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ANTONIO PINEDA

EL VAGO
DEL
MALECON

Culiacán, sin, Abril de 1988


“El Vago del Malecón” es el testimonio de mi agradecimiento al
distinguido cardiólogo Gilberto Salazar y al prestigiado hematólogo
Ramón Rivas Llamas, pilares ambos del cuerpo méxico del Instituto
Mexicano del Seguro Social. delegación Sinaloa, por su terquedad
profesional en mantenerme con vida y hacerme sentir que aún puedo
serle de alguna utilidad a esta ciudad que tanto quiero.
cuando llegamos a la madurez, nuestro yo juvenil no ha expirado
todavía. Nada muere en el hombre mientras no muers el hombre en-
tero. El yo pasado,lo que ayer sentimos y pensamos, vivo perdura en
una existencia subterránea del espíritu. Basta conque nos desenten-
damos de
todo
la urgente actualidad para que ascienda a flor del aima
ese pasado nuestro y se ponga de nuevo a resonar... Recordar
es voNer la vista al yo pretérito y hallario aún vivo y vibrátil”... “El
Espectador”, de José Ortega y Gasset.
de
A los Lectores

Diariamente, por prescripción médica, camino sais kilómetros.


Hago la caminata en el malecón que corre a o largo la margen
Izquierda del río Tamazula, que hace más de cincuenta años naciera
como paseo “Humaye” y que ahora lleve el nombre de “Niños

No soy el único caminante. Dias hay en


que sumamos conte:
nares. De todos, algunos sólo caminamos. No debemos —ni po-
demos— hacer más. Otros —generalmente mujeres- trotan
en un es-
fuerzo por conservar la
hermosa figura o por recuperaria. Y un grupo
más reducido: pero. no menos constante, corre a velocidades que
encierran un afán competitivo.

Son valederas y respetables las razones de todos.

En ml caso, confieso sentirme incómodo cuando no cumplo esta


recomendación de los médicos que tienen mi vida en su talento
profesional.

Cuento én el malecón con excelentes amigos que son mis com-


pañeros de caminata; pero, cuando las circunstancias me obligan a
recorrer en soledad los seis kilómetros, entonces son los recuerdos
los que van conmigo.

Como el gran novelista Irving Stone hace decir a Sigmund Freud


en su atractiva biografía "Pasiones del Espiritu”: soy como una
dilla que junta nueces para pasar el invierno, porque cuanto más me
veo rodeado por estos testimonios del pasado, tanto mejor puedo
concentrarme en el futuro. Y me agrada recordar. Es como volver a
vivi
El malecón y sus alrededores no tienen secretos para mí

Estudié la primaria en la escuela “Benito Juárez” que estaba en la


esquina de Buelna y Paliza, precisamente frente a la penitenciaria del
Estado, un edíficio de hermosa arquitectura que fue demolido para
due ahi se construyera el Centro Cultural del Noroeste. De aquella
obra que era ejemplo de la arquitectura de fines del siglo pasado,
sólo los viejos podemos hablar y en toro de lamentación.

a
Sólo queda el recuerdo, asimismo, del que fuera famoso Casino
Culiacán. Famoso por los festejos que ahí se celebraban. Famoso
por los personajes del mundo oficial que fueron sus visitantes.
Famoso por las bellezas que desfilaron por sus salones.

Fue ahi, en ese edificio hoy casi en runas, en donde el Presiden-


te Lic. Miguel Alemán cautivó a los ciudadanos de Culiacán, ofre-
ciéndoles una demostración de cómo se balla “La Bamba”.

pare
ese edificio hacía el poniente, empieza lo que fue
De
del Malecón, obra que se inició en el gobiemo del profesor
la
primera

Manuel Páez y que le tocó concluir al coronel Alfredo Delgado.


Pianeado y ejecutado por el ingeniero Napoleón Ramos Salido, el
malecón nació con un doble propósito: olrecere a la ciudad un paseo
singularmente hermoso y. a la vez, proteger con un muro de conten-
ción al sector poniente de la capital sinaloense, victima de las
Inun-
daciones por las grandes avenidas de sus ríos.
Lo recuerdo como si fuera ayer a cada avenida de los ríos
Tamazula y Humaya, la fuerza de las aguas de éste era tal que re-
plegaban al Tamazula y lo obligaban a salirse de su cauce e invadir
las calles de ese sector de la ciudad. No recuerdo en qué año fue;
pero estoy seguro de haber visto las aguas del Tamazula llegar hasta
la calle Rosales. Y mi padre me aseguraba que esa no había sido la
única ocasión. En 1917 o en 1927, el Tamazula causó perjuicios que
tardaron años en ser reparados.

Todo va- sumiendo de-lo- pasado cuando voy caminendo el


amanecer.

Mi niñez, mi pubertad, mi juventud, mi adultez, son etapas que


vuelven a pasar frente a mí.

¿Cómo no
A
recordar el querido Colegio Civil Rosales?.

Ing.
¿Cómo olvidar a los admirables y admirados maestros como
Matias Ayala y don Reinaldo González y el Ing. Eliseo Leyzsola y
el
1
químico José María Cota y Cota y el doctor Jesús Rodolfo Acedo y
el alemán Emest Von Radke y monsieur Antonio Canale y doña María
Trucíos y aquel puñado de nervios
chez Rojo?.
que
era el Lic. José Antonio Sán-

¿Cómo olvidar a Néstor, aquél hombrecito que no parecia tener


otra preocupación que hacer sonar a las cinco de la mañena, la
pequeña campana que llamaba a clases?

12
y
se
¿Y cómo no mantener en el recuerdo aquella Institución
que fue
y
Heriberto Cisneros “El Capl" su carpa de raspados?.
De una de estas caminatas surgió la Idea de escribir "El
Vago del
Malecón”.

Lo medité y llegué a la conclusión de


que hacerío yo solo, resul-
taba una hazaña imposible. Decidi entonces recumir al auxillo
de
otras pemonas y, sin excepción, encontré una respuesta
muy alen-
+adora en ellas. Quisiera mencionar a quienes en una
o en otra forma
me han brindado su ayuda; pero son tantos, que seguramente in-
curiría en omisiones imperdonables, Y no voy a lastimarios.
Los que me ayudaron, saben quiénes son; saben asimismo,
les estoy reconocido para siempre. Sus nombres los que
guardaré en el
rincón de los grandes afectos.

¿Por qué llamé a mi libro “El Vago del Malecén?.

la
Porque entiendo vagancia como una inquietud de hacia todas
Ir

partes, sin detenerse en ninguna. Entiendo al vago como un anda-


riego sediento de vivir en plenitud su existencia. No hablo del zán-
gano, del vago ocioso, del perverso que sólo busca une oportunidad
para causar daño. Hablo del hombre que se opone al ostracismo. Del
hombre que se resiste a echar raices y que prefiere la audacia
de
desafiar la incertidumbre de mañana a la placidez mediocre de
un
presente tranquilo, sin zozobras, sin inquietudes.

En “El Vago del Malecón” hay algunas páginas


que forman parte
de mis recuerdos personales. Son hechos que yo vivi. En otras
Páginas está el relato de hechos que periodisticamente me
pare-
cieron importantes. He Incluido, asimismo, algunas anécdolas de
políticos que ustedes seguramente conocen. Encontrarán, también,
sucesos curiosos que bien vale la pena conocer y recordar.
Y porque hice un
compromiso formal con una dama que merece
todo mi respeto, no' Incluyo nada que relacione con Guasave. Y
que conste: me sé unos cuentos geniales...

Se van a encontrar por ahi algunos temas que pueden dar lugar a
polémicas, como el sueño de Owen en Topolobampo
lapresencia
del aventurero Jhonston; pero, desde ahora, les digo formalmente
que no entraré en discusión con nadie. SI me equivoco,
elerror será
y
mío sólo yo cargaré con la culpa.

Algunos amigos me sugerían que camblara el titulo del ¡Ibro. Que


lo susiltuyera por el de “Andariego”.

Er
e
Me negué:

SI "El Vago del Malecón” resulta como yo lo he concebido, creo


que será un IIbro que les va a entretener.

La
Les repito que cuando voy caminando por el malecón, son Incon-
tables los recuerdos que me vienen a la mente y llego la conciv-
sión, feliz, de que he vivido la
vida como me dio la gana. he vivido
con los ojos siempre abiertos. Cuando pude, hice lo que quise.
Ahora, ya en el inviemo de la vida, curiosamente es de mis recuerdos
de donde arranco arrestos para vivir.

Ds ellos. algo les confiaré en estas páginas.


Volviendo al malecón, no exagero si les digo que en cada residen-
cla, en cada pledra, en cade rinconcito del paseo, ayer “Humaya” y
hoy “Niños Héros hay pedazos de la historia que algún se tendrá
que escribir de Culiacán y de sus hombres.

Yo no podría hacerlo. Carezco de disciplina para la Investigación


y. lo que es peor, me faltaría tiempo.

Pero ahi están Herberto Sinagaw, el de la prosa que deja un ex-


quisito sabor a miel; Pablo Lizárraga, Ricardo Mimiaga, Rigoberto
López Alarid, Marco Antonio Berrelleza, Rina Cuéllar, Adrián Garcia
Cortez, Gilberto López Alanis y tantos otros, entre ellos ese mu-
chacho Ulises Cisneros que en cuanto se defina en el quehacer Ih-
terario se consolidará como uno de nuestros valores.

Ellos pueden hacerio como lo exige Sinaloa.

Yo no.

“El Vago del Malecón”, es lo que por ahora les puedo ofrecer.

De antemano, gracias por su paciencia y su generosidad.

1
En Deuda

Que sirvan estas líneas como expresión


de mi gratitud a don Carlos Rodríguez Terrón,
director-gerente de “El Sol de Sinaloa", porque
sin su auxilio no hubiera sido posible la edición
de “El Vago del Malecón”.
La hombría de bien de Carlos está
reconocida por quienes lo han tratado.
En mi caso, hay algo más: fue determi-
nante, fue decisivo su apoyo para que este
libro no quedara en proyecto. Varias veces
titubée y, siempre encontré en Carlos,la franca
y espontánea decisión de tenderme la mano.
Pudiera pagar los servicios materiales;
pero, el favor, deseo retenerlo. Que ahí quede
como una deuda mía. Una deuda impagable.
En última instancia; es una deuda con
un amigo.

Antonio Pineda
y
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CUIT

Y
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AMELTE "aL

E
PROLOGO

Por Cipriano Obezo Camargo

Recibir el encargo de un libro debido al esfuerzo de un


amigo distinguido, sin tenér la autoridad ¡iteraria que la empresa
requiere para enurciar el tema que constituye el fondo de la obra, y
hacer 168 comentarios más adecuados 2 los aspectos sobresalientes
que la misma plantea, constituye un quehacer comprometedor, por
cuanto a que hay que cuidar que el prestigio del autor no destuzca y
que los méritos a que se haga acreedor, no nos lleven a la alabanza
corriente del incienso barato que suele quemarse a ultranza en estos
casos, sólo por quedar bien con el autor, sin considerar el respeto
que los lectores merecen, y sin hacerles llegar el enfoque de alto
o
contenido social Iiterario que el libro promueva.

Atortunadamente, en este caso, se trate de un viejo amigo y


periodista sinaloense Antonio Pineda “Tohico”, reconocido como
maestro del reportaje, la entrevista y la crónica, que no requiere, a
estas alturas, mejores cartas de presentación que la huella que ha
dejado e su paso por redacciones y órganos de prensa y en el ánimo
“de todos los que lo hemos leido y tratado en contlanza.

Al verlo ahora convertido en un señor autor de llbros formales que


se ocupan de analizar diversos aspectos del devenir social. político,
cultural y anecdótico del mundo que lo rodea, no podemos menos,
dicho sin eufemismo, que congratulamos de su exitosa incursión por
el campo bibliográfico, tomando como botón de muestra su primer
volúmen intitulado “Trozos de Vida" en el que haciendo alarde de su
tradicional estilo humorístico y folklórico, nos revive muchas estam-
pas del pasado, nos confia el alto nivel de relación con muchos
políticos del ámbito local, estatal y nacioníal, a la ver que denuncia
una que otra trapacería deque ellos fueron autores haciéndose pasar
por blancas palomas, pero que supieron esconder con arte y habi-
su
lidad sus garras de gavilán, y dejaron olr vocingieria de “¡llgueros”
que dirigieron sus gorjeos justo a la fronda del arbol en que anidaban
los jefes de las “bandadas” de moda.

7
a
Ahora que hemos tenido que analizar su nueva obra que ha
bautizado con el nombre de “El Vago del Malecón", notamos que no
ha hecho ningún esfuerzo por corregir su estilo sino que, por el con-
trario, se nota que ha pulido su sable viperino con el que, asi como
en broma, suelta la rislble estocada para recogerse después en pose
de Inocencia o humildad, como si nunca hubiera quebrado un plato.

Pero no es posible que en ninguna de sus expresiones se sos-


peche una intención falsa o malsana. Siempre hace sus afirmaciones
certeras, campo ablerto, cón toda claridad, haciéndose responsable
ojen por ciento de lo que dice, para que no
lo
vayan a confundir con
lo que suele decir en broma, con la llana Intención de hacer reir o.
descubfir uno que otro "paster” alguna vez alguien crey 6 que es-
que

taba tan ignorado que a la mejor ni el mismo “Tofio” lo sabla..


Notará Ud,, al seguir la lectura de este libro, que toca múltiples
temas que comenta con sus amigos que todas las mañanas se dan
cita en la porción Oriente del Malecón que se alza sobre la margen
izulerda del río Tamazula, en esta cludad, la altura del Puente
“Juárez”, el parque “Constitución” y el Puente "Morelos”..

No sabemos si este grupo selecto se reúne cotidianamente en es-


1a zona para charlar mientras cumplen fodos la prescripción médica
de caminar tantos más cuantos kilómetros en beneficio de su salud,
9 caminan mientras charian disecando
se
la
historia y milagros de quien
les ponga enfrente o picoleando los devenires de laa
vidas de los
que han programado para día determinado.
El caso es que “El Vago del Malecón”, como dice el inefable
Antonio Pineda, ha convertido a sus amigos en toda una institución
que anda en lenguas por toda la cludad y comunidades municipales
circunvecinas, al grado que el mismo “Toñico” ha creido debido
hacer una rigurosa clasificación de todos, acomodándolos en ce-
pilulos especiales de esta que será, sin duda alguna, su obra de an-
tología, en la rama de la
humorística y la picarezca de Sinaloa.

Para constancia de la contundencia de las


afirmaciones que aquí
me
he permitido hacer, lea con detenimiento los capítulos que le dar
vida y forma al llbro, y vera.

Ud. mismo dirá después si ml enunciado ha sido justo o justo.


Porlo que toca a tí, amigo Pineda, nomás aguanta. Tú dirás sl el
retrato se parece o no al modelo.
La pose asi fue captada; y nl modo.

¿Qué culpa tengo de no saber delinear retratos habiados?.


18
Porque ni modo que me refiera al pigmento (1) de tu plei; a tu
ramistad” (2) con el Gral. Pablo Macías Valenzuela; a lo que no
lograste aprender al lado de Frey Nano (3) en “La Afición" en México;
9 a lo que valieron tus pininos al lado de Luis G. Rico (4) en "El
Regional” de Cuilacán allá por 1940.

Tú vales por lo que has sido, por lo que eres y lo que seguirás
siendo, si no das “tu brazo a torcer".
Y no lo has de dar, por dios;
ya ha corrido mucha agua por abajo
del puente “Cañedo” para que resultaras ahora haciendo el papelazo.
He dicho..
CIPRIANO

(1). “Tofilco", como los que lo conceen lo sfben, es pristo con


ganas y a pulso se ganó en el Colegio Civil Rosales el mote de "El
Negro Pineda”.

(2). El Gral. Macias Valenzuela, cuando era gobemador del Estado,


lo mandó fuera de Sinaloa, cuando en aquel tiempo le dio por meter-
refico político.
(3). El distinguido periodista del D.F. director del diario "La Af-
ción”, Alejandro Aguilar Reyes “Fray Nano”, tomó a su cargo la
preparación profesional de “Tofico” hasta hacerlo todo un señor
periodista

(4). Luis G. Rico, director del periódico local "El Regional”, le dio
cobilo bajo sus pághas, cuando Pineda era apenas un aprendiz de
hupatintas” que allá por Sonora conoció las "galeras" y se Inició en
la crónica deportiva

19
PRIMERA PARTE
la
PRIMERA PARTE


Radke, Maestro y Espia Alemán

Eran los años de gloría del Colegio Civil Rosales, la vieja casa de
estudios de cuyas instalaciones, pequeñas y acogedoras —durante el
gobiemo del coronel Alfredo Deigado— logramos echara la calle a su
temible policía Judicial, pese a que sus agentes contaban con armas
de grueso calibre y nosotros —un par de centenares de muchachas y
Muchachos— sólo teniamos los hermosos sueños de la ¡rreflexiva
Juventud.

Irrellexiva e Irrefrenable también,

Leyes, Quimica y Normal eran las únicas escuelas profesionales;


pero funcionaban también una preparatoria y una secundaria. Y
precisamente porque exigíamos que los secundarianos no pagaran
colegiatura, ue que estalló el movimiento, primero del que yo tengo
antecedentes en aquella Inolvidable Institución.
Fue
nuestra hermosa terquedad la que obligó al gobemador Del-
gado a mandar a sus Judiciales con instrucciones de echar del
edificio a los huelguistas.

Tiempo después, aterrorizados, supimos que la orden a la policia


Judicial no establecía limitaciones:

— ¡Echenlos, pase lo que pasel


Y nos echaron.
Pero no nos cruzamos de brazos. Antes de 24 horas recibimos el
apoyo de losmuchachos de escuela para hijos de trabajadores,
Que había nacido en la esquina de Andrade y Buelna edificio en
donde alguna vez se cobijó al Colégio Civil Rosales y que hoy está en
—un

el más lamentable de los abandonos—; ee planeó una estrategia casi


Infantil, con la posibilidad de que a camblo de trompadas recibié-
ramos balazos. Era nuestra pasión estudiantil, Inteligencia contra
poder. llusiones contra prepotencia.

Aparentemente era una locura, un sulcidio; y, por fortuna, todo


selló bien. Mejor de como se habla planeado.

Contamos a los agentes y para cada uno designamos a seis es-


tudiantes. Uno lo imposibilitaria de hacer uso del rifle, abrazándolo

23
a
por espalda; otro lo tomaría por las plemas; dos Intentarian
la

quitade ama; dos más, sl era menester, pues le entrarían e los


el

moquetes.
Todo tenia que hacerse simultáneamente y entonces se recurrió a
la famosa campanita de Néstor, que no dejaba de sonara diario a las
6. El responsable de esta tares fue Salvador Alvaro Medine “El
Ligero”, padre del Lic. Jorge Medina Viedas, que eños más tarde
llegaría'a ser rector de la Universidad Autánoma de Sinalos.

No hubo quien no cumpliera con su compromiso y ese día la ban-


dera rojinegra de la huelga ondeó en el asta del Colegio Civil
Rosales.
Lo que sigue es historia que alguien escribirá algún día.

==
En el selecto grupo de maestros que integraban el cuerpo docente
del Colegio, figuraba el alemán Emest Radke, cuya drasticidad, su
imponente estatura y su vozarrón de cantante de ópera. amedren-
taban a quien llevara alguna materia con él.

Mister Radke -como le deciamos— no se tentaba el corazón pare


pendejear al que lo merecia.

La clase de inglés que Impartia, era antológica.


— Piensen en inglés. Plensen en inglés- era el estribillo que no
se le cala de los labios.
En uno de sus grupos figuraba Mario Bueno, un estudiante
travieso, juguetón, de increibles ocurrencias, que posela la cualidad
de fingir la voz y hablar con el tono de una mujer. Supe que Marlo se
habla ttuledo de médico en la UNAM y que se había radicado en
Guadalajara. Desde entonces no he vuelto a saber de dl.

En sus clases de Inglés con mister Radke, el incontrolable Mario


se Iba los
últimos asientos, buscaba que lo cubriera alguien de más
estatura que él y en el momento en que el maestro se hallaba más
ocupado, él Imitaba una voz femenina y le gritaba:
— Neto: ¡chinga tu madre.

Radke levantaba rápidamente el rostro para localizar al autor del


Insulto; pero, nunca lo pudo sorprender. Al menos, eso lo que er
todo el grupo creía. Como era de suponerse, Mario repitió su “chiste”
una y otra y cuantas veces le vino en gana.

24
a
Y llegaron os temidos extmenes.

Mister Radke tenía la costumbre de leer ante los propios alumnos


las calificacionescomespondientes a cada quien y cuando llegó a
Mario Bueno su rostro se enrojeció por la Ira, tomó
bas manos y con su yoz tronante gritó:
las
listas con am-
— Merrio Bueño: Tiene cerro de calificación:

Maro saltó de su asiento como


enfrentándose al gigantesco alemán,
sl le hubiera picado un alacrán y
le dijo en tono de reproche:

— Es
usted injusto, mister Radke. MI prueba merece 10 porque
estoy seguro de no haber cometido ningún error.

— Conque ningún error ¿eh? —mpuso socaronamente mister


Radke. E inclinándose hasta quedar sobre el escritorio, hizo como
Que se ocultaba, fingió también la voz y, como sl fuera una de las
muchachas del grupo, exclamó:
— Neto: ¡chinga tu madre!

Emest von Radke murió hace años.


A
Sus restos descansan en esta capital sinaloense a la que tanto
amá y a cuye Juventud tanto le sirvió. Su única angustia,
daderemente lo abrumaba hasta sacario de quicio, lo
que ver-
era el calor. Y era
común, en los mediodía, verlo llegar a la agencia de la corvecería
Pacífico —entonces por la avenida Juan Carrasco, entre las calles
Hidalgo y Angel Flores- y encerrarse en los cuartos de refrigeración
hasta que caía la noche.
Poco antes de que estallara la espantosa Segunda Guerra Mun-
dial, el alemán se fue vivir a Sunutato, región de la que no quería
separarse por su agradable clima.
Lamentablemente para él, cuando México se declaró en “estado
de guerra” contra el Eje integrado por Alemania,
Japón e ltalla, agen-
tes de la Secretería de Gobernación fueron e Surutato por Radke y se
lo llevaron a (a prisión militar de Perote, Junto con otros
extranjeros,
acusado de espia.

Indignado cuando su aprehensión, mister Radke preguntó porqué


se le trataba así y los agentes le explicaron:

25
— Está usted acusado de espionaje. Sabemos, Inclusive, que us-
ted tiene un aparato reproductor de sonidos. Y lo vamos a localizar
como ses.

Entre maldiciones, Radke alcanzó a decir:


— No van a tener qué buscar mucho, porque el único aparato
reproductor de sonidos que tengo es el fundillo...
"
1d con El Diablo, Hijos...
Cuando el Lic. José de las Fuentes Rodríguez estaba en
plena
campaña política por el goblemo de Coahulla —el cual llegó sin
tropiezos de consideración— organizó un acto de masas precisamen-
te frente a la catedral de Monclova y a la hora en que más
Curren a los actos religiosos: las 11 de la mañana.
fleles con-
Misa y mitin dieron principio simultáneamente:
pero, mientras la
¡glesla estaba repleta de fieles, el escenario del acto político se
miraba tristemente desolado, tanto asi que los dirigentes del PRI
op-
taron por diferirlo un par de horas.

Al filo de las 12 de la mañana, el


cura llegó al final de la misa y
despidió a sus ovejas con estas palabras:

— Hijos míos: ya habtis cumplido vuestro deber


con Dios; ld

a
ahora a cumplir los compromisos que tengáis con "El Diablo”. (x)

(Por si algunos lectores lo ¡gnoran, el Lic. Josó de las Fuentes es


conocido como “El Diablo" desde sus años de
estudiante. Ignoro el
el remoquete le viene por sus travesuras universitarias o
por las
políticas. Por lo que sea, esa vez la perdió con Dios.

27
El 12 de
abril de 1981 el ruso Yurt Gagarin se convirtió en el primer
humano que viajaba por el espacio en uns nave construida por
ser 1” y completó una vuelta ot-
el hombre. Gagarin visjó en el “Vostok
bltal en una hora y 48 minutos.

28
e
m

Un OVNI Sobmvoló Cullacán

Agonizaba el año de 1973, cuando una llamada telefónica a la


redacción de “El Sol de Sinaloa” —del cual era subdrecior- me
colocé ante la neludible obligación de tomar una decisión urgente.

Porque
lavoz que llamaba, en la que era
palente una excitación
que seguramente llegaría al campo del terror en cualesquier momen-
to, insistia en esta frase:

— ¡Señor: hay un OVNI sobrevolando el fraccionamiento "Las


Quintas”... ¡Ahí está!... ¡Ahí estál... Yo lo estoy viendo...

Yo me preguntaba en la redacción:

—¿Y 8l voy y resulta todo una broma de muy mai gusto? ¿No serk
un gracioso más de esos que tanto abundan?.

En realidad, deseaba convencerme de que lo mejor era no lr a


"Las Quintas”; pero, otra vez la llamada telefónica se impuso a mis
prejuicios y me dije a mi mismo:

— Pues al se rien de mí una vez más, que se rían. ¡Yo voyl.

Y ful esa noche "Las Quintas”.


Quien ¡amaba era el entonces joven estudiante de la IIcenciatura
de administración de empresas, Aarón Irizar, el mismo que por
acuerdo del Gobemador Lic. Francisco Labastida Ochoa se hizo car-
go, interinamente, del despacho de la Secretaria de Administración,
cuya titularidad fue responsabilidad del Lic. Estaban Moctezuma
hasta sl dia último de
noviembre de 1987.
Cuando hablé con el estudiante Irizar, el Objeto Volador no Iden-
tilicado había desaparecido; pero Aarón me explicó al tiempo que
señalaba hacia el cielo estrellado, metros más, metros menos, de
donde se bifurca la calle Rafael Buelna, tomando uno de sus ramales
en dirección al restaurant "Los Arcos” y el otro hacia donde funciona
la planta pasteurizadora de la
Asociación de Ganaderos de Cullacán:
— Ahi estaba, señor... Yo lo Vi... Estaba No, no se movia y no
producia el menor ruido... Eso sí, llamaba la alención por las luces
tan intensas que despedía y que parecian brotar de algo como una
canastilla ubicada en la
parte inferior del aparato...
— ¿Qué forma le parece que tenia?.
— Esa misma forma que vemos en la prensa y que ya se conocen

como platillos voladores.


— ¿No vio usted movimiento alguno dentro o fuera del platillo
volador?
— Ninguno... Sólo le puedo asegurar que el OVNI era circular y
que se miraban claramente unas ventanillas, porque el aparato no es-
taba muy alto.

— ¿Qué tan bajo estaria?

— No sé: pero no llegaba a cien metros.


— ¿Cuánto tiempo lo vio?.
— Un minuto o dos o tres o menos. No sb decirle. Lo que sl
puedo asegurarie era que me sentía como hipnotizado. No podia des-
viar la mirada del aparato.

— ¿Qué sucedió antes de que llegara yo?.

— Sin hacer ningún ruido,


el
aparato se inclinó hasta adquirir una
posición vertical y a una velocidad sorprendente se largó en dirección
a donde está la
planta de los Ganaderos. Y ahí se comviriió en un
puntito hasta desaparecer.

Yo intentaba localizar algo en el cielo,cuando la voz del ahora


Ll. Aarón Irizar me hizo volver a la realidad con esta pregunta:

— ¿No siente un calor excesivo abajo de donde estuvo el platillo


volador?.

Entonces reparé en que, efectivamente, en toda esa zona el calor


era mucho más intenso que en el resto del fraccionamiento. Lo re-
conimos Juntos Irizar y yo y, efectivamente, mientras en otros lu-
gares el clima era agradable, en esa zone se sentia un calor intenso.
Un calor agobiante.

>.
Aarón Irizar me confió que esa noche como todas las noches—
habla Ido a visitar a su novia —hoy su esposa- que entonces vivia por
la avenida Rosales.

— Yo estaba recamado en la reja de la casa. de espaldas a la


calle, cuando escuché un alarido de un taxista que gritaba a todo lo
que sus pulmones le
permitian:

—————————————
o
el
—- ¡Marcienos!... ¡Miren, marcianos!—. Y sin esperar a que le
pagaran la “dejeda”, se trepó a su vehículo y lo puso en marcha a
toda velocidad. NI baches, ni piedras, ni destrozos en la calle
aminoraban su carrera. Iba hombre como enloquecido.

Tembién vio el objeto volador -según Irizar- una señora de ciena


edad. Lo de ella debe haber sido más patético, porque
se hincó on la
banqueta, abrió los brazos en cruz y comenzó a rezar, intercalando
expresiones como “ahora si se va a acabar el mundo, Dios mio"

—.
Señor, hágase tu sagrada voluntad”.

Tal vez de haber acudido a la primera llamada telefónica,


hubiera visto también el aparato. Hoy lamento mi desconfianza; yo
pero
son tantos los “bromistas” que se divierten a costa de los periodistas
que a punta de palos la burre terminó por volverse arisca. No es dis-

——
culpa. Lamentablemente, es verdad. Hay gente que llama a las redac-
ciones dando “sensacionales” noticias. Y lo peor es que tienen
que
ser investigadas.

—=
Durante meses, el estudiante Aarón lizar fue
objeto de bromas
inimaginables de amigos y no amigos; pero, como siempre,
con el
paso del lempo lodo pareció caer en el olvido.
Más
exactamente, en Culiacán cayó en el oNido: pero en otros
lugares del mundo no.
Un
día, sin hacerse publicidad, una comisión de Investigadores
Europeos —en su mayoria alemanes-- llegó a Culiacán para entrevistar
al Lic. Irizar. Cuando estuvieron frente
a él le explicaron
dedicaban a investigar las apariciones de los llamados que se
Voladores no |dentificados y en su caso querían saber Objetos
habia visto y oido y las emociones que experimentó. todo lo que

Después añadieron:
— Le vamos a entregar preguntas que ya traemos Impresas. Usted
las ve a contestar conforme a la experiencia que vivió. Vamos a
grabar sus respuestas y, después, le indicaremos los pasos siguien-
tes que vamos a dar.
El subsecretario de Admhistración dio
respuesta a cuanto se le
preguntó: forma del aparato, hora aproximada de su presencia sobre
el fraccionamiento, luces que despedía,
tiempo que permaneció en
el

el lugar, el ruido que producía, las


emociones que lo embargaron.
Preguntas, pues, que no pasaban por alto
mente más insignificantes. ni
los detalles aparente:

Lo asombroso vino después.


a


——
————
Tomsgas en New Jersey, en 1952, por un chamaco, estas foto-
grafías muestran un aparato que tiene gran parecido al que so-
brevoló Culiacán y que tuvo la fortuna de admirar el Lc. Aarón
trízar, hoy subsecretario de Administración del gobiemo estatal.

————.
32
Los científicos buscaron entre sús grabaciones y seleccionaron”
una en la que se escuchaba la voz de una persona del Perú, que
aseguraba haber visto un OVNI.
Lo que aquel hombre decia, era casi exactamente lo que minutos
antes había contestado el
Lic. Irízar. Se podía pensar que estaban
hablando ambos del mismo aparato.

4Y por qué no aceptar que em el mismo aparato o que formaban


parte de una flota de Idénticos aparatos?.

Los científicos europeos salieron de Cullacán sin permitir que


prensa se enterara de su presencia. Evidentemente no dessaban
pertar temores y menos la morbosidad que propicia alames Injus-
tilicadas. Tiempo después le enviaron al Lic. Irizar un libro escrito
por el ahora célebre Juan José Benítez, llamado "Los Visitantes”, en
el que éste relata una serie de hechos increibles del fenómeno qu
representan estos objetos y de los cuales sólo hay algunas foto-
grafías —entre ellas algunas que no han resultado sino trucos fo-
tográficos— que nos demuestran que en otros mundos hay seres de
inteligencia superior.

——
Juan José Benítez —que años después conmovería al mundo
llerarío con su libro “Cabello de Troya"
se
queje de que muchos
hipercticos negativistas e incrédulos levantan aus voces con pre-
guntas como esta:
— SI los

astrónomos? os existen ¿por qué no los ven y los fotografian los

— A ustedes les felta Información. conteste el escritor.


Y nos relata entonces que fue precisamente un mexicano José
Bonilla quien tomó la primera fotoprafla que se conoce en que
aparece un extraño objeto volador.
El 12 de agosto de 1883, Bonilla estudiaba el Sol desde el obser-
vatorio de Zacatecas, cuando ante su lógica sorpresa (no olvidemos
que en aquella épcca nadie hablaba de ownls) vio una serie de man-
chas extrañas que cruzaban el disco solar en ¡inea absolutamente
recta y a una distancia que el astrónomo calculó no mayor de 300 mil
kllómetros.

Las manchas, pues, se movian a una distancia similar a la exis-


¡tente entre nuestro mundo y la Luna.

Según describió el mexicano Bonilla, aquellos:objetos pasaban


ya
de dos en dos por encima del disco solar. Durante día y medio estuvo
observando el fenómeno
y
logró tomar varas fotografías. En México,
COMO suele suceder, no ie hicieron el menor
caso; pero en Francia sl
Inclusive publicaron una fotografia en el dierio “L'Astronomie”,
revista especializada en astronomía y meteorología.

Mientras no se demuestre lo contrario, esa fue la primera foto-


gratia de un objeto volador no identificado.

==
Lamentablemente, no todos los
casos que se conocen han tenido
un final feliz o intrascendente como el de “Las Quintas" de Cullacán.
El 17 de febrero de 1961, cuando
la
carrera espacial entre rusos
estadunidenses estaba en pleno apogeo, la URSS envió desde unay
base en Balkonnor,
un hombre y una mujer.
el
mar del Aral, una cápsula en la que viajaban
en

Jamás regresaron a terra. Han transcurrido 27 años


tienen archivadas algunas frases sueltas de los astronautas
Hay patetismo en sus palabras. Hay ang
sólo se
rusos.y
Hay elementos para que la Imaginación
Trmás allá de la conjetura.

En las voces de los rusos hay alteración, hay pánico


y un deses-
perado deseo de mostrar algo que “el mundo no creerá, mientras no
lo vea".

Minutos antes de que se registrara lo que


ss cree que fue el final
trágico de los viajeros del espacio, estaciones rastreadoras Insta-
ladas en Rusia e Italia —muy especialmente en la de Turin—
reco-
gleron las voces ya incoherentes de los rusos. Decian
dición física era buena: pero, informaban que el oxigenoque su com
fnba agotando
y se les es.
que tembién fallaban las luces de su nave. Ya para
entonces, las señaies llegaban déblimente
la
tierra.

De improviso, se escuchó la voz de la mujer que hablaba muy ex-


citada:

— Mira
por la mirilla. Lo tomaré con mi mano
fuerza. “Mira por la
mirillal... ¡Lo tengo)... ¡Miral. lo sujetaré con
Siguió un silencio de segundos, hasta que Irumpió la voz del

— ¡Aquit... ¡Aquí hay algo!... ¡Hay algol-

Tres segundos después, el cosmonauta añadió:


35
E
— $1 no salimos, el mundo nunca sabrá ni cmeré esto... ¡Es
dificil... Lo sujetaré con fuerzal... ¡Es difici
Ya no hubo más voces n| palabras. Un sliencio completo envolvió
a los viajeros y nada más se ha vuelto a saber de ellos.
¿Ese “algo” de que hablaron, sería una nave espacial? ¿Sería "el
un
ser de otro mundo? ¿Qué sería eso que Intentaron atrapar y que
mundo
no lo creerá si nolove"?

Laspreguntas siguen atormentando a los investigadores; pero

a
hasta ahora, no han encontrado ninguna respuesta.

más Impresionante de las aventuras, es la que relata


Tal vez la
George Adamskl, quien vivía en Califomia, dedicando casí todo su
desde Monte Palomar. Adamsk! estaba
tiempo a tomar fotografías
empeñado en fotografiar un OVNI y presentia que Iba a lograrlo.
Lo que él logró supera cuanto pudiera haber esperado.
Dice Adamski que
Callfomia, él tuvo su
el
20 de noviembre de 1952, en el desierto de
primer contacto personal con un hombre de
otro mundo.
el encuentro se
“Llegó en un platillo volador —dice Adamski— y dirección
celebró en el desierto a 16 kilómetros de Desert Center, en
a Parker, Arizona”.

Añade que el hombre le hacia señas desde unos 400 metros y


le
indicaba que se acercase, “Por un momento pensó que era alguien
que necesitaba ayuda, asi que me dirgi hacia
él.

“Mientras me acercaba —eñado-- tuve la extraña sensación de que


el
debia ser prudente. No tenía razón alguna de sentir temor, ya que
dí cuenta de
hombre no parecia lener nada fuera de lo normal. Me
dos cosas so-
que era más bajo y mucho mbs joven que yo.
Habia
lamente que me llamaron la alención al acerceme: sus pantalones
los que se utilizan
no eran como los mios. Parecian más bien como atuendo en pleno
pora esquiar. Mo pregunté qué haria con semejante
desieno...
y el viento los
“Sus cabellos eran rubios, largos hste los hombros
agitada”.
lo comprendl
“Aquel hombre estaba a un metro de mi y entonces aatronave”.
todo: era un ser de otro mundo; pero yo no había visto au

...Iiá..=—
Adamski calculó la edad de aquel “hombre” en unos 23.a 30 años,
=
se
con un peso de 60 kilos y un altura de 1.87 metros, aproximadamen-
10. Tenia la cara redonda y una trente my alta. Sus ojos, de un verde

grisáceo, eran grandes y ligeramente oblicuos. Tenía un mirar se-


reno. Los pómulos se presentaban algo más altos que los de un oc-
cidental, aunque no tanto como los de un asiático, Su naríz era recta
y no demasiado grande. Tenía una boce proporcionada y descubría al
hablar o sonreir una dentadura perfecta y muy blanca”.

Añade Ademski que el “hombre” le tendió la mano en señal amis-


tosa y cuando él quiso corresponderle, el ato la retiró, sonriendo.
“En lugar de tomarme la mano, apoyó su palma contra la mía,
apretando ligeramente. Inferpreté esto como un signo de amistad.
La piel desu mano era tan delicada como la de un niño y sus dedos.
largos y esiilizados. Creo que con otra ropa hubiera podido pasar
táciimente por una mujer,

“Recuerdo que me chocó su falta de bama. Tenla la tez tostada


pero sin rastro de pelo.
“Llevaba una especie de mono de una sola pieza de color marrón
achocolatado. Lo formaba una blusa ancha con un cuello alto y unas
mangas ampilas, con puños igualmente ajustados. Los pantalones
eran igualmente anchos y
ojales, ni clerres. Tampoco
ajustados en los tobillos. No vi botones, ni
velan bolsillos, nl costuras. No llevaba
tampoco anillos, ni pulseras, ni ningún otro adomo. No daba la Im-
presión de llevar amas.

“Sus” zapatos eran de color sangre. Parecian estar hechos de al-


guna clase de tejido; pero de textura distinta a la de su vestido y de
una consistencia parecida al cuero. Esla maiería ora extmordne-
ríamente ligera, ya que permitia percibir claramente los movimientos
de los pies. Sus tacones eran más bajos que los de nuestros zapatos
y las puntas cuadradas”.

==
Adamaki afirma que la conversación fue dificil, porque si el
"hombre" conocia el Inglés, él no comprendía la lengua del extran-
jero.

Recurieron al lenguaje universal de las señas. Asi supo Adamakl


que el “hombre” procedia de Venus y que “allá” estaban muy
preocupados por las explosiones y las bombas atómicas.
Adamski le preguntó cómo había venido y el venusino le explicó
que en una pequeña nave, que
suspendida a pocos metros de
le
la
mostró después y que se hallaba
tierra, detrás de una depresión del
desierto. La nave era pequeña y según el “hombre” eran transpor-
tados por otra nave gigantesca. Le explicó el de los cabellos rublos

a7
a
que varios de los suyos habían muerto al
llegar a la Tierra, blen por
falles mecánicas o por agresiones de los humanos.

Según el relato de George Adamskl, la astronave estaba hecha de


un material de gran dureza; pero, translúcido. Estaba suspendido en
el aire y en su pare Inferior había tres esferas que parecían constituir

las
el tren de aterrizaje.

Conforme la descripción, la nave del venusino parecia una cam-


pana de cristal, pues terminaba en una clpsula que tenía en su parte
superior algo como una lupa que despedia luz. Adamski tomó varías
fotografias, aunque su
“amigo” le pidió uno de los
carretes.

No fue elúnico encuentro. Adamekl aseguró haber tenido otros e,


Inclusive, subió a la astronave, de la cual facilitó croquis y dBujos.

Cabe añadir que varias personas, ubicadas en lugares estraté-


gicos por Adamskl, firmaron posteriomente como testigos de que
ellos habian presenciado los encuentros del terricola y el venusino.

El
comentarios que
E
relato fue publicado por la prensa y desató una marejada de
hicieron famoso a Adamski, quien escribió des
libros. Uno llamado “Los Piatilios Voladores han Aterizado" y otro
“Dentro de Naves Espaciales” que se
vendieron por millones.

Adamski recorrió los Estados Unidos y Europa dictando conferen-


clas que atralan grandes cantidades de público. Posiblemente al
gunos científicos pusleron en tela de duda sus afimaciones; pero
¿cómo comprobarle que mentía?.
Y hay algo más que el lector debe conocer:

Adamski murió a los 74 años de edad, por causas natumies, en


1965. Sin que se le diera una explicación satisfactoria al pueblo de
los Estados Unidos, fue sepuñado en el Cementerio Nacional de
Arlington, el lugar destinado a los héroes norteamericanos.

¿Por qué un ciudadano de condición humilde, que era gerente de


un restaurante en Monte Palomar, fue objeto de tal disuinción?.

¿Por qué?
07

La Brincadera

A sólo unos
meses de concluir su periodo gubemamental, el
general Macario Gaxiola —una de las muchas figuras que Sinalos
aportó movimiento amado de 1910-., recibló la visita de un pe-
la
al

riodista de capital de la República, que asplraba a conquistar la


gloria como escritor.

Frente al militar angosturense le confió:

— MI general: aspiro.
a escribir, novelada, su participación en la
Revolución.

— No, mijo- le dijo don Macario—

vamos a quitar costras a las heridas.


ese asunto ya pasó. Pa qué la
El aspirante a la inmortalidad literaria Insistió,
argumentando que
los sinaloenses —y los mexicanos todos-. deberian saber cómo aquél
hombre de campo, encallecidas las manos por las manceras de los
arados, habja cambiado la tranquilidad de su hacienda para meterse
2 "La Bola" buscando que los de abajo vivieran sl no como los de
ariba, cuando menos no tan abajo,
Enemigo del halago. ranchero que llevaba dentro el gobemador
el

de Sinaloa rechazó toda proposición; sin embargo, el incipiente


novelista Insistió tanto que mi general terminó por aceptar; pero, Im-
poniendo condiciones:
Mira, mijo; fijate bien en lo que te digo: quiero que todo lo que
vayas escribiendo me lo traigas pa leerlo o no hay trato.
— Como usted ordene, señor gobemador— dijo el chicuelo y
abandonófeliz el despacho del mandatario, hombre desconfiado —
como todo buen ranchero sinaloense— de todos esos tipos que al
hablar pareciera que están repartiendo melcocha.
Y comenzó el
ir
y venir del escritor al despacho del gobemador
Macario Gaxiola. Linea que escribia, llnea que lo daba a leer. Un día,
cuando todo parecia Ir mejor, mí general interrumpió la lectura y dejó
escapar una imprecació
— ¡Ah cabrón! No me gusta cómo suena esto.

morizado
¿A
se al Premio Nobel de Literatura.
qué
el aspirante
reliore usted, señor gobemador?—, preguntó ate-

— A esto
que dices aquí de que cuando andábamos por Badi-
ragusto, tuvimos que robar algunas vacas y tatemarlas pa que la
tropa pudiera tragar. Como que no se oye bien eso de pelavacas.
— Ya investigué, mi general; y es la verdad. Por eso hago hin-
caplá en
vaquita.
que las circunstancias les obligaron a robarse una que otra

— SI, m'ljo: pero té repito que no ae oye blen eso de que yo an-

daba de pelavacas, por muy verdad que sea. ¿No sería posible que le
diéramos a esto un brinquito?-

El Joven escritor reflexionó unos Instantes y, repentinamente,


como quien ha tomado una decisión napoleónica, comenzó a recoger
sus cuartillas ya escritas y los papeles que le permitidan completar la
obra. Su obre cumbre. El primer paso hacis su glora.
— ¿Quéhaces, muchacho? preguntó mi general.

