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Endósmosis y exósmosis (¿por centrífuga y centrípeta?

La Escribeteca: OJO:
Trabajar la identificación de los dos
escenarios usados en la escena final. (8.2.23)

(C le explica al Dr. Sambrano caída de JR en SJ): (Me desprendí de


repente del agarre blando de mi prima Rosiris, como hacemos todas a esa edad,
en instintiva busca del futuro inmediato)…
Marla me arreò un bofetòn de circo que me envió en un aterrizaje forzoso al
asfalto plúmbeo.
Tejalit :… a cuyos remaches dirigí mi ansiosa mirada, en oración al invisible
para que justo esa sección del tejado no cediera al impacto de mis patazas de
hombre de las nieves…
Obertura:
Que en mi tierra andina el influjo de la vivencia gallega fuera
predominante, me lo había dicho una de las dos Carolinas que
conocí en la segunda mitad (parte) del siglo XX, hija de familia
gallega(¿Provincia), detallista apreciadora de paisajes y locaciones,
viajera incansable. En efecto, cada (vez) que subí en el Ford Fairlane
500 de mi madre (mi primera nave espacial y mi primer confidente
legítimo, el coche), por esas laderas sinuosas punteadas de rocas,
Mi infancia tardía, prolongada, quebradiza, de cristal recién
soplado…
Próxima escena: paseo por la luna…
Mi madre, a través de Betsabé, trató de llevarme por el buen camino…
Maracay, casa de buyon: Llegamos sin avisar a casa de mi tío buyon y nos
encontramos a [guille] en un arcén semioscuro improvisando sobre la batería el
inicio de Samba pa’ ti. Desde ese momento, cada vez que hablábamos de mi
primo, me asaltaba la imagen del Santana futuro, porque con esa imagen lo
conocí años después de esa extemporánea visita.
¿Y si escribo el personaje de Ida desde el punto de vista de Celeste, de su más
profundo subconsciente (Freudiano)? (Para Freud, en palabras del
psicólogo, el inconsciente “es una instancia de nuestra psique (concepto que
engloba todos los procesos mentales conscientes e inconscientes que lleva a
cabo una persona) que está detrás de lo que hacemos, decimos o deseamos”,
tal y como lo definió el neurólogo en su libro Lo inconsciente (1915).)
El párrafo anterior (Fred y el subconsciente) va inmerso en la explicación del rol
de las telenovelas (Celeste se acostaba frente al televisor, caja boba, como frente
a un tótem -carácter religioso acendrado por años de rezos incesantes, por
cualquier motivo-) en la formación del carácter de Celeste (y
después de JR)...Rosangela, la abuela, vivía intensamente esas
historias y esa afición leal era la forma de Celeste de mantenerla
viva y, a su vez, era la forma de su hijo de mantener a Celeste cerca
de sí mismo. (La atracción de JR por la madre de la protagonista o
cualquier otro personaje de esa generación o grupo etario es
producto de su complejo de Edipo)...
Sustituir o complementar “marxiana” por “hegeliana” :(o mejor
“hegeliana”, si pusiéramos a Hegel de cabeza)
¿Y si Reyes fuera trans, sin decirlo? (Hay límites para todo...)
Descomponer la historia de Verónica. Contarla como si le contara a mi madre mi
primera experiencia sexual.(Esto lo saco del CAP la caja china del libro de V.Ll, Carta
a un joven novelista)
Lisboa: De los ochenta recuerdo o Los ochenta fueron para mí...) oscuridad y
melancolía, pasión contenida en una caja pequeña, cuadrada, dura como titanio (Esto
se lo cuento a la psi cubana, que me sicoanaliza...¿Qué representa para JR
cada ciudad que conoce?)…
OJO: Que los personajes secundarios y sus historias refuercen el punto de vista.
Somos producto de nuestra circunstancia. Nuestras decisiones y acciones lo son.
Celeste es la narradora de la historia de Ida, pero en 2da. Persona.
La de Ida es la historia hija de la historia principal de Barro. Su única realidad
posible es el hecho de ser contada por C, en su único acto de sinceridad en toda
la novela.
¿Qué tiene C en su forma de hablar que recuerda a su padre biológico?
(Esta forma innecesaria, prescindible de hablar, era su forma de
recordar a su padre, su herencia paterna, a la que nunca tuvo acceso):
Ese barroquismo (o ese manierismo barroco, chistoso, ridículo: forma
verbal en acabóse, miróse los pies con curiosidad mórbida: La curiosidad
mórbida es ese sentimiento de no querer mirar algo que nos parece
horripilante pero, aún así, no poder evitar seguir mirándolo. Es una sensación
extraña, irónica y que se manifiesta en diferentes grados según la persona.)

Rosas en el mar… (canción de Massiel durante Franco)


Escena disco/famosos: conscientes de su personas,
sabedores de su poder hipnótico, irresistible frente a la
carne de cañón, de exhibición poco conspicua y aberrada.

Francis (rompimiento):
Vio el asfalto y se fijò en que era exacto al suyo y se dio cuenta que
había retrocedido en el tiempo, culpa de sus balanceos
inconscientes en el columpio marxiano, Freud a la espera de su
próximo movimiento, vaivén quien diría innecesario pero urgente,
péndulo creciente cuyo cordel ahoga en un segundo infinitesimal…
¿Tendrá por fin la capacidad transformativa del artista con su
obra? 🥵

No quería verse vestida en oro. Hacía tiempo que había asumido (en su
inconsciente) que lo que consiguiera sería por esfuerzo propio. Su silencio
a veces era confundido con altanería. (Aunque estuviere...por muy...que
estuviere, que pareciere...
Él, estupefacto (no de la impresión, sino con una estupefacción vacía),le respondió:
Eres mi hija y siempre lo serás. … .. Ella le respondió con una mirada lejana, como si ya
no estuviera ahí…
Cinco años después (1968) de su muerte, ellas dos comenzaron a visitarla
cada diciembre, cuando regresaba como una estación, como el viento del
río (a la influencia del viento de valle y los vientos de ladera). …
Yo: Siempre temí, sin creerlo posible, que esa señora me sometiera a electroshocks,
tal como yo sabía que se había hecho en el pasado, en otros lugares, no
suficientemente lejos…
Ida: Dicen infierno grande en pueblo pequeño porque los pequeños pueblos son como
cofradías que temen la más leve disidencia a las costumbres locales. Eso hace que la
pregunta clave (¿Y que hago yo aquí!) se repita de pueblo en pueblo y hace que se
vacíen de cambio, de posibilidades de cambio y perspectivas de modernidad, lugar
extraño para encontrar ahí un Michelena que impulsa un deseo de cambio y de viaje a
lo desconocido, a algo distinto, no importa su tamaño con tal de que sirva como
justificación suficiente para tomar esa decisión casi impensable, casi anatema, que
lleva consigo una rémora tremenda, una duda justificada acerca de sus motivos, de
sus razones y del tiempo que fueron pensadas, o si fueron pensadas en algún
momento, en algún momento de inconciencia o desesperación, como si se huyera de
algo de lo que no se debería huir, de lo conocido, que por conocido y visto cansa,
aburre, atosiga, ahoga como soga al cuello, como tromba de agua furiosa, ¿irse
detrás de un apellido? ¿Cómo si no hubiera nada más? ¿Cómo si el presente
quemara? ¿Acaso la libertad la define otro espacio, otro acento? Huir de este no ser
angustioso y temeroso, de las miradas que juzgan un cuerpo, una historia que está y
que siempre estará 🥵 🥵 🥵 …
¿Por qué es importante la verosimilitud en la literatura?
La verosimilitud es importante porque permite que el lector se interese por la
mentira que le estamos contando.
Si una vez establecido el contexto, la historia se desarrolla de manera análoga a
cómo funcionan las cosas en el mundo real, nada impedirá que el lector piense
que los hechos narrados podrían haber sucedido realmente, ya sea en su
ciudad, ya sea en otra época, ya sea en otro mundo, y podrá sentirse inmerso en
la peripecia de los personajes.

Es importante que el autor, cree la ilusión de lo que esta narrando es algo


verdadero, esto con el fin de que su receptor lo vea como algo “Natural” y
dentro de esa realidad lo acepte. Por eso la verosimilitud, remite a otros
textos o discursos que posteriormente, han sido legitimizados y aceptados
como verdades.

¿Cuáles son los tipos de verosimilitud en la literatura?


Existen cuatro modos principales o tipos de verosimilitud en la literatura que
se relacionan en el espacio de la ficción: genérica, empírica, pragmática y
diegética.

 La verosimilitud genérica: se designarán las reglas de verosimilitud


propias de un género concreto. Todorov señala muy claramente la
naturaleza determinante de la verosimilitud genérica, que condiciona las
expectativas y normas de recepción del lector. No se espera lo mismo de
una novela policíaca que de una de ciencia ficción.
 verosimilitud empírica (o externa): alude específicamente a esta
conformidad entre el universo representado y la experiencia común,
experiencia que incluye tanto conocimiento y hechos atestiguados como
opiniones o representaciones, y que no sabríamos, por tanto, reducir a
las leyes físicas y a los datos históricos. Es la verosimilitud en relación a
la vida real, cotidiana. Se juntan lo empíricamente posible y las
ideologías que subyacen a la representación del mundo y de los
comportamientos. Tiene que ver con lo socialmente aceptado, con la
opinión, la norma.
 Verosimilitud pragmática: se refiere a su vez al funcionamiento
narrativo, es decir, a la credibilidad del narrador y a la situación de
enunciación. Es la legitimización del acto narrativo: implica admitir la
posibilidad del mundo y de los acontecimientos representados como
actos mismos.
 La verosimilitud diegética (interna) : refleja la coherencia dentro de la
trama y se vincula con la unidad de acción aristotélica. Tiene que ver con
la realidad interna del relato.

o

La verosimilitud sirve para mantener el equilibrio de la realidad literaria


con la extraliteraria, para mantener la credibilidad de lo narrado y, según
la verosimilitud, la obra literaria será realista, fantástica o maravillosa. La
verosimilitud, en definitiva, remite a la lógica interna de la obra.

¿Cómo hacer un Análisis de La verosimilitud en un texto literario?


Para analizar lo verosímil, se debe hacer a partir de la concepción del texto.
Entrar en él, abordar la referencialidad, y la relación entre literatura y la
realidad; mediante la apelación de los elementos extra literarios que
constituyen el referente.

Existen recursos que le permiten al autor adquirir verosimilitud en la obra, por


ejemplo: la introducción de nombres y descripciones de lugares existentes, la
utilización de expresiones de uso cotidiano en el lenguaje de los personajes, la
narración en primera persona, además de la incorporación de figuras retóricas
como metáforas, comparaciones, analogías, aforismos, alegorías, entre otros.
Si el objetivo es crear una obra literaria, definitivamente la verosimilitud de la
historia será un elemento preponderante, que hará que la obra funcione dentro
el mundo literario y por consiguiente atrape al lector.

Según Kristeva, menciona que lo verosímil tiene diversas dimensiones y que


estas permiten comprender como se crea y se estructura un discurso verosímil
para que tenga sentido en el texto.
Dimensión semántica
En esta lo verosímil se establecen las semejas a partir de la semántica del
discurso con la ley de una determinada sociedad, en un en un determinado
momento y esas las delimita en un presente histórico. Y ese discurso verosímil
siempre va estar relacionado con otros discursos.

Dimensión sintáctica
En esta dimensión interesa la parte retorica del texto. cada texto tienen sus
propias leyes y estas son las que producen lo verosímil.

Dentro de la sintaxis de lo verosímil, el principio de derivabilidad cobra


trascendencia, puesto que relaciona el discurso consumido con una estructura
retórica y con el sistema formal de lengua a que pertenece el discurso.

Cada técnica tiene un uso determinado que está en función de lo que se cuenta, nunca
al contrario. Un error frecuente es utilizar técnicas literarias que se perciben. Cuando
están bien utilizadas, el lector ni se entera de lo que está pasando, está tan inmerso
en lo que le cuentas que sigue a la suya y sólo los expertos saben qué lo estás
llevando y trayendo por la narración. Esta es la clave final. La mejor técnica narrativa
es la que no se percibe. Escribir un buen libro es aplicar las técnicas narrativas justas
y eficientes.

La trama:
Si algo resulta incomprensible para cualquier observador
externo e imparcial, es que algo habremos hecho mal. A
veces el autor quiere introducir cierta ambigüedad
o confusión en el propio relato, pero hasta esa
anarquía aparente deber ser “comprensible” en
cierto grado. Un ejemplo serían ciertos relatos de
Kafka, que aunque “kafkianos”, resultan
comprensibles desde un cierto enfoque que el
lector debe saber captar.
Parte del Barro es la compasión, la lástima que
sienten las mujeres del pueblo por mi padrino NI.
Antiguamente, cuando no existía el cine, ni los
viajes, ni la fotografía siquiera, los lectores tenían
que imaginarse los rasgos de los personajes y de los
ambientes a través de las descripciones, y era algo
natural y aceptado por todo el mundo, autores,
lectores y críticos. Sin embargo, hoy día no es lo
mismo. La descripción deja paso a la acción, que es
la que hace progresar la narración. La acción se
basa en lo que hacen los personajes, lo que hablan
—o lo que piensan, da igual... La intriga no es algo
consustancial a cualquier novela (o cuento), pues
dependerá del género y de las intenciones del autor, así
como del público lector que va a demandar ese tipo de
narración. Pero sí lo es la “tensión dramática” que es
necesaria para no aburrir al lector. La mayoría de escritores
aficionados, e incluso noveles, ya con cierta experiencia,
fallan a la hora de lograr esa tensión, simplemente porque
no siguen los principios generales que tienen mucho
que ver con la psicología del público lector en una
época concreta, en esta caso la nuestra.
Futuro perfecto

 yo hubiere estado
 tú hubieres estado
 él/ella/Ud. hubiere estado
 nosotros hubiéremos estado
 vosotros hubiereis estado
 ellos/ellas/Uds. hubieren estado

Pretérito imperfecto (2)

 yo estuviese
 tú estuvieses
 él/ella/Ud. estuviese
 nosotros estuviésemos
 vosotros estuvieseis
 ellos/ellas/Uds. estuviesen

Pretérito pluscuamperfecto (2)

Escisión de la personalidad de C: (En su viaje de VdC a B):


Ida: Su gesto siempre fue neutro, inexpresivo, como de quien pasa por la
vida de puntillas. De pocos amigos, no confiaba ni en su sombra, ni en su
reflejo…
Bifurcación : Ida escapaba de sus orígenes inciertos con amigas
variopintas que le prodigaban/concedían la atención que llegado un
punto ella rehuía. Maestras de escuela, costureras, hijas casi inútiles de
tenderos humildes, conformaban la única corte posible para ella, una
bastarda ignorada, apartada por prejuicios y creencias atàvicas.
Mujeres cuya única esperanza de ser socialmente relevantes era esa y no
otra. Podrían sacarle alguna recomendación. Usarla como lanzadera a
otra circunstancia más favorable, más próxima a sus sueños más locos
engendrados en revistas de modas.
Ida trataba de ignorar las montañas a su alrededor; no disfrutaba del
paisaje, le estorbaba, quería salir de ahí lo antes posible, quería llegar a
su destino de manera instantánea, indolora, inconexa.(¿Esto por la
bifurcación de su personalidad?) Los Esos viajes por tierra le generaban
unos efectos contradictorios. La mareaban inicialmente… Su vientre se
movía al compàs de las curvas… Pasó sus dedos turcos sobre la mesa de
madera y dibujó un sendero a ninguna parte...
Poner a Ida y a C en contextos distintos, viviendo vidas paralelas (que es
lo propio del trastorno de personalidad múltiple).

Celeste: La dominaban unos repentinos ataques de ira


que la hacían perder la razón (hasta su época de beatería
sumisa cuando había dejado de decir tacos y le dio por
«pedirnos humildemente» a sus hijos que no dejáramos
de pedirle la bendición ni de celebrarle (homenajearla en)
el Día de la Madre).

Bruno: Mi padre dice que todas las mujeres que han sido madres (que han
tenido hijos) son putas.
¿Porqué? Putas son las que lo hacen sin antes haberse casado.
Bruno: ¿Y tú sabes cómo hemos venido hasta aquí?
Yo no sé tú, pero yo llegué en una nave espacial.
Juguetes (¿Eliminar?) : En mis sueños más locos, era yo el que poseía sin
necesidad de envidiar o entristecerme por no poseer.

1R2PLas hermanas Carreño eran mis tías abuelas, eran las hermanas de
mi abuelo verdadero, Arturo Carreño (¿Artulio? Este nombre no existe).
¿Manipulo a lectora para que empatice con mi prota, tal como lo hace C
durante toda la historia? ¡Sí! (LOS SIGNOS DE EXCLAMACION NO SON
PARA RESPONDER A LAS PREGUNTAS)
El buscaba (yo busco) la indiferencia de la normalidad..

La verosimilitud es importante porque permite que el lector se interese por


la mentira que le estamos contando.
Si una vez establecido el contexto, la historia se desarrolla de manera análoga
a cómo funcionan las cosas en el mundo real, nada impedirá que el lector
piense que los hechos narrados podrían haber sucedido realmente, ya sea en
su ciudad, ya sea en otra época, ya sea en otro mundo, y podrá sentirse
inmerso en la peripecia de los personajes.
Los estudios (tanto estudio) vuelven loca a la gente (Rosiris a Ramona:
¡Ramonaaa, ese muchacho se te va a pasmar(con tanto estudio, con tanta
leedera!)...Mi abuelo materno (Carreño) se volvió loco de tanto leer
tratados y enciclopedias (inserto como comentario en el texto principal)
¿ Porqué A, siendo rica e hija única, se va a Mérida? 🥵
(Ver página 278 de Rayuela)
Informe psi previo: homosex posiblem causadaporsobredim figmaterna…
Monje cisterciense o trapense (estoy seguro que lo fui en la edad Media y
que, después de muerto, volveré a esa esencia mía, que nunca me
abandona).
Explicar la historia de la concepción y nacimiento de Ida, la hija
bastarda. Su padre la tuvo con la sirvienta de la casa, una mujer
arribista, oportunista y zafia. Esta se va a su pueblo cuando sabe que está
embarazada de esa hija ilegítima y no regresa sino tres años después, con
la niña apenas comenzando a caminar. Se instalan en un rancho,
construido en un terreno cedido por una familia rica (la familia Fuentes,
que es amiga de la familia Carreño. Ambos padres de familia son muy
amigos, ambos son padres de la misma hija, por destino o por azar).
¿Memoria genética? ¿Herencia? ¿Cómo llamarle a esa repetición
contínua , imparable de sucesos aparentemente azarosos pero que siguen
un hilo conductor inconfundible/inocultable? Es como un instinto animal
que viene programado y se expresa en formas infalibles. Esas visitas
suyas a su padre estaban protegidas por el secreto de la distancia, del
azar más oportuno. Aunque en un espacio tan pequeño, ningún secreto
podía ser protegido indefinidamente. El azar es así, peligroso,
amenazante, turbio. La necesidad o la ambición juegan su propio juego.
El secreto tiene corta vida cuando cuenta con tantos enemigos. La clave
reside en los binomios.
Calidoscopio vegetariano… SJ es un pueblo de historias olvidadas, o de
historias vergonzantes, olvidadas por vergonzosas, clandestinas por
necesidad, públicas por accidente inevitable, que consiguen legitimidad a
través de la repetición compasiva, un eco restaurador de su dignidad
olvidada, o no tomada en cuenta en el momento en que se conocen estas
historias en forma accidental, o no tanto, en forma intencionada,
perjudicial intencionadamente perjudicial, pero sin culpa, sin dolo
(¿Puede la culpa ser origen de la locura?)…(Esto va o puede ir después de
la llegada de C a SAT y antes de que mi hermano supiera antes que yo el
verdadero origen de nuestra madre)…
Las hermanas Carreño (mis tías-abuelas y primas de mi abuela
Rosángela): (analizar y definir bien este parentesco).
Regleta CAP I (¿o notas de la psi cubana?): Madre protectora/madre
posesiva/hijo anulado-dependiente, baja autoestima, depresión,
epilepsia, posible esquizofrenia o bipolaridad; veleidades artísticas -
Literatura, Música- pero sin sentido de logro, proyectadas en función de
la madre (self y la madre).(¿Todo lo anterior como cierre del Cap I?)…
Ida vivía en una habitación de una casa de familia donde la trataban como a una hija
más (La Villa). La señora de la casa, de nombre de virgen, Carmen, era una santa en
vida. Devota, disfrutaba de ir a la misa dominical en compañía de Ida, que no se sentía
del todo convencida, pero que respetaba y asumía los rituales ancestrales como
cualquier otra persona, sin cuestionarlos demasiado, sin entrar en polémicas inútiles y
socialmente peligrosas, al amenazar ostracismo. Por eso callaba, aunque,
de nuevo como alguien más de la manada, solía confiar sus peores temores
y angustias a esa pléyade invisible e insensible de santos y vírgenes, que
parecían ser duros de oídos, o exigir demasiada paciencia y humildad para
cumplir los deseos devotos, hechos mediante promesas a veces demasiado
dolorosas.
La señora Carmen tiene cuatro hijos, tres varones y una hembra (así le
dicen en la jerga local). El menor de todos ellos heredará el alcoholismo
paterno que matará a padre e hijo, casi en las mismas circunstancias (en
circunstancias idénticas).
Ida se da cuenta que el reloj de la sala se detiene, por primera y única vez
en la vida, y le da cuerda. (Se entera de la muerte de su padre cuando va a
visitarlo (¿y le avisan?).
Ida visitaba a su padre completamente loco cada miércoles en la tarde,
pues era el único día que podía hacer el largo viaje de dos horas y media
entre La Villa y Bárbula, con esa preocupación constante que le atenaza
las sienes y por la cual se hizo prácticamente adicta a las píldoras para la
memoria…Era su peregrinaje particular, su procesión
individual/privada/secreta. Se mareaba indefectiblemente por las
curvas, por escasas que fueran (o eran sus torbellinos mentales de ese
tramo de su vida que giraban a velocidades increíbles). A medida que se
acercaba a su destino (geográfico, físico y emocional/afectivo), una
cierta angustia crecía en su interior (¿ de ahí los mareos?)… Se santiguó
antes de entrar al sitio sin nombre… La locura es de las cosas más
democráticas e igualitarias que existen. Nos iguala a todos en una
conveniente inconciencia acerca de nuestro entorno inmediato (y del
mediato, con lo que nos priva de preocupaciones recurrentes). Cada vez
que Ida salía de visitar a su padre, además de repetir la señal de la cruz,
lo que primero se le venía a la mente era ir a la farmacia más cercana.
No se llamaba Ida, pero ella insistía tanto en eso que era imposible convencerla de otra
cosa...Aunque Ida y Celeste compartieran el mismo espacio vital, nunca se
cruzaron, nunca una entró en el espacio de la otra, ni siquiera cruzaron palabra.
Vivían en universos paralelos. Lo único que compartieron, además del espacio físico
inevitable, fue algunas amistades comunes, que en algunos momentos las hacían
acercarse más de la cuenta, pero nunca llegaron a conocerse, a tocarse, quizás si a
trocarse, como en la expresión «viceversa» (consecuencia de los universos paralelos, no
de los seis centímetros de separación, que sería una distancia demasiado amplia para
ser cubierta en el mismo espacio temporal). Por eso nunca se encontraron. Nunca la
una supo de la otra.
Chela (chiste demasiado tarde): Chela ahora está muerta. Un cáncer o
algo así, según mi hermano (en este momento vino a mi una inquietud
por la adaptación cultural, un tema entonces desconocido pero no ajeno)
… Le quitaron las sábanas porque intentó colgarse con ellas…Habría más
intentos en el futuro, cuando todos pensaban que ese riesgo ya no existía.
Fue una imprudencia, un descuido, aunque el techo fuera suficientemente
alto como para no volver a intentarlo, ella no medía distancias, buscaba
recursos para su objetivo. Quería volar. (La locura, herencia paterna. La
vergüenza por su origen humilde (hermanas con problemas dentarios, es
importante la plancha de los dientes en el baño y después el trabajo con
Frontado=orgullo)… El sabía (desde el techo de su casa) que detrás de
esas montañas inmensas y verdes estaba el mundo real, su mundo
siempre imaginado allá afuera, lejos, en otro continente, en otro mundo
que quizás existiera solo en sus ensoñaciones más locas, absurdas…
Entonces ella se enfrentaba a su futuro con temor, con ese temor
inspirado por las cosas fatales. ..A veces él pensaba de ella si no estaría
mejor así, ajena y ausente, aquí sin estarlo. Sólo en cuerpo enmagrecido
por la edad y por su dieta desordenada, más bien caótica y para nada
proteica. Y ahí cogía forma de pluma llevada por el viento irresistible.
Mi abuela verdadera fue una mujer muy pobre, pero inteligente,
oportunista y que hacía lo que sea por sus hijos. Tuvo siete, de distintos
padres. Blanca, ojos rayados, pequeña pero graciosa, reflejaba
inteligencia y profundidad, le era imposible fingir inocencia. Por eso (por
esa confiabilidad que reflejaba en sus ojos transparentes y vidirosos)
entró a trabajar como sirvienta en la casa Carreño, donde el único hijo
yació con ella y le engendró una hija (Celeste/Ida), no al primer intento,
sino después de varias noches en escondrijos indeseables.

