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DIETA TERAPÉUTICA

Una dieta terapéutica es aquella que se pauta y se determina para tratar y/o controlar
una determinada enfermedad. En algunos casos la dieta puede ser la solución para una
determinada anomalía y en otros, será complementaria a un tratamiento o pauta dentro de
una actuación multidisciplinar.

A continuación veremos las características y ejemplos de dietas que tienen una clara
función terapéutica y otras que pueden complementar algunos tratamientos específicos.

Dietas con función terapéutica

Son las que están definidas para tratar enfermedades relacionadas con una nutrición
inadecuada por falta de nutrientes específicos o por intolerancia de algún
componente. Aquí encontraríamos las dietas para tratar enfermedades como el
escorbuto (falta de vitamina C), el raquitismo (falta de vitamina D) o la anemia ferropénica
(falta de hierro). También se consideran dentro de este grupo las dietas que eliminan
algún componente específico como el gluten (celiaquía), la lactosa (intolerancia a la
lactosa) o las que suprimen alimentos específicos que pueden causar alergia a algunas
personas.

En general, si se sigue la dieta indicada de forma rigurosa se puede recuperar el óptimo


estado de salud y mantener una correcta calidad de vida ajustando la dieta a la realidad y
a los requerimientos individuales.

Dietas que complementan tratamientos

La dieta en estos casos sería un elemento complementario y necesario para tratar


algunas enfermedades a través de fármacos u otras estrategias terapéuticas. En este
grupo encontraríamos las dietas para tratar la Diabetes, disfunciones renales o
algunos tipos de cáncer.

En la dieta para tratar la diabetes es básico controlar al aporte de Hidratos de Carbono, se


distribuyen a lo largo del día en forma de raciones y se debe suprimir el consumo de
azúcar simple. La dieta se debe seguir de forma precisa ya que se complementa con una
pauta de insulina. Para disfunciones renales la dieta es un elemento imprescindible, el
objetivo es frenar el deterioro de la función renal y controlar los electrolitos en sangre,
sobretodo sodio y potasio. La dieta en algunos los casos de cáncer puede ser muy
importante para prevenir situaciones de malnutrición severa o la suplementación ante la
inapetencia de determinados tipos de alimentos.

En estos casos, la dieta sería un complemento imprescindible para asegurar el óptimo


estado de salud, no tienen una función concreta si se utiliza como elemento ajeno al
tratamiento pero, cuando se pauta de forma complementaria permite asegurar el óptimo
estado de salud del paciente.

Dietas para mejorar condiciones

La dieta hipocalórica es una dieta equilibrada y variada en la que se controla el aporte


calórico, es la dieta indicada para bajar de peso. En casos de sobrepeso, junto a una
pauta de ejercicio específica, se indicaría como elemento principal, en el tratamiento de la
obesidad la dieta es un elemento importante pero no el único, menudo se puede
complementar con algún fármaco, tratamiento psicológico o actividad física.

La pauta de la dieta de un deportista previa a la práctica deportiva intensiva puede ser


un elemento clave para mejorar el rendimiento, en el post Pautas de una dieta equilibrada
para deportistas se detalla de forma ampliada las pautas alimentarias que se recomienda
que sigan los deportistas.

Características de las dietas terapéuticas

Las dietas terapéuticas tienen unas características básicas que se deben tener en
consideración para que la adaptación pueda ser lo más positiva posible para el paciente.

 Las pautas indicadas no deben ser perjudiciales para la salud.

 Se debe evitar cambios desapacibles, las modificaciones realizadas deben


ser prudentes.

 Se debe evitar la prohibición, la prescripción de la dieta debe ser positiva.

 Se debe tener en cuenta la fase en la que se encuentra la patología del paciente


e ir adecuando la dieta según la evolución del paciente.
DIETA PROGRESIVA

Las dietas progresivas se aplican a determinados y muy variados problemas de deglución,


dentales, esofágicos, post-operatorios, etc. De aplicación hospitalaria o casera estas son:
dieta líquida, dieta semilíquida, dieta blanda, dieta de fácil digestión. El cambio de la
textura o proceso culinario de los alimentos es también una dieta terapéutica en diversas
enfermedades. La duración de la progresión es distinta en cada paciente.

