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Caso 5.

Pelota de cumplidos

En el gimnasio, un grupo de
28 jóvenes de secundaria
practica la amabilidad.
Ninguno de ellos encuentra
esta práctica extraña o
rara. Para realizarla, se
colocan sentados formando
un círculo. En el centro del
mismo se encuentra una
“pelota de cumplidos”, la
cual es grande, bonita y
suave. El primer joven coge
la pelota, nombra a un
compañero y mientras le tira la pelota dice: “Me parece extraordinario que
cuando nos peleamos, tú siempre eres el primero en querer hacer las paces”.
“Bueno, gracias”, contesta el otro. Reflexiona un instante sobre el comentario de
su amigo y luego le tira la pelota a una chiquilla y le comenta: “Me caes bien
porque siempre eres tú misma, no exageras nunca, ni cosas por el estilo”. Ella
recoge la pelota y el cumplido con una sonrisa tímida. Tira la pelota a otra chica y
le dice: “Pienso que eres muy especial porque eres una verdadera amiga. ¡Sabes
escuchar tan bien!”.
La profesora se queda muy sorprendida al ver que la pelota va dirigida a un
muchacho que acostumbra amenazar e intimidar a otros, obstruyendo la buena
marcha de la clase. El mensaje que recibe es: “Te encuentro mucho más amable
que el año pasado”.
Los profesores aprecian cambios significativos en la clase después de haber
realizado estos ejercicios. Durante una reunión comentan: “Se dan más espacio
los unos a los otros”; “Oigo que con frecuencia dicen: ‘muy bien, perfecto’ cuando
alguno de ellos ha hecho algo que creía difícil. El ambiente ha cambiado y se
ayudan entre ellos”.

Fuente:
Snel, E. (2013). Tranquilos y atentos como una rana. España: Kairós.
pp.119-124.

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