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¿Por qué se surge el proyecto del Euro Digital?

En la actualidad nos encontramos ante un nuevo horizonte económico, social y


tecnológico, un nuevo mundo que se fragua a gran velocidad.
En este contexto de transformación surgen las criptomonedas (monedas digitales
basadas en sistemas criptográficos que no tienen el respaldo de los bancos centrales).
Ante la llegada de estos activos digitales, los sistemas financieros de todo el mundo han
comenzado a reaccionar ante este nuevo desafío y están estudiando la implementación
de monedas virtuales respaldadas por los bancos centrales (CBDC, por sus siglas en
inglés), un sistema que aprovecharía la tecnología de red de blockchain (cadena de
bloques) de las criptomonedas pero que conservaría la soberanía monetaria de los
bancos centrales.
El riesgo de aumento de adopción de las criptomonedas es real, ya que si un número
considerable de ciudadanos adopta formas de dinero alternativas al dinero oficial
(FIAT) como son las criptomonedas descentralizadas o aquellas que podrían estar
respaldadas por corporaciones privadas 1se podría llegar a un punto en el que el control
del tráfico monetario se alejara de las autoridades supervisoras.

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1. Por ejemplo, Diem, el proyecto de stablecoin de Facebook, hay que tener en
cuenta que estas grandes corporaciones podrían aspirar a detentar el poder de
emisión y control de monedas virtuales estables (es decir con paridad de precios
frente a dinero FIAT) con las que se podría operar en sus marketplaces
(plataformas online donde se venden productos de diferentes negocios
Por esta razón surge el euro digital, un proyecto en el que el emisor de la moneda virtual
sería el banco central europeo y que podría favorecer la digitalización del mercado de
pagos llegando a sustituir al dinero en efectivo en un futuro. (la verdad es que esta idea
no está del todo clara ya que Fabio Panetta, miembro del Comité Ejecutivo del BCE, y
Ulrich Bindseil, director general de Infraestructura de Mercado y Pagos del BCE,
afirmaron el pasado viernes 26 de marzo que “la supresión del efectivo no está sobre la
mesa”).

¿Qué es el euro digital?


El euro digital es un proyecto piloto que lleva a cabo el BCE para adaptarse al nuevo
cambio tecnológico y financiero que está por llegar.
El proyecto de euro digital tiene dos niveles de investigación. Por un lado, el euro
digital busca ser una moneda criptográfica mayorista restringida a un grupo limitado de
contrapartes financieras (moneda del mercado intercambiario)
Por otro lado, el euro digital podría llegar a ser una moneda digital de uso minorista,
accesible a todos los ciudadanos de la UE.
La idea es crear una infraestructura digital de pago detrás del euro digital que preserve
la privacidad de los usuarios y cuyas transacciones de mayor valor estén sujetas a la
regulación europea de prevención de blanqueo de capitales.
Interrogantes sobre el euro digital
La creación de un euro digital abre muchos interrogantes y desafíos tanto tecnológicos
como políticos y regulatorios.
1. BCE como cuenta corriente
Si el euro digital se convirtiese en un nuevo activo de reserva del BCE cabría la opción
de que los ciudadanos pudieran abrirse cuentas y depósitos en el BCE, lo que reduciría
el negocio de la banca comercial europea como intermediario financiero y transformaría
el modelo bancario europeo.
El BCE de momento no se plantea esta opción ya que podría tener graves consecuencias
para la banca comercial europea.
Sin embargo, una opción en la que los usuarios pudieran convertir sus depósitos
bancarios en un euro digital con una ecuación de canje 1-1 con el euro FIAT está
ganando cada vez más atractivo en una situación de tipos de interés nulos o incluso
negativos y donde la banca comercial cobra cada vez mayores comisiones a sus clientes.
Sin embargo, este planteamiento tiene riesgos ya que podría acarrear un proceso de fuga
de depósitos bancarios de la ciudadanía europea, lo que podría poner en peligro la
sostenibilidad de las entidades de crédito. Un factor que podría producir graves
problemas para la estabilidad del sistema financiero y dificultaría la misión del BCE de
transmitir su política económica a la economía real.

