Está en la página 1de 241

TRAMO ¿um^-O

LIBRO NoÍIsUJUT
GRAMÁTICA CASTELLANA
A M A D O A L O N S O
PEDRO HENRlQUEZ UREÑA
PROREIORES EN LA» UNIVERHOADEÍ DE BUENO» AIRES
V LA PLATA

GRAMATICA
CASTELLANA
S E G U N D O C U R S O

MASCAb
ADAPTADO A l.OS PROGRAMAS V10BSTKS
P.S ¡.A ESSB$AI¡ZA 8BQUSDAR1A

i
E D I T O R I A L L O S A D A , S. A .
BUENOS AIRES

19 3 9
J'RINTSD IN AROKNT/K F.
A cab a J o He Imprlnlr «I ¿la ti de u arso tie t»39
I « p r e it ( a López Fer* ç6C . li » e n o t A i r e M
A LOS PROFESORES

Conforme lo demandan los programas, este segundo tomo


de nuestra GRAMÁTICA CASTELLANA se ajusta al sistema cí-
clico. esto es, toma de nuevo y amplia temas tratados• en el
P r i m e r C u r s o . La doctrina expuesta en el curso anterior debe
tenerse en cuenta para la ampliación del estudio de cada tema
en este curso segundo; pero, a fin de hacer este libro utilizable
para los que no disponen de nuestro P r i m e r C u r s o , hemos
reproducido o resumido k> esencial en cada caso, y. para no
aumentar con ello la tarea estudiantil propia del año. lo henros
puesto con letra menor.
Como en el tomo anterior, hemos dispuesto nuestra ex-
posición en diferentes tipos de letra. En letra mayor está lo
que el alumno debe estudiar; en letra menor, lo que puede leer
como complemento. Hemos puesto en letra negrita las definicio-
nes o fórmulas abreviadas que el alumno debe aprender, y
también los términos técnicos gramaticales cuando aparecen la
primera vez o cuando conviene pedagógicamente destacarlos.
Los ejemplos van en bastardilla si son palabras sueltas, y en
redonda, entre comillas, si son frases enteras.
El presente S e g u n d o C u r s o se divide en diez capítulos,
correspondientes a las diez divisiones de los programas vigentes.
Los diez capítulos están divididos en veintisiete lecciones, y cada
lección contiene suficiente material de explicaciones para el
trabajo gramatical de una semana (una clase).
Todas las lecciones van acompañadas de sus correspon-
dientes ejercicios gramaticales.

TEFIPOVEAIO&O
En el transcurso del año los alumnos han de hacer, según
los programas, hasta doce composiciones para que las corrija
el profesor, las devuelva a los alumnos e integren el conjunto
de los trabajos del año. Damos indicaciones, a veces con cita
de modelos, sobre el tipo de composiciones que pueden pedirse
a los alumnos. Para el dictado, hemos supuesto que bastaba
con las indicaciones de la lección I.
Sobre el trabajo de lectura y explicación de textos, que
debe hacerse todas las semanas, damos indicaciones de carácter
general en las lecciones I y II.
Otros trabajos prácticos consisten en la recitación y co-
mentario de poesías y en exposiciones orales sobre temas di-
ferentes. Para la recitación hemos transcrito suficientes poesías,
con breves explicaciones adicionales. El profesor, como es na-
tural, utilizará en clase cualesquiera otras poesías que le inte-
resen; pero de todos modos, hemos querido dar indicaciones
sobre temas que pueden tratarse en relación con las obras poé-
ticas. Para las exposiciones orales, hemos creído que no había
necesidad de dar constantemente ejemplos, y que bastaba con
la explicación general que se incluye en la lección II.
CAPÍTULO I

L E C C I Ó N I

LA ORACIÓN

LECTURA Y EXPLICACIÓN DE TEXTOS. — El estudio <¡el idioma


debe hacerse siempre sobre ejemplos concretos de la lengua escrita o de
la ora!. Para la lectura y explicación de textos pueden servir pasajes de
prosa como este de Martí en el artículo Tres hérots:

San Martin fué el libertador del sur. el padre de la República


Argentina, el padre de Chile. Su padre era español, y a él lo
mandaron a España para que fuese militar del Rey. Cuando Napoleón
entró en España con su ejército para quitarles a los españoles la li-
bertad. los españoles todos pelearon contra Napoleón: peiearon los
viejos, las mujeres-, los niños: un niño valiente, un catalancito, hizo
huir una noche a una compañía, disparándole tiros y más tiros desde
un rincón del monte: al niño lo encontraron muerto de hambre y de f r i ó :
pero tenia en la cara como una luz y sonreía como si estuviese con-
tento. San Martin peleó muy bien en la batalla de Bailen y lo hicieron
teniente coronel. Hablaba poco: parecía de acero: miraba como un
águila: nadie lo desobedecía: su caballo iba y venía por el campo de
pelea, como el rayo por el aire. En cuanto supo que America peleaba
para hacerse libre, vino a América: ¿que le importaba perder" su carrera
si iba a cumplir con su deber.' Llegó a Buenos Aires: no dijo dis-
cursos: levantó un escuadrón de caballería: en San Lorenzo fué su
primera batalla: sable en mano se fué San Martín detrás de los espa-
ñoles. que venían muy seguros, tocando el tambor, y se quedaron
sin tambor, sin cañones y sin bandera.

JOSÉ MARTÍ (1853-1895).


En los trabajos de su revista LíJ edad de oro, Josc Marti, libertador
de Cuba y gran escritor, se dirige a los niños. Su estilo es sencillo, con
pensamientos claros y expresados sobriamente sin adornos pegadizos. Marti*
informa a sus lectorcitos de lo mis esencial de cada tema y Ies pone ante
los ojo«. con toda naturalidad, lo que las cosas tienen de bueno y de
malo y lo que la conducta de los hombres tiene de plausible y de con-
denable. Con eso Marti educa a los niños moral y socialmente, esto es.
para el comportamiento privado y para el social. El estilo es la mejor
arma que el autor uta para sus propósitos educadores, porque, además
del lenguaje sencillo, el tono es como confidencial y las frases salen como
si el autor las dijera bondadosamente a cada uno en particular.

1. LA ORACIÓN, LA MENOR U N I D A D DHL HABI.A. — El pasaje


transcrito de Marti forma parte de un escrito más extenso, todo lo que
ha necesitad"? el autor para expresar su pensamiento. A la actividad entera
de expresar así el pensamiento, oralmente o por escrito, llamamos el
habla, el h a b l a r , y también el discurso El escrito entero tiene
unidad de pensamiento, pero el pasaje transcrito, aunque contribuye a
expresar la unidad total del discurso, tiene también su unidad. Dentro
del pasaje transcrito leemos, por ejemplo: "San Martin peleó muy bien
en la batalla de Bailén", o bien: "hablaba poco", o bien "parecía de
acero": y también cada una de estas frases tiene unidad ir pensamiento.
Pero si dividimos una de estas frases en dos o mas. ya no encontraremos
sendas unidades de pensamiento o de sentido completo.

La m e n o r u n i d a d d e l h a b l a con sentido c o m p l e t o se
llama oración.

2. TENER SENTIDO COMPLETO. — Dentro de una conversación


o de un pasaje escrito, hay diferentes momentos de la exposición, cada
uno de los cuales, aunque relacionados con lo que precede y con lo que
sigue, puede considerarse como un acto de habla que tiene sentido en si
mismo: "nadie lo desobedecía": "¿cuándo te podré v e r ? " : "que Heves
buen viaje": "lleva esto al correo".

T e n e r sentido en sí mismo o tener sentido c o m p l e t o


quiere decir declarar, d e s e a r , p r e g u n t a r o m a n d a r algo.

3. SIGNIFICACIÓN SIN SENTIDO COMPLETO. — Otras frasecillas


no carecen del todo de sentido, pero no lo tienen completo y por eso

1 Discurso tiene aquí un sentido gramatical y no oratorio.

JO
no son oraciones: "entre bastidores": "U torre de los ingleses": "del
quince al veinte". ¿Qué les falta para convertir su significación en sentido
completo?

P a r a t e n e r s e n t i d o c o m p l e t o es n e c e s a r i o q u e e l q u e h a b l a
a f i r m e o n i e g u e c o n e l l a s , o p r e g u n t e , o desee, o m a n d e , esto
es. q u e t o m e u n a d e t e r m i n a d a a c t i t u d a n t e l o q u e e s a s pa-
labras significan.

4 . SENTIDO UNITARIO. LA a c t i t u d del que habla, sea enun-


ciativa. o interrogativa, o dcsidcrativa. o imperativa, es lo que da unidad
al pensamiento, porque se mantiene idéntica a través de todas las dife-
rentes palabras que forman la expresión.

5. SENTIDO COMPLETO. •— LA actitud del que habla es también


la que h a c e completo el sentido porque con las significaciones de las
palabras enuncia, desea, pregunta o manda algo.

6. C L A S E S DF. ORACIONES. — L a actitud del que h a b l a


p u e d e ser e n u n c i a t i v a (afirmativa o negativa), interrogativa,
desiderativa o imperativa. Por eso las oraciones pueden ser
enunciativas (afirmativas o negativas), interrogativas, desi-
derativas o imperativas: " t o d o ha terminado": "¿quién sa-
be?": " q u e te v a y a b i e n " : " v e n e n s e g u i d a " . A las e n u n c i a -
t i v a s se les l l a m a t a m b i é n d e c l a r a t i v a s o aseverativas.

Las llamadas oraciones exclamativa» no forman una quinta dase,


sino que tanto las enunciativas como las interrogativas, desiderativas e
imperativas se llaman exclamativa* cuando en ellas hay un predominio
afectivo o emocional, manifestado en la entonación: " ¡ T o d o ha con-
cluido!" "Pero ¿cuándo acabará este sufrimiento!" ';Veneno habia de
ser!" "¡Retírate, animal!"

7. LA ENTONACIÓN. — La unidad de sentido se manifiesta por


medio de la entonación. La entonación forma siempre una figura meló-
dica unitaria, y además expresa cuál es la clase de actitud que adopta el
que habla: entonación enunciativa, imperativa, interrogativa, desiderativa.
con predominio emocional (exclamativa) o sin él.

11
EJERCICIO GRAMATICAL. — L o s ejercicios gramaticales
serán u n a s veces orales, y otras, escritos, a juicio del p r o f e s o r .
Distíngase en el siguiente pasaje las especies de oraciones:

Marchamos. Llegamos a unos cien metros del centro de la linea


de los indios, al frente de la cual se hallaba el cacique, teniendo un
trompa a cada lado, otro a retaguardia.
Caniupán me seguia como a doscientos metros. Reinaba un pro-
fundo silencio. Hicimos alto.
Oyóse un solo grito prolongado que hir.o estremecer la tierra, y
convergiendo las dos alas de la linea que teníamos al frente, formaron
rápidamente un círculo, dentro del cual quedamo; encerrados, viendo
brillar las dagas relucientes de las largas lanzas adornadas de pintados
penachos, como cuando amenazan una carga a fondo.
Mi sangre se heló. "Estos bárbaros van a sacrificarnos", me dije.
Reaccioné de mi primera impresión, y mirando a los míos: "que
nos maten matando", les hice comprender con la elocuencia 'muda del
silencio. Aquel instante fué solemnísimo.
Otro grito prolongado volvió a hacer retemblar la tierra. Las
cornetas tocaron a degüello. No hubo nada.
Miré a Bustos, como diciéndole:
—<De qué se trata?
— U n momento — contestó.
Tocaron marcha.
Bustos me dijo:
—Salude a los indios primero, amigo, después saludará al cacique.
Ya haciendo de cicerone, empezó la ceremonia por el primer indi J
del ala izquierda que había cerrado el círculo: consistía ésta en fuerte
apretón de manos, y en un grito, en una especie de hurrah dado por
cada uno de los indios que iba saludando, en medio de un coro de
otros gritos que no se interrumpían, articulados abriendo la boca y
golpeándosela con la palma de la mano. Los frailes, los pobres fran-
ciscanos. y todo el resto de mi comitiva, hacían lo mismo. Aquello
era una batahola infernal.
¡Imagínate. Santiago amigo, cómo estarían mis muñecas después
de haber dado unos doscientos cincuenta apretones de manol
Terminado el saludo de la turbamulta, saludé al cacique, dán-
dole un apretón de manos y un abrazón que recibió con visible des-
confianza de una puñalada, pues sacándome el cuerpo $e ech¿ jobr«
c! Anca del {aballo,

12
El abrazo fué saludado con gritos, dianas y vítores aí coronel
Mansilla.
Y o contesté:
— ¡ V i v a el cacique R a m ó n ! ¡Viva el Presidente de la República!
¡Vivan los indios argentinos!

Lucio VICTORIO MANSILLA.


Una excursión a los indios ranqueles, X I V .

Mansilla (1831-1913) es u n o d e l o s e s c r i t o r e s m á s ori-


g i n a l e s q u e h a p r o d u c i d o la A r g e n t i n a . S u m e j o r l i b r o c u e n t a
la m i s i ó n c o n c i l i a t o r i a q u e d e s e m p e ñ ó a n t e los i n d i o s ranqueles
p o r e n c a r g o del g o b i e r n o de Sarmiento.

R E C I T A C I Ó N

La casa

Al despedirnos dejamos
con la lampara apagada
el corazón desgarrado
en las oscuras estancias.

Ya lejos de nuestra casa


decíamos sollozando:
" C o n la lámpara apagada
queda todo lo que a m a m o s " .

¡Cuántos años han pasado!


Camino de nuestra casa
dijimos ilusionados:
"Encenderemos la lámpara ."

¡Pero al llegar encontramos


la ventana iluminada!

RAFAEL ALBERTO ARRIETA.

13
Balbuceo

Triste está la casa nuestra,


triste, desde que te has ido.
Todavía queda un poco
•de tu calor en el nido.

Y o también estoy un poco


triste desde que te has ido:
pero sé que alguna tarde
llegarás de nuevo al nido.

¡Si supieras cuánto, cuánto


la casa y yo te queremos!
Algún dia cuando vuelvas
verás cuánto te queremos.

Nunca podría decirte


todo lo que te queremos:
es como un montón de estrellas
todo lo que te queremos.

Si tú no volvieras nunca,
más vale que yo me muera .:
pero siento que no quieres,
no quieres que yo me muera.

Bien querida que te fuiste


¿no es cierto que volverás?
Para que no estemos tristes
¿no es cierto que volverás?

ENRIQUE BANCHS.

Arricia y Banchs son distinguidos poetas argentinos con-


temporáneos. L a s d o s poesías que transcribimos pueden servir
para recitación y para exposición oral, explicando en prosa
su s i g n i f i c a d o . E n a m b a s p o e s í a s l o s v e r s o s s o n o c t o s í l a b o s y
la rima va sólo en los pares: asonante en los de Arrieta.
>V ' ' 'i•
consonante en los de Banchs (donde, además, desde la tercer
estrofa la rima es de una palabra consigo misma al repetír-
sela).

VOCABULARIO. — Debe investigarse el significado de


las palabras poco familiares en los pasajes de prosa de M a r t í
y Mansilla y en las poesías de Arrieta y Banchs, a fin de
ejercitarse en esta tarca, que ha de realizarse con ayuda del
diccionario, durante t o d o el estudio del castellano, c o m o com-
plemento de cada lectura. El a l u m n o debe buscar en el dic-
cionario toda palabra cuya significación n o pueda explicar
con claridad, aunque tenga de ella una idea vaga. E j e m p l o s :
en el pasaje de Martí. Napoleón, Bailen: en el de Mansilla.
trompa (el que toca la t r o m p a ) , daga, cicerone: en los versos
de Arrieta, estancia en el sentido de 'cuarto', 'habitación*.

DICTADO. — Conviene usar para este ejercicio poesías o


pasajes breves de prosa que tengan unidad. El dictado de listas
de palabras sueltas sólo debe hacerse por excepción y como
complemento.
Con el dictado, corregido por el profesor y devuelto
para copiar, el a l u m n o se familiariza con la ortografía de las
palabras. O t r o de los beneficios del dictado es que los a l u m n o s
aprendan a reconocer cómo está construido el pensamiento en
las oraciones y en el período, y a consignarlo en la escritura
por medio de la puntuación. P o r último, como los demás ejer-
cicios, también el dictado les proporciona el aprendizaje del
vocabulario con sus variantes de significación y sus matices
afectivos, para lo cual se sienten orientados los a l u m n o s por
la necesaria posición de la palabra en un contexto.
L E C C I Ó N II

ARTICULACIONES DEL SUJETO Y DEL


PREDICADO

LECTURA Y EXPLICACIÓN DE TEXTOS. — DE acuerdo


con el sistema que i n d i c a m o s b r e v e m e n t e al c o m i e n z o de la
lección I, el p r o f e s o r y los a l u m n o s h a r á n explicación de t e x t o s
s o b r e los libros q u e se h a y a n escogido p a r a lectura c o m p l e t a
d u r a n t e e l . a ñ o . s e ñ a l a n d o en cada c a p i t u l o o sección los
rasgos característicos del c o n t e n i d o y del lenguaje, con atención
t a m b i é n al s i g n i f i c a d o de las p a l a b r a s .

8. ARTICULACIÓN DE LA ORACIÓN. — El s e n t i d o com-


p l e t o e x p r e s a d o en u n a o r a c i ó n puede presentarse a r t i c u l a d o
e n m i e m b r o s r e l a c i o n a d o s . L a articulación básica de la o r a
ción consta de d o s m i e m b r o s : s u j e t o y p r e d i c a d o .

9. S U J E T O Y PREDICADO. — P r e d i c a d o es l o q u e se
dice ( p r e - d i c a ) en la o r a c i ó n : s u j e t o a q u e l l o de que se dice
( o aquel de quien se d i c e ) : La luna ( s u j e t o ) en el mar riela
( p r e d i c a d o ) . Se dice algo de la l u n a , y p o r eso " l a l u n a " es
el s u j e t o : lo que se dice es q u e riela en el m a r , y p o r eso "en
el m a r riela" es el predicado.

El sujeto se omite a veces cuando es un pronombre personal: "No


veo nada". Cuando se suceden varias oraciones formando como una ex-
plicación o pequeña historia sobre un mismo sujeto (persona o c o u ) .
se puede callar también el sujeto después de la primera oración: "No
bien sintió Pepita el ruido y alzó los ojos y nos vió. se levantó,
dejó la costura que traía entre manos y se puso a mirarnos" (Valcra).

10. ARTICULACIONES DEL SUJETO. — EL sujeto puede estar


formado por un sustantivo con o sin articulo: "La 7Sf!h en el mar riela":
"tivilizatión es espiritu". Muchas vece» un sustantivo no es suficiente por

16
si solo para expresar el sujeto con todas las notas que interesan, y en-
tonces recibe ampliaciones o determinaciones de significado. En estas
expresiones a-.ticuladas el sustantivo básico se llama núcleo y los añadidos
que amplían o precisan su significado se llaman complementos. Las
formas más sencillas de ampliar o precisar el significado son las siguientes:
a) sustantivo con adjetivo: "La luna IUna alumbraba el campo";
"ta civilización moderna no ha hecho al hombre más feliz":
b) sustantivo con preposición y otro sustantivo: "la civilización
det mundo peligra": "un hombre sin conciencia siempre es peligroso":
c) sustantivos en aposición: "Buenos Aires, capital de ta Argentina.
es la ciudad más grande de habla española":
d ) dos sustantivos unidos por conjunción: "el cazador y su perro
se fueron campo adelante".

11. En la luna llena, "la luna" es el núcleo o baje de la cons-


trucción y "llena" es su complemento. En la civilización del mundo.
"la civilización" es el núcleo o base y "del mundo" es su complemento.
Este complemento consta de dos partes: h preposición y su término.
Se llama termino al sustantivo que sigue a la preposición.
El complemento de aposición, a .diferencia del de preposición, nombra
al mismo objeto que el núcleo o sustantivo básico, aunque de otro modo:
"Augusto, primer emperador de Roma, murió el año 14 de la era cris-
tiana".
Por último, cuando el sujeto consta de dos sustantivos unidos por
conjunción, el primero no es núcleo del segundo ni el segundo comple-
mento del primero: ambos forman una serie en la cual son gramatical-
mente equivalentes: "han llegado Juan y Antonio".

12. A su vez, los • complementos del sustantivo pueden recibir


complementos para ampliar o precisar su significado:
a) El adjetivo puede complementarse con un adverbio: "Una luz
demasiado brillante ciega los ojos". Puede complementarse el adjetivo
también con preposición y sustantivo: "Las casas faltas de luz y de
aire son poco saludables".
b) El sustantivo que sigue a la preposición puede complementarse
también con los complementos normales del sustantivo: "La civilización
det mundo moderno peligra"; "un hombre sin conciencia de su deber
es nocivo para la sociedad".

13. U N A PROPOSICIÓN COMO S U J E T O DE LA ORACIÓN.


— E n "eso no me i m p o r t a " , el sujeto es eso, el predicado, no
me importa. En " n o me import e se lo digas", el predi-

17
c a d o es no me importa y el s u j e t o que se lo digas, puesto
q u e es l o q u e n o m e i m p o r t a . O t r o s e j e m p l o s : " ( Q u e la t i e r r a
se mueve alrededor del sol] es cosa averiguada". "No es
verdad (que Juan te lo h a y a contado]".
Son muy frecuentes en este o f i c i o d e s u j e t o las propo-
siciones d e infinitivo: " M e gusta I j u g a r a la p e l o t a ] " . "Le
interesa sobre t o d o [ v i a j a r y ver cosas n u e v a s ] " .
En c a d a e j e m p l o , el s u j e t o v a e n c e r r a d o e n t r e corchetes.
El i n f i n i t i v o e s la forma sustantiva del v e r b o , y tiene
la d o b l e f a c u l t a d d e e j e r c e r e n l a o r a c i ó n el o f i c i o d e sustan-
tivo y de recibir los complementos propios del verbo (di-
recto, indirecto y circunstanciales). Por eso, el infinitivo,
solo o con complementos, forma una proposición.

14. EL QUE ENCABEZADOS. — Cualquier dase de proposiciones


puede en ocasiones ser sujeto, pero las de m i s uso y facilidad son las de
infinitivo ( " n o me importa decirlo") y las encabezadas por que: " n o
me importa que se ¡o digas". Este que n o es relativo, pues no se refiere
a ningún antecedente, ni hace en su proposición ningún papel de sujeto
ni de complemento. Aunque este que no tiene el oficio de las conjunciones,
se le suele llamar que c o n j u n c i ó n , para distinguirlo del que relativo.
Bello lo llama que o n u n c i a t i v o . L o importante para el análisis es dis-
tinguirlo daramento del que relativo. El que relativo se refiere a un ante-
cedente. adopta la significación de él y desempeña en la proposición
relativa el oficio de sujeto o de complemento. El que anunciativo o en-
cabezador de proposiciones sustantivas ( " N o me importa que se lo digas")
es como un signo de que la proposición que sigue es sustantiva, esto es.
que toda ella funciona en la oración como un sustantivo. La oración
entera es " N o me importa que st lo digas": el predicado " n o me im-
p o r t a " : lo que no me importa, o sea el sujeto (que siempre tiene función
de sustantivo), "que st lo digas". E n esta proposición sujeto, el que es
un signo que la encabera para indicar que es sustantiva.

15. EL ARTÍCULO CON PROPOSICIONES SUSTANTIVAS. — A veces.


la proposición sujeto lleva el articulo el. como los sustantivos comunes.
Dice el padre Feijoo de los rabinos españoles: " ( E l que errasen en la
creencia] no es culpa del clima, pues [el acertar en esta parte] depende
enteramente de la gracia divina. (El que fuesen dotados de u n talento
singularísimo para explicar a su modo la sagrada Escritura] redunda en
aplauso de la patria."

18
Hay aquí tres oraciones cuyos respectivos sujetos hemos encerrado
entre corchetes, El predicado de la primera es " n o es culpa del clima", y
su sujeto, "el que errasen en la creencia". El predicado de la segunda es
"depende enteramente de la gracia divina", y su sujeto, "el acertar en
esta parte". El predicado de la tercera es "redunda en aplauso de la
patria", y su sujeto es toda esta larga y compleja proposición: "EL
que fuesen dotados de un talento singularísimo para explicar a su modo
la Sagrada Escritura". Los tres sujetos están formados por proposiciones,
y todos tres llevan el que encabezador o anunciador. Este que es el signo
de que la proposición es sustantiva. Las tres proposiciones llevan además
articulo. El artículo, como acompañante normal de los sustantivos, re-
fuerza el carácter sustantivo de la proposición. Por muy larga y com-
pleja que la proposición sujeto sea. el articulo nos la hace sentir con
especial notoriedad como una unidad con oficio de sustantivo. Cuando
las proposiciones sustantivas no son sujeto de la oración es raro que
lleven el artículo: " T u v o que hacer un esfuerzo para perdonarle [ef que
le hubiera llamado cursilona]" (Caldós).

EJERCICIO GRAMATICAL. — S e ñ a l a r en el siguiente pa-


saje los s u j e t o s f o r m a d o s p o r u n s u s t a n t i v o solo, los q u e
consten de u n s u s t a n t i v o ( n ú c l e o ) con c o m p l e m e n t o s y los
q u e estén f o r m a d o s p o r u n a p r o p o s i c i ó n :

Berganza. — Cipión hermano, óyotc hablar, y sí que te hablo y


no puedo creerlo, por parecermc que el hablar nosotros pasa de los
términos de naturaleza.
Cipión. — Así es la verdad. Berganza. y viene a ser mayor este
milagro en que no solamente hablamos, sino en que hablamos con
discurso, como si fuéramos capaces de razón, estando tan sin ella, que
la diferencia que hay del animal bruto al hombre es ser el hombre animal
racional, y el bruto, irracional.
Berganza. — T o d o lo que dices. Cipión. entiendo, y el decirlo
tú y entenderlo yo me causa nueva admiración y nueva maravilla.
Bien ts verdad que. en el discurso de mi vida, diversas y muchas veces
he oido decir grandes prerrogativas nuestras: tanto, que parece que
algunos han querido sentir que tenemos un natural distinto, tan vivo
y tan agudo en muchas cosas, que da indicios y señales de faltar poco
para mostrar que tenemos un no sé qué de entendimiento, capaz de
discurso.
CERVANTES,
Coloquio de los perros.

19
COMPOSICIÓN. — C o m o ejercicio de composición los
a l u m n o s pueden reconstruir este c u e n t o del p a d r e B e n i t o J e -
r ó n i m o F e i j o o . escritor e s p a ñ o l del s i g l o X V I I I :

El siguiente chiste se refirió en un corrillo donde me hallé, como


sucedido estos años pasados en Zaragoza. Llegó a aquella ciudad un
tunante, publicando que sabia raros arcanos de medicina, entre otros
el de remozar las viejas. La prosa del bribón era tan persuasiva, que
las más del pueblo le creyeron. Llegaron, pues, muchísimas a pedirle
que les hiciese tan precioso beneficio. Él les dijo que cada una pusiese
en una cedulilla su nombre y la edad que tenia, como circunstancia
precisa para la ejecución del arcano. Habia entre ellas septuagenarias,
octogenarias, nonagenarias. Hiciéronlo asi puntualmente, sin disimular
alguna ni un dia de edad, por no perder la dicha de remozarse, y fueron
citadas por el tunante para venir a su posada el dia siguiente: vinieron,
y él al verlas empezó a lamentarse de que una bruja le había robado
todas las cedulillas aquella noche, envidiosa del bien que las esperaba;
asi que era preciso volver a escribir cada una su nombre y edad de
nuevo: y por no retardarlas más el conocimiento, por qué era precisa
aquella circunstancia, les declaró que toda la operación se reducía a
que a la que fuese mas vieja entre todas habían de quemar viva, y,
tomando las demás por la boca una porción de ceniz/.s. todas se re-
mozarían. Pasmaron al oír esto las viejas: pero, crédulas siempre a
la promesa, tratan de hacer nuevas cédulas. Hiciéronlas, en efecto, pero
no con la legalidad que la vez primera, porque, medrosa cada una
de que a ella por más vieja le tocase ser sacrificada a las llamas, ninguna
hubo que no se quitase muchos años. La que tenia noventa, pongo por
ejemplo, se ponía cincuenta: la que sesenta, treinta y cinco, etc. Recibió
el picarón las nuevas cédulas y sacando entonces las que le habían dado
el dia antecedente, hecho el cotejo de unas con otras, les d i j o : Ahora
bien, señoras mias. ya vuesas mercedes lograron lo que les prometí:
ya todas se remozaron. Vuesa merced tenia ayer noventa años, ahora
ya no tiene más de cincuenta. Vuesa merced ayer, sesenta, hoy treinta y
cinco. Y discurriendo asi por todas, las despidió tan corridas como te
deja conocer. _

B. J . PEIJOO,
Teatro critico universal.

EXPOSICIÓN ORAL. — T a n t o los pasajes en prosa c o m o


las poesías de estas d o s p r i m e r a s lecciones pueden servir p a r a
exposiciones orales. C o m o se h a r í a n sobre t e m a s ya c o n o -

20
cidos. sería fácil corregir la f a l t a de e x a c t i t u d . D e s p u é s se
h a r í a n exposiciones sobre t e m a s n u e v o s . Se debe p o n e r a t e n -
ción a q u e las oraciones queden bien c o n s t r u i d a s , a q u e se
dé a cada cosa su j u s t o n o m b r e y a evitar los t r o p i e z o s y la
intercalación de m u l e t i l l a s ( c o m o este ¿no?. . .), que
acaban p o r convertirse en e s t o r b o s serios del h a b l a .

L E C C I Ó N I I I

PROPOSICIONES EN EL S U J E T O Y EN EL
PREDICADO

16. U N A PROPOSICIÓN COMO PARTE DEL S U J E T O . —


El c o m p l e m e n t o del s u s t a n t i v o puede ser t a m b i é n u n a p r o -
posición con p r e p o s i c i ó n : " L e a t o r m e n t a b a | I a d u d a de si
volvería a su patria]". | L a esperanza de que vengas pronto]
me m a n t i e n e c o n t e n t o " .

El sujeto de atormentaba es "la duda de si volvería a su patria".


Este sujeto se compone del núcleo, la duda, y de un complemento pre-
posicional. de si volverla a su patria. El complemento consta de la pre-
posición de, y su término, la proposición sustantiva *r volvería a su
patria. Del mismo modo, el sujeto de daba nuevas fuerzas al nadador
es "la esperanza de llegar pronto a la costa". Este sujeto consta de núcleo.
la esperanza, y del complemento preposicional, de llegar pronto a la costa.
Y el complemento consta de la preposición, de, y de su término, la
proposición de infinitivo llegar pronto a la costa.

17. El c o m p l e m e n t o del s u s t a n t i v o puede ser t a m b i é n


u n 3 p r o p o s i c i ó n de relativo. Se dice " p e r r o ladrador nunca
es m o r d e d o r " y " p e r r o que ladra n o m u e r d e " .

El predicado del primer refrán es "nunca es mordedor". ¿De qué


se dice que "nunca es mordedor"? No del "perro" simplemente, pues lwy
perros mordedores. sino de "perro ladrador". El sujeto de esta oración
es " p e r r o ladrador".
Del mismo modo en la segunda forma del refrán, el sujeto es " p r r r o
que ladra" y no simplemente " p e r r o " , pues de lo que se dice que no
muerde es del " p e r r o que ladra".
Este sujeto consta de n ú c l e o (perro) y c o m p l e m e n t o (que ladra).
y la proposición de relativo es. por lo tanto, parte del sujeto de la oración.
La proposición de relativo complementa al sustantivo antecedente como
u n adjetivo, y por eso las proposiciones de relativo se llaman a d j e t i v a » .
E n los siguientes ejemplos el sujeto abarca t o d o lo encerrado entre
corchetes:
" ( U n a negra que lo habia servido en su infancia] se presenta a ver
a su Facundo" ( S a r m i e n t o ) .
" ( L a s cuchilladas, altibajos, reveses y mandobles que tiraba Cor-
chuelo] eran sin n ú m e r o " (Cervantes).
" ( R e y que pelea y trabaja delante de los suyos] oblígalos a ser va-
lientes" ( Q u e v e d o ) .
" ( E l sol. que llegaba hasta el f o n d o de la estancia.] marcaba áureo
camino de l u z " ( V a l l c - I n d á n ) .
" ( L u c e r o , que casi.se habia puesto de pie sobre los cuartos traseros.]
se humilló entonces hasta doblar mansamente la rodilla haciendo una
reverencia" ( J u a n Valera).

18. ANÁLISIS. — Para hacer con seguridad el análisis de estas


expresiones hay que tener en cuenta ordenadamente ciertas ideas ya sabidas
por el a l u m n o :
a) Las oraciones se definen ya por el c o n t e n i d o , ya por la f o r m a .
Por el c o n t e n i d o , la oración expresa un sentido c o m p l e t o ; por la f o r m a ,
consta de s u j e t o y p r e d i c a d o .
b) E n cuanto al c o n t e n i d o , la proposición de relativo n o es ora-
ción porque n o expresa por si un sentido completo. Sólo es un elemento
de oración, un complemento del sujeto, que no hace más que ayudar,
como otros elementos, a expresar el sentido completo de la oración.
c) En cuanto a la f o r m a , la proposición de relativo sí es oración,
porque, a su vez. consta de sujeto y predicado. En " q u e ladra", el pronombre
relativo es el sujeto y ladra es el predicado. E n "la carta que yo había escrito
con tanto cuidado no llegó nunca a su destino", la proposición relativa consta
del » u j e t o " y o " y del p r e d i c a d o " q u e habia escrito con tanto cuidado".
( A su vez. el predicado consta de v e r b o , habia escrito, c o m p l e m e n t o
d i r e c t o , que, y c o m p l e m e n t o c i r c u n s t a n c i a l , con tanto cuidado; el com-
plemento circunstancial consta de la p r e p o s i c i ó n con y su término: el
término consta del s u s t a n t i v o cuidado y del d e m o s t r a t i v o ponderativo
tanto).
En suma. las proposiciones de relativo son oraciones
por la forma pero n o lo son por el sentido.

Por el sentido.'-a la vez que por la forma, cada u n o de los ejemplos


citados (al final del § 17) constituye una sola oración. E n cada u n o
hay un solo sentido completo, y este sentido completo se p.-rte en sujeto
y predicado. El sujeto comprende todo lo encerrado entre corchetes: el
predicado es el resto. Sarmiento dice que "se presenta a ver a su Facundo"
(predicado). Pero ¿quién se presenta? N o " u n a negra", sino concretamente
[urca negra que lo habia servido en su infancia] ( s u j e t o ) . Quevedo dice
que "los obliga a ser valientes" (predicado). ¿Quien los obliga? N o "rey",
sino [/iey que pelea y trabaja delante de tos suyos] ( s u j e t o ) . Estos sujetos
se analizan asi: n ú c l e o , que es el antecedente (una negra, rey. etc.) y
c o m p l e m e n t o , que es la proposición de relativo. En seguida se analiza el
complemento, o sea la proposición de relativo, conforme a los principios
que acabamos de explicar.

19. NOMENCLATURA. — En algunas gramáticas extranjeras las


expresiones que son oraciones por la forma pero n o por el sentido se
llaman miembro» d e o r a c i ó n coi\ f o r m a de o r a c i ó n , lo cual en español
seria una buena explicación pero no un nombre: en las nuestras se suelen
llamar, desde Bello, p r o p o s i c i o n e s para distinguirlas, convencionalmente,
de las oraciones plenas. O r a c i ó n es el termino tradicional «le nuestras
gramáticas para designar la expresión de sentido completo. Por desgracia,
algunos gramáticos recientes han introducido otro termino, también con-
vencional. cláusula, con el cual designan e s p e c i a l m e n t e a la oración de
sentido completo, como si el tener sentido completo fuese cosa de una
elase especial de oraciones y n o lo normal.
Es evidente que. sin embargo, conviene dar el nombre especial a
las oraciones especiales, y conservar el nombre tradicional de o r a c i ó n para
las oraciones normales. Las oraciones especiales son las que, si bien tienen
sujeto y predicado, no tienen sentido completo: y el nombre especial debe
reservarse para ellas, como hizo Bello
Muy de desear es que se destierre de nuestras gramáticas el término
cláusula, que es impropio, injustificado y provocador de confusiones.

1
El término mismo de p r o p o r c i ó n quizá no sea el mejor: pero lo
conservamos por la ventaja de su tradición. La lógica llamaba p r o p o s i c i ó n
a la o r a c i ó n declarativa (al juicio enunciado idiomáticamente). por lo
cual los gramáticos introdujeron ese término como sinónimo de oración.
Bello aprovechó el sinónimo para designar una especie de oraciones y con-
servó el nombre tradicional de o r a c i ó n para las normales.

23
2 0 . Las proposiciones de relativo, como complemen-
tos del sustantivo, se dividen en especificativas y explicativas.
Las especificativas se llaman así porque especifican a su an-
tecedente. f o r m a n d o con él un solo significado: " ( U n a negra
que lo había servido en su infancia] se presentó a ver a su
F a c u n d o " : " [ L a s cuchilladas, estocadas, altibajos, reveses y
mandobles que tiraba Corchuelo] eran sin n ú m e r o " : " ( R e y
que pelea y t r a b a j a delante de los suyos] oblígalos a ser va-
lientes".
Las explicativas se llaman así porque explican una cir-
cunstancia en que se encuentra el antecedente sin f o r m a r con
él un solo significado: " ( E l sol, que llegaba hasta el f o n d o de
la estancia,] marcaba áureo camino de l u z " : " [ L u c e r o , que
casi se había puesto de pie sobre los cuartos traseros,] se
humilló entonces hasta doblar mansamente la rodilla ha-
ciendo una reverencia".
Las especificativas y las explicativas son complementos
del sustantivo antecedente: pero las especificativas son un
complemento necesario, sin el 'cual el antecedente n o logra
designar a su o b j e t o : las explicativas son un complemento
adicional, pero no indispensable para la designación del ob-
jeto.
Las explicativas se distinguen m u y fácilmente por dos
características: 1', en la escritura van precedidas y seguidas
de comas: 2*. al hablar se hace una pequeña pausa antes del
relativo. U n a misma proposición relativa puede ser explica-
tiva o especificativa según tenga o no pausa o coma.
Explicativa: " L a s señoras, que deseaban descansar, se
retiraron" ( B e l l o ) .
Especificativa: " L a s señoras que deseaban descansar se
retiraron".
En la explicativa, se retiraron todas las señoras, y, como
una explicación, se dice "que deseaban descansar".
E n la especificativa, se retiraron solamente "las que de-

24
scaban descansar", y las q u e n o lo deseaban se e n t i e n d e que
n o se r e t i r a r o n .
L a s explicativas, q u e llevan u n a c o m a al p r i n c i p i o y
o t r a al f i n a l , se l l a m a n t a m b i é n i n c i d e n t a l e s .

21. U N A PROPOSICIÓN EN EL PREDICADO. — Las


proposiciones s u s t a n t i v a s p u e d e n hacer en el p r e d i c a d o t o d o ;
los oficios del s u s t a n t i v o , a saber, de c o m p l e m e n t o d i r e c t o ,
i n d i r e c t o o c i r c u n s t a n c i a l , o p u e d e n f o r m a r p a r t e d e ellos.
L a s p r o p o s i c i o n e s a d j e t i v a s ( l a s de r e l a t i v o ) pueden ser
c o m p l e m e n t o s de c u a l q u i e r s u s t a n t i v o y. p o r consiguiente,
p u e d e n e n t r a r e n el c o m p l e m e n t o d i r e c t o , e n el i n d i r e c t o y
e n los c i r c u n s t a n c i a l e s . V e a m o s e j e m p l o s de cada caso.

22. U N A PROPOSICIÓN, COMO COMPLEMENTO DIREC-


TO DE LA ORACIÓN. — " ¿ S a b e s [ q u e m a ñ a n a es m i s a n t o ? ] " :
" m e p r e g u n t ó [ q u e p o r d ó n d e se s a l í a ] " ( o " m e p r e g u n t ó
| p o r d ó n d e se s a l í a ] " ) .

La proposición "que por donde se salía" es lo que me preguntó, y.


por tanto, es el complemento directo del verbo preguntar. Lo que yo
pregunto si sabes es "que mañana es mi santo" y, por eso, esta propo-
sición es el complemento directo del verbo saber.
UNA PROPOSICIÓN EN EL COMPLEMENTO DIRECTO. —
" T e d e v u e l v o [el l i b r o que me prestaste ayer]"; " t e n g o [la es-
p e r a n z a de que todo se arreglará]".

Lo que te devuelvo es "el libro que me prestaste ayer", y. por tanto,


toda esa frase es el complemento directo del verbo devuelvo; la propo-
sición de relativo es adjetiva y complementa a el libro, y. por tanto, es
una parte del complemento directo.
Lo que tengo es "la esperanza de que todo se arreglará", y. por
tapio, esta frase es el complemento directo de tengo. Este complemento
consta de núcleo (el sustantivo la esperanza), preposición, de, y su término,
que es la proposición sustantiva encabezada por que. Por eso. la propo-
sición sustantiva forma parte del complemento directo.

23. U N A PROPOSICIÓN, COMO COMPLEMENTO INDI-


RECTO. — " L e s g r i t ó [a los q u e v e n í a n ] que se d e t u v i e r a n " .
Lo que gritó es "que se detuvieran", y esta proposición sustantiva
encabezada por que es el complemento directo. 01 complemento indirecto
es la persona o cosa para la que se grita o hacia la que se grita. Podría
decir "gritó a los niños", y los niños seria e n t o n e ^ el complemento
indirecto. Del mismo modo, a los que venían es el complemento indirecto
en nuestro ejemplo.

UNA PROPOSICIÓN E N EL C O M P L E M E N T O INDIRECTO.


— "[A los impacientes por lanzarse a la lucha] les dijo
q u e se serenasen".

I.o que dijo es "que se serenasen" (complemento directo): a quienes


dijo es "a los impacientes por lanzarse a la lucha" (complemento indi-
recto). En el indirecto, es una parte la proposición de infinitivo con su
preposición. •

24. UNA PROPOSICIÓN. COMO COMPLEMENTO CIR


CUNSTANCIAL. " ¡ C u á n t o m e alegro | d e que vengas acá!
"Se contentaba | c o n q u e le d e v o l v i e r a n l o r o b a d o ] " . "Dispu-
taban | s o b r e si c o n v e n í a q u e d a r s e o n o ] " . "Dejaremos esta
cuestión [para cuando nos encontremos otra ve/.]".

Si dijéramos "me alegro de tu mejoría", de lu mejoría seria el com-


plemento circunstancial de me alegro; aqui lo es "de que vengas acá",
que consta de una proposición sustantiva encabezada por que, con su
preposición correspondiente.
Si dijéramoJ "se contentaba con poco", con poco seria el comple-
mento circunstancial: en nuestro ejemplo lo es "con que le devolvieran lo
robado".
Si dijéramos "disputaban sobre política", sobre política seria el com-
plemento circunstancial: aquí lo es "sobre si convenía quedarse o n o " .
Si dijéramos "dejaremos esta cuestión para el jueves", para el jueves
seria el complemento circunstancial: aqui lo es "para cuando nos encon-
tremos otra vez".

U N A PROPOSICIÓN E N E L C O M P L E M E N T O C I R C U N S T A N -
CIAL. — "Protestaba [ d e la i n j u s t i c i a que habían cometido
con él]".

2 f.
De lo que protestaba es "de la injusticia que habían cometido con
a f
el", y ' complemento circunstancial. En él, la proposición de re-
lativo complementa al sustantivo injusticia, y, por tanto, es parte del
complemento circunstancial.

25. PROPOSICIONES SUSTANTIVAS Y ADJETIVAS. —


Son, pues, proposiciones a d j e t i v a s las q u e c o m p l e m e n t a n a
u n s u s t a n t i v o a la m a n e r a d e l o s a d j e t i v o s : " P e r r o q u e ladra
n o m u e r d e " : que ladra c o m p l e m e n t a al s u s t a n t i v o perro a la
m a n e r a d e ladrador en " p e r r o l a d r a d o r , n u n c a mordedor".
Las proposiciones adjetivas son las d e r e l a t i v o , , y com-
p l e m e n t a n s i e m p r e al. s u s t a n t i v o q u e es s u antecedente.
Son proposiciones sustantivas las que, dentro de una
oración, f u n c i o n a n enteras c o m o sujeto o c o m o complemento
o c o m o t e r m i n o d e u n a p r e p o s i c i ó n . E s t o es, l a s q u e f u n c i o -
n a n igual q u e los s u s t a n t i v o s .

26. En resumen, unas veces la preposición sustantiva, y siempre la


adjetiva, aparecen como complementos de un sustantivo, que es su núcleo:
y esto tanto en el sujeto como en el predicado.
Otras veces la proposición sustantiva, sin ser complemento de ningún
sustantivo, aparece como sujeto o como complemento del verbo (directo,
indirecto o circunstancial).

E J E R C I C I O GRAMATICAL. — E n el s i g u i e n t e p a s a j e d e
Q u e v c d o s e ñ a l a r las p r o p o s i c i o n e s q u e f i g u r e n e n el s u j e t o y
e n el p r e d i c a d o d e l a s o r a c i o n e s :

Yo nunca fui enemigo de César, sino de sus designios: antes tan


favorecido, que en haberle muerto fuera el peor de los ingratos, si
no hubiera sido el mejor de los leales. No han sido sabedoras de mi
intención la envidia ni la venganza. Confieso que César, por su valentía
y por su sangre, y su eminencia en la arte militar y en las letras,
mereció que le diese vuestra liberalidad los mayores puestos: mas también
afirmo que mereció la muene, porque quiso antes tomároslos con el
poder de darlos que merecerlos. Por esto no lo he muerto sin lágrimas.
Yo lloré lo que él mató en si. que fué la lealtad a vosotros. la obediencia
a los Padres: no lloré su vida, porque supe llorar su alma. Pompeyo
dió la muerte a mi padre: y aborreciéndole como a homicida suyo.

27
luego que contra Julio, en defensa de los otros, t o m ó las armas, le
perdoné el agravio, segui sus órdenes, milité en sus ejércitos, y en
Farsalia me perdi con él. Llamóme con suma benignidad César, pre-
firiéndome en las honras y beneficios a todos. He querido traeros estos
dos sucesos a la memoria, para que veáis que ni en Pompeyo me apartó
de vuestro servicio mi agravio, ni en César me granjearon contra vos-
otros las caricias y favores. Murió Pompeyo por vuestra desdicha: vivió
César por ^vuestra ruina: matéle yo por vuestra libertad. N o temo el
morir por mi patria: que primero decreté mi 'muerte que la de César.
J u n t o s estáis, y yo en vuestro poder: quien se juzgare indigno de la
libertad que le doy. arrójeme su puñal, que a mi me será doblada
gloria m o r i r por haber muerto al tirano. Y si os provocan a compasión
las heridas de César, recorred todas vuestras parentelas, y veréis cómo
por él habéis degollado vuestros linajes: y los padres con la sangre de
los hijos, y los hijos con la de sus padres, habéis manchado las cam-
pañas y calentado los puñales. Bsto. que no pude estorbar y procuré
defender, he castigado. Si me hacéis cargo de la vida de un hombre, yo
os le hago de la muerte de un tirano. Ciudadanos: si merezco pena,
no me la perdonéis: si premio, yo os le perdono.

FRANCISCO DE Q U E V E D O ,
Vida de Marco Bruto.

R E C I T A C I O N

P a i s a j e tropical

Magia adormecedora vierte el río


en la calma monótona del viaje
cuando borra los lejos del paisaje
la sombra que se extiende en el vacio.

Oculta en sus negruras al bohío


la maraña tupida, y el follaje
semeja los calados de un encaje
al caer del crepúsculo sombrío.

28
Venus se cncicndc en el espacio puro.
La corriente dormida, una piragua
rompe en su viaje rápido y seguro.

y con sus nubes el poniente fragua


otro ciclo rosado y verdeóse uro
en los espejos húmedos del agua.

JOSÉ ASUNCIÓN SILVA.

El despertar

Alisa y Cloris abren de par en par la puerta,


y. torpes, con el dorso de la mano haragana
restréganse los húmedos ojos de lumbre incierta
por donde huyen los últimos sueños de la mañana. . .

La inocencia del día se lava en la fontana,


el arado en el surco vagaroso despierta,
y en torno de la casa rectoral, la sotana
del cura se pasea gravemente en la huerta

T o d o suspira y ríe. La placidez remota


de la montaña sueña celestiales rutinas.
El esquilón repite siempre su misma nota

de grillo de las Cándidas églogas matutinas,


y hacia la aurora sesgan agudas golondrinas,
como flechas perdidas de la noche en derrota.

J U L I O H E R R E R A Y REISSIG.

Estas dos composiciones de d o s f a m o s o s poetas sudame-


ricanos — c o l o m b i a n o el u n o . S i l v a (1865-1896), uruguayo
el o t r o . H e r r e r a (1875-1910) — , son de carácter descriptivo.
La de Silva pinta un paisaje tropical de tierras bajas, que a
él. n a c i d o y c r i a d o e n la a l t í s i m a m e s e t a d e B o g o t á , le r e s u l t a b a

29
poco familiar. L a de Herrera p i n t a la m a ñ a n a en lugar inde-
t e r m i n a d o . con m o n t a ñ a s . L a s dos composiciones son sonetos,
el de Silva en endecasílabos, el de Herrera en a l e j a n d r i n o s (véa-
se la lección sobre Estrofas).

L E C C I Ó N I V

CONCORDANCIA. COORDINACIÓN

Y SUBORDINACIÓN

27. El v e r b o concuerda con el s u j e t o en n ú m e r o (sin-


gular o p l u r a l ) y persona (primera, segunda, tercera). C u a n -
d o el s u j e t o const3 de d o s o más personas, el verbo concuerda,
en plural, con la primera si la h a y . y, si no, con la s e g u n d a :
" T ú y yo nos q u e d a m o s " , " T ú y el chico os quedáis".

28. CASOS ESPECIALES DE CONCORDANCIA ENTRE SU-


JETO Y VERBO. — VERBO EN PLURAL CON SUJETO EN SIN-
GULAR.
a) C u a n d o el s u j e t o es u n s u s t a n t i v o en singular q u e
indica c a n t i d a d , c o m o multitud, infinidad, caterva, montón,
millar, muchedumbre, la mitad, un tercio, una parte, el resto.
a veces se EOH£__el v e r b o en plural. " C o n s i d e r a b l e número
de indios murieron en aquella peste". " M i r a d , caterva ena-
morada. q u e para sola Dulcinea soy de masa y de alfeñique,
y para todas las demás soy de p e d e r n a l : p a r a ella soy miel,
y para vosotras a c í b a r " . ( C e r v a n t e s ) . " L o s animales estaban
sedientos y n o p o d í a n s o p o r t a r las m a r c h a s : un tercio murie-
ron en el c a m i n o " . "Acudieron al r e f u g i o un millar de per-
sonas: pero, c o m o el r e f u g i o solamente tenía cabida para tres-
cientas, el resto se quedaron fuera".
Esta clase de concordancias se llama a d s e n s u m o según el

30
s e n t i d o . El s u j e t o es u n s u s t a n t i v o en s i n g u l a r (número, ca-
terva, un tercio, un millar, el resto), pero, c o m o significa u n
n ú m e r o p l u r a l de i n d i v i d u o s ( m u c h o s o a l g u n o s h o m b r e s o
a n i m a l e s ) , p o n e m o s el v e r b o en p l u r a l p o r q u e n u e s t r o pensa-
m i e n t o se está r e f i r i e n d o a la p l u r a l i d a d de i n d i v i d u o s c o m -
p r e n d i d o s en el s u s t a n t i v o s i n g u l a r . P o r eso tales c o n c o r d a n -
cias s o n m á s frecuentes c u a n d o el s u s t a n t i v o c u a n t i t a t i v o se
especifica con u n c o m p l e m e n t o con de y u n p l u r a l : "una
caterva de chiquillos se esparcieron p o r la p l a z a " , "un montón
de mendigos plañían su m i s e r i a " . . .
b) P o r la m i s m a r a z ó n , a veces c o n c u e r d a el v e r b o e n
p l u r a l c o n s u j e t o s s i n g u l a r e s que s i g n i f i c a n u n c o n j u n t o de
personas, c o m o gente, pueblo, tropa, regimiento, especialmente
c u a n d o el s u j e t o s i n g u l a r viene de u n a o r a c i ó n a n t e r i o r : " A m o -
tinóse la gente, p e r o a la p r i m e r a descarga de la t r o p a huyeron
despavoridos".
c) P o r la m i s m a r a z ó n de c o n c o r d a n c i a según el sentido,
a veces se p o n e en p l u r a l el v e r b o c u a n d o el s u j e t o es especie,
clase, género, tipo, d e t e r m i n a d o con de y u n s u s t a n t i v o en
plural.
P o r e j e m p l o : "esta clase de concordancias se llaman ad
sensum o según el s e n t i d o " . "Cubrían la ciudad p o r a q u e l
l a d o una especie de f o r t i f i c a c i o n e s c o n s t r u i d a s a la l i g e r a " .
L o s casos de c o n c o r d a n c i a según el s e n t i d o e r a n m á s fre-
cuentes en la época clásica q u e a h o r a .

29. VERBO EN SINGULAR CON SUJETO EN PLURAL.


— EL v e r b o p u e d e tener varios s u j e t o s que, p o r ser varios,
c o n s t i t u y e n u n p l u r a l . P e r o el v e r b o se p u e d e p o n e r en s i n -
gular, c u a n d o t o d o s los s u j e t o s f o r m a n c o m o u n c o n j u n t o con
u n i d a d . "El traje, las barbas, la gordura y peqtieñez del nuevo
gobernador tenía admirada a t o d a la gente q u e el busilis n o
sabía, y a u n a t o d o s los q u e l o s a b í a n , que eran m u c h o s " . ( C e r -
v a n t e s ) . T a m b i é n ésta es u n a c o n c o r d a n c i a según el s e n t i d o ,
con la m i s m a explicación q u e la c o n c o r d a n c i a inversa a n t e r i o r :

31
c u a n d o escribió C e r v a n t e s el v e r b o tenía, su p e n s a m i e n t o se
estaba r e f i r i e n d o al c o n j u n t o q u e f o r m a b a n el t r a j e , las barbas,
la g o r d u r a y la p e q u e ñ e z de S a n c h o , esto es. a su f i g u r a o
aspecto. - •
O t r o s e j e m p l o s de C e r v a n t e s : " s u afabilidad y hermo-
sura atrae los c o r a z o n e s de los q u e trata a servirla y a a m a r l a " :
"el buen paso, el regalo y el reposo, allá se inventó para los
blandos cortesanos".

30. CONCORDANCIA DEL VERBO SER. — C o m o los


d e m á s verbos, concuerda con su s u j e t o en n ú m e r o y persona.
Pero, a veces, concuerda con el s u s t a n t i v o del predicado, c o m o
u n m o d o de destacarlo psicológicamente. " T o d o s los encami-
sados era gente m e d r o s a " ( C e r v a n t e s ) .
E s t a s c o n c o r d a n c i a s son h o y t a n frecuentes c o m o en la
época clásica."

31. SUJETOS COMPUESTOS ESPECIALES CON VERBO


EN SINGULAR. — a ) D o s o m á s i n f i n i t i v o s concuerdan con
el v e r b o en singular. Se dice " m e gusta m a d r u g a r y hacer ejer-
cicio", y n o " m e g u s t a n " .
b) Igual sucede con d o s o m á s d e m o s t r a t i v o s n e u t r o s :
" E s t o y l o q u e se temia de la t r o p a precipitó la resolución
del g o b i e r n o " . N o s o n a r í a bien precipitaron, dice Bello.
c) Igual sucede con d o s o m á s proposiciones encabeza-
das p o r que: " M e gusta q u e m a d r u g u e s y que h a g a s ejercicio".

Cuando los infinitivos. los demostrativos o las preposiciones $"


presentan en relación reciproca, el verbo se pone en plural: "esto y. lo
que antes me has dicho se contradicen": "el que madrugues y el que
hagas ejercicio ,s< complementan": "el estudiar y el divertirse no se
deben estorbar".

32. Y O SOY EL QUE HIZO O YO SOY E L QUE HICE. —


A m b o s usos están a u t o r i z a d o s . "Yo soy el que, c o m o el gu-
s a n o de seda, me fabriqué la casa en q u e m u r i e s e " ( C e r v a n t e s ) .

32
"Yo soy el que me hallé presente a las s i n r a z o n e s de D o n
F e r n a n d o , y el que aguardó o i r el sí que de ser su esposa p r o -
nunció L u c i n d a " ( C e r v a n t e s ) . I g u a l sucede con el s u j e t o tú:

Tú eres ¡a que dijiste


en el b a l c ó n la o t r a t a r d e :
t u y a soy, t u y a seré
y t u y a es mi vida, Zaide.

(Romance del siglo XVII).

Las concordancias " Y o soy el que aguardó", " t ú eres la que d i j o "
son las regulares conforme a la f o r m a o regla de la concordancia: las
otras, " y o soy el que me fabriqué", "tú eres la que dijiste", son nuevos
casos de concordancia conforme ai sentido, y se imponen cuanto mis
vivamente destaque el pensamiento la representación de la persona a que
se refiere.

33. ORACIONES COORDINADAS. — Se l l a m a n c o o r d i -


n a d a s las oraciones de u n a m i s m a clase u n i d a s p o r las c o n -
junciones c o o r d i n a n t e s y. ni. o. pero, mas, etc.
Oraciones d e u n a m i s m a clase quiere decir q u e t o d a s
sean independientes o t o d a s dependientes de u n a m i s m a p r i n -
cipal. P o r e j e m p l o : " ¿ V i e n e s con n o s o t r o s o te q u e d a s ? " " Y o
se lo avisé, p e r o él n o m e h i z o c a s o " .

L a l u n a en el m a r riela,
y en la l o n a gime el v i e n t o ,
y alza en b l a n d o m o v i m i e n t o
olas de p l a t a y a z u l .

E n estos versos de E s p r o n c e d a h a y tres oraciones inde-


pendientes, u n i d a s p o r la c o n j u n c i ó n y. L a c o n j u n c i ó n y puede
aparecer t a m b i é n ú n i c a m e n t e d e l a n t e de la ú l t i m a o r a c i ó n .
" N o he de c o n s e n t i r en eso, ni aunque me adules ni aun-
que me amenaces". E s t a c o o r d i n a c i ó n está f o r m a d a p o r las
dos ú l t i m a s oraciones, y las d o s s o n dependientes de la pri-
mera.

33
Gramática.—3.
Y a h e m o s c o n v e n i d o en l l a m a r a las oraciones d e p e n -
dientes con el n o m b r e especial de p r o p o s i c i o n e s .
L a s oraciones c o o r d i n a d a s están u n i d a s e n s e r i e y g u a r -
d a n la u n a con la o t r a la m i s m a relación, esto es, s o n s i n t á c -
t i c a m e n t e e q u i v a l e n t e s : o a m b a s se s u m a n ( y , ni), o se pre-
s e n t a n en a l t e r n a t i v a ( o ) , o están en cierta oposición (pero,
mas). L a s c o n j u n c i o n e s c o r r e s p o n d i e n t e s se l l a m a n c o p u l a t i v a s
(y, ni), d i s y u n t i v a s ( o ) , y a d v e r s a t i v a s (pero, mas, sino).

34. La, coordinación de oraciones, ya sean plenas o las especiales


que llamamos proposiciones, no es diferente que la coordinación de ele-
mentos de oración: el padre y el hijo: el padre o el hijo: es severo, pero
bueno. Los elementos coordenados son siempre de la misma clase sin-
táctica. y forman una serie.

35. PROPOSICIONES SUBORDINADAS. — L a s oraciones


en s u b o r d i n a c i ó n n o f o r m a n u n a s e r i e de m i e m b r o s e q u i v a -
lentes, s i n o u n g r u p o con su n ú c l e o y su c o m p l e m e n t o : " T o -
m a estos pesos para que le diviertas". N ú c l e o es la o r a c i ó n lla-
m a d a p r i n c i p a l o s u b o r d i n a n t e : " t o m a estos p e s o s " ; c o m p l e -
m e n t o es la s u b o r d i n a d a o a c c e s o r i a : " p a r a q u e te d i v i e r t a s " .

36. Esta composición en núcleo y complemento es la misma que


hemos visto en la composición del sujeto y en la <5cl predicado. Se puede
decir: " T o m a estos pesos para diversiones".

