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Derecho Civil – Acto Jurídico

Docente Joseph Aranzábal Delgado

Sesión: Los Vicios de la Voluntad en el Acto Jurídico.


Introducción
Introducción

Al partir señalando que lo más


importante en todo acto jurídico es la
voluntad de la persona, es decir, que
coincida el pensamiento interno con la
manifestación de voluntad exteriorizada,
entonces se debe indicar que este
supuesto no siempre ocurre debido a
diversos factores que varían, deforman y
atentan contra la autonomía de la
libertad de la persona.
Introducción

El derecho no toma en cuenta una


declaración de voluntad cualquiera. Cuida
de su realidad, de su consonancia con el
verdadero e íntimo querer del agente y de
su sometimiento al ordenamiento
jurídico. En la verificación del negocio
jurídico, se debe primero conocer si existe
declaración de voluntad y después
indagar si ella fue correcta o no.
Introducción

Los elementos que dan lugar a la


formación de la voluntad interna (como
son el discernimiento, la intención y
libertad) y de su elemento externo, que
viene a ser la manifestación en cualquiera
de sus modalidades. Cuando esta
conjunción de elementos se rompe por la
presencia de factores perturbadores o
distorsionadores surge una voluntad
viciada.
Concepto
Los vicios de la voluntad vienen a ser aquellos factores
perturbadores o distorsionadores que impiden que la
voluntad interna se forme de manera sana. Pueden
presentarse en el sujeto de manera consciente, como en la
violencia o en la intimidación, o inconsciente, como en el
error o el dolo, impidiéndoles la necesaria correlación entre
lo que se quiere y lo que se manifiesta.
Concepto

Por eso se dice que la voluntad viciada es una voluntad


existente, la que si bien es determinada de manera anómala,
otro hubiese sido el resultado, de no haber influido el “vicio”
en ella. (Messineo, 1957, p. 316)
Vicios y Anulabilidad
Cuando se refiere a los vicios de la voluntad; ha existido una
declaración = manifestación de voluntad emitida por uno de los
agentes del negocio jurídico consiguientemente el negocio, en
principio, no podría ser atacado de nulidad.
Pero, si en el proceso formativo de esa voluntad se ha afectado
la misma por una fuerza irresistible o la amenaza de padecer
un mal (violencia o intimidación), o inducida maliciosamente
por un tercero (dolo) o debido a una creencia equivocada; o
inclusive en determinadas circunstancias se declaró mal (error),
el derecho ofrece el remedio para atacar esos actos mediante
la anulabilidad de los mismos.
Vicios y Anulabilidad
Relevancia
Desde la teoría general del derecho civil, el estudio
de los vicios capaces de invalidar el negocio jurídico
fue tomado prestado por el Derecho de los Tratados.
En este último campo es posible hablar de vicios que
invalidan el consentimiento del Estado en obligarse
por un tratado, y también sobre hechos que
invalidan el tratado propiamente dicho.
La Convención de Viena, se regula: (1) vicios que
pueden influir en el consentimiento del Estado en
obligarse por el tratado, dividiéndolos en anulable
(arts. 46 a 50) y nulo (hipótesis única del art. 51); y
(2) la nulidad del tratado propiamente dicho
(artículos 52 y 53).
Relevancia
En el common law, concretamente en el derecho inglés,
también existe una suerte de vicios de la voluntad pero son
conocidos como obstáculos al consentimiento. Nos
referimos a la mistake, la misrepresentation, la duress y a la
undue influence.
Clasificación
a) El error
b) El dolo
c) Violencia (artículos 201º al 209º,
210º y 214º al 217º, respectivamente)
Estos defectos (vicios de la voluntad)
afectan la validez del acto jurídico en
la modalidad de anulabilidad; esto
quiere decir, que el acto jurídico es
eficaz, mientras no sea declarado nulo
por una sentencia emitida del poder
judicial.
Vicios de la Voluntad - Error
La Doctrina nacional entiende por error a
aquel factor perturbador inconsciente que
distorsiona el proceso formativo de la
voluntad jurídica, ya en el aspecto relativo a
la voluntad interna, en cuyo caso se
configura el denominado error-vicio, o ya
en lo que se refiere a la exteriorización de la
voluntad interna, en cuyo caso se configura
el denominado error en la declaración, que
el Código Civil legisla claramente
diferenciados en el articulado pero bajo el
título común de Vicios de la voluntad.
Vicios de la Voluntad - Error
En el Código Civil vigente, el error se
encuentra recogido en los artículos 201º al
209º. En ellos se apreciar que el error es un
vicio de la voluntad que surge por una
confusión del agente, no tuvo la intención
de cometer esa falla (no hay mala fe), pero
ocurrió por una falta de coincidencia entre
la idea que tenía el agente (sobre una
persona, un hecho, un bien o una ley) y la
realidad, aunque algunas veces, se comete
esta confusión o error por ignorancia o falta
de coincidencia.
Vicios de la Voluntad - Dolo
El dolo consiste en prácticas o maniobras maliciosas llevadas a
cabo por una de las partes con el fin de conseguir de la otra
una declaración de voluntad que le traiga provecho, o a un
tercero. Se trata del dolus malus caracterizado por la
perversidad del propósito. La malicia humana encuentra
medios variadísimos de actuar con tal de lograr sus objetivos.
Vicios de la Voluntad - Dolo
Puede alguien proceder de manera activa
falseando la verdad, y se dice que procede por
acción u omisión. Pero es igualmente doloso
en los negocios bilaterales, el silencio
respecto de un hecho o cualidad que la otra
parte haya ignorado, cuando por razón de las
circunstancias, dicho silencio conduzca a otro
a una declaración en provecho de quien calló,
sub conditione, sin embargo, debe probarse
que sin ella el contrato no se habría
celebrado.
Vicios de la Voluntad - Dolo
El tema del dolo, en el Código Civil, se encuentra
contemplado en la parte de incumplimiento de las
obligaciones, en responsabilidad civil y en acto jurídico. Este
último tratamiento de dolo en el Código es el que nos
interesa, ya que el significado que le da este vicio de la
voluntad equivale a engaño.
En otras palabras, se trata de que una de las partes busca
confundir a la otra parte a fin de lograr un error para llevar a
cabo un acto jurídico (negocio). En conclusión, lo que
pretende es inducirlo a una equivocación, ya que si no
hubiera utilizado dicha artimaña no hubiera logrado celebrar
ningún acto jurídico.
Vicios de la Voluntad - Dolo

