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Carrera
Derecho
Catedrático
Julio César Hernández Torres
Asignatura
Derecho Administrativo 1
Código de Asignatura
CDE-287
Integrantes Nº de cuenta
Sección
19:01
INTRODUCCIÓN
En el presente trabajo que tiene como tema ¨Teoría general de los contratos
administrativos¨ realizamos una lectura profunda de los materiales facilitados en la
plataforma, como también se realizó una investigación de fuentes alternas para un acabado
del trabajo más completo.
Objetivos generales
Objetivos Específicos
Conocer acerca de los contratos administrativos ya que son de necesaria y vital importancia para la
consecución del bienestar social, pues es a través de ellos que la administración puede hacer llegar los
servicios y obras necesarias a los ciudadanos.
Ver el control minucioso de las autoridades que otorgan estos contratos administrativos ya que se pueden ver
involucradas en actos arbitrarios o de claro abuso de poder, al momento de adjudicar el contrato.
Ver la evolución de la contratación administrativa con el paso del tiempo, y es necesario que siempre se
revise la normativa que regula los contratos para adaptarla al paso cambiante y evolutivo del derecho.
Aprender a conocer los contratos administrativos ya que es uno de los caballos de batalla del Derecho
Administrativo, pues es el resultado de actos y procedimientos administrativos que se reúnen para la
formalización del Contrato, y es por ello que su estudio debe ser profundo y exhaustivo.
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El contrato, en un sentido amplio, lo podemos definir como un acuerdo entre partes del
que nacen obligaciones recíprocas y para el que, dada su trascendencia social y económica,
la Ley, establece unas normas y consecuencias jurídicas.
Dado que, como hemos visto en los antecedentes históricos, el origen y esencia de los
contratos está en el contrato civil o privado, no podemos obviar una referencia, aunque
breve, al concepto de contrato en el Derecho Civil.
Según nuestro Código Civil, las obligaciones nacen de los contratos, cuasicontratos,
delitos o cuasidelitos, faltas y de la ley.
Visto el concepto jurídico de contrato, resulta interesante hacer una breve referencia a
los dos grandes grupos en los que se suelen englobar las distintas modalidades de contratos,
en función de los sujetos que en él intervienen y de la normativa de aplicación; por un lado,
tenemos los contratos privados, que son aquellos en que las partes intervinientes persiguen
intereses meramente particulares y se mantienen en situación de igualdad respecto a los
derechos y obligaciones recíprocas que nacen del contrato. Tales contratos privados están
regulados con carácter general en el Derecho Civil, y con carácter especial, en el Derecho
Mercantil y en Derecho Laboral, siendo extremadamente general.
Junto con los contratos privados, completan el marco jurídico contractual de los
llamados Contratos Administrativos, a los que, por intervenir como sujeto del contrato una
Administración Pública e incidir determinadas circunstancias directamente relacionadas
con la satisfacción de necesidades de carácter público, se les otorga una regulación
específica sujeta al Derecho Administrativo.
para realizar tales obras. Al ser un país que no cuenta con los recursos tecnológicos para
realizar determinadas obras o prestar determinados servicios, la contratación administrativa
es necesaria, por lo que los mecanismos de control deben ser idóneos para evitar el
aprovechamiento de los contratistas.
Es por ello, que el estado debe recurrir a un particular para que le brinde lo que necesita
para subsistir, y esto lo hace por medio de los contratos administrativos. Ya que con dichos
es posible, lograr prestaciones tales como ser, por ejemplo, el combustible para sus
vehículos o bien, la papelería para abastecer las oficinas de las carteras del mismo, así como
entre otras necesidades esenciales para las demás entidades que funcionen con fondos
públicos del estado. Como vemos, debido a la gran importancia de los contratos
administrativos, es que éstos tienen una regulación especial y más aún porque una de las
partes que se presentan en la relación jurídica es la administración pública.
Ahora bien, los contratos administrativos, en general, son aquellos en los que la
administración pública interviene en cualquiera de sus esferas, y además debe tener como
objeto la satisfacción directa de una necesidad pública. Mientras que podríamos decir
también, que el contrato, en un sentido más amplio, se define como un acuerdo entre las
partes del que nacen obligaciones recíprocas y para el que, dada su trascendencia social y
económica, la ley, establece unas nomas y consecuencias jurídicas.
Naturaleza Jurídica
Constituyen éstos últimos, el objeto de este trabajo, y a ellos nos vamos a dedicar.
Contratos Administrativos
Debido a la gran cantidad y diversidad de cuestiones que maneja el Estado por la vía de
la función administrativa, la Administración Pública tiene la necesidad de realizar
convenios y contratos que le permitan efectuar acciones que la habiliten para el logro de sus
fines, para lo cual es indispensable que entable relaciones con los particulares, ya que
necesita de éstos en virtud de que el Estado no tiene a su alcance todos los bienes o
servicios que requiere. En este sentido, la Administración Pública realiza una serie de
contratos, como los de obra pública y suministro (típicos contratos administrativos), así
como los de arrendamiento, compraventa, donación, etc. Éstos últimos se encuentran en el
campo del derecho privado.