Psi cubana (hacia el final):


-Y aquí está la paradoja: tu madre te enseñó a la vez empatía y
codependencia. Lo primero, quizás sin quererlo o sin saberlo. Lo segundo,
la codependencia, con su actitud sobreprotectora y su afán de sustitución
de lo que no le servía.
-¿Cómo? ¿Qué no le servía? ¿Qué quiso sustituir?
-¿Todavía no lo ves? ¿Después de tantos años?
Silencio y lágrimas de espanto (Yocasta desnuda).
Esa manía por los detalles minúsculos, atómicos…
Personajes que comparten nombre, comparten su historia (una historia
quebrada, dividida en dos…)…
(En su familia, la locura había sido un sino inevitable…
el destino como leitmotiv de la historia… )
La aceptación de un grupo de personas. La inclusión en ese grupo, eso era
el éxito para él…
(Después de 1ra consulta con psi cubana):
Después de pasar todo ese tiempo sin conocer carne humana, un impulso
automático, irrefrenable a esa edad incierta me llevó a explorar nuevos
derroteros marcados por limites difusos (la infidelidad)…
Matrioshkas: (¿entendía yo su utilidad?)
(¿Se sentirá igual que yo?, piensa con una confusión completa pero comprensible. Un
halito amorfo de autoconciencia que en lugar de calma provoca reverberaciones
indetenibles en su constancia abrumadora (atosigante) . Se agita como las alas de una
mariposa que huye del peligro inminente).Se turba. Se abruma. Todo ello en tres
segundos. Busca su ubicación terrestre en el globo plano. Camina con duda. Avanza sin
saber hacia dónde. Sin saber que quizás avanza hacia su fin, hacia lo inevitable.
Ida se había hecho a sí misma un giroscopio indetenible. Hurgaba momentos perdidos
en su presente perpetuo. Probablemente él pensó en la ironía de la situación. Entonces
pensaba en sí mismo como un obseso. Se torturaba inútilmente pensando que no era
suficiente, que nunca lo sería y, de repente, como un rayo (de duración/de tiempo
infinitesimal) en su duración,
Los arquetipos: Cada personaje representa algo:
Clemencia: el desprecio por mis orígenes, por mi sangre…
Andrea: es el comienzo del desenlace. Debo plantearle a JR un reto de
cambio definitivo (irse a vivir a un barrio pobre de Caracas, sin el apoyo
económico de Celeste).
La cachetada de MC: su primer fracaso, el que le marcaría...
El agua de mar no se puede desalinizar…con ademanes de otra época,
traslucía banalidad no intencionada… Aprendí a desaprender el miedo…
La gloria es un veneno embriagador (que embriaga)… (¿Porqué soy
especial? : porque soy consciente de no necesitar)…
Su presencia producía turbación. Sólo llegó hasta el rincón más discreto,
escondido, donde lo recibió otro hombre, sereno, sabio y también antiguo.
Éste esperó a que el primer hombre hablara y que expresara el dolor que
tanto conocía. Quiso abrazarlo.
Introducir cambios de tema o de historias con “Perdona que te cambie de
conversación “ y expresiones similares…
Revisar escena de iglesia bajo la lluvia (ruptura con Francis, Apo)…
Tono principal y clave de la narración: Irónico.
Prueba sustituyendo diálogos (con la psicóloga cubana) con estilo indirecto
(transforma discurso sobre identidad confundida en analogías o
metáforas):
Alejandra :… Sus llegadas tardías (las de ella), las compensaba (o las
aprovechaba) él en sesiones masturbatorias en posición de escultura
griega sobre el váter. Le dieron ganas de salir corriendo a uno de esos
bares, pero el acto onánico/onanismo lo había dejado exhausto y el
recuerdo de esos bares no le tiraba lo suficiente, o le repelía al mismo
tiempo. Esto día sí día no, pero lo que sí era cotidiano era la ausencia
nocturna de Alejandra, y cuando estaba, no estaba, era sólo su cuerpo.
Hasta (que llegó) ese maldito día y ella pronunció esas malditas
palabras…
Nos debatíamos entre quien mataría a quien, o al menos eso parecía, que
en cualquier momento un cuchillo sería clavado, o lentamente recorrería
la garganta de uno de los dos. Sería de golpe, (después de una breve
carrera, o ahí mismo, en la breve cocina) o con un objeto contundente, de
los que había pocos en el piso, casi nada, menos mal… Su panza era tan
pequeña que el embarazo no se le empezó a notar hasta el quinto mes. Era
increíblemente pequeña y los síntomas, casi inexistentes. Parecían los de
una gripe muy fuerte. Ella se imaginó el futuro con esa hija no deseada,
con ese accidente. Él se imaginó el suyo sin esa maravilla. Ella se imaginó
como en las fotos de su madre y de su suegra, en bata, arruyando,
amamantando de madrugada, sonriendole a una carita informe. Él se
imaginó cambiando pañales,arrugada la nariz, haciendo payasadas,
celebrando cualquier mueca como una sonrisa. Opuestos que no se
atraen. Contrarios que se repelen en un instante de agobio.
Francis: Sexo de despedida, le dicen…tendría que hallar la clave en otra
parte, en otra época, en otro tiempo. En ese tiempo que le serviría de
salvavidas sin él reconocerlo.
En esta escena, cuando JR sale del piso de F, sigue 4to grado (prueba)…
El día de ese (¿tercer, cuarto, quinto?) ataque (más propio llamarle
“convulsión”) algo cambió en Celeste. Su actitud. En un instante decidió
que dejaría de ser la madre sobreprotectora, cuudadora, angustiada.
Pareció poseerla el espíritu de una persona viva, su compañera del
quinto grado, Lina (absorbió su personalidad, su carácter recio y
exigente, duro como una piedra).
San Juan, espíritus burlones y fantasmas
La casa de mi abuela estaba habitada por espíritus que intervenían de
cuando en cuando en nuestra realidad (no sólo las escasas, contadas
noches de Navidad). Saverio, el nieto de la señora Rita (mi abuela),
estaba un día practicando tiro al blanco con una carabina de aire… ya mi
pistola no estaba donde la había escondido.
4to y 5to: De seguro esa bruja no quiere bien a mi madre, ni la soporta, ni la puede ver,
le tiene envidia, porque mi mamá es guapa y ella no…
Soñaba que era reencarnación de ciertos personajes históricos o mitológicos (entre
Jesucristo y Hitler, pasando por Buda, pero sólo como un atisbo). Era el Bonaparte con
el barquito de papel como sombrero, y por eso ella se sonrió, discreta pero disfrutando
la parodia…
(Ver cap 66 de PATRIA, Klaus Dieter) Saliendo de casa de Fr:
Comencé una lista kilométrica de metas y proyectos en común, como si el mundo se
fuera a acabar al día siguiente (Butique Keko). Memoria selectiva eliminando el
presente. Bet un poquito al carajo. Pero no así, de repente, paulatino, sin dolor, sería lo
mejor para los dos. Lo más correcto,decente,adecuado. Oportuno. Tengo que buscar el
mejor momento. Catorce horas, interminables, insufribles. Ahora quisiera ver a esa
madre abnegada, capaz de todo por su hijo, el debilucho. Estoy solo en esto.
… ahí me puse de once años, recibiendo el regaño injusto, estúpido regaño del cerdo
viscoso, ¿y qué más? Pues que me puse a llorar, me ahogaba, me dolió el estómago,
papel mojado, y no quería ese dolor. Ese es el peor dolor, como un golpe en la boca del
estómago, que te deja sin aire; mi respiración corría cada vez más rápido y yo no la
podía contener. Ese no era yo. Ya no estaba ahí….
Verónica : Una conversación de la cual yo nunca tuve conocimiento nos
sentenció a mí y a mi relación con V. La verdad que yo creía oculta, o que
quise esconder por el mayor tiempo posible (cuando desaparece V, yo ya
buscaba la forma de decírsela) le fue revelada sin mi concurso, como si mi
opinión en el asunto no importara un rábano.
(Meto aquí “Reyes”):
Arlette y yo nos separamos, y ella me juró que nos encontraríamos en la
casa de campo de Reyes. Luego de todo el lío que se formó, que formó C por
mi llegada a casa al día siguiente, mudo como una momia, Arlette me
llamó, “mi madre habló con la tuya”, me dijo, y yo pensé en reclamarle su
huida, su deslealtad, no lo hice, creí que la perdería y no me animé. Fue
mejor así. Nada hubiera ganado más que una discusión sobre otra
discusión y me hubiera quedado yo solo con el marrón, sin tener siquiera
con quien comentarlo, compartir mis dudas. Arlette no lo sabía, no supo lo
que pasó (o más bien, lo que no pasó) en casa de Reyes. Pero, ¿y si hubiera
pasado algo? Hubiera preferido eso de haber pensado en lo que me
esperaba al día siguiente y semanas después de todo el asunto.
Francis y su hermano más pequeño eran inseparables. Eso, como no podía ser de otra
manera, auguraba la confirmación de sus esperanzas más acariciadas...

Star Trek (en cuya trama esperé ver durante toda mi infancia algún viaje
en el tiempo que nunca se produjo)
Andrea, 1997: ¿Que fue mi venganza en su contra? No lo creo. Hoy día
puedo decir con algo de certeza que por aquellos años fue la primera época
en mi vida en la que actué sin apenas perder mi tiempo pensando en las
agendas ocultas de alguien más. Máxime cuando no fue algo que surgiera
ahí, ni como resultado de sus acciones. Venía de atrás y yo lo sabía.
(Bruno). Lo de Andrea no fue, no ha sido sino la confirmación de cuan
equivocado había vivido por tantos años de dejarme llevar. De no actuar
conforme me lo dictaba mi conciencia o mi intuición. Por eso pasó lo que
me pasó. Y sólo así, solo hoy puedo entender las cosas con esa claridad. Por
primera vez sin culpa. Porque la culpa no es fácil de evadir para alguien
como yo cuando te han repetido una y mil veces que ibas por mal camino.
EO: No quiero que te imagines historias raras con esto que te voy a contar
ahora, pero mi mamá y yo cometimos incesto… indirectamente (tenía que
incluir aquí un toque de suspense).
Los recuerdos se fueron convirtiendo en fantasmas, espíritus errantes a
los que fui poniendo un rostro, un gesto u otro… Primero fui el hijo de la
profe. Después fui el hijo de la doctora Andrónico y después de eso, me
convertí en un fantasma que huía de otros fantasmas…
…y ella escondía esas bajas calificaciones para no dar el mal ejemplo a sus
hijos, sobretodo a mí, desmotivado como estaba por los contenidos que me
tocaba estudiar…

Ella se siente a su manera feliz, si de algo le valen las opiniones ajenas es


para no sentirse responsable, para pasarla sin compromisos. Muchos la
envidiarían en estos tiempos que corren...
Muchos (No solo) la envidiarían, pero solo si no supieran que en su tiempo
de autoconciencia, cuando sabía lo que hacía y por eso podía ser juzgada
como cualquiera, tomaba pastillas para la memoria que mandaba traer de
los Estados Unidos, de Suiza, cuando no de Japón, porque en eso no
escatimaba, compraba de lo último y ahora, sin embargo...
Su identidad perdida sobrevolaba el espacio inmediato y ella la atajaba de
cuando en vez, se volvía a enfundar en ella como en un vestido taller de una
sola pieza, así, tranquila, ausente...(Esto, a manera de poema)
Ella y él discuten que hacer con Francis (Edmundo). Él toma la decisión. Ella dice, que
más da. Igual, es su hijo, no el mío.

(11 años : Bachillerato: Esto ya está en el archivo previo de la versión final)


Los sueños, los sueños, los, sueños, los putos sueños. ¿De qué me sirve
vivir en blanco y negro? Recordar el pasado para que ella se solace en
cientos de páginas de notas y comentarios, como si me estuviera
reconstruyendo a partir de un manual de usuario que va redactando al
ritmo de mis palabras que no sé yo si son mías o suyas, porque los sueños
es lo que tienen, que todo lo mezclan, todo lo confunden en un marasmo,
miasma incomprensible de imágenes revueltas, aletargadas.
Creí que no se me permitía soñar…Por eso, apenas me permitía rumiar mi
impotencia de alcanzar esa normalidad tan anhelada. Ahora me doy cuenta
de la inutilidad de los recuerdos. Del ansia por vivir todas las experiencias,
en todas partes, con todas las posibilidades disponibles, aunque en
realidad no lo estén. No lo estuvieron nunca. Y este viaje al pasado es
inútil, es un intento vano por cambiar lo que no se puede cambiar. Y de los
recuerdos de infancia sólo puedo sacar agobio, acoso y derribo, bullying,
como lo llaman ahora, como si descubrieron el agua tibia…
(11 años : Bachillerato)
… Porque mira que si lo pasé mal mi primer año de Bachillerato. Y yo que
me fuerte y grande, mirando a todos por encima del hombro. (¿La madre
de quien más viaja hasta la frontera caliente en helicóptero, y más allá, a
buscar terroristas?) A todos, salvo a Lya, la profe de inglés. Alta como un
junco, con sus botas de montaña, de montar a caballo y esas faldas
gigantescas como ella, acampanadas, probablemente mezclilla, tela de
tejanos, dura, decidida como ella misma, como mi madre, igualmente. Y ni
así pude librarme de esa sensación, (de ese mareo constante), de esas
mariposas en mi estómago.
[Aquí debe hablar psi cubana]

Después de inteligente, intuitivo:


Y aún no entiendo el motivo por el cual C optó por esa actitud sobreprotectora. Seguramente
fue por miedo. Sí, tuvo que haber sido el miedo lo que la indujo a no estimular mis
capacidades, mi independencia, sino a controlarme, a dirigirme aun a distancia, o al menos a
pretenderlo. Ella tenía un ideal cuyo núcleo, cuya clave estructuró en torno a nuestra
codependencia, desde el principio, o a mi dependencia de ella. Todo lo había dispuesto con
ese fin. Y estos recuerdos que me atenazan en la forma de ruidos brutales, desmadejados
como perlas de un collar tirado al suelo, se convirtieron en un espacio cerrado, limitado por
coordenadas inamovibles que me contenían en un radio estrechísimo, un punto en el vacío de
mis pensamientos y elucubraciones inútiles.
Esto va al final de la historia: Sentimiento de
culpa arraigado por unos desórdenes
neurológicos (o por defecto de formación, quien
lo puede decir, ¿es tan importante conocer la
causa primigenia de todo?)...La razón por la
que perdono a mi madre es que me trae a mi hija
recién nacida a casa (paradójica, porque reitera
mi necesidad de contar con ella en los momentos
más complicados)...
CAp MA:… De día la calma era casi sepulcral. De
noche era otra cosa, pues el cielo se bañaba de
estrellas y de los gritos de mi primo MI y sus
amigos jugando a la guerra (Afortunadamente,
ninguno de ellos, que yo sepa, fue a guerra
alguna) y del canto monótono y paciente
(sincopado) de los grillos

Pag 7: Corregir: Hacía tiempo que ella y su


marido…
Ensayar a continuación con ambas personas :
Desde pequeño me inquietaron los estadios
intermedios. Y SC era una
ciudad intermedia entre las tres que conocía
más…
Homosexualidad egodistónica o egosistònica
1Todo ese decorado, todo ese tinglado, había
sido dispuesto por mi madre para mí, o al
menos eso quería pensar yo.
Su rostro caucásico en un pueblo cetrino daba
lugar a todo tipo de comentarios, no siempre
benévolos…
Hubo un tiempo en el que mi mamá llevaba
peluca, además del inevitable puente dental, con
diente de oro incluido, que sustituyó años
después, cuando mejoró el presupuesto familiar.
En ese tiempo también me educaba, no por
cierto con demasiado ahínco (lo cual nunca
sabrá cuanto le agradezco), para ser un hombre
hecho y derecho; un varón en toda regla (en
comillas), en lo cual estoy seguro siempre
lamentó su fracaso.
Hoy he amanecido bastante mejor. Ya hace dos
años que me veo con Isabel (Isa Idígoras, la psi
cubana) y he comenzado a dominar las
mariposas de colmillos gigantes. Pero no puedo
seguir con ella. Ya cumplimos esta etapa inicial.
Quien lo diría. Aprendí a esperar, o no a
esperar sino más bien a vivir el presente como lo
único a lo que vale la pena poner atención. No
puedo cambiar el pasado. Reconocer la derrota
como lo hice, a pesar de todo lo que había
pasado, me hizo bien. No podía, no supe hacerlo
de otra manera…Y estoy en paz con eso. (A
partir de aquí regreso a la conversa con
Marcelo: el puño…):
Esa noche daban en la tele el Miss Venezuela,…

SJ (mi madre conoce a mi padre)


… has de tener cuidado con lo que deseas, pues
los deseos dichos al aire viajan sin dirección ni
concierto…
Para ella todos los días sr habían convertido en
una larga noche sin luna, en un plasma flotando
frente a su mirada vacía. A su hija le decía te
odio… La habia visto nacer en su mente. La
recordaba en su vientre, unida a ella sin
solución de continuidad… Y con todo eso de por
medio, la odiaba sin saberlo, sin sentirlo de
verdad. O quizás si lo sentía, si nos
conformamos con el aspecto sensible o animal
de ese impulso suyo inconsciente.
Mi madre era perfecta…Somos el producto
inevitable e imperfecto de nuestra propia
historia...Como todo niño tendía a exagerarlo
todo, lo bueno y lo malo, pero esa incapacidad
de contenerme perduró en mi espíritu durante
demasiado tiempo (demasiado es una palabra
que repetiré sistemáticamente)…
…Pero insisto en que somos producto de nuestra
historia (Mencionarlo antes, para que “insisto”
tenga
sentido)
Con la muerte de la señora Berta aprendí cuan
injusta y azarosa era la parca…
Que si cuantas novias tienes, que cual te gusta
más, que cómo es, ese era el cuestionario
obligado que me lanzaba Rosiris como saludo
cuando nos encontrábamos por primera vez
(cada primera vez que nos encontrábamos) en
casa de mi abuela. En su casa, la de mi tía
Rosangela M, era parca y tensa, sin tiempo de
socializar,atareada como decía estar con
cualquier cosa de la casa.
Muchos hombres afirman que han pasado de la
égida de su madre a la de su pareja. En mi caso,
pasé de la esfera de influencia de mi madre a la
de mi primera sicóloga (sicóloga clínica y
psiquiatra, para mayor inri)…
Mi madre se graduó de abogada no se diría con
honores (según sus propias palabras, pues
nunca vi sus calificaciones ) y a pesar de eso,
antes de recibir el título ya tenía trabajo como
asesora legal de la Policía Judicial. Este cargo la
catapultaría social y políticamente, ya que, en
una ciudad pequeña y fronteriza, asiento de
fortunas ganaderas y de otras… Cuando mi
madre se graduó tenía 36 años, media un metro
setenta y dos y era muy guapa…
4to grado, juego de espías (me encantaba este
tipo de novelas)… (no andaba muy fina en eso
de loscastigos):
… ni en lo de los regalos, puesto que un día se
apareció en casa con dos discos, el de Astor
Sound, una selección de música instrumental,
de esa que se suele escuchar en el lobby de los
hoteles cinco estrellas y otro que parecía ser la
banda sonora del Chapulin Colorado, programa
mexicano de humor infantil que le gustaba más
a mi hermano que a mí. Mi madre no recordó
que quien había mencionado su gusto por la
música instrumental era yo…No digo que su
obvio despiste fuera producto de su desinterés
sino, como se ratificó años después, de algo
mucho peor, de lo cual, ninguna culpa podía
achacársele a ella. Pero, ¿qué importancia
puede tener esto? Para mí sí la tuvo, y mucha. A
esa edad, doce años, yo ya me ocupaba en el
angustioso ejercicio de barruntar intenciones
detrás de las acciones de mis semejantes y
comenzaba un debate interno interminable
acerca de este tema y otros conexos. Además de
la pregunta inicial de “porqué “ (“¿Qué la
motivó a hacer esto y no lo otro, o a hacerlo de
esta manera”?) 🥵, lo cual me imbuía angustia y
perplejidad, lo otro era,( o es, aún lo es) la
reaccion física espontánea, automática que
acompaña a la pregunta, ese temblor de mi
estómago que me hacía querer desvanecerme y
convertirme en una nada.
Le comenté el incidente a mi padre y él entornó
los ojos hacis arriba, abriendo su boca como
para tomar aire y diciendo no con la cabeza, en
gesto de impaciencia.
(Esto va al comienzo de mi cuarto grado) Antes
de mi cuarto grado no recuerdo casi nada de mi
experiencia estudiantil. Ni donde estudié, ni
quienes fueron mis maestras (sólo recuerdo
vagamente a la de tercer grado porque mi
madre me la mencionó durante mucho tiempo,
porque alguna vez la visitamos enferma, y
porque era la de tercer grado (porque estaba)
creo)...
(Unir la crucifixión, el ladrón bueno y la historia de
Ícaro con palomita blanca...)
2do ataque de epilepsia en la escuela Alianza:...quizás
fue ese el día en el que mi madre decidió cambiar de
actitud conmigo y en vez de sobreprotegerme, decidió
que era mejor para mí retarme, exigirme.
(adolescente embarazada que fue a trabajar a
mi casa) En ese momento creía ser mejor
persona al desear salvar a esa muchacha de su
destino…
Leer las intenciones no dichas textualmente: El piso de
F, aparte de una mesa y silla a modo de comedor en
medio de la sala, estaba vacío. Por no tener no tenía ni
cama. Le propuse ir juntos a comprar muebles, lo básico
y no diciéndomelo (con su silencio), me dijo que no. No
intuí, porque no pude o no quise, que F no estaba
por la labor de planear un futuro juntos. Y yo
volvía a esa sensación incómoda de estar por
fuera de algo, de la vida de alguien importante
para mí, de la vida en general. Eso me
entristecía, cómo no, pero mi ansiedad
permanecía incólume, tozuda, no se apartaba de
mi mente esa idea de pertenecer, de formar
parte de algo más grande que yo, de un proyecto
de vida. En cambio, en mi siguiente visita a su
piso, F ya lo había amoblado con lo mínimo, una
cama queen con apenas espacio para nosotros,
una nevera más grande y un juego de cubiertos
para mí. Eso fue todo lo que compró no sé dónde
ni cuando…

