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EXP.

11365-2020-0-1801-JR-LA-01
ESP. ROJAS GALVAN, RUBEN
CUADER Principal
NO
ESCRITO Nº 3
SUMILL RECURSO DE APELACIÓN
A

SEÑOR JUEZ DEL 1° JUZGADO ESPECIALIZADO PERMANENTE DE LA


CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA:

UNIVERSIDAD ALAS PERUANAS S.A., (en adelante “UAP”)


identificada con R.U.C. N° 20303063766, con domicilio real y procesal en
Av. San Felipe 1109, distrito de Jesús María, provincia y departamento de
Lima; y con casilla electrónica N° 122293; debidamente representada por su
apoderado JUAN CARLOS FLORES ENRIQUEZ, identificado con D.N.I.
N° 41019297, en los seguidos por CLARO ARCEO, ALFONSO, sobre
Indemnización por Despido Arbitrario, Indemnización por Daños y
Perjuicios, Pago de beneficios sociales y otros, a Ud. atentamente decimos:

I. PRETENSIÓN IMPUGNATORIA

Que, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 366° del Código Procesal Civil en
concordancia con lo dispuesto en el artículo 32° de la Ley N° 29497 Nueva Ley Procesal
del Trabajo, dentro del plazo correspondiente, interponemos RECURSO DE
APELACION contra la SENTENCIA N° 460- 2022, de fecha 29 de diciembre de 2022
(notificada el 02.01.2023), la misma que declara fundada la demanda; ordenando el “[…]
que la demandada pague a favor del demandante la suma de CINCUENTA Y OCHO
MIL OCHOCIENTOS CINCUENTA CON 00/100 SOLES (S/ 58,850.00) como
indemnización por despido arbitrario”; a fin de que la instancia superior revoque la
sentencia y declare infundada la demanda en el extremo citado, en atención a las
siguientes consideraciones de orden fáctico y derecho que pasamos a exponer.

II. EXPRESIÓN DE AGRAVIOS

El demandante trabajó para la UAP como Director Ejecutivo de Transformación Digital


y Tecnología de la Información (tal como lo reconoce al interior de la sentencia
impugnada), desde el 01.08.2017 hasta el 25.08.2020. No obstante, y a pesar de que el
cargo que desempeñaba ha sido reconocido como “de confianza”, su Despacho dispone
el pago de la Indemnización por Despido Arbitrario.

El fundamento de todo ello es que, de acuerdo con lo indicado en el artículo 43 del Texto
Único Ordenado de la Ley de Productividad y Competitividad Labora, aprobado por
Decreto Supremo No. 003-97-TR (en adelante, LPCL), se tiene que “Personal de
dirección es aquel que ejerce la representación general del empleador frente a otros
trabajadores o a terceros, o que lo sustituye, o que comparte con aquél las funciones de
administración y control o de cuya actividad y grado de responsabilidad depende el
resultado de la actividad empresarial”. Mientras que, de acuerdo con el párrafo
siguiente, “Trabajadores de confianza son aquellos que laboran en contacto personal y
directo con el empleador o con el personal de dirección, teniendo acceso a secretos
industriales, comerciales o profesionales y, en general, a información de carácter
reservado.  Asimismo, aquellos cuyas opiniones o informes son presentados
directamente al personal de dirección, contribuyendo a la formación de las decisiones
empresariales”.

Congruentemente con este razonamiento, en el considerando 11 del fallo apelado, se


indica lo siguiente:

“11. Por consiguiente, estando a los fundamentos antes expuestos, esta Judicatura
determina que el demandante dejó de prestar servicios a favor de la demandada el
25 DE AGOSTO DE 2020; en consecuencia, es esta fecha la que debe
considerarse como fecha de cese del actor”.

Siguiendo con esa línea argumentativa, el considerando 24 de la sentencia, dispone


admitir que e demandante ha ejercido un cargo de confianza, al afirmar lo siguiente:

“24. De los medios probatorios antes descritos, se advierte que el accionante


durante toda la relación laboral con la demandada ha ostentado un cargo
calificado como un cargo de confianza, que si bien no se encuentra en
controversia, pero es necesario para tener en claro el cargo desempeñado por el
actor, el que además fue admitido en audiencia de juzgamiento por el
demandante”.

