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INTRODUCCIÓN
En el presente trabajo que tiene como tema “Teoría general de los contratos administrativos
y los tipos de contrato contraídos y la teoría general del servidor público y regímenes
especiales’’ realizamos una lectura profunda de los materiales facilitados en la plataforma,
como también se realizó una investigación de fuentes alternas para un acabado del trabajo
más completo.
El contrato, en un sentido amplio, lo podemos definir como un acuerdo entre partes del
que nacen obligaciones recíprocas y para el que, dada su trascendencia social y económica,
la Ley, establece unas normas y consecuencias jurídicas.
Dado que, como hemos visto en los antecedentes históricos, el origen y esencia de los
contratos está en el contrato civil o privado, no podemos obviar una referencia, aunque
breve, al concepto de contrato en el Derecho Civil.
Según nuestro Código Civil, las obligaciones nacen de los contratos, cuasicontratos,
delitos o cuasidelitos, faltas y de la ley.
Visto el concepto jurídico de contrato, resulta interesante hacer una breve referencia a
los dos grandes grupos en los que se suelen englobar las distintas modalidades de contratos,
en función de los sujetos que en él intervienen y de la normativa de aplicación; por un lado,
tenemos los contratos privados, que son aquellos en que las partes intervinientes persiguen
intereses meramente particulares y se mantienen en situación de igualdad respecto a los
derechos y obligaciones recíprocas que nacen del contrato. Tales contratos privados están
regulados con carácter general en el Derecho Civil, y con carácter especial, en el Derecho
Mercantil y en Derecho Laboral, siendo extremadamente general.
Junto con los contratos privados, completan el marco jurídico contractual de los
llamados Contratos Administrativos, a los que, por intervenir como sujeto del contrato una
Administración Pública e incidir determinadas circunstancias directamente relacionadas
con la satisfacción de necesidades de carácter público, se les otorga una regulación
específica sujeta al Derecho Administrativo.
Constituyen éstos últimos, el objeto de este trabajo, y a ellos nos vamos a dedicar.
Contratos Administrativos.
Debido a la gran cantidad y diversidad de cuestiones que maneja el Estado por la vía de
la función administrativa, la Administración Pública tiene la necesidad de realizar
convenios y contratos que le permitan efectuar acciones que la habiliten para el logro de sus
fines, para lo cual es indispensable que entable relaciones con los particulares, ya que
necesita de éstos en virtud de que el Estado no tiene a su alcance todos los bienes o
servicios que requiere. En este sentido, la Administración Pública realiza una serie de
contratos, como los de obra pública y suministro (típicos contratos administrativos), así
como los de arrendamiento, compraventa, donación, etc. Éstos últimos se encuentran en el
campo del derecho privado.
Nace así la figura de los contratos administrativos, diferenciados de los contratos civiles
en función del sujeto, del objeto y de la causa del contrato, con una regulación jurídica
específica (caracteres que desarrollaremos con mayor profundidad más adelante),
determinada fundamentalmente por una doble exigencia:
Teniendo en cuenta estos criterios como referencia, interesa resaltar que cuando la
Administración necesita contratar con un tercero lo hará mediante un contrato
administrativo o mediante un contrato privado, dependiendo de la voluntad del legislador la
determinación de las modalidades de contratos que, en un momento social determinado,
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Elementos Esenciales.
Sujetos. Por lógica, los sujetos, por una parte, el particular y por la otra, el ente de la
administración pública que pretende celebrar un contrato. En lo que respecta al particular,
no basta tener la capacidad de ejercicio que señala la legislación civil, sino que, además, si
se trata de personas jurídicas, sus representantes deben acreditar fehacientemente su
personalidad. Es oportuno mencionar que la capacidad del particular se rige tanto por
normas de Derecho Privado como de Derecho Público. Con relación a la Administración
Pública, su competencia para contratar la reconoce la Constitución en su Artículo 234: "
Cuando el Estado tenga que celebrar contratos para realizar obras o adquirir bienes...
