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Materia: Filosofía Material número 2.

Profesora: Abarca Natalia

Filosofía y ciencia
El comienzo de la explicación racional, el cambio de actitud para explicar los
hechos que nos rodean indica el comienzo tanto de la filosofía como de la ciencia.
En sus inicios la ciencia y la filosofía no estaban separadas como lo están en
nuestro tiempo. Los primeros filósofos se ocupaban de todos los temas, por
ejemplo: Aristóteles tenía conocimiento y dominio de cualquier tema. Esto fue así
porque el conocimiento disponible era muy limitado y podía ser accesible a una
sola persona.
En la modernidad, se produjo un progresivo proceso de separación entre filosofía
y ciencia debido a que hubo un aumento del conocimiento sobre el universo. Para
poder profundizar el saber había que restringirlo. había que recortar un sector de
la realidad para estudiarlo y así fue como la física, la química, la biología (ciencias
naturales) y tiempo después las ciencias sociales se separaron de la filosofía.
En la actualidad asistimos a un crecimiento del conocimiento científico que no
tiene precedentes, la ciencia está dividida en numerosas especialidades y se
utiliza el método científico.

Semejanzas entre filosofía y ciencia:


La similitud fundamental entre filosofía y ciencia es que ambas pretenden dar
explicaciones racionales. Se oponen a los mitos y a opiniones infundadas. Exigen
justificar lo opinado. También se oponen a dogmas y prejuicios. No tienen miedo a
lo desconocido. Por eso, buscan conocer en lugar de cubrir la ignorancia con
falsas creencias.

Diferencias entre filosofía y ciencia:


1-La filosofía carece de resultados universalmente válidos: Es una actividad
racional pero subjetiva. Es por eso que cada filósofo elabora su filosofía y las
respuestas que dan los filósofos a las mismas preguntas pueden ser
contradictorias entre sí.
La ciencia, en cambio, logra dar respuestas que pueden ser corroboradas y
aceptadas por todos los científicos.
2-La filosofía no progresa: Como las respuestas dadas por los filósofos nunca
son definitivas, no puede afirmarse que un filósofo actual esté más cerca de la
verdad que un filósofo de otras épocas. Por eso estudiar filosofía implica estudiar
a los grandes pensadores de la historia.
La ciencia, en cambio, es progresiva y los científicos actuales están más
actualizados que los de otra época.

3-La filosofía busca un saber universal: La filosofía no tiene deseos particulares


ya que se interesa por todos los temas y se aplica a todos los ámbitos de la
experiencia humana. Sus preguntas tienen un carácter general.
La ciencia, en cambio, fragmenta la realidad para conocerla. Sus preguntas son
acotadas y se limitan a ese sector que se quiere investigar.

RAMAS DE LA FILOSOFÍA

Si se revisa la historia de la filosofía, puede advertirse que las respuestas son muy variadas pero las
preguntas son más o menos las mismas. Las distintas preguntas que han formulado los filósofos han
dado lugar a la constitución de las ramas de la filosofía. Algunas de ellas son:
 Metafísca
 Teoría del conocimiento o Gnoseología
 Antropología Filosófica
 Ética
 Filosofía de la ciencia
 Filosofía de la educación
 Filosofía política
 Filosofía de la historia.
 Y otras.

FUNCIÓN DE LA FILOSOFÍA EN LA ACTUALIDAD

¿PARA QUÉ SIRVE LA FILOSOFIA?

La filosofía, que, por definición, por etimología y por esencia, se describe a sí misma como amor a la
sabiduría, tiene el objetivo fundamental de enseñarnos a pensar, a formar criterio, a tener espíritu
crítico y, por lo tanto, a tener personalidad, a saber discutir con argumentos. Forma mucho a la
persona. La filosofía es la disciplina que nos ayuda a buscar la verdad con el único concurso de la
razón natural. Porque la mayoría de las grandes cuestiones (por no decir todas) que preocupan siempre
a la humanidad han sido pensadas y abordadas ya por los filósofos: cada uno ha dado su respuesta,
ha sido rebatido, matizado, defendido o ampliado por otro, y conocer todo esto nos ayuda
enormemente a amueblar nuestra propia cabeza, a formar nuestras propias ideas y actitudes con lo
mejor de los argumentos de unos y de otros. Prácticamente todas las ideas de uno y otro signo que
encontramos hoy en la calle, más escépticas, optimistas, etc., han sido dichas y discutidas también
años atrás (o siglos atrás) por los filósofos, de modo que conocerlas todas nos aporta una poderosa
arma para saber discutir con precisión e, incluso, para superarlas con nuestro propio pensamiento. De
manera que, si un ser humano desea ser un buen retórico o un buen dialéctico, a lo mejor tiene que
empezar por ser un poco filósofo, por conocer bien la filosofía.

Saber de filosofía, además, puede ayudar también a tener una peculiar "filosofía" (o sabiduría) de la
vida, porque nos ha cautivado el modo de enfocarla que tenía con su pensamiento de fondo tal o cual
autor. "Se toma las cosas con filosofía", solemos decir, pero es que resulta verdadero que la filosofía
aporta un anclaje ideológico serio que nos puede dar resortes fuertes para vivir. La filosofía nos da
sabiduría y, por ello, puede aportar calma.

Se echa en falta hoy en día personas con personalidad, con criterio propio, con espíritu crítico, que
no se dejen influir fácilmente por las opiniones del ambiente o por la moda.. Nos faltan personas
admirables que actúen por convicciones serias, profundas, y no por el viento que sopla en cada
instante. A esto ayuda la filosofía. Nos hacen falta, en suma, filósofos, sabios y poetas que nos lideren
en la búsqueda de la verdad, del bien, de la belleza, conceptos que parecen estar en crisis dentro de
nuestro mundo. De hecho, alguien ha comentado que nunca como hoy se percibe la conciencia del
fin de una época, pues nadie cree en nada, no hay cosas fijas, todo vale y da igual, todo es relativo,
hay un profundo escepticismo con una cierta tristeza de fondo que hace que los tiempos actuales sean
débiles y vulnerables. Hemos pasado, dicen, de la llamada modernidad (con su optimismo basado en
la fe ciega en el progreso de la ciencia, la nueva religión del momento) a la llamada post-modernidad,
que tiene un enorme pesimismo de fondo, porque se piensa que no hay verdades absolutas: ni siquiera
la ciencia ha colmado todas las expectativas que muchos habían puesto en ella, pues bien saben los
científicos que cada respuesta conlleva otras preguntas que hay que resolver, por lo que la ciencia no
puede agotar toda la verdad. Por eso, necesitamos volver de nuevo a las raíces, a la verdadera filosofía,
a la verdadera sabiduría, que nos aporte resortes realistas, serios, fuertes, fundados en la persona; que
forje nuestro criterio, nuestros valores, nuestra personalidad e, incluso, diría, nuestro optimismo. Por
lo tanto, ¿filosofía para qué? Filosofía para ser persona, filosofía para vivir. No la dejemos de lado.

Por eso la filosofía intenta que sus respuestas, aunque nunca definitivas, puedan servir para
orientar la conducta de los hombres. Además, la filosofía, tiene asignada otra función: la de tratar
de unificar el saber fragmentado que nos ofrece la ciencia y enfocar los temas de manera general.

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