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Tema 5: Administración General del Estado, Versión 27 Noviembre de 2021, Editorial Nebrija

Tema 5:
Administración General del Estado

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Tema 5: Administración General del Estado, Versión 27 Noviembre de 2021, Editorial Nebrija

Índice sistemático
1. Presentación

2. Esquema de la estructura básica de la Administración General del Estado y elementos organizativos básicos

3. Organización central. Funciones y competencias de los Ministros

4. Organización central. Funciones y competencias de los Secretarios de Estado

5. Organización central. Funciones y competencias de los Subsecretarios

6. Organización central. Funciones y competencias de Secretarios Generales y Secretarios Generales Técnicos

7. Organización central. Funciones y competencias de los Directores Generales y Subdirectores Generales

8. Servicios comunes de los Ministerios

9. Organización territorial

10. Organización territorial. Delegados de Gobierno y Subdelegados del Gobierno I

11. Organización territorial. Delegados de Gobierno y Subdelegados del Gobierno II

12. Administración General del Estado en el exterior I

13. Administración General del Estado en el exterior II

14. Bibliografía

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1. Presentación

En virtud de lo contenido en el art. 2.3 Ley 40/2015, de 1 de octubre, de Régimen Jurídico del Sector Público (en
adelante, LRJSP), deben considerarse Administraciones Públicas: la Administración General del Estado, las
Administraciones de las Comunidades Autónomas, las Entidades que componen la Administración Local, y los
Organismos Públicos y Entidades Públicas vinculados o dependientes de las Administraciones Públicas que forman
parte del Sector Público Institucional, es decir, de la Administración Institucional.

Centrando la cuestión, por lo que a este tema respecta, en la Administración General del Estado, es importante señalar
que es la Administración territorial la que goza de mayor extensión estructurándose, de conformidad con el art. 55 LRJSP:

✓ Organización central: la Administración Central consta de dos órganos superiores, conformados de una parte,
por los Ministros y de otra, por los Secretarios de Estado; y de tres órganos directivos compuestos por un lado, por
los Subsecretarios y Secretarios Generales; por otro, por los Secretarios Generales Técnicos y los Directores
Generales; y finalmente por otro, por los Subdirectores Generales.
✓ Organización territorial: la Administración Territorial del Estado consta de tres órganos directivos formados, de
una parte, por los Delegados del Gobierno en las Comunidades Autónomas y que tienen rango orgánico de
Subsecretarios (y, por ende, son altos cargos); de otra, por los Subdelegados del Gobierno en las provincias, con
rango orgánico de Subdirectores Generales; y de otra, por los Directores Insulares (Baleares y Canarias), con el
rango orgánico que diga la relación de puestos de trabajo.
✓ Administración General del Estado en el exterior: la Administración en el Exterior consta de dos órganos
directivos constituidos, de una parte, por los Embajadores, y, de otra, por los Representantes Permanentes ante las
organizaciones internacionales.

Mientras que a los órganos superiores de la Administración se les atribuye, con carácter básico, la ejecución de las
políticas públicas del Ministerio correspondiente en el ámbito homogéneo que se le han asignado, a los órganos directivos
de la Administración les compete la gestión de un área concreta del Ministerio que se trate.

La Administración General del Estado se rige por principios constitucionales recabados por nuestra Carta Magna en
su art. 103 siendo estos principios complementados por los presentes en la LRJSP (art. 54.1) que se fundamentan
en la descentralización funcional (cambio de persona jurídica), desconcentración funcional y en la desconcentración
a nivel territorial (sin cambio de persona jurídica) de los diferentes órganos que configuran la Administración
General del Estado.

En este tema, procederemos a estudiar la organización central, la organización territorial, y la Administración


General del Estado en el exterior.

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2. Esquema de la estructura básica de la Administración General del Estado y


elementos organizativos básicos

La estructura básica de la Administración General del Estado sigue el patrón que se expone a continuación:

• Órganos superiores: determinan planes de actuación de la organización que se encuentra bajo su responsabilidad.
De la determinación del número de órganos superiores, de la denominación de los mismos y de su ámbito funcional
se encarga el Presidente del Gobierno a través de Real Decreto. Dentro de los órganos superiores, como ya se ha
adelantado, encontramos a los Ministros y a los Secretarios de Estado.

• Órganos directivos: se encargan de desarrollar y de ejecutar los planes establecidos por los órganos superiores:
○ Dentro de la Administración Central del Estado, encontramos como órganos directivos al:
✓ Secretario General.
✓ Subsecretario (servicios comunes).
✓ Secretario General Técnico (servicios comunes).
✓ Director General (gestión de áreas funcionalmente homogéneas).
✓ Subdirector General (proyectos, objetivos o actividades que se le asignen).

