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Los problemas de un enfoque antropocentrista en el estudio del lenguaje y la falta de

capacidades comunicativas en animales no humanos como justificación para las prácticas


especialistas
En el siguiente ensayo argumentaré en contra de la postura antropocéntrica del estudio
del lenguaje, desde un análisis conceptual de; las capacidades lingüísticas, comunicativas,
lengua y lenguaje, retomando estudios de Hockett, la postura en cuanto a la creación de
métodos de estudios adaptativos de Boas, así como los orígenes y las implicaciones morales
de este tipo de pensamiento en la sociedad, con el objetivo de cuestionar la postura
antropocentrista del estudio de la lingüística por considerarse peligrosa para nuestro entorno.
Curiosamente una de los conceptos más difíciles de definir dentro del estudio de las
humanidades, es precisamente el humano en sí. Mientras que para algunos queda muy clara la
diferencia entre lo que es humano y lo que no, al adentrarse en la investigación y en el
estudio de este concepto podemos darnos cuenta de que sus fronteras son difusas, sobre todo
desde un acercamiento filosófico.
Científicamente hablando, los seres humanos somos todos los individuos
pertenecientes a la subespecie de los Homo sapiens1, quienes a lo largo del tiempo hemos
desarrollado una capacidad intelectual que nos ha permitido aprender y nos ha proporcionado
la creatividad para resolver nuestros problemas, por lo que hemos progresado en los aspectos
lógicos, tecnológicos y artísticos de una manera diferente al resto de las especies.
Pero entonces ¿por qué el resto de las especies no ha logrado tal evolución? La
pregunta puede ser contestada desde un punto de vista antropológico, pues se han investigado
las causas que llevaron al humano a desarrollarse al punto de dominar al resto de los seres
vivos.
Si bien compartimos muchas capacidades con otros animales
no humanos, una de las diferencias más evidentes entre los
humanos ー en general ー y las demás especies, es nuestra forma de
comunicación y aunque según Hockett no tenemos elementos para
afirmar que la diferencia sea “grande”, podemos tratar de buscar
cuáles son estas diferencias. 2

Las habilidades lingüísticas y comunicativas, suelen confundirse, pero son conceptos


diferentes. Las habilidades comunicativas, son aquellas por medio de las cuales un organismo

1Wikipedia, “Humano”
2 Hockett, Charles, Curso de Lingüística Moderna, p.5
puede estimular a otro3 mientras que las lingüísticas se refieren a ese conjunto de
características físicas y psíquicas con las que nacemos que nos permiten aprender a utilizar
una lengua como medio de comunicación.
La lengua es una de las herramientas más importantes para nuestro desarrollo. Según
Ferdinand de Saussure, que es considerado el padre de la lingüística estructural4 es un sistema
preestablecido, presente en sociedad en la que vivimos, el cual aprendemos para
relacionarnos con nuestro entorno. Está constituida por signos, los cuales son imágenes
acústicas o significantes que guardan una relación con un concepto o significado5, no es una
característica innata de nuestra condición como humanos, sino aprendida, por eso varía según
la región y no todos los individuos la poseen.
La palabra lenguaje se refiere al sistema de comunicación, donde hay un emisor, un
receptor, un código, un mensaje y un contexto,6en ese sentido, tanto humanos como animales
no humanos lo utilizamos en la medida en la que lo requerimos y en medida de nuestras
capacidades. La diferencia está en que mientras que el lenguaje humano se basa en nuestras
capacidades lingüísticas, el lenguaje animal se basa en otras formas de expresión, como
sonora, corporal y olfativa.
Gran parte de la población humana no sólo hemos logrado hacernos de un código para
transmitir un mensaje, sino que hemos aprendido una lengua que nos permite una
comunicación eficaz, eficiente y duradera de casi todo concepto, no sólo para satisfacer
nuestras necesidades básicas o inmediatas, sino que nos permite expresar ideas, facilita
nuestro aprendizaje y puede moldear nuestro pensamiento. 7
Uno de los estudios más importante respecto a este tema lo hizo Charles Hockett en
El puesto del hombre en la naturaleza, en 1973, según el cual “el estudio comparativo de la
comunicación animal y humana se relaciona estrechamente con el problema del puesto del
hombre en la naturaleza”8 y explica que podemos aprender mucho sobre el lenguaje humano
al estudiar los sistemas de comunicación de otros animales.
Es por esto que analiza el comportamiento comunicativo de las abejas, el pez
espinoso, la gaviota y los gibones para ejemplificar su tesis. Argumenta que “los hechos de
comunicación son todos aquellos por medio de los cuales un organismo estimula a otro”9, es