En muchas ocasiones hemos oído hablar de las dietas efectivas, de las dietas de choque
o las dietas para desintoxicarse. Sin embargo, no oímos hablar tan a menudo de
las dietas progresivas y ¿qué son? Alejadas de todas estas ideas de dietas para
adelgazar o dietas para desintoxicarnos, las dietas progresivas
son dietas terapéuticas que se recomiendan para pacientes que se encuentran en
estados de salud muy concretos, por ejemplo, un post-operatorios o de deglución. En
estos casos no siempre es posible llevar una dieta normal, por lo que es lógico que se
acudan a las llamadas dietas progresivas.
Las dietas progresivas tienen aplicación hospitalaria, pero en muchos casos también
tienen aplicación casera. Los tipos de dietas progresivas son muy variadas, dependiendo
en todo caso del tipo de paciente al que le vaya aplicar la dieta en cuestión. Por un lado
encontramos las dietas blandas, dietas líquidas o semilíquidas y las dietas de
fácil digestión. En todos estos casos se intuye que son dietas pensadas para su fácil
digestión, pero para que la persona que la tenga impuesta, esté alimentada sin sufrir
problemas de estómago.
En este sentido, debemos entender que las dietas progresivas están pensadas de esta
manera porque se pretende una progresión alimentaria, es decir, una evolución de los
alimentos que se van ingiriendo para conseguir una tolerancia digestiva. Así, nuestro
objetivo fundamental con las dietas progresivas será que el paciente pueda comer cada
vez un mayor número alimentos y todos ellos con diferentes niveles de cocción.
En cualquier caso, las dietas progresivas han de ser configuradas por especialistas en
nutrición y dietética que sepan la cantidad de nutrientes y la cantidad admisible de cada
alimento para los pacientes que vayan a tomar este tipo de dietas. La formación y el
conocimiento que los técnicos en dietética tienen puede hacer que una determinada
persona consiga volver a mantener una dieta normal en cuestión de semanas, de ahí que
sea tan importante prestar atención a los detalles como el nivel de liquidez de la dieta o
los alimentos indicados.
DIETA CON MODIFICACION Y AUMENTO

Diferentes modificaciones dietéticas son recomendadas para la prevención y tratamiento


de múltiples enfermedades,sin embargo,en la actualidad las modificaciones dietéticas
orientadas a la pérdida de peso son las de mayor relevancia, por considerarse la obesidad
como la epidemia del siglo XXI.Estas modificaciones dietéticas en su
mayoría populares ,sugieren desde días de ayuno hasta opciones de restricción de
consumo de alimentos específicos en cantidades y en combinaciones diferentes.La
industria alimentaria se ha dado a la tarea de desarrollar alimentos modificados,a fin de
satisfacer estas demandas,algunos de ellos hipocalóricos y/o reducidos en grasa, e
incluso,en la actualidad se encuentran opciones para individuos diabéticos o que quieren
seguir dietas reducidas en carbohidratos.

Las dietas restringidas en carbohidratos han sido ampliamente difundidas por medios de
comunicación colectiva.Son objeto de controversiales opiniones en el contexto científico
por las manifestaciones asociadas a la pérdida acelerada de peso y por los efectos
secundarios que ocasionan a nivel fisiológico.

Los carbohidratos constituyen la principal fuente de energía en la dieta de la mayoría de


los individuos,sin embargo,en los últimos años han surgido nuevas teorías que
contradicen el hecho de que las dietas adecuadas en carbohidratos con 55-60%del valor
energético total (VET),son óptimas para la prevención y tratamiento de enfermedades
crónicas.

La presente revisión describe las implicaciones fisiológicas y clínicas de la modificación en


el consumo de carbohidratos,con el objetivo de proveer información científica que permita
un análisis crítico,ante las decisiones dieto-terapéuticas que quisieran seguir o sugerir los
profesionales en salud.

Los carbohidratos en la nutrición humana

Los carbohidratos han sido la principal fuente energética de la alimentación en los


humanos por años.Algunos los consideran nutrientes no esenciales,ya que pueden ser
sintetizados por el organismo a partir de otros compuestos.La cantidad mínima requerida
por el organismo para suplir las necesidades de las células nerviosas, los glóbulos rojos y
la médula ósea,es de aproximadamente 180 gramos diarios,de los cuales el organismo
puede sintetizar 130 gramos por día, por lo que los restantes 50 gramos deben ser
suministrados en la dieta.Se recomienda que entre el 50 y el 60%de las calorías totales
de la dieta provengan de la oxidación de los carbohidratos, sin embargo, este porcentaje
varía ampliamente entre diferentes poblaciones, según sus patrones de alimentación (1).
DIETA HIPOGRASA

Los alimentos contienen diferentes nutrientes, por eso se suele recomendar que una dieta
sana contenga alimentos de todos los grupos. Sin embargo, las costumbres actuales han
hecho que el equilibrio que se debería conseguir no exista, y son precisamente
aquellos alimentos más perjudiciales los que más aparecen en nuestros platos.