○ Dentro de la Administración Territorial del Estado, encontramos como órganos directivos al:
✓ Delegado del Gobierno (Comunidad Autónoma).
✓ Subdelegado del Gobierno (Provincia).
✓ Directores Insulares (Baleares y Canarias).

○ Dentro de la Administración en el Exterior, encontramos a los Embajadores y a los Representantes


Permanentes ante las organizaciones internacionales.

El resto de órganos presentes en la Administración General de Estado dependen, directamente, de un órgano superior o
de un órgano directivo. Tanto los órganos superiores como los directivos, con la salvedad de los Subdirectores
Generales, de los Subdelegados del Gobierno y de los Directores Insulares, reciben la denominación de "Altos Cargos de
la Administración" y les son aplicables los requisitos de idoneidad y el régimen de incompatibilidades presentes en la Ley
3/2015, de 30 de marzo, reguladora del ejercicio del alto cargo de la Administración General del Estado.
El elemento organizativo básico, por lo que a la estructura orgánica de la Administración General del Estado se refiere,
es la unidad administrativa (art. 56 LRJSP). Al cargo más alto dentro de una Unidad Administrativa se le conoce como Jefe
de Unidad. Tienen consideración de órganos administrativos (art. 5 LRJSP) aquellas unidades administrativas a las que se
les atribuyen funciones que generen efectos jurídicos frente a terceros o cuya actuación tenga carácter imperativo.

Como decíamos, las unidades administrativas son los elementos organizativos básicos de las estructuras
orgánicas y comprenden puestos de trabajo o dotaciones de plantilla que se encuentran vinculados, a nivel
funcional, por razón de sus cometidos, y, a nivel orgánico, por una jefatura común. Puede darse el caso que una
unidad administrativa concentre dos o más unidades menores; en tal caso, estaremos ante lo que se denomina una
unidad administrativa compleja. Los jefes de las unidades administrativas son los responsables de que la unidad
administrativa funcione correctamente y de que las tareas asignadas a la misma se ejecuten adecuadamente. Las
unidades administrativas, que se integran en un determinado órgano, se establecen a través de las relaciones de los
puestos de trabajo que se aprueban de conformidad con su regulación específica.

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3. Organización central. Funciones y competencias de los Ministros

Los Ministros que son órganos superiores y ostentan la condición de Altos Cargos, se encargan de fijar los objetivos de sus
Ministerios y de la dotación de recursos necesaria para conseguir que esos objetivos fijados se cumplan. Así las cosas, los
Ministros fijan el presupuesto de sus respectivos Ministerios y de los organismos que dependen de esos Ministerios.
Los Ministros son nombrados y cesados, a través de Real Decreto, por el Rey a propuesta del Presidente del Gobierno y
este último nombra y cesa a los Secretarios de Estado por lo que, es el Presidente del Gobierno ya, sea a propuesta o
directamente, el que determina la creación de los órganos superiores y lo hace en base a la Ley 50/1997, de 27 de
noviembre, del Gobierno (arts. 4.2, 12 y 13); a la Ley 3/2015; y a la Ley 47/2003, de 26 de noviembre, General
Presupuestaria.

Antes de proceder al nombramiento de un Ministro o de un Secretario de Estado, el Presidente debe determinar, también
por Real Decreto, cuántos Ministerios van a conformar su Gobierno, qué denominación van a recibir esos Ministerios y
cuál va a ser el ámbito funcional de cada uno de esos Ministerios.
Una vez configurado el Gobierno y nombrados los Ministros, se vertebra el Consejo de Ministros (arts. 1, 5 y 18 Ley
50/1997), que va a ser el encargado de crear, modificar y suprimir órganos directivos a través de Real Decreto, siempre que
medie iniciativa del Ministro interesado y propuesta del Ministro de Política Territorial y Función Pública.
Con respecto a las competencias de los Ministros, las mismas se encuentran recogidas en el art. 61 Ley 40/2015.
Precepto que recoge un listado exhaustivo de competencias que no van a ser transcritas aquí por su extensión, bastando
con decir que sus competencias van, entre muchas otras, desde el ejercicio de la potestad reglamentaria en las materias
propias de su departamento ministerial, esto es, de su Ministerio; a la imposición de sanciones de separación del servicio
por faltas muy graves; pasando por la dirección de la actuación de los titulares de los órganos superiores y directivos del
Ministerio impartiéndoles instrucciones concretas y delegándoles, cuando sea necesario, competencias propias.

El Ministro como figura determinante de la organización central de la Administración General del Estado, pero
también de la política española, ostenta una gran responsabilidad tanto en ámbito funcional administrativo como en
el ámbito funcional político, de ahí que nuestra Administración General del Estado lo sitúe en la cúspide, justo
debajo del Presidente del Gobierno, de su Administración central con la jerarquía que ello supone y que la propia
LRJSP contempla en su art. 60.