Sin embargo, y a pesar de las premisas que acaban de ser citadas, su despacho dispone el
otorgamiento de la Indemnización por Despido Arbitrario en base a alguna
jurisprudencia que no sigue las directrices establecidas por la Corte Suprema de Justicia
de la República, al indicar -en los considerandos 27 al 25 del fallo materia de apelación-
lo siguiente:

“27. El artículo 22° de la Constitución Política del Perú, establece que: “El
trabajo es un deber y un derecho. Es base del bienestar social y medio de
realización de una persona”; asimismo, el artículo 27°, señala que: “La ley
Otorga al trabajador adecuada protección contra el despido arbitrario”,
resaltando que el desarrollo legislativo no sólo no debe afectar el núcleo o
contenido esencial del derecho a no ser despedido sin causa justa, sino que debe
tener una adecuada protección y vigencia.

28. Asimismo, el Tribunal Constitucional en la sentencia recaída en el Expediente


N° 1124-2001-AA/TC de fecha 11 de julio de 2002, ha establecido que uno de los
aspectos integrantes del núcleo duro del derecho constitucional al trabajo, es la
prohibición de no ser despedido salvo por causa justa.
29. Además, en la sentencia de fecha 28 de noviembre de 2005 recaída en el
Expediente N° 206-2005-PA/TC y en la sentencia de fecha 13 de marzo de 2003
recaída en el Expediente N° 976-2004-AA/TC, el máximo intérprete de la
Constitución ha señalado que el contenido del derecho constitucional a una
protección adecuada contra el despido arbitrario supone la indemnización o la
reposición según corresponda a elección del trabajador.

30. Específicamente, el Tribunal Constitucional ha emitido en los últimos años


abundante jurisprudencia que tiene carácter vinculante, en línea uniforme,
respecto a la estabilidad laboral de los empleados de confianza, señalando que no
les alcanza el derecho a la reposición, y dejando a salvo el derecho a la
indemnización.

31. Así, se tiene que en las sentencias recaídas en los Expedientes N° 746- 2003-
AA/TC, N° 4492-2004-AA/TC, N° 0078-2006-PA/TC y N° 1651-2005- AA/TC,
seguidos contra entidades estatales, el Tribunal Constitucional ha señalado que a
quien ejerce un puesto de confianza no le corresponde la reposición sino la
indemnización.

32. Es decir, el Tribunal Constitucional ha dejado establecido que la sola


condición de ser trabajador de confianza o ser representante del empleador no
implica que no esté protegido en contra del despido arbitrario.

33. Además, con igual criterio la Sala Transitoria de Derecho Constitucional y


Social de la Corte Suprema de Justicia de la República en la Casación N° 498-
2005-Lima, interpretando el segundo párrafo del artículo 43° del Decreto
Supremo N° 003-97-TR, ha señalado: «El artículo 10 de la referida Ley reconoce
en su último párrafo que la ampliación del período de prueba no podrá exceder de
seis meses en caso de trabajadores de confianza, mientas en su primer párrafo
consagra que superado el período de prueba el trabajador – sin discriminación
alguna– alcanza el derecho a la protección contra el despido arbitrario, con lo
cual implícitamente viene a definir que el trabajador de confianza obtiene el
derecho a la protección contra el despido arbitrario una vez superado el período
de prueba, lo que es ratificado con lo dispuesto en los artículos 34 y 38, que no
distingue el derecho al pago de la indemnización por despido arbitrario en
relación a la calidad del trabajador de confianza, lo que a su vez guarda
concordancia con el hecho de que el artículo 16 de la acotada Ley, que contempla
los supuestos de la extinción de la relación de trabajo, no prevea alguno
vinculado a la posibilidad de su resolución unilateral vía la pérdida o el retiro de
la confianza».

34. Y más adelante agrega: «[...] queda absolutamente descartado que la norma
denunciada en forma literal o por su finalidad y espíritu busque excluir al
trabajador de confianza del ámbito de protección contra el despido arbitrario que
a nivel ordinario concede el artículo 34 de la Ley de Productividad y
Competitividad Laboral mediante pago de una indemnización tarifada que
contempla su artículo 38, […] es claro que sí corresponde al trabajador de
confianza en particular, como a todo trabajador en general, el derecho a la
protección contra el despido arbitrario».

35. De este modo, la posición de la demandada, expuesta en el escrito de


contestación, en el sentido que no resulta arbitrario el cese por retiro de
confianza del actora por haber sido calificado como tal, no puede ser estimado,
tal como se ha determinado en líneas precedentes y en los pronunciamientos
jurisprudenciales anteriormente referidos” (subrayado nuestro).

