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Por ser Colombia un país democrático, en el cual se busca que los ciudadanos
sean quienes decidan el rumbo que toma el país, en diferentes acciones, políticas
y en general decisiones, la Constitución Política Colombiana, consagra en el
artículo 40 que “todo ciudadano tiene derecho a participar en la conformación,
ejercicio y control del poder político”.
Es así, como se presentan varios factores, que deben conocer los ciudadanos
para hacer efectivo este derecho y ser participativo en las acciones del país, como
lo es el elegir y ser elegido, constituir partidos, movimientos y agrupaciones
políticas sin limitación alguna, difundir sus ideas y programas, interponer acciones
públicas en defensa de la Constitución y de la ley y tomar parte en elecciones,
plebiscitos, consultas populares, revocatorias del mandato, iniciativas legislativas,
entre otras formas de participación democrática, de las cuales se hablarán a
continuación.
INSTITUCIÓN EDUCATIVA DISTRITAL DEL GUIA DE SOCIALES 10°
BARRIO SIMÓN BOLÍVAR MECANISMOS DE PARTICIPACIÓN
Barranquilla-Colombia HARLEY FERNANDEZ DIAZ
De igual manera, todos están reglamentados bajo la Ley 134 de 1994, la cual
expone paso a paso los requerimientos y las etapas de los mecanismos
y “establece las normas fundamentales por las que se regirá la participación
democrática de las organizaciones civiles”.
El Plebiscito
El plebiscito es el pronunciamiento del pueblo convocado por el presidente de la
República, mediante el cual apoya o rechaza una determinada decisión del
Ejecutivo.
Como primer paso, la Ley 134 de 1994 indica que “El presidente deberá informar
inmediatamente al Congreso su intención de convocar un plebiscito, las razones
para hacerlo y la fecha en que se llevará a cabo la votación, la cual no podrá ser
anterior a un mes ni posterior a cuatro meses, contados a partir de la fecha en que
el Congreso reciba el informe del presidente”. Esta solicitud deberá ir acompañada
con la firma de todos los ministros.
Así mismo, la elección para un plebiscito no puede coincidir con otra elección.
Plebiscitos en Colombia:
Así, mientras el equipo de negociación del gobierno dedicó las últimas semanas a
asistir a cientos de foros por la paz convocados por universidades, gremios y
organizaciones de la sociedad civil, los defensores del No, en cabeza del uribismo,
se dedicaron a convencer a los indecisos de que los acuerdos de paz estaban en
contravía de los valores considerados esenciales para los colombianos.
Óscar Iván Zuluaga, director del Centro Democrático, afirmó días antes que la
refrendación de los acuerdos implicaría nuevos impuestos para los colombianos;
Uribe insistió en que lo discutido en La Habana atentaba contra la propiedad
privada y la dignidad de las Fuerzas Militares; José Obdulio Gaviria insistió en que
si se refrendaba el acuerdo el terrorismo llegaría al poder y en varias ciudades del
país aparecieron vallas que simulaban una candidatura presidencial de
Timochenko. Todos esos temores expresados mediáticamente se trasladaron a
las redes sociales, en donde también cumplieron el objetivo de conquistar a
muchos que prefirieron votar No por pánico a que ganara el Sí.
Mientras la campaña del No siguió en forma unificada las directrices del uribismo,
la del Sí resultó dispersa. Y eso se debe a una razón política: mientras solo el
Centro Democrático defendió el No, 17 partidos y movimientos sociales
defendieron el Sí con campañas poco unificadas. Entre ellos convivían el Sí con
condiciones de Cambio Radical, el Sí con constituyente de Gustavo Petro, el Sí
con oposición del Polo Democrático, el Sí desganado de los conservadores y el Sí
incondicional de los verdes, los liberales y La U. Todas esas campañas, por
cuenta de sus diferencias de origen, no se pudieron unificar en un solo mensaje y
sus promotores terminaron, más que contrarrestando los argumentos del uribismo,
defendiendo propuestas de carácter emocional. Las campañas del Sí no
sustentaron valores como la esperanza, el futuro, la alegría y, desde una
perspectiva emocional, solo evocaron la práctica del perdón.
Por último, y desde una perspectiva meramente electoral, las maquinarias políticas
–que mayoritariamente estaban por el Sí– no funcionaron como se esperaba. El
plebiscito tuvo una lógica propia, diferente a la de una votación presidencial. Al no
estar en juego candidatos ni intercambios de favores políticos, los congresistas no
se iban a movilizar con entusiasmo. “No teníamos nada tangible que ofrecer a los
electores”, dijo un senador de La U a SEMANA, refiriéndose a la dificultad de
convocar votantes en un país acostumbrado al clientelismo. Mientras los del No
convirtieron su campaña en una cruzada moral muchos del Sí pensaron que
jugaban en una contienda tradicional, pero sin serlo.
El triunfo del No dejó en evidencia una profunda distancia entre los formadores de
opinión y las decisiones ciudadanas. No fueron suficientes editoriales,
declaraciones de artistas, testimonios de víctimas y expresiones de perdón, para
contrarrestar los temores asociados a la refrendación. La paz, que en principio
debería ser una propuesta fácil de transmitir a la gente, no logró conquistar el
corazón de una mayoría que, acudiendo a una frase trillada en la campaña, no
estuvo dispuesta a “tragarse tanto sapo”.
Referendo
De acuerdo con la Ley 134 de 1994, las firmas para la inscripción de la iniciativa
de referendo serán recolectadas en un formulario distinto a aquel con el que se
efectúa la inscripción del comité promotor y será diseñado por la Registraduría
Nacional del Estado Civil.
El documento sobre el cual firmarán los ciudadanos que apoyan la solicitud del
referendo, de acuerdo con el Artículo 16 de la Ley de mecanismos de
participación, contendrá cuando menos la siguiente información:
Una vez la Registraduría avala las firmas, el referendo pasa al legislativo y luego a
revisión de constitucionalidad. De ser declarado exequible se procederá a
convocar a votaciones sobre el referendo a nivel nacional, departamental o
municipal, según el caso.
Cabildo abierto
Podrá ser materia del cabildo abierto cualquier asunto de interés para la
comunidad. Sin embargo, no se podrán presentar proyectos de ordenanza,
acuerdo o cualquier otro acto administrativo.
Además del vocero de quienes solicitaron el cabildo abierto, tendrán voz quienes
se inscriban a más tardar tres días antes de la realización del cabildo en la
secretaría respectiva, presentando para ello un resumen escrito de su futura
intervención.