37. H a y muchas clases d e s u b o r d i n a d a s . T e m p o r a l e s :


"Mientras haya un misterio para el hombre — h a b r á poe-
s í a " ( B é c q u e r ) . F i n a l e s : " T o m a e s t o para que te diviertas".
C o n d i c i o n a l e s : "Si te parece bien, iremos al b o s q u e q u e está m á s
allá de S a l d c o r o " ( G a l d ó s ) . C a u s a l e s : " A y e r n o vine porque
estuve enfermo". Etc.
E n t o d o s los casos se c o m p r u e b a q u e h a y u n a s u b o r d i -
n a d a (la q u e va e n cursiva en cada e j e m p l o ) y u n a s u b o r d i -
n a n t e ; q u e a m b a s f o r m a n u n grupo, con s e n t i d o u n i t a r i o , y
que en el g r u p o h a y u n n ú c l e o (la' s u b o r d i n a n t e ) y u n c o m -
p l e m e n t o (la s u b o r d i n a d a ) .

34
38. Ha de entenderse bien que la subordinada propiamente dicha
es un complemento de la subordinante entera, y. por consiguiente, que
queda f u e r a do ella.
Hemos visto otras proposiciones dependientes que forman parte
de la oración principal, bien como sujeto o como parte del sujeto,
bien como parte del predicado. Eitas proposiciones que están d e n t r o
de la oración principal y forman parte de ella se llaman inordinada».
Si se prefiere seguir llamando a todas subordinada», será siempre con-
veniente especificar entre las subordinadas a una oración (las subordi-
nadas propiamente dichas) y las subordinadas a un elemento de oración
o^que son elementos de oración.

E J E R C I C I O GRAMATICAL. — Búsquense proposiciones su-


bordinadas en el siguiente pasaje del Facundo (1845) de
Sarmiento:

El mal que aqueja a la República Argentina es la extensión: el


desierto la rodea por todas pa::es. se le insinúa en las entrañas; la
soledad, el despoblado, sin una habitación humana, son por lo general
los limites incuestionables entre unas y otras provincias. Allí, la in-
mensidad por todas partes; inmensa la llanura, inmensos los bosques,
inmensos los ríos, el horizonte siempre incierto, siempre confundién-
dose con la tierra entre celajes y vapores tenues que no dejan en
la lejana perspectiva señalar el p u n t o en que el m u n d o acaba y principia
el ciclo.
Al sur y al norte acéchanla los salvajes, que aguardan las noches
de luna para caer, cual enjambres de hienas, sobre los ganados que
pacen en los campos y las indefensas poblaciones. En la solitaria ca-
ravana de carretas que atraviesa pesadamente las pampas, y que se
detiene a reposar por momentos, la tripulación reunida en torno del
escaso fuego vuelve maquinalmente la vista hacia el sur al más ligero
susurro del viento que agita las hierbas secas, para hundir sus miradas
en las tinieblas profundad de la noche, en busca de los bultos siniestros
de la horda salvaje que puede sorprenderla desapercibida de un momento
a otro. Si el oído no escucha rumor alguno, si la vi-.ta no alcanza
a calar el velo oscuro que cubre la callada soledad, vuelve sus miradas,
para tranquilizarse del todo, a las orejas de algún caballo que está
inmediato al fogón, para observar si están inmóviles y negligentemente
inclinadas hacia atrás. Entonces continúa la conversación interrumpida,
o lleva a la boca el tasajo de carne medio sollamado de que se alimenta.
Si no es la proximidad del salvaje lo que inquieta al hombre de campo.

35
es el temor de u n tigre que lo acecha, de una vivora que puede pisar.
Esta inseguridad de la vida, que es habitual y permanente en las cam-
pañas. imprime a mi parecer en el carácter argentino cierta resignación
estoica para la muerte violenta, que hace de ella u n o de los percances
inseparables de la vida, una manera de morir como cualquiera otra,
y puede quizá explicar en parte U indiferencia con que dan y reciben
la muerte, sin dejar en los que sobreviven impresiones profundas y
duraderas.
DOMINGO FAUSTINO SARMIENTO,
Facundo.

COMPOSICIÓN. — Escriba cada alumno una carta a un amigo o a


una persona de la familia (evítese el personaje imaginario). E n la carta
debe hablar de sucesos reales, en lenguaje sencillo, a igual distancia de la
afectación y de la vulgaridad.
C o m o ejemplo de carta familiar, pueden tomarse estos pasajes de una
de Sarmiento a la viuda de Horace Mann, el pedagogo norteamericano,
refiriéndose a la muerte de Dominguiio. el h i j o del gran argentino, en
la guerra del Paraguay:

Nueva York, diciembre de 1 8 6 6 .

M i buena amiga:

He recibido sus cartas tan llenas de consuelo, y la visita de Miss


Peabody con su bondadoso encargo de llevarme a distraer mi espíritu
y recibir de la simpatía de los amigos lo único que puede dulcificar
penas que n o tienen otro alivio que el que da el tiempo. Ayer en
la mesa en que comemos se presentó un prusiano joven de diez y
nueve años que ha hecho todas las campañas prusianas, sido herido y
sobrevivido. ¡Ya puede usted imaginar lo que sufriría con la vista de
aquel alegre muchacho!
Me indica usted la necesidad o la oportunidad de volver a mi país,
necesidad que yo sentía también, y me ha inducido a pedir una licencia
para volver y aun mandar a un amigo mi renuncia para que la presente
en caso de creerlo necesario Le mandé los discursos pro-
nunciados en la tumba de mi niño. Devuélvamelos cuando sea fácil.
Y o saldré el domingo para Washington. Remítamelos a Clinton Place,
por temor que se pierdan.
Quedo de usted muy agradecido amigo.

D. F. SARMIENTO.

36
CAPÍTULO II

L E C C I Ó N V

EL S U S T A N T I V O Y SUS CLASES

39. S u s t a n t i v o s son las p a l a b r a s c o n q u e designamos


los " o b j e t o s " p e n s á n d o l o s c o n c o n c e p t o s independientes.

" O b j « t o » " quiere decir los seres vivos y las cosas con existencia
independiente. pero también cualquier aspecto de la realidad que no
sea independiente, cuando lo consideramos en sí mismo. Por ejemplo:
ta blancura y la delgadez no son cosas independientes, pero son aspectos
de la realidad considerados en si mismos cuando los nombramos con estos
sustantivos: en cambio, los adjetivos blanco y delgado tienen que ser pen-
sados como algo que es blanco o delgado.

El sustantivo se llama también nombre sustantivo y


nombre.

40. NOMBRES PROPIOS Y COMUNES. — Cada persona es llamada


por sus semejantes con un nombre: Amonio. Luis. Andies. Este es su
nombre propio. Además de los nombres propios de personas existen los
geográficos y astronómicos. Con el nombre propio Aconcagua nombramos
a una montaña determinada, la más alta de América. Tienen nombre
propio muchos animales domésticos, como Rocinante, el caballo de Don
Quijote, y a veces los objetos, como las famosas espadas del Cid, Tizón
y Colada, o el diamante Kohinoor.

41. E l n o m b r e p r o p i o y el c o m ú n se d i f e r e n c i a n por
el m o d o d e d e s i g n a r l a p e r s o n a o c o s a q u e n o m b r a n . E l nom-
b r e c o m ú n , rio, hombre, mujer, montaña, espada, caballo, la
designa refiriéndose a sus cualidades propias: rio consiste en
un m o d o determinado de ser la realidad, con agua fluyente,
con cauce socavado en la tierra, etc.: hombre, montaña, es-
pada. cielo, son otros tantos m o d o s de ser, cada u n o con su
complejo de cualidades.
En cambio, el n o m b r e p r o p i o designa a la persona o cosa,
como u n simple distintivo individual, sin alusión a sus cua-
lidades. U n a ciudad se llama Córdoba, o Santiago, u n h o m b r e
se llama Juan o Luis. Pero el nombre Córdoba n o atribuye a
la ciudad n o m b r a d a u n c o n j u n t o de not3s o cualidades co-
munes a las ciudades llamadas Córdoba. N o hay un m o d o de-
terminado de ser Córdoba. Luis n o m b r a y diferencia a un
individuo, pero no se refiere a ciertas cualidades en que consiste
el ser Luis. N o hay un m o d o determinado de ser Luis. Esto
se resume así:
El n o m b r e c o m ú n n o m b r a a su o b j e t o f i j á n d o l o p o r
m e d i o d e un c o n j u n t o d e c u a l i d a d e s : hombre, ciudad. El
n o m b r e propio, sin alusión a las c u a l i d a d e s : Córdoba, Luis.
O más brevemente: El n o m b r e c o m ú n , al designar a su
o b j e t o , lo c o n n o t a . El n o m b r e p r o p i o lo d e n o t a simplemente,
sin connotación.
Otra f ó r m u l a : El nombre común n o m b r a a un objeto di-
ciendo q u é es. El nombre propio lo n o m b r a diciendo c ó m o se
llama individualmente.
4 2 . Desde Cicerón está bien esclarecido que los nombres comunes
tienen una significación bifurcada. Si digo: "he comprado un libro", la
palabra " l i b r o " tiene aquí la referencia al libro concreto que be comprado
y la referencia al concepto genérico de libro:

yC 1 libro concreto
libro^
\ e l concepto genérico de libro

Sin embargo, no se puede simplificar nuestra cuestión diciendo que


los nombres comunes nombran a su objeto por el g é n e r o o la especie,
porque hay nombres comunes de objetos únicos, sin género ni especie,
como el eieto, ti paraito, el infierno. El nombre infierno no es común

38
a todos los infiernos porque no pensamos que haya varios infiernos: pero
designa a su objeto aludiendo al conjunto de cualidades que forman su
modo de ser.

4 3 . Esto explica satisfactoriamente el que varias ciudades se puedan


llamar Córdoba o Santiago o Rosario, y varios hombres Juan. Pues
nombre p r o p i o no quiere decir exclusivo, sino que nombra a un indi'
viduo sin connotarlo.

44. SUSTANTIVOS ABSTRACTOS Y CONCRETOS. — Hemos visto


que los sustantivos son las palabras con que designamos los objetos pen-
sándolos con conceptos independientes. Pero los objetos mismos no siempre
son independientes, ya que " o b j e t o " es cualquier trozo o aspecto de la
realidad, considerado en sí mismo. L o es el sol, un animal, un .río. un
árbol, una persona, y. en general, lo que llamamos cosas. Ser independiente
quiere decir tener existencia individual, pues ya se entiende que nada
tiene independencia absoluta y que el río. por ejemplo, no se puede separar
de la tierra.
En cambio no son objetos independientes la timidez, ¡a locura, la
distancia.

Se l l a m a n c o n c r e t o s los n o m b r e s d e o b j e t o s i n d e p e n -
dientes y a b s t r a c t o s los d e o b j e t o s n o i n d e p e n d i e n t e s .

4 5 . La enseñanza escolar suele exigir en cada p u n t o una decisión


terminante de lo que es y de lo que no es. Sin embargo, es no sólo con-
veniente sino necesario que en esta cuestión sepa el alumno lo siguiente:
ni la gramática ni la lógica han llegado nunca a establecer una división
segura entre los nombres o conceptos concretos y" los abstractos. Es más:
ahora sabemos con certeza que esa seguridad es imposible, por la natu-
raleza misma del tema. Porque en la distinción entre los conceptos con-
cretos y los abstractos se entrecruzan tres diferentes puntos de vista: 1 ' es
concreto el objeto individual ("este perro" — . "he mandado atar los
perros") y es abstracto el género ("el perro es el amigo del h o m b r e " ) .
Esta distinción se basa en la significación bifurcada del nombre ( § 4 2 ) :
podemos desentendernos aquí de ella porque no la atienden las gramáticas
castellanas. Pero siempre quedan los otros dos puntos de vista: 2 ' . son
concretos lew nombres de los objetos independientes: abstractos, los de
los objetos no independientes. Es el que pedagógicamente hemos adoptado.
Son concretos los objetos que podemos percibir por los sentidos o re-
presentárnoslos imaginativamente, y son abstractos los que sólo son com-
prendidos por la inteligencia.

39
Aun dejando de lado el p u n t o de vista primero, los otros dos en
parte coinciden y en parte no. El olor a azufre ¿es concreto o es abstracto?
Es concreto según el p u n t o de vista tercero, porque lo percibo con los
sentidos, y no lo es según el segundo, porque el olor n o es un objeto
independiente, sino los efectos fisiológicos de una emanación. El calor,
el relámpago, la luz del sol. las llamas, el canto de u n p á j a r o no son
objetos independientes, pero se llaman concretos cuando se aplica el p u n t o
de vista tercero, pues se presentan a nuestros sentidos. Estos dos puntos
de vista no se suelen aplicar rigurosamente por separado, sino u n o tercero,
resultante de los dos. que atiende a "hasta que p u n t o el objeto tiene cierta
aptitud para ser percibido y una consistencia interior" ( P f a n d e r ) . Según
esto, y es el sentir general, h a y o b j e t o * m á s y m e n o s c o n c r e t o s , y m á s
y m e n o s a b s t r a c t o s . Y como los distintos grados de concreción y de
abstracción corren sin interrupción de un extremo al otro, resulta que.
por la misma naturaleza del asunto, es imposible trazar la división exacta
entre los nombres concretos y los abstractos.

46. Esta complicación ha sido establecida por la lógica. I.a gra-


mática la ha adoptado y la ha aumentado con un cuarto p u n t o de vista:
el de la forma de las palabras. Quien declare a " l l a m a " sustantivo con-
creto. n o aceptará que lo es "blancura", o "delgadez", aunque n i n g u n o
de los tres objetos es independiente, y los tres son igualmente perceptibles
por los sentidos. Algunos gramáticos vacilarán en si el canto es nombre
abstracto o concreto, pero declararán sin dudas que condón es abstracto.
Este p u n t o de vista es en si seguro, aunque no suficiente, y lo exponemos
a continuación.

47. Son abstractos los s u s t a n t i v o s derivados de adje-


tivos y de verbos mediante los sufijos -era, -ura, -cz -ad,
-ancia, -anza, -encía, -ida, -ada, -ción, -sión, -xión:

renguera caridad
borrachera bondad
tontera sequedad
altura constancia
dulzura distancia
espesura infancia
palidez confianza
pequenez esperanza
redondez alabanza

40
esencia canción
presencia excepción
demencia terminación
salida visión
partida comprensión
venida tensión
llegada inflexión
madrugada conexión
fanfarronada reflexión

De estos derivados, u n o s lo son castellanos, otros, latinos


adoptados p o r nuestro idioma. T a m b i é n se consideran abs-
tractos los adjetivos sustantivados con el artículo n e u t r o : lo
blanco, lo difícil, lo dulce.
i T o d o s los sustantivos que entren en estos tipos son con-
siderados con seguridad c o m o abstractos. Las d u d a s pueden
aparecer cuando, sin este recurso de la f o r m a de la palabra, se
aplican los p u n t o s de vista lógicos.

E J E R C I C I O GRAMATICAL. — E x p l i q ú e s e a q u é clase de
sustantivos, y por qué, pertenecen los que h a y en el pasaje
siguiente de Avellaneda ( 1 8 3 7 - 1 8 8 5 ) , ilustre presidente ar-
gentino y escritor de mérito:

Durante los dos años de la presidencia de Rivadavia se siente


como el rumor de un m u n d o en ebullición. T o d o fermenta, se re-
mueve. toma una fisonomía o un acento, sale a la superficie. Hay lo
bueno: y es el extranjero que llega, el comercio que se agranda, la
industria pastoril que mejora sus productos, la nueva tierra que se
arranca al desierto bajo el amparo de la ley enfitéutica. el rio interior
que se navega. El movimiento es también intelectual y hasta artístico.
Se escucha por las tardes en el Congreso el elegante discurso de don
Valentín Gómez, se recita en el salón el soneto de Lafinur, al mismo
tiempo que se muestran los retratos en que Pellegrini ha hecho llegar
hasta nosotros la sonrisa ya suave, ya altanera, de tal hermosa
dama. Ahi está J u a n C r u z Varela. propagador del entusiasmo lite-
rario m i s que poeta con inspiración, que había formado su atmósfera
dentro de la cual cabían el actor y la actriz. Lapuerta y la Trinidad.

41
el pintor venido de Europa, como Monvoisin. y los jóvenes todos
que amaban la música de los versos. La Trinidad, con su voz em-
papada en lágrimas, atraía al escenario del Victoria la sociedad culta
de Buenos Aires, para darle en espectáculo los lamentos de Dido acon-
gojada. en aquellos endecasílabos de Várela que podrían hoy encon-
trarse monótonos, pero que se incrustaron dulcemente en muchas vidas
conmoviendo el corazón de tantas beldades. Lapucrta hacía vibrar su
acento trágico en El delincuente honrado, "mientras recogía su gesto y
grababa su voz el joven Casacuberta. que debía también subir a la
escena para sobrepasar a su maestro en Los siete estolones del crimen.

NICOLÁS AVELLANEDA. Rivadauia.

R E C I T A C I Ó N

Y o voy soñando caminos

Y o voy soñando caminos


de la tarde. ¡Las colinas
doradas. los verdes pinos,
las polvorientas encinas!. . .

¿Adonde el camino irá?


Y o voy cantando, viajero
a lo largo del sendero. . .
La tarde cayendo está.

" E n el corazón tenía


la espina de una pasión,
logré arrancármela un día:
ya no siento el corazón."

Y todo el campo un momento


se queda mudo y sombrío,
meditando. Suena el viento
en los álamos del río.

42
La tarde m i s se oscurece,
y el camino que serpea
y débilmente blanquea,
se enturbia y desaparece.

Mi cantar vuelve a plañir:


"Aguda espina dorada,
quién te pudiera sentir
en el corazón clavada".

ANTONIO MACHADO.

M a ñ a n a d e la cruz

Dios esti azul. La flauta y el tambor


anuncian ya la cruz de primavera.
1 Vivar» las rosas, las rosas del amor,
entre el verdor con sol de la pradera!

Vémonos al (ampo por romero,


vamonos, vémonos
por romero y por amor. . .

Le pregunté: "<Mc dejas que te quiera?"


Me respondió, radiante de pasión:
" C u a n d o florezca la cruz de primavera,
yo te querré con todo el corazón."

Vamonos al campo por romero,


vamonos, vamonos
por romero y por amor. .

"Ya floreció la cruz de primavera.


¡Amor, la cruz. amor, ya floreció!"
M e respondió: " ¿ T ú quieres que te quiera?"
¡ Y la mañana de luz me traspasó!

Vamonos al campo por romero,


vémonos, vémonos
por romero y por amor . . .

43
Alegran flauta y tambor nuestra bandera.
La mariposa está aquí con la ilusión. . .
;Mi novia es la virgen de la era
y va a quererme con todo el corazón!

JUAN RAMÓN JIMÉNEZ.

Estas dos admirables composiciones de dos poetas españoles contem-


poráneos tienen de común la referencia a la poesia popular: Machado oye
cantar una canción probablemente de origen sudamericano: Jiménez empica
como estribillo una cancioncit* que, o es recogida de boca del pueblo, c
imitada de las populares. La composición de Machado está en cuartetas
octosilábicas, la de Jiménez en versificación libre, fluctuante. sin número
f i j o de sílabas.

L E C C I Ó N V I

LOS GRUPOS S I N T Á C T I C O S NOMINALES

48. N Ú C L E O Y PREDICADO. — E l s u s t a n t i v o , sea su-


jeto o complemento, puede recibir complementos que amplíen
o precisen su significado. El sustantivo y los elementos añadi-
dos f o r m a n un g r u p o sintáctico y de significación, en el cual
el sustantivo se llama núcleo y los elementos añadidos se
llaman c o m p l e m e n t o .

49. Son los principales tipos de estas construcciones


nominales: a ) sustantivo con a d j e t i v o : "el pueblo argentino",
b ) sustantivo con preposición y o t r o s u s t a n t i v o : "el pueblo
de la Argentina"; c) sustantivos en aposición: " M i h i j o , el
d o c t o r " ; d ) dos sustantivos unidos p o r c o n j u n c i ó n : " m i h i j o .
y el d o c t o r " : e) el complemento puede ser u n a proposición
a d j e t i v a : "la semana que viene"; f ) el complemento puede
ser u n a proposición sustantiva con preposición: "la esperanza
de que vengas pronto".

44
El a d j e t i v o puede tener a su vez complementos: " u n tra-
je demasiado v i e j o " , " u n a cesta llena de frutas en sazón", etc.

5 0 . ANÁLISIS. — E n estos casos Sí analiza asi: núcleo, un traje;


complemento, demasiado viejo; el complemento a su vez se divide en núcleo,
el adjetivo vieja, y complemento el adverbio demasiado. E n el segundo
ejemplo, una cesta es el núcleo, y el complemento es la frase adjetiva llena
de frutas en tazón. El complemento, a su vez. se compone de un núcleo,
que es el adjetivo llena, y de su complemento, que es la frase proposicional
de frutas en sazón. El complemento proposicional se compone de la pre-
posición de y de su término, que es la construcción sustantiva frutas en
sazón. Este término de la proposición se compone de núcleo, el sustantivo
/ruroi, y complemento, la frase preposicional en sazón. Y . por último,
esta frase preposicional se compone de la preposición en y de su término
sazón.
51. L E Y GRAMATICAL DEL N Ú C L E O Y DE SUS C O M P L E M E N T O S . —
Esta ley se refiere a un hecho muy sencillo, que cualquier a l u m n o puede
observar por si mismo: T o d o n ú c l e o f o r m a c o n su» c o m p l e m e n t o » u n a
c o n s t r u c c i ó n c o m p u e i t a , q u e tiene la m i s m a c a t e g o r í a g r a m a t i c a l q u e
el núcleo.
Si el núcleo es un sustantivo, la c o n s t r u c c i ó n entera es s u s t a n t i v a ,
si el núcleo es un adjetivo, la c o n s t r u c c i ó n es adjetiva, si el núcleo
es un verbo, la c o n s t r u c c i ó n es verbal, y si el núcleo es un adverbio la
c o n s t r u c c i ó n entera será a d v e r b i a l . Esto quiere decir que la construcción
sustantiva entera funciona en la oración como un sustantivo (por ejemplo,
como sujeto o como complemento de verbo, o preposicional); la construc-
ción adjetiva funciona como un adjetivo (complemento de un sustantivo) :
la construcción adverbial, como un adverbio (complemento de un verbo
o de un a d j e t i v o ) , la construcción verbal como el predicado, ya que el
verbo es siempre centro o base o núcleo del predicado.
La ley anterior se completa del modo siguiente: do» o m á s sus-
tantivos enlazados f o r m a n u n a c o n s t r u c c i ó n s u s t a n t i v a : " m i padre y
mi madre han salido de casa". Los dos sustantivos componen el sujeto
unitario de la oración: y por eso el verbo se pone en plural.
Dos o m á s a d j e t i v o s e n l a z a d o s f o r m a n u n a c o n s t r u c c i ó n a d j e t i v a :
"La mañana es fría y despejada". Los dos adjetivos componen el predi-
cado. Del mismo modo dos o m á s a d v e r b i o s e n l a z a d o s c o m p o n e n u n a
c o n s t r u c c i ó n adverbial ("lenta y tristemente"), y do» o m á s verbo»
u n a con»trucción verbal ("va y dice ").
Reducidos todos los casos a una fórmula común diremos: Dos »ig-
nificaciones d e la m i s m a c a t e g o r í a g r a m a t i c a l , enlazadas, c o m p o n e n

45
una construcción de la misma categoría. La construcción entera per
Knece unitariamente a una categoría gramatical, asi como toda expresión
compuesta tiene un sentido unitario o congruente.

52. CONSTRUCCIONES NOMINALES. — Son construc-


ciones n o m i n a l e s sustantivas las q u e tienen p o r n ú c l e o un
sustantivo y las f o r m a d a s p o r d o s o m á s sustantivos, enla-
zados o en aposición.
D e c i r q u e la c o n s t r u c c i ó n es s u s t a n t i v a q u i e r e d e c i r que
e n la o r a c i ó n f u n c i o n a toda entera c o m o u n sustantivo, por
ejemplo, c o m o s u j e t o o c o m o c o m p l e m e n t o directo, indirecto o
circunstancial. También se l l a m a n nominales las construc-
ciones adjetivas, q u e tienen p o r n ú c l e o u n a d j e t i v o , pues los
n o m b r e s se d i v i d e n e n s u s t a n t i v o s y a d j e t i v o s . P e r o cuando
se h a b l a d e c o n s t r u c c i o n e s n o m i n a l e s , se s u e l e e n t e n d e r e s p e c i a l -
m e n t e las s u s t a n t i v a s .

E J E R C I C I O GRAMATICAL. — S e ñ á l e s e d e q u é m a n e r a es-
t á n f o r m a d o s l o s g r u p o s s i n t á c t i c o s n o m i n a l e s e n el s i g u i e n t e
pasaje de Vicente Fidel L ó p e z ( 1 8 1 5 - 1 9 0 3 ) , el e m i n e n t e h i s -
t o r i a d o r . q u e d e s c r i b e a s p e c t o s d e la v i d a d e B u e n o s A i r e s a
principios del siglo X I X :

El criollo de clase decente y nacido de padres acomodados tenia


el mismo tipo que el del común, tomando las cosas en general como
es forzoso tomarlas en este caso; desde su más alta expresión hasta su
última escala; desde el coronel Dorrego. que era un tipo consumado
del argentino, desde Bustos o Güemes, hasta el carretillerito de aduana
o el peón de muelle, todos mostraban los mismos rasgos generales; y
así como se ha notado, y con verdad, que en el antiguo noble de
Madrid había mucho de manolo. y en el manolo mucho de noble, asi
en el criollo argentino decente habia mucho de plebeyo y callejero, y en
el plebeyo mucho de elevado y de decente.
La diferencia de los recursos no constituía diferencia de clase, porque
no habia clase alguna que dependiera de la otra para alimentarse y para
tener casa propia más o menos distante de la plaza principal. Este fue
siempre un rasgo característico de la vida argentina, desde Buenos Aires
hasta Salta y Mendoza. La familia común del criollo era siempre
propietaria de un terreno urbano, de un cuarto de manzana por lo

•JG
menos, plantado de durazneros que la .surtían de leña, donde se criaban
las aves a su suelta. Eso hacia que en la colonia argentina prcvalccieian
los hibitos de la vida democrática, pero no de esas democracias de las
plebes menesterosas y semibárbaras que pululan en las grandes ciudades,
hambrientas del pan de cada dia, sino los de una democracia propie-
taria de casa y de hogar, con mesa y techo asegurado de padres a
hijos, y sin ninguna tarea servil: lo que era entonces una felicidad
relativa, pero imposible por desgracia de que se continuara cuando nues-
tros pueblos entraran en la edad de su propia virilidad. Las inva-
siones inglesas y la revolución social de 1 8 1 0 abrieron para nosotros
la época en que comenzó esa evolución del trabajo persona! y de la
pobreza verdadera separada de la riqueza en la vida social.

V I C E N T E FIDEL LÓPEZ,
Historia de la República Argentina. Introducción.

COMPOSICIÓN. — Escriban los alumnos una descripción, sea de pai-


saje, de calle, del interior de una casa, o de una sola habitación.
Sirva de modelo la siguiente de una antigua calzada romana, que
hace Azorin (el afamado escritor español José Martínez R u i z ) en su
libro Andando y Pensando.

La calzada ha quedado concluida: es ancha, blanca, sólida, mag-


nifica. El grupo de obreros y constructores ha dado los últimos toques
al gran camino: ha contemplado, satisfecho, la bella calzada y se ha
alejado — hacia otro trozo — con las herramientas al honvbro. La cal-
zada, blanca, relumbrante, se ve venir de lejos, por la campiña verde,
ladea los altos cerros, lame las suaves laderas y se mete por los ba-
rrancos y los hocinos y desemboca, triunfadora, en la ancha llanura.
La verdura de los prados hace resaltar más su blancura. Su centro está
ligeramente abpmbado. Correrán las aguas, cuando llueva, a un lado
y a otro, y no habrá remansos y charcos en su comedio. Y en p u n t o
a solidez, una frase !o dice todo: es obra de romanos. Las grandes
calzadas cruzan y recruzan el vasto imperio. Están formadas por un
lecfco de gruesas piedras; luego viene una tanda de grava mezclada
con argamasa. Luego otra mezcla dura, consistente, y. por fin. com-
pacta. casi pulida, la sobrehaz. T o d o el inmenso Imperio Romano está
cruzado por las anchas y hermosas vial. En nuestro país, las calzadas
culebrean por valles y laderas. I.a más ancha y bella de todas se halla
en comunicación directa con Roma. Y el trafago incesante de mercade-
res, soldados, negociantes, labriegos, hace las vías pintorescas y vivas.

AZORÍN, El pobre labrador.

47
L E C C I Ó N V I I

EL S U S T A N T I V O CON ARTICULO

5 3 . EL ARTÍCULO. — Se suele llamar a el. la. los. las, artículo


d e t e r m i n a n t e , y a un. una. unos unas, articulo indeterminante o in-
determinado. El llamado indeterminado no ha s<do introducido en
nuestras gramáticas como tal artículo hasta el siglo pasado, y eso a imi-
tación de las francesas e inglesas. Por eso. cuando se dice artículo, sin
especificar, se piensa en el. la. lo. los. ¡as. (Véase la Nota final II. en el
Primer Curso). El articulo el se amalgama con las preposiciones a y de.
diciendo al y del.

54. P A P E L GRAMATICAL DEL ARTÍCULO. — E l a r t í c u -


l o a c o m p a ñ a al s u s t a n t i v o d e s t a c a n d o en él s u s c o n d i c i o n e s
g r a m a t i c a l e s : el género, el n ú m e r o , su o f i c i o de s u j e t o o c o m -
p l e m e n t o . y. s o b r e t o d o , su f u n c i ó n s u s t a n t i v a . Si o i g o d e c i r :
" h e r o t o la " , ya sé, a n t e s de o í r el resto, q u e l o q u e sigue
es u n s u s t a n t i v o , s i n g u l a r y f e m e n i n o , y q u e hace el o f i c i o
de c o m p l e m e n t o d i r e c t o en la o r a c i ó n . T o d a s estas categorías
g r a m a t i c a l e s coincidentcs en u n a f o r m a están a n u n c i a d a s si-
m u l t á n e a m e n t e p o r el a r t í c u l o . El a r t í c u l o a n u n c i a la f u n c i ó n
d e l s u s t a n t i v o , e n c a d a c a s o , c o n su o f i c i o o r a c i o n a l y c o n
sus a c c i d e n t e s d e g é n e r o y n ú m e r o .

El articulo no tiene contenido alguno de significación. Es una forma


gramatical sin contenido. Los sustantivos son los que expresan diferente
matiz de significación si van o no van precedidos del artículo. E L y a l o r
determinante, de donde le dieron el nombre los gramáticos del siglo A V U .
es secundario y no general.

55. DEFINICIÓN DEL ARTÍCULO. — E s preferible, pues,


referirse a las condiciones e s t r i c t a m e n t e g r a m a t i c a l e s del ar-
tículo, c o m o ya hacen a l g u n a s b u e n a s g r a m á t i c a s francesas, y
caracterizarlo asi: El a r t í c u l o es u n a p a r t í c u l a q u e p r e c e d e a l

48
s u s t a n t i v o y q u e p r e d i c e su g é n e r o , su n ú m e r o y su o f i c i o
oracional.

56. E L ARTÍCULO CON NOMBRES DE PERSONAS. —


L o s n o m b r e s de persona n o llevan articulo, en general: Juan,
César, Felipe. T a m p o c o los de a l g u n o s animales f a m o s o s , c o m o
Rocinante o Micifuf. L o s n o m b r e s de los a n i m a l e s domésticos
l o llevan en u n o s países y en o t r o s n o . U n c a b a l l o se l l a m a
Lucero o El lucero; u n p e r r o se llama Tigre o El tigre.
L o s n o m b r e s de persona suelen llevar a r t í c u l o en los si-
guientes casos:
a) C u a n d o los e m p l e a m o s en p l u r a l : " e n A n d a l u c í a
a b u n d a n las C á r m e n e s y en Galicia los S a n t i a g o s " . Siguen esta
misma regla los apellidos: " H a n llegado los G o n z á l e z " .
b) C u a n d o e m p l e a m o s en p l u r a l m e t a f ó r i c a m e n t e , y p o r
vía de e j e m p l o , a l g u n o s n o m b r e s f a m o s o s : " n o a b u n d a n cada
siglo los C e r v a n t e s " .
c) C u a n d o se n o m b r a a las m u j e r e s p o r el apellido se
p o n e el a r t í c u l o c o m o i n d i c a d o r del g é n e r o : la Hernández,
la Rivero. Así l l a m a m o s a las escritoras: la Pardo Bazán, la
Mistral, la Ibarbourou.
d) En a l g u n o s países, c o m o Chile, es corriente a n t e p o n e r
el artículo al n o m b r e de pila de t o d a s las m u j e r e s : la María,
la Elena. Pero, en la m a y o r p a r t e de n u e s t r o s países, este u s o
o n o existe o es sólo p o p u l a r .

e) C u a n d o delante del apellido de u n a u t o r p o n e m o s


el artículo, c o m o el Testut. el Rey Pastor, el Homero, es que
nos referimos al l i b r o de ese a u t o r : " E s t o y e s t u d i a n d o el
F e s t u t " . " T e he t r a í d o el H o m e r o que te p r o m e t í " .
f) S i g u i e n d o la c o s t u m b r e italiana, a n t e p o n e m o s el ar-
tículo a los apellidos de a l g u n o s f a m o s o s poetas y artistas
italianos a n t i g u o s , c o m o el Petrarca, el Tasso, el Vinci, el
Bernini. P e r o es e q u i v o c a d o a n t e p o n e r el a r t í c u l o a los
nombres de pila — o s o b r e n o m b r e s equivalentes — de ita-

49
Oram4tlca.—4.
lianos famosos, cosa que en Italia nunca se hace: n o se debe
decir, pues, el Dante sino Dante, ni el Ticiano sino Ticiano.
ni el Giotto s i n o Giotto.
g) E n el lenguaje especial de los j u z g a d o s se pone el
artículo delante del n o m b r e de los procesados y, en general,
de los que intervienen en la querella, o de los que intervienen
en autos: pero esto sólo c u a n d o ya h a n sido n o m b r a d o s antes:
" y el J u a n Pérez d i j o . . . " . es como si dijera "el susodicho
J u a n Pérez".

57. E L ARTÍCULO CON NOMBRES PROPIOS GEOGRÁFI-


COS. — L o s de países h a n vacilado en el uso del artículo, pero
h o y podemos ya señalar con seguridad aquellos que lo aceptan:
la Argentina, el U r u g u a y , el P a r a g u a y , el Perú, el Ecuador,
El Salvador, el Brasil y los Estados U n i d o s son los únicos
nombres de países americanos que pueden llevar artículo. De
los europeos, en el siglo pasado se solía decir "la F r a n c i a " ,
"la R u s i a " , "la I t a l i a " , pero h o y ya n o es uso. En Asia: el
Asia ( o A s i a ) , el J a p ó n , la C h i n a ( o C h i n a ) . la India, el
A f g a n i s t á n ( o A f g a n i s t á n ) , el Beluchistán. el T u r q u e s t á n , la
Siberia (más r a r o ) . E n A f r i c a : el Africa ( o A f r i c a ) , el Egipto
( o E g i p t o ) , el C o n g o , la Somalia, la Libia, el C a m e r o o n .
y m u c h o s otros. T a m b i é n muchas regiones d e n t r o de los
países: la M a n c h a en España, la P a m p a , la P a t a g o n i a , el
Neuquén y el Chaco en la Argentina, la Foscana ( o T o s -
cana) en Italia, la P r o v e n z a ( o P r o v e n z a ) en Francia, etc.
Es más inseguro el uso del artículo con nombres de na-
ciones que con los de regiones.
L o s nombres de ríos, de mares y de m o n t a ñ a s llevan h o y
artículo: el Aconcagua, el Pacífico, el Nilo. Antes n o llevaban
artículo los nombres de ríos: L a z a r i l l o de Tormos, Teresa de
Manzanares. M i r a n d a de Ebro, A l b a de Tormes, Alcalá de
Henares, etc.
A l g u n a s pocas ciudades se n o m b r a n con artículo: La
H a b a n a , la H a y a . El Havre. El Cairo. E n la A r g e n t i n a algu-

50
n o s dicen el Rosario y m á s el Azul, el Tandil, a d e m á s de La
Plata.
L o s n o m b r e s p r o p i o s de b a r c o s llevan t a m b i é n a r t í c u l o :
el Asturias, el Massilia. la Sarmiento, sobrentendiéndose barco
o v a p o r , o f r a g a t a , etc. L o s de edificios o locales, t a m b i é n ,
a u n q u e a veces se o m i t e : "el C e r v a n t e s " ( t e a t r o ) , "el C o l ó n "
( o m e r a m e n t e " C o l ó n " , c o m o en B u e n o s Aires, al igual q u e
" L a r a " en M a d r i d o " T a c ó n " en L a H a b a n a ) , "el I n g l é s "
(café: p e r o t a m b i é n " P o m b o " ) , " l a P a r í s " ( c o n f i t e r í a ) . . .

58. EL ANTE FEMENINOS. — C o n los s u s t a n t i v o s


f e m e n i n o s que c o m i e n z a n con a a c e n t u a d a , la f o r m a del ar-
t í c u l o es el: el agua, el alma, el águila. A n t i g u a m e n t e esta
f o r m a el del a r t í c u l o se a n t e p o n í a t a m b i é n c u a n d o la a n o era
a c e n t u a d a : el acémila, y h a s t a c u a n d o el s u s t a n t i v o c o m e n -
zaba p o r o t r a s vocales: el espada.
L a f o r m a a n t i g u a del a r t í c u l o f e m e n i n o era ela: ela casa,
ela tierra, ela alma. E s t a f o r m a se a b r e v i ó p e r d i e n d o u n a v o c a l :
c u a n d o el s u s t a n t i v o c o m e n z a b a p o r vocal, el a r t í c u l o perdía
la ú l t i m a : el' arena, el' alma, el' espada. C u a n d o el s u s t a n t i v o
c o m e n z a b a p o r c o n s o n a n t e , el a r t í c u l o perdía la p r i m e r a v o c a l :
'la casa, 'la tierra.
P o r c o n s i g u i e n t e , el a r t í c u l o el e n el agua, el alma, suena
c o m o el m a s c u l i n o d e el cielo, p e r o n o e s el m a s c u l i n o , como
se s u e l e d e c i r , s i n o u n a f o r m a especial d e l femenino.

59. E l ARTÍCULO CON PROPOSICIONES SUSTANTIVAS. — El ar-


ticulo puede preceder a cualquier tipo de proposición sustantiva: "el cómo
lo consiguió, nadie lo sabe", "el si vendría o no lo tenia desazonado".
Estos giros son hoy algo raros.
Mis frecuente ha sido siempre, y todavía hoy está en uso. el artículo
con proposiciones sustantivas, encabezadas por que: "el {que tengas
mucho que hacer] no quita para que me atiendas un momento". "El
(que errasen en la creencia] no es culpa del clima, pues el [acertar en
esta parte] depende enteramente de la gracia divina. El [que fuesen do-
tados de un talento singularísimo para explicar a su modo la Sagrada
Escritura] redunda en aplauso de la patria" (Feijoo).

51
Es especialmente usual este articulo cuando la proposición forma el
sujeto de la oración. El articulo no sustantiva a la proposición, porque
la proposición ya es sustantiva. Pero, como anticipa la función sustantiva,
el articulo destaca lo sustantivo de la proposición, como subrayándolo.
El articulo hace como si pusiera un mateo todo alrededor de la pro-
posición. o como si la encerrara entre corchetes (como bemos hecho
nosotros gráficamente), haciendo resaltar la íntima conexión con que sus
elementos forman una unidad superior de significado, esto es. un sustan-
tivo compuesto de varios miembros.
Todavía es más frecuente el articulo con proposiciones de infinitivo,
como que el infinitivo es la forma sustantiva del verbo: "el comer y el
rascar, todo es empezar": "el acertar en esta parte depende enteramente
de la gracia divina".

E J E R C I C I O GRAMATICAL. — S o b r e el s i g u i e n t e pasaje
d e J o s é E n r i q u e R o d ó , el i l u s t r e e s c r i t o r u r u g u a y o , que los
alumnos hagan v a r i a c i o n e s g r a m a t i c a l e s q u i t a n d o el articulo
cuando lo h a y o p o n i é n d o l o c u a n d o n o lo h a y , siempre que
la l e n g u a l o c o n s i e n t a . L o s a l u m n o s , c o n d u c i d o s p o r el p r o -
fesor. pueden ejercitarse en declarar qué diferencias d e matiz
sienten en la significación de los s u s t a n t i v o s con o sin ar-
ticulo:

Del desenvolvimiento regular y fácil de la vida en esa curva que


enlaza sus modificaciones, se engendran la armonia de sus diferentes
edades, la belleza inherente al ser propio y genial de cada una: el
orden típico que hace de ellas como los cantos de un bien propor-
cionado poema, en el que cada paso de la acción concurre a la unidad
que consagrará majestuosamente el desenlace, o que acaso quedará sus-
pensa. con poético misterio, por la interrupción de la obra, trunca, mas
no desentonada, cuando Naturaleza desista, a modo del poeta negli-
gente, de terminar el poema que empezó: cuando la vida escolle en
prematura muerte.
La verdadera juventud eterna depende de esta rítmica y tenaz
renovación, que ni anticipa vanamente lo aún no maduro, ni consiente
adherirse a los modos de vida propios de circunstancias ya pasadas,
provocando el despecho, la decepción y la amargura que trae consigo
el fracaso del esfuerzo estéril: sino que acierta a encontrar, dentro de
las nuevas posibilidad« y condiciones de existencia, nuevos motivos
de interés y nuevas formas de acción: lo que procura en realidad ?1

52
alma cierto sentimiento de juventud inextinguible, que nace de la con-
ciencia de la vida perpetuamente renovada y de la constante adaptación
de los medios al fin en que se emplean.
Cuando de tal modo se la guie, la obra ineluctable del tiempo
no será sólo regresión que robe al alma fuerzas y capacidades: ni será
como una profanación, por manos bárbaras, de las cosas delicadas y
bellas que juntó en sus primeros vuelos el coro de las Horas divinas.
Será un descubrimiento de horizontes: será la vida sol que. palideciendo,
se engrandece. Asi, sobre el conjunto de las historias gloriosas de los
hombres, domina, como la paz de las alturas. la excelsitud de las
ancianidades triunfales: la ancianidad de Epimínides, !a ancianidad de
Ticiano. la ancianidad de Humboldt: y más alto que todas, la an-
cianidad de Sófocles, cúspide de la más bella y armoniosa existencia
en que encarnó la serenidad del alma antigua, y que, culminando a un
tiempo en años y en. genio, pone en labios de la vejez, de cuya poesía
sabe, sus más líricos metros, que son la apoteosis de su tierra y su
estirpe en el himno inmortal de los ancianos de Colona.

JOSÉ ENRIQUE RODÓ.


Motivos de Proteo. IV.

R E C I T A C I Ó N

Epitafio p a r a un p o e t a

N o le faltaron excusas
para ser pobre y valiente.
Supo vivir claramente.
Amó a su Dios y a las Musas.

Yace aquí como ha vivido,


en soledad decorosa.
Su gloria cab« en la rosa
que ninguno le ha traído.

CONRADO N A L É ROXLO.
Romance

Aquellos cosas profundas


que yo apenas entendía,
desde que el amor las nombra
me parecen cristalinas.

Aquel tiempo de otro tiempo,


que sin gloria transcurría
desde que el amor lo e m p u j a
tiene lo que n o tenia.

Aquella voz apagada


es una v o z encendida
desde que el amor de fuego
su fervor le comunica.

Aquella frente desierta,


aquella frente perdida,
está mucho menos soia
desde que el amor la habita.

Aquellos ojoc cerrados


están abiertos y miran
desde que el amor les muestra
riquezas desconocidas.

Aquellas manos desnudas


ya no son manos vacías
desde que el amor las llena
con su propia maravilla.

Aquellos pasos sin rumbo,


aquellos pasos sin vida,
ya tienen r u m b o seguro
Desde que el amor los guia.

Aquel corazón oscuro


luce una luz infinita
desde que el amor lo alumbra
con su verdadero día.

54
Aquel pobre entendimiento
tiene una fuer/a más limpia
desde que el amor lo inflama,
desde que el amor lo anima.

Aquella pluma de siempre


vive una vida más viva
desde que el amor la mueve,
desde que el amor la inspira.

Aquel m u n d o sin objeto


tiene una razón precisa
desde que el amor eterno
lo sustenta y justifica.

Aquella vida de antaño


responde a peso y medida
desde que el amor confunde
su existencia con la mía.

FRANCISCO LUIS BERNÁRDEZ.

Nalé R o x l o y Bernárdez s o n dos de los mejores poetas


d e la j o v e n g e n e r a c i ó n a r g e n t i n a . N a l é R o x l o u n e a su l i r i s m o
un h u m o r i s m o delicado. Bernárdez, de sentimiento contenido,
despliega un j u e g o elegante de simetrías.

55
CAPÍTULO I I I
56
L E C C I Ó N V I I I

SUSTANTIVOS Y ADJETIVOS

EL GÉNERO

60. El sustantivo con uno o mis adjetivos forman un grupo


sintictico nominal sustantivo: "La rama verde", "las calles estrechas".
Como expresión compuesta, tiene la construcción sentido unitario o
congruente: "la rama verde'" es una sola cosa, aunque la expresemos con
tres palabras: y las tres palabras se relacionan sinticticamente de tal ma-
nera que reproducen la unidad de pensamiento.
Por ser el núcleo un sustantivo, la construcción es sustantiva o
nominal.

61. CONCORDANCIA DEL SUSTANTIVO CON EL ADJE-


TIVO. — L a u n i d a d de s e n t i d o se m a n i f i e s t a en la c o n c o r d a n c i a
del a d j e t i v o c o n el s u s t a n t i v o en g e n e r o y n ú m e r o . E l a d j e t i v o
se a c o m o d a al s i n g u l a r o al p l u r a l de su s u s t a n t i v o , y c u a n d o
tiene d o s t e r m i n a c i o n e s , a su g é n e r o m a s c u l i n o o f e m e n i n o :
" u n h o m b r e j o v e n " , " u n a s mujeres jóvenes"; "dichosa edad
y tiempos dichosos".

62. E L GÉNERO. — EL g é n e r o es u n a clasificación g r a -


m a t i c a l de los s u s t a n t i v o s en d o s clases: u n o s q u e r e c l a m a n la
p r i m e r a t e r m i n a c i ó n de los a d j e t i v o s , y o t r o s la s e g u n d a ,
según el u s o f i j a d o e n el i d i o m a . L o s p r i m e r o s se l l a m a n
m a s c u l i n o s y los s e g u n d o s f e m e n i n o s .
63. REGLA DEL GÉNERO SEGÚN LA TERMINACIÓN. —
S o n masculinos los t e r m i n a d o s en o. S o n f e m e n i n o s los ter-
m i n a d o s en a, n o a g u d a . L o s de o t r a s terminaciones se re-
parten entre lds m a s c u l i n o s y los f e m e n i n o s .
L a t e r m i n a c i ó n en o se llama m a s c u l i n a ; la t e r m i n a c i ó n
en a, f e m e n i n a ; cualquier o t r a t e r m i n a c i ó n se llama i n d i f e -
rente.

64. EXCEPCIONES. TERMINACIÓN MASCULINA. — L a s


únicas excepciones de los t e r m i n a d o s en o s o n la mano, la
dinamo y la n a o . E s a n t i c u a d o la pro en frases c o m o " q u e
buena p r o te h a g a " . Pro es m a s c u l i n o en "el p r o y el c o n t r a " .
TERMINACIÓN FEMENINA. — D e los en a s o n mas-
culinos. a ) el día, el mapa, el planeta, el cometa; b ) los q u e
significan v a r ó n , c o m o el poeta, el atleta, el anacoreta, el
espía, el camarada, el albacea. el centinela, el argonauta, el
cura, el barba (en el t e a t r o ) , el espada ( e n los t o r o s ) , el
guía '; c) m u c h o s s u s t a n t i v o s t e r m i n a d o s en -ma procedentes
del griego, c o m o el emblema, el problema, el diagrama, el
programa, el diafragma, el epigrama, el poema, el síntoma, el
dilema, el diploma, el sistema, el sofisma, el clima, el tele-
grama, el telefonema, el melodrama, el drama, el idioma, el
panorama, el epifonema, el tracoma, el fantasma, el reuma, el
tema, el santo crisma, el axioma, el monograma, el pentagra-
ma, el edema, el enigma, el dracma.
S o n masculinos en español estos n o m b r e s p o r q u e , en
griego, de d o n d e proceden, son n e u t r o s . P e r o en el siglo de
o r o n o regía esta regla, s i n o la de la t e r m i n a c i ó n , y se decía
la fantasma, la tema, la reuma, la anatema, etc. A l g u n o s de
estos n o m b r e s h a n c o n s e r v a d o h a s t a h o y su genero f e m e n i n o
a n t i g u o : la diadema, la estratagema, la flema, la apostema, la
broma, la tema ( c o n el s e n t i d o de t e r q u e d a d o m o t i v o de
l o c u r a ) , la crisma ( f i g u r a d a m e n t e p o r " c a b e z a " ) .

1
En IOJ siglo» de oro no regía esta regla, y se decía la guia, la
centinela, la tspia, la camarada. siguiendo esta regla de la terminación.

57
H a y o t r o s m u c h o s n o m b r e s t e r m i n a d o s e n ma pero que.
p o r n o p r o c e d e r d e l n e u t r o g r i e g o , n o t i e n e n q u e v e r c o n esta
r e g l a , c o m o la cama, la rama, la goma, la retama, la llama, la
carcoma.

65. TERMINACIÓN INDIFERENTE. — E s la d e los


s u s t a n t i v o s que t e r m i n a n en e o en c o n s o n a n t e , y t a m b i é n en
vocal acentuada.

No hay regla alguna en el idioma sobre el género de estos nombres.


De todas las terminaciones hay muchos masculinos y muchos femeninos.
Algunas gramáticas enuncian la regla de que estos sustantivos son mascu-
linos o son femeninos según que de un recuento resulte mayor número
de uno o de otro genero: el número menor se dice que son excepciones.
Y las excepciones son tan numerosas que abarcan a veces páginas enteras.
Pero no se puede dar el carácter de regla al resultado de un recuento. Es
regla que los nombres terminados en o sean en castellano masculinos,
porque concuerdan con la terminación o de los adjetivos: es regla que
los terminados en a sean femeninos, porque concuerdan con la termi-
nación a de los adjetivos', y los que faltan a la regla son excepciones:
pero como los adjetivos no tienen más que esas dos terminaciones,
los sustantivos que terminen en e. en vocal acentuada o en consonan-
te. sin ninguna regla generalizado» se van agrupando unos con los
que concuerdan con la terminación o del adjetivo, y otros con los que
concuerdan con la terminación a. Cada sustantivo tiene en esto su his-
toria aparte, sin regla alguna, y su inclusión entre los masculinos o los
femeninos depende, primero, del género que tuviera en latin, y, segundo,
de ciertas agrupaciones mentales de palabras que la gente hace por ana-
logia o parcial semejanza.

L a s únicas reglas seguras a q u í s o n : 1* s o n f e m e n i n o s l o s


n o m b r e s t e r m i n a d o s e n -dad. c o m o bondad, caridad, necedad.
etc. 2* S o n f e m e n i n o s l o s t e r m i n a d o s e n - c i ó n . -xión y -sión
d e r i v a d o s d e v e r b o s l a t i n o s , c o m o canción, discusión, reflexión.

Aunque, en propiedad, tampoco se debe considerar esta fórmula como


regla del genero, equivalente a la que rige a los terminados en o o en a.
pues no reúne a los terminados en una vocal o en una consonante sino
a los que tienen común un sufijo entero, en -dad. o tn -ción. -tión.
•xión, etc.

58
La única regla del idioma t i que para el género de lo* sustantivos
que no sean palabras llanas terminadas en -o o en -a no existe regla agru-
p a d o » , sino que el uso ha ido fijando para cada palabra en particular
su género masculino o femenino.

66. D E A L G U N O S USOS INSEGUROS. La mayor par-


te de los nombres de terminación indiferente han f i j a d o su
género gramatical en la lengua con toda seguridad, y los
alumnos los usan bien. En otros, mucha gente n o tiene segu-
ridad y vacila. O t r o s son vacilantes ellos mismos, aceptando
los dos géneros, pero cambiando de significación: son, en
realidad, parejas de u n a especie de h o m ó n i m o s .
A) Sustantivos de género gramatical fijo, en los cuales
algunas personas se suelen equivocar:

¡a vislumbra (como la lumbre)


el alumbre
la azumbre
ta chinche
ta índole
la liendre
la mugre
la armazón
la sartén
la crin o clin
ta bajamar
la pleamar
la sobrepelliz
el trasluz (al revés que la luz)
et tragaluz
la troje o ta troj
la várice

Los grecismos terminados en -sis son, generalmente, fe-


meninos: la tesis, la síntesis, la antítesis, la sintaxis, la apo-
teosis. la crisis, la dosis, la esclerosis, etc. Pero son h o y mas-
culinos:
el génesis (en la Biblia) el énfasis
el apo<alipsis el análisis

59
B) Se usan, ya c o m o masculinos, ya c o m o femeninos:

el y la hojaldre
el y la herpe (o los y las herpes)
el y la estambre
el y la lente
el y la pringue
el y la arle
el y la mimbre
el y la tilde
el y la tizne
el y la mar
el y la linde
el y la margen
el y la dote (caudal que aporta la novia)
el y la azúcar

Lentes se ha f i j a d o como masculino, los lentes, cuando significa una


especie de gafas.
Arle tiende a usarse exclusivamente como femenino: a menudo se
usa como masculino en singular en la acepción de maestría o habilidad:
"tiene un arte consumado para hacer tal cosa": pero en plural nunca,
ni tampoco en singular para referirse a cualquiera de las artes liberales
o a las bellas artes.
Hoy decimos el fin, el puente, el calor y el color: pero todavia se
oye o se lee a veces, con cierto dejo arcaico, las formas antiguas la fin
del mundo, la puente, la calor, la color.

C) L o s siguientes casos son cosa aparte. N o hay en


cada pareja un sustantivo que acepte los dos géneros, sino dos
sustantivos h o m ó n i m o s , y de diferente género gramatical:

La clave (de un enigma) <el clave (instrumento musical)


la corte (real, virreinal, antigua co- iel corte (de cortar)
horte)
la frente (de la cara) iel frente (militar o de un edificio)
la parte (porción) <el parte (aviso)
la pendiente (barranca, cuesta) <el pendiente (aro de la oreja)
el y la dote (caudal de la novia) ilos dotes (cualidades personales)
la canal (la canaleta: la res muerta <el canal (brazo de mar, cauce arti-
y abierta) ficial)

CO
la moral (¿tica) tl moral (árbol de la mora)
la delta (letra griega) el delta {del río)
la atala\fa (puesto elevado de vigi- el atalaya (el vigía)
lancia)
la pez (de p<gar) el pez (animal)
la orden (mandato: congregación el. orden (serie, disposición)
religiosa: sacramento)
la doblez (falsía) el doblez (pliegue).
el Génesis (libro de la Biblia). la génesis (origen).

67. REGLAS DEL GÉNERO SEGÚN LA SIGNIFICACIÓN


DE LOS SUSTANTIVOS.
Masculinos:
lv Son m a s c u l i n o s los q u e s i g n i f i c a n v a r ó n , o f i c i o de
v a r ó n o a n i m a l e s m a c h o s : hombre, varón, monarca, jinete,
león, toro.
2" S o n t a m b i é n m a s c u l i n o s los n o m b r e s de ríos, lagos,
mares, montes, volcanes y cordilleras: el Ebro, el Amazonas, el
Titicaca, el Atlántico, el Aconcagua, los Andes, El Vesubio,
el Etna. A n t i g u a m e n t e , y a ú n h o y en el h a b l a p o p u l a r de
E s p a ñ a , p o d í a n tratarse c o m o f e m e n i n o s los n o m b r e s de r í o s
t e r m i n a d o s en -a: " l a E s g u e v a " o "el E s g u e v a " , " l a H u e r v a " . . .
Se exceptúan la Alpujarra o las Alpujarras (serranía andaluza) y los
compuestos de Sierra como Sierra Morena. Sierra Leona, Sierra Perra,
Sierra Nevada (en España), Sierra Cbica (Argentina), etc.: además los
casos en que se sobrentiende montaña o loma ("la Pelada", "la Rosilla")
en vez de monte.

y S o n m a s c u l i n o s los n o m b r e s de los n ú m e r o s , el dos,


el cuarenta; los de las n o t a s musicales, el do, el la; los de los
p u n t o s cardinales, el norte, el sur; los de los d í a s d? la s e m a n a
y de meses, el lunes, " m a r z o v e n t o s o y abril l l u v i o s o traen a
mayo florido y hermoso".
Femeninos:
1» Son f e m e n i n o s los que s i g n i f i c a n m u j e r , seres m i t o -
lógicos que n o s ' r e p r e s e n t a m o s c o m o m u j e r e s , y a n i m a l e s h e m -
b r a s : mujer, hada, diosa, leona, Safo (poetisa g r i e g a ) . Juno
(diosa).
61
2f S o n f e m e n i n o s los n o m b r e s de las letras: la a, la o ,
la b.
V L o s n o m b r e s p r o p i o s de ciudades y d e m á s p o b l a d o s
se u s a b a n a n t e s c o m o f e m e n i n o s . H o y s o n f e m e n i n o s l o s ter-
m i n a d o s en a: " l a esplendida S e v i l l a " , " l a i n d u s t r i o s a T a l a -
v e r a " , " l a sabia S a l a m a n c a " . L o s o t r o s se u s a n c o m o m a s c u -
l i n o s o c o m o f e m e n i n o s , p e r o la t e n d e n c i a m o d e r n a es al
m a s c u l i n o : este inmenso Buenos Aires, el Madrid de los majos,
todo París, medio Londres.

C o m o excepciones, se sigue diciendo "la antigua C o r i n t o " . "la an-


tigua S a g u n t o " . y lo mismo con los nombres de otras ciudades antiguas.

68. E L GÉNERO COMO ACCIDENTE DE LOS SUSTANTI-


VOS. — Se l l a m a n accidentes g r a m a t i c a l e s las variaciones de
f o r m a de las p a l a b r a s , q u e c o r r e s p o n d e n a cierta variación en
el s i g n i f i c a d o . E n u n o s p o c o s s u s t a n t i v o s , p o c o s en c o m p a r a -
ción con los del i d i o m a e n t e r o , el g é n e r o se m a n i f i e s t a p o r
tener d o b l e f o r m a , u n a p a r a el m a s c u l i n o y o t r a p a r a el fe-
m e n i n o : perro y perra, pastor y pastora, hermano y hermana,
gallo y gallina, conde y condesa.
E s t o s n o m b r e s s o n los q u e d e s i g n a n p e r s o n a s y u n o s
p o c o s q u e d e s i g n a n a n i m a l e s . L a f o r m a f e m e n i n a es u n a v a -
r i a n t e de la m a s c u l i n a m e d i a n t e los s u f i j o s f e m e n i n o s -a, -ora,
-triz, -esa, -isa, -ina.
A) C o n n o m b r e s de p e r s o n a :
Hermano y hermana, criado y criada: niño y niña; tío
y tía.
Cantor y cantora, señor y señora, prior y priora, pastor
y pastora, autor y autora.
Emperador y emperatriz, actor y actriz, institutor c ins-
titutriz.
Conde y condesa, príncipe y princesa, alcalde y alcaldesa,
barón y baronesa, abad y abadesa, vampiro y vampiresa.
Poeta y poetisa, profeta y profetisa, sacerdote y sacer-
dotisa.

62
Czar y czarina, rey y reina ( p r o n u n c i a d o antiguamente
reina), José y Josefina, Clemente y Clementina, Leopoldo y
Leopoldina, héroe y heroína.
Caso especial es el de los nombres f o r m a d o s con las ter-
minaciones en -ante y en -ente: infante, regente, presidente,
estudiante, almirante, teniente, sirviente, gerente, pariente, con-
fidente. El femenino es en - a : la Presidenta de la Sociedad de
Beneficencia, ¡a sirvienta (la criada) : la regenta ( t í t u l o de una
.conocida novela de C l a r í n ) , la tenienta, la almiranta, signi-
fican de o r d i n a r i o la señora del regente, del teniente o del al-
mirante. H o y se dice también "la regenta" o "la regente" de
una escuela. Pero otros n o tienen f o r m a femenina: el estu-
diante y la estudiante, el cantante y la cantante. . .
B) C o n nombres de animales:
Lobo y loba; zorro y zorra; perro y perra; conejo y
coneja: gato y gala; cerdo y cerda; chancho y chancha; cor-
dero y cordera; gallo y gallina; león y leona; elefante y ele-
fanta ( n o m u y corriente) : jabalí y jabalina.
La inmensa mayoría de los nombres de animales son
solamente masculinos o solamente femeninos, sin referencia
al sexo: el buitre, la corneja, el lince, la liebre, el sapo, la
rana, el hurón, la comadreja, el piojo, la pulga, el chajá, la
perdiz, el gavilán, la calandria, el bagre, la trucha, el escorpión,
la víbora, el tiburón, la ballena.

