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Advenimiento del Imperio

Principios del siglo VIII: la constitución republicana de Roma es reemplazada


por una monarquía absoluta. Después de la batalla de Actium, quedó como
único señor Octavio, quien reúne en sus manos todos los poderes. Después de
haber tomado los títulos de Imperator y de Augustus, se hace conceder
sucesivamente por el pueblo y por el senado, de 723 a 741 el
poder proconsular, que le da el mando de todos los ejércitos del Imperio.
Nacido bajo el nombre Cayo Octavio Turino y célebre bajo el nombre de
Caius Lulius Caesar Augustus o Cayo Julio César Augusto, conocido en
español como César Augusto y más habitualmente como sólo Augusto, fue el
“PRIMER EMPERADOR DEL IMPERIO ROMANO” quedando investido de
potestades con carácter: tribunicia que hace de su persona inviolable y le
otorga el derecho de veto sobre todos los magistrados; de carácter censorial,
que le permite completar el senado y proceder a su depuración, y, por
último; de poder religioso, como el que tenían los reyes en tiempos pasados.
Lex regia o lex de imperio.
Después del mandato del Emperador Augusto, sus sucesores reciben los
mismos poderes, no ya por concesiones sucesivas, sino de una sola vez, por
efecto de una ley, renovada a cada advenimiento, y denominada lex regia o lex
de imperio. 
Esta ley otorgaba al emperador, entre otros privilegios, el derecho de hacer
todo lo que él juzgara útil para el bien del Estado; es decir, el poder absoluto.
Votada por el senado, dicha ley era en seguida ratificada por el pueblo, sin
duda en los comicios por tribus.
El paso de la constitución republicana a la era del Emperador, no significó la
suspensión de sus leyes. En realidad, todas las instituciones del periodo
republicano subsistieron, aunque modificándose paulatinamente bajo el nuevo
régimen, con la sola diferencia de que la república estuvo gobernada por un
magistrado supremo y vitalicio investido de poderes extraordinarios.
Y aunque es verdad que en cabeza del Emperador quedaron las antiguas
magistraturas,  Augusto  estuvo auxiliado en el desempeño de su cargo por
varios funcionarios cuyas dignidades fueron creadas bajo su
mandato: Praefectus urbis o gobernador de la ciudad, que puede considerarse
como el lugarteniente en ausencia del Emperador, y que reúne las funciones
que tenían los antiguos ediles de la jurisdicción criminal en Roma y en el radio
de cien millas, y llega después a tener la civil, siendo juez de apelación de los
demás Tribunales de la ciudad, incluso del Pretor; el Praefectus praetorii, que
al principio solo tuvo funciones puramente militares, pero después tuvo
participación en todas las medidas políticas y concurrió a la decisión de los
juicios que se sometían al Emperador; el Praefectus annonae, encargado de la
policía de las subsistencias, y de juzgar de los delitos a ella referentes;
el Praefectus vigilium, que cuidaba de evitar los robos e incendios y de
castigar a sus autores; y los Praefecti aerarii, que reemplazaron a los cuestores
en los asuntos de hacienda.
Los comicios por tribus
Las asambleas populares o Comicios, integraron de manera esencial la
estructura política romana durante la Monarquía y la República, en el sentido
que implicaban lo involucrado que estaba el ciudadano con los destinos
políticos de la nación o patria romana. El ciudadano romano podía hacerse oír
en las Asambleas Populares, fuese en los comicios religiosos (calata), o el
primigenio comicio civil en el que las curias que conformaban las tribus
tomaban decisiones relevantes (curiata), o en ese comicio máximo (centuriata)
que suplantó las funciones del comicio por curias y que permitió una primera
aproximación para la plebe a lo que sería el poder político.
En esta Asamblea, las decisiones implicaban votar positiva o negativamente
las proposiciones del Magistrado facultado por la ley para convocarlos.
Los Comicios por Tribus escogían los magistrados menores (Ediles Curules y
Cuestores) y también tenían dentro de su competencia la imposición de
sanciones a aquellos que incumpliesen las leyes, sanciones de índole
monetarias.
Estaban conformados por 35 tribus: 4 tribus de la ciudad romana como tal, 16
de las vecindades y 15 tribus de las áreas circundantes a Roma. Cada una de
ellas tenía un solo voto.
La costumbre
En una concepción sociológica del derecho, la costumbre desempeña una
función preponderante: constituye en efecto la infraestructura sobre la cual se
desarrolla el derecho y es la directriz para legisladores, juzgadores y doctrina
que la aplican y la desarrollan.
La escuela positivista, por su parte, se afanó por aniquilar la función de la
costumbre, al considerar que ésta no tenía más que una función muy limitada,
y su desempeño resultaba mínimo frente a un derecho ya codificado e
identificado plenamente con la voluntad del legislador.
Esta actitud peca de falta de realismo, en tanto la escuela sociológica, al
desarrollar en una concepción inusitada la expresión “fuente de derecho”,
radicaliza en el otro extremo, la función de la costumbre. Desde nuestra óptica
la costumbre no es el elemento fundamental y primario del derecho que la
escuela sociológica quería atribuirle.
La costumbre no es más que uno más de los elementos que coadyuvan a
desentrañar la solución justa. En las sociedades modernas, la costumbre como
elemento de composición del orden jurídico, dista mucho de tener la
importancia primordial que tiene la ley, sin embargo, la costumbre está muy
lejos de ser tan insignificante como lo ha pensado la doctrina del positivismo
legislativo.