Este razonamiento está totalmente desfasado y anacrónico, no se condice con lo


estipulado al interior del VII Pleno Jurisdiccional Supremo en Material Laboral y
Previsional (año 2018); pues hasta antes del mencionado pleno, todo trabajador de
confianza (o de dirección) que fuera desvinculado al alegarse su condición de tal, fuera
resarcido mediante el pago de la Indemnización por Despido Arbitrario (IDA)
correspondiente; ya que este tipo de colaboradores no tiene el derecho de demandar su
reposición.

No obstante (siguiendo criterios jurisprudenciales como los contenidos en la Casación


Laboral N° 18450-2015- Lima y la Casación Laboral N° 4396-2017-Lima), y como ya
se ha adelantado, a través del mencionado Pleno se resolvió, respecto a la indemnización
para los trabajadores de dirección o confianza, lo siguiente:

“En el caso de trabajadores de dirección o de confianza en empresas y/o


instituciones del sector privado:

- Aquellos trabajadores que ingresaron directamente a un cargo de


confianza o de dirección, no les corresponde el pago de la indemnización
por despido arbitrario en caso su empleador les retire la confianza […]”.

De la información contenida en la demanda, se tiene que el cargo de Director Ejecutivo


de Transformación Digital y Tecnología de la Información ejercido por el demandante
tiene la condición de ser un puesto que fue “de confianza” (además de ser también un
puesto de dirección). En tanto ello es así, en caso de retiro de no le corresponderá la
percepción de indemnización alguna.

En virtud de lo anterior, consideramos que el superior jerárquico deberá el fallo respecto


de este extremo de la pretensión; declarando la demanda como INFUNDADA.

III. FUNDAMENTACIÓN JURÍDICA

Amparamos nuestro recurso de apelación, en los fundamentos de derecho sustantivo y


adjetivo siguientes:
 Texto Único Ordenado de la Ley de Productividad y Competitividad Laboral
(Decreto Supremo No. 003-97-TR), artículo 43º, que señala qué es un trabajador de
confianza y las características de dicha posición.

 Código Procesal Civil, artículo 36º; así como referidos al detalle en este escrito y
los que resulten pertinentes.

 Ley N° 29497 –Ley Procesal del Trabajo; artículo 32º, así como los demás que
sean pertinentes.

IV. DEL AGRAVIO QUE NOS PRODUCE LA RESOLIUCIÓN IMPUGNADA

Que, la resolución que recurrimos afecta nuestro derecho al debido proceso, nuestro
derecho a la tutela jurídica efectiva, así como el perjuicio económico, legal y moral que
origina la incorrecta interpretación y aplicación de las normas legales.

Es por estas consideraciones, que solicitamos al Juzgado se sirva conceder la alzada en vía
de apelación, con el objeto de que el superior jerárquico revoque la sentencia impugnada,
declarando infundada la demanda en todos sus extremos.

POR TANTO:
Sírvase señor Juez tener por presentada nuestra apelación de sentencia y concederla de
acuerdo con ley para efectos de esta sea revisada por el superior jerárquico.

PRIMER OTROSÍ DECIMOS: Que, a fin de apersonarnos al presente proceso,


cumplimos con adjuntar los siguientes anexos:

ANEXO 1-A: Copia del DNI del apoderado legal.


ANEXO 1-B Copia legalizada de los poderes de representación.
ANEXO 1-C: Aranceles de apelación y cedulas de notificación.
ANEXO 1-D: Copia de la SENTENCIA N° 460- 2022, de fecha 29 de diciembre de 2022,
expedida por su Despacho.
ANEXO 1-F: VII Pleno Jurisdiccional Supremo en Material Laboral y Previsional.

SEGUNDO OTROSÍ DECIMOS: Que, adjuntamos copias suficientes del presente


escrito, cédulas de notificación y tasa judicial por apelación de sentencia.

TERCER OTROSÍ DECIMOS: Que, conforme a lo dispuesto por el artículo 80º del
Código Procesal Civil, delegamos en nuestros abogados Marylia Isabel Solis Mejía y Flor
de María Vargas Peña, las facultades generales de representación a las que se refiere el
artículo 74º del mismo código. Por tal motivo, cumplimos con declarar que estamos
instruidos de la delegación que otorgamos y de sus alcances.

CUARTO OTROSÍ DECIMOS: Que, para efectos de coordinación de las audiencias


virtuales, indicamos como correo electrónico uap.legal@gmail.com, así como el teléfono
992302888.

Lima, 06 de enero de 2023.

_________________________
JUAN CARLOS FLORES ENRIQUEZ
APODERADO

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