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UNIDAD IV de “Crecimiento Personal”

INTELIGENCIAS MULTIPLES

Modelo de Inteligencias Múltiples.

La teoría de las inteligencias múltiples es una propuesta del campo de la


psicología cognitiva que rechaza el concepto tradicional de inteligencia y los
métodos para medirla. Para Gardner, la inteligencia es una expresión plural.
De ahí el nombre de su propuesta: las inteligencias múltiples.

La teoría de las inteligencias múltiples es un modelo de concepción de la


mente propuesto en. 1983 por el psicólogo estadounidense Howard Gardner,

Howard Gardner, ha propuesto la Teoría de las Inteligencias Múltiples (MI)


según la cual las capacidades cognitivas humanas son ocho:

 la lingüística
 la lógico-matemática
 la corporal-cinestésica
 la musical
 la espacial
 la interpersonal
 la intrapersonal
 la naturalista

1.Inteligencia lingüística

Se utiliza en la lectura de libros, en la escritura de textos, y en la comprensión


de las palabras y el uso del lenguaje cotidiano. Esta inteligencia se observa en
los poetas y escritores, pero también en oradores y locutores de los medios de
comunicación.

2. Inteligencia lógico-matemática

Utilizada en la resolución de problemas matemáticos, en el contraste de un


balance o cuenta bancaria y en multitud de tareas que requieran el uso de la
lógica inferencial o proposicional. Es la propia de los científicos.
3. Inteligencia musical

Se utiliza al cantar una canción, componer una sonata, tocar un instrumento


musical, o al apreciar la belleza y estructura de una composición musical.
Naturalmente se observa en compositores y músicos en general.

4. Inteligencia espacial

Se utiliza en la realización de desplazamientos por un ciudad o edificio, en


comprender un mapa, orientarse, imaginarse la disposición de unos muebles
en un espacio determinado o en la predicción de la trayectoria de un objeto
móvil. Es la propia de los pilotos de aviación, los exploradores o los
escultores.

5. Inteligencia cenestésico-corporal

Se utiliza en la ejecución de deportes, de bailes y en general en aquellas


actividades donde el control corporal es esencial para obtener un buen
rendimiento. Propia de bailarines, gimnastas o mimos.

6. Inteligencia interpersonal

Se implica en la relación con otras personas, para comprender sus motivos,


deseos, emociones y comportamientos. Es la capacidad de entender y
comprender los estados de ánimo de los otros, las motivaciones o los estados
psicológicos de los demás. Se refiere a una capacidad cognitiva de
comprender los estados de ánimo de los demás, no a la respuesta emocional
que provoca esta comprensión y que clásicamente denominamos empatía. Se
encuentra muy desarrollada en maestros, vendedores o terapeutas.

7. Inteligencia intrapersonal

Es la capacidad de acceder a los sentimientos propios, las emociones de uno


mismo y utilizarlos para guiar el comportamiento y la conducta del mismo
sujeto. Se refiere a una capacidad cognitiva de comprender los estados de
ánimo de uno mismo. Se utiliza para comprendernos a nosotros mismos,
nuestros deseos, motivos y emociones. También juega un papel determinante
en los cambios personales asociados a mejoras o adaptaciones a los eventos
vitales. Se debería encontrar en monjes, religiosos y yoguis.

8. Inteligencia naturalista

Es la capacidad de distinguir, clasificar y utilizar elementos del medio


ambiente, objetos, animales o plantas. Tanto del ambiente urbano como
suburbano o rural. Incluye las habilidades de observación, experimentación,
reflexión y cuestionamiento de nuestro entorno.

El cerebro triuno o triúnico

El cerebro triuno o triúnico es un concepto desarrollado por el


neurocientífico Paul MacLean para hacer referencia a las tres partes o
cerebros especializados en los seres humanos. Estas partes se desarrollan
en diferentes momentos del ciclo evolutivo, por eso se dice que se crean de
abajo hacia arriba. Es decir, la parte más antigua y primitiva del cerebro se
desarrolla en el útero, mientras que el cerebro emocional se organiza en los
primeros seis años de vida y la corteza prefrontal se desarrolla al final.

