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Bloque 4.

La evolución histórica de la clase trabajadora 1

TEMA 4:
El Cuarto Estado.
Los orígenes del
Movimiento Obrero

GUIÓN:
1. Los problemas sociales de la industrialización y el predominio de la burguesía;
2. Las ideologías del movimiento obrero;
3. Orígenes y desarrollo del movimiento obrero;
4. La Primera Internacional y la Comuna de Paris
5. La formación de partidos políticos obreros y la II Internacional.
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1. LOS PROBLEMAS SOCIALES DE LA INDUSTRIALIZACIÓN Y EL PREDOMINIO


DE LA BURGUESÍA

La Revolución industrial transformó profundamente las sociedades donde tuvo lugar.


Mientras la burguesía alcanzó el predominio social, económico y político gracias a su
control de la propiedad, los negocios y el estado, la mayor parte de las personas
pertenecían a las clases bajas. Éstas estaban compuestas por obreros de la industria
o del campo, criados, marginados sociales, etc. El crecimiento de las ciudades y el
desarrollo del proceso de industrialización llevaron a que los obreros industriales, el
proletariado urbano, aumentaran su peso numérico: campesinos emigrados a las
ciudades, empleados del sistema de trabajo a domicilio y artesanos de los antiguos
gremios acabaron formando una mano de obra barata y sin formación en las nuevas
fábricas cada vez más mecanizadas. Sus condiciones de trabajo eran muy duras:
▪ Jornadas laborales de 10 a 14 horas diarias, sin descanso dominical,
vacaciones, y bajos salarios, a los que se unían los despidos frecuentes.
▪ Disciplina estricta, que incluía castigos corporales y sanciones económicas.
▪ Inexistencia de pensiones por jubilación, desempleo, enfermedad.
▪ Ausencia de derechos laborales o sindicales.
▪ Condiciones insalubres en las fábricas, que provocaban enfermedades y
también en los barrios y casas obreras, que constituyeron los suburbios de las
ciudades.
▪ Abuso del trabajo infantil y femenino, cobrando salarios muy inferiores a los
hombres.

2. LAS IDEOLOGÍAS DEL MOVIMIENTO OBRERO

2.1. El Socialismo Utópico (antes de 1848)


Desde comienzos del siglo XIX, los primeros socialistas denunciaban la miseria y las
penalidades del proletariado y proyectaban unas sociedades futuras alternativas.
Estos pensadores tienen pocos elementos en común, pero en general se puede decir
que:
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▪ Perseguían una sociedad ideal y perfecta (con armonía y felicidad)


▪ Que se conseguiría de forma pacífica (sin lucha entre patronos y obreros), por
lo que primaban la solidaridad, la filantropía y el amor fraternal. El motor del
cambio es la evolución a través de la educación, no la revolución.
▪ Defendían el progreso industrial, pero no sus efectos sociales y pensaban que
llegaría un momento en que la propia burguesía se daría cuenta de sus errores
y mejoraría las condiciones de vida de los trabajadores
Los principales pensadores utópicos, así llamados de manera despectiva por los
marxistas (socialistas científicos), fueron:
▪ El Conde de Saint Simon, que hablaba de una sociedad industrial dirigida por
una “tecnocracia”.
▪ Charles Fourier, que propuso la creación de cooperativas (agrícolas e
industriales) de producción y de consumo, los “falansterios”.
▪ Robert Owen, industrial inglés que desarrolló el cooperativismo, sindicalismo
y mutualismo obreros
▪ También destacaron Louis Blanc (1811-1882) (creador de los Talleres
Nacionales de la II República Francesa) y Étienne Cabet (1788-1856), autor del
“Viaje a Icaria”

2.2. El Socialismo científico: el marxismo (después de 1848)

El socialismo científico o marxismo fue creado por Karl Marx y Friedrich Engels,
quienes en 1848 publicaron El Manifiesto Comunista.
El Marxismo se presenta como una filosofía con tres partes fundamentales:
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1. Análisis del pasado.

