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Curso: Instrumentos Derivados y Gestión del Riesgo

Postgrados

Resolución de tarea #3
Investigación relacionada a los SWAP

Estudiantes:
Lindsay Gómez
Henry Hernández
Luis F Reyes
Jonathan Bolaños A.

Profesor:
Jonathan González León

Febrero, 2023
La finalidad de un 'swap' es convertir un esquema de pagos en otro de una naturaleza diferente

Introducción.
En los últimos años se ha incrementado las negociaciones de productos
financieros derivados, y en general de todas la empresas para emplearlos como
herramientas de cobertura, y cada día es necesario intuir las características
propias de estos instrumentos que generan oportunidades y retos para las
organizaciones.
El desarrollo de este trabajo se enfoca en realizar un análisis de los swaps desde
sus diferentes aplicaciones, sus características, la metodología de valoración,
comprensión del producto, tratamiento contable y tributario.
¡Qué son los Swaps? Son contratos financieros en donde dos partes se ponen de
acuerdo y se comprometen a intercambiar flujos futuros, estos tienen como
referencia un tipo de interés IRS (“interest Rate Swap”), cuando las tasas de
interés están en la misma moneda o CCS (“Cross Currency Swaps”).
Estos contratos al ser utilizados de manera adecuada generan una amplia
cantidad de beneficios para las empresas que las utilizan, siendo esta la razón por
la que los financistas y académicos no los han pasado por alto.
Cómo parte de las generalidades. Es de esperarse que en un mercado eficiente y
bajo el supuesto económico de la existencia de racionalidad, ninguno de los
agentes esté dispuesto a entrar en un contrato en el cual la obligación que se
contrae tenga un valor presente neto superior al derecho que se adquiere. Nadie
estará dispuesto a obligarse al pago de una corriente de flujos de efectivo futuros
que en valor presente son mayores a aquella corriente que se recibirá de la
contraparte.
El modelo se encarga de asegurar la inexistencia de posibilidades de arbitraje
para obtener ganancias libres de riesgos y permite bajo este supuesto replicar los
valores futuros de las tasas variables, las que a su vez determinan los flujos de
efectivos de la pata variable del swap, mediante el uso de variables conocidas.1

Antecedentes y evolución histórica de los SWAPS.

Con anterioridad a la aparición de las operaciones swap, en los mercados de


divisas existían los llamados préstamos paralelos, consistentes en el intercambio
entre dos empresas de un préstamo de igual valor y vencimiento, pero
denominado en diferente moneda.

Por ejemplo, una empresa española necesita dólares para su filial en América
mientras que posee excedentes de euros. Por otro lado, una empresa americana
precisa euros para su sucursal en España, mientras que cuenta con gran cantidad
de dólares. Por lo tanto, acuerdan un préstamo paralelo por el que se intercambian
divisas por el mismo valor, de acuerdo con los tipos de cambio vigentes y al
mismo vencimiento, es decir, dólares de la empresa americana a la filial española
y de euros de la empresa española a la sucursal americana, acordando
igualmente un tipo de interés a pagar por dichos préstamos.

Sin embargo, este tipo de préstamos presentaban algunos inconvenientes como


eran: el incumplimiento del contrato por una de las partes no eximía a la otra de
sus obligaciones; aún en caso de cancelación de la operación, seguía
incluyéndose en balance con fines contables y legales.

Todo ello dio lugar a la aparición, primero de los préstamos back to back y,


posteriormente, de los swaps de divisas.