Constituciones imperiales
Una constitución imperial (en latín, constitutio principis), en derecho romano,
es lo que el emperador manda en el ejercicio de sus funciones
por edicto o epístola, creando una norma jurídica (lex). Las relaciones del
emperador con sus súbditos permitían que estos pudieran proponerle una
apelación directamente. Las decisiones del emperador se plasmaban
normalmente en forma de epístolas (epistulae).
A través de los decreta, el emperador, asesorado por los juristas de su corte,
resolvía controversias judiciales de carácter individual. Con los rescripta, el
emperador daba su respuesta a una cuestión concreta de derecho formulada
normalmente por algún funcionario estatal.
Mediante los edicta, que eran de carácter general, ejercía el jus edicendi, el
derecho a ordenar y promulgar edictos, que tenían en principio los ediles
curules, los pretores o los cuestores, dirigidos a una provincia o municipio.
Tenían valor de ley en todo el Imperio. Con los mandata, dirigidas a los
funcionarios del Estado, el emperador daba instrucciones de carácter general,
preferentemente a los gobernadores provinciales.
Los senadoconsultos o “senatus-consultum”
El senadoconsulto se presenta como una fuente importante en la formación del
Derecho Romano, con distinta intensidad a lo largo de sus distintas etapas,
pero que adquiere una relevancia extraordinaria, sobre todo en el ámbito del
Derecho privado, de tal manera que llega a diseñar en gran medida buena
parte del contenido del Derecho Romano en materias tales como la familia, la
sucesión, las obligaciones y el procedimiento romano.
Es lo que el Senado manda y establece, pero no es cualquier resolución del
Senado, sino aquella en que es interrogado por el emperador sobre alguna
cuestión jurídica.
Los senadoconsultos o “senatus-consultum” eran decisiones que tomaba el
Senado en sesión pública convocados por el Rey en la Monarquía.
El Derecho Honorario
El Derecho Honorario o pretoriano es una fuente importante de Derecho de la
República romana. Papiniano en el Digesto (D.I.1.7) diferencia las fuentes del
Derecho, en aquellas que proceden del Derecho Civil (las leyes, los
plebiscitos, los senadoconsultos, las constituciones imperiales y las respuestas
de los prudentes) de las que proceden del Derecho Pretoriano, llamado
también Derecho Honorario, pues es en honor al pretor, funcionario creador
del edicto que es la emanación casi exclusiva de esta fuente legal. Decimos
casi exclusiva, pues también los ediles curules creaban Derecho Honorario,
aunque por supuesto, con mucha menor gravitación. Salvio Juliano, en su
Edicto Perpetuo, que compiló los edictos del pretor, recopiló también los
edictos de los ediles y los integró en un apéndice.
El nacimiento del Derecho Honorario coincide con la creación de la figura del
Pretor Peregrino en el año 367 anterior a la era cristiana. Al asumirse el cargo
cada año, también se renovaba el edicto, por lo cual fue una fuente de Derecho
en constante desarrollo.
El Edicto Perpetuo de Salvio Juliano
El Edicto Perpetuo de Salvio Juliano representa lo que podríamos llamar la
«codificación del derecho pretoriano».
La función específica del pretor consistía en administrar justicia, a cuyo
efecto, al hacerse cargo de sus funciones, publicaba el «edictum», expresión
que procede de «edicere», decir en voz alta, para que el público oyese.
El Edicto era una especie de programa que contenía las reglas anunciadas por
el pretor y de acuerdo con las cuales administraría justicia en cada caso
concreto. Si bien en muchos casos el pretor organizaba las acciones de
acuerdo con lo prescripto por el “ius civile” en otros éstas eran creaciones
suyas, llamándose entonces pretorianas, porque tutelaban relaciones
contempladas por primera vez por el pretor.
El edicto de Salvio Juliano contenía disposiciones del Edicto Provincial,
porque los gobernadores de provincia tenían también derecho de publicar
Edictos; pero estos repetían, en la mayor parte de los casos, las normas del
pretor urbano, incluyéndose por tal razón solamente las normas impuestas por
las peculiaridades del derecho en las provincias.
La escuela sabiniana 
Era una de las dos escuelas más importantes de derecho que había
en Roma durante los siglos I y II. Estaba formada por juristas que se
dedicaban al derecho como profesión, a diferencia de la escuela
proculeyana que lo consideraba como un ejercicio libre de la nobleza.
Los sabinianos tomaron su nombre de Masurio Sabino, pero luego fueron
conocidos como casianos, por uno de los estudiantes de Sabino, Cayo Casio
Longino. Los sabinianos basaban sus dictámenes en la doctrina de Cayo Ateyo
Capitón, instructor de Sabino y un simpatizante del conservatismo en el
reinado de Augusto.
Uno de los hechos más reprochables en la actitud de los sabinianos eran sus
reflexiones legales conservadoras, según la escuela opositora a ellos, los
proculeyanos. La rivalidad entre ellos terminó cuando se unieron a finales del
siglo II. El más famoso estudiante y director de la escuela fue Salvio Juliano,
pero también destacan como directores Javoleno Prisco y Lucio Fulvio
Aburnio Valente.
La escuela proculeyana
Fue una de las dos escuelas jurídicas más importantes en la Roma antigua,
durante el período de Derecho clásico. Generalmente suele contraponerse a la
escuela de los sabinianos, pues ambas presentaban opiniones jurídicas
diferentes con relación a algunos asuntos puestos a su consideración.
El Derecho de Roma antigua evolucionó grandemente a lo largo de la
civilización romana, al aumentar su complejidad y diversidad. Durante el
período preclásico comenzaron a surgir estudiosos del derecho, a los que se
les llamaba "prudentes del Derecho" (jurisprudentes), que ganaron en prestigio
y reconocimiento social. Ya a inicios del período clásico, llegaron a
organizarse varias escuelas jurídicas, de entre las cuales las dos más
importantes fueron la escuela de los sabinianos y la escuela de los
proculeyanos.
La escuela de los proculeyanos fue fundada por el jurista Marco Antistio
Labeón (43 a.C - 20 d.C.), quien resultó crítico del príncipe César Augusto y
defensor de las ideas republicanas. Por esa razón, la escuela de los
proculeyanos tuvo un carácter independiente, contraria a la de los sabinianos
que llegó a tener el reconocimiento oficial de los emperadores. Por ello, los
seguidores de la escuela de los proculeyanos no fueron amparados con el ius
publici respondendi, que implicaba el aval imperial de sus dictámenes.