De conformidad con el art. 58 LRJSP, relativo a la organización interna de los Ministerios, los mismos pueden tener
Secretaría de Estado y Secretaría General, pero deben tener, sí o sí, Subsecretaría.

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4. Organización central. Funciones y competencias de los Secretarios de Estado

Los Secretarios de Estado que son órganos superiores y ostentan la condición de Altos Cargos, son responsables
directos por lo que se refiere a la ejecución de la acción del Gobierno en un sector de actividad concreta. Asimismo,
y siempre que medie delegación expresa por parte del Ministro que corresponda, los Secretarios de Estado ostentan
la función de representación ministerial incluso cuando la misma tenga proyección internacional; una función que,
como vemos, requiere de delegación expresamente formulada por el Ministro descartándose así una atribución
ordinaria de representación que sí que ostentan los Subsecretarios.

Además de las funciones antedichas, los Secretarios de Estado también ostentan la función de dirigir y coordinar las
Secretarías y las Direcciones Generales que se encuentren bajo su dependencia, respondiendo ante el Ministro, de lo
realizado y de lo no realizado para lograr ejecutar los objetivos determinados para su Secretaría de Estado.
Dentro de una Secretaría de Estado puede haber Secretarías Generales y Direcciones Generales. Por su parte, la
presencia de la figura del Secretario de Estado podrá darse o no en un Ministerio en función de las áreas funcionales de ese
Ministerio.
Por lo que tiene que ver con las competencias de los Secretarios de Estado, son las siguientes:

✓ Ejercicio de las competencias que se deriven y sean propios del sector de actividad administrativa que se les
hubiese encomendado.
✓ Ejercicio de las competencias propias a su responsabilidad de dirección y, sobre todo, promover y fomentar la
consecución de los objetivos, así como la ejecución de los proyectos controlando su cumplimiento.
✓ Nombramiento y la separación de Subdirectores Generales de la Secretaría de Estado.
✓ Mantenimiento de relaciones con los órganos de las Comunidades Autónomas competentes por razón de la
materia.
✓ Otorgamiento o la denegación de autorización previa para que organismos autónomos adscritos a la Secretaría de
Estado contraten por encima de un determinado importe.
✓ Otorgamiento o la denegación de autorización para el establecimiento de comisiones de servicio con derecho a
indemnización.
✓ Celebración de contratos y convenios que no sean competencia exclusiva de los Ministros.
✓ Concesión o denegación de subvenciones. De concederlas, lo harían teniendo en cuenta los límites ministeriales
establecidos a tales efectos.
✓ Resolución de recursos contra resoluciones de órganos directivos.
✓ Administración del presupuesto asignado.

Los Secretarios de Estado son nombrados y cesan a través de Real Decreto del Consejo de Ministros aprobado a
propuesta del Presidente del Gobierno o del miembro del Gobierno de cuyo departamento formen parte (art. 15 Ley
50/1997). Los criterios de nombramiento son, al igual que para los Ministros, los establecidos según la Ley 50/1997 y la
Ley 3/2015.

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5. Organización central. Funciones y competencias de los Subsecretarios

Como ya se ha dicho en el anterior epígrafe, los Subsecretarios que son órganos directivos y que tienen condición de
Altos Cargos, nombrados y cesados por Real Decreto del Consejo de Ministros a propuesta del titular del Ministro que
corresponda o del Presidente del Gobierno, ostentan la representación ordinaria del Ministerio, pero, además de eso,
ostentan la función de dirigir los servicios comunes ministeriales, y ejercen las competencias propias de dichos servicios,
todo ello, en su condición de Jefe de Personal y encargado de convocatorias.
El Subsecretario que se vaya a nombrar debe ser funcionario de la Administración General del Estado, de Comunidad
Autónoma o de Ente Local y debiendo cumplir, cuanto menos, los requisitos del Subgrupo A1 (licenciatura, grado o
similar) y cumplir los requisitos de idoneidad establecidos en la Ley 3/2015. Asimismo, el Subsecretario debe tener
cualificación y experiencia en el desempeño de puestos de responsabilidad en la gestión pública o privada.
Como se puede deducir, el Subsecretario, en su condición de Jefe de Personal y encargado de convocatorias, es una de las
figuras que siempre va a estar presente en todos los Ministerios, a través de los servicios generales comunes, y con
independencia de las áreas que contemplen esos Ministerios.
Por lo que tiene que ver con las competencias de los Subsecretarios, son las que siguen:

