TEMA 9.

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Temas 1-25

4º Derecho Procesal Penal

Grado en Derecho

Facultad de Derecho y Ciencias Económicas y Empresariales

UCO - Universidad de Córdoba

Reservados todos los derechos. No se permite la explotación económica ni la transformación de esta obra. Queda permitida la impresión en su
totalidad.
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TEMA 9: MEDIOS DE INVESTIGACIÓN

I. IDEAS PREVIAS

Los medios de investigación coinciden con los medios probatorios, aunque su finalidad es distinta,
ya que:
 los medios de investigación tienden a establecer el conocimiento de los hechos necesarios
para fundar la acusación y justificar la defensa;
 y los medios probatorios pretenden lograr la convicción del órgano jurisdiccional que
decide sobre la certeza de los hechos investigados y, en caso de que no existan pruebas
suficientes o los hechos que resulten probado no sean delictivos, se declare la absolución del
inculpado (s).

Reservados todos los derechos. No se permite la explotación económica ni la transformación de esta obra. Queda permitida la impresión en su totalidad.
Estos medios de investigación son:
a) la inspección ocular,
b) el interrogatorio del inculpado y
c) las declaraciones testificales con los posibles careos,
d) los documentos,
e) los informes periciales

II. LA INSPECCIÓN OCULAR

La LECr llama investigación ocular al examen directo y personal del Juez de cosas (muebles e
inmuebles) e incluso de personas, para apreciar datos o circunstancias útiles para el
esclarecimiento de los hechos. Esta inspección ocular equivale al denominado “reconocimiento
judicial” de la LEC (más moderna que la LECr).

La inspección de la persona, es un acto restrictivo porque se trata del derecho a la intimidad personal
del art. 18.1 de la CE, que puede producir vulneración del derecho a la integridad física del art. 15 de
la CE.

Este medio de investigación se practica desplazándose el Juez de Instrucción al lugar que deba
ser objeto de inspección, acompañado del Secretario Judicial, quien al término del
reconocimiento deberá levantar acta en la que se consignen las apreciaciones y datos observados
por el Instructor (332 LECr).

Artículo 332. Todas las diligencias comprendidas en este capítulo se extenderán por escrito
en el acto mismo de la inspección ocular, y serán firmadas por el Juez instructor, el Fiscal,
si asistiere al acto, el Secretario y las personas que se hallaren presentes.

También puede practicarse en la propia sede del órgano jurisdiccional, cuando se trate de
examinar documentos, cosas muebles o personas que requieran de esta inspección como medio
averiguatorio.

En este acto, también pueden ser interrogados los testigos o personas inculpadas e, incluso,
solicitarse el dictamen pericial, consignándose en el acta el desarrollo de las declaraciones,
aclaraciones, dictámenes e incidencias. La LECr recomienda en algunos casos el empleo
simultáneo de varios medios de investigación (art. 328, 329 y 333).

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Artículo 328. Si se tratare de un robo o de cualquier otro delito cometido con fractura,
escalamiento o violencia, el Juez instructor deberá describir los vestigios que haya dejado,
y consultará el parecer de peritos sobre la manera instrumentos, medios o tiempo de la
ejecución del delito.

Artículo 329. Podrá ordenar el Juez instructor que no se ausenten durante la diligencia de
descripción las personas que hubieren sido halladas en el lugar del delito, y que
comparezcan además inmediatamente las que se encontraren en cualquier otro sitio
próximo, recibiendo a todas separadamente la oportuna declaración.

Artículo 333. Cuando al practicarse las diligencias hubiese alguna persona declarada
procesada como presunta autora del hecho punible, podrá presenciarlas ya sola, ya asistida
del defensor que eligiese o le fuese nombrado de oficio, si así lo solicitara; uno y otro
podrán hacer en el acto las observaciones que estimen pertinentes, las cuales se

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consignarán por diligencia si no fuesen aceptadas. Al efecto se pondrá en conocimiento del
procesado el acuerdo relativo a la práctica de la diligencia con la anticipación que permita
su índole y no se suspenderá por la falta de comparecencia del procesado o de su defensor.
Igual derecho asiste a quien se halle privado de libertad en razón de estas diligencias.