El préstamo back to back consiste en un préstamo recíproco entre dos entidades


de diferentes países de un capital denominado en diferente moneda, por el mismo
valor y vencimiento, de acuerdo con los tipos de cambio vigentes, pagando por el
mismo el tipo de interés que se acuerde. En la fecha de vencimiento, el principal
de cada préstamo es devuelto al tipo de cambio de contado vigente al comienzo
de la operación.2
Origen de los acuerdos swap
Se constituyeron inicialmente como una red de swaps de oro entre los bancos
centrales del mundo para respaldar el sistema de tipos de cambio fijos que resultó
de los acuerdos de Bretton Woods
Los acuerdos swap comenzaron en 1961, para atender los problemas de liquidez
que había a nivel mundial. Nacieron como operaciones concertadas por el
gobierno de Estados Unidos, y luego por el Sistema de la Reserva Federal, con
bancos centrales e instituciones extranjeras, con quienes convinieron líneas de
crédito mutuo en moneda local, que podían ser utilizadas por cualquiera de los
países participantes para enfrentar sus necesidades de pagos en otra moneda. Se
constituyeron inicialmente como una red de swaps de oro entre los bancos
centrales del mundo para respaldar el sistema de tipos de cambio fijos que resultó
de los acuerdos de Bretton Woods.

Luego, en la década de 1970, se consolidaron como derivados financieros para


enfrentar las alteraciones en las tasas de interés que condicionaban las
economías. A partir de entonces, comenzaron a representar un producto de
carácter financiero y de naturaleza compleja. Su uso se popularizó por permitir una
cobertura ante el incremento en las tasas de interés, los tipos de cambio o el
precio de las materias primas; minimizar el riesgo de acceso a crédito; y reducir
los riesgos asociados con problemas de liquidez. Para Fabozzi y Nahlik (2012), su
origen estuvo en las necesidades específicas de gobiernos y empresas que
llevaron al surgimiento del mercado de swap.

Función de los swaps


¿Qué son los 'swaps' y cómo funcionan? ¿Cuál es su finalidad?
Un 'swap' es un acuerdo de intercambio financiero en el que una de las partes se
compromete a pagar con una cierta periodicidad una serie de flujos monetarios a
cambio de recibir otra serie de flujos de la otra parte. Estos flujos responden
normalmente a un pago de intereses sobre el nominal del 'swap'.
La finalidad de un 'swap' es convertir un esquema de pagos en otro de una
naturaleza diferente, más adecuada a las necesidades u objetivos de los
participantes, que pueden ser tanto clientes minoristas como inversores y grandes
empresas.

Un cliente particular podría por ejemplo decidir hacer un 'swap' para transformar
los pagos variables de su hipoteca ligados al euríbor por unos pagos a tipo de
interés fijo. De esta forma reduciría el riesgo de subidas inesperadas en la cuota.
Las grandes empresas emiten títulos de deuda o bonos para financiarse en los
que pagan un tipo de interés fijo a los inversores y en muchas ocasiones contratan
un 'swap' para transformar esos pagos fijos en otros variables ligados a los tipos
de interés de mercado. Las razones son diversas y generalmente van
encaminadas a optimizar la estructura de deuda.

Asimismo este tipo de producto puede ser útil para una empresa que emite bonos
en divisa extranjera y prefiere convertir esos pagos a su moneda local a través de
la contratación de un 'cross-currency swap'. Este tipo de 'swaps' de divisas pueden
formalizarse con motivo de un préstamo o de ingresos en divisa que es necesario
pasar a moneda local o viceversa.

Las características de un swap de divisas son:

- Intercambio efectivo de los principales que se encuentran denominados en


diferente moneda, tanto en el momento del inicio de la operación como al
vencimiento de esta.

- Intercambio de los flujos de intereses que las deudas generan.

- Normalmente se da entre empresas de diferente calificación crediticia.

- Abarata el coste de financiación de ambas partes.

Las operaciones swap pueden, y normalmente así ocurre, realizarse a través de


intermediarios financieros.

Hay que señalar que, en el momento del acuerdo swap, la transacción se


encuentra equilibrada, y las devaluaciones o revaluaciones de una divisa respecto
a la otra quedan compensadas por la diferencia de tipos de interés, ya que de no
ser así, se producirían operaciones de arbitraje que llevarían al equilibrio.

