La enfermedad de Huntington, también conocida como Corea progresiva crónica
o Corea de Huntington, es un trastorno/enfermedad neuro degenerativo que si bien puede ser hereditario, también puede ser que simplemente empieces a presentar sus síntomas, esto a partir de los 30-40 años, en la edad adulta de una persona. Aunque también se han presentado casos, en los que niños y adolescentes la han llegado a presentar en una escala más pequeña.
La Corea de Huntington, es una enfermedad degenerativa progresiva la cual
puede comenzar con sacudidas y/o espasmos repentinos y que puede llegar a evolucionar con movimientos involuntarios más pronunciados, deterioros mentales e inclusive hasta la muerte.
Los síntomas aparecen gradualmente y las personas con la Enfermedad de
Huntington pueden mantener su independencia por años. Como se mostrará a continuación, la Enfermedad de Huntington afecta todos los aspectos de la vida de la persona y su tratamiento requiere de un enfoque más amplio del cual hablaremos más adelante.
La Enfermedad de Huntington es una enfermedad de familias. A pesar de que
todo el mundo nace con el gen de la Enfermedad de Huntington , la enfermedad es causada por una copia anormal del gen que se transmite de padres a hijos
La enfermedad produce alteración psiquiátrica y motora, de progresión muy lenta,
durante un periodo de 15 a 20 años. El rasgo externo más asociado a la enfermedad es el movimiento exagerado de las extremidades (movimientos coreicos) y la aparición de muecas repentinas. Además, se hace progresivamente difícil el hablar y recordar. En las etapas finales de la enfermedad, la duración de los movimientos se alarga, manteniendo los miembros en posiciones complicadas y dolorosas durante un tiempo que puede prolongarse hasta horas. No obstante, los trastornos psíquicos graves, que anteceden normalmente a los musculares, son los rasgos característicos de la enfermedad. Esta puede desencadenar episodios depresivos reiterados con repercusiones negativas en el entorno de allegados. Las facultades cognitivas disminuyen, así como la memoria, y la capacidad de concentración empeora
. La enfermedad termina siendo causa de demencia en los pacientes. También,
cabe decir que el sufrimiento acarreado por la propia enfermedad y sus secuelas puede conllevar deseos de suicidio. REFERENCIAS • .