Alejandro Severo Ajustiniano


Alejandro Severo sirvió como emperador romano desde el 222 d.C. hasta su
prematura muerte en el 235 d.C. A instancias de su madre, tía y abuela, el
emperador Heliogábalo nombró a su primo Alexiano (el futuro Alejandro
Severo) como su heredero en el verano del 221 d.C. Después de darse cuenta
de las posibles consecuencias de sus actos, planeó la ejecución del joven
César. Desafortunadamente para Heliogábalo, la fortuna se volvería en su
contra cuando, en lugar de matar al joven Alexiano, él y su madre
encontrarían sus muertes a manos de la Guardia Pretoriana. El 11 de marzo
(algunos dicen el 13) del 222 d.C., el Senado romano dio la bienvenida al
joven de 13 años como el nuevo gobernante imperial.
División de roma: Teodosio II

En el año 395 d. C., cuando ya era evidente el declive del Imperio romano, el
emperador Teodosio decidió repartir el vasto territorio que gobernaba entre
sus dos hijos: delegó la parte oriental en Arcadio y la parte occidental
en Honorio. Fue un último recurso para tratar de salvar la gloria y el prestigio
de los romanos.

Sin embargo, lo que Teodosio nunca imaginó es que esta decisión, además de
cambiar el rumbo de la geopolítica de la Antigüedad, influiría notablemente en
el ordenamiento mundial contemporáneo.

La división entre Imperio romano de Occidente e Imperio romano de


Oriente explica, en cierto modo, muchos de los acontecimientos que han
tenido lugar a partir de las invasiones bárbaras y la disolución definitiva de la
estructura romana. 
Código Gregoriano
El Código Gregoriano es de una compilación de leyes privada desde el
emperador Adriano hasta 294, realizada en la época de Diocleciano, en 291-
292, realizada por un Gregorio o Gregoriano desconocido y quizá en la ciudad
de Nicomedia.
Se sintió la necesidad de recoger colecciones para el uso de la práctica y de la
enseñanza, especialmente la iurisprudentia que, a partir del siglo II, las recogía
y elaboraba en sus propias obras; se empezó a proveer a fines de ese siglo por
iniciativa privada; sólo más tarde, con Teodosio II tal competencia pasará al
Estado; a la iniciativa privada son debidos el Codex Gregorianus, el más
antiguo, y el Codex Hermogenianus.
Los materiales se extrajeron de los archivos imperiales.
Según los investigadores modernos, el Código comprendía constituciones que
iban desde Septimio Severo (196) a Diocleciano (295), aunque es probable
que este código se remontase en el tiempo hasta Adriano.
 Entre las Constituciones prevalecen los rescriptos.
 Derecho privado: el Código se ocupaba prevalentemente de derecho
privado.
 Derecho penal: el libro XIV estaba seguramente dedicado al derecho
penal.
 Derecho administrativo: en cuanto a la administración local se refiere,
parece que no debía haberse olvidado.
Reinado de justiniano
Justiniano I reinó en el Imperio bizantino entre el 527 y el 565 d.C. Nacido
hacia el 482 d.C. en Tauresio, una pequeña población de Iliria, su tío el
emperador Justino I fue un guardaespaldas imperial, que alcanzó el trono a la
muerte de Anastasio en el 518 d.C. Justiniano es considerado uno de los más
importantes entre los últimos emperadores romanos y bizantinos. Lanzó una
importante campaña militar para recuperar África de los vándalos (533-534
d.C.) e Italia de los godos (535-554 d.C.). También ordenó la reconstrucción
de la iglesia de Santa Sofía (comenzada en el 532 d.C.), e impulsó proyectos
de construcción en todo el Imperio, incluyendo nuevas iglesias, monasterios,
fuertes, reservorios de agua y puentes. Su otro gran logro fue la culminación
de las reformas legales compiladas en el Corpus Juris Civilis, entre el 529 y el
534 d.C., que consistió en unificar todas las leyes romanas promulgadas desde
tiempos del emperador Adriano (117-138 d.C.) hasta aquel momento. Es
ampliamente reconocido como uno de los principales (y más controvertidos)
emperadores romanos/bizantinos de la historia.
Código hermogeniano
El código hermogeniano es la segunda complicación de carácter privado,
conocido a través de la lex romana visigothorum, de la lex romana
burgundiorum y por algunos tratados de los jurisconsultos.

