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Jurisprudencia de Mendoza
FS. 542
CUIJ: 13-00574902-0
(010305-51288))
*10575003*
En la Ciudad de Mendoza, a veintidós días del Mes de Abril del año dos mil quince, se
reúnen en la Sala de Acuerdos de la Excma. Quinta Cámara de Apelaciones en lo Civil,
Comercial, Minas, Paz y Tributario, los Sres. Jueces Dres. Oscar A. Martínez Ferreyra y
Beatriz Moureu, no así el Dr. Adolfo Rodríguez Saa por encontrarse en uso de licencia y
trajeron a deliberación la causa N° 133.908/51.288 caratulada “Colina, Hugo Sergio y Ots.
c/ Bertini, Teresa Elena p/ Acción Posesoria” originaria del Décimo Cuarto Juzgado en lo
Civil, Comercial y Minas de la Primera Circunscripción Judicial, venida a esta instancia en
virtud del recurso de apelación interpuesto a fs. 493 por el Sr. Joaquín Eduardo Farah
(cesionario del actor Hugo Colina) en contra de la sentencia dictada a fs. 488/492.
II. Contra dicha resolución se alza el cesionario quien, al fundar su recurso (fs.
517/525) se agravia de la sentenciante en cuanto considera equivocada la conclusión a la
que arriba respecto de la falta de legitimación de los actores, dejando de lado la
presentación de los documentos que acreditan la compraventa de Juan de Dios Colina,
los cuales no fueron desconocidos por la contraria, porque si bien al contestar la
demandad niega la autenticidad de la instrumental de la actora, ofrece como prueba el
mismo boleto de compraventa que ofreció la contraria, deja contestes las posturas de
ambas partes en lo atinente al hecho de quien adquirió el inmueble y la consecuente
posesión.
Cita jurisprudencia.
Sabido es que el Código Civil vigente legisla un doble juego de acciones para
hacer frente a cada tipo de ataque a las relaciones de hecho, turbación o desposesión,
estableciendo acciones posesorias stricto sensu de mantener y recobrar la posesión
(artículos 2495 y 2487) y las acciones policiales de manutención y despojo (art. 2469 y
2490).
Ello así en tanto sólo se simplifica el régimen actual, ya que sólo se prevén dos acciones
posesorias (acción de despojo -art.2241- y de mantener la tenencia o la posesión -art.
2242-), aclarando cuándo debe calificarse a una acción como "posesoria”, superándose
la discusión doctrinaria “tesis monista y dualista” en cuanto a que se consideraba despojo.
A fin de tomar una decisión justa, corresponde estarse a las normas jurídicas
que regulan el caso. Veamos.
Es suficiente acreditar la relación de hecho que existía sobre ella para lograr
el amparo, incluso si dicho tercero es el dueño o tiene algún derecho sobre el objeto. En
suma, todo poseedor, independientemente de que tenga o no derecho de poseer, es
protegido en su posesión contra toda lesión no autorizada por el ordenamiento jurídico.
Conforme el artículo 2351 del Código Civil, habrá posesión cuando una
persona por sí o por otro, tenga una cosa bajo su poder con intención de someterla al
ejercicio de un derecho de propiedad.
En el caso concreto, y conforme surge del escrito de demanda (fs. 18/21) los
actores manifiestan que ellos son poseedores anuales y que su posesión viene dada
desde hace poco más de sesenta años de manos de su abuelo, y luego, de su padre.
Posesión que entienden fue desplazada por la conducta unilateral de la demandada
conforme el art. 2401 del C.C., considerando así que en Enero del año 2.008 la Sra.
Bertini intervierte el título, cambiando la calidad de comodataria al de poseedora.
Los Sres. Colina alegan tener la posesión que adquirieran por transmisión
hereditaria, en tanto la misma fue detentada por su padre y con anterioridad su abuelo.