Toda la historia de la sociedad humana, hasta el día, es una historia de luchas de clases. Libres
y esclavos, patricios y plebeyos, barones y siervos de la gleba, maestros y oficiales; en una
palabra, opresores y oprimidos, frente a frente siempre, empeñados en una lucha
ininterrumpida, velada unas veces, y otras franca y abierta, en una lucha que conduce en cada
etapa a la transformación revolucionaria de todo el régimen social o al exterminio de ambas
clases beligerantes.

El materialismo histórico es la parte del marxismo que analiza el pasado de las


sociedades humanas, es la filosofía de la historia que entiende que el motor de la
misma ha sido la lucha de clases, es decir, el enfrentamiento entre opresores
(dueños de los medios de producción y del capital) y oprimidos (aquellos que sólo
poseen su fuerza de trabajo). Esta lucha ha sido constante a lo largo de los
tiempos, y este enfrentamiento es el que ha provocado los cambios, que hasta el
presente se han saldado con el surgimiento de regímenes sociales nuevos que, al
encumbrar a una nueva clase social, han continuado oprimiendo al resto (por
ejemplo, tras la revolución francesa y la industrialización la burguesía se hace con
el poder y desplaza a la nobleza (opresores), pero surge el proletariado
(oprimidos), con lo que la lucha de clases continúa).
2. Crítica del presente. Para Marx y Engels la base (infraestructura) de las
sociedades humanas es siempre la economía, la cual determina los demás
elementos sociales y políticos que las componen (superestructura). El sistema
económico capitalista se fundamenta en la opresión y en el dominio de la clase
burguesa, que se apodera del trabajo y del beneficio económico que con dicho
trabajo producen los obreros. Se acuña el concepto de plusvalía, según el cual el
valor del trabajo del obrero es mucho mayor que el salario que percibe, beneficio
que sólo va a parar a los burgueses. Esto aumenta cada vez más las desigualdades
entre ambas clases y por tanto incrementa la lucha, haciendo de la situación
presente la más injusta hasta el momento conocida, según ambos autores.
3. Proyecto de futuro Dada esta situación y sabiendo que esta lucha ha sido
constante a lo largo de la Historia, para Marx y Engels el momento presente resulta
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idóneo para que la clase trabajadora, unida, acabe definitivamente con esta lucha.
El mecanismo ha de iniciarse con una revolución que permita a los proletarios
hacerse con el poder y sustituir el sistema capitalista por un sistema comunista
basado en:
▪ La abolición de la propiedad privada de los medios de producción y del capital,
que pasa a ser común y centralizada a través del Estado.
▪ Al desaparecer la propiedad privada desparecen las clases sociales y se
formaría así una sociedad sin clases, en la que sólo existiría la clase trabajadora,
eliminando así la lucha de clases y la opresión.
▪ Hasta que se llegue a este punto, el Marxismo prevé la existencia previa a la
auténtica sociedad comunista de una fase, la Dictadura del Proletariado, en la que
el estado se haría con todo el poder económico, político y social.
▪ Por último, desaparecería el Estado, mecanismo de control y opresión que ya
no haría falta, y se llegaría al auténtico comunismo.

2.3 El anarquismo (después de 1848)

El anarquismo (palabra que significa “sin autoridad”) constituye una ideología menos
homogénea que el marxismo, distinguiéndose numerosas corrientes identificadas
con los diferentes pensadores (Proudhon, Eliseo Reclus, Kropotkin, Tolstoi). El
principal teórico del anarquismo es sin embargo Mihail Bakunin.
Se trata de una ideología anticapitalista pero que, a diferencia del marxismo,
promueve la idea de que el cambio social se realizará a través de una revolución
espontánea (no organizada) orientada a la destrucción total e inmediata tanto del
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orden burgués como del estado. Se formaría después una sociedad sin clases, donde
no existiría la propiedad privada y donde las gentes se organizarían en pequeñas
comunas autogestionarias desde el punto de vista económico y autónomas
políticamente. La educación y la plena libertad del individuo son dos de los pilares
básicos del anarquismo.