Su autor fue un tal hermogenes o hermogeniano que no se sabe con certeza si


fue aquel que redactara el epitome juris. El código hermogeniano
presumiblemente contendría las constituciones publicadas entre los años 293 y
294 y habría sido publicado en el año 295.
Código
Por la constitución Haec Quae Necessario, del 13 de febrero de 528, el
emperador Justiniano nombra una comisión a la que le encarga realizar un
código, utilizando los anteriores (Gregoriano, Hermogeniano y Teodosiano),
así como las constituciones posteriores.
Tenían la facultad de modificar las constituciones reuniendo varias en una, o
dividiéndolas conforme a las materias, según hubieran sido derogadas o no
respondieran a las necesidades. La tarea fue breve y se publicó el Código el 9
de abril del año 529 (constitución Summa Reipublicae), entrando en vigencia
siete días después. No obstante, cinco años más tarde fue modificado por
haber quedado anticuada la primera recopilación de las leyes. El código de
529 es conocido como Codex Verus. El nuevo código (Codex Novis o Codex
Iustinianus Repetitae Praelectionis) está dividido en 12 libros, los que a su vez
se subdividen en títulos. Algunas constituciones están redactadas en griego,
siendo la más antigua la del emperador Adriano.
El primer libro trata de derecho eclesiástico y público en general; del segundo
al octavo de derecho privado; el noveno de derecho penal y el procedimiento
correspondiente; los últimos de derecho administrativo. Al sancionarse el
código del año 529, se dispuso la prohibición de recurrir a códigos y novelas
anteriores. Así, en la constitución Códice confirmando, Justiniano dispone:
Prohibimos a los que pleitean y a los abogados bajo pena de hacerse culpables
de falsedad, el que citen otras constituciones que las insertas en nuestro
código, y que las citen de otra manera que en la que en él se encuentran; la
invocación de esas constituciones, añadiendo a ellas las obras de los antiguos
intérpretes del derecho, debe bastar para resolver todos los pleitos, aunque
carezcan de fecha, o no hayan sido en otro tiempo más que rescriptos
particulares.
Digesto o Pandectas
De las diferentes partes que componen el Corpus iuris civilis,
el Digesto resultaría ser la única sin precedentes, como lo señalaría el propio
Justiniano. Una vez publicado el primer código, a través de una serie de
constituciones, el Emperador ordenó el Digesto. El 15 de diciembre de 530,
por la constitución Deo Auctore se autoriza al quaestor sacri
palatii Triboniano para que organice una comisión para encarar dicha tarea. La
obra monumental fue concluida el 30 de diciembre de 533. Para ello debían
redactar un cuerpo legal que contuviera la obra de los jurisprudentes (iura).
Surgiría así el Digesto, palabra latina que significa que de lo que se haya
ubicado metódicamente, o Pandectas, de etimología griega, significa lo que
comprende todo.
Más al proceder al examen de todo el material, nos comunicó la mencionada
excelencia (Triboniano) que los antiguos habían escrito casi 2.000 libros, que
abarcaban más de 3 millones de líneas que era necesario leer y atentamente
indagar por entero, para elegir lo mejor de todos ellos.
La obra se integra con 50 libros; cada libro está dividido en títulos (salvo los
números 30, 31 y 32), subdivididos en fragmentos y a su vez en parágrafos.
Dos tercios de los fragmentos contenidos en el Digesto pertenecen a los
juristas de la ley de citas (Gayo, Ulpiano, Paulo, Papiniano y Modestino). De
éstos, la mayor parte pertenece a Paulo. De otros siete juristas emanan una
cuarta parte de los Iura (Cervidio Seavola, Juliano, Marciano, Pomponio,
Jaboleno, africano y Marcelo). El resto de la obra se reparte en opiniones de
otros 27 juristas (como Celso, Florentino, Labeón, Neracio, Próculo, Sabino,
entre otros).
Institutas
Es un tratado elemental de derecho destinado a la enseñanza dirigida a la
juventud ávida de estudiar leyes. Esta obra debía allanar las dificultades que
por el volumen y la complejidad del Digesto impedían el estudio de las
instituciones jurídicas, directamente de las Pandectas. Reemplazando obras
utilizadas por entonces, especialmente las Institutas de Gayo.
Antes de concluirse el Digesto, la comisión dio término a la tarea, que fue
publicada el 21 de noviembre de 533 mediante la constitución Imperatoriam
Maiestatem. Por la constitución Tanta, junto al Digesto, se estableció la
vigencia de las Institutas a partir del 30 de diciembre de 533.
Para las Institutas se basaron en obras elementales de la jurídica clásica y
postclásica, como las Institutas de Gayo, las de Marciano, Ulpiano y
Florentino.
Su contenido era obligatorio para los ciudadanos romanos y resulta ser fuente
real de derecho.
Están divididas en cuatro libros, abordando los temas esenciales del arte
jurídico: las personas, las cosas y las acciones.

