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Para establecer una diferencia clara y concreta debemos saber que la cultura tiene una relación muy
estrecha con el entorno social y familiar en que se desarrolla la vida humana, la cultura es
aprendida por los niños, en su contexto familiar, barrial y comunitario desde que nacen.
Mientras que la historia nos permite conocer ese pasado para entender el presente que vivimos y
construir nuestro futuro, ayudándonos a entender el cambio de la sociedad actual y cómo surge la
sociedad en la que vivimos.
El hombre nace en una sociedad concreta y en un tiempo histórico, se ubica en un marco cultural
específico, que son dos cosas totalmente distintas el uno marcándose en un todo que contiene
expresiones, tradiciones, comportamientos y conductas asociadas a la población o clase social
(cultura), el otro se puede decir que es una serie de hechos que se encuentra ordenados en el
tiempo, definida como ciencia, se encarga de estudiar y reconstruir (historia)
“el ser humano es un ser social por naturaleza” eso expresaba el filósofo Aristóteles, esto con el fin
de corroborar que nacemos con la característica social y la vamos interpretando a lo largo de
nuestra vida, ya que necesitamos de los “otros” para poder sobrevivir.
Cada hombre tiene una dimensión individual la cual desarrolla la personalidad o el “ser” de cada
persona la cual se pule o tiende a moldearse según el contexto social en el cual estemos
involucrados
El hombre como ser individual reconoce, explora y usa sus cualidades para convivir en una
comunidad pacifica y beneficiarse los unos a los otros. El proceso que debe aplicar el ser humano
se llama sociabilización que consiste en que esta dimensión individual del hombre debe aprender a
concordar con la social y así poder convivir en una “sociedad”.
Es por esto que en cada época el hombre tiene costumbres y estilos de vida distintos, en algunos
casos raros o inexplicables de convivir con su sociedad, debido al contexto social o incluso
religioso en las distintas culturas de interpretar la razón de vivir y así crear un régimen de vida
ajustado a sus necesidades sociales y culturales.