3. ORÍGENES Y DESARROLLO DEL MOVIENTO OBRERO

3.1. Los precedentes: las sociedades de socorro mutuo y el ludismo

Las primeras organizaciones obreras que surgieron fueron las llamadas Sociedades
de Socorro Mutuo o friendly societies, que surgieron a finales del siglo XVIII para
proteger a los obreros y que dieron lugar a las unions o asociaciones de trabajadores
y a los clubes de reforma política y de tendencia democrática. Fueron prohibidas en
1800 a través de las Combination Laws.
En esta época de clandestinidad apareció el Ludismo, un movimiento que tuvo su
centro en Inglaterra en las dos primeras décadas del siglo XIX y que se extendió
después por el resto de Europa. Se caracterizaba por llevar a cabo actos de
destrucción de máquinas (firmados por un ficticio Capitán Ned Lud), ya que se
consideraba que éstas eran las causantes de las malas condiciones laborales de los
trabajadores.
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Hemos recibido información de que Vd. es el dueño de esas detestables máquinas de hilar, y mis hombres
me han solicitado que le advierta de que debe destruirlas. Si no las destruye antes de fines de la semana
próxima, enviaré al menos doscientos hombres para que las destruyan. Si Vd. dispara contra ellos, tienen
órdenes de matarlo y quemar sus propiedades. Dígaselo a sus vecinos e infórmeles de que lo mismo les
espera a ellos si sus máquinas no son destruidas.

Carta anónima enviada a un fabricante de Huddersfield en 1812. Firmada por el general del ejército
Ned Ludd

3.2. El sindicalismo en el Reino Unido y en el resto de Europa

En 1819 tuvo lugar en Manchester la masacre de Peterloo, que favoreció la toma de


conciencia de la sociedad británica sobre los problemas de la clase trabajadora. El
gobierno británico tuvo que legalizar las asociaciones obreras en 1825, de ahí que sea
en la década de los 30 cuando surjan los primeros sindicatos. En 1830 hubo intentos
de crear una gran unión sindical (Robert Owen, Grand National Consolidated Trades
Union).
Su fracaso lanzó a los trabajadores a un movimiento político, el cartismo, así
conocido porque sus defensores elaboraron un documento, una Carta del Pueblo, que
fue enviada al Parlamento británico, cuya petición más relevante fue la del sufragio
universal masculino, pero que también incluía otras peticiones, como la de que los
parlamentarios contaran con un sueldo. Con el fracaso del cartismo, en 1848, se inició
un sindicalismo pacífico y negociador, que llevó a su completa legalización en 1871, y
que se centrará más en las cuestiones laborales, dejando para los partidos políticos
de clase las reivindicaciones políticas.

Creemos que el sufragio universal nos dará cerveza, pan y carne. El sufragio universal procurará la
felicidad universal; la felicidad universal existirá, o nuestros tiranos, nuestros opresores, compartirán la
miseria que nosotros hemos soportado durante tanto tiempo. Creedme, no hay argumento semejante al
sable, y el fusil no tiene réplica […] El pueblo es entusiasta y está resuelto, se arma y se dispone a ensayar
la virtud del acero.

Proclama del sector radical cartista, dirigido por Feargus O’Connor, Londres, febrero de 1839
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El sindicalismo francés surge con la industrialización a través de las societés de


resistance, ilegales y perseguidas hasta 1848. En Alemania el desarrollo es lento y
hasta 1860 las asociaciones obreras fueron ilegales. En España el derecho de
asociación fue autorizado en 1869, con la Revolución de La Gloriosa.

4. LA PRIMERA INTERNACIONAL (1864-1876)

La Asociación Internacional de Trabajadores (AIT) se fundó en 1864 en el mitin de Saint


Martin’s Hall, de Londres. Estaba formada por personas, asociaciones, sindicatos o
grupos interesados por mejorar las condiciones laborales de la clase obrera
incluyendo a seguidores de R. Owen, a marxistas y anarquistas. Karl Marx se
encontraba entre sus fundadores y redactó el manifiesto inaugural y sus estatutos.
En el mismo se alentaba a los trabajadores a conquistar el poder político y a crear
secciones locales y federaciones de esta organización en cada una de las naciones
europeas.
Pero pronto se evidenciaron discrepancias entre el sector más autoritario,
identificado con las posturas de Marx y Engels (Comunistas), quienes querían reforzar
el Consejo General de Londres y crear partidos políticos obreros y el llamado
antiautoritario, representado por Bakunin (anarquistas). Para éste había que
defender la autonomía de las secciones nacionales frente al Consejo General y
además rechazaban cualquier intervención política.