… porque eso hacemos las madres. No solo nos


preocupamos, nos ocupamos. Y lo volvería a
hacer. De ser necesario. Tantas veces buscaste mi
mirada, mi protección y yo nunca dudé en
ofrecértela. En ofrecerte mi amor a manos llenas.
Tendrías que haber visto mi desesperación cuando
te vi estremecerte, mi impotencia. Pensé que te
perdía. Como cuando naciste, como queriendo
huir de todo…
Combinar escena de taza de café que se cae y se
rompe y que causa terror al ver su propia imagen,
con 1er año de Bachiller.
¿Y si las formas geométricas son para distinguir a
los narradores?
Me hubiera gustado conocer la fecha oficial de mi
muerte...
Comenzar una escena de niñez con: me hubiera
gustado compartir aula con estudiantes de otras
secciones, aprender de una forma distinta, me
imaginaba cómo sería…
En Caracas todo era más grande. Abigarrado.
Había un cierto dejo de desdén en el trato de mi tía
hacia Celeste. La hospitalidad de mi tía Gracia
Angélica era algo fría, formal. Ella era la madrina
de mi hermano y mi tía Rosangela Mariela la mía.
Y entre esta y mi madre existía el trato de comay,
por comadre ; en cambio, con mi tía GA, no. A
pesar de que cuando estaban todas ellas juntas
(todas las hermanas y mis primas) usaban un
lenguaje secreto.. 🤣
Sutil, invisible a simple vista, pero llenaba el
ambiente de una atmósfera incómoda, ríspida, a
la que aunaba la rigidez de sus normas, difíciles
de cumplir aun por cualquiera de su núcleo
inmediato.
Reducir a su mínima expresión la actitud
autobiográfica y chulesca que trazuma el texto...
(atarme el nudo de los zapatos...) Adolescente, yo era una obra a
medio hacer, o más bien hecha con desgano… interrupciones de la
transmisión ordenadas por la iglesia católica, por haber excedido
sus estrictos límites morales… Años después desmentí esa creencia
infantil al comprobar que en el canal local pasaban una teleserie
colombiana subidita de tono, con tetas al aire y escenas de amores
sacrílegos… Esa inocencia inevitable la traduje luego en
estupidez…
Más de una vez me dijeron mongolico, como un dardo dirigido a mi
autoestima, y nunca entendí que eso pudiera ofenderme…
Esta es la historia de una mujer sin nombre. Sin nombre porque es
la memoria la que te designa con un apelativo que se funde contigo
y se vuelve tu identidad, se vuelve tú. Tú eres ese nombre…Lo que
más temió esta mujer toda su vida fue perder la memoria, porque
sabía que al perderla se perdería ella misma…
Siempre busqué una red en la que caer seguro, un plan B, una garantía de
seguridad para mi frágil autoestima...Porque siempre en la familia Andrónico,
comenzando por mí mismo, hubo como una expectativa exagerada acerca de
mis logros en la vida, esperanza fomentada por la religión, en la cual yo
nunca creí, yo pensé siempre de mí mismo que el éxito me llegaría por otras
manos, por otra iniciativa, no la mía, y por eso mi tendencia siempre fue a la
pasividad, al conformismo agitador de las aguas interiores de mis obsesiones,
aunque suene contradictorio, porque nunca pude acallar mi voz interna,
siempre reclamándome, siempre exigiéndome, torturándome,
persiguiéndome...Y me costó aprender a no dejarme llevar, a respetar mi
propia opinión, mis expectativas, mis reales deseos, aquellos que me definen
como persona...Nunca me liberé de la impresión de que la vida era una broma
cruel contra nosotros mismos…
C sustituyó la educación o formación debida por la sobreprotección
no solicitada...Y pensé en Mathias Rust, y me quedé sin excusas, a
menos que echara mano de mi sempiterna excusa, la de mi madre a
mi lado, protegiéndome y acechándome, como el águila ve por sus
polluelos indefensos...
Aquel sueño primigenio, junto a otras imágenes equívocas,
determinaron mi destino, esa fuerza irresistible de lo tiempos
antiguos, a uno de esperas infructuosas...
Incluir la escena de Mathias Rust aterrizando en la Plaza Roja,
como me dé la gana (La piel, CAP GRATITUDES Y DEUDAS)
¿EPÍLOGO? Comencé mi relato por la parte que creía podría haber
salvado a mi madre de la sentencia más severa...A veces pienso que
todo esto no es más que la sublimación pueril de mi enfado con el
mundo al cual le puse el rostro de mi madre por ser ella la víctima
propiciatoria de la hilera incontable de mis frustraciones nunca
digeridas. (buscar soportes...)
Protagonismo…....artista polivalente...Pero una cosa eran los
deseos de mi madre y otra muy distinta la triste realidad de mi
falta de talento pianístico...Cuando mi padre se graduó de abogado
estuve esperándolo ansioso para felicitarlo con un chiste malo por
obvio (Felicito y congratulo al ahogado, creo que le dije) …(hacía
de todo por conseguir ese tan ansiado certificado de normalidad, o
su equivalente, de pertenencia)
Me gustaba vivir en una ciudad entre dos países, o al menos esa era
mi impresión, al vivir cerca de una frontera internacional. Eso me
gustaba. No me gustaba que no hubiera edificios altos, ni avisos
luminosos gigantes, sobre torres de más de veinte pisos y juzgaba
injusto que esas cosas sólo las pudiera ver en Caracas y Caracas
era vista por el resto del país con una mezcla de admiración y
envidia y cuando decías que irías a Caracas, no te lo creían, porque
pensaban que te ufanabas…
¿Señalar cada cambio de tono con un sueño y numerarlo? :
SJ era pueblo de secretos antiguos e inexpugnables(esto con lo de los hijos ocultos de Merino y
RE) .

Conjeturas, todo son conjeturas y sospechas, recuerdos mal tejidos, si ella estuviera aquí para
preguntarle…Y mi problema es que toda mi vida me lo eché todo para dentro. Todo me lo
tragué por mi miedo embrutecedor, que me gritaba a los oídos que yo era pequeño, poca
cosa, que yo no era ella y nunca podría serlo…

En alguno de mis sueños una anciana habla de diversidad…Casi enseguida de llegar a la casa
nueva de El Pedregal, Celeste empezó a arrumar cajas en la parte trasera, lo que sería el patio,
un espacio semicuadrado cubierto con una làmina de barro y piedras que acababa en el muro
divisor entre nuestro nuevo hogar y otro de la calle 3 (mi limitado o casi nulo entendimiento
del espacio no me permitía entender esta sucesión numérica disonante)…

Alejandra:… ¡Valeee! Estaba en modo aprendiz de galán…


Para la merienda, Chela me preparaba la lonchera con alguna
arepa rellena de queso y mermelada de guayaba, otras veces era
nantequilla y queso blanco, con un poquito de jamón. Porque yo a
la cantina ni me asomaba. Me daba un pelin de asco. A veces, no sé
por qué, mucho asco. Creo que era por el tumulto de manos con las
uñas negras cogiendo la comida para llevársela a sus bocas de
dientes cariados.
Pequeña burguesía (que en Venezuela, por obra y gracia del boom
petrolero, se había convertido en un émulo de la gran burguesía),…
No se a mi hermano, pero lo que es a mí, mi mamá me pareció
siempre Dios en la tierra. Y esta impresión mía, cuya evidencia en
contrario sólo pude sospechar años después, me convirtió en su
rehén… (desconcentrar el alcance de los elogios a C) 🥵
(en casa de Nerea, el motorizado): Y C calló con una humildad
pocas veces vista en ella… Yo caminaba despacio por el borde de la
vida con la sensación de estar perdiéndome de algo, la vida real,
sin saber definirlo con exactitud… 4to grado: fue como la primera
traición de la que me di cuenta, mi madre parecía avergonzarse de
mí… Tendría que haber escuelas para padres, los nuestros parecían
andar a tientas en esto de educarnos, o peor, se equivocaban
convencidos de que bastaba con alzar la voz y fruncir el ceño…
...Siempre combatí la viscosidad de mis recuerdos… Guerra
Malvinas…yo comprobaba mi hombría tratando de conquista en
forma inapelable a la mujer del narcotraficante, me quería
embarcar en una guerra ficticia, a más de siete mil quilómetros,
cuando era otra la guerra que estaba luchando. No sé si mi madre
pensara entonces en una guerra de largo aliento con su hijo mayor,
pero lo cierto es que en ese preciso instante estaba perdiendo el
control y yo tampoco lo sabía, no sabía que en ese momento, si de
verdad me hubiera ido a la guerra, como lo juzgué posible, hubiera
sido libre de ahí en adelante… Al haberme ocultado mi epilepsia, mi
madre creyó estar protegiéndome...
El día que me cambió la vida (aunque no sé si hablar de cambio, cuando ello
implica que hay un destino y yo no creo en esa idea… ), fue la segunda vez que
estuve a punto de morir...(Mi madre era perfecta: ella ayudándome...y de eso
se enorgullecía ante su público rendido...) que se me antoja de inspiración
más que otra cosa, religiosa… ) yo era completamente ignorante al
respecto. Creemos en el destino (y en la suerte, aun en el azar) para sentir la
tranquilidad de que algo nos gobierna. Fuerzas aun desconocidas guian
nuestro camino en una dirección determinada. Y no nos atrevemos a pensar
que somos capaces de cambiar el rumbo. Y eso, de alguna manera extraña y
contradictoria, nos tranquiliza. Sin embargo, se apoderó de mí la imperiosa
necesidad de saber en qué momento (y lugar) se torció todo.
Principios de la burocracia según Weber
La teoría de la burocracia de Weber distingue 3 principios de

legitimación que permiten distinguir los tipos de dominación:

 Dominación carismática: justificada por las características del líder y

aceptada por los súbditos en función de su fe y en la que, en caso de

surgir una organización administrativa, lo que resulta inestable e

indeterminada.

 Dominación tradicional: legitima el poder del jefe en el pasado y el

estatus heredado y suscita organizaciones administrativas de tipo

patrimonial de tipo feudal en las cuales los "funcionarios" dependen del

jefe y están fuertemente vinculados a él.

 Dominación legal: se asienta en la ley como principio legitimador en

función de su racionalidad y es independiente del líder o jefe que las haga

cumplir.
La burocratización significa prevalencia creciente de un tipo racional y formal

de organización. "Administración burocrática" significa ejercicio del control

basado en el conocimiento (competencia técnica), rasgo que es lo que la hace

específicamente racional.

Esa muchachita no tenía un rostro grácil. Su boca, una línea casi

invisible, su pelo corto, masculino y reseco de tanto lavarselo con

agua y jabón. Embarazada de siete meses, los dos que la separaron

de su parto fueron los que trabajó en mi casa…

Entierro de mi abuela:

Nunca entendí la contradicción aparente de que la gente llorara en

los entierros. Supongo que deberían hacerlos como en Mexico, una

celebración de la vida de la finada y del hecho de que por fin

asciende de plano, dejando atrás este valle de lágrimas…

Atacaba mi plato con saña imprevista (e imprevisible), sus

cubiertos convertidos en tropas de asalto sobre el campo de batalla

de cerámica...

No puedo recordar qué me impulsó a bajar esas escaleras, como si

estuviera bajo hipnosis, y que me detuviera en mi marcha ese

grupo de motorizados con sus novias o prospectos de tales.

Seguramente fue eso mismo, sus chaquetas negras de cuero con


adornos supuestamente sensuales, su brillo al contraluz nocturno,

algo que me atrajo como un imán a un cochecito en miniatura.

Esto puede ir en la escena donde me despido de la niña María, del

restaurante:

Ornitorrinco...si supiera que yo también la analizaba a ella como a

un bicho microscópico...

No solo deseaba los juguetes de mi hermano, los deseaba como un puente a

otras, infinitas posibilidades (su ATARI, INTELLIVISION, colección completa

de BIG JIM, primeras piezas de la colección de camiones TONKA, con visos de

completarse a corto plazo). Creía que, si tenía ese tipo de cosas, en el futuro iría

teniendo otras mejores, más grandes, más caras. Sería una hilera creciente de

posesiones materiales. Lo mismo pensaba de las relaciones. Lo de M no fue solo

la humillación del bofetón, fue el símbolo de un fracaso inicial que me impediría

en el futuro conseguir otras relaciones, alcanzar los peldaños superiores. Y creo

que esa impresión mía se debió a que a todo en la vida le apliqué el esquema

vertical, creciente del sistema escolar. Esa fue, creo yo, la gran metáfora de mi

vida, el sistema educativo.

¿Esto, al final de Alejandra?

Desde lo de Verónica se produjo entre mi madre y yo una sima inabarcable cuyo

destino inexorable no era otro que el de crecer y agravarse. A veces se

producía entre nosotros una especie de tregua sincera, durante la cual yo me

avenía a aceptar su afecto, su imperfecto, molesto, obsesivo afecto, barnizado

por sus constantes declaraciones acerca de mi imprescindibilidad y la de mi

hermano en su vida, en ese orden («Tú y tu hermano lo son todo para mí»). En
ese contexto, se convirtió en una obsesión para mí el meterle el miedo en el

cuerpo, amenazarla, por activa y por pasiva, con que en cualquier momento me

largaba y la dejaba con dos palmos de narices y así fue como estalló la Guerra de

las Malvinas y se convirtió en un episodio más de mi estúpida guerra de nervios

en su contra. Había leído en la prensa que el ministerio de Defensa de Venezuela

facilitaba el trámite a quienes quisieran reclutarse en apoyo a la causa argentina

(defender las islas de la agresión colonial de la potencia

extracontinental...enlazar esto con clave TIAR...)

Ya casi llegando a Caracas, se formó una caravana inmensa, al

parecer, un camión gigantesco, gandolas les llamamos, se había

volcado obstruyendo el paso con su carga y, como en un sueño

erótico, un hombre rubio, bigote poblado, casco de obrero, rodeada

su cintura con un cinturón grueso de cuero marrón, salió a ordenar

el tráfico, ante la ausencia de la autoridad competente. No le perdí

pie ni pisada, hasta que desapareció tan repentinamente como había

aparecido en su nube de polvo y asfalto.

Visita de mi mamá a Mérida (Esta escena, sobre nuestra

comunicación telepática, la eliminé. Reponerla en otro lugar): Ese

día guardé en el congelador la comida que no nos habíamos

comido...(10.1.2022)

Mi madre desnuda...los pies de mi mamá no me atraían

especialmente. Eran femeninos, normalitos y hasta algo rellenitos,

anchos me parece, con el dedo gordo robusto, ancho también y la

cutícula de la uña gruesa, como una plataforma de clavados en


miniatura pero no tanto, en una reducción proporcional; así me la

imaginaba ...

Inicio alternativo:

Hasta que me lo recomendó Magüicha, mi segunda sicóloga, no se

me había ocurrido escribir mi vida en forma de novela, o de cuento

siquiera. Me gusta mucho leer; desde pequeño. Por eso me atrajo la

idea, o al menos no me espantó, al relacionarla de inmediato con ese

mundo fantástico que siempre ha sido para mí el de los libros y sus

historias, de verme inmerso entre cientos de hojas, quizás detrás de

la vieja Olivetti de mi padre, tecleando como tantas veces vi a tantos

personajes de ficción. Después de años como paciente ( o «cliente»,

según sea el enfoque (¿Enfoque de qué tipo?) adoptado), aprendí la

diferencia entre las distintas escuelas sicoterapéuticas. Me resistí

heroicamente a ser sicoanalizado mientras dormía, pero esa

resistencia cayó hecha añicos cuando no vi más remedio que

rendirme a los designios de cualquiera que mostrara un mínimo

interés por mi mínima persona de vidrio. Y, si al principio me costó

echar afuera todo lo que me oprimía el abdomen, sobre todo en su

centro, después aquello fue coser y cantar, como si estuviera en un

ensayo de mi grupo de teatro, donde a veces cantaba, pero no

cosía(…). La mente es como un túnel sin luz. O mejor, como una

cueva escondida en lo más hondo de una montaña, de donde no

sabes qué puede salir o si lo que sale te puede matar de un susto. De

ahí nuestra comprensible resistencia al psicoanálisis, a la

sicoterapia, para ser más preciso. No se trata del prejuicio de que


nos traten como locos, porque, al fin y al cabo, lo que pasa en la

terapia, se queda en la terapia y eso lo sabemos todos, o al menos, lo

intuimos, al comprender perfectamente la utilidad de la Deontología

de cualquier disciplina/profesión, máxime cualquiera que tenga que

ver con la salud. Pero esta historia no va de sicoterapia, sino de todo

lo que pasa antes...

Me quedé de piedra. Me estremecí hasta los tuétanos (o hasta mis

cojones, da igual). Me había quedado sin palabras para explicarme a

mí mismo, para entender la entidad y trascendencia de lo que me

contaba Marcelo con su voz suave, arrullándome. Imaginarme

esbirros en sus gabardinas negras, no importa el clima tropical de

Caracas, así de caótica es la imaginación, montando guardia,

esperando la salida o entrada de Francis, cogiéndole violentamente

de un brazo, amenazándole, imprecándole, burlándose de él como se

hubieran podido burlar de mí, como se habían burlado de mí toda la

vida, impunemente, sabidos de su poder omnímodo, de su ventaja

tramposa, me produjo un ataque de pánico incontrolable; su cuerpo

pateado, magullado, su rostro de mármol hecho jirones

sanguinolentos, hematomas, su rostro deforme por el desprecio

indolente, la violencia disfrutada como acto sexual. Llanto, odio,

miedo, mariposas en el estómago, ganas de romperme la garganta

gritando, a la vez que lo destrozaba todo a mi paso, que salía a la calle

armado de una Kalashnikov y la emprendía a intentar acabar con el mundo, con

el odio, con la soberbia y deshacerme en vómitos cubiertos de vísceras, de bilis

amarillenta, bilis verde, negra. En lugar de todo eso no hice más que marearme;
una nube gris se apoderó de mi consciencia y me produjo un vahído, giros de

luces ora opacas, ora estroboscópicas y brillantes, tanto que en un momento

dado me enceguecieron y, con el estómago oprimido, cayó mi mejilla

derecha sobre la mesa. «Ella»...atiné a balbucear, lo cual atajó

Marcelo, indignación contenida sólo por su afecto hacia mí y por

saberme inocente de todo lo que él y no yo sabía que había pasado

entre Celeste y Francis, todo lo que ella fue capaz de hacer, de

cometer, para alejarlo de mí. Las náuseas cogieron forma visible

por fin, dando paso a unos temblores incontrolables, los ojos

repentinamente enrojecidos y partidos en miles de cristales

diminutos, una cascada sinuosa, mezcla de fatiga y de pena.

Sí, JR, ella fue capaz de todo aquello por ti, por no perderte, por no

perder su razón de ser

Mi padre, helados, pagamos: con ese acto solidario, mi padre se ganó

el perdón que no sé si hubiera necesitado alguna vez de mi parte...

Me gustaba compartir el cuarto con mi hermano. Me gustaba su

compañía y trataba de no despertarlo con mis sollozos debidos a las

imágenes de demonios rojos que envolvían nuestra habitación desde

el techo, en remolinos rojos e informes…

El puño… por esos días deseaba más que nunca la muerte sobre la

vida. Esta (la vida) me había parecido siempre incomprensible,

intratable…

Celeste disfrutaba en particular aquellas visitas a otras familias con

hijos, preferiblemente más de uno, uno solo era algo triste, no


deseable del todo, las mismas que yo despreciaba como esfuerzos

inútiles de aparentar una normalidad que nunca sería nuestra.

(8.1.2022)

He comenzado a apreciar el valor de la repetición…

Foto del matrimonio de mis padres: su sonrisa de Monalisa (la de mi

padre), con un dejo de cinismo, de (satisfacción por el) objetivo

conseguido...

Alejandra:...ese papi, dicho con sorna cada vez menos disimulada,

me sacaba de quicio, me provocaba tragármela viva...Y quizás fue

eso lo que pasó, que me la tragué sin darme cuenta...

La hija sostiene a su no tan anciana madre por los sobacos, ya que

ella no puede o no quiere andar por sí sola. Adora a su nieto mayor,

lo besa, lo abraza, trata de acariciarlo con sus arrugas transparentes,

se disgusta por su rechazo. El niño llora, no entiende, se abruma, se

preocupa por ella. A los niños les hace falta una mascota, adoptan un

perro de la calle, lo llaman Canelo. Creen que podría ser de ayuda

con la abuela, ya casi ausente del todo. A ella no le agrada, lo

rechaza, lo ahuyenta, lo persigue con un palo. No lo tolera. Dicen

que el Alzheimer saca la verdadera naturaleza de las personas

antes de la enfermedad. Si habían sido tranquilas, lo seguirán

siendo, aun con mayor denuedo y compromiso, con el silencio y el

vacío. Lo contrario, se exacerba igualmente y pone al límite los

nervios, la tolerancia, el amor. Viéndola, uno se pregunta si la

locura funciona a plazos imperceptibles pero inevitables. El


deterioro progresivo e irremediable de la abuela coincidió con la

muerte del país. La gran peste lo pilló bajo una narco dictadura

comunista que acabó con todo con lo que se podía acabar, que lo

destruyó hasta sus cimientos. Los países sí mueren. Ese es tanto un

epitafio como una moraleja.

Wanda (figurantes...): Litros inacabables de whisky doce años

hacían prolongar la fiesta hasta el amanecer y nos topábamos con la

luz del día que nos encandilaba y nos arrullaba a la vez.

Fuerzas de policía. Fuerzas de seguridad del Estado. Fuerzas

integrativas, fuerzas de paz…

Los recuerdos se fueron convirtiendo en fantasmas, espíritus

errantes a los que fui poniendo un rostro, un gesto u otro…

Primero fui el hijo de la profe. Después fui el hijo de la doctora

Andrónico y después de eso, me convertí en un fantasma que huía

de otros fantasmas… Epílogo: Ella murió en vida, sin saber que

había muerto y sin que le importara gran cosa. Ni siquiera es

capaz de apreciar el hecho de estar (biológicamente) viva, que

fuera su mayor interés o preocuopación durante tanto tiempo...

Espíritu lisiado (aunque físicamente es imposible la existencia de

espíritus lisiados, metafísicamente no lo es… esto en versión

humorística)

Los Andrónico F son en apariencia una familia unida. Esta unión

se resquebraja cuando se descubre la condición gay de su hijo

mayor.
¿Dónde va esto?:...

Y no se porqué sólo dos cosas recuerdo de mi calle, el obeso pino

de la casa contigua y una piedrita color burdeos, rodeada de otras

de diferentes colores. Ha de ser porque esa era la única de ese

color, rodeada del asfalto negro, sin esperanza, oprimida…

El ansia protectora sobrepasó lo debido... El silencio de la noche me

invitó a filosofar impunemente, con el guion impuesto por el caos de mi

mente febril...Ornitorrinco: ¿seguía siendo un animal bajo un

microscopio? El deseo...el budismo, si lo hubiera conocido entonces, si lo

hubiera practicado fielmente, tanto como practiqué la antigua religión, la

obediencia debida, impuesta, autoimpuesta y aceptada como algo ineludible,

como la norma suprema, más alla de consideraciones éticas, más bien

costumbrismo banal, tradición ciega, su autoridad volcánica, magmática,

magnética, recuerdos y sueños yuxtapuestos, sobrepuestos entre sí,

imantados sin orden ni razón, ¿cómo sales así a la vida? ¿Cómo te enfrentas

a la realidad sin saber quién eres, sin saber lo que quieres? Sé lo que quiero,

¿lo sé en verdad? Entonces no quiero saberlo, no hubiera querido saberlo

hasta ese punto del deseo, de la voluntad propia, es anatema, el libre

albedrío, es una ilusión fatua, inútil, contraproducente y alienante, te

confunde, te pierde...Celeste recibió a Alejandra con los brazos abiertos,

¿qué pensaba? Se puso en guardia, nunca dejaría de estarlo,

alerta, desconfiada, cavilante, el cordón umbilical es un nexo

indestructible...

