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LA ETICA SOCIALISTA

La ética socialista es un conjunto de principios y valores que orientan y estimulan


en el individuo de alta sensibilidad y conciencia social, comportamientos que lo
ayuden y lo guíen en su vida diaria a su plena realización personal en función y
en armonía con el logro pleno de los ideales colectivos del socialismo.
La ética constituye el componente esencial de la acción política. Es la meta y la
más sagrada conquista de la Revolución Bolivariana y debe ser el hilo conductor
en el proceso de su implantación, consolidación y desarrollo mediante la acción
política colectiva.
“Moral Y Luces son los polos de una República” es una de las joyas que componen
el inmenso legado ideológico y moral que como un tesoro patrimonial nos dejó
Bolívar.
El conjunto de principios y preceptos que conforman la ETICA SOCIALISTA han
sido extraídos de los mas valiosos ejemplos de la vida de nuestro Libertador, de
nuestra historia y de la experiencia de las luchas por la emancipación de la
humanidad entera y los asumimos con honor y compromiso con la obra colectiva
y los mas nobles objetivos del ser humano, como la reafirmación de su dignidad y
libertad, la búsqueda de la verdad, la bondad y la belleza, el desarrollo pleno de
su potencial creador en función de la felicidad, justicia y la solidaridad entre
iguales, esencia de la finalidad socialista hacia el comunismo.
La moral socialista como forma mas elevada de la conciencia social esta
orientada por tres principios que la sustentan:
1. El principio universal de la transformación permanente en la búsqueda de la
ampliación de la vida y la emancipación humana.
2. El principio de la dignidad humana y la libertad.
3. El principio del amor, la solidaridad fraternal y el internacionalismo.
La ética revolucionaria, socialista:
¿de donde procede?
Procede de la historia de la emancipación humana, de la lucha de clases y de las
leyes objetivas del desarrollo continuo de la sociedad y del impulso creador,
transformador de los seres humanos, esto es, de los procesos dinámicos
complejos de las relaciones humanas en el desarrollo de la producción de su vida
material y espiritual, hacia la satisfacción de sus necesidades materiales
aseguradas, hacia la plena expansión y expresión de sus potencialidades
creadoras, hacia la realización de su condición humana integral, solidaria y libre;
de la vida para la vida. 

Justicia Social

El concepto de justicia social surgió a mediados del siglo XIX para referirse a la
necesidad de lograr un reparto equitativo de los bienes sociales. En una
sociedad con justicia social, los derechos humanos son respetados y las clases
sociales más desfavorecidas cuentan con oportunidades de desarrollo.
La justicia social implica el compromiso del Estado para compensar las
desigualdades que surgen en el mercado y en otros mecanismos propios de la
sociedad. Las autoridades deben propiciar las condiciones para que toda la
sociedad pueda desarrollarse en términos económicos. Esto quiere decir, en otras
palabras, que no deberían existir unos pocos multimillonarios y una gran masa de
pobres.
No existe la justicia social si, por ejemplo, el 20% de la sociedad gana más de
500.000 pesos al mes y el 70% vive con menos de 1.000 pesos mensuales. Existen
distintas corrientes del pensamiento, sin embargo, que proponen diversas formas
de encarar estas desigualdades.
El liberalismo, en general, sostiene que la justicia social está vinculada a la
generación de oportunidades y a la protección de las iniciativas privadas. El
socialismo y las propuestas de izquierda, en cambio, se centran en la
intervención estatal para lograr la justicia social. Hay quienes sostienen que
ciertos márgenes de ganancia son inmorales en medio de sociedades
empobrecidas y buscan combatir el lucro desmedido a través de impuestos, tasas
u otras medidas.

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