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Una dieta terapéutica es aquella que se pauta y se determina para tratar y/o controlar
una determinada enfermedad. En algunos casos la dieta puede ser la solución para una
determinada anomalía y en otros, será complementaria a un tratamiento o pauta dentro de
una actuación multidisciplinar.
A continuación veremos las características y ejemplos de dietas que tienen una clara
función terapéutica y otras que pueden complementar algunos tratamientos específicos.
Son las que están definidas para tratar enfermedades relacionadas con una nutrición
inadecuada por falta de nutrientes específicos o por intolerancia de algún
componente. Aquí encontraríamos las dietas para tratar enfermedades como el
escorbuto (falta de vitamina C), el raquitismo (falta de vitamina D) o la anemia ferropénica
(falta de hierro). También se consideran dentro de este grupo las dietas que eliminan
algún componente específico como el gluten (celiaquía), la lactosa (intolerancia a la
lactosa) o las que suprimen alimentos específicos que pueden causar alergia a algunas
personas.
Las dietas terapéuticas tienen unas características básicas que se deben tener en
consideración para que la adaptación pueda ser lo más positiva posible para el paciente.
En muchas ocasiones hemos oído hablar de las dietas efectivas, de las dietas de choque
o las dietas para desintoxicarse. Sin embargo, no oímos hablar tan a menudo de
las dietas progresivas y ¿qué son? Alejadas de todas estas ideas de dietas para
adelgazar o dietas para desintoxicarnos, las dietas progresivas
son dietas terapéuticas que se recomiendan para pacientes que se encuentran en
estados de salud muy concretos, por ejemplo, un post-operatorios o de deglución. En
estos casos no siempre es posible llevar una dieta normal, por lo que es lógico que se
acudan a las llamadas dietas progresivas.
Las dietas progresivas tienen aplicación hospitalaria, pero en muchos casos también
tienen aplicación casera. Los tipos de dietas progresivas son muy variadas, dependiendo
en todo caso del tipo de paciente al que le vaya aplicar la dieta en cuestión. Por un lado
encontramos las dietas blandas, dietas líquidas o semilíquidas y las dietas de
fácil digestión. En todos estos casos se intuye que son dietas pensadas para su fácil
digestión, pero para que la persona que la tenga impuesta, esté alimentada sin sufrir
problemas de estómago.
En este sentido, debemos entender que las dietas progresivas están pensadas de esta
manera porque se pretende una progresión alimentaria, es decir, una evolución de los
alimentos que se van ingiriendo para conseguir una tolerancia digestiva. Así, nuestro
objetivo fundamental con las dietas progresivas será que el paciente pueda comer cada
vez un mayor número alimentos y todos ellos con diferentes niveles de cocción.
En cualquier caso, las dietas progresivas han de ser configuradas por especialistas en
nutrición y dietética que sepan la cantidad de nutrientes y la cantidad admisible de cada
alimento para los pacientes que vayan a tomar este tipo de dietas. La formación y el
conocimiento que los técnicos en dietética tienen puede hacer que una determinada
persona consiga volver a mantener una dieta normal en cuestión de semanas, de ahí que
sea tan importante prestar atención a los detalles como el nivel de liquidez de la dieta o
los alimentos indicados.
DIETA CON MODIFICACION Y AUMENTO
Las dietas restringidas en carbohidratos han sido ampliamente difundidas por medios de
comunicación colectiva.Son objeto de controversiales opiniones en el contexto científico
por las manifestaciones asociadas a la pérdida acelerada de peso y por los efectos
secundarios que ocasionan a nivel fisiológico.
Los alimentos contienen diferentes nutrientes, por eso se suele recomendar que una dieta
sana contenga alimentos de todos los grupos. Sin embargo, las costumbres actuales han
hecho que el equilibrio que se debería conseguir no exista, y son precisamente
aquellos alimentos más perjudiciales los que más aparecen en nuestros platos.
La dieta hipograsa trata de corregir este defecto eliminando de la dieta los alimentos
grasos. Hace ya varias décadas que se ha demostrado la relación entre el exceso de
grasa y los problemas cardiovasculares, así como los problemas derivados
de la obesidad, también habituales en quienes llevan una dieta alta en grasa.
Para contrarrestar el efecto negativo de las grasas sobre nuestro organismo, la dieta
hipograsa reduce o elimina de la dieta los alimentos que las contienen en mayor
proporción. Entre la lista de alimentos que debemos evitar se encuentran las carnes rojas,
los productos lácteos enteros (leche, yogur, queso), yema de huevo, embutidos,
dulces, mariscos, mantequilla y algunas frutas y verduras como el aguacate, las aceitunas
o las nueces.
Estos alimentos poco recomendados se pueden sustituir por otros más recomendables
por su bajo contenido en grasas. En la lista de alimentos aconsejables se encuentran los
lácteos desnatados, las carnes magras (pollo, pavo etc.), el pescado, la clara de huevo,
los vegetales y legumbres, las frutas, los aceites vegetales y los hidratos de
carbono (pastas, patatas, arroz etc).
DIETA HIPERPROTEICA
Sabemos que los alimentos están compuestos por tres partes o macronutrientes
principales: las proteínas, los carbohidratos y las grasas. Con ellos nos nutrimos y nos
aportan las calorías necesarias para nuestra vida diaria. Nuestro cuerpo, para su normal
funcionamiento, requiere de estos tres grupos de nutrientes, sin embargo cada grupo
aporta de diferente manera la energía necesaria.