La física avanzada y la tecnología convirtieron la neurociencia en uno de


los campos de investigación más populares y han permitido comprender
mejor cómo funciona nuestro cerebro triuno (tres tipos de cerebros en uno).
A continuación se describen las diferencias y características de cada una de
las partes.

El cerebro triuno hace referencia a las tres partes o cerebros


especializados del ser humano.

El cerebro reptiliano
El cerebro reptiliano es conocido como el antiguo cerebro animal. Se
encuentra en el tronco cerebral, justo encima del lugar en el que la médula
espinal accede al cráneo. Es la parte más primitiva del ser humano y
comienza a desarrollarse en el útero, por lo que influye en todo lo que
pueden hacer los recién nacidos (respirar, comer, dormir, despertar,
llorar, orinar, defecar…).
El tronco cerebral, junto con el hipotálamo, controla los niveles de energía
del organismo, algo conocido como “homeostasis“. Un término que hace
referencia al mantenimiento del equilibrio interno. Las funciones que
controla el cerebro reptiliano son fundamentales, a pesar de que su
importancia se olvida o queda un tanto relegada si nos ponemos a pensar
en las funciones más avanzadas de nuestra mente, como el pensamiento
abstracto.
Muchos problemas psicológicos están relacionados con dificultades en
estas funciones básicas que mantiene el cerebro reptiliano. Por ejemplo,
en cualquier tratamiento de trauma se debe tener en cuenta o, si no, todo el
organismo se verá abocado al desequilibrio.

El cerebro emocional
El cerebro emocional o área límbica se encuentra situada justo encima del
cerebro reptiliano, en el centro del Sistema Nervioso Central (SNC) y
comienza a desarrollarse desde que nace el bebé. En función de la
experiencia, la composición genética y el temperamento innato del
infante se conforma este cerebro emocional o sistema límbico.

Algunos autores llaman cerebro emocional al conjunto formado por el


cerebro reptiliano y el sistema límbico. Es el centro de las emociones, el
monitor del peligro, el juez del bienestar, el árbitro de la
supervivencia…
Las emociones intensas activan el sistema límbico, concretamente el
área de la amígdala. La amígdala es quien se encarga de avisarnos de los
peligros (centro del miedo) y poner en marcha distintas respuestas:
 Desencadena la cascada de hormonas del estrés.
 Desencadena impulsos nerviosos.
 Elevación ritmo cardíaco.
 Aumento de consumo de oxígeno.
 Prepara al cuerpo para luchar o escapar.
Gray demostró, en sus estudios con animales que, cuanto menor es el
nivel de serotonina, mayor era la hiperactividad a los estímulos
estresantes y a la inversa. Por ejemplo, en los monos macho se observó
cómo la posición de jerarquía de dominio influía en los niveles de
serotonina.
Algunas personas que se han enfrentado a alguna situación traumática
registran la amenaza, pero su mente consciente continúa como si nada
hubiera pasado. A pesar de que la mente puede aprender a ignorar los
mensajes del cerebro emocional, las señales de alarma del cuerpo no se
detienen, y el cerebro emocional sigue funcionando.

Las dos partes del cerebro triuno (reptiliano y emocional) evolutivamente


más antiguas se encargan de registrar las vivencias, manejar nuestra
fisiología y la identificación (confort, seguridad, amenaza, hambre, fatiga,
deseo, ganas, activación, placer, dolor…).

El cerebro racional

La parte más joven de nuestro cerebro triuno es el cerebro racional,


también conocido como neocórtex. Aquí se encuentra la corteza prefrontal,
que es la encargada de la planificación, anticipación, percepción del
tiempo y del contexto, inhibición de acciones inadecuadas, comprensión
empática…

En muchas ocasiones, el cerebro racional no puede liberar al cerebro


emocional simplemente a través del conocimiento y la comprensión de
lo que le ha sucedido, por ejemplo, en un trauma. Para muchas personas
les resulta más fácil contar lo que les han hecho que darse cuenta, sentir y
poner palabras a la realidad de su experiencia interna.
Los lóbulos frontales forman parte del cerebro racional y equilibran el
límite entre los impulsos y el comportamiento aceptable en una
determinada situación. El buen funcionamiento de los lóbulos frontales
es crucial para las siguientes funciones:
 Mantener relaciones armónicas con los seres humanos.
 Evitar que hagamos cosas que nos pondrán en un compromiso o que
pueden dañar a los demás, es decir, la inhibición conductual.
 Regular nuestros impulsos: hambre, sexo, enfado…
En realidad, el cerebro racional ocupa solo un 30% del espacio craneal,
y se ocupa básicamente del mundo exterior. Sus principales funciones
son la comprensión de funcionamientos, cumplir objetivos, gestionar
tiempo, secuenciar acciones… En comparación con el cerebro emocional,
la organización celular y bioquímica del neocórtex del cerebro racional es
más compleja.