También la LEC dicta reglas sobre el modo de proceder del Juez Instructor en casos de
comprobación del delito, cuando estos hayan dejado vestigios o pruebas materiales (326, 327).

Artículo 326. Cuando el delito que se persiga haya dejado vestigios o pruebas materiales de
su perpetración, el Juez instructor o el que haga sus veces los recogerá y conservará para el
juicio oral si fuere posible, procediendo al efecto a la inspección ocular y a la descripción
de todo aquello que pueda tener relación con la existencia y naturaleza del hecho. A este fin
hará consignar en los autos la descripción del lugar del delito, el sitio y estado en que se
hallen los objetos que en él se encuentren, los accidentes del terreno o situación de las
habitaciones y todos los demás detalles que puedan utilizarse, tanto para la acusación como
para la defensa. Cuando se pusiera de manifiesto la existencia de huellas o vestigios cuyo
análisis biológico pudiera contribuir al esclarecimiento del hecho investigado, el Juez de
Instrucción adoptará u ordenará a la Policía Judicial o al médico forense que adopte las
medidas necesarias para que la recogida, custodia y examen de aquellas muestras se
verifique en condiciones que garanticen su autenticidad, sin perjuicio de lo establecido en
el artículo 282.

Artículo 327. Cuando fuere conveniente para mayor claridad o comprobación de los
hechos, se levantará el plano del lugar suficientemente detallado, o se hará el retrato de las
personas que hubiesen sido objeto de delito, o la copia o diseño gráfico de los efectos o
instrumentos del mismo que se hubiesen hallado.

La práctica de esta diligencia puede presenciarla la persona declarada procesada (inculpada,

como pone el art. 333) como presunta autora del hecho punible asistida por su defensor.
El acta será firmada por el Juez, el Fiscal, el Secretario y las personas que se hallen presentes
(326).

III. INTERROGATORIO DEL INCULPADO (ART. 385 y ss LECr)

Desde que se impute un acto delictivo a una persona, ésta deberá ser citada sólo para ser oída;
a no ser que la Ley disponga lo contrario o que, desde luego, proceda su detención (486),

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pudiendo designar Abogado para que le asista y Procurador para que le represente (art. 118 y
520).
El interrogatorio de la persona o personas contra quien recaiga imputación delictiva, es un medio
para la obtención de datos o circunstancias relacionadas con el esclarecimiento de los hechos o
la averiguación de los sujetos participantes en los mismos.
Sobre el particular, el derecho constitucional de “no declarar contra sí mismo” y de “no
declararse culpable” (art. 24 CE), se traduce no sólo a estos dos derechos citados, sino también al
derecho a guardar silencio, al de no declarar –si no quiere-, a no contestar alguna o algunas de
las preguntas que le formulen o a manifestar que sólo declarará ente el Juez (art. 520 LECr).

Al imputado no se le exige ni juramento, ni otra promesa al prestar declaración, pero sí se le

exhorta a que diga la verdad (art. 387) acerca de sus circunstancias personales, la averiguación de
los hechos y su participación en los mismos (art. 388).
Esto no tiene nada que ver con el “derecho a mentir del acusado”, del que algunos autores hablan;

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pues mentir es un hecho que va más allá de los confines de la ética jurídica, pero nunca es un
derecho, pues no refleja criterio legal alguno, ni se refleja en texto legal alguno.