Novellae Constitutiones
En la Edad Media se comenzó a incluir, integrando el Corpus iuris civilis, un
cuerpo legislativo comprensivo de una serie de constituciones dictadas con
posterioridad a los códigos (Vetus y Novis), las Quinquaginta decisiones, el
Digesto y las Institutas.
Comprende la obra legislativa de Justiniano a partir de 534 hasta su muerte en
el año 565, la mayoría en griego y algunas en latín. Abarcaban diferentes
materias, siendo escasas las referidas a derecho privado. Y fueron publicadas
con carácter privado por algunos autores con el nombre
de Novelles o Novellae leges (Nuevas leyes).
Cabe destacar que, en vida del Emperador, no hubo recopilación oficial,
limitándose al cuestor del sagrado palacio a registrarlas para ser publicadas
periódicamente.
 Alrededor del año 535 aparece una colección conocida como Epitome
Juliani, por ser atribuida a Juliano, profesor de derecho
de Constantinopla. En esta colección se hallan 124 constituciones en
latín, reduciéndose a 122 por repetición de dos de ellas. Incluye las
constituciones dictadas entre los años 535 y 555.

 En el año 556 se conoce una segunda colección, con autor desconocido,


de 134 constituciones en latín, conocida como las Auténticas.

 La Colección griega concentra en su idioma original Novelas tanto


griegas como latinas. Habría sido realizada en 578 y la integran 158
novelas de Justiniano y otros emperadores posteriores, como Justino
II y Tiberio II. En esta colección aparece un grupo de 13 Novelas de
Justiniano incorporadas como apéndice, que son conocidas como Edicta
Justiniani.

 Otra obra fue conocida por la llegada de juristas bizantinos y


manuscritos griegos, una vez caído el Imperio Oriental. Con 168
constituciones tenía su origen en Constantinopla.

 Juan Antioqueno (El Escolástico, patriarca de Constantinopla) realizó


una colección de cánones extraídos de las Sagradas Escrituras, la
patrística, los concilios y sínodos. Luego de la muerte de Justiniano y
antes del año 578 correlacionó su obra con las disposiciones de
las Novellae Constitutiones de Justiniano I.

Caída del imperio de occidente


Odoacro, rey de los hérulos, derroca al último emperador de Roma, Rómulo
Augústulo, el 4 de septiembre de 476. Este hecho marca el fin del Imperio
Romano: desaparece el imperio occidental mientras que el imperio oriental
bizantino sobrevive hasta la caída de Constantinopla, en 1453.
El Imperio Romano de Occidente estaba sumido en graves conflictos
políticos, económicos y sociales desde hacía mucho tiempo mientras
diferentes pueblos germánicos construían reinos en los territorios europeos
que habían formado parte del todopoderoso imperio de Roma.
3 fechas son decisivas en la caída del Imperio Romano: la batalla de
Andrinopla (9 de agosto de 378), la invasión y saqueo de Roma (390) por los
galos, que nunca había sido invadida durante ocho siglos, y el derrocamiento
del último emperador de Roma (4 de septiembre de 476). Una coalición de
tribus germánicas derrotó el 9 de agosto de 378 al ejército romano durante la
batalla de Andrinopla, en las llanuras al noroeste de la ciudad romana de
Adrianópolis, actualmente Edirne, en la Turquía europea. Esta derrota marca
el inicio del declive real irreversible del poder de Roma, con la progresiva
pérdida de autoridad sobre su vasto dominio territorial. Unos años más tarde,
en el 386, una gran invasión de pueblos godos impone a Roma importantes
pérdidas territoriales.