Y el jovenzuelo, encogléndose de hombros, en tono un tanto de


desllución, le confesó:

— Me
largo, mi general, porque de aquí en adelante va a empezar
una brincadera de la chingada. Muy agradecido don Macario y ¡hasta
nunca.
Y fue hasta nunca, porque jamás se le volvió a ver por aquí.
v
“Yo Modelá Para Diago”

Dicen los expertos en arte que una pintura del genial muralista
mexicano Diego Rivera, es Incontundible no sblo por su fuerza ex-
presiva, el vigor de sus trazos, sino por ls belleza de los ojos, el
fuego que despiden los ojos de los Indios que ha perpetuado en sue

murales.

Lo que asombrará saber es que esos ojos pertenecen a una mujer.


Una excepcional mujer sinaloense ¡Imada Elsie Cola, menudita de
cuerpo, 4911 de mente y de movimientos, que después de recorrer
triunfaimente el mundo, como bailarina, regresó a su tema Sinalos
para quedarse y y dar vida a una tesls de
cla:
la
que habla con vehemen-

— Yo creo que la danza es la madre de todas les artes, porque el


movimiento es lo primero que txpresa el cuero humano; después
viene la música y más tarde la voz. Creo, pues, que a los niños
debemos dejarios que se comuniquen entre el a trav del arte; que
den salida a todo lo que llevan dentro; no frustrades las manites-
taciones de su sensibilidad; dejarios que hagan lo que quieran; que
canten, que pinten,que ballen, que hagan lo que más les guste. Poco
2 poco ¡rán entendiendo lo que es la belleza, lo que es el arte. Poco a
poco su Sensibilidad se irá cultivando
sus posibilidades artísticas. y
el propio niño descubrirá así

Cota habla con entusiasmo de su proyecto y se muestra


Elsis

feliz porque,aunque paulatinamente, lo va haciendo realidad en la


escuela Normal de Sinaloa y en la Universidad Autónoma de Sinaloa,
de la cual habla profundamente satisfecha por el apoyo que le ha
brindado para la cristalización de su obra.

¿Significa todo esto que Elsie Cota es ballarins?.

Lo es, efectivamente; pero, tal vez sea más que eso: es maestra
de baile folclórico, de danza modema, con excelencia reconocida en
el extranjero en esta actividad, aunque tras hablar con ella se advierte
que es su formación ideológica lo que hace de ella una extraordinaria
mujer.

A
Conozco varios cuadros de Diego Rivera y Elsie Cota me mostró
otras pinturas célebres del gran mumiista y en todos, sin excepción,
están los ojos de ella bañando de luz los rostros de los Indios que
pintó el hombre que tenia cara de batracio.
En Roma, durante uns visita al embajador de México a en talla (Lic.
Boleta) el ballet nacional de Bellas Artes. A la derecha, vestida con
un traje regional de Guerrero, todo en blanco, la sinsicense Elsie
Cota. Ahi se aprecian “los ojos que yo buscaba”, como dijera Dispo
Rivera.

2
a
—¿Cómo fue. Elsíe, que conoció usted a Diego Rivera? ¿Cómo
conoció él sus ojos incontundiblemante Indigenas?.
— Fué casi por casualidad. Se lo voy a explicar.
Y me lo explicó con su también admirable facilidad de palebra:
— Mire: yo soy hija del profesor
Jesús Lazcano Ochoa y 81, como
Diego Rivera, concuría a todas las ceremonias que se celebran en la
embajeda de la URSS en México. Yo lo sabia. Y como
Conocer Diego, le yo quería
pedi a mi papá que ms llevara una noche a uns dí
esas recepciones. Y me [levó. Con nosotros Ibaotro sinalense que
usted debe conocer: el profesor Juan Pablo Sáinz. (Si, maestre; lo
conozco desde antes de que fuera la gran figura que fue del Partido
Comunista Mexicano).

Continda hablando ella:

— Pues esa noche, en plena fiesta,


me dijo repentinamente mi
papá: Elsie: vollea disimuladamente, porque a un metro detrás de ti,
está Diego. Yo voltes; pero Diego también lo hizo, porque habla es-
cuchado las palabras de mi papá. Lo que sigue, es para mi como un
sueño: Diego Avera ms miró a los ojos, se dirigió a mi papá y le
preguntó: ¿De quién es esta criatura? Es mi hija, dijo mi padre. Y en-
tonces Diego, en uno de sus arrebatos emocionales que despubs
supe que eran frecuentes, le
dijo a mi papá: pues ms ls vas a prestar,
porque estos ojos son los ojos que buscabe yo.
Elsle hace evocaciones:

— Así conoci a Diego Rivera. No sb


para culntos cuadros posaría.
El vrabajaba mucho y yo no era su única modelo. De mi sólo quería
ojos.
los De otros modelos tomaba otras cosas.

— ¿No guarda algo de 817.

— IHuy, no! De haberie pedido algo, 8l hubiera


explotado como la
bomba que era. Era único. Un hombre Increible. De quien sl conservo
algo es del periodista José Pagbs. El me obsaquíó este venadito de
bronce. Cuando me lo obsequió, me dijo: conseralo; tiene tus mis-
mos'ojos.
Y el máestro del periodismo
no exageraba. Los ojos de la maestra

-
Elsie Cota son idénticos a los de esos venaditos de bronce tan
populares en los jugueteros.

En la modesta casa que ocupa con sus hijes en la colonia

a
a
Burócrata, me recibió Elsie Cola entre montañas de fotografías y
dibujos y una muy bien dotada biblioteca. Ahi están sus recuerdos.
Su vida misma. Los álbumes se van muliplicando conforme ella ve
acomodando las fotografias de sus viajes; sus actuaciones en el ex-
tranjero.

Las tijeras van y vienen mientras escucha y habia.

— Elsie —le pregunto— ¿cuándo comenzó ballar?.

paa
No titubea:

— Desde niña. los o cuatro años ballé en un jardin de niños en


A
de patita que me hizo ml abuela. Lo
El Rosario. Es inolvidable el traje
recuerdo todo perfectamente. Es una fijación que no se borrará de mi
mente.
— ¿Y cómo y en dónde se hizo profesional de la danza?.

— En
la
ciudad de México. Por razones familiares vielé mucho.
Estuve en Guadalajara, en Veracruz, en otras cludades y, ya en la
capital de la República, decidi ingresar a la Academía de Danza del
Instituto Nacional de Bellas Artes. Para mi fonuna, llegué en la
época de oro de la Academia, porque la dirigia Miguel Covarrubias,
un-gran pintor, escritor y antropólogo. Un enamorado del añe. Ahí
permaneci dos años; pero mi inquietud me llevó a buscar la supe-
ración y comencé a escribir a todas las embajadas, solicitando una
beca. Crtame esto: tenía dieces en todas las materias y eso, en vez
de ayudame, parecia perludicame. Dos años y medio luché por la
beca, hasta que finalmente me la concedió el goblemo de Checo-
siovaquia.

Esta notable mujer ríe seguramente por los recuerdos que acuden
a su mente y me dice, siempre sonriendo:
— La beca era para estudiar en Praga; pero habla condiciones. El
boleto de ida, tenía que pagario yo; después, si demostraba que
había. asimilado debidamente los estudios, sl gobierno checo me
pagaria el regreso. Imaginese ml problema. Por supuesto que no
tenia con qué comprarme el boleto.

Ante mi sorpresa, porque todo me esperaba menos lo que ella


dijo, surgió en la charla el nombre de Pedro Infante —en aquel entor-
ces idolo de México-- Junto con el de su esposa, Maria Luisa León de
Infante.

Elsie me lo explica:

— La esposa de Pedro Infante iba frecuentemente mi casa, por-


que era amiga. de mi madre. Por ella supe que él era hombre de un

E
gran corazón y, además, que estaba ganando rios de dinero. Ful a
colonia Narvarte a hablar con doña María Luisa, le dije
que estudiaba
en Bellas Artes, que tenía una beca para estudiar en Checoslovaquia:
pero que no
tenía dinero para comprar el bolelo. ¡Pideselo Pedrol,
a
dijo. Estoy segura de que no te lo negará. Me dijo que estaba
Me

mando una pelicula en los estudios Churubusco y hasta allá fu)


a
fi
buscario. Le plantes mi situación y me dio: voy a la oficia
de los
estudios y de ahí te mando el
dinero. Yo le pedí ocho mil pesos; pero
Un hermano de Pedro que me trajo
por favor-- sólo me entregó sels mil.
dineroel no
me pida su nombre,

Así fue como Elsie Cota pudo viajar a Praga, ¡levindose


consigo,
además, un traje regional de Guerrero del que ella dice que “es
bellísimo”. Debe serlo.

—-
Con sus facultades naturales, enriquecidas por los estudios
realizados y con la deleminación de ser más y servir más, Elsle
Cota, la muchachita sinaloense, se conviriló en una de las iigures
estelares del Ballet Contemporáneo de México, uno de los orgulios
del Instituto Nacional de Bellas Artes.

Y Elsía comenzó a viajar.

ASiStó al V Festival Mundial de Folclore y Danza Modema Var-


sovia; en el Festival Mundial de la Juventud en Moscú fue una de las de
figuras más destacadas, no sólo bailando, sino participando en la or-
ganización de los
programas que Iban a presentarse.
Ella recuería que al concluir el festival, el Intérprete
que le habian
asignado al conjunto mexicano, le dijo que ahora era el tumo para
que ella disfrutara de
la
visita a la capital de la URSS y le pidió que le
indicara a dónde queria lr:
— Quiero visitar el mausoleo en donde está sepultado Lenin;
quiero visitar el Kremiin y quiero también conocer el Soviet Supremo...
El guía la satisfizo en todo; pero,
Supremo sería imposible.
le advirtió que visitar el Soviet
— Estaremos
por ahí; no entraremos porque está seslonando.
Esperaremos a que termine la
sesión-., le prometió el guia.
Cuendo la sesión coriciuyó —recuerda Elsie- yo

conocia
Molotov y a Bulganin, las máximas llguras de la URSS en ese tlem-
po. Fue una experiencia inolvidable.

Al regresar a donde estaba el resto del grupo mexicano, Elsie fue


se
los
En este dibujo
alnaloense que
cuadro,
bailarina.

ro
aprecian en su belleza ojos de Elele Cota, la
sinó
de modelo al genlal Diego Rivera. En el re-
muestra la medalla
Elele
conquela condecoró el goblemo
de Fidel Castro por la ayuda que prestó a Cubs como maestra y
informada de que el individuo a quien ella habla tratado como a un
simple guia, era un diputado del Soviet Supremo,
— Ahora comprendo evoca; sonriente— porqué pudimos entrar a
donde se me antojó.
Elsie Cota no solamente estuvo ahí. Balló también en Rumania,
en China, en ¡talla; en la mayoria de los palses europeos, siempre
con extraordinario éxito; pero al regresar a México, la felicidad se
lrocó en angustia. Las puertas se le hablan cerrado.

Ella, no obstante los sufrimientos que seguramente padeció,


relata los hechos con una comprensión que enaltece su dignidad:

— Eran los años dificiles


que vivió México por el fantasma del
comunismo y yo me explico la conducta de las autoridades. Yo me
ful disfrutando de una comisión me autorizó la Secretaria de
que

Educación, porque soy maestra y tenia plaza oficial: pero todos mis
esfuerzos
por
recuperar la plaza al regresar, fueron nulos. Me ayudó
Mucho la profesora Aurora Arrayales; lamentablemente, todos nues-
tros argumentos
Bodet, que era
se
estreliaron ante la negativa de don Jalme Torres
el secretario de Educación,

Añade la menudita sinaloenes:

— Fueron años de sacífficio. Dificies en extremo. Entonces


recordé a una maestra cubana con la que habla hecho amistad en
Rumania, le escribí, le pinté mi slluación y me invitó a ira Cuba.

— En estos momentos lo que necesitamos en Cuba son tácnicos-


- medijo mi amiga.

años.
— Y me
fui con un contrato por seis meses y allá permaneci cinco

==
Yo le hice esta pregunta a Elsle Cota:
— ¿Porqué regresó de Cubs y por qué a Sinaloa precisamente.
Esta fue su respuesta:

— Mire: cada año


nos reuniamos con el Ché Guevara, los técnicos
extranjeros que estábamos en Cuba, para Intercambiar impresiones.
Esa vez —última en que lo
ví con vida el Ché nos dijo:
soy director
del Ministerio de Industria y Comercio y cada uno de ustedes tam-
bién tiene algo importante qué hacer. Nos Invitaron porque
fueron los técnicos cubanos. Creo que ya es tiempo de regresar a
les se
“7
nuestros países y dejar que los cubanos se encarguen del suyo.
También en nuestras patrias nos necesitan.

Añade Eisis que fue un día de hondas reflexiones, porque no pen-


saban en dejar Cuba.
Puntualiza:
En reafidad, nos encantaba lo que estábemos haciendo: pero

menester atender la exhortación, porque el Ché Guevara puso el
de
Tue
ejemplo. Se fue primero que todos y poco despubs supimos su
muerte. Yo, se lo digo en serlo, no estaba preparada para dejar Cuba
Y tuve que recurr a un pelcoanalista para poder
desprenderme de la
isla. llevó cuatro meses aceptar
Me el cambio.

Añade enseguida:

—Vine a Sinaloa, porque soy sinaloense. Nac! en Cullacán y aun-


Ful criada en sus
que me ful muy pequeña, soy parte de Sinaloa.
Costumbres, en su alimentación, en la peculiar manera de ser del
Sinaloense. Aunque no vivi aquí siempre, me slento plenamente, or-
gullosamente sinaloense. Además, debo decirie que en 1985 ml papá
era director de Educación en Sinaloa y tanto mi esposo como yo
tuvimos grandes facilidades para adaptamos, aunque le repito que
el

despegue de Cuba fue doloroso; pero necesario.

La
A
charla continuaba por diferentes caminos y yo recordé en un
momento dado al también sinaloense José Limón, nativo de aquí
nada más “El Barrio”. Un gran bailarín.
— Elsje: ¿Conoció usted a José Limón? ¿Balló con 8l?.
—No ballé con 8l; pero lo conoci perfectamente. ¡Y cuánto lo ad-
miro A
mi me parece que la
figura de José Limón es muy humana.
muy varonil. Que sus movimientos son de “macho”, para
utilizar el
término tan conocido y
no decir eran movimientos de un hombre.
que

Por lo general y, por desgracia, las grandes figuras del balle dentro
de la danza no lucen su cuerpo, la potencialidad de su sexo. Son
musculsturas muy fuertes con movimientos afeminados. Como que
choca. José Limón no era asl. Sus movimientos eran de hombre, sus
sentimientos eran de hombre también. Nunca afeminados. El ballaba Era
dentro y fuera de la escena como hombre y se vela como hombre.
humano, sensible. Y 8l acabó con la creencia de que la danza es para
homosexuales. Acabó con esa afirmación tonta de que la danza
afemins al hombre. En José Limón se veía toda la fuerza, los sen-
timientos propios:
Abre una pausa Elsie Cota y afirma conciuyentemente:
la
— Para mi, José Limón ha sido único. Poreso en Europa
con- fue

siderado el mejor bailarin del mundo. Y no es porque haya sido


dueño de una gran iécnica. sino porque había una manvillosa ar-
monía en sus movimientos. El acabó con la danza mecánica. Impuso
su potencialidad, su fuerza Interna. Sus movimientos Iban de adentro
hacia aluera. José Limón nunca fue un virtuoso; pero en sus balles
estaba la fuerza del ser humano. Salla de la tiema miema. De la
naturaleza. Yo, viéndolo como ballarina, le diré que en él habla
naturelidad, belleza, ritmo, conjugación de lodo lo que es y se quiers
decir con los movimientos, con el lenguaje del hombre. Ni duda de
que José Limón ha sido el mejor bailarín del mundo. Y le voy a decir
algo que le satistará: Limón siempre se mostró ufano, orgulloso de
su origen. Era un señor sinaloense.

—.
— Yahora, Elsie: ¿Qué planes tlene?.

— Voy a jubilarme y en cuanto ordene todo


esto
me pondré a es-
cribir. Quiero escribir para los maestros. Deciries que debemos dejar
queel niño descubra por si mismo sus posibilidades artísticas y las
utilice como lenguaje de comunicación, que se exprese con ellas,
que diga lo que siente, lo que plensa, lo que quiera a través de las
manifestaciones artísticas como la danza, música, el teatro, la
literatura y las actividades plásticas. Yo he propiciado todas est
actividades como juego y ne tenido éxito. Por supuesto que tenemos
que adaptamos al niño para que este se sienta bien con los demás y
después vaya experimentando todo esto hasta descubrir el arte.
No será una tarea sencilla; pero en el entuslasmo conque se ex-
presa Elsie Cota, veo la seguridad del éxito.
Transcumieron muchas horas de charla para llegar a estas com
clusiones; pero aún tuve tempo de haceríe una pregunta más a la
dueña de los
ojos que cautivaron a Diego Rivera:
— Elsie: usted estuvo en Cuba en el pasado mayo. ¿A qué fue?.

— Ful a recibir una medalla que me regaló el goblemo de Fidel


Castro al cumplir 25 años de nuestra cooperación. ¿Y me permite
decirle algo?.

— ¡Hágalo!

medalla, valló nacer el viaje porque pude


dame cuenta de quelos apuntes que yo las
un libro de texto tanto
les deje hace 25 años, ahora
constituyen para escuelas primarias como
para las de educación superior. Eso para mi es algo que no tiene
precio. Y eso que hice allá, pretendo hacero aquí.

Esperemos que así sea.


el
vi
¡Apliquels el Artículo Sexto!
Cuando Juan Sabines vino a Snalos como delegado del PRI
para
convencer a los sinaloenses de que el
mejor hombre para el gobierno
era el cetemista Alfonso G. Calderón, pronto comenzaron e llegaris
también recomendaciones de aspirantes a las diputaciones locales y
a las presidencias municipales.

Lo que sucede alempre: ara un desfile de estrellas. Como solia


decir mi abuelo "el más peión ie arrastraban las trenzas”. El PAÍ en
Sinaloa era una constelación.

Cuanto curriculum vitas llegaba a su escritorio, Sabines ordenaba


2su secretaría particular que lo archivara o que lo separara del resto.
Estos eran los menos.

Un día cayó al escritorio de Sabines un cirriculum vitas de


alguien
que era lo más cercano a Dios. Un hombre perfecto, de intachable
conducta. Una perla negra de nuestra politica.

Fuera de sl por la Indignación de aquél farsante —porque Juan


Sabines era un hombre que conccla e los políticos por denvo y
fuera— a gritos llamó a su secretario y le orienó:
por

— ¡A esto currículum apllquere etículo sexto,


Desconcertado, el secretario preguntó:

— ¿El articulo sexto de los estatutos del PRI o el aiculo sexto de la


Constitución?
Con
de su
el florido
vida,
lenguaje que lo acompañó hasta
delegado Sabines le volvió a gritar:
el
el

último momento

— Quéestatutos del PAI, ní qué madre. ¡El cesto de la basural.

si
Los restos del Gral. Antonio Rosales descansan en este monuman-
10 en la Rotonda de los Hombres llustres de México. Rosales
demostró -son palabras del profesor Enrique Romaro- que las
tiranias y les dicteduras florecen mientras no se levanta el pueblo a
restaurar el orden subrertido.

Lo he señalado en incontables ocasiones y, aunque no se me ha


prestado la menor atención, voy a insistir: la capital sinaloense nun-
ca seha llamado, oficialmente, Cullacán de Rosales.

Lesobra esa preposición de que indica posesión.


Su nombre correcto es Cullacan Rosales.
¿Por qué ese empeño, ese afán de añadirle la preposición de?.
Creo saber la razón; pero se las daré a conocer después de unas
cuantas líneas.
el
Antes, voy a meterme
enmendar errores históricos.
en
problemas, aunque sin la pretensión de

Lo que sucede es que me pasé meses tragando polvo en los ar-


chivos del Congreso del Estado y en la hermosa hemeroteca de la
Universidad Nacional Autónoma de México y encontré algunos datos
que tal vez ayuden a esclarecer los hechos. Porque esto del lugar en
donde verdaderamente fue fundado Cullacán y el nombre que le
daban los Indigenas se han convertido en un enredo.

Los documentos que tuve en mis manos, revelan que los indios le
dieron sl nombre de Batacudeaaun pequeño caseño que hoy es
Cullacán.

También al río Tamazula lo llamaban Batacudes.

Aguas abajo del río Batacudea existía otro pequeño poblado al


que los indios colhuas llamaban Hueycolhuacán,
Poco a poco, los colhuas hicieron amistad con los habitantes de
Batacudea y fue tanta la confianza que inspiraron que terminaron por
largarse de sus casas y dejar en el abandono a Hueycolhuacán; sin
embargo, se las ingeniaron para mantener nombre de Hueyco-
ihuacán, aunque después lo transformaron en Colhuacán y, final-
mente, en Culhuacán.
Fue hasta la llegada de los españoles que por vez primera se
habló de Culiacán.

Se considera que este cambio de nombre fue producto de la


dificultad que representaba para los españoles la pronunciación In-
digena de Colhuacán o Cuihuacán.
Así consta en lay, “Relaciones de Gonzalo López”, lugarteniente
de Nuño de Guzmán.
Y consta también que "ese poblado tenia capacidad para albergar
4 más de cínco mil personas”, prueba irrefutable de que ya tenia
Muchos años de fundado.

Debo añadir que en el Congreso Mexicano de Historia celebrado


en Cullacán en mayo de 1956, se llegó a la conclusión de que cruel el

Nuño Beltrán de Guzmán no fue el fundador de Cullacin y que la ver-


dadera fecha de su fundación se pierde en las sombres del pasado.

Lo que celebramos ahora, anualmente, es seguramente el na-


cimiento de la villa de San Miguel, ubicada en la margen derecha del
rio San Lorenzo, frente al poblado de Navito.

Añadir, finalmente, que Diego de Proaño, alcalde de San Miguel

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En sl grabado puede apreciarse la Iniciativa de decreto del diputado


Francisco Verdugo Salazar, proponiendo que le capital analcense
llevo ol nombre de Culiacán, Rosales. Vénse a la derecha cómo la
preposición de esth tachada.

si
de Navito, incurrió en incalificables excesos contra los indios,
quienes con el tlempo optaron por abandonar la villa y emigrar ai
poblado que más tarde habría de ser conocido como San Miguel de
Culiacán.

Y ahora veremos lo del


A
error del llamare Cullacán de Rosales ala
capital sinaloense.

Y
Cuando
en 1831 el Estado de Occidente se dividió en dos (Sonora
Sinaloa), la ciudad de Culiacán fue designada capital del Estado.
El día 29 de agosto de 1868, el diputado Francisco
Verdugo
Amador presentó ante el Congreso del Estado que presidia don Celso
Gariola —abuelo del Lic. Jorge Luis Gaxiola- una iniciativa de de-
creto para que se diers a esta capital el nombre de Culiacán Rosales,
en homenaje al general Antonio Rosales, quien con sus tropas se

el el
había cubierto de gloria en San Pedro, 22 de diciembre de 1884,
derrotando al Invasor francés que día 20 de diciembre había en-
trado
al puerto de Altata a bordo del barco "Lucifer".
La Iniciativa del diputado Verdugo Amador (cuyo
del original por su importancia) dice lo siguien
texto reproduzco

“H. Congreso.
“Suplico a V.H. se siva elevar al rango de decreto la siguiente
proposición:
“Para celebrar e inmortalizar la victoria que en San Pedro obtuvo
contra el ejército Invasor el malogrado general don Antonio Rosales,
en 22 de diciembre de 1884, esta Legislatura decrete lo siguiente:

“Af. 10.- La cludad de Culiacán en lo sucesivo llevará el nombre


de “Culiacán de Rosales”.

“Art. 20.- El Ayuntamiento de dicha cludad erigiti a sus expen-


sas y en su plaza principal una estatus que dignamente represente al
vencedor en San Pedro.

“Af. 30.- Se concede a Cullacán une feria anual franca de de-


rechos
que comenzará el 22 de diciembre y acabarh el último del mis-
mo mes.

“Puerto de Mazatlán, Agosto 29 de 1865.


Francisco Verdugo Amador"
Y

UY 7777

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u0o
0
fono

Este os el decreto en el que el Congreso de Sinaloa ordena que la


cludad de Cullacán se llamará “Cullacán Rosales”. Y ese es su
nombre desde el 21 de septiembre de 1888. ¿Por qué el absurdo de
Inslstir en llamarlo Culiacán de Rosales?.

se
En el grabado que incluyo, puede advertirse, fáciimente, que el
secretario del Congreso del Estado al coplar la Inicitiva se equivocé,
pues el articulo primero dice: "La cludad de Culiacán en lo sucesivo
llevará” el nombre de “Culiacán de Rosales"; pero, sí se mira el
grabado con detenimiento; se observará que la preposición de está
tachada en el original”.

Pero, aún aceptando que


la
Iniciativa del diputado Verdugo hu-
blera propuesto el nombre de “Cullacán de Rosales” para la capital
sinaloense, debo precisar que al aprobar el H. Congreso del Estado
aquella proposición y convertirla en decreto, supdmió la preposición
de.
“An. 10.- La cludad de Cullacán, en lo sucesivo, llevará el nom-
bre de “Culiacan Rosales”. Ahi sl, como pueden observar ya está
suprimida la preposición en forma definitiva. Ya no habla margen de
error No obstante, persiste.
Añadiré que el artículo segundo del decreto de referencia —ex-
pedido el 14 de septiembre de 1888- autoriza la erección de una
tatua que dignamente represente al vencedor de San Pedro.

Asimismo; en su articulo tercero, aprueba la concesión a


Culiacán para celebrar una feria anual en San Pedro; pero, condi
clonando el permiso al pago de Impuestos, dada la pobreza del
erario.*Haga números para que
arrastrando la cobija los culichis.
se
cerciore desde cuándo andamos

——
El decreto multicitado fue dado a conocer a los cludadanos sl-
naloenses el 14 de septiembre-del mismo 1888, por el gobemador del
Estado, general Domingo Rubl.

Por el quedaraban dudas, incluyo en estas pliginas un grabado


conel decreto de referencia y la firma de Rubí.
Y por al todavía no fuera suficiente lo anterior, doy a conocer a
ustedes el decreto que el 20 de septiembre de 1673 que deciaró
Culacán capital del Estado y que suscribe el gobemador Llc. El
taquio Bueña, fundador de la ahora Universidad: Autónoma de
Sindloa.

Aqui 16 tenen:
“Eustaquio “Buelna, gobemador consiltucional del Estado de
Sinalba,'a los habitantes del mismo, sabed:

s7
“Que
que sigue:
la H. Legislatura del Estado me ha comunicado el decreto
“Núm. El pueblo de Sinaloa, representado por su 60. Con-
1.-

greso Constitucional, decreta lo que sigue:


LEY QUE DECLARA A LA CIUDAD
DE
CULIACAN ROSALES CAPITAL DEL ESTADO

ella
“Artículo Unico... Se declara
que la ciudad de Culiacán Rosales es
lacapital del Estado y a debe trasladarse la residencia fija de los
Supremos Poderes del mismo.

“Sala de sesiones del H. Congreso del Estado de Sinaloa


Culiacán Rosales, septiembre 20 de 1873. J.M. Guxiola y B., dipu-
tado vicepresidente. A. Blancae, diputado secretario. Demetrio
Ibarra diputado secretario.

“Por tanto mendo se imprima, publique y circule, dándosele el


debido cumplimiento.

“Palacio del Goblemo del Estado, Cullacán Rosales, septiembre


20 de 1873. F. Armenta, secretario”.

—.—
Como han leido ustedes, no hay dudas de cull es el verdadero
nombre de la capital sinaloense; sin embargo, algunas de nuestras
autoridades se obstinan en seguir utilizando la malhadada prepo-
sición de.

¿Por qué?.
No tengo nl la menor Idea. Pero lean esto: en el pasado mes de
septiembre de 1987, el ayuntamiento de Culiacán rindió un merecido
homenaje a nuestro querido músico Enrique Sánchez Alonso “El
Negrumo".

Esa noche del homenaje, se hizo la presentación del libro “El


Negrumo, Partitura de un Músico de Tiempo Completo", escrito por
José María Figueroa Diaz "El Viejo”, sanignacense que nació con una
gran cualidad: el concepto de la amistad elevado a su máxima ex-
presión; y, con una grave enfermedad: una sed que lleva decadas sin
poder saciar.
Esa noche del homenaje a "El Negrumo”, el ayuntamiento que
preside el CP don Emesto Millán Escalante, le
obsequió una placa en
reconocimiento por ser el autor de “Culiacán”, el himno musical de
nuestra cludad capital.

s
el
En esa placa, el ayuntamiento repite error de llamarle a nuestra
ciudad "Cullacán de Rosales”

¿Por qué?.
No lo 86, nl
voy a segulr buscando la explicación. Que las au-
toridades hagan lo que les pegue la gana;
pero ¿no sería conveniento
que la Secretaria de Educación Pública y Cultura les dijera
niños de primaria y de secundaría y a los jóvenes a ls
los universitarios y e los ciudadanos todos cuál de preparatoria ya
es el nombre ver-

en
¿No es absurdo que
que vivimos?.
ni siquiera sepamos cómo se llama la cludad
la
DECRETO DE SEPTIEMBRE 20 DE 1873 QUE
DECLARA A LA CIUDAD DE CULIACAN(DE)

B..
ROSALES, CAPITAL DEL ESTADO

EUSTAQUIO BUELNA, Gobernador Constitucional del Es


tado de Sinaloa, a los habitantes del mismo, sal
Que la H. Legislatura del Estado me ha comunicado el De-
reto que sigue:
Núm. L. El Pueblo del Estado de Sinaloa, representado por
su 69 Congreso Constitucional, decreta lo siguiente:

LEY QUE DECLARA A LA CIUDAD


DE
CULIACAN ROSALES CAPITAL DEL ESTADO

ARTICULO UNICO.—Se declara que la ciudad de Culia-


cin Rosales es la Capital del Estado de Sinaloa, y a ella debe
trasladarse la residencia fija de los Supremos Poderes del mismo.
Sala de Sesiones del H. Congreso del Estado de Sinaloa. Cu
lacin Rosales, Setiembre 20 de M. Gaxiola y
1873.—J.
Dipu-
tado VicePresidente A. Blancarte, Diputado Secretario.— De-
metrio Ibarra, Diputado Secretario.
Por tanto mando
el debido cumplimiento.
se imprima, publique y circule, dándosele

Palacio del Gobierno del Estado, Culiacán Rosales, Setiem


bre 20 de 1873.

F. Armienta, Secretario.


El 20 de sepllembre de 1873 se decretó que Cullacán sería ca-
pital. Adviértese el persistente error de llamarie de Rosales a la
cludad. ¿No es aberrante que nl tan sólo sepamos el verdadero
y
d

La Enfermita

Recién naugurada la clinica de Medicina Familiar que el Instituto


Mexicano del Seguro Social construyó en terrenos frente al conjunto
habitacional “Humaya”, del INFONAVIT, uno de los ginecólogos del
tumo matutino recibló entre sus pacientes a una joven treintañera,
rostro agraciado y cuerpo escultural que ella hacía admirar hasta el
exceso con un caminar pleno de
coquetera.
Cuando estuvo ante el ginecólogo, éste se apegó al ritual ya
conocido:
— Vamos
a ver, señorita: ¿cuál es su problema?.
Sin el menor indicio de inhibición, la atractiva paciente explico:
— Mi problema, doctor, es que no puedo estar sin hombre. Un
dia
sin hacer el amor me vuelve histérica. ¿Qué será lo mio, doctorcito?.

Sin perder su seriedad, el ginecólogo le ordenó:

— No me
¡lame doctorcito. Soy el doctor Fulano de Tal. Y, por
favor, desnúdese completamente.
Con asombrosa tranquilidad la Joven comenzó a desnudarse, al
tiempo que preguntaba:
— ¿Me encuero aquí, doctor? ¿No llegará aiguien?.

Amoscado, | ginecólogo explicó:


Mire, señora: no sé lo que está usted pensando; pero sl le pido
que se desnude es que voy a examaria. No me malinterprete.
Con un desilucionante "¡ah, vaya!”, la joven terminó por en-
cuerarse; demostrando ser una experta se encaramó de un salto a la
mesa de exploración le
facilltó la tarea al médico colocando una de
las plemas rumbo al sur
y
la otra en' dirección al norte. Concluido el
examen, el ginecólogo le explicó:
— Lo suyo, señora, es un apetito sexual Insecisble. Se conoce
como ninfomania, metromania o más comúnmente como furor
uterino.

Tras una breve reflexión, la muchacha le drigió una súplica al


médico:

C
— Doctorcito, no entendi ni media palabra. ¿No me hiciera el
favor de apuntame
toda la vida...
esos nombres en un papel? Se lo voy a agradecer

— Pero ¿por qué, señora?.

— Ay, doctorcito: es que


enla colonia donde vivo no saben que
estoy enfermita y no me bajan de puta.

62
a
x
Los Comudos
Créenmo: se me metió en la cabeza dar


con el primer cabrón de la
historia y lo que logré fue zambullirme en un tremedal del
podía escapar. que no

Varios dias, con sus noches, me los pasé Jeyendo libros de


toria y, no les miento:
his-
descubrí que desde que el mundo es mundo
abundan los comudos.

Me _lastimó. por ejemplo, saber que el


gran corzo Napoleón
Bonaparte llegó al linal de su vida sin un Jugarcito en la frente
donde acomodarse los cuemos. Parte de su vida la pasó peleandoen
el resto lo dedicó a brincar
y
de cama en cama. Era un garañón, sólo
que algo le debe haber fallado a la hora de la hora, porque ninguna
de sus muñecas se privó del placer de adomaie la frente.

Ante la Imposibilidad de encontrar en la historia una


respuesta
satisfactoria, me ful a los libros de mitología y ali encontré lo que
tanto habla perseguido.
Y aquí tienen el producto de mi “Investigación”.

Vulcano, el herrero del Olimpo, el hombre que le fabricaba los


tridentes a Júpiter, es dueño del discutible privilegio de figurar
el primer comudo de que se tenga memoria.
como

Como supongo que debe Intemsaries saber cómo


en el Olimpo aquí está la crónica:
se las gastaban

A Vukano lo concibió, sin


concurso de ningún varón, la diosa
Juno, que era ía reine del Olimpo. Algunos historiadores afirman que
Vulcano no era panenogenético, sino que el propio
Júptter le había
dado su ayudadita a Juno,

Como haya sido, el pobre Vulcano nació hecho una lástima:


cabezón, chato, patizambo, jorobado y, como adomo extra,
un es-
peso vello negro le cubría el
cuerpo. Se dice que era tan feo que
aquel tiempo 3e hubieran usado los pañales, la madre se los ubiera sl
en
puesto en la cara y no en las nalgas.
Júpiter se horrorizó de ver aquella monstruosidad. Tomó a Vul-
cano de una pierna y desde lo alto del Olimpo lo tiré sin dirección
fija. Vulcano cayó hecho un ovillo en la lsla de Lemnos y,
pletar su fealdad, se rompió una plema, quedando cojo para para com.
siempre.
Lo único su favor era ser ejemplamente trabajador. Como era
un dios herrero vivia entre fraguas y yunques. Fabricó los
rayos de

3
Júpiter, el escudo de Herakles, las amaduras Invulnerables de
Aquies y Eneas, los cimbalos de bronce cuyo espantoso fragor hizo
salir del bosque a las Estinfalides que Héracieo exteminó con sus
flechas. Y, por sl fuera poco, Vulcano demostró sus dotes de
ortebre
modelando a la primera mujer que fue enviada a los hombres como
castigo: Pandora.
Y sigue la historia.
Júpiter, que no habla podido lograr los favores
Venus, la obligó a casarse con Vulcano.

la hemiosa
'Como'es de suponerse, mientras Vulcano echaba martillazos día
y noche, Venus le
daba vuelo e la hilacha con quien se le atravesara.
Lo que
le brotó en la frente a Vulcano fue un verdadero huizache,
Como todo cabrón que se precie de serlo, Vulcano tenía sus
dudas sobre la infidelidad de Venus y, de
para salir elles, fabricó una
olgantesca red Invisible y la colocó sobre el lecho nupcial. Fingló
que se Iba de viaje y. en cuanto salló de su palacio, llegó Marte, el
dios de la guerra, que era el chavo en turno de doña Venus.

Vulcano regresó sorpresivamente, atrapó con su red a los Infieles;


pero como Venus era una belleza, él la perdonó. Eso al. le exigió a
Marie que le
rentegrara los gastos que había hecho en la boda. Era
'un comudo digno.

Ya perdonada, Venus no dejó en el Olimpo a nadie para com-


padre. Fue, también, la primera muñeca que tuvo un directorio te-
lefónico con los nombres de los que le ayudaban a matar el tiempo
en que el feliz herrero la dejaba solita.
Esta, creo yo, es
la prueba fehaciente de que Vulcano es el per-
scnaje que buscaba; sin embargo, como han leido, no fue un cor-
nudo más. El ha pasado e la historia también por la dignidad que
demostró al exigirle a Marte que le echara una manita con los gastos
de la boda.

Desde entonces. está demostrado que de que los hay, los hay.
Todo
el secreto estriba en dar con ellos.
Esto me llevó a pensar, asimismo, que hay de comudos a cor-
nudes: No son idénticos todos. Con el auxillo del escritor francés
Charles Foumier, de quien poseo un libro espléndido en el que éste
describe numerosas variedades, me permito presentar ante ustedes
una extensa clasificación.
Tél vez, al leería, usted diga “aquí está retratado Fulano” o “bste
es exactamente Perengano" y así por el estilo: Yo no doy nombres.
No quiero caer en las sanciones que establece la Carta Magna contra
quienes violan nuestra sacrosanta libertad de expresión, consagrada
en los artículos 80. y 70.

SI usted quiere Identificarios, hágalo. Sí se le dificulta


alguno,
Consúltelo con su amiguita. Se va a sorprender de todo lo que
saben
algunas señores de este asuntito de los cuemos.
Aleer, pues:

==
Predestinado. Es aquél cuya esposa, desde que em su amada
noviecita, tuvo sus aventurillas amorosas. Este espicimen abunda.
Hasta de la impresión de felicidad por saber
que llene una esposa
popular, admirada y admirable.

Deportista. Es aquél que no se pierde un espectáculo deportivo y


Juego. ufano, llega hacióndole comentarios a la esposa. Es obvio que
ella también disfrutó el tiempo, sólo que en otro espectáculo.

Virtuoso. Es el que no oculta su felicidad porque su casa


siempre
está invadida por artistas: pintores, escritores, músicos, poetas,
cantantes, actores. SI él fellz, la esposa es más.
es

imaginativo. Este ejemplar sufre mucho porque dá por hecho que


su esposa, generalmente belle, joven, atractiva y coqueta, tarde
que
temprano, más temprano que tarde, le adomará la frente.

Cauteloso- Este tipo generalmente se cree muy listo y le pone


trampas A su mujer, según él, insalvables. Finalmente, este modelo
termina exactamente como el alce real de “La Escopeta” del motel
“Tres Rios”. Es digno de figurar en una exposición.

Belicoso.- Este tipo va regando amenazas por todas partes


clusive, asegura que puede llegar a los máximos extremos —el
e, In-
asesinato— contra el que tan sólo Intente ponerle cuemos. General-
mente, la esposa se encarga de comigiorificario, sabedora —como
es- de que las bravatas quedan sólo en eso.
Burlon. Es el que se mofa de los cuemos que
le pusieron a un
amigo. Ignora la evangélica frase de ver la paja en el ojo ajeno y no la
viga en el propio.

Simplon. Es aquel que no sólo Ignora los adomos que tras en la


frente, sino
que pregona
la
fidelidad ejemplar de su cónyuge.
Fatallste. Es-el ejemplar que al enterarse

a
de que su esposa le
decorabe antisticamente la frente, sólo alha exclemar: “ya lo pa-
garán con Dios, miserables”.
Condenado. Es-el pobre diablo manco, cojo, tuerto o con otro u
otros defectos fisicos que casa con mujer joven y, además, hermosa.
Este modelo generalmente tlene de su parte la compasión pública,
aunque ésta no lo ponga a salvo de nada.
Ausente. Es el tipo que sale de su casa por lapsos prolongados,
lgnorante de que los caritativos vecinos siempre están dispuestos a
sacrificarse con tal de que la esposa no sufra en soledad tanta au-
sencia.
Propsgandista. Es el que va pregonando por todas partes las
habilidades amatorias de su joven esposa. Pronto, ella enriquece su
esudal de conocimientosy no por correspondencia.
Simpatico. Es el comudo que Insiste en llevara sus amigos a su
casa y casi obliga a la esposa a tomar una copita con ellos.
Confiado. Es el que no se pierde espectáculo y que siempre va
acompañado por su esposa, aunque al regreso permite que algún
amigo la deje en su casa "de pasada”. La cabeza de este sjemplar
riÑaliza con la del alce real de "La Escopeta”.

——
Y sigo:

Optimista: Es aquél que relata las “ocurrencias” y “extravagan-


cias” de su esposa. “Es tan extravagante —dice- que en ocasiones
hasta pasa la noche fuera de casa”.

Ortodoxo. Es el que ínsiste en que son más las mujeres honestas


que las otras y que defiende también su teoría de que son menos los
que se atreverían a comiadomariela frente a un amigo.

Perplejo. Lea usted bien —dice peplejo-. porque asi se define al


que lamenta en silencio su desgracia.
Sórdido. Es el que lo niega dinero a su esposa para que adquiera.
ropa acepteble y luego hace como que se indigna cuando ella se le
iegancia. “¿Ves? le dice- todo es cuestión de

Fellz. Es el que no acepta que el amigo de su esposa pueda ser


su amante y hasta lo deliende en público. Este ejemplar no merece nl
la compasión ajena.

Desgraciado. Esta especie abunda. Es el vejestorio que le satis-


face todos sus caprichos económicos a su joven esposa o amante y
no se entera —o prefiere no enterarse- de que su generosidad va a
parar integra a las manos de su joven suplente.
a
Póstumo. Es el comudo cuya esposa da luz un hilo a los 11 6
12 0 más meses de que aquél pasó a mejor vida,
Doméstico. Es el que se responsabiliza de las tareas del hogar
mientras la esposa juega a las cartas con sus amigas y amigos.
Curiosamente, raras veces “pierde”: siempre
regresa con ex-
ella

celentes ganancias.
Pedagogo. Es el que presume de habere enseñado las más ex-
quisitas artes del amor a la esposa, aunque se abstiene de revelar
quién o quiénes la someten a examen,

Filántropo. Es el que les llama “hermanos” a sus amigos y co-


necidos e insiste en que compartan esa fratemidad con la esposa. A
es0 obedece que existan mujeres con un ejército de “hermanos”.

Presumido. Es el tipo que pregona que su mujer lo Idolatra y que


no tiene ojos más que para él. El resto de lo que ella tiene ya pusde
usted suponer para quién es.

Cosmopolita. Es aquél cuya casa es para quien la necesite por


encontrarse en mala situación económica. A este ejemplar no
le
Im-
portan ni color, ni posición social. La esposa, generalmente es tan
comprensiva, que también "agarra parejo”.

Musical. Es el comudo
que disfruta escuchando la música que le
obseguiaron. La esposa, entretanto, también disfruta; pero en otro
Mueble y no escuchando música, precisamente.

peligro de extinción. Es el comudo que


se
Protector. Esta especie, contra lo que cms, no se encuentra en

solicitud de su esposa,
patrocina los estudios de tres o cuatro jóvenes talentosos. Geneml-
mente estos brillantes estudiantes alteran sus visitas a “comer” a
casa de su protector,
Pregonero. Es aquél que da a conocer infidelidades de su es-
las

posa, aunque inmediatamente la disculpa argumentando: “pobrecita:


la dejo sola tanto tiempo".

Previsor. Es raro este ejemplar; pero existe. Prevendo


que el
amigo de su mujer pueda contraer aíguna enfermedad y s la postre
308 él quien acarres con los gastos, opta por Inscrbirio en el Seguro
Social.

Gollista. Es aquél que se pasa el día en el campo tratando de


mejorar su “score”, en tanto la esposa se va por ahí a practicar otro
deporte.

87
Susto. Esta palabra debe ser un indigenismo; pero se le puede
suplir baboso o fengas. Este comudo es el que todo le cree a la
esposa: "voy al dentista”, “vengo con el dentista”, "voy con la

de
de

modista”, “vengo de con la modista”, "voy a vera la comadre”, "ven-


go devera la comadre”. Y el comudo suato sólo tiene una respuesta:
“sl, cariño".