Ventajas e inconvenientes de operar con swaps de divisas

a) Ventajas

- Cada una de las partes obtiene fondos con un coste menor que si los hubiera
adquirido directamente.

- Permite la gestión de las obligaciones de la empresa a través de la alteración del


perfil de los intereses de las deudas.
- Es posible la cancelación del swap a buen precio en el caso de que los tipos de
cambio fluctúen a nuestro favor.

b) Inconvenientes

- En caso de incumplimiento de una de las partes, la otra asume el riesgo de


crédito, aunque esto se puede solucionar contratando la operación a través de un
intermediario financiero.

- Puede ser muy caro finalizar el contrato swap si las condiciones del mercado
cambian.

- Necesidad financiera del principal del swap en el momento de su devolución. 4

SWAPS de incumplimiento crediticio

El derivado de crédito más popular es un swap de incumplimiento de crédito (CDS,


por sus siglas en inglés). Éste es un contrato que proporciona seguro contra el
riesgo de incumplimiento de parte de una empresa específica. La empresa se
conoce como reference entity o entidad de referencia, y un incumplimiento de
parte de la empresa se denomina credit event o evento de crédito. El comprador
del seguro obtiene el derecho a vender los bonos emitidos por la empresa a su
valor nominal, y el .1 vendedor del seguro acuerda comprarlos a su valor nominal
si ocurre un evento de crédito.1 El valor nominal total de los bonos que pueden
venderse se conoce como principal nocional del swap de incumplimiento de
crédito.

El comprador del CDS realiza pagos periódicos al vendedor hasta el final de la


vida del CDSo hasta que ocurra un evento de crédito. Estos pagos se realizan
comúnmente con retraso (in arrears) cada trimestre, semestre o año. En caso de
incumplimiento, la liquidación implica la entrega física de los bonos o un pago en
efectivo.3

Mercado mundial de CDS.

Ahora bien, en consideración que las permutas de cobertura por incumplimiento


crediticio (Credit Default Swaps o CDS) son instrumentos derivados que permiten
la transferencia del riesgo de impago de un instrumento de crédito entre dos
contrapartes. Se tiene que la negociación de estos productos se lleva a cabo,
fundamentalmente de forma bilateral en mercados no regulados (over the counter,
OTC).

Los tipos más comunes de estos contratos se dan cuando la parte compradora,
mediante el abono de una prima al vendedor, obtiene de este último el
compromiso de abonar la diferencia entre el valor contractual del crédito o bono
subyacente al que va referido el CDS y su valor de mercado, en el caso de que se
produzca un evento de crédito. Esta última circunstancia puede revestir distintas
manifestaciones con diversos grados de intensidad según la naturaleza del crédito
cubierto, incluyendo la quiebra del emisor del activo de referencia, el impago
puntual de las obligaciones de pago, así como la reestructuración de la deuda.

De este modo, el comprador de un CDS cubre el riesgo de crédito del activo de


referencia, aunque, al mismo tiempo, asume un cierto riesgo de contraparte
relativo al vendedor del contrato, ya que en caso de que se produzca un evento de
crédito, la protección efectiva que brinda el CDS depende de la capacidad o
disponibilidad de este último para cumplir sus obligaciones.

Con relación al tipo de activo crediticio subyacente susceptible de ser cubierto


mediante un CDS, éste puede tratarse indistintamente de deuda pública o privada
o, también, de un índice representativo de una cesta de créditos. En este último
caso se utiliza la terminología de ‘CDS multi-name’, por el hecho de que el
contrato tiene un índice de múltiples referencias, en contraposición al caso en que
la cobertura está ligada a la deuda de un único emisor, que suele denominarse
‘CDS single-name’.

Asimismo, de manera genérica, el activo subyacente puede englobar todas las


emisiones llevadas a cabo por una compañía o un Estado soberano o bien
únicamente alguna emisión concreta. Por último, también existen CDS que tienen
como subyacentes productos estructurados, como las titulizaciones.
En otro orden de ideas, después de la década de los noventa, el mercado de las
CDS registró un aumento paulatino de sus volúmenes, seguido de un crecimiento
acelerado en el periodo previo a la Crisis Financiera del 2008. Dado el tamaño de
este mercado y a raíz de su papel en la crisis, se alzaron voces en favor de un
incremento de su transparencia y resiliencia.