Considerando: que la emancipación de la clase obrera debe ser obra de la propia clase obrera;
que la lucha por la emancipación de la clase obrera no es una lucha por privilegios y monopolios
de clase, sino por el establecimiento de derechos y deberes iguales y por la abolición de todo
dominio de clase; que el sometimiento económico del trabajador a los monopolizadores de los
medios de trabajo, es decir, de las fuentes de vida, es la base de la servidumbre en todas sus
formas, de toda miseria social, degradación intelectual y dependencia política; […] que la
emancipación del trabajo no es un problema nacional o local sino un problema que comprende
a todos los países en los que existe la sociedad moderna […]. Por todas estas razones ha sido
fundada la Asociación Internacional de los Trabajadores.
Y DECLARA:
Que todas las sociedades y todos los individuos que se adhieran a ella reconocerán la verdad, la
justicia y la moral como bases de sus relaciones recíprocas y de su conducta hacia los hombres,
sin distinción de color, de creencias o de nacionalidad. No más deberes sin derechos, no más
derechos sin deberes.

Karl MARX, Estatutos de la Primera Internacional (AIT), St. Martin´s Hall, Londres, 1864
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Su enfrentamiento aumentó con el hecho revolucionario de la Comuna de París en


1871, que además provocó la prohibición de la AIT en numerosos países europeos. En
el congreso de la Haya, en 1872, Bakunin fue expulsado de la AIT, y formó la
Internacional Antiautoritaria que sobrevivió hasta 1881. La AIT, formada
fundamentalmente por comunistas, se trasladó a Nueva York, y se extinguió en la
Conferencia de Filadelfia, en 1876.

Detesto el comunismo, porque es la negación de la libertad y porque no concibo la humanidad


sin la libertad. No soy comunista, porque el comunismo concentra y engulle en beneficio del
Estado todas las fuerzas de la sociedad; porque conduce inevitablemente a la concentración de
la propiedad en manos del Estado, mientras yo propugno la abolición del Estado, el desarraigo
definitivo del principio mismo de autoridad y tutela propios del Estado, el cual, con el pretexto
de moralizar y civilizar a los hombres, lo único que hasta ahora ha hecho ha sido esclavizarlos,
perseguirlos y corromperlos. Quiero que la sociedad y la propiedad colectiva y social estén
organizadas desde abajo hacia arriba por medio de la libre asociación, y no desde arriba hacia
abajo mediante la autoridad, sea de la clase que sea.

Mihail BAKUNIN, Discurso en el 2.º Congreso Primera Internacional, 1868

5. LA FORMACIÓN DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS Y LA II INTERNACIONAL.

Durante los años precedentes a la Primera Guerra Mundial se consolidó un


sindicalismo de masas y se crearon los partidos socialistas en los distintos Estados.
Por su parte, el anarquismo reducía su actuación básicamente al ámbito
mediterráneo y perfiló un sindicalismo revolucionario.

5.1. Partidos y sindicatos socialistas

Recogiendo plazo, la experiencia de la AIT, se empezaron a crear partidos políticos


obreros. El primero y más importante, que sería el punto de referencia del socialismo
europeo, fue el Partido Socialdemócrata Alemán (SPD), fundado en 1875. De
inspiración marxista, formuló un programa de actuación en 1891 que establecía los
objetivos en dos niveles. A largo plazo el SPD pretendía conquistar el poder político a
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través de la acción revolucionaria para implantar una sociedad socialista. A corto


plazo definió lo que serían las líneas esenciales de la socialdemocracia europea del
siglo XX por medio de la lucha política y de la acción parlamentaria. Por un lado
realizar reformas democráticas y sociales: sufragio universal extendido a las mujeres,
representación proporcional, igualdad de derechos, sanidad y educación públicas.
Por otro lado, mejorar las condiciones de la clase trabajadora: reducción de las
jornadas laborales, mejoras salariales, prohibición del trabajo infantil, seguros
sociales, etc. En 1912 el SPD obtuvo más de 4 millones de votos, y en 1914 con más de
un millón de militantes era la fuerza más potente. En España en 1879 Pablo Iglesias
fundó el Partido Socialista Obrero Español (PSOE).