. Este es el sujeto que casa con mujer rica y que sólo


disfruta de sus favores cuando ella está de humor. Es, en realidad, el

por
escaparate que ella compró para aparecer como mosca muerta.
Cocinero. Este es el que presume de ser un hábil cocinero y fre-
cuentemente organiza comelitones a los que no falta,
por supuesto,
el amigo de la señora de la
casa.
Financiero. Le llaman al tipo que ee auna por un mal negocio y
permite que su joven y atractiva esposa le resuelva sus problemas,
“hablando” con algunos amigos íntimos.

a
No me es posible dar por teminado el tema sin una aclaración
que se impone: no debe confundirse al comudo con el mandllón.
El comudo
es el que ya carga los adomos en la frente.
El mandilón lleva idéntico camino; pero sé de muchos casos en
quena logrado escapar.
Mandilón se le llama generaimente al tipo que madruga para
hacer el desayuno, mientras su dulce consorte duerme plácidamente;
el que lava
que su
la
vajilla después del desayuno, la comida y la cena para
mujercita no se estropee las manos; al que le cambie los
pañales a la bebita para que su adorada esposa continúe conversan-
do con las amigas que la visitan; al que va al super sábado tres
sábado para que no falte nada en la despensa: al que se queda el
cuidado de la casa y de los niños, porque es día de “jugada” de la
señora: que lleva a los niños al kinder y a la escuela porque por al-
al

0 es el Jefe la familia; al que se responsabiliza de que todo en la


casa esté en orden y no s6lo barr y trapea la case, sino que hasta
“pone” la ropa en la lavadora; al que tiene solicitar la anuencia
que

de su mujercita para que le permita Invitar a sus amigas a ver en la


TV un juego de beis o una pelea de box.

El mandilón, en sintesis, es el tipo que va que vuele para cor-


nudo; pero que no llega aún a la meta.
Y algo más para concluir:
Ahora resulta que abundan las muñecas
que le ponen los cuemos
al marido, no con otro hombre, sino con una mujer.
El caso más sonado ha sido el del fortachón Sllvester
más conocido como Rocky. quien fue ridicullzado por au Stallone,
bella es-
posa Brigitte, al
descubrirse que la hermosa consorte del allético SIl-
Vestor se agasajabe con su secretaría y en sus proplas narices.

Antes se les llamaba lesbianas: hoy son mujeres liberadas.


x
“Con erre, Franco, con erre...”

Cuenta el Lic. Jorge Medina Viedas —ayer comunista a ultranza;


hoy, colaborador del comité ejecutivo nacional del PAÍ que cuendo
él era secretario general de la Universidad Autónoma de Snsloa y,
rector, el Ing. Eduardo Franco, la necesidad de más dinero les obigó
4 viajar e la capiial de la República para hacerle la petición al
Secretaro de Educación.
Después de Tres o cuatro días de recorrer oficinas, lograron la
respuesta satisfactoria a sus demandas, aunque con algunas con-
diciones. La principal, que el dinero no se entregaría a granel, sino
señalando con toda claridad el destino que tendría cada peso.

Tan pronto regresaron de México, el


rector Franco y el secretario
Viedas convocaron a reunión extraordinaria del consejo universitario
pare dar a conocer el resultado dé sus gestiones.
Ya ante el consejo, el rector habló:

— Señores consejeros: me es muy grato Infornaries que conse-

guimos más dinero del Gobiemo Federal, sélo que ahora se nos en-
tregark por rublos...

Medina Viedas reaccionó Inmediatamente, interrumpió al rector


en su Informe y
le sopló al
oido:

— Con erre, Franco, con erre...


Y el sector empezó nuevamente:

— Señores consejeros: la SEP acordó entregamos el dinero que


solicitamos: pero lo hará por rublos. ¿Me entendieron blan? Por
rublos.
Franco remarcó la erre para no dejar dudas de lo que decía, sólo
que Medina Viedas se le acercó nuevamente y por segunda vez le dijo
al oido:

— Porfavor, Franco: con erre, con erre.

Ya indignado, el rector volvió el rostro hacia su secretario general


y le replicó:

—¡Cómo chingas, hombre! ¿Qué no oyes que estoy diciendo


rublos? ¿Qué no escuchas la erre?

Medna Vidas optó por guardar silencio. Ante su fracaso de que


el Ing. Franco dijera rubros, se volvió de pledm hasta el final de la
sesión.

7
»
“¿Quieres Mucho s Cullacán, Manuel?"
Estoy seguro de que son pocos los sinalosnses que saben que el

38
valioso terreno en que se levanta el parque deportivo “Revolución”,
Incluyendo las fracciones destinadas a una refresqueríe y a una fuer
1e que tiene en el centro la figure de una mujer —simbolo de la fer-
tidad de nuestras tierras—, fue donado “a la ciudad de Culiacán” por
el Ing. Manuel Rivas, en el año de 1967, cuando sra gobemador de
Sinaloa el coronel Alfredo Delgado.

Pero el son pocos los que saben quién fue el donador, más re-
ducido
es el número de los que están enterados de que la donación
a hizo el Ing. mazatieco por
Rivas, atrapado la agllidad mental del senador José
María Dávila, de origen y uno de los políticos más háblies
y ms capaces que haya producido nuestro Estado.

(Debo advertir que los culichis bautizaron a la diosa de la ferti-


lidad de la bontis fuente del “Revolución”, como "La Loche”, ar-
gumentando que como el agua sólo alcanza a cubririe hasta la mitad
de los muslos, la figura muestra plenamente las partes más íntimas
de toda mujer. Búsquese una palabra que rime con “Locha” y tendrá
la explicación).

Bien.

“Chema” Dávila como le llamaban sus amigos y sus enemigos,


que de ambos se contaban por millares, además de senador de
República por el Distrito Federal, ere secretario general de Gobemo
en la administración del coronel Delgado.
El presidente municipal de Culiacán: era don Filiberto More y
Ochoa, otro astuto político de la época que ocupó lugar distinguido
on les páginas del ahora llamado Partido Revolucionario Institu-
cional, porque fue el primer presidente del comité directivo estatal
Revolucionario, la obre
que tuvo en Sinaloa el Partido Nacional
política cumbre del Gral. Plutarco Ellas Calles.
A su vez, el Ing. Manuel Rivas —quien años más tarde conver-
los
tiria en-uno de mejores presidentes municipales que haya tenido

Culiacán, al Iniciar la transformación del rancho grandote que em Ja


el quimico
capital sinaloense y que continuó con idéntica decisión
Luis Flores Sarmiento —era gerente general de la Cervecería Tecate,
Calltomia.
cuyas oficinas principales se encontraban en Tecate, Baje
——
Frecuentemente viajaba el Ino: RiÑes a Cullacán y en cuanto
llegaba a la capital se trasladaba a Palacio de Gobleno a saludar a


el
sus
amigos.
Las reuniones y los saludos generalmente conclulan en parranda.
Y la parranda servía de marco al ingeniero para expresar con todo el
volúmen del imponente vozamón que posela, que su amor por
Culiacán se le había mezclado en la sangre. Y tanto lo pregonó que
de ahí le surgió e “Chema” Dávila la ¡des de "persuadirio” para
que le
cediera a la ciudad un terreno en donde pudiera construirse un centro.
deportivo, de
los que nuestras juventudes han clamado por años.
— Manuel es tan rico que cedernos un buen terreno será como
arrancarle un pelo a un gato-, comentaba el senador “Chema”
Dávila.

propósito: yo no le aconsejo al lector arrancarle un pelo a un


(A
gato. Hágalo y el gailto Juguetón se le convertirá en tigre. Si lo duda

e
convénzase por sl mismo).

Imposibie- recordar la fecha: pero la anhelada visita del Ing.


Manuel Rivas a Culiacán se produjo al acercarse la Navidad de aquél
1907.

En cuanto el ingeniero se presentó en palacio, como era costum-


bre, el senador y
secretario general comenzó su tarea persuasiva.

Ellos y el gobernador Delgado, más al alcalde Mora y Ochos, se


metieron al hotel “Granada” que estaba en la esquina de Fosales y
Jesús G. Andrade- y tras una espléndida comida. comenzó la lluva
de whisky. Cuando la noche cala ya, el amor del Ing. Alves por
Cullacán hizo su presencia y la voz sonora del visitante comenzó a
hacor vibrar los muros del viejo edificio.
Una
y
otra y otra y muchas veces don Manuel remarcó que no
habla ciudad que quisiera más que a Cullacin.

El hombre estaba listo y "Chema" le tiró anzuel

— ¿De veras quieres mucho a Cullacán, Manuel?—, le preguntó a


quemarropa.
Con su estilo de hablar inconfundible. Silabeando las palabras
para hacerlas más enfáticas, el ingeniero tomó por los hombros al
senador Dávila, le dio una sacudida como para que le cediera toda la
atención y le tronó en plena cara:
— Me lastimas con las dudas, “Chema”. No hay nada que yo la
pudiera negara Culiacán. ¡Nada! ¿Me oiste?

72
Con aparente candidez, don José Maria Insistió:

— ¿De veras quieres tanto a Culiacán, Manuel?



¡0h qué la chingada! Ponme a prueba.
- ¿Le cederías un terreno para construir un centro deportivo?—,
siguió preguntando el senador.
— ¡Por supuesto que lo cedo! Aún más: ¡ya está cedido! Dime
cul los
les gusta de que son de mi propiedad y me nfornas.
Dias después se formalizaba la cosión del terreno, en al cual —
durante el gobiemo del coronel Rodolfo T. Loalza— fue primero cons-
truida una cancha para jugar basquetbol, con piso de cemento; más
tarde, una cancha con piso de madera y. finalmente, durante la ad-
ministración del Lic. Amado Esvada Rodriguez como alcalde de
Culiacán, se borré todo el pasado construyéndose el parque
“Revolución” casi como lo vemos ahora.

Eso de “casi” obedece a que varias administraciones le han hecho


mejoras haste elevario a un nivel realmente digno. Son muchos los
millones de pesos que se han invertido: pero todo comenzó con
aquella parranda memorable en el hotel “Granada”.

LO
Xx

Don Jesús L. Tamayo

Doña Jesusita y don Jesús L. Tamayo, felices, cuando festejaron sus


bodas de oro. “Ella era una santa”, slempre decia el hombre que creó
un imperio económico en Sinalos.

74
Con las manos como instrumento de trabajo; con la honestidad
como estandarte: con una decisión ejemplar como ariele y con un

de
amor. por la tierra que nunca lo-abandonó, don Jesús L. Tamayo —
muerto al-amanecer del sábado 28 de noviembre de 1857
no so-
Jamente formó un auténtico imperio económico, sino que adquirió el
derecho de ser recordado, siempre, como uno los verdaderos con-
sinctores de este asombroso rincón sinaloense que es el valle de
Culiacan.

Son muchos los hombres que convirtieron mezquitales y gue-


muchileras, en las pródigas tierras del valle que bañan las aguas del
Tamazula y del Humaya: entre los precursores, entre los que dieron
lección de tenacidad y perseverancia, por derecho propio debe
aparecer don Jesús.
Sy vida no fue una vida de opulencia ni de prodigalidad econó-
mica para el derroche

Fue una vida saturada de apremios, de esfuerzos, de sacrificios


que, solo, dificilmente hubiera podido afrontar; pero tuvo don Jesús
la fortuna —la inmensa fortuna de unir su vidaa la de una mujer que
sus hijos y nietos califican como “un volcán” y en ella encontró el
respaldo que requería para afrontar los problemas que casi durante la
mitad de su existencia le obligaron a vivir en une tranquilidad muy
relativa.

Esa ejemplar mujer fue doña Jesusita Múller, con quien contrajo
matrimonio el 15 de junio de 1918. Ella, de 24 años de edad; don
Jesús, de 27.

——
Los primeros Tamayo de que se guarda memoria en Culiacán
fueron don Juan Nepomuceno Tamayo y doña Gertrudis Orrantla de
Tamayo.

Don Juan era propietario de un establecimiento comercial ubicado


por la calle Angel Flores. Era un matrimonio próspero: pero sin la
Felicidad de un hijo que alegrara el hogar.

Yo no sé en donde empieza, la leyenda ni en donde la realidad, en


algunos de los hechos que rodean al tronco de la familia Tamayo. Se
dice que en uno de los viajes que hacia periódicamente a Cosalá, don
Juan Nepomuceno regresó trayendo consigo a un niño de escasos
ocho años de edad, huértano de padre y madre, que fue tomado en
adopción por él y su esposa.

Ese niño. fue -años después, don- Severiano Tamayo Orrantia,


auxiliar celosisimo de don Juan Nepomuceno en la tienda que
seian en la Angel Flores.
po-
75
Ya hecho hombre. Severiano contrajo matrimonio con Natalia
Amador —era el año de 1883 y de su unión nacieron Juan Nepo-
muceno, Severiano. Miguel, Natalia, Maria. Jesús Lucio —el hombre
ejemplar recientemente desaparecido. Concepción. Laura, Inés,
Beatriz y Guadalupe.

Padres e hijos y otros familiares vivieron durante mucho tiempo


en una casona colonial que aún está en la esquina de Rubi e Hidalgo
Y que era propiedad de
la familia Amador. En los bajos de esa casa,
esté la tienda de Farjí que por muchos años fue conocida como El
Remate Azul”.

En ese edificio los Amador tenian una panadería, cuya espe-


cialidad eran unas empanadas rellenas de camote, que según
popular de la época, eran una verdadera delicia.
decir el
Don Jesús solia platicar, también, que junto'a la panadería fun-
cionaba un abarote propiedad de Eligio Amador, quien no era
precisamente un virtuoso en eso de trabajar. Inclusive, un dia que
Eligio estaba descansando como siempre, recargado en una silla con
los pies sobre el mostrador, llegó un cliente y preguntó:

— ¿Está Eligio?
Don Eligio ni se molestó en negar de palabra su presencia.
Simplemente movió el zapato en sentido negativo y la probable

a
venta se frustró.

Don Jesús
Estados Unidos,y sumientras Juan
hermano Miguel fueron enviados
y Severiano hijo
ase estudiar a los
quedaban a
trabajar en la mercería de la calle Angel Flores.
Don Jesús fue un desastre como estudiante en el vecino país
padre lo regresó a Cutlacán; pero inmediatamente después lo mandó
su y
a Ciudad Juarez a estudiar agronomia. Ese sería el primer paso hacia
el éxito.

Mientras don Jesús estudiaba en Cludad Juárez, su padre


Severiano adquiría rumbo a la costa de Culiacán un ranchito en-el
que se dedicó a sembrar y
criar ganado. Lo llamó “Bellavista”.
Don Jesús regresó nuevamente a Culiacán y se fue a Bellavista a
trabajar por primera vez en el campo. Y ahí estaba cuando estalló el
movimiento armado de 1910. Los dueños de tierras huyeron a los
Estados Unidos para ponerse a salvo: pero don Severiano pernaneció
en Culiacán. No se consideraba culpable de nada; sin embargo, los
ya
revolucionarios lo tomaron preso, le incendiaron el rancho, se
apoderaron del ganado y de “Bellavista” sólo quedaron cenizas.
A don Severiano le formaron
consejo de guera y “por cacique” lo
sentenciaron a ser pasado por las amas. Entretanto, lo humiliaban
diariamente obligándolo a salir de la prisión a barrer las calles. La
noche previa al fusilamiento de su padre, don Jesús permaneció
frente a las oficinas de los consejeros y a fuerza de súplicas logró
que conmutaran la pena por años de cárcel. Después, un amigo
siete

de don Severiano intervino y logró cambiar la sentencia por la de la


expropiación.

e
Tiempos de angustia para toda la familia.

Todos los bienes de la familia lueron hipotecados, incluyendo el


rancho de “Bellavista”. Don Manuel Clouthier fue quien aportó el
dinero de la hipoteca.

Después de la Revolución, don Jesús fue ver a su amigo,


Gral. Ramón F. lturbe y, contra todas las predicciones, logró que le
devolvieran “Bellavista”.

Siempre que se refería a esa acción, don Jesús aconsejaba:


— Nunca hay que darse
por vencido. Si quieres alcanzar algo,
atrévete a buscarlo y lucha hasta logrario. No tengas miedo a dar el
primer paso, porque nunca sabrás lo que puedes hacer hasta que no
lo intentes.

Fue. en mealidad, este pensamiento, la divisa de su vida.

De su matrimonio con doña Jesusita Múller. don Jesús recibió a


sus hijos Ricardo, Mario, Maria Luisa, Raúl, Jorge, Roberto y
Enrique.

Don Jesús se rompió 20 años el lomo en "Bellavista" tratando de


pagar la hipoteca, hasta que un día en 1934 decidió cortar por lo
sano. Le entregó el rancho a don Manuel Ciouthier. Vendió el ganado
y le rentó 100 hectáreas a Fanny Flores de Gaxiola y adquirió otras
100 hectáreas en Nochebuena, poblado cercano Altata, en las que
sembró tomate.

Ahí comenzó
el despegue.
De 1938 a 1940 las legumbres sinaloenses se vendían a excelentes
precios en los Estados Unidos don Jesús Tamayo y los agricultores
del valle comenzaron a progresar. Y don Jesús Tamayo progreso

7
Ma
ardo

Leterminado
y Jesusita

Maria

se
y
don
Luisa,

debió

Jesús.

In
flanqueando Do
creación

ple:

de a Aé

“Tamayo

Hermanos"

Jorge

y
Mario.
ya
doblemente, porque su esposa Jesusita se las ingeniaba para man-
tener entre sus nijos la unidad que fue determinante para la creación
del “Grupo Tamayo”, una de las
organizaciones más poderosas que
haya conocido
que se desintegró.
el
nomeste de México, aunque el grupo hace meses

Los hijos de don Jesús fueron enviados fuera de Cullacán a es-


tudar; pero, al regresar, se unieron a su padre para crecer y crecer y
hacer realidad lo que hubjera parecido una utopia años atrás: un im-
perio económico.
— Yo nunca fui un padre comunicativo con
mis hijos— decía don
Jesús. Pero creo que les
enseñé a ser hombres a ser honestos con
sus amigos, con su familla y consigo mismos. Yo era muy seco, lo
reconozco; pero con la tierra no se puede ser débll. Hay que quererla
y cuidarla ella dará todo.
te

lo
Y
hombría
e don Jesús, pienso
de
bien,
yo, la tierra se lo dío todo. La
tierra y su

=——

Por la década de los


50, don Jesús optó por retro el y le corres-
pondió a Mario responsabilizarse de la administración
gocios.
de
los ne.
Ricardo, el mayor, que habia concluido la carrera de quimico,
siempre anduvo intentando hacer novedades; pero en todas falió,
hasta que optó por la agricultura. Comenzó compartiendo un la-
boratorío con su cuñado Héctor Peña Bátiz, esposo de María Luisa;
pero a los dos años se fue
— Yo no soy
para andar revolviendo caca--, dijo,
En sociedad con “Pao” Bátiz instaló la fábrica de refrescos "La
Chaparrita" y tronó. Montó también una enlatadora de camarón y no
tuvo éxito. Empecé camarón y fracasó. Entonces se fue sembrar a
un campo llamado “El Gato” y sólo cosechó decepciones. Se fue en-
tonces a Santa Cecilia y fue ahi, sin que nadie lo designara, que se
convirtió en representante del “Grupo Tamayo”. Hasta su trágica
muede,

Don Jesús, ya más tranquilo, se habia ido a su casa, años antes.


Ahi muñó al amanecer del sábado 28 de noviembre y con él se fue
uno de los constructores del valle de Culiacán, cuya vida es un ejem-
plo para todos.

Culiacán, en realidad, necesita aún muchos Jesuses Tamayo.


Muchos.

7
a
—Ñ:
ETA
e y mir

E.
e
E
gn ds
de Uli
a
M—

——]——————

1
SEGUNDA PARTE
“MiPadre ers un Hombre
doviar".- Alicia Calles

Con mi reconocimiento al profesor


Artidoro Cámez, por su invaluable interen-
ción para hacer posibie esta charla.

Imponia le ligura del Gral. Plutarco Elias Calles. Su mirada dicen


los políticos dela época- taladrabs.
Doña Alicia Calles de Almada me lo adviri

— Ustedes los periodistas son peligrosos; pero, usted me inspira


confianza.

Entendi que en la advertencia de esta respetable dama de sub-


yugante personalidad, de educación esmerada, de notable facilidad
para conversar, estaba implícita la petición de que respetara sus
palabras; que no las Interpretara. Y a doña Alicia le asistía la razón
en su demanda, porque en el afán de obtener una declaración sen-
sacional, una revelación que sacuda e la opinión pública, suele estar
el camino más corto para que el periodista calga en el irreparable
error del amarillismo, de la mala fe y hasta de la calumnia.

La charla con doña Alicia Calles de Almada la habia buscado por


meses: pero, diferentes circunstancias la habían frustrado. Insisti,
porque yo deseaba saber cómo era el general Plutarco Ellas Calles en
la intimidad de au hogar. Yo anhelaba conocer, aunque fueran de-
talles, de la otra faceta de su personalidad, que debería teneria, en
mi opinión. Quería que su hija me dijera algo de Calles el hombre. De
Calles su padre. Por supuesto que también resultaría Interesante
tocar el tema de Calles el político, el caudillo; pero, inslato en que yo
Intentaba conocer —valga la expresión- el lado oculto de la Luna.

Hará un par de años, la entrevista parecia un hecho.

Doña Alicia estaba en su casa de descanso en Cuemavaca y por


conducto de su hijo Jesús, tenía la anuencia de la señora. En vispera
de mi viaje a Cuemavaca supe por el propio Jasús que su made
nabla sufrido en Valle de Bravo un accidente del que salió con múi-
tiples fracturas. A la fecha, inclusive, se advierte que no logra re-
ponerme totalmente.
Curiosamente, cuando menos lo esperaba, pues hasta ignorba
que doña Alicia se encontraba en Culiacán, amables amigos inter-
vinieron y yo pude satisfacer mi deseo de conversar con la hija del
Gral. Plutarco Ellas Calles, el político más controvertido que haya
nacido en nuestro país. Esto es cuestión de opiniones y no voy a

a
polemizar.

Doña Alicia me recibló en sus habitaciones del motel “Tres Rios".


Estabe vestida y preparada pare viajar. Ese mismo día regresabe a la
capital de la República. Afortunadamente, el avión de AeroMéxico
traía un retraso de hora y media. Eso nos daba un poco más de am-
plítud para chariar y —desde allámuy adentro— yo bendje a la em-
presa que va para aba...
a
— ¿Y de qué quiere usted conversar?--, me preguntó doña Alicia,
mientras su rostro se lluminaba con una sonrisa quecasl no la abar-
donó mientras estuve frente ella.

— Quiero habiar de su padre, señora.

Hubo un gesto de sorpresa en su rostro; pero Inmediatamente


apareció la tranquilidad cuando anadi:

Es obvio decirie, doña Alicia, que me interesa la vida del gran
político que fue su padre; pero, ahora, mí propósito es saber cómo
era don Plutarco en la intimidad con si famille. Cómo era con usted.
$1 ese rostro hecho defierro
conque aparece en las fotografías, era el
suyo realmente 0 sl tenia algo o mucho de máscara. Señora: tengo
interés en que me hable de la otra cara de su padre.

Doña Alicia me contestó con una pregunta:

— ¿Ya leyó usted “Biografía del Poder" de Enrique Krauzs?.

— Si señora. Ya la lel

— Pues ese Calles que Enrique Krauze Insiste en dibujar en el


tomo dedicado a mi padre, es un Calles que no existió.
Sin perder la sonrisa; pero con vehemencia en las palabras y
energía en el ademán, puntualizó la elegante dema:
— Mire usted: Krauze pretende hacer
aparecer a mi padre como
un resentido y eso es una falsedad. Como mis abuelos no estaban
casados por ninguna ley, el escritor como que pretende hacer creer.
ue en ese hecho está el resentimiento de ml padre. Apreciación fal-
sa. Análisis totalmente equivocado. MI padre no era un amargado. MI
padre era un hombre que sabia reir; que gustaba de hacer bromas
con nosotros, con su familia. Yo puedo asegurade que ml padre era
Jovial. Y su jovialidad contagiaba. Como politico debe haber sido un
hombre duro, enérgico, inflexible tal vez, porque el México de
aquellos años
un hombre afable.
asf
lo exigia: pero, en su hogar, le Insisto en que era

Tras una pequeña pausa para preguntarle su hijo Jesús sl per-


sistíael retraso del avión en que viajaría, doña Alicia me hizo otra
pregunta:
— ¿Usted conoció "El Tambor'?.

Como nunca estuve ahí lo dije honestamente a la señora:


— No, doña Alicia. Yo no conocí “El Tambor”.
a — -a ,
——
Contra lo que se cres, “El Tambor” no era uns residencia nl un gran
casino. Era una casite de madera que no resistió el azote del primer
al
ciclón. Adviériase lo rústico del mobiliario. En la foto,
Gral. Calles. A su izquierda, su yemo
Armullo Paredes:
de Dolg Alvear; Carlos
el
centro, el
industrial Jorge Almada
la derecha de don Plutarco, el agricultor Carlo

Careaga, presidente de la Confederación de


Asociaciones Agricolas del Estado y "El Chito” Múller.
— ¿Y de qué quiere usted conversar?--,
me preguntó doña Alicia,
mientras su rostro se iluminaba con una sonrisa quecasl no la aban-
donó mientras estuve frente a ella.

— Quiero hablar de su padre, señora.

Hubo un gesto de sopresa en su rostro; pero Inmediatamente


apareció la tranquilidad cuando añadí:

Es obvio decirie, doña Alicia, que me interesa la vida del gran


—-

político que fue su padre: pero, ahora, mi propósito es saber cómo


era don Plutarco en la intimidad con sú famille. Cómo era con usted.
$1 ese rostro hecho de flerro
conque aparece en las fotografias, era el
suyo realmente o si tenia algo o mucho de máscara. Señora: tengo
interés en que me hable de la ova cara de su padre.

Doña Alicia me contestó con una pregunta:

— ¿Ya leyó usted “Biografía del Poder" de Enrique Krauze?

— Si señora. Ya la lel

— Pues ese Calles que Enrique Krauze Insiste en dibujar en el


tomo dedicado e mi padre, es un Calles que no existió.
Sin perder la sonrisa; pero con vehemencia en las palabras y
energía en el ademán, puntualizó la elegante dama:
— Mire usted: Krauze pretende hacer aparecer a mi padre como
un resentido y eso es una falsedad. Como mis abuelos no estaban
casados por ninguna ley, el escritor como que pretende hacer creer.
que en ese hecho está el resentimiento de ml padre. Apreciación fal-
sa. Análisis totalmente equivocado. MI padre no ers un amargado. MI
padre era un hombre que sabía reir; que gustaba de hacer bromas
con nosotros, con su familia. Yo puedo aseguraré que ml padre era
Jovial. Y su jovialidad contagiaba. Como político debe haber sido un
hombre duro, enérgico, inflexible tal vez, porque el México de
aquellos años así lo exigia; pero, en su hogar, le Insisto en que era
un hombre afable.
Tras una pequeña pausa para preguntarle a su hijo Jesús sl per-
sistíael retraso del avión en que viajería, doña Alicia me hizo otra
pregunta:
— ¿Usted conoció "El Tambor”?

Como nunca estuve ahi, se lo dije honestamente a la señora:


— No, doña Alicia. Yo no conocí “El Tambor".
Entonces me explicó:
=, Bien. De “El Tambor”.
varios escritores se expresan como sl
hablaran de na gran hacienda, como
de


una mansión a la orilla de la
playa. ¿Y sabe qué era “El Tambor"? Una casita
de madera, hecha
por un carpintero de por ah; la casa, sí estaba a la orilla de la
playa:
pero no contaba con nada extraondinario. Inclusive,
el primer ciclón, desapareció. No quedó nada. Ese cuando golpeó
la
era "ElTambor”.
Como
si hablara consigo misma, preguntó:
= ¿Cuál será el propósito de hacer
aparecer esa casita como una
mansión?
— Lo he leido
muchas veces, señora y le confieso que yo tenía
gira Imagen de “El Tambor”. No tengo porqué mentir: llegué
a pen-
sar en.todo un señor casino; una casa de juego con un derroche
lujo. de
— Pues ya oyó
la verdad,
=
Tras atender una llamada de Los Angeles,
molestó bastante, porque se le daba a conocer
Calitomia, que
la
familia había sido gravemente herido, doña Aliciaque un amigo de la
se mostró dispues-
a a seguir conversando.
-
10 le
Señora. no quiero caer en la impertinencia —le dije—
pero cuán-
agradeceria que me revelara algún hecho que mostrara
plena.
mente la otra cara de su
padre. La cara de su papá en el hogar.
Por unos Instantes entreceró los
ojos, como: quien intenta or-
denar los pensamientos y nuevamente dejó escuchar
dable. tan precisa, tan clara y tan concluyente: su voz agra-

- Tenge muchos recuerdos de 8l. Grandes y bellos recuerdos:


pero, creo que el mejor retrato que puedo
Ocasión, estando ya de sobremesa, dibujar de él, es el de una
que más
le
en que yo
le pregunt6 qué
había satisfecho en su paso por la gubematura era lo
Estado. por la secretaría de Gobemación y por la Presidencia de
la
República. Todo podía
habar esperado. menos lo que me dijo: lo que
Más me ha satisfecho, hija, es haber sido maestro. Ser
maestro,
Sobre todo, de los primeros años, cuando
Sin saber nada y de repente empieza el
niño
llega a la escuela
a leer. Esto, es como quitarie
Una venda de los ojos. Es Como traerlo de
las
tinieblas a la luz. Es
Somo ponerlo a traves de la lectura y la escritura
Muevo y fescinante para él. Es
ante un mundo
como traedo a un mundo desconocida
Y maravilloso. Nada hay comparable a esta satisfacción,

7
Dona Alicia reafirma:
— El era maestro por vocación. Se lo digo, porque sl blen es ver-
dad que la política lo llevó a ser lo que fue, en él se habla vuelto ob-
huérfanos. para hijos de tra-
Sesa la ¡des de crear escuelas Ypara descansó
bajadores, para niños del campo. no hasta crear en Her-
mosillo -siendo gobemador de Sonora- la escuela que se llama Cruz
fundó otras, porque tenía arraigada en el alma la
Gálvez. Como
vocación magisterial.
esa,
Le
el
Aunque me habia preparado para no tocar el tema político,
nombre del general Lazaro Cárdenas que surgió Inesperadamento. me
obligó a preguntare:
Señora: escritores que aseguran que fue en casa
hay varios
la


de "El Tambor” en donde su padre dio su visto bueno para que don
Lázaro fuera propuesto como candidato a la Presidencia de
la
República y se dice, también, que fue su hermano Rodolfo quien más
influyó para que don Plutarco dijera que si.

Por una única vez, la sonrisa se borró del rostro de la señora


Calles de Almada, adquirió un aspecto de gravedad hasta solemne y
aunque en sus palabras no húbo ninguna alteración, sus conceptos
sl fueron categóricos:

— Es diga al respecto. Y se lo voy a demostrar: el


falso cuanto se
general Lázaro Cardenas solamente vino dos veces a “El Tambor": y
la primera vez que lo
hizo. ya era Presidente electo de México.

Dona Alicia no habló de cuándo se produjo la segunda visita de


Cárdenas; pero es obvio que debe haber estado en "El Tambor" ya in-
vestido con la responsabilidad de Presidente de la República.

Yo, sinceramente, no se lo pregunté a dona Alicia. porque me


pareció una torpeza hacerlo; pero si me pregunté para mis adentros:
LA qué vendría Cárdenas a ver a Calles en esa segunda
vez?.

Lo que sí le dije a doña Alicía fue esto:


— habla usted como mucha seguridad de que Cárdenas
Señora:
no fue “destapado” en “El Tambor”. ¿Tiene usted otros elementos
para reatimar su decir?.
— Por supuesto que: + pero con lo que dije creo que es suficien-
o
Y riendo nuevamente, anació:
Esta lotogrefía es para la historia. Es el momento preciso en que el
Gral. Elies Calles abordaba el avión que lo ¡levabe al destierro
por
ordenes del presidente Lazaro cardenas.
— No comprometer a nadie, ni entrar en polémicas; pero
quiero
creo que esto se confunde a "El Tambor" con la hacienda de “El
en

Sauzal” que el Gral. Abelardo Rodriguez tenia en Baja Califomia. Por


lo que yo sé, el “destape” fue ahí. Pero no me lo crea.

(Debo aquí abrir un paréntesis y afirnar que no fue en “El Tam-


bar" sino en “El Sauzal", efectivamente, en donde Calles dio su con-
sentimiento para convenir a Cárdenas en Presidente de México. De la.
propia obra “Blogralla del Poder” recojo el relato de Enrique Krauze

me
revelando que el 30 de mayo de 1933, el Presidente Abelardo
Rodriguez le envió al Gral. Calles una carta sugiriéndole la postu-
lación de don Lázaro. El 3 de Junto de 1833, Calles contestaba a las
recomendaciones general Rodrguez con este memorándum: “Con
y
del

todo detenimiento enteré de todos cada uno de los puntos en tu


grata citada y 1e manifiesto con toda la sinceridad que acostumbro
que estoy absolutamente de acuerdo con tu criterio sobre los puntos
tratados y que los respaldo hoy y los respaldaró como una acillud
decidida”. La suerte de Lázaro Cárdenas estaba decidida. Varios
gobemadores se reunieron con Calles en “El Sau" tratando de
Sisuadirlo; pero todo fue en vano. Y, curiosamente, se cita.a Rodolfo.
Elias Calles, hijo de don Plutarco, como a la persona que la arrancó
el si definiivo. Pero tiene razón doña Alicia: el escenario fue 'El
Sauzal”. Después, don Lizaro y Calles se reuniran varias veces enel
propio “El Sauzal”, en “El Tambor" y en Tenuacán, tal y como relata
pero —insisto-- todo se había resuelto mucho antes.
Fueron reuniones con propósitos muy diferentes ai dl “destape”).

——
Había entrado la charla por caminos sumamente Importantes,
sólo que el tiempo se estaba agotando. Inclusive, Jesús, el hijo,
llegó para informarle a su madre que se irían pronto.

Todavía, yo tuve tiempo de una pregunta más:


— Doña Alicia: ¿Por qué su padre trató con tanta dureza a la
religión?
Su respuesta:

— Ala religión, no. La respetaba. Lo que no permitia ers que clar-


tos curas se mezciaran en la política y en eso fue inflexible; pero su
respeto a la religión era Innegable. Como ejemplo me cito yo. Yo es-
tudié en México en el Coleglo de las Madres Tereslanas y, después,
en San Diego, el convento de Nuestra Señora de la Paz. ¿Cree us-
en
ted que 8l me hubiera enviado a tales lugares a estudiar de no haber
existido ese respeto pora religión?.

Finalmente -—y sonriendo a pesar de lo molesto del tema— la


señora Calles de Almada me preguntó:
— No he visto en la televisión esa serie llamada “Sendas de
Gloria” o algo así? ¡Hágalo! ANí hacen aparecer a mi padre con
uno
de esos gorros tejidos para. dormir, de los que yo puedo asegurarie
que jamás usó. ¡Jamás! Y esa ridícula bata que le han colocado en
Algunas escenas, tampoco. Se lo aseguro yo, que estoy facultada
para saberlo ¿no cree?.
Y hasta ahí pudimos hablar. La
llegada del avión era inminente
nos tuvimos que despedir. Al marchame, me recordé lo dicho ini-
cialmente:
y
— Ustedes a veces son peligrosos; pero, yo confio en usted.
Espero no defraudaria.

En opinión de su hija. doña Alicia Calles de Almada, al orgullo


Múximo de su padre ers el de haber sido maestro;
y en esta loto-
grafía se le ve, saludando cariñosamente, a un par de criaturas en
Palacio Nacional.

si
a
x
Chuy Andrada y au Poesia

Son muy pocos los sinaloenses que no han disfrutado de la ex-


quisita belleza que encierre la poesía de Jesús G- Andrade, sl no el
que más, sl uno de los bardos más notables que hayan nacido en
nuestro Estado en todos los tiempos.
Se le reconocá, por sobre todo, como el posta romántico por ex-
celencia de Sinalos.

Hijo de los señores Francisco Andrade y Delfina Gómez de


Andrade, una de las famillas culichis económicamente más pode-
rosas en los finales del siglo XIX, fue enviado s Guadalajara a ter-
minar sus estudios de preparatoria y poco despues viajó a Europa “a
Completar su formación intelectual”, como dice de l
Isabel Alcaraz
en la obre 50 Sinaloenses llustres que editara el Consejo Nacional de
Recursos para la Atención de la Juventud, cuando lo dirigía el Lic.
Heriberto Galindo Quiñónez.

Vivió años
en Europa y allá lo absorbió el Romanticismo que al-
canzó su plenitud entre los siglos XIX y XX.

Cuando regresó a Culiacán, muy joven aún, dominaba perfec-


tamente el inglés; el francés y el latín; y en los dias en que no es-
cribia, que eran los más, se reciuia en su casa de la esquina de
Morelos y Rosales a disfrutar de la música que él mismo ejecutaba al
plano. Porque así como fue el más grande de nuestros poetas ro-
ménticos, fue también un admirable pianista.

Lamentablemente, lue también una víctima de la bohemia de su


tiempo y su muerte Tue provocada por el exceso de alcohol, Bebla a
diario y a todas horas y lo suyo fue un verdadero sulcidio. No em
posible que la inteligencia más lúcida ni el organismo más sano,
soporiaran un trato despiadado como el de Chuy Andrade. Ya muy
quebrantada la salud, su reconocida y admirada sensibilidad dio
paso'a Un misticismo inexplicable.

En los últimos años de su vida, era común que sus amigos lo en-
contraran en el interior de Catedral, escriblendo sus poemás.

Andrade en'el mundo de la


política.
4
Se ha escrito mucho, también, de la breve incursión de Chuy

De la simpatia que sentia y que hizo pública por el Gral: Alvaro:


Obregón cuando éste se lanzó por primera vez a la búsqueda de la
Presidencia de la República y del repudio, del rechazo que nunca
trató de ocultar, a las pretensiones reeleccionistas que habrian de
costarie la vida al agricultor y militar sonorense,

Cuando Obregón visité por vez primera Cullacán en su campaña


política por la Presidencia, Chuy Andrade le dedicó un poema de ex-
Cepcional belleza que leyó ante él durante una comida se le
que

ofreciera en el primer domicilio que tuviera el Casino de Culiacan,


el lugar en que hoy está la tienda Woolworth. en
Los versos finales de ese poema se conservan como ejemplo de
Inspiración:

“Detrás de
delante de ti,
l va Dios”.
el pueblo:

Años más tarde, cuando la campaña reeleccionista, Obregón


visitó nuevamente Cullacán: pero el Chuy Andrade que encontró era
Un Chuy Andrade que lo despreciaba y que, completamente aico-
holizado, tuvo el atrevimiento de romper la guardia que protegía
Obregón y lanzarle a la cara una advertencia que habría de volverse
profética:

¡Mocho! ¿Oyes esas campanas que hoy tocan a glorla? ¡Pronto


dobiarán a muerto.

Apenas meses después, El Gral. Obregón moría asesinado duran-


te un banquete ofrecido en su honor en la capital de la República y
su cadáver pasaba por Cullectn, en tren, rumbo a la antigua Cajeme.

=
La obra de Chuy Andrade está muy dispersa. Muchos de
amigos conservan —como auténticos tesoros literios— poemas
sus
que
les escribió y les regaló en los contados días en que se alejaba del
alcohol.

Uno de estos hemosos poemas tuve la distinción de que me


fuera proporcionado, en calidad perfectamente establecida de pris-
tamo, por la amable señora Beatriz Murillo de Eátiz, esposa del Ing.
Eduardo Bátiz Gaxiola.
Doña Beatriz
es hija de la profesora Rosario Depmect, quien for-
maba parte del personal docente de la escuela propiedad de la
profesora Jesusita Neda.

Se dice que doña Rosario fue el primer amor imposible de Chuy


Andrade, aunque su “novia” de siempre fue Maria Valle, cuya presen-
cla está Impresa en gran parte de su obra. Frustradas sus preten-
iones de conquistar e dona Rosario, el posta demostró la nobleza de
al
su alma escribirle un hermoso poema que tituló “Los Niños". In-
cuestionablemente una de sus obras cumbre.
Porsu belleza, porque su actualidad será permanente, me permito
dario a conocer integramente:
“LOS NIÑOS"
1 Rosario Depraect
“Dejad que Vengan a mi los Niños”.
San Lucas.

un
En
día biblico de aquéi tiempo santo,
el dulce Maestro, Jesús, dijo así,
con su voz divina de inefable encanto:
“Dejad que los
niños se acerquen a ml”.
Clamoroso enjambre de almas infantiles
se agrupaba en tomo del Dios de Israel,
como esos querubes de rostros gentiles
que en misticos lienzos pintó Rafael.
Unos eran rubios como el alba-plena,
de flotantes rizos cual dorado tul,
de cuello impoluto como la azucena
de largas pestañas y pupila azul.

Morenos los otros, porque los destellos


del Sol, los besaron con su iradiación,
como a Sulamita de brunos cabellos
queal vibrar del harpa cantó Salomón.
Y la sacrá mano de paz y ciemencia
que encendió en los astros efemo fulgor,
bendijo los niños, vasos de inocencia,
fuentes de temura, nidos de candor.

Por eso en los niños hay algo celeste


que evoca, al
mirarios. su patria inmortal,
sus alas oculta la cándida veste
y un nimbo decora su frente ¡deal

Son cual serafines que al dejar el cielo


de la noche rasgan el negro capuz;
y desde la
altura despliegan el vuelo
trazando en el éter estelas de luz.

.
a
Sutez tiene el suave matiz de las pomas
su frente la albura del casto vellón,
$us manos semejan dos blancas palomas
que tienden al viento su niveo plumón.
Ellos no conocen de la vida el duelo
que en el hombre clava su garra foroz:
su dulce sonrisa nos habla del cielo,
SU Ingenua mirada nos habla de Dios.

Tiemas e inocentes almas de los niños,


de esplendor
Tlores virginales fill,
¿qué son junto ellas todos los aminos
que luce triunfante la pompa Imperial?

Nila blanca espuma que en el már


ni el cisne orgulloso de blanco pompón,
se
agita,

ni el encaje blanco de
la
estalacirta,
blancos como el alma de los niños son.

Tú, bella mentora, haz que tu palabra


562 de los niños
amparo y sostén;
ytu pensamiento sus raudales abra
derramando en ellos la virtud y el bien.

sí el mundo Inicuo con su torpe cieno -


Y
dei losaparta, que el mundo es así,
diles como un día Jesús Nazareno:
“Dejad que los niños se acerquen a mi”.

==
Este poema fue escrito por Chuy Andrade el 30 de junio de 1919,
meses antes de que doña Beatriz contrajera matrimonio con don
Carlos Murillo.

Andrade murió el 8 de diciembre de 1928, en su casa de Morelos y


Rosales; pero. en esa ocasión; no estaba presente ninguno de sus
amigos.
Murió solo; pero. no me atrevo a decir que olvidado. No creo que
se pueda olvidar nunca 2 un hombre desu estatura.

La
e
el
E
Alcaide por 20 Minutos

Don Pedro Lascuraln matenía el récord de la historia, como


Presidente de México que menos tempo habia permanecido en el
el
poder: 45 minutos.
La Constitución de 1857 establecia que el Secretario de Rela-
ciones Exteriores supliria las ausencias temporales o definitivas del
Presidente de la República. Lascurain ocupaba ese cargo a la muere
de don Francisco |. Madero y de Jost Maria Pino Suárez manos del
r
chacal Victoriano Huerta y de ahí que tuviera que 2 la Presidencia,
porel lapso que fuera y que se quedó en 45 minutos.
del país.

a
Eso sucedió en la capital

qui en Sinaloa --y no es presunción, que conste- en la llamada


Capital de las Bicicietas -Escunapa- tuvieron un presidente munt-
cipal que duró 20 minutos.
Esta es la historia.

Gobemaba Sinaloa el hombre del paliacate Leopoldo Sánchez


Cells y. por la via del ensayo democrático del Lic. Carlos Madrazo, en
1956 alcanzó la presidencia municipal de Escuinapa el pequeño
Oscar Simental Beaven, más conocido como “Pepe”, tal vez en honor
de su padre, José Simental, que fuera diputado local por el distrito
sureño.

Simental Beaven no era, propiamente, sanchezcelista; sin ember-


go, el mandatario sinaloense vio con simpatia entusiasmo, la en-
trega y la vocación política de "Pepe" y le dio su visto bueno:
A'los pocos meses, “Pepe” Simental chocó con los viejos y gran-
des amigos del gobemante y se iniciaron las rivalidades absurdas,
las discusiones apasionadas que caracterizan la vida política de
Escuinapa y surgieron los temidos grupos.