Caída del imperio de oriente


Se conoce como la caída de Constantinopla a la toma definitiva de la ciudad
de Constantinopla, capital del Imperio bizantino, por el ejército otomano.
La ciudad de Constantinopla, fundada hacia el siglo IV como capital
del Imperio romano, alcanzó su mayor esplendor en el siglo VI cuando, el
ahora Imperio romano de Oriente o Imperio Bizantino, se extendió por todo el
Mediterráneo.
Sin embargo, para mediados del siglo XV, el Imperio bizantino se encontraba
debilitado y su territorio apenas abarcaba algo más que la superficie de la
capital.
Frente a él, el Imperio otomano se encontraba en una situación opuesta. Bajo
el mando de los sultanes de la dinastía osmanlí, este imperio se había
expandido, incluso, a costa del territorio bizantino.
En el año 1453, el sultán Mehmed II decidió avanzar más sobre él y
conquistar Constantinopla. Para ello trasladó hasta la ciudad las fuerzas
militares otomanas. Alrededor de ochenta mil hombres fueron apostados en
las cercanías de las murallas.
Constantinopla pudo resistir durante un tiempo. Las murallas que los
otomanos atacaban durante el día, los bizantinos las reconstruían durante la
noche.
Finalmente, el 29 de mayo de 1453, tras casi dos meses de iniciado el asedio,
los turcos lograron a la ciudad. El ejército bizantino cayó y con él la ciudad,
dando fin al Imperio romano del Oriente.
Fuentes del derecho romano durante el cuarto periodo
Los orígenes del derecho son muy reducidos en este período. No se habían
visto plebiscitos desde el primer siglo del imperio; el Senado no existía más
que de nombre; los pretores, desde Adriano, no habían hecho más que
reproducir el edicto de Salvio Juliano; la institución de los jurisconsultos
encargados oficialmente de responder sobre el derecho, cayó en desuso en
tiempo de los sucesores de Alejandro Severo; las respuestas de los prudentes
fueron reemplazadas por los rescriptos imperiales; el dominio de la legislación
y de la jurisprudencia se halla enteramente invadido por los emperadores. Los
cambios que el derecho romano experimentó, durante este período,
provinieron, pues, de una fuente única, las Constituciones imperiales. Hasta
Constantino, las Constituciones de los emperadores no eran, en su mayor
parte, más que rescriptos o decretos; pero en su reinado se multiplicaron los
edictos e introdujeron multitud de innovaciones. La razón es fácil de
comprender. Los progresos del cristianismo por una parte, y por otra la
influencia que ejercían la civilización grIega y los hábitos orientales, desde
que se trasladó la sede del imperio de Roma a Constantinopla, produjeron en
las costumbres graves modificaciones a que debió plegarse el derecho civil.
He aquí cuáles eran, en resumen, las fuentes del derecho al principio del siglo
V; en cuanto a la teoría, los antiguos decretos del pueblo (leyes o plebiscitos),
los Senado-Consultos, los edictos de los magistrados romanos, las
constituciones de los emperadores y las costumbres no escritas.
Las Doce Tablas continuaron siendo la base del derecho; todo venía a referirse
a ellas como complemento o modificación. Pero la dificultad de beber
directamente en estas fuentes se acrecentó con el tiempo, y sobre todo con la
degradación general de la civilización y la decadencia de las ciencias; de
suerte que, en la práctica, los escritos de los jurisconsultos clásicos y las
Constituciones imperiales eran las únicas fuentes de que se hizo uso. También
fue necesario modificar estas mismas fuentes.
Aportes de los barbaros
Los barbaros que muchas veces fueron considerados personas sin Cultura
también aportaron mucho, sobre todo el Sentimiento de libertad individual del
hombre, El respeto y consideración a la mujer a la cual consideraban con
iguales derechos que el hombre; otros aportes fundamentales fueron El
mayorazgo y las lenguas y las instituciones jurídicas.
Leyes e Instituciones bárbaras
Hubo tres compilaciones que reflejaron la combinación de leges
barbarorum y leges romanae: El Edicto de Teodorico, la Ley romana de los
visigodos y la Ley romana de los borgoñoses.
EL EDICTO DE TEODORICO: Al principio del siglo VI de nuestra era,
Teodorico, rey de los ostrogodos, publicó en Italia el Edictum Theodorici.
Esta colección está dividida en 155 capítulos, conteniendo reglas tomadas de
los Códigos Gregoriano, Hermogeniano y Teodosiano; de algunas
Constituciones posteriores a Teodosio y de las sentencias de Paulo: el texto
está corregido, apenas sin apercibirse.
 Este edicto estaba orientado a regir, no solo a la recién conquistada población
romana, sino también a los ostrogodos. Estaba reducido al derecho criminal y
al derecho público en general. Tuvo una duración efímera.

 
LEY ROMANA DE LOS VISIGODOS. - La más importante ley romana,
publicada por los reyes visigodos. Compuesta por el reinado de los visigodos,
por orden de Alarico II, sin ninguna otra calificación que la de Lex romana,
aunque desde el siglo VI fue designada bajo el nombre de Breviarium Alarici.
 Esta ley fue redactada por una Comisión de Jurisconsultos, bajo la dirección
de Goyarico, conde del Palacio, sometida después a la aprobación de una
asamblea de obispos y de nobles, las leges y el jus, conteniendo el orden
siguiente:
 
1°. - Constituciones tomadas del Código de Teodosiano.
2°. - Novelas de los emperadores Teodosio, Valentiniano, Marciano,
Mayoriano y Severo.
3°. - Un compendio de dos libros de una parte de las Instituciones de Gayo y
un extracto de las Sentencias de Paulo.
4°. - Notas sacadas de los Códigos Gregoriano y Hermogeniano.
5°. - Un fragmento del Libro I de las Respuestas de Papiniano.
 
La Ley romana de los visigodos guardó su autoridad en España durante largo
tiempo, y lo mismo al mediodía de la Galla. Todavía hoy tiene su importancia
por la conservación de las fuentes del Derecho Romano; de esta colección
únicamente conocemos las Sentencias de Paulo y los Códigos Gregoriano,
Hermogeniano y Teodosiano.
 