3 Íbid, p.4
4 Origini, Yannella, “Una introducción a la teoría lingüística de Saussure” (3 de mayo 2019).
5 Saussure, Ferdinand, Curso de lingüística General, p.91.
6 Tsutsumi, Ana, Material de clase “Introducción a la lingüística”, (10 de enero 2019)
7 Sapir, Edward, El lenguaje, p.12
8 Hockett, Charles, op. cit, p.1
9Íbid, p.4
decir todos los organismos potencialmente pueden compartir información entre sí y para
diferenciar la comunicación animal del lenguaje humano establece y explica quince
propiedades del lenguaje, que aunque pueden darse separadamente entre la comunicación de
las demás especies, no se dan juntas sino entre los humanos. Éstas son: vía vocal auditiva,
que se refiere a nuestra capacidad física de transmitir un signo audible, transmisión y
recepción dirigida; fading rápido; intercambiabilidad; retroalimentación total;
especialización; semanticidad; arbitrariedad; carácter discreto; desplazamiento; dualidad;
productividad; transmisión tradicional; prevaricación y reflexividad.
Posteriormente hace un análisis antropológico de las propiedades que los
homínidos fueron adquiriendo o desarrollando a lo largo de su evolución, según sus
necesidades, hasta convertirse en humano, o a lo que los antropocentristas llamarían
“trascender su animalidad”10. Hockett explica que la evolución se completó en el momento
en el que la adaptación a los cambios se volvió cultural y no genética. 11
A este tipo de estudios sobre la comunicación animal se le llama zoosemiótica, pero
no son financiados debido a que la comprensión animal no es un problema urgente en la
sociedad humana, mientras que existen investigaciones que afirman que el estudio del
comportamiento animal revela datos importantes sobre el comportamiento humano.12
Bloomfield por ejemplo, estudio el lenguaje como un mecanismo de estímulo respuesta, pues
el individuo utiliza el lenguaje como un instinto a estímulos de su entorno.
Es admirable el trayecto que el homínido tuvo que pasar a lo largo del tiempo para
que hoy nos sentemos aquí a hablar sobre la evolución de las especies, pues pasamos desde
considerarnos parte de la naturaleza, a las ideas antropocentristas que tienen un fuerte
fundamento en las ideas judeo-greco-cristianas13, las cuales nos llevan a percibir al hombre
como superior a su entorno natural y frente a otras culturas, y por lo tanto tener una actitud
dominante.
Nos encontramos ante un mundo complejo y cambiante con problemas graves, como
lo es la violencia, la discriminación y el cambio climático, los cuales podrían derivarse del
egoísmo antropocentrista.
Los problemas de discriminación siempre vienen hacia lo que consideramos diferente,
en ese sentido los nativos americanos eran acusados por sus diferencias y no entraban dentro