Nadie que conozca Escuinapa desconoce que es un pueblo en


lamas, como que describe el desaparecido Juan Rulfo. Basta el
el

menor de los actos de gobierno que no cuente con el apoyo popular,


para que se prenda la
chispa.

Yesa vez no lue la excepción.

El problema esculnapense fue analizado en el Congreso a con-

"
se
ciencia
cipal.
y se determinó que
la crísis surgía la
de presidencia munt:

¿Resultado?: Desaparición de poderes. Nada de contemplacio-


nes. La guillotina tenia que funcionar a todo lo que daba y el acuerdo
camaral fue tajante: caerian desde'el presidente municipal hasta el
inspector de Policía:

Limpia completa.

Lo curioso del caso es que el Congreso del Estado, cuyo lider era
el Lic. Manuel Lazcano Ochoa, hoy procurador general de Justicia,
no encontraba en'Esculnapa al hombre qué pudiera armonizar las
fuerzas en pugna. El concillador no aparecía y los informes que
Ilegaban del municipio bicicietero revelaban que las
pasiones Iban en
aumento al extremo de que no sólo hombres, sino mujeres y jóvenes,
terminaban sus discusiones a trompadas. Todavía no llegaba la

e
época de los Cueros de Chivo.

El problema no podia prolongarse indefinidamente y un día; des-


pués del análisis de más de treinta llustres esculnapenses, acordó
Que el cargo de alcalde substituto recayera en un eterno político del
ss
sur de Sinaloa, periodista y uncionario de olicio, miembro de una
numerosa y pudiente familia: Amoido Topete Gómez, más conocido
como “Topetillo”.
No era Una mala elección, sólo que el Congreso del Estado 1g-
norsba que *Topetillo” tanto habia buscado la presidencia municipal,
que ya hasta la amistad de su propia esposa habla perdido en
quedad de su empeño. imaginense cómo estara el pueblo.
ter- la
De todas maneras acordó que fuera Amoldo Topete: pero luego
surgió otro problema: ¿quiénes serían los vallentes diputados que
darian a conoceral pueblo esculapense la decisión?.

Se integró una comisión encabezada por el LIc. Miguel H. Ruelas


y en la que figuraban también Armando Guerrero Leyva, el Lle: Raúl
René Rosas Echavarria y Amoido Berrelleza. A los comisionados, un
piadoso vecino de Escuinapa les advirtió que se hicieran acompañar
de la polícia y que ellos llevaran cascos, rodilleras, caretas, pe-
cheras, espinilleras y todo cuanto pudiera servirles de protecció
porque siel designado no era del agrado del pueblo,

grave. Muy grave,


la
reacción seria

Y llegó el día.
Llegaron los diputados y se encontraron a más de seis mil es-
Es
a
culnapenses armados con piedras, palos, machetes, botes y cuanto
les: díola. gana, esperando frente a Palacio Municipal la lectura del
heraido legislativo y el nombre del sustituto de "Pepe” Simantal.

Fue hasta entonces que los señores diputados comprendieron


que el problema iba en serio y, según él, ninguno quería dar lectura.
al decreto. El peso de la encomienda era enorme.
Por
fin, el Lic. Miguel H. Ruelas aceptó leer el decreto, aunque
previamente dio al populacho una lección de Derecho y de Civismo.
En respuesta a sus emocionadas palabras, los esculnapenses co-
menzaron e sonar los botes y a gritar:
— ¡Al grano!... ¡Al granol... A la jodida las palabras bonitas.

Aguijoneado por el
pueblo, el diputado comenzó a leer lentamen-
cuando llegó al final y dío el nombre de Amoldo
te-el decreto y
Topete. como alcalde sustituto, el pueblo se incendió. Llovieron
piedras sobre los diputados y éstos tuvieron que hulr protegidos por
almas piadosas.

Luego
ta sugerencia:
lo peor: de entre el anonimato, surgió una voz con es-
vino

— Vamos la casa de Topete a demostrarte que no lo queremos.

la turba esculnapense tomó por la calle principal, rumbo a la.


Y
casa del "Topetillo”. En las ventanas no quedaron vidrios. En las
puerias se miraban claramente dibujadas las huellas de los ple-
drazos. Las casas de teja tuvieron que estranar techos. Decenas de
bicicletas quedaron convertidas en trícicios. Fue un soberbio des-
madre.

Amoido Topete, entretanto, esperaba que llegara el pueblo y lo


llevarahasta el edificio de la presidencia municipal, cargéndolo a
hombros. Para su sorpresa, lo que le cayó fue un diluvio de piedras y
sólo pudo calmar a la multitud cuando por una de las ventanas,
anunció que renunciaba la
presidencia.

Apenas hablan transcurrido 20 minutos y con eso tuvo el señor


Topeto.
Yo no estoy. seguro; pero, testigos de los hechos, aseguran que
Topete gritó a voz en cuello:

— ¡Chinguen a su madre, todos!


—.—
¿Y los diputados miembros de la comisión?.
a
Ellos terminaron en el consultorio de un médico rosarense, quien
al verlos llegar, pidió que
se diera parte inmediatamente la policia
federal de caminos, pensando en un atropellamiento o, de perdida,
en una volcadura.

Pronto se le Informó que era otra muy diferente la causa del


fracaso legislativo.

A su regreso a Culiacán, los señores diputados dibujaron


cru-
damente panorama para que se buscara otra solución, menos la de
el

regresar Escuinapa y con un candidato impopular. Alguien recordó


de
pronto el nombre de un esculnapense que vivía en Los Mochis,
trabejendo como despachador de autobuses y se le llamó para
preguntarle sl aceptaba la chamba.

Se trataba de Emillo Grave Moreno, hombre que sf habla buscado


alguna vez ser alcalde de Escuinapa, aunque no habla podido lograr
el triunfo. El gobemador Sánchéz Cells lo conocia blen y le dio el
visto bueno; el Congreso del Estado lo designó substituto del subs-
tituto Amoido Topete y a bordo de un autobús de Transportes Unidos
del Pacífico llegó en triunfo * su tema. Transitoriamente, cuando
menos, el problema había quedado resuelto.
En esta lorma, el señor Topete se convirtió! en el presidente
municipal más fugaz en la historia de nuestro Sinalos. Toda propor-
ción guardada, es el Pedro Lascuraln de Sinaloa.

Veinte minutos suyos, contra los 45 de Lascural

Para la historia.
xvi
¡Mira lo que Quedól
Que conste: esto lo escribo a
petición de algunas compañeras
caminantes del malecón. Me parece
innecesario decirles que ya olvide
sus nombres.

mr
Una pareja de recién casados, fue de Culiacin a Mazatlán a pasar
su “primera noche solos” y a disfrutar de la luna de miel.
Como estaban profundamente enamorados y no se hablan comido
la torta: en cuando
antes del recreo, convirtieron su primera noche lo más
parecido a.un combate de Jucha libre sin límite de tiempo y
por fin, optaron por dormir, la habitación daba la Impresión de que
porella había pasado un cición.
Alsiguiente día, mientras la damita se quedaba en cama para
domir un poco más, el Impetuoso galán se levantó completaments
y se metió al baño para recuperar con frescor
en cueros el del agua.
algo de las energías invertidas en la “premiere” de gala.
Cuando el galán salló del baño, todavía como nuestro padre Adán
se paseaba por elParaiso, la
jovencita le clavó la mida en la mitad
del cuerpo y como sl se hubiese sentado en unas tachuelas soltó un
llanto desgarrador, mientras en son de reproche le decia al flamante
marido:

— Telo dije que a tanto dale y dale nos lo ibamos


a acabar en una
sola noche. Mira nomás la miserable gastita que te quedó...

Y sedesató llanto.
en

100
yor

Esto os el soñor Jesús Eduardo Millán Vega, comerciante en cal-


zado y artículos deportivos, quien cumplió el 7 de enero de 1983 un
año de vivir con un corazón que no es suyo. Se lo “obsequió” un
chamaco de escasos 17 años.

101
va

El
MI Corazón no
es Mio...
Cuando usted lo mira trabajar en su tienda de deportes Joyce;
cuando es tesligo de que va y viene por los
escaparates sin ningún
esfuerzo; cuando le escucha hablar y decir hasta bromas a su clien-
tela, no advierte 8l
en
ninguna anormalidad; sin embargo, este hom-
bre de 55 años de edad, cuyo nombre es Jesús Eduardo Millán Vega,
cumplió el día 7 de enero de 1988 exactamente un año de vivir con un
corazón ajeno.

Cuando yo se lo pregunté, me contestó sonriendo:


— Es verdad lo que le dijeron. MI corazón no es el corazón con-
que naci. El que cargo es el corazón de un chamaco norteamericano
de
aproximadamente 16 años de edad. lo donó y me lo transplan-
tarona mi.

— ¿No tiene molestias?.


— ¡Ningunas!
Mirándome a los ojos, sin afán de causar una Impresión falsa,
como algo que es nomal para 8l, abandonó el asiento en que se en-
contraba y me dijo:
— Le aciaro que no voy a poner en peligro ml vida. Estoy facul-

tado por el médico que me operó. ¡Mireme hacer estol.


Hizo no sé cuántas sentadillas, sin agotarse. Despubs puso el
cuerpo erguido y se dobló no sé cuántas veces por la cintura hasta
Tocarse los pies con la punta de los dedos. Caminó de un lado a.oro
la
de tienda unos minutos y volvió nuevamente a su asiento:
— ¿Se fija? No estoy agitado en lo más minimo. Mi respiración es

nomai. Solamente tengo prohibido levantar objetos pesados y


Correr: pero, hago todo lo demás que me venga en gana. Para mi, el
corazón ajeno que me traspiantaron ha sido una bendición, porque
he vuelto a ser un hombre completo. Usted me está viendo...

==
Yono quería ser imprudente, ni menos caer en la Impertinencia;
pero habla una pregunta que tenía en los labios. El intuyó que habia
algo que yo quería preguntade y sin darle vueltas, directamente, me
estimuló:
— ¿Quiere usted preguntarme otra cosa, no? ¡Hágalo! ¡Yo voy a

decirle todo lo
que quiera saber!

102
2a
Entonces le hice la pregunta:
— Señor Millán: ¿Saber que su corazón es ajeno no le hace temer
alamuerte?.
Su respuesta fue una carcajada:

— ¡No hombrel En lo más mínimo tengo miedo a morír. El temor


la muerte no está entre mis preocupaciones. En mi, desde la Intar-

me
vención quirúrgica, se incrementó la fe y, crtame, vivo sin'temor.
Siento querer más a mi familia. Deseo vivir por ellos; pero temor a la
muerte, ninguno. ¡Y se lo digo sincerament


Estuve en el establecimiento comercial del señor Millán Vega toda
la tarde de un lunes y conversé con bl de sus problemas comerciales,
de lo difícil que es obtener personal debidamente capacitado, de las
necesidades que se le presentan para atender una tienda que tiene
por la avenida Escobedo, ya para salir a la avenida Carrasco; y la
tienda Joyce, de artículos deportivos, que está junto a las Instala-
ciones de la Casa Coppel, en La Plaza Fiesta.
Y hablamos también de su corazón.
Como toda
persona que ha tenido problemas cardiacos, se sabe
de memoria las
fechas. Son momentos en que se ve muy de cerca,
demasiado cerca a la muerte y momentos
vidar.
asl
no son fáciles de ol-

Don Jesús Eduardo los mantiene vivos en la memoría.

— Mire: Yo comencé sentirme enfermo en 1981. Sufría mareos,


se me alteraban fácilmente los nervios. Un día los malestares fueron
más intensos, senti verdaderamente mal y vi a varios médicos.
Unos decían que sufría de una cosa, otros aseguraban que era quién
sabe qué. Y yo, mi amigo, cada vez peor. Alguien me aconsejó que
viera al cardiólogo Gliberto Sandoval y fue precisamente Sandoval
quien diagnosticó ml problema: mí corazón estaba fallando y el
riego
sanguíneo era insuficiente. Por primera vez of la palabra laquemia.
— Me sentí bien un tiempo; pero me volvieron los marsos, me fal-
taba oxigeno para respirar. Me
sentia sumamente débil. Entonces el
pensé que podía morirme.
Fue cuando el señor Millán Vega optó por viajar por primera vez a
Tucson, Arizona. En el Medical Center de Tucson deteminaron que
no era necesaria la Intervención quirúrgica; lo sometieron a un tra-
tamiento que resultó muy efectivo por cinco años.

Llegó 1988 y con él los mayores problemas de este hombre.


103
Se sintió verdaderamente mai y hesta consultó a un yerbero que
no hizo sino agravario más. Finalmente y ante la imposibilidad de
recuperar aqui su salud, regresó al Medical Center de Tucson. Lo
examinaron cuidadosamente y determinaron que el miocardio habia
sufrido daños tan severos que su única posiblidad de salvarse es-
taba en el trasplante de otro corazón.

Fueron dias de angustia para él y la familla, porque en hospital


el

le dijeron, con la frialdad de auténticos hombres de negocios, porque


antes que otra cosa, son hombres de negocios, que el
trasplante le
costaría 100 mil dólares, de los cuales debería entregar 50 mil al
momento de aceptar la intervención quirúrgica.

Todo lo aceptó el señor Millán Vega, previo cambio de impre-


siones con su esposa: ya era mucho pero sún no llegaba lo peor:


En el Centro Médico de Tucson le informaron que lo operaría el
doctor Jack Coppiand, al parecer un cirujano de gran prestigio en los
Estados Unidos; sin embargo, no era tan sencillo tomar una deci-
sión, porque ni Coppland ni ninguno de los otros.médicos le ase-
guraban que viviría.
— Tenemos confianza en que los resultados serán satisfactorios
le advirtieron que ellos le podían
+ le dijeron; pero, enseguida no
garantizar nada en los primeros tres meses: —SI algo falla, el hospital
no se hace responsable. Después de los primeros tres meses, su vida
sl
es
ya responsabilidad nuestra.

La situación en que estaba colocado no le dejaba muchos ca-


minos para escoger. Sentía que cada día estaba peor, sabla que se
estaba muriendo, que le era urgente otro corazón; pero ¿cómo de-
cidirse si no se le aseguraba nada?.

Habló finalmente con su esposa, dona Marla Luisa López de


Milán; le dio Instrucciones que elía fue tomando por escrito y que
debería cumplir encaso de que se produjera un deseniace fatal.
Y finalmente aceptó:

— Señores: estoy listo para que me operen cuando lo deseen. Por


mí, pueden hacerlo hoy mismo.

Lo que nunca le dijo a sú esposa fue que habia tenido una charia
<on el doctor Coppland, le preguntó qué tiempo consideraba que
podía vivir y el cirujano, sin el menor propósito de recurrir a les
llamadas mentiras piadosas, le soltó el diagnóstico casi brutal:

104
as
— Cuando más, sels meses.

en
Fue
entonces cuando decidió Jugarse el todo por el todo. El


clásico volado. Si tenian éxito los médicos, e vivida; perdía el
si

volado, Todo habría terminado. Se ponia manos de la ciencia y.


hombre de fe,
en las manos de Dios también.
Todavia tuvo arrestos para comprar [uguetes par sus hijos
menores y compartir con silos la que temía que pudiera ser la última
Navidad: pero ya el año nuevo lo pasó con el Dr. Coppland en el hos-
pital.
Todo estaba listo para la operación, cuando surgló un problema
que sembró la agitación. El corazón que se le Iba a trasplantar a don
Jesús Eduardo era de un joven de 39 años que habla muero en un
accidente; pero lo midieron y lo examinaron y hasta entonces encon-
traron que tenía cercenada una arteria. No servía. Si no se encontraba
otro corezón y, además, pronto, ahi podía terminar la vida del comer-
clante mexicano.
Fueron mínutos tan prolongados como años.

a.
Las computadoras del centro médico rastresban por todos los
Estados Unidos buscando otro corazón, cuando de Los Angeles,
Califomía, llegó la noticia: un jovencito de 16 años de edad, que se
dedicaba al basquetbol, la natacion, el belsbol y.el motociclismo,
salia de su casa precisamente a bordo de su moto cuando
un trailer,
lo arrolló

El muchacho llegó con vida al hospital y ahi murió; pero, antes


pudo decir que todos sus órganos que alvieran los donaba a quien
los necesitara.

¡Ese corazón le sena al paciente mexicanol.


En avión lue llevado el corazón de Los Angeles a Tucson y la
operación del trasplante se Ínició a las 6 de la mañana del día 7 de
enero.

Yo dejo hablar ahora al señor Villaseñor:


— Sele horas se prolongó la operación y cuando
vol en mi yo no
senila menor dolor. Una de
el

lasenfermeras me anticipó que habla


sido una maravillosa operación y que el Dr. Coppland vendria para
explicame. Lo que me explicó fue que no se había presentado nin-
gún problema de rechazo..MI presión, increiblemente, marcaba 120
de máxima y 90 de mínima. Habia sido una suene para mí que el

105
a
corazón trasplantado fuera de un Joven tan saño, tan fuerte, por tanto
deporte que practicaba.
Poco después llegó a verlo su esposa, entre las lágrimas de uno y
otro, el paciente sinaloense le dijo 8 la señora:
— ¡Pasé la raya, María Luisal... ¡La pasél.

era
zu
Los
dias
que siguleron fueron de felicidad, particulamente por-
que el periodo postoperatorio transcurra sin problemas.
Con mucho de satisfacción, con algo hasta de euforia amplis-
mente Jusiificada en este caso, me dice el hombre del corazón ajeno:

— Venía el problema de quitarmí el corazón de plbstico que slem-

pre le colocan al enfermo en tanto se procede al trasplante y los


médicos me advirtieron que “en ese momento podian surgir pro-
blemas”. Sobre todo, ahl se podía producir el rechazo de mi cuerpo a
un corazón que no era el suyo. SUfí terribles dolores. Grandes
dolores. Afortunadamente no se presentó el temido problema del
rechazo. Tres dias después de quitarme el corazón de plástico me
colocaron dos tubos en el estómago para mis necesidades fisioió-
glcas y un día después todo comenzó a nomaiizarse. Me pasé parte.
del tiempo viendo programas en el televisor y, por primera vez des-
pués de una semana, me sentaron. En la tardo de ese mismo día, me
bajeron de la cama y me llevaron a caminar por los pasllios. una
Fue

caminata, lenta. muy lenta; pero la hice entre los aplausos de mb-
dicos y enfermeras. Sentí que vola nacer. Que como otro dia-
tInto; pero sín dejar de ser yo mismo.

Y añade:

— Al cuarto día
volvi a dar mi paseo por los pasillos del hospital;
siempre bajo vigilancia médica. En la tarde de ese mismo dia me
llevaron al gimnasio. Estuve cinco minutos pedalsando en la bicicieta
fija y otros cinco minutos caminando despacio en la banda sin fin.
Mejoraba rápidamente y a los 15 días me dieron de alta en el hos-
pltal. No obstante el deseo de regresar a Cullachn tuve que per-
manecer un tiempo en Tucson, porque los médicos continuaban
examinándome periódicamente. Fue menester, Inclusive, rentar un
departamento, porque tanto gasto en dólares termina por agotar los
recursos que sean.

Tal es la historia
E
sorprendente de este hombre a quien used
puede ver, diariamente, en su tienda de deportes Joyce, en La Plaza
105
Fiesta, enseguida de
las Instalaciones de Coppel.
La forma de moverse con toda nomalldad:
el r
y venir
de: bajar un balón, colocar unos guantes en su lugar, por
la tien-
mover unas
cachuchas, nada Indica que en 8l hay un notable triunto de la clencia
Médica: hecerto vivir con un corazón ajeno.

MI
En el Centro Médico de Tucson han sido
fecha; 158 corazones. De llos, 18 han muerto.
trasplantados, hasta la

Viven los otros.

La mayor es una señora de 65 años de edad que fue operada hace


17 años.
En los últimos dos años no ha muerto ninguno de
El dominio de le técnica ha alcanzado, pudiera
los pacientes.
decirse, su máximo
grado de perfección.

Cuando habla de esto, el señor Millán Vega


YO si creo que han alcanzado
sonríe
y dice:
un nivel máximo de perfección y
Me pongo a mí mismo como ejemplo. Se me daba
por muerto; In.
Cluso yo pensé varias veces que habia llegado
2QuÍ mo tiene. Gracias a ellos
el
final;
yo logré pasar la raya.
embargo,
sin

corazón no
+8 el mio; pero, vivo como sl lo fuera.

107
a
xv
“Hasta Padre me dio la Revolución”
Angel Flores nació el 2 de octubre de 1883 en-San Pedro, poblado
distante de Culiacán una veintena de kilómetros
Su padre fue don Bruno Camacho, acaudalado terrateniente que
lo procreó fuera de matrimonio, hecho que se tradujo en una sere de
desprecios que templaron el carácter de Angel Fiores hasta conver-

paa
tirio en una de las figuras más notables que Sinaloa aportó al mo-
vimiento de 1910.

Desde jovencito, hasta que alcanzó el grado de general, Angel


Flores fue un simbolo viviente de la lucha contra la desigualdad
social y en su hoja de servicios es asombrosa la cadens de hazañas
militares que aportó para el triunfo de la Revolución.
En 1820 con sólo
37 años de edad fue elegido gobemador de
Smaloa y fue entonces cuando se produjo la antedota que el posta
Alejandro Hemández Tyler, quien fuera secretario particular del
gobemante, me contió en todos sus detalles.

Según Alejandro, un dia se presentó en palacio de goblemo don


Bruno Camacho casi exiglendo una audiencia con el Grai: Flores.

Sabedor de que las relaciones entre don Bruno y el general nunca


hablan sido cordiales, pues Angel Flores Inclusive eludía todo trato
con aquél hombre quien no le debía ni
siquiera un saludo, el se-
cretario Hemández Tyler Intentó impedir la entrevista a como hubiera
lugar.
— Señor: al gobemador esté en reunión con sus principales
colaboradores y tengo órdenes de no molestario —empumentó Alejan-
dro.

— Pues sépase que


sllo va a molestar tronó el visitante.
— ¿Y a quién debo anunciar? le preguntó Hemández Tyler, con-
iderando queal colocarío en el papel de un desconocido, el hombre
sentiría lastimado en su dignidad y se marcharla de palacio; pero
Alejandro se equivocó de medio a medio.
Haciendo caso omiso del sarcasmo quesaturabanias palabras del
poeta-secretario particular, don Brumo insistió:
— Digele que quiere verlo don Bruno Camacho. ¡Su padrel

Hernández Tyler me aseguró cuando me hizo la confidencia que


del
relato, que él entró al despacho gobemador, le entregó en mano
una tarjeta en la que le daba a conocer lo dicho por don Bruno y, tras
leera, el general la tiró despreciativamente sobre la careta del es-
los
critorio, miré a los ojos de presentes y tras ponerse de ple, ex-
clamó sonriente:
— ¿Qué les parece la Revolución? Hasta milagros hace.
Cuando
menos e mí ¡hasta padre me acabe de darl

——>

Antes de concluir su mandato como gobemador de Sínalos, el


general Flores aceptó ser candidato a la Presidencia de la República
enfrentándose al Gral. Plutarco Elias Calles; pero fue Una intentona
fallida y en 1925 anunció que se retiraba a la vida priveda. fijando su
residencia en Culiacán.

Un año más tarde, el 31 de marzo, el hombre que avizoró lo que


Sinaloa llegaría a ser agricolamente —a 6l se debe la construcción del
canal “Antonio Rosales”, la primers gran obra hidráulica que se
conoció en el valle de Culiacán -murió envenenado en hotel
el

“Rosales” que se encontraba en la esquña


Carrasco y la calle Antonio Rosales.
de la avenida Juan

Se practicó lá autopsia a pelición de familiares del general el


quimico Amado Blancarte, hombre que gozaba de intachable pres-
y
tigio como profesional, expidió un dictamen en el que revelaba haber
encontrado arsénico en el organismo del malogrado milltar.

Se habló mucho de un crimen político: pero la más impenetrable


obscuridad envolvió los hechos hasta que el tiempo los condenó al
olvida.

Sólo me resta añadir esto: Angel Flores murió en une pobreza tal,
los gestos del
que su viuda tuvo que recumr a los amigos para cubrir
funeral y afrontar las primeres semanas de su soledad. Uno de esos
amigos fue el Lle. Celso Gaxiola Andrade, quien le proporcionó tres
mil pesos'a la señora para que su marido, el y
ex gobemador ex can-
didato presidencial, fuera sepultado dignamente en la tierra por la
que tanto luchó.
es
“Somos

los Primeros Baldecistas...”
Don Baltazar Arteaga fue un hombre que durante varias décadas
se desempeñó como secretario
del ayuntamiento de Culiacán, gs-
nándose a pulso el respeto y la estimación de la
sociedad culichi por
su disposición a sevir. Hasta cuando parecía imposible, don Balta --
como se le llamaba— encontraba el resquicio para hacer llegar la
ayuda a quien la solicitaba.
Era un hombre bien nacido. Y blen alimentado también, porque a
su don de gentes añadía no menos de 140 6 150 kilos bien coriditos.
Un día don Balta se aburrió del servicio público y abrió en la es-
quina de avenida Bravo y calle Colón una cervecería
conviviendo con su legión de amigos.
en donde gozaba
La cervecería fue solemnemente baullzada como "El Balde”. Un
iempo después fue rebautizada como “El Bonete" y ahora ae llama
"La Flor del Mar” 0 algo parecido.

Cuando la cervecería era “El Balde”, sábado tras sábado se reunía


un grupo de lenguas selectas, lenguas que dormian seguramente
cajas aterciopeladas. Y bajo llave.

Entre otros asistentes recuerdo al Lic. Rafael Verdugo, al Profr.


Diego Montoya, al Profr. y Lic. Cipriano Obezo Camargo, al Lic.
Anastasio Pineda Gutiérrez, al Prol. y Lic. Cándido Salazar, al Prot.
Toriblo Medina, al Meneco Sánchez González y súmele unos diez
o
veinte más de idéntica o superior Jeramuía.

Cuando se supo en la cervecería que el economista ahomense


Alfredo Valdes Montoya había sido destapado por el PAI como su
candidato a gobernador del Estado, Inmediatamente se integró una
comisión que se trasladó a Palacio de Gobiemo a solicitar audiencia
con el todavia tesorero general del Estado. Concedida la audiencia el
brupo se plantó ante el Lic. Valdes Montoya y por baca de su vocero
—erso que fue Obezo Camargo— le expresó al futuro gobemador:

— Licenciado: me place informarle que este


el grupo más viejo
de baldecistas que se ha formado en Sinaloa
y,
sín excepción, es-
tamos aqui para expresarle que sábado tras sábado nos reunimos
para reafirmar nuestro baldecismo.
Creo que hasta ahora, el Lic. Valdés Ignora la verdad de aquel
grupo de “viejos” y “Tleles” Baldecistas.

110
a
ox
El “Dedazo" es de Origen inglés
Contra lo que se ha dicho y escrito por siervos de los partidos de
oposición, la práctica del “dedazo”, del “palomeo”, del "Tel de la
balanza”, del “voto de calidad" 0 de “las palabras mayores" que tanto
popularizó el ya desaparecido Luis Spota, no son producto del ad-
mirable Ingenío mexicano. sino un regalo que la femática Inglsiera
16 hizo a los pases demócratas como nuestro México.

Y no es un regalo de ayer.
El -dedazo” surgió durante el periodo de 1559 a 1613, cuando la
rela Isabel | era la
soberana del
Imperio británico.
País esclavo de sus tradiciones; país en donde se dice —y es ver-
dad, además— que “en inglaterra alguien siempre está o por encima
de alguien o por debajo de alguien, excepción hecha de la Reina, que
siempre esté por encima de todos”-., es de explicarse que dilicilmen-
te se tomara —y se tome— una decisión, sin antes consular a la
soberana.
Y una de esas tradiciones era la de someter
ista de los candidatos a ocupar el
su consideración la
puesto de alguecil en las prin-
cipales ciudades Inglesas.

Cuando esa [ista llegaba a la reina, ella tomaba una pluma del tín-
tero que estaba a su alcance y procedia "palomea?” sus favoritos.
Después los auxiliares de su majested procedian al “destape” dentro
del marco democrático más perfecto de que
se
pueda hablar.
Asi nació el “dedazo”, el “palomeo”, “destape” o como le
el

quieran llamar. Y es una verdadera pena, ón realidad, que el


sistema
no sea producto del ingenio mexicano. Por donde quieran mirario,
merecia serlo.

Pero nos resultó extranjero y esto nos obligará a Investigar más a


fondo, porque a la mejor resultá que los
"mapaches” son de origen
ruso, alemán, frances o vaya usted e saber de qué otra nacionalidad,
menos la nuestra. Andamos tan de malas que ya nl eso nos van
dejar

m
y
vou
El Hullto

Parece cuento: pero, no lo es.

Una mañanita, un sujeto con toda la pinta de albañil, abordó un


autobús del transporte urbano para dirigirse al lugar de su trabajo. AI
hombre le faltaba la plema derecha; pero la había substituldo por uns
plema de madera que a pesar de todos sus esfuerzos, no le garan-
tizaba una gran estabilidad.
A cada arrancón del camión y a cada frenazo, el hombre
de palo
la
pata
de

se Iba hasta el fondo del vehículo o cela encima del chofer,


según fuera el caso. Y aunque daba pena ver al supuesto albañil
hacer milagros de equlibrío, el hombre tuvo que hacer todo el
viaje
de ple, porque en el asiento lateral Iba una pareja con ocho crios
semiadommiledos, un reción nacido en brazos de la señora y otro más
que vendría al mundo en no más de cuatro o cinco meses.

Junto a elfos, como patrarca de la tribu, el clásico macho me-


xicano, molesto porque a cada sacudida del vehiculo se escuchaba el
eloc-cloc-cioc de la pata de palo al golpear en el piso del camión.
Y lo que se temía, sucedió.
Resonó tanto y tan fuerte el cloc-cloc-cioc en el piso, que los más
pequeños de latribu despertaron y comenzaron a chillar. Segundos
más tarde, el llanto se generalizó y entonces el macho mexicano In-
crepó al hombre de la piema de madera:
— No sea desconsiderado. amigo. Ya me despertó a los cha-

macos. Péngale siquiera un hulito a la punta de la pata para que no


haga tanto ruido. No hay que:

y lo
En ese momento llegaron
hizo; pero no se fue. Se a
la esquina en que se bajaba el albañil

quedó de pie Junto al autobús cuando


el chofer puso en marcha su vehículo, el albañil se aproximó a una de
las ventanillas y por ahi le oritó al macho mexicano:
— El hulito póntelo en la punta tú, cabrón.
Y se alejó. dejando que el eco se llevara el cioo-cioc-clos
pata de palo.
de
la

m2
o
xo
Vagando por el Caribe
'Un viajábamos en tax del aeropuerto de San-
día, mlal esposa y yo
10 Domingo hotel en que teniamos reservaciones, cuando el con-
ductor —nativo típico de la Dominicana: aceltunado, labios finos y
ojos verdes interrumpió silencio para preguntarnos:
su

— Ustedes son extranjeros ¿verdad?


— Si; mexicanos.

Con real fingida sinceridad, el chofer mostró una gran admi-


ración por México —a0n cuando contesó' que no habia tenido opor-
tunidad de visitarlo y como para borrar toda duda de su respeto por
nuestro país: al
llegar al hotel nos dijo:

— El Viale está cotizado en tantos pesos dominicanos; pero les


voy a hacer un descuento como cortesia.
Y: para acentuar nuéstre perplejidad, anadió mientras poni
marcha su vehículo:
— Y muchas gracias por visitar mi patría.
No hicimos comentarios; pero, horas después, embos conte-
amos haber tenido idántico pensamiento: ¿Cuándo habrá en México
taxistas que entiendan lo que significa la caballerosidad? Los te-
nemos, desde luego. sólo que son la excepción, lamentablemente.


Esto otro nos sucedió en San Juan, Puerto Rico.

Presenciabamos un juego de Beisbol de la Serie del Caribe, cuan-


do una cadena de grandes bstazos puso equipo de México en
al

posibilidad de vencer precisamente a Puerto Rico, que tenía un con-


junto de estrellas en el campo.

Las jugadas me envolvieron en tal forma que olvidé a mis acom-


pañantes, olvidé al público y olvidé todo. Estaba solo en el estadio.
No perdia ní el menor movimiento que hacian los jugadores en el
césped. Yo sabía que México podía ganar en ese momento y no me
quería privar de nada. Estaba en otro mundo.

113
a
Repentinamente. un vendedor de ceneza se detuvo con sus
cubetas frente a mí, mostró el teclado de sus dientes increiblemente
blancos
y
me sacó del ensimismamiento, diciéndome:
— Ah, mexicano ¡estás embelesado! ¿Velda?
Me sonrei porque me llamó la atención que un modesto vendedor
de cervezas recurriera 2 la palabra "embeleso” para describir mi
ausencia de este mundo.
Y no fui el único sorprendido. Junto a mi se encontraba el mi-
llonario Mario Ramos, ex presidente municipal de Cullacán, quien
después de escuchar al cubetero, comentó:
— ¿Cómo te hubieran dicho en el estadio "Angel Flores” en un
momento así? Cierra el hocico; se te va llenar de moscas,
No quiero lastimar a nadie: pero, reslmente, la razón me parece
que estaba de parte de Mario en esa vez.

==
'En Cuba me fue peor, sólo que no hubo testigos.

Recién había bajado a desayunar al restaurante del hotel en La


Habana, cuando una cimbreante mulatica me dijo:

— ¿Qué vas a pedil, chico?

—S6lo un poco de papaya. No tengo hambre.


Le brillaron los ojos a la mulata y no me miró, me fulminó; pero,
enseguida, amigablemente me expli


ba 0:a
Mira, mexicano: aquí, papaya
la siguiente
es la de la mujé.
ganarás un mameyazo tipo FIdé
Pide fruta bom-
y Fidé arrea
lo
te

duro, 1ú
sabe ¿Velda?

1
vox
Cariñosa Acogida

No hace muchos años, una candidata a diputada andaba en plena


campaña y sus concentraciones estaban resultando un éxito. Más
que campaña, era un paseo triunfal.
No obstante tanto éxito, todo quedó pequeñito cuando en un
pueblo modesto ni mujeres ni niños se quedaron en sus casas. Todo
el pueblo acudió al mitin y la candidata se emocionó tanto que,
segura de que la emoción la traicionara y tal vez no pudiera contener
el llanto, lepidió a uno de los miembros de su comitiva que le diera
las gracias al pueblo por tan hermosa recepción.
Y el fulano de tal, miembro del Movimiento Juvenil Revolucio-
pario, se tren
oritó:
el
camión que sena de tempiet y tribuna
y des ah
— Compañeros de
partido: a
candidata a diputada está tan satis-
fecha que les ofrece regresar tan pronto como pueda Nunca le
habian dado una acogida como esta.
Y de entre el montón de sombreros de
palma, surgió una voz
anónima que dijo:

— Y pati también tenemos, cabrón.

115
Pose a los años transcurridos —casi medio sigio—. el malecón se
el
mantiene como más hermoso de los passos de Cullachn. Esta
foto comprende la primera etapa del paseo: de la avenida Obregón a
la avenida Bravo.

116
az
se
oy
El Malocó”

Recorrer el malecón —primero paseo "Humaya” y ahora paseo


el
“Niños Héroes”-- pertiendo del puente “Miguel Hidalgo” hacia de
de la historia

ers
poniente, es tanto como tropezarse con un pedacito
Cullacán on cada una de sus residencias, en cada une de las ave-
nidas que ahi desembocan, en cada una de las
pledras que el ca-
minante encuentra a su paso.
Mucho tiene que decimos el malecón, porque ese tramo
Izquierda del
de no
más de dos kilómetros
que se recuesta sobre la margen
Tío Tamazula, es el primer fraccionamiento de lujo que se
conoció en
la capital sinaloense.

Fue el Ing. Napoleón Ramos Salido, director de Obras Públicas


proyectó y
en el goblemo del quimico Manuel Páez, quien planeó, el tramo
ejecutó la primera etepa del malecón, que es precisamente
desde la avenida Obregón hasta la Riva Palacio.
que va
Noobstante mucho tempo transcurrido desde que surgiera esa
el

zona residencial, el malecón conserva mucha de su belleza original.


No ha perdido la prestancia conque nació hace más de medio siglo.

En aquéllos años, tener casa en el malecón era lo elegante, lo de


buen gusto. Lo que diferenciaba a las clases sociales.

Hoy, cuando recorro con otros viejos el malecón. no


faña el
comentario: “por aquí por donde vamos estaba el más grande ba-
surero de Culiacán”... “caminar por aqui, de chamaco, arlesgar-
perder la vida"... "por aqui por
se a hundirse en algún lodazal y hasta
donde vamos caminando coran las aques del Tamazula”. Son
evocaciones de un ayer que no puede Irse como una ápoca más. Son
llempos que quedaron para siempre dentro del alma.

Y es que antes de que el hombre, con su técnica, construyera


primero la presa "Sanalona” y después la “AdolfodelLópez
Mateos"
Tamazula —del
y
Gomenara los rios Tamazula y Humays, la ribera del
puente llamado entonces “Cañedo” hasta el “puente negro"
Ferrocaril Sud Pacífico— era un mar de Inmundiclas.

Y a los lodazales pestllentes, añádale usted que ahí estaba


el
basurero de Culiacán.

Era esa zona la vergDenza de la ciudad.

Paro, además, cuando los ríos Humaya y Tamazula registraban


sus grandes avenidas, las aguas Inundaban todo el
poniente y la vida

18
——
Aquí quiero hacer abrir un paréntesis
que a través de los años llegado hastepara
ha
referirme a un relato
nuestros días como “La
Cruz del Perdón”.

Algunas personas aseguran

£2Ñ.
sólo es una

hAP
que leyenda.

,M+h
Yo tengo elementos para decir que fue una realidad.

Rosales, frente al edificio que albergó


Plosales y después a la Universidad de p
Sinaloa,
!lano en cuyo centro se levantaba une gran cruzsolamente existia un
de madera, llamada
popularmente “La Cruz del Perdón

Se le llamaba así —dice el Lic. Verdugo


vereión de que los mos de faltas leves Fálquez- porque corría la
lograban abrazarss a la cruz, que al pasar por el lugar
eran perdonados y puestos en ¡Ibertad.
Fomántica versión la del autor de "Las
sólo que falsa. Viejas Calles de Culacán'

La malidad —y me acojo
a la honestidad
Abuelo que varlas veces me hablaron de esto— de ml padre y de mi
de madera el estaba en el centro es que esa gran cruz
miemo de aquel llano; pero, manos

Era precisamente ahí, en los


del Tamazula o en los
Impresionantes sauces de la ribera
paredones que dejaban las crecientes de los

Y 41 mi
padre y mi abuelo me locontaban y aseguraban, fue por-
que las circunstancias los convirtieron en
testigos. En los años de

119
popular llamó “La Cruz del Pordón”. Hay verles versiones
des-
pero. 1a más craible, es que en esa cruz pedían perdén los
dichados que eran conducidos a las márgenes del Tamazula, donde
que habío, nadie se hubiera atrevido a mentirie a un niño: y menos sl
aquel niño era su hijo o su nieto.

Apoyado en esto, es
que afirmo que la existencia de “La Cruz del
Perdón" no forma parte de una leyenda.

Es una verdad.

debo sñadir, para evitar posteriores aclaraciones, que no em


Y
ese único lugar en que se pasaba por las amas a los sentenciados
el
a muerte. Las paredes del panteón civil también nos diran mucho al
respecto.

==
Al asumir el profesor Manuel Pbez la gubematura de Sinaloa en el
año de 1933, su director de Obras Públicas —ingeniero Napoleón
Ramos Salido— planeó el proyecto de un muro de contención que
pondría a salvo de Inundaciones el poniente de Cullacán.
El Ing. Ramos Salido habia visitado Francia y de Paris se trajo la
Idea de construir un malecón que cumpliría un doble propósito: dar
protección a la zona poniente de las: aguas del Tamazula y construir
el paseo que Culiacán no tenía.
El químico Manuel Páez y el Ing. Ramos Salido emprendieron la
obra ante el entusiasmo y la sorpresa de las familias culiacanecas;
pero no tuvieron oportunidad de vería concluida.
Miembro del circulo de hombres fuertes que el Callismo tenía en
Sinaloa, el profesor Páez figuró entre los 18 gobemadores que fueron
dessforados al producirse elhistórico rompimiento entre el Presiden-
te Lázaro Cárdenas y el caudillo sonorense Plutarco Ellas Calles.

A Páez lo relevó con carácter de gobemador provisional al enton-


ces coronel Gabriel Leyva Velázquez, quien tomó posesión el 16 de
diciembre de 1935; pero Leyva tampoco pudo teminar el período.

Leyva se enemistó con el también coronel Rodolfo T. Loaiza y 8s-


te maniobró para que el Congreso del Estado lo destiluyera. Y los
señores diputados resolvieron quitarle el poder, sólo que Leyva se
habla encarifado con la gubematura y no la quería entregar, argu-
mentando que sólo el Senado de la República podia destitulrio. Y el
Senado actuó, también lo hizo la Secretaría de Gobemación y quieras
que no Leyva Velázquez tuvo que convertirsa en exgobemador.
La estafeta la recogió entonces don Guillermo Vidales, quien ya
llevaba ocho años consecutivos como tesorero del Congreso de la
Unión.

121
“El Choro" Vidales —como se le conocia en los circulos políticos—

su
terminó sin problemas el período Iniciado por el profesor Manuel

de
Páez. La gestión de “El Choro" terminó el 31 de diciembre de 1038;
pero, como siempre sucede; todo el
lapso del relevo transcurrió en la
más completa oscuridad. No habla dinero más que para las nóminas.
La obra del malecón se detuvo.

Durante su estancia en Culiacán, don Guillermo Vidales vivió en


la casa de hermano Gerónimo —más conocido como “El Cuate"
cuya residencia está en la esquina de la calle Hidalgo y la avenida
Donato Guerra. Durante muchos años, ía residencia de la familia
Vidales fue conocida como "La Casa Bonita".
Y era, verdaderamente, una casa muy bonita. Frente a la entrada
principal había una fuente que llamaba la atención y, en la esquina
del jardin exterior, crecia una amapa de llores azules que más em-
bellecian el hogar de los señores Vidales.

Curiosamente, esa casa no fue diseñada por ningún arquitecto.


Fue el proplo Gerónimo Vidales el que le dio forma, mediante recor-
tes que Iba archivando de revistas que recibla de
los
Estados Unidos.
Cuando don Gerónimo consideró que ya tenis lo que quería, empren-
construcción dela que nor
dió ta muchos anos fue La: Casa Sonie"
de Culiacán.

Hoy ya no lo es.
Se advierte en ella cierto desinterés. La amapa y la fuente de-
saparecieron y tengo Informes de que parte de la casa se renta a

a
varias personas.

Por las razones políticas señaladas anteriormente, fue al coronel


Alfredo Delgado al
que le cupo el honor de teminar la
primera etapa
del malecón y darie a Culiacán un paseo que a la distancia un
poco más de medio siglo, todavía es lo único de que podemos alar-
dear los culichis.
Según me han asegurado quienes saben de estas cosas, esa
primera etapa desde la avenida Obregón hasta la Rive Palacio— es-
14 cimentada con el más riguroso celo y con un apego sin desvia-
ciones a las normas establecidas por la ingeniería para este tipo de
obras. “Ese tramo está piloteado y la pledra que ls sirve de ciman-
tación es garantia plena de que no sufrrá variaciones jamás”, me
decía un constructor.

Pero de la Riva Palacio hasta el “puente negro" del Ferrocarril del


Pacífico, laatuación es diferente.
122
a
se
El tramo se fue rellenando con tierra
y grava y tarde
habrá hundimientos. en algunos sectores del malecón.queRepito
temprano
que
80 me aseguran quienes saben de esto. Yo, como Pilatos.
La primera etapa remataba a la altura de la avenida
Teófilo Norís,
con una plazolete de madera que haca las veces de mirador. Ahi
daban cita numerosas familias y se acomodaban en bancas, también se
de madera, disfrutando de la belleza de los ríos Humaya
y Tamazula
al hernanarse en uno solo —exactamento frente
a ese lugar- y de los
hermosos crepúsculo de Culiacán que siempre han gozado fama —y
Muy bien ganada— de ser los más bellos de México.

Conozco mi pais lo ancho y a lo largo y en ninguna


otra parte
Me ha conmovido tanto la belleza de
ceres de Cullacán.
los
crepúsculos y los amane-

Tengo que repetir lo


que una madrugada me dijo uno de mis com-
pañeros de caminata en el malecón:
— Cuando uno ve este derroche de
belleza, tlene que aceptar que
hay Dios.
Y le doy la razón,

En

esquina de Fiva Palacio surgió la primera residencia que
la fue

construida en el naciente fraccionamiento.


