Está en la página 1de 5

El objetivo general es el que representa la meta que hay que lograr para responder a las preguntas

de la investigación. Esta incluye aquello que quiere saberse, o indagar sobre algunas situaciones o
características, o qué, o cuándo, entre otras claves. El objetivo general de un proyecto,
es la esencia misma del proyecto, la finalidad máxima. No siempre es
medible, ya que plantea la idea central, pero sin entrar en detalles. La
formulación del objetivo general llega como respuesta al problema o
necesidad que hemos identificado. Representa el “para qué” del proyecto, y
suele ser uno solo.

Los objetivos específicos deben ser coherentes con el objetivo general, pero serán más
concretos y abarcará, cada uno de ellos, un aspecto o estrategia necesaria para alcanzar
el objetivo general. Cuando redactes tus objetivos específicos ten en cuenta que deberán
ser medibles, ya que de ellos debe poder derivarse un plan de acción también lo más
concreto posible. Los objetivos específicos deben ayudarte a conseguir tu objetivo
general. Tus objetivos específicos marcarán el camino que debes seguir para llegar a tu
meta.

Justificar es exponer todas las razones, las cuales nos parezcan de importancia y nos
motiven a realizar una Investigación.

Toda investigación al momento de realizarse, deberá llevar un objetivo bien definido,


en el se debe explicar de forma detallada por que es conveniente y qué o cuáles son los
beneficios que se esperan con el conocimiento recién adquirido.

Un investigador deberá que saber como acentuar sus argumentos en los beneficios a
obtener y a los usos que se les dará.
Para realizar bien esto, se toma en cuanta establecer y/o fomentar una serie de
criterios para evaluar el estudio en cuestión.

1. Para qué servirá y a quién le sirve.


2. Trascendencia, utilidad y beneficios.
3. ¿Realmente tiene algún uso la información?
4. ¿Se va a cubrir algún hueco del conocimiento?
5. ¿Se va a utilizar algún modelo nuevo para obtener y de recolectar información?
Como elaborar una investigación
La investigación es un proceso planificado. La formulación de los objetivos es la
concreción de las metas del estudio a realizar, y son, por tanto, las guías de todo el
proceso, a lo largo de sus distintas etapas:

• Delimitación del tema a estudiar


• Elaboración del marco de referencia o marco teórico
• Definición de la estrategia metodológica
• Recolección, análisis e interpretación de datos
• Presentación de resultados y conclusiones del estudio.

Para ello, se deben formular objetivos generales y específicos, los cuales se redactan
con verbos en infinitivo, denotando acciones concretas, de determinado nivel de
conocimiento.

El objetivo general es la meta global del estudio, y se divide en metas de menor


alcance (objetivos específicos), las cuales, unidas conforman o completan el nivel de
dicha meta global.

Los objetivos de investigación guardan una estrecha relación de coherencia con las
preguntas de investigación. En este sentido, así como se definen metas generales
(centrales) y específicas (partes “más pequeñas”, o de menor alcance), las preguntas
de investigación también pueden ser clasificadas como generales y específicas.

Por ende, puede señalarse que, así como los objetivos son las preguntas convertidas
en metas de determinado nivel de alcance, las preguntas son, a su vez,
cuestionamientos que buscan ser respondidos a partir del cumplimiento de las metas
definidas en los objetivos.

Cabe señalar que, comúnmente, se trabaja con una pregunta central (problema de
investigación) y un objetivo general y tres o cuatro preguntas y objetivos
específicos, aunque, todo depende del alcance o profundidad de cada estudio en
particular.

Los objetivos generales y específicos


Para formular el objetivo general de una investigación hay que tener como guía la
pregunta central o global que buscamos responder (problema de investigación) a
partir de la realización de la investigación. El objetivo general será el enunciado de
una acción meta que deberá alcanzarse para obtener esa respuesta global.
Los objetivos específicos son el desglose de la meta general. Corresponden a metas
más específicas, de menor nivel de conocimiento.

Existe un orden lógico que hay que visualizar y respetar en el momento de formular los
objetivos. Dicho orden corresponde al proceso lógico a través del cual se va
completando la meta general, a partir del cumplimiento de cada meta específica.

Sumados, los objetivos específicos deben dar como resultado el objetivo general; no
puede faltar ni sobrar nada: el conjunto de objetivos específicos debe cerrar
coherentemente el nivel de conocimiento del objetivo general, y deben quedar
abarcados los contenidos teóricos, las variables y aspectos que forman parte del
problema de investigación planteado.

Con frecuencia, se asume que la formulación de los objetivos se reduce a un asunto


de redacción, dejando de lado los criterios teórico-metodológicos y la requerida
coherencia de las metas, respecto al Problema de investigación y las preguntas a las
que deben referirse.
Por lo anterior, conviene enfatizar que los objetivos de investigación deben estar bien
escritos, ser claros y libres de ambigüedades; pero, para ser adecuados,
principalmente, deben enunciar acciones que sean factibles y consistentes en
términos teórico-metodológicos.

Los objetivos deben apuntar hacia el logro de resultados


concretos que se alcanzaran a través del desarrollo de la
investigación.

Deben evitarse objetivos que no sean factibles de alcanzar como


resultado del proyecto.

Por ejemplo, diseñar un programa de formación para que las


personas que lo tomen alcancen la felicidad plena en 6 meses.

Tienen que poder alcanzarse como consecuencia de una acción


que haya llevado a cabo el investigador

Deben plantearse mediante un verbo en infinitivo que señale la


acción que ejecuta el tesista.

Los objetivos generales refieren a resultados amplios; los


específicos se relacionan con situaciones particulares que forman
parte del objetivo general.

Dependen del alcance y propósitos del estudio, y del criterio del


investigador.

Aunque habitualmente se recomienda formular un solo objetivo


general y varios objetivos específicos,

nada impide que se establezcan varios objetivos generales en un


mismo trabajo de investigación.
Lo que si es cierto, es que por cada objetivo general siempre hay
que plantear varios objetivos específicos,

pues la concreción de los últimos permite alcanzar el objetivo


general correspondiente.

También podría gustarte