69. La vieja gramática ha llamado a estos nombres epicenos, con


ia idea de que la misma forma significaba los dos sexos del animal. Esta
explicación ya no satisface, porque cuando decimos, por ejemplo, la pulga.
designamos el insecto sin alusión ninguna al sexo. N o es que valga para
los dos sexos: es que no se hace referencia al sexo.
La explicación sexual del género gramatical no está justificada his-
tóricamente. La doble forma de algunos pocos nombres de animales (tiervo
y cierva, gallo y gallina) es muy poco antigua, pues no existia en el
latin arcaico de cuatro siglos antes de Cristo. Antes, esos nombres eran
sólo masculinos.
En castellano no hay más que dos géneros (fuera del neutro ex-

G3
elusivo de los pronombres), el masculino y el femenino, según que el
sustantivo concuerde con la forma en -o o con la forma en -a de los
adjetivos.

70. PALABRAS COMUNES DE AMBOS GÉNEROS. — A l -


g u n a s p a l a b r a s q u e s i g n i f i c a n p e r s o n a s s o n . sin camb'iar de
f o r m a , m a s c u l i n a s c u a n d o se refieren al h o m b r e y femeñi
c u a n d o se refieren a la m u j e r : el testigo y la testigo, el joven
y la joven, el mártir y la mártir, el cónyuge y la cónyuge, el
espía y la espía, y los m u c h o s t e r m i n a d o s en -isla, c o m o
telefonista, maquinista, etc.

71. Hay algunos animales domésticos y clases de personas que se


expresan con palabras diferentes según el sexo:

hombre y mujer
padre y madre
marido y mujer
yerno y nuera
caballero y dama
toro y vaca
carnero y oveja
caballo y yegua
chivo y cabra

N o hay aqui accidente gramatical de una palabra sino palabras di-


ferentes. unas masculinas y otras femeninas.

72. ADJETIVOS DE UNA Y DE DOS TERMINACIONES. —


H a y a d j e t i v o s q u e tienen u n a t e r m i n a c i ó n peculiar p a r a acom-
p a ñ a r a los s u s t a n t i v o s m a s c u l i n o s y o t r a p a r a los f e m e n i n o s :
palacio viejo y casa vieja; un niño juguetón y una niña ju-
guetona.
O t r o s a d j e t i v o s s o l a m e n t e tienen u n a t e r m i n a c i ó n p a r a
t o d o s los s u s t a n t i v o s : el palacio ilustre y la casa ilustre; el
niño feliz y la niña feliz.
S o n de d o s terminaciones:
a) los q u e t e r m i n a n en o, q u e la m u d a n en a p a r a el

04
f e m e n i n o , c o m o bueno, buena; malo, mala; claco, clara; co-
lorado, colorada.
b) los a u m e n t a t i v o s y d i m i n u t i v o s en -efe y e n -ote,
c o m o regordete, regordeta; grandote, grandota.
c). los que t e r m i n a n en c o n s o n a n t e , y s i g n i f i c a n n a c i ó n
- . MÍS, c o m o español, española; francés, francesa; cordobés,
t S r a o b e s a ; andaluz, andaluza. ( E n c a m b i o , una palabra cortés,
y no cortesa).
d) l o s e n -an, -on, -or, c o m o holgazán, holgazana; bur-
lón, burlona; traidor, traidora.

De los en -or se exceptúan los comparativos mayor, menor, peor,


mejor, y los antiguos comparativos superior, inferior, exterior, interior,
anterior, posterior, citerior, ulterior, que son invariables. Superior tiene
fr-menino como sustantivo, "la superiora de un convento", pero no como
adjetivo, "en las habitaciones superiores", y no "superioras".

E J E R C I C I O GRAMATICAL. — E n el s i g u i e n t e p a s a j e q u e
el g r a n novelista español Pérez Galdós (1845-1920) pone
en boca d e u n viejo y rudo marino, e n el p r i m e r o d e sus
Episodios Nacionales, señálense las p e c u l i a r i d a d e s de género
de los s u s t a n t i v o s y a d j e t i v o s .

Después de lo del Estrecho, me embarqué en la. Fama para Mon-


tevideo. y ya hacía mucho tiempo que estábamos allí, cuando el jefe
de la escuadra recibió orden de traer a España los caudales de Lima y
Buenos Aires. El viaje fue muy bueno, y no tuvimos más percance que
unas calenturillas, que no mataron ni tanto así de hombre . . Traíamos
mucho dinero del Rey y de particulares, y también lo que llamamos la
caja de soldadas, que son los ahorrillos de la tropa que sirve en las
Américas. Por junto, si no me engaño, eran cosa de cinco millones de
pesos, como quien no dice nada, y además traíamos pieles de lobo, lana
de vicuña, cascarilla, barras de estaño y cobre, y maderas finas. . . Pues
señor: después de cincuenta días de navegación, el 5 de octubre vimos
tierra, y ya contábamos entrar en Cádiz al día siguiente, cuando cátate
que hacia el nordeste se nos presentan cuatro señoras fragatas.
El combate empezó a! poco rato: nuestra fragata recibió la pri-
mera andanada por babor: se le contestó el saludo, y cañonazo va.
cañonazo viene . lo cierto del CASO es que nos imctimos en un puño

65
Gramítle*.—5.
a aquellos herejes por mor de que el demonto fué y pegó fuego a la
santabárbara de la Aiercedes, que se voló en un suspiro ¡y todos, con
este suceso, nos afligimos tanto, sintiéndonos tan apocados'. . . no
por falta de valor, sino por aquc'.lo que dicen en la moral. . .
Nuestra fragata tenia las velas con más agujeros que capa vieja, los
cabos rotos, cinco pies de agua en bodega, el palo de mesana tendido,
tres balazos a flor de agua y bastantes muertos y heridos. A pesar
de esto, seguíamos la cuchipanda con el inglés: pero cuando vimos que
la Medra y la Clara, no pudiendo resistir la chamusquina, arriaban
bandera, forzamos de vela y nos retiramos defendiéndonos como podía-
mos. La maldita fragata inglesa nos daba caza. y. como era más velera
que la nuestra, no pudimos zafarnos y tuvimos también que arriar el
trapo a las tres de la tarde, cuando ya nos habían matado mucha gente,
y yo estaba medio muerto sobre el sollao porque a una bala le dió
la gana de quitarme mi pierna. Aquellos condenados nos llevaron a
Inglaterra, no como presos sino como detenidos; pero carta va, carta
viene entre Londres y Madrid. lo cierto es que se quedaron con el
dinero. . .

B E N I T O P É R E Z G A L D Ó S , Trafaigar. IV.

COMPOSICIÓN. — Redacten los a l u m n o s u n a narración


..orta, de preferencia d e a l g ú n h e c h o o suceso q u e h a y a n ob-
servado u o i d o c o n t a r ; es preferible que n o tenga forma de
c u e n t o . C o m o m o d e l o léase este p a s a j e d e la e x q u i s i t a novela
Xaimaca. del escritor argentino Ricardo Güiraldes (1887-
1 9 2 8 ) . a u t o r d e Don Segundo Sombra:

El Aysen va a partir. Los vendedores dan por nada lo que antes valia
cinco o seis libras. U n recrudecimiento de discusiones agita breves t u -
multos movedizos.
Una indígena, cuya vejez personal se duplica con una veje/,
de raza, se atarda llevando sobre su h o m b r o un loro disparatadamente
coloreado, que se complace en la algarabía cortándola con chillidos,
balanceándose como un director de orquesta. La anciana costea la
marcha de sus compañeros, con evidente repugnancia por pisotones y
codazos. Pero un marinero inglés la empuja con toda la grosetía que le
otorga la superioridad de su raza. Él ha dividido su vida en lotes
y va ingiriéndola sin paladear. Sólo los reprobos, en su entendimiento,
se atardan a la vera de la civilización y es bueno jnber dictar leyes con
varas.

66
M yY f
La viejecita levanta hacia nosotros su primitivo rostro incásico, y
tomándonos por testigos dice simplemente:
—Gringos groseros.
Atahualpa debió pensar lo mismo ante !a codicia que hacia oro
de sus dioses. Tal vez los últimos sobrevivientes de la raza usen las
mismas palabras, cuando desaparezcan bajo una grosería definitiva.

RICARDO GÜIRALDES. Xcimaea¡

L E C C I Ó N I X

EL NÚMERO
fe. ———
73. E L NÚMERO. — El n ú m e r o es u n accidente g r a m a -
tical de los s u s t a n t i v o s y de los a d j e t i v o s p a r a significar uno
o más e j e m p l a r e s de la especie. L a única distinción que hace
el n ú m e r o es si n o s referimos a un solo ejemplar (singular)
o a más de uno ( p l u r a l ) : la paloma es u n a sola p a l o m a , las
palomas son dos, o tres, o cien, o u n m i l l ó n de p a l o m a s .

74. FORMACIÓN DEL PLURAL EN LOS SUSTANTIVOS.


— El plural se f o r m a a ñ a d i e n d o a l g ú n s i g n o al singular, c o n -
f o r m e a las reglas siguientes:
1* Si los s u s t a n t i v o s t e r m i n a n en vocal n o a c e n t u a d a ,
se añade una - s : gato, gatos; silla, sillas; puente, puentes;
tribu, tribus; taxi, taxis. Excepciones: ley, rey, ay, convoy
hacen leyes, reyes, ayes, convoyes.
2* Si a c a b a n en c o n s o n a n t e , a ñ a d e n -es: raíz, raices:
flor, flores: reloj, relojes; curiosidad, curiosidades. Excepcio-
nes: lord hace ¡ores: los s u s t a n t i v o s n o a g u d o s t e r m i n a d o s en
- s n o se alteran para el p l u r a l : los martes, las crisis, los pa-
réntesis. los paraguas: c a m b i a n el l u g a r del a c e n t o : régimen,
regímenes; espécimen, especímenes: carácter, caracteres (aun-
que en los siglos de o r o se decía carácteres).

67
3' Los sustantivos terminados en vocal acentuada tienen
menos regularidad. U n o s añaden -es, c o m o jabalí, jabalíes;
dos oes; dos ues. O t r o s añaden sólo la -s, c o m o los papas, las
mamas, los sofás, los pies, los cafés, los tés, ¡os pagarés, los
corsés.

Algunos tienen la doble forma para el plural, prefiriéndose moder-


namente la s. como tos alelíes o tos aletís. tos rubíes o los rubís, los
tisúes o los tisús, los bisturíes o los bisturís, les maníes o los manís.
E n el habla popular se forma el plural en •ses (cafeses, manises, sofá•
tes), peto la lengua culta los rechaza como incorrectos. Sin embargo, los gra-
máticos admiten desde hace tiempo el plural maravedises j u n t o a mara-
vedís y maravedíes, y en los siglos de oro se aceptaban en la literatura
formas como alelises.

75. Los adjetivos se atienen a las mismas reglas que los sustantivos.

76. EL PLURAL DE LOS NOMBRES COMPUESTOS. — a) Los


c o m p u e s t o s do v e r b o y s u s t a n t i v o p l u r a l hacen el plural como el sin-
gular: el y los paraguas, el y los cortaplumas, el y los sacacorchos, el y
los rapapolvos.
b) Los c o m p u e s t o * de a d j e t i v o y s u s t a n t i v o añaden el signo
de plural solamente en el segundo elemento, como el padrenuestro y ¡os
padrenuestros, la vanagloria y las vanaglorias, el pasodoble y los pasodobtes,
el salvoconducto y los salvoconductos, el montepío y los montepíos, el
bajorrelieve y los bajorrelieves, el altorrelieve y tos altorrelieves, ¡os
Villarreales (apellido), ¡os Vallehermosos. Pero algunos lo añaden a los
dos elementos: casasquintas de casaquinta, ricoshombres de ricohombre.
c) Añaden también el signo de plural solamente al segundo com-
ponente. la bocacalle y las bocacalles, la bocamanga y las bocamangas,
( c o m p u e s t o s d e dos s u s t a n t i v o s ) , el sobresalto y tos sobresaltos, el traspié
y los traspiés, la soflama y las soflamas, el sotabanco y ¡os sotabancos,
( y todos los c o m p u e s t o * de ' p r e p o s i c i ó n y s u s t a n t i v o ) : el vaivén y-tos
vaivenes, el subibaja y los subibajas ( c o m p u e s t o s d e do» v e r b o s ) , el
correveidile y ¡os correveidiles ( c o m p u e s t o de t r e s v e r b o » ) .
d) Añaden el signo de plural solamente al primer elemento hijo-
dalgo que hace hijosdalgo, y en el femenino hijasd-jlgo, cualquiera cua-
lesquiera; quienquiera quienesquiera.

77. CORRECCIÓN DE MALOS USOS. — Son incorrectas y vulgares


formas como los lápiz por los lápices, los dos por los doses, los tres por

G8
los terses, los seis por los seises, porque no se añade la debida terminación
•es. y el singular cualesquier cosa por cualquier cosa, porque se añade
•es indebidamente.

7 8 . SUSTANTIVOS CON SÓLO SINGULAR. — Estrictamente apenas


hay ninguno, pues de un modo o de otro admiten casi todos en deter-
minadas circunstancias el uso plural. Pero se dice que no tienen plural
aquellos nombres que sólo lo tienen a costa de cambiar algo la significación.
Significando una ciencia, una de las artes o una profesión, no tienen plural
ta abogacía, la medicina, la anatomía, la pintura, la herrería. El primero
no tiene nunca plural (abogada como ingeniería, y alguno m i s ) : me-
dicina no tiene plural en el significado de profesión de los médicos, pero
si en el de medicamento ( " t o m a r medicinas") : sería extraño el plural de
medicina en el sentido de la ciencia médica: pero otros nombres de dis-
ciplinas lo tienen: "las filosofías de todos los tiempos consideran la idea
de Dios", "las físicas de Parménides y de Einstein son muy diferentes",
"las astronomías del viejo mundo y de la América p:ecoIombiana tienen
algunos puntos de coincidencia".

I.os abstractos no tienen plural como tales abstractos, pero, con


algún cambio de significación, si lo tienen: curiosidad es la cualidad de
ser curioso, curiosidades son cosas curiosas: la ira es una pasión, las iras
actos de ira: horror es una emoción, los horrores son objetos o motivos
de horror.
Los nombres propios geográficos no tienen generalmente plural:
Francia. París, el Sena, el Vesubio, el Mediterráneo. Pero unos pocos sí
lo admiten: las Americas. las Españas, las dos Castillas, las Andalucías,
tas dos Ext re maduras: "en América hay varias Córdobas". Además en
lenguaje poético: " u n soplo de las mágicas fragancias — que hicieron
los delirios de las liras — en las Grecias. las Romas y las Francias"
(Rubén D a r í o ) .
Los nombres propios de persona admiten el plural, añadiendo s o
es como los demás sustantivos: "en mi familia hay tres Antonios y
tres Julianes".
Los apellidos seguían la misma regla: los Escipiones, los Monteros,
tos Pídales, los Garzones, tos Madoces (Pidal. Garzón. M a d o z ) . Pero
tienen en plural la misma forma que en singular los apellidos terminados
en -z. con acento llano o esdrújulo: los Pérez, los Aloarez (en cambio
los Madoces. los Aldaces. los Muñices). Modernamente, en paitícular en
América, se tiende a no dar forma plural a los apellidos, tratindolos como
invariables e indicando el plural sólo con el artículo: "los M o n t e r o "
"los .Garzón", "los Herrero".

69
EJERCICIO GRAMATICAL. —

— E l linaje, prosapia y alcurnia (de vuestra dama) querríamos


saber — replicó Vivaldo.
A lo cual respondió Don Quijote:
— N o es de los antiguos Curdos. Gayos y Cioioncs romanos,
ni de los modernos Colonas y Ursinos, ni de los Moneadas y Re-
quesenes de Cataluña, ni menos de los Rebellas y Villanovas de
Valencia. Palafoxes. Nuzas. Rocabertis. Corellas. Lunas. Alagones,
Urreas. Foces y Gurreas de Aragón. Cerdas. Manriques. Mendosas y
Guzmanes de Castilla. Alencastros. Pallas y Meneses de Portugal: pero
es de los del T o b o s o de la Mancha, linaje, aunque moderno, tal.
que puede dar generoso principio a las m i s ilustres familias de los
venideros siglos. Y no se me replique en esto, si no fuere con las
condiclbnes que puso Cervino al pie del trofeo de las armas de
Orlando, que decía:

Nadie las mueva


que estar no pueda con Roldan a prueba.

— A u n q u e el mió es de los Cachopines de Laredo — respondió


el caminante — , no le osare yo poner con el del T o b o s o de la
Mancha; puesto que. para decir verdad, semejante apellido hasta ahora
no ha llegado a mis oídos.
CERVANTES.
Don Quijote.

7 9 . SUSTANTIVOS CON SÓLO PLURAL. — Carecen de singular


algunos nombres propios de cordilleras y de archipiélagos como los Alpes,
los Andes, las Baleares, las Canarias, las Azores, las Antillas. Pero en len-
guaje poético se dice "el Pirineo": "del Alpe a las Pirámides"; "en la
cumbre del Ande".
Hay también algunos nombres comunes sin singular.

las afueras tener tragaderas


pedir albricias las andas
los alrededores por esos andurriales
las cosquillas las angarillas
los anales las arras
las andaderas dejar para las calendas griegas
las crecederas por carnestolendas

70
con crcccs la» preces (oraciones)
los enseres las veras (lo contrario de burlat)
a mis expensas los víveres
las gafas los celos
tener ínfulas hacer añicos
los lares los bienes (patrimonio, hacienda)
los manes los esponsales
tener buenos modales las exequias
celebrar n u p e h s

8 0 . PLURALES QUE SIGNIFICAN PAREJAS. — Nuestra lengua es-


pañola tiene una particularidad, desconocida en otras, que consiste en
designar con el plural del nombre masculino a la pareja formada por
hombre y m u j e r : mis padres significa " m i padre y mi madre", mis tios
" m i tio y mi tía", los reyes, "el rey y la reina": los duques, "el duque
y la duquesa": "A la fiesta asistieron los embajadores de Francia" (el
embajador y la embajadora). También designamos con la forma del
plural objetos que se componen de dos partes simétricas: ¡as tenaza*
(una so!a tenaza). ¡as tijeras, las pinzas, ¡os alicates, las esposas, ¡os
grillos, los pantalones, tos calzones, los calzoncillos, las bombachas, las
narices.

R E C I T A C I Ó N

Canción de Natacha

— E l sueño hoy no quiere


venir por aci.
Anda, ratoncito,
a ver dónde esti.

—Señora mi ama,
vo lo vi bailar
con dos damas rubias
en la Caja Real.

— : Díl< que Natacha


se quiere dormir:
que mi niña es buena
como un serafín.

71
Que venga en seguida
y le daré yo
un collar de plata
y un limón de olor.

J U A N A DE IBARBOUROU.

El c o r r o l u m i n o s o

Corro de la» niñas,


corro de mil niñas
a mi alrededor:
¡ o h Dios, yo soy dueña
de este resplandor!

En la tierra yerma,
sobre aquel desierto
mordido de sol
¡mi corro de niñas
como inmensa flor!

En el llano verde,
al pie de los montes
que hería la voz
¡el c o n o era un solo
divino temblor!

En la estepa inmensa,
en la estepa yerta
de desolación
¡mi corro de niñas
ardiente de amor!

E n vano queréis
ahogar mi canción:
¡un millón de niños
la canta en un corro
debajo del sol!

72
En vano queréis
quebrarme la estrofa
de tribulación:
¡el corro la canta
debajo de Dios!

GABRIELA MISTRAL

Juana de Ibarbourou (uruguaya) y Gabriela Mistral


(chilena) son las dos mejores poetisas actuales de lengua
española.

L E C C I Ó N X

CASOS ESPECIALES DE C O N C O R D A N C I A

LOS NUMERALES

8 1 . CASOS ESPECIALES DE CONCORDANCIA ENTRE


SUSTANTIVO Y ADJETIVO. — Para concordar el adjetivo con
dos o más sustantivos a la vez. hay que tener en cuenta si el
adjetivo precede o sigue a los sustantivos.
l v C u a n d o el a d j e t i v o p r e c e d e , concuerda con el pri-
mero: "en sosegada paz y reposo" (Cervantes). " Y así, me
voy por estas soledades y despoblados buscando las aventu-
ras" (Cervantes). Pero concuerda con toda la serie, en plural,
cuando los sustantivos son nombres propios o nombres co-
munes de persona: "los valerosos Cid y R o l d a n " , "las her-
mosas tía y sobrina".
2* C u a n d o el a d j e t i v o sigue, la concordancia depende
de si todos los sustantivos son del mismo número y género
o no. a) Con varios sustantivos singulares y del mismo gé-
nero, el adjetivo se pone en plural: "la paciencia y habilidad
grandiosísimas", b ) Con varios sustantivos singulares y d e

73
diferente genero, concuerda el adjetivo con el último o se
pone en plural masculino: "la caridad y amor fervoroso o
fervorosos", c) C o n varios sustantivos plurales y d e diferente
género, se puede concordar el adjetivo en género con el
último: "las manos y los pies destrozados", "los pies y las
manos destrozadas": es preferible el masculino: "los pies
y las manos destrozados", d ) Con sustantivos d e diferente gé-
nero y número, generalmente el adjetivo se pone en plural mas
culino: "Las habitaciones y el zaguán llenos de gent?". Al-
gunas veces si el último sustantivo es plural femenino concuerda
con él: "el zaguán y las habitaciones llenas de gente".

82. CONCORDANCIAS POR EL SENTIDO. — Con lot pionomb'cs


y fórmulas del tratamiento que no distinguen el género, el adjetivo lo
señala según el sexo de la persona: yo mismo dice un hombre: yo misma
dice una mujer. "Vuestra caridad es muy bondadoso" se dice a un reli-
gioso: "vuestra caridad es muy bondadosa" se dice a una religiosa.

83. L o s NUMERALES. — L o s n u m e r a l e s s o n las pala-


bras que expresan números determinados; dos, cinco, quinto,
medio, doble.
Los numerales pueden ser cardinales, ordinales, partiti-
tivos, múltiplos y colectivos; tenemos, además, el distributivo
sendos.

84. C A R D I N A L E S . — Son los que significan el nú-


mero determinado, sin asociar otra idea: un árbol, dos árboles.
diez árboles, veinticinco árboles, cien árboles, quinientos árbo-
les, mil árboles, noventa y dos mil trecientos cuarenta y seis
árboles.
Ya sean simples o compuestos, los cardinales funcionan en la ora-
ción como un adjetivo que se refiere a un sustantivo, pero no tienen
formas especiales para concordar con el sustantivo: dos árboles, dos cusas.
cuatro árboles, cuatro casas.

85. El cardinal es sustantivo cuando se refiere a si mismo o a


su guarismo: "el tres es número p r i m o " , "este tres esti mal hecho".

74
86. ORDINALES. — S i g n i f i c a n el o r d e n o s u c e s i ó n nu-
mérica: primero, segundo, quinto, noveno, undécimo, duo-
décimo, decimotercio, decimocuarto, vigésimo, trigésimo.

Todo« son adjetivos, y. al revés que los cardinales, ccncuerdan con


su sustantivo en género y numero: "los primeros días", ' nunca segundas
partes fueron buenas".

87. He aquí la lista de los ordinales:

primero decimonoveno
segundo vigésimo
tercero vigésimoprimero o vigéíimoprimo
cuarto vigésimosegundo, *tc.
quinto trigésimo, etc.
sexto cuadragésimo, etc.
séptimo (o sétimo) quincuagésimo, etc.
octavo sexagésimo, etc.
noveno ( o nono) septuagésimo, etc.
décimo octogésimo, etc.
undécimo nonagésimo, etc.
duodécimo centésimo
decimotercero ( o décimotercio) centésimoprimero. etc.
decimocuarto ducentésimo, etc.
decimoquinto tricentésimo, etc.
decimosexto quingentésimo, etc.
decimoséptimo milésimo, etc.
decimoctavo

Muchas de estas formas, por largas y complejas, n o se suelen usar,


y en su lugar se echa mano de los cardinales. Pero es censurable colocar
el cardinal delante del sustantivo, colocación que sólo puede tener el
ordinal. N o se diga, pues, "el veintitrés regimiento", sino "el regimiento
veintitrés", en el caso de que no se quiera decir "el regimiento vigésimo-
tercero".

8 8 . Con los nombres de reyes y papas se usan los ordinales gene-


ralmente basta el noveno y en adelante los cardinales: Fernando primero
( I ) . Federico segundo ( I I ) , Felipe tercero ( I I I ) . Enrique cuarto ( I V ) .
Carlos quinto ( V ) . Alejandro sexto ( V I ) . Gregorio séptimo ( V i l ) .
Enrique octavo ( V I H ) . Pió nono ( I X ) . Luis noveno ( I X ) . Alfonso

75
diez el Sabio ( X ) . Alfonso once ( X I ) . Alfonso doce ( X I I ) . Alfonso
trece ( X I I I ) . Luis catorce ( X I V ) . Benedicto quince ( X V ) . También
se dice Alfonso décimo y Alfonso el onceno. Nono es una fcima latini-
zante de noveno.

89. PARTITIVOS. — Significan d i v i s i ó n : medio, la mi-


tad. u n tercio o u n a tercera parte, u n décimo o u n a décima par-
te, u n vigésimo o u n a vigésima parte, u n centésimo o u n a cen-
tésima parte. E n aritmética se dice onceavo, doceavo, treinta
y tresavo, y asi de t o d o s los cardinales s i m p l e s o c o m p u e s t o s ,
a ñ a d i e n d o al cardinal el s u f i j o -avo.

Los adjetivos ordinales se sustantivan al hacerse partitivos: un cuarto,


un vigésimo. No se sustantivan con este oficio ni segundo ni tercero, y
se dice respectivamente medio (adjetivo) jornal, media paga, o la mitad
(sustantivo) del jornal: un tercio del jornal.
Los matemáticos suelen decir también un medio por la mitad "un
medio de metro cuadrado", pero no es recomendable.

90. MÚLTIPLOS O PROPORCIONALES. — S i g n i f i c a n


m u l t i p l i c a c i ó n : doble, triple, cuádruple ( o cuádruplo) quin-
tuple. séxtuplo, séptuplo, décuplo, s o n a d j e t i v o s ( n o se suelen
usar o t r o s ) . El doble, el triple, el cuádruple, el quintuplo, el
séxtuplo, el séptuplo, el décuplo, el céntuplo son sustantivos.
Doble significa q u e contiene a la base d o s veces: triple.
tres: décuplo, diez etc.

91. COLECTIVOS. — S i g n i f i c a n c o m o u n i d a d u n g r u p o
n u m é r i c a m e n t e d e t e r m i n a d o : decena ( 1 0 ) . docena, quincena,
veintena, cuarentena, cincuentena, u n ciento o u n a centena o
u n centenar, u n millar, u n millón.

92. SENDOS. — Significa, u n o o u n a p a r a cada cual


de d o s o m á s p e r s o n a s o cosas. P o r eso se l l a m a distributivo:
" M i r a n d o S a n c h o a los del j a r d í n t i e r n a m e n t e y con lágrimas,
les d i j o q u e le a y u d a s e n en aquel trance con s e n d o s p a t e r n o s t r e s
y s e n d a s a v e m a r i a s " ( C e r v a n t e s ) . S a n c h o pedía a cada uno

76
w - •

d e l o s q u e e s t a b a n e n el j a r d í n u n padrenuestro y una ave-


maria. " L o s s o l d a d o s bebieron sendos vasos de v i n o " . Cada
soldado su v a s o .
De frases c o m o ésta, mal interpretadas, se c r e y ó que
sendos significaba grandes, o i m p o n e n t e s o fuertes. Así. pues,
es d i s p a r a t a d o d e c i r q u e " a l g u i e n se b e b i ó u n s e n d o v a s o d e
v i n o " , o q u e " u n o le p e g ó a o t r o s e n d a s b o f e t a d a s " .

93. APÓCOPE EN LOS NUMERALES. — Se llama apócope a la


perdida de la vocal final. Sufren apócope uno, ciento> primero, tercero
y postrero cuando preceden a su sustantivo: un hombre, cien hombres, el
primer hombre, el tercer día, el postrer lamento. Tercer y postrero a
veces no se apocopa n.

E J E R C I C I O GRAMATICAL. — Q u e los a l u m n o s compon-


gan frases breves, a u n q u e sean f r a g m e n t a r i a s , en d o n d e apa-
rezca u n a d j e t i v o r e f e r i d o a d o s s u s t a n t i v o s , e n las d i f e r e n -
tes c o n d i c i o n e s s e ñ a l a d a s e n el § 81.
COMPOSICIÓN. — Los alumnos pueden reconstruir un
c u e n t o c o m o , p o r e j e m p l o , éste d e D o n J u a n M a n u e l , e n s u
Libro del Conde Lucanor:

De dos hombres que fueron muy ricos el uno de ellos llegó a


tan gran pobreza que no quedó en el mundo cota que pudiese comer.
Y aunque hizo mucho por buscar alguna cosa que comer, no pudo
conseguir más que una escudilla de altramuces. Y acordándose de cuán
rico había sido y de qu¿ ahora estaba con hambre, y con vergüenza
tenía que comer los altramuces que son tan amargos y de tan mal
sabor, comenzó a llorar muy fuertemente: pero con la mucha hambre
se puso a comer los altramuces y. mientras los comía, seguía llorando
y echaba las cortezas de los altramuces en pos de si. Y estando en
este pesar y en esta cuita, sintió que había otro hombre detrás de ¿I.
y volvió la cabeza y vió un hombre a su lado que estaba comiendo
laí corteza« de los altramuces que él tiraba. Y era este hombre aquel
otro rico de que antes hablé. Y cuando aquello vió el que comía los
altramuces, preguntó al que comia las cortezas que por qué hacía
aquello. Y éste le dijo que supiera que había sido mucho más rico
que él. y que ahora habia llegado a tan gran pobreza y tan grande
hambre que le placía mucho cuando hallaba las cortezas que él dejaba.

77
Y cuando esto vió el que comía los alttamuces. se consoló, pues
entendió que otro había más pobre que ¿1 y con menos motivos para
serlo. Y con este consuelo, se esforzó, y Dios le ayudó: y encontró
manera de salir de aquella pobreza y salió de ella y le fue bien.

JUAN MANUEL.

El príncipe d o n J u a n Manuel es el primer gran cuentista


de la lengua española. C o m o su prosa, del siglo X I V , tiene
m u c h o s arcaísmos y algunos de ellos de m u y difícil interpre-
tación para los alumnos, la hemos m o d e r n i z a d o ligeramente.

78
CAPÍTULO I V

L E C C I Ó N XI

PRONOMBRES PERSONALES COMO SUJETOS

94. LAS PERSONAS GRAMATICALES. — La lengua tie-


ne unas palabras especiales para significar las distintas perso-
nas gramaticales. La primera persona se llama yo. y en el
plural nosofros, nosotras; la segunda, tú. y en el plural, vos-
otros, vosotras. Tercera persona es cualquier sustantivo o
proposición sustantiva, pero existen también palabras especia-
les que presentan el objeto o cosa de que se habla, sea cual
fuere, en papel de tercera persona gramatical: él. ella, ello,
y en plural, ellos, ellas.

9 5 . PRONOMBRES PERSONALES. — Las palabras espe-


ciales que significan las tres personas gramaticales del singu-
lar y las tres del plural, sin decir de sus objetos otra cosa
más que su ocasional persona gramatical, se llaman p r o n o m -
bres personales.
Los p r o n o m b r e s personales son, pues, una clase espe-
cial d e palabras q u e designan a las tres personas del colo-
quio, precisamente en su papel d e personas del coloquio,
o sea personas gramaticales.

96. FORMAS DE LOS PRONOMBRES SUJETOS. — Las


formas de los pronombres personales que se emplean como
sujetos son: para el singular, primera persona, yo; segunda

79
persona, tú; tercera persona, usted, él, ella, ello; para el plu-
ral. primera persona, nos (cxcepcionalmente), nosotros, nos-
otras; segunda persona, vos, uosofros, vosotras; tercera per-
sona, ustedes, ellos, ellas.

87. V o s , NOSOTROS, U S T E D E S . — Obsérvese que vos,


f o r m a de plural, se emplea m o d e r n a m e n t e sólo con valor de
singular, pero f o r m a l m e n t e es u n plural y las f o r m a s del ver-
b o que deben acompañarlo son de p l u r a l : vos sabéis o la
variante vos sabés, que es a n t i g u a : vos llegasteis o vos llegas-
tes (la f o r m a terminada en -tes, que h o y sólo se usa en el
habla vulgar, fué la única que existió hasta bien e n t r a d o el
siglo X V I I — es la que traen Cervantes o L o p e de Vega,
p o r ejemplo — : la f o r m a en -éis es tardia, y en ella la i pro-
viene de imitación de f o r m a s c o m o la del p r e s e n t e ) : echad
vos, echá vos (la variante sin d final es m u y a n t i g u a ; la
lengua culta la acepta c u a n d o lleva enclítico el p r o n o m b r e os:
echaos, sentaos, mecéos, subios. . ) . El empleo m o d e r n o de
vos es. o puramente literario (y entonces las f o r m a s verbales
que lo acompañan son las más completas: sabéis, llegasteis,
echad ). o meramente regional (v. explicaciones poste-
riores) .
Vosotros, vosotras, son de uso corriente en E s p a ñ a , t a n -
t o en la lengua hablada c o m o en la escrita. P e r o en América
n o se emplean fuera de la lengua literaria: en su lugar se
emplea ustedes.
Usted, ustedes, cuyo significado es de segunda petsona.
son de tercera en la f o r m a , y los verbos que los a c o m p a ñ a n
van en tercera: "usted es", "ustedes son".

98. NOTICIA HISTÓRICA. — Los pronombre» de primera y se-


gunda persona del plural eran antiguamente nos y vos. Not, con su sig-
nificado de sujeto plural, se puede encontrar todavia en el preámbulo de
la Constitución argentina de 1 8 5 5 : "Nos. los representantes del pueblo
de la nación argentina. . . ordenamos, decretamos y e s t a b l e c e m o s . . . "
Se halla igualmente, aunque n o como rojeto, en la versión usual del Padre

SO
nuestro, que es muy antigua: "Venga a nos el tu reino". Modernamente,
nosotros (y las formas conexas nos, nuestro), a fuerza de emplearse en
los periódicos cuando los redactor» hablan en nombre de la empresa
("ayer publicamos la noticia", "decíamos en nuestro editorial"), ha sido
adoptado por los escritores individuales que publican bajo su firma, y en
vez de ser. como antes, plural que daba importancia, resulta plural de
modestia: " E n nuestra humilde o p i n i ó n " .
Vos se usó hasta el final de la Edad Media con su significado origi-
nario de segunda persona de plural: " E t nunca vos creades loores de
enemigos" (Arcipreste de Hita, siglo X I V ) .
Pero tanto nos como nos se usaron desde temprano, además, como
plurales de respeto (plural maiestàtico) con significación en singular:
"Nos el Papa". " N o s el Rey". El uso de vos para dirigirse a una sola
persona aparece desde el siglo XII en los más antiguos monumentos literarios
del idioma, como el Cantar de Mio Cid y el Misterio de los Reyes Magos
"¿Sodes vos estrellero?".
A menudo se agregaba el adjetivo otros a estos dos pronombres
(como en francés, nous autres, vous autres, o en italiano, noi altri, voi
altri): " S i cualquier de nos otros ovicsse eras de lidiar"; " E del mal de
vos otros a mi mucho me pesa" (Arcipreste de Hita) ; nótese en el segundo
ejemplo la contraposición entre mi y vos otros. Finalmente, se soldaroi.
l.'S formas nosotros, vosotros, y se convirtieron en pronombres definitivos
de primera y segunda persona de plural.
El empleo de vos con valor de singular sé generalizó tanto, que
perdió el carácter de tratamiento respetuoso y llegó a equivaler al tú. E n
la literatura del siglo X V I I , particularmente en el teatro, se ve que los
autores fácilmente olvidaban que un personaje hablaba tratando de tú a
otro y pasaban al vos, o al :evés. El tratamiento respetuoso era ya* desde
el siglo X V . vuestra merced, que fué contrayéndose (uuesir merced, usar-
ced) hasta reducirse a usted.

99. DISTRIBUCIÓN V DIFERENCIAS DEL VOSEO E N A M É R I C A . —


Vos reemplaza a tú. dentro del habla familiar, en una gran porción de
América: la Argentina, el Uruguay, y. menos profusamente, el Paraguay,
Chile, Bolivia, el Perú (en p a r t e ) , el Ecuador, Colombia (a excepción
de la costa norte), parte de Venezuela, parte de Panamá, Costa Rica.
Nicaragua, El Salvador. Honduras. Guatemala, el Estado mejicano de
Chiapas y una pequeña parte de la zona oriental de Cuba. En cambio,
emplean exclusivamente el tú Méjico y Cuba — con las dos pequeñas
excepciones señaladas — , Santo Domingo. Puerto Rico, gran parte de
Venezuela y de Panamá. <1 norte de Colombia y la zona del Perú cuyo
centro es Lima.

81
Grami tic«.—6.
El uso del vos no es uniforme en todas las regiones donde se con-
serva: asi. por ejemplo, en la Argentina es común en todas las clases socia-
les. peto en Colombia está relegado al habla popular.
En Cuba — donde está desapareciendo — se emplea con lns formas
complementarias os y vuestro-. " y o os digo a vos que os llevéis vuestras
cosas". En los demás paises. con re y tuyo, que no son formas legítima-
mente complementarias de uos sino de tú: " Y o te digo a vos que te lleves
tus cosas". En el norte de la Argentina y en Chile se usan a veces, con
el vos. formas verbales terminadas en -áis. -eis: "avisáis" o avisái". "que-
réis" o "quexéi": pe.o en el litoral argentino se usan las formas en -<fs,
-ts: "avisás". "querés". como en la América Central. En el litoral argen-
tino se emplea con el vos la forma has. que corresponde a tú. del verbo
haber y en consecuencia el futuro es andarás, verás (porque el futuro en
castellano está compuesto del infinitivo y las terminaciones del presente
d : haber) : en Colombia se emplea la forma habés y en consecuencia el
futuro es andares, veres: en parte de Chile y del norte argentino se emplea
la forma habis y en consecuencia el futuro es andaris. veris: además, apa
recen por analogía formas como andis en lugar de andes o andéis (es cono-
cido el pasaje de Juvenilia. de Miguel Cañé, sobre las burlas al provinciano
que decia en Buenos Aires: " N o lo derramís"). En resumen: el flujo
y reflujo de formas p onominales y verbales correspondientes al WM y al
tú crea gran confusión.

Esta confusión y v a c i l a c i ó n d i a l e c t a l d a a i r e r ú s t i c o al
habla: p o r e s o se c o m p r e n d e q u e l o s g r a m á t i c o s y l a s auto-
r i d a d e s e s c o l a r e s se o p o n g a n al i-'oseo. En Colombia y en
C h i l e » p o r e j e m p l o , la i n f l u e n c i a d e la e s c u e l a h a l o g r a d o re-
d u c i r al m í n i m o el voseo: e n la A r g e n t i n a , el C o n s e j o N a c i o -
nal de Educación ha recomendado que en las e s c u e l a s ele-
m e n t a l e s n o se u s e el vos s i n o el tú.

E J E R C I C I O GRAMATICAL. — Utilícense para los fines


d e esta lección l o s s i g u i e n t e s e j e m p l o s q u e p r o c e d e n d e d i f e -
rentes países. D a m o s p r i m e r o u n e j e m p l o del u s o g e n e r a l y
correcto de los pronombres personales, con una escena de
El patio de los comediógrafos Serafín y Joaquín Alvarez
Quintero. Después reproducimos como ilustración algunos
breves pasajes de autores americanos que han escrito en el
lenguaje popular de sus respectivos países.

82
(Don Cristino. Don Tomás y Doña Rosa, quedan mirándose en
actitud amenazadora. Sale Carmen por la puerta del foro tranquila y
risueña).
Cirmen. — ¿Qué pasa aquí? Desde la v e n u n a del gabinete se
oyen las voces . . ¿Qué es ello, tia?
Doña Rosa. — ¡Vaya usted enhoramala!
Carmen. — ¿Qué es ello. Don Cristino?
Don Cristino. — ¡Vaya usted mucho con Dios!
Carmen. (Acercándose a Don Tomás con zalamería). — ¿Me
lo dices tú. papaito?
(Don Cristino y doña Rosa se sientan y no cesan de mirarlos y
de mirarse llenos de asombro, a medida que oyen lo que st dicen padre
e hija).
Don T o m á s . — Ven a mis brazos, hija de mi alma. . . N o
hagas caso a ese par de estantiguas. . .
Carmen. — Ya sé que tú eres el único que a mí me quiere. .
Doña Rosa. — ¿Le parece a usted?
Don Cristino. — ¡Bueno va!
Don Tomás. — Sigue tú siempre mis consejos, hija mía. y
déjate de historias. . .
Carmen. — Pues ¿qué consejos he de seguir más que los tuyos?
Don T o m á s . — ¡Bendita seas! Vales un imperio. T ú no sabes
la pelotera que he tenido con esas dos visiones.
Carmen. — N o te enfades con ellos, p a p á . . . Ya ves tú como
yo no les digo nada
Don T o m á s . — Ni yo tampoco: desde ahora los desprecio.
Bn teniéndote a ti. Lucerito. ¿qué más quiero yo en este mundo? Digo,
¿eh? ¡ L o que se quería llevar ese bellaco!
Carmen. — ¿Qué bellaco, papa?
Don T o m á s . — ¡Ese . . de la tierra del arroz!
Carmen. — ¿Cuál?
Don T o m á s . — ¡Pepe Romero!
Carmen. — Papá, papaíto. por Dios. no te pongas asi. .
¿Te parece Pepe Romero un bellaco? Y o creo que tú lo miras con
pasión . .
Don T o m á s . — ¿ E b ?
Carmen. — Es lo malo que tiene fiarse de hablillas. . juzgar a
las personas con ligereza. Pepe es más bueno de lo que parece, papá...
Y o te lo aseguro. . . L o que tiene que tú n o lo comprendes porque
como apenas has hablado con él. . y él ha hecho cosas asi
un poquillo raras . es claro que no lo comprende* . Pero es muy
bueno. . no te quepa duda

63
84
Don Crittino y Doña Rosa. (Riéndose a más y mejor). —
¡Ja. ja. j a !
Don T o m á s . — ¿Cómo, cómo, c ó m o ? . . . Dejare de zalame-
rías y habla claro. ( A doña Rosa y a don Cristino). ¿Me hacen
ustedes el favor de n o reírse? ( A Carmen). T ú , cabeza de chorlito,
explica eso.
Carmen. — Si te vas a enfadar también
Don T o m á s . — ¡Ahora me toca a m i ! (Otra vez a los viejos).
¡ P o r r a ! ¡Me están ustedes poniendo nervioso con su risa!
Carmen. — L o que ha pasado es bien sencillo. (La escuchan
lodos con interés y curiosidad. Doña Rosa y don Cristino manifiestan
al mitmo tiempo viva alegría. Don Tomas la mayor sorpresa y alguna
inquietud). Me f u i al gabinete con la cabeza loca sofocadisima .
Me asomé a la ventana para que me diese un poco de fresco de la
noche Y. las cosas que dispone Dios, pegadito a la ventana estaba
é l . . . ¡Si vieras qué pena me entró al verlo alli. tan s o l o . . . tan
mustio! Inmediatamente sentí unas ganas muy grandes de perdonarlo...
É l . . no p u d o . ni quiso contenerse y principió a hablar y a
hablar y a hablar Y yo. figúrate, ¿qué había de hacer más que
escucharlo? Me fué imposible apartarme de !a ventana Luego
se cambiaron los papeles y era yo la que hablaba y él quien oía
Y ahora, por último, hablábamos los dos a un mismo tiempo. Y
nada más.
SERAFIN Y JOAQUÍN ALVAREZ QUINTERO.
El patio.
COSTA RICA.

¿Sabes que me marcho? hora mesmo te vas apiando c u sotana. . .


si n o habis de ser un buen Padre no te ordenás . ¿Vos venís de San
José? ¡Ves que vaina". Vos tenés la culpa. Mira. Mcrceditas.
aprende a amarrate esos justanes . ¿Ya te c o n f e » s t í s ? . Tenés que
confesar que sos muy dejada. ¿Pus no dicen que ya despreciastes a
Cirilo?. . . N o me repliques Oyi que ruido. Andá, no seas tonto...
Vos ves que yo soy buen católico. Date preso, conmigo n o jugás. . .
Matalo. Venao . Ya te encausaste . Supe que te habias estorrentao. . .
¿Onde te metistes? Búscalo vos a ver si lo encontrás. . Sabé que
tenés dos mil pesos de premio por lo que babis hccho. Andá. vete. . .
Onde ves alguna señal te volvés corriendo

LUIS DOBLES SEGREDA,


(Frases entresacadas de sus obras
Rosa mística y Por el amor de Dios).
HONDURAS.

A n d i , vete. Estate r.ucdito Volveré» por m i s Querés que


te lo cuente otra vez . . Anda pronto Venitc vos . Confórmate
vos.
ALBERTO MEMBREÑO.
Hondureñismos.

GUATEMALA.

Veni. ayúdame . ¿Que hacés a l l í ? . Aquí cstis vos ya veres...


¿Qué has hecho con mi nana? Ora te vas Vendémela . . Volve-
rés otra vez a tu ser . Vé vos. muchacho, ya estás tamaño de grande
y no sabés hacer nada Quédate vos abajo . Cuando ya hayas
comido bastantes ¿Ya comités bastantes? . Vos sí que sos listo . .
Me dejas atrás...
ADRIÁN RECINOS.
Cuentos populares de Guatemala.

ECUADOR.

; T e habis caído al agua?. . Y te habís mojao Entonces lo


que vos tenés. cristiano, es que habis cogio frío, y ora er f r í o se te ha
metió pa dentro. . . ¿ Y vos que ices, T r e n i d á ? . . . ¿Cómo te llamas vos.
pollo? ¿Qué años tenés?. ¿Y vos pa qué servís? Vos t'acuerda Vos
me has dicho A ver. vos. Colorac. ¿de qué partió eres vos? Canta
vos, Domitila . Firma vos por él

JOSÉ ANTONIO CAMPOS.


Rayos catódicos y fuegos fatuos.

VENEZUELA.
Atenéte a que te den
y no hagas diligencia
Dices que sí me queréis .
Emprestáme tu rosario
¡ A y ! N o me digáis adiós
cuando por la calle vais,
que parece que me dices
adiós para nunca más .
Pensás que por tus enojos
me derrito como cera;
más bonito habías de ser
pa que yo me derritiera. . .
Si no te casáis conmigo
dame mi pina, demonio
Me dijiste que eras firme. . .

Cantos populares de Venezuela.

CHILE.
Métele como queráis . .
Muy engallado venís. . .
Y en Alarcón hallaris
la horma de tu zapato. . .
Puesto que sois Salomón
y tenis güeñas potencias,
a todo lo que pregunte
me has de dar cabal respuesta
Pero cuenta que no seáis
la suela de mi zapato. . .
Pero me habís de decir. . .
óyeme, amigo Alarcón. . .
si engolverme pretendiste,
buen Alarcón. te engañaste. . .
Bájate de las estrellas,
déja los ciclos en paz,
no te metáis con la luna . .
Aquí tenis mi sombrero,
dime. . .

Agora, contestamé
decí. . .
Has hablado una herejía. . .
¿no sabís?. . .
¿Por qué armáis el espantajo
y luego te espantáis dél?. . .
Pregúntame vos ahora
y veris si te reculo. . .
contestante. . .
¿Querís. arribano, ver?. . .
Si tú ponis la escalera . .

DANIEL BARROS GREZ.


Los payadores.

8G
Río DE L A PLATA.

Julio. — |Adelante, viejo!. . Siga diciendo simplezas.


Olegario. — ¿Lo ves.'. . . ¿lo ves? . . ¡Ni pizca de vergüenza
te queda!. ¡Acaba de una v e z ! . ¡Confesí que nada te importa de
estos pobres viejos que te han hecho medio gente" . ¡Anda, mal
agradecido, perro! ¡Dccí que n o me debés nada, que no soy nada
tuyo, que no sirvo más que pa trabajar como un burro, pa mantenerte
los vicios!. . .
Julio. (Impaciente). — ¿Llegare a saber eso de mis vicios?. . .
Olegario. — ¡ A h ! . ¿Todavía te hacés el inocente?. . . ¡ T o m á !
¡lee . lee . lo que d i c mi compadre! (Julio toma la carta ¡/ lee son-
riente). T e parece la ccsa más natural, ¿ n o ? . Hecho de hombre
honrao. ¿no? . . n u y digno del apellido que llevas, ¿no?
Julio. — ¡Tranquilícese, tata, y no d i esos gritos que no está
tratando con un n i ñ o ! . . . Oiga
Olegario. — ¡Habla nomás! ¡ S i ! . ¡Habla nomás!. . . ¡Deci!. . .
¡Discúlpate!. . .
F L O R E N C I O S Á N C H E Z , M'hijo el dotoc.

R E C I T A C I Ó N

Campos de mi provincia

Campos de mi provincia en el estío,


infinitos, monótonos, iguales,
carretadas de pastos naturales
más el alambre tenso de algún rio.

Un monte a h distancia azul sombrío,


parches esmeraldinos de maizales,
molinos, parvas, silos, animales,
y luego el sol de la bandera y mío.

Hoy al cruzaros rumbo al mar de nuevo,


mi antiguo voto férvido renuevo.
¡Estallad en mil granjas divididos!

P7
Y guardadme el rincón m i s miscr;b!e
en que un sonoro ¿lamo me hable
j u n t o a los claros hijos ya crecidos.

FERNÁNDEZ MOKENO.

Soneto

Si en el mar de la vida soy estela


que se deshace, apenas levantada,
tras un brillo f u g a z de lentejuela:
estela, « p u m a , nada. . .

si en la onda, después que me revela,


nada queda de mí. a onda tornada,
y muero sin poder seguir la vela
que me crea y se aleja despiadada:

¿por qué del mar fatal alzarme quiero


y ansioso el rumbo de la nave miro,
y un miraje de playa me desvela?

¿por qué. si no sé ir. llegar espero,


por qué mi fe. por qué luchando aspiro,
si en el mar de la vida soy estela?

ENRIQUE BANCHS.

88
Fernández Moreno, el poeta argentino, une delicada-
mente en este soneto la descripción de los campos de Buenos
Aires con el de su vida y la de los suyos.
E n el soneto de Banchs, se desenvuelve, de principio a
fin, una imagen, la de la onda en el mar, como símbolo de
la vida. Sobre la forma del soneto, véase la lección correspon-
diente sobre versificación, al final del libro. E n éste el poeta
se ha permitido u n a licencia en el metro: el cuarto \erso, en
"ez de ser endecasílabo como los demás, es heptasílabo,
L E C C I O N XII
89
PRONOMBRES PERSONALES COMO COM-
PLEMENTOS

100. L o s p r o n o m b r e s personales tienen, además de las


f o r m a s correspondientes al' s u j e t o , f o r m a s p a r a los c o m p l e -
mentos.
H a y d o s t i p o s de f o r m a s c o m p l e m e n t a r i a s , a c e n t u a d a s
e inacentuadas.

101. FORMAS ACENTUADAS. — L a s f o r m a s a c e n t u a -


d a s se usan siempre con preposición, y s o n : en el s i n g u l a r ,
para la p r i m e r a persona, mí y la especial conmigo ( n o se
dice " c o n m í " ) : p a r a la s e g u n d a , ti y I3 especial contigo;
para la tercera, usted, él. ella, ello (las m i s m a s q u e sirven de
s u j e t o ) : con s i g n i f i c a d o reflexivo, sí y la especial consigo;
en el p l u r a l , p a r a la p r i m e r a persona, nosotros, -nosotras, para
la segunda, vosotros, vosotras; para la tercera, ustedes, ellos,
ellas, y con s i g n i f i c a d o r e f l e x i v o si y la especial consigo. T o d a s
las f o r m a s c o m p l e m e n t a r i a s a c e n t u a d a s de p l u r a l s o n iguales
a las que sirven de s u j e t o , a excepción de sí y la especial con-
sigo.

102. FORMAS ANTICUAS. — Antiguamente, la primera persona


del pUiral. nosotros, nosotras, tenía otra forma, nos, que todavía perdura
como arcaismo en el padrenuestro: "venga a nos el tu reino". Paralela-
mente, en la segunda persona del plural, junto a vosotros, se decía vos:
a vos¡ de vos. para vos.
El complemento de compañía, que hasta hoy ha conservado una forma
particular en el singular, conmigo, contigo, consigo, la tenía también en
el plural de la primera y de la segunda persona, y en vez de con nosotros
se decía connusco, y en vez de con vosotros se decía convusco. Ejtas for-
mas han desaparecido del idioma.
103. L a s f o r m a s i n a c e n t u a d a s se usan sin preposición,
y s o n : en el s i n g u l a r , p a r a la p r i m e r a persona, me: p a r a la
s e g u n d a , teí para la tercera, lo. la, ¿p, se: en el p l u r a l , p a r a la
p r i m e r a , nos: p a r a la s e g u n d a , os ( h a s t a el s i g l o X V , vos,
q u e p e r d i ó la v i n i c i a l ) : p a r a la tercera, los. las, les. se.

104. L u formas complementarias son restos de la declinación que


tenia en latín el pronombre (como el sustantivo y el adjetivo); pero
las formas castellanas no corresponden a las latinas en el uso: asi. el latín
mihi correspondía al caso dativo (complemento indirecto) y me al caso
acusativo (complemento directo y a vcces complemento circunstancial) :
pero en castellano mí es meramente forma acentuada y me forma inacen-
tuada: se les emplea indistintamente para el complemento directo, para el
indirecto y para el circunstancial.

Andrés Bello denominó a estas formas del pronombre complementaria


(la inacentuada) y terminal (la acentuada), que sirve de término a una
preposición: "/n* da a mi", "te da a ti", "te da a ti'.

105. FORMAS REFLEXIVAS. — E n oraciones c o m o " y o


l o d i g o " , " t ú me quieres", "él n o s obedece", " n o s o t r o s los
m i r a m o s " , " v o s o t r o s les escribís", "ellos te h a b l a n " , el s u j e t o
y el c o m p l e m e n t o del v e r b o son e n t e r a m e n t e d i s t i n t o s el u n o
del o t r o . I g u a l m e n t e en frases d o n d e f i g u r a n las f o r m a s acen-
t u a d a s : " y o le h a b l o a é l " , " t ú me reprendes a m i "
P e r o en o t r a s oraciones el s u j e t o y el c o m p l e m e n t o s o n
u n o m i s m o : " Y o m e m i r o " , " t ú te o b s e r v a s " , "él se viste",
" n o s o t r o s nos s e n t a m o s " , " v o s o t r o s o s detenéis", "ellos se
l e v a n t a n " . E s o s p r o n o m b r e s c o m p l e m e n t a r i o s hacen f u n c i ó n
reflexiva. I g u a l m e n t e las f o r m a s a c e n t u a d a s : " y o s ó l o me
o c u p o de m í " , "él se observa a sí m i s m o "

Como se ve. en las primeras y segundas personas, unos mismos p-o-


nombres — me. mi. le. ti, nos, nosotros, nosotras, os. vos , vosotros, vos-
otras — sirven para la función normal y para la función reflexiva: basta,
o que el sujeto y el complemento Kan distintos ( " y o te. . . " . " y o les. . . " ,
"tú nos " . "él os . " "nosotros le . " ) . o que ti sujeto y el com-
plemento sean idénticos ( " y o me . " , " t ú te. " , "nosotros nos. . . " .
"vosotros os .").

90
Piro como las terceras personas son infinitas — pues no lo son
solamente pronombres sino también sustantivos, todos cuantos existen —
y es común referirse a más de una en cualquier oración, la lengua distingue,
con diferenciación de formas, cuándo el complemento se refiere a alguien
o algo diferente del sujeto ("ella la ve", "ellos los ven > y cuándo se refiere
a alguien o algo idéntico al sujeto ("ella se ve", "ellos se v e n " ) . Existen,
pues formas especiales para la función reflexiva. Para la normal sirven, en el
singular, como formas inacentuadas, lo. la. Ic. y en casos especiales se; como
formas acentuadas, él. ella, ello, usted; en el plural, como formas inacentua-
das. los, las. les. y en casos especiales te: como formas acentuadas, ellos, ellas,
ustedes. Para la función reflexiva, sirven, tanto en el singular como en
el plural, como forma inacentuada se. como formas acentuadas st y la
especial consigo.
Las formas que se usan para el significado reflexivo en las pesonas
de plural (nos. os, se) se emplean también para el significado reciproco.
cuando la acción es mutua entre dos o más sujetos: "Mi amigo y yo nos
visitamos con frecuencia": "ellos se saludan". Como por la forma no se dis-
tinguen el reflexivo y el reciproco, cuando se considera posible la am-
bigüedad «• agregan complementos aclaratorios: "se miran a si mismos",
en oposición a "se miran uno al o t r o " o "se mi'an los unos a los
otros".

106. C O M P L E M E N T O S DIRECTO E INDIRECTO. — En


los p r o n o m b r e s d e t e r c e r a p e r s o n a h a y d i f e r e n c i a c i ó n , además,
en las f o r m a s i n a c e n t u a d a s , e n t r e l a s q u e se e m p l e a n p a r a el
c o m p l e m e n t o d i r e c t o y p a r a el c o m p l e m e n t o i n d i r e c t o Esta di-
ferenciación no alcanza a las f o r m a s reflexivas.
L a s d e l c o m p l e m e n t o d i r e c t o s o n p r o p i a m e n t e , e n el s i n -
g u l a r . lo, ¡a; e n el p l u r a l , los. las. L a s del c o m p l e m e n t o in-
d i r e c t o s o n . e n el s i n g u l a r , le. e n el p l u r a l , les. P e r o le se u s a
t a m b i é n c o m o c o m p l e m e n t o d i r e c t o , c u a n d o se r e f i e r e a per-
s o n a s del s e x o m a s c u l i n o : " y o le vi a y e r " . E s t e u s o es, f u e r a
de C a s t i l l a , p u r a m e n t e literario.
A d e m á s , c u a n d o se c o m b i n a n l o s d o s c o m p l e m e n t o s (di-
recto' e indirecto) en una misma f r a s e , el i n d i r e c t o , sea s i n -
g u l a r o p l u r a l , se c a m b i a e n se. d e m a n e r a q u e d e c i m o s "se lo
doy" (sea " a é l " , sea " a e l l o s " ) , e n v e z d e "le lo d o y " o
"les lo d o y " . E n e s t o s c a s o s , la f o r m a q u e se e m p l e a p a r a el
c o m p l e m e n t o d i r e c t o es n o r m a l m e n t e lo y n o le.

01
107. LEÍSMO Y LOÍSMO. — De acuerdo con la etimología, la*
formas para el complemento directo singular deberían ser siempre lo. la:
pero en Castilla $e produjeron confusiones desde temprano, usándose
la forma del complemento indirecto, le, con significación de directo. Fuera
de Castilla, particularmente en Navarra, en Andalucía y en casi toda America,
la lengua hablad.í emplea exclusivamente lo. la en el complemento directo y
reserva le para el indirecto: pero la importancia de Castilla ha sido causa
de que, por imitación, se emplee en !a lengua literaria de todas partes le
como complemento directo, para designar persona del sexo mas:ulino. y
causa de que hasta se llegue s considerar — equivocadamente — que le
es la forma preferible y lo pocó correcta o a lo menos algo tosca.
El empleo de te se extiende en Castilla a los complementos directos
de cosa: "vió el papel en el suilo y le a l z ó " : "este sombrero no es
m í o . . . guárdele" (Cervantes): pero continuamente hay confusiones, de
que da ejemplo este pasaje de Cervantes en La señora Cornelia, una de
sus Novelas ejemplares: "Alargó la mano don Juan, y topó un bulto,
y queriendo/o tomar vió que eran menester las dos manos, y así. le hubo
de asir con entrambas, y apenas se le dejaron en ellas, cuando le cerraron
la puerta". La tendencia popular, en Castilla, es reducir el uso de la
forma lo a complementos directos de carácter neutro: "eso es lo que sucedió:
yo lo sé". Pero la Gramática de la Academia Española recomienda que
el uso de le como complemento directo masculino se limite a la referencia
a hombres y no se extienda a cosas.
Otra alteración que ocurre en Castilla es el empleo de ¡a comc
complemento indirecto femenino: "la dije que viniera". Esta forma llegó
a penetrar en la literatura, pero los gramáticos, después de vacilaciones, la
condenaron, y hoy. si aparece en la lengua literaria, es como descuido.
El complemento indirecto tenía, hasta el final del siglo X V , dos
formas: le y ge: le se empleaba sola, ge se empleaba cuando seguía lo:
"ge lo doy", "ge lo dice". Este ge se pronunciaba, no como hoy suena
la g. sino a'go así como los porteños pronunciarían ye: al iniciarse la
época clásica, este ge tomó al fin la forma de se, confundiéndose en la
apariencia con el reflexivo.