Gracias al malecón se le habla ganado al río una franja de
cien metros. Muy angosta, sí; pero suliciente para que en
unos
el lugar elegante, la zona de lujo de Culiacán. ella naciera

Nuestra cludad comenzaba a caer bajo la Influencia del afran-


cesamiento y esa actitud de los hombres de dinero se reflejó In-
Mediatamente en sus casas. Aunque de todos es sabido que
chalet está construido a base de madera, principalmente, aquí unle
llamó e esa primera casa del malecón: “El Chalet de los Tapia”.
Y lo que menos se empleó en su construcción fue madera.
Sus primeros dueños fueron don Emesto Tapia y su esposa Car-
men Ramos de Tapia, quien posela en la calle Angel Flores,
Carrasco y Obregón, una tienda llamada "El Nuevo Mundo" entre
que se
dedicaba a la venta de telas. Era una tienda muy popular entre las
siempre bien vestidas mujeres de Culiacán, que además
de ser her-
mosas, poseen la admirable cualidad de saber qué tipo de vestido,
qué clase de tela y de cuáles colores deben llevar para lucir más
Esta casa, ubicada en le esquina del malecón y la avenida Riva
Palacio, fue ls primera construida en el paseo. $e le conoca como
el “chalet de los Pelro”:; pero fue su primer propietario don Emesto
Tapia.

124
Los señores Tapia, en consecuencia, deben haber sido gente de
dinero para construirse su “chalet”; sin
embargo, vivieron poco tiem-
po en Bl.
Por razones que desconozco se fueron de ahí y entonces apareció
como inquilino el Ingeniero Constantino Haza, uno de los consiruo-
tores que más obra dejó en Culacén, Incluyendo el vetusto estadio
beisbolero "Gral. Angel Flores”.

Posteriormente, la residencia fue adquirida por don Inés Pelro y


doña María Umiolagoltia de Pelro, matrimonio avecindado en Pericos
y de cuya fortuna se hablaba en miles de millones.

Yo le pregunté al Lic. Rodolfo Esquer Lugo —yemo de don Inés y


de doña Maria-- si sus suegros eran efectivamente tan ricos como se
decia y su respuesta fue que no:

— Don Inés si era dueño de casí todas las tierras de Pericos;


pero, entonces, eran tierras de temporal. Cuando fueron construidas
las presas y las tierras quedaron bajo riego ya no eran de don Inte. El
obiemo las había entregado a los campesinos.
Tal fue lo que me explicó el Lic. Esquer Lugo de la riqueza de sus
suegros, quienes al adquirir “El Chalet de los Tapia”, no lo hicieron
para vivir ellos en él. Se lo regalaron a su hija Irene, quien habla con-
traido matrimonio con Enrique de Rueda Coppel.

Hoy, convertida en viuda, doña Irene Pelro continúa viviendo en la


casa que sus padres le obsequiaron,

Es oportuno añadir que el “chalet” no es ya lo que fue. Padece un


lamentable abandono que le resta el esplendor que tuvo ayer.

Pero ahí puede verse la casa, en la esquina de Riva Palacio y


malecón. Sólo por ser la primera de las que se construyeron en ese
lugar, tiene su rinconcito enla historia.

re
Otra casa que obliga a detener la mirada en ella es la de don
Enrique Riveros, construida en la esquina de Donato Guerra y el
malecón. Tiene un cierto parecido a la de los Pelro, aunque
es la
bas-
tante más grande. En su construcción se advierte la Influencia de
época colonial.
Don Enrique vivió ahi con su esposa Consuelo Cárdenas de
Riveros y, durante años, vieron su hogar convertido en lugar de
reunión de los políticos prominentes de la época. ¿Por qui? Porque
don Enrique fue coronel en la Revolución, fue senador de la Repú-

125
a
blica, fue gobemador Interino y estar cerca de era
él estar junto a un
Arbol frondoso.

el Gral. Pablo Macias Valenzuela se acercaba


E. final al

Cuando
sólo nombre se escuchaba en lablos de los al-
de su sexenio, un
naloenses para sucederio: Enrique Riveros.
el senador Fausto Marin al
Aunque Macias Valenzuela tenia en
hombre que pretendia heredare el poder, el
prestigio de don Enrique,
su procedencia de una familia revolucionaria, su simpatia personal
le acercaba, eran fac-
y
ol trato afectivo que le daba todo el que se
Además, en esa época don
tores muy fuertes en contra de Marin.
Ascciaciones Agí-
presidente de la Confederación de
Enrique era
Colas del Estado de Sinalos y puede aliarse que noverdaderamente
había agricul
hombre
tor que no estuviera de su parte. Era un natural".
popular. Como se dice ahora era “el candidato
Lo era también entre
Porque no solamente era popular en Sinaloa. la República. Cada vez
los sinaloenses radicados en la capital de
México, la palsanade se ves-
que don Enrique llegaba a la cludad de
lla de fiesta. Menudeaban los comelitones, las grandes parrandas
y
fuertes cantidades en el frontón y en el hipódromo.
s0 botaban
Era pues, el “seguro” gobemador aquel hombre de mano prédiga.
Pero no llegó.

Muchos dicen que se le atravesó el Gral. Macias Valenzuela y


hasta aseguran que
don Pablo le contestó:
cuando el opinión,
presidente Alemán le pidió su

— El que usted diga, señor Presidente; menos este.


la liste que se le presentó:
Y que señaló el nombre de Riveros, en
Macias
Yo puedo asegurar que no fue asi. Lo digo por esto: Enrique. Su
Valenzuela efectivamente no sentía simpatia hacia don
Macias Valenzuela
gallo era el senador Marin; sin embargo, cuando resolviera quién
fue amado a la capital de le República para que se
Pablo tuvo la corazonada de visitar primera-
seria el “bueno”, don
mente al expresidente Manuel Avila Camacho, de quien era
compadre.
amigo
y
Avila Camacho le preguntó:

— 2Aquién vas a proponer, Pablo?.


— Al senador Fausto Marín. dijo el mandatario sinaloense.

8
14
— No
lo
hagas —le dijo Avila Camacho-. El caso de Sinaloa ya es-
resuelto. El gobemador será un ministro de la Suprema Corte de
Justicia llamado Enrique Pérez Arce: No propongas a nadie porque
harás el ridículo.
Y don Pablo ni propuso ni vetó a nadie.

Cuántes veces le preguntó el Lic. Miguel Alemán quién


para candidato, la
gustaba
respuesta de Macias Valenzuela fue invariablemen-
le
te la misma:
— El que usted diga, señor Presidente.
El Lic. Alemán le habló del Lic. Raúl Cervantes
Ahumada, de Raúl
Simancas, del Lic. Clemente Vizcarra, del propio Enrique Riveros
de otros distinguidos sinaloenses; pero don Pablo no permitió que lo
bajaran de la mula en que se habia trepado por consejo de Avila
y
Camacho:

— Será el que usted diga, señor Presidente.

Enfadado de
recibir la misma respuesta, el Lle, Alemán dijo final-
mente:
— Será entonces el Lic. Enrique Pérez Arce,

-— ésto quedó del hermoso puente “Cañedo

127
Aqui vivió el gobemador Lic. Teodoro Cruz Vivió
Lino Aguirre. Hoy es el restaurant “La Pradera”. La
numerosas personas.
Lo que sucedió fue una pena. Bastaron unos meses para que los
sinaioenses quedaran convencidos de que don Enrique Pérez Arce
había llegado con muchos años deretraso al goblemo del Estado. Se
lo comieron, sin quitarie los zapatos, quienes lo rodeaban: y tanto

en
derrapó el distinguido poeta que fue menester “enfermario” para que
renunciara y viniera a concluir su sexenio el Dr. Rigoberto Aguilar
Fco. un nombre "que
plenitud.
lia
lo que ms vid que supo ocesrta an
Lamentablemente, habría de pasar mucho tiempo para que
Sinaloa se repusiera del enriqueperezarzazo.

Así es que cuando usted pase por la esquina de Donato Guerra y

a
malecón, fljese blen en esa casa grande. Tiene su historia.

Al mencionar al Gral. Pablo E. Macias Valenzuela debo recor-


darles que 6l es uno de los cinco gobemantes que han tenido su
residencia el malecón.

Los otros cuatro gobemadores que han vivido en lo que por años
fuera el basurero de Cullacán, son el Lic. Alfredo Valdés Montoya, el
Llc. Teodoro Cruz, el
propio Enrique Riveros (aunque Interino) y el
Lic. Fortunato Alvarez Castro (Interino también), cuya residencia está
en la esquina de Victoria y malecón. La casa de Fortunato es bonita;
pero está rodeada por un muro que es una fortaleza.
Sobre esto, hay algo que deseo subrayar.

Si usted se fija en las residencias del malecón, advertirá que las


que fueron construidas en la primera etapa no tienen bardas grandes.
Todas son pequeñas. Creo que se demuestra con eso que el pro-
pósito de los dueños era que casas lucieran su máxima belleza,
sus

pues las rodeaban con Jardínes y hasta con fuentes.


Eran residencias para admirarias plenamente.
Hoy, lo único es que se nos permite ver, son muros Impresionan-
tes. Murallas de roca y puertas cerradas de día y de noche.
¿Seré el signo de los tiempos?.
Lamentablemente al. Y no estoy imaginándome nada. Recorra us-
ted el malecón, como yo lo hago cotidianamente y comprobará cómo
se vivia en Culiacán ayer y cómo se tiene que vivir ahora.

==!
¿Dónde vivió el Gral. Macias Valenzuela?.

130
En la segunda casa que está entre la avenida Juan Carrasco y la
avenida Domingo Rubi.

Vamos
por partes.
Iniciando el recorrido en la avenida Obregón, tenemos enfrente de
nosotros, convertido en ruinas, lo que fuera el hermoso Casino
Cullacén: Tengo Informes de que, provislonsimente, hoy ocupa: et
que fue lujoso edificio, el Intemado del Estado.

Después está un baldío que sirve de estacionamiento. Sigue la


avenida Juan Carrasco y en la mera esquina con el malecón está la
casa que construyó don Francisco Ritz, uno de los precursores de
agricultura sinaloense.
la
Ahí vive ahora el comerciante español Eustaquio de Nicolás, cón-
sul honorario de España en Culiacán.

Enseguida está el que fue hogar del gobemador Macias Valen-


zuela. El mandatario vivió primeramente en el caserón que existe por
la calle Rosales, frente a la Procuraduría General de Justicia, edificio
que durante años también fuera Palacio de Goblemo: De ese ca-
serón, hoy domicillo de la escuela Libre de Derecho, don Pabio se
fue a su hogar en el Malecón, que compartió con su esposa Chalita y
sus sobrinos Ramón y Benjamin Estrella, quienes la vendieron re-
clentemente.

Hoy, la casa que fuera de Macías está siendo completamente


transformada por el nuevo propietario.

La sigulento
E
casa fue construida por el francés Amado Bonardel,
quien casó aquí con Ofelia Andrade, que fue señorita Casino, her.
mosa mujer, prima del notable poeta Jesús G. Andrade. Esta casa
fue vendida a don José María Pablos y, posteriormente, la ocuparon
el Dr. 4. Mariano Carlón y el Lic. Fortunato Alvarez Castro, que
fueron presidentes municipales de Cullacán, en trienios sucesivos.

Las diferencias políticas entre ambos son octanicas y el destino


los levó avivir en la misma casa.

Hoy, la residencia de los Bonardel-Andrade está dividida en


departamentosy oficinas.

Al llegar a la esquina de malecón y Rubl está la morada de don


Alfonso Zaragoza y doña Matlide Moreno de Zaragoza. Bonita casa,
rodeada casí totalmente por [ardínes. Para muchos, es una de las
más bonitas del malecón.

151
a
Hace años, como si hablara a titulo de broma, don Alfonso me
confió que su casa —una espléndida residencia— le habla costado al-
go así como 250 mil pesos. Hoy, difícilmente compraria una llanta de
automóvil con esa cantidad.

En la residencia de los señores Zaragoza se aprecia, más cie-


ramente, lo que yo señalaba a ustedes de cómo se vivia ayer y cómo
estamos obligados a vivir hoy. La casa no tiene bardes y con sólo ex-
tender un brazo, usted puede hacerse de las flores de los Jardines.

Conviene señalar, asimismo, que en esta morada, para recubrir un


muro exterior, se usó por primera vez cantera rosa traida de Mojolo,
un pueblito que está a unos cuantos kilómetros de esta capital sí-
naloense. ¿A qué obedecerá, entonces, que se siga insistiendo en

e
traer cantera de Oaxaca cuendo aquí la tenemos a unos minutos?.

Otro de los gobemadores que tuvo primero su hogar en el ma-


lecón, aunque después se fue vivir a la casa de Goblemo, fue
Lic. Alfredo Valdés Montoya.
el
Nacido en la villa de Ahome, del municiplo del mismo nombre,
Valdes Montoya se convirtió en economista en Guadalajara y en le
capital de la República; pero no conocia nuestro Estado, nl los al-
naloenses lo conocian a bl.

Su desarraigo era total.

Cuando Leopoldo Sánchez Cells se convirtió en gobemador de


Sinaloa en 1983,lo trajo como tesorero. En su tiempo, Lic. Valdes
el

Montoya, prestaba sus servicios en la Secretaría de Hacienda.

¿Cómo se relacionaron Sánchez Celis y Valdbs Montoya?.


De manera segura; no lo sé; pero, supongo que el puente que los
unió fue Emesto Alvarez Nolasco, cuya esposa, Felisa, es hermana
de Alfredo.

Durante sus años como tesorero general del Estado y tras haber
elevado más de 300 millones de pesos un presupuesto que andaba
en los 72 millones,elLic. Valdés Montoya vivió en a primera de las
casas que está en la cuadra que va de la avenida Teófilo Noris a la
avenida Bravo y cuyo propietario ers el químico Juan B. Ruiz, un
hombre que pudo haber hecho carrera en la Literatura.

Juanito 8. Ruíz, cuyo vasconcelismo se le metió en el aima para


elempre, es autor de excelentes cuentos, enlos que se sabores un
allidado lenguajo, producto de un conocimiento profundo del es-

12
El Lic. Alfredo Valdés Mo: ntoya vivió en
esta "Enea, cuyo propietario
0 el quimico E. R
Juan

y la

10
Ruiz está des
pañol. Lamentablemente, la producción del quimico
periódicos del Estado y no será tarea sencilla recogeria
perdigada en
Y, menos, editaría en un
volúmen.

car
Cuando sorpresivamente el Lic. Valdes Montoya fus elegidohacía
Rulz
didato del PRI a la gubematura del Estado, el quimico
muchas bromas sobre su sensibilidad política.

ese
A sus amigos del Club de la Banca —entonces una
Institución que
reuria a los grandes polítólogos de la époce- les decía Juanito:

mm
— Es “admirable” ml Intuición, mi sensibilidad política. No uno

sino varios viejes hice expresamente a la capitel de la República para


orientame sobre quién sería el favorecido por el partido y siempre
mé regresé sin saber nada. Yo pensaba en el guesavense Miguel Ley-
son, en el senador Amado Estrada, en el Lic. Alejandro Barrantes;
pensb en el “zorro plateado” Canuto Ibarra, de Los Mochis; pensé en
mil personas; pero nunca me dio por concederle oportunidad al que
tenía en mi propia casa: al tesorero Valdés.

También solía decir:

— Yo vi a Valdes reunirse algunas noches aqui con algunos

amigos; pero nunca supuse que estaban trabajando para lograr que
fuera el sucesor de Sánchez Celis.
Y le pegaron al clavo.

Tmtar de explicar todas las clrcunstancias que concurrieron para


que el Lio, Valdes Montoya llegara a gobemedor, requeriría no unas
cuantas hojas, sino un libro completo. Baste señalar que el propio
Presidente de la República, el Ll. Gustavo Diaz Ordaz, ya le habia
dado instrucciones a don Alfonso Marlínez Dominguez. presidente
del PRI, para que el “destapado” fuera el general Fienato Vega
Amador; sin embargo, mediante una serie de jugadas hechas por
Sánchez Cells el visto bueno presidencial ss le salió del bolsillo a mi
general.
Cuando Alfredo Valdes Montoya dejó el malecón y se fue a la
casa de Goblemo, las calamidades se precipitaron en cadena en su
contra: se enemistó con el estudiantado universitario, chocó con el
propio Presidente Luis Echeverria y, lo más doloroso, perdió a su es-
posa Judith el 3 de diciembre de 1973.
Por cierto que
dente Echeverria
mismo día. en Hermosillo, Sonora,
públicamente
autorizó
ante su gobemador
el Presh-
entonces
consentido, Carlos Armando Blebrich, una Inversión de 20 mil mi-
llones de pesos para hacer realidad el Plan Hidriulico del Noreste,

134
| Don Comeilo Báiz y doña Marlyoia Clouthler de
Bállz construyeron
esta residencia, que aún despierta admiración por su buen gusto y
el eamerado culdado que se aprecia en todo
el conjunto,
2
con el cual se pretendia que las
aguas de Nayarit y de Sinaloa se
utilizaran también en regar las tierras de Sonora.

Fue entonces cuando el gobemador Valdés Montoya se atrevió a


preguntarie a don Luis:
— ¿Y con qué criterio se hará el reparto del agus? ¿ Económico?

==
= =
¿Sociaí? ¿Político?

Echeveria no podía perdonarie Ieverencia tel a nuestro gober-


nante y en un tris estuvo el economista de Los Mochis de que lo
deseforaran. Inclusive, los senadores sinaloenses que eran el Gral.
Gabriel Leyva Velázquez y Alfonso G. Calderón públicamente pl-
dieron desde el Senado de la República la desaparición de poderes,
aunque a hora de la verdad Calderón se desdijo púplicamente.
la

Alfredo, por su parte, no se quedó con la espina clavada y en un


desplegado que apareció en la prense nacional, les llamó a dos:
los

— ¡Vergúenza de Sinaloa!
—-—
Por eso Insisto en que cuando en la madrugada voy caminando
por las banquetas adoquinadas del viejo primer tramo del
malecén,
Cada residencia, cada uno de los antañones árboles, cada pedruzco
me traen recuerdos que prolongan ml deseo de vivi.
Asi me sucede con la casa en donde ahora esth el restaurante “La
Pradera”.

Ese lugar ha sido sitio de reunión de diablos y de gente casi san-


ta. Luces y sombras en un miamo lugar.
En lo que hoy es "La Pradera” tuvo su hogar el Lic. Teodoro Cruz,
quien de secretario general de goblemo hubo de convetirse en
gobemador Interino constitucional del Estado, por el asesinato “El
del
coronel Rodolfo T. Loaiza, el 21 de febrero de 1944, en el salón
Pato Andaluz” del hotel "Belmar" de Mazatlán.
En mi llbro “Trozos de Vida" yo publico unas declaraciones que
me hizo en el penal de Lecumborr, en la capital de la República,
el
temido asesino Rodolfo Valdes "El Gitano” y en las cuales me
asegura que él no disparó contra Loalzs.
¿Cómo lo Iba e matar al era mi amigo y me debe todo lo que
le.

pedia? —me contestó “El Gitano” cuando le preguntb el él era uno de


los nombres que había disparado contra el gobemador; sin embargo,
habia intereses muy fuertes de por medio y contra viento y marea se

19
Don JesúsL. Tamayo,
sente desspareci
prominente hombre
sl primer propietario
de
empresa
de esta casa
como “la casa espejos azules”.
Una de las primeras casas construidas en el malecin lus la de don
Santlago Gaxiola y doña Rafa Clouthler de Gaxiola y, pese al tiem-
po, es de las más bonitas. El techo volado lus el primero que se
construyó en Culiacán y provocó numerosos comentarios.

138
y
==
e0
le

Zaragoza
taldancias
esposa

malecón
más boniis-de máluctn s8 1 de don
Matilde M. de Zaragoza; está ubicada
sioua+ del están y avenida Rubi No tene bardes y Ire
ys Jardines al alcance de iz=mano del pasante.
resde
Ao

199
Y

El conocido hombre de teatro Miguel. Tamayo y Espinoza de los


Monteros vive_con_su familia,

de epellido Gómez.

100
sostuvo la versión de que el asesino de Loalza habia sido Rodollo
Valdes.

Yo ful, Inclusive, uno de los periodistas que más fuenemente


stacó al Gral. Macias Valenzuela por la
muerte de Loalza. Llegue has-
18 la osadía de señalario públicamente como el autor Intelectual, sin
tener la menor prueba contra él. Todo cuanto escribi al respecto —y
que no fue poco— ahi está impreso en las páginas del periódico "El
Regional".

Fue hasta muchos años después que supe y comprendi que sólo
habia sido un juguete en las manos de los enemigos de Macias. Mo
manipularon como les pegó la gana; pero ma sivió, porque ahí
comencé a darme cuenta de que no hay escripulos para cierto tipo
de políticos. Todo, menos perder, aunque en las espuelas se lleven a
la propia madre.

ms
Y vuelvo al malecón.

Al caer asesinado Loaiza, el Congreso del Estadó nombró


para
substituirio al Lic. Teodoro Cruz, quien vivia en esa cómoda casita
con su esposa Lupita Guerrero de Cruz.

Debo señalar que al coronel Loaiza le cupo el honor de ampliar el


malecón casi hasta el “puente negro” del ferrocarril del Pacífico. Y lo
hubiera terminado, porque Loaiza —y.eso me consta porque se lo es-
cuché— se sentía en deuda con Cullacán, ya que por indicaciones
suyas se suspendieron aquí para slempre los anuales festejos del
Camavel, sólo para que adquiera más realce el Camaval de
Mazatlán.

Loaiza jamás hubiera pensado que la gran fama al camaval


mazatleco —una fama tan poco agradable— s8 la ¡ba a dar 8l mismo
con su propia vida.

Fue muy poco lo que el Lic. Teodoro Cruz —"El Mayo” para sus
amigos—- pudo hacer durante el interinato que conciuyó el dia último
de diciembre de 1944.

El Lic. Cruz y doña Lupita todavia permanecieron aquí un tiempo;


pero luego se fueron a México, en
donde el abogado se convirtió en
jefe del personal de Petróleos Mexicanos con el apoyo
amigo el Gral. Manuel Avila Camacho.
de
su gran

Estaba en Petróleos la última vez que lo vi.


Ful e visitario porque me estaba muriendo de hambre en México.

1a
a
se
Yo Iba de la provincia y los grandes periódicos nacionales me ce-
maban las puertas; pero, soy necio, soy terco como una mula y no
había noche en que no
rogando una oportunidad.
visitara todas las redacciones solicitando,

— No se moleste en venir- me decian. Nosotros le mandaremos

un telegrama a su casa cuando haya una oportunidad.


Como conozco loschilangos como el hubiera parido a varios de
ellos, yo sabia que el tal telegrama era una forma elegante de ahu-
yentame de las redacciones y por eso insistl en ser yo quien los:
visitara noche tras noche:
Pero el hambre era mucha y ful a veral Lic. Cruz:

Eramos amigos y no me negó la ayuda:


— Mira: el quieres un trabajo en Petróleos, vente mañana mismo.
Aquí son excelentes los sueldos.
— Por eso no lo acepto, licenciado me atreví a declrie-. SI le
digo que sí, me voy a quedar aquí y lo que yo quiero es ser periodis-
12. Ayúdeme con algún dinero para comer. Yo no sé qué demonios
tendré qué hacer; pero un dia me abriré las puertas de un periódico,
aunque sea a patadas.
“El Mayo" Cruz me regaló algo de dinero; yo maté el hambre por
un tiempo y meses después ingresaba a un periódico nacional: Me
trajo suerte el exgobernador con su generosidad.

¿Y qué fue de la casa en que el Lic. Cruz vivió en el malecón?

Primero ocupada por el club Río, cuyos socios tenian como


principal preocupación disponer, siempre, de un lugar en dónde en-
trarie el trago sin der explicaciones a nadie. El Club Río emigró y en-
tonces estuvo ahí una casa del estudiante. Después —legaba el
momento de acercarse a Dios-- la habitó el obispo don Lino Aguirre
Garcia. quien llegó de Jalisco con su padre don Pedro, su madrastra
Marianita y sus hermanas Obdulia y Juanita.

Posteriormente estuvo funcionando ahí un lujoso restaurante


llamado “El Chalet”, que no arrojó los resultados que ss esperaban,
Después ocupó la casa la familia de los señores Max Hach y Maria
Luisa Delgado de Hach. Más tarde ¡legó una plaga disfrazada de Club
de los Mazatlecos y ahora está en tumo "La Pradera” del rechoncho
Héctor Loaiza, dueño de unas de las barrigas más hermosas que se
conozcan en Culiacán.

Propietarios de esta casa fueron el comerciante y agricultor

12
la
Manolo Zazueta —hombre muy estimado
en
Cullacan—
doña Rosario Cárdenas, cuyo nombre hasta muchas de y au esposa
sus intimas
fonoran cuál es. Como sólo le llaman "La Giera” Zazueta, sl
usted
pregunta por doña Rosario, no hay respuesta.

Voy a una
referimme
A
vez más a la casa en donde viviera el Lic.
Alfredo Valdez Montoya.

La residencia fue vendida —ignoro la fecha— al


banquero Cecillo
Riestra, cuya espose es la Lic. Jesús Jiménez, una de las
bonitas que conoci en mís años de universitario. Fulmos muchachas
amigos, le
tuve un gran aprecio y el paso del tiempo
hace años que no la veo. lo
ha enriquecido, aunque

Cuando escribia estas líneas supe por propia “Vimines”


hemos llamado siempre- que el estado de salud de su
le así
esposo está
muy quebrantado.
— Vivimos en una
engustia permanente—, me ella,

————...
dio teletó-
nicamente.

——
Frente a la residencia de los señores Zaragoza, en la
Rubl y Malecón, se encuentra la casa que fue de don Albertoesquina
de
Y esposa Carmela Astorga de Schiller.
Schiller
De origen alemán, Schiller llegó a Cullacán
a trabajar como 16c-
nico en una tenería propiedad de alemanes apellidados Timmerman,
lgnoro al venía por un tiempo determinado. Lo
quedó para siempre. que sé es que aqui se

Lacasa es rara; pero, bonita y llama la atención un escudo herál-


dico que aparece, en bajorelieve, al ple de uno de los
taneles que dan precisamente al malecón. grandes ven-

Ignoro la razón de ese escudo de armas.


Tal vez sólo sea un adomo. Tal
vez, expresión de la procedencia
aristocrática del propietario.

Durante el goblemo de Alfonso G. Calderón, la


Schiller fue adquirida por la administración estatal casa de los
y entregada el Lc,
Miguel Gaxiola, en compensación por otras
que éste
calle Rafael Buelna al oriente y que era imprescindible poseía por la
demoler para
construir lo que hoy
mente, DIFOCUR, como esse
el Centro Cultural del Noroeste o, simple-
le ¡lama.

105
+
el
A la fecha, en esta casa viven Emilio
Aguerrebers y su esposa
Yolanda Gaxiola de Aguerrebere. Ella es hija del Lic.
Miguel Gaxiola,
ya desaparecido.

Lamentablemente, no solamente las casas que el Lic. Gaxiola


poseía en La Buelna fueron demolidas para construir el Centro
tural del Noreste, Bajo la plqueta cayó el edificio Cul
Jue Penitenciaria del Estado y que, como si fuese que
durante años
un sarcasmo, es-
taba delimitada por las calles entonces llamadas Libertad
dencia. e Indepen-

El edificio de la penitenciaría fue una


de las obras maestras
produjo el talento del Ing. Luis F. Molina, muy acertadamente que
le-
mado “El Constructor de Culiacan”. El edificio fue
de septiembre de 1810. Un año después, Inaugurado 15
ya en plena “Bola”,
Molina tuvo que huir de Culiacán y radicarse con el
Ing.
su familia en los
Estados Unidos.

De haber pormanecido en Culiacán, lo hubiesen


fusilado. Entre
los revolucionarios figuraba un coronel que
lobuscó con empeño en-
fermizo porque deseaba fusilario “como escarmiento”.

El edificio de la penitenciaria adquirió fama


en todo México
su belleza arquitectónica. Hoy sólo tenemos fotografías y la rablapor
de
los amantes del arte, contra el modemo Atila.

PO y
Hay
=
residencias en el malecón que han resistido
lucen tan bellas como ayer.
el paso del tiem-

Una de ellas fue construida por Santlago Gaxiola


y doña Rafa
Clouthier de Gaxlola. Es una casa de dos plantas de ella
Mucho en el tiempo en que fue construida, y se habló
porque se daba un vuelco
notable en lo que era el buen gusto en materia de construcciones. Se
iniciaba la modemización.
El techo de
la
casa es una plancha volada, sin pilares y esa fue:
Sra de las razones por las que llamó mucho
cia no tiene la
atención, La residen-
bardas. La protege un enrejado alto
mirar los bien culdados Jardínes y el esmerado que no Impide ad-
mantenimiento que
recibe todoel edificio.

Santiago Gaxiola fue militar la mayor parte de su vida. De 6l


pudieran escribir incontables hechos que lo Identifican se
Sonaje singular; péro esa tarea es de los historiadores. como un per-

Hijo mayor del matrimonio fue Luis Gaxiola


Ciouthier, quien se
dedicó a la agricultura y a la política, aunque con
no muy buena for-

145
tuna. En Sinaloa, fue el primer candidato del PAI que perdió una
diputación federal.

a
Doña Rafa Clouthier de Gaxiola continúa viviendo ahí.

Otra hermosa residencia es la que construyó el matrimonio de


Comeiio Bátiz y María Auxiliadora Clouthier de Bátiz, contigua
“Chalet de los Tapia”.
al
Proyectista de esta obra notable fue el ing. Germán Benitez,
quien adquirió prestigio en la capital sinaloense por el elevado nú-
mero de obras que ejecutó y el buen gusto que invariablemente les
Imprimía.
En opinión de los
que se tiidan de conocedores, la residencia de
Comello y Mariyola Ciouthier de Bátiz —como desde jovencita
laman sus amistades— es hasta la fecha una de las casas señoriales
de Cullacán.
Dado su
estilo -dicen— “por ella no pasan los años; parecen res-
petaria y embelieceria”.

En un temeno adjunto a esa residencia, los señores Bátiz-


Clouthier construyeron otra casa, más pequeña, en la que vivió por
elgún tiempo su hija Beatriz, quien casé con el Industrial Sergio
Suérez, uno de los hijos del multimillonario Manuel Suárez, recien-
temente fallecido.

Ahora viven ahí también José Humberto Romero Bátlz nieto del
matrimonio propietario de
Fomero.
la
residencia— y su esposa Elsa Aguirre de

José Humberto es ahijado del ex Presidents de México, Lic.


Miguel Alemán.

Añadiré que esta residencia es también de las más bonitas del


málecón, pese a que no es una de las más nuevas,
——
En la esquina de Morelos y malecón está otra hermosa construc-
ción: la casa de don Jesús L. Tamayo y doña Jesús Múller de
Tamayo.

Esta es olra de las obras que ostentan el sello inconfundible de la


modemidad que imprinía a sus construcciones el Ing. Germán
Benftez.

16
Don Antonio Amézquita, respetable hombre de
negocios de
Cullecán, vivió con su familia en este casa, que hoy es propledad
de los hermanos Rodarte Salazar,

17
a
A esta residencia se le conoció, durante muchos años, como "la
Casa de los Espejos Azules”. La explicación radica en que, efecti-
vamente, se le colocaron espejos azules en (a sala y en algunas
habitaciones, detalle del que hasta entonces ningún constructor
había echado mano y que resultó altamente atractivo.

Muchos ingenieros destilaron para ver el efecto que causaban los


espejos azules y varias personas de solidez económica, amigas de
familia. Múller-Tamayo, también acudian para tener elementos que
le
nomaran su criterio.
Yo me supongo que en Culiacán
cias con espejos de ese color;
debe haber ahora otras residen-
pero, esa fue la primera.

Posteriomente, el matrimonio Tamayo se instaló en la colonia


Chapultepec y la casa fue adquirida por los señores Oscar Torres y
Esperanza Delgado de Torres.
Avia fecha, el propietario es el señor Felipe Acosis, quien com-
parte la hermosa residencia con su hemana Giorla.

=>
Precisamente frente lá residencia de los señores Tamayo —

enzando la avenida Morelos está otra un tanto cuanto extraña.

La construyeron Carlos Pérez Aguirre y esposa Victoria Gúbmez


de Pérez. Don Carlos por muchos años fue cajero del Goblemo del
Estado y, posterlormente, hízo fortuna en la venta de muebles para
oficina.
En la esquina, la
casa luce un pequeño torreón, como sl la
inten-
ción hubiese sido construir un castillo; pero sl usted la revisa com-
pletamente, encontrará que también tiene mucho del estilo conocido
como californiano. Y aigo de colonial.

Extraña, rara; pero, no lea.

Ahora es propiedad del Lic. José Gaytán Ramirez.

El mantenimiento ha sido desculdado un poco, según puede ad-


vertirse; sin embargo, luce la casa.

==
Residencia que tiene ahora gran movimiento es la que constr-
yeron don Antonio Amézquita y esposa Catalina Urias de Amézquita.
Se le identifica táciimente, dado que es le construcción que sl

10
la
tiene muchos detalles de un verdadero chalet suizo. El construcior
fue
otro de los Ingenieros célebres de hace algunas décadas: Cons-
tantino Haza.

La casa tiene un frente amplisimo, adomado con trozos de


madera.

Sobre el buen gusto, en su tiempo provocó agrias discusiones.


Hoy,debido a que ha
sufrido varias remodelaciones, las disputas han
pasado a un segundo término.
Los actuales propietarios son los hermanos Rodarte, que la acon-
Gicionaron para oficinas. El gran movimiento persiste, el ajetreo es
ininterrumpido: pero las causas son ahora muy distintas e las de la
época en que vivió ahí el
matrimonio Amézquita.

A
Otra casa bonita, por la abundancia de Jardines y Arboles, as la
del conocido hombre de teatro Miguel Tamayo Espinoza de los Mon-
teros.

Hombre que nació para el arie, que vive por el arte, ha hecho de
su casa une morada en la que el tiempo parece detenerse. Creo que
detiene. Miguel Tamayo cuenta con auténticas joyas de pintura,
escultura, de música; plezas bellísimas que ha encontrado en sus
Viejes por todo el mundo ¡este señor sl es andariego, no como el
que escribel-— y cuando yo le pregunté qué pensaba hacer con todo
es0 que ya desearía para si el museo más prestigiado, su respuesta
no me sorprendió:
— Plenso donario a la Universidad de Sinaloa.
No me sorprendió, porque Miguel está vinculado a la Universidad
no de ayer, sino desde la década de los sesenta, cuando terminó
sus estudios en el Heróico Colegio Militar, en la cludad de México. él
Cuando llegó, ya traía el virus del arte.

Habia muerto su padre y a Miguel le correspondió concluir la casa


en que ahora con su madre, doña Maria Espinoza de los Mon-
vive

leros de Tamayo; su hermano Rogello; su hermana Carlota, casade


con Armando Avila.

Casa bonita por fuera. Por dentro, fascinante.

Otro detalle que distingue esa las


residencia de 35 restantes que
36 extienden en el malecón
“nacimiento” que año tras
de la avenida Obregón al poniente,es
año Instala Miguel y que provoca ad-
el

miración de millares de personas. Lo asombroso es que nunca


mismo “nacimiento” y nunca son tampoco las mismas figuras. es el
100
—_—]——]_—]—]]]].ÑG———"
Cada diciembre, niños y adultos gozan de un espectáculo her-
moso y, rara avis, gratuito.
-——
Metros adelante del restaurant “La Pradera”, hay un gran lote, en-
montado, que pertenece a la sucesión del indusvial don Manuel
Suérez

Ahí estuvieron —por la calle Zaragoza-- las oficinas de la empresa


de Agua de Culiacán, cuyo titular era don Gerónimo Vidales. Cuando
el goblemo delLlc. Enrique Pérez Arce compró la empresa de agua,
el señor Suárez conservó en su poder muchos terrenos, entre ellos
ese lote que dete tener, comercialmente, un valor altísimo.
Enseguida de ese terreno está
la casa en que vive dona Enriqueta
viuda de Gómez Llanos. Es un hogar sobrio, tranquilo; de agradable
presencia.
Encontramos después la casa del Lic. Miguel Buelna, hermano
del Gral. Rafael Buelna, el llamado Granito de Oro de la Revolución.

Preguntando por aqui y nor allá,


en'sus años de estudiantes en
supe que los hermanos Buelna,
el Colegio Civil Rosales, integraban
un dueto al que le sobraba “trabajo” noche tras noche.
'Me dicen algunos viejos:

— Cantaban bonito, lo que sea de cada quien y


braban, pueb no había noche en que no se les invitara e "serenatear”
a las muchachas bonitas del Colegio Rosales y a muchas que no es-
tudiaban, porque sus padres lo consideraban innecesario o tenien
manera de enviarlas a Europa para que regresaran hablando frances,
que era lo de mejor gusto en esos años.
Quién iba a imaginarse que el chamaco de las románticas se
renstas Iba a convertirse en una de las figuras casi legendarias de la
Revolución. Ahora vive ahí Angélica, hija del Llc. Buelna, casada con
Jaime Vila:

Laque sigue, es otra de las casas bonitas del malecón.


La construyeron don José Mariano Romero y doña Cuca Elenes
de Romero, cuyas hijas Beatriz y Alicia fueron dueñas de una belleza
excepcional. De tipos completamente diferentes, ambas atraían las
miradas de hombres y mujeres en cualquier lugar en que
presentes.
se
hicieran

Tanto Beatriz como Alicia puede afirmarse que llenaron una época
en
esta cludad, tan pródiga en bellezas.
150
Pérez Aguire, funcionario público dumnte varios años, con-
Hi en la esquíns de malecén y avenida Momlos, esta casa que
propiedad del Lic. José Gaytán y familia.

151
Su casa del malecón, en consecuencia, era el contro de reunión
de la juventud de aquellos años. A toda hora del día y de la noche,
habla muchachas conversando con Beatriz y Alicia y muchachos que
como mariposas revoloteaban en tomo de elias.
Además de hermosas, eran simpáticas.

Esa casa la adquirió, posteriormente, don Antonio Amézquita y


fue el regalo para su hijo Roberto, cuyo matrimonio con la señorita
Dora Tarrba, terminó por la muerte prematura de Roberto. Ultima-
mente la habitó el Llc. Esteban Moctezuma, funcionario estatal.

——
El agrícultor estadunidense Santiago Wilson —conocido en todo
el norte como “El Gringo”-- y su esposa doña Esther Alcalde de WIl-
son, construyeron también en la cuadra en donde está “La Pradera”
una casa que ha sido hogar de varias personas.
“El Gringo" Wilson fue uno de los precursores de la horticultura
en el norte de Sinaloa, principalmente en la-región
de Bamos y
durante años fue uno de los Importantes exportadores a los Estados
Unidos.
En esa casa vivieron, posteriormente, un maderero de nombre
Salvador Castillo; el comerciante José Castaños; el maestro univer-
sitario Emesto Carmona Nenciares; el agricultor y comerciante en
semillas Ramón Gastélum y su esposa Natalla Escalante de Gas-
telum:

Hoy la ocupan algunas oficinas particulares.


——
No tengo muchos Informes de dos casas que aún me restan de
esa primera etapa del malecón.
Una —me aseguran— fue construida por Rafael Rodriguez Rábajo,

jefe de ayudantes que fuera del gobemador Manuel Páez o, por quien
fuera su esposa, doña María Eugenia del Corte.

Hoy está rentada a la Secretaría de Pesca, que tiene ahl las


oficinas de su delegación en Culiacán.

En la otra a que me refiero viven unos joyeros de apellido Gómez;


pero, inicialmente, ahi estuvo una casa que don Jesús Tamayo cons-
truyó para su hija Maria Luisa y que fue su regalo al contraer ma-
trimonio con el químico Héctor Peña Bátiz.

Por razones que Ignoro, no la ocuparon.

182
La primers stapa del malecón se Ínició proplamente
a
avenida Juan Carrasco. Estas son sus primeras dos
casas. A
Quierda. la que fue de don Francisco Ritz. A la derecha,
Ocupó el gobemador Pablo E. Macies Valenzuela, uro de loslacinco
q
Gobamantes que han vivido an ese passo.
ir
brincemos a las casas que ocupan el tramo que va de la Bravo
Y
al“puente negro". Aunque casl todas son de construcción más o
menos reciente, voy a mencionarias.


Después de la casa que fuera del químico Juan 8. Ruiz y ahora
del banquero retirado Ceclllo Alestra, están les de los señores
Entique Coppel Tamayo y Yolanda Luken de Coppel; don Luis Coppel
y doña Inés Tamayo de Coppel; Enrique Avarez y Magda Coppel de
Alvarez; el prominente radiodifusor Héctor Ramos y Lolín Ortiz de
Ramos. Su casa, muy hermosa, fue adquirida al Banco Nacionel de
México.

Enseguida está la casa de Francisco del Rincón Bernal.

Una casa de finos acabados es la siguiente: Fue construida, al


parecer, por elpediatra Héctor Caraza, quien la vendió posteriormen-
te al Industrial Miguel Reyes, que la regaló a su hija Manena cuando
se unió en matrimonio a Jesús Vazquez.
Desaparecida ella en la flor de la juventud, el resto de
su familia
ahi continúa viviendo.

De esta casa destacan los adomos de piedra que lue traída del
cercano municipio de San Ignacio. Se maravillaban los arquitectos
por la belleza de la pledra y mostraban su extrañeza ante quienes
In-
sistian en traer cantera de Oaxaca.

Esta casa fue construida por el entonces muy Joven Ing. Eduardo
Bátiz Gaxiola.

Enseguida está otra casa, bonita, que fue construida por Miguel
Sarabla, mazatieco de origen y, por años, funcionario público. Años
despues la compró don Miguel Reyes, quien la convitió en lugar de
frecuentes reuniones sociales. Pocas casas han sido escenario de
tantas festividades.
Y culmina la cuadra con un lote baldio que era propiedad del Dr.
Humberto Bátiz Ramos. Se lo heredó a su hija Paulina y ella lo ven-
dió recientemente a Enrique Coppel.
Después de la avenida Bravo está la casa que fuera de don
Procopio y doña Cuquita Ramos, padres de Héctor y Mario Ramos.
Cuando se pasa por all se recibe la Impresión de que está aban-
donada. No se ve que esté habitada.

Después, todo, es modernismo. Las residencias están surgiendo:


pero, como decia Inicialmente, solamente se ven los grandes muros,
las murallas que ocúltan las que seguramente son grandes residen-
cias.

EC
enrejada, la casa del empreseño Francisco del Rin-
.
18, una de las residencias más bonitas
de mejores.
acabados: viven en ella Jesús Vi /ázquez y los hijos de suy matrimonio
con Manena Reyes, ya desaparecida.

185
a
Tiene
elPaseo “Niños Héroes" un aspecto negativo que no me es
posible desdeñar, nl pasarlo inadventido.

Es esle: en la margen Izquierda del río Tamazula, enfrente pre-


cisamente de la avenida Teófilo Noris, fue construido el primer “pazo
Indio” y la primera galería filtrante que abastecería de agua un am-
plio sector de la cludad.
El proyecto —me aseguran quienes han estudiado el caso— incluía
la construcción de otros pozos y otras galerías y, especialmente para
satislacer esa eventualidad, se dejaron sin ocupar unos temenos
suficientemente amplios adyacentes al lugar en donde están los
laboratorios de la Junta del Aqua Potable de Culiacán.

Los terronos a que hago referencia fueron vendidos por alguna de


las últimas administraciones estatales, tal vez porque cobraron vida
proyectos más ambiciosos o porque urgia ese dinero. Por lo que
haya sido, ahí se levanta ahora un edificio de departamentos.
A ningún gobemador me atrevo a lanzarie una acusación a este
respecto. Los años me han aconsejado que primero adquiera les
pruebas y después diga lo que convenga.
Y asi concluyo este recorrido por el malecón que hago diariamen-
de como
vuelvo a vivir. Como decía Sigmund Freud: soy como una ardilla que
y
terapia para alargar un poco mi vida. Veo, plenso, recuerdo
junta nueces en el Inviemo. Yo después las convierto en recuerdos
para vivir.
TERCERA PARTE
E:
Los Mochis, Owen y Johnston

Dejo constancia de mi agradecimiento al Sr. Fran-


cisco E. Ramos “Pano”, por la invaluable ayuda que
me prestó para corregir y ampliar Informes sobre Los
Mochis que son pare de mi archivo, riqueza
que
acumulé durante cincuenta años
en el periodismo.