Este interrogatorio no podrá prolongarse más tiempo que el que la Ley señala, ni podrán
emplearse coacciones o amenazas (389), ni preguntas capciosas o sugestivas; y se le permitirá al
procesado que manifieste cuanto tenga por conveniente para su exculpación (386).
**Primera declaración dentro del término de veinticuatro horas. Este plazo podrá prorrogarse por
otras cuarenta y ocho si mediare causa grave, la cual se expresará en la providencia en que se
acordase la prórroga.
Se hará de forma verbal, aunque se extenderá por escrito, según los requisitos que señale la Ley
(390 y 397).

IV. DECLARACIONES TESTIFICALES Y CAREOS

1. Declaraciones testificales (art. 410 LECr)

El deber general de cooperación con la Administración de Justicia, se concreta en la obligación

que tienen todas las personas que no estén impedidas, residentes en territorio español (sean
nacionales o extranjeros) de concurrir al llamamiento judicial para declarar cuanto superen sobre lo
que les fuere preguntado, si para ello se les cita con las formalidades prescritas en la ley (410 LEcr).

Los “testigos” son las personas físicas, no imputadas, que declaran exponiendo sus
conocimientos, adquiridos por percepción directa o por referencia de otras personas, sobre la
existencia y circunstancias de los hechos delictivos sometidos a investigación y acerca de los
causantes o intervinientes en los mismos (la víctima puede testificar, pero el inculpado no puede
ser testigo).
Si el testigo estuviere físicamente impedido de acudir al llamamiento judicial, el Juez Instructor
que hubiere de recibirle la declaración “se constituirá” (se trasladará) en su domicilio, siempre que
el interrogatorio no haya de poner en peligro la vida del enfermó (419).

El que “sin estar impedido” no incumbiere al primer llamamiento judicial (excepto las del 412)
o se resistiere a declarar lo que sugiere acerca de los hechos sobre que fuere preguntado, incurrirá en
una multa de 200 a 5000 euros y si persistiere en su resistencia será conducido en el primer caso, a la
presencia del juez instructor por los agentes de la autoridad y perseguido por el delito de obstrucción

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a la justicia tipificado en el CP (art 463.1) y en segundo lugar será perseguido por el de

desobediencia grave a la autoridad (art. 556 y 420).

La LECr regula la práctica anticipada de la prueba testificar, cuando el testigo manifestare su

imposibilidad de concurrir por haber de ausentarse de la Península y, también, en el caso en que
hubiera motivo “racionalmente bastante” para temer su muerte o incapacidad física o
intelectual antes de la apertura del Juicio Oral (448). En caso de inminente peligro de muerte del

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testigo, se procederá con toda urgencia a recibirle declaración en la forma expresada en el art. 448,
aunque el procesado no pudiere ser asistido de Letrado (449).

No pueden ser testigos:

- La ley establece que no puede ser llamada como testigo la persona denunciada o querellada.
- Tampoco pueden ser testigos ni el juez instructor ni el funcionario del MF participantes
en la investigación por razón de la incompatibilidad de sus funciones, pues incurriría el
primero en causa de recusación (54 LECr) y el segundo en causa de abstención (96 LECr).

Señala, además en su articulado las personas exentas de los deberes de comparecer y/o de declarar
como testigos:

- Art. 411 LECr (las personas exentas del deber de comparecer, y de declarar), no están
obligados a comparecer ni a declarar: Rey, reina, príncipe heredero y regentes. Agentes y
personal de las Misiones Diplomáticas y sus familiares.

- art. 412 LECr (las personas exentas del deber de comparecer, pero no de declarar), no están
obligados a concurrir al llamamiento del Juez, pero sí a declarar, pudiendo hacerlo por escrito: las
demás personas de la Familia Real; y altos cargos del Gobierno, las Cortes Generales, TC, CGPJ,
FGE, Gobiernos de las CCAA, de sus Asambleas Legislativas, Magistrados del TC, Vocales del
CGPJ, Fiscales de Sala del TS, Defensor del Pueblo, Autoridades Judiciales de categoría superior al
que recibiere declaración, Presidentes y Consejeros permanentes del C. de Estado, del Tribunal de
Cuentas, Secretarios de Estado, Subsecretarios y asimilados del Gobierno de las CCAA, Delegados
de Gobierno de las CCAA, Gobernadores Civiles de Ceuta y Melilla, y los Delegados de Hacienda.
(412).

