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FILÓSOFOS CONTEMPORÁNEOS

INTRODUCCIÓN
Hay autores que plantean que la Filosofía Contemporánea surge a partir de la
disolución del sistema Hegeliano, lo cual propició el surgimiento de pensadores
y movimientos dispersos.

A. FILÓSOFOS ANTIHEGELIANOS (EL


IRRACIONALISMO)
1. ARTHUR SCHOPENHAUER (1788-1860)
Nació en Dantzig (Alemania) en 1788. Su padre, que era comerciante, lo
preparó para el negocio llevándolo en sus viajes por Francia e Inglaterra.
Schopenhauer aprendió así otros idiomas y adquirió una cultura general que,
reforzada con sus estudios y lecturas, llegó a ser muy amplia. Cuando murió su
padre (1805), comenzó sus estudios clásicos. En la Universidad de Gottingen
el filósofo Schultze despertó su interés por la filosofía Kantiana a la par que el
orientalista Maier lo ponía en contacto con los libros sagrados de la India. Estas
dos fueron las fuentes principales de su filosofía. En 1819 publicó su obra más
importante, “El mundo como voluntad y representación”, que terminó siendo
vendida como papel usado (por peso) por no haber tenido la menor
repercusión. Luego de este fracaso editorial quiso competir en Berlín con
Hegel, que se encontraba en el pico más alto de su prestigio como profesor de
Filosofía. Para ello colocó el horario de sus clases en coincidencia con el de las
clases de Hegel. Fracasó en dos oportunidades por falta de alumnos y
abandonó la universidad con un gran desprecio por los "filósofos universitarios"
en general y por Hegel en especial, cuya filosofía consideraba desquiciada.

Schopenhauer tomó de Kant la diferencia entre lo que percibimos (fenómeno) y


la cosa en sí (noúmeno). El mundo que percibimos no es sino el resultado de
nuestras representaciones. «Todo lo que existe, existe para el pensamiento.»
Pero, a diferencia de Kant, Schopenhauer entiende que tenemos un modo de
acceder al noúmeno, a la cosa en sí. «Nosotros mismos somos la cosa en sí.»
Si por el intelecto accedemos al fenómeno, por el cuerpo podemos acercarnos
a la cosa en sí. Por nuestro cuerpo conocemos lo que el mundo es en sí
mismo, "voluntad", necesidad, deseo. El instinto de conservación del individuo
(agresividad) y el instinto de conservación de la especie ( sexualidad) son los
modos principales de esta voluntad de vivir. En el fondo, el mundo no es sino
voluntad, deseo insatisfecho, anhelo insaciable.

Dado que Schopenhauer entiende, siguiendo a Kant, que la causalidad es una


categoría del entendimiento (una categoría a-priori aportada por el sujeto) su
conclusión es que, si bien los actos voluntarios particulares tienen una
finalidad, la voluntad en sí misma (que, por ser en sí, está más allá de todo
fenómeno) no tiene causa ni fin alguno. Es una voluntad sin sentido y, por lo
tanto, sin posibilidad de alcanzar una realización total. En el fondo, el mundo es
un dolor, un sufrimiento sin finalidad ni sentido.
Respecto de nuestra existencia, Schopenhauer
dice que nuestra vida «oscila como un péndulo
entre el dolor y el hastío». Cuando queremos
algo sufrimos porque no lo tenemos. Cuando lo
logramos, o comenzamos a desear otra cosa
(nuevo dolor) o ya no deseamos nada (hastío).
Estamos encerrados en este círculo. (No por
nada lo llaman a Schopenhauer "El Pesimista de
Frankurt ciudad en la que vivió los últimos treinta
años de su vida.) De todas formas,
Schopenhauer tiene una propuesta: huir del
mundo. No acepta el suicidio como camino,
porque el suicida no renuncia a la vida sino a la
vida que le ha tocado vivir, buscando otra mejor.
Sí reconoce como alternativas válidas la
contemplación artística y la vida ética. Quien contempla algo bello lo admira
pero no pretende lo observado para sí. Suspende por un instante el deseo, la
voluntad, y durante ese instante se escapa de este mundo. Pero esta salida es
para pocos, e incluso para esos pocos dura poco tiempo. Por ello, el camino
más recomendable es el de la vida ética. El sabio sabe que, en el fondo, él y
los demás son lo mismo. Supera todo egoísmo y vive la mayor de las virtudes,
la piedad. El sabio sufre tanto su dolor como el ajeno y hace lo posible por
aliviarlo. Si se quiere lograr una perfección mayor, se puede intentar vivir la
"santidad", la negación de la voluntad de vivir. Así se logra una perfecta
indiferencia y una castidad perfecta. Sobre el final de su vida, Schopenhauer
comenzó a cobrar notoriedad, y su obra, antes vendida como papel, fue
reimpresa y se agotó rápidamente. La filosofía de Schopenhauer influyó en el
joven Nietzsche quien luego de leer El mundo como voluntad y representación
se hizo ferviente discípulo suyo (sin conocerlo personalmente, porque para ese
entonces ya había muerto). También influyó sobre el pensamiento del joven
Freud, quien cuenta en sus cartas que se reunía con otros colegas para leer a
Schopenhauer.

2. SÖREN KIERKEGAARD (1813- 1854)


Al igual que Marx y Nietzsche, Kierkegaard fue un crítico de la sociedad
burguesa. Pero, a diferencia de Marx, sus argumentos no estaban relacionados
con lo social o las masas sino con lo individual. Él percibió, como lo hizo
después Nietzsche, que el individuo corría grave peligro. Pero mientras
Nietzsche consideraba que para afirmar al hombre había que negar a Dios,
Kierkegaard sostenía que viviendo de cara a Dios, en un diálogo personalísimo
con él, el hombre accedía a una vida plenamente humana.

Kierkegaard nació en 1813 en Copenhague, capital de Dinamarca. Fue el


séptimo hijo de un campesino enriquecido por el comercio del lino, y ya retirado
del negocio. Pasó su infancia en un ambiente de adultos. Su padre lo llevaba
consigo a reuniones y paseos. Fue él quien transmitió a Sören la fe cristiana,
interpretada desde una visión rigorista centrada en el pecado del hombre y en
la justicia de Dios. En 1838, estando gravemente enfermo, confió a Sören su
más íntimo secreto: en su juventud, había maldecido a Dios. Desde su visión
escrupulosa de la fe cristiana, el padre había entendido que Dios castigaría su
falta haciendo que fallecieran sus siete hijos antes que él mismo muriera. De
hecho, para esa fecha, ya habían muerto cinco. Como al poco tiempo falleció
su padre, Sören interpretó que aquel destino sombrío sería heredado por él.
Por ello rompió la relación con su novia, a quien no quería embarcar en una
vida desdichada.

Luego de ese hecho, en 1841, asistió a las


lecciones de Shelling (uno de los más grandes
representantes del idealismo alemán junto a
Fichte y Hegel) en Berlín. De regreso en
Copenhague, se graduó y recibió la licencia de
pastor, pero, después de pronunciar su primer
sermón, comprendió que ésa no era su
vocación y dedicó su vida a exhortar a sus
contemporáneos por medio de escritos.

Kierkegaard tenía una gran sensibilidad


religiosa y consideraba, como Nietzsche, que el
alejamiento del hombre de Dios, la ruptura con
la fe, era el acontecimiento más importante de
su tiempo.

En defensa del individuo y su libertad, se opuso


al sistema racionalista de Hegel, pues no admitía su reconciliación de los
contrarios: lo sagrado y lo profano, lo espiritual y lo material, la Iglesia y el
Estado. Defendió a su vez la trascendencia de Dios y de la fe, así como la
libertad y la singularidad de la existencia frente a la necesidad y la
universalidad del sistema.

Kierkegaard entendía que el cristianismo se había ido degradando de a poco y


que hoy el mayor peligro residía en que todos nos llamáramos cristianos sin
que ninguno lo fuera verdaderamente. A esta situación la veía llevada a su
máxima expresión en su propio país, donde el estado sostenía
económicamente a los predicadores. ¿Cómo podía ser que los predicadores de
la palabra de Jesús (quien decía a sus discípulos: «Ustedes no son de este
mundo»; quien fue perseguido y matado por las autoridades romanas y judías
de su tiempo) vivieran del sueldo que les pagaba el gobierno? La indignación
que este hecho generaba en la fina sensibilidad religiosa de Kierkegaard lo
llevó a enfrentar a la Iglesia Luterana de Dinamarca. Este enfrentamiento, en el
que las armas eran notas y escritos, lo desgastó y terminó con su frágil salud.
Habiendo gastado toda su herencia en la publicación de sus obras, Sören
Kierkegaard falleció en la pobreza cuando apenas tenía 41 años de edad, el 11
de noviembre de 1854.

B. FILÓSOFOS DE IZQUIERDA HEGELIANA


(MATERIALISTAS)
1. LUDWIG ANDREAS FEUERBACH (1804-1872)
La filosofía de Feuerbach es el puente que comunica al
idealismo absoluto de Hegel con el materialismo
histórico de Marx. Feuerbach nació en Baviera en
1804. Luego de estudiar durante un año (1823) la
teología luterana en Heidelberg, se trasladó a Berlín
para estudiar Teología con Schleiermacher y
Filosofía con Hegel. Un año más tarde optó por la
Filosofía, disciplina en la que se doctoró en 1828 en
la Universidad de Erlangen.

Ya había comenzado a trabajar como docente en


Erlangen cuando el escándalo generado por una obra
anónima suya (Pensamientos sobre la muerte y la inmortalidad) dio por tierra
con su intención de lograr un nombramiento firme. Esta situación lo llevó a
inclinarse por la escritura.

Entre sus obras se destacan: En torno a la crítica de la filosofía hegeliana


(1839), La esencia del cristianismo (1841) y Principios fundamentales de la
filosofía del futuro (1843).

Cerca de su muerte, se afilió al Partido Socialdemócrata alemán (1870). Esto


favoreció que a su muerte, acaecida dos años después, la despedida de sus
restos contara con una cantidad de asistentes ciertamente inusual. Feuerbach
pretendía corregir a Hegel transformando su idealismo en materialismo. No es
el pensamiento el que genera el ser sino el ser el que genera el pensamiento .
El espíritu, que con sus decisiones determina al cuerpo, es previamente
determinado por éste.

La filosofía de Hegel es fundamentalmente teológica. Cuando afirma que la


realidad proviene de la idea no hace sino decir con otras palabras que el
mundo ha sido creado por Dios. Y justamente Feuerbach entiende que Dios no
es sino una proyección que el hombre hace de sí mismo. Por ello su
materialismo se completa con su ateísmo.

Es el hombre quien, proyectando fuera de sí, en Dios, sus atributos más


valiosos, ha generado a este ser que nos reduce a nuestra condición más
miserable. La necesidad y el deseo de lo que no somos pero podemos ser nos
ha llevado a generar esta idea. Comparados con ella sólo somos miseria y
degradación. Pero si tomáramos conciencia de que no es el hombre el que ha
sido hecho por Dios a su imagen, sino que es Dios quien ha sido hecho por el
hombre a su imagen y semejanza, podríamos recuperar la conciencia de
nuestra dignidad y de nuestras posibilidades.

Feuerbach consideraba que, cuando el hombre tomara conciencia de que


aquello a lo que adoraba bajo el nombre de Dios no era sino su esencia, lo
propio de la humanidad, podría construir una nueva religión, la Religión de la
Humanidad. Esta religión se identificaría con la política: su providencia sería la
previsión del hombre que se organiza para asistir a los hombres en dificultades;
su culto, el ejercicio del amor al hombre por el hombre ("filantropía"): homo
homini Deus.
2. KARL MARX (1818-1883)
Karl Marx se mostraba crítico de toda la filosofía anterior por considerarla
meramente especulativa, teórica y desvinculada de la realidad. Él no pretendía
construir otro sistema, otra escuela filosófica, su objetivo no era teórico sino
práctico: transformar la realidad. La suya era una filosofía de la praxis, de la
acción. Su pensamiento se nutría fundamentalmente del de Hegel, de quien
tomó el método dialéctico, y de Feuerbach, de quien heredó el materialismo . Su
filosofía, que recibió luego el nombre de "materialismo dialéctico" o
"materialismo histórico", fue la fuente inspiradora de grandes luchas sociales en
todo el mundo y el sustento filosófico-político-económico de experiencias
revolucionarias como las de Rusia, China y Cuba. Marx nació en Tréveris
(Renania, Alemania) en 1818. Si bien su familia era de origen judío, el padre se
bautizó en la Iglesia Luterana e hizo bautizar a su esposa y a sus hijos, cuando
Karl tenía seis años.

En 1835 comenzó sus estudios de Derecho en Bonn. Su comportamiento allí


estuvo lejos de ser el que se esperaba de un estudiante, por lo que su padre
decidió que prosiguiera sus estudios en Berlín. El padre no se equivocó: en
Berlín, Karl pasó cinco años de formación intensa, tanto en Derecho como en
Filosofía. Allí tomó contacto con la obra de Hegel en el ambiente en el cual el
propio Hegel había enseñado hasta hacía pocos años. Asistió a los cursos de
von Savigny, el famoso representante de la Escuela Histórica del Derecho y se
integró al grupo de los "jóvenes hegelianos" de izquierda .