Albert Kinsey Owen, el utópico que soñó en la cresción


colonis socialista o comunalista en Topolobampo. A casl
el
de distencia, 1
emporio que deseaba crear es una realidad.
E
Meses después de haber Ingresado a la redacción de “El Sol de
Sinaloa”, su director Manuel Ferreiro y Ferreiro me llamó a su pri-


vado para tratar "un asuntito”.

Me dijo:

— ¿Te atreves a vivir en Los Mochis?.


— Por supuesto; pero ¿qué hay detrás de esa pregunta?
Manuel Ferreiro nunca me ocultó sus planes
excepción:
y ese vez no fue
la
— Mira: no te voy a andar con mentiras. Tú sabes que Leopoldo
Sánchez Celis está buscando la gubernatura del Estado y que no-
sotros (él hablaba de los "Soles”) le estamos ayudando; pero te-
nemos desprotegido el norte del Estado y necesitamos establecer
otro periódico en Los Mochis, sólo que no se le deben ver las orejas
al lobo, Tiene que ser un periódico comercial, no un periódico po-
Títico. í
Asi nació en Los Mochis el matutino "El Sol del Valle”, un pe-
riédico con el que hicimos más ruido del que Manuel Ferreiro llegó a
pensar; le supliqué que en cuanta oportunidad surgiera reforzara la
redacción con los ases que tenía en “El Sol de
Sinalos" y fue por eso
que estuvieron cayendo a la cañera cludad a dame la mano periodis-
tas de la categoría de Abraham García Ibarra, de Isalas Ojeda, de
Esteban Zamora Camacho y otros. En la administración yo tenia a
“Pano” Ramos y con eso me bastaba. No sé cómo lo hacia; pero
cuanto dinero se requería, ahi estaba 8l resolviendo el problema.

Trabajamos con tanto entusiasmo en "El Sol del Valle" que


apenas meses después de su nacimiento y no obstante que pe-
riódico se imprimía en Culiacán, logramos hacerio circular en todo el
el
norte de Sinaloa y, publicitariamente, lo volvimos autosuficiente.

Lamentablemente, Manuel Ferreiro y Ferrelro se accidantó, causo


baja de la entonces Cadena García Valseca y quienes estábamos en
Los Mochis quedamos casi al
gamte.

Un día, sucedió lo que yo temia.


Telefónicamente me ordenaron cerar el periódico y concentrame
en Culiacán.
Lo confieso: estaba encarinado con "El Sol del Valle”. Lo había
fundado, lo habla llevado de la mano hasta darle vida propia y sin
haber una razón que lo
Justficara, simplemente me ordenaron:

180
— ¡Clérrelo! Eso se acabó.
Ytuve que mataro”.

——
Sin embargo, los. casi cinco-años que vivien Los
dejaron recuerdos imborrables y.- sobre lodo, Mochis me:
¡Mifación por su. gente que
me grabaron una a”
se enriquece conforme ve transcurriendo.
el iempo. ¡Cuánto quieren los mochitecos
a su bonita cludad!.
Soy testigo de que nada de lo mucho
2ado se le ha concedido gratuitamente. que Los Mochis ha avan-

Cuando yo llegué —en la dicada de los 50-


no consiltula una
Sxageración al rmar que Los Mochis bien podía
del lodo en el noreste. pasar como la capital

Era Una peña ser testigo de aquel deprimente


espectáculo,

Con los hombres, el problema era mayor.


En algunas. calles se colocaban vigas
y tabiones-a
Puente para ir de una acera e otra: pero el lodo losvobvia. manera de
8 exceso y era Irecuenta ver a los mochitecos perder al
dibujar une cabríola en el aire y der el plstanazo equilibrio,
lodo. en aquel mar de

Hoy, el mcuerdo de ese ayer no tan lejano


quienes la vivimos y 10 sufrimos en tame propiaprovoca risas: pero
—me cuento entra
ellos no le encontramos tanta diversión.
Aquel iodazal Tue un reto que sólo se podia
acépiar Con el espíritu
Progresista de los mocnitecos: Lo aceptaron 16
mado tantas batallas desde su fundación. y ganaron. como han
*

No voy ardar nombres, porque


estoy seguro de la pobleción
mochiteca lo que prefiere es condenarios al olvido. que

10
E
Cuando llegué a Los Mochis era presidente municipal Miguel
León López, más conocido como "El Chino".

Ea
Tipo listo, Inteligente, partidario de que "en política todo se vale,
menos perder”, León López había logrado echame al bolsillo al
gobemador Gabriel Leyva Velázquez. No miento. A fuerza de hale-
gos, de no dejario solo ni un segundo cuando ml habla general visitaba
Aquella región: ofreciéndole comelitones en las que de todo en
abundancia —y cuando digo todo, quiero decir todo— el alcalde
ahomense logró cuanto se habla propuesto.
Un día me
lo confió:
— Amigazo: voy a pavimentar el primer cuadro de la cludad.

— ¿Y de dónde vas a sacar el dinero, Miguel?


Con orgullo que no tenía porqué ocultar, el señor presidente
municipal afirmó:
— obra la ven a
La pagar los vecinos. Pavimentación y alumbrado:
público. Ya lo verás.
Y lovi.

Miguel León López me explicó que con el apoyo gobemador del


Leyva Velázquez habla logrado que la compañía constructora “La
Reforma”, que en ese peñodo hacia obras por todo Sinalos. finan-
ciara la pavimentación y el alumbrado del primer cuadro de Los
Mochis.
Se antojaba un sueño.
Pero el alcalde procedió a la integración de un Comité pro
Pavimentación y, como representante de los vecinos, se eligió
presidente del mismo al Dr. Eduardo K. Labastida —padre del actual
gobemador Lic. Francisco Labastida Ochos-. hombre respetado y
respetable que gustaba de la política, aunque jamás aceptó que sele
postulara para algún puesto de elección popular.
El Dr. Labastida recomó casa por casa el primer cuadro de la
cludad. habló con los propietarios. Encontró algunas oposiciones,
pero le sobraron argumentos para obtener, finalmente, la anuencia de
Todos y el 26.de noviembre de 1957 se iniciaron formalmente los
trabajos ante el júbilo popular.

La supervisión de los trabajos quedó a cargo de técnicos de la


Comisión del Rio Fuerte y me consta el celo ejemplar conque dieron

102
a
de
Benjamin Francie Johnston es, para algunos mochitecos, el hom-
bre que aceleró el desarrollo de la cludad. Pars otros —y son los
más-— fue un aventurero que no

visto bueno técnico.

Calles
Que
se detuvo ante nada hasta convertir-
36 en el amo del valle del Fuerte.

cumplimiento su responsabilidad. Inclusive, fue menester que al-


gunos tramos de calles, cuyo pavimento no salisfacia las especi.
ficaciones contenidas en el contrato, se rehicieran
hasta obtener el

Se explica tal escrupulosidad, porque Independientemente de


se iniciaba el principio del fin de aquel mar de lodo
Los Mochis, no debe olvidarse que se trataba
pagarían los propios vecinos.
que
que fueron las
de una obra

163
a
Fue de calidad el trabajo, que el primer cuadro de Los Mochis,

E
no obstante aus 31 años de edad, no ha sufrido el menor deterioro.

Después de Miguel León López; continuaron trabajando an la am-

tal
los alcaldes Antonio López Bojórquez (1960-
mt
ds
priación del pavimento

TNT
Te
(19724974)
Dr.
6. Calderón (1963-1905),

naa ale
Emesto Oriegón
Oscar Aguilar Pereyra, el Lic. Jalme
(19681971)
zón

Felipe
|
Villares:
el

sue manos el
cultor

Moreno. Cuando estas líneas son escritas,

NApaste amigo en-


en

gobiemo el experíodista-politico EmestoMOTA


Cea Ta

que
-
ac0,

Tranablo en. :

— Yo no seré un alcalde anodino, ni un alcalde más.

tiene
fecha
Yo dejo los Juicios al tempo.

E
Debo regresar unos años en este relato. porque seria Imperdo-
nable olvidar una obra que fue —y que es aún— de gran Importancia
pers Los Mochis: el drenaje.
Fue malizada la obre durante la administración de Francisco
Ceballos y la pagó integramente la
ciudad. El drenaje aún
funciona, 'sólo que de unos años a la no ss le ha dado mar-
tenimiento y no habré de transcurrir mucho tiempo para que se pler-
a ente inutilidad.
Ya funcionaba entonces un Comité pro Mejoramiento de Los
Mochis, cuyo presidente era don Emilio Ibarra Almada —padre del
Dr.
Julio Ibarra Urrea, fundador y, hasta hace poco, rector de la Univer-
sidad de Occidente—. A don Emilio, Los Mochis le debe mucho de su
progreso. Fus un-nombre dispuesto alempre a serviria a la
ciudad y
estado
pocas obras se deben haber reallzado-en les que-no haya
presente.
Lo concei periectamente y an cuanta ocasión teniamos de con-
marcar me hablaba de Los Mochis de ayer y de Los Mochis de ahora.
La ciudad era su orgullo.

Por don Emillo supe algunas cosas del utápico Alber K. Owen,
hombes "cuyos sueños admiraba; y le ascúchá mucho también de
Genjemin Francis Johnston, de quien se expresaba en tóminos con-
denmtorias.

— Em ur demonio, Un evénurero. SI hizo bastante por Los


Mochis: pero 8 qué costo!
al
EA
León
E
poemnaatos
de

4 los vecinos

Bición
mó de le ett
por ecalde Miguel
la
Lopes y
Labastida, quienes pagaron integramente
primer cuadro.

A
ba
poniaEduardo cio.
la pavimentación del

don Emilio Ibarra Almada le correspondió la taras de persuadir


paré que no negaran su ayués económica pers la
realización del drenaje y el éxito fue la respuesta a su tenacidad.

Fue es! como Pancho Cevallos pudo Introdudr el drenaje de


aguas negras y parte del drenaje pluvial.
——
Es probable que algunos lectores se sorprendan ante la dispo-
que se advierte en los mochitacosporsumarse a cuanta obra
represente un beneficio para la comunidad. Esa actitud 'no es pro-
dueto de la casualidad.
En use comportamiento está el genio politico de uno de "los 1-
deres obreros más notables que hays producido Sinaloa: Rosendo G,
Castro.

Fue diputado federal por el primer distiilo (cabecer-en Los


Mochis) y fue, asimiamo, secretario general del Sindicato Nacional
Azucarero. Su fuerza política era determinante en el norie de Sinaloa
la
y sibien es verdad que su carácter no era un terciopelo, debe hacerse
hincapié —y lo hago en obsequio a la justicia— en que él Intuyó. por
su innegable sensibilidad, que en tanto no se lograra la urintentar
de todos los sectores de a región, poco o nada se podría en
beneficio de la cludad.

La expropiación
de
las
tlerras de la Unidad Sugar Company, em-
F. Johnston para convertirse en dueño de
presa creada por Benjamín
Casi todo el valle, més fuerza adquirida por los trabajadores
la

azucareros y los campesinos, hablan abierto grietas que no sélo no


se cerraban sino que dia tras día se volvian más profundas.
La ¡des de poner término a esta situación se convirtió en meta
para Rosendo G. Castro. El pensamiento de la solidaridad se
volvió
obsesivo en 8l y dia tras día trabajó sin desmayo en la empresa hasta
dar con la fórmula.

Ahí está el origen de la creación del Comité pro Mejoramiento del


municipio de Ahome. Y mire usted lo que hizo Rosendo G. Castro
para que la unidad fuera verdad.
Logró que fuera elegido presidente el Lic. Francisco Gastélum S..
quien era vicepresidente de la United Sugar Company: es decir las
fuerzas reaccionarias que Impidieron el progreso del municipio; es-
taba también Carlos Ramón García, una de las más limpias figuras
del agrarismo sinaloense y cabeza principal en las gestiones para que
los campesinos y agricultores recuperaran las tierras que Johnston
había adquirido pagéndolas al precio que le dabe la gana y con di
nero que
gocios sucios,
no
tenia ningún valor. porque el gringo, entre otros ne-
se dedicó a falsificar “bilimbiquis” y dólares. Rosen-
el general
do juntó el agua con el acelte. Figuraba, asimismo,
Octavio A. Serrano; el lider obrero Nicolás Mariscal. Ahi estaba el
pueblo todo.
Para algunos, Johnston fue como un dios. Para otros fue un Ines-
crupuloso aventurero, de
Toense.
lospeores que hayan plsado tiera sina-

Gracias a esa solidaridad por la que tanto luchó Rosendo G. Cas-


fo, fue que años más tarde se pudo introducir el drenaje y, poste-
riormente, se iniciara lo que parecia un sueño: la pavimentación.
Todavia a fecha elpueblo mochiteco es ejemplo de cooperación.

No es de extrañar, en consecuencia, que en Los Mochis haya es-


cuelas, calles, mercados, ejidos, pueblos y un boulevard que llevan
su nombre. Eso y más se merece este auténtico lider —lider, no far-
sante- del obrerismo sinaloense.
——
108
Esta fotografía es histórica. Marca el momento en que se Inició la
pavimentación del primer cuadro de Los Mochis. Aqui aparecen el
alcalde Miguel León López, el Dr. Eduardo K. - Labastida, presidente
del comité pro-pavimentación y, hablando, el secretario del Ayun-
tamiento Francisco “Pano” Ramos. Terminaba le era del lodo.

167
a
la
Lamentablemente, el final de Rosendo G. Castro fue dramático.

Habla problemas entra los trabajadores azucareros de Tamazula.


Jalisco y el sinaloense secretario general del sindicato fue Invitado
para que intentara restablecer el onfen. Rosendo G. Castro fue a
Tamazula y se presentó en el lugar de le reunión. Como todos los
trabajadores lo habían hecho ya, l también dejó su pistols sobre la
cubierta de un escritorio. Era la señal de que deseaban la paz.

Se planteó el problema, los grupos comenzaron a discutir, Inter-


vino Rosendo varias veces y la posibilidad de arreglo no surgia.
Habla un lider tamazuleño, Miguel Montaño, que se opania todo
convenio. Cuanto se proponia; Montaño lo rectazabe Inmediatamen-
Ye, hasta que se hizo de palabras con el sinaloense.

La discusión fue agría. Se cayó en los Insultos personales y am-


bos, simultáneamente, decidieron recurrir a las amas. Más joven,
más ágil o con más suero, Montaño llegó segundos antes hasta el
escritorio, tomó primera pistola que estaba a la mano y a que-
marropa balaceó a Rosendo, matándolo.
Cruel Ironia. Cuando cesó ía confusión, pudo comprobarse que
Montaño habia dado muerte a Rosendo G. Castro con la propia pls-
tola de éste-
Ese fue su lamentable final: pero su obra perdura. Sú genio
político se maniliesta 2 cada pasó que se de por Las Mochis.

——
He
recordado repetidas veces a Francisco Ceballos y contirnuaré
haciéndolo, porque su llegada al poder provocó uno de los muchos
hechos políticos que más han conmovido a la cañora ciudad.

Concluia el trienio de José A. Burgueño (1945-1947), cuando la


CTM —entonces si la fuerza política más poderosa en el nore-
comenzó a prepararse para postular a su candidato a alcalde, sólo
que los ¡ideres no se ponian de acuerdo porque ya (a división había
Techo presa de ellos.

Un grupo proponia a Francisco Ceballos y el oro a Samuel C.


Castro. Ambos eran miembros de la CTM.

Anfe tal situación, el

comité ejecutivo nacional del Partido de ln


Revolución Mexicana —hijo del PNR y padre del PRI-.. ordenó que se
celebrara una elección Interna, eminentemente democrática y que se
postulara candidato al triunfador.

188
Fue exactamente lo que acaba de hacer el PAI en algunos mu-
nicipios de Sinaloa, lo que pone de manifiesto que en política es muy
poco —tal vez nada” lo que hay verdaderamente nuevo bajo el Sol,

Aquella elección ¡ntema de 1947 la ganó Ceballos por una dite-


el
rencia de mil votos y, aunque no la anuló, PRM acordó no apoyara
ninguno, dejándolos en libertad de conlender libremente. Fue una
elección apasionante y nuevamente la ganó Ceballos, convirtiéndose
asi en presidente municipal constitucional.
Cuando Ceballos llegó al final de su mandato (1942-1950) otravez
hubo sainete político, aunque en esta ocasión con graves repercu-
siones. Fue un escandalazo.

Por primera vez un miembro del sector popular se alrevia a de-


saliar la fuerza cetemista. Ese valiente fue Héctor Ibarra Guerrero,
quien dirigía un despacho contable y que ya tenía la protección de su
hermano Canuto, el célebre “Zorro Plateado”.

Por la CTM se presentó como aspirante Alfonso G. Calderón,


quien estaba impedido constitucionalmente porque habla nacido en
Calabacillas, Chihuahua y, en esos años, se requería ser sinaloense
por nacimiento para aspirar a un cargo de elección popular. Yo no sb
a qué estratagemas se recurrió: pero en manos de Calderón apareció
UN acta de nacimiento que lo hacía aparecer como hijo del mineral de
San José de Gracie, en plena sierra sinaloense.

Esa acta llegó a manos de don Fidel Velázquez y el Jerarca ce-


temista echó por delante el impetu de su entonces vigorosa Juventud
para hacer triunfar al “sinaloense” Calderón.
Pero, los enemigos de don Alfonso viajaron expresamente a San
Jos Gracia y
de
consiguieron también pruebas fehacientes de que el
acta de nacimiento era apócrila. Coplas del acta verdadera fueron en-
tregadas al gobernador Gral. Pablo Macias Valenzuela y al lider Fidel
Velázquez y ambos se enfurecieron por el engaño de que se les había
hecho objeto.

Inclusive, Macías Valenzuela comisionó al Lic. Amado Estrada


Rodíguez para que fuera a San José de Gracia a comprobar el Alton-
$0 G. Calderón era sinaloense o chihuahuense y luego puso el asun-
10 en manos del Lic. Manuel Lazcano y Ochoa, que era Procurador de
Justicia del Estado, para que tomara la decisión final.
Las pruebas resultaron adversas a Calderón y el hombre quedó
eliminado como candidato; pero con don Fidel Velazquez le fue peor.
Tanto se indignó el señor de las gafas negras, que durante largos
doce años lo mantuvo en la banca y no fue sino hasta 1983, en el
primer trienio de la administración de Leopoldo Sánchez Cells, que
don Fidel levantó el castigo.
le

160
Reformada la constitución política de Sinaloa, Calderón fue alcal-
de de Ahome del 1 de enero de 1063 al 31 de diciembre de 1965. Fue,
la suya, una buena administración y de eso dan fe todos los mo-
chitecos.

Durante su mandato, Inclusive, la transformación urbanística de


Los Mochis alcanzó importantes niveles.

Fue —seré reiterativo— uno de los buenos alaldes que ha tenido


Ahome. Trabajador incansable
Y años más tarde, como gobemador de Sinaloa, su gestión fue
también buena:

Debo recordar que siendo alcalde de Ahome, ordenó deribar la


cerca infamante que delimitaba la “Colonla Americana” que cobró
vida con Benjamin Johnston. Era un pedazo de tiema mexicana, que
los mexicanos no podian pisar. Calderón la tiró, sólo que ya para en-
tonces la United Sugar Company habla dejado de existir y el Ingenio
azucarero era propiedad de don Aarón Sáenz.
Fue un acto populista; pero, blen planeado.

Lamentablemente, el peor enemigo de Alfonso G. Calderón está


dentro de si mismo. Pocos políticos con ago tan exagerado: más no
es eso lo peor, sino la poca importancia que él le concede a la dig-
nidad humana.

==
Do las actas que se le entregaron al Gral. Pablo E. Macias y a don
Fidel Velazquez, destacaban algunos Informes.

Don Donato Calderón, padre de Altonso, contrajo nupcias dos


veces. De su primer matrimonio nacieron Paulina, Adriana y
Domitila. De su segundo matrimonio —con doña Guadalupe Velarie
de Calderón- hubo cinco hijos: Maria, Rosa, Donato, Alfonso y
Elvia.
De ellos. sólo Elvira nació en San José de Gracia. Los otros vi-
nieron al mundo en Calabacillas, Chihuahua, Incluyendo Alfonso,
que nació en 1913.
Don Donato Calderón llegó a San José de Gracia en 1916 y dos
años después, solo, parió rumbo a Los Mochis. Sufrió grandes
penurias y hasta que estuvo debidamente Instalado envió por su
familla a San José de Gracia.

Tal vez de ahí surgió el cariño de Calderón por San José y la obra
que hizo en favor del semiabandonado poblado.

170
Za
Desde su nacimiento, Los Mochis ha provocado la
polémica.
Su propio nombre ha sido, es será motivo
y de discusiones sin
que se llegue a una conclusión.
¿Qué significa la palabra Los Mochis?.

Existen varias hipótesi: pero todas carecen de razonamientos


satisfactorios.
En lengua maya existe la palabra Motchic, que significa
Evaristo Fregozo Ureña, en su Interesante llbro “Historia tortuga.
Gráfica de
Los Mochis”. recoge la versión de que en las cercanias
de Bateve abundaban las tortugas y eso generalizó la
de la laguna
Chic. que con el tiempo se convertiría en Mochis.
palabra Mot-

Estudiosos de la lengua cahita están completamente


cuerdo con esa teoría y afirman que Mochis en desa-
se deriva de Mochle,
nombre de una yerba que utllizaban los Indios contra varias
medades. Era una yerba parecida al qulite. enfer.

¡Al viejo
Lencho Robles -padre del ahora diputado federal Llc. Sal-
vador Robles Quintero y por quien yo sentia
él correspondía con un gran admiración a la que
trato deferente que nos convirtió en amigos.
le pregunté varias veces de dénde venia la
palabra Los Mochis y
siempre me daba distintas respuestas.

Generaimente terminaba aconsejándome:


— No te
quiebres la cabeza. Esta palabra es muy vieja,
decian mis padres y un día te voy a ya la
contar la verdad. Todo eso que
dicen estos —se referia a los pseudohistoriadores--
son pendejadas.
Lencho, por desgracia, murió sin revelamme el
ficado verdadero signi-
Y
por cuanto a mi hace, ya no a seguir buscando.
Dejémoslo en tortuga o en yerba medicinal voy
0 en lo que les pegue la
gana.

Parecido problema representa la fecha del nacimiento de la atrac-


tiva ciudad.

Para algunos viejos. le fundación debe


iniciación de la primera zafra del ingenio
hacerse coincidir con la
azucarero de Benjamin Joh-
Tston, en el año de 1903 y así se le acepta;
miten desmentir tal afirmación. pero hay hechos que per.

En realidad, primero cuando Owen


y después cuando el gringo
Johnston llegaron al valle del Fuerte, ya existia un poblado, un
caserío si se
quiere, que llevaba el nombre de Los Mochis.
Ahora que cualquiera que sea la verdad sobre el nombre y la fun-
dación de la
cludad, lo realmente importante es cómo la reglón pasó
del sistema feudal imperante en México, al scciallmo y de éste al
capitalismo, culminando en el gobiemo del Presidente Cárdenas con
la envrega de la vlerra al campesino en una histórica decisión que,
cuando menos en Sinaloa, provocé grandes derramamientos de san-
gre.

apasionante “El Edén Subvertido”, expresa Serglo


En su libro
riega Noriega que la
política exterior de los Estados Unidos durante
el siglo XIX, en lo que a sus efectos sobre México se reflere, se
manifestó en dos etapas bien definidas.

La primera duró poco más de medio siglo y se caracterizó por


vigorosa y agresiva expansión territorial que produjo la mutilación de
nuestro pais y un trauma en la conciencia del pueblo mexicano.

La segunda etapa se distinguió por una "politica pacifica" y amie-


tosa que permitiera el flujo de capitales y ciudadanos norisameri-
canos hacia México. Esta política fue llamada “la penetración pa-
cífica” a causa de sus postulados, que indicaban procedimientos
cuidadosos y pacientes que, sin imitar a México, permitieran que la
economia mexicana quedara firmemente supeditada a los intereses
de los Estados Unidos,

Bianco de esa “penetración pacífica” fue, primeramente, la Im-


ponente bahia de Topolobampo.
El tumo inmediato sería para el valle del Fuerte, con Los Mochis
como corazón del mismo.

Es amplisimo el material que existe sobre Topolobampo y su


frustrado colonizador Albert K. Owen, así como de las tropelias y de
las obras asombrosas de Benjamín F. Johnston.
Quien lo desee, puede leer “El Socialismo en México, Sigio XIX”,
de Gastón García Cantú; “El Valle del Fuerie", de Emesto Gámez;
“Mochis, Fruto de un Sueño Imperlalista”, de Mario GIll; "Topolo-
bampo, la Metrópoli Socialista de Occidente", apuntes de don José
C. Valades: “Breve Historia de Los Mochis”, de Teófilo
Leyson Pérez;
“El Edén Subvertido”, de Serglo Ortega Noriega: "La Conquista del
Valle del Fuerte”, de Mario GI; "Los Viejos Barrios de Los Mochis”,
de Cipiiano Obezo Camargo, “Sinaloa, Historia y Destino”, de Her-
berto Sinagawa Montoya.
Y hay muchos más libros.

172
a
y
la
Ese material tan valioso y la información
que recogl de varios
viejos residentes del valle del Fuerte, permitieron escribir estas
fíneas.

Seguramente que he incurrido en equivocaciones. No


toriador. Disciplina tan celosa no tuve la oportunidad de soy his-
Sin embargo, si doy pábulo a que me corrijan aprenderia.
los hechos, me daré por satisfecho. Sinceramente lo se
y que esclarezcan
creo deseo, lo

me
==
DonJosé C. Valades fue el primero en ocuparse de la utopía que
hace más cien años se Intentó en Topolobampo.
de

Traza don José, en su libro “Topolobampo, Metrópoll Socialista


del Occidente”, una historia romántica como fondo de las preten-
siones de Albert K. Owen de dar vida a una colonia en un lugar de
ensueño —el valle del Fuerte que llamaría "Cludad de la Paz”.
Maro Gill en su “La Conquista del Valle del Fuente”,
afina que la
historia verdadera de la colonia cooperativa de Topolobampo
escribirse. está por

p€2Á—.2mr
Vafirma:

2xÑÑ—Ñ—.m-Ñ—.á-á.á..á.
“Algunos supervivientes de la utopia rechazan la calificación de
“comunista” aplicada al régimen Imperante en colonia". En esa
$poca, realmente, hablar de comunismo era qual a hablar
en la casa de Dios. del diablo
Lo que Owen pretendia era fundar Una organización cooperativa,
Comunaliste: pero, contra su voluntad, la colonia fue adoptando las
formas típicas de organización que entonces se suponlan
una sociedad comunista.
propias de

Mario Gill llega la conclusión, en su interesante


Owen deseaba el trlunfo por encima de estudio, que
sistemas. Le era indiferente
El cooperativismo, el capitalismo o el comunismo.

Haciéndose el milagro, unque lo hiciera el diablo.


Nacido el 20 de mayo de 1847 en Chester, Delaware Country, Pon-
nsilvania, Alber K. Owen acompañó a su padre en la de
secesión de los Estados Unidos, estudió ingenieria y, ya alguerra
servicio
los
de
inversionistas propietarios del Ferrocamil Denver-Colorado,
Inició los estudios para construir un tren que
partiendo de la frontera
los
sur de Estados Unidos llegara al centro de México.
En el pueño de Mazatián, Owen escuchó hablar por primera vez
de Topolobampo.

173
P—2———————————
y
Benjamin A. Carman, cónsul norteamericano, le habló de ese
“lugar de ensueño". Owen pudo hacer el viaje hasta un año más tarde
y comprobó la veracidad de las palabras del cónsul Carman,

Dice Mario Gill que “elespectáculo era Impresionante. Por un


lado la enorme rada tranquile y, por el otro, la planicie inmensa;
alrededor, la soledad sin fin. Pese al cansancio, esa noche Owen no
pudo domnir, arrebatado por
de la luna vio la bahia de
su
Onuira
imaginación desenfrenada. A la luz
cruzada por navíos que enarbolaban
las banderas de todos los países del mundo y, de la sabana, surgir
una gran ciudad rodeada de chimeneas de Iábricas, una ube moder-
na como la más modema y grande de los Estados Unidos, con
muchos parques y alamedas edificios de muchos pisos, an donde
se movia una multitud cosmopolita.
“Habia encontrado loque buscaba: una teminal para un ferro-
carril y un gran puerto de condiciones excepcionales para el tráfico
madtimo Intemacional. La historia modema del valle del Fuerte se
Inició esa noche de septiembre de 1872".

En el proyecto de Owen era fundamental la supresión de la


propiedad privada. Inclusive, seria suprimida la moneda y sustltuida
por un llamado “crédito de trabajo”. “Los hogares serían construidos
colectivamente dice Mario Gill y poseldos a perpetuldad. Se cons-
trulian asimismo en comunidad, caminos, escuslas, hospitales,
fábricas, bibllotecas, universidades, sistemas de Imigación, etcétera.
Los colonos, con sú esfuerzo conjunto, construlran una gran me-
trópoli; producirían todo lo necesario para su subsistencia y expor-
tarian los excedentes para obtener aquello que no pudieran producir.
El ferrocarril planeado por Owen a través de la siena de Chihuahua
sería construido por todos y operado lambién colectivamente en
beneficio de la comunidad”.

Y 88 afirmaba en el proyecto:
“Topolobamo será la ciudad del abajo, de donde quedarán ex-
cluidos los hoigazanes”.

Esta empresa requería de gruesas sumas de dinero y Owen creó


“The Credit Foncier of Sinaloa” para financiar. En los Estados
Unidos se le dio gran publicidad al proyecto los
colonos comen-
zaron a viajar a Topolobampo. El primer grupo llegó el 10 de noviem-
bre de 1886 y el segundo una semana más tarde.

Lo que encontraron fue lo


contrario de lo
que se les habla ase-
gurado. No había agus, no habia habitaciones, no
habla alimentos,
no había medios de comunicación.

174
No obstante lo anterior, los colonos no se arredraron y Owen
tampoco: se amilanó. Se puso al frente de los
grupos y los guió al
paraiso prometido. A falta de cómodas habitaciones comenzaron a
construir “chinames” como los de los Indios y para sembrar los
alimentos que necesitaban le rentaron mil acres al hacendado don
Zacaras Ochoa, en el predio La Logia, un lugar que se localiza a
unos kilómetros de la
villa de Ahome..

De don Zacañas Ochoa —bisabuelo del Lic. Francisco Labastida


tendremos que escribir bastante, porque 8 fue una de las

fue
Ochos-—.
grandes victimas de Benjamin F-Johnston:

La colonia de Owen contó hasta con periódico propio y en su


primera edición, su editorial afirmaba que el valle del Fuerte "es rico
en recursos naturales; lo único que necesita es que se le desarrolle
con trabajo Inteligente. En unos cuantos años habrá aquí cientos de
miles de sinaloenses progresistas y esta región de México llegará a
ser, como Califomia lo es hoy. uno de los mejores lugares sobre la
Tazde la tierra”.

La prosperidad de La Logia fue notable, tanto es así que


Presidente Porfirio Diaz le encargó al gobemador de Sinalos, don
Francisco Cañedo, que visitara la colonia y ayudara a sus pobladores
sociales “en lo posible”.

El sueño de una sociedad sin clases prosperaba sorprendente-


mente. Surgían organizaciones culturales cuyo éxito fue de tal map-
nitud que llegaron periodistas de todo el mundo para dara conocerel
éxito del nuevo orden social.

Con ellos llegó también un rico


Industrial de Kansas llamado
Christian B. Hoffman, quien organizó la Kansas Sinaloa Invesiment
Company, que le imprimió un vigoroso Impulso a la colonia, aunque
poco a poco introduciendo el germen del capitalismo hasta que
logró, primero, desplazar a Albert K. Owen y, después, arrasar con
todo hasta su desaparición

Hoffman aprovechó hasta hechos sin Importancia para dar el zar-


pazo final a un esfuerzo increible de los colonos de Owen que se
tradujo en la construcción del canal Los Tastes, obra hidráulica que
aún en estos días en que se cuenta con maquinaria para todas las
necesidades, se caliica de excepcional. Año y medio trabajaron
hombres y mujeres con picos
porfin,la y
palas y el 2 de julio de 1892 se abríó,
compuerta de la bocatoma.
El Iriunfo final quedaba al alcance de la mano de la colonia.

Pero ahi estaban Christian 8. Hoffman y sus ambiciones.


y "leales" y

175
como se habia establecido que todo pertenecería a todos. el desor-
den y la anarquía se presentó pronto. Se hicieron esfuerzos en el ex-
tranjero por salvar la colonia socialista; pero todo fracasó. Para col-
mo de males de Owen, eldinero que los colonos le habian entregado
para que pagara las tierras, él lo había Invertido en
los trabajos del
ferrocamil y así fue tarea sencillisima acusario en los Estados Unidos
de fraude.

Entretanto, en el valle del Fuerte ya se hacia sentir Benjamin J.


Johnston, quien logró que las
tierras no pagadas por Owen, fueran le
adjudicadas por el gobierno de México.
Y así quedó liquidada la utopia de Albert K- Owen; pero, no sus
principios.

Entre las cartas que la


maestra Clarissa A. Kneeland, quien llegó
con Owen a Topolobampo, le escribió a su amiga mexicana Anita
Padilla viuda de Pero, formada
en uno de sus párrafos:
en
las escuelas de La Logia, le dice

“The Credit Foncler of Topolobampo" falló, Anita; pero nunca d


la manera tan terrible, terrible, terrible, como han fallado los Estados
Unidos de Norteamérica. Albert K. Owen fue un soñador que per-
siguió un hermoso ideal que no fuimos capaces de hacer realidad en
aquel tiempo; pero. yo afirmo que la civilización actual se deumbará
2 menos que nosotros, en los Estados Unidos
y,
ustedes en México y
todos en los demás paises de la tierra, encaminen sus pasos, muy
pronto, por elcamino que Owen quería que nosotros elguléramos en
la colonia. "The Credit Founcier" fracasó y mi corazón sufre todavia
el dolor de ese fracaso, mi alma canta a su memoria, a la aurora de
su gloria y doy gracias a-Dios por el privilegio de haber participado
en esa empresa”.

Patético y elocuente mensaje que a cien años de distancia no

7
pierde la frescura de la actualidad.

¿Cómo legó Benjamin F. Johnston al valle del Fuerte?.

Hay varias versiones: pero yo le doy más crédito a lo que me


relató el viejo Lorenzo Robles, ml amigo “Lencho”, el padre del Lic.
Salvador Robles Quintero.

Lencho Robles me confió que Johnston era un gringo joven,


"buen mozo”, que periódicamente viajaba al occidente de México
para vender baratijas.

—¿TÓlo conociste, Lencho?—, le pregunté.

1
a
Su respuesta fue tajante:

lo

de
— Clero que conocí, Era grandote, tuerto y muy bueno para
platicar, Era un gringo ladino, el
cabrón.
— ¿Ladino quiere decir pare tí que era un tipo astuto, paligroso?.
— Te digo que era un sinvergbenza.
— ¿Por qué lo dices, Lencho?.
Y entonces aquél Indío
mayo de cuerpo pequeño, con un corazón
que no le cabía en tan frágil estructura; que luchó porque la tierra .
fuera devuelis a los campesinos; que murió tan pobre més
de como
VIVI, me Ínvitó que lo acompañara a San Miguel Zapotítián unos
kilómetros de Los Mochis— para que presenciara las festas de la
Semana Santa.
a
Ful con 4l, porque prometió contame lo que sabia de Johnston
durante esa semana. Y me lo contó.

Antes de que lo repita para ustedos les relatarb algo gracioso que
me sucedió en San Miguel cuando andaba con Lencho: una India me
mire, sonreía, bajabe la mirada y luego me volvia mirar y a so-
nel,
Cuando le pregunté a Lencho qué estaba pesando, sonrió mos-
trando su dentadura chimuela, hizo girar el cigarro de hoja en sus
labios prietos y casl al cido ma dijo:

— Ya tienes mujer p'a la nochl. Cuando


una mujer te mira y se rie
contigo, ya chingaste.

¿Yo tendiá compromiso con algún Indio?.
— Creo que no —me dijo, aunque luego añadió: ahora
que al ella
ya tiene marido, ponte aguzado como los jabalines, porque al te con-
flas, el marido te ve e moler a cabronazos,

Forlas dudes. el romance quedó para otra ocasión.

=>
Lencho Robles me aseguró que don Zacarías Ochoa, hombre que
ere dueño de grandes extensiones terras en lo queahora es el im-
presinante valle del Fuerte, poseia lambién un pequeño ingenio
azucarero llamado “El Aguila”.
Don Zacerias vivia ahí con su familia, encabezada por doña
37
a
Altagracia Inzurza de Ochoa.
Un día —siguió contándome Lencho-- don Zacarías se encontró a
Johnston por el rumbo de Aglabampo. El gringo le cautivó con su
facilidad de palabra y don Zacarías terminó por brindarie la hospl-
talidad de su
casa en "El Aguila".
A todos los cautivó el “gringo ladino”, menos “La Chinita”
como cariñosamente le llamaban a doña Altagracia.
En cuanta oportunidad tenía, ella le advertia a su marido:

— Zacarías: ten culdado con ese gringo. Es muy labloso y no sé

porqué me da maia espina. Cuidate de una mala jugada.

Don Zacarías defendía al extranjero;


— No, mujer, no hay porqué tenerle miedo. Benjamín es un hom-
bre bueno.

No lo era.

¡Cuando don Zacarías lo supo ya erá muy tarde. Johnston habla le


quitado la fábrica, le hacienda
doña Altagracia se había cumplido. y
las tierras. El presentimiento de

De lo que Lencho Robles sabia, de lo que he podido leer al res-


pecto, de lo que me contaron algunos viejos mochítecos, se des-
prende esto:

Johnston le habló a don Zacarías Ochoa de a


conveniencia de
ampliar el Ingenio. De Instalar una fábrica grande. En toda forma,
deda la existencia de suficiente tlema para sembrar cuanta caña se
necesitase. Eso incrementaría la producción y se multiplicarían las
utilidad

Don Zacarías habló de que no disponía de recursos económicos


para montar una fábrica diez o veinte veces más grande.
— Pero yo puedo conseguirlos en los Estados Unidos —ie dijo
Johnston. Y añadió-: lo que sobran en estos momentos son capi.
tales para Invertiren México.
Johnston comenzaba a tender la red.
Cuando regresé de los Estados Unidos suscribió con don
Zacarías un convenio, mediante el cual éste se comprometia en-

tregar anualmente determinado tonelaje de caña. De no cumplir con

178
a
la cuota establecida, pagaría una sanción económics. El gringo, por
Su pañe, se compromet ía moler cuanta caña entregara su socio.
Lared se habla completado.
Vino un año melo en cuanto a lluvias y no fue
posible que don
Zacarias Ochos entregara su cuota de caña y así comenzaron
sus
deudas hasta que finalmente, como
se
lo había advertido “La Chl-
Mita”, mister Johnston se quedó con la fábrica, con la hacienda
y con
las tierras,
Lo más grave de todo
el
esto fue que dinero que Johnston le en-
Vegaba a don Zacarías por concepto de utllidades en la fábrica,
carecía de valor. Eran “bilimbiques” que el gringo imprimia
en los
Estados Unidos y que criminalmente hacía circular en el valle del
Fuerte. Cuando murió don Zacarías y sus deudos Intentaron
recu-
perar el dinero que les correspondía, se encontraron con la
de que sorpresa
el
protegió.
señor Ochoa había sido timado por el hombre a quien tanto

—-
Y don Zacarías Ochoa fue
el único. Johnstoh no tuvo piedad
no

con nadie. No se sabe ciertamente de qué artes se vell;


noche a la mañana, logró que el goblerno le otorgara una pero,
de

concesión
la
para tomar el agua del
río Fuerte mediante una gran obra hidráulica
que, por sospechosa coincidencia, seguia exactamente el trazo del
canal Los Tastes construido por los colonos de Albert K. Owen. En
1903 logró su primera gran zafra. Ya era lo que deseaba: el

amo.
Dueño de la tierra y del agua, Johnston corisolidó
su Imperio y
comenzó a obtener fantásticas utilidades.

Al estallar
la
guerra, negocio todavia fue mejor, porque Estados
el

Unidos le pagaba un precio excelente por todo el azúcar


que
dujera. Johnston formó entonces la United Sugar Company pro-
y se
dedicó a vialer por todo el mundo. Había alcanzado la gloria anhe-
lada.

Después de la Revolución, el amo absoluto del valle del Fuerte


eramister Johnston.
Quienes lo trataban más de cerca. aseguran frecuentemente
subia al cerro de “La Memoria”, desde el cual seque
aprecia en toda su
plenitud el valle del Fuerte,
Johnston se recreaba con el espectáculo y expresaba su deseo de
ser sepultado en ese cerro.

178
y
— Quiero seguir viendo mi valle—. solía decir.

Este, tal vez, fue el único de los caprichos que no se le cumplió,


porque no murió en Los Mochis sino en Hong Kong, durante uno de
sus incontables viajes. El 9 de marzo de 1937 se acostó a dormir su
acostumbrada siesta y ya no despertó.
Para algunos, fue el visionario que no se detuvo ante nada para
acolerar el progreso del valle del fuerte: Pare otros; Tus eslo
estafador. Un vividor sin escrípulos. La antítesis de Owen.
nhADI

==
Por decreto del Presidents Miguel Alemán, el 27 de Junio de 1651
se creó la Comisión del Rio Fuerte, organismo que fue factor de-
cisivo an el desarrollo del valle del Fuerte, porque no clrcunscribló su
acción a programar la correcta explotación del agua a Incromentar
la producción: egricola, sino que la hizo extensiva a cuanta obra
representaba un beneficio para la comunidad.
Cuando el Lic. Alemán andaba en plena campaña presidencial,
los mochitecos también andaban entusiasmados con la ¡dea de que
el proyecto de une gran proa, aguas amb del río
28 hiciera reiidad
vente,

Y cuando don Miguel visitó Los Mochis;-el slcalde-


que era
Samuel C. Castro lo recibió con un discurso en el que Invirió el 90
de las palabras en demandar la construcción de la press.

Finalmente, cerró con estas palabras su Intervención:.


-Denos la presa, licenciado; y nosotros le daremos de comer a todo
México.

==
Al nacer la Comisión del río Fuerte, el propósito tundamontal era
la construcción de una gran presa. Se pensó primero en un lugar
denominado Balojequi, despube en Huites y; Inalmente, quedó en El
Mahone.

El Ing. Heriberto Valdes Romero, conocido como “El Chapo" y


personaje que se
granisó la amistad de todos los mochitecos por su
humanttarismo y su amor por el valle, fue el primer vocal ejecutivo de
la Comisión
y
autor de los primeros estudios sobre la presa.
Sóbre esto, hay quienes úlcen que la Secretaña de REcumos
Hidáulcos tenia —y tiene su propio departamento de proyectos:
sin embargo. en el caso de la presa de “El Mahome", hay pruebas
180
Irretutabies de que los estudios los inició “El Chapo” Valdés.
Inclusive, el insisila en que la presa ss construyera
en Huites;
aunque por razones económicas se escogió el lugarconocido como
El Mahone: Debo aciarar que don Bueneventura
Ocnoa, hombre que
Sonocia la región como a sus propias manos,
porque la'recoria:con
frecuencia dado su oficio de agrimensor, Insistió
mucho en que el
poblado era llamado
por los- Indios como El Máune y no
Mahone. “Don Buenaventura era abuelo del gobemador Labastida como'al
Ochos:
No
€ 6 hizo caso'y aunque la presarllova el nombre de "Miguel
Hidalgo”, el poblado en donde se levante la cortina quedó
registrado
como “El Mahone”. Ahora, hay quienes, víctimas de un melinchlemo
tonto, hasta pronuncian "Majonel”. Muy “a la Ingless”, según ellos.
Al ing Valdés Romero le
correspondió la saisfacción de iniciara
construcción de la presa “Miguel Hidalgo”: pero no lográ veria
cuida. com
Un día. cuando recorrie un céfro
por el rumbo de San Miguel
Zapotlán, unos sobrinos suyos que le acompañaban
voluntariamente un demumbe y una de las pledras poleo provocaron ¡n-
beza al funcionario. Ya no volvió e trabejar. Su salud en la ca-
más precaria y temiinó por moriren plena basilica de
cada vez fue
Gusdalupe, ylo.
lima de un infarto.
Le
sip
quién durante cómo
el gobiemo d
val
eleculivo el 109. 4008 Hemindaz Terán,
dente Diaz Ordaz fue llamado a
Convertirse en Secretario de Recursos Hidráulicos.