...como el furúnculo animoso que se desprecia a sí mismo, por su conducta,

por lo que hizo o no hizo...Yo vivía en un Delirium tremens continuo que me


provocaba imágenes pavorosas, un ruido incesante, vulgar, cotidiano en

vigilia, en sueños recogidos y amalgamados...

…Quería a Pedro Luis como al hermano mayor que no tuve ni

tendría. Quería su sonrisa de maiz blanco en mi vida. Discreta,

ingenua, blanca. En esos momentos lo creía así. Después supe de

mi habilidad de hacer perdurar los recuerdos, todos, aun los que

debí olvidar una vez vividos y pasados a ese almacén intrincado

que llamamos memoria… No sé si esa fue la primera vez que lo

pensé así, o la segunda o la tercera, pero a partir de entonces me

asumí el superfluo director de una gran película, o telenovela, que

era lo que más me gustara por aquellos días y al resto de mortales

como figurantes, los protagonistas éramos, qué duda cabe, mi

madre Celeste y yo. En una versión extendida de este elenco,

añadía a veces a mi hermano Leo y más como contrafigura, a mi

padre, José Román Andrónico…

Tengo, desde que puedo recordar, un gusto patológico por la

exageración. Y no exagero, puesto que hube de pasar por lo peor

que se pueda pasar. Así como no exagero cuando digo que bastan

(hacen falta) dos palabras para enunciar la más importante

religión que he profesado en mi vida mi madre. Ella lo fue todo

pars mí… Y hablando de religión, mi tía GA fue siempre una

mujer muy devota… Siempre fui generoso en mi visión de las

personas, no sé si a causa de que …mis pensamientos son como

esa lluvia de la que no se debe hablar…


Aquí va el paseo por la casa nueva del Pedregal (y mi confesión a

mi hermano-números favoritos:

Estaba tan disociado de esta realidad que fue mi hermano Leíto

(después sería simplemente “Leonardo”) el que me hiciera saber

que mi abuela no era mi abuela, no lo era al menos por sangre…

¿Qué motiva a JR junior?

La empatía

El misticismo elucubrante del cual no pude evitar hacerme

portavoz…me llevó por derroteros allende las lágrimas… 3.1.2022

Probar versión en la que mi primera visita a Ccs (había sido) va

después de ruptura con Francis

Mis expectativas siempre se salían de la realidad, quizás porque

venía de otro mundo...(3.1.2022)

Mi madre era la maestra. Había otras maestras, pero ninguna como ella. De

hecho, fue mi maestra en cuarto grado, aunque tenía mucho cuidado en

que eso no se supiera. Yo supuestamente era uno más de sus alumnos.

En tren a Viena, la mirada se cruza, como entre dos enamorados y vuelve a

ocurrir una transmisión de pensamiento…2. 1.2022

Sorete… insistentes repeticiones de palabras malhabladas daban inútil

cuenta de su desazón, como arando en el mar.

Mi tía Gracia Angélica hizo de su nombre de pila su enseña…Ver la gean

capital con sus propios ojitos nerviosos era un sueño cumplido. A partir

de ahí todo sería posible,… Salieron a navegar las luces de neón que de
inmediato le encandilaron con su diversa maravilla. Me sentía en

Metropolis, mi mejor versión, colorida (multicolor),… Qué mejor

medicina que el contacto directo a tierra.

Ornitorrinco: el juicio cautelar de ella que provocara la mención del

extraordinario animal no supuso en él la debida atención. En cambio, se

la tomó como un escarceo que más bien denotaba interés desmesurado,

oportuno y coincidente con sus expectativas. Él siempre había

exacerbado cualquier demostración ajena de interés y por ello esta vez

trató de no sacar de quicio sus expectativas, a pesar de la obviedad

inocultable…La primera vez que lo hicimos ella no quiso besos...

Después, cuando ella se va:.. Nadie se va de su casa porque quiere, no en

soledad y secreto…el descenso de la armonía había sido progresivo, así

que es inútil buscar una causa única explicativa…

Oliveros: promontorios de plata contra valles lampiños…

Francis/despedida:El ambiente premonitorio hacía innecesaria cualquier

nota explicativa y sin embargo, la piel bullía inquieta en busca de lo suyo.

P y A: Algún tiempo después entendí que P y A era yo, que yo era P y A, al

mismo tiempo. Que podría haber sido cualquiera de los dos pero en

cambio fui ambos simultáneamente, lo he sido siempre y más en algunos

momentos que en otros…

(El puño sobre la mesa)… Mucho antes de la infausta noticia sobre Francis

Edmundo había dejado de machacarme con su recuerdo. Pero el impacto

de la sorpresa fue tal, que me condujo al pasado por un hoyo de gusano


inevitable. Mi bifurcación interna dio paso a un muro de contención, a

una pared de fuego frente a cualquier situación o persona con

posibilidades de riesgo: la indiferencia, o al menos su impostura. Cuando

me di cuenta de que estaba viviendo/vivía a medias, reaccioné. ¿Qué me

hizo reaccionar? Quizás fue una ironía de la vida, un mensaje subliminal,

uno de esos cuyo significado siempre me he empeñado en descifrar a

partir de una frase, un gesto, de una mirada, aunque sea ésta vacía, sin

dobles intenciones que yo viera sin estar ahí, que yo imaginara por

vanidad, por necesidades mías, necesidades inconfesables, vergonzosas

por pueriles, o por mi necesidad inútil de ocultar lo inconfesable, esa caja

de Pandora horrible, tiránica, múltiple que me agobia desde que soy

capaz de entender y observar. Pero Marcelo volvía a poner ni mundo de

revés, a desenterrar el hacha, a eso me estaba conduciendo su relato leal,

porque la lealtad a veces te ha de herir cuando cumple con su deber de

hablarte con la verdad y no otra cosa, no con palabras complacientes, las

que tú preferirías oir vanas, vacías, insinceras…

Lalo, iglesia: una metamorfosis barroca pero casi payasesca me provoqué en

esa iglesia que parecía un teatro dieciochesco (del settecento). Y así de

repente, sin quererlo ni opinarlo, más bien sin sentirlo, un espasmo dio

pie a otro y a otro, y, como en un bodevil de pueblo de mala muerte, caí al

suelo sacro sin contemplar el lugar donde nos encontrábamos…

Después del vulgar teatrillo, producto del pecado que en el Purgatorio cose la

ceguera, castigo dantesco y subliminal, sino del que te conduce directo a

la séptima paila…,
Lo que al principio fue temor no reverencial, devino como por arte de

incienso decepción plúmbea, monocromática, aunque algo

tranquilizadora (o acompañada de una tranquilidad amorfa).

(que produce costura de ceguera, una ceguera cosida con mimo; cau

(costurero: la envidia, en la DC, se castiga cosiendole los ojos al

envidioso),…

(Después, en regreso de Suecia: un general romano desplazado de los

privilegios que siempre creyó merecer: otra causa de su ira contra su

hermano).

Helados con papá:

En ese momento me arrepentí, quise echar atrás el tiempo, como si en

verdad fuera eso posible, pero no, no lo era, no con mi padre.

Cuando su padre le pega a Bruno: el miedo que asusta, el miedo que

persigue, que se trasmuta en violencia dolorosa y grave, aunque se

muestre estridente en su malformación.

¿Dónde va esto? 🥵 La certeza inevitable de la no existencia, de la perennidad

de la nada…

La vana esperanza reapareció en la forma del rictus sonriente de Bruno, como invitándolo

nuevamente a practicar su juego secreto…(25.12.21)

Juguetes: objetos lúdicos, inútiles con el tiempo,…

¿Pongo escenas de mi madre en La Villa, siendo acechada por mi padre,

después de la promesa de éste en el bar? 🥵


1. ..Imágenes que me hicieron su rehén por mucho tiempo. Cristo

en la cruz (y el ladrón bueno, cuya imagen a lo Tom de Finlandia

ha sido para mí un recuerdo imborrable), Icaro (unirlo con la

escena de la conversa con la psi, donde el prota le habla de sus

traumas) acercándose mortalmente al sol (¿entendía ya la

muerte como el final sin retorno?).. Las diferentes adquisiciones

lúdicas en favor de mi hermano que no mío, que provocaban en

mí resentimiento aviado (juguetes: excusas para el desagravio

urgente, o más bien para la autoflagelación constante). La

imaginación es el ojo que todo lo ve (que se estira y se encoge,

que hace acrobacias imposibles y se revuelve sobre sí mismo en

su forma gasífera, como de hielo seco, como plúmbeo manto

derretido) … ¡Si tan solo en esos momentos de llanto hubiera

aprendido del bueno de Job! (en esos momentos de reflexión

ausente, la Medusa hacía su aparición, disfrazada de Sibila,

simulando ser la calma retornada).

2. Bruno fue el primero en traicionarme por plegarse a la mayoría

(techo tejalit de Lily)

3. Ubicar la matrioshka en la oficina de mi padre… (¿Dónde va

AMADEUS, de Milos Forman, con su risa estridente, afeminada

(¿¿sugería Forman que Mozart pudo haber sido homosexual?...


nuestra calle era una cremallera que acababa en una bombilla

opaca

4. , una lupa gigante que atestiguaba/atestiguó por muchos años y

en silencio nuestras idas y venidas (como por arte de una

transmutación taumatúrgica, era el JR niño el que hablaba, sin

vergüenza alguna o libre de vergüenza) ... Agregar que la

rotonda del Pedregal era como una lupa gigante...A esa lupa me

la imaginaba yo escudriñando nuestros secretos más profundos,

sostenida por el dedo horrible de Juno, en forma de gancho,

recorrido en su breve totalidad por su cicatriz quirúrgica de

causas desconocidas.

5. Agregar en VEronica linea sobre lo peligroso de la situación con

ella y quizás buscar comparación con escena de burdel con Pablo

(burdel mustio, mujeres mustias, yo no podía, no me podía

permitir tal escándalo)…

6. Mejorar Alejandra.

7. ¿Agregar párrafo7idea sobre la relación con mi padre , y mi

reclamo hacia él por sus supuestos maltratos antiguos contra mi

madre, que yo no atestigüé, cuando me entero de su muerte,

durante mi estada en Suecia, donde pasé el año que tenía previsto


pasar, a pesar de 0su muerte y de que mi hija se había quedado al

cuidado de mi madre?:

8. A mi llegada a la residencia tenía n más un mensaje de mi madre.

Me preocupé sin tener ni la más remota idea del motivo de su

insistencia. Decidí ignorarla y como era viernes, me fui con mis

dos compañeras de piso a cumplir con nuestro ritual de los fines de

semana: beber como tres cosacos en Siberia hasta que la primera

luz del día que, como era otoño (yo terminaría el máster en

diciembre), nos honraría con su presencia no antes de las ocho de

la mañana. Le devolví sus llamadas por la noche de Escania,

cuando en SC serían las cinco de la tarde y ella estaría ya en casa,

ama y señora. «Hijo mío de mi alma, tu padre nos ha dejado,

tienes que regresar de inmediato», me soltó en un grito dramático

que se me antojó hasta exagerado. Me quedé pensando la

respuesta (o más bien me quedé pensando cómo reaccionar,

recordando, no sé por qué, el entierro de mi abuela), y me vino a la

mente el abrazo de mi tía Lorenza, su abrazo sincero y generoso.

Pues tengo que decirte, madre, que no puedo ir. No puedo

retirarme del máster, así como así. Perdería, perderíamos todo

nuestro esfuerzo, le respondí firme, como para que no le quedara

duda alguna de mi decisión de quedarme en Suecia hasta cumplir

con mi meta. Pero tu hija te necesita. Eso ya lo habíamos previsto


cuando me vine, mamá, bajé la formalidad del trato. Pero te

tienes que venir, ¿No puedes posponer y acabar lo que te falte,

después de despedirnos de tu padre? (usó el verbo «despedirnos»

dado que no sabía aún cuál sería el destino de los restos de mi

padre, si la incineración o el entierro, él creo que había optado por

la primera, que fue la que finalmente se dio). Y yo, aún hoy, no

acabo de entender por qué no quise acompañar a mi familia, mi

madre y mi hermano, en un momento tan doloroso. Creo que fue

por temor a mi propio dolor, o a la falta de él, a su ausencia

inexplicable. A la obviedad de mi indiferencia. Eso, aún hoy, no lo

he podido saber.

9. Llegar de Suecia y encontrarme en estado de ocupación por

potencias foráneas. Es decir, mi hermano y su novia de turno, una sicópata

redomada, en el que desde algún momento indeterminado fuera mi cuarto;

haciendo vida de pareja. Hasta habían sacado la cuna de mi hija y la

habían metido en el cuarto de mi madre, como un mueble más. El

desalojo no fue inmediato porque según ellos, yo podía dormir con mi madre y

con mi hija, en la cama de aquella. Nos mudamos mi hija y yo al cuarto trasero,

que hubiera sido territorio de Leo durante algunos años de entente. Y después

vino lo peor. El ambiente se caldeó. Sus idas y venidas, su agenda apretadísima

de compromisos ineludibles entre su pareja sicópata (una chica que años después

sería condenada por secuestro y homicidio) y la mejor amiga de esta, la tercera

en discordia en esa relación disfuncional e irrespetada, hicieron que llegáramos a


las manos en un episodio público y notorio, en el garaje abierto de casa, a plena

luz del día, para mayor oprobio de Celeste.

10. El ambiente se caldeó. Sus idas y venidas, su agenda apretadísima de

compromisos ineludibles entre su pareja sicópata (una chica que años después

sería condenada por secuestro y homicidio) y la mejor amiga de esta, la tercera

en discordia en esa relación disfuncional e irrespetada, hicieron que llegáramos a

las manos en un episodio público y notorio, en el garaje abierto de casa, a plena

luz del día, para mayor oprobio de Celeste.

11. (Aquí situar conflicto o discusión entre los dos en la que Mi

hermano me reclama no haber estado para el funeral de nuestro

padre: «sólo piensas en ti», me espetó mi hermano a voz en cuello

(no había otra forma de decirlo) y yo me sentí culpable, claro

que me sentí culpable, pero ya no podía hacer mucho por

reparar esa falta y de hecho ese momento de culpa inevitable me

duró demasiado poco para lo que debió ser, para lo que debió

haber sido, pero ya se sabe, esta vida no es perfecta, nadie es

perfecto y las oportunidades perdidas no son más que eso. Los

lamentos caen en un vacío infinito y lo único que nos queda es

aprender de nuestros errores, de nuestras faltas y aun de

nuestros olvidos.

12. La ira combina la indignación con la culpa y la impotencia. Por eso se vuelve

incontenible, por ese cóctel maldito de sentimientos cultivados durante tanto

tiempo. Y explota. Pero eso no nos separó. Más bien nos acercó más, si cabe. La
relación con mi hermano, como en todas las historias familiares, pasó por sus

más y sus menos. A pesar de nuestras diferencias, que estallaron sobre todo en

esa época en la que vives un torbellino hormonal y te quieres comer el mundo a

bocados, el sentimiento fundamental entre nosotros prevaleció. Quizá fue ese

orgullo de estirpe, el apellido en común, lo que nos unió indisolublemente.

Quizá fueron los mensajes de amor familiar y de unión fraternal «ustedes son

sólo los dos, por lo tanto no cuentan con más nadie; nadie les querrá tanto como

quien tiene su propia sangre», de nuestra madre Celeste, lo que permeó nuestro

ser y nuestra existencia. Eso creo que lo supimos siempre. Del distanciamiento

natural e inevitable que se produce entre los hermanos, por muy unidos que

sean, al formar cada uno su propia familia, puedo dar fe con tranquilidad pues

fue un hiato, una pausa en nuestra cercanía poderosa, inevitable, indisoluble. A

mi llegada mi hermano había ocupado mi cuarto con su pareja de

turno. Muerto mi padre de esa forma inesperada, surgió un

conflicto territorial que no podía ser otra cosa sino igualmente

inesperado. Llego a mi casa, a la que había sido mi casa, la de mi

familia por tantos años, llego a mi cuarto y me lo encuentro

ocupado por mi hermano y su pareja de turno (buscar texto

original e integrarlo).

13. Verónica :

Sólo por mi insistencia casi febril, acompañada de mi

advertencia no del todo descartable de que la experiencia sería

una buena oportunidad de rescate de la unidad familiar,


conjurando un más que probable riesgo de divorcio y separación

definitiva entre mis padres, mi hermano se avino a

acompañarnos en la excursión rural, artistica, lúdica y sobretodo

familiar de ese domingo tenue.Ese día caía una lluvia indecisa,

tímida, acompañada por un sol que luchaba con ella por hacerse

del dominio absoluto de la escena y el hecho de que tuviéramos a

nuestra disposición la Wagoner de mi padre me hacía sentir

tranquilo, como si nada malo pudiera afectarme...No importaba

la sencillez del paisaje montaraz pues era la promesa de otro

ambiente más suntuoso, el del club privado que nos haría sentir

una ilusión compartida, la de pertenecer a la cima de la

estratificación social, émulos reales de los protagonistas de

Falcon Crest. (24.12.21)

la mirada de ella surgía hacia él tranquila, como si conociera el

devenir de las cosas (su destino manifiesto en las señales

inconfundibles). Él, en cambio (a su vez), creía que salvándola a

ella se salvaría él, de su destino manifiesto...de su pelo

perfectamente teñido de rubio, (como si no hubiera un color más

bonito, atractivo, sensual) surgía un llamado salvaje e irresistible a

causa de la revolución feromónica bípeda que causó... en la forma

de un amanecer invernal. … en el club: ya había comenzado a


sentirme normal, que había sido mi aspiración más sentida hasta

ese momento…

en el arcen: autoimagen aún frágil, inseguridad promovida por mi

pasado de escarabajo ciego. Recordaba de repente el rictus severo de

Clemencia, la nani, recordándome que yo no era un triunfador, que no

necesariamente mis palabras, mis poses calculadas la iban a

conquistar, que yo no era el galán de moda, sino más bien la gigantesca

y timida, apocada y precozmente ancianizada hermanita menor de

Clemencia, Mercedes…

reciente…Francis: La profilaxis tenía doble motivo…mis ojos muertos,

mudos, (oblicuos).

Francis: iglesia/lluvia ...(iglesia y lluvia), por un momento me sentí

ridículo, y recordé con claridad la de veces que vi esa misma escena en

alguna telenovela (seguramente Esmeralda, protagonizada por Lupita

Ferrer y José Bardina, que luego fuera reeditada o versionada como

Topacio, con Grecia Colmenares). Entonces me reí, me reí de mí

mismo, casi me traiciono...(19-12-21).

Alejandra:… ironía del destino que se conocieran en una clase de

teatro, no hay mejor lugar para disimular la mentira…


Andrea: Advertencia: Este podría ser sin duda el peor capítulo de esta

historia. ¿Porqué? Porque no hay conflicto. O, siendo descarnadamente

sincero, prefiero dejar el conflicto para otro momento. Pero igual lo

contaré, pues me veo obligado a contarlo por un simple sentido de

coherencia. Conmigo mismo, con él y con esta historia.

Esto va después de “internet”: ¿Qué buscaba? En realidad, eso no

importa. Lo que importa es lo que encontró sin buscarlo. Sin saber

siquiera que lo buscaba…o sí, si buscaba algo muy determinado y

concreto y por eso, cuando conozco a Andrea, cuando lo vi por primera

vez sin sus gafas de ejecutivo atareado pero sereno, lo primero que pensé,

no, más bien sentí, fue una urgencia feroz de que lo vieran Darwin

(Edwuing) y Marcelo, que me dijeran con asombro ¡pero si es clavado a

Francis/Edmundo! No otra cosa sentí con mayor urgencia…

Clemencia (la nani….

A veces basta con la sola suposición del desdén para insuflar fuego en

el espíritu. Una mirada desdeñosa, despreciativa, aun indiferente, dada

en un momento determinado, o a lo largo de los años, varias actitudes

similares, complementarias, que conforman entre ellas un discurso,

una actitud única, pétrea e impertérrita, llaman a la desazón, a la

inquietud por gustar o no, por recibir la aceptación o el rechazo, hasta


el desprecio sin disimulo, sin aspavientos, tranquilo…pensó...o

recordó...

Oliveros:

Ahora pienso si no se burlaría de mi, si no pensaría este pendejo, se

cree que está en una de esas pelis de media tarde, que fueran estrenadas

mil años ha y que sólo se ven abuelas solitarias y gente desesperada, o

demasiado deprimida como para moverse de la pantalla del televisor, que

no comen o comen más de la cuenta…Kavafis fue un invitado oportuno y

clandestino.

Francis… :…

Sus pies, sus pies marmoreos. Abanicos que aletean como mariposas

furibundas, a punto de morir con un suspiro inaudible…

4to grado:… no estuve para nada de acuerdo con ese dictamen

absurdo de mi madre. Quería ser reconocido, alabado, elogiado y

adulado como el hijo de la maestra… Pacheco y Aguilar, uno, el miedo

propio, el otro, el temor ajeno, ese que se disfraza y grita pero no de

miedo, sino lo contrario, lo contrario confundido en neologismos

equívocos, que se bifurcan, se amalgaman y se esconden en un subtexto

incomprensible, como en un lenguaje críptico, esotérico, que no dice lo

que debería, sino que lo deja en el aire, listo para ser supuesto,

imaginado…
Mi padre… (una escena más que improbable, pero profundamente

acariciada)… Después de escena helados con mi papá: entonces suoe

que su desesperación lejana sí había sido real, sentida…

… No tenía llave de la casa desde adolescente no la tenía y porque

ahora no la necesitaba al vivir en Mérida…

...regreso a SC, después de ruptura, perdió la capacidad comunicativa,

pensaba y creía que había dicho cualquier cosa que hubiera pensado y

no, sólo hablaba consigo mismo. A veces dejaba a su interlocutor con la

palabra en la boca. Se despide sin más, sin venir a cuento. Fenobarbital

con las tres comidas, aunque ya no hubiera necesidad. Fenobarbital de

docientos miligramos con whisky, con vodka, con ron y Pepsi, a veces

sin Pepsi.

A ella le gusta que la imiten, que la sigan como a un ejemplo, un

liderazgo ineludible. De ahí que yo pensara hasta cierto punto (hasta

que la confrontación entre nosotros fue inevitable) que ella era

perfecta, infalible, dios en la tierra….

Las malas decisiones son las más fáciles de tomar, aun en las cuestiones

más importantes,,,.¿En qué punto me equivoqué con F?

Ya está, ya lo he dicho, me lo he dicho como dictando sentencia. La

consecuencia de mi estupidez, de mi estolidez es esa, la dependencia

absoluta, la servidumbre moral y sicológica ante ella, ante aquella cuyo


nombre no quiero pronunciar porque decirlo confirma mi derrota, mi

servidumbre antigua y perenne…Si algo he de aprender de todo esto,

si algo he aprendido, es que nace uno solo y muere solo. No hay

compañía, no hay consuelo en el sueño eterno. Y aun así, te ofrece una

última posibilidad de inconciencia que no es desdeñable.

Juguetes… (no sé porqué pienso ahora en eso, sí lo sé, porque hago

cuentas de los agravios, hasta de los mínimos y más leves, y salen todos

en tromba a relucir su feo rostro, su rictus amargo.

Pag 462 (Andrea, final) :sentía una necesidad fisiológica (pero también

estratégica, por el bien de su relación a largo plazo) de contarle todo a

Celeste (poner antes que C demandaba sinceridad plena, transparencia

absoluta de su hijo sobre todo en lo que respecta a su vida sexual …

Anabelle:

Celeste tenía la sincera esperanza de que el viaje a Europa llevara

definitivamente, o por un largo período, dada la capacidad de

agradecimiento de JR, o su compulsión por eternizar el

agradecimiento, a su redil. Su redil, o su camada. No fue así.