108. R E G L A S PARA EL USO CORRECTO. — Le es a c e p -


t a d o c o m o c o m p l e m e n t o d i r e c t o a la p a r de lo: n o así les a la
p a r de los: a u n q u e es de u s o p o p u l a r en Castilla, n o h a l o g r a d o
i m p o n e r s e en la lengua c u l t a . N o se debe decir, pues, " y o les
v i " o " t ú les g u í a s " en vez de " l o s v i " o " l o s g u í a s " .

92
109. CORRECCIÓN' DE ERRORES. — 1) H a y q u e evitar
el empleo de le con v a l o r de p l u r a l , c o m o .-n " d a l e recuerdos a
mis a m i g o s " : d e b e decirse " d a l e s " , p u e s t o q u e el p r o n o m b r e se
refiere a los a m i g o s .
2) D e s p u é s de frases c o m o " y o les d i g o la v e r d a d " , se
oye a veces c o n f i r m a r l a y r e f o r z a r l a con esta o t r a : "sí, y o se
las d i g o " : o b i e n : " y o les di el regalo; sí. y o se los d i " . S o n
incorrectas las f o r m a s " y o se las d i g o " , " y o se los d i " : debe
decirse "se la d i g o " , "se lo d i " . L a causa del e r r o r es q u e se
— que está en l u g a r de les — n o da i m p r e s i ó n de p l u r a l , y
c o m o n o es posible agregarle la s, p o r q u e n o existe el p l u r a l
ses, se la t r a s l a d a al p r o n o m b r e s i g u i e n t e ; p e r o este s e g u n d o
p r o n o m b r e n o debe recibirla, p o r q u e se refiere a o b j e t o s s i n -
gulares: " l a v e r d a d " , "el r e g a l o " .
3) O t r o e r r o r grave consiste en agregar n a los p r o -
n o m b r e s q u e van u n i d o s (enclíticos) a v e r b o s en i m p e r a t i v o :
siéntensen. párensen, demen, atájelon, póngalan. . L a n del
v e r b o se pasa al p r o n o m b r e ( d e n - m e se convierte en de-men).
o, a u n c o n s e r v á n d o s e en el v e r b o , repercute en el p r o n o m b r e
(siénten-se se convierte en siénten-sen). L a s f o r m a s correctas
s o n : siéntense, párense, denme, atájenlo, pónganla .
4) E x i s t e la tendencia, q u e debe evitarse, a n o usar las
f o r m a s reflexivas a c e n t u a d a s de tercera p e r s o n a : se dice "se lo
llevó con é l " , "se lo a p r o p i ó p a r a é l " . D e b e decirse: "se lo
llevó c o n s i g o " , "se lo a p r o p i ó p a r a s í " .

110. ORDEN DE LOS PRONOMBRES CONCURRENTES.


— C u a n d o c o n c u r r e n d o s p r o n o m b r e s c o m p l e m e n t a r i o s ina-
centuados, deben observarse reglas sobre el o r d e n en que se
colocan:
C u a n d o el c o m p l e m e n t o directo es lo o la o los o las,
el c o m p l e m e n t o indirecto, sea o n o reflexivo, va d e l a n t e : "él
m e los e n t r e g a " , " n o s o t r o s se lo d e c i m o s " (se con v a l o r de
le o les); " y o m e las c o m o " ( m e , r e f l e x i v o ) ; " e l l o s se la saben
b i e n " (se, r e f l e x i v o ) .

93
En Castilla. además, es frecuente en estas combinaciones emplear le
en vez de lo: pero la lengua literaria de las demás regiones hispánicas no
lo ha adoptado.

2. C u a n d o u n o d e l o s c o m p l e m e n t o s es el r e f l e x i v o se,
va siempre delante: "se m e o l v i d ó " : " n o se t e v e " : "se nos
v a " ; " s e les v i e n e el m u n d o e n c i m a " . H a y q u e e v i t a r el e r r o r
v u l g a r d e c o l o c a r me o te d e l a n t e d e se: s o n f o r m a s i n c o r r e c t a s ,
pues, " m e se o l v i d ó " , " t e se f u é " .

3. Las combinaciones de ojros pronombres complementarios (fe,


me, nos, le, etc.) son muy poco usadas: en ellas, el complemento directo
es el que va delante cuando se combina un complemento de tercera persona
con o t r o de primera o de segunda: ( " y o me le entrego", " t ú te nos
humillas", "vosotros os les acercáis"). Cuando se combinan uno de pri-
mera persona (me. nos) con o t r o de segunda (re, o s ) , se pone por
delante el de segunda: " y o le me entrego", "nosotros os nos h u m i l l a m o s " :
Lazarillo de Tormes: "¿adonde os me llevan?".

EJERCICIO GRAMATICAL. — Señálense las variaciones


posibles de f o r m a s a c e n t u a d a s e i n a c e n t u a d a s en los pronom-
b r e s c o m p l e m e n t a r i o s d e la s i g u i e n t e escena d e Benavente.

Pepe. — Si venimos a interrumpir . Continúen ustedes, con-


tinúen.
Gonzalo. — Ya lo veis: el mejor ejemplo. Conste que n o os
habíamos visto llegar: n o estaba preparado. Nos habéis sorprendido,
lo que se dice sorprendido: eso os probará que estos momentos de
dichosa intimidad no son tan raros en nuestra vida. Seria mucha
casualidad que llegarais a p u n t o de presenciar u n o si fueran tan raros.
Creedme. hijos mios: fuera del matrimonio, de la familia, no hay
verdadero cariño, no hay nada: ésta es la única, la verdadera felicidad.
Maiia Antonieta. — Hoy está papá de buen h u m o r .
Isabel. ( B a j o a María Antonieta). — Desde hace u n instante:
desde que recibió unas cartas: por fortuna era el último correo, el
del Casino.
María Antonieta. — ¡Pobre Isabel! ¡Qué desgraciadas somos las
mujeres!
Isabel. — Y o no. ¡Qué tontería! ¿Seguimos asi?
María Antonieta. — ¡Ya te contaré!

94
Gonzalo. — Oye. Pepe. Tenemos que hablar muy seriamente.
Pepe. — Cuando quieras.
Gonzalo. — Ya tendremos ocasión. Oye. ¿en qué piececilla tra-
baja esa muchacha de que me hablaste? Porque fui al teatro la otra
noche, por casualidad, y no vi nada que valiera la pena.
Pepe. — Ha estado unos dias sin trabajar; estuvo despedida de
la compañía por un disgusto con el director, muy justificado: la está
repartiendo un trabajo imposible; todo porque él tiene que ver con la
Vélcz. que canta como un gato y st viste
Gonzalo. — ¿Se viste?
Pepe. — La ot:a. en cambio, es una monada. El público va por
ella; un éxito en cada obra: tiene no sé qué. . .. ¿sabes?, mucho
saliente, mucha personalidad
Gonzalo. — ¡Calla, calla! Pareces una mamá de tiple.
Pepe. — ¿Era eso de lo que tenias que hablarme?
Gonzalo. — N o : ¡qué disparate! Son cosas serias: algo que me
na dicho Isabel. Ya te lo diré.

JACINTO BENA VENTE.


Rotas de otoño.

COMPOSICIÓN. — Redacte cada u n o de los a l u m n o s u n a


solicitud a la dirección del colegio o escuela, s o b r e a l g ú n a s u n -
t o que les interese colectivamente. D e s p u é s se c o m p a r a r á n las
diferentes redacciones. Si bien p a r a estos casos h a y f ó r m u l a s
usuales de expresión q u e el p r o f e s o r indicará, conviene q u e los
a l u m n o s eviten redactar en f o r m a d e m a s i a d o " c u r i a l e s c a " , es
decir, d e m a s i a d o cargada de expresiones c o n v e n c i o n a l e s y ar-
tificios.

L E C C I Ó N XIII

lll. PRONOMBRES POSESIVOS. — S o n p o s e s i v o s los


p r o n o m b r e s q u e al referirse a alguien o a l g o lo indican c o m o
p e r t e n e c i e n t e a u n a d e las p e r s o n a s g r a m a t i c a l e s : pertene-
ciente. ya c o m o posesión o p r o p i e d a d ( " e s t a casa es mía"), o
según o t r a s relaciones: " l a casa y su f a c h a d a " , "mis a n t e p a s a -

95
d o s " : "tu m a e s t r o es P l a t ó n " : " s u p a t r i a " : " l a U n i v e r s i d a d ,
nuestra m a d r e e s p i r i t u a l " ; "vuestros vecinos".
S o n p r o n o m b r e s posesivos: mío, tuyo, nuestro, vuestro;
suyo, sirve p a r a las terceras p e r s o n a s de s i n g u l a r y de p l u r a l .
C a d a u n o tiene c u a t r o f o r m a s , s e g ú n el género y el n ú m e r o .
Se usan n o r m a l m e n t e en f u n c i ó n a d j e t i v a : " m a d r e m í a " ; "es-
ta tierra es la n u e s t r a " . P u e d e n usarse en f u n c i ó n s u s t a n t i v a
con el a r t í c u l o n e u t r o ( " l o m í o " , " l o s u y o " ) y excepcional-
m e n t e con el a r t í c u l o m a s c u l i n o , c u a n d o se h a b l a de la relación
f a m i l i a r ( " l o s m í o s m e esperan en c a s a " ) o de o t r a relación
q u e m e t a f ó r i c a m e n t e se asimila a la f a m i l i a r ( " e l jefe se reu-
n i ó con los s u y o s " ; " ¡ h o l a , los m í o s , los q u e coméis el m i
pan!").
L o s tres p r i m e r o s se a p o c o p a n d e l a n t e del s u s t a n t i v o : mi,
tu, su; b s f o r m a s a p o c o p a d a s sólo v a r í a n de n ú m e r o .
Sobre el uso de nuestro, vuestro, con significación s i n g u -
lar. véase § 9 8 .

112. LA DOBLE CONCORDANCIA. — E n sus accidentes


gramaticales, los p r o n o m b r e s posesivos c o n c u e r d a n con los
s u s t a n t i v o s a q u e se refieren, c o m o los d e m á s a d j e t i v o s : "este
libro es mío"; "estas casas s o n tuyas". P e r o se dice q u e tie-
nen d o b l e c o n c o r d a n c i a p o r q u e , a d e m á s de esta variación f o r -
m a l según el género y el n ú m e r o del s u s t a n t i v o a q u e se re-
fieren ( l o p o s e í d o ) , tienen p a r a las d o s p r i m e r a s personas u n a
f o r m a c u a n d o el poseedor es u n o ( m í o , tuyo) y otra forma
c u a n d o s o n varios los poseedores ( n u e s t r o , vuestro). Así, pues,
los posesivos hacen a la v e z referencia a lo p o s e í d o ( c o n c o r -
dancia con el s u s t a n t i v o e n género y n ú m e r o ) y al poseedor
(doble f o r m a para u n o o más poseedores).

113. PRONOMBRES DEMOSTRATIVOS: este, ese, aquel; a


veces, tanto, tal. F o r m a s a n t i c u a d a s : aqueste, e s f o r r o , esotro;
p o p u l a r arcaica: quillotro. E s t o s p r o n o m b r e s se l l a m a n de-
m o s t r a t i v o s p o r q u e m u e s t r a n o señalan su o b j e t o según el lugar

96
que ocupe en relación a las tres personas gramaticales: esto,
j u n t o a la que h a b l a : eso, j u n t o a la que escucha: aquello,
aparte de las dos. P e r o la gradación puede hacerse de acuerdo
con primera persona solamente, pensada en plural: esto,
j u n t o a nosotros (a mí y a t i ) : eso, a poca distancia de nos-
otros (de mí y de t i ) : aquello, a m a y o r distancia.
A veces la determinación n o se hace en el espacio sino
señalando diferentes lejanías en el t i e m p o : "este s i g l o " ; "cuán
lejos están aquellos días", " y o soy aquel que ayer no más
decía — el verso azul y la canción p r o f a n a " ( R u b é n D a r í o ) .
Otras veces los demostrativos se refieren a la relativa pro-
ximidad con que h a n aparecido a l g u n o s h o m b r e s en el correr
del discurso: " . . d i j o terribles cosas a su m a r i d o : y d u r a n t e
la comida, a u n q u e éste celebraba t o d o s los platos con des-
usado calor, la implacable d a m a n o cesaba de g r u ñ i r " (Pérez
Galdós, Tcafalgac).
L o s p r o n o m b r e s demostrativos tienen cinco f o r m a s : en
el singular, masculina, femenina y n e u t r a : en el plural, mas-
culina y femenina. Este, esta, esto; estos, estas. Ese, esa, eso;
ésos, esas. Aquel, aquella, aquello; aquellos, aquellas.
Las f o r m a s neutras se usan siempre con significación
sustantiva ( " e s t o es v e r d a d " "aquello era el d e l i r i o " ) ; los
demás son adjetivos y sólo se sustantivan c u a n d o n o determi-
nan a n i n g ú n s u s t a n t i v o ; "éste lo h i z o " ; "aquél me h a b l ó " .
Se pronuncian todos estos p r o n o m b r e s con acento prosó-
dico, lo m i s m o si son adjetivos que si s o n sustantivos; lo mis-
m o si van j u n t o a su sustantivo que si están aparte ("esta
casa es" o "ésta es la c a s a " ) : pero en I3 escritura se diferen-
cian las f o r m a s idénticas según que precedan directamente al
s u s f t n t i v o ("este t r a b a j o " ) o estén separadas de él por el
verbó ( " m i casa es a q u é l l a " ) o bien c u a n d o se sustantivan
("ése t u v o la c u l p a " ) . Desde luego, las f o r m a s neutras, como
no tienen doble uso, n o deben llevar acentos: esto, eso, aquello.
Se emplean c o m o p r o n o m b r e s demostrativos tal y tanto:
" n o hay t a l " : " n o he dicho t a n t o " ; además, el. la. lo, los,
Gramática.—7.
97
las, c u a n d o les sigue el relativa que: "yo soy el que c a n t a "
( = y o soy aquel que canta) ; "Belisa, ¡a que c a n t a b a " ( = a q u c -
¡la que c a n t a b a ) . Finalmente, existe gran n ú m e r o de adver-
bios pronominales con carácter demostrativo, como aquí, ahí,
allí, que precisamente se relacionan con las tres personas gra-
maticales, l o mismo que este, ese, aquel (v. más adelante los
capítulos sobre el a d v e r b i o ) .

114. Los p r o n o m b r e s interrogativos — cuyo papel


principal está d e f i n i d o en su n o m b r e — son quién, qué, cuán-
to, cuál; antiguamente, cuyo y la f o r m a apocopada cuán.
Quién se emplea sólo en función sustantiva ( " ¿ q u i é n e s ? " ) :
qué, como sustantivo ( " ¿ q u é e s " ) , c o m o a d j e t i v o ( " ¿ q u é
palabra es esa?") y como adverbio ( " ¿ q u é tal e s t á ? " ) ; cuán-
to. como sustantivo ( " ¿ c u á n t o s s o n ? " ) : como adjetivo
( " ¿ c u á n t o s años hace?") y como adverbio (v. los exclama-
tivos) ; cuál, como a d j e t i v o ("¿cuáles son los a u t o r e s ? " ) y
antiguamente c o m o adverbio ( " l a color e la blancura, —
c u a n d o viene la vejez. — ¿cuál se p a r a ? " Jorge M a n r i q u e :
aquí cuál equivale a cómo). Cuyo, sólo como a d j e t i v o ("¿cuyo
es aquel caballo?", romance del siglo X V ) : cuán, sólo como
adverbio (v. exclamativos).

Antiguamente, quien servía tanto de singular como de plural ("¿quién


s o n ? " ) : después, en la época clisica apareció el plural quiénes. Que se
mantiene invariable.

La función interrogativa de estos p r o n o m b r e s n o está


limitada a las oraciones en que se p r e g u n t a : "adivina quién te
d i ó " : "tiene un no sé q u é " ; " d u d a . . . cuál más su color sea,
si p ú r p u r a nevada o nieve r o j a " ( G ó n g o r a ) .
Estos p r o n o m b r e s tienen también empleo exclamativo:
"¡quién supiera escribir!": " ¡ q u é v a ! " : " ¡ q u é h o m b r e ! " :
" ¡ q u é buen h o m b r e ! " : " ¡ c u á n t o ha s u f r i d o ! " ; " ¡ c u á n solita-
ria la nación que un día — poblara inmensa g e n t e ! " ( G ó n g o -
ra) ; "¡cuál t u r b a , con gozoso clamoreo, — la calma de las

98
horas m a t u t i n a s , — el a r r i b o del r á p i d o t r i n c o ! " (Domingo
Estrada, versión de P o e ) .

115. L o s p r o n o m b r e s r e l a t i v o s — quien, que, cuyo,


cuanto — f i g u r a n siempre en p r o p o s i c i o n e s s u b o r d i n a d a s y
hacen referencia a a l g ú n " o b j e t o " q u e f i g u r a en la o r a c i ó n p r i n -
cipal. Este " o b j e t o " (ser, cosa, hecho, e t c . ) , es el antecedente.
Estas oraciones s u b o r d i n a d a s de relativo s o n siempre a d -
jetivas. p o r q u e el antecedente a q u e se refieren es s u s t a n t i v o :
" t ú (antecedente) a quien ( r e l a t i v o ) concedió el ciclo t a n t o s
d o n e s " : " c o n t ó cosas ( a n t e c e d e n t e ) q u e ( r e l a t i v o ) le h a b í a n
sucedido".
L a p r o p o s i c i ó n de relativo, entera, es a d j e t i v a ; pero el
relativo m i s m o es s u s t a n t i v o , pues siempre hace e n su p r o p o -
sición o f i c i o de s u s t a n t i v o , ya sea de s u j e t o , ya de c o m p l e -
mento, ya de t é r m i n o de u n a p r o p o s i c i ó n .
E n s u m a : el r e l a t i v o es u n a " f o r m a " s u s t a n t i v a c u y a
significación es e n c a d a c a s o la d e su a n t e c e d e n t e .
A veces el p r o n o m b r e relativo lleva e n v u e l t o su a n t e -
cedente: " q u i e n c a n t a , sus males e s p a n t a " : quien equivale a
aquel (antecedente) que ( r e l a t i v o ) : " c u a n t o t e n g o es s u y o " :
cuanto equivale a todo ( a n t e c e d e n t e ) cuanto (relativo).
S e m e j a n t e a estos p r o n o m b r e s s o n los a d v e r b i o s relati-
vos donde y adonde, cuando, como, cuanto.

116. REGLAS PRÁCTICAS. — L o s p r o n o m b r e s i n t e r r o -


gativos se d i s t i n g u e n de los relativos en la p r o n u n c i a c i ó n p o r -
que llevan a c e n t o : en la escritura, i g u a l m e n t e : quién, qué.
interrogativos: quien, que. relativos. L a excepción es cual.
que c o m o i n t e r r o g a t i v o lleva a c e n t o p r o s ó d i c o y o r t o g r á f i c o
(cuál) y correo relativo lleva acento p r o s ó d i c o pero n o o r -
tográfico (el cual, lo cual. . . ) . E n la p r o n u n c i a c i ó n debe
evitarse, el error, m u y frecuente, de p o n e r a c e n t o en relativos
c o m o quien, donde, cuando, cuanto: "le d i j o c u a n t o q u i s o " :
"rosal, m e n o s p r e s u n c i ó n — d o n d e están las c l a v e l l i n a s " ( Q u e .
vedo).

99
C u y o es relativo y posesivo a la vez: equivale a "de
q u i e n " ( " a q u e l cuyos bienes h e r e d e " ) : debe evitarse, por lo
t a n t o , el error de emplearlo como equivalente de el cual:
"aquel libro, cuyo libro es m i ó " , es incorrecto, en vez de " m e
reclamaban aquel libro: el cual libro. .

1 1 7 . Los p r o n o m b r e s i n d e f i n i d o s designan su o b j e t o de
m o d o v a g o ( c o m o en alguien, algo) o general ( c o m o en todo o
nada). Son los principales: uno, alguien, alguno, cualquiera,
quienquiera, nadie, ninguno, algo. poco, mucho, demasiado,
harto, todo, nada.
Las f ó r m u l a s compuestas con el verbo querer — cual-
quiera. quienquiera — f o r m a n sus plurales agregando -es
antes de quiera: cualesquiera, quienesquiera. Quiera se apocopa
en quier.
Debe evitarse el error vulgar de usar cualesquier o cua-
lesquiera c o m o singular: n o es correcto decir: "cualesquier
cosa" sino "cualquier cosa", ni "cualesquier persona", sino
"cualquier p e r s o n a " . Los plurales s o n : "cualesquiera cosas":
"cualesquiera personas".

EJERCICIO GRAMATICAL. — Ejercítense los a l u m n o s so-


bre las distintas clases de p r o n o m b r e s en los pasajes dialo-
gados de (Florencio Sánchez, de los h e r m a n o s Q u i n t e r o y de
Benaventc, reproducidos en las dos lecciones anteriores.

R E C I T A C I Ó N

Cantar

El aire se va en el aire,
la flor se va p o r el tiempo:
y sólo lú no te vas.
amor tan frágil y eterno.

EDUARDO GONZÁLEZ LANUZA.

100
Un patio

Con la (arde
se cansaron los dos o tres colores del patio-
La gran franqueza de la luna llena
ya no entusiasma su habitual firmamento.
Hoy que está crespo el cielo
dirán los agüerios que ha muerto un angelito.
Patio, cielo encauzado.
El patio es el declive
por el cual se derrama el ciclo en la casa.
Serena
la eternidad espera en la encrucijada de estrellas.
Lindo es vivir en la amistad oscura
de un zaguán, de un ale:o y de un algibe.

JORGE LUIS BORGES.

E d u a r d o G o n z á l e z L a n u z a y J o r g e Luis Borges s o n poe-


tas argentinos de los más f i n o s e íntimos. G o n z á l e z L a n u z a
ha hermanado el aire p o p u l a r y tradicional de los cancares con
el lirismo personal y refinado. L o s versos de Borges son de
los que nos descubren el alma de las cosas, la vida que van
acumulando en las cosas los hombres que las viven; tienen
la virtud de sugerir m u c h o más de lo que dicen, p o r la densi-
dad de los pensamientos y de la emoción que los acompaña.

101
CAPÍTULO V

L E C C I Ó N XIV

EL VERBO Y SUS CLASES

118. E L VERBO. — L o s v e r b o s s o n u n a s f o r m a s e s p e -
ciales d e l l e n g u a j e c o n las q u e p e n s a m o s la r e a l i d a d c o m o u n
comportamiento del sujeto.

Lo decisivo es la forma de pensar la realidad como un comporta-


miento del sujeto, pues la realidad puede ser una acción: "el caballo
corre", inacción: "aquí yace un desdichado", accidente: "ya caen las
hojas", cualidad: "le blanquean los dientes", posición: "el Aconcagua
descuella entre todas las montañas", etc.
Los concepto» sustantivos se llaman independientes, porque con
los sustantivos pensamos cualquier aspecto o parte de la realidad consi-
derado en si mismo: el niño, el llamo, el brillo, la caída. Los conceptos
verbales son conceptos dependientes, lo cual quiere decir que lo que
dice el verbo siempre lo dice de su sujeto, y. por lo tanto, el vetbo es
siempre dependiente de un sustantivo.

El p a p e l o r a c i o n a l d e l v e r b o e s el s e r n ú c l e o d e l p r e d i -
c a d o , p u e s a él s e r e f i e r e n , d i r e c t a o i n d i r e c t a m e n t e , t o d o s
los c o m p l e m e n t o s .

119. CLASES DE VERBOS. — L o s verbos se d i v i d e n en


diferentes, clases, según diversas p a r t i c u l a r i d a d e s en su e m p l e o
g r a m a t i c a l y s e g ú n ciertas p a r t i c u l a r i d a d e s en el m o d o de la
acción. P o r el e m p l e o g r a m a t i c a l h a y v e r b o s t r a n s i t i v o s , in-
transitivos y reflexivos, m o d a l e s , auxiliares e impersonales.

102
P o r el m o d o d e l a a c c i ó n h a y v e r b o s p e r f e c t i v o s e i m p e r f e c -
tivos (o desinentes y p e r m a n e n t e s ) , incoativos, iterativos y
frecuentativos.

Los verbos auxiliares, además de su particular empleo gramatical,


tienen alguna particularidad común en el modo del significado: y los
verbos perfectivos c imperfectivos, además de su modo especial de la
acción, tienen respectivamente alguna particularidad común en el empleo
gramatical.

120. V E R B O S TRANSITIVOS E INTRANSITIVOS. — Se


llaman verbos transitivos los que llevan c o m p l e m e n t o directo:
" e l sol dora las cumbres de los m o n t e s " . " H e r n á n C o r t é s quemó
sus naves al i n i c i a r l a c o n q u i s t a d e Méjico".
Se l l a m a n intransitivos los q u e n o llevan complemento
directo: "el t r u e n o r e t u m b a " , " L o p e de vega nació y murió
en Madrid".

121. Los verbos transitivos necesitan un complemento directo para


completar su significado. Los intransitivos tienen significado completo
sin necesidad de complemento directo.

122. Hay verbos que sólo son intransitivos, como nacer. brillar,
palidecer. fluir, alentar. Otros casi nunca se emplean más que con su com-
plemento. y sin él no tienen significación verdadera: hacer ruido, hacer
calor,¿hacer zapatos: dar gritos, dar suspiros, dar tismosna, dar ta hora:
tener hambre, tener dinero, tener miedo.
Pero la mayor parte de los verbos tan pronto se usan como in-
transitivos. tan pronto como transitivos.

Intransitivos Transitivos

Mi primo canta muy bien. Cantó una hermosa canción.


La niña lloraba dulcemente. Llorarás lágrimas amargas.
Mi padre no fuma. Mi padre fuma sólo cigarrillos.
El que espera, desespera. Lo espero mañana.
¡Quién supiera escribir! He escrito dos cartas.
Respiraba con dificultad. Respirar aire puro.
Susurra el viento en las ramas. Le susurró unas palabras al oido.
Corría como una liebre. Lo ha corrido con la vaina.

103
La linca que separa a transitivos c intransitivos no es ni segura ni
fija, y lo mejor es decir que un verbo es transitivo o es intransitivo en
esta o en esa determinada oración.

123. COMPLEMENTO INTBÍWO. — Hay un cierto número de


verbos que o son intransitivos o, si admiten un complemento directo,
este repite el significado del verbo: "vivir una vida honesta augura morir
una muerte tranquila". De estos son, soñar sueños extraños, llorar lágrimas
amargas, pelear un reñido combate, navegar prósperas navegaciones.
Este complemento se llama i n t e r n o (acusativo interno, según la
gramática latina, donde había casos).'y por si mismo no añade al verbo
idea alguna, pero se pone para poder añadirle ciertas modificaciones: el
sueño de la muerte, navegaciones prósperas, un combate reñido, sueños
extraños.

124. TERMINOLOGÍA. — Los transitivos se suelen llamar también


activo*, y los intransitivos, neutros. Estos nombres proceden de la gra-
mática latina. Transitivo era el verbo de la oración transitiva, y oración
transitiva quería decir que podía pasar (trans-ire) de activa en pasiva.
La intransitiva era la que no podía ponerse en pasiva. Después se fué
olvidando esta intención originaria, y se interpretó el término "transitivo"
como que hace "pasar" la acción del sujeto al complemento directo. In-
transitivo. según esta explicación tardía, es el verbo cuya acción no pasa
al complemento. Esta explicación se debe a los gramáticos escolásticos de
la edad media y. evidentemente, está forzada por la etimología del término
mismo "transitivo".
La nomenclatura de verbos activos y neutros también es de la gra-
mática latina donde había verbos activos (de acción). pasivos (de p i ñ ó n )
y neutros.

125. VERBOS REFLEXIVOS. — Se l l a m a n r e f l e x i v o s


los verbos q u e llevan c o m o c o m p l e m e n t o directo u n p r o h o m -
bre de la m i s m a p e r s o n a que el s u j e t o : y o me doblo, tú te des-
nudas, él se viste.

Los verbos reflexivos son una dase especial de los transitivos. Tienen,
como ellos, complemento directo, pero el c o m p l e m e n t o es un p r o n o m b r e
personal de la misma persona q u e el s u j e t o : yo me doblo, fú te des-
nudas. él se viste.
Se llaman reflexivos porque la acción refleja o recae sobre el sujeto.
Estos son los reflexivos p r o p i a m e n t e dichos.

104

M
o
126. R E F L E X I V O S SÓLO DE FORMA. — Otros muchos
verbos h a y que. construyéndose también con el pronombre
d e la m i s m a p e r s o n a q u e el s u j e t o , n o l o t i e n e n c o m o comple-
m e n t o directo, y, p o r lo tanto, la acción no recae s o b r e el
s u j e t o : me voy, ¿te sorprendes?. se murió. Estos verbos son
r e f l e x i v o s p o r la f o r m a , p u e s q u e l l e v a n u n p r o n o m b r e r e f l e j o ,
pero n o por el s e n t i d o . Bello llama a estas construcciones
c u a s i - r e f l e j a s , e s t o es, al m o d o d e l a s r e f l e j a s .

Puede observarse que hay ciertos grupos de verbos emparentadas por


la significación, que se construyen siempre o se suelen construir con el
pronombre reflejo, sin ser por eso reflexivos propiamente dichos, sino
sólo de forma. Son. en primer lugar, los verbos que significan vida in-
terior: en segundo lugar, los verbos de movimiento.

127. VERBOS QUE SIGNIFICAN VIDA I N T E R I O R . — Indican afecto


o emoción, voluntad, memoria y saber no seguro.
1. Son de afecto o de emoción: avergonzarte, desvergonzarse.
Alegrarse, emocionarse, conmoverte, serenarse. Espantarse, horrorizarse,
acobardarse, intimidarse, envalentonarse, embravecerse, atreverse, aventurarse,
arriesgarse, amilanarse. Irritarse, enojarse, pavonearse, vanagloriarse, enva-
necerse. Asombrarse, maravillarse, pasmarse. Burlarse, jactarse de. me temo
que.
Pueden juntarse a éstos quejarse, reírte y sonreírse, pues, aunque nc
significan emoción o estado afectivo, son signo de lo uno o de lo o t t o .
2. Son verbos de voluntad, con matices emocionales: empecinarte
en. emperrarse en. empeñarse en, esforzarse en o por, decidirse a o por,
resolverse a, arrepentirse de, adherirse a. No debe decirse "adhiero a la
propuesta", sino "me adhiero".
i . De memoria y olvido: acordarse, olvidarse.
4. De saber no seguro: imaginarse, figurarse, suponerse, barrun-
tarse. olerse (se lo olió, se olió que).
Creerse es 'creer equivocadamente': " T ú te crees que todo te está
permitido".
Én cambio saberse es 'saber con seguridad, aplomo o presunción' :
"Yo me sí la lección", " l o hago por razones que yo me sé", "Felipe
se lo sabe todo".

128. De los verbos citados, unos son reflexivos obligatoriamente:


desvergonzarse, atreverse, jactarse, dolerse, empecinarse, emperrarse, empe-

105
ñarse (empeñar es otro verbo), arrepentirse, acordarse, figurarse (en el
sentido de sospechar).
Otros son o no son reflexivos: "Me conmoví", pero también "me
conmovió", "conmovió al anciano", etc. Estos verbos son transitivos
cuando no llevan el pronombre reflejo, e intransitivos cuando lo llevan:
olvidar y olvidarse, avergonzar y avergonzarse, alegrar y alegrarse, regocijar,
emocionar, conmover, setenar, espantar, horrorizar, acobardar, amedrentar,
envalentonar, embravecer, enfurecer, irritar, enojar, enfadar, airar, dese-
nojar, asombrar, maravillar, pasmar. T o d o s estos verbos, cuando son tran-
sitivos, llevan complemento de persona o de animal: "entristecer a la
madre", "irritar al perro". Otros, como decidir, resolver y aventurar, llevan
complemento de cosa: "decidir o resolver una cuestión", "aventurar toda
la fortuna en un negocio".

129. C O M P L E M E N T O DE I N T E R É S . — Hay otros ver-


bos reflexivos que n o significan ellos m i s m o s vida interior,
p e r o el p r o n o m b r e les a ñ a d e u n m a t i z e s p e c i a l d e v i d a i n t e r i o r .
Se p u e d e d e c i r : " t e m o q u e n o v a m o s a llegar a t i e m p o " y
"me temo que. . " Pero "me temo que. . " es c o m o decir
" t e m o para mí que . . " A q u í me es u n c o m p l e m e n t o d e i n -
terés ( e n la g r a m á t i c a l a t i n a d a t i v o d e i n t e r é s ) . E l comple-
m e n t o d e interés expresa o bien en beneficio o interés de q u i e n
es l a a c c i ó n , o b i e n q u e la a c c i ó n se c u m p l e p o n i e n d o el s u j e t o
t o d a su a l m a y a f i a n z a n d o su p e r s o n a l i d a d : en f i n , indica u n a
i n t e n s i f i c a c i ó n d e la v i d a i n t e r i o r c o n q u e se e j e c u t a l a a c c i ó n .
Otros ejemplos: "se bebió una botella de v i n o " , "se comió
t o d a la t o r t i l l a " , " y o sé l o q u e m e d i g o " , " p o r razones que
yo me sé", "tú te l o m e r e c e s " , "me quedo o me estoy en
casa", "estáte quieto".

130. ENTRADA EN UN ESTADO. — Verbos como enfriarse, ca-


lentarse, adormecerse, dormirse, despertarse, etc., significan entrar en un
estado, o sea pone:sc frío, caliente, dormido, despierto, etc. Obsérvese cómo
los verbos de afectos y emociones tienen el mismo valor: enojarse es
entrar en el estado de enojo.

131. V E R B O S DE MOVIMIENTO. — Irse, marcharse, ve-


nirse, volverse, salirse, entrarse, subirse, bajarse, asomarse, es-

106
conderse, agacharse, acuclillarse, encogerse, contraerse, estirar-
se, desbordarse, enderezarse, retorcerse, sentarse, levantarse, acos-
tarse, tumbarse, arrodillarse, hincarse, moverse, ponerse, qui-
tarse, deslizarse, precipitarse, desperezarse, encabritarse, escapar-
se, fugarse.
N o debe decirse "un preso f u g ó de la cárcel", sino
"se f u g ó " .

Algunos de estos verbos, se usan también como transitivos: tubir


algo, enderezar, retorcer algo, pricipitar a alguien, etc. Aun en estos
casos suelen llevar el reflexivo de interés: "me retorci un pie", "me subí
la cuesta a todo correr". Y. en general, el reflexivo en los verbos de
movimiento sugiere cierta espontaneidad en el movimiento.
Otros son intransitivos y sólo se usan con el pronombre reflejo:
agaclxirse, arrellanarse, repantigarse, desperezarse, fugarse.
Otros, siendo intransitivos siempre, se usan con el pronombre reflejo o
sin él. En estos casos hay alguna diferencia de matiz en la significación. Irse
o marcharse indican la partida de un sitio, ir o marchar se jvfiere mis
a la dirección o destino. Salir, entrar, subir, bajar, en la foi)ma reflexiva.
k refieren, mis que a la acción misma, a su resultado: "súbete aquí" sig-
nifica "quédate aquí subido", "bájate de ahi" es "abandona ese sitio a l t o " :
"éntrate" es "ponte dentro": Volver es "venir de vuelta", volverse es
"girar el cuerpo media vuelta".

132. EL PRONOMBRE RECÍPROCO. — E l p r o n o m b r e se,


con ciertos v e r b o s referidos a varios s u j e t o s o a u n s u j e t o
plural, tiene v a l o r de reciprocidad: " d o s a m i g o s q u e se quie-
r e n " (el u n o quiere al o t r o y el o t r o al u n o ) ; "el p a d r e y
el h i j o se c o m p l e m e n t a n " : " l o s delincuentes se a y u d a n " ; " J u a n
y A n t o n i o se h a n p e l e a d o " .
C o m o estas f o r m a s coinciden con las reflejas, a veces el
sentido es d u d o s o . " L o s artistas se a l a b a n m u c h o " puede sig-
nificar q u e cada artista dice a l a b a n z a s de sí m i s m o . P a r a ase-
gurar el s e n t i d o recíproco se a ñ a d e en tales casos mutuamente,
reciprocamente, entre sí, unos a otros, etc.

133. En los usos del pronombre s?, queda todavía la llamada *


pasiva refleja, de la cual se hablará en el lugar correspondiente.

107
E J E R C I C I O GRAMATICAL. — S o b r e el s i g u i e n t e pasaje
del f a m o s o novelista v a l e n c i a n o V i c e n t e B l a s c o I b á ñ e z (1867
1 9 2 8 ) , d i s t i n g u i r l o s v e r b o s t r a n s i t i v o s y l o s i n t r a n s i t i v o s , se-
ñalando cuál es el c o m p l e m e n t o directo de los transitivos:
señalar los v e r b o s reflexiyos, y discernir cuáles de éstos son
r e f l e x i v o s d e s e n t i d o y c u á l e s l o s o n ú n i c a m e n t e p o r la f o r m a .

Se lanzó por entre las cañas, bajó casi rodando la pendiente y


se vió metido en el agua hasta la cintura, los pies en el barro y los
brazos altos, muy altos, para impedir que se mojara su escopeta,
guardando avaramente los dos tiros hasta el momento de soltarlos con
toda seguridad.
Ante sus ojos cruzábanse las cañas formando apretada bóveda, casi
a! ras del agua. Delante de el sonaba en la oscuridad un chapoteo sordo,
como si un perro huyera acequia abajo Allí estaba el enemigo:
¡a el!
Y comenzó una carrera loca en el profundo cauce, andando a
tientas en la sombra, dejando perdidas las alpargatas en el barro del
lecho, con los pantalones pegados a las carnes, tirantes, pesados, difi-
cultando los ,movimientos, recibiendo en el rostro el bofetón de las
cañas tronchadas, los arañazos de las hojas tiesas y cortantes.
Hubo un momento en que Batiste creyó ver algo negro que se
agarraba a las cañas pugnando por salir ribazo arriba. Pretendía es-
caparse. . jFuego! Sus manos, que sentían el cosquilleo del homi-
cidio, echaron la escopeta a la cara, partió el gatillo, sonó el disparo
y cayó el bulto en la acequia, entre una lluvia de hojas y cañas rotas.
¡A él! | A él!. Otra vez volvió Batiste a oír aquel chapoteo
de perro fugitivo: pero ahora con mis fuerza, como si extremara la
huida espoleado por la desesperación.
Fué un vértigo aquella carrera a través de la oscuridad, de las cañas
y el agua. Resbalaban los dos en el blanducho suelo, sin poder aga-
rrarse a las cañas por no soltar la escopeta: arremolinábase el agua
batida por la desaforada carrera, y Batiste, que cayó de rodillas varias
veces, sólo pensaba en estirar los brazos para mantener su arma fuera
de la superficie, salvando el tiro que le quedaba.
Y asi continuaba la cacería humana, a tientas, en la oscuridad
lúgubre, hasta que en una revuelta de la acequia salieron a un espacio
despejado, con los ribazos limpios de cañas.
Los ojos de Batiste, habituados a la lobreguez de la bóveda, vieron
con toda claridad a un hombre que, apoyándose en la escopeta, salía

* 108
tambaleándose de la acequia, moviendo con dificultad sus piernas car-
gadas de barro.
Ora él. . ., ¡él!, ¡el de siempre!
—Uadre . . ¡ladre; no i 'escaparás — rugió Batiste, disparando
su segundo tiro desde el fondo de la acequia, con la seguridad del tirador
que puede apuntar bien y sabe que hace carne.
Le vió caer de bruces pesadamente sobre el ribazo y gatear después
para no rodar hasta el agua. Batiste quiso alcanzarle, pero con tanta
precipitación, que fue él quien, dando un paso en falso, cayó cuan
largo era en el fondo de la acequia.
Su cabeza se hundió en el barro, tragando el liquido terroso y
rojizo; creyó morir, quedar enterrado en aquel lecho de fango, y por
fin, con un poderoso esfuerzo consiguió enderezarse, sacando fuera del
agua sus ojos ciegos por el limo; su boca, que aspiraba anhelante el
viento de la noche.
Apenas recobró la vista buscó a su enemigo. Había desaparecido.

VICENTE BLASCO IBASEZ.


La barraca.

COMPOSICIÓN. — Los alumnos podrían redactar una noticia, de


cualquier especie, a la manera de los diarios: se escogerá como tema uno
de los sucesos del día. El profesor aprovechará la ocasión para indicar a
los alumnos qué formas del lenguaje periodístico son eficaces a la vez
que correctas y observar si emplean formas incorrectas, aunque parezcan
justificadas por el empleo de algún diario.

L E C C I O N XV

CLASIFICACIÓN DE LOS VERBOS POR EL

MODO DE ACCIÓN

134. V E R B O S P E R F E C T I V O S E IMPERFECTIVOS. — Hay


verbos cuya acción no necesita terminar para ser completa:
brillar, querer, saber, oír. ver, nadar, etc. E s t o s se l l a m a n per-
manentes o imperfectivos.

109
H a y o t r o s v e r b o s c u y a a c c i ó n n o es c o m p l e t a (perfecta)
s i n o se t e r m i n a : saltar, salir, entrar, terminar, comer, nacer.
morir. E s t o s se l l a m a n desinentes o perfectivos.

1 3 5 . TERMINOLOGÍA. — Dcsinentc» (del latín desinere, 'termi-


n a r ' ) quiere decir de acción terminada. P e r f e c t i v o s (del latió periiette,
'hacer del todo', 'acabar', 'terminar') quiere decir de acción cumplida,
perfecta, acabada.
P e r m a n e n t e s quiere decir de acción completa y mantenida. I m p e r f e c -
tivos quiere decir que su acción no necesita terminar.
I.os términos p e r f e c t i v o e i m p e r f e c t i v o son internacionales, ge-
neralizados por la lingüística comparada. Los términos d c s i n c n t e y p e r -
m a n e n t e son de nuestro Bello, y aunque no usados fuera del español,
son mucho más acertados y significativos que los internacionales.

136. 1:1 limite entre desinentcs y permanentes no es seguro, pero la


distinción es necesaria en español para el recto uso de la pasiva y para
el significado de los tiempos.
Para que se afiance en los alumnos esta distinción conviene exponer
la idea de varias maneras diferentes. Bello. § 6 2 5 . lo dice así: "Nacer,
morir, son verbos dcsincnies. porque luego que u n o nace o muere, deja
de nacer o morir: pero ser. ver. oír, son verbos permanentes, porque sin
embargo de que la existencia, la visión o la audición sea desde el principio
perfecta, puede seguir d u r a n d o gran tiempo".

137. VERBOS INCOATIVOS. — La palabra incoativo


deriva del l a t í n inchoare q u e significa 'empezar'. Verbos in-
c o a t i v o s s o n los q u e s i g n i f i c a n q u e la a c c i ó n o e s t a d o c o m i e n z a :
" C u a n d o f l o r e z c a n los r o s a l e s " s i g n i f i c a ' c u a n d o e c h e n la f l o r ,
c u a n d o c o m i e n c e n a t e n e r f l o r e s ' : amanecer es ' c o m e n z a r l a m a -
1
ñ a n a ' , anochecer es ' c o m e n z a r l a n o c h e ' : oscurecer es ' c o m e n z a r
a e s t a r o s c u r o ' , ' p o n e r s e o s c u r o ' , palidecer 'ponerse pálido' en-
rojecer ' p o n e r s e r o j o " , alborear 'romper los a l b o r e s o el alba'.
A l g u n o s verbos permanentes adquieren valor incoativo en los
tiempos perfectos. "Entonces lo supe" significa 'lo comencé

1
Modernamente se ha formado también atardecer, pero en vez de
'comenzar la tarde' significa 'acabarse la tarde', como una atenuante de
anochecer.

110
a s a b e r ' , " y a lo habrá visto", 'ya lo h a b r á c o m e n z a d o a ver'.
" E n t o n c e s lo creí" significa 'desde entonces lo creo'.

No todos los verbos en -cer tienen en español valor incoativo. N o


lo tienen, por ejemplo, pacer, nacer, acontecer, aborrecer.

138. Muchos de los verbos que acabamos de estudiar como re-


flexivos tienen este valor incoativo, puesto que significan la e n t r a d a
en un nuevo estado: enojarse significa 'ponerse enojado', dormirse "em-
pezar a dormir". Enfriarse, calentarse, adormecerse, despertarse, ablandarse,
endurecerse, significan entrar en el estado correspondiente.
Aquí conviene aprovechar una distinción entre los reflexivos, ya
hecha al tratar de estos verbos. I o T i p o enojar, enojarse. Estos verbos son
transitivos sin el reflexivo, e intransitivos con él. Tales verbos tienen
siempre valor incoativo (entrada en un estado). 2 9 T i p o dormir, dor-
mirse. Son siempre intransitivos con pronombre reflexivo o sin él. Estos
verbos, con el reflexivo, indican el comienzo del estado (o acción); sin
el pronombre reflexivo indican el estado mismo o la acción misma: dor-
mirse es "entrar en el sueño", dormir 'estar en él": irse es 'partir', 'comenzar
la ida', ir significa la acción sin especializarse en el comienzo.
Sin embargo, esta alternancia de significado no es obligatoria. Por
ejemplo, despertarse y despertar significan igualmente comenzar a estar
despierto.

139. El modo incoativo de la significación no es enteramente igual


en todos los verbos de esta clase. Los hay. como an>anecer, anochecer,
dormirse, irse, que significan exclusivamente el comienzo de una acción
o de un estado. Otros verbos significan a la vez la entrada y la duración
del estado: enflaquecer, enriquecerse, enfurecerse.
Asi. pues, tampoco en esta clase de verbos se puede trazar una linea
que los divida con seguridad.

140. VERBOS FRECUENTATIVOS E ITERATIVOS. —


E n e s t r i c t o s e n t i d o , se l l a m a n f r e c u e n t a t i v o s los verbos que
expresan u n a acción frecuente o habitual. Iterativos, los que
e x p r e s a n u n a a c c i ó n q u e se c o m p o n e d e m o m e n t o s reperidos.
'I'utcar, cecear, sesear, visitear. cortejar, son e j e m p l o s de v e r b o s
f r e c u e n t a t i v o s , p o r q u e i n d i c a n q u e la a c c i ó n se r e p i t e c o n f r e -
c u e n c i a , c o m o h á b i t o . Y s o n m á s b i e n i t e r a t i v o s golpear, ape-
drear. besuquear, corretear, vagabundear, mariposear, tartamu-

111
dear, parlotear, chapalear, picotear, patalear y otros, porque
la acción singular de golpear consiste en d a r varios golpes
(también se puede golpear con un solo g o l p e ) , besuquear es
u n a acción singular que consiste en dar m u c h o s besos, etc.
L o decisivo está en si se indica o n o una pluralidad de
acciones.

Para las necesidades de la segunda enseñanza basta con llamar a


todos ellos en común f r e c u e n t a t i v o » o iterativo*.

141. El modo frecuentativo de la acción se significa en español


con el presente y el imperfecto llamados habituales, qfue son aplicables a
todos los verbos: " Y o estudio por la tarde ( o por las t a r d e s ) " . " L o s
antiguos guerreros peleaban forrados de hierro".
Por tener cs:c p r o c e d i m i e n t o g r a m a t i c a l aplicable a todos los verbos,
se explica que haya en español pocos verbos realmente frecuentativos por
su significación léxica, y que casi todos los de esta clase sean iterativos
de carácter pintoresco.

1 4 2 . Acciones que constan de varios movimientos son


temblar, andar, latir, coser, zurcir, esgrimir, talar, urdir, tejer,
cavar, etc. Pero se suele reservar el t é r m i n o de iterativos (o
de frecuentativos) para aquellos verbos que expresan la plu-
ralidad de movimientos por medio de un p r o c e d i m i e n t o gra-
matical. Son, pues, todos verbos derivados. E n nuestra lengua,
es u n o de los oficios del s u f i j o -ear, que a veces aparece sobre
f o r m a s pintorescas, ya derivadas, de la familia de los d i m i n u -
tivos: picotear, charlotear, parlotear, golpetear, corretear, can-
turrear, temblequear, castañetear, bailotear. Estos verbos fre-
cuentativos o iterativos de formación d i m i n u t i v a tienen, ade-
más, un valor subjetivo humorístico, con frecuencia burlescp.

1 4 3 . C o m o en los casos anteriores, tampoco aquí es posible trazar


una división segura entre unos y otros verbos. En todas las clases hay
representantes netos y evidentes: pero luego hay otros muchos verbos que
se corren hacia el u n o o hacia el o t r o de los tipos. Con todo, esta clasi-
ficación es gramaticalmente útil.

112
i

144. L o s VERBOS MODALES. — O b s é r v e n s e las v a r i a -


ciones q u e a d m i t e u n a m i s m a acción de cantar: " Y o quiero
c a n t a r " , " y o sé c a n t a r " , " y o suelo c a n t a r " , " y o p u e d o c a n t a r " ,
"yo debo cantar".
G r a m a t i c a l m e n t e , el g i r o c o n s t a de u n i n f i n i t i v o d e p e n -
diente de u n v e r b o , a m b o s con el m i s m o s u j e t o .
P o r la s i g n i f i c a c i ó n , es el i n f i n i t i v o el q u e la representa,
y el o t r o v e r b o designa u n m o d o s u b j e t i v o de ella. L a acción
del i n f i n i t i v o se m o d i f i c a p o r el m o d o de encararla el s u j e t o :
" Y o c a n t o " significa el c a n t a r de h e c h o : " y o q u i e r o c a n t a r "
significa el c a n t a r n o de hecho, s i n o en deseo: " y o p u e d o
c a n t a r " , el c a n t a r en p o t e n c i a ; " y o suelo c a n t a r " , el c a n t a r
en c o s t u m b r e ; " y o sé c a n t a r " , el c a n t a r en h a b i l i d a d a d q u i r i d a
o saber.
S e l l a m a n e s t o s v e r b o s m o d a l e s p o r q u e i n d i c a n el m o d o
con q u e el s u j e t o e n c a r a la a c c i ó n d e l i n f i n i t i v o .

145. Poder, saber, quere', ro/cr, deber, son lo» m i s usuales: peto
hay otros sinónimos y no sinónimos: desear, pensar, ('tener la intención'),
creer, suponer, esperar, temer, prometer, necesitar, etc.

146. SABER POR SOLER. — E l u s o p o p u l a r en el R í o


de la P l a t a emplea saber p o r soler: " s a b í a venir antes p o r a q u í ,
pero ya hace t i e m p o q u e n o v i e n e " . " S a b e j u g a r a la p e l o t a
m u c h o " . L o q u e esta ú l t i m a frase significa en b u e n castellano
es q u e sabe j u g a r m u y b i e n : l o q u e u n a r g e n t i n o quiere decir
con ello es q u e tiene la c o s t u m b r e de j u g a r con frecuencia.
Saber p o r soler es u n v u l g a r i s m o .

147. CONSTRUCCIONES BINARIAS. — Poder cantar, saber pintar,


soler oenir. etc.. se llaman construcciones binarias o giros binarios porque
son dos los verbos que colaboran en la expresión. (Del* latín binarias,
de bis 'dos veces').
Hay otras construcciones binarias de verbo con preposición e infi-
nitivo. con gerundio y con participio, cuya exacta significación y empleo
es conveniente conocer. A continuación explicamos las principales.
Gramática.—8.
113
148. HABER DE MÁS INFINITIVO. — " H a s de saber q u e
y o n o t u v e la c u l p a " . " E l b u e n c i u d a d a n o ha de obedecer
las leyes".
Este g i r o expresa deber, conveniencia, necesidad o regu-
lación.
A veces casi n o significa m á s q u e u n f u t u r o , p e r o es
r a r o q u e se b o r r e del t o d o la idea de necesidad o r e g u l a c i ó n :

N o se e n g a ñ e nadie, n o ,
p e n s a n d o q u e h a de d u r a r
l o q u e espera
m á s q u e d u r ó lo q u e v i ó ,
pues q u e t o d o h a de pasar
p o r tal m a n e r a .
(JORGE MANRIQUE).

E l e j e m p l o q u e d a Bello. § 7 0 4 , c o m o s i m p l e f u t u r o
" M a ñ a n a h a n de p r i n c i p i a r las elecciones", e n t r a m á s bien
en esta idea de f u t u r o c o n f o r m e a u n a regulación.

149. T E N E R DE Y TENER QUE MÁS INFINITIVO. —


Tener de n o se usa m á s q u e en p r i m e r a p e r s o n a :
" T e n g o de s u b i r al m o n t e . . "
S i g n i f i c a resolución. El u s o de este g i r o es r e g i o n a l .
Tener que significa o b l i g a c i ó n de c u m p l i m i e n t o , q u e se
i m p o n e desde f u e r a : " t e n g o q u e i r m e " ( m e veo en la necesidad
de i r m e ) .

150. DEBER DE Y DEBER MÁS INFINITIVO. — Deber


de significa p r o b a b i l i d a d . " P o r 3 q u í debe de e s t a r " . " D e b í a
de tener 4 0 a ñ o s " . Deber sin la preposición de, significa obli-
gación. " Y a debía J u a n estar a q u í " .
«
Deber y tener que significan ambos ob'.igación. pero no tienen uso
indistinto. Este ejemplo lo mostrará: "El me insultó. Le debí pegar",
significa que mi obligación era pegarle, pero que no le pegué. "El me
insultó. Le tuve que pegar", significa que me vi forzado a pegarle.

114
151. T E N E R MÁS PARTICIPIO. — SE partee a haber
más participio. " H e escrito la c a r t a " , " t e n g o escrita la c a r t a " .
G r a m a t i c a l m e n t e se diferencian en que haber n o hace con-
cordar al p a r t i c i p i o con el c o m p l e m e n t o : (escrito la carta),
y tener, sí (escrita la carta). P o r la significación, haber con
participio indica la acción p a s a d a : es, pues, u n pretérito ocu-
r r i d o con a n t e r i o r i d a d al t i e m p o del a u x i l i a r haber: he escrito
es pretérito, había escrito es pluscuamperfecto, etc. Tengo con
participio es u n presente en el q u e se a c u m u l a una acción
pasada: indica el r e s u l t a d o a c t u a l d e la a c c i ó n p a s a d a : "Ten-
go escrita la carta. E n los o t r o s tierrípos (tenía escrita, tuve
escrita la carta, tendré escrita la carta) significa el resultado,
en el t i e m p o del v e r b o tener, de una acción a n t e r i o r (la del
participio).
152. LLEVAR MÁS PARTICIPIO. — L a significación es
como la de tener, pero se añade la idea de u n a tarea que con-
tinúa. o que n o se consigue a c a b a r : " L l e v o escritas cinco
cartas", expresa, j u n t o con la a c u m u l a c i ó n del escribir, la
idea de q u e h a y que escribir más cartas. " Y a llevo gastados
cincuenta pesos", expresa que h a y q u e gastar en ello más.
153. D E J A R MÁS PARTICIPIO. — " D e j ó d i c h o q u e
n o le e s p e r á r a m o s " , " D e j ó establecido q u e . . . " " E s t a s expli-
caciones d e j a n aclarada la c u e s t i ó n " . E n t o d o s los casos la
construcción dejar m á s participio p o d r í a ser reemplazada p o r
el verbo s e g u n d o en el t i e m p o en que aparece dejar: "dijo q u e
n o le e s p e r á r a m o s " , "estableció que .", " E s t a s explicaciones
aclaran la c u e s t i ó n " . P e r o el v e r b o simple indica tan sólo la
acción; la construcción con dejar, expresa i m p l í c i t a m e n t e que
hay que atenerse a la acción.

1 5 4 . QUEDAR MÁS PARTICIPIO. — " Q u e d ó establecido


que . . " " C o n esas explicaciones q u e d ó aclarada la c u e s t i ó n " .
Significa c o m o dejar. Se emplea c u a n d o es s u j e t o de la oración
lo que con dejar es c o m p l e m e n t o .
E n este sentido, quedar es c o m o la pasiva de dejar.

115
155. ESTAR Y ANDAR MÁS PARTICIPIO. — " E s t á preo-
c u p a d o " , " a n d a p r e o c u p a d o " : "está d i s t r a í d o " , " a n d a dis-
t r a í d o " : "está entristecido", " a n d a entristecido". " E s t o s días
estoy m u y o c u p a d o " , " e s t o s d í a s a n d o m u y o c u p a d o " .
A m b o s giros d e n o t a n e s t a d o ; p e r o andar a ñ a d e la re-
presentación de u n a p l u r a l i d a d de m a n i f e s t a c i o n e s i n d e f i n i -
das. " A n d a e n t r i s t e c i d o " equivale a se le ve triste en diferentes
ocasiones: " a n d o m u y o c u p a d o " significa t e n g o m u c h a s ocu-
paciones.
Andar, con este v a l o r , sólo se usa con participios de
verbos que signifiquen estado anímico.

156. IR, ANDAR, QUEDAR, VENIR Y ESTAR CON GE-


RUNDIO. — S o n de m o v i m i e n t o ir, venir, andar y seguir. S o n
de reposo quedar y estar. T o d o s expresan la acción d u r a n d o .
"Estuvimos veraneando en C ó r d o b a " . "Están ensayando".
Andar a ñ a d e , c o m o con p a r t i c i p i o , la representación de u n a
p l u r a l i d a d de m a n i f e s t a c i o n e s : " a n d a d i c i e n d o q u e n o quiere
ser a m i g o m í o " .
Venir a ñ a d e la idea de c o n t i n u i d a d o de p r o g r e s o : " a h o r a
viene t r a b a j a n d o m u c h o " . " E l e n f e r m o venía m e j o r a n d o , p e r o
t u v o u n a grave r e c a í d a " .
A veces, la dirección hacia mí, i m p l í c i t a en el v e r b o venir,
hace q u e se use en frases c o m o esta: " N o m e vengas c o n t a n d o
cosas q u e n o q u i e r o s a b e r " .
Quedar o quedarse indica la acción d u r a n d o p r o l o n g a d a -
m e n t e : " ¿ Y J u a n ? — S e q u e d ó e s t u d i a n d o " . " S e q u e d ó mi-
r á n d o m e y luego m e d i j o . . . " " S e m e q u e d ó s o n r i e n d o " .

157. ROMPER A, ECHARSE A, MÁS INFINITIVO. —


Echar a correr, echarse a llorar, echarse a reír, echar a hablar,
romper a hablar, romper a reir. S o n giros i n c o a t i v o s q u e e x -
presan la violencia o í m p e t u con q u e se c o m i e n z a la acción.
( H a y a d e m á s el g i r o echarlo a perder, de valor f a c t i t i v o , q u e
n o tiene q u e ver con é s t o s ) .

116
E J E R C I C I O S GRAMATICALES. — r Sobre las l i s t a s de
los v e r b o s r e f l e x i v o s , q u e d a m o s en los párrafos 125-131.
hacer oraciones y declarar cuándo el verbo es i n c o a t i v o y
cuándo no.
2° Ejercitarse en distinguir los verbos permanentes y
l o s d c s i n e n t e s , s o b r e el s i g u i e n t e p a s a j e d e B e n i t o P é r e z G a l d ó s :

Yo m í paseaba solo esperando mi turno. U n noticiero se me acercó


y me d i j o :
—¿Sobre qué va usted a hablar? ¿Quiere darme usted un extracto
de su discursó?
— C u a t r o generalidades : en fin, ya lo verá usted.
— ¡ Q u é poco feliz ha estado el señor de Pez!
Otro llegó y d i j o :
— Y a se acabó el dits irae; es un piporro esc señor de Pez. . .
¡Ah! ve usted el del arpa. ¡Qué figura, amigo Manso! Pues si eso
sonara. . .
—Parece mentira — añadió un tercero, gomoso, discípulo mío
por más señas, buen chico, ateneísta — . ¡Qué escándalo con los
revendedores: Esto no pasa más que en España. El Gobernador ha
mandado detener a alguno. Sería curioso saber quién Ies había dado
los billetes, que no se han vendido en el despacho y son todos perso-
nales. . .
Poco a poco iban llegando conocidos, y se formaba animado co-
rrillo junto a mi.
—Señor de Manso ¿cuándo va usted?
—Después del arpa. ¡Lástima que mi discurso sea tan pobre de
arpegios!
•—Yo. a ser usted, hubiera pedido un lugar más adelantado.
— ¿ Q u é más da? antes o después lo he de hacer bastante mal.
—¡Hombre, hombre, qué pillin es u s t e d ! . . . ¿Conque mal?
—Ps. . .
—Demasiado sabe usted que.
— ¡ Q u i a ! Si ese buen señor no sabe lo que vale.
—Diga usted, señor de Manso, ¿le convendría a usted darme su
discurso para la Revista?. . . Lo pondremos en el número 15. y después
si usted quiere, se le puede hacer una tirada corta. . . pues, un folletito.
— ¡ Q u i a , hombre! Es demasiado breve.
— ¡ A h ! , mejor. . . De todos modos, para la Revista ya me sirve.
— ¿ D e qué se trata?