Desde entonces, el mercado ha experimentado una serie de cambios importantes.


Los participantes han reducido sus exposiciones y eliminado contratos
redundantes, un proceso que comenzó antes de la Crisis Financiera del 2008 pero
que se intensificó inmediatamente después. Entre las reformas poscrisis cabe citar
la estandarización de contratos, la ampliación de los requisitos de información, la
compensación centralizada obligatoria y la introducción de requisitos de aportación
y reposición de márgenes para un abanico más amplio de derivados.

Compensación centralizada

La compensación centralizada fue uno de los cambios más importantes posterior a


la crisis financiera del 2008. A consecuencia de todos los quebraderos de cabeza
que este mercado provocó a los diversos reguladores, bancos, bancos centrales,
fondos de inversión y gobiernos. Dichos organismos reguladores y supervisores
internacionales comenzaron a promover una serie de iniciativas y medidas para
hacer el mercado de CDS más trasparente y mitigar posibles riesgos futuros;
migrando en su totalidad del mercado de CDS simples a la compensación
centralizada, incluso sin la introducción de normas obligatorias de compensación
de CDS single-name.

Para entender lo anterior, es importante recordar que el proceso completo para


consumar una compraventa de un activo financiero comprende distintas fases,
como la cotización, la contratación, la compensación, y la liquidación. En este
sentido, tanto la compensación como la liquidación de valores son procesos
esenciales, puesto que permiten materializar los traspasos de valores y de pagos
entre las contrapartes de una transacción, ya sean éstas intermediarios,
inversores institucionales o particulares.
En términos generales, por compensación se entiende la determinación de lo que
cada contraparte debe recibir o entregar como resultado de las negociaciones de
valores realizadas durante un determinado periodo. De esta forma, entre las
tareas de compensación está comprendida la conciliación de saldos o fondos de
valores por recibir o por entregar de cada contraparte.

La compensación, usualmente comprende el cálculo de saldos netos, esto es,


neutralizar las obligaciones de las partes una contra otra. Tras dicho proceso de
compensación, las posiciones ya están dispuestas para su posterior liquidación.

La compensación puede ser provista de acuerdo con formas de organización


diversas, entre las mismas se cuenta la provisión de servicios de compensación
mediante una entidad de contrapartida central (ECC), conocido como
compensación centralizada, lo que supone una forma centralizada y altamente
estructurada de organización corporativa.

Aunque no constituye el único modelo, cabe destacar su creciente difusión en


razón a las ventajas que reporta en ciertos contextos el hecho de que una entidad
se interponga entre los participantes del mercado una vez realizada la
negociación, formalizándose como el comprador único para todas las operaciones
de venta y como el vendedor único para todas las operaciones de compra. Resulta
crucial para dichos efectos, la novación de los contratos bilaterales entre las
partes, en nuevos contratos con la ECC.

Tal como se indició, posterior a la crisis del 2008 se dio la creación de centrales de
liquidación para reducir el riesgo de contraparte en las operaciones de Credit
Default Swaps (CDS) con lo cual todas las transacciones se efectuarían entre la
central y sus participantes.

Con esto los participantes mitigan el riesgo de contrapartida, sin embargo, están
expuestos al riesgo de que la Central de Liquidación entre en default. No obstante,
estas Centrales de Liquidación tienen mecanismos para cubrirse contra el riesgo
de que uno de sus participantes entre en default. Esto lo logran con la creación de
un fondo de garantía entre todos los participantes, es decir, establecen
mecanismos robustos de medición de riesgos y aplican medidas estandarizadas a
sus participantes.

