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T. 5.

Los cambios en la sociedad


europea del s. XIX

1. El desarrollo de las ciudades


Uno de los cambios más importantes experimentado por las sociedades europeas
en el s. XIX fue el desarrollo de las ciudades.
Las reformas agrarias y las transformaciones económicas permitieron un crecimiento
de la población. Los trabajadores se desplazaron a núcleos urbanos junto a zonas
de fábricas. Fue el inicio del masivo éxodo rural. Una nueva sociedad urbana,
distinta de las grandes ciudades de origen medieval, que mostraba tanto el progreso
técnico y el crecimiento urbanístico entre las clases sociales.

2.2. Las condiciones de vida de la clase obrera


Dentro del concepto de clase obrera o proletariado hay que incluir, junto a los obreros
industriales, a los artesanos, trabajadores a domicilio, empleados de servicios, criados y
jornaleros.

Solo a mediados de siglo se inició la promulgación de leyes que aliviaron la explotación


laboral infantil.
● Se prohibió el trabajo en las minas a menores de nueve años en Prusia, y en Reino
Unido a menores de 10.
● En Francia se prohibió el trabajo en fábricas a menores de 12.

3. El movimiento obrero
Durante el s. XIX, los trabajadores asalariados, dándose cuenta de la explotación laboral
que sufrían, comenzaron a organizarse para intentar mejorar sus condiciones de vida. Lo
hicieron a través de acciones colectivas de protesta y de asociaciones.
Surgieron los sindicatos modernos y los partidos obreros que defendían el socialismo, una
doctrina política y social que reclamaba la abolición del sistema económico capitalista y la
creación de una sociedad más justa e igualitaria.

3.1. Los orígenes del movimiento obrero organizado


Entre las primeras acciones de protesta de los trabajadores destacan los episodios de
destrucción de maquinaria, que tuvieron un gran eco en Reino Unido durante el primer
tercio del s. XIX.
Los primeros movimientos luditas, protagonizados por hiladores y tejedores que temen que
la introducción de maquinaria moderna les dejara sin trabajo.
El paso siguiente fue la organización estable de asociaciones de obreros.
El gobierno britanico prohibió las sociedades obreras. La vida asociativa, la clandestinidad,
salía a la luz en las protestas y las manifestaciones. La representación violenta del ejército
causó varias muertes y heridos.

En 1824 el gobierno de Reino Unido legalizó las asociaciones obreras. Se extendieron las
sociedades de socorros mutuos, para ayudar en caso de accidente o enfermedad.
Surgieron sociedades locales de oficios, trades union.
Las reivindicaciones de los trabajadores no solo eran laborales. La carta del pueblo,
reclamando el sufragio universal masculino y la renovación del Parlamento.

El cartismo, movimiento de masas político, movilizó a miles de trabajadores en defensa de


la democratización del Estado.
Los gobiernos asumieron la necesidad de negociar con los representantes de los
trabajadores y de impulsar reformas sociales que mejoraran sus condiciones.

3.2. Sindicatos obreros


A mitad del siglo XIX, los sindicatos obreros consiguieron su reconocimiento legal y
mostraron la capacidad de organización del proletariado para mejorar sus condiciones de
trabajo y elevar su nivel de vida.
Después, para luchar por la obtención de derechos políticos y sociales de los trabajadores,
nacieron los partidos obreros (ideología socialista), que participaron en las convocatorias
electorales de los Estados Nacionales.

A mitad del siglo XIX en Reino Unido, se crearon sindicatos nacionales de obreros
cualificados, que mediante negociación colectiva y huelgas, consiguieron mejoras laborales
y salariales.

4. Las ideologías obreras: Marxismo y anarquismo.


El socialismo es, junto al liberalismo y nacionalismo, una de las grandes ideologías que el
siglo XX heredó del s. XIX.

Los primeros pensadores socialistas utópicos, proponen sociedades ideales igualitarias. A


mediados de siglo, las oleadas revolucionarias y el estudio del sistema económico
capitalista permitieron la aparición del socialismo científico. En las siguientes décadas se
desarrollaron dos teorías sociales, el marxismo y el anarquismo, centrando los debates y
enfrentamientos en el movimiento obrero.
4.1. El socialismo utopico.
Defienden las novedades traídas por la Revolución Industrial y la posibilidad de crear , de
forma pacífica, una sociedad ideal basada en la igualdad, la armonía social, la solidaridad y
la fraternidad.