117
— D e nada, de nada ¿se puede hablar de cosas serias delante de
esta gente, entre un solo de arpa y una tirada de versos? Cuatro gene-
ralidades. . .
— Y a sale el actor a leer el poema X X X . . Es soberbio. Me lo
leyó su autor ayer tarde. Es un asombro. . .
— S í . pero vean ustedes qué manera de leer.
— E s c hombre es un epiléptico. Se pone verde.
— M i l a g r o será que no se le reviente una vena.
—Esa descripción del naufragio. . . ¿ch?
— E s de primera fuerza. . .
— Y ahora el incendio de la cabana . ¡Bravísimo!
— E l poema es de barba de pato.
—¡Calzones, qué verso!
— P e r o esta manera de declamar. ¡ A h í los actores italianos .
— E n las transiciones saca una voz de vieja. . .
— ¡ M u y bien, muy bien!
T o d o s aplaudimos al final, rompiéndonos las palmas de las manos.
De las localidades venía un rumor de aplausos que parecía una tem-
pestad. De pronto, en el circulo amistoso que se había formado en
derredor de mí. apareció Manuel Peña con las manos en los bolsillos
y el sombrero echado atris. Parecía un libertino que salía de la ruleta.
— ¡ H o l a , perdis!. . .
—Maestro, dichoso usted que está tranquilo.
— Y tú, ¿tienes miedo? B

— ¿ M i e d o ? . . Estoy como el reo en capilla.


— ¿ S o b r e qué vas a hablar?
— S o b r e lo primero que se me ocurra.
— ¿ N o has preparado nada?
— É s t e es lo m i s célebre . — indicó un am¡so — . ¿Crecri usted.
Manso, que esta mañana no tenia ni idea siquiera del discurso que va
a pronunciar?
— N i la tengo ahora Veremos lo que sale. Y o me las arreglo
de este modo. Esta tarde me he leído unos versos de Víctor H u g o y
he tomado una docena de imágenes .
— D e esas de patrón de mico ¿ch?
— C a d a imagen como la copa de un pino. Y con esto me basta. .
Hablaré de las damas, de la influencia de la mujer en la Historia, del
Cristianismo. .
— D e la mujer cristiana ¿ch?. . .
— E s o . y de la caridad. . A ver, señores, ¿quién dijo aquello de
la caridad corre a la desgracia como el agua al mari

118
—Chateaubriand.
— N o . hombre: me parece que es el Padre G w t r y .
— N o , no. Usted. Manso, ¿sabe?. . .
— P u e s n o recuerdo.
— E n fin, lo diré como mió.
— ¡ A h ! . . . Esa frase es de Víctor Cousin . .
—Sea de quien fuere .. usted, maestro, p r o n t o entra.
— D e t r á s del a r p a . . . ahí va.

BENITO PÉREZ GALDÓS.


El amigo Manso.

R E C I T A C I O N

Es que tendido estaba


en la playa desierta,
cuando vió que cruzaba por las islas
del Paraná-Guazú, piragua inmensa.

Que como garza enorme,


flotaba entre la niebla
dando a los aires las extrañas alas,
y volando con r u m b o a la ribera.

El Uruguay en v a n o
sale a su encuentro y ladea b a j o de ella:
en vano, con sus olas encrespadas,
sus costados airado abofetea:

la nave avanza altiva:


lanza un grito del ciclo que retiembla:
llega a la costa y. agarrando al río
por la erizada crin, en él se sienta.

II

¡Cayó la flor al rio!


Los temblorosos círculos concéntricos
balancearon los verdes camalotes.
y en «1 silencio del juncal murieron.

9
Las aguas se han cerrado:
las ¿ilgas despertaron de su sueño,
y a la flor abrazaron, que moría,
falta de luz. en el profundo légamo . .

Las grietas del sepulcro


han engendrado un lirio amarillento:
tiene el perfume de la flor caída,
su misma palidez ¡La flor ha muerto!

Así el himno sonaba


de los lejanos ecos;
asi cantaba el urutí en las ceibas,
y se quejaba en el sauzal el viento.

JUAN ZORRILLA DE S A N MARTÍN.


Tabaré.

L o s d o s pasajes señalados para recitación son de Tabaré.


el h e r m o s o poema de asunto indígena de J u a n Zorrilla de
S a n M a r t í n , g r a n f i g u r a d e las l e t r a s uruguayas.

L E C C I O N X V I

LOS VERBOS AUXILIARES

158. CUÁLES SON. — Pueden ser considerados auxiliares todos los


verbos que se combinan con el infinitivo, con el participio o con el gerundio
de otro, para expresar aspectos especiales de la significación del segundo.
Así. los modales (poder, querer, saber, deber, soler), los verbos de mo-
vimiento con gerundio (ir, venir, andar), quedar, dejar, y tener que.
en las combinaciones binarias arriba estudiadas.

P e r o l o s v e r d a d e r o s a u x i l i a r e s s o n haber, ser y estar.

159. L A SIGNIFICACIÓN DE LOS AUXILIARES. — Es


t í p i c o d e l o s v e r b o s a u x i l i a r e s el p e r d e r (en más o menos) su

120
significación p r o p i a y servir p a r a m a t i z a r la significación del
o t r o v e r b o al que a u x i l i a n . A n t i g u a m e n t e haber significaba
'tener', pero ha p e r d i d o del t o d o su significación y s ó l o . s i r v e
para la f o r m a c i ó n de los t i e m p o s c o m p u e s t o s de t o d o s los
verbos, y para las oraciones impersonales ( " h a y g e n t e " , " h a b í a
m u c h o r u i d o " ) . Ser es el v e r b o c o p u l a t i v o , q u e sirve p a r a
calificar ( " J u a n es b u e n o " ) o p a r a clasificar ("Juan es es-
cribiente") ; p e r o u n i d o con el participio de ciertos verbos,
pierde su significación p r o p i a , y sólo sirve p a r a f o r m a r la
v o z pasiva del v e r b o a q u e se j u n t a , d e c l a r a n d o el t i e m p o y
la p e r s o n a : " P o m p e y o f u é vencido p o r C é s a r " .
Estar significa situación y e s t a d o ( " e s t á a q u í " , "está
e n f e r m o " ) , p e r o u n i d o 3L g e r u n d i o de o t r o v e r b o pierde su
propia significación ( q u e ya es débil en los d e m á s empleos) y
sólo sirve p a r a expresar la acción del o t r o v e r b o en su d u r a - ,
ción, " ¿ q u é estás d i c i e n d o ? " , " e s t á l l o v i e n d o " ) , d e c l a r a n d o a
la vez el t i e m p o y. la persona. A d e m á s , estar se c o n s t r u y e con
el participio de ciertos verbos, a l t e r n a n d o con ser: " e s t a b a
escrito", " l a casa está edificada s o b r e u n c e r r o " . El ú n i c o v e r b o
í n t e g r a y s o l a m e n t e a u x i l i a r e s haber.1 D e s p u é s , ser y estar
son l o s q u e m á s c a r á c t e r d e auxiliares t i e n e n .

160. SIGNIFICACIÓN DE SER Y ESTAR CON PARTICIPIO.


— O p ó n g a n s e estas d o s frases:
" S a r m i e n t o f u é desterrado p o r el t i r a n o R o s a s " .
" S a r m i e n t o e s t u v o desterrado en C h i l e " .
El p a r t i c i p i o c o n ser significa la a c c i ó n m i s m a (el deste-
rrar) , c o m o s u f r i d a p o r el s u j e t o . El p a r t i c i p i o c o n estar sig-
nifica el r e s u l t a d o d e la a c c i ó n o u n e s t a d o c o n s e c u e n c i a d e la
acción.
" F u é d e s t e r r a d o p o r R o s a s " equivale a " R o s a s lo des-
t e r r ó " . " E s t u v o d e s t e r r a d o " quiere decir que h a b í a s i d o des-

1
Puede verse la conjugación de haber como auxiliar en los para-
digmas de la conjugación regular, donde figura como integrante de los
tiempos compuestos.

121
terrado y que. en consecuencia, q u e d ó o permaneció viviendo
en Chile.
C o n ser la acción d e l participio o c u r r e en el t i e m p o del
a u x i l i a r : fué desterrado, (entonces lo d e s t e r r a r o n ) .
C o n estar, la acción d e l participio e s a n t e r i o r al t i e m p o
d e l auxiliar (si estuvo desterrado, ya lo h a b í a n antes deste-
rrado) .

1 6 1 . Esta diferencia en el tiempo del auxiliar es muy importante y


muy fácil de comprobar en cada caso. T o m e m o s otros ejemplo: "Esta
espléndida fotografía etiá tomada con una simple k ó d a k " . Podemos poner
«•r en ve?, de estar, pero entonces es obligatorio el pretérito en ver. del
presente: "Esta espléndida fotografía ha sido tomada ( o fue tomada) con
una simple K ó d a k " .
Con está tomada, la acción de tomar es anterior al presente está:
con ha sido tomOfía o fué tomada, la acción de tomar es simultánea del
pretérito ha sido o fué.

1 6 2 . Estar con participio significa no tanto la acción en el mo-


mento o época de ocurrir, cuanto el estado o situación resultante de la
acción. "Cervantes embargó en Écija una cantidad de trigo de propiedad
eclesiástica, por lo cual fué excomulgado, y aún lo estaba por febrero de
1 5 8 8 " (Rodríguez M a r í n ) . Fué indica el recibir la excomunión: estaba
el estado o situación resultante.
"Estoy avergonzado" significa el estado que es consecuencia del
haberme (antes) avergonzado. " E s t o y c a n s i d o " . el estado de cansancio,
consecuencia de haberme cansado. "Está herido", la situación que es conse-
cuencia de haber sido herido. "Está preparada la fiesta", la situación oca-
sionada por haberla ya preparado. " L o s caminos estaban infestados de
ladrones", significa la situación ocasionada por haberlos infestado.
P o r esta razón decimos "está p r o h i b i d o " , que significa la validez
mantenida de una prohibición hecha ya antes. " E s prohibido" es incorrecto,
y abunda en los carteles puestos por quienes n o sienten nuestra lengua.

1 6 3 . Generalmente unos verbos reclaman de preferencia ser, otros


estar; pero ya hemos visto con ejemplos que ambos matices de significación
caben en un mismo verbo. Los verbos desinentes tienen preferencia por
estar.
Un grupo numeroso de desinentes lo forman los verbos reflexivos
que significan entrar en un estado físico o moral, avergonzarse, sentarse,
torcerse. Y de consiguiente se dice, está avergonzado. *t"¡ sentado, está

122
torcido y. por la misma razón, está doámdo, está muerto,9es¡á enamo-
rado, caá enojado, etc.
A su vez los verbos permanentes se unen de preferencia con ser, es
querido, es sabido que ... es conocido, pero muchos permanentes se unen
con estar: está vivo. está visto, está bien atendido.
Sólo como una aproximación, pues, vale esta indicación: Ser tiende a
unirse con los verbos permanentes; estar, con los desinente*.

164. SER Y ESTAR CON ADJETIVOS. — L o s a d j e t i v o s ,


generalmente, a d m i t e n la construcción con ser y con estar, y
el doble m a t i z de significación se corresponde con los estu-
diados para ser y estar con participio.

Juan está colérico Juan es colérico


Juan está b l a n c o Juan es b l a n c o
Juan está f r í o Juan es f r í o
Juan es d e l g a d o o g o r d o Juan está d e l g a d o o g o r d o

E l a d j e t i v o con ser significa la cualidad inherente al s u j e -


to; con estar, significa q u e la cualidad se d a c o m o u n estado al-
canzado. Estar quiere decir " p o n e r s e , volverse delgado, o coléri-
co. o blanco, o f r í o " . Si decimos de u n n i ñ o que está pequeño o
alto, indicamos que, n o r m a l m e n t e para su edad, debería ser
más a l t o o m á s p e q u e ñ o . Si decimos q u e está retrasado o adelan-
tado, también lo c o m p a r a m o s i m p l í c i t a m e n t e con lo que consi-
deramos n o r m a l en la edad del n i ñ o . " E s t a f r u t i l l a está m u y
rica" quiere decir que lo es c o m p a r a d a con lo q u e c o m o clase es
la f r u t i l l a . L a f r u t i l l a , c o m o u n a clase de f r u t a , es rica, n o
está rica.
E n r e s u m e n : El a d j e t i v o c o n ser significa la c u a l i d a d in-
h e r e n t e al s u j e t o ; c o n estar, o b i e n significa u n e s t a d o al-
c a n z a d o , o b i e n se c o m p a r a i m p l í c i t a m e n t e la c u a l i d a d c o n
lo q u e e s t i m a m o s n o r m a l e n el s u j e t o .

165. Se ha solido explicar la distinción diciendo que ser se une a


cualidades permanentes y estar a accidentales o transitorias. Pero la muerte
no es transitoria y decimos "esti muerto"; ni la rotura del cristal tiene

123
compostura, y decimos "este vaso está roto". Cuando decimos de un señor
que "es muy querido", no aseguramos que lo será permanentemente, y
cuando decimos de un amigo, que "está gordo", no aseguramos que luego
se pondrá otra vez delgado.
Con estar no significa el adjetivo una cualidad q u e va a pasar, sino
q u e «e h a adquirido. No se alude al final sino al principio. Fstá gordo
no significa "luego adelgazará", sino "se ha puesto gordo".

EJERCICIO GRAMATICAL. — U t i l i z a n d o las listas DI


v e r b o s q u e h e m o s d a d o en las lecciones anteriores, y o t r o s que
los a l u m n o s p u e d a n aducir, señalar q u é v e r b o s pueden cons-
t r u i r su p a r t i c i p i o con ser y q u é v e r b o s lo pueden c o n s t r u i r con
estar, y, c u a n d o u n v e r b o p u e d a c o n s t r u i r su participio con
los d o s auxiliares, explicar cuál es en cada caso el m a t i z res-
pectivo de significación.
Este ejercicio se ha de hacer f o r m a n d o oraciones con sen-
t i d o claro, y. a ser posible, con u n s e n t i d o q u e se p u e d a re-
f e r i r a u n a situación concreta.
C o n oraciones d e esta calidad, hacer construcciones para-
lelas de estar y de ser con el m i s m o a d j e t i v o , y a n a l i z a r su di-
ferente s i g n i f i c a d o c o n f o r m e al s e n t i m i e n t o que los a l u m n o s
m i s m o s tienen de la lengua.

R E C I T A C I O N

Un soneto a Cervantes

Horas de pesadumbre y de tristeza


paso en mi soledad. Pero Cervantes
es buen amigo. Endulza mis instantes
ásperos, y reposa mi cabeza.

Cl es la vida y la naturaleza,
regala un yelmo de oros y diamantes
a mis sueños errantes.
Es para m í : suspira, ríe y reza.

124
Cristiano y amoroso caballero
parla como un arroyo cristalino.
Asi le admiro y quiero.

viendo cómo el destino


hace que regocije al m u n d o entero
la tristeza inmortal de ser divino.

RUBÉN DARÍO.

Con él

Si Garcilaso volviera,
yo sería su escudero;
que buen caballero era.

Mi traje de marinero
se trocaría en guerrera,
ante el brillar de su acero:
que buen caballero era.

¡Qué dulce oírle, guerrero


al borde de su estribera!
E n la mano, mi sombrero:
que buen caballero era.

RAFAEL ALBERTI.

En estas dos composiciones, de dos poetas del siglo X X —


uno, Rubén D a r í o ( 1 8 6 7 - 1 9 1 6 ) . el gran nicaragüense, otro.
Rafael Alberti, español joven y brillante — se tributa home-
naje a dos grandes figuras literarias de los Siglos de O r o :
Cervantes y Garcilaso.
E n la primera de estas poesías, versos 7, 10 y 11, los
endecasílabos han sido reemplazados p o r heptasílabos (com-
párese con el soneto de Enrique Banchs en la lección X I ) .

125.
CAPÍTULO V I

L E C C I Ó N XVII

EL V E R B O : C O N J U G A C I Ó N REGULAR

166. Los verbos se agrupan en tres conjugaciones, que


se llaman 1 \ 2* y 3 \ según las terminaciones de los infinitivos:
-ar, -er, -ir, (tipos: amar, temer, partir). A cada una de estas
tres terminaciones corresponde un sistema de desinencias espe-
ciales que expresan el modo, el tiempo y la persona gramatical.

1 6 7 . T o d o verbo puede descomponerse en dos partes,


la primera, o radical, y la final, terminación o desinencia: am-
ar, tem-er, part-ir. C u a n d o el radical n o cambia, y sólo la
desinencia se modifica según formas fijas que son las de la
mayoría de los verbos, se dice que la conjugación es regular.
Al decirse que el radical no cambia se habla, naturalmente, de
los sonidos, aunque, para conservar la identidad de sonido,
sea a veces necesario alterar la escritura: explic-o, expliqu-es;
delinc-o, delinqu-es: alcanzo, alcanc-e; mez-o, mec-es; re-
sarz-o, resarc-es; oblig-o, obligu-es; exting-o, extingu-es: acoj-
o, acog-es; finj-o, fing-es.
D a m o s en seguida los paradigmas de las tres conjugacio-
nes regulares, con la nomenclatura de la Academia Española,
que es la más usada en los países de nuestro idioma: sólo he-
mos suprimido el calificativo de " i n d e f i n i d o " agregado al
"pretérito" y el de "imperfecto" agregado al f u t u r o . Quedan

126.
así, c o n tres n o m b r e s sin modificaciones, presente, pretérito
y f u t u r o , los tres t i e m p o s fundamentales o absolutos de la
conjugación. E n t r e p a r é n t e s i s d a m o s la n o m e n c l a t u r a d e B e l l o ,
' m u y conocida en t o d a América

168. Paradigma de la primera conjugación:

AMAR

Infinitivo simple am -ar


Infinitivo compuesto . . . haber amado
Gerundio simple am -ando
Gerundio compuesto . . . habiendo amado
Participio am -ado

MODO INDICATIVO

Presente Pretérito perfecto


(Bello: presente) (Bello: antepresente)

Yo . . . am-o Yo . . he amado
Tú . . . am-as Tú . . has amado
Él . . . am-a Él . . ha amado
Nosotros . am-amos Nosotros hemos amado
Vosotros . am áis Vosotros habéis amado
Ellos . . . am-an. Ellos . . han amado.

Pretérito imperfecto Pretérito pluscuamperfecto


(Bello: copretérito) (Bello: antecopretérito)

Yo . . . am-aba Yo . había amado


Tú . . . am-abas Tú . . habías amado
Él . . . am-aba Él . . había amado
Nosotros . am-ábamos Nosotros habíamos amado
Vosotros . am-abais Vosotros habíais amado
Ellos . . . am-aban. Ellos . . habían amado.

1
Aunque estos paradigmas figuran ya en nuestro Primer Curso
de Gramática Castellana, los reproducimos de nuevo, cumpliendo el requi-
sito del programa.

127.
Pretérito Pretérito anterior
(Bello: pretérito) (Bello: antepretérito)

Yo . . am-é Yo . . hube amado


Tú . . am-aste Tú . . hubiste amado
Él . . ara-ó Él . . h u b o amado
Nosotros am-amos Nosotros hubimos amado
Vosotros am-asteis Vosotros hubisteis amado
Ellos . . am-aron. Ellos . . hubieron amado.

Futuro Futuro perfecto


(Bello: futuro) (Bello: a n t e f u t u r o ) .

Yo . . Yo . . habré amado
Tú . . amar-as Tú habris amado
Él . . amar-i Él . . b a b r i amado
Nosotros amar-emos Nosotros habremos amado
Vosotros amar-éis Vosotros habréis amado
Ellos . . amarán Ellos . . h a b r i n amado.

MODO POTENCIAL
Simple o Imperfecto Compuesto o Perfecto
(Bello: pospretérito del modo (Bello: antepospretérito del modo
indicativo) indicativo)
Yo . . amar-ia Yo . . habría amado
Tú . . amar-las Tú . . habrías amado
Él . . amar-ia Él . . habría amado
Nosotros amar-iamos Nosotros habríamos amado
Vosotros amaríais Vosotros habríais amado
Ellos . . amar-ían. Ellos . . habrían amado.

MODO SUBJUNTIVO
Presente Pretérito perfecto
(Bello: presente) (Bello: antepresente)

Yo . . am-e Yo . . baya a n u d o
Tú . . am-es Tú . . hayas, amado
Él . . am-e Él . . haya amado
Nosotros am-emos Nosotros hayamos amado
Vosotros am-éis Vosotros hayiis amado
Ellos . . am-en. Ellos . . hayan amado.

128.
Pretérito Pretérito pluscuamperfecto
(Bello: pretérito) (Bello: anteprctérito)
R
Yo . Yo hubiera o hubiese amado
i r n - i r i o am-ase
Tú . Tú hubieras o hubieses ama-
am-aras o am-ases

Él . . am-ara o am-ase Él . . hubiera o hubiese amado


Nosotros am-iramos o Nosotros hubiéramos o hubiésemos
am-áscmos 'amado
Vosotros am-arais o am-aseis Vosotros hubierais o hubieseis
amado
Ellos . . am-aran o am-asen. Ellos hubieran o hubiesen
amado.

Futuro Futuro perfecto


(Bello: futuro) (Bello: antefuturo)
Hp
Yo . . am-are Yo hubiere amado
Tú . . amares Tú hubieres amado
Él . . am-are Él . . hubiere amado
Nosotros am-iremos Nosotros hubiéremos amado
Vosotros am-are is Vosotros hubiereis amado,
Ellos . . am-aren. Ellos . . hubieren amado

MODO IMPERATIVO

Presente
(Bello no le da nombre)

Am-a tú
Am-ad vosotros.

169. Paradigma de la segunda conjugación:

TEMER

Infinitivo simple . . Temer


Infinitivo compuesto Haber temido
Gerundio simple . Tem-iendo
Gerundio compuesto Habiendo temido
Participio . . . . Tem-ido

Granitica.—9.
129.
MODO INDICATIVO

Petunie Pretérito perfecto


(Bello: presentí) (Bello: antepresente)

Yo . . temo Yo he temido
Tú . tem-es Tú has temido
Él . . tem-e Él . . ha temido
Nosotros tem-emos Nosotros hemos temido
Vosotros tem-éis Vosotros habéis temido
Ellos . . tem-en Ellos . han temido

Pretèrito imperfecto Preferito pluscuamperfecto


(Bello: copretcrito) (Bello: antecopretérito).

Yo . . tem-ia Yo habia temido


Tí. . . tem-¡as Tú habías temido
Él . . temía Él había temido
Nosotros tem-íamos Nosotros habíamos temido
Vosotros temíais Vosotros habíais temido
Ellos . . tem-ían Ellos . habían temido

Pretérito Pretèrito anterior


(Bello: pretérito) (Bello: antepretérito)

Yo tem-i Yo hube temido


tem-iste Tú hubiste temido
Él . . tem-ió Él . . hubo temido
Nosotros tem-irnos Nosotros hubimos temido
Vosotros tem-isteis Vosotros hubisteis temido
Ellos . . tem -ie ron Ellos . . hubieron temido

Futuro Futuro perfecto


(Bello: f u t u r o ) (Bello: antefuturo)

Yo . . tcmer-é Yo . habré temido


Tú . . temerás Tú habrás temido
Él . . temer-á Él habrá temido
Nosotros temer-emos Nosotros habremos temido
Vosotros temer-éis Vosotros habréis temido
Ellos . . temer-án Ellos . . habrán temido.

330.
MODO POTENCIAL

Simple o Imperfecto Compuesto o Perfecto


(Bello: pospretérito del m o d o (Bello: antepospretérito del modo
indicativo) indicativo)

Yo temcr-ia Yo habría temido


Tú . . temer-¡as Tú . habrías temido
Él . . temer-¡a Él . . habría temido
Nosotros temer-iamos Nosotros habríamos temido
Vosotros temer-iais Vosotros habríais temido
Ellos . . temer-ian Ellos . . habrían temido

MODO SUBJUNTIVO

Presente Pretérito perfecto


(Bello: presente) (Bello: antepresente)

Yo . . tcm-a Yo haya temido


Tú lemas Tú hayas temido
Él . . tcm-a Él . . haya temido
Nosotros tem-amos Nosotros hayamos temido
Vosotros tem-áis Vosotros hayáis temido
Ellos . tem-an Ellos . . hayan temido

Pretérito Pretérito pluscuamperfecto


(Bello: pretérito) (Bello: antepretérito)

Yo tem iera o tem iese Yo hubiera u hubiese temido


Tú . . . tem-ieras o tcm-ieses Tú hubieras o hubieses te-
mido
Él . . tcm-iera o tem-íese Él . . hubiera o hubiese temido
Nosotros . tem-iéramos o tem-ié- Nosotros hubiéramos o hubiése-
sernos mos temido
hubierais o hubieseis te-
Vosotros tem-¡erais o tem-ieseis Vosotros mido
hubieran o hubiesen te-
Ellos . . tem-ieran o tem-iesen Ellos mido

131.
Futuro Futuro perfecto
(Bello: f u t u r o ) (Bello: antefuturo)

tem-ierc Yo hubiere temido


lem-¡eres Tú . hubieres temido
tem-iere Ê! hubiere temido
tem-iéremos Nosotros hubiéremos temido
tem-iereis Vosotros hubiereis temido
tem-ieren Elio» . . hubieren temido

MODO IMPERATIVO

Preunte
(Bello no le da nombre)

Tem-e tú
Tem-ed vosotros

170. Paradigma de la tercera conjugación:

PARTIR

Infinitivo simple . . . Part-ir


Infinitivo compuesto Haber partido
Gerundio simple . . Part-iendo
Gerundio compuesto Habiendo partido
Participio Part-ido

MODO INDICATIVO

Preunte Pretérito perfecto


(Bello: presente) (Bello: antepresente)

Yo . . part-o Yo . . he partido
Tú . . part-es Tú has partido
Él . . part-e Él . . ha partido
Nosotros part-imos Nosotros hemos partido
Vosotros part-is Vosotros habéis partido
Ellos . . part-en Ellos . . han partido

132.
Preterito imperfecto Pretérito pluscuamperfecto
( Bello: copretérito) (Bello: antecopretérito)

Yo . . part-ía Yo . . . habia partido


Tú . . part-ía* Tú habías partido
Él . . part-ía Él . . había partido
Nosotros part-íamos Nosotros . habíamos partido
Vosotros part-íais Vosotros . habíais partido
Ello» . . partían Ellos . . . habían partido

Pretérito Pretérito anterior


(Bello: pretérito) (Bello: antepretérito)

Yo . . part-í Yo hube partido


Tú . . part-iste Tú . . hubiste partido
Él part-ió Él . . . hubo partido
Nosotros part-imos Nosotros . hubimos partido
Vosotros part-isteis Vosotros . hubisteis partido
Ello« . . part-ieron Ellos . . . hubieron partido

Futuro Futuro perfecto


(Bello: f u t u r o ) (Bello: antefuturo)

Yo . . partir-e Yo habré partido


Tú . . partir-ás Tú habrás partido
Él partir-á Él habrá partido
Nosotros partir-emos Nosotros habremos partido
Vosotros partir-éis Vosotros habréis partido
Ello» . . partir-án Ellos . . habrán partido

MODO POTENCIAL

Simple o Imperfecto Compuesto o Perfecto


(Bello: pospretérito del m o d o (Bello: antcposprctérito del modo
indicativo) indicativo)

Yo partir-ia Yo habría partido


Tú . . partir-ías Tú . habrías partido
Él . . partir-ia Él . . habría partido
Nosotros partiríamos Nosotros habríamos partido
Vosotros partir-iais Vosotros habríais partido
Ellos ¡ . partir-ían Ellos . . habrían partido

133.
MODO SUBJUNTIVO

Presente Pretérito perfecto


(Bello: presente) (Bello: antepresente)

Yo . . part-a Yo haya partido


Tú . . partas Tú hayas partido
Él . . part-a Él . . haya partido
Nosotros part-amos Nosotros hayamos partido
Vosotros part-iis Vosotros hayáis partido
Ellos . . part-an Ellos . . hayan partido

Pretérito Pretérito pluscuamperfecto


(Bello: pretérito) (Bello: anteprctérito)

Yo part-iera o part-iese Yo hubiera o hubiese partido


Tú part-ieras o part-ieses Tú hubieras o hubieses par-
tido
Él . . part-iera o part-iese Él hubiera o hubiese partido
Nosotros part-iéramos o part- Nosotros hubiéramos o hubiése-
iésemos mos partido
Vosotros part-ierais o part-ieseis -Vosotros hubierais o hubieseis par-
tido
Ellos . part-ieran o part-iesen Ellos hubieran o hubiesen par-
tido

Futuro Futuro perfecto


(Bello: futuro) (Bello: antefuturo)

Yo . part-iere Yo . hubiere partido


Tú . . part-ieres Tú . . hubieres partido
Él . . part-iere Él . . . hubiere partido
Nosotros part-iéremos Nosotros hubiéremos partido
Vosotros part-iereis Vosotros hubiereis partido
Ellos . . part-icrcn Ellos . . hubieren paitido

MODO IMPERATIVO

Presente
(Bello no le da nombre)

Part-e . . . tú
Part-id . . vosotros

134.
EJERCICIO GRAMATICAL. — S e ñ a l a r en el siguiente pa-
saje del novelista c o l o m b i a n o J o s é E u s t a s i o Rivera cuáles son
los verbos regulares y c o n j u g a r , de a l g u n o s , diferentes tiempos.

Amaneció.
La ansiedad que los sostenía les acentuó en el rostro la mueca
trigica. Magros, febricitantes, con los ojos enrojecidos y los pulsos
trémulos, se dieron a esperar que saliera el so!. La actitud de aquellos
dementes bajo los árboles infundía miedo. Olvidaron el sonreír, y.
cuando pensaban en la sonrisa, les plegaba la boca un rictus fanático.
Recelaron del cielo, que no se divisaba por ninguna parte. Len-
tamente empezó a llover. Nadie dijo nada, pero se miraron y se
comprendieron.
Decididos a regresar, moviéronse sobre el rastro del dia anterior,
por la orilla de una laguna donde las señales desaparecían. Sus huellas
en el barro eran pequeños pozos que se inundaban. Sin embargo, el
tumbero cogió la pista, gozando del más absoluto silencio como basta
las nueve de la mañana, cuando entraron en unos "chuscales" de ple-
beya vegetación donde ocurría un fenómeno singular: tropas de co-
nejos y guatines. dóciles o atontados, se les metían por entre las
piernas buscando refugio. Momentos después, un grave rumor como
de linfas precipitadas se sentía venir por la inmensidad.
— ¡ S a n t o Dios! ¡Las tambochas!
Entonces sólo pensaron en huir. Prefirieron las sanguijuelas y
se guarecieron en un rebalse, con el agua sobre los hombros.
Desde allí miraron pasar la primera ronda. A semejanza de las
cenizas que a lo lejos lanzan las quemas, caían sobre la c h a r o fugi-
tivas tribus de cucarachas y coleópteros, mientras IJS márgenes se
poblaban de arácnidos y reptiles, obligando a los hombres a sacudir las
aguas mefíticas para que no avanzaran en ellas. Un temblor continuo
agitaba el suelo, cual si las hojarascas hirvieran solas. Por debajo de
troncos y raíces avanzaba el tumulto de la invasión, a tiempo que
los árboles se cubrían de una mancha negra, como cáscara movediz»
que iba ascendi.-ndo implacablemente a afligir las ramas, a saquear
los nidos, a colarse en IQS agujeros. Alguna comadreja desorbitada,
algún lagarto moroso, alguna rata recién parida, eran presas de aquel
ejército, que las descarnaba, entre chillidos, con una presteza de
ácidos disolventes.
¿Cuánto tiempo duró el martirio de aquellos hombres, sepultados
en cieno liquido hasta el mentón, que observaban con ojos pávidos
el desfile de un enemigo que prsaba. pasaba y volvía a pasar?

135.
C u a n d o calcularon que se alejaba la última ronda, pretendieron salir
a tierra, pero sus miembros estaban paralizados, sin fuerzas para
despegarse del barrizal donde se habían enterrado vivos.
Mas n o debían morir allí. Era preciso hicer un esfuerzo. El indio
Venancio logró cogerse de algunas matas y comenzó a luchar. Aga-
rróse luego de unos bejucos. Varias tambochas desgaritadas le royeron
las manos. Poco a poco sintió ensancharse el molde de fango que lo
ceñía. Sus piernas, al desligarse de lo p r o f u n d o , produjeron chasquidos
sordos. " ¡ U p a ! otra vez y no desmayar! [ A n i m o ! ¡ A n i m o ! "
Ya salió. E n el hoyo vacio b u r b u j e ó el agua.

JOSÉ EUSTASIO RIVERA.


La vorágine.

COMPOSICIÓN. — Redacte cada a l u m n o u n i n f o r m e , di-


rigido al rector o director del colegio o escuela en que esté
inscrito, sobre la marcha de sus estudios, d a n d o pormenores
sobre cada una de las asignaturas del a ñ o .

L E C C I O N X V I I I

VERBOS: CONJUGACIONES IRREGULARES

171. La conjugación es regular c u a n d o el radical del


verbo permanece invariable y las desinencias cambian de acuer-
d o con f o r m a s fijas, que son las de la m a y o r í a . P o r consi-
guiente. la conjugación es irregular c u a n d o el radical se altera,
o la desinencia n o es la de la mayoría de los verbos, o suce-
den a m b a s cosas a la vez. E j e m p l o : el radical sólo se altera:
rorf-ar. rued-o; la desinencia sola se aparta de la n o r m a : a n d -
ar. and-uw?; radical y desinencia irregulares: pon-er, pus-o
(el radical debía ser pon-: la desinencia, -ió).

1 7 2 . N o es costumbre clasificar c o m o irregularidades


dos anormalidades de la i en las terminaciones del pretérito:

r 136
1* el c a m b i o de la i en y. entre vocales: en vez de cre-ró,
crc-ieron. cre-ieca, cre-iese, ere-tere, se dice creyó, creyeron,
creyera, creyese, creyere;

2' la a b s o r c i ó n de la i en u n a c o n s o n a n t e p a l a t a l pre-
cedente, c o m o la 11. la ñ y la ch: en vez de z a m b u l l - t ó , z a m -
b u l l - t e r o n , z a m b u l l - t e r a , z a m b u l l - t e s e , zambull-zere, se dice:
z a m b u l l - ó , -econ, -era, -ese, -ere: en v e z de p í a ñ - i ó , -ieron,
-iera, -iese, -iere se dice: p l a ñ - ó , -eron, -era, -ese, -ere; en vez
de h i n c h - i o , -ieron, -iera, -iese, -iere (de h e n c h i r ) , h i n c h - ó ,
-eron, -era, -ese, -ere. E s t a absorción se realizaba t a m b i é n en
la a n t i g u a p a l a t a l x ( p r o n u n c i a d a c o m o sh inglesa o ch f r a n -
cesa), m o d e r n a m e n t e c o n v e r t i d a en la velar j: de ahí q u e t o d a -
vía se p r o n u n c i e dijeron ( a n t i g u o d i x - c r o n ) . trajeron (anti-
g u o t r a x - e r o n ) , y que se estimen incorrectas f o r m a s c o m o di-
jieron, trajieron.

173. PRIMER TIPO DE IRREGULARIDAD. — M o d e l o :


perder, pierdo. L a m á s frecuente de las i r r e g u l a r i d a d e s de los
verbos es el c a m b i o , en el radical, de e ( y a veces i), en el d i p -
t o n g o te, y de o ( y a veces u) en el d i p t o n g o ue; ocurre s ó l o
c u a n d o la sílaba está a c e n t u a d a . E n despertar, por ejemplo:

Indicativo presente Subjuntivo presente

Yo . despierto Yo despierte
Tú . . . despiertas Tú despiertes
Él despierta Él . despierte
Nosotros . despertamos Nosotros despertemos
Vosotros . despertáis Vosotros . despertéis
Ellos . . despiertan Ellos despierten

Imperativo presente

despierta tú
despertad vosotros

137.
En contar: ••

Indicatijo presente Subjuntivo preunte


Yo cuento Yo cuente
Tú . . cuenta 5 Tú cuentes
Él cuenta Él cuente
Nosotros contamos Nosotros contemos
Vosotros conttis Vosotros contéis
Ellos . cuentan Ellos . cuenten

Imperativo presente
cuenta tu
contad vosotros

y lo m i s m o sucede en adquirir: adquiero, adquieres, adquie


re, adquieren: adquiera, adquieras, adquiera, adquieran, ad
quiere. E n jugar: juego, juegas, juega, juegan: juegue, juegues
juegue, jueguen: juega. 1 Así. pues. la irregularidad ocurre so
l a m e n t e en los tres presentes ( i n d i c a t i v o , s u b j u n t i v o , impe
r a t i v o ) . y se exceptúan siempre las personas N o s o t r o s y V o s
otros.
174. SEGUNDO TIPO DE IRREGULARIDAD. — M o d e l o
servir, sirvo, sirviendo. L a vocal acentuada del radical, si es e
se cambia en i. y si es o en u. E s t o octvrc en los tres presentes
( i n d i c a t i v o , s u b j u n t i v o , i m p e r a t i v o ) , lo m i s m o q u e en el
t i p o p r i m e r o . E n el presente de s u b j u n t i v o ( p e r o n o en los
o t r o s d o s ) t a m b i é n cambia la vocal en las personas N o s -
otros. Vosotros.

Indicativo presente Subjuntivo preunte


Yo íirvo Yo . sirva
Tú . . sirves Tú . . si'rvjs
Él sirve Él . sirva
Nosotros servimos Nosotros sirvamos
Vosotros servis Vosotros sirváis
Ellos sirven Ellos . sirvan

1
Ya están tratados detenidamente estos verbos en nuestro PRI
MOR CURSO.

138.
Imperativo presente

sirve tu
servid vosotros

Además, la vocal e, o del radical se cambia también en


i, u siempre que siga diptongo. Esto ocurre en el pretérito de
indicativo, sirvió, sirvieron: en el pretérito imperfecto de sub-
juntivo, sirviera o sirviese, sirvieras o sirvieses, etc.: en el f u -
t u r o de s u b j u n t i v o , sirviere, sirvieres, etc., y en el gerundio,
sirviendo.
L o mismo ocurre con podrir.

Indicativo presente Subjuntivo presente

Yo . . pudro Yo . . pudra
Tú pudres Tú . pudras
Él . . pudre Él pudra
Nosotros podrimos Nosotros pudramos
Vosotros podrís Vosotros pudráis
Ellos . . pudren Ellos . pudran

Imperativo presente

pudre tu
podrid vosotros

Y cuando sigue d i p t o n g o : en el pretérito de indicativo.


pudrió, pudrieron: en el pretérito imperfecto de s u b j u n t i v o ,
pudriera o pudriese, pudrieras o pudrieses, etc.: en el f u t u r o
de s u b j u n t i v o , pudriere, pudrieres, etc.: y en el gerundio pu-
driendo.
Son de este tipo, entre otros, los siguientes verbos: ceñir,
colegir, competir, constreñir, derretir, elegir, embestir, gemir,
henchir, impedir, medir, pedir, reñir, repetir, seguir, teñir,
vestir. En los que tienen consonante palatal delante de la
desinencia, como henchir, ceñir, constreñir, reñir, teñir, se ab-
sorbe la i, en formas como ciñ-ó, -eron, -era. -ese, -ere. Igual-
mente se absorbe la i en los que terminan en -eir, como desleír,

139.
engreír, freír, reír, sonreír: ri-ó, -eron. -era. -ese, -ere (anti-
g u a m e n t e rí-yó, -yeron, -yeta, -yese, -yere).
Podrir tiene la v a r i a n t e pudrir, que se c o n j u g a c o m o r e g u .
lar, excepto el participio, que es siempre podrido.
Erguir se c o n j u g a con la p r i m e r a irregularidad (yergo,
yergues. . . ) o con la s e g u n d a (irgo, irgues) . . .

175. TERCER TIPO DE IRREGULARIDAD. — M o d e l o :


huir, huyo. Se a ñ a d e al radical la c o n s o n a n t e y. T i e n e n esta
especie de irregularidad los v e r b o s t e r m i n a d o s en -uir, c o m o
huir, argüir, concluir, distribuir, destruir.

Indicativo presente Subjuntivo petunie

Yo . . . huyo Yo huya
Tú . . . huyes Tú . . . huyas
Él . . huye Él . huya
Nosotros huimos Nosotros huyamos
Vosotros . huís Vosotros huyáis
Ellos . . . huyen Ellos huyan

Imperativo presente

huye . . . . tú
huid vosotros

140.
A pesar de la y a ñ a d i d a , n o son irregulares f o r m a s Como
hu-yó, hu-yera, hu-yese, hu-yendo, p o r q u e en ellas la y per-
tenece a la desinencia y n o es m á s q u e la i vocal que, s i t u a d a
entre d o s vocales, se ha c o n s o n a n t i z a d o , c o m o en cre-yó.
L a irregularidad ocurre en los tres presentes solamente.
L a s personas N o s o t r o s , V o s o t r o s se e x c e p t ú a n en el presente de
i n d i c a t i v o y en el de i m p e r a t i v o ( h u i m o s , huís, huid) pero
n o en el de s u b j u n t i v o ( h u y a m o s , huyáis). L o mismo que
el t i p o s e g u n d o .
Se da c o m o excepción inmiscuir, q u e n o se debe c o n j u -
gar inmiscuyo, inmiscuyes . s i n o inmiscuo, inmiscues. .
176. CUARTO TIPO DE IRREGULARIDAD.— Modelo:
valer, valgo: lucir, luzco. Consiste en agregar c (con s o n i d o de
k) o g o ig al r a d i c a l e n la p r i m e r a p e r s o n a s i n g u l a r d e l p r e s e n -
te de i n d i c a t i v o y e n t o d o el p r e s e n t e d e subjuntivo:

Indicativo preunte Subjuntivo prestnte

Yo . . . va\go Yo val ga
Tú . . val es Tú . valgas
Él . . vale Él . valpa
Nosotros valemos Nosotros valgamos
Vosotros . valéis Vosotros . valíais
Ellos . . valen Ellos . . . valgan

Indicativo presente Subjuntivo preuntc

Yo . . . íozcó Yo . luzca
Tú . . . luces Tú . . luzcas
Él . luce Él . luzca
Nosotros lucimos Nosotros . luzcamos
Vosotros . lucis Vosotros . luzcáis
Ellos . lucen Ellos . . . luzcan

Indicativo preunte Subjuntivo presente

Yo . . oigo Yo oiga .
Tú . . . oyes Tú . . . oiga
Él . oye Él . oiga
Nosotros oímos Nosotros . oigamos
Vosotros oís Vosotros . oigáis
Ellos . . . oyen Ellos . oigan

C o m o valer, se c o n j u g a n tener. venir, poner, salir; como


lucir, florecer ( y t o d o s l o s t e r m i n a d o s e n -ecei), nacer, com-
placer, conducir, reducir, e t c . : como oir. caer, traer.
Como incorrección rústica se c o n s i d e r a hoy la forma
haiga, e n v e z d e haya, e n el v e r b o haber.

177. Q U I N T O T I P O DE IRREGULARIDAD. — Modelos:


poner, puse, decir, dije. En los pretéritos de indicativo, se

141.
altera g r a n d e m e n t e el radical y a d e m á s en las personas primera
y tercera del s i n g u l a r t o m a el a c e n t o ( c o m o en puse, puso:
dije, dijo: a estos pretéritos se les l l a m a f u e r t e s ) , m i e n t r a s
que en los v e r b o s regulares el a c e n t o de estas dos personas gra-
maticales va siempre en la desinencia ( l e m i , temió, partí, par-
tió). Este radical a l t e r a d o pasa a ser el del p r e t é r i t o imper-
fecto y el f u t u r o de s u b j u n t i v o . E j e m p l o : de p o n e r :

Indicativo pracrito Subjuntivo, pretérito imperfecto

Yo puse Yo . pusiera o pusiese


Tú . pusiste Tú pusieras o pusieses
Él . puso Él . pusiera o pusiese
Nosotros pusimos Nosotros pusiéramos o pusiése-
mos
Vosotros . pusisteis Vosotros pusierais o pusieseis
Ellos . . pusieron Ellos . pusieran o pusiesen

Futuro de subjuntivo

Yo . . Pusiere
Tú . pusieres
Él pusiere
Nosotros pusiéremos
Vosotros pusiereis
Ellos . pusieren

L o m i s m o sucede en traer, traje: decir, dije: p o d e r , pude:


saber, supe: caber, cupe: aducir, aduje ( i g u a l m e n t e t o d o s los
demás v e r b o s t e r m i n a d o s en -ducir): hacer, hice: querer, quise:
v e n i r , vine: haber, hube; tener, tuve; estar, estuve; andar.
anduve.

178. SEXTO TIPO DE IRREGULARIDAD. — M o d e l o s :


hacer, haré: valer, valdré. Alteración del f u t u r o de i n d i c a t i v o
( t o d o ) y del potencial ( t o d o ) , p o r pérdida de u n a sílaba
i n t e r i o r : cabré p o r caberé; tendré p o r teneré.

142.
Futuro Potencial

Yo . . cabrc Yo . cabria
Tú . . cabrás Tú . . . cabrias
Él . cab.-á Él . . cabria
Nosotros . cabremos Nosotros cabrijmos
Vosotros . cabréis Vosotros . cabríais
Ellos . . . cabrán Ellos . . . cabrían

O t r a s f o r m a s : de hacer, haré, haría: de haber, habré,


habría: de saber, sabré, sabría: de p o d e r , podré, podría: de
decir, diré, diría. a
E n t r e las c o n s o n a n t e s n y l, l y r ( j u n t a s p o r pérdida de
la a n t i g u a e) aparece una d: de venir, vendré, vendría; de salir.
saldré, saldría; de tener, tendré, tendría; de valer, valdré, val-
dría.
Doldré, doldría. de doler son f o r m a s arcaicas h o y c o m -
pletamente fuera de uso. L o m i s m o debré, debría, de deber.
A n t i g u a m e n t e el f u t u r o de poner, venir, tener, vacilaba
entre porné y pondré, verné y vendré, terne y tendré.

179. SÉPTIMO TIPO DE IRREGULARIDAD. — M o d e l o :


venir, vén. Simplificación del i m p e r a t i v o s i n g u l a r . D e venir
vén: de hacer, haz: de salir, sal: de tener, ten: de decir, di: de
poner, pon; de haber, he; a n t i g u a m e n t e , de valer, val.

180. OCTAVO TIPO DE IRREGULARIDAD. — M o d e l o s :


imprimir, impreso; romper, roto. Participios t e r m i n a d o s en
-so, -to, -cho, en vez de -ado, -ido ( p a r t i c i p i o s f u e r t e s ) . E j e m -
plos: preso, impreso, abierto, cubierto, muerto, revuelto, vuelto,
roto, resuelto, escrito, conscripto, visto, puesto, bendito, dicho,
hedho. ,

Muchos participios fuertes se h . n convertido en adjetivos o en


sustantix-os. y la lengua ha dado a los verbos correspondientes nuevos
participios en -ido: tenso o teso y tendido, converso y convertido,
convicto y convencido. . .

143.
1 8 1 . E n n o pocos verbos se unen irregularidades distin ^
tas: así, en oír y su compuesto desoír, el tipo'tercero (oy-es.»
-e. ) y el cuarto ( o i g - o , -a ) : en los terminados en -ducir,
y en traer y sus compuestos, el cuarto (reduzc-o, traig-o) y el
q u i n t o ( r e d u j - e , traj-e): en valer y sus compuestos, salir
y sus compuestos, el cuarto ( v a l g - o , salgró), el sexto (val-
dré, saldré) y, para salir y sus compuestos, el séptimo (sal):
en los terminados en -vertir, -gerir, -ferir y u n o s cuantos
más, como sentir, herir, hervir, mentir, requerir, a la vez
que en morir y dormir, el primero ( sient-o, duerm-o) y
el s e g u n d o (sint-ió, durm-ió) : en poner y sus compuestos,
el cuarto ( p o n g - o ) , el q u i n t o (pus-e), el sexto (pondré).
el séptimo (pon) y el octavo ( p u e s t o ) ; en queret y po-
der, el primero (quier-o, pued-o), el q u i n t o (quise, pude)
y el sexto (querré, podré); en tener y sus compuestos, venir
y sus compuestos, el primero (tien-e), el cuarto (teng-o),
el q u i n t o (tuve, vine), el sexto (tendré, vendré) y el sépti-
m o (ten, vén).

182. H a y , además, verbos con irregularidades espe-


ciales:
1. Decir, e n la p r i m e r a p e r s o n a singular d e l p r e s e n t e
d e l i n d i c a t i v o (dig-o) y e n t o d o el p r e s e n t e d e l s u b j u n t i v o
(dig-a, -as, -a, -amos, -ais, -an), aparte de irregularidades co-
rrespondientes al tipo segundo (dic -es, -e, -en), al q u i n t o (dij-
e, -iste. . . ) , al sexto (diré, diría ) , al séptimo (di) y al
octavo (dicho) : sus compuestos a veces regularizan las f o r m a s :
en el imperativo (bendice, maldice) en el f u t u r o de indicativo
(bendeciré, maldeciré), en el potencial (bendeciría, malde-
ciría) .
2. Hacer y sus compuestos, incluso satisfacer, en la pri-
m e r a p e r s o n a singular d e l p r e s e n t e d e i n d i c a t i v o (hag-o)
y e n t o d o el p r e s e n t e d e s u b j u n t i v o ( h a g - a , -as, -a, -amos,
-áis, -an). aparte de irregularidades del t i p o q u i n t o (hic-e,
•iste. ) , del sexto (haré , haría. ) , del séptimo (haz).

144.
3. Saber y" caber, e n la p r i m e r a p e r s o n a singular d e l
p r e s e n t e d e i n d i c a t i v o (sé, quepo) y en t o d o el p r e s e n t e d e
s u b j u n t i v o ( s e p - y quep-a, -as, -a, -amos, -ais, -an). aparte de
irregularidades del t i p o q u i n t o ( s u p - e , cup-e ) y del sexto
(sabré. . , sabrá. . , cabré. . , cabrá. . .).
4. Dar, e n la p r i m e r a p e r s o n a singular d e l p r e s e n t e d e
indicativo agrega y (doy) : e n el p r e s e n t e d e s u b j u n t i v o resul-
ta agudo, en cinco de las seis f o r m a s (d-é, -es, -é, -eis, -en):
en el p r e t é r i t o cambia la vocal de la desinencia, en / : d-i, -iste,
-ió, -irnos, -isteis, -ieron, y en consecuencia su p r e t é r i t o im-
p e r f e c t o y su f u t u r o d e s u b j u n t i v o t e r m i n a n en -iera, -iese,
-iere, en vez de -ara, -ase, -are.
5. Haber: s o n a n ó m a l a s las f o r m a s d e l p r e s e n t e d e in-
d i c a t i v o (he, has, ha, hemos, han: la única f o r m a n o r m a l es
habéis; a n t i g u a m e n t e existía habernos) y d e s u b j u n t i v o (hay-
a, -as, -a, -amos, -áis, -an); su pretérito de indicativo y en
consecuencia su p r e t é r i t o imperfecto y su f u t u r o de s u b j u n t i v o
corresponden a la irregularidad del q u i n t o t i p o (hub-e
-iera. . . ) . el f u t u r o de indicativo y el potencial al sexto t i p o
(habré . ., habría . . ) , y el i m p e r a t i v o al s é p t i m o t i p o (he) :
el imperativo s ó l o subsiste en frases hechas c o m o " h e a h í " .
6. Ser: s o n a n ó m a l a s las f o r m a s d e l p r e s e n t e d e indi-
c a t i v o (soy, con adición de y: eres, es, f o r m a s a n ó m a l a s ; so-
mos, irregular frente al rústico sernos; sois; son) y d e s u b j u n -
tivo (se-a, -as, -a? -amos, -áis, -an): su p r e t é r i t o d e i n d i c a t i v o
(fu-i, -iste, -é, -irnos, -isteis, -eron) y en consecuencia su p r e -
térito i m p e r f e c t o y su f u t u r o d e s u b j u n t i v o (fu-era. . -ese...,
-ere. . . ) ; su p r e t é r i t o i m p e r f e c t o d e i n d i c a t i v o (er -a, -as, -a.
•amos, -ais, -an).
« 7. Ir: son a n ó m a l a s s u s f o r m a s del p r e s e n t e d e indicati-
v o 1 (O-QI/, -as, -a, -amos, -ais, -an) y d e s u b j u n t i v o (v-aya,
-ayas, -aya, -ayamos, -ayáis. -ayan): su p r e t é r i t o i m p e r f e c t o
d e indicativo, que agrega una b c o m o los verbos en -ar (iba,
-as, -a, -amos, -ais, -an) ; el pretérito de indicativo y el preté-
rito imperfecto y el f u t u r o de s u b j u n t i v o son los del verbo ser.
0r*ns(ti«4.—10.
145.
8. Estar: en los p r e s e n t e s d e i n d i c a t i v o y d e s u b j u n t i v o
el a c e n t o se d e s p l a z a a la desinencia (estoy, con adición de y;
estás. , esté . ., estés . ) ; el p r e t é r i t o de i n d i c a t i v o y, en
consecuencia, el p r e t é r i t o i m p e r f e c t o y el f u t u r o de s u b j u n t i v o
hacen estuve, estuviste, etc.. estuviera, etc.. estuviere, etc.
9. Ver y s u s c o m p u e s t o s : s o n irregulares la p r i m e r a p e r -
sona singular del presente d e indicativo (veo. y t o d o el pre-
s e n t e d e s u b j u n t i v o : vea. veas, ve, veamos, veáis, vean) : el pre-
t é r i t o i m p e r f e c t o de i n d i c a t i v o , en lugar del a n t i c u a d o y regular
vía, vías . hace veía, veíais. ; a n t i g u a m e n t e el i n f i n i t i v o era
veer y se c o n j u g a b a veo, vees, vee . : u n o de ios c o m p u e s t o s .
proveer, h a c o n s e r v a d o la d o b l e e y es regular con su c o n j u -
g a c i ó n : en c a m b i o , prever ha p e r d i d o la d o b l e e y s o n inco-
rrectas las f o r m a s a n t i c u a d a s q u e a veces se escriben t o d a v i a :
prevees, prevee, en lugar de prevés, prevé.

183. REGLAS PRÁCTICAS. — E n el uso de los verbos h a y


m u c h a s incorrecciones q u e deben evitarse. S o n las principales:
1. C o n j u g a r c o m o regulares v e r b o s q u e son irregulares,
c o m o apretar ( q u e da aprieto, aprietas. . ), cimentar, errar,
herrar, emparentar, calentar: engrosar, trocar, trastrocar, cocer,
colar. S o n incorrectas las p r o n u n c i a c i o n e s c o r r i e n t e s : erra p o r
yerra, engrosa, p o r engruesa, colo p o r cuelo.
2. C o n j u g a r c o m o irregulares v e r b o s q u e s o n icgulares.
c o m o enredar, aprender, comprender, desertar, entregar, ende-
rezar. anegar, sorber, absorber, esconder, doblar, toser, coser,
romper, aflojar, en q u e i n d e b i d a m e n t e se hacen d i p t o n g o s :
deber, c u y o potencial n o debe contraerse (debería y n o debria);
mecer, q u e i n d e b i d a m e n t e se asimila a los. del t i p o aparecer
(mezco, mezca. . ., en vez de la f o r m a correcta mezo, me-
za .) ; inmiscuir, etc.
3. A t r i b u i r a u n o s v e r b o s irregularidades q u e s o n de
o t r o s : en haber, haiga, en huir, huiga, a s e m e j a n z a de traiga,
caiga, oiga, o , al revés, en oír, oya, a s e m e j a n z a de haya; en

146.
hervir hirvo, hirves. a s e m e j a n z a de sirvo, sirves: en dar. dea.
en estar, estea. a s e m e j a n z a de sea, vea.
4. C a m b i a r de l u g a r el a c e n t o en f o r m a s c o m o hayamos,
vayamos, durmamos, queramos, d i c i e n d o i n c o r r e c t a m e n t e ha-
yamos, vayamos, duermamos. ( E n E s p a ñ a se cometía a d e m á s
13 incorrección de decir háyais. váyais, p o r hayais. vayais) : ade-
más, en los presentes de v e r b o s d o n d e h a y c o n c u r r e n c i a de
vocales e n t r e el radical y la desinencia, c o m o alinear, q u e d a
alineo, alineas . . ( y n o alineo, alineas ).
5. C o n f u n d i r los v e r b o s t e r m i n a d o s en -car con los ter-
m i n a d o s en - i a r c o n j u g á n d o l o s p a r e j a m e n t e : paseo, cambeo. . .
pasié, cambié, s i e n d o l o c o r r e c t o paseo y cambio, paseé y
cambié.
6. E r r o r e s aislados, c o m o el de hacer d o b l e la r de
queramos, d i c i e n d o querramos, p o r i n f l u e n c i a de querremos.
7. Placer se c o n j u g a h o y c o m o del c u a r t o t i p o de irre-
g u l a r i d a d e s : plazco, plazca, etc. P e r o a n t i g u a m e n t e el p r e s e n t e
del s u b j u n t i v o era plega. E s t a f o r m a t o d a v í a la u s a n a l g u n o s
escritores, p e r o es u n e r r o r en q u e n o p o c o s caen el c o n v e r t i r l a
en plegue ( " p l e g u é a D i o s " , p o r " p l e g a a D i o s " ) . E l p r e t é r i t o
de i n d i c a t i v o es plugo, y el p r e t é r i t o y f u t u r o de s u b j u n t i v o
pluguiera, pluguiese y pluguiere.
8. H a y v e r b o s de f o r m a s vacilantes, a m b a s a d m i t i d a s ,
c o m o los i n f i n i t i v o s amoblar y amueblar, adestrar y adiestrar,
Las m á s corrientes s o n l3s d i p t o n g a d a s .

184. VERBOS DEFECTIVOS. — Se l l a m a n así los q u e


n o tienen c o n j u g a c i ó n c o m p l e t a , c o m o abolir ( n o se c o n j u g a ,
p o r e j e m p l o , en los p r e s e n t e s ni abolo n i abuelo), atañer,
balbucir (se c o n j u g a c o m p l e t o , en c a m b i o , balbucear), con-
cernir, aterir. Garantir es d e f e c t i v o o d e s u s a d o en E s p a ñ a y
m u c h o s países de A m é r i c a ( l o s u s t i t u y ó garantizar) ; en el R í o
de la P l a t a se. usa t o d a v í a , s o b r e t o d o en la e x p r e s i ó n " l e
garanto".

147.
EJERCICIO GRAMATICAL. — E n el m i s m o p a s a j e de
La vorágine de J o s é E u s t a s i o Rivera t r a n s c r i t o en la lección
a n t e r i o r ir s e ñ a l a n d o los verbos irregulares y en q u é consiste
su respectiva i r r e g u l a r i d a d . A cada v e r b o irregular se le h a de
buscar a l g ú n o t r o v e r b o con i r r e g u l a r i d a d a n á l o g a y se debe
declarar en q u é consiste la a n o m a l í a . H a c i e n d o esto, n o es
necesario q u e el a l u m n o diga si el g r u p o de irregulares a que
pertenece el v e r b o a n a l i z a d o es del n ú m e r o tres o del cinco
o el siete.

R E C I T A C I O N

¿Oyes?

¿Oyes? ¿Oyes? ¡Un canto en la noch<l


Ya no . . ya no
Se apagó, se apagó por la sombra . .
Pasó . . Pasó. . .

No. no ha sido el arroyo, ni ha sido


voz de árbol la voz,
ni de viento en las cañas. . Ha sido
canción . canción. . .

¿Oyes?. ¿Oyes?. . ¡El canto en la noebel


N o es de agua ese son.
ni de flautas, ni de arpas es una. . .
dulce voz . ¡dulce v o z ! . . .

¿Oyes?. ¿Oyes? ¡La noche es un cantol


¡Un viejo fervor!
¡Oh la noche, la noche que canta
su amor . . su amor!
ARTURO CAPDEVILA.

148.
Doña Graciana

Ignoro si eres vasca o argentina


o si llegaste aquí en edad temprana.
Eres esto, n o más: Doña Graciana. . .
corporal fortaleza y alma fina.

Siempre del comedor a la cocina,


suena en tu paso de perfecta anciana
un grave son de noble porcelana
y un trino azul de copla cristalina.