deberán someterse dichas obras o suministros a licitación pública, excepto en los casos
determinados por la ley". Entonces tal elemento parte de que uno de los contratantes debe
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Capacidad. Presupuesto ineludible del consentimiento, la cual implica aptitud para ser
sujeto activo o pasivo de relaciones jurídicas. Ahora bien, nos interesa un poco más conocer
la capacidad de la Administración, la competencia de la administración es el conjunto de
facultades que se le han atribuido; es la competencia para la Administración Pública lo que
la capacidad es para los particulares. Esto se explica porque las entidades del Estado no
pueden contratar libremente, sino dentro de la esfera señalada por las leyes administrativas,
careciendo, por lo tanto, de eficacia aquellos contratos en que la entidad administrativa
contratante no tuviera facultades para conocer lo pactado en los mimos. Existen además un
conjunto de circunstancias que pueden alterar las manifestaciones de la voluntad que se
expresan en el consentimiento de las partes, privando de validez al mismo al ocasionar la
formación de una voluntad distinta a la que debió formarse y que hubiera sido la verdadera
voluntad del sujeto. No entraremos en detalle en tales circunstancias, basta por lo
avanzado de nuestro nivel, solamente mencionarlas: Error, Violencia o Dolo.
Objeto. Todo contrato requiere un elemento objetivo sobre el cual puede recaer la
voluntad, el objeto es el propósito de las partes de generar los derechos y las obligaciones,
el objeto de los contratos administrativos es un requisito tan esencial, que sin él no se
concibe la existencia, ni se pueden tener, por consiguiente, eficacia ni validez legal. El
contenido de los contratos administrativos está constituido por la prestación o conjunto de
prestaciones a que den lugar. El objeto de éstos contratos ha de ser desde la ejecución de
obras hasta la gestión de servicios al Estado o la prestación de suministros al mismo; dice la
doctrina que el elemento objetivo del contrato viene a estar determinado por todas las
finalidades comprendidas dentro de la competencia de la administración y que quedará
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La causa se encuentra en todas las obligaciones que tienen su fuente en la voluntad del
individuo, en efecto, siempre que una persona se obliga lo hace con vistas a un fin
inmediato directo, que la determina a establecer la obligación. Manifiesta un sector de la
doctrina que la causa para la Administración no existe, o que, mejor dicho, se confunde con
el objeto del contrato, es decir, que uno y otro los constituye la obra o el servicio público.
Tal teoría ha creado divisiones y no se logra crear un consenso, ya que otros manifiestan
que objeto y causa son perfectamente separables.
Los contratos de suministros son aquellos que tienen por objeto la adquisición, el
arrendamiento financiero, o el arrendamiento, con o sin opción de compra, de productos o
bienes muebles, sin que quepa entender dentro de esta categoría contractual los contratos
relativos a propiedades incorporales o valores negociables. El contrato de suministro es un
tipo particular contrato mediante el cual el suministrador se compromete a realizar en el
tiempo una serie de prestaciones, determinadas o indeterminadas, a cambio del pago de un
precio, que puede ser unitario o por cada prestación periódica.
Son por ejemplo contratos de locación de servicios los que se celebran entre un
abogado y su cliente para que lo represente en juicio, o entre un médico y su paciente para
que lo asista en una enfermedad. Ellos deben procurar defender y tratar de curar a su cliente
o paciente, respectivamente, pero no se exige para percibir su pago que se gane el juicio o
el paciente se cure.
Contrato de consultoría.
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Son contratos de consultoría los que celebren las entidades estatales referidos a los
estudios necesarios para la ejecución de proyectos de inversión, estudios de diagnóstico,
prefactibilidad o factibilidad para programas o proyectos específicos, así como a las
asesorías técnicas de coordinación, control y supervisión. Este contrato permite a
profesionales de las diferentes áreas prestar sus servicios de forma independiente, como en
el área de la educación, capacitación, asesorías, legales, técnicas, sociales, para realizar
estudios o análisis o según sea el caso.
Contrato de supervisión.