Después de Ich liebe dich… :

Pocas veces hay una capitulación que demuestre con tanta

contundencia la derrota padecida. Francis/Edmundo también se


entregó a la derrota. Pero por otras razones, más realistas, menos

poéticas o infantiles (o prosaicas) que las de su amante inexperto.

Edmundo tenía un hermano siete años más joven que él mismo y de

alguna extraña manera, u obvia, ya que no es del todo descartable que

su padre lo hubiera amenazado con el ostracismo, Francis también

cedió de manera tal que el balance final no le fuera del todo

desfavorable, el de una pérdida absoluta, dado que, en lo que a las

relaciones familiares trata (atañe), quien menos apoyos recibe es quien

más tiene que perder. Y en su caso particular se trataba de no perder,

por completo y definitivamente, a su hermano. Le tocó elegir y en ese

momento, eligió lo permanente, lo conocido, lo más fácilmente

reconocible. Eligió su historia. Eligió su propia sangre.

(Pipo)… con quien intenté, años después y años ha, acercamientos

impropios

Agregar este paréntesis a represa/mirada:

Había vuelto a mi rol de ujier, paje, escolta oficial de mi madre (y

había vuelto mi temor a permanecer en él).


A Oliveros lo conoció mi madre en una cena del partido a las que tanto

le gustaba asistir como miembro, más bien miembra del Comité de

Damas. Se fueron sucediendo invitaciones cruzadas, a las que asistían

inevitables amigos comunes y así fueron intimando cada vez más hasta

que ocurrió lo del allanamiento. Ahí estaba él junto al juez, padre de

G, la amiga de mi madre y desde entonces, y después de tres años

viéndose, acostándose, ella lo despachó con un rictus de asco en su cara

transformada, envejecida, vencida y ya no tan dispuesta a mostrarse

con la misma altivez, como esa Nefertiti moderna, autárquica y

resuelta que había sido hasta entonces.

(SJ): viejos cajones que guardan secretos a la espera de ser

descubiertos…

… Lo rescató el poeta Decker, en parte, porque en parte se hundió, se

ahogó en un maremagnum de dudas y mentiras. Por ejemplo, ¿Cómo

consiguió Celeste los recipes malditos? 🥵 El olvido es el castigo, el peor

castigo, y recordó al ladrón que avanzaba a palos, palos policiales y se

dijo no hay peor abuso que la mentira, pensó, pensó triste, con una

tristeza larga, con una tristeza atenuada por el tiempo y el perdón..

(¿esto en escena final? )…

Nueve pastillas (recipes descubiertos: C no siguió las instrucciones de

GL, sino que consiguió recipes falsos, o sobornó, o robó ella misma las
medicinas sobrantes, quizás las tomó de algún allanamiento en el que

participó… fue Eybar el que, se las dio, sin saber para qué, pero como

devolución de un favor: ella, Celeste, le consiguió trabajo en el HC… al

menos, esta fue la sospecha que asaltó a JR, cuando trataba de buscar

alguna lógica a todo lo que había pasado.. (A veces es imposible ver el

barro que se oculta bajo la hierba alta, y mucho más dificil es ver los

bichos que se esconden y se deslizan por ahí/ en ese medio oscuro,

invisible a simple vista)…

La mirada de la nani:… sentía que con esa mirada vertical, con ese

trato cruel y oblicuo, quería decirme algo, demostrarme algo

inconfesable, no en casa de mi abuela, que era siempre por esos dias,

cada año en diciembre o cuando estuviera yo ahí, mi casa y no la suya,

de Clemencia, la inclemente.

No me drogué por miedo, por pereza, porque tal era mi negligencia, mi

dejadez, que no tuve la fuerza suficiente para salir de mi cueva, salir a

lo desconocido y proveerme de ese escape. También por orgullo, por

soberbia, porque no me imaginaba caer en lo que tanto había criticado

durante tanto tiempo. Yo a los adictos a cualquier droga dura, seca, los

desprecié siempre. Me burlé de ellos, de su debilidad ante la tentación

de obnubilarse con polvos, inhalando, no bebiendo (yo la bebía, a

morir), eso me hacía sentirme superior a ellos, a los que morían por
sobredosis, no a quienes se alcoholizaban, por costumbre, por

aprendizaje, a pesar de que había despreciado en su momento a mi tío

Román Eugenio, por su debilidad, por su endeblez, pero cuando me

tocó a mí, lo tomé como la opción menos mala, no me importó

desdecirme en eso, contradecirme parcialmente, según mi criterio

acomodaticio y oportunista, o cínico, cínico más bien, fui incapaz de

mantener la coherencia de mis principios (¿Quién lo hace en su

adolescencia?). Pero yo me culpaba, me culpaba y me culpo, por esa

incoherencia, inconsistencia, debilidad. Fui débil y me culpé por ello. Y

me culpo aún hoy, porque la culpa es una rémora, un parásito que me

corroe y porque nunca he sido capaz de superar ese sentimiento de

insuficiencia. Me culpo por lo que no dije, por no haberle puesto a mi

madre los puntos sobre las íes en su momento (lo hice, lo intenté, pero

cuando no importaba)...

Había

pendulé al borde de la locura y sentí curiosidad por ella y la deseaba con

todas mis fuerzas, Estaba seguro que Francis se había guardado algo, que

no quiso decirme todo lo que había pasado por no herir mis sentimientos, o

por vengarse a su vez de mí, de mi debilidad, de mi irrelevancia e

indecisión, y porqué no, de mi miedo reverencial ante mi madre.

Seguramente sabía, porque me conocía muy bien, más de lo que yo mismo


me conocía, (que,) si me decía lo que realmente había ocurrido, su

verdadera razón para dejarlo, yo no lo hubiera soportado… tanto me

conocía… Y qué si lo intentaba, y qué si me quitaba la vida como si se

tratara de un quiste maligno, podrido, insoportable. Me imaginé al padre de

Tony tomando merecida y gozosa venganza al darle el pésame a Celeste y

escupiendo discretamente mi cuerpo yermo.

Y deseó morir como se desea agua en el desierto…

Ella no era tan diferente a sus hermanas o sus hermanos, cuatro ellas, ellos,

dos. Mas bien sí era diferente, pero en un solo aspecto, que quizás fuera

definitorio, sin ella saberlo, o sabiéndolo, lo escondió, lo enterró como al

cadáver de un creyente fiel.

...Comisión de censura, me la imaginaba atildada, labios apretados

hasta convertirse en un punto rojo, apuntando hacia adelante, como si

tocara una trompeta del Apocalipsis, ceño entre fruncido y aleteante,

arriba y abajo...abajo, disfrutando del poder a ella conferido.

José R padre, a pesar de su aparente desidia, todo lo guardaba.

Acumulaba papeles de hacía más de veinte años, de cuando vivían de

alquiler frente al supermercado. Él era el único que se ocupaba de

llevar el registro de todas las facturas (¿Porqué aparecen ahí los

recipes?)…
Las desgracias se suelen acumular una detrás de la otra, nunca llegan

solas…

¿Dónde va esto?

Como yo, por razones obvias no tenía casi en absoluto amigos de mi

edad, en mi decimiquinto cumpleaños (que los varones no celebran

pues eso de los… Cuando cumplí quince, a falta de amigos con quienes

celebrar como cualquiera de mi edad, aunque no era costumbre

celebrarselo a in varon, eso era cosa de chicas, mi madre decidió

invitarnos a toda la familia a una comida en uno de los restaurantes

más conocidos

¿Sentía yo que mi madre traicionó mi confianza, cómo, cuando?

A partir de esta pregunta (esto puedo incluirlo en la novela), debo cambiar

la ubicación de los cliffhangers y de los desenlaces parciales (p.ej,

¿Cuándo se entera JR de todo lo que hizo Celeste para separarlo de

Fr?

14 años, a esa edad mi padre, ante mi (tenaz) insistencia accedió a

emplearme como mensajero en la oficina que compartía con su

comadre y vecina nuestra y otro abogado, amigo de ambos. Cuando le

conté a mi madre que tendría que lavar el baño, montó en cólera, de

manera inexplicable, imprevista por mí y aun por mi padre. Cómo es

posible que pongas a Romancito de cachifo, a lavar porquería ajena…


(¿Dijo “porquería”, fue esa su expresión exacta? No lo recuerdo bien)

Corrupcion…

Porque corrupción se llama el pacto social, el acuerdo tácito, no dicho,

no expresado, no declarado. Del que sólo los más poderosos e impunes

se ufanan a viva voz, a voz en cuello, a gritos destemplados y

humillantes, soberbios, lacerantes, que se ceban en el infortunio de la

mayoría, del pueblo soberano, que sólo es pueblo cuando vota, cuando

vota pero no decide, no escoge, no elige, eligen por él, los mismos que le

roban, los mismos que le secuestran, torturan y asesinan.

Entierro de mi abuela (mucho después, en Andrea, donde produzco

una reflexión o revisión biográfica) : El fingimiento, el postureo

necesario en sociedad… Un secreto, una razón tan secreta, que ni

siquiera puede dilucidarse de la foto de bodas, enmarcada en una

madera de borlas doradas vieja y descuidada, en la que se puede ver a

la feliz pareja, sí, feliz pareja, porque de esa foto no se intuye nada

raro, nada fuera, de lo común, sólo se ve a una joven y feliz pareja,

incoherente, dispareja, pero feliz, o al menos ilusionada, la novia, que

es quien concentra l.a clave del misterio


Verónica? Disfracé mis ansias más profundamente sentidas de

curiosidad intelectual para protegerme de mí mismo. Para protegerme

de esas ansias fuera de control. (7-11-21)…

Ese fue mi segundo primer beso (el primero fue con Bruno, pero no
lo cuento porque lo esperaba, lo esperé siempre; en cambio a este,
a este segundo primer beso lo ansiaba como a algo imposible… )
Hermanas de Lalo:
Lalo tenía dos hermanas. Adoptadas. Un día de mucho calor, no
recuerdo que hacíamos… arrodillarse… Luego de eso, no he podido
dejar de pensar en todas las niñas humilladas, abusadas…
Anselmo se llamaba el chico y lo recuerdo con claridad porque su
madre lo llamaba, todos lo llamábamos acompasada,
alternativamente, como un coro polifónico que cantara a capela…,
nada sabes,,, dijo la voz en off, al final del capítulo de la telenovela
estelar…
No sé por qué no reaccioné entonces. Me sentía como en un sueño,
como si todo lo que pasaba no fuera real. nada sabes,,, dijo la voz
en off, al final del capítulo de la telenovela estelar…

Ojalá mi papá tratara a mi mamá cono trata a sus amigos


(oscuridad para la casa, luz para la calle, decía ella)
La ubicación de SC:… me dio una sensación de insuficiencia, de
medianía, que no he podido superar…
Alicia (la sirvienta) dijo “es ya demasiado tarde” (frase típica de telenovela), a lo
que yo respondí indicándole que apenas era mediodía… la carcajada de (Alicia,
la sirvienta) provocó en mí una sonrisa satisfecha y su abrazo oloroso a
aceite de maíz Vatel me provocó arcadas (¿estaba o no Ynerda en 2do
plano?)… (1_11-21).
Francis...quería dormir indefinidamente, sin que el tiempo fuera un
estorbo...
Francis:, espíritu lisiado, pero no herido. No abierto en canal. Sólo
lisiado. Y eso es un punto de partida interesante… Recordé aquellos
días (los recordé lejanos, brumosos) en los que me levantaba a las
cinco de la mañana para sembrar el ají en la finca de mi padre. De
ahí no saqué más que noches de sueño nervioso y entrecortado; de
espectativas frustradas, a solas, entre pupilas hinchadas y
enrojecidas.¿Qué hago? ¿Ponerme a leer libros mohosos de autores
muertos, como si sus voces silentes, desconocidas, pudieran salir de
sus tumbas y levantarme? ¿Qué hago? ¿Rezarlecon fervor a ese
dios que nunca he visto y en el que nunca he creído por haberse
construido a partir de mitos y leyendas robadas al pasado remoto?
(no os engañéis, tampoco el hecho de que prohíba su
representación en imágenes ni de que lleve un nombre
impronunciable me convence en absoluto). No. De aquí en más
entre dios y yo, entre la vida y yo, la indiferencia y el desdén serán
mutuos…Y así fue como comencé mi propio calvario.
24/11/21.
La sombra cruzó entre los vivos, los de sangre tibia, las risas, la
alegría, el optimismo desenfrenado, la vida en sí misma le ofendía,
le hería, le laceraba en un punto indeterminado, indefinible. Le
hacía querer parar, dormir el sueño eterno, descansar hasta nuevo
aviso. Regresaba con una sensación de derrota definitiva y
absoluta. Con el rabo entre las piernas temblorosas.
24/11/21.
Sugerencia:Comenzar CAP II con novelas.
Jerarquía. Muy pronto aprendí la importancia de las jerarquías.
La importancia de ser alguien importante…y desde muy temprano
me sentí abrumado por la evidencia de que provenía de una familia
importante, o al menos destinada a serlo. Era mi período
preracional,durante el cual prevaleció en mí la creencia en el
destino…y/ aunque el vertiginoso progreso de mi familia se lo
adjudiqué siempre al impulso de mi madre… 23/11/21
Juno era, sin que me quede nada por dentro, muy feo.(23/11/21)…
¿Y si lo de las nueve pastillas diarias hubiera sido idea de su madre,
Celeste, para mantenerlo a su lado el mayor tiempo posible?
Su padre consigue los primeros récipes escritos por GL, los lee y los
vuelve a guardar en la carpeta raída de donde los había sacado...
(22/11/21)
En la escena de
Mi rigidez...Yo: (¿En 1ra… ¿Cómo cuento todo lo que hizo mi madre, todas sus
intromisiones en mi vida?)Preguntas que no se atrevía a hacerse...Preguntas
cuyas respuestas lo abrumarían de tal manera que no podría seguir
soportando ese fardo inútil, pesado pero/e inútil, de su existencia
insignificante. JR es vulnerable a través de la fuerza de su madre, que cree que
es la propia...
Malvinas: En realidad sí le hubiera gustado ir a la guerra. Se imaginaba
agónico, en luchas interminables con esos rojos demonios de su reciente
infancia…Su necesidad de venganza era incontenible. ¿Resentimiento? Ni él
mismo lo podía saber entonces...(20/11/21)
Verónica: Tadzio hechizado por Lady Chaterley..(Agregar esto al archivo
principal). (Copiado a archivo principal hoy, 20/11/21)
OJO: Cuidar el subtexto en los diálogos.(17/11/21)
La casa Andrónico Fuentes era a todos los efectos prácticos un matriarcado
omnipotente. Pero no precisamente en el sentido (tradicional), (superficial y
acomodaticio) en el que se suele usar esta expresión (este término). Celeste ni
siquiera se metía en el orden general de su casa. Eso se lo dejaba a la
empleada de turno, que inclusive le hacía de niñera, cuando la situación
económica desmejoraba (en alguna coyuntura económica complicada). Su
matriarcado era del tipo asertivo, potente; del tipo que se describe en algunos
estudios antropológicos, en los que se destaca el papel dominante de las
mujeres no sólo en el ámbito doméstico, sino en aspectos clave de la vida
social, como en el económico, sino en el político. Ella era dueña y señora de su
hogar y de sus hijos. Decidía cuando viajar y adonde. Si se trataba de comer
afuera, ella decidía el restaurante, el día y la hora. Las inversiones que hacer y
los clubes a los cuales afiliarse (el Colegio de Abogados era la opción
inevitable).
Entendí que su discurso provenía de su visión inversa de la
realidad. (15/11/21).
Una secta, me espetó ella cuando se creía que me estaba salvando de las
garras del mal (del vicio y de mi perdición). (15/11/21).
A veces, cuando lo invitaban a jugar al fútbol y su madre no le daba permiso,
él se creía que era “por razones de seguridad” y no por su salud.(15/11/21)

Tuve una pesadilla donde estaba metido en una jaula gigantesca, como la de
Abimael Guzmán. Pero yo no me movía más que para buscar el rincón cuando
alguien se aproximaba a la puerta. Salía y el estrecho pasillo que separaba esa
jaula de la siguiente, idéntica, desaparecía, y volvía a estar encerrado, y así
hasta que ya no podía más y era mi madre la que me esperaba afuera de la
última jaula, se aproximaba a la puerta, señalando la cerradura con la llave,
la introducía y le daba vuelta, una, dos, pero la volvía a sacar y se sentaba a
mirarme, como mirando al vacío…(14/11/21)
Celeste en el manicomio.
La mujer camina en el espacio cerrado. Habla sola. Repite y repite cosas.
Frases sueltas, sin sentido. La mujer da vueltas en el espacio cerrado. No
recuerda. O recuerda poco, solo algunas cosas, solo a algunas personas. Pero
no en su tiempo; en otro tiempo. Reduce el tiempo y el espacio. Se confunde,
calla, no sabe qué responder, pero lo intenta. Siempre lo intenta. Responder.
Nunca se queda callada. No puede. No sabe cómo.
El hombre tiene un miedo antiguo. Es uno y muchos a la vez. Escucha ecos
impertérritos.
La lucha de JR es por merecerse el amor de su madre...No perder el punto de
vista de C. (14/11/21).
El dibujo de sus ondas cerebrales mostraba montañas que se hundían en el
mar y luchaban con él en un baile frenético y desacompasado...(12/11/21)
Hay tantas cosas incontrolables.
La verdad simplifica todos los debates, todas las tormentas.
Cuando hablo de mis capacidades (aquí justifico la repetición, quiero
demostrar la chulería del prota, estimulada por C) lo hago en 1ra persona…
los entrecijos de mi mente afiebrada me llevaron por increíbles viajes en el
tiempo. Noches enteras soportaba con ahínco los clavos en mis manos
sangrantes, sus tendones a la vista, en carne viva como esos recuerdos
extraños y sublimes…
Francis: (No fue su culpa; repetir esto )… ¿Ella lo obligó… ¿Cómo pudo?)…
¿Y si hago prácticas combinando cosas como “las palabras se le atascaron en
la garganta, formando un embudo tremulo”?
¿Conecto mi infancia y el episodio de Francis?
¿Y si convierto este libro en una crítica velada a los concursos literarios, en
parte (o a todo tipo de concurso...Eso parece estar en “Júpiter tonante”...)?:
Bet:… la tecnología se había creado para el control a distancia mediante la
voz. Impostada. Huir hacia adelante. Lo desconocido espera abierto a
innúmeras posibilidades… (9-11-21).

Taxista: el, carro cayó en un hueco de cierta profundidad, suficiente para


bambolearlo de arriba abajo y que el sudoroso, repugnante brazo me
atrapara como un tubo oxidado de una vieja cárcel.
Mi padre nunca me confesó sus expectativas o sus sueños acerca de mi futuro y
creo que no hacía falta, pues lo demostró con sus actos de apoyo. Sobretodo,
cuando me ayudó a inscribirme en ese curso de teatro que fue para mí una
experiencia tormentosa y reveladora a la vez. (8-11_21).
No lo maten… ese recuerdo me persiguió obseso por muchos años, hasta que me
di cuenta con horror de que yo no era más que otra persona normal, casi
insignificante…(7-11-21)
OJO: El conflicto principal es en realidad con mi madre, pero trato de hacer
creer que es con mi padre.(1-11-21)
¿Es la psi una narradora-testigo o narrador observador? (2-11-21)
Re: Combinar primera y tercera persona
Citar
Mensaje por «Desierto » 30 Ago 2013 01:10
Yo creo que lo más importante para que esos saltos queden bien es que
establezcas una regla. Puede ser algo muy sencillo como por ejemplo que la
narración del "presente", del tiempo de la acción, sea en primera y los flash
black en "tercera" o viceversa. No tiene por qué ser eso, cualquier cosa vale,
pero tienes que proporcionar un sentido a ese cambio de persona para no
descolocar al lector y que la narración fluya. (2-11-21)

¿Para qué quiero ser escritor? ¿Para encontrarme y reunirme con


otros escritores en congresos de escritores? Entonces no me
interesa. Me dicen que para escribir algo que valga la pena antes hay
que leer mucho. Entonces, ¿Cómo quieren que sea al mismo tiempo
original, si me topo con la censura de cualquiera con un mínimo de
poder de decisión que lea mi obra?

¿Dónde va esto?:

(Cuando caímos Bruno y yo del techo de tejalit de la Sra. L.): Sentí la

urgencia de imponer mi autoridad de alguna manera. Era «el hijo de la

doctora Andrónico» y eso tenía que prevaler ante cualquier posibilidad

de burla, de ignominia.(6-11-21)

(Figurantes) Figurantes cuya aparición en escena venía determinada

por mi madre, en forma precisa y oportuna. Ella no se equivocaría. Su

descripción de dichos personajes secundarios era tan precisa como si

ella misma los hubiera escrito, como si ella hubiera decretado su

existencia en un acto de magnánima lucidez.


Discusiones álgidas, a voz en cuello que se saldaban con portazos

definitivos, seguidos de silencios pétreos que pasaban o no de tres días.

Nací un 3 de abril...Valachi Papers...Quizás por eso me sentí siempre tan


atraído por las historias de gánsteres, donde los roles femeninos eran tan
secundarios que casi desaparecían de la historia (o, por el contrario, influían
en los personajes principales de manera sutil).(7-11...)
(Dónde va esto?) Sentía que mi familia y yo éramos extranjeros en ese
pequeño rincón del planeta llamado San Cristóbal, llamado Táchira (ese
maldito sonido de la ch nunca me ha gustado). Y por eso nunca me hallé
cómodo; nunca pude nadar por las procelosas aguas de las relaciones sociales.
Siempre me ahogaba irremediablemente.

Siempre admiré la belleza, en cualquiera de sus formas. Para mí el amor, en


cualquiera de sus formas, es belleza. No solo el busto de Nefertiti bellamente
ataviado de joyas (así lo recuerda mi memoria traicionera), sino el David de
Miguel Ángel, con su musculatura definida al detalle. Admiré fielmente al
David de Miguel Ángel como ese ídolo de belleza masculina Ese David era para
mí, Dios. El único Dios en el que creería desde la primera vez que mis ojos se
posaron sobre tamaña perfección. (6-11-21)
¿Dónde va esto?:
(En muerte de señora Berta/Lilian)… otras muertes de nuestro entorno no
fueron tan lloradas. En todos los casos fueron las de padres, los cabeza de
familia que se hacían notar en sus respectivos hogares sólo como
carceleros impíos...
Alejandra: Comodidad. Desidia y dejadez, esa fue la clave inconfesable de mi
inacción. De mi dejarme llevar por las circunstancias aparentemente fortuitas
que me llevaron a actuar como lo hice, con apenas responsabilidad de mi parte…
(7-11-21). Lo mío con Alejandra significó el inicio de una
tregua entre mi madre y yo...(28/9/21)

(Dónde va esto?) Sentía que mi familia y yo éramos extranjeros en ese


pequeño rincón del planeta llamado San Cristóbal, llamado Táchira (ese
maldito sonido de la ch nunca me ha gustado). Y por eso nunca me hallé
cómodo; nunca pude nadar por las procelosas aguas de las relaciones sociales.
Siempre me ahogaba irremediablemente.