Esto ocurrió en tu estancia un dia de fiesta:


tu actividad d e j ó la mesa puesta
y te escapaste, hecha una sombra, luego.

Curioso yo de todos los rincones


te encontré, rodeada de peones
rezando humildemente j u n t o al fuego.

FERNÁNDEZ MORENO.

Entre estas dos composiciones de dos eminentes poetas


argentinos c o n t e m p o r á n e o s puede establecerse contraste: la de
Fernández M o r e n o pinta una realidad viva, sentida lírica-
mente: la de Capdevila es toda imaginación y emoción.

L E C C I O N X I X

EL VERBO: USO DE LOS MODOS Y TIEMPOS


f. '

1 8 5 . MODOS. — Los m o d o s indican de qué manera


encara el que habla la significación del v e r b o : el indicativo,
como real, " r e l u m b r a el s o l " ; el potencial, c o m o posible,
"¡estaría eso b u e n o ! " ; el imperativo, c o m o m a n d a t o , consejo.

149.
ruego o petición, " v e n " , " o y e " , " c u í d a t e " : el s u b j u n t i v o , como
deseo o duda, "quiera D i o s " . "Señor, que se s a l v e " : " t a l vez
esté a q u í " . T a l e s usos son los de la oración simjple. El sub-
j u n t i v o , además, se emplea en oraciones s u b o r d i n a d a s : "le digo
que venga"; "le dije que viniera"; "le diré que venga"; "cuando
Venga, h a b l a r e m o s " : "si viniera, t r a t a r í a m o s " : "si viniere.
deténgasele". Los matices que los m o d o s significan pueden ex-
presarse con carácter afirmativo, negativo o dubitativo. El
m o d o imperativo tiene la peculiaridad de que sus f o r m a s pro-
pias sólo se emplean en sentido a f i r m a t i v o (escucha, detente,
vé. habiadle. corred . . ) : para la negación pide prestadas sus
formas al presente de s u b j u n t i v o : no escuches, no te detengas,
no vayas, no habléis, no corráis Igualmente se emplean
las f o r m a s del s u b j u n t i v o con las terceras personas ficticias:
vaya usted, vengan ustedes. . .

1 8 6 . Aparte de estos cuatro modos, tiene el verbo tres


formas, el infinitivo, el participio y el gerundio, de las cuales
se dice a veces que constituyen el m o d o infinitivo. T i e n e n de
común, contra el resto de la conjugación, el carecer de los
accidentes de persona y de tiempo, y por eso no pueden for-
m a r oración propiamente dicha, es decir, que lo sea a la vez
por el significado y por la f o r m a : solamente figuran en pro-
posición s u b o r d i n a d a : " | contarte yo mis aventuras) sería
largo" (la proposición entre corchetes sirve de s u j e t o : a su vez
tiene sujeto, yo, complemento directo, mis aventuras, y com-
plemento indirecto, te): " [ j u g a n d o yo al ajedrez) me hablaron
de las h i j a s del r e y " (la proposición entre corchetes sirve de
complemento circunstancial: tiene sujeto, yo, y complemento
circunstancial, al ajedrez): " ( s e n t a d o y o en la orilla del arro-
y o ) . admiré la gracia de la t r u c h a " (la proposición entre cor-
chetes sirve de complemento circunstancial: tiene sujeto, yo,
y complemento circunstancial, en la orilla del arroyo).

De estas tres formas, sólo el participio es variable, con


la peculiaridad de tener n ú m e r o (sentado, sentados) y además

150.
genero ( s e n t a d o , sentada), accidente este ú l t i m o que n o es
p r o p i o del v e r b o en sus m o d o s personales.

187. L O S MODOS S E G Ú N E L T I P O DE ORACIÓN. — En


la oración e n u n c i a t i v a s i m p l e ( l l a m a d a t a m b i é n aseverativa o
declarativa) y en la i n t e r r o g a t i v a se emplean los m o d o s indi-
cativo y p o t e n c i a l : "es el o t o ñ o " : " n o h a p a s a d o n a d a " :
"acaso ellos t e n d r í a n r a z ó n " : " ¿ p o d r á s e r ? " : " ¿ n o estaría
presente?" C u a n d o la expresión es de duda, puede emplearse
además el m o d o s u b j u n t i v o : "acaso v e n g a " : " q u i z á s n o es-
tuviera a l l í " .
E n la oración i m p e r a t i v a o e x h o r t a t i v a se emplea el m o d o
i m p e r a t i v o o las f o r m a s del s u b j u n t i v o h a b i l i t a d a s para este
uso: " i n c l í n a t e y e s c u c h a " : " n o quieras descubrir el secreto
de la e s f i n g e " : " o í d el g r i t o s a g r a d o " : " v u e l v a usted m a ñ a n a " .
E n la oración d e s i d e r a t i v a se emplea el m o d o s u b j u n t i v o :
"despiértenme las aves con su cantar s a b r o s o n o a p r e n d i d o "
( F r a y L u i s de L e ó n ) ; " q u e n o sea n a d a " .
L a oración e x c l a m a t i v a , c o m o n o tiene c o n t e n i d o dis-
t i n t o de las anteriores, s i n o q u e es u n a de ellas p r o n u n c i a d a
con énfasis, a d m i t e t o d o s los m o d o s .

188. L o s TIEMPOS. — L a división f u n d a m e n t a l de los


tiempos del v e r b o es la de p r e s e n t e , p r e t é r i t o ( p a s a d o ) y f u -
t u r o : el m o m e n t o en que se h a b l a , t o d a época q u e le anteceda
y toda época q u e esté p o r venir. P e r o en el e m p l e o de las
f o r m a s correspondientes a los t i e m p o s h a y m u c h o s matices.

189. E L PRESENTE. — Expresa que la significación


del v e r b o ocurre en la época m i s m a en q u e se h a b l a : " n o
q u i e r o " : " t e n g o quince a ñ o s " : " l a l u n a es u n satélite de la
tierra". N o indica, pues, q u e ocurra s o l a m e n t e en la actualidad,
sino que ocurre en la actualidad.

190. PRESENTE HABITUAL. — U n uso especial del pre-


sente es el l l a m a d o p r e s e n t e h a b i t u a l , q u e expresa que la sig-

151.
nificación del v e r b o ocurre h a b i t u a l m e n t e o con repetición h a -
b i t u a l : " Y o e s t u d i o de n o c h e " . " E l presidente de la A r g e n t i n a
d u r a en su m a n d a t o seis a ñ o s " . " A n t o n i o va m u c h o al cine-
matógrafo".
E n esta clase de presentes se incluyen los q u e en vez de
la repetición h a b i t u a l , expresan q u e lo q u e el v e r b o significa
es una cualidad del s u j e t o . El h á b i t o y la cualidad, identifi-
cados. " L o s g a m o s saltan m u c h o " . " L o s camellos a g u a n t a n
m u c h o s días sin b e b e r " . " E l p e r r o es el a m i g o del h o m b r e " .

191. PRESENTE HISTÓRICO. — " D e c i d i d o a atacar a


R o m a . A n í b a l reúne su ejercito, pasa los Pirineos, vadea el
R ó d a n o , escala los A l p e s y cae c o m o u n castigo sobre las
l l a n u r a s i t a l i a n a s " . A q u í los presentes reúne, pasa, vadea,
escala y cae sirven para" indicar u n o s hechos pretéritos, que
n a d a tienen de actualidad. Se llama este u s o p r e s e n t e histórico
p o r q u e es u n a f o r m a f a v o r i t a del estilo de las historias, here-
dada de los latinos p o r n u e s t r o s historiadores.
C o n el presente histórico, n u e s t r o espíritu se identifica u n
i n s t a n t e i m a g i n a t i v a m e n t e con el t i e m p o real de los hechos.
P o r eso da al relato especial vivacidad.
El presente histórico n o es exclusivo del lenguaje lite-
rario. Es m u y frecuente t a m b i é n en el l e n g u a j e f a m i l i a r y
m á s t o d a v í a en el l e n g u a j e p o p u l a r . U n e j e m p l o de l e n g u a j e
popular:

"Déjeme usted que me desahogue, señor ¿Habrá lio charrán.'


¡Almanaque lo hagan, para que todos los días le arranquen algo! ¡Jesús.
Jesús. Jesús!. Me lo encontré en la esquina de la callejuela, a la
verita de un coche, casi enfrente a la casa de Pedrito. Y me fui para
él como una loba a sacarle los ojos . . —¿Ustedes no saben que me
dejó a deber cuatro pesetas? — I.o mismo fué vermí venir que
me saludó muy reverencioso. Sallo yo y le digo: " M i s valia que
en ve/, de tomar coche pagara usted las trampas". Y salta él y me dict:
¿Y usted para qué quiere ya el dinero, con los años que tiene encima?"
Y salto yo y le digo: "Eso no es cuenta de usted, so pendón". Y salta
fl y me di(e que soy una bruja. Y salto yo y le digo que se llevó de

152.
aquí una cuchara. Y salía él y me dice que eso no es verdad. Y sallo
yo y le araño en la jeta. Y salla él y me da un bofetón ¡maldita sea
su casta! Y salto yo y le pongo un ojo como el farol de la botica. Y
salta el cochero del pescante y se mete por medio. Y principia a salir
la gentuza de la taberna, y sale don Calixto con una lagarta, y se ponen
a reírse de mí. y me arranco a la lagarta y le trinco el moño, y ella
me trinca el mío. y por poquito nos quedamos calvas las dos: y se para
la gente a mirarnos, y a mí me cfa la razón todo el mundo, menos los
guindillas porque no había ninguno". (S. y J . Alvarez Quintero.
Los galeotes. El pasaje está en el original con pronunciación andaluza
popular: nosotros le hemos quitado el carácter regional para no agregar
dificultades que no son importantes para nuestro propósito).

Se suele explicar, e q u i v o c a d a m e n t e , q u e . con el presente


histórico t r a e m o s i m a g i n a t i v a m e n t e a nuestra a c t u a l i d a d l o
que hace m u c h o t i e m p o o c u r r i ó . E n realidad, es al revés: i m a -
ginativa y estilísticamente r e p r e s e n t a m o s vivir n o s o t r o s el pre-
sente de a q u e l l o s h e c h o s o c u r r i d o s en el p a s a d o .

192. PRESENTE POR FUTURO. — " E l a ñ o e n t r a n t e m e


voy a E u r o p a " . " M a ñ a n a m i s m o me p o n g o a e s t u d i a r " . E s t e
uso es f r e c u e n t í s i m o . Al a n t i c i p a r i m a g i n a t i v a m e n t e los hechos,
del f u t u r o al presente, n u e s t r a inteligencia n o se e n g a ñ a ni se
equivoca. El h e c h o se sigue i n d i c a n d o c o m o f u t u r o , p e r o la
f o r m a del presente a ñ a d e u n a resolución o convicción o se-
g u r i d a d actual de q u e el h e c h o o c u r r i r á .

193. E L FUTURO. — E l f u t u r o de i n d i c a t i v o se e m p l e a ,
a n t e t o d o , p a r a la significación q u e su n o m b r e i n d i c a : " i : é " .
" v e n d r e m o s " , " a m a n e c e r á " . E n s e n t i d o f i g u r a d o expresa p r o -
b a b i l i d a d o d u d a ( f u t u r o h i p o t é t i c o o d e p r o b a b i l i d a d ) : "¿es
tara e n f e r m o ? " , "será q u e n o p u e d e " , " s e r á n las 1 0 " .
E s cosa repetida p o r los preceptistas que, en el h a b l a r
f a m i l i a r del R í o de la P l a t a , está a p u n t o de perderse este
i m p o r t a n t e t i e m p o de n u e s t r a c o n j u g a c i ó n , d e s p l a z a d o p o r el
presente y p o r haber de m á s i n f i n i t i v o : " L a C o s t a n e r a h a de
llegar con el t i e m p o h a s t a E l T i g r e " . " H a n de ser las d i e z " .
E s t o s giros a l t e r n a n con el f u t u r o en t o d a s las regiones de

153.
lengua española, pero, si se desaloja al f u t u r o , n o sólo se
empobrece la lengua con la supresión de tal recurso, sino que
t a m b i é n se empobrece en las f o r m a s que q u e d a n c o m o s u s t i t u -
tos. p u e s t o q u e se e s f u m a n los matices diferenciales. Si se usa
haber de más i n f i n i t i v o con n u e v o valor de f u t u r o es claro
q u e ese giro pierde su especial m a t i z de í n t i m a obligatoriedad
o de regulación a la cual se somete el s u j e t o .

194. I.OS TIEMPOS DEL PASADO. — C o m o , de los tres


tiempos en q u e se reparte la significación del verbo, es del
pasado del que m á s experiencias tenemlos. h a y variedad en las
f o r m a s de expresarlo. El p r e t é r i t o de indicativo expresa la sig-
nificación s i m p l e m e n t e c o m o hecho que ha o c u r r i d o en el pa-
sado: " c a y ó I t á l i c a " : "vine. vi. v e n c í " . El pretérito i m p e r f e c t o
de indicativo la expresa c o m o hecho que está o c u r r i e n d o en el
p a s a d o : es c o m o u n presente en el p a s a d o : " l l o v í a " ; " t r a b a j a b a
m u c h o " : "estaba t o d o m u y t r a n q u i l o " : m u c h a s veces el hecho
se indica c o m o coincidiendo con o t r o ( d e ahí el n o m b r e de
c o p r e t é r i t o que le d i ó B e l l o ) : " c u a n d o tú ibas y o v e n i a " ; " y o
leía c u a n d o él llegó".

195. L o s t i e m p o s c o m p u e s t o s con h a b e r expresan la


significación del v e r b o c o m o hechos o c u r r i d o s antes del t i e m p o
correspondiente a la f o r m a del a u x i l i a r : " h a b í a l l o v i d o " es
antes de o t r o hecho p a s a d o : " h a b r é l l e g a d o " es antes de o t r o
hecho f u t u r o . P o r eso Bello les a n t e p o n í a 13 partícula ante:
antepresente, antepretérito, antecopretérito. a n t e f u t u r o .
El p r e t é r i t o p e r f e c t o ( " h a s a l i d o " , " h a sucedido lo que se
e s p e r a b a " ) es el p a s a d o visto desde el presente y en relación
con él.
E n su origen el pretérito c o m p u e s t o se distinguía bien del
pretérito simple, y todavía m a n t i e n e n la distinción regiones
c o m o N a v a r r a . A r a g ó n y parte de Castilla la V i e j a (además,
los escritores de t o d a s partes) : pero m o d e r n a m e n t e existe la ten-
dencia a f u n d i r los usos: mientras en M a d r i d se prefiere el

154.
pretérito perfecto y se emplea para significaciones que antes
correspondían al pretérito simple ("el año pasado me he com-
prado una casa", por ejemplo, en vez de " m e c o m p r é ) , en
gran parte de América se hace lo contrario: "salió h o y " , en vez
de " h a salido h o y " . En nuestras provincias andinas, el uso
coincide con el de Madrid, y n o con el porteño.

196. El pretérito p l u s c u a m p e r f e c t o expresa un hecho


anterior a o t r o hecho del pasado: " y o había salido cuando tú
llamabas" o "cuando tú llamaste". El pretérito anterior, " h u b e
salido". h3 d e j a d o de usarse en el habla: a veces se emplea en
literatura en proposiciones subordinadas de tiempo, como "des-
pués que h u b o d a d o las gracias, se sentó".

197. En el m o d o potencial n o hay propiamente expre-


sión de tiempo. El potencial simple expresa una posibilidad
que cabe en cualquier época: "tendría entonces treinta a ñ o s " :
"sería bueno multiplicar las escuelas de artes y oficios". El
potencial compuesto, igualmente, pero d a n d o el hecho como
terminado: " y o n o habría dicho tal cosa": "supuse que en
aquel m o m e n t o ya habría leído la c a r t a " ; " d i j o que c u a n d o
regresara ya habría terminado el l i b r o " .

198. Los tiempos del s u b j u n t i v o indican la relación


temporal mucho más oscuramente que los del indicativo. E n
las oraciones subordinadas, el empleo de u n o u o t r o tiempo
del s u b j u n t i v o se rige por el tiempo de la principal, según la
llamada correlación de los tiempos, y la significación temporal
del tiempo del s u b j u n t i v o está en cada caso determinada por
!a del tiempo de la principal.

199. Las formas en -ara, -era , que se clasifican como


pertenecientes al s u b j u n t i v o , se emplean también como del
potencial: "¡quién pensaría!" y "¡quién pensara!" son equi-
valentes; " b u e n o sería" y " b u e n o f u e r a " : "habría dicho" y
"hubiera dicho". Modernamente, en Madrid se emplean en

155.
el potencial compuesto las formas hubiese, hubieses . , y de
allí, por imitación, h a n pasado a la lengua escrita de todas
partes: " y o hubiese d i c h o " p o r " h a b r í a d i c h o " o "hubiera
d i c h o " , "hubiese pensado", "hubiese escrito" . Este uso
no puede considerarse correcto.
Se comete, además, en el norte de España y America, el
error contrario: emplear las formas del potencial c o m o de
s u b j u n t i v o : "si yo v e r í a " por "si y o viera", "si yo d i r í a "
por "si yo d i j e r a " . Debe evitarse.
Las formas en -ara, -era tienen todavía o t r o tercer em-
pleo: el de pretérito pluscuamperfecto de indicativo. " E l adiós
que le diera" quiere decir "el adiós que le había d a d o " :
"el día en que partiera de su h o g a r " quiere decir "el día en
que había partido de su h o g a r " . Este empleo, que se explica
porque en latín estas formas correspondían realmente al plus-
cuamperfecto. y que era normal en épocas pasadas, sobrevive
ahora como afectación, y en general lo evitan los mejores
escritores y hasta los poetas, a pesar de que el lenguaje poético
ha conservado mayor n ú m e r o de formas arcaicas que la pro-
sa. T o d a v í a es m a y o r error emplear estas f o r m a s del s u b j u n t i v o
con valor de simple pretérito de indicativo: "Se ha c o n f i r m a d o
la noticia que este diario diera".

200. El f u t u r o d e s u b j u n t i v o expresa siempre el hecho


como contingente: "si fuere necesario, se h a r á " : "si viniere,
háblenle". Actualmente n o se emplea en la lengua hablada,
salvo u n o que o t r o lugar, y se usa poco en la lengua escrita.
La lengua hablada lo sustituye generalmente con el presente
de indicativo: "si es necesario"; "si viene". La lengua escrita
procede de igual m o d o : pero a veces, aspirando a mantener
el f u t u r o de s u b j u n t i v o . los que escriben usan en su lugar
el pretérito imperfecto y dicen "si viniera, háblenle", "si
fuera necesario, se h a r á " : en estos casos es incorrecto usar el
pretérito en lugar del f u t u r o : en la duda, debe preferirse el
presente de indicativo.

156.
201. L o s t i e m p o s c o m p u e s t o s del s u b j u n t i v o presentan
s i e m p r e l o s h e c h o s c o m o a n t e r i o r e s al t i e m p o correspondiente
a la f o r m a d e l a u x i l i a r : " h a y a v e n i d o " e s a n t e r i o r a "venga":
"hubiera venido" o "hubiese venido", anterior a "viniera" o
"viniese": "hubiere venido", anterior a "viniere".

E J E R C I C I O GRAMATICAL. — A p l i c a r las e x p l i c a c i o n e s d e
la lección s o b r e l o s m o d o s y l o s t i e m p o s v e r b a l e s , e n l o s v e r b o s
del siguiente pasaje del brillante escritor peruano Ventura
G a r c í a C a l d e r ó n , y c o n c r e t a r h a s t a d o n d e sea p o s i b l e el v a l o r
particular de cada ejemplo.

¿El señor no oyó hablar jamás de la chicharra machacui{ Una


mariposa que es una vibora. Si. ¿Qué le parece? Una cosa tan linda,
una florecita que vuela, cuando a la hora de la hora viene volando
se tropieza con uno y le clava el aguijón, que tiene ponzoña. N o sale
por las tardes porque le diré que es medio cegatona. Cuando empieza
a refrescar, sale de su covacha como los murciélagos. Donde ve luz,
illá se va. Y como era casi de noche, mi indiecita estaba con el niño
recogiendo los vasos de caucho y habia encendido su linterna. Llegó,
como le decía, la chicharra machacui, y el niño se puso a dar grandes
alaridos: pero yo no comprendía nada. Sólo ella, conociendo estos
bichos, vió el bracito 'mojado de sangre. La madre agarró y miró
a todos los lados como si buscara amparo de la Virgen Santísima. ¡Ah,
señor, sólo una india es capaz de hacer cosa semejante! En dos por
tres se arrodilló en tierra, como le estaba diciendo, afiló el maclttte
y. ] tras 1. le cortó el brazo hasta el codo. |Como si me lo hubieran
cortado a mi. señor! Se oyó tan lejos el grito y los llantos que hasta
el bosque pareció callarse, y yo estaba loco de atar. ¿Se figura? La
madre amarraba el muñón con un pedazo de la camisa y corría, sin
gemir, en dirección al campamento, donde el patrón, que era algo mé-
dico. podía quizis curar al niño: corria por la selva nocturna llena
de luciérnagas y de rugidos y del sonido más terrible de la serpiente
de cascabel. Durante una ho-a estuvo corriendo. Yo iba detrás con el
fusil listo para los tigres. Cayó al fin muerta de mal de corazón: y
el niño se murió allí, gimiendo, en la selva endemoniada. . Se quedó
lelito bajo un árbol de caucho, blanco, como el papel. Entonces, de un
salto, bajó de la sombra el tigre que habia estado siguiéndonos y se
llevó, señor, al muertecito. para comérselo..'; Yo no sé cómo pude
escapar a Manaos: y allí me enganché de marinero para volver a la

157.
patiia. . Era una mariposa bonita. señor. una mariposa que tenía
veneno. Digame si es justo, por la santa caridad, que asi se me llevaran
a mi angelito. Era una mariposa de todos los colores, una mariposa
linda . .
VENTURA GARCÍA CALDERÓN,
La selva de los venenos.

R E C I T A C I Ó N

Barquera

—Barquerilla hermosa, pasadme,


de la banda de allá del río T a j o ,
nombre de Jesús.
— S i traéis dinero, bien os pasaré.
— ¿ Y si no lo tengo?
— P u e s n o os pasaré.
nombre de Jesús.
—¿No? —No.
— ¿ E n t o n c e s qué haré?
— E n la playa os quedaréis.

—Pasadme, alma mía. que por vos me muero.


— S i n plata o sin oro. el barco no muevo.
— M i r a d , ojos míos, que no lo tengo.
— M i r a d que n o quiero.
— ¿ Y entonces qué haré?
— E n la playa os quedaréis.

— D e j a d m e llegar a vuestra falúa.


— Q u i e n entra y n o paga, en pasando, zumba.
— N o seáis tan cruda, que yo os pagaré.
— E n la playa os quedaréis.

LOPE DE VEGA.
La mayor virtud de un rey.

158.
Ay. amigo mió, qué barias del rey
suben por el río.
P o r el rio T a j o bajan anchas
coronas de pino.
•—Ay. amigo mío, dime si las barcas
duermen en el río.
— L a s barcas del rey andan por el frío,
como hombre sin amigo.

RICARDO E. MOLINARL
Cinco canciones antiguas de Amigo.

W M M
El diálogo que hemos t i t u l a d o Barquera figura como
n ú m e r o musical, a dos voces, en portugués, en la comedia de
Lope de Vega La mayor virtud de un rey: la hemos traducido
al castellano. Pertenece al viejo tipo galaico-portugués de can-
ciones de barcas. Es el t i p o que m o d e r n a m e n t e reproduce el
f i n o poeta argentino Ricardo E. M o l i n a r i .

159.
CAPÍTULO V I I

L E C C I Ó N XX

EL A D V E R B I O Y SUS ESPECIES

2 0 2 . EL ADVERBIO. — Nuestro idioma tiene una forma


especial para modificar (ampliar, precisar, matizar) el signi-
ficado del adjetivo o del verbo: se le llama a d v e r b i o . Ejem-
plos: "papel muy blanco"; "corre mucho". Cuando, como
caso especial, se necesita modificar la significación de algún
adverbio, se acude a o t r o : así, los adverbios pueden modifi-
carse unos a otros en serie, sin que se introduzca ningún mo-
dificador de otra especie: "bien hecho": "menos bien hecho":
"mucho menos bien hecho".
E l adverbio es una forma invariable. N o tiene accidentes
de género o número.

Los adverbios expresan, pues, conceptos dependientes de otros con-


ceptos dependientes: sus conceptos dependen de los que expresan el verbo
o el adjetivo, que a su vez dependen del concepto independiente que se
expresa por medio del sustantivo. Como dijo Bello, el adverbio modifica
modificaciones.

2 0 3 . Las modificaciones que el adverbio representa se


refieren: al tiempo y al lugar; a la cantidad y al m o d o , y al
carácter afirmativo, negativo o dubitativo d e la oración.

2 0 4 . ADVERBIOS DE TIEMPO Y DE LUGAR. — Los ad-


verbios que se refieren a circunstancias temporales o a circuns-

160.
fcncias e s l e í a l e s se llaman, respectivamente, de t i e m p o y de
lugar.
Los de t i e m p o son: ahora, antes, después, hoy, auer, ante-
ayer, anoche, anteanoche, mañana, luego, entonces, tarde, tem-
prano, presto, pronto, siempre, nunca, jamás, mientras, todavía,
aún, ya, recién, cuándo (interrogativo), cuando (relativo).
Son anticuados hogaño, antaño, otrora, enantes, en todavía,
aína y formas como antonces, antier o antiyer, agora.
Recién sólo debe usarse precediendo a participios: recién nacido, recién
venido.
En el Rio de la Plata se usa además en lugar de recientemente, con
el significado de 'acabar de': "salió recién" (acaba de salir). Todavía
tiene aqui recién otros usos regionales: "recién mañana se sabrá" se dice en
buen castellano " n o se sabrá basta mañana".
Estos usos son desconocidos en las otras naciones de lengua española.
El único uso general y correcto es el que consiste en anteponerlo al par-
ticipio.

Los de lugar son: aquí, ahí, allí, acá, allá, cerca, lejos,
enfrente, delante, adelante, detrás, atrás, dentro, adentro, fuera,
afuera, arriba, encima, abajo, debajo, junto, alrededor, aquende,
allende, dondequiera, dónde y adonde (interrogativos), donde
y adonde (relativos).
Son anticuados acullá, aquende, allende, doquier, dó (inte-
rrogativo). do (relativo), suso y desuso, yuso y ayuso, y
formas como onde.
Hay, a veces, adaptación figurada del adverbio de tiempo a la circuns-
tancia de lugar: se dice que algún punto del espacio o algún objeto está
antes o después que otro. Al revés, se habla de cerca o lejos o atrás o ade-
lante en el tiempo.

2 0 5 . ADVERBIOS DE MODO Y DE CANTIDAD. — Los


adverbios que se refieren a circunstancias cualitativas o cuantita-
tivas se llaman, respectivamente, de m o d o y de cantidad.
Los de m o d o indican las cualidades que se pueden seña-
lar en la significación del verbo, como en ''hablar bien", o
matizan las cualidades que el adjetivo expresa, como en "ape-
Gramitlc*.—U.
161.
ñas visible". Son adverbios de m o d o : bien, mal, despacio,
aprisa, apenas, adrede, aposta, aun, hasta, tal, asi, cómo (inte-
rrogativo y exclamativo), cuál (exclamativo), como y cual
(relativos). Son anticuadas las formas atal (tal), an (aun),
ansí o ansina.
Los de cantidad expresan modificaciones cuantitativas.
Son adverbios de cantidad: mucho, muy. pocó, algo,
nada, harto, demasiado, medio, mitad, bastante, más, menos,
casi, sólo, además, excepto, salvo, tanto y tan; cuánto (inte-
rrogativo y exclamativo), cuán, qué (exclamativos), cuanto
y cuan (relativos).

El significado actual de además es el de agregación: " N o tengo ganas


de salir, y además tengo que trabajar". Antiguamente se usaba también pos-
poniéndolo a los adjetivos para hacerlos superlativos: " E r a hermoso además
(era muy h e r m o s o ) " . Hoy se dice en este sentido por demás. Son arcaicas
igualmente las formas atanto, atan, cuasi, contimás (cuanto m á s ) . Mitad,
es normalmente sustantivo: la mirad, a la mitad, por la mitad. Es adverbio
en frases como esta: "la sirena es mitad mujer y mitad pez".
Medio es sustantivo en "hemos elegido el mejor medio, los medios
m i s adecuados": es adjetivo modificando a sustantivos: medio dia. medio
mundo, medio peso; es adverbio modificando a verbos o adjetivos: "medio
se cayó", "medio se e n o j ó " : "estoy medio d o r m i d o " , "están medio muertas
de miedo". Medio, como adverbio, no varia. Es incorrecto decir media
tonta, medios desnudos. Una particularidad del adverbio medio consiste
en no tener acento prosódico.

2 0 6 . C o m o casos de adaptación de los adverbios de una


significación al uso que corresponde a otra, pueden mencionar-
se pronto, presto: como adverbios de tiempo significan "poco
después", "al poco r a t o " : crt^pleados como adverbios de modo,
significan "rápidamente", "en poco tiempo". Aún, adverbio
de tiempo, equivalente a " t o d a v í a " , se ha t r a n s f o r m a d o en
adverbio de modo, con matiz concesivo, y en este uso ha per
dido el acento: "aun delgado, se mantiene f u e r t e " ; "mis in-
tenciones fallan, aun siendo puras". Todavía, adverbio de
tiempo, puede usarse como de cantidad: "todavía más". Y así
otros.

162.
207. ADVERBIOS DE ORDEN. — Los adverbios que la Academia
llama de orden son variedades de los de tiempo y lugar que expresan as-
pectos cuantitativos (ordinales), como primero. Suelen emplearse con este
significado ordinal antes, después, delante, detrás.

2 0 8 . ADVERBIOS DE AFIRMACIÓN, NEGACIÓN Y DUDA.


— El adverbio puede determinar el carácter afirmativo, nega-
tivo o dubitativo de la oración. Si el carácter es afirmativo,
normalmente no se necesita ningún adverbio: cualquier enun-
ciación simple se entiende en scntidiy afirmativo. Pero por
medio del adverbio se puede dar énfasis a la enunciación para
que no quede vacilación ninguna: " V i e n e " ; "Sí viene"; "Se-
guramente viene". En cambio, la negación y la duda tienen
que expresarse siempre.
Son adverbios d e a f i r m a c i ó n : sí, también (que además
del concepto afirmativo contiene el concepto de adición), cier-
tamente, verdaderamente, seguramente, etc.
Son adverbios d e negación: no, ni, tampoco (como tam-
bién, al cual se contrapone, contiene el concepto de adición).
Además tienen valor negativo nada, de cantidad, nunca y
jamás, de tiempo.
Son adverbios d e d u d a : quizá o quizás, acaso. Está ha-
ciéndose anticuado dizque, aunque todavía tiene mucho uso
regional en hablas cultas.

2 0 9 . ADVERBIOS PRONOMINALES. — Hay adverbios


de tiempo, de lugar, de modo y de cantidad que, por su modo
de significar son de la familia de los pronombres. Forman
cuatro grupos: interrogativos, relativos, demostrativos e in-
definidos.
Son interrogativos: cuándo (de t i e m p o ) , dónde, adonde
y el anticuado dó (de l u g a r ) , cuánto, qué (de cantidad), cómo
(de m o d o ) .
Son relativos: cuando, donde, adonde, do (anticuado).
cuanto, como.

163.
Los interrogativos se pronuncian y se escriben con acen-
to; los relativos son los mismos, pronunciados y escritos sin
acento. " ¿ C ó m o vas a i r ? " (interrogativo) — " C o m o pue-
d a " (relativo), " ¿ C u á n d o me lo dirás?" (interrogativo).
" C u a n d o yo lo sepa" (relativo).
Los interrogativos tienen también valor exclamativo:
" ; C ó m o me divierte!" " ¡ Q u é blanco está!" " ¡ C u á l gritan esos
malditos!".
Qué y cuál son adverbios como exclamativos; no se usan
como tal en interrogaciones. Cuál es exclusivo de la lengua
literaria, y aun ahí es raro.
Son d e m o s t r a t i v o s : aquí, ahí, allí, acá. allá, y los anti-
cuados acullá, aquende y allende (de l u g a r ) ; así, tal (de mo-
d o ) : ahora, hoy, mañana, ayer, anteayer, anoche, entonces (de
t i e m p o ) : tanto, tan (de cantidad).
Son indefinidos los que corresponden como adverbios a
los pronombres indefinidos, adjetivos o sustantivos: siem-
pre, nunca, jamás ("en todo tiempo", "en ningún tiem-
p o " ) . dondequiera ("en cualquier l u g a r " ) : nada corresponde
al pronombre indefinido nadie. Además, los pronombres in-
definidos todo, mucho, demasiado, harto y poco pueden usar-
se también en función adverbial: "se quedó todo blanco", "te
quiero mucho", "muy grande", "demasiado grande", "dema-
siado lo sabes", "harto te conozco", "es un día poco agra-
dable".

2 1 0 . L o s ADVERBIOS DEMOSTRATIVOS. — El carácter pronominal


de los adverbios demostrativos es el mas evidente, y. entre ellos, a ú n mi»
el de aquí, ahí. allí, acá. allá, porque señalan directamente las posiciones
de las tres personas gramaticales: aquí, es donde estoy yo: ah¡. donde estis
t ú : allí, donde está él o lejos de mi o de ti.
Aquí y allá representan la oposición entre el lugar donde esti la
primera persona y el lugar donde no esti.
E n el § 104 del Primer Curso dimos el siguiente cuadro de pro-
nombres que determinan la significación por las personas gramaticales:

164.
yo tú él
mío tuyo suyo
«te CSC aquel
aquí ahí allí

Los otros adve:bíos demostrativos tienen implícito en su signifi-


cación un pronombre demostrativo: as¡ significa "de este modo': ahora, 'en
este momento': entontes 'en aquel momento': hoy 'en este día' 1 : ayer,
anteayer y mañana determinan su significación por su relación con Aoy.

211. ADVERBIOS DEMOSTRATIVOS Y RELATIVOS. — Los adverbios


demostrativos y los relativos son correlativos, esto es, se corresponden de
modo que los demostrativos pueden ser los antecedentes explícitos de los
relativos: "entonces fué cuando yo lo supe": "asi fué como sucedió":
"aquí fué donde lo encontré".

212. L O S A D V E R B I O S I N T E R R O G A T I V O S cuándo, cuánto Y LOS IN-


DEFINIDOS. — Los adverbios indefinidos son correlativos de lr-s adverbios
interrogativos cuánto y cuándo, en el sentido de que a uno de esos dos
adverbios interrogativos contestan unos u otros de los indefinidos. Con-
testan a cuándo: siempre, nunca y jamás. Y contestan a cuánto: nada,
mucho, poco, harto, demasiado.

EJERCICIO GRAMATICAL. — L o s a l u m n o s deben f o r -


mar frases sencillas en que hagan intervenir adverbios.
Señalar en el pasaje siguiente los adverbios.

El eterno croar melancólico de las ranas formaba el fondo per-


manente de calma en la gran noche de calor. Los dos caminaron en
silencio, no habia ya necesidad de hablar. No, no era cuestión de hablar,
sino de estar atentos al contenido de ese silencio terrestre. De pronto,
sobre la igualdad persistente del croar, se alzaba el sonido de una
garganta animal mis aguda, grito que tenía u n t o de humano y que
parecía una frenética carcajada, una blasfemia o un lloro. Al pie de
los grandes troncos, de ciscara gruesa y terrosa como la piel de un
gran paquidermo, tejían su maraña las lianas, reptando y encogiendo
sus brazos torcidos y débilísimos, cuya única fuerza consistía en la
forma de arraigar y aferrarse, no sin violenta lucha, a la dura corteza.

1
La etimología latina de ahora es h a c hora, 'en esta hora":
la de hoy es h o c d i e. 'en este día'.

165.
También éstas eran voces, y portadoras de quién sabe qué perdurables
mensajes. Se detuvieron, miraron a su alrededor, y luego, ante una
nueva indicación de ella relativa a la hora, volvieron sobre sus pasos.
Era mejor no agregar nada, salvo decirse adiós. Se oyó el ruido
de los frenos, luego el chasquido de las cubiertas al despegarse del
alquitrán.
EDUARDO MALLEA.
Fiesta en noviembre.

l i d u a r d o Mallea, distinguido escritor a r g e n t i n o contem-


p o r á n e o . es a u t o r d e n o v e l a s y c u e n t o s : Fiesta en noviembre.
Nocturno europeo. La ciudad junto al río inmóvil. H a escrito,
a d e m á s . Historia de una pasión argentina, d o n d e h a b l a de sus
p r e o c u p a c i o n e s acerca d e l p o r v e n i r e s p i r i t u a l de s u patria.

COMPOSICIÓN. — Descríbase una calle p r i n c i p a l de la


ciudad, d e s t a c a n d o lo q u e a juicio del a l u m n o tenga impor-.
tancia o valor pintoresco.

L E C C I Ó N X X I

FORMAS Y USOS DEL ADVERBIO

213. ESTRUCTURA DE LOS ADVERBIOS. — La función


d e a d v e r b i o , c o m o la d e s u s t a n t i v o o la d e a d j e t i v o , puede
desempeñarla una palabra simple o compuesta, o bien una
frase, o bien u n a oración.

214. ADVERBIOS SIMPLES. — M u c h o s de l o s a d v e r b i o s


simples — c u y a l i s t a se h a d a d o en las c l a s i f i c a c i o n e s d e la
lección anterior — son originariamente adjetivos que han
adquirido función adverbial, y hasta la a c t u a l i d a d subsisten
separadamente las d o s funciones.

166.
Existen, por ejemplo. los adjetivo* temprano ("rosa t e m p r a n a " ) .
pronto ( " p r o n t o regreso"), mucbo ("mucha g e n t e " ) , harto ("hartos de
t r a b a j a r " ) , solo ("él está s o l o " ) , salvo ("están sanas y salvas"), medio
("medio p a n " ) , tal ("tales cosas"), qué ( " q u é h o m b r e s " ) , y los a d -
verbio* temprano ("vén t e m p r a n o " ) , pronto ("vendrá p r o n t o " ) , mucho
("corre m u c h o " ) , harto ("tarca harto d i f í c i l " ) , sólo (sólo aquí suceden
estas cosas"), salvo ("nadie acudió, salvo é l " ) , medio ("están medio
l o a s " ) , tal ("tal sube, que parece que resbala"), qué ( " q u é a l t o " ) . Tarde.
originariamente sustantivo ("la tarde plácida"), p r o d u j o el adverbio tarde:
"es muy tarde" (hay lugares donde el sustantivo noche, a imitación de
tarde, »e ha convertido en adverbio: ("es muy n o c h e " ) . Hasta, preposi-
ción. se convierte en adverbio: ( " d e contento, hasta corre": "es hasta me-
lancólico").

Además. los adjetivos se usan adverbialmente en ocasiones: "ahora


mismo": "aquí mismo"; "hablar pato"; "cantar quedo"; "pegar duro":
"¡seguro!"; "¡claro!" Pero se considera incorrecto extender este uso a
todos los adjetivos, 'de m o d o que deben evitarse, a lo menos en la lengua
escrita, construcciones como "hablar rápido" o "gritar fuerte".
Con relación al uso correcto de los adverbios según su significación,
debe recordarse que hoy quiere decir 'el día presente' y no 'poco antes'
ni 'hace rato' (y desde hoy quiere decir "a contar desde este dia' y no
'desde hace rato": que despacio quiere decir 'lentamente' y no 'en voz
baja'; que no debe usarse adelante en lugar de delante ni atrás en lugar
de detrás.

215. I N V A R I A B I L I D A D D E L ADVERBIO. — El adverbio


es s i e m p r e p a l a b r a i n v a r i a b l e , e s d e c i r , s i n a c c i d e n t e s gramati-
cales. P e r o c o m o h a y a d v e r b i o s q u e e r a n o r i g i n a r i a m e n t e a d j e -
t i v o s , se c o m e t e el e r r o r d e t r a t a r l o s c o m o si c o n s e r v a r a n los
accidentes n o m i n a l e s de g e n e r o y n ú m e r o , y se d i c e "mucha-
c h o s medios tontos", " c o s a s medias feas", "los que mejores
cantan" (o " l o s mejores que cantan"), " l o s q u e peores ha-
blan" ( o " l o s peores que h a b l a n " ) ; p e r o las f o r m a s correctas
son: "muchachos medio tontos"; "cosas medio feas": "los
q u e mejor cantan": " l o s q u e peor hablan".

( S o b r e el a d v e r b i o medio, v é a s e a d e m á s el § 205).

Es de carácter rústico la adición de -s. como de plural, en fuera


o afueras, y en ahora ("ahoras d í a s " ) .

167.
216. FORMAS APOCOPADAS. — Son formas apocopadas de adver-
bios: muy. de mucho: tan. de tanto: cuan o cuan, de cuánto o cuanto.
Estas formas se anteponen siempre a los adjetivos o a otro adverbio
( " m u y bueno", " m u y bien"; "tan malo", "tan m a l " : " c u i n hermoso
csti el campo", "cuán mansamente corre el r i o " : "se tendió cuan largo
era") : no se usan con los verbos, a los cuales deben acompañar siempre
las formas enteras: "duerme m u c h o " ; " t a n t o bailé"; " | c u i n t o t a r d a ! " ;
"tanto vales cuanto tienes".
N o es correcto, en tal virtud, decir "tan es asi", porque la forma
apocopada no debe preceder a verbo: la construcción correcta es "tanto es
así", con el adverbio entero delante del verbo.
Es construcción correcta, ademis. "tan asi es", porque en ella la
forma apocopada modifica al adverbio asi y no al verbo; pero se usa
muy poco.
S o b r e el u s o correcto de recientemente y de su f o r m a a p o -
c o p a d a recién, véase el § 2 0 4 .

217. ADVERBIOS COMPUESTOS. — L o s a d v e r b i o s c o m -


p u e s t o s se f o r m a n con los a d j e t i v o s en t e r m i n a c i ó n f e m e n i n a
o en la única q u e tienen, si s o n de u n a sola f o r m a , agregán-
doles -mente. S o n f o n é t i c a m e n t e p a l a b r a s de d o s acentos. P o r
su significación, estos a d v e r b i o s s o n de m o d o : fuertemente,
profundamente, fácilmente, rápidamente, cortésmente Pero
pueden usarse c o m o de c a n t i d a d : grandemente, excesivamente,
enormemente. : de o r d e n : primeramente, sucesivamente, fi-
nalmente ; de a f i r m a c i ó n : efectivamente, indudablemente...:
de d u d a : probablemente . .
H a y u n o s p o c o s a d v e r b i o s f o r m a d o s c o n o t r o s elemen-
t o s : enfrente, aposta, dondequiera, sobremanera. .
E n la práctica, debe evitarse el e r r o r de p r o n u n c i a r estos
a d v e r b i o s c o m o p a l a b r a s de u n s o l o acento, el f i n a l . D e b e n
marcarse bien los d o s : inténsa-ménte, febril-ménte, trágica-
ménte.
T a m b i é n debe evitarse el e r r o r de c o l o c a r m a l el p r i m e r
acento, p r o n u n c i a n d o eféctiva-ménte, cortes,ménte.

218. GRADOS DE SIGNIFICACIÓN. — L o s a d v e r b i o s tie-


nen g r a d o s d e s i g n i f i c a c i ó n c o m o los a d j e t i v o s : p o s i t i v o , c o m -

168.
parativo y superlativo; pero no siempre, ni en todos los mati-
ces. U n o s no admiten más-grado que el positivo: por ejem-
plo, ahora, hoy, ayer, entonces, siempre, ya, aquí, ahí, allí,
apenas, nada, quizá, acaso. Otros admiten el grado c o m p a -
rativo, con sus tres posibilidades, superioridad, inferioridad
e igualdad, como sucede con la mayor parte de los adverbios
en -mente: "tan vigorosamente"; "más levemente"; "menos
activamente": "tan t e m p r a n o " , "más despacio", "menos pron-
t o " : pero se puede decir "tan acá", "más allá", y no "menos
acá" ni "menos allá".

El superlativo d e relación — superioridad o inferioridad


— se forma con el artículo neutro lo: "¡o más tarde que fué
posible"; "lo menos ostentosamente que cabe".
El superlativo elativo, llamado por la Academia absoluto,
se forma con muy o con adverbios compuestos equivalentes:
"muy bien"; "sumamente m a l " ; "terriblemente despacio".
Formas propias para la expresión de grados las tienen ad-
verbios como bien y mal. cuyos comparativos son mejor y
peor ("este reloj marcha mejor que el o t r o " ; "a mí me va
mucho peor que a é l " ) , y los que agregan para el superlativo
elativo el sufijo -rsimo, como en muchísimo, poquísimo, tar-
dísimo. lejísimos, y en los compuestos: ligerísimamente. rapi-
dísimamente. C o n sentido elativo se emplean pésimamen-
te y óptimamente. Mayormente n o se usa con valor propia-
mente comparativo, sino como equivalente poco elegante de
mucho. Superiormente es forma de poco uso, y no puede de-
cirse que la lengua la haya adoptado.

2 1 9 . DIMINUTIVOS Y AUMENTATIVOS. — El adverbio


admite pocos diminutivos, a lo menos en la lengua culta, y
ningún aumentativo. Se usan tempranito, prontito. despacito,
cerquita, juntito o juntico ( " j u n t i c o al pie de la cabana", en
una canción serrana del siglo X V I ) , poquito; pertenecen al
habla familiar y a veces penetran en la lengua literaria.

169.
El habla popular, y especialmente la rural, pone en diminutivo rrtuchos
adverbios, que varían según las regiones: ahorita, ahoritita o aboritica,
lueguito, nunquita, aquicito. allacito. lejieos. enfrentito, adslan'.ito. atrasito,
afuerita, arribita. encimita. abajito. aprisita, apenitas, nadita, tontito o
tantico, cuantito o cuántico, y hasta masacaita, masallacito, talcualito. . .
A veces hasta se ensayan aumentativos: lejazos, ansinote (de ansina,
forma arcaica de así).

220. FRASES ADVERBIALES. — H a y g r a n n ú m e r o de


a d v e r b i o s c o n s t i t u i d o s p o r f r a s e s : se les l l a m a locuciones, giros
o modos adverbiales. T o d a especie de c i r c u n s t a n c i a con q u e
se quiera c o m p l e m e n t a r el s i g n i f i c a d o del v e r b o o del a d j e -
t i v o p u e d e t o m a r esta f o r m a . P e r o m u c h a s locuciones a d v e r -
biales. en circulación desde hace l a r g o t i e m p o , s o n ya e x p r e -
siones f i j a s de la l e n g u a : así. e n t r e m u c h a s , tal vez. en seguida
(se c o n s i d e r a i n c o r r e c t o escribir u n i d a s las d o s p a l a b r a s q u e
f o r m a n estas l o c u c i o n e s ) . en realidad, en rigor, en efecto, en
derredor, en medio, en fin. en primer lugar, en un tris, en pie.
en cuclillas, con frecuencia, ante todo, sobre todo, desde lue-
go. no más. nada más, nunca más. por poco, por fin. para
colmo, sin más. sin comparación, punto por punto.

A b u n d a n especialmente las c o n s t r u i d a s con la preposición


a: al fin. al fin y a ¡a postre, a la francesa, a la inglesa (en
usos regionales se dice " a lo f r a n c é s " o " a l o i n g l é s " ) , a menu-
do, a veces, a la moda, al uso, al azar, al acaso, a la carrera, a
toda carrera, a caballo, a pie, a diestra y siniestra, a la diabla,
a la buena de Dios, a la chita callando, a la bartola, a traición,
a patadas, a palos, a coces, a besos (se lo c o m í a a b e s o s ) . a
pisotones.

U n g r u p o m u y i m p o r t a n t e l o f o r m a n las locuciones a d -
verbiales c o m p u e s t a s de la preposición a y de u n a d j e t i v o ( o
p a r t i c i p i o ) en p l u r a l f e m e n i n o : a tontas y a locas, a ciegas, a
hurtadillas, a escondidas, o a escondidillas, a medias, a manos
llenas, a gatas, a derechas, etc. P o r a n a l o g í a con e s t a s f o r m a s
se h a p r o d u c i d o la e x t r a ñ a c o n s t r u c c i ó n a pie juntillas.

170.
Originariamente eran frases con la preposición o adverbios como
apenas, aposta, adrede, aprisa. No son locuciones adverbiales, sino com-
plementos de sustantivo, construcciones de sustantivo con preposición como
a cuadros, a rayat.

Son abundantes también las locuciones adverbiales que


l l e v a n la p r e p o s i c i ó n de: de repente, de pronto, de súbito, de
veras, de verdad, de burlas, de hecho, de continuo o de contino,
de memoria, de hito en hito, de noche, de día.

No hay que confundir, desde luego, estas construcciones con las que
son sustantivos con preposición sirviendo de complemento a otro sustantivo:
"hombre de valer", "casa de tristeza", o a un verbo, indicando causa, origen,
etc.: muerto de miedo, pasarse de listo,.etc.

221. En cada uno de los países donde se habla español hay frases
adverbiales de uso puramente local, que no llegan hasta la lengua general.
Asi. en la Argentina, a gatas con el significado de 'apenas', a la miseria
'en estado miserable*, de gusto con el significado de 'sin motivo".
Una de éstas, de origen brasileño según parece, es desde ya. con el
significado de 'desde ahora' o 'desde luego': los gramiticos. hasta ahora,
la conside:an incorrecta, y los grandes diarios de Buenos Aires la pros-
criben. •
Es de origen italiano (altro che ) la expresión " o t r o que", se-
guida de sustantivo o adjetivo, para indicar que la cosa o el hecho es muy
distinto de lo que se supone: esta locución no ha pasado del habla vulgar.
Es equivocado construir adverbios de lugar con pronombres posesivos.
Las formas correctas son detrás de mi (y no "atris m í o " ) , delante de ti
(y no "adelante t u y o " ) , cerca de él. o de ella, o de ellos, o de ellas (y
no "cerca s u y o " ) , lejos de nosotros (y no "lejos nuestro").

222. LA INTERJECCIÓN. — H a y p a l a b r a s q u e n o tie-


nen o t r o e m p l e o q u e el p u r a m e n t e e x c l a m a t i v o p a r a expresar
emociones: ;ahí ¡oh!, para expresar admiración: ¡eh!, para
sorpresa o i n c r e d u l i d a d : ¡ayl. para queja: ¡ea!. para alentar
o mover: ¡ a j a ! , p a r a c o n f i r m a r u n a i m p r e s i ó n q u e se t i e n e :
¡huy!. p a r a p o n d e r a r : ¡hola!, p a r a s a l u d a r o l l a m a r la a t e n -
ción: ¡ox!. para espantar gallinas; ¡zape!, para alejar a los
gatos; ¡arre!, p a r a g u i a r a n i m a l e s de carga o de tiro; ¡zas!,

171.
descriptiva de m o v i m i e n t o r e p e n t i n o ; ¡bah!, p a r a q u i t a r i m -
p o r t a n c i a : ¡ca!, de n e g a c i ó n : ¡quiá!, de d u d a o n e g a c i ó n ; ¡cás-
pita!, p a r a recalcar la i m p o r t a n c i a : ¡puf!, de d e s a g r a d o ; ¡ufl.
de e n f a d o : ¡sus!, de a l i e n t o ; ¡eh!, p a r a l l a m a r la a t e n c i ó n :
¡ojalá!, de deseo.
H a y a d e m á s u n a s c u a n t a s p a l a b r a s y u n a s pocas frases
que, t e n i e n d o n o r m a l m e n t e su v a l o r p r o p i o , se e m p l e a n a ve-
ces sin m á s v a l o r q u e el i n t e r j e c t i v o ( e x c l a m a t i v o , e f u s i v o o
s i m p l e m e n t e de m u l e t i l l a e n la c o n v e r s a c i ó n ) ; ¡ h o m b r e ! ( d i -
c h o lo m i s m o h a b l a n d o con m u j e r e s : " ¡ n o , h o m b r e ! " ) , ¡bue-
n o ! . ¡ v a y a ! , ¡ n o ! , ¡ y a ! , ¡señor!, ¡sopla!, ¡toma!, ¡diablo!,
¡ d i a n t r e ! , ¡qué m e dice!, ¡ v á l g a m e D i o s ! , etc.

2 2 3 . La interjección no entra a formar parte ni de la estructura del


sujeto ni de la del predicado, y. por consiguiente, no es parte de la
oración. Es un elemento puramente exclamativo que se introduce entre los
elementos significativos de la oración, y que queda allí como incrustado,
sin formar cuerpo con ellos. (Inter- jección quiere decir intro-misión).
Asi como hay palabras significativas, como ¡hombre!, ¡bueno!, etc.
que se usin a veces con puro valor interjectivo, así también hay algunas
interjecciones capaces de recibir una borrosa significación en los contados
casos en que se pueden construir formando cuerpos con elementos signifi-
cativos: hay, en ay de mi, ay de los vencidos: etc. ah. en la expresión ar-
caica ah de la casa, y otras semejantes. T o d a la construcción sigue siendo
exclamativa.
Ojalá, además de su uso interjectivo, conserva algo de su originaria
significación árabe de "quiera Dios", y asi se usa como elemento subor-
dinante de oraciones y rige subjuntivo: "ojalá venga", "ojalá tuviera
tiempo".

EJERCICIO GRAMATICAL. — L o s a l u m n o s d e b e r á n cons-


t r u i r oraciones en q u e h a g a n f i g u r a r a d v e r b i o s de t o d a especie
y p a r t i c u l a r m e n t e locuciones adverbiales.
Señálense en el siguiente p a s a j e los a d v e r b i o s y frases
adverbiales:

Digo, pues, que yo me hallaba bien con el oficio de guardar ga-


nado. por parcccrmc que comía el pan de mi sudor y trabajo, y que la
ociosidad, raiz y madre de todos los vicios, no tenia que ver conmigo.

172.
a Musa que si los dias holgaba, las noches no dotmía. dándonos asaltos
a menudo, y locándonos a arma los lobos; y apenas me habían dicho
los pastores: " ¡ A l lobo. B a r c i n o ' " , cuando acudia, primero que los
oíros perros, a la parte que me señalaban que estaba el lobo: corría
los valles, escudrinaba los montes, desentrañaba las selvas, saltaba ba-
rrancos, cruzaba caminos, y a la mañana volvía al hato, sin haber
hallado lobo ni rastro del, anhelando, cansado, hecho pedazos, y los
pies abiertos de los garranchos, y hallaba en el hato, o ya una oveja
muerta, o un carnero degollado y medio comido del lobo. Desesperábame
de ver de cuán poco servía mi mucho cuidado y diligencia. Venía el
s^'ñor del ganado: salían los pastores a recibirle con las pieles de la res
muerta; culpaba a los pastores por negligentes, y mandaba castigar a los
perros por perezosos: llovían sobre nosotros palos, y sobre ellos re-
prehensiones: y así. viéndome un día castigado sin culpa, y que mi
cuidado, ligereza y braveza no eran de provecho para coger el lobo,
determiné de mudar estilo, no desviándomc a buscarle, como tenia de
costumbre, lejos del rebaño, sino estarme j u n t o a él: que pues el lobo
allí venía, allí sería más cic'.ta la presa. Cada semana nos tocaban a
rebato, y en una escurísima noche tuve yo vista para ver los lobos,
de quien era imposible que el ganado se guardase. Agácheme detrás de
una mata, pasiron los perros, mis compañeros, adelante, y desde allí
oteé, y vi que dos pastores asieron de un carnero de los mejores del
aprisco, y le mataron, de manera, que verdade:amente pareció a la
mañana que había sido su verdugo el lobo. Pasméme. quedé suspenso
cuando vi que los pastores eran los lobos, y que despedazaban el ganado
los mismos que le habían de guardar. Al p u n t o hacían saber a su
amo la presa del lobo, dábanle el pellejo y parte de la carne, y comíanse
ellos lo más y lo mejor. Volvía a reñirles el señor, y volvía también
el castigo de los perros. N o había lobos: menguaba el rebaño: quisiera
yo descubrillo; hallábame m u d o ; todo lo cual me traia lleno de ad-
miración y de congoja. "Válame Dios — decía entre mi — . ¿Quién
podrá remediar esta maldad? ¿Quién será poderoso a dar a entender
que la defensa ofende, que las centinelas duermen, que la confianza
roba y el que os aguarda os m a t a ? "

CURVANTES,
Coloquio de los perros.
R E C I T A C I O N

Sutil e n t o l d a d o

Ligrimas de el las que mis ojos vieron:


no crea el aire que voló con ellas,
ni arriba que las guardan las estrellas,
ni el tiempo que en su filtro se perdieron.

Sin que lo comprendiera, suavemente,


se trasvasaron a mi vida: ahora,
vuelto mi pecho fuente de su fuente,
en lluvia fina su dolor me llora.

Si. de esas blancas gotas, vapor sube


a cegarme los ojos como nube
que entolda a veces el celeste cielo

¿he de quejarme porque ya no vea?


Ceguera dulce que su amor me crea:
me esconda el mundo tan divino velo.

R o m a n c e d e la v e n g a n z a

Cazador alto y tan bello


como en la tierra no hay dos
se fué de caza una tarde
por los montes del Señor.

Seguro llevaba el paso,


listo el plomo, el corazón
repicando, la cabeza
erguida, y dulce la voz.

Bajo el oro de la tarde


tanto el cazador cazó
que finas ligrimas rojas
se puso a llorar el sol. . .

174.
C u a n d o volvía cantando
suavemente a media v o z
desde u n árbol, enroscada,
una serpiente lo vió.

Iba a vengar a las aves,


mas. tremendo, el cazador
con hoja de f i r m e acero
la cabeza le cortó.

Pero a g u a r d á n d o l o estaba
a m u y pocos pasos y o . . .
L o até con mi cabellera
y dominé su f u r o r .

Ya maniatado le d i j e :
— P á j a r o s matasteis vos
y voy a t o m a r venganza
ahora q u e m í o sois. . .

iMas n o lo maté con armas,


busqué una muerte p e o r :
¡ l o besé tan dulcemente
q u e le partí el c o r a z ó n !

Envió

C a z a d o r : si vas de caza
p o r los m o n t e s del Señor
teme q u e a p á j a r o s venguen
h o n d a s heridas de a m o r .

ALFONSINA STORNI.

D o s c o m p o s i c i o n e s d e la o r i g i n a l p o e t i s a a r g e n t i n a , muer-
ta en 1938: e l s o n e t o Sutil entoldado es expresión de senti-
mientos a través de imágenes complejas: el Romance de la
venganza se p r o p o n e evocar en su estilo los r o m a n c e s antiguos.

175.
CAPÍTULO V I I I

L E C C I Ó N X X I I

CONJUNCIONES

224. Las conjunciones enlazan sustantivos: " E l lobo


y el c o r d e r o " , " a s a n g r e y f u e g o " , " p o r m a r o p o r tierra o p o r
aire": enlazan adjetivos: "blanco y negro", "blanco o negro",
"débil, pero valiente", " n o fuerte, sino grande"; enlazan ver-
b o s : " s a l t a y b r i n c a " , " ¿ v i e n e s o te q u e d a $ ? " , " p e g a , p e r o
escucha"; enlazan a d v e r b i o s : " p r o n t o y bien", "aquí o allá",
" b l a n d a y a m o r o s a m e n t e " : e n l a z a n c o m p l e m e n t o s de u n mis
m o n ú c l e o : " c o m o la estrella, sin prisa y sin p a u s a " .
L a s c o n j u n c i o n e s s o n , p u e s , p a r t í c u l a s q u e u n e n e n t r e sí
elementos sintácticamente equivalentes.
S i n t á c t i c a m e n t e e q u i v a l e n t e s quiere decir q u e en la oración
d e s e m p e ñ a n o f i c i o e q u i v a l e n t e o que s o n oraciones de u n m i s m o
r a n g o sintáctico.
L a s c o n j u n c i o n e s e n l a z a n , pues, e n t r e si s u s t a n t i v o s , o
a d j e t i v o s , o v e r b o s o adverbios. P e r o a d e m á s :
El s u s t a n t i v o p u e d e estar e n l a z a d o con u n a p r o p o s i -
ción s u s t a n t i v a : " E s t e h o m b r e y [el q u e v i n o a y e r ] " .
El a d j e t i v o , c o m o c o m p l e m e n t o del s u s t a n t i v o , puede en-
lazarse con u n c o m p l e m e n t o preposicional del m i s m o s u s t a n t i -
v o : " U n a l m a p u r a y [sin m a n c h a ] " .
E l a d v e r b i o , c o m o c o m p l e m e n t o de u n a d j e t i v o o de u n
verbo, puede enlazarse con u n c o m p l e m e n t o preposicional del
m i s m o a d j e t i v o o del m i s m o v e r b o : " t r a b a j a m u y bien y [sin
d e s c a n s o ] " ; o con u n a p r o p o s i c i ó n a d v e r b i a l : " d e s p a c i o y

176.
fcomo quien nunca tuviera p r i s a ] " . L o esencial es q u e las
conjunciones enlazan d o s c o m p l e m e n t o s d e l m i s m o núcleo.
Del m i s m o r a n g o sintáctico son las oraciones indepen-
dientes o las dependientes de u n a misma principal:
Las independientes pueden tener el m i s m o s u j e t o : " T e
lamentas y protestas"; " C a n t a n los gallos y despierta la m a -
ñana".
Las subordinadas pueden tener el mismo s u j e t o o sujetos
diferentes, pero h a n de ser dependientes de una misma prin-
cipal: "Si quieres y si puedes h a z lo que te p i d o " ; " A u n q u e
tú te o p o n g a s y aunque se o p o n g a el m u n d o entero, he de
hacer lof que creo b u e n o " .