✓ Soporte a los órganos superiores, cuando dicho apoyo sea necesario, por lo que a la planificación de la actividad
del Ministerio se refiere.
✓ Asistencia al Ministro por lo que tiene que ver con el control de la eficacia ministerial del Ministerio que
corresponda.
✓ Establecimiento de programas de inspección de los servicios ministeriales.
✓ Proposición de medidas de organización ministerial a través de su dirección de los servicios comunes.
✓ Asistencia a los órganos superiores en materia de relación de puestos de trabajo.
✓ Desempeñar la función de jefatura superior del personal del departamento ministerial que le corresponda
✓ Asesoramiento jurídico al Ministro por lo que concierne al desarrollo de sus funciones.
✓ Dirección, el impuso y la supervisión de la Secretaría General Técnica.
✓ Administración de su presupuesto.
✓ Concesión o denegación de subvenciones que no estén destinadas, exclusivamente, a órganos superiores.
✓ Solicitud al Ministerio de Hacienda de la afectación del arrendamiento de inmuebles para los objetivos del
departamento ministerial que le corresponda.
✓ Nombramiento y separación de Subdirectores y asimilados que sean dependientes de su Subsecretaría.
✓ Convocatoria y resolución de pruebas de selección de funcionarios y de personal laboral, así como concursos de
personal.
✓ Potestad disciplinaria del personal por falta grave o muy grave, pero no pudiendo decretar la separación de
servicio como medida disciplinaria.
✓ Autorización, cuando proceda y así esté debidamente justificada, de comisiones de servicio de altos cargos
dependientes de la Subsecretaría.

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6. Organización central. Funciones y competencias de Secretarios Generales y


Secretarios Generales Técnicos

Los Secretarios Generales, con rango orgánico de Subsecretarios, ostentan como funciones el ejercicio tanto de las
facultades de dirección sobre los órganos dependientes, así como las facultades que le asigne el Real Decreto de Estructura
del Ministerio que le corresponda.
El nombramiento o la separación de un Secretario General se realiza por Real Decreto del Consejo de Ministros, debiendo
mediar previamente, propuesta del Ministerio o del Presidente del Gobierno. A los efectos de poder optar al puesto de
Secretario General, el candidato debe ostentar cualificación suficiente y experiencia en el desempeño de puestos de
responsabilidad en la gestión pública o en la privada

En materia de competencias del Secretario General, las mismas son establecidas por las normas que regulan la
estructura del Ministerio que corresponda, pero también aquellas que sean propia de su puesto como responsable de
dirección sobre los órganos dependientes. La presencia de la figura del Secretario de Estado podrá darse o no en un
Ministerio en función de las áreas funcionales de ese Ministerio.
Por lo que respecta a la figura del Secretario General Técnico, con rango orgánico de Director General y dependiente
inmediato del Subsecretario, suele ser un asesor jurídico que, dentro de los servicios comunes (art. 68 LRJSP), ostenta la
función de asesorar jurídicamente y en lo relativo a la publicación normativa y a la publicación de las diferentes normas
jurídicas ministeriales.

El nombramiento o la separación de un Secretario General Técnico, que es órgano directivo y ostenta condición
de alto cargo, se realiza por Real Decreto del Consejo de Ministros, debiendo mediar previamente, propuesta del
titular del Ministerio, es decir, del Ministro que corresponda. A los efectos de poder optar al puesto de Secretario
General Técnico, el candidato debe ser, previamente, funcionario de carrera del Subgrupo A1 (debiendo ser
licenciado, graduado o similar) de cualquiera de las tres Administraciones públicas que existen en España y que son
la General, la Autonómica y la Local.

Como comentábamos acerca del Subsecretario, el Secretario General Técnico, en su condición de apoyo o complemento
al Subsecretario, también va a estar siempre presente en todos los Ministerios, a través de los servicios generales
comunes, e independientemente de las áreas que contemplen esos Ministerios.

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7. Organización central. Funciones y competencias de los Directores Generales y


Subdirectores Generales

En cuanto a los Directores Generales, que son órganos directivos y ostentan condición de Altos Cargos, son los
titulares de los órganos directivos y les corresponde la gestión de una o varias áreas ministeriales funcionalmente
homogéneas. Su nombramiento y separación también se realizar por Real Decreto del Consejo de Ministros,
debiendo mediar previamente, propuesta del titular del departamento que corresponda o incluso la del Presidente del
Gobierno.

El candidato a Director General debe ser funcionario de carrera del Subgrupo A1 (debiendo ser, por ende, licenciado,
graduado o similar) de cualquiera de las tres Administraciones públicas existentes en España, a no ser que el Real Decreto
del Consejo de Ministros contemple una excepción que debe estar relacionada con que en la Administración General no
haya funcionarios que ostenten la capacidad necesaria de gestión demandada. En materia de competencias, un Director
General es competente para:

✓ Proposición de proyectos de su Dirección General con el objetivo de alcanzar las metas trazadas por el Ministro.
✓ Dirección de la ejecución de esos proyectos, así como el control de su adecuado cumplimiento.
✓ Ejercicio de las competencias que le sean atribuidas a su Dirección General y aquellas que sean desconcentradas o
delegadas.
✓ Proposición, al Ministro o al titular del órgano del que sea dependiente, de aquellas resoluciones que considere
oportunas sobre asuntos que afecten a su Dirección General.
✓ Fomento y la supervisión de las actividades propias de la gestión ordinaria de su Dirección General.
✓ Supervisión del correcto funcionamiento de los órganos y unidades dependientes, así como del personal que los
integran, de su Dirección General.