2. BCE como emisor de préstamos


Si el BCE recibiera los depósitos de los ciudadanos europeos a través del euro digital
habría que ver si el BCE se otorgaría la facultad de conceder préstamos.
Si optara por esta opción el BCE tendría que asumir el cumplimiento normativo en
materia de prevención de blanqueo de capitales, protección de consumidores y
confidencialidad que cumplen los bancos comerciales europeos.
Pudiera ser que esta opción mejorase la inclusión del sistema financiero a nuevos
colectivos, además de reforzar la soberanía monetaria europea, ya que la
desintermediación haría más seguro y equitativo el sistema financiero.
En sentido contrario, un euro digital minorista podría crear una concentración
desproporcionada de poder en el banco central, lo que supone elevados riesgos para el
sistema financiero y para los bancos comerciales europeos, ya que los depósitos
representan fuentes de financiación baratas y de calidad para los bancos comerciales.
Hay que tener en cuenta que, si un euro digital quitara los depósitos a los bancos
comerciales, estos se podrían convertir solamente en proveedores de capital de balance,
lo que reduciría sus ingresos por comisiones.
El pasado viernes 26 de marzo, Fabio Panetta, miembro del Comité Ejecutivo del BCE,
y Ulrich Bindseil, director general de Infraestructura de Mercado y Pagos del BCE,
intentaron tranquilizar a los bancos, que temen ser los grandes perjudicados si se
produce una fuga de depósitos.
Para los responsables del banco central esta preocupación es infundada ya que creen en
los sólidos méritos de la asignación de crédito a través de canales privados: bancos y
mercados de capitales.
¿Cuánto vale un euro digital?
El BCE todavía no ha abordado plenamente si el euro digital tendría una remuneración,
pero si ha planteado que, si se excediese un cierto umbral de euro digital en la cuenta
del banco central europeo, el excedente se remuneraría con tasas de interés cero o
incluso negativas.
La idea es que la tenencia de un euro digital no sea un activo de inversión, lo que
protege a la banca comercial europea de un posible corralito.
Se evita así que el euro digital se use como reserva de valor y que los ciudadanos
europeos cambien sus ahorros privados depositados en bancos comerciales por el euro
digital en la cuenta del BCE.
Consulta pública del BCE

El pasado miércoles 14 de abril, Fabio Panetta, uno de los miembros del BCE explicó
ante los miembros del Comité de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento
Europeo los resultados de una consulta pública que realizó el BCE sobre la posible
creación de un euro digital.
Según la consulta, las prioridades de la ciudadanía europea en lo referente al euro digital
son asegurar la privacidad y la seguridad en el uso del euro digital.
La característica más importante de una moneda digital debería ser la privacidad, tal y
como respondieron el 43 % de los encuestados. En segundo lugar, se encuentra la
posibilidad de usar el euro digital para pagos seguros.
En tercer lugar, los encuestados consideran importante poder usar el euro digital en toda
la eurozona y en cuarto lugar poder hacer uso de ella sin costes adicionales.
La autoridad del BCE explicó a los eurodiputados que en los próximos meses el
Consejo de Gobierno del BCE decidirá si inicia una "fase de investigación formal"
sobre el euro digital, que duraría dos años y en la que se analizarían las posibles
opciones de diseño y requisitos de uso.
¿Por qué es positivo para la UE un euro digital?
El euro digital podría suponer un gran paso adelante hacia la unión monetaria y bancaria
de la UE.
Además, el euro digital sería un activo líquido y seguro, una divisa digital centralizada
que tendría las tres funciones del dinero: efectivo, depósito de valor y unidad de cuenta.
Para Panetta y Bindseil, “prepararse para un euro digital también protege la autonomía de
Europa”. Los directivos del banco central consideran que a diferencia de las empresas
privadas o las empresas tecnológicas ávidas de datos, los bancos centrales no buscan
maximizar las ganancias ya que no tienen ningún interés en los datos personales o el
dominio del mercado.

Para ellos, el proyecto de euro digital podría proporcionar a los europeos un medio de
pago alternativo, moderno y seguro, respaldado por el compromiso de un banco central
independiente para garantizar su estabilidad”.

Un proyecto que, según los directivos del BCE, “respetaría la privacidad y estaría
disponible de forma gratuita”.
Fuentes:

• Informe Euro Digital: Contexto y perspectivas regulatorias de Pablo Sanz Bayón


(Publicado en Revista Alastria)

• Prensa

• Fuentes propias

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