En 1841 obtuvo en Jena el título de Doctor con su tesis


Diferencia entre la Filosofía de la Naturaleza de
Demócrito y Epicuro. Pero vio cómo se le cerraban las
puertas para dedicarse a la docencia: su amigo Bruno
Bauer había sido expulsado de la cátedra en Bonn por
su ateísmo. Ante esta dificultad decidió dedicarse al
periodismo. Ingresó luego al Diario Renano en el que
progresó rápidamente hasta transformarse en director.
Pero el carácter crítico de sus escritos llevó a la clausura
del periódico. Viajó a París para dirigir la publicación de
los Anuarios germano-franceses. Allí conoció a Engels,
su futuro amigo, compañero y, en alguna medida,
"mecenas". En 1845, el gobierno francés lo expulsó del país y se refugió en
Bélgica. Allí publicó con Engels el famoso Manifiesto del Partido Comunista. En
1848 Marx fue expulsado de Bélgica y recibido con honores por el nuevo
gobierno francés. De Francia pasó a Alemania para fundar un nuevo diario en
Colonia. Pero al poco tiempo el diario fue clausurado y Marx invitado a dejar el
país. Así fue como, en agosto de 1849, Marx decidió trasladarse con su familia
a Londres, donde pudo escribir, estudiar y reunirse con políticos revolucionarios
sin ser perseguido por las autoridades. Murió el 14 de marzo de 1883.

Entre sus obras se destacan: Sobre la cuestión judía, Contribución a la crítica


de la filosofía hegeliana del derecho , Manuscritos económico-filosóficos, La
ideología alemana, La lucha de clases en Francia de 1848 a 1850 , El 18
Brumario de Luis Bonaparte , Contribución a la crítica de la economía política y
El capital.

Marx fue un durísimo crítico de la sociedad burguesa. Él entendía que el


hombre vive alienado, enajenado, y considera que la raíz de esta situación se
encuentra en la injusta estructuración de la actividad económica. Si no se
resuelve la injusticia en este plano básico o estructural, toda la vida social
seguirá siendo injusta y alienante. Según él, la causa básica de la injusticia es
la propiedad privada de los medios de producción, que genera la separación
entre los propietarios (burgueses) y los no propietarios (proletarios, quienes
sólo son dueños de su prole, de sus hijos). Los propietarios se valen de la
fuerza de trabajo de los no propietarios (la fuerza de trabajo es el único
generador de riqueza) para aumentar su capital y le dan al trabajador como
pago lo mínimo necesario para que subsistan él y su familia. A la diferencia
entre la riqueza que generan los trabajadores y lo que efectivamente reciben
por su trabajo Marx la llama "plusvalía". En definitiva, se trata de un saqueo o
robo que unos pocos, los burgueses, hacen a las grandes mayorías, los
proletarios.

Marx creía que esa sociedad injusta sería suplantada por una "sociedad
comunista", sin división de clases y sin propiedad privada de los medios de
producción. Pero también creía que este cambio no se daría sino a través de
una revolución violenta, generada por un movimiento que reuniera la
inteligencia de los intelectuales revolucionarios y la fuerza de las masas
proletarias

3. FRIEDRICH ENGELS (1820-1883)


Filósofo y revolucionario alemán. Amigo y colaborador de Karl Marx, fue
coautor con él de obras fundamentales para el nacimiento del movimiento
socialista y comunista, y dirigente político de la I Internacional y de la Segunda
Internacional.

Paso por la Universidad de Berlín (1841-42) se interesó por los movimientos


revolucionarios de la época: se relacionó con los hegelianos de izquierda
(Hegel) y con el movimiento de la Joven Alemania. Su padre lo envió a
Manchester a ocuparse de la fábrica de algodón de su propiedad, y de la
experiencia de las penosas relaciones laborales vigentes surgió la obra titulada
La situación de la clase obrera en Inglaterra ("¿Qué será de tantos millones de
seres que no poseen absolutamente nada?"). Por los mismos años publicó en
los Anales Franco-Alemanes, de los que Karl Marx era coeditor, un texto
titulado Elementos de una crítica de la Economía Política. De esa época
procede su amistad con Marx, al que reconocía una superior capacidad teórica
y mayor originalidad en las ideas. En adelante Engels se convirtió en el sostén
de Marx, al que mantuvo junto a su familia durante los años en que se
dedicaba a elaborar El Capital. En esa primera estancia en Manchester, Engels
se vinculó también al activismo político local, militando en el movimiento
cartista y colaborando en El Nuevo Mundo Moral (The New Moral World), uno
de los periódicos de Robert Owen.
En Londres, en 1850, contribuyó a la Nueva Gaceta
Renana, editada por Marx y publicada en Hamburgo.
También dio a la imprenta la primera edición de Las
guerras campesinas en Alemania. Engels volvió a
Manchester, a la fábrica en la que había trabajado y de
la que se convirtió en copropietario. Aunque Marx
permaneció en Londres eso no les impidió mantener
una estrecha colaboración, basada en una
correspondencia casi diaria. Finalmente Engels se
trasladó a Londres en 1870, haciendo aún más intensa
la colaboración hasta la muerte de Marx en 1883.
Engels publicó o preparó en esos años algunas de sus
obras más notables, como Contribución sobre el problema de la vivienda', El
papel del trabajo en la transformación del mono en hombre , La revolución de la
ciencia de E. Dühring (más conocida como Anti-Dühring), Del socialismo
utópico al socialismo científico o El origen de la familia, la propiedad privada y
el estado. En esos años Engels aparecía como un miembro más de la familia
en casa de Marx, cuyas hijas le llamaban "El General".

Engels no tuvo sólo protagonismo propio como teórico del socialismo, a pesar
de lo contradictoria que nos aparece su doble condición de empresario y
revolucionario, sino que siguió participando activamente en el movimiento
socialista y comunista. Fue secretario de la Primera Internacional obrera (la
AIT) desde 1870, y participó también en la fundación de la Segunda
Internacional. Intervino, por sus responsabilidades, en la vida política de los
partidos afiliados a la Internacional en el Sur de Europa (España, Portugal e
Italia) y en el Este (Rumania, Rusia,…) y escribió libros y artículos al respecto.
Tras la muerte de Marx en 1883, Engels se convirtió en el líder indiscutido de la
socialdemocracia alemana, de la segunda Internacional y del socialismo
mundial, salvaguardando lo esencial de la ideología marxista, a la que él mismo
había aportado matices relativos a la desaparición futura del Estado, a la
dialéctica y a las complejas relaciones entre la infraestructura económica y las
superestructuras políticas, jurídicas y culturales. Engels se opuso al radicalismo
izquierdista, pero tampoco concilió con la evolución reformista del movimiento
revolucionario, reeditando la Crítica al programa de Gotha o Las guerras civiles
en Francia y finalmente publicando la Crítica al programa socialdemócrata
(alemán) de 1891. Dio lugar así a la revisión que condujo al Programa de
Erfurt, con el que sí se identificaba. Su colaborador Eduard Bernstein y otros
dirigentes condujeron a la socialdemocracia alemana hacia el reformismo
parlamentarista, extrayendo del legado de Engels una legitimidad que es
negada por otra parte del movimiento, la que condujo a la formación de los
partidos comunistas y la III Internacional.

Engels no sólo aplicó el materialismo histórico en sus escritos, sino que


desarrolló y aplicó también el materialismo dialéctico, que llegaría a ser la
filosofía oficial del movimiento comunista después de la revolución rusa de
1917. Elementos importantes de sus últimas concepciones filosóficas se
encuentran en Dialéctica de la Naturaleza, aunque muchos de sus análisis o
ejemplos habían perdido ya valor cuando se publicaron en 1925, en un marco
de crecimiento explosivo de la ciencia natural y de debate epistemológico.
4. VLADIMIR ILICH ULIANOV (1870-1924)
Nacido en Simbirsk, Rusia, Lenin era hijo de Ilya Nikolaevich Ulyanov (1831 -
1886), un funcionario civil ruso, director de escuelas, y más tarde Consejero de
Estado del Zar Nicolas II, puesto en que trabajó para incrementar la
democracia y extender la educación gratuita en Rusia, y su esposa María
Alexandrovna Blank (1835 - 1916), de ideas liberales. Tenía muchos hermanos,
entre ellos un hermano llamado Alexandr Ulyanov quien fue ejecutado más
tarde por atentar contra el zar Alejandro III.

Como muchos rusos, fue una mezcla entre la etnia y las tradiciones religiosas.
Tenía ancestros Kalmyk por ascendencia paterna, de alemanes del Volga por
parte de su abuela materna que eran luteranos, y ascendencia judía por su
abuelo materno. El mismo Vladimir Ulianov fue bautizado por el rito de la
Iglesia Ortodoxa Rusa.

De pequeño se le llamaba Volodia y mostró don de pensamiento elaborado y


profundo, asertivo, poco afectivo y sarcástico. De mente muy lógica, se mostró
excelente estudiante desde su más tierna infancia, sus profesores declararon
sobre el: -"Muy dotado, Siempre limpio y estudioso, primero en todas las
materias, cierta tendencia a aislarse y a la reserva"- Firmado Fiodor
Kerensky(1890).

Vladimir se distinguió en el estudio del latín y el griego. Pasó por dos tragedias
en su juventud: en 1886, su padre murió de una hemorragia cerebral. Al año
siguiente, en mayo de 1887, su hermano mayor, Alexander Ulianov, fue
detenido y fusilado por su participación en un complot contra el Zar Alejandro
III. Esto radicalizó las posturas de Vladimir (sus biógrafos oficiales consideran
este evento como el principal motivo de la acción revolucionaria de Lenin), y él
mismo fue arrestado al año siguiente y expulsado de la Universidad de Kazan
por participar en protestas estudiantiles. Continuó estudiando de forma
independiente y sobre 1891 obtuvo la licencia para la práctica de la abogacía.

En lugar de ejercer la carrera legal, Lenin fue implicándose en los esfuerzos de


propaganda revolucionaria y en el estudio del marxismo, en gran parte en San
Petersburgo. El 7 de diciembre de 1895 fue arrestado y encarcelado por las
autoridades durante todo un año, y posteriormente exiliado al pueblo de
Shushenskoye, en Siberia.

En 1893, Lenin a la sazón de 23 años, se unió a un grupo de activistas y


conoció en una cena a Nadezhda Krupskaya, un año mayor que él. En 1895,
conoció a Plejánov en Ginebra, Suiza, quien era padre del marxismo y un
ideario para Lenin y permaneció allá hasta diciembre, donde volvió a San
Petersburgo y fue arrestado y deportado a Siberia, ahí comenzó su primer libro
llamado " El desarrollo del capitalismo en Rusia".

En julio de 1898 se casó con Nadezhda Krupskaya, una activista del


socialismo. En abril de 1899 publicó el libro El Desarrollo del Capitalismo en
Rusia. En 1900 terminó su exilio. Terminado el exilio viajó a Europa y desde
Suiza, envió una serie de folletos de marcado sesgo antizarista, firmando por
primera vez como Lenin.

Viajó desde Rusia y hacia Rusia desde otros lugares de Europa y publico el
periódico Iskra, así como otros tratados y libros relativos al movimiento
revolucionario. Fue muy activo en el Partido Obrero Social Demócrata de Rusia
(POSDR), y en 1903 lideró la facción bolchevique tras escindirse ésta de los
mencheviques, parcialmente inspirados por su panfleto ¿Qué hacer?

El 16 de abril de 1917 volvió a Petrogrado desde Suiza, persiguiendo el


derrocamiento del Zar Nicolás II, y tuvo un papel relevante dentro del
movimiento bolchevique publicando las Tesis de Abril. Tras una sublevación
fallida de obreros en julio, Lenin huyó a Finlandia por seguridad. Volvió en
octubre, inspirando una revolución armada con el eslogan "Todo el poder para
los soviets" contra el gobierno provisional Ruso. Sus ideas sobre el gobierno se
expresan en su ensayo Estado y Revolución, que llamaba a una nueva forma
de gobierno basada en los consejos de obreros (soviets).

Se ha sugerido que Lenin llegó a Petrogrado desde Suiza con la ayuda del
Imperio Alemán. Testigos oculares aseguran que Lenin fue transportado en un
vagón de tren sellado y escoltado por alemanes. Se piensa que el mismo
Kaiser Guillermo II esperaba paralizar de esta forma al ejército ruso y conseguir
de esta forma el fin de la guerra en el frente oriental, y que vio a Lenin como un
personaje que pronto perdería influencia. En efecto, Guillermo II dijo al
respecto: "-Introduzco en Rusia el germen del virus para su destrucción-".

C. FILÓSOFO DE DERECHA HEGELIANA


(MATERIALISTAS)
1. BRUNO BAUER (1809 - 1882)
Nació en Eisenberg, Sajonia-Altenburg, el 6 de septiembre de 1809 y murió en
Rixdorf, Berlín, el 13 de abril de 1882. Fue un filósofo y teólogo alemán.

Bauer fue hijo de un pintor en una fábrica de porcelana. Estudió filosofía y


teología en la Universidad de Berlín. Estudió directamente con Hegel hasta que
este murió en 1831. Hegel una ocasión premió al joven Bruno Bauer con un
premio académico por un ensayo filosófico criticando a Kant.

Tras obtener la licenciatura en teología, se ocupó sobre todo de crítica bíblica.


Próximo a las posiciones de la derecha hegeliana, liderada por Philip
Marheineke, criticó la Vida de Jesús de David Strauss, afirmando la autoridad
indiscutible de la revelación. En 1834 comenzó a enseñar en Berlín.En 1836,
durante sus primeros días como tutor, Bruno Bauer impartió clases a un
todavía adolescente Karl Marx. Marx después se tornó contra Bauer en dos
libros, La sagrada familia y La ideología alemana. Una generación después, fue
mentor de un adolescente: Friedrich Nietzsche, pero cuando Nietzsche abrazó
la filosofía de Schopenhauer, el tan bien conocido anti-hegeliano, también
abandono a Bruno Bauer.
En 1838 publicó su Kritische Darstellung der Religion des Alten Testaments(2
volúmenes), los cuales muestran que a esa fecha seguía fiel a la derecha
hegeliana. Muy pronto su opinión sufrió un gran cambio, y en dos trabajos, uno
sobre el cuarto evangelio, y otro sobre los sinópticos, como también en Herr
Hengstenberg, kritische briefe ubre den Gegensatz des Gesetzes und des
Evangeliums, anunció su completo rechazo de su temprana ortodoxia.