https://lamenteesmaravillosa.com/cerebro-triuno-tres-cerebros-una-
persona/

Caracterizar el sistema rectil o inteligencia básica.


El Sistema Reptil se caracteriza por ser asiento de la inteligencia básica, es la
llamada inteligencia de las rutinas, rituales, parámetros. Sus conductas, en la
mayoría, son inconscientes y automáticas. Recibe mensaje del límbico y del
neocortex.
El «cerebro triúnico» o «cerebro triuno» es un modelo propuesto por Paul
MacLean para explicar la organización del cerebro humano, la existencia de
sistemas contradictorios o al menos alternativos en nuestro comportamiento y
la influencia de la evolución como elemento organizador. MacLean sugirió
esta idea en los años sesenta del siglo XX y la desarrolló en su libro The
Triune Brain in Evolution (1990). Para MacLean nuestro cráneo no aloja un
cerebro sino tres, que operan como «tres ordenadores biológicos
interconectados, cada uno con su propia inteligencia, su propia subjetividad,
su propio sentido del tiempo y su propia memoria». Los tres cerebros son el
complejo reptiliano, el sistema límbico y la neocorteza. Veamos las
características de las tres estructuras:

El cerebro reptiliano, también llamado complejo-R para disimular ese nombre


ridículo, estaría formado básicamente por los ganglios basales, el tronco del
encéfalo y el cerebelo. Según los que defienden este mito es un cerebro
primitivo, que controla comportamientos instintivos y que se centra en las
actividades más básicas de la supervivencia incluidas la agresividad, la
dominación, la territorialidad y los rituales. El cerebro reptiliano estaría lleno
de memorias ancestrales y controlaría las funciones autonómicas (respiración
y latido cardíaco), el equilibrio y el movimiento muscular. Sus respuestas son
directas, reflejas, instintivas.
La segunda «capa», el segundo cerebro, es el sistema límbico, un término
también introducido por MacLean que ha tenido un enorme éxito. También se
conoce como el «cerebro paleomamífero» y sería el responsable de las
emociones, un sistema basado en un sistema de evasión (sensaciones
desagradables como el dolor) y atracción (sensaciones agradables como el
placer). Partes clave del sistema límbico serían la amígdala, el septo, el
hipotálamo, la corteza del cíngulo y el hipocampo. El cerebro paleomamífero
sería el responsable de la motivación y la emoción que sentimos al
alimentarnos, al reproducirnos y en el comportamiento parental.

La tercera estructura superpuesta es el cerebro moderno de mamífero,


neomamífero o neocorteza. Es característico de los mamíferos más
evolucionados, de nosotros los primates, y es responsable del pensamiento
avanzado, la razón, el habla, la planificación, la abstracción, la percepción y lo
que en general llamamos funciones superiores.

El modelo del cerebro triuno considera, por tanto, que nuestro cerebro humano
es el resultado de un proceso estratigráfico, de suma de capas sucesivas: el
cerebro instintivo reptiliano, el más profundo y primitivo; al que se superpone
un cerebro emocional e intermedio y, sobre ese, se deposita un cerebro
racional y moderno. La realidad es que ningún estudio consigue separar la
emoción y la racionalidad de una forma clara, están íntimamente
interrelacionadas en nuestra organización cerebral y en nuestro
funcionamiento mental. Por otro lado, la idea de una aparición de estructuras
nuevas y complejas en un proceso de acreción sucesiva es contraria a todo lo
que sabemos sobre la evolución que, en realidad, funciona reorganizando los
circuitos existentes y, en todo caso, dotándolos de mayor complejidad y
asumiendo nuevas funciones