Nace así la figura de los contratos administrativos, diferenciados de los contratos civiles
en función del sujeto, del objeto y de la causa del contrato, con una regulación jurídica
específica (caracteres que desarrollaremos con mayor profundidad más adelante),
determinada fundamentalmente por una doble exigencia:
Teniendo en cuenta estos criterios como referencia, interesa resaltar que cuando la
Administración necesita contratar con un tercero lo hará mediante un contrato
administrativo o mediante un contrato privado, dependiendo de la voluntad del legislador la
determinación de las modalidades de contratos que, en un momento social determinado,
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Elementos Esenciales:
Sujetos. Por lógica, los sujetos, por una parte, el particular y por la otra, el ente de la
administración pública que pretende celebrar un contrato. En lo que respecta al particular,
no basta tener la capacidad de ejercicio que señala la legislación civil, sino que, además, si
se trata de personas jurídicas, sus representantes deben acreditar fehacientemente su
personalidad. Es oportuno mencionar que la capacidad del particular se rige tanto por
normas de Derecho Privado como de Derecho Público. Con relación a la Administración
Pública, su competencia para contratar la reconoce la Constitución en su Artículo 234: "
Cuando el Estado tenga que celebrar contratos para realizar obras o adquirir bienes...
deberán someterse dichas obras o suministros a licitación pública, excepto en los casos
determinados por la ley". Entonces tal elemento parte de que uno de los contratantes debe
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Capacidad. Presupuesto ineludible del consentimiento, la cual implica aptitud para ser
sujeto activo o pasivo de relaciones jurídicas. Ahora bien, nos interesa un poco más conocer
la capacidad de la Administración, la competencia de la administración es el conjunto de
facultades que se le han atribuido; es la competencia para la Administración Pública lo que
la capacidad es para los particulares. Esto se explica porque las entidades del Estado no
pueden contratar libremente, sino dentro de la esfera señalada por las leyes administrativas,
careciendo, por lo tanto, de eficacia aquellos contratos en que la entidad administrativa
contratante no tuviera facultades para conocer lo pactado en los mimos. Existen además un
conjunto de circunstancias que pueden alterar las manifestaciones de la voluntad que se
expresan en el consentimiento de las partes, privando de validez al mismo al ocasionar la
formación de una voluntad distinta a la que debió formarse y que hubiera sido la verdadera
voluntad del sujeto. No entraremos en detalle en tales circunstancias, basta por lo
avanzado de nuestro nivel, solamente mencionarlas: Error, Violencia o Dolo.
Objeto. Todo contrato requiere un elemento objetivo sobre el cual puede recaer la
voluntad, el objeto es el propósito de las partes de generar los derechos y las obligaciones,
el objeto de los contratos administrativos es un requisito tan esencial, que sin él no se
concibe la existencia, ni se pueden tener, por consiguiente, eficacia ni validez legal. El
contenido de los contratos administrativos está constituido por la prestación o conjunto de
prestaciones a que den lugar. El objeto de éstos contratos ha de ser desde la ejecución de
obras hasta la gestión de servicios al Estado o la prestación de suministros al mismo; dice la
doctrina que el elemento objetivo del contrato viene a estar determinado por todas las
finalidades comprendidas dentro de la competencia de la administración y que quedará
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La causa se encuentra en todas las obligaciones que tienen su fuente en la voluntad del
individuo, en efecto, siempre que una persona se obliga lo hace con vistas a un fin
inmediato directo, que la determina a establecer la obligación. Manifiesta un sector de la
doctrina que la causa para la Administración no existe, o que, mejor dicho, se confunde con
el objeto del contrato, es decir, que uno y otro los constituye la obra o el servicio público.
Tal teoría ha creado divisiones y no se logra crear un consenso, ya que otros manifiestan
que objeto y causa son perfectamente separables.
Existen excepciones, como en el caso que la ley lo autorice o que se haya pactado
expresamente por las partes. En los contratos de obra pública la administración autoriza a
los contratistas para que celebren determinados tipos de contratos con otras personas, como
puentes, obras de arte, jardinería y otros análogos
Los contratos de suministros son aquellos que tienen por objeto la adquisición, el
arrendamiento financiero, o el arrendamiento, con o sin opción de compra, de productos o
bienes muebles, sin que quepa entender dentro de esta categoría contractual los contratos
relativos a propiedades incorporales o valores negociables. El contrato de suministro es un
tipo particular contrato mediante el cual el suministrador se compromete a realizar en el
tiempo una serie de prestaciones, determinadas o indeterminadas, a cambio del pago de un
precio, que puede ser unitario o por cada prestación periódica.
legislación civil nacional. Por medio de este, una persona denominada Locador desarrolla
determinados servicios a favor de otra persona denominada Comitente, en el marco de una
relación civil. La locación de servicios consiste básicamente en un acuerdo voluntario
donde una de las partes paga un dinero para que otra se ponga a su disposición en forma
personal, sin garantizar resultados; por lo cual si a pesar de poner todo su empeño, el fin
para el que fue contratado no se logró, igual debe recibir su paga.