10 Lecaros, Juan Alberto, “El puesto del hombre en la naturaleza: el problema del antropocentrismo”,
p.23
11 Hockett, Charles, op.cit, p.36
12 Snowdown, Charles T, “Significance of Animal Behavior Research”
13 Lecaros, Juan Alberto op.cit, p.23
del concepto de lo humano ni se reconocían sus capacidades lingüísticas, hasta que estudiosos
como Boas se dedicaron al estudio de su cultura para descubrir la complejidad y riqueza de su
cultura y su lengua por medio de un método de estudio diferente al tradicional, que se
centraba en las lenguas ya conocidas.
“La opinión de Boas era la de que cada lengua debería ser estudiada en sus propios términos,
en lugar de sólo hacerlo a través de la óptica de algún otro sistema (que se presumía de lógico en un
sentido ideal) esta afirmación parece hoy tan obvia que resulta difícil imaginar que pudiera ser el
origen de una revolución fundamental, pero basta con leer unas pocas descripciones de las lenguas
norteamericanas (o de otras lenguas ¨exóticas´) de los siglos XVIII y XIX para convencerse del
importante cambio que representó.
La insistencia de Boas en considerar cada lengua en función de sus características particulares
se convertiría (como argumenta Terrer. 1964) en la base de la postura que caracteriza al posterior
estructuralismo americano: la de “que las lenguas podrían diferir entre sí sin límite y de formas
imprescindibles” (Joss, 1957) “14
Con esta nueva forma de estudiar la lingüística adaptando el estudio su objeto y no
forzar al objeto para que entre dentro de un modelo de estudio, podríamos replantearnos, así
como Hockett, el estudio de la comunicación animal. Pues si bien se ha hecho un excelente
trabajo en cuanto al estudio de la comunicación de los organismos desde nivel celular hasta
en mamíferos, el estudio del lenguaje animal, o zoosemiótica, suele caer irremediablemente
en modelos de análisis humanos.
Históricamente el ser humano es propenso abusar de lo que no considera igual, ya que
desde la ideología antropocentrista que surgió en en el Renacimiento en el mundo occidental
se ha considerado a nuestra especie como el único candidato a ser considerado dentro del
universo moral, como un fin en sí mismo y al resto de la naturaleza como de un valor
instrumental. 15
Es una postura similar al de otras culturas a lo largo de la historia, que se
consideraban a sí mismas como lo más importante a preservar y sometieron a los que
consideran inferiores, como es el caso del genocidio que provocó la ideología nazi, o como
mencioné anteriormente, los imperios europeos sobre los pueblos originarios de américa, así
como las guerras santas.
Es así como podemos contemplar los peligros de desvalorizar aquellos que hacen las
cosas de una manera diferente a lo que nosotros nos acostumbramos. Los animales no
humanos, por ejemplo, poseen un sistema nervioso que les permite experimentar emociones
como el dolor y la ansiedad característicos de su naturaleza, pero solemos criarlos para
nuestro consumo de una manera que no solo resultaría cruel para su aplicación en vidas
humanas sino que científicamente, su consumo es irresponsable para el medio ambiente pues

14 Stephen Anderson. La fonología en el siglo XX. p. 229


15 Lecaros, Juan Alberto, op.cit, p.22
solemos consumir mucho más de lo que es sustentable16, lo cual nos lleva a explotar los
recursos finitos de nuestro planeta y al punto de incluso privar de alimento a otros humanos
que podrían comer con la inmensa cantidad de granos con los que se crían estos animales.
17
Todo para nuestra conveniencia y placer, momentáneos.
Hay estudios que sostienen la tesis de progresión, la cual vincula algunos casos delitos
infrahumanos con antecedentes de abuso de animales no humanos por parte del delincuente,
ya sea sexual o física18, en ese sentido la violencia hacia otras especies podrían realmente
estar aceptándonos como sociedad.
¿Pero cómo pueden tener intereses morales aquellos que no tienen derecho a
reclamarlos?19 Y no es que el resto de los elementos de la naturaleza de los cuales abusamos
carezcan de habilidades comunicativas, sino que no existe ese puente comunicativo que se
salga de nuestra percepción como hombres y mujeres. Pues desde un antropocentrismo
epistémico, no se puede dejar de percibir al mundo desde una perspectiva humana, y aunque
se han hecho estudios sobre el comportamiento comunicativo animal, resulta muy difícil
lograr una empatía, que a la manera de Boas nos permita comprender algo que presenta tantas
diferencias físicas.
Sin embargo, poseemos muchas características similares a otras especies, entre ellas
que compartimos el espacio que día con día se deteriora debido a la contaminación, un
espacio en el que vivirán las generaciones futuras, cuyo derecho a la vida nos debería
preocupar tanto el de los contemporáneos. Y aunque resulta difícil la comprensión de los
procesos comunicativos de los animales no humanos y de otras especies, considero que no se
debería de afirmar que podemos abusar de ellos porque tienen una comunicación que
juzgamos como inferior porque no entendemos.
Anteriormente hemos salido a la defensa de quienes no pueden expresarse debido a la
violencia que se ha infligido sobre ellos, como el movimiento feminista, las posturas en
contra del aborto, la abolición de la esclavitud y los derechos humanos de los pueblos
indígenas ¿por qué no salir a la defensa de quienes también son abusados pero no pueden
expresarlo por sus diferencias físicas?
Si midiéramos los derechos de un ser sintiente por sus capacidades lingüísticas no
sólo se quedarían afuera otras especies, sino humanos en gestación y bebés, personas con
capacidades diferentes, personas analfabetas y las generaciones futuras de la humanidad. Es