La idea del cerebro triúnico es considerada una patochada por todos los
neurocientíficos pero, en particular, por los que más tienen que decir al
respecto: los que investigan la neuroanatomía comparada. Los ganglios
basales, que forman la parte del león del complejo reptiliano de MacLean,
comprenden una parte mucho menor del telencéfalo de los reptiles, existen en
todos los grupos de vertebrados y no son, por tanto, estructuras asociadas a
este grupo de vertebrados con escamas sino que están presentes en los
antecesores de los vertebrados, mucho más primitivos. Del mismo modo, las
estructuras del sistema límbico que según MacLean surgirían con los primeros
mamíferos se sabe ahora que están presentes en otros grupos de vertebrados y
que características definitorias de este segundo «cerebro» como el cuidado de
las crías se presentan también en otros grupos como aves o peces. Finalmente
lo mismo es cierto con la neocorteza, cuyos primeros rudimentos están en los
mamíferos más tempranos y aunque otros vertebrados no presentan estructuras
con la característica laminación en seis capas, sí presentan áreas homólogas.
El telencéfalo de las aves, por ejemplo, forma conexiones con otras estructuras
telencefálicas similares a las que hace el neocórtex y se encarga de funciones
teóricamente «neomamíferas» como el aprendizaje y la memoria, la toma de
decisiones, el control motor o el pensamiento conceptual. Hemos visto aves
utilizando herramientas para sacar insectos de un hueco, añadiendo agua a una
probeta para que flote una semilla y podérsela comer o recordando las caras de
las personas que los persiguieron. Esas capacidades de planificación y
aprendizaje entrarían según el modelo de MacLean dentro del ámbito último,
neomamífero, pero resulta que las aves presentan ya esa capacidad. Las únicas
virtudes del modelo del cerebro triuno son su sencillez y su facilidad, pero es
simplemente un modelo erróneo, sencillo y fácil.

https://jralonso.es/2017/08/24/el-mito-del-cerebro-reptiliano/

Componentes que conforman el sistema límbico del cerebro

El sistema límbico es aquella parte de nuestro cerebro encargada de regular


las respuestas fisiológicas y emocionales de nuestro cuerpo. Las estructuras
anatómicas del sistema límbico son las responsables de procesar nuestras
emociones y regular nuestra conducta. Esta parte del cerebro ha suscitado
siempre mucha curiosidad en la comunidad científica y en el mundo de la
psicología, eso es debido a que resulta increíble investigar cómo una parte tan
concreta de nuestra anatomía puede regular algo tan importante como pueden
ser nuestras emociones.

El sistema límbico

Hoy en día, hablamos de sistema límbico cuando hacemos referencia


al conjunto de estructuras situadas en el encéfalo (zona interna del cerebro)
y cuya utilidad principal es la gestión y la regulación de las emociones.
Aquello que solemos definir como inconsciente o irracional tiene su base en
una zona muy concreta de la anatomía humana. Este sistema está formado por
estructuras como el hipotálamo, el hipocampo, la amígdala...entre otras
Las partes principales del sistema límbico Son:
1. Hipocampo
Este elemento está relacionado con la transformación de la memoria reciente a
la memoria a largo plazo y a la memoria autobiográfica.
2. Amígdala cerebral
La amígdala o cuerpo amigdalino es una masa de neuronas en forma de
almendra localizadas en los lóbulos temporales (2). Esta zona del sistema
límbico está relacionada con la formación y el almacenamiento de memoria
asociada a hechos o acontecimientos que nos hayan producido fuertes
emociones

3. Tálamo
El tálamo se define como la estructura cerebral situada encima del hipotálamo
(3). Todos los estímulos sensoriales (menos el olfato) pasan por esta zona de
nuestro sistema límbico para después ser derivados a zonas más específicas.
4. Hipotálamo
Este pequeño elemento de nuestra sistema nervioso emocional (4) posee es el
responsable de muchísimas funciones neuronales. El hipotálamo es la zona del
cerebro más importante para la gestión y coordinación del equilibrio de
nuestro cuerpo.
5. Ganglios basales
Los ganglios basales participan de forma indirecta en el sistema nervioso
emocional, estos se encargan de gestionar nuestras respuestas motoras (gestos
o expresiones)

https://www.psicologia-online.com/sistema-limbico-partes-funciones-y-
enfermedades-3824.html

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