(dónde va esto) El patrono de mi ciudad es San Sebastián, el santo


guerrero, y siempre he creído que su gesto de dolor inmortalizado
en sus representaciones más conocidas buscaba expresar un grito
al vacío de la eternidad, a lo imposible, una expresión de
impotencia ante su naturaleza no realizada, los actos que nunca
pudo consumar con su cuerpo, sólo penetrado por las saetas de la
traición y los latigazos de la soberbia. No se conoce el origen de la
versión que lo identifica como amante de varones; parece tener su
origen en la identificación de su martirio con el silencio impuesto a
quienes disienten de la heterosexualidad normativa, la que lleva y
exige la mayoría como deber ineludible, so pena de ostracismo y
vergüenza. (6-11-21)
¿Dónde va esto?? Sabía intuitivamente que eso de «Miss Cuky» no era un
elogio ni un homenaje. Trataba de no incomodarme demasiado frente a esas
muestras de desprecio (sí, de desprecio puro y duro) porque, siendo
sincero, lo que prevaleció siempre en mí fue el miedo a la tiranía de
la mayoría. Miedo que después convertí en culpa y luego en
masoquismo...
(Este párrafo, separarlo bastante del anterior, del de arriba)..debidas a mi
natural masoquismo (la intensidad de mis sentimientos de culpa, de
vergüenza inexplicable o gratuita me hacía pensar que mi piel verdadera era
una viscosa lámina de semen (o cualquier otra sustancia viscosa), cubierta por
una coraza verde y espinosa, como la de un grillo o una langosta africana).
Nunca le dije a mi madre que era para mí esa Nefertiti inalcanzable, serena en
su belleza eterna.

...Mi padre siempre andaba con proyectos empresariales que nunca


llegaban a nada más allá de sus ideaciones expresadas con un entusiasmo
arrollador. Yo se las compraba – a precio de saldo- y asumía sus empresas
como mías. Las atesoraba unidas a mis deseos más locos de llegar a conseguir
una fortuna incalculable (Por este motivo, «Piense y hágase rico», de
Napoleon Hill, fue el primero de una larga lista de libros de autoayuda que
descubrí/rescaté de la biblioteca de mi padre y cuya lectura él mismo me
recomendó, entusiasta).
Reconocía en cada idioma una personalidad distinta. Era como ver su
carácter a través del sonido peculiar de las palabras. En el francés, elegancia
afectada; en el alemán, elegancia marcial (quizas porque siempre lo relacionó,
a través de las pelis de guerra, con esos uniformes de diseñador); el italiano,
ternura y romanticismo infantil. Le costó aceptar la rudeza campesina del
ruso. En cuanto al inglés, le parecía neutro y anodino, inexpresivo y apenas
utilitario, práctico como una cuchara. Sería filólogo....(en otra parte, más
adelante: ...su pasión por las palabras no le sirvió para interpretar y entender
los sentimientos, las motivaciones de quienes habían vivido en espacios más
amplios que el suyo. De esta manera se perdió...)((6-11-21))
El color prohibido, p.539 (comparar con otras menciones del tema ppal.)
Alejandra (epígrafe introductorio): Él dudaba entre la sinceridad de su
corazón y un tinglado horroroso que venía a ser como un tributo a la
hipocresía, a las ansias desmedidas de su madre por el reconocimiento, por el
homenaje social. Otra vez su boca se paralizó y sus dientes rechinaron en un
temblor incontrolable, exagerado, que llegó hasta su estómago y rebotó hacia
su garganta paralizándola, constriñéndola hasta más no poder. Volvía a
perderse en un mar de dudas éticas, pero algo le decía que podía, que tenía
todo el derecho a buscar eso que siempre le había sido esquivo. (Esto va como
antesala al capítulo de Alejandra) (6-11-21)

¿dónde va esto ? Algunas veces, ciertas locuras muestran visos de sensatez.


Fue Chela, la fámula entretenida en radio novelas e historias de amor
imposibles, la que en un acto inspirado por el cariño que sentía por JR, le
comunicó a su madre haberlo visto, por casualidad, bajarse de un taxi. Ella
hacía la compra en el abasto contiguo a la panadería donde lo dejaba el
taxista, con un gesto de terror en su rostro febril.

): El pánico se apoderó de él y entre balbuceos tenues y temblorosos, comenzó


a urdir una historia acerca de la invitación que le había hecho su amigo
(¿«Tato tu amigo? ¡Pero si tú no lo soportas!») a que conocieran juntos la
iglesia tan bonita, tan barroca, y su reacción inmediata de regresar a casa, al
notar la distancia, y que recordó que no se lo había dicho a Chela porque no la
vio de inmediato en ese momento y que Tato le metía prisas porque la iglesia
estaba a punto de cerrar...Como si hubierais ido a ver al obispo, mi amigo. Le
espetó Celeste inflexible. ¿Cómo llegaste aquí? (esto ya lo sabía ella por Chela,
obviamente, pero quería comprobar la disposición de su hijo a decirle la
verdad); en...en un taxi; en un taxi, recalcó ella con firmeza.. . y ni por muy
hábil en la mentira que éste fuera, mentir no se le daba tan bien frente a su
madre todopoderosa... (5-11-21)

C había aprendido en la PJ técnicas de interrogatorio eficaces frente a


criminales avezados, un niño de doce (¿trece?) años no se saldría con la suya y
menos su hijo, poco habituado a inventarse historias congruentes por una
necesidad imperiosa. Romancito, dime la verdad, ¿Qué hiciste desde las nueve de la
mañana hasta ahorita? Era Júpiter cubriendo a Ganímedes con su sombra inevitable y
éste, en un intento de rebelión que sabía infructuoso, musitó, casi inaudible, «mirar la
iglesia, mamá»; «¿Y cómo conseguiste ese taxi; ¿quién te ayudó?»; «una señora»;
«¿qué señora?; una señora que vive cerca de la iglesia…En fin, que él sintió la
urgencia de explicarle con lujo de detalles su aventura; incluso le contó lo de la caíde
del taxi en el hueco, por la cual el chófer casi lo aplasta con sus brazos regordetes y
hediondos a sudor y aceite automotriz.
Ti
ene una pesadilla al amanecer, C se da cuenta, JR grita el taxi, el taxi...¿Que
taxi-? Pregunta ella sorprendida; en el sueño la única forma que tenía JR de
escapar era diluyéndose. ): Celeste se apresuró a preguntarle a JR dónde y
cuando había ocurrido lo del taxista...(5-11-21)
Escena Intermezzo… comenzarla así:Tenía un plan detallado para aprender la
mayor cantidad de idiomas posible (hablar aquí de los más grandes políglotas
de la historia)…(03-11-21)
(¿En Andrea?)...que su vida no había sido hasta ese momento una imitación de
la vida real. Un dibujo infantil; unos trazos mal combinados y sin belleza...(3-
11-21)
Vivía en una, ciudad perdida en el espacio. Que no era ni del Norte ni del Sur.
(combinar con ubicación astronómica) 🥵
La discoteca se encontraba en lo que sería (o parecía haber sido)
los bajos de un edificio abandonado, semi derruido o aún en
construcción. No mostraba su nombre al exterior y parecía querer
esconderse en un rincón (escondrijo, esquina oculta) de una calle
semi desierta. Se accedía a la pista y al bar por unas escaleras curvas, siete
escalones que desembocaban en un espacio diáfano (amplio), que se
enrollaba sobre sí mismo. Estaba dividida en dos territorios (o “dos
territorios estrictamente separados por una frontera infranqueable”, como
dos países en guerra durante una tregua indefinida; dos espacios claramente
definidos por la edad, la moda y la belleza), el principal, profusamente
iluminado con luces estroboscópicas y un gran globo metálico, cubierto de
pequeños espejos perfectamente cuadrados, que pendía del techo de un hilo
invisible, o astutamente disimulado por todas esas luces brillantes. El otro
espacio, el ocupado por los homosexuales de más edad, en un rincón adyacente
y negro, (cubierto de una penumbra fría, sus paredes de terciopelo burdeos, un
sarcófago gigantesco), parecía un salón donde se estuvieran exhibiendo
muebles de segunda mano, de distintas épocas, góticos, rococó, neoclásicos y
hasta alguna silla plástica de oficina, un batiburrillo de eclecticismo y
aspiraciones grandilocuentes. (2-11-21). Los parroquianos solían
salir de ahí al alba, en esa hora en la que el día y la noche se
enzarzan en su lucha perenne y los convertían en sombras, reflejos
presurosos que se desplazaban en grupos variopintos, huyendo de
(evadiendo con cautela culpable) miradas imprudentes
(indiscretas).
Los dos fenómenos de la actuación...formaban una pareja sentimental y
profesional, ya que él producía las obras de teatro que ella protagonizaba, o
en las que participaba como parte del elenco. Una extraña pareja, en la que
ella parecía llevar la batuta de dominatrix y él parecía dejarla hacer, desde
una lánguida mirada azul que parecía elevarse a treinta mil pies sobre la
realidad circundante. (3-11-21)
A voz en cuello, y como para que no quedara duda, Celeste le espetó a JR,
«esos bichos maricones son una secta, enamoran muchachos inocentes como
tú, los manipulan para abusar de ustedes a su antojo; ¿quieres ser abusado
como si fueras una muñeca de trapo sin voluntad ni decisión propia?»(Celeste
sabía cuánto estimaba su hijo la autonomía). (1-11-21)
Reyes: Sintió una mezcla de deseo y miedo, llámala ansiedad, ansiedad
contenida, como todo lo suyo. (2-11-21.). No lo hizo con Reyes porque ella
estaba ahí. Vio su cabeza gigantesca, como el Mago de Oz, y eso le llenó de
pánico, de culpa...(1-11-21; p.300)
En escena donde cae al suelo, cuando se da cuenta que sigue vivo y eso le
aterra (mira al suelo...): ...bebía porque no tenía fe en el futuro. Porque no le
importaba. Le daba igual destruirse como lo estaba haciendo, lenta,
sistemáticamente, aunque no se diera cuenta de ello, de su culpabilidad
consciente(1-11-21; p.389).
Andrea: Yo era un escarabajo verde buscando su gruta. No me hallaba. Nunca
me hallé. Sólo cuando conocí y conviví con Francis me di cuenta de quien era
yo en realidad. Pero eso me fue arrebatado. Andrea,. Sólo fui yo
finalmente con él...y sin ella. Ella. (4-11-21). Entendí finalmente quién
era ella, mi madre. (Entonces) entendí que las cartas que me escribió (mi
madre) y todo lo demás (ese momento de falsa epifanía, tan falsa como ella, en
el viaje a Viena, como sus lágrimas y gritos desesperados, como su
vulnerabilidad ante la pérdida, ante mi pérdida), era su intento desesperado
por retenerme a su lado…(¿más adelante?); (entonces) entendí que ella me
mintió, que siempre me había mentido. Que el retener a mi hija a su lado fue
su forma de retenerme, a mí, su objetivo principal…Este fue un resultado
relacional, la comprensión final de todo un entramado, de un tinglado,
voluntario o lo contrario; urdido o no de manera consciente, aviesa, con
intenciones inconfesables, una epifanía apenas repentina; una conclusión
coherente con la armazón de los recuerdos persistentes como la gota que
escapa de un grifo dañado … (1-11-21)…
Y se preguntó por enésima vez, con hastío comprensible, si valía la pena. Si valía
la pena tanto desgaste anímico en una batalla, en una guerra que sabía perdida
desde el principio (¿Dónde va su batalla interior por encajar o no? : si valía la
pena ese esfuerzo, ese desgaste por tratar de encajar en una sociedad que
siempre lo rechazaría y huiría de él con espanto y asco). No podía liberarse,
pero desde esa convicción, desde esa certidumbre, sólo le quedaba una salida.
Un intento definitivo por dar ese paso imposible. Era su última oportunidad. De
redención. (esto va justo antes de salir a la escena final, donde acaba la
novela...¿Identifica JR a su propia madre con la sociedad que lo rechaza?)(4-11-
21).
A la pregunta de ¿Porqué crees que recuerdas esto ahora? (esta pregunta se
la hace la psi cubana)
Su primo (Delfín) en los EEUU; su tío Buyón en Italia. Había algo que desde
pequeño lo empujó a añorar irse lejos, lo más lejos posible. ¿Lejos de qué? Ni él
mismo lo sabía...(31-10-21)
José Román padre era neurótico a más no poder. Arrastraba con rencor
inusitado el síndrome del abandono paterno. (El abandono de su padre,
expresado en su entrega por éste a dos de sus amigas, lo perdió
para siempre). La muerte de su madre, a la que nunca conoció pues
esta se produjo cuando él estaba de solo nueve meses, fue como la
puntilla, la pica y el descabello, todo eso junto, contra su cerviz
inocente. Y esta historia suya desembocó en una personalidad necesitada de
agredir, de humillar, de herir con fuerza; a veces con fuerza, a veces con
astucia sibilina. (31-10-21)

(El puño sobre la mesa) A pesar de que JR entendía perfectamente los ataques
de paranoia de Francis, no tenía ni idea de cuanta base tenían en la realidad
(en los hechos). Porque los desconocía. Desconocía que lo habían amenazado,
perseguido al punto de intervenirle la línea telefónica. Creía en su peligrosa
ingenuidad que su madre se habría limitado a hablar con el padre de Francis, a
advertirle de las consecuencias del escándalo, para su carrera profesional y aun
para su vida familiar (dado el hecho de que el padre de Francis vivía con su
tercera esposa, hija de una familia prominente de la capital). Nunca se pudo
haber imaginado el alcance de todas las acciones de su madre...
para protegerlo; para protegerlo del escándalo, del vicio y la
perdición, para protegerlo de sí mismo... (31-10-21)

Entendí que la aparición en mi vida de todas esas personas, aparentemente


remotas en el tiempo y en el espacio con respecto a mi circunstancia, llenaban
una necesidad propia desconocida para mí, hasta que fui capaz de atar todos
los cabos. La necesidad de compararme. De compararme con Ada,
por su vulnerabilidad aparentemente insuperable. Con mi tío RE,
por sus ataques epilépticos no comprendidos y no atendidos
adecuada y oportunamente. Con FL, mi padrino y su miedo
existencial que me sirvió a la vez de ejemplo y advertencia. La
necesidad de comparar a mi padre con Melo, porque este fue todo lo
que aquel no supo ser. Esa necesidad nunca la he sentido respecto de
mi madre. Todo en ella me parecía, inconscientemente, único,
insustituible… (31-10-21). (¿Francis o Andrea, o Alejandra? )...Mi
madre era mi adalid frente a las sombras del temor. ..Y todo esto lo
sé porque mi madre se encargó de puntualizarlo en cada
oportunidad que tuvo. Se vanagloriaba del amor que sentía por sus
hijos, de todo lo que sería capaz de hacer por ellos, por protegerlos,
por defenderlos, por...porque nunca se separasen de ella... (31-10-
21). (Combinado el 4-11-21)

Andrea: Yo era un escarabajo verde buscando su gruta. No me hallaba. Nunca me


hallé. Sólo cuando conocí y conviví con Francis me di cuenta de quien era yo en
realidad. Pero eso me fue arrebatado. Andrea,. Sólo fui yo finalmente con
él...y sin ella. Ella. (4-11-21). Entendí finalmente quién era ella, mi madre.
(Entonces) entendí que las cartas que me escribió (mi madre) y todo lo demás (ese
momento de falsa epifanía, tan falsa como ella, en el viaje a Viena, como sus lágrimas
y gritos desesperados, como su vulnerabilidad ante la pérdida, ante mi pérdida), era
su intento desesperado por retenerme a su lado…(¿más adelante?); (entonces)
entendí que ella me mintió, que siempre me había mentido. Que el retener a mi hija a
su lado fue su forma de retenerme, a mí, su objetivo principal…Este fue un resultado
relacional, la comprensión final de todo un entramado, de un tinglado, voluntario o lo
contrario; urdido o no de manera consciente, aviesa, con intenciones inconfesables,
una epifanía apenas repentina; una conclusión coherente con la armazón de los
recuerdos persistentes como la gota que escapa de un grifo dañado … (1-11-21.
P.446)…

...¿Se puede viajar en el tiempo? Es decir, ya se sabe por El planeta de los simios
que sí es posible viajar al futuro. Pero, ¿es posible hacerlo al pasado? ¿Viajar al
pasado y corregir tus errores, cambiar las cosas, tus decisiones? ¿Qué
cambiarías? ¿Qué cambiaría? 🥵 (31-10-21)

La culpa consiste en la intención de hacer daño…(31-10-21… completar… )


En fin, que las colecciones incompletas me producían dentera y aún hoy lo
hacen, pero algo menos… (31-10-21)

¿Dónde va esto??: Había algo, una fuerza muy superior a mí que me mantenía
atado, en un estado de parálisis invencible (31-10-21). Esa fuerza era la imagen
de mi madre advirtiéndome, aconsejándome, preocupándose por mí,
cuidándome; amándome. (30-10-21)
¿Dónde va esto??:Celeste: ...de batutera y reina de belleza a estudiante,
profesional y funcionaria ... (esto ya está en alguna parte del texto
definitivo): Celeste hacía todos los esfuerzos porque sus hijos no le
perdieran a su padre ni el respeto ni el cariño, aunque él se
esforzara en sentido contrario, al menos frente a su primogénito...
(31-10-21)... ≤Ω ≥ Años después pensé en la posibilidad de que todos aquellos
esfuerzos de Celeste porque sus hijos quisiéramos a nuestro padre no
eran más que un tinglado, una estratagema urdida por ella para
ganarle a él la guerra por nuestro amor, por nuestra atención y
reverencia. Lo pensé después de saber todo lo que había hecho por
separarme de Francis. Su capacidad de odio, de desprecio por todo
lo que no encajara con sus expectativas irreales. (31-10-21)

Catire Henry (Danny): ...La casa era de un anodino gris pálido que buscaba
discreción, mimetizarse con su entorno oscuro, silencioso, aburrido. Sita frente
al cementerio municipal, yacía en una penumbra y soledad obligada. Nadie en
su sano juicio elegiría esa ruta para pasar sus noches de juergas inolvidables.
Era un gran armario de concreto.(30-10-21)
Asimilar e identificar algunos personajes con algunos medios geográficos
(Verónica, la selva; Francis: el desierto; mi padre: lluvia; mi madre: tormenta)
Irme a estudiar Derecho a Mérida fue mi forma de escapar. Mi última
posibilidad de encontrar mi camino, de encontrarme a mí mismo, perdido como
estaba en un marasmo en el que me ahogaba, desaparecía y me hundía en mi
propia indiferencia, en mi desidia aprendida durante años de invisibilidad
paralizadora y frustrante.
Sobre el profesor privado evidentemente homosexual que me puso mi mamá:
(Mana...si mi madre hubiera sabido lo de aquel director de colegio que me
acosaba, sin apenas resistencia de mi parte, lo hubiera acosado ella a su
vez, pero con patrullas y funcionarios policiales listos para cumplir con su deber.
(30/10/21).

Discusiones álgidas, a voz en cuello que se saldaban con portazos definitivos,


seguidos de silencios pétreos que pasaban o no de tres días...(29/10/21)
Amé a Goethe, Calvino y el teatro de Molière. Después de (Cervantes, Pardo
Bazán, Cela y Pearl S. Buck). Morí de ansias por la versión en lengua original…
Esa sensación irrebatible (persistente, terca, tozuda… ) de llegar tarde a todo...
(29/10/21) Yo y los idiomas): salir a flote, hablar de esto me hace sentir como si
me hundiera en lo más profundo y quisiera salir a flote…
(29/10/21).

Agregar a “Mrs. Ramsey...”: …, generosa en su hospitalidad, aun con los


recién llegados...(28/10/21).
Verónica:
Las ínfulas liberales de mi (conspicua) madre, me hicieron creer que de verdad
se enorgullecía de mí, incluso frente a sus pacatas hermanas, al yo haber logrado
la atención y el afecto de Verónica.
Corrupción era el nombre del juego… la vida fácil, la buena vida…
(“Corrupción era el nombre del juego”), en un país que no creía en la
justicia divina, ni mucho menos la esperaba (en esos términos)
¿Dejo estas repeticiones “Corrupción era el nombre del juego, a manera de
poesía”?(OJO: 8-11-21).
Corrupción era el nombre del juego (p.291/334) (1-11-21: en ese festín de
Baltazar en el que se había convertido el país las migajas alcanzaban para saciar
la vanidad de la clase media aspiracional) no había límites para lo que podría
hacer mamá gallina por cualquiera de sus polluelos. (en referencia a todo lo que
haría después contra Francis).
Francis: El SIDA era para mí una anécdota lejana. No conocía a nadie que lo
hubiese padecido, mucho menos que hubiera muerto por su causa. El Sida era
para mí el tema de cualquier película americana, la anécdota del amigo de un
amigo, o la de un personaje famoso, de esos de los que yo nunca sería. Pero
nunca una experiencia directa, que me abriera en canal y en ese momento, esa
noticia, dicha de esa manera, en ese contexto tan irrelevante, era una bomba de
racimo que extendía sus efectos en mi espíritu alucinado… los recuerdos,
explotaron todos con esa fuerza flamígera de lo inesperado… la superficie es
engañosa…la sorpresa devino tristeza, explicada sólo por lo que quiso y no pudo
decirle. No se atrevió. Tuvo miedo a una respuesta incómoda, decepcionante;
más que sincera, cruel para sus expectativas que se balanceaban a veinticuatro
metros de altura. (¿a qué altura estaba el piso de Francis, en un séptimo con
ascensor?: a 24 mts) (27/10/21)
Mi familia nunca moriría, la muerte, en el caso de c/u de mis parientes, no sería
real, o al menos definitiva. (26-30-10-21)

En “el puño sobre la mesa”...el SIDA (o VIH, o como quiera que se


llame) era una referencia remota, que veía solo en películas y, mucho
después, en documentales sobre ese tema escabroso (rocoso),
intratable ...(12-16/10/21)...
Me volvió a invadir el olor a pino del Sinaral (Francis).

(Ojo: comparar con la versión del móvil)(26/10/21)


Cuando se hizo evidente que nunca me iría a Francia a estudiar ni siquiera un
curso de cocina, decidí tomar revancha dejando el hogar en mis propios
términos. No fue una decisión a la loca, puesto que antes me aseguraría de
conseguir garantías mínimas de comodidad. Primero, no alquilarían para mí
una habitación, sino un piso entero. Luego, a la chita callando, comenzaría una
campaña para la adquisición de un vehículo propio, con los medios paternos,
apenas suficientes para mis gastos en Mérida..(de esto no quería yo tener
constancia definitiva)…(¿contaría con el apoyo de mi padre, sólo por joderle la
paciencia a mi madre?) (26/10/21).

La muerte de famoso… poco a poco y sin darme cuenta, estaba


olvidando las reglas de mi madre. ¿Para qué? (25/10/21)

Moreno, esa costumbre tan nuestra de las mujeres de llamar al marido por su
apellido, invocándolo… (26/10/21).
SJ no sólo quedaba muy lejos, era la libertad.. 🤣 (26/10/21).
Agregar:

Mi peor enemiga era la gravedad. Todo se me caía de las


manos como si las tuviese engrasadas en mantequilla
derretida…La de mi madre era la verdad...(8-11-21) ¿Agregar en
este contexto ficcional (no necesariamente en esta escena) una escena de baile
entre uno de ellos y yo? : …sin aviso, o confundiendo una mirada con una
invitación a jugar, cogí a ES de la mano, haciéndolo girar, a lo que éste
reaccionó severo, frunciendo el ceño y evitándolo a toda costa, y oteando, acto
seguido, alrededor. Desde atrás sentí puñales afilados clavándose en mi nuca.
Eran miradas de desaprobación y censura. Me había pasado no siete, doce
pueblos…(… me sentía como el barro que vive oculto bajo la hierba húmeda,
tratando de que nadie vea su fealdad, su color oscuro amenazante, turbio… ). El
tiempo no es lineal… (1-11-21)
Agregar: «Todos esos personajes (Eybar…) los veía yo como

figurantes, como personajes secundarios en la extraña, hipotética,

imposible historia de amor entre mi madre y yo, entre su soberbia,

sus ansias de abarcarlo todo y mi ingenuidad, mi inocencia, que

por mucho tiempo creí que era torpeza debida a la ignorancia

acerca de cómo se vivía la vida, de cómo se asumía la existencia».