16908
Teno ún proyecto extimoninario
Los poblados de México, con
que hará postle daríe ajuá a
tres mil habitantes como minimo,
Srlegro mostrarie el proyecto al LIc- Gustavo Diaz Ordaz
yo sar el
titular dela
Secretaria.
El proyecto lo conoció Diáz Ordaz
y. tal y como lo
Ig. Hernandez Terán, el presidente se entusiasmó con elsuplsierá al
pasaban los días y no llegaba el telefonazo plan: pero
Fiero. Una mañana, precisamente que esperaba el Inge”
cuando se bañaba Hemándar
Terán, llegó la [lamada: lo-esperaba el Presidente Díaz Ordaz para

Fue tal al neniosiemo del ingeniero que


no púdo rasuráré el
bigote debidamento. Se le lue la navaje y terminó
sín bigote se pasó el sexenio. por quiárselo. Y

1er
.
Al Ing. José Hemández Terán primero y a su sucesor el Ing.
Guillemo' Blake Agullar después, les escuché hablar del Plan
Hidmulico del Noroeste PHLINO) por primers vez. Se trataba, en
síntesis, de construir una serie de presas y canales a lo largo de
Sinalos y parte de Nayarit, para ¡levar el agua de esta entidad hasta el

(el
vecino Sonora.

La obra ere costosísima: pero necesaría para hacer del noreste

EZ
un auténtico paraíso agrícola. Lamentablemente, se dejaron los
proyectos del PHLINO para "más adelante" y ahors ya están colo-
Cados en un nivel de costos punto menos que Inalcanzable.

LA.
¿Culpa de quién?.
De quien ses. Lo único ciento es que el Plan Hidráulico del
Noroeste, obra de asombrosa trascendencia, permanecerá archivada
tal vez para siempre,
——
No me es posible dar por terminadas estas líneas que dedico a
Los Mochis, sin recordar a Carios Ramón García, lider ejemplar, lim-
plo, dueño de una Integridad que nadie se atrevería a poner en tela de
duda.

Siendo casi un chamaco, Carlos Ramón se enfrentó a le poderosa


United Sugar Company y al peligroso aventurero Benjamin Johnston
y no se detuvo hasta lograr que el Presidente Lizaro
Cárdenas e:
proplare las tierras y las devolviera a sus legltimos dueños.

Johnston, en un esfuerzo desesperado por salvar su imperio, cieó


a la carrera Una serie de sociedades fantasmas que le siieran de
biombo para ocultar su latifundio; pero, todo fue estéril. Cárdenas no
dio un paso atrás en su decisión y Carlos Remón García menos.
Incluso, fundó la Sociedad de Interés Colectivo Agricola Ejidal
(SICAE), que
y pagar la
se responsabllizaria de diriok la explotación de la tierra.
expropiación.

Mientras el Gral. Cárdenas estuvo en el poder, Carlos Ramón y la


SICAE fueron un éxito rotundo. Año tras año, zafra tras zafra, los
campesinos lograban jugosas utilidades.
Con el Lic. Miguel Alemán en el poder, todo cambió, al
extremo
de que Carios Ramón Garcla tuvo que Irse de la SICAE y dejaria en
manos de lideres que poco a poco la fueron saqusando hasta ter-
minar con su vida.

La última vez que hablé con 8l le pregunté qué era lo que habla
sucedido y su respuesta, muy breve, me lo dijo todo:

12
— Me
da vergúenza decirte lo que sucedió.
Y ya habló, ni señaló
no
responsables. Tal vez pensó, como era,
que no
tenia ningún caso.
No hace mucho pregunté por este hombre de carácter
ejemplar y
Supe que estaba en la miseria. El, que habla manejado millones de
pesos, sin mancharse jamás con un centavo, estaba a punto de
der la modesta casa en que vivía, por el adeudo a un banco. per
Era una cantidad irrisoría; pero 8l no
la tenía.
Para su fortuna, un pequeño agricultor llamado Manuel
Ruelas,
otro hombre de personalidad recia, inconfundible, sincero hasta
caer
en lo claridoso, se
enteró del problema y le pagó el
dinero al banco..
Y luego habló con Carlos Ramón:
— Si algún día
puedes pagarme, sé que lo harás. SI nunca puedes
hacerlo, no te preocupes. Tú no me debes nada.

De esa pasta son los hombres que han hecho


la
verdadera historia
del valle del Fuerte y a quienes Insisto en rendiries ml
modesto
tributo de admiración.

10
xo
Amims Sucadid

He tenido la fortuna de recorrer el Cariba, Centro y Sudamérica y


puedo eseguraries: que en pocos paises nos quieren tanto como en
Costa Rice, Dominicana y Chile.
Y fue precisamente an Chile en donde me sucedió sigo queno es
fácil olvidar- Además, no quiero olvidario.

Habis fiesta una noche en la embajada de México en Chile y yo


balleba con una morena como al sólo ella y yo estuvibramos en el
esión. La verdad, la verdad; nos estábemos excesiendo.
Repentinamente, una pareja que estaba cerca de nosotros, se nos
aproximó hasta que ambas jovencitas quedaron mejllis con melilla.
Algo le dijo la ora damita a mi compañera y ésta, con las mejillas a
punto de estallarie por el rubor, me dejó parado en milad de la sale,
mientras me decia, el tiempo que ae Iba corriendo:

— Mexicano: me traes toda chingada. Regreso enseguida.

Lo Juro. Yo no alcanzaba a comprender que sucedia. Que al bailar


casi pareciamos uno, clerto; pero yo no habia dicho nl media palabra
fuera de tono. SI tenía males intenciones, me estaba reservando. No
encontraba nada que la hubiera ofendido, como parecia.

Dado el papelazo que estaba haciendo, fui hacia donde astaban


las secretarias de ia embajada de Ménico, le relet$ a una de ellas lo
que me estaba sucediendo y, en respuesta, soltó una carcajada:
— Ay; palsanito —me dijo—. En este país, cuando una mujer dice
que anda chingada, es que esté enseñando el fondo. Volverá, ya
veria.

Y volvió, sólo que el resto de la fiesta transcurrió para ml como


Un triste funeral y antes de la media noche ye estabe en mi hotel.

1
se
oc
Cuando Cullacán se Cuedó sín Cines

Es Eretexto fue que la Compañia Operadora


4 concedor de Testros se negaba
a los estudiantes el acceso a los cines
Mitad del precio del boleto. pagando sólola

—e=
Era gobemador del Estado, Leopóldo Sánchez Celis.
Desde días antes se hallaba en la cludad de México, porque tenia

Re
e
nao”
lunes 7 on-el Presidente de la República a media mañana del
rero, precisamente a la hora en que aquí í
se Inició la
inició

Yo no estaba aquí tampoco.


Figuraba entre los
gobemador Sánchez Celis y por boca del proplo acompañantes del
Joense supe lo que habia sucedido en Culiacán. mandatario sina-
Visiblemente indig-
fado, cuando me reuni con él en el hoy desaparecido hotel “Regla”,
Sánchez Celis comentó:

— Esta
es una de las paores verglenzas que haya sufrido en mi
viéa política. Mientras yo le informaba al Presidente Diaz Ordaz que
los sinaloenses estábamos entregados a trabajar le
solicitaba
apoyo para emprender un ambicioso programa de construcción su
y
caminos, de las secretarias de Gobemación y de la Delensa Nacional de
llamaban para informarte que estaban ardiendo los cines
de Culiacán,
¡Jamás lo olvidará!

Al
A
frente del despacho del Ejecutivo en Sinaloa,
por ministerio d
ley se encontraba el secretario general de
goblemo Lic. Fortunato
Alvarez Castro; en la presidencia municipal de Culiacán
el Lic. Alejandro Barrantes. despachaba

185
de
Sine:
En Marzo 0 Abril VendráaSinaloael Presidente Ordaz
Diaz

El Sol de
Total Destrucción
los Principales Cin
Ae, ¡Será Ampliada la
Beneficiarin
Red del AquaPotable

Esta fue la primera plana que publicó “El Sol de Sinalos”, el marles
8 de febrero de 1956, cuando los cines de Culiacán fueron des-
trozados por estudiantes que Intructuosamente demandeben pagar
el s0%.

108
El problema dé los cines no habla surgido de un día para otro.
Una llamada Federación de Estudiantes de Secundaria
de Sinaloa, cuyo presidente er el hoy Lic. Anatollo del Estado
meses gestlonando la “medía paga" en los cines. El Ortega, llevaba
Ampresas locales no concedía importancia a la demandagarente do las
secundarianos y a toda gestión de estos contestaba de los
no. con un rotundo

Debo anadir que la federación de estudiántes


taba cobljada por la Federación de Organizacionessecundarlanos es-
Sinaloa, cuyo titular era Emesto Alvarez Populares de
Ahome. Nolasco, hoy alcalde de

Asimismo, los secundarianos gestionaban


federación de Jóvenes Mexicanos, su ingreso a la Con-
que era la respuesta PFI a la
Asociación Cristiana de Jóvenes Mexicanos,
del

Acción Nacional, bastión del Partido

Ente los miembros de la CJM, figuraba el ahora Lic. Celso


Berto Delgado, recientemente convertido Hum-
En aquel tiempo. Delgado vino a Sinalos en gobemador de Nayarit
Clonar el nacimiento de la Federación de
como delegado para san-
de ninguna manera, Un grupo secundarianos. No era delo
que anduviera en el alre.

po
Aunque
laSecretaría de Educación no permite la
creación de tal
de
Mo hay
organizaciones, cuando
se
poder humano que lo impida.
quiere hacer algo en nuestro pala,

Y con autorización
trabajar bien. o sin ella, la Federación comenzó a trabajar ya

Hasta que surgió la demanda de


la “media paga” en los cines.
Ante la aciltud Intransigente de la
gerencia de los cines
decisión fime
delos secundarianos, el Lic. Alejandro Barrantes y
Teno personalmente y logró encauzar el problema hacia una so>
la
In-
1ución que no parecía presentar
ya mayores dificultades; sin
90, apenas horas después de haberse entrevistado con alembar. Lic.

La policia fue acuartelada


por Instrucciones del alcalde y el co-
mandante de la novena zona milltar concentró también
a sus contin-
gentes. previendo una nueva embestida.
Y la embestida llegó, ahora para amasario todo.
al
El Lic. Alvarez Castro, desde la secretaría general de goblemo,
me dijo por teléfono:

— Yo dí órdenes de no disparar contra los muchachos. Hubiera

sido una matanza estéril e inhumana y un bsldón en la historia de


Sinaloa. Intentamos controlar a la enfurecida multitud por medios
persuasivos; pero resultó inútil. Sin embargo, creo que hice lo de-
bido.

Destridos los cines, los asaltantes hacinaron butacas, cortinas,


madera y cuanto querían y entonces vino el fuego a completar la des-
trucción.

A
Entretanto, el gobemador Snchez Celis —no obstante ser poco
afecto a viajar en avión— volaba de México a Culiacán a poner paz en
la ciudad y a restablecer el orden.

Se produjeron varias detenciones no


doy nombres porque las-
tímaria a muchos que ahora son conocidos y rspelables prote-
slonales—: pero el Lic. Marco Antonio Arroyo, jurista de reconocido.
prestigio, se hizo cargo de la defensa y logró in excarcalsción de
todos, excepción hecha del Llc. Anstollo Ortega, quien varias veces
ha ofrecido confiarme la
verdad de cómo
y
por quiénes so traguó el
asalto a los cines de Culiacán, los cuales volvieron a operar hasta
varios años después.

Yo conservaba algunos negativos de fotografías que se tomaron


durante el asalto; pero, decidí quemarios. Pensé que un día ma podía
traicionar la tentación y que podía daríos a conocer.

Las personas a quienes me refiero, ya pueden dormir tranquilas.


Ya no hay huellas de aquél "lunes negro” de 1966.

Pl
Se me pasaba decir que don Alejandro Rodríguez, propietario de
la fanacia “Colón” y del cine "Colón", enterarse de lo que estaban
haciendo los muchachos con los cines, ordenó urgentemente pin-
tor Toyar una manta gigantesca que colocó a lo ancho del local de su
al
cine y en la que decía:

“En esto cine, los estudiantes pagan y pagarán medio boleto".

Eso lo salvó.

Poco después, el
cine “Colón” tuvo que cerrar también, porque no
le dio mantenimiento 2 las bancas de madera que servian de
se
108
asiento y sl el espectador no llevaba un buen mantillo y un cepillo,
cuendo salía a la calle los clavos y las astillas le había convertido
pantalones y calzones en algo así como una bandera revolucionaria
Y, desde luego, no le quedaba más recurso
que cubrirse el trasero
con algún periódico.

Esto, sl se daba cuenta: sl no, pues a darla gratulta exhibición de


nalgas. Por eso cerró el “Colón” también,

189
a
sor

de
“Yo Pretlero Ensenada"

El día en que el
gobernador Lic. Francisco Labastida Ochoa dio s
conocer a los sinaloenses que al nuevo delegado del ISSSTESIN sera
el Lic. Fortunato Alvarez Castro, considerado como uno de los más
hábiles políticos del Estado, no faltaron las preguntas de quienes
consideraban que tal posición, sl bien no demeritaba el prestigio de
Alvarez Castro, tampoco enriquecia su curículum vitas.

Cuando yo le pregunté al Lic. Alvarez Castro qué Jugada política


se escondía en ese nombramiento, su respuesta fue breve y con-
cluyente:
— Mira: yo soy miembro del PRI y yo no discuto las decisiones
del jefe político de mi Estado.
Ya no pregunté más porque este caso me hizo recordar otro —
sucedido hace años— en el que intervinieron Guillermo Rulz Gómez —
único político mexicano que alcanzó el privilegio de ser presidente
del PNR, del PRM y del PRI y el Gral. Jesús A. Cálls Campos,
sinaloense que fue diputado federal, senador de la República, co-
mandante de la zona militar de Nayarit, administrador de ls codiciada
aduana de Nogales, Sonore y, durante algún tiempo, aspirante a la
gubematura del Estado.

Cólls Campos atravesaba por un mal momento político y lo único


que habla podido lograr para abandonar la banta, era la aduana de
Ensenada, entonces muy poco atractiva.

Ambos comian en el restaurante “Tampico” del empresario


Manuel Subrez y cuando legó
la hora de
Gómez recriminó enérgicamente a mi general:
los
postres y el café, Ruiz

— Es inadmisible, Jesús,
que un hombre de tu prestigio político
haya aceptado una aduana como la
de Ensenada. Vas al ostracismo.
Au muerte política. Es absurda esa aceptación tuya.
Y mi general respondió:

— Mira, Guillermo: que me manden a la chingada, como lo han


venido haciendo que me manden a la aduana de Ensenada, prefiero
ésta, por chiquita que sea.

190
el
o
La Muerte de Canuto Ibarra

Dias antes de que el Presidente


de la República, Lic. Luis
Echeveria, sorprendiera a los si

Entramos a sus habitaciones la calda


miemo y prolongamos la charla ahasta más de
la noche; cenamos ahí
drugada. aliá de las 3 de la ma.

¿Tema?.

Sólo uno: quién relevaria'al Lic.


Alfredo Valdes Montoya en el
gobiemo del Estado.

don Fidel Velázquez, estaba


ante Presidente y de nadie
fiene el colmillo retorcido en
precisamente
estos menestor
don Fidel.
Y Calderón seguía en el Juego.

'”, entre trago y trago de John Halg y


Inalizamos con nuestros modestos
provincianos a lodos los recumos
aspirantes y llegamos a la conclusión
Que la caña fuerte era Rulz Almada. de

Hombre que no sabía de Indecislones, el


quien por su sensibilidad politica llamaban millonario mochiteco a
“el Zorro Plateado”, me
despidió del hotel con estas palabras:

IA le chingada con los titubeos!


Mañana me voy a pronunciar
Públicamente por Rulz Almada; pero lo haré
MO voy a como Canuto Ibarra. Yo
comprometer a mis compañeros ganaderos.

——]————————
101
Y así como me lo confió, así lo hizo: palabras más, palabras
menos, la prensa recogió al día siguiente su declaración:
— Hablo en carácter personal y no con la investidura de presiden-

te de los ganaderos de mi Estado. Creo que el


hombre que más le
conviene a Sinalos, en estos momentos, es el Ing. Gilberto Rulz
Almada.

Las palabras del empresario mochitecto causaron el efecto de una


bomba en el Estado, máxime que la prensa del none reprodujo sus
palabras y las destacó con gruesos caracteres.

——
Como sí eso hubiese estado esperando, apenas dias después don
Luis fomó su soprendente decisión, en favor del hombre de Cala-
bacillas.
YO recibl la noticia, en mi propia casa, telefónicamente, de labios
del Lio. Luis M. Farias, delegado general del PRI en Sinaloa:

— ¿Qué está haciendo?


— Estoy en cama, licenciado; ya tengo dos días con flebre.
— Pues no sé cómo la ya a hacer; pero, levintess y véngase al
PALA las 11 será el destape.

— ¿Y por quién se resolvió, licenciado?


— Por Calderón. ¿No recuerda que se lo dije, según lo conve-
nido?. Lo esperoa las 11.
Efectivamente, había hecho un compromiso con el licenciado
Farías: yo le daría publicidad a las informaciones que oportunamente
me entregaría y a cambio él me daría a conocer, antes que a nadie en
Sinaloa, el nombre del futuro gobemador. En su oportunidad, Farias
me dijo que el bueno era Calderón; pero no le crel.
Pasaban minutos de las 6 de la mañana y, sin embargo, las lle-
madas comenzaron
a
llegar a mi casa. La primera fue de José Maria
Figueroa “El Viejo", quien con Inocultada excitación en la voz me
preguntó:
— ¡Suéltala! ¿Por quién se tue?.
—Por Calderón.

Yo también hice algunes llamadas, entre ellas una a Los Mochis

12
a
buscando a Canuto Ibarra. No lo encontré; pero le dejé
un recado tan
simple como este:
— ¡Se salló con ia suya don Fidel.

Poco después me ¡lamó Canuto Ibarra y me dijo algo


Muy hondo: Algo que no puedo olvidar:
que me caló

— ¡No me arrepiento! ¡La Indecisión


es sólo
Pero qué chinga me puse yo mismo: de “zorro para
los cabrones!
plateado”, en unas
horas quedé en un pinche zomillo...

Esto lo repitió muchas veces en tono al parecer sarcástico;


pero,
YO que lo conocí mejor que muchos de sus propios familiares, sabla
Que se sentía avergonzado, apenado por haber fallado en
anaífticos. Nunca se repuso de su equbvocación. Y no sus
juicios
decisión hubiera sido para Alonso Calderón, con es que la
quien llevaba
pésimas relaciones. Eso era lo que menos le importaba. El error en
sus juicios —6l que se sabia lider de un grupo grande de empresarios
nortaños- era lo que nunca se perdonó.

Puedo estar equivocado —y desde ahora lo acepto--


pero, nadie va
3 quitarme de
la cabeza, que aquella decisión fue causa de la
de Canuto Ibarra. muere

——

El tan querido y
respetado empresario mochiteco muñó en la
mañana del 27 de mayo de 1975, cuando participaba en las
del tesorero estatal Roberto Wong, en una reunión sobre la
oficinas
suerte
que correría la planta de Alimentos Balanceados de Sinalo
Canuto sostenía que Inyectándole dinero “fresco” la
planta
produciría excelentes dividendos en unos meses más; pero la res-
puesta oficial no era la que Al deseaba.
Antes de participar en la reunión de referencia, el
empresario y
genadero había tenido una reunión privada con el gobemador Cal-
derén, cuyo desarrollo habia sido tormentoso. Debo advertir
que una
noche antes, en el hotel Executivo, Canuto Ibarra habia cenado
gus amigos el Lic. Fidel Borbón Ramos y Miguel B. Quintero con
“Revolución”: pero se habia negado salir de sus habitaciones.
— No me siento bien, había pretextado.

19
Al día siguiente, el Lic. Fidel Borbón Ramos lo acompañó a
palacio de goblemo y me asegura que no le habia gustado su sem-
blante. “Estaba muy lejos de ser el Canuto Ibarra de siempre”, me
dijo.
Al concluir su entrevista con el gobemante, Canuto bajó a las
oficinas del tesorero Roberto Wong y fue ahi en donde se produjo el
final. El Lic. Oscar Luis Orozco, asesor Jurídico de ALBACIN, quien
estaba sentado junto a Canuto, me dijo que éste solamente habia
bajado la cabeza sin proferir ninguna queja. luego se inclinó hacia su
derecha hasta que quedó casi en sus brazos y asi permaneció. Ya no
se movia. ¡Estaba muent
Fue, repito, el
-27 de mayo de 1975; pero, Insisto también en que
hacía meses que estaba herido de muerte.

La *vergúenza” de aquel error político nunca lo abandonó.

Y siempre que nos encontrábamos, me dejaba Ir la frase:


— Aqui tienes a tu “zorro plateado": un pinche zonilo.
Nunca le pude arrancar aquella fijación que resultó mortal:

194
peo

ha
Pererinar del Casino Culiacán
El Casino Culiacán, hermoso edificio —hoy
lamentablemente en
ruinas— cuyo amplio salón de balle nos
permitió admirar del enton-
ces Presidente de México, Lic. Miguel Alemán, su
de vivir, su jovialidad, su despamajo típicamente contagiosa alegría
jarocho y su ha-


bilidad para taconear al compás de “La Bamba” —pido
perdón m. sl

equivoco; pero, creo recordar que una de sus acompañantes


hermosa señorita Yolanda Rodriguez del Corte-., durante décadas
|
fue
fue
el sitio de reunión de familias
que por el abolengo de apellidos o.
sus

por su holgada posición económica —en ocasiones real; en ocasiones


supuesta- requerían de un lugar exclusivo.
Durante años, el
Casino Culiacán —o quienes lo administraban-.

—.....
sólo permitian el acceso de los sccios y sus familias
y de quienes,
poralguna circunstancia, recibían invitaciones especiales.
Lo sorprendente fue que tuvieron que pasar muchos años para
Que élCasino tuviera casa propia. Y aun cuando fue entonces cuendo
Alcarzó el climax de su esplendor, por causas
que Ignoro, en esa
época también entró en un descenso que no se detuvo
fondo de un olvido total.
hasta caer al

ANl está la evidencia irrefutable:


en la esquina del paseo “Niños
Héroes” y la avenida Obregón, se ven los
restos del bonito edificio
que fue escenario de tantos romances que concluyeron en mairt.
'monio y en uno de cuyos salones podían admirarss
las hermosas mujeres que lucieron la corona de reina. las
fotografías de

¿Por qué se le condenaría


al abandono y al olvido?
¿Qué factores influiran para que el Casino Cullacán dejara de
lo que fue? ser

Yo no he encontrado las respuestas.


Cuando en las madrugadas camino diariamente
bajo el puente
que conocí de niño como "Francisco Cañedo" y que ahora de viejo
Puedo ni quiero acostumbrarme a ¡lamario “Miguel Hidalgo", no
siento
pena al ver las condiciones en que se encuentra el edilicio del
Casino. Y me he propuesto encontrar la verdad he ¡do
allá: he preguntado a gente que
y por ahi y por
algo o mucho
tuvo que ver con el
Casino y, lo confieso, el fracaso sido
tigación”. la
respuesta a ml “inves-

es
195
Convertido en ruinas, asi se ve ahora el que fuera último domicillo
que ocupó el Cesino Cullacin. Aqui dío una exhibición el Presiden-
Te Lic. Miguel Alemán de cómo se. ¡debe ballar “La Bambs”.

10
el
Quiero: desviarme un poco del relato para hablar del puente
“Cañedo”, Ayer, una belleza. Hoy, un adefesio.

Este puente fue Íniciado a principos de 1890. Posiblemento en


febrero.

Era gobemador del Estado el Ing. Mariano Marinez de Castro y


presidente municipal de Culiacán el doctor Héctor L. Couret. Ambos
colocaron le primera pledra de esta obra que Cuilacán estaba deman-
dando a gritos, porque en cuanto se iniciaba la époce de luvias y
aumentaba. el caudal del rio Tamazula. la cludad quedaba incomu-
nicada hacia.el norte, en donde ya comenzaba a cobrar vida
mada aldea de Tierra Blanca.
lall-
El puente fue proyectado y construido por el Ing. Luis E. Molina,
brillante profesional que aqui se enamoró y casó con la señorita
Teresa de la Vega y Amador.

Culiacán tiene una deuda con el Ing. Molina que algún día tendrá
que pagarle.. Porque este hombre, designado por el ayuntamiento
culiacaneco "constructor de la ciudad", dejó una sere de obras que
fueron orgullo dela capital sinaloense: ia penitenciaria, el gobiemo
del Estado, el palacio legislativo, el teatro Apolo, La Lonja, el edi-
ficio central del Colegio Civil Rosales, hoy Universidad Autónoma de
Sinaloa; el mercado "Gustavo Garmendia”, altar mayor de Cate-
gral, la mayoría de las cuales han sido demolidas en aras
modemismo muy discutible.
de un

De entre esas obras, una de las más impresionantes fue el puente

Quiero observe los muros de los arcos que quedaron, adventirá


que son de roca color de rosa, perfectamente tallada. Esta roca fue
traida de Mojolo, un pequeño poblado que está a sólo unos Klló-
metros de Culiacán. La belleza de la piedra es innegable y, sin em-
bargo, los yacimientos no son explotados. Se prefiere traer piedra
labrada de otros Estados, que utilizar la que es nuestra y que está.
unos minutos de distancia en automóvil.
Tenia también el puente seis 0 siete arcos de fierro, que le deban
un gran parecido al "puente negro” del Ferrocamil del Pacífico. Esos
arcos desaparecieron cuando el puente fue destruido para que sur-
giera esa construcción hibrida actual que
to
es un insulto al buen gue-

Y sólo por ocurrencia, voy a preguntar: ¿en dénde estarán los ar-
cos de fierro del puente “Cañedo”?.

——
197
el
Varias veces, el peregrinar del Casino Culiacán se nó
de rojo.
Fue un sendero de sangre el suyo. El escándalo fue de su brazo.

en
Su primer domicilio estuvo en donde hoy funciona el estable-
cimiento comercial Woolworth. Esa avenida es hoy llamada Alvaro
Obregón, aunque ese es uno de los muchos nombres que se le han
dado. Se le llamó primero “5 de Mayo". Más tarde fue "Ing. Mariano

“la
Martinez de Castro”. Siendo todavía un chamaco, la
conoci como “20
de Noviembre” y, ahora, pues lleva el nombre del Manco de Celaya.
La casa en donde estuvo el Casino Culiacán por sliá en la década
de los 20,
era propiedad de la señora Panchita Bátiz de de la Rocha,
cuya familia vivio ani durante muchos años. Era una casa tipicamonte
colonial y tipicamente culichi: portales exterior
y
portales
interior: en el primero de los patios, una Tuente que proplclaba una
el
frescura que invitaba a la reunión y a la charla.

Ahi, en noviembre de 1919, sociedad culiacanense” le ofreció


una comida al Gral. Alvaro Obregón, cuando éste
visitó la capital del
Estado en plena campaña política por la Presidencia de la República.
Culiacán fue de buena suerte para el manco, porque su recomido por
el noreste fue una marcha triunfal. El obregonismo era una ma-
quinara arrolladora.
Tanto significado se le dio a la visita de Obregón al Casino
Culiacán, que en la puerta de entrada de la casona se colocó una
placa de mármol señalando el hecho.

Esa placa'la tuvo en su poder, por un tiempo, el Ing. Eduardo


Bátiz Gaxiola. Este dato lo Ignoraba yo. Cuando el Ingeniero lo re-
veló, me dijo también:
— Hoy; ya no sé en manos de quién está la placa.

Tal vez la tengan quienes demolieron la vieja casa en donde ahora


está Wooworth, cuyo restaurante es obligado sltio de reunión de los
miembros del famoso “Clúb de la Puerta Perdida”. (De este Club me
ocupo con más amplitud en mi lIbro “Trozos de Vida”; pero ,en 0b-
sequío de quienes no
lo
hayan leido, les diré que las
guapes meseras
de Woowworih dicen que la mayoría de los que van a sentarse a una
mesa que tienen reservada casi en exclusiva, debe ser gente muy
jodida económicamente, porque no se le cas de los labios la queja de
“ya no hallo la puerta”. De ahí nació eso de "la Puerta Perdida”):

Fue en esta vislta del Gral. Obregón a Culiacán, cuando'el ins-


pirado poeta Chuy Andrade le dedicó su célebre poema que culmi-
naba con dos versos que son un modelo de belleza lteraría, indepen-
dientemente del contenido político que encierran:

198
-.- “Detrás de tí, va el puebi
tí,
delante de Dios”.

==


De ese lugar, el Casino Culiacan se trasladó a una casa que es-
taba por la calle Angel Fiores, casi la esquina con la avenida
en

Morelos,

En la esquina estaba el consultorio de un doctor de apellidos Diaz


Gómez, que iogró amplio prestigio en esta capital

Enseguida del consultorio, estaba la casa que ocupó el Casino


Culiacán.

Fueron eños de gran brillantez para el Casino. Sus balles eran


comentados en foda la ciudad, pues Independientemente de la
Tradicional belleza de la mujer sinaloense, eran de verse las joyas y
los vestidos que ahí se lucían.
Lamentablemente para el Casino, ahí se produjo una tragedia y un
escándalo que conmovió
a
la ciudad entera.

Este fue caso: el inspector general de policia era un mayor


el

llamado Alfonso Zaragoza —homónimo del respetable y conocido


comerciante sonorense que hizo de Culiacán su segunda patria
chica que no desaprovechaba oportunidad para burlarse del te-
sorero municipal Tomás Sánchez Gregolre.
Era una actitud inexplicable la del mayor, pues no solamente in-
juriaba a Sánchez Gregolre cuando
se
hallaban solos, sino
hacía en público. Había hecho de esa conducta reprobable,queune
lo
diversión que parecia satisfacerle en lo personal.

Una noche, durante uno de los muchos y muy sonados balles del
Casino Culiacán —era el 25 de septiembre de 1938-, Tomás Sánchez
Gregolre llegó a una mesa en donde se encontraban los señores Lic.
Adolfo Clouthier, doctor Willredo Acosta, Carlos Pérez Aguirre
y
Guillermo Vidales, quienes lo invitaron a que se sentara con ellos.

Habla pasado un tiempo corto, cuando


$e paró precisamente tras la silla
el
mayor Zaragoza llegó y
de Sánchez Gregolre. Algo se di-
feron ambos funcionarios municipales y el Inspector de policia,
Agresivo como siempre, le dio tremendo bofetón a Tomás en pieno
rostro y enseguida trató de darle de balazos; pero, más ágil que él,
Sánchez Gregoire disparó primero y mató al mayor,

El escandalazo que produjo el homicidio ya pueden ustedes


suponerio.

199
Pero era sólo el principio.

——

de
El Lic. Juan C. Trucios, quien era juez del
ramo penal en
Culiacán, condenó a Sánchez Gregolre por el delito de homicidio
riña: pero los defensores, licenciados José Antonio Sánchez Rojo y
Miguel Buelna, apelaron de la sentencia ante el Supremo Tribunal de
Justicia e hicieron circular en la ciudad un folleto conteniendo los
agravios que presentaron.
Ese totleto fue publicado el 25 de febrero de 1939 y para muchos
juristas es un modelo de ía cultura y responsabilidad Juridica de los
defensores.

Transcribiré el folleto para que el lector Juzgue por al mismo:


“Respetables magistrados de la Sala:

“Decepción muy intensa tus la que se apoderó de nosotros cuan-


do supimos que el señor Juez del ramo penal de esta cludad habla
pronunciado su veredicto condenatorio en contra de nuestro defenso,
el señor Tomás Sánchez Gregolre, conceptuándolo criminalmente
responsable del delito de homicidio cometido en riña
“Descontiando, sin embargo, como siempre desconfiamos, de
nuestro Juicio, crsimos encontrar an aquel fallo condenatorio algunos
razonamientos, que cuando menos hicieran vecilar el concepto que
nos habiamos formado de la Irresponsabilidad criminal de nuestro
cliente: pero, una vez examinado dicho fallo a la luz del más sereno y
tranquilo criterio, tuvimos el desencanto de no hallar en 8l, ni el vigor
de la amumentación ni la fuerza del raciocinio, tanto para destrulr la
nuestra desenvuelta en la defensa que presentamos en la primera In-
stancia. como pare fundar la responsabilidad del señor Sánchez
Gregolre al declararle culpable como autor de un homicidio perpe-
trado en riña.

“Con todo el respeto que nos merece el señor Juez, licenciado


Trucios, por su investidura oficial, como por
las
buenas cualidades
que lo distinguen en lo privado, vamos a procurar demostrar nuestro
aserto, no sin mbustecer previamente los razonamientos aducidos
ante el Juzgado para demandar la absolución. Asi lo exige nuestro
deber profesional.

“También los defensores del señor Sánchez Gregolre, antes'de


entrar al desempeño su noble misión, pagan el tributo de su res-
peto y conmiseración a la memoria del mayor Alfonso Zaragoza R..
que sucumbió victima de sus propios hechos en el Casino Culiacán
de esta capital, la noche del 25 de septiembre del año anterior,
cuan-
do sociedad se entregaba 2 las delicias del balle

201
y
“Antes
de formular el “Agravio Jurídico”, nos proponemos es-
bazar los antecedentes de tan lamentable tragedis”.

—-—
Este es el esbozo:
“Los señores Tomás Sánchez Gregolre y mayor Altonso Zaragoza
.. ocupaban, respectivamente, los puestos de tesorero municipal e
Inspector general de policia de esta propia capital. Por motivos que
fueron del dominio público por pregón de la prensa local, se creó una
pugna entre ambos funcionarios, pugna que en la mente del señor
Zaragoza generó un ambiente fatídico que dio por resultado que en
diversas ocasiones, donde occiso y reo se encontraban, aquél insul-
tabs a éste en forma soez, violenta e injuriosa y hasta amenazándolo
de muerte, llegando a crear en el espiritu de nuestro defenso, aquel
temor consecuente a la mortal emenaza, razón por la cual éste, en
toda ocasión, evitaba los encuentros con su gratuito Injuriador y
tenaz amenazante, guardando siempre, cuando no podia eludirios,
una actitud de prudencia y cordura. Pero la fatalidad, cruel e ignots,
tenía que determinar la ciega de
un estimable ciudadano,
una vida la sujeción a proceso de
“Y fue asi, pues, cómo la noche del 25 de septiembre de 1938,
celebrándose un baile en el Casino Culiacán, encontrátase nuestro
defenso sentado a una mesa departiendo amistosamente con co-
nocidas personas, ante quienes precisamente se lamentabe amar
gamente de la conducta inicua que para con él guardaba el mayor
Zaragoza. Y fue el destino tan exacto en sus designios. que en esos
precisos momentos se presentó ante él el referido Zaragoza, bajo el
mismo plan de injuria, apostándose detrás de la
alliza la que se sen-
taba nuestro defendido Sánchez Gregoire: voltea éste, se apercibe de
presencia de Zaragoza quien lo injuria de manera soez y denigran-
te, le lanza al rostro terrible bofetón, con una rapidez inaudita echa
mano a su pistola y, nuestro defenso, ante el carácter amenazador de
la agresión y ante el peligro de su vida creado Justamente en su men-
le, con la urgencia que elcaso lo requería, desenfunda su propia ar-
ma, repellendo la agresión a balazos, haciendo caer herido de muente
alagresor.
“La causa criminal, en su abrumadora sencillez, contiene todos
los elementos necesarios para fundar la irresponsabllidad penal de
Tomás Sánchez Gregolre, ante la soberana luz
de la razón, de
moral y del derecho, como pasamos enseguida a demostrarlo, ain
la
en
que nuestro énimo germine para nada la torpe ¡des de la presun-
ción ni menos el propósito de destigurar los hechos o aplicarles la
ley con cábalas o subterfugios de ningún género.

“La relación que hemos adoptado para relatar los acontecimien-


tos, la hemos tomado de la declaración del procesado; al analizar los

20
a.
É
demás dalos recogidos en-autos,
desvirtuada por los mismos. veremos cómo no queda aquélla

JExpuestos así los antecedentes de la


antemano a ustedes, señores magistrados;tragedia y protestando de
Ao 207 de una dialéctica forense que nuestros esfuermos

==
aparatosa o solistica, nos permi-
¡mos formular los agravios-o motivos de inconformidad que en
Auestro concepto causa el señor Sánchez Gregoire la
cla de 31 de enero del año actual, apelada senten.

PRIMER AGRAVIO.

Violación a los Artículos 178 y 34 fracción Ba. de los Códigos de


Procedimientos Penales y Penal vigente:

——
"Por medio del presente agravio
puntualizamos la manifiesta
Cuanto clara violación a los preceptos legales
Ailicándola, en lo que hace al primero, antes citados, slg-
por nexacta
Cuanto al enumerado en segundo término, omisión aplicación y, en
en la aplicación.

las reconocidas en nuestro Derecho Procesal


Penal
Estudio: a saber: la confesional y la testimonial. La se presentan a
en la declaración del procesado Tomás Sánchez primera consiste
da viene a ser constituida Gregoirs y la segun.
por las
Guillermo Vidales, Carios Pérez Aguirre,deposiciones de los señores
Y doctor Wilfredo
licenciado Adolfo Ciouinler
Acosta; así pues, sobre
Nuestra especulación, principlando, por sistemaencaminaremos toda
ellas

primera de las de orden, con la


apuntadas”.

=-
Según el folleto de los" licenciados Sánchez
es la declaración de Tomás Sánchez Gregolre: Rojo y Buela, esta

Y estando sentado
con familias en una de las mesas, ví al
Señor Guilemmo Vidales, tesorero
general del Estado; a quien acom-
Pañaba el señor Carlos Pérez Aguirre, cajero
del Estado y me dirigi a la general de la Tesoreria
mesa donde ellos estaban para saludarios
Como era costumbre... Que me invitó el señor
Vidales £ que ma sen.
ara... una vez sentado se relirió, mejor dicho, nos referimos
mayor Alfonso Zaragoza A. y famentándome con el alseñor
señor Vidales de
los malos tratos que él me daba. Se
la
detrás de
presentó el mayor Zaragoza por
silia en que yo estaba sentado;
senor Pérez Aguirre, a quien le dirigia la
palabra, voltié a mi derecha
Y me apercibi
de
En ese instante,
que el mayor Zaragoza estaba a mis espaldas: que
el
señor Zaragoza me dirigó la palabra
Siguiente: "guarde: su pístolita porque lo en la forma
voy a desamar, payaso,

205
+
al olr esas palabras me vollá
pendejo, hijo de la chingada"; que bien”. Qué en'ese instante, nost
«e
Parscia: contestándole "que estabarecibi

ue
porque meno del señor Zaragoza, unfuerte bofetón an el elo
Erauierdo, del que todavía tengo las huellas, que fue demasiado fue"
se echaba manos
1eEn ese instante vi que el señor
la: pistola y viendo el peligro
cuenta
mayor
inminente
Zaragoza
de
cuántos
mi vida; saqué
tiros dispare: De no
le
mía
hasiendo fuego, sin dame

e
el señor Zaragoza...”
haberlo hecho así, yo fuera el cadiver y no

Continúan los defensores:


178 del Código de
el
“Según texto claro y teminante del articulo
procedimientos Penales, la confesión del acusado surte electos
cuando concurren las circunstancias qUe.
juridicos de prueba: plena, siempre que, además, no esté
dar numeran en-sus fracciones y, la hagan Inve-
co! de otras pmebes o presunciones que

tiempoha
Sánchez Gregolre en todo
Scoimil, La defensa del señor
su confesión satisface las exigencias consignadas en
Costenido que Penal y que no ha quedado
SPcitado articulo 178 del Enjuiciamiento
desvirtuada por pruebas en contrario ni en ninguna forma se ha tor.
nado en inverosimil.
ni lo entiende asi, llegar
“El señor Juez de la causa no lo acepta
confesión como prueba plena sobre los
do a desestimar aquella
los tesimonios de los
hechos que contiene, fundándose en que
Pérez Aguirre y ¡Icenciado Adolfo
Deñores Guillermo Vidales,: Carlos:
modifican o desvirtúan, simple y sencillamente poral
Cioutnier lo ellcs-mismos salls-
Pueho de que dichos señores, por razones que Informar que occiso
facionamente explican, no les fue posbie
el

sacó su pistola contra nuestro defenso.


Aguirre y Ciouthier no
“Bien está que los repetidos Vidales, Pérezencausado;
como lo hace el pero lo que
mínistren tal dato al juzgador
el Inferior no haya dirigido
To está bien en nuestro concepto, es
que

Due lucubraciones al fondo Interesante para


ciones que hicieron dichos testigos en la parte que
el reo, de las aciara-
llteralmento y en
lo conducente reza:
“GUILLERMO VIDALES:
que sucedieron tan rápk.
naciendo le aclaración también: dedaríe
después de la guantada Zaragoza
damente los acontecimientos. múltipies detalles de os
de
d'Gregolre, que no pudo darse cuenta
presenciaron... y que, en cuanto a la minucio-
que otras personas los precisos momantoe
Jidad de detalles a que se retiere Gregoire en su pistola. se pre"
de secar
de que Zaragoza raló o haya tratado no se
dujeron con tanta rapidez los acontecimientos, que
pues sólo una persona. como en las condiciones en que estaba
Gregoire, pudo haber apreciado esos detalles... pues de lo que es-
al

16 seguro es que, durante el


tiempo que Zaragoza permaneció en el
Casino, obsenó que su pistola la trala enfundada atrás y en los
momentos en que se paró detrás de Gregolra notó el declarante
que
la treía desenfundada y metida por delante hacia el lado Izquierdo de
ta cintúra.

“Medilen serenamente, señores magistrados, en los fragmentos


ustanciales de la declaración del señor Guillem Vidales
que con
interioridad han quedado transcritos
y, contestad sl de los términos
en que se conduce el propio Vidales mediante sus declaraciones,
puede afimarse que el occiso no sacó su pistola en actitud ame”
nazante o no echó mano
10. a ella, según las pelabras del reo, contra es-
Si don Guillermo Vidales no afirma que Zaragoza no haya echado
mano a su pistola por la rapidez conque se desarrollaron los acon-
tecimientos y, asimismo, advierte en grave tono de seguridad, que
aquél al colocarse detrás de Gregolre ya llevaba su pistola desenfun-
deda y colocada en la cintura en altio distinto del en que
había advertido ¿cómo el señor juez del proceso, ante la antes
la
duda ex-
presada por el mismo testigo Vidales, da contra el reo afirmando con
tesón aragonés que Zaragcza no sacó o echó mano a su pistola?
¿Qué acaso el multicitado Vidales viene afirmando tal negación? No,
señores magistrados, el testigo Vidales, ante la duda en el punto que
entraña su declaración, no hace otra cosa que poner las cosas en un
estado de creer en lo que en el particular refiera el encausado.
“Es muy significativo el hecho relativo al cambio de sitlo de la
pistola y su situación de fuera de la funda. ¿Con qué objeto portaba
desentundada y fuera de su sitio la pistola el mayor Zaragoza? Bajo
un criterio racional y lógico ¿puede aceptarse que
don Guillermo Vidales desvirtúen o contradigan las palabras de
la declaración del In-
culpado Sánchez Gregoire? Sólo una involuntaria omisión del señor
juez del proceso en la meditación sobre el alcance de los puntos
aciamvos del multicitado señor Vidales pudieran fundar, sl posible,
la conclusión judicial que atacamos”.

==
Enseguida. los abogados defensores hacen desfilar en su folleto
a Caños Pérez Aguirre:

".-. que por lo que respecta a que


Zaragoza haya echado mano a
la pistola, esos detalles no los puede precisar el declarante, dada la
rapidez de los acontecimientos y la forma en que se encontraba
colocado
el de la voz, puesto que
se encontraba sentado, en los
precisos instantes en que Zaragoza dio la boletada a Gregolre: aquél
retrocedió un poco, quedando un peco etrás del declarante,
constantemente observando a Zaragoza.
sin estar
205
a
es
“Como se ve, el testigo Pérez Aguirre no asevera encontrarse an

moilvo real y legitimo para no haber visto tal detalle. SI el señor


Pérez Aguire describe una situación dificil para él en cuanto ala
posibilidad de darse cuenta de los movimientos ejecutados por
el oc-

lo

las
clso Zaragoza, ni racional ni lógicamente puede concluirse que
que el propio Pérez Aguirre no vio, no haya en realidad sucedido; en
tal caso, la inferencia del Juez Interior es un tanto atrevida y esa
curiosa menera de inferir ha agraviado a mi defenso'

A
tumo. en el folleto de referencia, es para el Lic. Adolfo
El
Clouhier — a: quien sus amigos ya desde entonces ilamaban
“Bríano”, aunque en sus años de estudiante fue más popular como
“El Cuachanga”. Excelente deportista. es de los pocos sinaloenses
que pueden enorguliecerse de haber representado a México en una
Olimpiada. Fue en la de Los Angeles, Califomia y lo hizo como lan-
zador de jabalina. Cuando escribia estas líneas, supe que su salud
estaba un tanto quebrantada.
Estas fueron sus palabras:
hace la aclaración de que cuando el mayor Zaragoza le dio un
golpe a su careado Gregolre, no puede aseverar que por contestación
le haya hecho fuego Gregoire, sino que se concretó el declarante a
observar a Gregoire sin poder precisar los movimientos habidos en el
momento que transcurrió del golpe recibido por su carsado los
dis-
paros hechos, por la distancia en que se
encontraba;
mesa distinta de la en que se desarrollaron los hechos.
decir, en otra

“Que no vio que el


mayor Zaragoza haya sacado su pistola, pues
se concretó el deciarante a obsevar a Gregolre después de que re-
Cibló el golpe en el rostro, haciendo constar que el espacio de tiempo
que medió entre el instante en que su careado recibió el golpe del
mayor Zaragoza, fue tan corto que a lo sumo sería de quince segun-
dos, haciendo la aclaración de que el primer disparo lo oyb y los
demás los vio.