El dolo está compuesto por aquellas


malas prácticas realizadas por una de
las partes del negocio para convencer
a la otra parte de celebrar el negocio
jurídico en un cierto sentido que
beneficiará a la parte que actuó de
mala fe o a un tercero. El silencio
podría también, en ciertos casos,
derivar en dolo. Se diferencia del error
porque es provocado y no espontáneo.
Vicios de la Voluntad - Violencia
Cuando en lugar de usar maniobras o
maquinaciones (dolo), puede alguien proceder
con violencia, forzando la declaración de
voluntad. Por eso se dice que de dos maneras
puede el agente ser compelido a celebrar un
negocio jurídico: o por la violencia física, que
excluye completamente la voluntad, llamada vis
absoluta, que implica ausencia total del
consentimiento; o por la violencia moral
(intimidación), vis compulsiva, que actúa sobre
el ánimo del agente, llevándolo a emitir una
declaración viciada.
Vicios de la Voluntad - Violencia
Se encuentra contemplada en el
Código Civil en el artículo 214º
como violencia o intimidación.
Este vicio de la voluntad supone que
una de las partes intervinientes en
el acto jurídico (negocio jurídico) se
encuentra bajo amenaza, es decir
que, en caso de no acceder a
celebrar el acto jurídico, le
causarían un daño ya sea físico o
moral.
Vicios de la Voluntad - Violencia
Según una doctrina nacional, la violencia física es simplemente
violencia. Supone, pues, que mediante el uso de la fuerza se
doblegue al sujeto y se anule su voluntad, como sería el caso de
tomar la mano de una persona por la fuerza y hacerla escribir su
nombre y firmar, o estampar sus huellas digitales, que, por
demás, es la única hipótesis posible de obtener una declaración
mediante la vis absoluta. En este caso, hay una fuerza irresistible,
apabullante, que conduce la mano, lo que no debe confundirse
con los maltratos físicos que se puede infligir a una persona para
que suscriba un documento, o coloque sus huellas digitales, pues
ello constituye intimidación y no violencia física, jurídicamente
hablando. (Vidal Ramírez, 2011, pp. 216-217)
Vicios de la Voluntad - Violencia
Por tanto, concebimos a la violencia
como aquella fuerza irresistible que
elimina la voluntad del sujeto
derecho obligándolo a celebrar un
negocio jurídico. La fuerza
irresistible puede provenir de una de
las partes del negocio o un tercero.
Asimismo, para algunos doctrinarios
al eliminarse la voluntad ya no se
estaría en presencia de un vicio sino
de un acto nulo.
* La Intimidación (vicio de la voluntad)
La intimidación consiste en infundir temor en un sujeto para
obtener por ese medio una manifestación de voluntad forzada, en
cuanto es consecuencia de haber cedido ante la amenaza que le
infunde el temor y, por eso, constituye un genuino vicio de la
voluntad. Al contrario de lo que ocurre con la violencia física, que
desplaza la voluntad por lo que el acto “no es” del sujeto, la
violencia moral o intimidación.
* La Intimidación (vicio de la voluntad)