Algunos trabajos de crítica que escribió son: una crítica de los evangelios y la
historia de su origen, un libro sobre las acciones de los apóstoles, y una crítica
de las cartas de [Pablo de Tarso|Pablo]]. Dentro de las aportaciones de Bruno
Bauer, se encuentra un profundo análisis de la literatura europea del siglo I. Él
creía que muchos temas centrales del Nuevo Testamento, especialmente los
que eran opuestos al Antiguo Testamento, podían ser encontrados con una
relativa facilidad en la literatura greco-romana del siglo I.

En 1839 se trasladó a la universidad de Bonn. En


1842 fue suspendido de su cátedra debido a sus
tesis religiosas radicales. Bauer se retiró por el resto
de su vida a Rixford, cerca de Berlín, donde se ocupó
sobre todo de la historia y la política. Su último libro
de Bauer, Cristo y los césares (1877), muestra como
el judaísmo de introdujo en Roma durante la época
de los Macabeos, e incremento su población e
influencia en Roma desde entonces. Asegura que la
influencia judía en Roma es mucho más grande de lo
que los historiadores creen. De acuerdo con Bauer,
Julio César buscó interpretar su propia vida como
una historia de milagro oriental, y Augusto completó
este trabajo comisionando a Virgilio para escribir La Eneida, haciendo de César
el descendiente de Venus y pariente de los troyanos, para justificar de esta
forma la conquista romana de Grecia y dar a Roma una historia más antigua y
prestigiosa.

Bauer fue un hombre de una creatividad sin descanso, impetuosa actividad y


juicio independiente. Es sorprendente que un autor tan influyente en el siglo
XIX, tenga tan pocos de sus escritos más importantes traducidos.

Sus principales obras fueron:


 Kritik der evangelischen Geschichte des Johannes (1840)
 Kritik der evangelischen Geschichte der Synoptiker (1841)
 Die Posaune des jungsten Gerichts uber Hegel, den Atheisten und
Antichristen (1841)
 Die gute Sache der Freiheit und meine eigene Angelegenheit (1842)
 Hegels Lehre von der Religion und Kunst von dem Standpunkte des
Glaubens aus beurteilt (1843)
 Das Entdeckte Christentum im Vormärz (prohibida, 1843)
 Die Geschichte des Lebens Jesu mit steter Rücksicht auf die
vorhandenen Quellen (1843)
 Christus und die Caesaren (1877)
D. FILÓSOFOS POSITIVISTAS
1. AUGUSTE COMTE (1789 - 1857)
Nació en Montpellier (Francia) en 1789. Fue discípulo y secretario del Conde
de Saint-Simon. Estudió en la Escuela Politécnica de París.

En 1822 terminó de definir el proyecto de una gran reforma universal inspirada


en su "Ley de los Tres Estadios". Según esta ley, tanto la humanidad cuanto
cada individuo atraviesan a lo largo de su existencia tres estadios diferentes,
los cuales se alcanzan progresivamente: el teológico, el metafísico y el positivo.
En su Curso de Filosofía Positiva, el propio Comte lo explica de esta manera:
"Estudiando el desarrollo de la inteligencia humana […] creo haber descubierto
una gran ley básica, a la que se halla sometida la inteligencia con una
necesidad imposible de variar […]: cada una de nuestras principales
concepciones, cada rama de nuestros conocimientos, pasa necesariamente por
tres estadios teóricos diferentes: el estadio teológico (o ficticio); el estadio
metafísico (o abstracto); y el estadIo científico, o positivo […]"

En los estadios teológico y metafísico, el hombre se hace


las grandes preguntas a las cuales no tiene manera de
dar una respuesta fundada: ¿Qué sentido tiene la vida?
¿Por qué existe el mundo? En el estadio científico, el
hombre se limita a plantear las preguntas que pueden ser
respondidas a partir de la experiencia, por ejemplo: ¿A
qué temperatura hierve el agua? Sobre las afirmaciones
basadas en la experiencia externa el hombre puede hacer
Ciencia y el conocimiento así surgido puede progresar y
ser acumulativo. El hombre de Ciencia busca las leyes
que rigen la Naturaleza.

Comte quería devolverle a Occidente la unidad y armonía que le había dado la


fe en la Edad Media. Pero como entendía que ese fundamento ya no era
viable, pensó en la Ciencia como nuevo polo de atracción y factor de unidad.
Sin embargo, con el tiempo vio la necesidad de recurrir a la Filosofía (fundó la
Filosofía Positiva) y a la Religión (fundó la Religión Positiva, de la que se
declaró Papa). Su Religión de la Humanidad sustituye el amor a Dios por el
amor a la Humanidad, que incluye a los ya fallecidos, los vivos y los que
nacerán.

2. JOHN STUART MILL (1806 - 1873)


John Stuart Mill nació en Pentonville (Londres). Fue el mayor de los hijos del
filósofo e historiador escocés James Mill. Mill fue educado por su padre, con el
consejo y la ayuda de Jeremy Bentham y Francis Place. Le dieron una
educación extremadamente rigurosa y fue deliberadamente apartado de los
chicos de su misma edad. Su padre, un seguidor de Bentham y un adherente
del asociacionismo, tenía como objetivo explícito el crear un genio intelectual
que pudiera continuar la causa del utilitarismo y su puesta en práctica tras la
muerte de Bentham y la suya propia.

A la edad de tres años le enseñaron el alfabeto griego y largas listas de


palabras griegas con sus correspondientes traducciones al inglés. Alrededor de
los ocho años ya había leído las Fábulas de Esopo, la Anabasis de Jenofonte y
todas las obras de Herodoto, en su idioma original; al mismo tiempo ya conocía
a Luciano, Diógenes, Sócrates y seis diálogos de Platón. Para entonces ya
había leído mucha Historia en inglés.

Pero a los 20 años, en 1826, sufrió una "crisis mental", descrita en su


Autobiografía (1873). Se rebeló contra su estricta educación, contra el
utilitarismo (aunque sin romper con él), y se abrió a nuevas corrientes
intelectuales como Comte, al pensamiento romántico y al socialismo.

Un libro fundamental sobre el concepto de libertad fue Sobre la libertad, acerca


de la naturaleza y los límites del poder que puede ser legítimamente ejercido
por la sociedad sobre el individuo. Un argumento que Mill desarrolló más que
cualquier otro filósofo previo fue el Principio de indemnidad, esto es, que toda
persona debería ser libre para comprometerse a realizar las conductas que
desee siempre y cuando no dañe a los demás.

Mill habla solamente de la libertad negativa en Sobre la libertad, un concepto


formado y bautizado por Isaiah Berlin (1909-1997). Isaiah Berlin sugiere que la
libertad negativa es la ausencia o carencia de impedimentos, obstáculos o
coerción. Esto contrasta con su otra idea de libertad positiva, la capacidad de
comportarse, y la presencia de condiciones para ejercer tal libertad: sea
mediante recursos materiales, cierto nivel de ilustración o la oportunidad para la
participación política.

Otra obra importante de Mill fue Utilitarismo, que razona sobre la filosofía del
Utilitarismo, creada principalmente por Jeremy Bentham, aunque el padre de
Stuart, James Mill, también fue partidario de la misma. El Utilitarismo sostiene
que las acciones son buenas en proporción a la cantidad de felicidad producida
y al número de personas afectadas por la felicidad. La principal innovación al
Utilitarismo es la idea de la jerarquía de placeres. Bentham consideró todas las
formas de felicidad al mismo nivel, mientras que Mill arguyó que los placeres y
desarrollos morales e intelectuales eran superiores a otras formas de placer
más físico.

La obra maestra de Mill fue Sistema de la lógica inductiva y


deductiva, revisada y editada en numerosas ocasiones.
Una influencia primordial para esta obra fue la Historia de
las ciencias inductivas (1837) de William Whewell. La
reputación de la obra de Mill estriba principalmente en el
análisis de la prueba inductiva, que se contrapone a los
silogismos aristotélicos, de naturaleza deductiva. Mill
formula cinco métodos de inducción que han pasado a
conocerse como los Métodos de Mill: el método del
acuerdo, el método de la diferencia, el método común o doble método de
acuerdo y diferencia, el método de residuos y el de variaciones concominantes.
La característica común de estos métodos, el verdadero método de la
investigación científica, es el de la eliminación. El resto de métodos están,
subordinados al método de la diferencia. Otro intento de Mill fue postular una
teoría del conocimiento del estilo de John Locke.
Sus obras más importantes son:
1843: A system of Logic
1844: Ensayos sobre algunas cuestiones disputadas en economía política.
1848: Principios de economía política; con algunas de sus aplicaciones a la
filosofía social.
1859: Sobre la libertad.
1860: Considerations on Reoresentative Government.
1863: El utilitarismo.
1869: The Subjection of Women.
1873: Autobiografía

3. HERBERT SPENCER (1820 - 1903)


Nació en Derby el 27 de abril de 1820. Murió en Brighton el 8 de diciembre de
1903. Fue filósofo, psicólogo y sociólogo británico.

Fundador de la filosofía evolucionista en Gran Bretaña y uno de los más


ilustres positivistas de su país. Ingeniero civil y de formación autodidacta, se
interesó tanto por la ciencia como por las letras. En el año 1848 asumió la
dirección de la revista The Economist, órgano del liberalismo radical de la
época. Desde el punto de vista sociológico cabe considerarle como primer
autor que utilizó de forma sistemática los conceptos de estructura y función.