La dieta hiperproteica en resumen, es una dieta que se basa en ingerir alta cantidad de
alimentos ricos en proteínas, tanto de origen animal como vegetal, como pueden ser las
carnes, pescado, huevo, quesos y lácteos, pero eliminando casi la totalidad de los
carbohidratos que se ingieren.
Con ello se consigue una rápida pérdida de peso, más veloz que si se hace una dieta baja
en calorías habitual, ya que se cambia el modo en que el organismo utiliza y metaboliza
los nutrientes para conseguir esta energía.
¿CÓMO FUNCIONA?
DIETA HIPOCALÓRICA
Características
Contraindicaciones y precauciones
Contraindicaciones absolutas
Enfermedad neoplástica.
Diabetes mellitus con tendencia a la cetosis.
Embarazo y lactancia.
DIETA DE DIABÉTICOS
La dieta blanda “es un régimen terapéutico de fácil seguimiento y de uso casero muy
extendido. Es de fácil digestión, por lo que también suele recibir el nombre de ‘dieta de
protección gástrica’”, explica Eugenio Freire, cirujano digestivo del Centro Médico-Quirúrgico
de Enfermedades Digestivas (CMED). Su denominación no hace referencia a una ingesta
sencilla: “El término ‘blanda’ no se refiere a ‘tierno’ o ‘de fácil masticación’, ya que para una dieta
de esa textura se emplean las expresiones ‘blanda odontológica’ o ‘de fácil masticación’”,
especifica el especialista.
Se aconseja tomar la dieta blanda “después de un periodo de ayuno por enfermedad grave,
cirugía digestiva, gastritis, cólico, úlcera, episodios de diarrea o vómitos, virus
intestinal (a los que son tan propensos los niños) y, en definitiva, también tras cualquier
patología leve del aparato digestivo, incluso las que no requieren de atención médica”,
señala Freire.
Esta alimentación tiene una corta duración. “Puede mantenerse de dos a tres días para
después, poco a poco, ir introduciendo alimentos hacia una dieta normal. Si pasado este
tiempo las molestias persisten o no hay buena tolerancia, es imprescindible acudir a su médico”,
indica el especialista del CMED.
Alimentos
Los alimentos a tomar en una dieta blanda deben cumplir unos requisitos: “La comida,
preferiblemente, debe estar tibia y también se recomienda cocinarla con poca sal”, dice
Freire. Además, la dieta blanda “no debe contener irritantes, picantes o condimentos en
exceso, debe ser moderada en grasas, hay que emplear formas sencillas de
preparación de los alimentos (cocidos, asados a la parrilla, hervidos), y se debe evitar los
alimentos fritos o muy salados y las salsas, ya que pueden causar molestias”, explica el
cirujano.
Cereales y féculas
“Los cereales se tomarán refinados en forma de pasta, pan blanco, tostado o
seco (biscotes), arroz blanco cocido, papillas de cereales y galletas (tipo María)”, explica el
especialista, quien recomienda consumir también patatas cocidas en dos modalidades, al
vapor o en puré. En este apartado, los alimentos que no hay que comer son los cereales
integrales, la bollería y el arroz preparado no cocido.
Carnes y pescados
Las carnes que se puede comer en la dieta blanda son las de “pollo, pavo y ternera en
cocciones ligeras como a la plancha, hervido o al horno; y fiambres magros como el jamón
de york”. Si se opta por la segunda opción, el pescado tendrá que ser blanco y se cocinaría
igual que la carne. Aquí “se evitarán las carnes rojas y fibrosas, los embutidos y ahumados,
así como los pescados azules, los mariscos y las conservas”.
DIETA LIBRE
Una dieta libre de gluten es un plan alimenticio que no contiene gluten. El gluten es una
proteína que se encuentra en el trigo, centeno y cebada. El gluten se encuentra en varios
panes, pastas, cereales, pasteles, tartas y galletas. Algunos suplementos vitamínicos y
medicamentos podrían contener gluten. Usted necesita seguir la siguiente dieta por el
resto de su vida si tiene una enfermedad celíaca, dermatitis herpetiforme o sensibilidad al
gluten no celíaca.
Elija alimentos que estén etiquetados como libres de gluten. Usted podría consumir
avenas libres de gluten o avena regular en cantidades pequeñas. Consulte con su dietista
si comer avena es seguro para usted. Usted puede consumir alimentos elaborados con
los siguientes tipos de granos y almidones:
Una dieta líquida completa se compone de líquidos y alimentos que son normalmente
líquidos y alimentos que se vuelven líquidos cuando están a temperatura ambiente, como
el helado. También incluye:
Té
Jugo
Gelatina
Malteadas
Pudín
Paletas de helado
Usted no puede comer alimentos sólidos cuando esté haciendo una dieta líquida
completa.
También es posible que necesite seguir una dieta líquida completa por un tiempo después
de haberse sometido a una cirugía en el estómago o el intestino. Igualmente, puede ser
que necesite hacer esta dieta si está teniendo problemas para tragar o masticar. Si se le
receta esta dieta debido a disfagia (problemas para tragar), su patólogo del habla le dará
más instrucciones específicas. En ocasiones la dieta líquida completa es un paso entre
una dieta de líquidos claros y volver a su dieta regular.
Lo que puede comer y beber
Usted puede comer o beber solo líquidos. Puede ingerir estos alimentos y bebidas:
Agua
Caldo de sopa (caldo, consomé y sopas cremosas coladas, pero sin sólidos)