Se está en un todo de acuerdo con lo expuesto por la Sra. Juez a-quo en
tanto lo que debe probarse aquí es aquella relación de hecho que se tiene con la cosa
(posesión definida en el art. 2351 del C.C.), no así la posesión hereditaria, entendida ésta
como la investidura o reconocimiento del carácter de heredero, que se adquiere sin
solución de continuidad desde la aceptación de la herencia y retroactiva al día del
fallecimiento de la causante y que le permite al heredero, no sólo ejercer todas las
acciones posesorias del difunto, sino también ejercer todas las acciones que dependan de
la sucesión, demandar a los deudores o detentadores de los bienes hereditarios,
pudiendo ser demandado también, según lo dispuesto por el artículo 3414 del C.C.
Decimos entonces que los herederos adquieren la posesión con las mismas
características que tuvo en el causante, y pueden ejercer las acciones posesorias del
difunto.
En efecto, conforme al art. 3417 Cód. Civ., el heredero que tiene la posesión
hereditaria, continúa la persona del causante y de acuerdo a los arts. 2410, 3415 y 3418
Cód. Civ., sucede al de cujus desde el mismo momento de la muerte no sólo en la
propiedad sino también en la posesión de las cosas que componen el acervo hereditario.
El art. 3418 es elocuente al respecto.
Si bien los actores omitieron en el relato de los hechos a su tío Ernesto, tal
como expresa la demandada, lo cierto es que ello en nada modifica a la conclusión a la
que se arriba cual que los actores como hijos de Orlando, se encuentran legitimados para
iniciar la acción de despojo en defensa de su posesión, puesto que en ningún momento
todo esto ha sido objeto de cuestionamiento por la Sra. Bertini.
b) Deposesión de la demandada:
El que se encuentra en una relación interesada con la cosa puede sufrir dos
ataques: turbación o desposesión (también denominada despojo).
La primera es definida por el art. 2496 del C.C. que nos dice que; "...habrá
turbación en la posesión, cuando contra la voluntad del poseedor del inmueble, alguien
ejerciere, con intención de poseer, actos de posesión de los que no resultase una
exclusión absoluta del poseedor".
Como se dijo en el punto anterior, está probado que los actores ostentaban la
posesión y en virtud de lo dispuesto por el art. 2401 del C.C. dos posesiones iguales y de
la misma naturaleza no pueden concurrir sobre la misma cosa, por lo que entonces no
puede sostenerse válidamente que la Sra. Bertini también detentaba la posesión sobre el
bien en cuestión, es por ello que debe analizarse si realizó entonces el acto posesorio que
alegan los hermanos Colina.
“Con tal norma tenemos que quien es tenedor no puede por mero designio de su propia
voluntad cambiar la causa o título de su relación con la cosa. Es decir que la voluntad es
impotente para cambiar el carácter originario impreso a la relación posesoria en virtud de
la causa possessionis. La mera declaración de voluntad o la mera intención no bastan
para cambiar la causa de la posesión, ya que la interversión del título sólo se produce por
actos exteriores que priven al poseedor de disponer de la cosa, es decir actos
incompatibles con la primitiva causa possesionis. “
“La interversión del título opera cuando el poseedor, por medio de actos
exteriores, se alza contra el título actual y, como consecuencia de ello, logra el fin querido,
privando de la posesión al anterior poseedor.”
A ello se opone formalmente la Sra. Teresa Bertín quien, a fs. 30, se presenta
y manifiesta que ella detenta la posesión del bien en forma pacífica, pública, y continua
del terreno que se ubica al fondo de la calle 1° de Mayo N° 2125/2127 de Godoy Cruz
Mendoza.
Para ello, lo que necesariamente debe probar en autos la Sra. Bertini es que, con una
antigüedad no menor a veinte años (Art. 4015 del Código Civil) comenzó a poseer el
inmueble, ya sea cambiando el título por el cual detentaba el bien o porque simplemente
adquirió la posesión, tal como ella refiere, que la ejerce desde el año 1985 cuando Juan
(tío de los actores) le cedió su casa luego del devastador terremoto ocurrido en la
Provincia en esa época, debiendo a tal fin estarse a las pruebas rendidas en la causa, las
que se advierte, son escasas.