● Robert Owen. La fábrica de hilo de algodón, mejoró las condiciones laborales de sus
obreros, con reducción de jornada y aumento salarial. Fundó una comunidad ideal
en EE. UU. fracasó y no siguió, pero algunas de sus iniciativas inspiraron la
aparición de cooperativas.

● Charles Fourier. Denuncio al sistema capitalista como culpable de la explotación


laboral. Propone la creación de unas cooperativas agrícolas e industriales, llamadas
falansterios.

● Pierre Joseph Proudhon. Denunciaba la propiedad privada, siendo así su crítica


radical hacia esta y hacia el Estado, situándose como uno de los precursores del
anarquismo.

4.2. El marxismo.
Frente a críticas morales y propuestas idealistas de los socialistas utópicos, que no pasaban
de iniciativas aisladas, los pensadores Marx y Engels, defendieron sus propuestas como
socialismo científico y defendían la participación activa en el movimiento obrero.

El marxismo es una teoría socialista elaborada por los alemanes Karl Marx y Engels.
1848, El manifiesto comunista, texto propagandístico. Presentando los principios básicos de
su doctrina social y política: la historia de la sociedad se basaba en la lucha de clases, la
burguesía y el proletariado. Debían unir sus fuerzas para defender sus intereses y lanzarse
a la conquista del poder, desplazando a los políticos burgueses.

Marx, en su obra: El capital, analizó el funcionamiento de la economía capitalista, llegando a


la conclusión de que la pobreza y explotación sufrida por los obreros eran los medios de
producción en manos de la burguesía.
Los capitalistas acumulaban riqueza gracias a la plusvalía: diferencia entre el valor de la
producción de un trabajador y lo que realmente recibe como salario.
Para él, los trabajadores deberían suprimir toda propiedad privada y derribar el capitalismo.
Un objetivo que se alcanzaría mediante la revolución social, toma de poder político y
socialización de medios de producción.

El proletariado tenía que crear partidos políticos, capaces de representar los intereses de
los trabajadores, una vez conseguida la conquista del poder político, habría una primera
fase, la dictadura del proletariado. Y una segunda, crear una sociedad comunista, sin clases
sociales ni Estado.
4.3. El anarquismo.
Defendia la acción revolucionaria de los trabajadores y quiere decir ‘’sin Estado’’.
Precedentes como Proudhon. Pero las bases de la doctrina y la práctica de acción del
anarquismo se encuentran en el pensamiento y en la obra de Bakunin, quien participó de
manera activa en el movimiento revolucionario de 1848.

Bakunin defendia la acción revolucionaria de la clase obrera para lograr la destrucción del
sistema económico capitalista y acabar con el orden social burgués. Y no creía como los
socialistas, que la revolución sería el final de un largo proceso de maduración y
organización del proletariado, sino el resultado de revueltas y violencia protagonizada por
las masas populares.

Los anarquistas creían que, una vez destruido el sistema capitalista, era necesario también
derribar el Estado. Que cualquier forma de autoridad (el gobierno, el ejército, la policía, las
leyes y las fronteras.) oprimían la libertad de los individuos.

Algunos grupos anarquistas siguieron el camino de los atentados terroristas. Pero los
anarquistas tuvieron también un amplio campo de actuación en el mundo sindical con
acciones directas para conseguir mejorar las condiciones de vida de los trabajadores.

4.4. Que pasaba en España.


En 1879 nació el Partido Socialista Obrero Español liderado por Pablo Iglesias y en 1888 el
sindicato Unión General de Trabajadores (UGT).
Al comienzo del s.XX el socialismo español ganaba afiliados y votantes. El anarquismo
permaneció dividido en dos tendencias, grupos secretos terroristas y sociedades obreras de
resistencia con prácticas culturales.

5. Las internacionales obreras.


1860, el movimiento obrero organizado alcanzó una dimensión internacional. Gracias a la
extensión y a la consolidación de los sindicatos y de las sociedades obreras y al
protagonismo desempeñado por los principales activistas y pensadores socialistas.
En la Asociación Internacional de Trabajadores (AIT) se enfrentaron los defensores de las
teorías de Marx y Bakunin.
Después del fracaso y disolución de la Primera Internacional, la AIT, surgió la Segunda
Internacional, formada por los partidos obreros socialistas.

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