ÓPTICA DEL DERECHO PENAL, RESPECTO A LA SENTENCIA N° 1309
(19/07/2001).
La sentencia objeto del presente estudio, es el resultado de la
interposición de la acción de de interpretación constitucional, en relación al alcance, interpretación uniforme y aplicación de las normas contenidas en los artículos 57 y 58 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en el que accionante, pretende, que la Sala Constitucional establezca si conforme a los artículos constitucionales expuestos, es posible aplicar las leyes de desacato.
Entiéndase por leyes de desacato, como aquellas que prevén sanciones
penales de las ofensas a los funcionarios públicos en el desempeño de sus funciones, y que según la Corte Interamericana de Derechos Humanos son incompatibles con el derecho de libertad de expresión y pensamiento, y por ende la Comisión concluyó que estas leyes son restrictivas de la libertad de expresión en los términos consagrados en la Convención (CIDH, Informe sobre la Compatibilidad entre las Leyes de Desacato y la Convención Americana sobre Derechos Humanos, OEA/ser L/V/II.88, Doc.9 rev (1995), páginas 210 a 223. Anexo D.)
No obstante lo anterior, la Sala Constitucional (Sentencia de fecha
Dichas instituciones no pueden quedar inermes ante este abuso
de la libertad de expresión, y ello hace -al menos para el caso venezolano- que la realidad impida una derogatoria de las “leyes de desacato” que, en alguna forma, sirven de valla ante el abuso e irrespeto de la libertad de expresión y ante esa situación que pone en peligro al propio Estado,… Pues bien, se observa un antagonismo entre el Orden Jurídico Internacional y el Régimen Jurídico de Venezuela, respecto a la aplicación de las leyes de desacato, cuyos argumentos respectivos, refieren valores democrático, pues por un lado La Comisión advierte que la aplicación de leyes de desacato restringen la libertad de expresión y así la democracia, y por otro, el Derecho Interno venezolano señala que las leyes de desacato evitan el abuso de la libertad de expresión que puede afectar la institucionalidad democrática, ya que los derechos constitucionales deben ser ejercidos con responsabilidad, en aras de proteger valores como la democracia y la ética (artículo de 2 de la Constitución Nacional). LA HERMENÉUTICA APLICABLE POR LA SALA CONSTITUCIONAL.
La Sala Constitucional expresamente señala, que es necesario hacer una
teoría normativa de la interpretación jurídica, y la considera una condición formal y asimismo expresa que, se debe atender a una condición axiológica.
Ahora bien, se considera una contradicción el que la propia Sala en
análisis, que esas técnicas formales, implican opciones ideológicas, cuando históricamente es conocido que todo pacto constitucional, es el resultado de la aplicación ideológica, de quien detenta el poder o del colectivo que soberanamente logran esa Ley Fundamental, por la identificación, al menos de la mayoría, de alguna ideología; y en razón de proteger esa idea constitucional, se establecen condiciones formales que atienden a mantener y desarrollar la ideología que se eleva a rango constitucional.
En este sentido, se advierte la existencia de otra contradicción, por cuanto
por una parte expresa que la interpretación de atender a condiciones formales y axiológicas, mas adelante establece “hablar de interpretación estática (segura y predictiva) o dinámica (variable y progresiva) tendientes, respectivamente, a la seguridad y a la justicia, no forma parte de la teoría normativa de la interpretación sino de una teoría ideológica de la función judicial.”
Al respecto, se considera que esa “teoría ideológica de la función judicial”
debe necesariamente coincidir con la ideología que establezca la Constitución, porque no se concibe, al menos en la noción básica del Estado Derecho, una ideología judicial divorciada de la ideología que origine la Constitución, tal situación sería una contrasentido, que no sería otra cosa, en la negación del mismo Estado.