El derecho exige la existencia probada de actos posesorios ejercidos animus domini, que
manifieste la aprehensión de un inmueble claramente identificado (art. 2,351, 2.352,
2.353, 2.480, 2.373, 2.402, 2.407, 2.410 del Código Civil), actos aquéllos ejercidos en
forma pública, pacífica, sin contra-dictor, de manera ininterrumpida y durante el tiempo
necesario para conformar el derecho a la adquisición del dominio que se pretende (art.
2.369, 2.479, 2.383, 2.445 y sgtes., 3.984 y 4.105 del Código Civil) (HIGHTON, Elena I.,
“La prueba en los derechos reales”, en Revista de Derecho Privado y Comunitario, Santa
Fe, Rubinzal Culzoni, “Prueba II”, 1.997, pág. 175 y sgtes.)
En cuanto al valor probatorio de la misma, siempre hay que diferenciar entre la eficacia
probatoria –que se refiere al mayor o menor grado de certeza que ofrece la prueba
aportada tendiente a acreditar la verdad de los hechos afirmados por las partes- y la
valoración de todo instrumento público –que regla la actividad del Juez dirigida a merituar
la prueba.
En el primer caso, el documento goza de la presunción legal de autenticidad (art. 993 del
C.C.) respecto de las partes otorgantes y demás sujetos intervinientes como así también
con relación a terceros. Sin embargo, en relación a su contenido donde debe diferenciarse
si se trata de declaraciones hechas por el funcionario o de hechos y actos efectuados en
su presencia, los cuales gozan de plena fe también, no así las declaraciones o
manifestaciones hechas por terceros, en donde el notario sólo se ha limitado a volcarlas
en el instrumento.
La nota del codificador al art 993, es elocuente: “ Se habla de los hechos que por su
oficio debe conocer el oficial público en el acto de extender el instrumento ; pero si un
escribano , por ejemplo dice que las partes o el que otorga el acto estaba en su pleno
juicio, esta aserción no hace plena fe y admite prueba en contra".
Respecto a este tipo de pruebas, esta Cámara tiene dicho: "En este proceso,
la prueba documental, debe ser apreciada con criterio estricto, toda vez que los
comprobantes de pago relacionados con el uso de un servicio, pueden corresponder tanto
al poseedor, como al tenedor de un inmueble. " Los comprobantes de pago de energía
eléctrica , impuesto a las actividades lucrativas y de pesas y medidas por la existencia de
un negocio, no sirven para caracterizar el motivo de la ocupación: tanto puede responder
a una simple tenencia como a la posesión en sentido técnico"
"Y el pago de impuestos es un elemento que debe ser considerado, pese a tener un valor
meramente complementario, en la medida que la prueba restante sea terminantemente
asertiva."
Lo esencial, para que uno o varios hechos puedan ser considerados actos
posesorios es que ellos impliquen la ocupación real y efectiva del inmueble, lo que a todas
luces aquí no ha sucedido.
Pero el mismo data del año 2.008 y desde esa fecha hasta aquella en que la
demanda opone la defensa de prescripción adquisitiva, no se ha cumplido el tiempo legal
exigido por la norma para que la misma sea procedente.
Así voto.
Por el mérito del voto que antecede la Dra. Moureu adhiere al mismo.-
Así voto.
Por el mérito del voto que antecede la Dra. Moureu adhiere al mismo.-
SENTENCIA
Mendoza, 22 de Abril de 2.015.-
Y VISTOS
RESUELVE:
“I. Hacer lugar a la demandada instada por Alicia Haydee y Hugo Sergio Colina en contra
de Teresa Elena Bertini. En consecuencia, condenar a esta última para que en el plazo de
DIEZ DÍAS de quedar firme la presente, a ENTREGAR a la parte actora la fracción del
inmueble sito en calle 1° de Mayo 2125/2127 de Godoy Cruz, Mendoza, individualizada
como la vivienda ubicada en la parte posterior de planta Baja.
II. Imponer las costas del proceso a la parte demandada por resultar vencida (Artículo 36
inc. I del Código Procesal Civil)”
2°) Imponer las costas de la Alzada a la demandada vencida (art. 35 y 36 del C.P.C.)
m.l.
Secretaria de Cámara