La dieta hipograsa trata de corregir este defecto eliminando de la dieta los alimentos
grasos. Hace ya varias décadas que se ha demostrado la relación entre el exceso de
grasa y los problemas cardiovasculares, así como los problemas derivados
de la obesidad, también habituales en quienes llevan una dieta alta en grasa.

Alimentos recomendados en la dieta hipograsa

Para contrarrestar el efecto negativo de las grasas sobre nuestro organismo, la dieta
hipograsa reduce o elimina de la dieta los alimentos que las contienen en mayor
proporción. Entre la lista de alimentos que debemos evitar se encuentran las carnes rojas,
los productos lácteos enteros (leche, yogur, queso), yema de huevo, embutidos,
dulces, mariscos, mantequilla y algunas frutas y verduras como el aguacate, las aceitunas
o las nueces.

Estos alimentos poco recomendados se pueden sustituir por otros más recomendables
por su bajo contenido en grasas. En la lista de alimentos aconsejables se encuentran los
lácteos desnatados, las carnes magras (pollo, pavo etc.), el pescado, la clara de huevo,
los vegetales y legumbres, las frutas, los aceites vegetales y los hidratos de
carbono (pastas, patatas, arroz etc).
DIETA HIPERPROTEICA

La dieta hiperproteica es la clave en este aspecto. Perder grasa acumulada preservando


la masa muscular.

Sabemos que los alimentos están compuestos por tres partes o macronutrientes
principales: las proteínas, los carbohidratos y las grasas. Con ellos nos nutrimos y nos
aportan las calorías necesarias para nuestra vida diaria. Nuestro cuerpo, para su normal
funcionamiento, requiere de estos tres grupos de nutrientes, sin embargo cada grupo
aporta de diferente manera la energía necesaria.

DIETA-HIPERPROTEICA Nuestro metabolismo también desgasta calorías cuando


digerimos los alimentos, las proteínas son los nutrientes más grandes y en consecuencia
los que van a desgastar más energía (calorías) al digerirlos.

La dieta hiperproteica en resumen, es una dieta que se basa en ingerir alta cantidad de
alimentos ricos en proteínas, tanto de origen animal como vegetal, como pueden ser las
carnes, pescado, huevo, quesos y lácteos, pero eliminando casi la totalidad de los
carbohidratos que se ingieren.

Con ello se consigue una rápida pérdida de peso, más veloz que si se hace una dieta baja
en calorías habitual, ya que se cambia el modo en que el organismo utiliza y metaboliza
los nutrientes para conseguir esta energía.

La dieta hiperproteica o dieta cetogénica, no sólo se recomienda o utiliza para adelgazar,


sino también con diferentes variaciones, en body-building, en enfermedades como el
cáncer o en la epilepsia y, algunos estudios, en la enfermedad de Alzheimer.

¿CÓMO FUNCIONA?

DIETA-HIPERPROTEICA El organismo usa como energía principal e inmediata los


hidratos de carbono. Si el organismo no tiene esta fuente de energía va a utilizar la
siguiente fuente de energía disponible, y esa son las grasas, con ello se va a conseguir
perder esa reserva en forma de grasa.

DIETA HIPOCALÓRICA

Es aquel régimen dietético que fundamenta su aplicación en la restricción calórica diaria,


o la reducción en la ingesta de alimentos (que aportan calorías).1 Es la más habitual de
las dietas que aplican y diagnostican los médicos en los casos de pérdida de peso. Suele
tener efectos secundarios como el efecto de rebote (un aumento de peso). Es la dieta
más habitual en los casos diagnosticados de obesidad y sobrepeso.