- Art. 416 (las personas dispensadas de la obligación de declarar): están dispensadas de la

obligación de declarar: los parientes del procesado, hasta el segundo grado de consanguinidad o
afinidad; el Abogado del procesado, respecto a los hechos que éste le hubiese confiado en calidad de
defensor.

- Art. 417 (las personas que no pueden ser obligados a declarar como testigos): no podrán ser
obligadas a declarar como testigos: los eclesiásticos y ministros de cultos disidentes (confesión);
los funcionarios públicos, tanto civiles como militares, de cualquier clase que tengan que
guardar secreto por razón de sus cargos o en virtud de obediencia debida; los incapacitados
física o moralmente.

En los últimos tiempos, los ordenamientos jurídicos han tenido que suministrar “protección” a los
testigos de procesos penales especialmente conflictivos. La LO 19/94 de 23 de diciembre, se ha
dictado para facilitar el cumplimiento del deber general de testificar que impone la ley a todo
ciudadano. Para aplicar estas medidas de protección, es necesario que la autoridad judicial aprecie
racionalmente un peligro grave para la persona, libertad o bienes del testigo, su cónyuge o persona

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a quien se halle ligado por análoga relación de afectividad o sus ascendientes, descendientes o
hermanos (art 1 de la Ley citada).
Estas medidas de la LO 19/94: art. 2 y 3) son:

a) Que no consten, en las diligencias que se practiquen: nombre, apellidos, domicilio, lugar de
trabajo y profesión, ni cualquier otro dato que pudiera servir para la identificación de los
mismos, pudiéndose utilizar para ésta un número o cualquiera clave.
b) Que comparezcan para la práctica de cualquier diligencia utilizando cualquier procedimiento
que imposibilite su identificación visual normal.
c) Que se fije como domicilio, a efectos de citaciones y notificaciones, la sede del órgano
judicial interviniente, el cual las hará llegar reservadamente a su destinatario.
d) Los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad cuidan de que no se les hagan
fotografía.
e) A instancia del MF, se les puede brindar, incluso, protección policial, nueva identidad y

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medios económicos para cambiar su residencia o lugar de trabajo.

Con la misma finalidad, la LECr, prevé en su regulación que cuando un testigo sea menor de edad el
Juez, atendiendo a la naturaleza del delito y a las circunstancias de dicho testigo, podrá acordar en
resolución motivada y previo informe pericial, que se evite la confrontación visual del mismo y el
inculpado, utilizando para ello cualquier medio técnico que haga posible la práctica de esta prueba
(ar. 448 LECr).

El procedimiento que debe utilizarse para practicar este medio de investigación es el siguiente:

1º.Citación de los testigos:

El Juez Instructor hará concurrir a su presencia y examinará a los testigos citados (en la denuncia,
querella o cualesquiera otras declaraciones o diligencias); y a todos los demás que supieren hechos o
circunstancias, o poseyeran datos convenientes para la comprobación o averiguación del delito y del
delincuente (art. 421).
Acto seguido el testigo jura o promete por su honor decir la verdad, de acuerdo con sus convicciones
(art 434) y el juez les instruirá de la obligación que tiene de ser veraz en su caso, de las penas con
que el Código Penal (art 458 a 462) castiga el delito de falso testimonio en causa criminal (art 433
párr. 2).
La declaración de testigo se hace la forma que aparece descrita en los arts 435 y 437, cuyo objeto
comprende narrar los hechos sobre las cuales declare de acuerdo con el art 436.
La LECr prohíbe coacciones y preguntas capciosas en su art 439.
Finalmente, la documentación del acto se hace siguiendo lo recogido en los arts. 443, 444, 445 , 450
de la LECr.