La intimidación es una conducta antijurídica -acto ilícito-,


que consiste en influir sobre el fuero interno del agente
causándole miedo o temor, amenazándolo con un mal futuro
que debe ser inminente y grave.
* La Intimidación (vicio de la voluntad)

El temor reverencial

El temor reverencial es la “sujeción psicológica de un sujeto hacia


otro, determinada por las respectivas posiciones en el contexto
familiar, profesional o, genéricamente, social. Quien tiene temor
reverencial puede ser inducido a contratar: pero el contrato no
merece anulación porque la disciplina de la violencia afecta una
conducta (dolosa o culposa) y no un simple modo de ser social”.
* La Intimidación (vicio de la voluntad)

El temor reverencial

Sería el caso del empleado de oficina que compra un bien a su


jefe, a fin de evitar la situación incómoda de darle una negativa.
También se le define como “el temor que el sujeto alimenta, con
prescindencia de amenazas externas específicas, frente a una
persona que se presenta ante él, por las más variadas razones,
familiares y sociales, como gravemente severa y prestante”.
(Espinoza Espinoza, 2008, p. 457)
Características de los 3 Vicios
Para entender las características de estos tres vicios de la
voluntad, se tiene que partir por indicar que esta parte de
un plano interno, donde el derecho es ajeno, que está a
cargo de la psicología, la cual indica que la voluntad en sí no
es un estado de conciencia (como sí pueden ser los sentidos,
las ideas o los afectos), sino que es la combinación de juicios
internos previos como parte de lo que va a llegar a constituir
la voluntad como resultado de una evaluación producto de
nuestra inteligencia.
Características de los 3 Vicios
Para poder ver a la voluntad desde el ámbito jurídico,
tenemos que analizar tres características que le dan el valor
de voluntario a un acto jurídico y estas son las siguientes:
a) Discernimiento (inmadurez e insania)
b) Intención (error o ignorancia y dolo)
c) Libertad (violencia, simulación y fraude)
Si alguna de estas características fallara, nos encontraríamos
frente a un acto que no producirá efectos.
Conclusiones
Cuando nos referimos a los “vicios de la voluntad”, ha existido
una declaración. o sea ha habido una manifestación de voluntad
emitida por uno de los agentes del negocio jurídico o contrato y
bajo este supuesto el negocio no podría ser atacado de nulidad.
Sin embargo, si en el proceso formativo de esa voluntad se ha
declarado algo o que bien no se quería por haber sido
determinada la voluntad por una fuerza irresistible o la amenaza
de padecer un mal (violencia o intimidación), o inducida
maliciosamente por un tercero (dolo) o debido a una creencia
equivocada o falsa representación de la realidad; o inclusive en
aquellas casos en los que habiendo una voluntad interna
correctamente formada se declaró mal (error), el derecho ofrece
el remedio para atacar esos actos mediante la anulabilidad de los
mismos.
Bibliografía
BIANCA, Massimo (1987). Diritto Civile III, Il contratto. Milano: Giuffrè Editore.
BARASSI, Lodovico (1955). Instituciones de Derecho Civil, Vol. I. Barcelona: Bosch.
CASTILLO FREYRE, Mario y HORNA, Pierre Martin (2003). “La Nulidad y Anulabilidad
del Acto Jurídico en los contratos celebrados a través de Medios Informáticos”. Lima:
Estudio Mario Castillo Freyre. Disponible aquí.
DE OLIVEIRA MAZZUOLI, Valério (2011). “Vícios do consentimento e nulidade dos
tratados a luz da Convenção de Viena sobre Direito dos Tratados de 1969”. En:
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ESPINOZA ESPINOZA, Juan (2008). Acto Jurídico Negocial. Análisis Doctrinario,
Legislativo y Jurisprudencial. Lima: Gaceta Jurídica.
TABOADA CÓRDOVA, Lizardo (2002). Acto Jurídico, Negocio Jurídico y Contrato. Lima:
Grijley.
VIDAL RAMIREZ, Fernando (2011). El Acto Jurídico. Lima: Gaceta Jurídica.

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