225. Ellas son las c o n j u n c i o n e s p r o p i a m e n t e dicha«: los elementos


unidos son sintácticamente equivalentes y con la conjunción forman una
serie, sin que un miembro esté supeditado gramaticalmente al otro. Por
eso se suelen llamar c o o r d i n a n t e s o c o o r d i n a t i v a s .
Algunas gramáticas llaman c o n j u n c i o n e s a otra dase de palabras,
que son los adverbios relativos y las preposiciones que encabezan a las
proposiciones subordinadas: cuando, donde, como, etc.; para que, desde
que, porque, etc.
Estas se llaman c o n j u n c i o n e s s u b o r d i n a n t e s y su oficio es muy dife-
rente del de las c o n j u n c i o n e s p r o p i a m e n t e d i c h a s : las c o o r d i n a n t e s enla-
zan m i e m b r o s e q u i v a l e n t e s y el r e s u l t a d o es u n a s e r i e ; las s u b o r d i n a n t e s
s u b o r d i n a n u n m i e m b r o a o t r o y el r e s u l t a d o e s u n g r u p o , c<»n
núcleo y su c o m p l e m e n t o .

226. Las conjunciones coordinativas se subdividen en


cinco especies:
1. C o p u l a t i v a s : son las que meramente unen. Y , con
su variante e delante de palabras que comienzan con i ( " p a d r e
e h i j o " ) ; ni, para negación ( " n i siente ni p a d e c e " ) .
2. Disyuntivas: son las que indican que se debe o p t a r
entre dos o más posibilidades. O , con su variante u delante
de palabras que comienzan con o ( " p l a t a u o r o " ) . E n lu-
gar de o se suelen usar ya, ora, ahora, bien, sea, repetidos:
"sea bueno, sea malo, es m í o " ( " = b u e n o o malo, es m í o " ) ;
GrsnUtiea.—
177.
a veces, que: "quieras que no quieras" ( " = q u i e r a s o n o quie-
ras").
3. A d v e r s a t i v a s : son las q u e c o n t r a p o n e n dos o más
conceptos. Pero, mas, empero; sino; a veces, aunque, antes,
salvo, excepto, menos. U n a s se l l a m a n a d v e r s a t i v a s correcti-
vas, porque contraponen limitando: "viejo pero fuerte"; "fuer-
te a u n q u e v i e j o " ; " t o d o s m e n o s y o " , " e x c e p t o y o " o "salvo
y o " . O t r a s se l l a m a n adversativas exclusivas o excluyentes,
porque contraponen sin permitir coexistencia: "no es malo
sino bueno": " n o es m a l o , a n t e s m u y bueno".

Mas y empero equivalen a pero: sólo se usan en el lenguaje literario,


con la peculiaridad xle que empero puede interrumpir la oración: "el
trabajo, empero, no lo fatigaba".
Sino es una sola palabra, una conjunción que opone excluyentemente
un término a otro: " N o lo has hecho tú, sino y o " .
Si no son dos palabras, muy fáciles de distinguir: si es la partícula
condicional: no es la negación. Entre ambas pueden colocarse otras pa-
labras: "si no vienes" o "si tú no vienes": "si no te escribo mientras
tanto" o "si mientras tanto n o te escribo".
I.a pronunciación argentina iguala sino con si no, acentuando indebi-
damente la segunda sílaba. Algunos, queriendo corregirse de este defecto,
acentúan sino en la primera silaba, lo cual es tan defectuoso como acen
tuarla en la segunda.
En cuanto a la acentuación se han de distinguir cuidadosamente estos
tres casos:
1 ' sino, sustantivo, que significa 'el destino', 'el hado'-. "Don
Alvaro o la fuerza del sino". Lleva acento prosódico en la sílaba si.
2* si no. que son dos palabras: la primera, partícula condicional,
la segunda, la negación. Lleva acento en la palabra no.
sino, conjunción adversativa. N o debe llevar acfnto en ninguna
de las dos sílabas.

4. C o n s e c u t i v a s o ilativas: indican efecto o consecuen-


cia. Luego, conque; a veces, pues: "pienso, luego existo"
(Descartes).
5. Causales: indican el motivo. El enlace causal es
u n a s veces c o o r d e n a t i v o y o t r a s veces s u b o r d i n a t i v o . Porque,
que: " t e n d r é q u e ir, porque m e l l a m a n " ; " i r é . que m e l l a m a n " .

178.
A d e m á s de las c o n j u n c i o n e s simples, h a y g r a n número
de e x p r e s i o n e s c o n j u n t i v a s : ya sea, r e p e t i d a , es d i s y u n t i v a ("ya
sea g r a n d e , y a sea p e q u e ñ a " ) ; sin embargo, no obstante, a
pesar de, con todo, bien que, a d v e r s a t i v a s ; por consiguiente,
por lo tanto, por ende ( a n t i c u a d a ) , c o n s e c u t i v a s ; puesto que,
causal.

EJERCICIO GRAMATICAL. — R e c o n o c e r e n el s i g u i e n t e p a -
s a j e del P a d r e F e i j ó o : l v las c o n j u n c i o n e s c o o r d i n a n t e s y a
q u é clase p e r t e n e c e n ; 2" L a naturaleza sintáctica d e l o s ele-
mentos que unen.

Pero ¿será posible especificar las impresiones que causan tan di-
ferentes sensaciones, esto es. señalar que especie de movimiento constituye
a cada una de ellas? Materia es ésta sólo accesible al entendimiento an-
gélico. Mas por un género de analogía, ya con los efectos que causan,
ya con algunas sensaciones externas, creo podemos caracterizarlas de
algún modo. Siguiendo esta idea, me imagino que el movimiento que
causa la sensación de amor en el corazón es ondulatorio: el que causa la
del miedo, comprensivo: el que causa la de ira. críspatorío: y a éste
modo se puede discurrir de los movimientos productivos de otras pa-
siones. El tener las fibras del cerebro más aptas para recibir un movimiento
que otro, hace que los hombres adolezcan más de una pasión que de
otra. Éste las tiene dispuestas para recibir un suave movimiento ondu-
latorio, adolecerá de la pasión amorosa: aquél para recibir movimiento
crispativo, será muy propenso a la ira.

Es preciso también advertir que esta disposición se debe continuar


en el nervio, o nervios, por quienes se comunica el movimiento al co-
razón. para que a éste se comunique la impresión hecha en el cerebro:
asi como para que al cerebro se comunique la impresión que los objetos
hacen en los órganos de los sentidos externos, es menester que los nervios
por donde se hace la comunicación estén aptos para recibir y comunicar
el movimiento.
PADRE FEIJOO.
Teatro crítico universal.

237. P R E P O S I C I O N E S ANTICUADAS. — C o n s i d e r a n d o el
l e n g u a j e o r a l , b i e n p o d r í a m o s d e c i r q u e s o n a n t i c u a d a s las p r e -
p o s i c i o n e s ante, bajo y tras, p u e s q u e y a s ó l o se u s a n e n la

179.
lengua literaria. Pero hay otras dos preposiciones plenamente
anticuadas, porque ya no se usan ni en el lenguaje escrito ni
en el oral. Estas son. cabe, que significa ' j u n t o a' y so, que
significa ' b a j o ' : "cabe el lecho", "cabe el río". So persiste en
frases hechas como so pena, so peligro de.
Con relación a la lengua literaria se han discutido, usos de
preposiciones, como: 1. bajo, en " b a j o el p u n t o de vista" (se
recomienda que se diga "desde el p u n t o de v i s t a " ) .
2. "ocuparse de a l g o " : los puristas sostuvieron largo
tiempo que sólo podía decirse "ocuparse en", pero la lengua
había ya adoptado definitivamente el de; por lo tanto, ambas
formas son hoy normales, y "ocuparse en" pertenece sólo a
la lengua literaria:
3. "entrar a la casa": se ha pensado que sólo debería
decirse "entrar en"; pero las dos expresiones son normales en
castellano, y "entrar a " es usual en los clásicos.

R E C I T A C I O N

R o m a n c e del e m p l a z a d o

¡ M i soledad sin descanso!


O j o s chicos de mi cuerpo
y grandes de mi caballo,
no se cierran por la noche
ni miran al o t r o lado
donde se aleja tranquilo
un sueño de trece barcos.
Sino que limpios y duros
escuderos desvelados,
mis ojos miran al norte
de metales y peñascos
donde mi cuerpo sin venas
consulta naipes helados.

180.
Los densos bueyes del agua
embisten a los muchachos
que se bañan en las lunas
de sus cuernos ondulados.
Y los martillos cantaban
sobre los yunques sonámbulos
el insomnio del jinete
y el insomnio del caballo.

El veinticinco de j u n i o
le dijeron a el A m a r g o :
— Y a puedes cortar si gustas
las adelfas de tu patio.
Pinta una cruz en la puerta
y p o n tu nombre debajo,
porque cicutas y ortigas
nacerán en tu costado,
y agujas de cal mojada
te morderán los zapatos.
Será de noche, en lo oscuro,
por los montes imantados
donde los bueyes del agua
beben los juncos soñando.
Pide luces y campanas.
Aprende a cruzar las manos,
y gusta los aires fríos
de metales y peñascos.
Porque dentro de dos meses
yacerás amortajado.

Espadón de nebulosa
mueve en el aire Santiago.
Grave silencio, de espalda,
manaba el cíelo combado.

El veinticinco de junio
abrió sus ojos Amargo,
y el veinticinco de agosto
se tendió para cerrarlos.

Hombres bajaban la calle


para ver al emplazado.

181.
que fijaba sobre el muro
su soledad con descanso.
Y la sábana impecable,
4
de duro acento romano.
daba equilibrio a la muerte
con las rectas de sus paños.

Cazador

¡Alto pinar!
Cuatro palomas por el aire van.

Cuatro palomas
vuelan y tornan.
Llevan heridas
sus cuatro sombras.

¡Bajo pinar!
Cuatro palomas en la tierra están.

FEDERICO GARCÍA LORCA.

Las dos poesías precedentes son del extraordinario poeta


español Federico García Lorca. La última. Cazador, es una
muestra de su estilo juvenil, en el que se extremaba la simpli-
cidad reduciendo los temas a lo poéticamente esencial. La
primera es u n o de los romances de su famoso Romancero Ci-
tano. el libro que más influencia ha tenido en el desarrollo de
la poesía española c hispanoamericana en los últimos cien
años, sólo comparable en esto a Prosas Profanas, de Rubén
Darío.

LECCIÓN XXIII

LAS PREPOSICIONES

2 2 7 . SUBORDINACIÓN DE UN TÉRMINO A OTRO. —


S u b o r d i n a r un término a otro es presentar el segundo como
complemento del primero.

182.
E n la c o o r d i n a c i ó n los d o s t é r m i n o s s o n equivalentes y
f o r m a n serie. E n la s u b o r d i n a c i ó n , el p r i m e r o e s n ú c l e o y el
s e g u n d o es c o m p l e m e n t o .

228. Preposiciones son unas partículas que encabezan


ciertos c o m p l e m e n t o s y q u e i n d i c a n d e q u é m a n e r a se c o m -
plementa al núcleo.

229. L a s preposiciones son, pues, las p a r t í c u l a s c o n


q u e s u b o r d i n a m o s u n t é r m i n o a o t r o : " C a s a de g o b i e r n o " ,
" s i t i o para d e s c a n s a r " , " l l e n o de g r a c i a " , " h a b l e para n o s o -
t r o s " . " n o viene por a c á " , " p r e s u m e de v a l i e n t e " .
L a s preposiciones de uso actual s o n : a, ante, bajo, con,
contra, de, desde, en, entre, hacia, hasta, para, por. según,
sin, sobre, tras: de ellas, ante, bajo y tras sólo se usan en la
lengua c u l t a : la p o p u l a r emplea en su lugar frases prepositivas
como "delante de", " d e b a j o de", "detrás de".

230. L a s frases prepositivas s o n m u y a b u n d a n t e s : "de-


lante de n o s o t r o s " , "junto a e l l a " , "detrás de m í " , "debajo
de la casa", "encima de la m e s a " , "en contra de los s u y o s " ,
"con rumbo a E u r o p a " , "en medio de los d o s " .

231. E L TÉRMINO SUBORDINADO. — El t é r m i n o q u e las


preposiciones s u b o r d i n a n a o t r o puede ser, 1 ' u n s u s t a n t i v o ,
i n c l u y e n d o t o d a p a l a b r a que se sustantive, c o m o el i n f i n i t i v o d~
los verbos, los p r o n o m b r e s usados con v a l o r de sustantivos,
las frases y las proposiciones s u s t a n t i v a s : "casa con dos puer-
tas": " l i m o s n a para los pobres"; " v i a j a por aprender"; "¿se
b u r l a n de mí?": " d e j o m i espada a quien la sepa blandir":
" n o me acuerdo de como era aquello": " e s t o y seguro de que
cumplirá".
2" u n a d j e t i v o : "pasarse de listo": "desgraciada p o r
discreta y perseguida por hermosa" (Menéndez y Pelayo).
" d e s l u m h r a de blanco".

183.
3* u n a d v e r b i o de t i e m p o o de l u g a r : " v e t e de aquí",
"¿hacia dónde v a s ? " , "se ve desde lejos"; "es de cuando Mitre":
" v e n g o de donde ya s a b e s " .

232. LA PALABRA SUBORDINANTE. — L a s preposicio-


nes s u b o r d i n a n el c o m p l e m e n t o a d i f e r e n t e s t i p o s de p a l a b r a s :
al v e r b o , al s u s t a n t i v o , al a d j e t i v o , al a d v e r b i o , y, n a t u r a l -
mente, al p r o n o m b r e en cualquiera de s u s usos.

233. A l v e r b o , la preposición a puede s u b o r d i n a r l e el


c o m p l e m e n t o d i r e c t o si es de p e r s o n a : "veo a J u a n " : "veo
al q u e me h a b l a " . P e r o en frases c o m o " l l a m e n u n m é d i c o " ,
" b u s c o s i r v i e n t e s " , se s u p r i m e la preposición a u n q u e el c o m -
p l e m e n t o sea de p e r s o n a , p o r q u e n o se refiere a u n a p r e v i a m e n t e
conocida s i n o a u n a de u n a clase, c o m o la de los médicos o los
sirvientes. E n c a m b i o h a y usos de la preposición a a n t e c o m -
p l e m e n t o d i r e c t o q u e n o es de p e r s o n a : 1, en " l l a m a r a
la m u e r t e " , "el d é s p o t a t e m e a la p l u m a del h i s t o r i a d o r " ,
p o r q u e el c o m p l e m e n t o d i r e c t o está p e r s o n i f i c a d o : 2 . en " l e
t e m e c o m o al f u e g o " n o h a y p r o p i a m e n t e personificación d?l
f u e g o , p e r o p o r l o m e n o s se le ve c o m o u n a n i m a l ; 3 . en
" o i g o a m i p e r r o l a d r a r " , " r e c u e r d o a B o t a f o g o . el g r a n caba-
l l o " : los a n i m a l e s f a m i l i a r e s o bien c o n o c i d o s se i n d i v i d u a l i z a n
c o m o p e r s o n a s : p e r o si n o se les i n d i v i d u a l i z a se dice " v e o
la v a c a " , " t r a i g o el c a b a l l o " .

L o s n o m b r e s p r o p i o s geográficos s o l í a n a n t e s ir prece-
d i d o s de la preposición a c u a n d o servían de c o m p l e m e n t o di-
recto: "veo a París", " c o n o z c o a F r a n c i a " : pero m o d e r n a -
m e n t e se tiende a s u p r i m i r la p r e p o s i c i ó n : " v i s i t o P a r í s " , " c o -
n o z c o I n g l a t e r r a " . P a r a el n o m b r e con a r t í c u l o n u n c a se u s ó
la p r e p o s i c i ó n " : " c o n o z c o la A r g e n t i n a " , " v i s i t é E l C a i r o " .
D e b e evitarse el e m p l e o a b u s i v o de la preposición a con
acusativos q u e n o s o n de personas, en expresiones c o m o "ya
m e l o he leído al l i b r o " .

184.
E n el c o m p l e m e n t o i n d i r e c t o se e m p l e a n las preposiciones
a y para: " l e escribo a m i a m i g o " : " e s c r i b o para é l " .
E n el c o m p l e m e n t o c i r c u n s t a n c i a l pueden usarse t o d a s las
preposiciones ( o n i n g u n a ) , inclusive a y para: " v a a t o d a ca-
r r e r a " . " v o y p a r a la c i u d a d " , " v a con él". A q u í h a y q u e re-
c o r d a r q u e u n o s v e r b o s p i d e n p a r a e n c a b e z a r su c o m p l e m e n t o
circunstancial u n a p r e p o s i c i ó n y o t r o s o t r a . Se dice "afligirse
por a l g o " y " a v e r g o n z a r s e de a l g o " ; " a b s o l v e r de c u l p a " y
"condenar a prisión". Etc.

234. L a s preposiciones s u b o r d i n a n su t é r m i n o a u n
s u s t a n t i v o : "terreno sin d u e ñ o " ; "paz en la g u e r r a " ; "hora
de p a r t i r " : " e s hora de q u e n o s v a y a m o s " . L a preposición y
su t é r m i n o f o r m a n e n t o n c e s u n complemente» de sustantivo
del t i p o l l a m a d o complemento con preposición. Este c o m p l e -
m e n t o p u e d e a su v e z llevar o t r o : "el i n s t r u m e n t o con cuerdas
de m e t a l " . L o s c o m p l e m e n t o s p o d r í a n seguirse i n d e f i n i d a m e n t e
( p o r e j e m p l o , "de m e t a l de las m i n a s de A m é r i c a " ) : p e r o en
general, p o r r a z o n e s de c l a r i d a d , se e v i t a n las series largas.

235. L a s preposiciones p u e d e n s u b o r d i n a r su t é r m i n o a
un a d j e t i v o , y entonces f o r m a n un c o m p l e m e n t o d e a d j e t i v o :
"contento con s u s u e r t e " , "vacío de c o n c e p t o s " , "difícil de d e .
c i r " . "satisfecho de q u e l o l l a m a r a n " . I g u a l m e n t e , c u a n d o s u b -
ordinan un t é r m i n o a un a d v e r b i o , f o r m a n c o m p l e m e n t o s d e
a d v e r b i o : "cerca de la c i u d a d " , "lejos de p e n s a r en e s o " , "lejos
de q u e m e d i s g u s t e " .

236. REGLAS PRÁCTICAS. — E s frecuente equivocarse


en el u s o de las preposiciones, c o m o ya h e m o s v i s t o con
a en c o m p l e m e n t o s d i r e c t o s q u e n o la requieren.
S o n incorrectas, y d e b e n evitarse, e x p r e s i o n e s c o m o :
1. " d i c e de q u e v i e n e " , " c u e n t a de q u e se va a sacar el
p r e m i o " . E n estos casos h a h a b i d o i n f l u e n c i a de o t r o s verbos,
c o m o hablar, q u e se a c o m p a ñ a n n o r m a l m e n t e de la preposición

185.
de: " h a b l a de q u e v i e n e " es c o r r e c t o : p e r o e n " d i c e q u e v i e n e "
n o se d e b e i n t e r c a l a r de.
2, "sentarse en la mesa" es incorrecto si lo que se
q u i e r e e x p r e s a r es " s e n t a r s e a la m e s a " para c o m e r ; , "en la
m e s a " e q u i v a l e a "sobre la m e s a " .
3, " i r del m é d i c o " se d i c e p o r influencia italiana: la
expresión correcta es " v o y a casa del médico".
4, "debe de ser" tiene significación distinta de "debe
ser": la primera expresión indica probabilidad, la segunda
indica obligación: n o deben, pues, confundirse.

E J E R C I C I O GRAMATICAL. — En el s i g u i e n t e p a s a j e se-
ñalar las preposiciones, cuál es s u t é r m i n o y a qué palabras
s u b o r d i n a el complemento.

Viacaba. aquel paisano tosco, bueno y trabajador que tantos han


conocido, tenia en ese tiempo su rancho a algunas leguas de Pago Chico,
sobre el remanso de un pequeño arroyo que. después de reflejar la ba-
rranca. perpendicular y desnuda de vegetación, los sauces desmedrados
que se balanceaban sobre ella y el corral de la escasa puntita de ovejas,
seguía su curso casi en ángulo recto sobre su antigua dirección, e iba
lento, pobre y turbio, a echarse en el indigente caudal del Río Chico,
que en realidad nunca llegó a río ni aun con aquel refuerzo, sino en época
de grandes crecidas e inundaciones. Viacaba vivía allí, desde muchos
años con su mujer Panchita. sus dos hijos Pancho y Joaquín, hombre
ya. su hija Isabel, morenita y feúcha, pero inteligente y un par de
peones, Serapio y Matilde, que. ayudados por el viejo y los dos mozos,
bastaban y sobraban para los quehaceres habituales de la estanzuela.
Estos quehaceres estaban lejos de ser abrumadores, aunque Viacaba
poseyese buen número de vacas y de yeguas, y unos pocos centenares
de ovejas para el consumo, pues no era aficionado a esa clase de
crianza.
El rancho era espacioso y constaba de varias habitaciones. Se veía
desde lejos, sobre el albardón abierto en doá por el arroyo que, volun-
tarioso y caprichudo, no había querido echar por lo m i s fácil, aunque
le sobrara campo llano en que correr y aunque no le importara un bledo
de la línea recta. Quizá, cuando tendió su lecho, aquellos terrenos ten-
drían muy distinta configuración.

186.
Y ati como c! rancho se veía desde lejos, así también desde el
rancho se abarcaba hasta muy lejos un horizonte curvilíneo, desierto,
completamente plano, una extensión de pampa cubierta entonces de hierba
reseca y triste, amarilla tirando a gris, alfombra polvorienta en que.
como trazada de propósito se destacaba la tortuosa línea verdegueante
de las orillas del arroyo, como una franja de terciopelo nuevo en un
inmenso manto raido.
ROBERTO J. PAYRÓ.
Pago Chico.

COMPOSICIÓN. — Que los a l u m n o s resuman una obra


d e t e a t r o o u n a p e l í c u l a q u e h a y a n v i s t o . E l l e n g u a j e n o nece-
sita ser a d o r n a d o . P e r o c o n los e l e m e n t o s elegidos p a r a hacer
el r e s u m e n y con la d i s p o s i c i ó n y composición d e estos ele-
m e n t o s . los a l u m n o s h a n de p r o c u r a r r e f l e j a r el s e n t i d o que
la o b r a tiene.
CAPÍTULO I X

L E C C I Ó N X X I V

ORTOLOGÍA

2 3 8 . L a LECTURA DE TEXTOS LITERARIOS. La pronunciación


correcta exige que nos atengamos al buen uso en la articulación de los
sonidos, en el enlace de las palabras y en los esquemas de entonación.
El lenguaje literario es el idioma común, pero artísticamente cultivado
tanto en la parte significativa como en la sonora. El lenguaje literario evita
ciertas disonancias y malionancias o cacofonías, y. sobre todo, atiende a la
adecuada composición y partición de los períodos, con la cual no sólo se
da claridad al pensamiento sino que se obtiene un placer estético por la
distribución armoniosa de las partes de un todo.
Fray Luis de León lo dijo así en réplica a algunos que le reprochaban
no ser su prosa como el hablar del vulgo:
" Y destos son los que dicen que no hablo en romance, (castellano),
porque no hablo desatadamente y sin orden: p o r q u e p o n g o en la» pala-
bras concierto y las escojo y les doy su l u g a r : porque piensan que
hablar romanee es hablar como se habla en el vulgo, y no conocen que
el bien hablar no es común, sino negocio de particular juicio, a n s í en
lo q u e se dice como en la m a n e r a como se dice; y negocio que de
las palabras que todos hablan elige las que convienen y m i r a el sonido
dellas, y a u n cuenta a veces las lotras y las pesa y las mide y las
compone, p a r a q u e no solamente digan con claridad lo q u e se
p r e t e n d e decir, sino también con a r m o n í a y d u l z u r a . "
Así. pues, para leer con fidelidad un trozo literario hay que reproducir
también las cualidades artísticas de la pronunciación.
La lectura no necesita ni debe ser espectacular, pero si expresiva.
Cada autor, y aun en cada pasaje, tiene característkis musicales par-
ticulares: pero hay algunos principios generales que el alumno debe conocer
y aplicar en la lectura.

239. L A UNIDAD DE P E N S A M I E N T O Y LA FIGURA ENTONACIONAL.


— U n pensamiento puede expresarse con una oración simple y breve

188.
o con un período que conste de varios miembros articulados. C u a r . i o la
expresión es compleja. la c o n g r u e n c i a de los miembros les hace expresar
unitariamente el pensamiento.
La entonación refleja y expresa la unidad de pensamiento.
Por eso la entonación va f o r m a n d o figura» unitaria», unas veces de
un solo miembro, otras de dos o de tres o de muchos mis. Cuando la
figura de entonación consta de varios miembros, éstos se complementan unos
a otros musicalmente, y asi reproducen con su conjunto unitario la unidad
.de pensamiento. La a r t i c u l a c i ó n de ta e n t o n a c i ó n va s u b r a y a n d o la
articulación del p e n s a m i e n t o .

2 4 0 . PARTE ASCENDENTE V PARTE DESCENDENTE DE LA EN-


TONACIÓN. — Cuando la figura de entonación se tiene que articular en dos
o mis miembros, se divide en dos partes. La primera p a r t e se llama
ascendente, y en ella la tensión general es mayor que en la segunda,
el tono más alto y en sus últimas silabas la voz hace una inflexión as-
cendente. La segunda se llama p a r t e d e s c e n d e n t e , y su tensión general es
menor, su tono un poco más bajo y en sus últimas silabas la voz hace una
inflexión descendente muy marcada.

TONO_ _ J t ' NORMAL

Atendiendo al pensamiento, en la primera parte, algo se plantea; en


la segunda, se resuelve. La entonación pone de manifiesto esta bipartición:
la parte ascendente, en la que la voz queda como colgada, expresa que
todavía falta completar la frase. La parte descendente, con su final tan
grave, indica que el pensamiento ha llegado a su fin:
Dime con quien a n d a s " ^
y te diré quien c r c s — ^
Cada una de estas dos partes puede ser. a su vez. compleja, con varios
miembros articulados. En el siguiente ejemplo del Quijote. (I, 2 ) . famosa
parodia del estilo de los libros de caballerías, marcamos con un trazo recio
vertical la división de las dos partes. Dentro de cada parte, señalamos con
un trazo delgado la división de los miembros. Los dos trazos finales indican
el <final de la figura de entonación, que es aquí el final del periodo. La
mayor tensión general y la mayor elevación de tono de la primera parte
respecto a la segunda, las señalamos poniendo la primera parte en letra
mayor que la segunda:

Apenas había el r u b i c u n d o A p o l o tendido por la faz


de la ancha y espaciosa tierra las doradas hebras de sus her-
189.
m o s o s cabellos, | y apenas los pequeños y p i n t a d o s pajarillos
con sus arpadas lenguas h a b i a n s a l u d a d o con dulce y meliflua
armonía la venida de la rosada aurora, | que. dejando la
blanda cama, | p o r las p u e r t a s y v e n t a n a s del m a n c h e g o ho-
r i z o n t e a los m o r t a l e s se m o s t r a b a , | cuando el famoso caballero
Don Q u i j o t e de la Mancha, | dejando las ociosas plumas. ; subió sobre
su famoso caballo Rocinante, | y comenzó a caminar por el antiguo y
conocido campo de Monticl. ||

E l m a n t e n e r b i e n la p a r t e a s c e n d e n t e e n t o d a su c o m p l e j a
e x t e n s i ó n y el o p o n e r l a c o n c l a r i d a d a l a p a r t e d e s c e n d e n t e es
la b a s e m á s s e g u r a para l e e r el p e r í o d o c o n e x p r e s i ó n justa.

2 4 1 . LA PUNTUACIÓN Y EL FINAL DE LA FIGURA EN-

TONACIONAL. — E l p u n t o f i n a l s e ñ a l a el f i n d e l p e r í o d o y
el d e l a f i g u r a d e e n t o n a c i ó n . Pero también marcan el final
d e l a f i g u r a d e e n t o n a c i ó n l o s d o s p u n t o s y el p u n t o y c o m a .
Por ú l t i m o , a veces, t a m b i é n l o m a r e a u n a c o m a , s e g u i d a de
la c o n j u n c i ó n y.

La inmensa extensión del pais que está en sus extremos | es en-


teramente despoblada, | | y ríos navegables posee | que n o ha surcado
aún el frigil barquichuelo. | | El mal que aqueja a la República Argentina;
es la extensión: || el desierto la rodea por todas partes, | se le insinúa
en las entrañas; || la soledad. | el despoblado sin una habitación hu-
mana, ¡ son, | por lo general, | los limites incuestionables entre unas
y otras provincias. |¡ Alli la inmensidad por todas partes: || inmensa
la llanura, | inmensos los bosques. ¡ inmensos los ríos, | el horizonte
siempre incierto. | siempre confundiéndose con la tierra entre celajes
"y vapores tenues | que no dejan en la lejana perspectiva | señalar el
p u n t o en que el m u n d o acaba | y principia el ciclo. | |

SARMIENTO, Facundo.

242. FINAL DE FIGURA DE ENTONACIÓN. — ¿Cuándo es, pues,


el final de una figura de entonación? N o s limitamos ahora, por interés
docente, a las frases enunciativas y sin grande complicación emocional: la
figura de entonación termina donde termina la parte descendente, con su
marcada caida de voz. y donde empieza una nueva parte ascendente con
su mayor tensión y t o n o :

190.
"La inmensa extensión del pais que esti en sus extremos | es ente-
ramente despoblada. | | " .
Aqui tenemos una figura de entonación completa, con su parte as-
cendente y su parte descendente, bien señalada por el grave descenso de
la voz en las dos últimas silabas de la palabra despoblada. E n seguida, a
pesar de no haber mas que una coma, comienza una nueva figura, con
su parte ascendente y descendente también:
"y ríos navegables posee | que n o ha surcado aún el frágil barqui-
chuelo. | | "
Cuando hay dos miembros sintácticos unidos por la conjunción y,
el segundo completa normalmente la entonación del primeros "dime con
quien andas | y te diré quien eres". Por eso la coma delante de la con-
junción y es necesaria cuando se quiere indicar que la entonación t t ha
completado y que empieza una nueva figura.

2 4 3 . LOS GRUPOS FÓNICOS. — Hasta aqui hemos hablado de


miembros del periodo o particiones sintácticas, como particiones o miem-
bros de la figura de entonación: en fonética se llaman grupo* fónico*.
Se llama g r u p o f ó n i c o a c a d a u n a d e las particiones d e la f i g u r a
de e n t o n a c i ó n , d e p a u t a a p a u t a .

2 4 4 . LA INFLEXIÓN DE VOZ EN LOS GRUPOS FÓNICOS. — Una


regla que abarque a todos no se puede dar: pero si una de gran alcance,
la siguiente: El p e n ú l t i m o g r u p o f ó n i c o d e l a p a r t a a s c e n d e n t e tiene
inflexión d e s c e n d e n t e , y e l p e n ú l t i m o d e la p a r t e d e s c e n d e n t e tiene
inflexión a s c e n d e n t e .
Naturalmente, el último grupo fónico-de la parte ascendente tiene
inflexión ascendente, y el último de la descendente la tiene descendente.

Si porque me ves caídc>-


me señalas con el pier"^ .
piensa que soy hombre y puede-»^
volver a prevalecer. — ^

Los gauchos malos de nuestras campañas"»^, rastreadores y ba-


quianos i n c o m p a r a b l e s * ^ . | han prestado relieve violento y i s p e ; o « X
a nuestra sangrienta infancia e m a n c i p a d o r a — ^ (Groussac).

2 4 5 . Una vez asegurada esta observación sobre los fáciles ejem-


plos anteriores, podemos extender la regla mucho mis así:
T o d o g r u p o fónico, al subdividirte, c o n t e r r à t u inflexión pro-
pia e n el s e g u n d o y a d o p t a la c o n t r a r i a e n el p r i m e r o .

191.
246. CORRECTA PRONUNCIACIÓN DE LAS SÍLABAS. —
E n la lectura cada s í l a b a h a de ser l i m p i a m e n t e a r t i c u l a d a ,
y las p a l a b r a s se h a n de u n i r e n la p r o n u n c i a c i ó n c o n f o r m e a
las n o r m a s del b u e n h a b l a r . Se h a n de e v i t a r e s p e c i a l m e n t e los
siguientes defectos:
1. E l p r o n u n c i a r las vocales o s c u r a m e n t e , c o m o a v e c i -
n a d a s y p o c o d i f e r e n c i a d a s , q u e es u n s i g n o de m u c h a b a s t e d a d .
L o s l a b i o s h a n de a r t i c u l a r b i e n d i s t i n t a m e n t e cada vocal,
a v a n z a n d o u n p o c o p a r a la o y m á s p a r a la u , y, s o b r e t o d o ,
r e t r o c e d i e n d o las c o m i s u r a s u n p o c o p a r a la e y m á s p a r a la i.
2" E l s u p r i m i r la p r i m e r a c o n s o n a n t e en los grupos
ct, pt, mn, etc., doctor, apto, opción, columna, etc.
3* E l a s p i r a r o s u p r i m i r las eses f i n a l e s .

247. FIGURAS DE DICCIÓN. — Se l l a m a n f i g u r a s d e


d i c c i ó n las alteraciones q u e s u f r e n a l g u n a s p a l a b r a s en su
p r o n u n c i a c i ó n . Se reducen a tres clases:
1, p o r a d i c i ó n de a l g ú n s o n i d o , c o m o chacarita dimi-
n u t i v o de chacra.
2, p o r s u p r e s i ó n , c o m o algún p o r alguno.
3, p o r t r a s t r u e q u e , c o m o cantinela en v e z del o r i g i n a l
cantilena.
E s o s e j e m p l o s s o n c o r r e c t o s y ya f i j a d o s p o r el i d i o m a :
p e r o indica r u s t i c i d a d o p o c a e d u c a c i ó n a ñ a d i r , q u i t a r o t r a s -
t r o c a r s o n i d o s en las p a l a b r a s a l t e r a n d o su f i s o n o m í a a c t u a l .
N o se d e b e decir Ingalaterra s i n o Inglaterra, n i buenismo, sino
búenisimo. n i embardunar s i n o embadurnar. Otros ejemplos:

I') tropezar no trompezar


tropezón. no trompezón
lamer, no lamber
irracional. no inracional
entrar, no dentrar
ir, no dir
déjenlo, no dejenlón
mírenme. no mirenmén

192.
virada. no virgúela
ciruela. no cirgüela
diferencia. no diferiencia
indiferencia. no indiferencia
evidencia. no evidiencia

2*) paciencia, no pacencia


conciencia, no concencia
experiencia, no expercncia
conveniencia, no convenencia
obediencia, no obcden;ia
audiencia, no audencia
padrastro, no padrasto
madrastra, no madrasta
en flagrante, no en fragante
fuimos, no fimos
aunque. no an^ue

3') vereda, no vedera


polvareda, no polvadera
humareda, no humadera
pared, no pader
emparedar, no empaderar
derretir, no redetir
derramar, no redamar
pachotada (de no patochada
Pachoto)
chiquirritín (de no chirriquitín
chico)
camaranchón no caramanchón
(de cámara)
zarrapastroso no zaparrastroso
(de zarra-
pastra)
satisfecho, no sastifccho
remunerar, no renumerar
ciudad. no suidad
enjuagar (de no enjaguar
enjuague)
aeroplano, no areoplano
cabestro, no cabrcsto
dentífrico. no dentrífico

Gr»roít¡<».—13.
193.
Algunas de estas falsas pronunciaciones son usuales entre
el vulgo de las ciudades, otras sólo en el campo. Los a l u m n o s
no sólo deben ser corregidos cuando incurran en ellas, sino
que tienen que estar previamente advertidos: la educación ha de
salir al paso t a n t o de los vulgarismos como de los ruralismos.

248. Las figuras de dicción tienen nombres técnicos. La adición


de un sonido por el principio de la palabra se llama p r ó t e s i s : asegún por
según; dentrar por entrar; por el medio, e p é n t e s i s : virgüela por viruela:
por el fin. p a r a g o g e : huespede por huésped.
La supresión por el principio se llama a f é r e s i s : ta por está: por el
medio, s í n c o p a : padrasto por padrastro: por el fin. a p ó c o p e : los lápiz
por los lápices.
El trastrueque de sonidos se llama metate»!*: polvadera por polva-
reda.
2 4 9 . PALABRAS SIN ACENTO. — Hay muchiíimas palabras que
no llevan acento ortográfico, pero si prosódico: casa, andamio, pordiosero,
animal. Otras palabras hay que no tienen acento ortográfico ni tampoco
prosódico, pues no se destaca ninguna de sus silabas. Esas palabras se
pronuncian como arrimadas a otra palabra acentuada, con la cual forman
cuerpo. •

2 5 0 . N o se acentúan las preposiciones, las conjunciones


y el artículo. E n las siguientes oposiciones el a l u m n o se ha
de ejercitar en distinguir el acento prosódico con que una misma
silaba se pronuncia en un caso, y en el o t r o n o :
Sin a c e n t o
(preposiciones)
para la m a n o para la m a n o (verbo)
sobre el papel sobre y papel (sustantivo)
de cada cual dé cada cual lo que pueda (verbo)

H a y un solo caso de conjunción acentuada: y se acentúa


cuando encabeza ciertas interrogaciones de las llamadas elíp-
ticas: "¿Y tu padre?", "¿Y la casa?": "¿Y entonces?", "¿Y
de ahí?". E n la Argentina se ha e x t e n d i d o el uso acentuado
de la conjunción y sola, sin frase encabezada: " ¿ Y ? "
El artículo n o se acentúa: en el hado, la primera sílaba
es tan inacentuada c o m o en helado.

194.
El llamado articulo indefinido se acentúa: Un día. Si pronunciamos
sin acento la silaba un. resulta hundía. Sólo pierde su acento un en el
plural, cuando se antepone a un numeral para quitarle exactitud: unos
veinte días, unas diez leguas.

251. ALGUNOS SUSTANTIVOS QUE OCASIONALMENTE


NO TIENEN ACENTO. — Cuesta, panza y boca n o tienen
acento c u a n d o se c o m b i n a n con arriba y abajo: cuesta arriba,
cuesta abajo, panza arriba, panza abajo, boca arriba, boca
abajo.
Cara y frente n o se a c e n t ú a n c u a n d o se c o m b i n a n con la
preposición a, f o r m a n d o u n g i r o p r e p o s i c i o n a l : Cara al sol,
cara al viento, frente al colegio. Este u s o de cara y frente es
coincidente con la h i s t o r i a de la preposición hacia: hacia, a n -
tiguo fazia, se c o m p o n í a de face y ad (face significa faz, cara),
esto es, cara a.

252. LAS FORMAS DE TRATAMIENTO. — T a m p o c o lle-


van acento don. doña, fray, sor, san, santo, santa, misia. las
p o p u l a r e s ñor, ño, ña, y la p a l a b r a de i n s u l t o s o : don A n t o n i o ,
doña C l a r a , fray M a m e r t o , s o r Agueda, San A n d r é s , Santo
T o m á s , Santa L u c í a , misia P a n c h a , ño Felipe, ña Dolores, s o
e m b u s t e r o , s o l a d r o n a , so fea.
So es u n a debilitación f o n é t i c a de seor, señor. P e r o h o y
se h a o l v i d a d o tal o r i g e n , y se h a h e c h o u n a p a r t í c u l a i n v a -
riable sin a t e n c i ó n al género g r a m a t i c a l .
E n las l l a m a d a s invocaciones, p i e r d e n t a m b i é n el a c e n t o
señor, señora, señorito, señorita, padre, madre, hermano, her-
mana, tio, tía: "¡Señor J u l i á n , oiga u n m o m e n t o ! " , "¡Señora
A n t o n i a ! " ¡Señorito P e p e ! . ¡Padre m í o ! , ¡Padre F u l g e n c i o ! ,
• Madre E n c a r n a c i ó n ! . ¡Hermana M a r í a ! . ¡Tía A n d r e a !

253. EXCLAMACIONES CON MÍO, MÍA. — E n excla-


maciones breves, especialmente s i s o n intercaladas, f o r m a d a s
p o r u n s u s t a n t i v o y el posesivo, suelen perder su acento las*
palabras padre, madre, hija, hijo, hermano, hermana. Dios,

195.
amor. bien. " A y Dios m í o " . " A q u í v e n g o , madre m í a . a
b u s c a r t u p r o t e c c i ó n " , " ¿ D ó n d e e s t o y ? . A q u í , bien m í o , a q u í ,
amor m í o " . " D e s e c h a ese t e m o r , hijo m í o " .
E n estos y p a r e c i d o s casos, hijo mió se p r o n u n c i a c o m o
si fuese u n a sola p a l a b r a , hijomio. y así Diosmio. padremio.
madre mía, amormío, etc.

254. L o s NUMERALES. — L o s n u m e r a l e s s o n p a l a b r a s
c o n a c e n t o . P e r o los c o m p u e s t o s m e n o r e s de cien, p i e r d e n el
a c e n t o del p r i m e r e l e m e n t o : veinticinco se p r o n u n c i a con u n
s o l o a c e n t o en la s í l a b a cin, ya se escriba c o m o u n a sola p a -
l a b r a , veinticinco, ya se escriba c o n s e r v a n d o la i n d e p e n d e n c i a
d e los tres e l e m e n t o s , veinte y cinco. Y así, cuarenta y tres,
ochenta y uno, etc.
L o m i s m o en l o s o r d i n a l e s : el n ú m e r o e n t e r o tiene u n
s o l o a c e n t o , a u n q u e sea c o m p u e s t o , y el a c e n t o c o n s e r v a d o
es el del ú l t i m o e l e m e n t o : décimo cuarto se a c e n t ú a s ó l o en la
s í l a b a cuar, decimocuarto, a pesar del a c e n t o o r t o g r á f i c o de
décimo.
L o s c o m p u e s t o s d e ciento llevan d o s acentos, el del ú l -
t i m o e l e m e n t o y el de ciento: ciénto quince (con dos acentos
p r o s ó d i c o s , n o o r t o g r á f i c o s ) , ciénto veintidós, etc. Cien pierde
su a c e n t o d e l a n t e de mil: cien mil. Mil n o pierde su a c e n t o
en los c o m p u e s t o s : mil ochociéntos cuátro (acentos prosó-
dicos) .

255. PRONOMBRES PERSONALES. — Se a c e n t ú a n las


f o r m a s de s u j e t o y las de c o m p l e m e n t o con p r e p o s i c i ó n : yo.
tú. él, ella, ello, nosotros, nosotras, vosotros, vosotras, ellos,
ellas , con nosotros, para mí, por ti, a él, contigo, consigo, etc.
N o t i e n e n a c e n t o las f o r m a s de c o m p l e m e n t o s sin pre
p o s i c i ó n me, te, se, nos, os, le, la, lo, los. las, les.
E l p r o n o m b r e p e r s o n a l enclítico ( p o s p u e s t o al v e r b o ) ,
e s p e c i a l m e n t e con el i m p e r a t i v o , a veces recibe u n a c e n t o de
énfasis:

196.
—Déjaló
— P e r o todo lo bago yo. (Moratín).

donde rima yo con déjalo.


. . . no fué
sino burla: por tus ojos
que es una necia. Habíame. ( T i r s o de Molina).

donde rima fué con háblamé.


Estas clases de rimas, en las que hay que leer acentuando
el p r o n o m b r e enclítico (me, te, se, le, la, lo, los, las, les,)
son bastante frecuentes en la literatura española, t a n t o en
la clásica como en la anterior y en la posterior, pero siempre
se ven como excepción, destacándose con el acento la indivi-
dualidad gramatical del pronombre, ya sea por énfasis, ya se3
por conveniencias del ritmo. E n el R í o de la Plata, esta pro-
nunciación se ha generalizado del todo, se ha hecho habitual y
ha perdido, por consiguiente, su especial valor enfático o rít-
mico. Ya es, pues, costumbre establecida el destacar siempre
la individualidad gramatical del p r o n o m b r e : óigamé, dármelo,
terminándosé, etc.
Los escritores folkloristas suelen referirse a esta pronuncia-
ción escribiendo digamé, dármelo, terminándose, como si el
acento se " t r a s l a d a r a " al p r o n o m b r e : pero es u n evidente error,
pues el verbo nunca pierde su acento propio. Son dos los
acentos en estos casos.

2 5 6 . L o s POSESIVOS. — Se acentúan pospuestos al sus-


tantivo o solos: no se acentúan antepuestos: La casa nuéstra
(con acento prosódico), pero nuestra casa (sin acento). Y
lo mismo, mi libro, tu sombrero, mi desdicha, etc.

257. Son inacentuados los relativos que. quien, cuyo,


cual, (sin artículo, adverbio), como, donde, cuando, cuan,
cuanto. Si son interrogativos, se acentúan.

258. Mientras n o se acentúa antepuesto al verbo: "mien-


tras vuelvo, entretente con este l i b r o " . Se acentúa cuando va

197.
a i s l a d o en frases e l í p t i c a s : " l u e g o v u e l v o ; e n t r e t e n t e con este
libro, mientras".
Medio se a c e n t ú a c o m o a d j e t i v o : medio litro, y c o m o sus-
t a n t i v o " e l f i n j u s t i f i c a l o s m e d i o s " : n o se a c e n t ú a c o m o a d -
v e r b i o : medio muerto, medio tonta. Más se a c e n t ú a c o m o a d -
v e r b i o d e c a n t i d a d : " d a m e más"; "es más l i s t o q u e t ú " ; n o
se a c e n t ú a c o m o c o n j u n c i ó n e q u i v a l e n t e a pero: " E s o está
bien, m a s lo c i e n o es. . . " A l u n j r cantidades para s u m a y
p a r a resta, más y menos n o se a c e n t ú a n p r o s ó d i c a m e n t e : " c i n c o
m á s c u a t r o " ; " n u e v e m e n o s u n o " . ( A pesar del a c e n t o o r t o -
g r á f i c o de más. f a l t a el p r o s ó d i c o e n e s t o s c a s o s ) .

N o t a . — El profesor hallará noticias m i s detalladas en el articulo


de Navarro T o m i s Palabras sin acento, en la Revista de Filología Española.
1 9 2 6 . tomo XII. pigs. 2 3 5 - 2 7 5 . E n esc articulo la falta de acento pro-
sódico en las palabras aquí apuntadas y otra« mis. esta comprobado ex-
perimentalmente.
El conocimiento de las palabras que no llevan acento es necesario en
muchos casos para la recta pronunciación. Además es necesario para la
acertada comprensión de los versos con sus combinaciones acentuales.

E J E R C I C I O GRAMATICAL. — E n el s i g u i e n t e p a s a j e del
e s c r i t o r e s p a ñ o l D . R a m ó n del V a l l c - I n d á n , s e ñ a l a r las p a -
l a b r a s q u e n o lleven a c e n t o y e j e r c i t a r el o í d o p a r a percibir
r e a l m e n t e la a u s e n c i a d e a c e n t o . L a p r o s a d e V a l l e - I n c l á n tiene
e x c e p c i o n a l e s c u a l i d a d e s r í t m i c a s , y p o r eso d a m o s t a m b i é n
este p a s a j e c o m o ejercicio de e n t o n a c i ó n . U n t r a z o vertical
i n d i c a la s e p a r a c i ó n e n t r e la p a r t e a s c e n d e n t e y la d e s c e n d e n t e ;
d o s t r a z o s débiles v e r t i c a l e s i n d i c a n el f i n d e la f i g u r a de e n -
t o n a c i ó n : las f l e c h a s i n d i c a n c o n su d i r e c c i ó n las i n f l e x i o n e s
ascendentes o descendentes con q u e t e r m i n a n los g r u p o s fó-
n i c o s ; las f l e c h a s de la p a r t e a s c e n d e n t e , q u e es la de t o n o
m á s a l t o y d e t e n s i ó n m a y o r , v a n en la p a r t e a l t a de la c a j a
del r e n g l ó n : las f l e c h a s de la p a r t e d e s c e n d e n t e v a n en la p a r t e
b a j a . E l f i n d e la f i g u r a de e n t o n a c i ó n se m a r c a c o n u n a f l e c h a
más alargada, hacia abajo.

198.
Se puso el s o l " ' | entre presagios de t o r m e n t a - ^ . i, El terral

soplaba con f u r i a _ ^ . removiendo y aventando las arenas"*^ . ¡ como

si quisiese tomar posesión de aquel p i r a m o inmenso«^ todo el dia

letargado por el c a l o r - ^ . | | Espoleamos los c a b a l l o s * ' | y corrimos

contra el viento y el polvo—^ ]| Ante nosotros se extendían las dunas

en la indecisión del crcspúsculo desolado y t r i s t e - ' . ; agitado por

las ráfagas apocalípticas de u a c i c l ó n - ^ . | | Casi rasando la t i e r r a - ' |

pasaban bandadas de buitres con revoloteo t a r d o - ^ . f a t i g a d o ^ / e in-

c i e r t o - y . || Cerró la n o c h e - ' . | y a lo lejos vimos llamear muebas

hogueras-^. || De tiempo : n tiempo**' | un relámpago rasgaba el

horizonte-^ y las dunas aparecían solitarias y l í v i d a s - ^ . | | Empe-

zaron a caer gruesas gotas de agua—^ . || Los caballos sacudían las

o r e j a s ^ | y temblaban como calenturientos—^. || Las hogueras—^, •

atormentadas por el h u r a c á n ^ . | se agitaban de i m p r o v i s o - ^ o men-

guaban basta desaparecer-^. || Los relámpagos—»., cada vez más

frecuentes""' , | dejaban en los ojos la visión temblorosa y fugaz del

paraje inhóspito | | Nuestros c a b a l l o s ^ . c o n las crines al viento«»', j

lanzaban relinchos de e s p a n t o - ^ y procuraban orientarse«^, bus-

cándose en la oscuridad de la noche bajo el a g u a c e r o - y || La luz

caótica de lo» r e l á m p a g o s " * ' . ! daba a la yerma vastedad el aspecto de

esos parajes quiméricos de las leyendas p e n i t e n t e s - ^ : Desiertos de ce-

nizas y arenales sin f i n - ' I que rodean el Infierno— .

Cuiándonos por las h o g u e r a s - * ' . | llegamos a un gran raso de

yerba donde cabeceaban.^^sacudidos por el viento-»^ algunos coco-

teros desgreñados,«^ e n a n o s « ^ y s a l v a j e s — | | El aguacero había ce-

sado r e p e n t i n a m e n t e ^ ! y la tormenta parecía ya muy l e j a n a - ^ . | |

Dos o tres perros salieron ladrando a nuestro encuentro. - *^ | y en la

199.
lejanía.*^ otros ladridos respondieron a los suyos—y. | Vimos en

torno a la lumbre agitarse y vagar figuras de mal agüero: Rostros

negros y dientes b l a n c o s ^ ¡ que las llamas iluminaban — y || Nos

hallábamos en un campo de jarochos,—^ mitad bandoleros y mitad

pastores:"*^ | que conducían numerosos rebaños a las ferias de Gri-

jaiba ||

Al vernos llegar galopando en t r o p e l . * ^ | de todas partes acudían

hombres negros«»^y canes famélicos—. : Los hombres tenían la esbeltez


jf
que da el desierto*^ y actitudes de reyes bárbaros.—^magnifica».^^

sanguinarias-^ En el ciclo la luna,—^enlutada como viuda ideal.

dejaba caer la tenue sonrisa de su luz sobre la ruda y aulladora


tribu—, | | A veces entre el vigilante ladrido de los c a n e s - x y el
* /
áspero vocear del pastoreo errante.""^ | percibíase el estremecimiento de

las o v e j a s . * ^ y llegaban hasta nosotros ráfagas de e s t a b l o . - ^ campe-

sinas y r o b u s t a s - ^ c o m o un aliento de vida primitiva — | | Sonaban

las esquilas con ingrávido campanilleo,—^ ardían en las fogatas haces

de olorosos rastrojos.-"^ | y el humo subia blanco.—^ feliz—^y car-

gado de a r o m a s - » ^ como el humo de los rústicos y patriarcales sacri-

f i c i o s " RAMÓN DEL VALLE-JNCLAN.


Sonata de estío.

N O T A SOBRE LA P U N T U A C I Ó N . — H e m o s dicho. §§ 241 -


2 4 2 q u e u n a c o m a m a r c a el f i n a l d e u n a f i g u r a d e e n t o n a c i ó n
c u a n d o v a s e g u i d a d e l a c o n j u n c i ó n y; e n e s o s c a s o s la c o m a
señala una inflexión descendente grave. Pero Valle-Indán.
como otros escritores de s e n t i d o rítmico muy agudo, suele
emplear la c o m a en éstos y en o t r o s casos, p a r a indicar la
necesidad rítmica de u n a i n f l e x i ó n ascendente: " C e r r ó la no-
c h e r " ^ y a lo lejos vimos llamear m u c h a s h o g u e r a s - ^ ".

200.
R E C I T A C I Ó N

S a l m o pluvial
Tormenta

Érase una «averna de agua sombría el ciclo:


el trueno, a la distancia, rodaba su peñón;
y una remota brisa de conturbado vuelo,
se acidulaba en tenue frescura de limón.

C o m o caliente polen exbaló el campo seco


un relente de trébol lo que empezó a llover.
Bajo la lenta sombra, colgada en denso fleco,
se vió al cardal con vividos azules florecer.

Una fulmínea verga rompió el aire al soslayo;


sobre la tierra atónita cruzó un pavor mortal:
y el firmamento entero se derrumbó en un rayo,
como un inmenso techo de hierro y de cristal.

Lluvia

Y un mimbreral vibrante fué el chubasco resuelto


que plantaba sus líquidas varillas al trasluz,
o en pajonales de agua se espesaba revuelto,
descerrajando al paso su pródigo arcabuz.

Saltó la alegre lluvia por taludes y cauces;


descolgó del tejado sonoro caracol;
y luego, allá a lo lejos, se desnudó en los sauces,
transparente y dorada b a j o un rayo de sol.

Calma

Delicia de los árboles que abrevó el aguacero.


Delicia de los gárrulos raudales en desliz.
Cristalina delicia del trino del jilguero.
Delicia serenísima de la tarde feliz.

Plenitud

El cielo azul estaba fragante de romero,


y en los p r o f u n d o s campos silbaba la perdiz.
LEOPOLDO LUGONES.

201.
E s t a poesía del g r a n p o e t a a r g e n t i n o L e o p o l d o Lugoncs.
y el a n t e r i o r p a s a j e e n p r o s a d e l g r a n e s c r i t o r e s p a ñ o l Ramón
del V a l l e - I n c l á n . describen coincidentemente u n a t o r m e n t a vio-
lenta en la s o l e d a d d e l o s c a m p o s , q u e se r e s u e l v e l u e g o en
bucólica paz.

L E C C I Ó N X X V

FONÉTICA

259. SÍLABA. — Sílaba es la m e n o r unidad de im-


pulso (espiratorio y muscular) e n q u e se d i v i d e el h a b l a real.

Al hablar, no se escapa nuestro aliento en emisión continua, sino


en pequeños impulsos espiratorios.
El trabajo muscular necesario para articular los distintos sonidos
tampoco se sucede como un fluir que abarque a todos los sonidos, sino por
pequeñas descargas de energía muscular. Ni tampoco es que cada sonido
necesite para ser articulado una descarga de energía muscular, sino que
dos. tres, cuatro o más sonidos se pueden articular sucesivamente por la
lengua y los labios en cada impulso.
El impulso muscular coincide con el espiratorio, y a estos dos im-
pulsos coincidentes llamamos silaba.

260. El ACENTO. — El a c e n t o p r o s ó d i c o es un re-


f u e r z o d e la intensidad espiratoria q u e d e s t a c a a u n a sílaba
d e las d e m á s e n la p a l a b r a .

Por el acento, las palabras, se llaman aguda», con el acento en la


sílaba final: ramal, caí. sartén: llana*, con el acento en la penúltima,
como casa, paraíso, incensario; e t d r ú j u l a * , con el acento en la antepe-
núltima. como cántaro, místico, mírame; sobreesdrújula*, con el acento
en la sílaba anterior a la antepenúltima: buscándotelo, dígaselo.

261. V O C A L E S Y CONSONANTES. — Se l l a m a f o n e m a
a c a d a u n o d e l o s t i p o s d e a r t i c u l a c i ó n q u e f o r m a n el s i s t e m a
fonético de una lengua.

202.
L o s f o n e m a s se d i v i d e n en v o c a l e s y c o n s o n a n t e s .
L a s vocales consisten en la s o n o r i d a d p r o d u c i d a en las
cuerdas vocales ( l a r i n g e ) , m o d i f i c a d a en la boca o en la n a r i z
según d i s t i n t o s r e s o n a d o r e s .
L 3 m i s m a s o n o r i d a d viene de la laringe p a r a la a, p a r a
la e. la i, la o y la u. P e r o la boca le hace a esa s o n o r i d a d u n
resonador d i s t i n t o p o r la f o r m a y p o r el t a m a ñ o para cada
vocal. ( L o s cinco r e s o n a d o r e s están descritos en el § 2 0 2 del
Primer C u r s o ) .
L a s c o n s o n a n t e s consisten e n ciertos r u i d o s p r o d u c i d o s
p o r el aire e s p i r a d o en el p u n t o m i s m o de articulación, ya
sea q u e el aire llegue a h í s o n o r o , p o r h a b e r v i b r a d o en las
cuerdas vocales, ya sea q u e llegue s o r d o o sin vibraciones la-
ríngeas.

262. LAS CLASES DE VOCALES. — L a i y la e se l l a m a n


v o c a l e s a n t e r i o r e s p o r q u e su articulación se hace l e v a n t a n d o
la lengua c o n t r a el p a l a d a r d u r o ; la o y la u se l l a m a n p o s t e -
riores, p o r q u e s u a r t i c u l a c i ó n se hace r e t r o c e d i e n d o y levan-
t a n d o la l e n g u a c o n t r a el v e l o del p a l a d a r . L a a se l l a m a media
o neutra.

M á s i m p o r t a n t e es tener en c u e n t a la d i v i s i ó n de las
vocales en a b i e r t a s y c e r r a d a s . El g r a d o de a b e r t u r a de u n a
vocal d e p e n d e p r i n c i p a l m e n t e de la distancia entre la lengua
y el p a l a d a r . L a a es la vocal m á s abierta, p o r q u e la l e n g u a
está a p l a n a d a en el f o n d o de la boca y p o r q u e el p a l a d a r se
aleja m u c h o al a b r i r las m a n d í b u l a s . P a r a la e, la l e n g u a se
levanta p o r d e l a n t e y se acerca al p a l a d a r d u r o . L a e es m e n o s
abierta q u e la a. T o d a v í a se l e v a n t a y a v a n z a m á s p a r a la r,
y p o r eso la i es m á s cerrada q u e la e. D e las vocales poste-,
riores, en la o se acerca la l e n g u a al velo del p a l a d a r , y p o r
eso la o es m e n o s a b i e r t a q u e la a ; en la u t o d a v í a se eleva y
retrocede la l e n g u a m á s . y p o r eso la u es m á s cerrada q u e
la o .

203.
T o t a l : L a a es la vocal m á s abierta, la e y la o s o n vocales
de a b e r t u r a m e d i a : la i y la u s o n las vocales de m e n o r a b e r t u r a
o las m á s cerradas.