Artículo 430. Los testigos podrán ser citados personalmente donde fueren habidos. Cuando
sea urgente el examen de un testigo, podrá citársele verbalmente para que comparezca en el
acto, sin esperar a la expedición de la cédula prescrita en el artículo 175, haciendo constar,
sin embargo, en los autos, el motivo de la urgencia. También podrá en igual caso
constituirse el Juez instructor en el domicilio de un testigo o en el lugar en que se encuentre
para recibirle declaración.

Artículo 431. El Juez instructor podrá habilitar a los agentes de policía para practicar las
diligencias de citación verbal o escrita si lo considera conveniente.

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Artículo 432. Si el testigo no tuviere domicilio conocido o se ignorase su paradero, el Juez

instructor ordenará lo conveniente a los funcionarios de policía u oficiará a la autoridad
administrativa a quien corresponda para que lo averigüen y le den parte del resultado
dentro del plazo que les hubiere fijado. Transcurrido este plazo sin haber averiguado el
paradero del testigo, se publicará la cédula de citación en el periódico oficial del pueblo de
la residencia del Juez, y en su defecto, en cualquier otro que allí se publique.

Se insertará también la cédula, si el Juez lo estima conveniente, en los periódicos oficiales

o particulares de la capital de la provincia y del lugar donde se presuma hallarse el testigo,
y en la Gaceta de Madrid. En estos casos se unirá a los autos un ejemplar de cada periódico
en que se hubiere publicado la citación.

2. Careos de procesados y testigos

Reservados todos los derechos. No se permite la explotación económica ni la transformación de esta obra. Queda permitida la impresión en su totalidad.
El careo no es un medio de investigación, sino una diligencia. La LECr regula esta diligencia como
“medio complementario” de dilucidar las discordancias producidas entre las declaraciones de
los procesados entre sí, de los testigos o aquéllos y éstos (art. 451).

Artículo 451. Cuando los testigos o los procesados entre sí o aquéllos con éstos discordaren
acerca de algún hecho o de alguna circunstancia que interese en el sumario, podrá el Juez
celebrar careo entre los que estuvieren discordes, sin que esta diligencia deba tener lugar, por
regla general, más que entre dos personas a la vez.

El “careo” es el acto por el cual el Juez Instructor interroga en forma simultánea a dos personas
inculpadas, o a una persona inculpada y a un testigo, o a dos testigos, con el fin de despejar la
incertidumbre que arrojan contradicciones o discrepancias que median entre sus respectivas
declaraciones sobre dos o más hechos.

Se practica en presencia judicial, leyendo el Secretario a los procesados o testigos entre quienes
tenga lugar el acto, las declaraciones que hubiesen prestado y preguntado el Juez a los testigos,
después de recordarles sus juramentos y las penas de falso testimonio, si se ratifican en ellas o
tienen alguna variación que hacer. El Juez manifestará enseguida las contradicciones que
resulten de dichas declaraciones, e invitará a los careados para que pongan de acuerdo entre sí
(art. 452).

Esta diligencia sólo está indicada cuando no fuere conocido otro modo de comprobar la
existencia del delito o la culpabilidad de alguno de los procesados (art. 455). La Ley la considera
como una “diligencia residual”.

Artículo 455. No se practicarán careos sino cuando no fuere conocido otro modo de comprobar
la existencia del delito o la culpabilidad de alguno de los procesados.

No se practicarán careos con testigos que sean menores de edad salvo que el Juez lo considere
imprescindible y no lesivo para el interés de dichos testigos, previo informe pericial.

La ejecución del careo es una deferencia que está al “prudente arbitrio” del órgano judicial, porque
la LECr deja en manos del Juez decidir o no sobre la conveniencia de su práctica con absoluta
discrecionalidad (por lo que la decisión no puede ser revisada en “casación”).