Por debajo de los Directores Generales, encontramos a los Subdirectores Generales que, bajo la supervisión directa de
sus Directores Generales o del titular del órgano del que sean dependientes, ejecutan los proyectos, objetivos o actividades
que le sean encomendados. Asimismo, los Subdirectores Generales se encargan de la gestión ordinaria de los asuntos de la
competencia de sus respectivas Subdirecciones Generales.
Por lo que concierne al nombramiento de un Subdirector General, competencia que se atribuye, junto a la del cese, al
Ministro, al Secretario de Estado o al Subsecretario del que dependa el Subdirector, dicho proceso debe estar comandado
por la igualdad, la meritocracia y la capacidad.
El candidato a Subdirector General, que es órgano directivo, pero no alto cargo, debe ser funcionario de carrera del
Estado o de otras Administraciones cuando así lo contemplen las normas de aplicación, y debiendo pertenecer siempre al
Subgrupo A1; debiendo ser, por ende, licenciado, graduado o similar de cualquiera de las tres Administraciones públicas
existentes en España.
Con respecto a sendas figuras, es decir, la del Director General y la del Subdirector General, la LRJSP no precisa
claramente si tendrán que existir en todos los Ministerios. Sin embargo, que el texto legal diga que "existirán", nos debe
hacer pensar que su presencia debe ser obligatoria.

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8. Servicios comunes de los Ministerios

Los servicios comunes de los Ministerios se encuentran dentro de las Subsecretarías dependientes del Ministro y
tendrán adscritas una Secretaría General Técnica y aquellos órganos que determina el Real Decreto que organiza el
departamento. Los servicios comunes asisten y apoyan, técnicamente, a los órganos superiores y directivos sobre todo
por lo que respecta a cuestiones tales como recursos materiales, económicos y personales que tengan asignados dichos
órganos.
Así las cosas, los servicios comunes asisten y apoyan en:

✓ Cooperación internacional. ✓ Asistencia jurídica. ✓ Sistemas de comunicación e información.


✓ Planificación, programación y presupuestos. ✓ Gestión financiera. ✓ Estadística para fines estatales.
✓ Organización de los recursos humanos. ✓ Control e inspección de servicios. ✓ Publicaciones.

Puede darse el caso de que tenga que llevarse a cabo una gestión compartida de determinados servicios comunes; en tal,
caso será necesario prever esa compartición a través de un Real Decreto que debe concretar la dependencia del personal,
tanto orgánica como funcionalmente, que preste el servicio que le corresponda en cada unidad.
La compartición de los servicios comunes de los Ministerios podrá realizarse siempre que dichos servicios:

• Siendo coordinados, directamente, por el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas o por un


organismo que sea autónomo, pero que esté vinculado u ostente dependencia con respecto al referido Ministerio,
prestado así determinados servicios a otros Ministerios.

• Siendo coordinados, directamente, por la Subsecretaría de cada Ministerio o por un organismo que sea
autónomo, pero que esté vinculado u ostente dependencia con respecto a la referida Subsecretaría, prestando así
determinados servicios comunes a dicho Ministerio.

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9. Organización territorial

La organización territorial, anteriormente denominada periférica, de la Administración General del Estado desempeña
las funciones del Estado de forma desconcentrada en el territorio español y consta de:

• Delegaciones del Gobierno: existe una en cada Comunidad Autónoma y se encuentran adscritas, a nivel orgánico,
al Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas.
Su sede la encontraremos en la localidad en la que se encuentre el Consejo de Gobierno de la Comunidad Autónoma,
a no ser que el Consejo de Ministros establezca cosa distinta, y sin perjuicio de lo que pudieran determinar los
Estatutos de Autonomía de esa Comunidad Autónoma.

• Subdelegaciones del Gobierno: existe una en cada provincia de las Comunidades Autónomas que, lógicamente,
estén compuestas de varias provincias (CC.AA. pluriprovinciales); en aquellas que sean de una sola provincia
(CC.AA. uniprovinciales) sólo será posible crear una Subdelegación del Gobierno cuando así lo requieran las
circunstancias de población, el volumen de gestión, las singularidades económicas, sociales y geográficas de esas
Comunidades Autónomas uniprovinciales, etc.
El titular de la Subdelegación del Gobierno es el Subdelegado y se encuentra bajo la directa e inmediata dependencia
del Delegado del Gobierno.