LEY ROMANA DE LOS BORGOÑOSES: Poco tiempo antes de su
muerte, ocurrida en el año 516, Gondebardo, rey de los borgoñones, publicó
su ley nacional (Ley Gambeta). En el segundo prefacio de esta ley, reeditada
en el año 517, su hijo Segismundo anunció la redacción de un Código especial
de leyes romanas para sus súbditos galo-romanos.
 Este Código, de poca extensión, comprende cuarenta y siete títulos; está
compuesto de textos sacados del brevarorio de Alarico y acaso de otras obras
de Derecho Romano. Es la Lex Romana Burgundionum. Peor cayó en desuso
después del fracaso del reinado de los borgoñones en el año 534, siendo
reemplazado por el Breviario de Alarico.
 Constitucional
Estado social y demócrata
La Constitución, en su artículo 7, establece que la República Dominicana es
un Estado Social y Democrático de Derecho. Es un concepto que ha penetrado
en el lenguaje jurídico dominicano y en el habla usual de cualquier político.
Tratemos de entender el contenido de esta expresión.
Un Estado Social implica el respeto a los derechos sociales. La propia
Constitución consigna a partir de su artículo 50 los derechos económicos y
sociales y enuncia entre estos derechos: El derecho de propiedad bajo el
critierio de que el Estado garantiza el derecho de propiedad; derecho del
consumidor; seguridad alimentaria…
Por otro lado, se define un Estado Democrático aquel donde se respeta la
soberanía popular en la elección de sus autoridades y un Estado de Derecho
donde existe de manera genuina una separación de los tres clásicos poderes
del Estado sin que ninguno interfiera en el funcionamiento y atribuciones
constitucionales del otro.

Artículo 1.- Organización del Estado. El pueblo dominicano constituye una


Nación organizada en Estado libre e independiente, con el nombre de
República Dominicana.
Artículo 2.- Soberanía popular. La soberanía reside exclusivamente en el
pueblo, de quien emanan todos los poderes, los cuales ejerce por medio de sus
representantes o en forma directa, en los términos que establecen esta
Constitución y las leyes.
Artículo 3.- Inviolabilidad de la soberanía y principio de no intervención. La
soberanía de la Nación dominicana, Estado libre e independiente de todo
poder extranjero, es inviolable. Ninguno de los poderes públicos organizados
por la presente Constitución puede realizar o permitir la realización de actos
que constituyan una intervención directa o indirecta en los asuntos internos o
externos de la República Dominicana o una injerencia que atente contra la
personalidad e integridad del Estado y de los atributos que se le reconocen y
consagran en esta Constitución. El principio de la no intervención constituye
una norma invariable de la política internacional dominicana.
Artículo 4.- Gobierno de la Nación y separación de poderes. El gobierno de la
Nación es esencialmente civil, republicano, democrático y representativo. Se
divide en Poder Legislativo, Poder Ejecutivo y Poder Judicial. Estos tres
poderes son independientes en el ejercicio de sus respectivas funciones. Sus
encargados son responsables y no pueden delegar sus atribuciones, las cuales
son únicamente las determinadas por esta Constitución y las leyes.
Artículo 5.- Fundamento de la Constitución. La Constitución se fundamenta
en el respeto a la dignidad humana y en la indisoluble unidad de la Nación,
patria común de todos los dominicanos y dominicanas.
Artículo 6.- Supremacía de la Constitución. Todas las personas y los órganos
que ejercen potestades públicas están sujetos a la Constitución, norma
suprema y fundamento del ordenamiento jurídico del Estado. Son nulos de
pleno derecho toda ley, decreto, resolución, reglamento o acto contrarios a
esta Constitución. -4-
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__________ CAPÍTULO II DEL ESTADO SOCIAL Y DEMOCRÁTICO DE
DERECHO Artículo 7.- Estado Social y Democrático de Derecho. La
República Dominicana es un Estado Social y Democrático de Derecho,
organizado en forma de República unitaria, fundado en el respeto de la
dignidad humana, los derechos fundamentales, el trabajo, la soberanía popular
y la separación e independencia de los poderes públicos.
Artículo 8.- Función esencial del Estado. Es función esencial del Estado, la
protección efectiva de los derechos de la persona, el respeto de su dignidad y
la obtención de los medios que le permitan perfeccionarse de forma
igualitaria, equitativa y progresiva, dentro de un marco de libertad individual y
de justicia social, compatibles con el orden público, el bienestar general y los
derechos de todos y todas.
CAPÍTULO II DE LAS GARANTÍAS A LOS DERECHOS
FUNDAMENTALES
Artículo 68.- Garantías de los derechos fundamentales. La Constitución
garantiza la efectividad de los derechos fundamentales, a través de los
mecanismos de tutela y protección, que ofrecen a la persona la posibilidad de
obtener la satisfacción de sus derechos, frente a los sujetos obligados o
deudores de los mismos. Los derechos fundamentales vinculan a todos los
poderes públicos, los cuales deben garantizar su efectividad en los términos
establecidos por la presente Constitución y por la ley.