De otro lado, concibió la sociología como un instrumento dinámico al servicio


de la reforma social. Dedicó su vida a elaborar su sistema de filosofía
evolucionista, en la que considera la evolución natural como clave de toda la
realidad, a partir de cuya ley mecánico-materialista cabe explicar cualquier nivel
progresivo: la materia, lo biológico, lo psíquico, lo social, etc. En sus lecturas
conoció la teoría de la evolución expuesta a finales del siglo XVIII por el
naturalista francés Jean Lamarck. Su teoría, hoy desacreditada, sostenía que
los rasgos adquiridos de un organismo eran hereditarios. Las teorías de
Lamarck sobre la evolución influyeron profundamente en la obra de Spencer.
Aplicó la teoría de la evolución a las manifestaciones del espíritu y a los
problemas sociales, entre ellos el de la educación, con su obra Educación:
intelectual, moral, física. Su doctrina quedó principalmente expuesta en su
Sistema de filosofía sintética.
Entre sus obras tenemos: La estática social (1850), Principios de psicología
(1855), Primeros principios (1862), Principios de biología (1864), La
clasificación de las ciencias (1864), La sociología descriptiva (1873), Principios
de sociología (1877-1896) y El individuo contra el Estado (1884).
E. FILÓSOFO DE LA VIDA
1. FRIEDRICH NIETZSCHE (1844 - 1900)
Nietzsche fue un apasionado defensor de la individualidad. Ello lo diferencia de
Marx, quien criticaba a la sociedad moderna pero desde una visión colectivista.
Su método genealógico, y su psicología del resentimiento y la sospecha,
hicieron de él un precursor de los psicoanalistas del siglo XX.
Nietzsche nació en 1844 en la casa parroquial de Röcken (Alemania). Su
padre, sus abuelos y sus bisabuelos eran pastores protestantes. Su padre
falleció cuando el pequeño Friedrich tenía cuatro años de edad. Era un niño
ensimismado y de extrema rectitud de conciencia, al punto que sus amigos lo
apodaban "Pequeño Pastor".
Al ingresar a la escuela secundaria, estudió piano y comenzó a componer
pequeñas obras musicales. A partir de los catorce años, prosiguió sus estudios
como interno en la prestigiosa escuela de Pforta, donde recibió una sólida
formación científica, literaria y religiosa, aprendiendo griego y latín y leyendo a
los clásicos en su lengua original.
A los diecisiete años comenzó a sentir dudas de fe. Al salir de Pforta, se
inscribió en la carrera de Teología, por insistencia de su madre, pero al mismo
tiempo se anotó en Filología. Concluido el primer semestre, dejó
definitivamente la Teología para dedicarse a la Filología. En 1865 leyó a
Schopenhauer, cuyas afirmaciones lo conmovieron. Para ese entonces ya
había dejado atrás la fe cristiana.
En 1867 ingresó en la Caballería para participar en la guerra entre Prusia y
Austria, y en 1869 fue nombrado Profesor de Filología de la Universidad de
Basilea (Suiza). En 1870 dejó por poco tiempo la universidad para ejercer como
voluntario en los cuerpos de sanidad durante la Guerra Franco-Prusiana. A su
regreso, en Basilea, conoció al famoso músico Wagner, con quien estableció
una amistad que duraría varios años.
Sin embargo, su promisoria carrera universitaria se vio truncada por problemas
de salud. Sufrió migrañas recurrentes y vómitos, que se hicieron cada vez más
frecuentes, impidiéndole realizar su labor. En 1879 solicitó ser relevado de su
cargo y se le asignó una pensión, lo que le permitió vivir dedicado
exclusivamente a la escritura. Nietzsche viajó entonces por el sur de Alemania,
Suiza y el norte de Italia, buscando un clima más favorable para sobrellevar sus
dolencias.
A principios de 1889, en Turín, sufrió un ataque del que ya no pudo reponerse.
Vivió sus últimos años atendido primero por su madre y, luego del fallecimiento
de ésta, por su hermana, hasta su muerte en el año 1900.
Entre sus obras se destacan El origen de la tragedia en el espíritu de la música,
Aurora, La gaya ciencia, Así habló Zaratustra, El anticristo, Más allá del bien y
del mal, Ecce homo y La voluntad de poder.
Nietzsche sostenía que las creencias en Dios, la Moral y la Metafísica se han
revelado inconsistentes; que su origen no se encuentra sino en el hombre, en
el hombre débil y sufriente que no puede superar por sí mismo su dolor y busca
consuelo en el más allá. Por eso habla de la "muerte de Dios" y propone un
nuevo tipo de hombre: el súper-hombre. Paralelamente, advierte sobre el
peligro de que nuestro tiempo dé a luz al más bajo de los hombres, al "último
hombre", que no vive ya la grandeza alienada del hombre clásico pero tampoco
llega a la propia del súper-hombre. El "último hombre" es aquel que se
conforma con lo superficial, que no se conmueve ni por la "muerte de Dios". A
este tipo de hombre Nietzsche lo considera despreciable. En cambio, en varios
pasajes muestra admiración por los santos y los miembros del alto clero de la
Iglesia Católica, no por su fe sino por su autoexigencia. Nietzsche fue,
indudablemente, una persona de espíritu aristocrático.
«Dios ha muerto», dicía Nietzsche. La concepción según la cual el mundo tiene
un orden y sentido, ya sea éste inmanente o trascendente, ha sido superada. El
hombre ha tomado conciencia de que todo lo que consideraba como sagrado,
santo, bello y bueno, no lo era en sí mismo sino porque él lo valoraba así. El
hombre se descubre como aquel que valora, aquel que da sentido. La vida
tiene el sentido que nosotros le damos y en ello reside la grandeza del hombre.
Ya no podemos hablar de un bien y un mal objetivos. Por eso, en Así habló
Zaratustra, su obra más famosa, el personaje central es el predicador persa
que siete siglos antes de Cristo enseñó que había un Principio del Bien y un
Principio del Mal. En la obra, Zaratustra viene a enmendar su error, a decirnos
que no hay un bien y un mal en sí mismos. El bien y el mal son lo que nosotros
hacemos que sean, pero nosotros estamos "más allá del bien y del mal".
2. MARTIN HEIDEGGER (1889 – 1976)
Nació en Alemania en 1889. Cuando era estudiante secundario en Constanza,
el párroco le regaló la obra de Brentano Sobre los diversos sentidos del ente en
Aristóteles, hecho que el propio Heidegger consideraba como el punto de
partida de su camino filosófico. A los veinte años ingresó en el seminario de los
jesuitas en Friburgo, pero a las dos semanas el maestro de novicios le pidió
que abandonara la congregación, según parece porque su salud era endeble.
Ingresó entonces al seminario diocesano de la misma ciudad y estudió
Teología en la universidad. Allí cursó los dos primeros años hasta que, en
1911, dejó la Teología por la Filosofía. Durante la Primera Guerra se ofreció
como voluntario, pero, por problemas de salud, en vez de enviarlo al frente lo
asignaron a la censura de la correspondencia. Entre 1919 y 1923 fue asistente
de Husserl en la Universidad de Friburgo, con quien se inició en el método
fenomenológico, que luego haría suyo.
Desde un principio su tarea docente llamó la atención y su fama se extendió
por toda Alemania. Lo que atraía era su afán por replantear todo desde el
comienzo. En su esquema cobraban vida los autores antiguos, desgastados y
repetidos mecánicamente en la cotidianeidad de las aulas. En 1927 publicó su
obra más famosa, Ser y Tiempo, la cual desde un comienzo causó sensación.
Al retirarse de la Cátedra de Filosofía de la Universidad de Friburgo, por lo
avanzado de su edad, Husserl recomendó a Heidegger para el cargo y éste
asumió así la titularidad.
Hitler tomó el poder en Alemania en 1933. Su gobierno nombró a Heidegger
Rector de la Universidad de Friburgo y éste aceptó el cargo. En su discurso
inaugural utilizó un lenguaje muy cercano al del nazismo de la época, hablando
del "destino de la nación" y de "la misión espiritual del pueblo alemán". Al poco
tiempo, Heidegger comprendió que, con la nueva estructura política, el control
de la universidad no recaía ya sobre el rector sino sobre los estudiantes
afiliados al partido nazi, por lo que, al año siguiente de haber asumido,
presentó su renuncia, continuando con la tarea docente. Este paso por el
nacional socialismo (los rectores debían ser afiliados al partido) le valió el
rechazo de muchos al término de la Segunda Guerra Mundial, en especial en
Francia (el otro gran centro filosófico junto a Alemania), donde su filosofía era
muy poco difundida. Sin embargo, con el paso de los años se comenzó a
distinguir su actuación política de su filosofía, siendo ésta revalorizada y
admirada por su profundidad.
Falleció en 1976 y, por pedido suyo, fue enterrado según el rito de la Iglesia
Católica junto al campanario de la iglesia de su ciudad natal. Uno de sus
sobrinos, sacerdote, presidió el oficio.
El tema en torno al cual gira su pensamiento es el ser. Por ello, quienes lo
escuchaban sentían revivir a los clásicos, ya que a comienzos del siglo XX
parecía imposible oír hablar del "ser" fuera de los círculos neoescolásticos.
Pero Heidegger no olía a viejo porque su método era contemporáneo: el
fenomenológico. Él denunció "el olvido del ser" en el que había incurrido la
Metafísica al dejar de pensar la "diferencia ontológica", la diferencia entre el
ente y el ser. Él descubrió en este olvido la raíz de la actitud que el hombre
occidental había adoptado frente a la Naturaleza en la Modernidad. Por ello
entiende que la Ciencia y la Técnica no son lo opuesto de la Metafísica, sino
más bien su continuidad histórica, así como el nihilismo es su consecuencia
última. En los escritos posteriores a Ser y Tiempo, Heidegger asigna mayor
protagonismo al ser que al hombre, y no plantea tanto la necesidad de generar
un cambio de actitud frente al ser sino la esperanza de que sea el propio ser el
que se nos muestre de un modo diferente y nos permita establecer con él una
relación más rica.
Los estudiosos suelen dividir el itinerario filosófico de Heidegger en dos etapas:
"El Primer Heidegger", el de Ser y tiempo, que estudiaba al ser en el horizonte
humano y profundizaba la reflexión sobre el hombre en cuanto ser capaz de
plantearse la pregunta por el ser; y "El Segundo", que en las obras posteriores
seguirá reflexionando el ser pero de un modo más directo, abordando otras
temáticas, como la Poesía y la Técnica.

F. FILÓSOFO DE LA FENOMENOLOGÍA
1. MAX SCHELER (1874 - 1928)
Nació en Múnich en 1874. Su madre era judía. Su padre, alemán, se convirtió
al judaísmo al contraer matrimonio. Max se bautizó como católico en el
secundario. Estudió en las universidades de Berlín, Heidelberg y Jena,
obteniendo el grado de Doctor en 1897.
En su formación se vio influido por el pensamiento de Dilthey (vitalismo
historicista), Nietzsche (vitalismo irracional) y Eucken (vitalismo espiritualista).
Pero la figura decisiva en su formación fue su maestro, Husserl, con quien
trabajó en Göttingen entre los años 1909 y 1913. De Husserl tomó Scheler la
pasión por salir al encuentro de "las cosas mismas" y el método para hacerlo,
la descripción fenomenológica. Scheler aplicó el método a áreas todavía no
exploradas por los fenomenólogos como la vida ética, la vida emocional
(sentimientos de simpatía, amor y odio), la religión, etc.
Si bien estuvo durante muchos años alejado de la Iglesia, en 1916 volvió
públicamente a ella. En 1919 fue convocado para asumir la Cátedra de
Filosofía de la Universidad de Colonia. En 1921 se enamoró de una de sus
alumnas y pidió que la Iglesia declarara nulo su matrimonio. La Iglesia se lo
denegó y él se casó con su alumna por civil. A partir de allí comenzó a alejarse
del catolicismo e incluso del teísmo y comenzó a acercarse a una concepción
panteísta y evolucionista. En 1928, mientras dejaba Colonia para tomar una
cátedra en Frankfurt, un ataque cardíaco terminó con su vida.
Entre sus obras se destacan: Esencia y forma de la simpatía, El formalismo en
la Ética y la ética material de los valores, De la revolución de los valores, De lo
eterno en el hombre, Escritos sobre Sociología y Teoría de la Cosmovisión, Las
formas del saber y la formación, Las formas del saber y la sociedad, El lugar
del hombre en el Cosmos.
De los distintos temas que abordó en sus obras la mayor trascendencia la ha
adquirido su reflexión sobre los valores ("axiología"). Husserl había puesto
énfasis en la intencionalidad de la conciencia. La conciencia es siempre
conciencia de algo. Pero en la práctica, se había limitado a reflexionar sobre los
objetos intencionales de la razón (las ideas). Scheler reflexionó sobre la
intencionalidad de las emociones y sus objetos intencionales (los valores). Hay
un cosmos objetivo de valores al que sólo se puede acceder por la intuición
emocional. La razón es ciega para el valor. Scheler se opone firmemente a la
pretensión nietzscheana de crear valores. Los valores son siempre los mismos,
no cambian. Lo que cambia es nuestra percepción de ellos. Cada época, cada
cultura, descubre distintos valores e ignora otros.
Los valores se encuentran ordenados jerárquicamente. Primero están los
valores religiosos (sagrado/profano), luego los espirituales (bello/feo,
justo/injusto, verdadero/erróneo), luego los valores de la afectividad vital
(bienestar/malestar, noble/innoble) y por último los valores de la afectividad
sensible (agradable/desagradable, útil/dañino). De lo que se trata es de vivir en
armonía. No hay que optar por unos valores y renunciar a otros. Para ello hay
que vivir los valores inferiores de un modo tal que se encuentren ordenados a
los superiores. De esta manera, cada vez que obremos bien en lo más simple y
cotidiano estaremos alabando a Dios, ya que los valores religiosos se
encuentran en la cúspide de la pirámide. Scheler intentó superar así el
dualismo y la ruptura generados por la falsa opción entre vitalismo y
racionalismo.
G. FILÓSOFO DEL VITALISMO
1. JOSÉ ORTEGA Y GASSET (1833 – 1955)
Uno de los filósofos españoles de la primera mitad del siglo XX que más
influencia ha ejercido en España y fuera de ella. Con un estilo literario, lleno de
metáforas y frases ingeniosas, pretendió hacer filosofía en un lenguaje próximo
al del Quijote, lo que le permitió llegar al público en general. Nació en Madrid
en 1883 en el seno de una familia acomodada de la alta burguesía madrileña
vinculada al periodismo y a la política. Su vida está profundamente ligada al
periodismo, a la política, a las actividades editoriales, y ocupó un lugar muy
destacado en la vida intelectual española durante la primera mitad del siglo XX.
Estudió en el Colegio Jesuita de San Estanislao en Miraflores del Palo
(Málaga); inició sus estudios superiores en la jesuita Universidad de Deusto
(Bilbao), y los continuó en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad
Central (Madrid), donde se licenció en 1902.
Doctor en Filosofía en 1904 por la Universidad de Madrid, con la tesis Los
terrores del año mil. Crítica de una leyenda (58 págs.) Entre 1905 y hasta 1907
estudia en Alemania: Leipzig, Nuremberg, Colonia, Berlín y, sobre todo, en
Marburgo, en donde tomó contacto con las «musas alemanas» que tanto
impresionaron a Ortega, hasta el punto de que llegó a estar toda su vida
obsesionado por la grandeza de la filosofía, la ciencia y la técnica alemanas.
En 1936 se va de España iniciando un periplo (París, Holanda, Argentina,
Portugal) que no terminará hasta su muerte, aunque, a partir de 1945, pasará
temporadas en España. En 1948 funda, junto a su discípulo Julián Marías, el
Instituto de Humanidades, pronuncia varias conferencias en EEUU, Alemania y
Suiza, y el 18 de octubre de 1955 fallece en su domicilio madrileño, Monte
Esquinza 28.
Las líneas maestras de la filosofía orteguiana pueden trazarse a partir de la
crítica de una serie de Ideas que giran todas ellas en torno a la oposición
Realismo/Idealismo en sus diferentes variantes y en un intento por superar su
mutua reducción–practicada, según Ortega, en la Antigüedad y en la Edad
Moderna o mediante su fusión en una única idea: la Idea de Vida. La vida
concebida como principio ontológico fundamental, implica, por un lado, la
negación de la independencia absoluta del mundo respecto del pensamiento y,
por otro lado, la afirmación de su conjugación: «lo que hay pura y
primariamente es la coexistencia del hombre y el mundo...; lo que hay es el
mutuo existir del hombre y el mundo... mutuo serse.» La realidad radical es, en
consecuencia, la suma de la existencia humana individual y la circunstancia,
concebida como el ámbito de los problemas a los que tiene que enfrentarse el
Yo. Por ejemplo: La esencia de la Tierra –dice Ortega– no nos viene dada ni a
través de la Astronomía, ni de la mitología, sino sencillamente consiste en una
serie de dificultades y facilidades para los individuos: es lo que nos sostiene
porque hacemos pie en ella, es aquello que a veces tiembla y nos aterra,
aquello que nos aparta de nuestros seres queridos, lo que nos permite huir.
Los primeros escritos orteguianos, digamos hasta 1913, están profundamente
marcados por el par de conceptos Subjetivismo/Objetismo. El objetivismo (el
racionalismo) caracterizaría a esta primera fase o etapa de su pensamiento que
se articula en torno a dos grandes Ideas: las Ideas de Ciencia y de Cultura.
Una etapa que Ortega quiso dar por terminada en 1916 con la publicación de
Personas, Obras, Cosas (volumen que recoge muchos de los artículos y
escritos de juventud hasta 1912) y en cuyo prólogo puede leerse: «Para mover
guerra al subjetivismo negaba al sujeto, a lo personal, a lo individual todos sus
derechos. Hoy me parecería más ajustado a la verdad... dotar a lo subjetivo de
un puesto y una tarea en la colmena universal.» Un puesto que ya empezó a
ocupar en su primer gran libro: Meditaciones del Quijote (1914). El objetivismo
inicial, por tanto, se matiza y corrige a partir de esta fecha con el par de
conceptos Yo-Circunstancia y, sobre todo, con el concepto de
«perspectivismo», introducido a partir de 1913 y formulado explícitamente en el
ilustrativo título de una de sus publicaciones más emblemáticas: El Espectador.
Sus principales obras son:
1.
2. 1914 Meditaciones del Quijote • Vieja y nueva política
3. 1915 Investigaciones psicológicas (Curso explicado entre 1915-16 y
publicado en 1982)
4. 1916-1934 El Espectador (8 tomos publicados entre 1916 y 1934)
5. 1924 Las Atlántidas
6. 1939 Ensimismamiento y alteración. Meditación de la técnica
7. 1940 Ideas y Crencias, • Sobre la razón histórica (curso explicado en
Buenos Aires y publicado en 1979 junto a otro dado en Lisboa sobre el
mismo asunto.)
8. 1949 Meditación de Europa (conferencia pronunciada en Berlín en
9. 1949-1950 El hombre y la gente (curso explicado en 1949-1950 en el
Instituto de Humanidades; se publica en 1957)
1. JEAN-PAUL SARTRE
Jean-Paul Sartre fue el principal representante del existencialismo francés.
Nació en París en 1905. En 1924 ingresó en la Escuela Normal Superior. Allí
entabló relación con Aron, Hyppolite, Merleau-Ponty y Paul Nizan, y se graduó
en Filosofía en 1927. Ejerció como docente de nivel medio en Le Havre y en
París. Entre 1933 y 1934 se estableció en Berlín, con el fin de estudiar la
fenomenología de Husserl. Durante la Segunda Guerra Mundial se enroló en el
ejército y cayó prisionero de los alemanes (1940 y 1941). Luego de recuperar la
libertad, colaboró activamente con la resistencia francesa, mientras retomaba la
labor docente y comenzaba a publicar sus obras literarias y filosóficas.
Sartre fue un pensador comprometido con las cuestiones sociales y políticas de
su tiempo, desde una postura socialista crítica del sistema soviético (al
comienzo de los cincuenta adhería públicamente al marxismo, pero luego de la
invasión de Rusia a Hungría, en 1956, rompió relaciones con el Partido
Comunista). Esta participación lo convirtió en un hombre público, conocido
mundialmente.
En 1964 ganó el premio Nobel de literatura, aunque se negó a recibirlo. En
1973, ya casi ciego, se retiró de la vida pública. Murió en París el 15 de abril de
1980.
Luego de su estancia en Berlín publicó sus primeras obras, marcadas por el
método husserliano: La trascendencia del ego (1936), La imaginación (1936),
Bosquejo de una teoría de las emociones (1939) y Lo imaginario: Psicología
fenomenológica de la imaginación (1940). Mientras tanto, con su novela La
náusea (1938), comenzó a crecer su fama de escritor. En 1945 salió de
imprenta su obra filosófica principal, El ser y la nada. A ella le seguirían El
existencialismo es un humanismo (1946) y La razón dialéctica (1960). Su obra
como novelista continuó con la publicación de La edad de la razón (1945), El
aplazamiento (1945) y La muerte en el alma (1949). Publicó además varias
obras de teatro: Las moscas (1943), A puerta cerrada (1945), La mujerzuela
respetuosa (1946), Las manos sucias (1948), El Diablo y el Buen Dios (1951),
Nekrassov (1956) y Los secuestrados de Altona (1960). Otras obras suyas son:
Cuestiones de método (1957), donde expresa una crítica al marxismo; Las
palabras, que evoca su infancia; y los tres tomos de El idiota de la familia.
Sartre tomó de la Fenomenología su principio básico, la intencionalidad de la
conciencia ("la conciencia es siempre conciencia de algo"); pero criticó el
idealismo y el subjetivismo de Husserl. Según Sartre el "yo" no es la conciencia
trascendental, sino el conjunto unitario de la intencionalidad de la conciencia
que está "fuera, en el mundo", porque "es un ente del mundo, igual que el ‘yo’
de otro". Las cosas no están en la conciencia, como imagen o como
representación, las cosas están en el mundo. "La conciencia es conciencia
posicional del mundo", es apertura al mundo, no es el mundo. Mediante este
giro reintrodujo a la conciencia en el mundo de la existencia, permitiendo que
los sufrimientos y las angustias de los hombres reales recuperaran todo su
peso.
La experiencia nos muestra que la conciencia, que es conciencia del mundo, es
al mismo tiempo distinta del mundo. La ontología sartreana distingue dos tipos
de ser: en sí y para sí. Las cosas son "en sí", idénticas a sí mismas (cada una
es "lo que es"). Lo "en sí" es absolutamente contingente y gratuito. Por su
parte, la conciencia, que es "para sí", es "una nada de ser y, al mismo tiempo,
un poder anonadador, la nada"; es "el ser para el cual en su ser está en
cuestión su ser"; es "carencia de ser", que se evidencia en el deseo.
La conciencia, que está en el mundo, siendo esencialmente diferente de él, no
se halla vinculada al mundo y por lo tanto es absolutamente libre. Las cosas
son lo que son; la conciencia, por el contrario, no es nada, está vacía de ser, es
posibilidad, es libertad. El hombre está obligado a hacerse, no tiene alternativa,
está "condenado a ser libre". El ser del hombre es su "hacerse" a sí mismo. Por
ello nadie llega a ser nada que no haya elegido ser. No valen las excusas,
recurrir a ellas es de mala fe, es presentar lo querido como inevitable, es
pretender acomodarse al modo de ser propio de las cosas y no al de las
conciencias. Siempre queda una opción, aunque más no sea el suicidio.
En su relación con el otro, el hombre busca siempre imponer su voluntad, su
proyecto. Por ello las relaciones siempre son conflictivas, tanto las de amor
como las de odio. Amar es intentar dominar la voluntad del otro. Odiar es
reconocer la libertad del otro como opuesta a la propia y tratar de anularla. El
amor conduce al fracaso, porque sólo se logra la posesión del otro siendo uno
a su vez poseído por él. Y el odio también conduce al fracaso, porque se
expresión extrema, el homicidio, degrada al homicida a asesino. No podemos
vivir sin relaciones humanas y no podemos evitar que éstas sean conflictivas y
ambivalentes. Desde esta perspectiva no debe extrañarnos que Sartre termine
una de sus obras literarias afirmando que «El infierno son los otros».
Enviado por:
Christian Lago