Características

El fundamento de esta dieta consiste en el balance de calorías consumidas frente a las


"quemadas" con la actividad diaria. El ritmo de ganar peso dependerá de este balance. Se
caracteriza por una reducción de cantidad de alimentos, al mismo tiempo que una
limitación de la ingesta de alimentos con gran densidad calórica. Dependiendo de la
actividad física diaria de la persona, y de su metabolismo basal se fija una cantidad o nivel
de referencia de ingesta de calorías por día. Tras ello se organiza un sistema de menús
que cumpla con el nivel fijado. Al reducir la ingesta de calorías, y quedar por debajo del
nivel necesario (balance calórico negativo), el cuerpo consume calorías del tejido adiposo,
perdiendo peso y reduciendo volumen. Por regla general produce un cambio en el índice
de masa corporal (relación peso/talla).

Contraindicaciones y precauciones

Contraindicaciones absolutas

Cardiopatías: arritmias severas, angina inestable, infarto de miocardio reciente, etc.

Accidente cerebrovascular reciente.

Neofropatía o hepatopatía severas.

Enfermedad psiquiátrica grave, antecedente de bulimia o anorexia nerviosa, alcoholismo.

Infecciones, enfermedades sistémicas o tratamientos que ocasionan pérdida de proteínas


(lupus eritematoso sistémico, enfermedad de Cushing, tratamiento con esteroides, etc.)

Enfermedad neoplástica.
Diabetes mellitus con tendencia a la cetosis.

BMI menos de 25-27.

Embarazo y lactancia.

DIETA DE DIABÉTICOS

Si tiene diabetes, su cuerpo no puede producir o utilizar la insulina adecuadamente. Esto


conduce a una elevación del nivel de glucosa (azúcar) en la sangre. Una alimentación
sana ayuda a mantener el azúcar de la sangre en un nivel adecuado. Es una parte
fundamental del manejo de la diabetes, ya que controlando el azúcar en la sangre
(glucemia) se pueden prevenir las complicaciones de la diabetes.
Un nutricionista puede ayudarlo a diseñar un plan de comidas específico para usted. Este
plan debe tener en cuenta su peso, medicinas que esté tomando, estilo de vida y otros
problemas de salud que usted pueda tener.

Una alimentación saludable para un diabético incluye

 Limitar alimentos con altos contenidos de azúcar


 Comer porciones pequeñas a lo largo del día
 Prestar atención a cuándo y cuánta cantidad de carbohidratos consume
 Consumir una gran variedad de alimentos integrales, frutas y vegetales
 Comer menos grasas
 Limitar el consumo del alcohol
 Usar menos sal
DIETA BLANDA

La dieta blanda “es un régimen terapéutico de fácil seguimiento y de uso casero muy
extendido. Es de fácil digestión, por lo que también suele recibir el nombre de ‘dieta de
protección gástrica’”, explica Eugenio Freire, cirujano digestivo del Centro Médico-Quirúrgico
de Enfermedades Digestivas (CMED). Su denominación no hace referencia a una ingesta
sencilla: “El término ‘blanda’ no se refiere a ‘tierno’ o ‘de fácil masticación’, ya que para una dieta
de esa textura se emplean las expresiones ‘blanda odontológica’ o ‘de fácil masticación’”,
especifica el especialista.
Se aconseja tomar la dieta blanda “después de un periodo de ayuno por enfermedad grave,
cirugía digestiva, gastritis, cólico, úlcera, episodios de diarrea o vómitos, virus
intestinal (a los que son tan propensos los niños) y, en definitiva, también tras cualquier
patología leve del aparato digestivo, incluso las que no requieren de atención médica”,
señala Freire.
Esta alimentación tiene una corta duración. “Puede mantenerse de dos a tres días para
después, poco a poco, ir introduciendo alimentos hacia una dieta normal. Si pasado este
tiempo las molestias persisten o no hay buena tolerancia, es imprescindible acudir a su médico”,
indica el especialista del CMED.