• Direcciones Insulares: existen en algunas islas y dependen ya sea de la Delegación o de la Subdelegación del
Gobierno. Se encargan de gestionar los servicios estatales en la isla que les corresponda y de ejercer las
competencias atribuidas por la Ley a los Subdelegados del Gobierno en las provincias.

Los Delegados del Gobierno, con rango orgánico de Subsecretarios y condición de altos cargos dependientes
orgánicamente del Presidente del Gobierno y funcionalmente del Ministerio que sea competente por razón de la materia,
son objeto de nombramiento y de cese mediando Real Decreto del Consejo de Ministros a propuesta del Presidente del
Gobierno. Se nombran teniendo en cuenta determinados criterios de nombramiento como lo son los criterios de
competencia profesional y de experiencia. En todo caso, deberán reunir los requisitos de idoneidad que establece la Ley
3/2015.
Por su parte, los Subdelegados del Gobierno, con rango orgánico de Subdirector General, se nombran y cesan a
través del procedimiento de libre designación llevado a término por los Delegados del Gobierno. Los Subdelegados del
Gobierno deben ser, necesariamente, y son nombrados entre funcionarios de la Administración General del Estado, de
las CC.AA. o de los Entes Locales del Subgrupo A1, teniendo que ostentar, por ende, como mínimo, licenciatura, grado o
similar.
En lo relativo a los Directores Insulares, con rango orgánico del nivel que se determine en la relación de puestos de
trabajo, son nombrados y cesados por los Delegados del Gobierno por el procedimiento de libre designación. Los
Directores Insulares deben ser, necesariamente, y son nombrados entre funcionarios de la Administración General del
Estado, de las CC.AA. o de los Entes Locales del Subgrupo A1, teniendo que ostentar, por ende, como mínimo,
licenciatura, grado o similar.

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10. Organización territorial. Delegados de Gobierno y Subdelegados del Gobierno I

La Administración territorial se refiere a cómo se establece la Administración General del Estado en cada una de las
Comunidades Autónomas. A tales efectos, el establecimiento de la AGE será diferente según estemos ante CC.AA.
uniprovinciales o pluriprovinciales. Eso sí, tanto en las uniprovinciales como en las pluriprovinciales, concurre la figura del
Delegado del Gobierno.
La AGE en la Comunidad Autónoma se lleva a cabo a través de los servicios integrados en la Comunidad Autónoma,
que dependen del Delegado del Gobierno o del Subdelegado del Gobierno y actúan según criterios e instrucciones del
Ministerio competente; y de servicios no integrados en la Comunidad Autónoma que dependen del Órgano central
competente que es el que les fija objetivos y controla su ejercicio y funcionamiento.
El Delegado del Gobierno es la figura representativa gubernamental dentro del territorio de la Comunidad Autónoma en la
que ese mismo Delegado esté emplazado; eso sí, dicha representatividad gubernamental no es exclusiva ni excluyente ya que,
como no podría ser de otra manera atendiendo a la configuración del territorio español como un Estado de Autonomías,
existe una representación ordinaria estatal en cada una de esa CC.AA. a través de la figura de los Presidentes autonómicos.

Las funciones del Delegado del Gobierno son las de llevar a cabo tanto la dirección y la supervisión de la AGE en
el territorio de las Comunidades Autónomas donde se encuentre emplazado, como la coordinación interna de la
AGE y, cuando sean necesario, la administración propia de esa Comunidad Autónoma junto a las Entidades Locales
que pueden encontrarse en dicha Comunidad.

Todos los Delegados de Gobierno cuentan con una Secretaría General que depende directamente de dichos Delegados.
En las Comunidades Autónomas uniprovinciales concurre la existencia de una Comisión de Asistencia al Delegado del
Gobierno (art. 79.2 LRJSP) que estará presidida por dicho Delegado e integrada por el Secretario General y los titulares de
los órganos y servicios territoriales, integrados o no integrados, y en la cantidad y calidad que el Delegado del Gobierno
considere pertinentes.

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11. Organización territorial. Delegados de Gobierno y Subdelegados del Gobierno


II

En cuanto a las competencias propias de los Delegados de Gobierno, a los efectos de no ser exhaustivos y
extendernos demasiado, es necesario remitirse al largo listado que encontramos en el art. 73 LRJSP. Bastará aquí con decir
que dichas competencias se vertebran en torno a, entre otros, estos ejes fundamentales, esto es:

• Dirección y la coordinación de la AGE y de sus Organismos públicos.


• Información de la acción del Gobierno e información a los ciudadanos.
• Coordinación y la colaboración con otras Administraciones Públicas.
• Control de legalidad.
• Políticas públicas.
• Potestad sancionadora, expropiatoria y cualesquiera otras que les atribuya las normas o que se encuentren
desconcentradas o delegadas.