Artículo 69.- Tutela judicial efectiva y debido proceso. Toda persona, en el


ejercicio de sus derechos e intereses legítimos, tiene derecho a obtener la
tutela judicial efectiva, con respeto del debido proceso que estará conformado
por las garantías mínimas que se establecen a continuación:
1) El derecho a una justicia accesible, oportuna y gratuita;

2) El derecho a ser oída, dentro de un plazo razonable y por una jurisdicción


competente, independiente e imparcial, establecida con anterioridad por la ley;
3) El derecho a que se presuma su inocencia y a ser tratada como tal, mientras
no se haya declarado su culpabilidad por sentencia irrevocable;
4) El derecho a un juicio público, oral y contradictorio, en plena igualdad y
con respeto al derecho de defensa;

5) Ninguna persona puede ser juzgada dos veces por una misma causa;
6) Nadie podrá ser obligado a declarar contra sí mismo;
7) Ninguna persona podrá ser juzgada sino conforme a leyes preexistentes al
acto que se le imputa, ante juez o tribunal competente y con observancia de la
plenitud de las formalidades propias de cada juicio; -26-
_______________________________________________________________
__________ 8) Es nula toda prueba obtenida en violación a la ley;
9) Toda sentencia puede ser recurrida de conformidad con la ley. El tribunal
superior no podrá agravar la sanción impuesta cuando sólo la persona
condenada recurra la sentencia;
10) Las normas del debido proceso se aplicarán a toda clase de actuaciones
judiciales y administrativas
Artículo 40.- Derecho a la libertad y seguridad personal. Toda persona tiene
derecho a la libertad y seguridad personal. Por lo tanto:
1) Nadie podrá ser reducido a prisión o cohibido de su libertad sin orden
motivada y escrita de juez competente, salvo el caso de flagrante delito;
2) Toda autoridad que ejecute medidas privativas de libertad está obligada a
identificarse;
3) Toda persona, al momento de su detención, será informada de sus derechos;
4) Toda persona detenida tiene derecho a comunicarse de inmediato con sus
familiares, abogado o persona de su confianza, quienes tienen el derecho a ser
informados del lugar donde se encuentra la persona detenida y de los motivos
de la detención;
5) Toda persona privada de su libertad será sometida a la autoridad judicial
competente dentro de las cuarenta y ocho horas de su detención o puesta en
libertad. La autoridad judicial competente notificará al interesado, dentro del
mismo plazo, la decisión que al efecto se dictare;
6) Toda persona privada de su libertad, sin causa o sin las formalidades legales
o fuera de los casos previstos por las leyes, será puesta de inmediato en
libertad a requerimiento suyo o de cualquier persona; -13-
_______________________________________________________________
__________
7) Toda persona debe ser liberada una vez cumplida la pena impuesta o
dictada una orden de libertad por la autoridad competente;
8) Nadie puede ser sometido a medidas de coerción sino por su propio hecho;
9) Las medidas de coerción, restrictivas de la libertad personal, tienen carácter
excepcional y su aplicación debe ser proporcional al peligro que tratan de
resguardar;
10) No se establecerá el apremio corporal por deuda que no provenga de
infracción a las leyes penales;
11) Toda persona que tenga bajo su guarda a un detenido está obligada a
presentarlo tan pronto se lo requiera la autoridad competente;
12) Queda terminantemente prohibido el traslado de cualquier detenido de un
establecimiento carcelario a otro lugar sin orden escrita y motivada de
autoridad competente;
13) Nadie puede ser condenado o sancionado por acciones u omisiones que en
el momento de producirse no constituyan infracción penal o administrativa;
14) Nadie es penalmente responsable por el hecho de otro;
15) A nadie se le puede obligar a hacer lo que la ley no manda ni impedírsele
lo que la ley no prohíbe. La ley es igual para todos: sólo puede ordenar lo que
es justo y útil para la comunidad y no puede prohibir más que lo que le
perjudica;
16) Las penas privativas de libertad y las medidas de seguridad estarán
orientadas hacia la reeducación y reinserción social de la persona condenada y
no podrán consistir en trabajos forzados;
17) En el ejercicio de la potestad sancionadora establecida por las leyes, la
Administración Pública no podrá imponer sanciones que de forma directa o
subsidiaria impliquen privación de libertad.
Artículo 42.- Derecho a la integridad personal. Toda persona tiene derecho a
que se respete su integridad física, psíquica, moral y a vivir sin violencia.
Tendrá la protección del Estado en casos de amenaza, riesgo o violación de las
mismas. En consecuencia: -14-
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__________ 1) Ninguna persona puede ser sometida a penas, torturas o
procedimientos vejatorios que impliquen la pérdida o disminución de su salud,
o de su integridad física o psíquica;
2) Se condena la violencia intrafamiliar y de género en cualquiera de sus
formas. El Estado garantizará mediante ley la adopción de medidas necesarias
para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer;
3) Nadie puede ser sometido, sin consentimiento previo, a experimentos y
procedimientos que no se ajusten a las normas científicas y bioéticas
internacionalmente reconocidas. Tampoco a exámenes o procedimientos
médicos, excepto cuando se encuentre en peligro su vida.

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