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La nutrición puede afectar la respuesta del organismo a los fármacos; por el contrario, los fármacos puede afectar la

nutrición del organismo. Los fármacos pueden afectar al estado nutricional del individuo a través de la alteración de los
procesos de ingesta, absorción, metabolismo y excreción de los nutrientes de la misma manera que los alimentos o
nutrientes pueden afectar a los fármacos.

muchos de los fármacos utilizados para tratar trastornos frecuentes en las personas mayores (como depresión, cáncer,
insuficiencia cardíaca e hipertensión arterial) contribuyen a la desnutrición. Pueden aumentar las necesidades de
nutrientes, cambiar la forma en que el organismo los utiliza o disminuir el apetito. Algunos fármacos provocan diarrea o
tienen efectos secundarios que interfieren con la alimentación, como náuseas y estreñimiento.

El uso de ciertos fármacos puede contribuir a la desnutrición. Los fármacos pueden:

Disminuir el apetito: como, por ejemplo, los que se usan para tratar la hipertensión (como los diuréticos), la
insuficiencia cardíaca (como la digoxina) o el cáncer (como la cisplatina).

Provocan náuseas, lo que disminuye el apetito

Aumenta el metabolismo (como tiroxina y teofilina) y aumenta la necesidad de calorías y nutrientes

Afectan a la absorción de los nutrientes en el intestino.

También interrumpir el tratamiento con ciertos fármacos (como los ansiolíticos y los antipsicóticos) o dejar de consumir
alcohol puede ocasionar pérdida de peso.

Los alimentos pueden estimular, retardar o disminuir la absorción de fármacos. Los alimentos alteran la absorción de
muchos antibióticos. Pueden modificar el metabolismo de los medicamentos; p. ej., las dietas ricas en proteínas
pueden acelerar el metabolismo de ciertos fármacos mediante la estimulación del citocromo P-450. Las dietas que
alteran la flora bacteriana pueden afectar de manera considerable el metabolismo global de algunos fármacos.

Las deficiencias nutricionales pueden afectar la absorción y el metabolismo de los fármacos. Las deficiencias graves
de calorías y proteínas dsminuyen las concentraciones tisulares de enzimas y pueden alterar la respuesta a fármacos
mediante la absorción o unión a proteínas y causar insuficiencia hepática. Los cambios en el aparato digestivo pueden
afectar la absorción y modificar la respuesta al medicamento. La deficiencia de calcio, magnesio o cinc puede alterar el
metabolismo del fármaco. La deficiencia de vitamina C disminuye la actividad de las enzimas que metabolizan los
fármacos, sobre todo en los adultos mayores.

Muchos fármacos alteran el apetito, la absorción de alimentos y el metabolismo tisular (véase  tabla). Algunos (p. ej., la
metoclopramida) aumentan la motilidad gastrointestinal y de esta forma disminuyen la absorción de los alimentos.
Otros fármacos, (p. ej., los opioides y los anticolinérgicos) disminuyen la motilidad gastrointestinal. Algunos fármacos
son mejor tolerados cuando se ingieren con las comidas.

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