Como en el caso de las uniprovinciales, en las CC.AA. pluriprovinciales habrá un Delegado del Gobierno, pero es que,
en cada una de esas provincias, la Delegación del Gobierno contará con un Subdelegado del Gobierno. Ahora bien, en las
uniprovinciales no cabe la figura del Subdelegado del Gobierno aglutinando, por ende, el Delegado del Gobierno, todas las
funciones y competencias que la Ley atribuye al Subdelegado del Gobierno en las CC.AA. pluriprovinciales. Las
competencias del Subdelegado del Gobierno aparecen recogidas en el art. 75 LRJSP.
En cada una de las Comunidad Autónomas, pluriprovinciales concurre la existencia de una Comisión Territorial de
Asistencia al Delegado del Gobierno (art. 79.1 LRJSP) que estará presidida por dicho Delegado y compuesta por los
Subdelegados del Gobierno de las provincias que configuran el ámbito territorial de cada una de esas Comunidades
Autónomas. La función principal de la referida Comisión es la de coordinar las actuaciones dentro de toda la Comunidad
Autónoma.
Asimismo, en cada Subdelegación del Gobierno, encontramos una Comisión de Asistencia al Subdelegado del
Gobierno (art. 79.3 LRJSP) presidida por dicho Subdelegado y compuesta por el Secretario General y los titulares de los
órganos y servicios territoriales que dicho Subdelegado considere pertinentes.
Por su parte, la Comisión interministerial de coordinación de la Administración periférica del Estado (art. 78) tiene
encomendada la función de coordinar las actuaciones de la Administración Territorial del Estado con los diferentes
departamentos ministeriales.

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12. Administración General del Estado en el exterior I

A los efectos de adentrarse en la Administración General del Estado en el exterior, teniendo la LRJSP carácter
supletorio, tendremos que considerar lo que disponga la Ley 2/2014, de 25 de marzo, de la Acción y del Servicio
Exterior del Estado, pues el art. 80 LPAC nos remite a ella para poder entender la composición, la organización, las
funciones, la integración y el personal de la Administración General del Estado en el exterior. Así las cosas,
observando el contenido de la referida Ley, tendremos que tener en cuenta, por lo que a la AGE en el exterior nos
interesa, sus arts. 41 a 48, ambos inclusive.

La Administración General del Estado en el exterior (art. 41 LRJSP) está integrada por misiones diplomáticas permanentes;
misiones diplomáticas especiales; representaciones permanentes; delegaciones; oficinas consulares y Organismos Públicos
de la AGE o Instituciones.
Todas las instituciones y órganos de España en el exterior son dependientes de los Embajadores. Figura diplomática que
también es la responsable de coordinar esas instituciones y esos órganos.
Las instituciones y órganos más importantes de la Administración General del Estado en el exterior son:

✓ Misiones Diplomáticas Permanentes ante Estados (arts. 42, 43, 44 y 45 LRJSP).


✓ Representaciones Permanentes ante Organizaciones Internacionales (arts. 42, 43, 44 y 45 LRJSP).
✓ Misiones Diplomáticas Especiales y Delegaciones temporales (art. 46 LRJSP).
✓ Oficinas Consulares para dar curso a diversos trámites (arts. 47 y 48 LRJSP).

En materia de relaciones internacionales, el Estado ostenta su competencia exclusiva en virtud del art. 149.1.3º.
Constitución Española; sin embargo, cabe la posibilidad legal de que las Comunidades Autónomas creen oficinas
propias en el extranjero; es cierto que son posibilidades que se limitan a instar del Estado la negociación de Tratados
en ciertas materias; a recibir información por parte del Estado sobre aquellos Tratados que vayan a concernir
directamente a las competencias de las Comunidades Autónomas; e incluso el ostentar un derecho de audiencia que
puede estar recogido en los Estatutos de Autonomía ya sea expresa o implícitamente a través del derecho a recibir
información.

Sea como fuere, el hecho de que existan opciones de que esa competencia exclusiva estatal sea vea desvirtuada, aunque
tímidamente, por las asunciones que pueden hacer las Comunidades Autónomas en materia de relaciones internacionales a
través de sus respectivos Estatutos de Autonomía, delata la existencia tanto de una fractura de esa exclusividad promovida
por nuestra Carta Magna, como la posible existencia, como tal, de una Administración Autonómica en el exterior, aunque
eso sí, limitada. En efecto, sería limitada porque el Estado sigue siendo, a juicio del Tribunal Constitucional, el único sujeto
capaz de perfeccionar y firmar Tratados internacionales.