Leer más:
http://www.monografias.com/trabajos55/filosofos-contemporaneos/filosofos-
contemporaneos2.shtml#ixzz49sQzgDWg

PRINCIPALES PENSDORES DEL SIGLO XX

LOS 14 PENSADORES DEL S. XX

FERDINAND DE SAUSSURE

Nació el 26 de noviembre de 1857 en Ginebra. Cursó estudios de ciencias en la


universidad de Ginebra antes de retomar sus estudios lingüísticos en Leipzig en el año
1876. Su obra más importante fue la Mémoire (sobre el sistema vocálico del
protoindoeuropeo), impresa en 1879. Trabajó en filología y dos años después de haber
publicado su tesis o Mémoire fue profesor de Sánscrito y de Gramática comparada en la
universidad de Ginebra. Reconocido por el Cours de Linguistique Générale (Curso de
Lingüística general, 1916) redactado a partir de sus notas preparatorias para las clases.
La verdadera revolución en la lingüística teórica la produjo Ferdinand de Saussure con
la publicación, que hicieron sus discípulos Bally, Frei y Sechehaye, de su obra como
reacción a los neogramáticos. Expone que la facultad de hablar, el lenguaje, se
estructura en un completo sistema de signos, la lengua, que se hace presente en cada una
de las realizaciones de los hablantes, el habla. El sistema de signos que es la lengua
debe estudiarse dentro de una ciencia general, la semiología, que abarca toda la teoría de
los signos. Diseña el signo lingüístico como la unidad de la lengua que tiene dos caras,
el significante, esto es, los sonidos y las formas de las palabras, y el significado, lo que
esos sonidos y palabras significan dentro y sólo dentro del sistema que es la lengua. Con
él se fundamenta la fonología, que otros desarrollarán después.

SIGMUND FREUD

Nació el 6 de mayo de 1856 en Freiberg (hoy Príbor, República Checa). Después de


escuchar una conferencia en torno al ensayo Sobre la naturaleza (atribuido a Goethe)
decide estudiar medicina. Comenzó a estudiar en la Universidad de Viena en 1873. En
el tercer curso, comenzó investigaciones sobre el sistema nervioso central de los
invertebrados, en el laboratorio de fisiología dirigido por Ernst Wilhelm von Brücke. En
1881, tras haber cumplido un año de servicio militar obligatorio, terminó su
licenciatura. Permaneció en la universidad como ayudante en el laboratorio de
fisiología. En 1883, y bajo la presión de Brücke, abandonó la investigación teórica. Pasó
tres años en el Hospital General de Viena, dedicándose a la psiquiatría, la dermatología
y los trastornos nerviosos. En el año 1885, fue profesor adjunto de Neuropatología en la
Universidad de Viena. A últimos de ese año, consiguió una beca del gobierno para
estudiar en París junto al neurólogo Jean Charcot, que trabajaba en el tratamiento de
transtornos mentales mediante la hipnosis, en el manicomio de Salpêtrière. Sus estudios
junto a Charcot, centrados en la histeria, lo dirigieron a la psicopatología. En 1886
contrae matrimonio con Martha Bernaysse y se establece como médico privado en
Viena, especializándose en los trastornos nerviosos. Su trabajo inicial sobre
psicopatología fue Sobre la afasia (1891); donde desarrollaba un estudio sobre este
trastorno neurológico en el que la capacidad para pronunciar palabras o nombrar objetos
comunes se pierde. Su último trabajo sobre neurología, fue artículo, `Parálisis cerebrales
infantiles', escrito en 1897. Sus siguientes trabajos se inscriben en lo que él mismo había
bautizado como psicoanálisis en 1896.

EDMUND HUSSERL

Nació el 8 de abril de 1859 en Prossnitz, Moravia (hoy en la República Checa). Estudió


ciencias, filosofía y matemáticas en las universidades de Leipzig, Berlín y Viena. Fue
discípulo de matemáticos como Kronecker y Weirstrass. Su tesis doctoral versó sobre el
cálculo de variaciones. Mostró gran interés por la base psicológica de las matemáticas y,
poco después de ser nombrado profesor en la Universidad de Halle, escribió su primer
libro, Filosofía de la aritmética (1891), en el que sostuvo la hipótesis de que las leyes
matemáticas tienen validez independientemente de cómo el pensamiento llegue a
formularlas y a creer en ellas. Husserl creía que la labor del filósofo es la superación de
las actitudes naturalista y psicologista mediante la contemplación de las esencias de las
cosas, que podían ser identificadas de acuerdo a las leyes sistemáticas que rigen la
variación de los objetos en la imaginación. Admitió que la conciencia está
permanentemente dirigida hacia las realidades concretas y llamó a este tipo de atención
intencionalidad. Estuvo varios años en la Universidad de Gotinga. Allí atrajo con sus
teorías a muchos estudiantes.

Aportó análisis detallados de las estructuras mentales implicadas en la percepción de


objetos particulares; describiendo de modo muy minucioso, por ejemplo, la forma en la
que captaba un manzano en su jardín. Así, aunque la fenomenología no asume la
existencia de nada, no es sin embargo una disciplina descriptiva; de acuerdo con
Husserl, la fenomenología se dedica, no a inventar teorías, sino a describir las "cosas en
sí mismas". Tras 1916 impartió clases en la Universidad de Friburgo. Falleció en
Friburgo el 6 de abril de 1938.

MARTIN HEIDEGGER

Nació en Messkirch, Baden (Alemania), el 26 de septiembre de 1889. Su padre,


Friedrich Heidegger (1851-1924) es sacristán católico y maestro tonelero, su madre es
Johanna Heidegger, de soltera, Kemp (1858-1927).

Cursó sus estudios de teología católica y después filosofía occidental en la Universidad


de Friburgo, donde fue alumno de Edmund Husserl, el fundador de la fenomenología.
Ya en el año 1915 comenzó a ejercer como profesor en Friburgo. Tras impartir clases
durante cinco años en Marburgo, llegó a ser profesor de filosofía en Friburgo en 1928.

En 1933 le nombran rector de la universidad de Friburgo y se afilia al partido


nacionalsocialista (NSDAP). Pronuncia la prelusión rectoral sobre Autoafirmación de la
Universidad alemana. Organización del campamento de la ciencia. Apariciones
propagandísticas en Leipzig, Heildelberg y Tubinga. Colaborador en la reforma de la
Universidad de Baden (introducción de principio del caudillaje). Renuncia al rectorado
al año siguiente por discrepancias con el gobierno y deja de ocuparse de política.
Comienza un periodo de casi absoluto silencio: Heidegger no publicará casi nada hasta
1942. En cambio dicta regularmente sus cursos académicos. Falleció en Messkirch el 26
de mayo de 1976. Heidegger se encontró muy influenciado por los presocráticos de la
filosofía griega, por Kierkegaard, y por Nietzsche. En su obra más importante e
influyente, Ser y tiempo (1927), Heidegger se preocupó de lo que consideraba la
cuestión filosófica (y humana) esencial: ¿Qué es ser? Esto le llevaba a la pregunta, qué
clase de ser (Sein) tienen los seres humanos.