Son por ejemplo contratos de locación de servicios los que se celebran entre un
abogado y su cliente para que lo represente en juicio, o entre un médico y su paciente para
que lo asista en una enfermedad. Ellos deben procurar defender y tratar de curar a su cliente
o paciente, respectivamente, pero no se exige para percibir su pago que se gane el juicio o
el paciente se cure.
Contrato de consultoría.
Son contratos de consultoría los que celebren las entidades estatales referidos a los
estudios necesarios para la ejecución de proyectos de inversión, estudios de diagnóstico,
prefactibilidad o factibilidad para programas o proyectos específicos, así como a las
asesorías técnicas de coordinación, control y supervisión. Este contrato permite a
profesionales de las diferentes áreas prestar sus servicios de forma independiente, como en
el área de la educación, capacitación, asesorías, legales, técnicas, sociales, para realizar
estudios o análisis o según sea el caso.
Contrato de supervisión.
Contrato de concesión.
administrativos desaparece el principio de igualdad entre las partes, que es uno de los
elementos básicos de los contratos civiles. La administración aparece en una situación
de superioridad jurídica respecto del contratista.
De conformidad con la LOCE, por tanto, lo único que quedaría a decisión del
órgano de dirección superior (Junta Directiva, Consejo Directivo, etc.) sería el límite de la
cuantía del contrato, o los tipos de contrato, que podrá adjudicar, es decir, podría
establecerse vía reglamento. Los contratos administrativos que reconoce la LCE son los
siguientes: contrato de obra pública, contrato de suministro y contrato de consultoría. Estos
contratos serán elaborados con las cláusulas estipulaciones que se hubieren previsto en el
Pliego de Condiciones o Bases del Concurso, según sea el caso. Las cláusulas serán las
necesarias para su correcta ejecución y debido control. Su objeto deberá ser determinado y
la necesidad que se pretende satisfacer deberá quedar plenamente justificada en el
expediente respectivo.
El acto-condición es aquel por el cual se aplica a un supuesto concreto una
normativa vigente previamente. Por medio del acto-condición surgen relaciones jurídicas
entre la Administración y los particulares, pero las posiciones jurídicas que se contienen en
las mismas no son determinadas por ese acto, sino que ya se encuentran comprendidas en la
legislación vigente. En el contrato administrativo, en cambio, es un acuerdo entre partes,
cuyas voluntades determinan específicamente, en cada caso, las posiciones jurídicas que le
corresponden a cada parte contratante. No es que, por su medio, entonces, se actualice una
normativa que contenga previamente esas posiciones, sino que el contenido de la relación
contractual es determinado por las partes en cada caso.
ejecutar lo siguiente:
1) La construcción y mantenimiento de carreteras, instalaciones ferroviarias,
puertos, presas, puentes, edificios, aeropuertos, acueductos, obras de control de
inundaciones, instalaciones varias y otras análogas de ingeniería;
2) La realización de trabajos que modifiquen la forma o sustancia del terreno o del
subsuelo, como dragados, inyecciones, perforaciones y otros semejantes; y,
3) La reforma, reparación, conservación o demolición de las obras indicadas en los
incisos anteriores.
Contratos “Llave en mano”
Estos son aquellos por “los cuales el contratista se obliga mediante un único
contrato, todos o algunos de los siguientes elementos: los diseños técnicos, servicios de
ingeniería, financiamiento, construcción, así como, en su caso, el terreno necesario o el
suministro instalación de plantas, equipos otros similares, incorporadas a la obra. Esta
modalidad del contrato de obra pública, distorsiona la figura del contrato administrativo.
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CONCLUSIÓN
Luego todo esto significa en definitiva que todos los contratos que celebra la
administración tienen un régimen primordialmente de derecho público; que ese
régimen nunca es actualmente el autoritario de la doctrina clásica, sino que es un
régimen de derecho público que busca satisfacer el interés público concreto a que
el contrato debe servir, sin sacrificar los principios superiores de justicia y
equidad a que todo el Estado debe propender.
Por consiguiente, es posible observar que no todos los contratos celebrados por la
administración, que serán pues a nuestro juicio siempre “contratos
administrativos,” tienen un régimen igual; existen por el contrario variadas
gradaciones en cuanto a la intensidad del régimen de derecho público. Para
expresarlo gráficamente, si antiguamente podíamos encontrar dos categorías bien
definidas y totalmente opuestas de contratos de la administración, los civiles y
administrativos.
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Bibliografía
LP • PASIÓN POR EL DERECHO. (06 de agosto de 2021). Obtenido de Sandra Gutierrez Iquise
https://portal.uah.es/portal/page/portal/GP_CONTRATACION/PG_REPOSITORIO/PG_
DOCUMENTOS/GUIACONTRATOS/MARINA/Tiposdecontratos.pdf