(Esto se lo dice JR a la siquiatra a las primeras de cambio);…«en

aquella oportunidad la pareja protagonista interpretó una breve

sesión de tango que maravilló/encandiló a la concurrencia, que, a

pesar de no entender muy bien la situación, se vio obligada a

homenajearla.»

«Todos esos personajes (Eybar…) los veía yo como figurantes, como personaje

secundarios en la extraña, hipotética, imposible historia de amor entre mi

madre y yo, entre su soberbia, sus ansias de abarcarlo todo y mi ingenuidad, mi

inocencia, que por mucho tiempo creí que era torpeza debida a la ignorancia

acerca de cómo se vivía la vida, de cómo se asumía la existencia». Huyeron hacia


adelante. Cambiaron y huyeron. O nunca estuvieron ahí realmente, conmigo,

con nosotros; conmigo y con mi familia. Después me di cuenta de cuan

profunda y cuan inevitable era esa separación, esa soledad…(23-30-10-21)

Y quiso/quise que dios existiera para odiarlo, para exigirle


explicaciones acerca de lo que le/me estaba pasando...(23/10/21)
11 años (¿?)… constantemente se comparaba con los terrícolas que le
rodeaban de una forma nada benigna para sí mismo (esto, en una
forma contradictoria, incoherente con sus orígenes)...Mucho tiempo
después, ella se olvidaría de estas cosas (de su constante
preocupación por él, por su hijo mayor), así como de muchas otras y
de todas las demás...se había estado clavando agujas en las uñas,
pero no sentía dolor. El dolor se había transformado en un recuerdo,
en una sensación lejana de incomodidad, de extrañeza, como si
recordara otra vida, vivida hacía demasiado tiempo como para
recordarla realmente...el tiempo se derretía como en el cuadro de
Dalí...Volvieron a su mente recuerdos de momentos vergonzosos,
vestigios de su frágil autoestima; volvía el remolino interior, el aleteo
de dientes, de colmillos gigantescos y fauces voraces... (23/10/21).
Francis:
Este sería el primero de muchos intentos infructuosos de escapar de
un infierno que le perseguiría adonde fuera.. recordó todas las veces
en las que fingió dormir porque viajaba sin la cédula de identidad,
con su madre, la que siempre lo sacaría de apuros. Pero no de este.
En este lo había metido ella misma, en persona.
(1Taxista… : avanzó inseguro detrás del hombre ventrudo y
desagradable, cuya piel sebosa parecía cubierta por una película de
sudor.
No podía ser, nunca hubiera pasado, nunca hubiera podido ser…
(24/10/21).
Comenzó a ver toda interacción humana como una amenaza
insoportable, abrumadora...cuando moría algún personaje de
ficción, era como si él mismo muriera...¡tan fácil es conseguirse con
la locura!(23/10/21)
Entierro de mi abuela: Nunca me tomé (¿o “se tomó”?) demasiado
en serio la muerte. Los entierros me parecían obras de teatro; la
oportunidad que tenía la gente común y corriente de lucir sus
mejores dotes histriónicas...(17/10/21)
11 años:
A la hora de deporte la llamaba la hora fatídica”. Se imaginaba a su
madre volando a recogerlo por las axilas, sacándolo de ahí
suavemente, volando con dos alas enormes y blancas…
Se llama Ana, pero todo el mundo le dice Anita, como si se hubiese
quedado en la preadolescencia y no hubiera querido avanzar más...
Mientras j hablaba y su voz se proyectaba inevitable por todo el
espacio, C se entretenía hundiendo la uña de su pulgar derecho
contra los restos de su servilleta.. (17/11/21) (En el arcén con
Verónica): Su espíritu gelatinoso se estremeció ante la posibilidad
drl rechazo. (17/11/21)
Agregar al accidente de Mérida a SC:... La aguja roja del tacómetro
se inclinaba con rapidez hacia la derecha, alcanzando a rasguños los
ochrnta, cien, ciento veinte km/h... se dio cuenta, con horror, de que
aún vivía...El, ataque en el cole fue un falso recuerdo implantado x C.
(16/10/21)
JR creció convencido de que su madre estaba dispuesta a darlo todo
por él... (7/10/21).
Juno:... con ese dedito asqueroso suyo, doblado en forma de garfio
pequeño y atravesado por incontables líneas que parecían ejercer
una presión insoportable sobre su carne.
¿Incluir referencias históricas, como en "Sangre como la
mía"? . ¡Claro que sí! Para dar contexto.
Temas a resaltar en BBLH: (Agregar a Tia Alicia: sus arrugas se
detiene en  momento un indeterminado). 🤣 🤣 🤣
1.Rel maternofilial. (Presunto incesto emocional). Agregar en...
Señora Ramsey..., ansiosa por demostrar un matronazgo o de ejercer
ante su público ocasional un matriarcado que la enchía de indebido
placer (o más bien, orgullo)... 🤣 🤣 🤣
2. Ostracismo/soledad.
3. Envidia por la gloria ajena.
4. Facilismo/no equivocarme (Escena mochila).
5.Intenciones,ajenas/agendas ocultas
6.¿Qué es cierto de todo lo que le dice JR a la psi?
7.Balance entre drama y humor...
Ale le dijo a JR que era un animal extraño. Él le respondió con una
pregunta que pretendía ser ocurrente... (16/10/21).
Tracé un mapa de ofensas y agravios que iba recortando y borraba a
fuerza de olvido. Pero era difícil olvidar, así como era difícil respirar
en esa caja minúscula en la que me retorcía sin poder moverme a
mis anchas.
Esa fue una época extraña en la que caí rehén de mis recuerdos y
pesadillas.
Y ahí estaba él, enfundado en su armadura de acero, sobre su caballo
Percherón, luchando contra mil dragones con piel de salamandra
cuya verdadera esencia era la de didiyines voladores que se
esfumaban a cada movimiento de su espada toledana.
Después, mucho después de «los demonios»: ¿eran esas voces
incesantes en su cabeza las de su conciencia, las de su madre ama y
señora...?(16/10/21)
Por esos días (los ochenta) Verónica Castro lloraba más que nunca
en El derecho de nacer, por el hecho de haber copulado con un negro
y así haber manchado su linaje...(12/10/21)
Agregar a “sra Ramsey”: incluso llegó a transformar la casa en un
campamento cuando la afluencia de invitados a quedarse superó el
espacio disponible (ella decía que donde caben tres caben cuatro y
así ad infinitum) (12/10/21)
Mi padre: Mi padre y el plomero de marras se comportaban como la
avanzadilla de una invasión alienígena agresiva, convencida de su
poder omnímodo e irrefutable...(11/10/21)
Nuestras disputas por casi cualquier tontería acababan en largos y
espesos silencios...pero incluso eso era parte de nuestra relación
simbiótica, amalgamada por el destino kármico que nos había
tocado
Ella repetía sus órdenes como un sargento repite las suyas a sus
soldados...Repetía y repetía y él/yo, poco a poco, se/me diluía en
miles de dudas, temores y temblores, físicos y espirituales...
(11/10/21)
En Chela D´Gar, agregar: ...un país avergonzado de sí mismo, con
ínfulas de extranjero...Esa caja chica y boba que me transportaba a
otra ciudad, a otras vidas, me hacía soñar con que yo era alguien
diferente, alguien mejor...(07/10/21).
Mi hermano: Discusiones entre mis padres: las batallas campales
cotidianas nos dividieron en dos bandos con sus respectivos
mediadores, que se acercaban tímidos, entre los bombardeos, al
centro del campo de batalla, para abrazarse y hablar de sus cosas.
(01/10/21).
Agregar a la escena del ladrón que iba siendo apaleado por el
policía, de madrugada: no sé por qué, volví a recordar al ladrón
crucificado a la derecha de Cristo, como si quisiera salvarlo de su
destino, algo a todas luces imposible, pero esa fue una frustración
recurrente en mi memoria por muchos años...
Mi ciudad está partida en tres o cuatro terrazas gigantescas. Cada
una de esas terrazas es un mundo aparte. No quiero decir que en ella
se produzca el fenómeno de división social que se produce, por
ejemplo, en Medellín, en la que los habitantes del Poblado nunca
pisan las comunas y viceversa. De hecho, detrás de mi urbanización
hay un barrio humilde, marcado por el curso de una calle muy
transitada (donde murió atropellada la señora Lilian, la vecina que
me recibía con tanto amor como si fuera uno más de sus hijos), el
barrio Libertador (en honor, como casi todo en mi país, a Simón
Bolívar, supongo). Esa circunstancia me sirvió para comenzar a
despertar de mi sueño de formar parte de una élite privilegiada y
poderosa. De hecho, alguna vez fui a una casita de esas (del
susodicho barrio), de las que bordean la calle por donde transitan
coches a toda hora, y me quedé pasmado, preguntándome cómo era
posible que seres humanos pudieran vivir en espacios tan reducidos
(mi compañero del primer año de liceo me introdujo, no sé cómo, en
su habitación, ocupada por dos literas metálicas oxidadas; la sala
de la casa no medía más de dos metros por dos...(tener
tan cerca la pobreza, cada día de mi vida, me daba
pánico)...Años después, cuando mi compañero del liceo,
Aroldo se llamaba, se presentó un primero o dos de enero
a las tantas de la noche con un cuchillo y ganas de liarla
parda, yo traté de mediar entre él y mis vecinos (Bruno,
Juno y otros), convencido de que mi palabra sabia lo iba
a disuadir de tal actitud. Casi me gano que me abriera en
canal. Me salvó Bulgaria, la vecina de al lado, al
intervenir en la disputa con su actitud de leona decidida,
infalible. (28/09/21)
El barroco se caracteriza por la búsqueda de la
espiritualidad, de la visión de lo que hay más allá de lo
aparente...(28/9/21)…
(Mi madre fumaba)...y yo lo odiaba, odiaba que ella
fumara porque las volutas de aire infecto que despedía
nos separaban como una cortina de humo, de niebla,
impenetrable. Talvez por eso no caí en las drogas como
tantos otros entonces a mi edad. No en las drogas duras.
(1er año de bachiller): (Ese año escolar), los profesores
que me tocaron en suerte estaban destinados – por mí - a
permanecer en mi memoria el resto de mi vida (lo mismo
que los de mi primer año de la uni, los recuerdo a todos, a
algunos con ciertas características suyas que los hacían
inconfundibles). En segundo año, mi desencaje fue a
peor...la reunión de fin de curso me aparecí con una
americana y un fulard atado a mi cuello, tal como había
visto hacía poco a un personaje de la telenovela de moda
la cual, por supuesto, no me perdía por nada de este
mundo...Una de mis compañeras, una de las que a mí me
agradaba más pero que no tenía especial interés en tratar
conmigo, se acercó e inició una conversación tonta acerca
de no recuerdo qué. Lo primero que hizo fue clavar ambos
ojos en mi fulard, más bien en mi arreglo en general, y
podría jurar aún hoy que trató de no soltar una
carcajada histórica. Eso me confundió (¿porqué al galán
de moda le quedaba bien ese arreglo y a mí no?) e hizo
mella en mi autoimagen. A partir de ese preciso
momento, lo recuerdo como si fuera ayer, se me hizo
cuesta arriba salir a reuniones de cualquier tipo y volví a
recluirme en mi habitación y salir sólo para lo
estrictamente necesario...
De mi padre adquirí seguramente el gusto por las cosas
viejas...y por el arte...En su oficina tenía reproducciones de
Dalí (Picasso)...(29/9/21)
Mis amigos (Pablo y Rubén) me llevaron sin mi
conocimiento a un burdel, al burdel más popular de la
ciudad, que quedaba en una colina a las afueras (o así lo
recuerdo). Entró la policía y lo primero que pensé fue el
escándalo que se desataría si llegaba a oídos de la prensa
(sí, ¡de la prensa!) que «el hijo de la doctora Andrónico,
menor de edad, fue detenido junto a dos amigos por
frecuentar antros de baja reputación». Pero lo peor no
era eso. Lo peor para mí eran las consecuencias, el
castigo de mi madre (apartarme de mis amigos,
internarme en el liceo militar...no eso estaba reservado
para lo otro...)...
Annabella: Me sentía pequeño cuando la veía de reojo,
ella al volante de su Fiat del año (no recuerdo el modelo,
¡ a ver si eso va a ser lo más importante!), con sus gruesas
pulseras bailoteándole/agitándose al ritmo del
movimiento firme de sus manos y brazos al cambiar de
velocidad...(28/9/21)…
Después de que terminé de echar el estirón, mi madre casi
nunca me compraba ropa, y cuando lo hacía se fijaba
más en el precio que en si a mí me iba a gustar o no...
Me puse a estudiar Ciencias Políticas en paralelo a
Derecho...(28/9/21)...
Revisar en «Mi padre» si está clara la idea de que mi madre sólo en
apariencia lo defendía frente a nosotros, mi hermano y yo, porque en
el fondo sentía por él un más que justificado rechazo (aún hoy no me
atrevo a calificarlo como «odio»)
...A partir de ese día, cuando me enfrenté a mi padre como un león
apoyado en sus cuartos delanteros, él se fue a dormir a su propio
cuarto (no; creo que eso fue mucho antes). En todo caso, ambos
acontecimientos quedaron asociados en mi mente con un
hilo invisible que los unió en el tiempo y en el espacio.

Me dormía hipnotizado con el olor mezcla de fósforo quemado y


mentol del caracol que ponía mi abuela para espantar la plaga
(zancudos y mosquitos)
¿Qué nombre le pondré al personaje de mi madre? La respuesta me
llegó en un sueño, digo yo. Y la respuesta fue, como ya saben, Celeste
Andrónico. «Celeste» se me ocurrió (en el sueño) por su costumbre
de entornar los ojos hacia arriba, unidos a una sonrisa de esperanza
(no sé en qué)...
Agregar a Bblh:
…(mu-cha-chi-to)...ahora sí quiero explicarlo, tengo ganas de
explicarlo: mi madre hacía énfasis en cada sílaba cuando quería
reiterar su autoridad suprema...
SC, mi ciudad: ¿resentimiento, venganza contra la ciudad que casi
me vio nacer? (por ese «casi», por haber nacido en un pueblo aun
más pequeño y atrasado)...que no tenía, la pobre, como ofrecerme
(¿cómo transmito ironía en este pedazo?)...Yo tendría que
vivir en Nueva york o París, coño...
Los amigos de mi madre...caleidoscopio...envidiaba su
libertar, su adultez, sus sonrisas despreocupadas...
Gerónimo: piel cetrina, casi cuarteada por la acción
directa del sol devastador. Un bigotito incipiente, a lo
hitler (como el de hitler...ya sabéis porque escribo este
nombre en minúsculas). Casi nunca sonreía y cuando lo
hacía era acompañando un susurro casi inaudible
Francis: En el autobús a Caracas en el que me subí a las 19:30
horas para salir una media hora después, sin retraso, la pasajera
que se sentó a mi lado, por suerte o por destino, tenía ganas de
cháchara. No se daba por enterada de mis desplantes (creo que no
fui lo suficientemente obvio). Al ver que no cejaba en sus intentos
por sacarme una conversación, aunque fuera una palabra, un
monosílabo siquiera, decidí mentirle como un bellaco. Que la
madre de mi hija había muerto en el parto, que yo la había criado
hasta ese momento absolutamente solo... Y mientras hablaba, me
imaginaba a mi interlocutora saliendo disparada hacia el espacio
exterior, siendo golpeada por una lluvia de meteoritos que la
empujaban en una dirección y en la otra, alternativamente y sin
solución de continuidad . En lugar de esa solución galáctica, miré mi
reloj y le dije directamente que eran las 3 de la madrugada y, como
llegaríamos a Caracas a las 6 (al menos eso era lo que estaba
previsto. El final abrupto de nuestra conversación fue
como si cogiera una hoja de papel Bond y la rompiera en
dos, y ella y yo hubiéramos quedado en lados distintos,
sin posibilidad de llegar al otro lado. Llegamos a las 10:30
por los habituales atascos para entrar a la ciudad), quería echar una
cabezada.
No llegué ni a las 6 ni a las 10:30, sino a las 12. Llamé a Francis y me
dijo que no sabía si esperarme porque tenía otro compromiso (no
había entonces teléfonos móviles). Le rogué, le supliqué. Otro atasco
desde la terminal de autobuses hasta el piso que fue mi hogar por
unos meses, o que al menos yo había considerado tal. Acabé llegando
a mi destino final a las 14:30.
(Aquí viene que hacemos el amor y termina conmigo)...
...espíritu lisiado: en términos topográficos, fue una caída de tres mil
(combinar la altura de SC, CCS y MRD) metros desde la montaña
más alta hasta el abismo más profundo. (Y es que casi tres mil
metros no son casi nada, pero sí lo son para un espíritu
lisiado)Huele a carne asada, a parrilla con chorizos y morcilla...

Mi alcoholismo irredento fue producto de mi ignorancia. Me explico:


no incluía el alcohol dentro de lo que yo conocía como «las drogas»
(no creía que el alcohol fuera una droga, o no pretendía creerlo para
no dañar mi autoimagen, más de lo que ya estaba)…
Alejandra (la fiesta): Alejandra iba arreglada a la usanza de
los 20, con un vestido de encaje, más bien blusa y minifalda,
guantes y un sombrero de esos que incorporan el velo que cae justo
hasta el mentón, toda de negro. La minifalda destacaba por su
brillo polietilénico, abrumadoramente hipnótico y atrayente como
un imán de lentejuelas y (destello) enceguecedor; su sonrisa
inmaculada, blanca, casi brillante, irradiaba una energía
capaz de transportarme hasta esa época que ni yo ni
nadie más de los presentes había vivido. ...o sabía que algo
sucedería entre nosotros dos, algo importante. No me atreví a estar
seguro, me conformé con mi intuición... La gente, sus amigos y
amigas, eran para mí como cumbres inalcanzables. Les veía en su
mundo, instalados ya, sin necesidad alguna de agradar, sino estando
por derecho propio en esa situación, en esa condición de «amigos de
Alejandra» ...
(a mí las colecciones incompletas me dan dentera)…
Mi padre: (Carlos, el del overol azul)...lo mismo que me pasa
con Ana, la asistenta de mi tía Alicia, que me viene a la memoria en
los momentos más extraños e inesperados...

Bruno: Bruno era el único, según yo lo recuerdo en este


preciso instante, que no me trataba de «loco», «raro» (o
más bien «rarito») en nuestra calle (bueno, en realidad
también estaban los hijos de la señora Liliana, pero esos
no cuentan porque no jugaban tanto con nosotros)...
Escena donde describo el ambiente cultural estimulado
por el deseo de ser perfectos: no era cosa menor, Natalio
Domínguez se ocupaba todas las noches de recordárnoslo
La mirada triste, lunar del conserje del liceo, yo con once
años en Tierra de Gigantes, no sé por qué le cuento esto...
La costumbre de comerse las uñas de JRA: bordes
ennegrecidos por la mezcla de saliva reseca y sangre...
¿Por qué Celeste F acepta casarse con JRA? Él se convierte en
su mejor amigo y para evitar las habladurías del pueblo, además
de que ella quería salir del pueblo y a él le habían ofrecido traslado
para San Antonio, decide casarse con él y mudarse juntos a SA.
(Agregar esto a la parte del desacuerdo de las hermanas F
con este matrimonio)
París: mi madre y yo entramos a una de esas cabinas donde aparece
una chica bailando y haciendo striptís. No éramos madre e hijo,
éramos dos camaradas de juerga por París.
Cliffhanger: El momento en el que me doy cuenta (JRA) que
todo lo que había hecho mi madre (CA) por mí había sido
para mi bien, recuerdo a Ana, con su figura enjuta y su
mirada triste y a Berta (madre de Chucho) sin cabeza, o más
bien su cabeza sin su cuerpo frágil y adiposo...
SC era, durante mi infancia y adolescencia, una ciudad aburrida (de
ahí la comparación emocionada entre Caracas y los retazos de
autopista que comenzaron a construirse en SC, en 1973, como parte
de un plan de desarrollo...)… Estudiar Derecho fue una de las
contadas decisiones que tomé con las que mi madre estuvo
relativamente de acuerdo. Y digo «relativamente» puesto que decidí
irme a estudiar la carrera a Mérida, con la excusa perfecta de
ahorrarles a mis padres las mensualidades de la única
universidad privada donde daban la carrera entonces.
¿Hablar con más énfasis de mi proceso depresivo, desde el
punto de vista de los síntomas y de mis conductas? (¿?
¿Incluyo consumo de drogas duras?)
¿Dónde va esto? No conocía a nadie que se drogara. O al
menos no le prestaba la atención suficiente (o no pasaba
con esa o con esas personas el tiempo suficiente) como
para inducirle el consumo de ese tipo de drogas. Se lanzó
entonces al alcohol de manera desenfrenada. Fue un
alcoholismo intenso, puntual y comprometido, (asiduo),
más que asiduo,... (cotidiano, reverberante como una ola
gigantesca que todo lo arrasa a su paso)…
Sueños y recuerdos tienden a confundirse pues su textura
es más o menos la misma; vienen del mismo lugar...
Iglesia: el olor a incienso me produjo náuseas...
Francis:...quisiera (en ese momento hubiera querido)
tener la decisión /y la valentía de Pavese, su determinación
de acabar con todo, pero no soy capaz, tengo miedo, miedo
a la muerte, miedo a la soledad, miedo a la nada.
Nota:
¿Declaro -más bien confieso- que tengo tanto miedo de escribir una
mierda ilegible, que he decidido agregar, después de haber
terminado mi primer borrador, unos capítulos adicionales que
servirán como incisos explicativos de porqué escribí lo que escribí,
de porqué quedó como quedó? (la palabra «mierda» tiene prestigio
literario).
Me duele la espalda. Se lo achaco a mi trabajo, controlador de acceso
en un centro cultural (producto de un bajón de categoría profesional,
antes era dinamizador, o informador, ganaba un euro más por hora,
cosas del capitalismo salvaje). Mi marido me dice que debemos ir al
traumatólogo. Desde que vivimos en Barcelona, él me acompaña a
todas partes y yo a él /nos acompañamos...
El me dice que no es solo mi trabajo, que debo cambiar de posición
para escribir, tantas horas sentado en el sofá cobran su cuota.
Después de meses de hablar del tema (mi posición al escribir o leer
desde el móvil/celular), vamos a Carrefour a comprar una silla
plegable. Una excusa menos. Vamos bien.
La tarifa de la luz que sube y sube y nadie sabe porqué. Las eléctricas
le achacan el problema a los altos impuestos. El gobierno
(socialista), a la indetenible (insaciable) ambición de las eléctricas.
El agua no es tan cara y sin embargo, trato de abrir el grifo (la pica)
con mucho cuidado, pendiente de no gastar demasiada agua.