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El Secretario dará fe de todo lo que ocurriere en el acto del careo y de las preguntas,
contestaciones y reconvenciones que, mutuamente, se hicieren los careados; así como de lo que se
observare en su actitud durante el acto; y firmará la diligencia con todos los concurrentes,
expresando si alguno no lo hiciere la razón que para ello alegue (453). El Juez no permitirá que los
careados se insulten o amenacen (454).

V. DOCUMENTOS

Tradicionalmente, el concepto de documento se vincula al desarrollo de la palabra escrita, como

medio de expresión del pensamiento humano que, frente a la palabra hablada, tiene un carácter de
permanencia.

Documento es toda expresión del pensamiento o cualquier acto o hecho que, por escrito o

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gravado sobre una cosa mueble, es susceptible de ser aportado en el proceso; esto es aquellas
cosas muebles (generalmente, papel u otras materias aptas para la incorporación de señales, producto
de la inteligencia y expresivas de un significado) que valen por el pensamiento que traducen en
forma de grafía u otros signos reproducibles.

La LECr no dedica una atención especial a esta materia; pero, tanto los documentos como las cosas y
objetos relacionados con el delito, constituyen medios para la investigación. Alude en su regulación,
de forma aislada, a los casos de falsedades documentales que consten en documentos públicos
incorporados a archivos oficiales, que se reclamen a los efectos de reconocimiento y examen por el
Juez Instructor. Y de forma más amplia, cuando se refiere a libros, papeles y correspondencia postal
o telegráfica, cuando regula los medios legales para examinar y retener los mismos (art. 335 y 726).

VI. LOS INFORMES PERICIALES (ART. 456 LECr)

El informe pericial o dictamen de peritos versa sobre la apreciación de algún hecho o

circunstancia importante en el Sumario, que requiere como necesarios o convenientes
conocimientos científicos o artísticos (art. 456 LECr, ver además 336, 478, 778.1 y 3 LECr).

Artículo 336. Ordenará también el Juez el reconocimiento por peritos, de los lugares, armas,
instrumentos y efectos a que dichos artículos se refieren, haciéndose constar por diligencia el
reconocimiento y el informe pericial. A esta diligencia podrán asistir también el procesado y su
defensor.

Artículo 478. El informe pericial comprenderá, si fuere posible:

1. Descripción de la persona o cosa que sea objeto del mismo, estado o del modo en que
se halle. El Secretario extenderá esta descripción, dictándola los peritos y
suscribiéndola todos los concurrentes.
2. Relación detallada de todas las operaciones practicadas por los peritos y de su
resultado, extendida y autorizada en la misma forma que la anterior.
3. Las conclusiones que en vista de tales datos formulen los peritos, conforme a los
principios y reglas de su ciencia o arte.

Se busca al perito por sus conocimientos específicos, prescindiendo de su relación con los hechos.

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Pueden ser titulares (porque tengan un título oficial de una Ciencia o Arte, cuyo ejercicio esté
reglamentado por la Admón) o no titulares (que sólo tienen conocimientos o prácticas especiales en
alguna ciencia o arte) (art. 457).

El nombramiento judicial para actuar como perito, es comunicado en la misma forma de la citación
de los testigos: por escrito o verbalmente, mediante llamamiento (art. 462) de orden del Juez. El
nombramiento obliga al designado a acudir al llamamiento y al desempeño del servicio pericial,

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sin perjuicio del derecho a reclamar sus honorarios (art. 460 y 465 LECr).

Artículo 462. Nadie podrá negarse a acudir al llamamiento del Juez para desempeñar un
servicio pericial, si no estuviere legítimamente impedido. En este caso deberá ponerlo en
conocimiento del Juez en el acto de recibir el nombramiento, para que se provea a lo que haya
lugar.

La Ley concibe la pericia como una obligación similar a la de los testigos; por ello, señala que nadie
podrá negarse a acudir al llamamiento del Juez para desempeñar un servicio pericial, si no
estuviera legítimamente impedido. En este caso deberá ponerlo en conocimiento del juez en el acto
de recibir el nombramiento para que se provea a lo que haya lugar (art. 462).