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Tema 5: Administración General del Estado, Versión 27 Noviembre de 2021, Editorial Nebrija

13. Administración General del Estado en el exterior II

Cuando hablamos de Misiones Diplomáticas Permanentes de España ante Estados es imposible no pensar en
la Embajada de España en esos Estados y en sus respectivos Embajadores en su condición de Jefes de las
diferentes misiones. Al hablar de Embajada de España seguramente pensemos en el edificio en sí mismo, pero lo
cierto, y desde una perspectiva estricta, embajada es la propia delegación diplomática española ante el Estado
extranjera que corresponda. Al espacio, propiamente dicho, en el que esa delegación diplomática española realiza su
trabajo, se le conoce, en términos estrictos, como Cancillería.

Precisar que los miembros de una Misión Diplomática Permanente de España ante un Estado extranjero pueden residir
tanto dentro como fuera del edificio que alberga la Cancillería de la misión. Vivan dentro o fuera, lo cierto es que sus
residencias gozan los mismos derechos en términos de protección y de inviolabilidad.
Con respecto a las Representaciones Permanentes de España ante Organizaciones Internacionales, las mismas
representan los intereses de España ante dichas organizaciones de marcado carácter internacional y, principalmente, por lo
que se refiere a las negociaciones que tienen lugar en esas organizaciones.
Por lo que se refiere a las Misiones Diplomáticas Especiales y Delegaciones temporales, se refieren a la costumbre de
enviar un enviado especial en misión de un Estado a otro, con el fin de marcar la dignidad o la importancia de una ocasión
particular. Se trata, probablemente, del más antiguo de todos los medios por los que se pueden llevar a cabo las relaciones
diplomáticas.
La Oficina Consular, que puede adoptar la forma de Consulado general, Consulado, Viceconsulado o de Agencia
consular, es una versión más pequeña de una embajada y suele estar situada en las ciudades turísticas más grandes de un
país, pero no en la capital. Las Oficinas Consulares (y su jefe, el cónsul) se encargan de cuestiones diplomáticas menores
como, entre otras, la expedición de visados, funciones notariales, la ayuda en las relaciones comerciales y la atención a
inmigrantes, turistas y expatriados. Así las cosas, una Oficina Consular de España:

✓ Protege los intereses de los ciudadanos españoles.


✓ Presta asistencia y protección a los ciudadanos españoles.
✓ Asiste a los ciudadanos españoles cuando se encuentran en situación de necesidad.
✓ Informa y asiste a los ciudadanos españoles en casos de emergencia.
✓ Presta servicios de registro y legalización de documento.
✓ Tramita y expide pasaportes y documentos de viaje a los ciudadanos españoles.
✓ Tramita y expide visados a los extranjeros que lo precisen y que quieran viajar a España.
✓ Presta asistencia en la votación electoral a los ciudadanos españoles situados en el extranjero.
✓ Asistencia a buques y aeronaves españoles.
✓ Asistencia y atención a los detenidos españoles que se encuentren cumpliendo condena en el exterior.

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Tema 5: Administración General del Estado, Versión 27 Noviembre de 2021, Editorial Nebrija

14. Bibliografía

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Bermejo Vera, J., Derecho Administrativo básico. Parte General, Vol. I, 13.ª ed., Madrid, 2019.
Cosculluela Montaner, L., Manual de Derecho Administrativo. Parte general, 32.ª ed., Pamplona, 2021.
Equerra Huerva, A. y Menéndez, P. (Dtores), Lecciones de Derecho Administrativo, 2.ª ed., Pamplona, 2021.
Fernández Ramos, S. y Gamero Casado, E., Manual básico de Derecho Administrativo, 18.ª ed., Madrid, 2021.
Gamero Casado, E. y Fernández Ramos, S., Manual básico de Derecho Administrativo, 17.ª Ed., Madrid, 2020.
Martín Rebollo, L., Manual de Derecho Administrativo, 5.ª ed., Pamplona, 2021.
País Rodríguez, R., Lecciones de Derecho Administrativo, 4.ª ed., Madrid, 2019.
Parejo Alfonso, L., Lecciones de Derecho Administrativo, 11.ª ed., Valencia, 2021.
Rebollo Puig, M. y Vera Jurado, D., Derecho Administrativo, T. I, 4.ª, ed., Madrid, 2019.
Recuerda Girela, M.A. et al., Lecciones de Derecho Administrativo con ejemplos, 2.ª ed., Madrid, 2018.
Sánchez Morón, M., Derecho Administrativo. Parte General, Madrid, 2021.
Santamaría Pastor, J. A., Principios de Derecho Administrativo General, T. I, 5.ª ed., Madrid, 2018.
Trayter Jiménez, J., Derecho administrativo, 6.ª ed., Barcelona, 2021.
VV.AA., Conceptos para el estudio del Derecho Administrativo I en el Grado, 7.ª Ed., Madrid, 2021.

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