263. LOS DIPTONGOS. — E s t a clasificación es necesaria


g r a m a t i c a l m e n t e p a r a explicar la c o m p o s i c i ó n de los d i p t o n -
gos. y es m u c h o m á s s a t i s f a c t o r i a q u e las c o n f u s a s e i m p r e -
cisas divisiones corrientes en fuertes, pierias o llenas y débiles,
o s o n o r o s y menos sonoras o absorbentes y absorbibles. Un
d i p t o n g o está f o r m a d o p o r u n a vocal abierta y u n a c e r r a d a :
pienso, cuatro, aceite, ciudad. L a vocal a b i e r t a es siempre el
c e n t r o del d i p t o n g o y lleva el a c e n t o si el d i p t o n g o es acen-
t u a d o . P e r o n o h a y q u e p e n s a r q u e cada vocal tiene p e r m a -
n e n t e m e n t e el g r a d o j e r á r q u i c o de abierta o de cerrada. E s o
sucede s ó l o con la a, q u e es siempre la vocal m á s abierta. T o d a s
las d e m á s pueden ser la p a r t e f u e r t e y la débil del d i p t o n g o ,
pues la p a r t e f u e r t e está en la vocal q u e sea m á s a b i e r t a con
relación a la o t r a vocal del d i p t o n g o .

L a e y la o s o n m á s abiertas q u e la i y q u e la u, p e r o
m e n o s que la a. L a e y la o s o n de a b e r t u r a e q u i v a l e n t e y
t a m b i é n lo s o n la i y la u. C u a n d o d o s vocales de a b e r t u r a
e q u i v a l e n t e f o r m a n d i p t o n g o , en la p r o n u n c i a c i ó n real resulta
m á s cerrada s i e m p r e la q u e va en p r i m e r lugar, de m o d o que
la s e g u n d a es en esta ocasión m á s a b i e r t a y, p o r eso. c e n t r o
de la s i l a b a : cuida, viuda.

264. LAS CLASES DE CONSONANTES. — É s t a es u n a


recapitulación de las lecciones X X I V y X X V del P r i m e r C u r s o .
L a peculiaridad acústica de cada c o n s o n a n t e d e p e n d e : 1 \ del
p u n t o de a r t i c u l a c i ó n : V. del m o d o de a r t i c u l a c i ó n : 3*. de
si el s o p l o e s p i r a d o va o n o a c o m p a ñ a d o de v i b r a c i o n e s la-
ríngeas. P o r el p u n t o de articulación se d i v i d e n así:

B i l a b i a l e s . A m b o s labios s o n ó r g a n o s activos ( u n p o c o
m á s el i n f e r i o r ) : p, b (=v), m.

204.
L a b i o d e n t a l e s . Ó r g a n o activo, el labio i n f e r i o r : pasivo,
los d i e n t e s s u p e r i o r e s : f .
I n t e r d e n t a l e s . Ó r g a n o activo, el ápice; pasivo, el b o r d e
de los dientes s u p e r i o r e s : z o c (ce, ci) de la p r o n u n c i a c i ó n
de los españoles. L a lengua a s o m a u n p o c o e n t r e los dientes.
D e n t a l e s , ó r g a n o activo, el ápice: p a s i v o , la cara i n t e r i o r
de los dientes s u p e r i o r e s : t, d.
A l v e o l a r e s , ó r g a n o activo, el ápice: pasivo, los alvéolos
superiores ( c o m o u n c e n t í m e t r o m á s a r r i b a de los d i e n t e s ) :
s, n, l, r, r r . ( L a s tiene m u c h a s v a r i a n t e s ) .
P a l a t a l e s . Ó r g a n o activo, el p r e d o r s o o el d o r s o l i n g u a l :
pasivo, el p a l a d a r d u r o : ch, y. II, ñ.
V e l a r e s , ó r g a n o activo, el p o s t d o r s o l i n g u a l ; pasivo, el
velo del p a l a d a r : c (ca, co, c u ) , o qu; y g en ge, g i : g en ga,
go, g u .
P o r el m o d o de a r t i c u l a c i ó n las c o n s o n a n t e s se d i v i d e n
en o c l u s i v a s , f r i c a t i v a s y a f r i c a d a s .
E n las o c l u s i v a s , l o s ó r g a n o s f o r m a n c o n t a c t o c o m p l e t o
y cierran u n i n s t a n t e la salida al aire: e j e m p l o , la p.
E n las f r i c a t i v a s , los ó r g a n o s se a p r o x i m a n , pero n o se
cierran, y el aire pasa con u n a d i f i c u l t a d q u e p r o d u c e u n a
fricción: e j e m p l o la s.
E n las a f r i c a d a s h a y p r i m e r o o c l u s i ó n y luego fricación,
e j e m p l o la ch.
S o n s i e m p r e o c l u s i v a s : p , t, c (ca, co. c u ) , m, n.
S o n s i e m p r e f r i c a t i v a s : f . c (ce, ci) z, s, l. II. y. j.
S o n s i e m p r e a f r i c a d a s : ch, ñ.
L a s d e m á s , u n a s veces s o n oclusivas, otras, fricativas.

265. SORDAS Y SONORAS. — Se l l a m a s o n o r i d a d o


sordez en las c o n s o n a n t e s al a c o m p a ñ a m i e n t o o ausencia de
vibraciones laríngeas.
S o n s o n o r a s b. d. g, 11. I, r. rr. m. n, ñ, y.
S o n s o r d a s p , t, c. z. f , s, j. ch.

205.
266. V I B R A N T E S , L A T E R A L E S Y NASALES. — H a y a d e -
más unas cuantas consonantes con caracteres especiales: las
v i b r a n t e s , q u e se l l a m a n a s í p o r q u e se h a c e n c o n c i e r t o a l e t e o
d e l a . p u n t a d e la l e n g u a : r . re; l a s l a t e r a l e s , e n l a s q u e el
aire f r o t a en l o s b o r d e s l a t e r a l e s d e la l e n g u a : l, 11; y las
n a s a l e s , q u e se h a c e n e x p u l s a n d o el a i r e s o n o r o p o r la nari'/.:
m, n. ñ.

2 6 7 . L o s ESQUEMAS MAS SIMPLES DE ENTONACIÓN. — Cuando


las distintas emociones, ira, ternura, ironía, etc.. dominan en el hablar,
la entonación se complica grandemente. Aun cuando el lenguaje no sea
especialmente emocional, la entonación del diálogo resulta siempre muy
complicada, porque en el hablar los gestos y la entonación tienen un papel
expresivo muy importante. Por eso. los esquemas más simples de ento-
nación los encontraremos en la lengua escrita y t n pasajes no complicados
emocionalmente. Hemos de distinguir el esquema de la enunciación, el de
la interrogación y el de la exclamación en oraciones simples. Y llamaremos
a estos esquemas de entonación los más simples no solamente porque son
los más sencillos y, por tanto, los más fáciles de aprender, sino porque
esos mismos esquemas se esconden, aunque con variaciones, en la» vivaces
entonaciones menos esquemáticas de los diálogos y del lenguaje emocional.

268. L A ENUNCIACIÓN. — " T o d o estaba tranquilo".


Llamaremos t o n o n o r m a l d e c a d a h a b l a n t e a la altura
d e v o z q u e le sea h a b i t u a l .

Tono normal

P u e s b i e n , e n l a o r a c i ó n d e l e j e m p l o , la p r i m e r a s í l a b a .
to, e s a c e n t u a d a y se p r o n u n c i a e n el t o n o n o r m a l . T o d a s las
s í l a b a s s i g u i e n t e s se p r o n u n c i a n prácticamente en el mismo
t o n o , sean o n o a c e n t u a d a s , ( p u e s ya s a b e m o s q u e las sílabas
a c e n t u a d a s se d i s t i n g u e n por una especial intensidad espira-
toria y n o p o r u n a m a y o r altura t o n a l ) :

TONO « • * * NORMAL

To does ta ba tran

206
P e r o la última sílaba acentuada, qui, sufre un grave des-
censo de la voz, y m á s a ú n la sílaba inacentuada siguiente:

TONO « • 0 ¿ NORMAL

To does ta ba tran qui lo

Si delante de la primera sílaba inacentuada h a y u n a o


más sin acento, éstas se p r o n u n c i a n u n poco más bajas que el
tono normal:

TONO • « • « « NORMAL

y to does ta ba tran qui lo

E n total, el esquema de la enunciación simple coincide con


el de la parte descendente del p e r í o d o :

TONO NORMAL

\
H a y que distinguir, pues, tres partes: 1*, la primera o
primeras sílabas inacentuadas, que se pronuncian un poco más
bajas que el t o n o n o r m a l : 2 \ desde la primera sílaba acen-
tuada hasta la que precede a la última acentuada, que se pro-
nuncian en el t o n o n o r m a l : 3*, la ú l t i m a sílaba acentuada y
las inacentuadas que le sigan, que se pronuncian con un grave
descenso de la voz.

207.
Si la e n u n c i a c i ó n tiene d o s g r u p o s f ó n i c o s ( c o n p a u s a
m e d i a l ) el p r i m e r o f o r m a la p a r t e ascendente y el s e g u n d o
la descendente.

\
TONO -.NORMAL
V
Se puso el sol enere presagios de tormenta.

L a e n t o n a c i ó n e s p a ñ o l a , así c o m o la v e r d a d e r a m e n t e
criolla, tiene la peculiaridad de m a r c a r m u c h o el descenso f i n a l
de la v o z . Recientemente, en B u e n o s Aires se h a d e s a r r o l l a d o
p o r influencia italiana u n a e n t o n a c i ó n u n p o c o c a n t a r í n a que
m a n t i e n e con escaso descenso la ú l t i m a sílaba a c e n t u a d a y que
sostiene en el m i s m o t o n o la p o s t a c e n t u a d a , en vez de hacer
la b a j a r más. E s t e f i n a l n e o p o r t e ñ o en las frases e n u n c i a t i v a s
d a u n ' p o c o a su e n t o n a c i ó n el carácter de s a l m o d i a , y va
a b i e r t a m e n t e c o n t r a las tradiciones i d i o m á t i c a s del país.

269. LA INTERROGACIÓN. — " ¿ H a b r á venido mi


padre?"
E s e n c i a l m e n t e coincide con el e s q u e m a de la p a r t e as-
cendente de la enunciación, s ó l o que el d i a p a s ó n se eleva un
p o c o m á s , y a p a r t i r de la 1' s í l a b a a c e n t u a d a , las d e m á s van
f o r m a n d o u n a escala ligeramente descendente. L a ú l t i m a sí-
laba, sea a c e n t u a d a o n o , se eleva b r u s c a m e n t e :
• #

TONO • * - -NORMAL

H a brá ve ni do mi pa dre

O reducido a e s q u e m a lineal:

TONO NORMAL

208.
Si en la o r a c i ó n h a y u n p r o n o m b r e i n t e r r o g a t i v o , la
e n t o n a c i ó n n o necesita t e r m i n a r con la brusca i n f l e x i ó n as-
cendente de la ú l t i m a s i l a b a :

TONO • NORMAL
• •

De quién es es te pa que te
L a e n t o n a c i ó n d e n u n c i a la n a t u r a l e z a i n t e r r o g a t i v a de
la frase c o n su i n f l e x i ó n f i n a l ascendente; p e r o c u a n d o u n a
p a l a b r a especial tiene ese o f i c i o ( c u á n d o , quién, qué, dónde,
e t c . ) , la i n f l e x i ó n f i n a l p u e d e ser d e s c e n d e n t e . S i n e m b a r g o ,
con frecuencia se s u m a n los d o s p r o c e d i m i e n t o s : p o n e m o s u n
p r o n o m b r e i n t e r r o g a t i v o y h a c e m o s i n f l e x i ó n f i n a l ascendente
o interrogativa.

TONO -NORMAL

de quién es es te p a que te

270. L A EXCLAMACIÓN. — " ¡ C ó m o m e s o r p r e n d e ! "


" ¡ T o d o h a c o n c l u i d o ! " " ¡ E n t r e b o b o s a n d a el j u e g o ! " L o
t í p i c o de las e x c l a m a c i o n e s es: I o , q u e la p r i m e r a sílaba acen-
t u a d a suele ser m á s a l t a q u e el t o n o n o r m a l , c o m o en las i n t e -
r r o g a c i o n e s ; 2", q u e las s í l a b a s sucesivas, en v e z de m a n t e -
nerse en el t o n o n o r m a l , f o r m a n u n a escala descendente: 3*,
que, p o r ser la frase de d o m i n a n t e e m o c i o n a l , es f r e c u e n t e des-
tacar u n a p a l a b r a c u a l q u i e r a de i n t e n c i ó n especial, p r o n u n c i a n -
d o su s í l a b a a c e n t u a d a c o n u n a a l z a de t o n o , u n a l a r g a m i e n t o
de la c a n t i d a d y u n r e f u e r z o de la i n t e n s i d a d : 4 9 , la vocal de
la sílaba destacada suele recorrer, en su c o r t a d u r a c i ó n , u n a m o -
d u l a c i ó n descendente. *

G ramiti«*.—14.
209.
TONO # NORMAL
#

To doha con clu ¡i do

Esquema lineal ( s u p o n i e n d o que empieza p o r sílaba sin


acento) :

TONO NORMAL

E n las exclamaciones encabezadas por un p r o n o m b r e ex-


clamativo. toda's las sílabas, a p a r t i r de la primera acentuada,
f o r m i n una escala descendente, pero la última sílaba acentuada
vuelve a alzarse un poco, alargándose y m o d u l á n d o s c en des-
censo, y la siguiente o siguientes, vuelven a f o r m a r escala des-
cendente:

TONO NORMAL

¡Có mo me sorprende!
• •

TONO # NORMAL

¡Quién su pie raes cri bi ir!

El esquema lineal es:

TONO NORMAL

.210
271. R e s u m e n : t o d a s las entonaciones p o n e n las síla-
bas iniciales n o a c e n t u a d a s p o r d e b a j o del t o n o n o r m a l ; luego,
a p a r t i r de la p r i m e r a a c e n t u a d a , v a r í a n los esquemas de la
siguiente f o r m a :
E n u n c i a t i v a s : la p r i m e r a a c e n t u a d a , y t o d a s las siguien-
tes, a c e n t u a d a s o n o , se e n t o n a n en el t o n o n o r m a l ; la ú l t i m a
acentuada desciende g r a v e m e n t e , y algo m á s la siguiente o si-
guientes. El esquema f o r m a u n a línea h o r i z o n t a l con brusca
caída :

TONO , NORMAL
y

I n t e r r o g a t i v a s : la p r i m e r a acentuada se alza a l g o sobre el


t o n o n o r m a l : las siguientes f o r m . f n escala ligeramente des-
cendente; la ú l t i m a sílaba vuelve a elevarse y a u n tiene den-
t r o de sí i n f l e x i ó n ascendente. El esquema f o r m a u n a línea
inclinada con s u b i d a al f i n a l :

TONO NORMAL

A veces la e n t o n a c i ó n e x c l a m a t i v a tiene t a m b i é n u n alza


de t o n o al f i n a l : pero, la i n t e r r o g a t i v a alza la ú l t i m a sílaba,
y aun le d a m o d u l a c i ó n ascendente:

¿ h a b r á v e n i d o mi padee?

la e x c l a m a t i v a a l z a la ú l t i m a a c e n t u a d a , y le da m o d u l a c i ó n
descendente:
¡Habrá venido mi padre!

EJERCICIO GRAMATICAL. — Leer el siguiente pasaje del


delicado prosista español Gabriel M i r ó , destacando bien en
cada p e r í o d o la p a r t e ascendente, de la descendente, d a n d o a

211.
cada grupo fónico (delante de cada pausa) la inflexión de
v o z q u e le c o r r e s p o n d e , y distinguiendo bien, p o r los esque-
m a s de e n t o n a c i ó n y p o r las m o d u l a c i o n e s de las silabas acen-
t u a d a s p r i n c i p a l e s , las f r a s e s e n u n c i a t i v a s , las i n t e r r o g a t i v a s y
las e x c l a m a t i v a s .

— E n los colegios de los Jesuítas | hablan de " u s t e d " y tratan de


" s e ñ o r " | a todos los educandos. | aunque sean muy chiquitines. || Ya
sé que lo sabe. " Y o entré a los ocho años en Santo Domingo. ¡ y me
pasmaba tanto " u s t e d " y tanto " s e ñ o r " en boca de aquellos sabios sacer-
dotes gravísimos con gafas relucientes. | cuando en mi casa me tuteaban
las criadas; | | pero todavía me maravillaba más | que se lo dijesen a un
rapazuelo que estaba a mi lado; | | yo traía pantalones largos; ! pero los
de mi vecino eran cortos | y llevaba medias. | | Es que era mucho menor
que y o : | | delgadito, | pálido, | muy triste. | distraído; | | las manitas
| siempre manchadas de t i n t a ; | | las cintas del calzoncillo y los
cordones de las botas | desceñidos y colgando. || Se llamaba Cuenca. | |
" ¡ S e ñ o r Cuenca. ] señor Cuenca!" || pronunciaba seco. | imponente. |
el Hermano Inspector. || Y o miraba a mi compañero. ¡ que tenía la ca-
becita hundida entre sus brazos. ¡ cruzados sobre el pupitre. | | Y el
inspector m u r m u r a b a : | | "Señor Sigficnza. | sacuda al señor Cuenca, |
que está d u r m i e n d o " . | Y o lo despertaba. |¡ El señor Cuenca abría
sus grandes ojos. | velados de tristeza y de sueño: | | mirábame pas-
mado. | te desperezaba | y sonreía, perdonándome. || T r o n a b a la voz
del Hermano. |j Y el señor Cuenca | alzaba los hombros | y me pre-
guntaba: " P e r o ¿qué dice el H e r m a n o ? " | " P u e s dice | que te pongas de
rodillas". | | — " ¡ D e rodillas! | | ¿Para q u é ? " | |
El señor Cuenca | se arrodillaba. — " S e ñ o r Cuenca, | señor Cuenca.
| tendrá usted una mala nota en aliño: | | ¿no ve usted que se le caen
las medias?" | |
Casi siempre habia yo de subírselas; | | eran unas calzas de lana
gorda y blanca. | hechas en su casa manchega | por las manos del ama
del señor Cuenca; | | y había y o de ceñírselas, | que el señor Cuenca no
sabia hacerse la lazada de las ataderas. | Al lado del señor Cuenca |
creíame yo un hombre grande, | protector, | y le sccreía paternal-
mente. . . ||
V i n o la semana de Ejercicios Espirituales. | | La pasábamos sin
hablar. | haciendo examen de conciencia, | oyendo pláticas sobre el
Pecado. | la muerte. | el infierno. | el Purgatorio. | la Salvación. . . -1|
Las ventanas de la capilla | estaban entonces casi cerradas: || el altar. |

212.
todo colgado de negro. | | Cuando cantábamos el " P e r d ó n . . . oh . . .
oh. Dios m í o ! " | gritábamos desesperadamente. | no sólo porque im-
plorásemos la gracia con encendido ahinco. | sino también por vengarnos
de nuestro silencio. . . Y el señor Cuenca | no cantaba: [| cerraba los
ojos | y doblaba su cabecita. | descansándola en mi h o m b r o izquierdo. ||
Y o le decía: | | — " ¡ T e advierto | que nos van a castigar a los d o s ! " | |
— Y el señor Cuenca | sonreía sin mirarme. | | Estaba muy blanco. |
con dos arruguitas j u n t o a los labios. | como si fuese a sollozar, ; y
m u r m u r a b a : | | — " | M e duele m i s la f r e n t e ! " | |
El último día de Ejercicios, | en vez del señor Cueaca | se puso
a mi lado otro niño gordo. | colorado. | quieto | y muy devoto. ¡| Y o
le pregunté: | | " ¿ Y Cuenca? || T ú . || ¿dónde está Cuenca?" || Pero
esa criatura | ni me contestó. | | E n el recreo le pedí permiso al Her-
mano para hablarle. | y no quiso otorgirmclo. Y acabada la semana
de silencio. | cuando todos los colegiales prorrumpieron en su primer
grito libre, | expansivo. I gozoso. ' corrí al lado del Inspector | y le
pregunté p o r el señor Cuenca. | | " ¿ T o d a v í a no sabe que preguntar
es una falta grave? | | " N o lo vuelva a.hacer", | me dijo. | |
Me aparté m o h i n o y humillado. | pensando en el señor Cuenca. ||
¿Por qué no estaba ya con nosotros aquel niño pilido. | chiquitín, |
dulce y mustio | que cuando sonreía daba m i s littima que si llora-
se? || ¿Dónde estaría mi camarada con sus pantaloneros color de oliva |
y sus medias blancas. | flojas, | rugosas. | que no sabía atarse y estaban
implorando las manos de la madre, | o siquiera las del ama del señor
Cuenca? | |
. Pasados dos días. ¡ después del primer recreo de la tarde. |
n o f u i m o s a los estudios. | sino al dormitorio. | | y al entrar en las
camarillas | ordenó el Inspector: | | — " U n i f o r m e de gala. | abrigos |
y gorra". | |
Nos vestimos ¡ pasmados. | | ¿Dónde iríamos con esc traje siendo
miércoles? | |
Bajamos a los claustros. | | ¡Señor. | que pasaría! | | ¿Es que
llegaría el Reverendo Padre ^Provincial? || ¡Sí. | si: || el Padre Pro-
vincial seria. | que acaso nos concediese en memoria de su visita alguna
fiesta. | una comida extraordinaria en el campo! ¡| ¡ Y el señor Cuenca
que no estaba! || [ T a n t o como nos divertiríamos! || Pero ¿dónde
estaba Cuenca? | |
E n t r a m o s en la iglesia. || Y me estremecí angustiadamente. || El
cabello y las sienes ¡ me sudaban un hielo derretido. ¡|
En el prebisterio había un ataúd estrecho, blanco, | rodeado de

.213
cirios. || y dentro de la caja. | muy amarillo y muy largo, | vi al
pobre señor Cuenca. | que me sonrió, | ¡a mi me sonrió, lo j u r o ! . |
y me sonreía | como mostrándome sus pantaloncitos largos del uniforme
de gala.
GABRIEL MIRÓ.
Libro de Sigüenza.

COMPOSICIÓN. — U r d i r u n c u e n t o e n q u e se reconozca
esta v e r d a d : " L a g e n e r o s i d a d m a y o r n o consiste en d a r mucho,
s i n o en d a r a t i e m p o " . Si a l g ú n a l u m n o n o consigue u r d i r un
cuento con ese m o t i v o , puede dar una explicación con dife-
rentes ejemplos.
CAPÍTULO X

L E C C I O N XXVI

Versificación

En un verde prado
de rosas c flores,
guardando ganado
con otros pastores
la vi tan graciosa. . .

(Marques de Santillana)

Corrientes aguas, puras, cristalinas. . .


verde prado, de fresca sombra lleno.
hiedra que por los árboles caminas

(Garcilaso de la Vega)

272. RECAPITULACIÓN. — Los versos son unidades rítmicas que


forman serie: cuando las unidades son iguales, como en los ejemplos que
van arriba, la versificación se llama regular: cuando las unidades no son
iguales, la versificación se llama irregular, fluctuante o libre.
Ejemplos de versificación fluctuante. los dos primeros con rima, el
último sin rima:

Ya lo vide el Cid que del rey non habia gracia.


Partió de la puerta, por Burgos aguijaba,
llegó a Santa María, luego descabalga:
fincó los hinojos, de corazón rogaba.
La oración fecha, luego cabalgaba:
salió por la puerta c Arlanzón pasaba.

(Cantar de A fio Cid)


Morenica me llaman, madre,
desde el día que yo nací:
al galin que me ronda la puerta
blanca y rubia le parecí.

(Canción popular del siglo XVI)

Inmenso almendro en flor,


blanca la copa en el silencio pleno de la luna,
el tronco negro en la quietud total de la sombra,
cómo, subiendo por la roca agria a ti,
me parece que hundes tu troncón
en las entrañas de mi carne .

(Juan Ramón Jiménez)

2 7 3 . MÉTRICA. — En castellano la regularidad de los versos se.


establece mediante la igualdad en la medida, en el númereñ&Ic sílabas.
Cada verso se cuenta como si terminara en palabra llana. Los siguientes.
por ejemplo, son de ocho silabas:

] Abenámar. Abenámar.
moro de la morería 1

(Romance del siglo XV)

Si el verso termina en palabra aguda, te cuenta una silaba m i s :


si termina en palabra esdrújula. se cuenta una silaba menos. Asi, son de
siete sílabas todos los que siguen:

Y claridad vivísima
iluminó los Andes. . .
Pero sus pueblos no.

(José Joaquín Pérez)

Cuando dentro del verso una palabra termina en vocal y la siguiente


comienza en vocal, hay o tinale/a ( u n i ó n ) o hiato (separación).
Hay sinalefas (cuatro) en

C o m o un brazo extendido hacia el vacío. . .

(Olegario Víctor Andeade)

216.
Hay hiato en:

Una ola tras otra bramadora

(José de Esproneeda)

En interior de palabra se pueden tratar dos vocales de dos silabas con-


tiguas como si formaran diptongo (sinéresis) o se puede deshacer un
diptongo para formar dos silabas -{diéresis).
Hay sinéresis en la palabra héroes, tratada como bisílaba, en este verso:

¡Héroes sin redención y sin historia!

(Juan Zorrilla de San Martin)

Hay diéresis en:

^ Al soplo de los céfiros suave

(José de Esproneeda)

2 7 4 . LOS VERSOS. — Los versos en castellano se denominan según


el número de sus sílabas: desde tetrasílabos hasta dodecasílabos. Al de
catorce sílabas se le llama a l e j a n d r i n o ; al de dieciséis, octonario. En la
métrica regular es frecuente la combinación de versos de ocho y de cuatro
sílabas: de once y de siete; de once y de cinco: de diez y de seis: de doce
y de diez: de doce, de diez y de seis: de siete y de cinco.

2 7 5 . ACENTO. — T o d o verso castellano lleva acento en la pe-


núltima sílaba ( a c e n t o f i n a l ) .
E n la métrica regular, los versos de diez silabas en adelante llevan
además a c e n t o s interiores f i j o s : los decasílabos, en la silaba cuarta ( " H i m -
nos de guerra, cantos de a m o r e s " ) , o. si no. en la tercera y en la sexta
("Coronada su sien de laureles") ; los endecasílabos, en la sexta ( " E n
la negra tiníebla se destaca"), o. si no, en la cuarta y la octava ( " Q u e
tanto puede una mujer que l l o r a " ) , o en la cuarta y la séptima ("Aben
Amet. al partir de G r a n a d a " ) , o en la cuarta solamente ( " E r a la hora
de la melodía") ; los dodecasílabos, en la quinta ( " L a onda brillante.
sin nube el espacio"), o en la sexta ( " M i r o ya como propio todo lo
h u m a n o " ) , o en la tercera y en la séptima ( " D o n d e siempre seca lágrimas
el sol") ; los alejandrinos, en la sexta ("Cristalina dc/tcia del trino del
j i l g u e r o " ) : los octonarios, en la séptima ( " U n a fauna multi/orme y
una flora colosal").

217.
2 7 6 . RIMA. — La rima consiste en la semejanza entre finales de
versos, contando desde la vocal acentuada inclusive: .cuando hay igualdad
entre todos los fonemas, la rima se llama c o n s o n a n t e (como cnfrenre-'
ardiente, lentamente) ; cuando son iguales solamente las vocales principales,
la rima se llama a s o n a n t e (casa, palma, velada, patria, jaula). Los poetas
modernos evitan la mezcla de consonantes con asonantes, y evitan; además
que los consonantes de una estrofa sean asonantes entre si: pero no pro-
cedían asi los poetas de los siglos XII a XVII.
Cuando los versos no tienen rima, se llaman blancos o suelto«.

277. PAUSA FINAL. CESURA. — E n la l e c t u r a d e p o e -


s í a s se d e b e marcar la t e r m i n a c i ó n de cada verso mediante
p a u s a : esta p a u s a m é t r i c a debe consistir en u n a s i m p l e inte-
r r u p c i ó n . a f i n d e q u e n o se c o n f u n d a c o n el t i p o d e . p a u s a
q u e coincide con matices de e n t o n a c i ó n ( p o r e j e m p l o , las p a u -
sas q u e deben hacerse c u a n d o h a y c o m a o d o s puntos).

O b s é r v e s e la d i f e r e n c i a l e y e n d o v e r s o s e n q u e s ó l o haya
q u e m a r c a r la p a u s a métrica final, p o r q u e las frases q u e los
constituyen n o requieren p u n t u a c i ó n , y versos d o n d e existen,
a d e m á s d e la p a u s a métrica, pausas señaladas con signos de
puntuación:
Más quiero yo a Peribáñez
con su capa la pardilla
que al Comendador de Ocaña
con la suya guarnecida.
(Lope de Vega)

Y o soy un hombre sincero


de donde crece la palma
y antes de morirme quiero
echar mis versos del alma.
(José Marti)

SI al ser hieren sin piedad


el dolor o la agonía
¿te importa a ti, simpatia?
¡o es a ti. curiosidad?
T r a s cerrada tempestad,
del mar entre los enojos,

218.
flota u n cuerpo, y hay cien ojos
en la costa, y grande afán
p o r saber de quién serán
esos humanos despojos.

(Gflí/<5o Fernando Deligne)

H a y tipos de verso donde, además de la pausa final, exis-


ten pausas interiores: se llaman cesuras (cesura quiere decir
corte). Así en los versos de diez sílabas con acento en la
cuarta:
Ondas y brisas. | brumas, rumores,
suspiros y ecos | del ancho mar. .

(José Joaquín Pérez)

E n los de doce sílabas con acento en la q u i n t a :

Al mártir, las palmas. | y a ti. la heroína,


las hojas de acanto | y el trébol en flor

(Manuel Gutiérrez Nájera)

E n los alejandrinos con acento en la sexta sílaba:

El cerro azul estaba | fragante de romero


y en los profundos campos | silbaba la perdiz.

(Leopoldo Lugones)

E n los octonarios con acento en la séptima sílaba:

I.a vidriera de colores | estremécese en su hueco,


que resuena como al paso | de un armado palafrén

(Leopoldo Lugones)

T o d o s estos versos quedan divididos en dos secciones que


se llaman hemistiquios í hemi-stiquio, medio verso).
La cesura puede, además, partir el verso en secciones que
no sean dos mitades:

219.
Aunque llevo en el alma | penas sin nombre,
no siento la nostalgia | de la alegria.

(Julián del Casal)

Pinta el vasto, j rojo incendio | del crepúsculo


(José Joaquín Pérez)

C o m o la p a u s a p a r a el f i n a l del verso, la cesura p e r m i t e


q u e el h e m i s t i q u i o u o t r a especie de sección t e r m i n e n con
p a l a b r a e s d r ú j u l a , c o n t á n d o s e u n a s í l a b a m e n o s , o con p a l a -
bra aguda, contándose una sílaba más:

Bajo la lenta sombra. [ colgada en denso fleco,


se vió al cardal con vividos | azules florecer. . .

(Ltopoldo Lugones)

O en tu cordaje armónico | formas el arco


con que lanza sus flechas ¡ la airada musa.

(Rubén Darío)

Vcrsalles otoñal: * | una paloma: un lindo


mármol; un vulgo errante, | municipal y espeso .

(Rubén Darío)

EJERCICIO GRAMATICAL. — E n t o d a s o cualesquiera de


las poesías t r a n s c r i t a s en este m a n u a l , señalar la m e d i d a ( c o n
s i n a l e f a s , h i a t o s , sinéresis y d i é r e s i s ) , los a c e n t o s f i n a l e s llanos,
a g u d o s o e s d r ú j u l o s , los a c e n t o s i n t e r i o r e s f i j o s (en los verses
de d i e z o m á s s í l a b a s ) , la clase de r i m a o la f a l t a de ella, las
p a u s a s y cesuras. D i s t í n g a s e e n t r e versificación r e g u l a r y ver-
sificación i r r e g u l a r ( c o m o en Balada de la cruz, de J u a n R a m ó n
J i m é n e z y la c a n c i ó n de R i c a r d o M o l i n a r i ) .

220.
R E C I T A C I Ó N

Los d u e n d e s

Imitación de Víctor Hugo

N o bulle
la selva:
el campo
n o alienta.
Las luces
postreras,
despiden
apenas
destellos.
que tiemblan. . .

II

¿Qué ruido
sordo nace?
Los cipreses
colosales
cabecean
en el valle,
y en menuda
nieve caen
deshojados
azahares.

III

Por allá vienen:


¡qué batahola!
Ora se apiñan
en densa tropa
que hiende rápida

221.
la parda atmósfera:
y ora se esparcen,
como las hojas
ante la ráfaga
devastadora.
Si chillan éstos,
aquellos roznan:
si trotan unos,
otros galopan.
De la cascada
sobre las ondas,
cuál se columpia,
cuál cabriola.
Y un duende enano
de copa en copa,
va dando brincos,
y n o las dobla.

IV

¿Fantasmas acaso
la vista figura?
C ó m o hinchadas olas
que en roca desnuda
te estrellan sonantes,
y luego reculan
con ronco murmullo,
y otra vez insultan
al risco, lanzando
bramadora espuma :
así van y vienen,
y silban y zumban

A cata me recojo:
echemos el cerrojo.
¡Qué triste y amarilla
arde mi lamparilla!

222.
'VI

¡Cielos, lo que cruje el techo!


¡ Y lo que silba la puerta!
¡Es un t u r b i ó n deshecho!
De lejos oigo estallar
los árboles de la huerta
como el pino en el hogar.
Si dura más el tropel,
n o amanecerá mañana
un cristal en la ventana
ni una hoja en el vergel.

VII

San A n t ó n , no soy tu devoto,
si n o le pones luego coto
a este diabólico alboroto.
¡ M o t í n semeja, o terremoto,
o hinchado torrente que ha roto
los diques, y t o d o lo i n u n d a !
¡Jesús! ¡Jesús! ¡Qué b a r a b ú n d a !
¿Qué significa, raza i n m u n d a ,
esa aldabada f u r i b u n d a ?
El rayo del cielo os confunda,
y otra vez os pele y os tunda,
y en la caverna más p r o f u n d a
del inflamado abismo os hunda.

VIII

¡ N i por esas! Parece que arroja


el Infierno o t r o denso nublado
o que el diablo al oírme se enoja,
y e m p u j a n d o el ejército alado
el asalto acrecienta y aviva.
El tejado va a ser una criba.

IX

¡Funesta sombra! ¡Tenebroso espanto!


Amedrentado el corazón palpita

223
y la legión de Lucifer en tanto,
reforzando la trápala y la bulla,
a u n tiempo brama, gruñe, llora, grita,
bufa, relincha, ronca, ladra, aulla.

¡ A h ! P o r fin en la iglesia vecina


a sonar comenzó la campana.
Al f u r o r , a la loca jarana,
turbación sucedió repentina.

XI

¡Partieron! La sonante nota


a la hueste infernal derrota.
U n o a otro apresura, excita,
estrecha, empuja, precipita.

XII

Cesó, cesó la zozobra,


a escape va la pandilla:
y la tierra se recobra
de la grave pesadilla.

XIII

Mas a ti ¿qué fortuna,


huerta mía, te cabe?
¿Respiras ya del grave
afán? ¿Injuria alguna
sufriste?. . . ¡Cuánta asoma,
entreabierta a la luna,
nueva f l o r ! ¡ C u á n t o aroma
de rosas y alelíes
el ambiente embalsama!

224.
<fr
'VI

Sobre aquellos boldos


que a u n pelado risco
guarnecen la falda
al amortecido
rayo de la luna
van haciendo jiros,
enjambre parecen
de avispas

XV

¡Desventurados!
Del patrio albergue
también vosotros
gemís ausentes.

XVI

Hacia el cerro
que distingue
lo sombrío
de su tizne
— padrón negro
de hechos tristes —
vagarosas
ondas finge
parda nube

XVII

¡Qué calma
tranquila!
T r a s leve
cortina
de gasa
pajiza,
la luna
dormita.

225
¡ O h fuente
querida!
Ya turbia,
ya limpia,
ya en calles,
que lilas
y adelfas
tapizan:
ya en zarzas
y espinas:
¡tal corre
la vida! Andrés Bello.

Obsérvese que en esta composición, el gran poeta, filóso-


f o y f i l ó l o g o venezolano A n d r é s Bello ( 1 7 8 1 - 1 8 6 5 ) . si-
g u i e n d o el p l a n de Les Djinns, la poesía francesa de V í c t o r H u -
go ( 1 8 0 2 - 1 8 8 5 ) , comienza con versos de tres silabas, sube
gradualmente, a u m e n t a n d o u n a sílaba a los versos de cada sec-
ción, hasta llegar a endecasílabos, y entonces desciende de
n u e v o : con este ascenso y descenso se representa c ó m o va cre-
ciendo la emoción del campesino que cree que la t o r m e n t a de
la noche es obra de los duendes, y c o m o disminuye y se va
c a l m a n d o a medida q u e la t o r m e n t a a m a i n a .

L E C C I Ó N X X V I I

VERSOS EN GRUPOS O SERIES


278. ESTROFAS. — L o s versos, frecuentemente, se com-
b i n a n en g r u p o s que se repiten de m o d o u n i f o r m e en toda
u n a composición (estúdiense en este v o l u m e n , c o m o ejem-
plo, las composiciones Yo voy soñando caminos. . ., de A n -
t o n i o M a c h a d o , Epitafio para un poeta, de N a l é R o x l o , El
corro luminoso, de Gabriela M i s t r a l .
Estas combinaciones métricas se l l a m a n e s t r o f a s . E n ge-
neral llevan rimas, situadas en p u n t o s f i j o s ; pero pueden exis-
tir sin rima. E j e m p l o , la estrofa llamada sáfica (de S a f o ,

226.
poetisa griega del s i g l o V I a. C . ) . c o m p u e s t a de tres sáficos
(endecasílabos con acentos en las sílabas c u a r t a y o c t a v a ; h a y
quienes exigen o t r o a c e n t o en la p r i m e r a s í l a b a ) y u n a d ó -
nico ( p e n t a s í l a b o con a c e n t o f i j o en la sílaba i n i c i a l ) :

Duke vecino de la verde selva,


huésped eterno del abril florido,
vital aliento de la madre Venus,
céfiro blando.
(Esteban Manuel de Villegas)

La palabra estrofa significa en griego 'avance'. En Grecia, los coros


que cantaban danzando en festividades religiosas avanzaban alejándose del
altar del dios y luego regresaban hacia él. El grupo de versos que se cantaba
al avanzar se llamaba e s t r o f a ; el que se cantaba al regresar, antistrofa:
estrofa y antistrofa debían ser idénticas de forma.

279. T I P O S DE ESTROFA. — L o s t i p o s de estrofa son


p o t e n c i a l m e n t e i n f i n i t o s . L o s m á s usuales e n castellano, entre
los q u e se c o m p o n e n de versos de igual medida, son el pareado,
el terceto, el c u a r t e t o , la r e d o n d i l l a , la q u i n t i l l a , la octava real,
la octava francesa, la décima. El s o n e t o p o d r í a considerarse
c o m o u n a e s t r o f a c o m p u e s t a de m i e m b r o s q u e s o n e s t r o f a s
menores. T o d a s estas c o m b i n a c i o n e s llevan r i m a c o n s o n a n t e ,
s a l v o casos excepcionales.

280. PAREADOS. — L o s pareados son d o s versos de


c u a l q u i e r m e d i d a r i m a d o s entre sí.
Año de nieves,
año de bienes.
(Refrán popular)

Amo el granito duro que el arquitecto labra


y el mármol en que duermen la linca y la palabra
(Rubén Darío)

281. TERCETO. — El t e r c e t o se c o m p o n e de tres ver-


sos endecasílabos. R i m a n el p r i m e r o con el tercero; el s e g u n d o

227.
r i m a c o n el p r i m e r o d e l t e r c e t o s i g u i e n t e : a s í v a n encadenán-
d o s e l o s t e r c e t o s , y la c o m p o s i c i ó n s e c i e r r a c o n u n cuarteto:

Fabio. las esperanzas cortesanas


prisiones son. d o el ambicioso muere
y donde al más astuto nacen canas.

El que no las limare o las rompiere,


ni el nombre de varón ha merecido
ni subir al honor que pretendiere.

La codicia en las manos de la suerte


se arroja al mar. la ira a las espadas,
y la ambición se ríe de la muerte.

¿Y no serán siquiera tan osadas


las opuestas acciones, si las miro
de más ilustres genios ayudadas?

Ya. dulce amigo, h u y o y me retiro


de cuanto simple amé: rompí los lazos.
Vén y verás al alto fin que aspiro
antes que el tiempo muera en nuestros brazos.

(Epittola moral, de autor desconocido,


siglo X V I )
Esta combinación la inventó Dante Alighieri ( 1 2 6 5 - 1 3 2 1 ) , el gran
poeta italiano, y en ella escribió su Divina Come<tia. que está regida toda por
el número tres, el número de la Trinidad.
Existen también los tercetos monorrimos:

T e n g o el impuro amor de las ciudades


y a este sol que ilumina las edades
prefiero yo del gas las claridades.
(Julián del Casa/)

282. CUARTETO. — E l c u a r t e t o se c o m p o n e general-


m e n t e d e v e r s o s e n d e c a s í l a b o s q u e r i m a n el p r i m e r o c o n el t e r -
c e r o y el s e g u n d o c o n el c u a r t o . S e le l l a m a t a m b i é n serven-
testo. En épocas r e c i e n t e s se e s c r i b e n cuartetos en versos de
cualquier medida, particularmente dodecasílabos y alejan-
drinos:

228.
Se sueña, se presiente, se adivina:
estremécese el labio y no la nombra:
el alba la ve huir de la colina,
velada entre los pliegues de la sombra.
(Rafael Obligado)

¿Fué acaso en el norte o en el mediodía?


Yo el tiempo y el dia y el país ignoto.
Pero sé que Eulalia ríe todavía
y es cruel y eterna su risa de oro.
(Rubén Darío)

Callaba el mundo, y desde la trémula distancia,


donde un polvo de luna cierne el aire en su tul.
la noche, dilatándose en lánguida fragancia
subía lentamente como un incienso azul.

(Leopoldo Lugones)

Existe también el cuarteto de endecasílabos que riman el primero con


el cuarto y el segundo con el tercero.
Al cuarteto de octosílabos se le llama comúnmente c u a r t e t a . A ve-
ce« sólo están rimados el segundo con el cuarto, en consonante o en aso-
nante. quedando sueltos el primero y le tercero: entonces es común llamarla
meramente copla, si bien la palabra copla no es designación exclusiva de
este tipo de estrofa:
Ni contigo ni sin ti
tienen mis penas remedio:
contigo porque me matas
y sin ti porque me muero.
(Cantar popular de Espuña)

283. REDONDILLA. — L a r e d o n d i l l a se c o m p o n e de
c u a t r o o c t o s í l a b o s q u e r i m a n el p r i m e r o con el c u a r t o y el
s e g u n d o con el tercero. E s la e s t r o f a q u e m á s se e m p l e ó en
el t e a t r o e s p a ñ o l del siglo X V I I :

Ya con tan cruel herida


no puede mi amor vivir.
¿Pues qué falta por morir,
si era amor toda mi vida?
(Agustín ¿forero)

229.
284. QUINTILLA — L a q u i n t i l l a se c o m p o n e d e c i n c o
octosílabos con dos r i m a s : los versos p r i m e r o y s e g u n d o deben
tener r i m a s d i s t i n t a s : en los versos tercero, c u a r t o y quinto,
las d o s r i m a s se d i s t r i b u y e n libremente:

Junto el aguí se ponía,


y la* ondas aguardaba,
y en verlas llegar huía:
pero a veces no podía
y el blanco pie se mojaba.
(Gaspar Gil Polo)

Se da también el nombre de quintilla* a otras combinaciones de


cinco versos de cualquier medida.

285. OCTAVA. — La octava u octava italiana cons-


t a de o c h o v e r s o s e n d e c a s í l a b o s q u e r i m a n el p r i m e r o y el t e r -
c e r o c o n el q u i n t o , el s e g u n d o y el c u a r t o c o n el s e x t o , y el
s é p t i m o c o n el o c t a v o : »

Estas que me dictó rimas sonoras


culta sí. aunque bucólica. Talía
¡oh excelso conde! en las purpúreas horas
que es rosas la alba y rosicler el dia.
ahora que de luz tu niebla doras,
escucha al són de la zampona mía.
si ya los muros no te ven de Huelva
peinar el viento, fatigar la selva.
(Luis de Góngora)

En este metro escribieron, en italiano. Boiardo ( 1 4 3 0 - 1 4 9 4 ) su Or-


lando enamorado. Pulci (1432-C.1484) su Morgante. Ariosto ( 1 4 7 4 -
1553) su Orlando furioso. Torcuato Tasso ( 1 5 4 4 - 1 5 9 5 ) su Jerusalin
libertada, en castellano. Alonso de Ercilla ( 1 5 3 3 - 1 5 9 4 ) su Araucana.
Bernardo de Balbuena (c. 1562-1627) su Bernardo. Luis de Góngora y
Argote ( 1 5 6 1 - 1 6 2 7 ) su Fábula de Polifemo y Galatea: en portugués.
Camoens (c. 1527-1580) Os Lusiadas.

L a o c t a v a f r a n c e s a , l l a m a d a a veces octavilla, se c o m p o -
n e de v e r s o s de c u a l q u i e r m e d i d a , r i m a d o s el s e g u n d o c o n el
t e r c e r o , el s e x t o c o n el s é p t i m o , y el c u a r t o c o n el o c t a v o —

230.
que deben terminar en palabra aguda — . q u e d a n d o sueltos el
p r i m e r o y el q u i n t o :
Con diez cañones por banda,
viento en popa a toda veta,
no corta el mar sino vuela
un velero bergantín.
Bajel pirata que llaman
por su bravura El Temido
en todo mar conocido
del u n o al otro confín.
(José de Espronceda)

Vé a rezar, hija m í a : ya es la hora


de la conciencia y el pensar p r o f u n d o :
cesó el t r a b a j o afanador, y al mundo
la sombra va a colgar so pabellón.
Sacude el polvo el irbol del camino
al soplo de la noche, y en el suelto
manto de la sutil neblina envuelto
se ve temblar el viejo torreón.
(Andrés Bello)

Este tipo de octava se empleó mucho tn Francia a principios del


siglo XIX. Probablemente es una forma derivada del r é j e l h i s p a n o á r a -
be del siglo X . que de España habia pasado a la poesia de Provcnza y
del norte de Francia:
Dat limosna c ración:
faré por vos oración
que Dios vos dé salvación;
quered por Dios a mí dar.
El bien que por Dios fezierdes.
la limosna que a mí dierdes.
q u a n d o dest'e m u n d o salierdes
esto vos habrá de ayudar.
(Arcipreste de Hita, siglo X I V )

El zéjel tenia formas varias. En la m i s común, de cuatro versos, ri-


maban el primero y el segundo con el tercero: el cuarto rimaba con el de
igual posición en las estrofas que seguían. Dos zéjeles juntos pueden f o r -
mar una octava, y así las escribió Víctor H u g o : suprimiendo las rimas
en los versos primero y quinto, queda la octava francesa: Hugo la empleó
también, por ejemplo, en La priere povr tous.

231.
En castellano se le llama a veces berrnudm* a esta octava, del nom-
bre del poeta español Salvador Bermúdez de Castro (1814-1883): pero
muchos poetas la habían empleado antes que él: así. el cubano José
María Heredia (1803-1839) y el español José de Espronceda (1808-1842).

286. DÉCIMA. L a d é c i m a se c o m p o n e de diez octo-


s í l a b o s que r i m a n el p r i m e r o con el c u a r t o y el q u i n t o , el s e g u n -
d o con el tercero, el s e x t o y el s é p t i m o con el décimo, el o c t a v o
con el n o v e n o . Se le l l a m a t a m b i é n e s p i n e l a , p o r q u e se a t r i b u y e
su invención a Vicente Espinel ( 1 5 5 1 - 1 6 3 4 ) , novelista espa-
ñ o l , a u t o r de Marcos de Obregón.

Yo sueño que estoy aquí,


de estas prisiones cargado,
y soñé que en otro estado
más lisonjero me vi.
¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño:
que toda la vida es sueño,
y sueños, sueños son.
(Pedro Calderón de la Barca)

287. SONETO. — E l s o n e t o es una composición com-


pleta de f o r m a f i j a ; según se d i j o antes, puede considerársele
c o m o una estrofa c u y o s m i e m b r o s son estrofas menores. T i e n e
catorce versos d i s t r i b u i d o s en d o s cuartetos y d o s tercetos: en
los dos cuartetos, generalmente r i m a n los versos p r i m e r o y
c u a r t o con el q u i n t o y el octavo, y los versos s e g v n d o y ter-
cero con el s e x t o y el s é p t i m o ; en los d o s tercetos puede haber
dos o tres rimas, que se d i s t r i b u y e n l i b r e m e n t e :

Un soneto me manda hacer Violante:


que en mi vida me he visto en tanto aprieto.
Catorce versos dicen que es soneto:
burla burlando van los tres delante.
Yo pensé que no hallara consonante
y estoy a la mitad de otro cuarteto: • ^
mas si me veo en el primer terceto
no hay cosa en los cuartetos que me espante.

232.
Por el primer terceto voy entrando
y aun parece que entré con pie derecho,
pues fin con este verso le voy dando.
Ya estoy en el segundo, y aun sospecho
que voy los trece versos acabando.
Contad si son catorce, y esti hecho.
(Lope de Vega).
Este* tipo de composición tiene su origen en Provenza, pero adquiere
forma fija en Italia, donde lo cultivan Dante y sus contemporáneos, luego
Petrarca ( 1 3 0 4 - 1 3 7 4 ) y sus innumerables imitadores. En castellano
abunda desde Juan Boscán (c. 1 4 9 5 - 1 5 4 2 ) y Garcilaso de la Vega
(c. 1 5 0 0 - 1 5 3 6 ) . En el teatro del siglo XVII se emplea comúnmente en
monólogos.
Desde fines del siglo XIX se componen sonetos en versos de cual-
quier medida, especialmente en alejandrinos, como en francés.
En los siglos de oro ( X V I - X V I I ) se escribía a veces el soneto con
estrambote, que consistía en una adición de tres versos, generalmente
heptasílabo el primero y endecasílabos los dos últimos,
v
288. COMBINACIONES DE VERSOS DESIGUALES. — L a s
c o m b i n a c i o n e s de v e r s o s d e s i g u a l e s l l e v a n rima c o n s o n a n t e , s a l -
v o excepciones.
L a s c o p l a s d e p i e q u e b r a d o c o n s t a n de versos de ocho y
d e c u a t r o s í l a b a s (el d e c u a t r o s í l a b a s e r a el q u e b r a d o , o sea la
m i t a d , d e l v e r s o de o c h o ) . Se u s a r o n e n l o s s i g l o s X V y X V I .
S u f o r m a m á s f r e c u e n t e e r a la d e seis v e r s o s , e n d o s grupos,
c o n s t i t u i d o s cada u n o p o r u n par de octosílabos y u n tetra-
s í l a b o ; r i m a el p r i m e r o c o n el c u a r t o , el s e g u n d o c o n el q u i n t o ,
el t e r c e r o c o n el s e x t o :

Cuan presto se va el placer,


cómo, después de acordado,
da dolor;
cómo a nuestro parecer
cualquiera tiempo pasado
fue mejor.
(Jorge Manrique)

L a l i r a se c o m p o n e d e v e r s o s e n d e c a s í l a b o s combinados
con heptasílabos. P u e d e t e n e r c u a t r o , c i n c o , seis o siete v e r s o s .

233.
La forma más usual es la de cinco versos, como en éstos de
Garcilaso. que dieron n o m b r e a la estrofa:
Si de mi baja lira
u n t o pudiese el són, que en un momento
aplacase la ira
del animoso viento
y la furia del mar y el movimiento -

La estancia, empleada antiguamente, como la lira, en


poesías que llevan el nombre de o d a s o canciones, se compone
de endecasílabos y heptasílabos, de ocho en adelante. A' veces
se componía de endecasílabos solos. Las estancias de la canción
Por la victoria de Lcpanto, de F e r n a n d o de Herrera ( 1 5 3 4 -
1 5 9 7 ) . son de diez versos: las de su canción Por la pérdida del
rey don Sebastián, de trece: las de la canción A las ruinas de Itá-
lica. de R o d r i g o Caro ( 1 5 7 3 - 1 6 4 7 ) . de diecisiete.

Cantemos al Señor, que en la llanura


venció del ancho mar al Trace fiero.
T ú . Dios de las batallas, tú eres diestra,
salud y gloria nuestra.
T ú rompiste las fuerzas y la dura
frente de Faraón, feroz guerrero:
sus escogidos principes cubrieron
los abismos del mar. y descendieron
cual piedra en el profundo, y tu ira luego
los tragó como arista seca el fuego.
(Fernando de Herrera)

La seguidilla se compone de cuatro o de siete versos. La


de cuatro tiene, alternados, dos heptasílabos y dos pentasílabos,
rimados en consonante o en asonante el primero con el tercero
y el segundo con el cuarto: pueden también quedar sueltos
el primero y el tercero:
¿Quién ha sido la causa
de mis suspiros?
Y los ecos del valle
responden: Iros.
(Canción de autor desconocido, siglo X V I I )

234.
E n la s e g u i d i l l a d e siete v e r s o s l o s p r i m e r o s c u a t r o son
c o m o los d e - l a s i m p l e : los tres ú l t i m o s son u n pentasílabo,
un heptasílabo y un pentasílabo: los d o s pentasílabos riman
e n t r e s í , el h e p t a s í l a b o a veces r i m a c o n l o s p e n t a s í l a b o s d e
la p r i m e r a p a r t e d e la e s t r o f a :
Tardes de Buenos Aires.
y • lardes porteñais.
en que rezuman agua
madera y piedra.
Ay qué delicia:
* que lloviznar parece
y no llovizna.
(Fernández Moreno)
En su origen la seguidilla tenia versificación fluctuante (siglos
X V - X V I I ) y se escribía generalmente en dos versos largos, que des-
pués se partieron en cuatro cortos. Ejemplos populares antiguos:

A la guerra me lleva mi necesidad.


Si tuviera dineros, no fuera, en verdad.
Vienen de Sanlúcar.
rompiendo el agua,
a la Torre del Oro
barcos de plata.

289. S E R I E S INDEFINIDAS. — E l r o m a n c e es u n a se-


rie i n d e f i n i d a d e o c t o s í l a b o s c o n r i m a a s o n a n t e e n l o s v e r s o s
Pares: Servia en Orin al rey
un español con dos lanzas,
y con el alma y la vida
a una gallarda africana. .
(Luis de Góngora)

H a y t a m b i é n r o m a n c e s en versos de o t r a s m e d i d a s : por
e j e m p l o , el r o m a n c e e n d e c a s í l a b o o h e r o i c o ; el romancillo,
en h e x a s í l a b o s : Aqnella Mgala

del mirar sereno,


hechizo del soto
y envidia del cielo . .
(Sor Juana Inés de la Cruz)

235.
En su origen, el romance se escribía en versos largos, fluctuantes.
de aproximadamente dieciséis sílabas, con rima en todos los versos,
como en los antiguos cantare» de gesta (así. el Cantar de Mió Cid.
en el siglo X I I ) . En la rima se mezclaban asonantes y consonantes.
Todavía los romances del siglo X V tienen el verso íluctuante: pero
ya predomina el octonario, que loego se dividió en dos octosílabos.
Es frecuente, pero no general, dividir el romance en grupos de
cuatro versos.
L a s i l v a es serie i n d e f i n i d a d e e n d e c a s í l a b o s y h e p t a s í l a -
bos. con rima c o n s o n a n t e y a veces v e r s o s s u e l t o s :
Pura, encendida rosa,
émula de la llama
que sale con el día
¿cómo naces tan llena de alegría,
si sabes que la edad que te da el cielo
es apenas un breve y veloz vuelo?
Y no valdrán las puntas de tu rama
ni tu púrpura hermosa
a detener un punto
la ejecución del hado presurosa. . .
(Francisco de Rioja)
Se e s c r i b e n t a m b i é n e n serie i n d e f i n i d a l o s v e r s o s b l a n c o s ,
endecasílabos sin rima. E s t e m e t r o t i e n e s u o r i g e n e n I t a l i a ; se
ha cultivado en Inglaterra (Shakespeare. Milton. Shelley,
Keats) y en A l e m a n i a ( G o e t h e , S c h i l l e r ) : p e r o p o c o en cas-
tellano:
Salgo al ameno valle, subo al monte,
sigo del claro rio las corrientes,
busco la fresca y deleitosa sombra,
corro por todas partes, y no encuentro
en parte alguna la quietud perdida
(Gaspar Melchor de Jouellanot)
E J E R C I C I O GRAMATICA®. — E n todas o cualesquiera de
las p o e s í a s t r a n s c r i t a s e n este m a n u a l , d i s t i n g u i r si s o n de v e r -
s i f i c a c i ó n r e g u l a r o i r r e g u l a r y s e ñ a l a r l o s t i p o s de e s t r o f a o
d e series i n d e f i n i d a s .
COMPOSICIÓN. — Q u e cada a l u m n o e x p o n g a cuáles son
s u s p r o y e c t o s p a r a el f u t u r o .

236.
Í N D I C E

Mf.
A LOS P R O F E S O R E S 7

CAPITULO I

LECCIÓN I. — La oración 9
Lectura y explicación de textos 9
La casa, de Rafael Alberto Arrieta 13
Balbuceo, de Enrique Banchi 14
Vocabulario 15
Dictado 15
LECCIÓN II. — Articulación del sujeto y del predicado 16
Composición. Cuento de B. J . Feijoo 20
Exposición oral 20
LECCIÓN III. —• Proposiciones e n ' e l sujeto y en el predicado . . 21
Paisaje tropical, de José Atunción Silva 28
El despertar, de Julio Herrera y Reissig 29
LECCIÓN IV. — Concordancia, coordinación y subordinación . 30
Composición. Carta de D. F. Sarmiento 36

C A P I T U L O II

LECCIÓN V. — El sustantivo y sus clases 37


Y o voy soñando .caminos, de Antonio Machado. 42
Mañana de la cruz, de Juan Ramón Jiménez 43
iLtCCIÓN VI. — Los grupos sintácticos nominales 44
Composición. Descripción . . 47
L t c c i Ó N VII. — El sustantivo con articulo 48
Epitafio para un poeta, de Conrado Naté Roxlo 53
Romance, de Francisco Luis Bernárdez 54

237.
C A P I T U L O III

LECCIÓN VIH. — Sustantivos y'adjetivos. El género . 56


Composición. Narración 66
LECCIÓN IX. — El número . . * 67
Canción de Natacha. de Juana de Ibarbourou 71
El corro luminoso, de Gabriela Mistral 72
LECCIÓN X. — Casos especiales de concordancia. Los numerales 73
Composición. Cuento de Don Juan Manuel 77

C A P I T U L O IV

LECCIÓN XI. — Pronombres personales como sujetos 79


Campos de mi provincia, de Fernández Moreno 87
Soneto, de Enrique Banchs 88
LECCIÓN XII. — Pronombres personales como complementos . 89
Composición. Solicitud a la dirección del colegio 95
LECCIÓN XIII. — Los otros pronombres 95
Cantar, de Eduardo González Lanuza 100
Un patio, dt Jorge Luis Borges 101

CAPITULO V

LECCIÓN XIV. El verbo y sus clases 102


Composición. Noticia periodística 109
LECCIÓN X V . — Clasificación de los verbos por el modo de acción 109
Tabaré, de Juan Zorrilla de San Martin 119
LECCIÓN X V I . — Los.verbos auxiliares 120
Un soneto a Cervantes, de Rubén Dario 124
Con él. de Rafael Alberti ' 125

C A P Í T U L O VI

LECCIÓN XVII. — El verbo: conjugación regular 126


Composición. Informe 136
LECCIÓN XVIII. — Verbos: conjugaciones irregulares 136
• ¿Oyes?, de Arturo Capdevila 148
Doña Graciana, de Fernández Moreno 149
LECCIÓN XIX. — El verbo: uso de los modos y tiempos 149
Barquera, de Lope de Vega 158
Canción, de Ricardo E. Molinari 159

238
C A P I T U L O III
rr-'"
LECCIÓN XX. — El adverbio y sus especies 160
Composición. Descripción de una casa 166
LECCIÓN XXI. — Formas y usfes del.¿dverbio .. .. 166
Sutil entoldado, de Alfonsina Siorni .* 174
Romance de la venganza, de Alfonsina Storni 174
«
C A P I T U L O VIII

LECCIÓN XXII. — Conjunciones v 176


Romance del emplazado, de Federico Carcia Lorca 180
Cazador, de Federico Carcia Lorca 182
LECCIÓN XXIII. — Las preposiciones 182-—
Composición. Resumen de una obra de teatro o una pelicula 187

C A P I T U L O IX

LECCIÓN XXIV. — Ortología 188


Salmo pluvial, de Leopoldo l.ugones 201
LECCIÓN X X V . — Fonética 202
Composición. Un cuento 214

CAPITULO X

LECCIÓN X X V I . — Versificación 215


Los duendes, de Andrís Bello . . 221
LECCIÓN XXVII. — Versos en grupos o series 226
Composición 236

239

También podría gustarte