BERTRAND RUSSELL

Nació el 18 de mayo de 1872, en Trelleck (Gales). Cursó sus estudios en el Trinity


College de la Universidad de Cambridge, graduándose en 1894. Este año pasó por
Francia, Alemania y Estados Unidos, y algún tiempo después le nombraron miembro
del consejo de gobierno del Trinity College. Mantuvo colaboración durante ocho años
con el filósofo y matemático británico Alfred North Whitehead con el fin de elaborar la
monumental obra Principia Mathematica (Principios Matemáticos; 3 volúmenes, 1910-
1913. Su siguiente gran obra fue Los problemas de la filosofía (1912). Desde el primer
momento de la I Guerra Mundial, Russell mostró su desacuerdo. Por este rechazo fue
encarcelado y privado de su puesto de trabajo en Cambridge. Durante su permanencia
en prisión escribió Introducción a la filosofía matemática (1919). Cuando la guerra
finalizó, visitó la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, y en su libro Práctica y
teoría del bolchevismo (1920) mostró su desacuerdo con la forma en que allí se llevaba
a cabo el socialismo. No estaba de acuerdo con los métodos que se utilizaban para
alcanzar un sistema comunista. Entre 1921 y 1922 trabajó como profesor en la
Universidad de Pekín (China). Regresó a su país y, desde 1928 a 1932, dirigió el
Beacon Hill School, escuela privada y muy progresista donde se aplicaban innovadores
métodos de enseñanza para niños. Desde 1938 hasta 1944 continuó impartiendo clases
en varias instituciones de los Estados Unidos.

En 1944 volvió a Inglaterra donde fue restituido en su puesto del Trinity College. Tuvo
que dejar el pacifismo para apoyar la causa aliada en la II Guerra Mundial, pero fue un
ardiente y activo detractor de las armas nucleares. En 1949 el rey Jorge VI le concedió
la Orden al Mérito. En 1950 consiguió el Premio Nobel de Literatura y fue calificado
como "un campeón de la humanidad y de la libertad de pensamiento". Falleció el 2 de
febrero de 1970.

LUDWING WITTGENSTEIN

Nació en Viena el 26 de abril de 1889 en el seno de una familia ilustrada. Su casa fue
visitada por Sigmund Freud, por los compositores Johannes Brahms y Gustav Mahler, y
por el artista Gustav Klimt. Su padre fue un industrial del hierro y acero en Austria, un
hombre duro que demandó mucho de sus hijos varones. Tres de los cuatro hermanos
Wittgenstein se suicidaron. Ludwig fue un jóven sensible, con inteligencia
extraordinaria y talentos musicales, que no tuvo interés alguno en el mundo de los
negocios. Cursó estudios en Linz y Berlín, posteriormente viaja a Gran Bretaña para
estudiar ingeniería en la Universidad de Manchester. Muy interesado por las
matemáticas puras entra en el Trinity College (Cambridge) para estudiar con Bertrand
Russell. Investigó principalmente dentro del ámbito de la lógica y la filosofía del
lenguaje. Al estallar la primera guerra mundial, se alista en el ejército Austro-Húngaro
como soldado raso. Fue capturado por los Italianos en las semanas finales de la guerra,
y pasó casi dos años en un campamento de prisioneros en Italia. Dio clases en un pueblo
de Austria. En 1929 fue designado al Trinity College. Llevó un estilo sencillo de vida se
retiró en 1947. Falleció en Cambridge el 29 de abril de 1951. Wittgenstein concibió la
filosofía como un análisis conceptual o lingüístico.

THEODOR ADORNO

Nacido en Frankfurt del Main el 11 de septiembre de 1903, doctorado en filosofía en la


Universidad Johann Wolfgang Goethe. En 1925 fue alumno del compositor Alban Berg
en Viena. En el año 1933 viaja a Gran Bretaña y también Alemania; allí adoptó el
apellido de soltera de su madre, Adorno, para firmar unos artículos en los que aplicaba
los conceptos marxistas a la filosofía y la música. En 1938 se translada a Estados
Unidos, donde trabaja con Max Horkheimer en la elaboración de Dialektik der
Aufklärung (Dialéctica de la Razón, 1947). Adorno y Horkheimer regresaron a
Alemania en 1949 y enseñaron en Frankfurt desde 1951. A diferencia de Horkheimer,
Adorno siguió trabajando en el tema de la división de clases en un libro titulado Minima
Moralia (1951), una explicación al colapso de la civilización europea durante la II
Guerra Mundial, en Jargon der Eigentlichkeit (Jerga de autenticidad, 1964), critica al
filósofo pro-nazi Martin. Falleció el 6 de agosto de 1969. Adorno entrelaza
estrechamente la investigación filosófica con la sociología y psicología y declara que se
inspira en Hegel, Marx y Freud. Pero, por un lado, se refiere a Hegel para insistir en el
absolutismo de la razón y en el carácter negativo o dialéctico de la misma razón,
ignorando o desconociendo la identidad positiva de realidad y racionalidad que es la
tesis fundamental de Hegel. La influencia de Adorno se debe a los conceptos que
elaboró en unión con Horkheimer como el de 'razón instrumental', que habla de la
corrupción de los ideales de la Ilustración bajo los actuales sistemas de dominio; 'la
cultura industrial', que transforma obras de arte en objetos al servicio de la comodidad;
y 'la personalidad autoritaria' de los conformistas, que prefieren obedecer órdenes antes
que afrontar y superar las dificultades cotidianas.

HEBERT MARCUSE

Nació el 19 de julio de 1898 en Berlín. Cursó estudios superiores de Filosofía en las


universidades de Berlín y Friburgo, centro este último donde recibió las influencias de
Edmund Husserl y Martin Heidegger y por el que se doctoró en 1922. Desde 1923 hasta
1932 desarrolló sus primeros estudios y análisis filosóficos en Friburgo y, en 1933,
ingresó en el Instituto de Investigación Social de la Universidad de Frankfurt, unidad
académica en la que se originó la denominada Escuela de Frankfurt, a la cual también se
encontraban unidos los nombres de Theodor Adorno y Max Horkheimer. El ascenso al
poder en Alemania, ese mismo año, de Adolf Hitler y del Partido Nacionalsocialista
Alemán del Trabajo tuvo como consecuencia la clausura del Instituto. Marcuse emigró a
Estados Unidos, país en el que se estableció y cuya nacionalidad adoptó en 1940.
Comenzó entonces una intensa actividad investigadora y académica en el Instituto de
Investigación Social de la Universidad de Columbia (1934-1940) que abandonó durante
la década de 1940 (en la que trabajó para distintos departamentos del gobierno federal
estadounidense) y que continuó posteriormente en las universidades de Columbia y
Harvard (1951-1954), Brandeis (1954-1965) y de California en San Diego (1965-1976).
Falleció el 29 de julio de 1979 en Starnberg (República Federal de Alemania).

JEAN PAUL SARTRE


Filósofo, dramaturgo, novelista y periodista político francés, uno de los principales
representantes del existencialismo. Sartre nació en París el 21 de junio de 1905; estudió
en la Escuela Normal Superior de esa ciudad, en la Universidad de Friburgo (Suiza) y
en el Instituto Francés de Berlín (Alemania). Enseñó filosofía en varios liceos desde
1929 hasta el comienzo de la IIGuerra Mundial, momento en que se incorporó al
Ejército. Desde 1940 hasta 1941 fue prisionero de los alemanes; después de su puesta en
libertad, dio clases en Neuilly (Francia) y más tarde en París, y participó en la
Resistencia francesa. Sartre dejó la enseñanza en 1945 y fundó, con Simone de
Beauvoir entre otros, la revista política y literaria Les temps modernes, de la que fue
editor jefe. Se le consideró un socialista independiente activo después de 1947, crítico
tanto con la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) como con Estados
Unidos en los años de la Guerra fría. En la mayoría de sus escritos de la década de 1950
están presentes cuestiones políticas, incluidas sus denuncias sobre la actitud represora y
violenta del Ejército francés en Argelia. Rechazó el Premio Nobel de Literatura que se
le concedió en 1964, y explicó que si lo aceptaba comprometería su integridad como
escritor. Sartre afirma que la influencia de la sociedad moderna sobre el individuo es tan
grande que produce la serialización, lo que él interpreta como pérdida de identidad y
que es equiparable a la enajenación marxista. El poder individual y la libertad sólo
pueden recobrarse a través de la acción revolucionaria colectiva. A pesar de su
llamamiento a la actividad política desde ópticas marxistas, Sartre no se afilió al Partido
Comunista Francés, y así conservó la libertad para criticar abiertamente las
intervenciones militares soviéticas en Hungría (1956) y en Checoslovaquia (1968).
Murió en París el 15 de abril de 1980.

MICHEL FOUCAULT

filósofo francés que intentó mostrar que las ideas básicas que la gente considera
verdades permanentes sobre la naturaleza humana y la sociedad cambian a lo largo de la
historia. Sus estudios pusieron en tela de juicio la influencia del filósofo político alemán
Karl Marx y del psicoanalista austriaco Sigmund Freud. Foucault aportó nuevos
conceptos que desafiaron las convicciones de la gente sobre la cárcel, la policía, la
seguridad, el cuidado de los enfermos mentales, los derechos de los homosexuales y el
bienestar.

Nacido en Poitiers, Foucault estudió filosofía occidental y psicología en la École


Normale Supérieure de París. Durante la década de 1960, encabezó los departamentos
de filosofía de las Universidades de Clermont-Ferrand y Vincennes (conocida de forma
oficial como Centro Universitario Experimental de Vincennes). En 1970 fue elegido
para el puesto académico más prestigioso en Francia, en el Collège de France, con el
título de profesor de Historia de los Sistemas de Pensamiento. Durante las décadas de
1970 y 1980, su reputación internacional creció gracias a las numerosas conferencias y
cursos que impartió por todo el mundo.

KARL POPPER

Popper nació el 28 de julio de 1902 en Viena (Austria), en una familia judía que más
tarde se convirtió al protestantismo. Después trabajo por algún tiempo en la clínica
infantil de Alfred Adler; se intereso por la música y la historia de la misma. Obtuvo su
doctorado en filosofía por la universidad de su ciudad natal en 1928. En 1929 obtiene la
cátedra de matemática y física en enseñanza secundaria. Aunque no fue miembro de la
llamada escuela de filosofía de Viena, Popper simpatizó con su actitud científica, pero
criticó algunos de sus postulados. Desde 1937 hasta 1945 trabajó como profesor en la
Universidad de Canterbury, en Nueva Zelanda, y más tarde en la Universidad de
Londres. En 1965 le fue otrogado el titulo de Sir. Ha enseñado de profesor visitante
varias universidades extranjeras, y sus obras se han traducido a más de veinte lenguas.
Falleció el 17 de septiembre de 1994. La contribución más significativa de Popper a la
filosofía de la ciencia fue su caracterización del método científico. En su Lógica del
descubrimiento científico (1934) criticó la idea prevalente de que la ciencia es en
esencia inductiva. Propuso un criterio de comprobación que él denominó falsabilidad,
para determinar la validez científica, y subrayó el carácter hipotético-deductivo de la
ciencia. Las teorías científicas son hipótesis a partir de las cuales se pueden deducir
enunciados comprobables mediante la observación; si las observaciones experimentales
adecuadas revelan como falsos esos enunciados, la hipótesis es refutada. Si una
hipótesis supera el esfuerzo de demostrar su falsedad, puede ser aceptada al menos con
carácter provisional. Ninguna teoría científica, sin embargo, puede ser establecida de
una forma concluyente.

JüRGEN HABERMAS

Nació en Düsseldorf en 1929 y cursó estudios en Gotinga, Zurich y Bonn; doctorado


por Marburgo, profesor de filosofía en Heidelberg y profesor de filosofía y sociología
en Francfort. Entre 1971 y 1980 fue director del Instituto Max Planck en Stamberg.
Ayudante de Theodor Adorno en Francfort desde 1954 hasta 1959, Habermas es
heredero de la Escuela de Francfort y el representante más conocido de la teoría crítica
en la actualidad. La Escuela de Francfort surgió en los años veinte en torno a un grupo
de pensadores marxistas que querían desarrollar una teoría crítica de la sociedad, para
sacar a luz sus deficiencias con vistas a la liberación del ser humano. Su obra constituye
un ataque al positivismo y la ciencia. La pretensión de reducir todo conocimiento al
modelo de las ciencias empíricas y al dominio de la técnica, como si la razón no tuviera
otros aspectos y otros campos de actuación. De esta forma la razón y la ciencia se han
convertido en herramientas de dominación. Siguiendo la tradición de la Escuela de
Francfort, que combina las aportaciones de la filosofía y las de las ciencias sociales,
Habermas hace una crítica del positivismo y de la técnica en su obra Ciencia y técnica
como ideología (1968), planteando una serie de interrogantes sobre las posibles formas
de convivencia entre las sociedades industriales avanzadas y la democracia. La obra
principal de Habermas es probablemente su Teoría de la

acción comunicativa, publicada en dos volúmenes en 1981.

SIMONE DE BEAUVOIR

Nació en París (Francia). Perteneció a una familia de la burguesía tradicional y católica,


pero desde muy joven mostró su anticonformismo convirtiéndose en lo que ella llamó
"una chica comprometida", negándose a aceptar su destino como mujer de madre y
esposa. Conoció en 1929 a Jean Paul Sartre en la Sorbona, cuando ambos ejercían como
profesores de Filosofia, quien fue decisivo, según ella "el acontecimiento fundamental
de mi existencia". Estuvieron unidos intelectual y sentimentalmente hasta que Sartre
falleció en 1980. Con él llevó a cabo una serie de principios basados en su concepción
de la mujer y de la pareja. Fue profesora de filosofía hasta 1943, momento en el que
entró a trabajar como redactora de la revista Tempes modernes, dirigida por Sartre.
Durante su vida se dedicó a viajar contínuamente, visitando Estados Unidos de
América, la Unión Soviética y China y Cuba. Su filosofía, el existencialismo y su
compromiso político de izquierdas entraron en crisis ante las consecuencias de la II
Guerra Mundial. Quizás fue por ésto por lo que dejó el genero novela y se adentró más
en la autobiografía, que le permite analizarse a sí misma. Cuando Sartre murió en 1980,
le inspiró La ceremonia del adiós.