El SPD potenció la creación de sindicatos nacionales, estableciéndose una clara


distinción de las funciones entre partido (objetivos políticos) y el sindicato (dedicado
a la acción reivindicativa). De esta forma surgiría en España en 1888 y asociado al
PSOE la Unión General de Trabajadores (UGT).

A partir de 1890 una serie de cambios sociales y políticos llevaron a fuerte debate
dentro del Socialismo. El crecimiento de las clases medias favoreció el predominio de
la acción parlamentaria en detrimento de la acción revolucionaria. Además, se fueron
consiguiendo objetivos tales como la reducción de la jornada laboral a 10 horas, la
prohibición del trabajo de niños menores de 12 años, el descanso dominical, etc. Esta
situación alimento el Revisionismo de las teorías de K.Marx, siendo su principal
impulsor el alemán Eduard Bernstein. En primer lugar, cuestionó el análisis del
capitalismo de Marx y señaló que la riqueza en vez de concentrarse en unas pocas
manos se iba extendiendo, de manera que un sector de los obreros había conseguido
mejorar sus condiciones de vida. Además, la participación de la clase obrera en la
política había dado lugar a una serie de mejoras, las cuales se habían conseguido sólo
mediante la vía parlamentaria, por lo que no parecía necesaria una revolución. La
posición de Bernstein fue sin embargo minoritaria, y socialistas como Rosa
Luxemburg o Lenin condenaron el revisionismo.
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5.2. Las prácticas del anarquismo

El Anarquismo arraigó principalmente en España, Italia y Francia, perfilándose


diferentes caminos. En 1881, el Congreso anarquista de Londres aprobó el uso de la
violencia individual para divulgar el ideario anarquista, la llamada propaganda por el
hecho, que suponía atentados contra los representantes del Estado, la Iglesia y la
Burguesía. Estos actos terroristas comportaron entre otros el asesinato de la
Emperatriz de Austria Sissí en 1889. La corriente más radical del anarquismo
(anarcocomunismo) tuvo sus principales representantes en Kropotkin y Malatesta.
Pero la mayor parte del anarquismo fue sindicalista, partidarios de la organización de
los trabajadores en asociaciones y sindicatos, como la CNT en España.

5.3. La Segunda Internacional (1889-1914)

La II Internacional o Internacional Socialista se fundó en París en 1889 durante los


actos conmemorativos del centenario de la Revolución Francesa. A diferencia de la AIT
sólo formaban parte de ella partidos políticos socialistas, que se reunirían en
Congresos para adoptar una estrategia común. En las resoluciones de estos congresos
se reclamaron leyes para la protección de los trabajadores, la jornada laboral de 8
horas y la abolición del trabajo infantil. Condenaron el colonialismo y la guerra, a la
que consideraban consecuencia del orden capitalista y llamaron a los trabajadores a
afiliarse a los partidos socialistas. A partir de aquí, estableció una serie de principios
que se mantendrían a lo largo de este siglo: la extensión de la democracia, el fin de la
discriminación sexual y de las demás desigualdades. La II Internacional creó además
algunos de los símbolos del movimiento obrero, como el himno y la celebración del 1
de mayo.
Pero las divergencias entre el sector revolucionario (Lenin) y el revisionista
(Bernstein) y sobre todo el estallido de la Primera Guerra Mundial dividieron a la
Internacional. Un sector, los patriotas, fueron partidarios de la guerra y la defensa
nacional; los Pacifistas se opusieron a la guerra y defendieron el carácter internacional
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de la lucha obrera por encima de banderas nacionales; los Revolucionarios querían


convertir la guerra en una revolución.
Las tesis revolucionarias fueron materializadas por los bolcheviques,
que en 1917 tomaron el poder en Rusia. Entonces se rompió definitivamente la unidad
el movimiento socialista. La Revolución Rusa se convirtió en el nuevo punto de
referencia, obligando a las diversas tendencias socialistas a tomar posición. Los
Comunistas serían a partir de ahora los seguidores de Rusia, a través de una nueva
Internacional la Komintern. Los Socialistas seguirían existiendo, pero al margen de los
postulados revolucionarios marcados desde Moscú (Socialdemocracia). Es la división
entre Socialismo y Comunismo.

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