Si el reconocimiento e informe periciales pudieren tener lugar de nuevo en el juicio oral, los peritos
nombrados no podrán ser recusados por las partes. Si no pudiera reproducirse en el juicio oral, habrá
lugar a la recusación (art. 467).

Las causas de recusación (art. 468 LECr) son:

 parentesco de consanguinidad o de afinidad dentro de 4º grado con el querellante o con el

reo.
 interés directo o indirecto en la causa o en otra semejante.
 amistad íntima o enemistad manifiesta.

También se establecen las mismas medidas de protección que a los testigos, previstas en la LO
19/94 de protección de testigos y peritos.

El procedimiento es:

1º: Nombramiento por el Juez Instructor (460, 461 y 466).

Artículo 460. El nombramiento se hará saber a los peritos por medio de oficio, que les será
entregado por alguacil o portero del Juzgado, con las formalidades para la citación de los
testigos, reemplazándose la cédula original, por un atestado que extenderá el alguacil o portero
encargado de la entrega.

Artículo 461.Si la urgencia del caso lo exige, podrá hacerse el llamamiento verbalmente de
orden del Juez, haciéndolo constar así en los autos; pero extendiendo siempre el atestado
prevenido en el artículo anterior el encargado del cumplimiento de la orden de llamamiento.

Artículo 466. Hecho el nombramiento de peritos, se notificará inmediatamente así al actor

particular, si lo hubiere, como al procesado, si estuviere a disposición del Juez o se encontrare
en el mismo lugar de la instrucción, o a su representante si lo tuviere.

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2º: Todos los peritos tanto los nombrados por el juez como los que hubieren sido nombrados por
las partes, prestarán juramento de proceder bien y fielmente en sus operaciones y de no proponerse
otro fin que el de descubrir y declarar la verdad (que prestarán todos, tanto los propuestos por el Juez
como los propuestos por las partes) art. 474.

3º Manifestación clara y determinante del objeto del informe pericial, que ordenará el Juez a los
peritos (manteniendo parte de los objetos a analizar, por si hubiera que realizar nuevo análisis) art.
479.

Artículo 479. Si los peritos tuvieren necesidad de destruir o alterar los objetos que analicen,
deberá conservarse, a ser posible, parte de ellos en poder del Juez, para que, en caso necesario,
pueda hacerse nuevo análisis.

4º Realización del peritaje: los peritos se podrán retirar por el tiempo absolutamente preciso al sitio

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que les señale el Juez para deliberar y redactar conclusiones.

5º. Elaboración del informe pericial (de acuerdo con los requisitos del 478 LECr) y emisión del
mismo. Una vez hecho esto, el Juez podrá hacer a los peritos cuantas preguntas estime pertinentes
y solicitar las aclaraciones necesarias sobre los informes, considerándose sus contestaciones parte de
su informe pericial (483).

Artículo 478. El informe pericial comprenderá, si fuere posible:

1. Descripción de la persona o cosa que sea objeto del mismo, estado o del modo en que
se halle. El Secretario extenderá esta descripción, dictándola los peritos y
suscribiéndola todos los concurrentes.
2. Relación detallada de todas las operaciones practicadas por los peritos y de su
resultado, extendida y autorizada en la misma forma que la anterior.
3. Las conclusiones que en vista de tales datos formulen los peritos, conforme a los
principios y reglas de su ciencia o arte.

6. En caso de discordancia entre peritos y si su número fuera par, el Juez nombrará otro perito y
se repetirán las operaciones, con la intervención de éste y si fuere posible, y también se ejecutarán
las demás que parecieren oportunas. Si ello no fuese posible, la intervención del nuevo perito se
limitará a deliberar con los anteriores y a formular conclusiones motivadas, conjuntamente con el
que estuviere conforme o separadamente si no lo está con ninguno (484 LECr).

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