Falleció el 14 abril de 1986 en París.

En su primera novela, La invitada (1943), trató los dilemas existencialistas de la


libertad, la acción y la responsabilidad individual, temas que estudiará igualmente en
novelas posteriores como La sangre de los otros (1944) y Los mandarines (1954),
novela por la que consiguió el Premio Goncourt.. Entre sus ensayos escritos
destacaríamos El segundo sexo (1949), un profundo análisis que se ha convertido en la
piedra angular del feminismo,y que examina, desde una perspectiva histórica, social y
filosófica, la alienación de la mujer; La vejez (1970), sobre el proceso de
envejecimiento donde critica apasionadamente la actitud de la sociedad hacia los
ancianos, y La ceremonia del adiós (1981), donde evoca la figura de su compañero y
colega de tantos años, Jean Paul Sartre.

HANNA ARENDT

Nació en Hannover el 14 de octubre de 1906. Tras ampliar sus estudios en tres


universidades, obtuvo su doctorado con 22 años en humanidades en la Universidad de
Heidelberg. En 1933 se exilio en Francia durante el movimiento nazis y en 1941 huyó a
Estados Unidos, cuya nacionalidad adoptó en 1951. Trabajó en una editorial
neoyorquina y ocupó altos cargos en varias organizaciones judías. Después de la
publicación de Orígenes del totalitarismo (1951), Arendt impartió clases en las
universidades de California (en Berkeley), Princeton y Chicago. Se puede destacar entre
sus obras La condición humana (1958), Entre el pasado y el futuro (1961), Sobre la
revolución (1963) y la polémica Eichmann en Jerusalén (1963), basada en su informe
sobre los juicios de los criminales de guerra nazis en 1961. Sus memorias,
Correspondencia, 1926-1969, se publicaron en 1992. Sus obras siguen siendo muy
leídas, sobre todo por quienes luchan bajo regímenes totalitarios. Ejercieron una gran
influencia entre los signatarios de Carta 77, movimiento a favor de los derechos
humanos en la Checoslovaquia posestalinista.

Falleció el 4 de diciembre de 1975

MOVIMIENTOS QUE MARCARON EL SIGLO XX

FENOMENOLÓGICO

La Fenomenología fue un movimiento filosófico del siglo XX que describe las


estructuras de la experiencia tal y como se presentan en la conciencia, sin recurrir a
teoría, deducción o suposiciones procedentes de otras disciplinas tales como las ciencias
naturales.

El fundador de la fenomenología, el filósofo alemán Edmund Husserl, introdujo este


término en su libro Ideas. Introducción general a la fenomenología pura (1913). Los
primeros seguidores de Husserl, como el filósofo alemán Max Scheler, influenciado por
su libro anterior, Investigaciones lógicas (1900-1901), proclamaron que el cometido de
la fenomenología es estudiar las esencias de las cosas y la de las emociones. Aunque
Husserl nunca renunció a su interés por las esencias, con el tiempo mantendría que sólo
las esencias de ciertas estructuras conscientes particulares constituyen el objeto propio
de la fenomenología. Husserl, a partir de 1910, definió la fenomenología como el
estudio de las estructuras de la conciencia que capacitan al conocimiento para referirse a
los objetos fuera de sí misma. Este estudio requiere reflexión sobre los contenidos de la
mente para excluir todo lo demás. Husserl llamó a este tipo de reflexión `reducción
fenomenológica'. Ya que la mente puede dirigirse hacia lo no existente tanto como hacia
los objetos reales, Husserl advirtió que la reflexión fenomenológica no presupone que
algo existe con carácter material; más bien equivale a “poner en paréntesis la
existencia”, es decir, dejar de lado la cuestión de la existencia real del objeto
contemplado.

Lo que Husserl comprobó cuando analizaba los contenidos de la mente fue una serie de
actos como el recordar, desear y percibir, e incluso el contenido abstracto de esos actos,
a los que Husserl llamó `significados'. Esos significados, proclamó, permitían a un acto
ser dirigido hacia un objeto bajo una apariencia concreta, y afirmó que la
direccionalidad, que él llamaba “intencionalidad”, era la esencia del conocimiento. La
fenomenología trascendental, según Husserl, era el estudio de los componentes básicos
de los significados que hacen posible la intencionalidad. Posteriormente, en
Meditaciones cartesianas (1931), introdujo la fenomenología genética, a la que definió
como el estudio de la formación de esos significados en el curso de la experiencia.

Todos los fenomenólogos siguieron a Husserl en el intento de utilizar descripciones


puras. Así, suscribieron la frase de Husserl que conducía a aprender “las cosas mismas”.
Sin embargo, diferían entre sí tanto en lo referente a si la reducción fenomenológica
puede ser llevada a cabo, como en lo tocante a lo que es evidente para el filósofo al dar
una descripción pura de la experiencia. El filósofo alemán Martin Heidegger, colega de
Husserl y su crítico más brillante, proclamó que la fenomenología debe poner de
manifiesto qué hay oculto en la experiencia común diaria. Así lo mostró en El ser y el
tiempo (1927) al describir lo que llamaba la `estructura de la cotidianidad', o `ser en el
mundo', que pensó era un sistema interrelacionado de aptitudes, papeles sociales,
proyectos e intenciones.

Para Heidegger, el individuo, y, por extensión el ser humano, es lo que uno hace en el
mundo, pues una reducción fenomenológica a la experiencia privada es imposible, y
como la acción humana se compone de un dominio directo de los objetos, no es
necesario situar una entidad especial mental, llamada significado, para explicar la
intencionalidad. Para Heidegger, la situación dentro del mundo entre las cosas en el
momento de realizar proyectos es un tipo de intencionalidad más trascendente y
fundamentadora que el manifestando sólo con mirar o pensar sobre los objetos, y es esta
intencionalidad más fundamental la que hace posible la direccionalidad analizada por
Husserl desde el saber científico.
El filósofo francés Jean-Paul Sartre, uno de los principales representantes del
existencialismo, trató de adaptar la fenomenología de Heidegger a la filosofía de la
conciencia, recobrando de ese modo, las enseñanzas de Husserl. Coincidió con éste en
que el conocimiento está siempre orientado hacia los objetos, pero criticó su afirmación
de que tal direccionalidad fuera posible sólo por medio de entidades mentales peculiares
llamadas significados. Otro filósofo francés, Maurice Merleau-Ponty rechazó la idea de
Sartre de que la descripción fenomenológica revelara que los seres humanos son puros,
aislados y con una conciencia libre. Recalcó el papel de un cuerpo activo y
comprometido en todo el conocimiento humano, y por esta vía amplió las nociones de
Heidegger destinadas a incluir en la fenomenología el análisis de la percepción. Como
Heidegger y Sartre, Merleau-Ponty es un fenomenólogo existencial que niega la
posibilidad de situar la experiencia del hombre entre paréntesis o en suspenso respecto a
la conciencia del ser.

La fenomenología ha tenido una influencia creciente sobre el pensamiento del siglo XX.
Se han desarrollado interpretaciones fenomenológicas de teología, sociología,
psicología, psiquiatría y crítica literaria, y la fenomenología sigue siendo una de las
escuelas más importantes de la filosofía actual.

EL PSICOANÁLISIS

Las técnicas del psicoanálisis y gran parte de la teoría psicoanalítica basada en su


aplicación fueron desarrolladas por el neurólogo austriaco Sigmund Freud. Sus trabajos
sobre la estructura y el funcionamiento de la mente humana tuvieron un gran alcance,
tanto en el ámbito científico como en el de la práctica clínica.
La primera de las aportaciones de Freud fue el descubrimiento de la existencia de
procesos psíquicos inconscientes ordenados según leyes propias, distintas a las que
gobiernan la experiencia consciente. En el ámbito inconsciente, pensamientos y
sentimientos que se daban unidos se dividen o desplazan fuera de su contexto original;
dos imágenes o ideas dispares pueden ser reunidas (condensadas) en una sola; los
pensamientos pueden ser dramatizados formando imágenes, en vez de expresarse como
conceptos abstractos, y ciertos objetos pueden ser sustituidos y representados
simbólicamente por imágenes de otros, aun cuando el parecido entre el símbolo y lo
simbolizado sea vago, o explicarse sólo por su coexistencia en momentos alejados del
presente. Las leyes de la lógica, básicas en el pensamiento consciente, dejan de ejercer
su dominio en el inconsciente.

Comprender cómo funcionan los procesos mentales inconscientes hizo posible la


comprensión de fenómenos psíquicos previamente incomprensibles, como los sueños. A
través del análisis de los procesos inconscientes, Freud vio que este estado servía para
proteger el sueño (el reposo) del individuo contra los elementos perturbadores
procedentes de deseos reprimidos, relacionados con las primeras experiencias del
desarrollo que afloran en ese momento a la conciencia. Así, los deseos y pensamientos
moralmente inaceptables, es decir, el `contenido latente' del sueño, se transforman en
una experiencia consciente, aunque no inmediatamente comprensible, a veces absurda,
denominada `contenido manifiesto'. El conocimiento de estos mecanismos inconscientes
permite al analista invertir el proceso de elaboración onírica, por el que el contenido
latente se transforma en el contenido manifiesto, accediendo a través de la
interpretación de los sueños a su significado subyacente.

Una suposición esencial de la teoría freudiana es que los conflictos inconscientes


involucran deseos y pulsiones (instintos), originadas en las primeras etapas del
desarrollo. Al serle desvelados al paciente los conflictos inconscientes mediante el
psicoanálisis, su mente adulta puede encontrar soluciones inaccesibles a la mente
inmadura del niño que fue. Esta descripción de la función que cumplen las pulsiones
básicas en la vida humana es otra de las aportaciones cruciales de la teoría freudiana.

El esfuerzo por clarificar el desconcertante número de observaciones interrelacionadas


puestas a la luz por la exploración psicoanalítica, condujo al desarrollo de un modelo de
estructura del sistema psíquico. Tres sistemas funcionales, o instancias, se distinguen en
este modelo: el ello, el yo y el superyó.

La primera instancia se refiere a las tendencias impulsivas (entre ellas, las sexuales y las
agresivas) que parten del cuerpo y tienen que ver con el deseo en un sentido primario,
contrarias a los frutos de la educación y la cultura. Freud llamó a estas tendencias triebe,
que literalmente significa `pulsión' pero que a menudo se traduce con impropiedad
como `instinto'. Estas pulsiones exigen su inmediata satisfacción, y son experimentadas
de forma placentera por el individuo, pero desconocen el principio de realidad y se
atienen sólo al principio del placer (egoísta, acrítico e irracional).

Cómo conseguir en el mundo real las condiciones de satisfacción de esas pulsiones


básicas es tarea de la segunda instancia, el yo, que domina funciones como la
percepción, el pensamiento y el control motor, para adaptarse a las condiciones
exteriores reales del mundo social y objetivo. Para desempeñar esta función adaptativa,
de conservación del individuo, el yo debe ser capaz de posponer la satisfacción de las
pulsiones del ello que presionan para su inmediata satisfacción, con lo que se origina la
primera tensión. Para defenderse de las pulsiones inaceptables del ello, el yo desarrolla
mecanismos psíquicos específicos llamados mecanismos de defensa. Los principales
son: la represión —exclusión de las pulsiones de la consciencia, para arrojarlas a lo
inconsciente—, la proyección —proceso de adscribir a otros los deseos que no se
quieren reconocer en uno mismo— y la formación reactiva —establecimiento de un
patrón o pauta de conducta contraria a una fuerte necesidad inconsciente. Tales
mecanismos de defensa se disparan en cuanto la ansiedad señala el peligro de que las
pulsiones inaceptables originales puedan reaparecer en la conciencia.

Una pulsión del ello llega a hacerse inadmisible, no sólo como resultado de una
necesidad temporal de posponer su satisfacción hasta que las condiciones de la realidad
sean más favorables, sino, sobre todo, debido a la prohibición que los otros
(originalmente los padres) imponen al individuo. El conjunto de estas demandas y
prohibiciones constituye el contenido principal de la tercera instancia, el superyó, cuya
función es controlar al yo según las pautas morales impuestas por los padres. Si las
demandas del superyó no son atendidas, la persona se sentirá culpable, culpabilidad que
también se manifiesta como ansiedad y/o vergüenza.
El superyó, que según la teoría freudiana se origina en el esfuerzo de superar el
complejo de Edipo, es parcialmente inconsciente, debido a que tiene una fuerza
semejante (aunque de signo opuesto) a la de las pulsiones, y puede dar lugar a
sentimientos de culpa que no dependan de ninguna transgresión consciente. El yo,
instancia mediadora entre las demandas del ello, las exigencias del superyó y el mundo
exterior, puede no tener el poder suficiente para reconciliar estas fuerzas en conflicto.
Es más, el yo puede coartarse en su desarrollo al ser atrapado en sus primeros
conflictos, denominados fijaciones o complejos, pudiendo volverse hacia modos de
funcionamiento primarios en el desarrollo psíquico y hacia modos de satisfacción
infantiles.