De igual manera expresa, que la interpretación debe hacer valoraciones
axiológicas, y señala el Estado Social de Derecho y de Justicia; al respecto se considera que a fin de materializar los valores del Estado Social de Derecho y de Justicia, resulta necesario una forma de interpretación más dinámica, pues las necesidades sociales están en constante cambio, y el ordenamiento jurídico no tiene la posibilidad de regular todas las situaciones concretas posibles y así pareciera que en principio lo entiende la Sala Constitucional, cuando expresa “La labor creadora del juez muestra que el problema interpretativo no parte de normas identificadas y disponibles para la decisión, sino más bien, al revés, parte del problema o caso planteado, y éste induce el funcionamiento del aparato normativo para encontrar la decisión razonable”. Observándose que la necesidad de la interpretación se origina precisamente del problema o caso planteado y no de la norma misma, esos valores del Estado Social de Derecho y de Justicia, debe continuamente ser interpretado, a efectos de que haya una correspondencia entre ese valor y las necesidades sociedad, que en definitiva son los mandates de la soberanía y en consecuencia titulares del Poder Constituyente Originario; es allí donde se patentiza la labor creadora del Juez.
En consecuencia, resulta necesario, una labor interpretativa de que
vincule a la norma con la realidad del momento en que se va aplicar, a efectos de que se útil y permita la evolución de esa carga axiológica que contiene el Estado Social de Derecho y de Justicia, es por ello, que se considera contradictoria, condicionar la atribución de la interpretación al establecimiento axiológico y a su vez establecer un rígido criterio normativista en la labor interpretativa.
OPCIÓN ARGUMENTAL QUE ASUME EL FALLO.
Establece la Sala Constitucional, que la decisión “exige el cumplimiento
de una doble justificación, a saber, la interna o coherencia con el sistema jurídico, y la externa o adecuación con la mejor teoría política que subyazca tras el sistema y con la moralidad institucional que le sirve de base axiológica”, se entiende que esta doble justificación corresponde a la opción argumental denominada mejor justificación posible.
En este sentido, se evidencia aún más la contradicción de la sentencia en
la labor interpretativa, pues, refiere que la justificación externa, consiste en la adecuación con la mejor teoría política, que sirve de base axiológica, pero decide no interpretar los artículos 57 y 58 de la Constitución, por cuanto, a su decir, afecta la reserva legal de esas disposiciones constitucionales.
Lo anterior evidencia que, los argumentos de la sentencia se niegan entre
si pues expone la necesidad de que la interpretación se haga acorde con los valores constitucional contenidos en el Estado Social de Derecho y de Justicia, pero niega la interpretación solicitada por razones de falta de técnicas formales.
Esta autora considera, que la interpretación debe realizarse conforme a la
teoría funcionalista de la aplicación del derecho, ya que permite hacer una adaptación a la dinámica social y una adecuación de la carga axiológica, pues el positivismo es renuente a la comprensión y adaptación de los principios. La interpretación funcionalista, permite un entendimiento y adaptación integral del ordenamiento jurídico, a efecto de determinar el razonamiento practico.
Entendido que el Derecho no se limita al establecimiento de un conjunto
de normas de carácter coercible, sino que fundamentalmente es una realidad social dinámica y compleja, que incluye valores de la sociedad.
En tal sentido, la importancia de la interpretación, es un proceso racional,
necesario para la constante adaptación del régimen legal a la vida de los ciudadanos; cuyo entendimiento del contenido y alcance de las normas debe estar en sintonía con los principios y valores establecidos en la Constitución, conforme la Supremacía Constitucional.
En consecuencia, la idea de la Jurisdicción, no debe consistir en una
limitada sujeción de Operador de Justicia y la Ley, pues la Ley debe ser interpretada conforme a los principios constitucionales.
En todo caso, siempre el Juez debe expresar la argumentación
exhaustiva del caso, pues es condición básica de la sentencia que la misma sea motivada y congruente, a fin de justificar las decisiones y determinar si la misma es razonable o irracional.
Análisis conceptual y comentario grupal sobre el artículo “La hermenéutica y el operador jurídico en el nuevo esquema constitucional. Pautas a considerar para el logro de una adecuada interpretación jurídica” (Castaño Zuluaga, 2009)