16 Jones, Luke. “Cowspiracy. The sustentability secret. The Facts” (3 de mayo 2019)
17 Ídem
18 Beirne, Piers, “¿Hay progresión desde el abuso a animales hasta la violencia interhumana? p.144
19 Lecaros, Juan Alberto op.cit, p.22
por eso que considero que es nuestra responsabilidad como seres humanos que hemos tenido
el privilegio de dominar una lengua, es utilizarla para el beneficio de aquellos que no tienen
voz.
En conclusión la justificación antropocentrista para únicamente estudiar el lenguaje
humano es especista, y al ser una postura discriminatoria es indirectamente peligrosa en el
sentido moral. A su vez nuestras prácticas especistas son perjudiciales y no deberían de estar
fundamentadas en el argumento de que la inferioridad de las otras especies radica en su
incapacidad para comunicarse.
Bibliografía
Wikipedia, “Humano” [Web], Wikipedia, (9 abr 2019)
<https://es.wikipedia.org/wiki/Homo_sapiens> (1Mayo 2019)
Beirne, Piers, “¿Hay progresión desde el abuso a animales hasta la violencia
interhumana?” Devenires, [Web] 2016.
<http://www.pensamientopenal.com.ar/system/files/2016/04/doctrina43186.pd
f> (2 de mayo 2019)
Hockett, Charles, Curso de lingüística Moderna, “El puesto del hombre en la
naturaleza”, Editorial universitaria, 1979, cuarta edición.
Jones, Luke. “Cowspiracy. The sustentability secret. The Facts” [Infografía] [Web],
2015, Cowspiracy, < http://www.cowspiracy.com/infographic> (3 de mayo
2019)
Lecaros, Juan Alberto, “El puesto del hombre en la naturaleza: el problema del
antropocentrismo”, Bioética & debat:Tribuna abierta del Institut Borja de
Bioética, España, N°. 54, 2008, pp.22-25.
Origoni, Yannella, “Una introducción a la teoría lingüística de Saussure” Universia
México, septiembre de 2016, Universia
<http://noticias.universia.net.mx/cultura/noticia/2016/09/30/1144137/
introduccion-teoria-linguistica-saussure.html> (3 Mayo de 2019)
Saussure, Ferdinand, Curso de Lingüística General, Editorial Fontamara, Madrid,
2008, 5° edición.
Tsutsumi, Ana, “Comunicación”, Introducción a la lingüística, [Clase] (23 Enero
2019)
Sapir, Edward, Lenguaje,
Snowdown, Charles T, “Significance of Animal Behavior Research” California State
University, Northrige, (2006)
<http://www.csun.edu/~vcpsy00h/valueofa.htm>
Stephen Anderson. La fonología en el siglo XX, Madrid, Visor, 1990
Wikipedia

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