“Aqui pasa lo que con el testigo Pérez Aguirre: que no puede In-
ferirse racional ni lógicamente, que lo que don Adolfo Clouthler no
vÍo, no haya sucedido. Así vemos, pues, también, que esta nueva In-
ferencia que hace el Juez de la causa por lo que hace o en cuanto se
reliere al testigo que nos ocupa, adolece de la misma falta de lógica.

“Si el punto en que el señor Juez de la causa se basa para con-


siderar desvirtuada la confesión del inculpado, es el relalivo que el
occiso no sacó ama y tal hecho lo
deduce dicho Juez de de-

208
Claraciones de los señores Guillermo Vidales, Carlos Pérez
lloenciado Adolfo Ciouthier, en rigor no puede Aguirre y
Supuesto, por la sencilla razón de que los repelidos
ser aceptado es
al bin
fo aliman el hecho negativo que da por cierio el Jueztestigos,


aluden, explican y justician au imposibilidad para hacer sentenciador,
Cia; al los testigos no se hubieran colocado
tal referen-
en el plano de dificullad
que describen, podría ser, tal vez, que asistiera razón al Inferior
aventurado juicio; el los mullicitados Vidales, Pérez en su
Aguirre y
Causa, culpa no es del reo ni ello implica motivo fundado para no
Cresrie y concluyentemente estimar su confesión
como contradicha o
por
desvirtuade probanzas en contrario”.

re

_——
..—
.xÑ+
A
este
partir de punto, los licenciados José Antonio Sánchez Rojo
Y Buelna entran en lo medular
de sus argumentos para demandar la
revocación de la sentencia.

Para algunos abogados de ess tiempo, los defensores


dieron una
demostración de cultura Jurídica en sus argumentaciones.

Continúe usted leyendo y juzgue por si mismo:

“Hemos establecido y repetiremos,


que la Legislación Procesal
Penal del Estado esteluye que la confesión del acusado surte efectos
plenamente probatorios. cuando concurren las
circunstancias que
gnumera el anículo 178 del Código de Procedimientos
siempre que no venga acompañada de otras pruebas Penales y
o
quela hagan inverosímil. presunciones

¡Los tratadistas de la matería penal son


fesión calificada del reo es aquella acordes en que la con-
que, en el mismo testimonio de
éste, se encuentra une confesión al lado de una
chazar la responsabilidad criminal; es, pues, disculpa para re-
como una declaración
restringida que tiene por objeto desviar en-todo o en
parte, la im-
manera el juzgador, con toda serenidad,
las explicaciones ministradas por el in-
diciado, en lo que tienen de materialmente esencial
todos sus detalles. y apreciarias en

“Es incuestionable que, conviniendo el


procesado Tomás Sánchez
Gregoire en haber dado muerte al mayor Alfonso Zaragoza
defensa legitima de su persona, repeliendo Fl, en
una agresión actual,
Violenta, inminente y sin derecho, se está frente
“leg” confesión calilicada.
a un caso tipico de

“Independientemente por elcircunstancia


momento sobre si concurre 0 no en
favor de nuestro defenso
la excluyente de responsa.

207
el
bilidad criminal a que se refiere ¡a fracción 8a. del Código Penal,
debemos sentar de una vez por todas, que la confesión del inculpado
Gregoire, no habiendo quedado Jurídica, lógica y racionalmente des-
viruada por medio de las declaraciones de los señores Gúlliemo
Vidales, Carlos Pérez Aguirre y Adolfo Ciouthier, debe aceptarse en
toda su Integridad, como lo ha resuelto la Suprema Corte de Justicia
de la nación en todos los casos, conteniéndose sus tesis relativas,
entre multitud de ejecutorías. en las públicades en Semanario
Judicial de la Fedección, a los tomos XIX, página VÍ, página
260: X)0UV, página 2220; XVI, página 286; XV, página 1507 y XV,
página 954;

“Establecido como ha quedado, que la tantas veces citada con-

639;
fesión del procesado Sánchez Gregolre debe aceptarse integramente
por no haber quedado desvirtuada mediante los elementos probe-
Torios en que se apoya el Juez de la primera Instancia, se impone en-
seguida fijar sí los hechos que contiene dicha confesión envuelven la
clásica figura dela legitima defensa, en los téminos de la fracción

a
Sa. del articulo 34 del Código Penal”.

Y siguen:
“Para que en realidad se coloque el hombre en estado de legítima
defensa: esto es, para que la defensa sea considerada como legítima
y en su categoría de exculpante de responsablidad criminal, ne-
cesaría es la existencia de una agresión repelida, la que tiene que
reunir sus carácteres de actualidad, violencia, inminencia y falta de
derecho.

“El derecho de legítima defensa tiene que ser necesariamente


casulstico, por la múltiple variedad de las circunstancias en que debe
e puede ejercitarse.
“En dénde comienza, hasta dénde termina: cuál es el momento
matemático en que cesa. son todos problemas que el genio humano
no puede precisar: es imposible que fije, como hace con el tiempo
por medio del cronómetro; como mide la extensión: como pesa el
Volúmen de los cuerpos.

“Como lo expresamos ante la autoridad del señor Juez, todo


ataque viene a constituir una agresión y esta debe reputarse como
actual, cuando es de momento o ses, hay una agresión actuel e in-
minente, cuando ella tras o acarrea un peligro de presente, que nos
amenaza con un riesgo cercano, de tal manera grave que, como dice
Sodi: "ya lo vemos descargarse sobre nosotros, no al peligro con-
Jetural, que puede o no acaecer, sino al cierto e Indubitable, que nos
llena de temor y embarga nuestro espiritu”. “Le drolt de la defense
es
guppose un péril actuel, el ne peut naltre que avec ce péril meme.
Pour user du droit de se defendre, dit Puffendor,
|
aut
Soit present, comme enfermé dans un point indivisible. que
le danger

ha
Ce polnt est
le moment ou lagresseur commence
son altaque: “Eum igitur qui
cum amis vent possumus armis repellere, sed hoc confestim,
ex intervallo”. (Téorie de Códe Penal por M. Chaveau non
Adolphe et M.
Faustin Helle, quatriéme, page 198) Toda agresión inminente es
tome

los
violenta, pues inadmisible una circunstancia sin la otra; y
reputarse sin derecho, cuando es injusta, cuando ninguno le asistees de
al
agresor.
“Sobre esto último, Chavesu y Helle en su'obra oltada
dicen:
“L'homicide
et
les blessures son justes quand lis sont ordonnes
la loi-et exécutés par lautorité Iégitime; tel
est 'homicido commis
par
para la force publique dans une sedition... L'homicide et les bles-
sures sont, au contralre, in justes, toutes les fols quíiis ont sté com.
Mis sans droit. Il mrest pas necessaim
que l'agressour alt la concien-
$e de Finjustice de son ataque”.
“En el caso que nos
ocupa, no debe estimarse, que porque oc:
ciso Zaragoza no haya producido disparo alguno, el
no exista la
agresión, pues no es necesarlo recibir el primer golpe,
ya que lo
18 constituye
es su carácter amenazador. “No son los golpes nl que las
heridas (Chaveau y Hellé, obra citada) los
que hacen que la defensa
sea legitima: es el peligro que nace de la agresión y lo
comprobarse
que debe
únicamente, es la existencia y el carácter amenazador
de la agresi

“Alimena, citado por Sodi, expresa: “Para tener derecho a Ja


legitima defensa, no es necesario esperar el primer golpe”: “nemo
tenetur expectare donec percutiatur”. No se determina cuando
pe se haya recibido... el derecho de defensa acaba cuando elde-
gol-
Saparecido en la mente misma de la persona agredida”.

m.-
Añaden:

“De acuerdo con lo procedentemente expuesto y examinado


detenida y concienzudamente la confesión del procesado Tomás
Sánchez Gregoire se lega a la necesaría conclusión de que éste, al
privar de la vida mayor Alfonso Zaragoza Al, lo hizo en legh
al

defensa de su persona, sl se
toman en cuenta siguientes punto:
a) Los antecedentes de ¡a tragedia que crearon
culpado un grave temor por su vid:
en
la mente del In-
b) El hecho de que, tras de haber sido Injurado y abotetsado en
público por un comandante de policía, amado, vea el reo que éste

200
a
>
echa mano de eu pistola en forma violentisima: y
5) El momento que vivió nuestro defenso, en cuya mente,
según
lo
lo expresa, se creó un peligro inminentisimo de perder la vida, por
que la agresión a balazos se Impuso de manera racional
e
Inmediata
contra la reacción ofensiva, disparando nuestro defenso contra su
agresor.
“Si como lo expresamos ante. el señor Juez de la primera instan-
cia, Tomás Sánchez Gregolre se concreta candiamente esperar
lo
viniera posteriormente al bélico ademán, que lan tenebrosamente

DD
que
apreció.en su agresor, seguramente que no hubiera tenido lugar a
defenderse y hubiere sucumbido a manos de aquél; en. ésto-preci-
samente 30 fundó la Insitución de la legitima defensa, porque es-
le sociedad para impedir el
perar en esas circunstancias la ayuda de

=-—
Mal amenazado, es tener fe

en
la impolencia miema.

“La legitima defensa, dice un notable eriminalista (Carrera): “es


una forma de lucna contra el delito: por si misma representa
una de
que puede sin peligro
las formas del ministerio social de represión,
de ia sociedad
ser contiada 2 la Inciativa privada, ya que la ayuda
Sería tarda e impotente pera. impedir el mai amenazado, pudiendo la
delensa privada, con menos daño, impediro, sumiendo entonces el
derecho de la detensa privada”.

“Sogn se ha visto con anterioridad. la confesión rendida. por


Tomás Sánchez Gregoire envuelve la figura de
aquelle no llegó s desvirtuarse
la los
con
legítima defensa en
elementos de
su persona y
señaló el Inferior en su sentencia apelada. Es notoría la
prueba que
Slolación a la fracción 8a. del amiculo 34 del Código Penal, por
Omisión en su aplicación y el 178 del de Procedimientos Penales, por
debe
inexacta aplicación. En esas condiciones, el presente agravio
ser declarado operante”.
SEGUNDO AGRAVIO.

Violación al Anículo 553 del Código Penal en relación con el 178


de Procedimientos Penales.

Continian argumentando los difensores:


Dice el señor Juez cel Ramo Penal en el considerando VI de su
fallo recumido, que de las declaraciones de los señores
Guiliemo
Vidales, Carlos Pérez Aguire y Adolfo Ciouthier, que reúnen todos
“se
los requisitos de los artículos 165 y 187 del Enjuiciamiento Penal,
rita el
desprende juidicamente que se trata de un homicidio en
ejecutado por Gregolre en la persona del mayor Zaragoza, siendo el
recibir
acusado el agredido, ya que —expresa el propio Juez- “al cuando
Gregolre un boletón de parte de Zaragoza, fue entonces
rápidamente sacó su revólver disparando...”

210
o
“Y continúa el mismo Juez Trucios:

¿En el caso a estudio; no cabe la


menor duñe de que Gregolrs fue
provocado por Zaragoza én el momento de los hechos
Ocasiones más. según se desprende de las y en otras
declaraciones
Jeñores doctores José Meria Sánchez Rojo, Humberto Bátlz de los
Flamos y

acusado el agredido...
¿La defensa del señor Tomás Sánchez
Gregolre
puede admitir en el caso la silueta sangrienta de la riña no'admite ni
Claridad aprecia el señor Juez de ía causa. que con tanta

¿Se entiende por riña. establece la parte final del


entéuio 553 del
Código Penal, el combate, la pelea
la
Palabra entre dos o més personas: “¿tus non
contienda de obra y no de
jurgla faslunt rizam”.
Puecioni, citado por Sodi, en Tomo Il, pligina 281 de au cbra
el

Nuestra Ley Penal, dice que la riña es una lucha


imprevista entre dos
más personas por una causa particular, que requiere, no un
altercado; sino un cambio de hechos hostiles, simple
una acción; por con.
Siguiente, cuando un solo Individuo da y el otro recibe,
no hay riña”.
“Pero el error de imputabilidad en que Incurre el
Juez Trucios lo
resuelve nuestro don Demetrio Sodi cuando escribe:
“En la legítima defensa, el homicida que rechaza
Aual, violenta, Inminente
una agresión ac-
y aín
derecho, no tiene voluntad de infringir
18 ley: de colocarse en las
condiciones especiales de riña. de aceptar
UN combate
eelque se ventilen $us rencores y sus odios: pero,
Como'al defenderse se compromete en una contienda de
10 que constituye la'riña, obra, que es
según lo previene la pane última del arti-
SuIO 559. esa contienda
de obra hace que la legitima defensa no sea

“Tocamos esta cuéstión porque es común ver figurár;


Clusiones formuladas por los defensores, la legítima en las'cón-
defensa como
exculpante y, ía riña. contienda de obra, como moditicativa
ponsabilidad.
de la e.
“En ocasiones han resuelto los presidentes de
proposiciones son contradictonas. por cuanto la fegltima que alas
debates
justifica el homicidio y, la riña, presupone la defensa
existencia de un delito
QUe no puede justificarse.

“SI es verdad que en la contienda habida entre el


que acomes In-

21
justamente y el que se defiende, existe una riña tal como la ley la
deline, también lo es que los adversarios no se encuentran colocado:
en las mismas condiciones de imputabilidad y que impropiement
defiende de una agresión actuel, In-
puede decirse que riña el que se
minente, violenta y sin derecho...” (Sodi. Nuestra Ley Penal. Tomo
Il, páginas 268 y 267)”.

—_
Y llegamos al final del folleto que tanto revuelo provocó en el
tranquilo, apacible Culiacán de 1936-1839:

"Vemos pues, de acuerdo con la doctrina antes expuesta, que


aunque existiera una riña en el caso como la ey la define, por el
hecho de que haya habido una contienda entre nuestro defenso que

——
acometido injustamente se defendió de su agresor, aquél no se en-
cuentra colocado en las condiciones de imputabilidad de un adver-
sario en riña, porque como se ha observado por
el autor antes citado,
sólo improplamente puede decirse que riñe un individuo cuando tan
sólo se defiende de una agresión actual, violenta, inminente y-sin
derecho.

“Por otra parte, al establecer el Juez del proceso en su sentencia


apelada que “dados los antecedentes que había entre ambos, ye
prevenido Gregoire con su pistola que portaba de antemano, ript-
damente al ser agredido por Zaragoza disparó sobre él, elc...” quiere
hacer notar bajo esos conceptos una cierta premeditación en el
hecho sangriento, seguramente con la idea de formailzar la noción
legal de la riña: pero, de existr esa premeditación, la defensa le-
gitima no quedaría invalidada.
“Considérase a. propósito el ejemplo puesto por la Scuola
Positiva: “Tizzio sabe que Cayo le odía mortalmente y que ha dicho
que cuando lo encuentre lo mata. Tizlo toma sus precauciones y
evita_el encueatro.... va armado y piensa defenderse sl Cayo lo
agrede. Y, encontrándolo y, siendo en efecto agredido, lo mata en
legitima_ defensa premeditada. Tizzio, con su premeditación de
defenderse, no ha demostrado perversidad de ánimo y su defensa
justa, aunque premeditada, debe tener como consecuencia su ab-
solución.

“Y sin embargo, en el supuesto, la premeditación existía. Y hubo


legítima. defensa eximente de responsablidad criminar”. (Julio
Fioretti y A. Zerboglio. La Legitima Defensa. Página 192).

“Las anteriores consideraciones demuestran con toda claridad,


que el señor Juez de la primera Instancia aplicó Inexectamente el
contenido “in fine" del artículo 553 del Código Penal y violó el 178

212
del de Procedimientos Penales, por omisión en su eplicación,
tales conceptos, este segundo y último agravio resulta todo de

procedente. Como consecuencia, pues, de la procedencia de ambos


agravios expresados, la sentencia apelada tiene que ser revocada y el
señor Tomás Sánchez Gregolre puesto en libertad absoluta.
*Por tanto a ustedes, señores magistrados de la Sala, pedimos
que tengan por formulada la expresión de agravios que corresponde.
“Culiacán a 25 de febrero de 1939.

“Lic. José Antonio Sánchez Rojo y Lic. J. Miguel Buelna”.

==
Días después, el Supremo Tribunal de Justicia revocó la sentencia
del juez Lic. Juan C. Trucios y el inculpado Sánchez Gregolre recobró
3u libertad absoluta.

a
El escándalo llegaba a su término.

En malidad, la tranquilidad en tomo al Casino Culiacán


era sólo
aparente.

Sus socios estaban sumamente molestos por lo sucedido y


numerosas famillas presionaron a su directiva para lograr
biara de domicilio, que cam-

Y cambió de casa,

La nueva estuvo por la calle Rosales, precisamente en donde


ahora se encuentra la Casa Coppel.

Eran dos casas exactamente ¡guales. Gemelas. En una


se encon-
traban las oficinas de los Servicios Coordinados de Salubridad
y
Asistencia. En la otra, el Casino Culiacán.

Nuevamente fueron años de esplendor. Nuevamente el derroché


de belleza, de elegancia de épocas anteriores. Nuevamente la
exhibición arrogante de joyas. Nuevamente los apelildos de abolengo
disfrutando del lugar exclusivo. Los clasemedieros también en el
Tue su rincón propio, exclusivo: que
Club Atlético Humaya.
el

Y la Sociedad Mutualista de Occidente


convertida en dueña y
señora de los camavales de Culiacán. ¡Qué noches aquéllas! ¡Cuán-
1os romances de un día, de dos o de los cuatro dias del camavell ¡Y
cuántos romances también —por qué no decirio— de unas cuántas

213
quién »oy
horasl... "Vamos a donde quieras; pero no me preguntes

a
ni pretendas quitarme el antilaz”.

malecón, estos recuer-


Cuando voy caminando por el adoquínado
felíz: Refuerzan mi deseo de vivir “un poquito más”.
dos me'hacen la tristeza de tener
Yo siento pena por quienes se dejan arraster por “hicieron”
“fueron” y que “ya no son”; que pero "ya
que aceptar que

“pueden”
No hacen": que “pudieron” pero ya no

Cuestión de cambios en la conjugación verbal.


Y al pasar frente a las rulnas del Casino Culiacán, me pregunto
qué extraño maleficio le perseguía. Porqué su peregrinar tuvo que
dejar huellas tenidas de sangre.
Tal vez sólo sea una colncidencia; pero también en si casa pora
de espler-
calle Rosales uns tragedia ensombreció aquellas noches
dor que dificilmente vez nunca-- se volverán a repetir.
—tal

la Universidad de
Una noche, durante un balle'organizado por
Sinaloa, cuando el entuslasmo se convertía en eutoría, un policía de
el orden, pretendió
los que habian sido contratados para mantener nadie
silenciar a un grupo de alheraquientos estudiantes y como los
atendió su demanda, el bárbaro de unilorme disparó contra
Cuando la calma se res-
muchachos sembrando pánico y confusión. —uno de los mu-
Tableció, el estudiante Pilar Corral "La Minga”
Chachos más queridos en la casa de estudios, porque a base de es-
sacrificios, dada su innegable procedencia de un hogar
fueros y de carreí- de licenciado en
humilde, estaba por llegar al final su
de mosaico con un
Derecho” yacia muerto en el abrillantado piso
balazo en pleno corazón.
las ¡Agrimas,
Junto a “La Minga", entre otros, sin poder contener
el conocido hombre de empresa Luis Guiliemo Echavarría, el de
uno de los stletas
Saparecido sgricultor Alllano Bon Bustamante; el fomido José
más notables surgidos del Colegio Civil Rosales,
Fabela. Y

que con su
del asesinato de "La Minga”. los hombres hablar
A raíz
daban vida al Casino Cullacán comenzaron a de la
dinero le se
Conveniencia de tener casa propia. Y nació une sociedad que
dividió en dos grupos: benefactores y accionistas.
de México: el
Entre los benefactores figuraron dos PresidentesValdez.
Gral. Manuel Avila Camacho y el Lic. Miguel Alemán
confiaso que he
He intentado reunir ta lleta de los socios; pero,
fracasado. Las acciones son muchas y sus dueños son
bién. Reunir los muchos tam-
nombres será una hazaña.
Lo que yo 58 es que por acuerdo de la primera directiva se ad-
quirieron'los terrenos de la esquina de Obregón y malecón:
edilicio fue construído por el ingeniero Constantino Haza que
el
y que la
inauguración, que constituyó un acontecimiento social en el
te de México. tuvo lugar en 1944. nores-

Fue Señorita Casino la hoy señora Maria Amparo Clouthier


Lafontalne,única damita que fue reina en dos períodos de
conseculvos.
Ani si alcanzó el Casino sus días de gloria.
Fueron sus años dorados.
Fue, entonces, cuando el Presidente Alemán dijo: "ahora les
3 enseñar cómo
se
baila "La Bamba”. voy

Y o hizo.

Recuerdo. asimiemo, cuánto se comentaron dos


presidenciales: unos candiles de plata y otros de cristal deobsequios
el cristal más tino del mundo. Bohemia,

lonoro sí aún penden del techo del amplio salón de balle


guien 38 los llevó para presemvarios del peligro de o si al-
que fueran a caer
en manos ajenas.


Sorpresivamente, así. como nació envuelto en el
las familias ricas de Culiacán, asl fue hundiéndose elentusiasmo de
Casino en la
indiferencia hasta legar a ser sólo un recuerdo más,

Para mí resulta
un olvido tal. Hoy
inexplicable que se haya condenado al Casino
cuando lo so al caminar por el malecón, únicaa
Mente tropiezo con
Nene la explicación
ruinas, con sombras de un pasado que
de ser muy lejano. nl siquiera

¿Qué habrá detrás de esa indiferencia?.

215
xo
Gonialidades

Si usted les el espléndido libro “Estampida de Poemínimos”, en-


contrará verdaderas genialidades de Etralan Huerta. Como esta:

Suprimida”.
Y si esa no
le agrado, pues lea esta otra:
PRENSA

Lo de menos
es que sea
el Cuarto Poder:
Lo que importa
es poder
enel cuarto.
Y, si de verdad es usted muy exigente, veamos qué le parece el
siguiente poemínimo:
FIRMEZA

Nadie dirá.
jamás,
queno
cumpli
siempre
on mi
beber.

216
a
000
Ya Estás Libre... Viejito...
sl acaso treintañera.
La mujer,
no lograba ocultar bajo sus ropas
humildes, un cuerpo indudablemente hermoso, Su
bién, mostraba las huellas de días dificiles; sin rostro, bello tam-
embargo, era difícil
para aquella beldad pasar inadvertida.
Ese día. como todos los días, ella llagó'a la
prisión para conver-
$81 con su marido que purgaba una condena de 40
años.

días
Espero pacientemente a que llegara el recluso
entró a la sala de visitas, se inició el diálogo: y en cuanto 8ste

— ¿Cómo estás, viejito?


El tipo, con
semanas de no afeitarse y con la voz carasplenta por
Exceso de tabasquismo, repuso malhumorado:
— Pos
aquí. vieja. pagando esta pinche deuda a la sociedad. Y 1ú
¿cómo has estado?

— Bien, viejito.

¿Y la Chalchis? ¿Ya cortó al vago ese que le andaba rondando?


— Yá
viejito. Ya lo cortó.

loe. vieja: ¿y Ustéd qué animal le picó?


es la de siempre,
la veo más apinchada.
No
Como que
¿Qué onda, pues?
— Pues mira, viejito: como 40 años en la cárcel
Años,
fura ver al director del penal para ver sí hebíason un chingo de
tarte la pena. manera de acor

— ¿Y qué le dijo el gúey del director?


-- Que si había manera. Que cada vez
4l, te Ibaa
rebajar dos prisión.de
que
yo me portara blen con
— ¿Y usted qué
le dijo?
7 Nada víejito: pero según mis cuentas, ya estás libre. Vámonos
¿no?

217
300
Personajes Célebres
Sinaloa ha sido pródigo en personajes célebres, cuya caracterís-
el buen
tica sobresallente es el ingenio, la picardia, la agudeza,
humor, la frase irónica.

Me seria imposible recorarios a todos; pero como para muestra


con un botón basta, citaré sólo a unos cuentos.
Creo que. sín exageraciones,
“Tabeto” para todo mundo-— es un personaje único por sus ocurran
cias. Brolan de 8l como el agua de los
manantiales. Espontáneamen-
te. Con fluidez.

Yo lo encontré un día legando al palacio de Goblemo


ramente, porque somos viejos amigos, dije: le
y, since-
— “Tabeto”: te noto desmejorado. Sobre todo, es evidente que
has perdido mucho peso. Puro huesito.

Su respuesta, no aceptaba comentarios:


— ¡Ay, hermano! ¿Desde cuándo sabes que la despracia es un
reconsiituyente?

——
Otra vez lo encontré, casí de madrugada, frente al edificio
de
Correos. El salia del mercado “Garmendia” y llevaba una bolsa con
verduras y otros alimentos.

Efusivo como es, me apapachó, me revisó de arriba abajo y luego


exclamó:

— ¡Qué chulada de hombre! ¡Qué blen te ves!

Hizo una pequeña pausa como sl refiexionara en algo y ense-


guidita anadió: preguntándome:
— ¿Y de aquéllo? ¿Cómo andas?
Ful honesto y le contesé:
— Aquéllo se acabó.

Moviendo negativamente la cabeza, comentó “Tabeto”:

28
a
gatos,
-
Era lo que me temis-.. Y sin dejar de hacer
comentó—: y pensar que en nuestros años
movimientos ne-
balazos desperdiciamos tirándoles las mozos hasta
cachoras...
no me dio tiempo a comentar nada, porque me echó un brazo
Ya
al cuello en señal de despedida y se alejó murmurando:
— ¡Qué Dios
te cuidel
Don

Rémulo Félix, sonorense que llegó
a Los Mochis para
quedarse hasta el final de sus dias, Independientemente
empresario que no le temia al fracaso y que fue de ser un
uno de los grandes
agricultores del valle del Fuerte, se distinguía también
dacidad, lo hiriente de sus palabras y eus por la mor.
puntadas que hicieron
época.
Como era dueño de un vozarrón operístico,
Euchaban como latigazos, aunque todos sabian sus palabras se es-
que las nueces. que era más el ruido

Une madrugada, bien entrado en


copas, llegó al bar de uno de los
buenos hoteles de Los Mochis y se acomodó
de la propa barra. El hombre no queria en uno de los bancos
perder tiempo. Un mesero,
que no lo conocia, se le acercó solicitamente y con vaz
le preguntó: superamabie

— ¿Va tomar alguna cosita, señor?


= $i- Vete a la cocina y me traes un vaso de leche y un consomé,
¡cabrón!

En otra
==
ocasión, también de madrugada,
¡ba don Rómulo en su
Camioneta rumbo al campo agricola, cuando adviriló
que le faltaba
gasolina: Llegó a estación que el Grupo Corerepe tiene la salida
la

In cuanto
acomodó el vehículo, un empleado
le
— Don Rómulo: ¿lo va a llenar?

— No, vengo a vaciario...

==
En Guasave —municipio:de todos mis
respetos— un hombre de
Negocios, cuyo nombre me reservo por atención su familia
con la que

210
y
ligan fuertes lazos de amistad, debía a un banco una fuerte can-
la
me
tidad de dinero (eso era antes de nacionalización) y como no daba
ni señales de querer o poder pagar, el gerente lo mandó llamar.

Sin preámbulos, en cuanto lo tuvo enfrente, el gerente le pregun-


10:

Don Fulano: ya tiene doce letras vencidas, ¿Cuándo nos va



a
pagar?
“Herido” en su dignidad, el deudor repuso:

¡Andalel Ahora no sólo quieres que te pague. También quieres


que sea adivino.

==
Dentro de su aparente seriedad, el ex-gobemador Alfonso G. Cal-
derón también tiene lo suyo.

Pocos meses después de haber ascendido a la gubemátura del


Estado, gobemador obrero rompló relaciones con el periódico “El
el
Debate de Los Mochis” y raro era el día en que no le sacaban sus
trapitos al Sol. Calderón —y él es el primero en decirio— no es hom-
bre que soporte los ataques con la humildad bíblica de Jesús y un
dia en habia sesión en un ejido ahomense, se trepó a la tribuna y
desde ahi —aludiendo al periódico-- lanzó la frase que le dio varias
que

veces la vuelta a Sinaloa:

— Amino me enseñen política. A mi ¡enséñenme a part


—a—
Culiacán
lonacio González Gaxiola, conocido desde su niñez en
como “El Sácaro”, era también dueño de agilidad mental asombrosa.

Dos de sus pasiones eran el dominó


días y noches jugando ininterumpidamente.
el pokar y podía pasarse
Una tarde salió temprano de su casa y, ante la sorpresa de sus
tamiliares, regresó como tres horas después.
— ¿Quétepasó, Nachito?—. le preguntaron.

— Pues que jugué al pokar y ya me pelaron.


¡Ves? —le dijo la persona que conversaba con él. Eso te
sucede por Jugar a lá baraja en viemes santo.
“El Sácaro” miró a su interlocutora de ples a cabeza
y sin alte-
raciones en el fono de la voz, repuso:

—S1, eso debe ser. Qué no ves que los que me ganaron lo hicieron
en sábado de gloria

Li
Una madrugada, cuando me dirigia al malecón a cumplir
con el
placer de caminar seis kilómetros y fortalecer un poco la porqueda
que me queda de corazón, pasé frente a la casa de un matrimonio
on el que me liga
una amistad que ya pasó del madio siglo.
esposa, barría la banqueta de su casa y, cuando
Ella. la me
vio,
tras el carifloso saludo me dijo:

— Negro: ve al patio
para que veas al desgraciado —obviamente,
$e referia al marido- y las fachas en que está. Evidentemente habla
bebido el dia anterior hasta derramarse y la cruda lo estaba castigan-
de. Mi amigo sentía que estaba en agonía, porque cuando entré,
sigilosamente, lo vi en mitad del patlo, con los brazos levantados al
cielo y dirigéndose a Dios en esta original plegaria:

— ¡Señor! ¿Por qué no me hiciste Joto en lugar de borracho?

——
Cullacán tuvo hace años a uno de sus mejores presidentes
municipales, un profesionista que periódicamente reunía en su casa
2 sus mejores amigos, para comer y “echar la copa”.

Su amable esposa se desvivia por atender a los amigos del


ex-al-
calde y generalmente era objeto de comentarios cariñosos y
muy
merecidos.
Y el ex presidente municipal los aceptaba por ella:
— Si. es indudable que

Sima. Esposa abnegada, fiel,


tengo ella
en un tesoro. Madre amanti-
que ha hecho de esta casa un hogar
ejemplar.

de,
por ese tono se iban los eloglos y las flores, hasta que
Y
ya
el
alcal-
con varios whiskies entre pecho y espalda, daba a conocer su
única inconformidad:

— Maravillosa. esta mujer,


aunque tiene Un pequeño defecto.
Desde que abre los ojos en la mañana, hasta que los cierra en la
noche, está chingue y chingue y chingue..
0
“Ala Cárcel con Ellos...”


Una noche, cuando Leopoldo Sánchez Celis era gobemador de
Sinaloa, un grupo de agentes policiacos de la Procuraduría General
de la República se emborrachó en “La Fogata", centro noctumo que
el

los
había puesto de moda ahora desaparecido Ramón Pérez.
Cuando se les presentó la cuénta, los federales se negaron a
pagaray hasta golpearon al mesero y a un viejito que era el velador.

A primera hora de la mañana, Ramón Pérez presentó personal-


mente su queja ante el gobemante, por la ambitrariedad de los agen-
tes de la Procuraduria.
Visiblemente molesto, Sánchez Cells llamó al jefe de la Policia
Judicial del Estado y le ordenó:
— ¡Deténgalos; pero no quiero derramamiento de sangre!

El Jefe de la Judicial del Estado cambió impresiones con su gente


de confianza a fin de urdir un plan. Y el plan fue el siguiente: como
los federales llevaban tempo pidiéndoles amas a ¡os judiciales del
Estado, éstos les hablaron por teléfono Indicándoles que
pasara recoger el amamento.
ya
podian

— Pero vengan desarmados —les advirtieron-- para que así no los


vean sailr con dos o tres armas de aquí.

Ante lo que parecia ser Jugoso regalo, acudieron los doce agentes
federales adscritos a Culiacán, un agente del ministerio público y
hasta el coordinador de zona. En cuanto llegaron a las oficinas de la
Judicial, que entonces estaban en donde hoy funciona la Procure-
duría de Justicia del Estado, los Judiciales —amados hasta los dien-
tes- los rodearon y aprehendieron y los encerraron en los se-
paros, bajo una lluvia de amenazas como “saliendo de aquí los va-
mos a matar a todos”... “esto nos lo van a pagar con sangre” y otras
porel mismo tenor.
Informado de la detención de los arbitrarios agentes, Sánchez
Cells llamó al Lic. Antonio Rocha, Procurador General de la Repú-
blica y en cuanto 16 tuvo al teléfono, le
dijo:

— Hermano: tengo aquí detenidos a todos tus agentes, por ar-


bitrarios. Tu dices si mandas por ellos o le los mando yo; pero con-
signados..
No sé qué contestaría el Procurador; pero cuatro horas después

222
aterizaba en el aeropuerto de Bachigualato un avión de la Procu-
raduria ¡lamado "La Guajolota”, con doce nuevos agentes, otro
te del ministerio público y otro coordinador.
agen-

Al frente del grupo venia el


que años después se convertiría en
uno de los hombres más tristemente célebres de México: Arturo
Durazo Moreno “El Negro", convertido después en general de divi
sión por uno de esos actos de magia que sólo an México
ver.
se pueden
0
Siete Sinaloenses Consiltuyentes


Con
la
muerto del profesor Jesús Romero Flores, el domingo 10.
de noviembre de 1687, México perdió al último de los
constituyentes
de 1817. El último de los ilustres varones que nos dieron nuestra
Carta Magna:


Al declarar ese día de luto nacional, el presidente Miguel de
Madrid dijo de Romero Flores que
la
su vida, toda, habla sido un ejem-
plo para los mexicanos.

Y no exageró don Miguel.

Don Jesús nació en La Piedad, Michoacán, el


28 de abril de 1885.
Estudió la primaria en La Piedad, la preparatoría en Morella y se
tituló como maestro en San Nicolás de Hidalgo,
1905.
el
7 de octubre de

Ejerció el magisterio durante 50 años y recibió en reconocimiento


la codiciada medalla "Ignacio L. Altamirano”.

En 1956, el senado de condecoraciones


la República le otorgó la medalla “Belisario
Dominguez”, una
un mexicano.
de
las que más pueden honrar a

Fue diputado constituyente y repitió en la cámara dos veces más.


De 1964 a 1970 fue senador de la República.
Hablaba con legítimo orgullo de algunos hechos de su vida, entre
ellos la fundación de la escuela Nomal de Michoacin; haber sido
rector de la Universidad de Michoacán y jefe del departamento de
Historia del Museo Nacional de Historia, Arqueología y Etnografía.

Hombre incansable, dejó escritos varios libros de Literatura y, no


obstante su avanzada edad, al morir era director de la biblioteca

a
pública del senado de la República.

La muerto del profesor Jesús Romero Flores nos obliga a volver


los ojos a nuestro Estado y encontramos conque no fueron cinco los
sinaloenses que estuvieron en el Congreso Constituyente del 17, sino
seis: y si mucho me exigen, pues les diré que, de hecho, fueron
siete.

Los cinco distritos electores que entonces tenia Sinaloa, estu-


vieron representados así:
24
1V de Sinalos V de El Fuerte


Pedro R. Zavala Cándido Avilés Emiliano M. García

Il de Mazatián
Estos: son los. sina:
Toenses que estuvi.
ron presentes en el
Congreso -Constitu
yente de Querétaro,
aunque blo cinco
—-- de ellos podian re-
presentar a nuestro
Estado. Además, el
faliscense “Francis.
e 10 Labastida Izquer.
do abuelo del achal
gobernador _de Si
malos, Lie, Francis:
o Labastida Ochos.
Andres Magallón Ignacio Ramos Prasiow
ll de Concordia: XdelDF XIil de Jalisco

Antonio Norzagaray Francisco Labastida


El | distrito, con cabecera en Culiacán, lo representó el ingeniero

El
Pedro R. Zavala, quien era originario de la capital sinaloense. Murió
el 29 de abril de 1921. Además de alcanzar sólido prestigio como in-

de
geniero, Zavala se distinguió como un buen posta.
El II distrito lo representó el Lic. Andrés Magallón. No sólo fue
diputado constituyente por Sinaloa, sino senador de la República. A
gestiones suyas fue reabieria la Escuela Náutica de Mazatlán.
Falleció el 17 de noviembre de 1968.

El Lic. Magallón no era sinaloense de nacimiento. nació en


Acaponeta. el 30 de noviembre de 1882; pero, siendo un niño, sus
padres —lgnacio Magallón Mora y Micaela Ramirez Lazo de Magallón-
- fijaron su residencia en Mazatlán. Podemos, pues, considerarlo
sinaloense, porque así-se calificaba él.
Caños M. Esquerro, originario Concordia, fue el representante
por el TI distrito de Sinaloa en el Congreso de Querétaro. A 8l se
debe la creación de la Ley de Pensiones a familiares de mexicanos
ilustres ya desaparecidos. En 1919 el Presidente Venustiano Carranza
lo nombró director del departamento de Aprovisionamientos
Generales de la Nación, en substitución del Gral. Francisco J.
Mújica.

Esquerro murió en la capital de la República el 24-de noviembre


de 1028.
A Don Cándido Aviles, originario de Culiacán, hilo de Victor
Avilés y María de Jesús Inzunza de Avilés, le correspondió ser di-
putado por el IV Distrito.

Sólo estudio hasta tercer año de preparatoria en el Colegio Civil


Rosales; pero sus acciones politicas y militares lo hicieron distin-
guirse en el Estado. Figuró en la campaña electoral contra Diego
Rodo, Se levantó en amas en 1910 en favor de Madero y en 1913 se
alistó en el ejército de Carranza, combatiendo al lado del general
Ramón F. lume.

Además de haber sido constituyente, se distinguió por su afición


al periodismo combativo. De su pluma surgieron articulos agresivos
que se consemían en las páginas de "El Demócrata Sinalonse", de
Mazatlán: y “La Opinión”. de Culiacán.

Murió el 4 de julio de 1980.


Y el representante del V disvito, con cabecera en El Fuerte, fue
Emiliano Garcia, hijo de Emiliano Garcia y Refugio Estrella de Gar-
cia. Hizo sus estudios de primaria, secundaría y preparatoria en
Cullacán e inició la carrera de Medicina en Guadalajara. Ignoro si la

> -
terminó. Combatió enérgicamente a Porfirio Diaz y peleó en favor de
Madero tanto en Sinaloa como en Sonora.

Fue presidente municipal de El Fuerte, constituyente en 1917,


senador de la República y-nuevamente diputado federal en la XXVII
Legislatura.
Murió el 9 de noviembre de 1951 y sus restos descansan en el lote

a
de los Constituyentes en el panteón de Dolores.

Esos son los hombres que representaron a Sinaloa en el Con-


greso Constituyente de 1917: pero, hay otros dos que concurrieron
porotras entidades.
Don Antonio Norzagaray, originario de Guasave, hijo de don
Manuel Norzagaray y de doña Rosenda Angulo de Norzagaray, fue
representante por el IX distrito del Distrito Federal.
Otro mérito grande de este guasavense, fue haber sido gober-
nedor de Aguascalientes, en donde murió precisamente, 1
de sep-
el

tiembre de 1918.

El otro sinaloense es el Lic. Ignacio Ramos Prasiow, quien asistió


a Querétaro representando al XIII distrito de Jalisco.

Sus padres fueron el Lic. Guilerno Ramos Urrea y doña Amalia


Prasiow de Ramos. Nació en Culiacán el 10. de febrero de 1885.

Fue orador de Francisco |. Madero: gobemador preconsiltucional


de Jalisco; abogado consultor de la Presidencia de la República con
Alvaro Obregón.

En el año de 1972 el senado le concedió la medalla “Belisario


Dominguez”. Murió el 16 de mayo de
1978.

Le sobreviven numerosos familiares en Culiacán.

——
han
Como leído ustedes, los sinaloenses no pasamos inadver-
tidos en Querétaro.
Y hojeando mis archivos, encontré otro dato
que ignoraba: el Ing.
Francisco Labastida Izquierdo, abuelo del gobemador Francisco
Labastida Ochoa, también fue constituyente por el XIV distrito de
Jalisco.
Al concluir sus funciones como diputado federal, fue elegido.
senador de la República y, en 1920, gobemador de Jalisco.

Murió el to. de mayo de 1950,


de seco

Pomente
19

Odo
Cdea e
mia cn:
sa señora. que ea

deunbierá
la
ú

probleme Micron de acuerdo en


problema a Belém y aceptar

27
la cárcel. Yo

bos.

cio:
- Y mo

5 Juez


propietaria de una casa
aro en Culiacán, dejando la morada comodos
Quehabian

más conveniente. Asi lo


SUrgi6
Piso para
Un aMrglo pacifico.
optaron por
había

cuando tanto

Ningún juzgado pudo resober acudira ribunslos

Cuando estuvieron ante Belém

ye
su
fallo como ¡napeible.
lo
pisos, murió
herencia.

dicho;
el viudo como el hijo
quee,
procreado.

pero le

Ninguno quería la planta baja escogieron


viv y anje

el problema y entanres
viajar a Navolato, planteae

Torres, éste las advirtió:


resOMerls el problema: pero
no estoy aqui para perdor el tiempo,
lo perderá. Se hará

sablo puso su cerebro a

¿Son ustedes católicos?


lo
y
de

casa era para su hijo y el viudo y alli ells que Nicea


fató algo

no lo acatan, los meto a


s1

que usted decida,

trabajar y porfin rompió su

preguntó.
sllen-
sr”

cordaron am-
— Si señor

Les preguntó enseguida sí sabian persignarse y ante la respuesta


afimativa de
los dos, dijo al muchacho:
le

— A ver: persignale tú:


El muchacho con el pulgar y el Indice la señal de la cruz y
hizo
tocándose la frente primero y el pecho después, dio:
— Enel nombre del padre, del hijo y del
No continué, porque Belém lo interumpió bruscamente:

— ¡Párale!...¡Párale!... A verrepite lo que bas diciendo:

Y el muchacho repitió:

— En el nombre del padro, del hijo y del.


Nueva interupción del incomparable juez, stlo que ahore para dar
sutallo napetable:
— Aver muchacho: ¿quién va amiba, segín tusoraciónes?
— Puesel padre, Belam-
Pues será tu padre el
— que viva en el piso de ariba y tú en:
abajo: ¿De acuerdo?
de nuestro Salomón en
padre-e hijo abandonaron las oficinas:
Y
santapaz.
j

En o
el Nombre del Padre.

eN
Ta cuando este llbro ea la luz pública,
ves
Belim ya esté retirado
Conarios Pero. senicio 0 en retiro, sus seniencias
continuarán recorriendo el país. salomón eso

jo" ruthas las antedolas a que ha:


dado pábulo nuesto
quee, una de las menos conocidas, per
aunque también una de los

Cuando estuvieron ante Belém


Torres, éste les advirtió:

ZN fesolories
1 cárcel. estoy Yo no
el problema: pero sí
no lo acatan, los meto a
aqui para perder el tiempo.
- Y mo lo perterá. Se hará lo que usted decide-, acordaron am-
bos.

E Juez sabio puso su cerebro


cio: a trabajar
y por in rompió su silen:
— ¿Son ustedes caólicos?-. preguntó.

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