Alimentos
Los alimentos a tomar en una dieta blanda deben cumplir unos requisitos: “La comida,
preferiblemente, debe estar tibia y también se recomienda cocinarla con poca sal”, dice
Freire. Además, la dieta blanda “no debe contener irritantes, picantes o condimentos en
exceso, debe ser moderada en grasas, hay que emplear formas sencillas de
preparación de los alimentos (cocidos, asados a la parrilla, hervidos), y se debe evitar los
alimentos fritos o muy salados y las salsas, ya que pueden causar molestias”, explica el
cirujano.
Cereales y féculas
“Los cereales se tomarán refinados en forma de pasta, pan blanco, tostado o
seco (biscotes), arroz blanco cocido, papillas de cereales y galletas (tipo María)”, explica el
especialista, quien recomienda consumir también patatas cocidas en dos modalidades, al
vapor o en puré. En este apartado, los alimentos que no hay que comer son los cereales
integrales, la bollería y el arroz preparado no cocido.
Carnes y pescados
Las carnes que se puede comer en la dieta blanda son las de “pollo, pavo y ternera en
cocciones ligeras como a la plancha, hervido o al horno; y fiambres magros como el jamón
de york”. Si se opta por la segunda opción, el pescado tendrá que ser blanco y se cocinaría
igual que la carne. Aquí “se evitarán las carnes rojas y fibrosas, los embutidos y ahumados,
así como los pescados azules, los mariscos y las conservas”.

DIETA LIBRE

Una dieta libre de gluten es un plan alimenticio que no contiene gluten. El gluten es una
proteína que se encuentra en el trigo, centeno y cebada. El gluten se encuentra en varios
panes, pastas, cereales, pasteles, tartas y galletas. Algunos suplementos vitamínicos y
medicamentos podrían contener gluten. Usted necesita seguir la siguiente dieta por el
resto de su vida si tiene una enfermedad celíaca, dermatitis herpetiforme o sensibilidad al
gluten no celíaca.

¿Qué alimentos debo evitar?

No coma alimentos que contengan los siguientes ingredientes:

 La cebada, malta de cebada, extracto de cebada, centeno, mijo, sémola y triticale


 Trigo, salvado de trigo, germen de trigo y almidón de trigo
 Las variedades de trigo como kamut y espelta
 Salvado, cuscús, trigo duro, harina de cereales y orzo
 Harina de matzá, harina de Graham
 La avena que no está etiquetada como libre de gluten, a menos que su dietista le
haya permitido comer una cantidad pequeña.
 Extracto de malta y saborizante de malta
 Einkorn, espelta, faro, panko, seitán y udon

¿Qué alimentos puedo incluir?

Elija alimentos que estén etiquetados como libres de gluten. Usted podría consumir
avenas libres de gluten o avena regular en cantidades pequeñas. Consulte con su dietista
si comer avena es seguro para usted. Usted puede consumir alimentos elaborados con
los siguientes tipos de granos y almidones:

 Maíz, almidón de papa y harina de papa


 Soya, tapioca o teff
DIETA LIQUIDA

Una dieta líquida completa se compone de líquidos y alimentos que son normalmente
líquidos y alimentos que se vuelven líquidos cuando están a temperatura ambiente, como
el helado. También incluye:

 Sopas cremosas y coladas

 Té

 Jugo

 Gelatina

 Malteadas

 Pudín

 Paletas de helado

Usted no puede comer alimentos sólidos cuando esté haciendo una dieta líquida
completa.

Por qué puede necesitar esta dieta


Usted puede necesitar hacer una dieta líquida completa antes de un examen o
procedimiento médico, o antes de ciertos tipos de cirugía. Es importante seguir la dieta
rigurosamente para evitar problemas con el procedimiento o la cirugía o con los
resultados del examen.

También es posible que necesite seguir una dieta líquida completa por un tiempo después
de haberse sometido a una cirugía en el estómago o el intestino. Igualmente, puede ser
que necesite hacer esta dieta si está teniendo problemas para tragar o masticar. Si se le
receta esta dieta debido a disfagia (problemas para tragar), su patólogo del habla le dará
más instrucciones específicas. En ocasiones la dieta líquida completa es un paso entre
una dieta de líquidos claros y volver a su dieta regular.
Lo que puede comer y beber
Usted puede comer o beber solo líquidos. Puede ingerir estos alimentos y bebidas:

 Agua

 Jugos de fruta, incluso néctares y jugos con pulpa

 Mantequilla, margarina, aceite, crema, flan y pudín

 Helado común, yogur helado y sorbete

 Helados de fruta y paletas de helado


 Azúcar, miel y jarabes

 Caldo de sopa (caldo, consomé y sopas cremosas coladas, pero sin sólidos)

 Refrescos, como la gaseosa de jengibre (ginger ale) y Sprite


 Gelatina (Jell-O)
 Boost, Ensure, Resource y otros suplementos líquidos

 Té o café con crema o leche y azúcar o miel

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