Contrato de concesión.
participación que se le otorgue en la explotación del bien, o en una suma periódica, única o
porcentual y en general, en cualquier otra modalidad de contraprestación que las partes
acuerden. El contrato de concesión es de amplia utilización en el sector público y en
algunos sectores del sector privado, donde por su naturaleza resulta ser la mejor opción para
explotar o gestionar un determinado proyecto, como carreteras.
La teoría del servicio público tuvo sus orígenes en Francia en la segunda mitad del siglo
XIX y desde su surgimiento hasta nuestros días ha tenido una importante influencia en
Colombia y en el mundo occidental.
La teoría del servicio público es también una teoría del Estado y del Derecho, que
cambia la concepción en aspectos fundamentales como la naturaleza del Estado, para que
deje de ser un poder de mando y se convierta en una cooperación nacional que asegure el
cumplimiento de los servicios públicos y sancione las reglas del derecho. Es decir, que los
gobiernos sean representantes de un poder social que manda, en nombre del cual ellos
gerencien los servicios públicos, y sean los hombres los destinatarios de sus deberes, y los
gobernantes sus servidores, no sus amos.
2.2 Los métodos, las fuentes, las técnicas y los instrumentos de recolección y
análisis de la información Se integran los métodos histórico y lógico, el análisis y la
síntesis; se utilizan las fuentes primarias (entrevistas, manuales, tratados, conferencias,
informes, sentencias, leyes, constituciones políticas) y secundarias (tesis, ensayos,
artículos) y se hizo análisis documental.
3.1.1 La teoría política y constitucional Es claro que los servicios públicos son un
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Los gobernantes tienen deberes y en modo alguno derechos. Las órdenes que dan, la
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compulsión que ejercitan, no se imponen ni se legitiman sino en tanto que el fin que se
propone es el de asegurar el cumplimiento de estos deberes (Duguit, 1926, pp. 8-9). Los
destinatarios de los deberes de los gobernantes son los hombres, no los gobernantes
mismos, y éstos “son sus servidores y no sus amos” (Duguit, 1926, p.10).
Como puede observarse, se trata de una Teoría del Estado, fundada en la solidaridad
entre las clases sociales, con apropiación individual de la riqueza y con una crítica
severa al individualismo propietarista. La propiedad privada capitalista ya no se concibe
como un derecho absoluto del titular, sino como una situación que le impone
obligaciones y una función social.
REGÍMENES ESPECIALES
Entre los aspectos más característicos del régimen del contrato administrativo se encuentran:
está más limitado aún, por la ley y por los pliegos de condiciones impuestos por la
administración, lo que hace que el contrato sea típicamente un contrato de adhesión.
cocontratante debe obedecer, y sólo le es dado recurrir ex post, contra las resoluciones
administrativas, dentro de los plazos que establezca el ordenamiento jurídico.”
CONCLUSIÓN
Todo esto significa en definitiva que todos los contratos que celebra la
administración tienen un régimen primordialmente de derecho público; que ese
régimen nunca es actualmente el autoritario de la doctrina clásica, sino que es un
régimen de derecho público que busca satisfacer el interés público concreto a que
el contrato debe servir, sin sacrificar los principios superiores de justicia y
equidad a que todo el Estado debe propender. Con todo, es posible observar que
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no todos los contratos celebrados por la administración, que serán pues a nuestro
juicio siempre “contratos administrativos,” tienen un régimen igual; existen por
el contrario variadas gradaciones en cuanto a la intensidad del régimen de
derecho público. Para expresarlo gráficamente, si antiguamente podíamos
encontrar dos categorías bien definidas y totalmente opuestas de contratos de la
administración, los civiles y administrativos
Bibliografía
LP • PASIÓN POR EL DERECHO. (06 de agosto de 2021). Obtenido de Sandra Gutierrez Iquise
https://portal.uah.es/portal/page/portal/GP_CONTRATACION/PG_REPOSITORIO/PG_
DOCUMENTOS/GUIACONTRATOS/MARINA/Tiposdecontratos.pdf