.
Son aquellos que causan la anulabilidad del contrato, o incluso una nulidad según la doctrina.
2. ¿Cuáles son los vicios del consentimiento, definir cada uno (en qué consiste)?
El error.
Concepto.
Se define como el concepto equivocado o la ignorancia que se tiene de la ley, de una persona, de un
hecho o una cosa.
Aun cuando no son lo mismo, nuestro Derecho equipara al ignorante con el que incurre en error. En
sentido estricto, el primero no conoce algo; el segundo, lo conoce mal.
Clasificación.
1) Se distingue en primer lugar entre error de derecho y error de hecho. El error de hecho es la
ignorancia o concepto equivocado que se tiene de una persona, de una cosa o de un hecho. El error
de derecho es la ignorancia o el concepto equivocado que se tiene de una ley.
La fuerza.
Concepto.
La fuerza es la presión física o moral ejercida sobre la voluntad de una persona para determinarla a
ejecutar o celebrar un acto o contrato.
Carlos Ducci prefiere definir la fuerza desde el punto de vista de aquel que la sufre. Dice que la fuerza
es el temor que experimenta una persona debido a una presión física o moral, y que la obliga a
manifestar su voluntad en un sentido determinado. Enfatiza que la fuerza está constituida por el temor
y no por el acto que la origina.
Clases.
La fuerza puede ser física o moral.
La fuerza física consiste en el empleo de procedimientos violentos o materiales (vis actual); la fuerza
moral consiste en el empleo de amenazas (vis compulsiva).
Algunos autores consideran que la fuerza, como vicio de la voluntad, es la fuerza moral.
Tratándose de la fuerza material, hay supresión total de la voluntad de la víctima, se reduce a ésta a
un estado puramente pasivo. En tal caso, hay falta de voluntad y no simplemente consentimiento
viciado.
Tal ocurre, por ejemplo, si alguien con más fuerza sujeta la mano de otro y lo obliga a firmar.
Para Pescio, el mismo criterio debe aplicarse cuando la intimidación provoca el pánico o terror en la
víctima. La fuerza moral se traduce en amenazas dirigidas contra una persona, para hacer que en ella
nazca un temor insuperable.
Debe ser injusta o ilegítima. Lo es, cuando el procedimiento o la amenaza de que se vale la persona
que la ejerce, no es aceptado por la ley. No constituye fuerza, por tanto, el anuncio o la amenaza del
ejercicio legítimo de un derecho; por ejemplo, el advertir que se ejercerá una acción judicial, o el
obligar a un individuo que ha sustraído fondos, a firmar un instrumento reconociendo la deuda, o
amenazar con recurrir a la justicia para que se ordene desalojar un inmueble arrendado, por no pago
de las rentas.
Debe ser grave. La fuerza es grave, cuando es capaz de producir una impresión fuerte en una
persona de sano juicio, tomando en cuenta su edad, sexo y condición (art. 1456). En nuestro código
civil la fuerza, o mejor dicho el temor que ella causa, es un concepto relativo. El nacimiento y la
intensidad del temor dependerán de la persona que amenaza y del amenazado.
Determinante. La fuerza debe ser empleada con el fin de obtener la declaración de voluntad; ésta
debe ser efecto de aquella. El art. 1457 señala que la fuerza debe emplearse “con el objeto de
obtener el consentimiento”.
Prueba de la fuerza. Corresponde a quien la alega. La fuerza puede probarse por cualquiera de los
medios de prueba, sin limitaciones.
Efectos de la fuerza.
Acreditado que sea que el autor de un acto jurídico unilateral o uno de los contratantes, tratándose
de un acto jurídico bilateral, manifestó su voluntad o prestó su consentimiento movido por la fuerza,
el acto jurídico será susceptible de declararse nulo. En este caso, se trata de nulidad relativa.
El dolo
Derecho equipara al
ignorante con el que
incurre en error. En sentido
estricto, el primero no
conoce algo; el segundo, lo
conoce mal.