Piedra angular de la teoría y la práctica del psicoanálisis moderno es el concepto de


ansiedad, un tipo de experiencia que implica una reacción contra ciertas situaciones
peligrosas. Estas situaciones de peligro, tal como las describe Freud, son el miedo a ser
abandonado, a perder el objeto amado, el miedo a la venganza y al castigo, y la
posibilidad de castigo por parte del superyó. En consecuencia, los síntomas, los
desórdenes de la personalidad y de los deseos, así como la propia sublimación de las
pulsiones, representan compromisos, diferentes formas de adaptación que el yo intenta
desarrollar con mayor o menor éxito, para reconciliar las diferentes fuerzas mentales en
conflicto.

MOVIMIENTO ANALÍTICO EN OXFORD, CAMBRIDGE Y EN EEUU

Movimiento teórico aparecido en el siglo XX, dominante en Gran Bretaña y Estados


Unidos desde la II Guerra Mundial, que trata de aclarar el lenguaje y analizar los
conceptos expresados en él. Este movimiento ha recibido diversas designaciones, como
análisis lingüístico, empirismo lógico, positivismo lógico, análisis de Cambridge y
filosofía de Oxford. Las dos últimas clasificaciones se derivan de las universidades
inglesas donde este método filosófico ha sido influyente de una forma especial. Aunque
ninguna doctrina específica o dogma son aceptados por el movimiento como un todo,
los filósofos analíticos y lingüistas están de acuerdo que la actividad propia de la
filosofía es aclarar el lenguaje o, como algunos prefieren, esclarecer conceptos. El
objeto de esta actividad es solucionar las disputas filosóficas y resolver los problemas
filosóficos, los cuales, afirman, se originan en la confusión lingüística.

Una considerable diversidad de opiniones existe entre los filósofos analíticos y


lingüistas en cuanto a la naturaleza del análisis conceptual o lingüístico. Algunos están
interesados sobre todo en aclarar el significado de palabras específicas o frases como un
paso esencial para hacer afirmaciones filosóficas claras y precisas. Otros están más
ocupados en determinar las condiciones generales que deben darse para que una
declaración lingüística tenga sentido; su propósito es establecer un criterio que
diferencie entre las oraciones significativas y las absurdas. Otros analistas se interesan
en crear lenguajes formales, simbólicos, que responden en su origen a una estructura
matemática. Su afirmación es que la solución a los problemas filosóficos puede hacerse
con mayor eficacia si son formulados en un lenguaje lógico riguroso.

Por contraste, muchos filósofos asociados al movimiento han enfocado el análisis del
lenguaje común o natural. Las dificultades surgen cuando conceptos como tiempo y
libertad, por ejemplo, son considerados al margen del contexto lingüístico en que suelen
aparecer. La atención al lenguaje utilizado de una forma común es la clave, razonan,
para resolver numerosos problemas filosóficos.

El análisis lingüístico como método de filosofía se remonta a la Grecia clásica. Algunos


de los diálogos de Platón, por ejemplo, están, de una forma específica, destinados a
aclarar términos y conceptos. Sin embargo este estilo de reflexionar filosóficamente ha
cobrado un renovado énfasis en el siglo XX. Influenciado por la tradición empírica
británica de John Locke, George Berkeley, David Hume y John Stuart Mill y por los
escritos del matemático y filósofo alemán Gottlob Frege, los filósofos ingleses del siglo
XX George Edward Moore y Bertrand Russell fueron los fundadores de esta tendencia
analítica y lingüística contemporánea. Como compañeros en la Universidad de
Cambridge, Moore y Russell rechazaron el idealismo hegeliano, como quedó expuesto
de forma clara en la obra del metafísico inglés Francis Herbert Bradley, quien mantenía
que nada es real por entero excepto lo absoluto. En su oposición al idealismo y en su
concepción de que la atención esmerada al lenguaje es crucial en la investigación
filosófica, fijaron el modo y el estilo de desarrollar la filosofía en el mundo de habla
inglesa durante gran parte del siglo XX.

Para Moore, la filosofía fue el primer y principal campo de análisis. La labor del
filósofo implica aclarar proposiciones complejas o conceptos por indicación de
proposiciones menos complejas o conceptos, los cuales se tienen por equivalencia
lógica con los originales. Una vez que esta labor ha sido completada, la verdad o
falsedad de afirmaciones sobre problemas filosóficos puede ser determinada de modo
más adecuado. Moore fue célebre por sus minuciosos análisis de proposiciones
filosóficas enigmáticas como "el tiempo es irreal", estudios que entonces le ayudaron a
determinar la verdad contenida en dichas afirmaciones.

Russell, muy influido por la precisión de las matemáticas, se interesó por el desarrollo
de un lenguaje lógico ideal que reflejara de forma fiel la naturaleza del mundo.
Proposiciones complejas, mantenía Russell, pueden ser resueltas gracias a sus
componentes simples, que llamaba "proposiciones atómicas", últimos constituyentes del
universo. El enfoque metafísico basado sobre este análisis lógico del lenguaje y la
insistencia en que las proposiciones significativas deben corresponderse con hechos
constituye lo que Russell llamaba "atomismo lógico". Su interés en la estructura del
lenguaje también le llevó a diferenciar entre la forma gramatical de una proposición y su
forma lógica. Las afirmaciones, Juan es bueno y Juan es alto tienen la misma forma
gramatical pero diferente forma lógica. El fallo para reconocer esto llevaría a uno a
tratar la propiedad de la bondad como si fuera una característica de Juan en el mismo
modo que la propiedad altura es una característica de Juan. Tal fallo motiva la confusión
filosófica.

La obra de Russell en el ámbito de las matemáticas atrajo a Cambridge al filósofo


austriaco Ludwig Wittgenstein, quien llegó a ser una figura central en el movimiento
analítico y lingüístico. En su primera obra importante, Tractatus logico-philosophicus
(Tratado de lógica filosófica, 1921), en el que presentaba su teoría del lenguaje,
Wittgenstein razonaba que "toda filosofía es una crítica del lenguaje" y que "la filosofía
aspira a la aclaración lógica de los pensamientos". El resultado de los análisis de
Wittgenstein recordaba el atomismo lógico de Russell. El mundo, argumentaba, se
compone al final de hechos simples, que es el objeto del lenguaje a representar. Para ser
significativo, las afirmaciones sobre el mundo deben ser reducibles a declaraciones
lingüísticas que tengan una estructura similar a los simples hechos representados. En
este temprano análisis de Wittgenstein, las proposiciones que representan hechos —las
proposiciones de ciencia— son consideradas significativas de una forma objetiva.
Oraciones metafísicas, teológicas y éticas se juzgan como objetivamente insignificantes.

Bajo la influencia de Russell, Wittgenstein, Ernst Mach y otros, un grupo de filósofos y


matemáticos vieneses, durante la década de 1920, iniciaron el movimiento conocido
como positivismo lógico. Encabezado por Moritz Schlick y Rudolf Carnap, el Círculo
de Viena comenzó uno de los capítulos más importantes en la historia de la filosofía
analítica y lingüística. De acuerdo con el positivismo, la labor de la filosofía es la
aclaración del significado, no el descubrimiento de nuevos hechos (el trabajo de la
ciencia) o la elaboración de relaciones comprensivas de la realidad (el erróneo objetivo
de la metafísica tradicional).

EL NEOPOSITIVISMO VIENES

El neopositivismo está representado por el neopositivismo filosófico de Russell y


Wittgenstein y el Círculo de Viena y por el neopositivismo sociológico de Lundberg y
posteriormente Lazarsfeld, Guttmann, Blalock, Boudon y otros. Además tiene fuerte
influencia en el racionalismo crítico de Popper y Albert, entre otros.

En general, el neopositivismo presenta las siguientes características:

Sigue el modelo de las ciencias naturales.

Se inscribe en el operacionismo y en el cuantitativismo, lo cual se pone de manifiesto en


el auge y perfeccionamiento de los procedimientos estadísticos, especialmente los
cálculos de probabilidad.

Las investigaciones tienen un marcado elementarismo o atomismo (opuesto al


"holismo").

Pretende la objetividad o sea, una ciencia Iibre de valoraciones.

Si bien deja de lado la aplicación estricta de los criterios de las ciencias físicas, el
"fisicalismo" (que caracteriza al positivismo clásico), considera que el procedimiento
lógico de la explicación causal debe ser el mismo en todas las ciencias.

Las concepciones evolucionistas (y organicistas) dejan de tener la importancia que se


les asignaba en el positivismo clásico.

Las críticas al positivismo y neopositivismo son muy variadas. Algunas se mencionan


en el apartado sobre objetividad en las ciencias sociales. Bourdieu (1978, p. 19) señala
lo siguiente: el positivismo efectúa sólo una caricatura del método de las ciencias
exactas, sin acceder ipso facto a una epistemología exacta de las ciencias del hombre.
De hecho, el carácter subjetivo de los hechos sociales y su irreductibilidad a los
métodos rigurosos de la ciencia, conforma una constante en la historia de las ideas que
la crítica del positivismo mecanicista sólo reafirma (Bourdieu p. 19).

Otra crítica es formulada por Kon (p.72): Como la tarea de la ciencia se reduce a un
análisis de las "manifestaciones", que siempre están en un sólo plano, desaparece así el
problema del deslinde entre lo casual y lo necesario, el fenómeno y la esencia, los
procesos profundos y los superficiales, etc., reduciendo la tarea de la sociología a una
simple descripción del fenómeno.

En el marco de este estudio se puede agregar que el positivismo implica una marcada
separación entre el sujeto (investigador) y el objeto (la realidad investigada, inclusive
las personas investigadas). Por otra parte, la filosofía del positivismo induce al
mantenimiento del status y a la monopolización del conocimiento por parte de una élite
intelectual, mayormente al servicio de la clase dominante.

Mansilla (p. 80) dice: "Comte se interesaba por la investigación de los hechos en lugar
de ilusiones trascendentes, por la certeza en lugar de la duda, por la organización en
lugar de la negación y la destrucción. La teoría de Comte fue una apología ideológica de
la sociedad burguesa. Aparte de ello, llevaba el germen para la justificación de un
sistema autoritario. El irracionalismo que contenía y que caracterizó la posterior
ideología autoritaria, inició el ocaso del liberalismo".

La ideología influye en la metodología de la investigación social, como podemos


demostrar en el ejemplo del individualismo (que está fuertemente representando en
muchas teorías del aprendizaje). Por ejemplo, el individualismo filosófico de René
Descartes, el individualismo político de John Locke, el individualismo pedagógico de
Jean Jacques Rousseau, el individualismo económico de Adam Smith.

Esta influencia se refleja todavía en la preponderancia del empleo del método de la


encuesta a través de un cuestionario. El empleo de este método (sobre todo en
combinación con esa técnica) tiene como una de sus características más sobresalientes:
la investigación de una realidad social por medio de la obtención de información verbal
de sujetos, a quienes se les trata como individuos fuera de su contexto social y de su
realidad histórica.

El positivismo ha impulsado fuertemente el empirismo en la investigación social. El


empirismo se caracteriza por el individualismo, la atomización de la sociedad y la
incapacidad de captar las estructuras sociales, inclusive la explicación de los cambios
sociales por la falta de perspectiva histórica; Lowy (1979, pp. 17 y 18), lanza la
siguiente crítica al positivismo que, en lo que se refiere a la investigación social, se
comparte en este estudio.

El error fundamental del positivismo es pues la incomprensión de la especificidad


metodológica de las ciencias sociales en relación a las ciencias naturales, especificidad
cuyas causas principales son:

El carácter histórico de los fenómenos sociales, transitorios, perecederos, susceptibles


de ser transformados por la acción de los hombres.

La identidad parcial entre el sujeto y el objeto del conocimiento.


El hecho de que en los problemas sociales están en juego las miras antagónicas de las
diferentes clases sociales.

Las implicaciones político-ideológicas de la teoría social: el conocimiento de la verdad


puede tener consecuencias directas sobre la lucha de clases.

La pretensión de muchos sociólogos empiristas de abstenerse de juicios sobre la


realidad social no solamente ha dado las pautas para investigaciones descriptivas con
métodos parecidos a los empleados en las ciencias naturales. También ha impulsado
trabajos que refuerzan el statu quo. Sin embargo, no se puede negar gran precisión en
los datos cuantitativos.

El significado subjetivo de la dialéctica se refiere a la relación tensa entre el sujeto


humano y la realidad objetiva (Bertels, p. 17).

Los neo-marxistas buscan la relación entre la objetividad y las experiencias subjetivas,


como se puede percibir en los nuevos estudios de la alienación, en el sentido de
experiencia humana, en los trabajos de Marcuse, Kolakowski y parcialmente también en
el romanticismo de Bloch.

La misma diferencia metodológica se puede percibir entre los existencialistas


(experiencia) y los analíticos (ej. Wittgenstein y sus reglas lógicas).

Es evidente que en la filosofía de las ciencias se encuentra una gran variedad de


enfoques.

Retomamos el ejemplo del positivismo, siendo éste actualmente la tendencia central en


la investigación social, que se opone al método fenomenológico.

Se le puede ilustrar a través de un representante del positivismo estricto, como Mario


Bunge, quien expresa en toda su obra una fuerte preferencia por el método
experimental: "El método científico, aplicado a la comprobación de afirmaciones
informativas, se reduce al método experimental" (Bunge, 1977, p. 52).

10 FILÓSOFOS VIVOS QUE DEBERÍAS CONOCER

Slavoj Zizek
 

Michel Onfray

Zygmunt Bauman

 
 

Alain de Botton

André Comte-Sponville

 
 

Noam Chomsky

Edgar Morin

 
Españoles… ¿Por qué no?

José Antonio Marina

Victoria Camps

 
Mónica Cavallé

El culmen de la humanidad, Musser, George

Estamos en un momento excepcional de la historia de la humanidad, tanto demográfica


como económicamente. Según se gestionen los próximos decenios, llegaremos a un
desarrollo viable o nos hundiremos.

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