Yo era el niño más crédulo de todos (escena de B Palacios


diciéndome lo de «monje benedictino»)
Una de las pocas coincidencias entre los expertos en Narrativa es la
insistencia en leer mucho, si quieres escribir más o menos
decentemente. Leo, leo y leo buscando una justificación para no
escribir. Y esa es la justificación perfecta para procastinar (no se si
ese verbo existe en nuestro idioma); leer.
He descubierto, después de mucho leer (sin contar con los libros que
leí en mi adolescencia; esos no cuentan pues los leía por placer y no
para aprender a escribir), que el adverbio «como» es el conector más
socorrido en la Literatura universal. La comparación es una
herramienta fundamental.
De cada libro que leo (leo con preferencia novelas, lo más largas
posible), subrayo o sombreo lineas, frases cortas que me impactan
por los símiles que incluyen, por su belleza narrativa. Cuidado. No te
quedes en la forma.
(Lo anterior viene a cuento porque cuando me decidí a aprender
Narrativa, a escribir como mandan los expertos y los que no lo son,
mi principal preocupación fue cuáles técnicas debía aprender para
escribir como quienes saben escribir. Esa responsabilidad, la de
entregar un producto de calidad, me atenaza y me paraliza. No
quiero faltarle el respeto a nadie).
"Mi madre era perfecta" : Esta oda a la madre fue producto de mi
ansia, mi desesperación por describir mi relación con mi madre, o
más bien los efectos sicológicos que causó en mí dicha relación.
Cuando nací era feo. Feo no, anodino. Por eso qukzas me le perdía
tan fácilmente a mi madre, no tanto por su despiste, legendario) Y
algunoa gente, gente desconocida, se pensaba que era el hijo no de
mi madre, esa señora blanca, alta y distinguida, sino de nuestra
empleada de entonces, cualquiera de ellas (tuvimos variad esos años,
entre las que atendían la cass y las que nos atendían a mí y a mi
hermano), que también era feucha y bajita... Crecí tímido. Con la
timidez propia del hijo absolutamente dependiente...
Los pies: no puede haber un numero infinito de modelos de pies...
(¿Dónde va esto? ¿en Andrea?) Nefertiti preparó a su hijo
mayor para acompañarla y servirla hasta su muerte. La de
cualquiera de los dos. Porque en la ciudad calurosa del gran ídolo de
piedra que sostiene la cruz hasta su cabeza coronada con una
aureola pétrea, el peor temor de las mujeres era quedarse solas. No
había guerras. La libertad campaba por doquier. Pero era más fuerte
el poder del recuerdo de hombres arrebatados de sus hogares en
medio de la noche.
En la ciudad había un reloj de cuco gigantesco (como de unos siete
metros de alto por cinco de ancho ) cuyo motivo artesanal eran los 7
enanos de Bl. Mi madre C siempre nos llevaba con el mismo
decepcionante resultado de que el reloj nunca funcionaba. Nunca
funcionó. Nunca lo repararon, si alguna vez funcionó. Esa era la
historia de mi vida...🤣 🤣 🤣
BblaH significa las intenciones más profundas, inconfesables de la
gente. Su egoismo, ambición y todo lo qu serían capaces de hacer x
conseguir sus obj.
Mi madre: ...ella a menudo se entretenía con la idea loca de que el
mundo en lugar de machista y patriarcal hubiera sido todo lo
contrario y se imaginaba escogiendo a los hombres a diestra y
siniestra, pudiendo llevar acabo con ellos las prácticas sexuales más
y exóticas y divertidas, poniéndolos a ellos en la posición inferior,
tanto en lo físico, anatema en la Sudamérica de los sesenta, setenta y
ochenta, como en lo exclusivamente erótico, que no sólo sexual,
como preferían los machos que sólo pensaban en el dominio y en
desahogar sus instintos más pedestres. La impotencia de su marido,
su incapacidad invencible para (cumplir con sus deberes conyugales)
sin el estímulo de drogas o brebajes antiguos, era una cruz que no
sabia si estaba en disposición de llevar a cuestas.
Y si fuera el caso, sólo por su madre y por esos valores impresos en
su mente y en su piel a sangre y fuego.  Ella prefería guardar silencio.
Hacía tiempo que no tenían nada que decirse. En realidad, nunca
tuvieron nada que decirse. Su matrimonio fue un error de ella por
una ingenuidad imperdonable. Las señales estuvieron ahí desde el
principio. Y eran tan visibles que todo el mundo las vio menos ella. Y
si no las vio fue porque no quiso. Estaba clarísimo. Las visitas a ccs...
Otra cosa no era posible ni esperable visto el estado de dejadez en el
que se vivía al interior de la casa Andrónico.
¿Como se puede exagerar con una madre así, cuya pasión
más importante son sus hijos?; una mujer que es capaz de
pasarse horas buscando una mochila para una más que
improbable excursión, solo por ver la ilusión en el rostro
de su hijo...
La memoria se hace frágil cuando los recuerdos son una rémora, una
tortura indecible. Y ya había tenido tiempo de arrepentirse de alguna
de sus decisiones... Y no puede recordar qué  la impulsó a cometer
tal locura contra todas las advertencias que recibió de sus hermanas
mayores que por mayores ya sabían lo que se le estaba viniendo
encima. ¿No quiso escuchar o tenía miedo de reconocer que podía
estar equivocada? 🤔 ¿Como era posible que de todas las opciones
que se le ofrecían hubiera escogido la peor, la más oscura y
recalcitrantemente perjudicial para ella? (¿Cuál es la razón pq se
casó justamente con el menos probable? ¿Que no es de aquí? Lo
único por lo que no se arrepentía era su par de hijos que lo eran todo
para ella y compensaban cualquier sacrificio, cualquier dolor
pasado, actual o aún por venir. Ya de nada servía mirar atrás y
preguntarse que hubiera pasado si hubiera tomado otras decisiones
(distintas).
El pobre chico inocente no tenía ni idea de como establecer el
balance perfecto entre el respeto y el amor que les debía a sus padres
y su sentido de autoestima y autonomía. Su madre era
imprescindible para él. Presente en todo momento, lo llevaba de la
mano a cada paso. A cada respiro suyo, ella se movía
automáticamente con sus alas protectoras.
Después de ese primer ataque el niño ya no seria el mismo. Su
destino cambió...
Problemas micóticos, pies planos...el cóctel perfecto para disfrutar
por mucho tirmpo de unos bajos niveles de autoestima
Cerrar el chiste con Cjela (AP) con: Ingenuidad. (?)
20/05/2021:
Después de la pérdida definitiva de mi abuela, la soñé siempre viva,
sonriente, mostrando a veces unos brackets de adolescente, a sus
setenta y tantos y con su obesidad sólida, desparpajada... 🤣 🤣 🤣
12/06/2021
De niño era silencioso, casi taciturno. No hablaba por temor a decir
algo que me ganara una reprimenda merecida de mi madre, a decir
algo inconveniente o inoportuno... 🤣 🤣 🤣
Escena Club Republicano (y antes...)
Cuando me gradué de Bachiller, mi madre decidió celebrarlo «por todo lo alto»,

e invitó un pequeño grupo a cenar a casa. En ese grupo fue incluido un importante

político local, Enrique Ontiveros, quien se presentó sin su mujer y se la pasó toda la

noche alabando mis dotes diplomáticas, mis modales refinados sin ser rebuscados o

ampulosos, sino más bien «precisos, oportunos, adecuados». Se maravillaba de mi

cultura general. Decía que en verdad parecía la reencarnación de un monje medieval

(opinión avanzada originalmente por Belén Palacios, la pitonisa). Y a partir de cierto

momento de la cena comenzó a aplicarme el mote de «embajador» y a lanzarme miradas

ensoñadas, junto a medias sonrisas cómplices, extrañas, de intenciones inconfesables.

Tendría unos cuarenta o cuarenta y cinco y su melena leonesca de un color negro suave,

salpicada por unas patillas que comenzaban a encanecer, y un profundo hoyuelo en

pleno centro de su mentón tan simétrico y perfecto que parecía esculpido en cera, tanto

como su piel blanca de porcelana, tersa y algo brillosa, explicaban en parte ese carisma
arrollador que lo había impulsado en una carrera política meteórica. Fue alcalde dos

veces antes de lanzarse a por la gobernación del estado, como candidato independiente

ya que, una vez más, oscuros intereses se enfrentaron a su opción con la excusa de que

«no era un hombre nacido en el partido». Yo me dejé seducir por su físico varonil,

entero, paternal. Igual hizo mi madre. Pero en esto no nos habíamos puesto de acuerdo.

Todo fue casual, o hábilmente urdido por el sátiro de marras para envolvernos a ambos

en esa situación atípica, explosiva. Solo años después yo me di cuenta, atando cabos,

indagando. No es que importara, pero me causó curiosidad, por ciertos hechos, atípicos,

anormales en la conducta de mi madre. Se fue tres meses, a Caracas, a hacerse según

ella una intervención quirúrgica cuya finalidad era extirparle un quiste. Nunca dijo

dónde. Lo que sí me explicó años después, es que lo había hecho todo de esa forma para

no tener a mi padre encima de ella todo el rato, para llevar bien su reposo, que era

imprescindible para el resultado de la operación. Le creí. No tenía razones para no

creerle. Fue muy convincente. Y mi padre, si de alguna manera se enteró, esta vez no

dijo ni esta boca es mía. Se abstuvo de cualquier comentario hiriente. Por eso yo creo

que nunca lo supo. Y hubiera dado igual, de todas maneras, daba igual que él lo supiera

o no. Mi madre regresó a casa como se había ido, en silencio (como yo en mi primera

escapada a los diecisiete años). Pero regresó diferente. Su mirada comenzó a ser

huidiza, lateral. No volvió a mirarme a los ojos, más que para pedirme cosas, para

rogarme que hiciera cosas por ella. Ya no era la misma Celeste Andrónico que hacía

temblar las paredes con su sola presencia.

A esta altura ya me estaba costando más de la cuenta ser feliz, salvo por el

tiempo que pasaba con mi hermano.

Su ambición le pierde. O más bien su vanidad. Necesita ser reconocido.


Quería compensar mi ostracismo social entre la gente de mi edad con el

sentimiento de pertenencia a la clase superior. Entonces comencé en casa una campaña

para que mis padres adquirirán una acción familiar en el club social de moda, el Club

Republicano. En ese club se reunía la flor y nata de la sociedad local. El liderazgo

político y económico transaba ahí sus negocios, los que definían el destino de la ciudad

y aun de todo el estado. Hice de ello mi misión de vida por unos meses. Nunca había

estado en su interior hasta el día que nos invitaron a la boda de una pareja de clase alta

(recuerdo que la novia era también una mujer muy alta). Esa noche glamorosa confirmó

mi propósito. De hecho, esa noche se convirtió en una señal clave confirmatoria de mi

destino manifiesto como miembro de una élite de privilegiados ya que tuve el honor de

compartir mesa con el gobernador del estado y su mujer, la Primera Dama, cuyos

nombres no mencionaré porque haría de esto un bando oficial y no es esa la idea. No

sólo al gobernador conocí esa noche memorable sino a una buena muestra de líderes

políticos de todas las tendencias, o mejor, de las dos tendencias ideológicas dominantes

en el país, socialdemócratas y socialcristianos. Con respecto a esto tenía yo con mis

padres una diferencia fundamental: ellos eran socialdemócratas y yo socialcristiano.

(Por esos días no sé qué mosquito me había picado que me identificaba con las ideas

políticas más rancias, abogando incluso por la promoción del matrimonio entre un

hombre y una mujer (en Venezuela las tasas de parejas de hecho no casadas, sobre todo

entre las clases populares han sido históricamente altísimas, así como las de abandono

paterno filial) y por una acción social y política más decidida y notoria de la iglesia

católica en la vida pública (en mi defensa debo decir que esos desvaríos míos se

debieron en parte a mi poco contacto con personas de mi edad, a que no sabía pensar

como un niño de mi edad). Mi madre entró la primera en el salón en forma de

hemiciclo, con el resto de la familia a sus espaldas, en un discreto segundo plano, en


silencio y yo miraba a todos lados, por si venía a saludar alguien conocido. Y yo rogaba

en silencio poder recordar su nombre, pues siempre me ha costado horrores relacionar

caras con los nombres correctos. Mi madre era la que saludaba con más entusiasmo. Mi

padre en cambio trataba de esquivar las miradas y sonrisas a la distancia, pues padecía

de la misma timidez que yo y sospecho que por las mismas razones. Se sentaba con

nosotros el alcalde, acompañado de su bellísima esposa, padres orgullosos de cinco

hijos. Sobre este alcalde circulaba por toda la ciudad el rumor de que le gustaban los

jóvenes. Era muy querido y parece que ese rumor en particular de una supuesta

«desviación» suya, no afectaba demasiado gravemente su popularidad. Total, ahí tenía

su bella esposa y sus cinco hijos para desmentirlo.

Esa noche hice gala de una erudición política envidiable e increíble en un

mozalbete de mi edad. Un senador socialcristiano expresó su tranquilidad porque «el

futuro está en buenas manos, si hubiera miles como este chico brillante y perspicaz».

Hasta me di el lujo de gastarle a mis padres una broma inteligente acerca de nuestras

diferencias políticas. A una pregunta del senador Rodríguez acerca de cómo llevábamos

en casa esas diferencias, yo, no queriendo desaprovechar esa oportunidad de oro,

respondí condescendiente «Bueno, senador, sabe usted que cada uno lleva su cruz. Esta

es la mía y por lo demás son muy buenos padres». El senador premió mi osadía con un

aplauso entusiasta y una carcajada sonora y sincera. Se levantó de su silla con los brazos

abiertos y me apretó contra su pecho con tal energía que casi me ahoga.

Años después entendí que todo había sido una fantasía, una falsedad producto

del doblez y de la hipocresía humana, al ver que esos amigos circunstanciales de mis

padres desaparecían a medida que ellos perdían sus cuotas de poder (nadie dijo una

palabra en favor de mi padre cuando lo destituyeron sin motivo del tribunal agrario y
nadie volvió a llamar a mi madre para felicitarle el cumpleaños una vez se hubo

jubilado). No hacían otra cosa sino mantener buenas relaciones para proteger y

promover sus propios intereses. Comprendí que no era nada fácil ser parte de las élites.

Y que mucho menos era cuestión de méritos o de esfuerzo continuo. La cosa va así: si tu

familia no se ha ganado ya ese lugar que tú simplemente heredarás sin apenas mover un

dedo, los esfuerzos que tendrás que emprender para hacerte de un nicho en ese mundo

de privilegios y poder deben demostrar tu disposición total y absoluta, tu entrega

incondicional y habilidad para cometer cualquier fechoría y alcanzar ese Olimpo.

Olvídate de la ética y de tus principios, si alguna vez los tuviste. Ese es el nombre del

juego: corrupción.(unir esto con “Celeste siempre longánime” ).

La égloga es un tipo de poesía lírica, es decir, que es una composición en


la que se transmiten sentimientos, reflexiones o estados de ánimo. Puede
ser un diálogo entre dos o más personajes o un monólogo, y es similar a
una obra de teatro corta de un solo acto.
La égloga se caracteriza por su tema central, ya que en este tipo de poesías
siempre se expresan sentimientos amorosos. Además, cuando estas
composiciones eran representadas, solían estar acompañadas de música.
La primera égloga fue escrita por Teócrito, un poeta griego, en el siglo IV a.
C. Después utilizaron este subgénero algunos poetas romanos y, siglos más
tarde, en el Renacimiento se hicieron este tipo de composiciones, sobre
todo en la literatura española.

 Puede servirte: Poesía

Características de la égloga
 Personajes. Son campesinos o pastores que expresan su estado
de ánimo en relación con el amor.
 Tema bucólico. El tema central es el amor, las historias suceden
en lugares naturales y se pueden incluir personajes que existen o que
existieron en la realidad.
 Espacio. El lugar se describe utilizando el locus amoenus, un
tópico literario en el que el campo aparece como un lugar idealizado,
paradisíaco y tranquilo.
 Narración. A pesar de que es una poesía lírica, en ocasiones se
narran historias de amor. En el comienzo de esta composición se
suele presentar a los personajes, luego ellos relatan y reflexionan
sobre el amor y al final se despiden y el autor hace una conclusión
sobre el tema central.
 Estructura. Suele estar compuesta por treinta estrofas que son
estancias de catorce versos cada una. Los versos de las estancias
pueden ser endecasílabos (versos de once sílabas) o heptasílabos
(versos de siete sílabas) y suelen tener rima consonante.
 Utilización de figuras retóricas. Las figuras retóricas se utilizan
para producir un efecto estético, es decir, para que el lector perciba
de una forma diferente el objeto o el suceso al que se hace
referencia. En muchas églogas se utilizan el oxímoron, el
hipérbaton, la hipérbole, la prosopopeya, el encabalgamiento,
entre otros.

Ejemplos de égloga
 Fragmento de “Idilio IV. Los pastores” de Teócrito (310 a. C – 260
a. C.)
Bato.
Corydon, dime, ¿cuyas son las vacas?
¿Son de Filondas?
Corydon.
No, de Egon, que ahora
Por las apacentar me las ha dado.
Bato.
¿Y en dónde a lo escondido las ordeñas
A todas por la tarde?
Corydon.
Las terneras
Las pone el viejo, y bien a mi me guarda.
Bato.
¿Y el ausente boyero a do se ha ido?
Corydon.
¿No lo has oído? Lo llevó consigo
Milton hacia el Alfeo. (…)
 “Idilio IV” de Bión de Esmirna (vivió a finales del siglo II a. C)
Las Musas del Amor cruel no temen,
Antes bien le aman de ánimo, y sus huellas
Siguen, y si seguidas de alguno
De alma desamorada, de él se apartan,
Y ni enseñarle quieren; más si dulce
Canta de Amor, movido el blando pecho,
Se le llegan corriendo luego todas;
Testigo yo de que verdad es esto:
Pues si canto a los Dioses, o a los hombres,
Se me traba la lengua, ni cual antes,
Ya canta; y si de amor yo canto luego,
O de Lycida, entonces de la boca,
Me sale un ledo, y apacible canto.
 “Idilio VI” de Mosco de Siracusa (vivió en el siglo II a. C)
A la vecina Eco Pan amaba;
Y Eco a un saltante Sátiro quería,
Y el Sátiro por Lida enloquecía;
Cuanto Eco a Pan, el Sátiro abrazaba
A Eco, y Lidia a Sátiro encendía;
Amor así a los míseros perdía,
Y cuanto a alguno al otro desdeñaba,
Tanto era de su amante despreciado,
De odiosa ingratitud justo castigo,
Dulce venganza al triste namorado,
Yo de la turba enamorada, amigo,
Que amantes ha de haber si hay hermosura,
Este ejemplar les doy, y al fin les digo:
Amad, amantes, con igual ternura.
 Fragmento de “Bucólica I” de Virgilio (70 a. C. – 19 a. C.)
Melibeo.
Títiro, tú, recostado al amparo de un haya frondosa,
ensayas en tu delgado caramillo silvestres melodías;
nosotros dejamos los confines de la tierra natal y las queridas campiñas;
y nos exiliamos de nuestra tierra; tú, Títiro, a la sombra, despreocupado,
enseñas a la bella Amarilis a hacer resonar el monte.
Títiro.
Oh Melibeo, un dios nos ha creado estos ocios,
porque él será siempre para mí un dios;
un tierno cordero de nuestros apriscos ensangrentará siempre su altar.
Como ves, él ha permitido pacer tranquilas a mis vacas
y a mí mismo tocar lo que quiera en una rústica caña. (…)
 Fragmento de “II” de Calpurnio Sículo (vivió en el siglo I)
A Crócale, casta doncella, dos mozos; amaron
largo tiempo, Idas uno, que dueño de reses lanudas
era, y Astaco el otro, que un huerto tenía, ambos bellos
y en el canto parejos. Un día de estío en que ardía
la tierra se hallaron al pie de unos olmos y cerca
de una gélida fuente y al dulce cantar se aprestaron
y al concurso con premios; aquél, si perdiera, ofrecía
siete vellones y el otro los frutos del huerto;
era un grande certamen y Tirsis de juez actuaba.
Asistió toda clase de reses y fieras y todo
ser que hiende los aires con alas errantes y aquellos
que indolentes al pie de la encina sombría apacientan
su rebaño; asistió el padre Fauno y también los bicornes
Sátiros; fueron las Dríades de pies no mojados
y las Náyades de húmedos pies y los rápidos ríos
detuvieron sus cursos; el Euro las trémulas frondas
respetó y un profundo silencio reinó en las montañas.
Todo cesó; hasta los toros hollaban herbajes
desdeñados e incluso la abeja industriosa atrevióse
a dejar las nectáreas flores, pues ellos justaban.
Y ya estaba Tirsis sentado a la sombra de un árbol
añoso diciendo: «De nada, muchachos, los premios
sirven si yo soy el juez; galardón suficiente
es del que triunfe la prez, del vencido el oprobio.
Y, por que sea posible ordenar las canciones
alternadas, cada uno tres veces los dedos enseñe».
Y en seguida los dedos jugaron y fue Idas primero. (…)
 Fragmento de “Égloga primera” de Garcilaso de la Vega (1491-
1536)
(…)Salicio
¡O más dura que mármol a mis quejas,
y al encendido fuego en que me quemo
más helada que nieve, Galatea!
Estoy muriendo, y aun la vida temo;
témola con razón, pues tú me dejas;
que no hay, sin ti, el vivir para qué sea.
Vergüenza he que me vea
ninguno en tal estado,
de ti desamparado;
y de mi mesmo yo me corro agora.
¿De un alma te desdeñas de ser señora,
donde siempre moraste, no pudiendo
della salir un hora?
Salid, sin duelo, lágrimas corriendo. (…)
 Fragmento de “Égloga de Plácida y Vitoriano” de Juan del Encina
(1468-1529)
(…) Plácida.
Lastimado coraçón,
manzilla tengo de ti.
¡O gran mal, cruel presión!
No tenía compassión
Vitoriano de mí
si se va.
Triste, ¿de mí qué será?
¡Ay, que por mi mal le vi!
No lo tuve yo por mal,
ni lo tengo, si quisiesse
no ser tan esquivo y tal.
Esta mi llaga mortal
sanaría si le viesse.
¿Ver o qué?
Pues que no me tuvo fe,
más valdría que se fuesse.
¿Qué se vaya? ¡Yo estoy loca,
que digo tal heregía!
Lástima que tanto toca,
¿cómo salió por mi boca?
¡O, qué loca fantasía!
¡Fuera, fuera!
Nunca Dios tal cosa quiera,
que en su vida está la mía.
Mi vida, mi cuerpo y alma
en su poder se trasportan,
toda me tiene en su palma;
en mi mal jamás ay calma
y las fuerças se me acortan;
y se alargan
penas que en mí tanto tardan
que con muerte se conortan. (…)
 Fragmento de “Égloga a Amarilis” de Lope de Vega (1562-1635)
(…) Cuando yo vi mis luces eclipsarse,
cuando yo vi mi sol oscurecerse
mis verdes esmeraldas enlutarse
y mis puras estrellas esconderse,
no puede mi desdicha ponderarse,
ni mi grave dolor encarecerse,
ni puede aquí sin lágrimas decirse
cómo se fue mi sol al despedirse.
Los ojos de los dos tanto sintieron,
que no sé cuáles más se lastimaron,
los que en ella cegaron, o en mí vieron,
ni aun sabe el mismo Amor lo que cegaron,
aunque sola su luz oscurecieron,
que en los demás bellísimos quedaron,
pareciendo al mirarlos que mentían,
pues mataban de amor lo que no vían. (…)
 Fragmento “Bátilo: égloga en alabanza a la vida del campo” de
Juan Meléndez Valdés (1754-1817)
Batilo.
Paced, mansas ovejas,
La yerba aljofarada,
Que el nuevo día con su lumbre dora,
Mientras en blandas quejas,
Le cantan la alborada,
Las dulces avecillas a la Aurora:
La cabra, trepadora,
Ya suelta, se encarama,
Por el monte enramado:
Vosotras de este prado
Paced la yerba y la menuda grama,
Paces, ovejas mías,
Pues de abril tornan los alegres días. (…)
 Fragmento de “Égloga III” de Vicent Andrés Estellés (1924-1993)
Nemoroso. (…)
Tengo miedo esta tarde —en el despacho
de aquellas tardes nuestras, de esos días.
Belisa, el mundo marcha hacia el desastre.
Empezaré a marcar desde el teléfono
un número cualquiera: “Ven, Belisa!”
Lloro, Belisa, entre el Haber y el Debe.
Lloro en el ático que tú conoces.
Belisa, el mundo marcha hacia el desastre!
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Enciclopedia de Ejemplos (2019). "Égloga". Recuperado de:


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