Refiérase a la evolución de la composición de las


   e.
exposiciones de riesgo de crédito subyacentes

A lo largo del último decenio se han producido cambios notables en el tamaño y la


estructura el mercado mundial de swaps de incumplimiento crediticio (CDS).

Tras su nacimiento a principios de la década de 1990, el mercado de swaps de


incumplimiento crediticio (CDS) registró un aumento paulatino de sus
volúmenes, seguido de un crecimiento acelerado en el periodo previo a la Gran
Crisis Financiera (GCF) de 2007–092. Dado el tamaño de este mercado y a raíz
de su papel en la crisis, se alzaron voces en favor de un incremento de su
transparencia y resiliencia (CGFS (2009).

Desde entonces, el mercado ha experimentado una serie de importantes cambios.


Los participantes han reducido sus exposiciones y eliminados contratos
redundantes un proceso que comenzó antes de la Gran Crisis Financiera, pero
que se intensificó inmediatamente después.

Entre las reformas poscrisis cabe citar la estandarización de contratos, la


ampliación de los requisitos de información, la compensación centralizada
obligatoria y la introducción de requisitos de aportación y reposición de márgenes
para un abanico más amplio de derivados (FSB (2017)).

Los swaps de incumplimiento de crédito o CDS por sus siglas en inglés (Credit
Default Swaps) son instrumentos derivados que proporcionan cobertura contra el
riesgo de incumplimiento del emisor de un bono o deuda.

Aunque como resultado de la crisis financiera global el mercado de CDS se redujo


47 por ciento entre junio de 2008 y junio de 2010, aún representa el 5 por ciento
del total del mercado de derivados Over-The-Counter (OTC), con unos US$ 30
billones de dólares en valor nocional.
Toda compra o venta de un instrumento financiero conlleva, de manera
irremediable, la asunción de riesgos y los CDS no son una excepción. Dentro del
instrumento que nos atañe, encontramos tres riesgos principales, dos de ellos le
afectarían de manera directa (riesgo de contrapartida y de mercado) y el restante
de manera indirecta (riesgo de crédito).

Los importes nocionales vigentes de CDS con entidades soberanas como


subyacente aumentaron sustancialmente tras la GCF y durante la crisis de la zona
del euro, desde aproximadamente 1,6 billones de dólares (3,4% del mercado) a
mediados de 2007 hasta cerca de 3,3 billones de dólares (13,3%) a mediados de
2013 (Gráfico 4, panel izquierdo).

El momento en que este ascenso se produjo pone de relieve el peso de la


creciente preocupación por la solvencia en la zona del euro a finales de 2011 y el
primer semestre de 2012.

Además, la prohibición de las ventas en corto de deuda soberana europea


introducida por Alemania en mayo de 2010 y adoptada con carácter permanente
por la Unión Europea en noviembre de 2012 puede haber empujado a los
inversores a replicar estas exposiciones comprando en su lugar contratos de
CDS13.
La proporción de entidades de referencia soberanas en el conjunto del mercado
continuó creciendo y a finales de 2017 se situaba en torno al 16%, pese al
descenso de los importes nocionales brutos. A pesar del crecimiento de los CDS
sobre entidades soberanas, continúan siendo mayoritarios los CDS sobre
entidades de referencia no soberanas. Dentro del segmento no soberano, el
ascenso de los CDS sobre índices ha desplazado exposiciones al riesgo de
crédito desde empresas financieras y no financieras hacia otros subyacentes
(Gráfico 4, panel central)14.

El desplazamiento hacia emisores soberanos y CDS sobre índices que se produjo


tras la crisis coincidió con una mejora general de la calidad crediticia de las
entidades de referencia subyacentes.

El porcentaje de los importes nocionales vigentes con títulos subyacentes de


grado de inversión se incrementó desde el 42% al final de 2007 hasta el 64% al
final de 2017.

¿A dónde se han desplazado los riesgos?

La reducción general de los contratos de CDS vigentes a escala global ha


coincidido con significativos cambios de composición en las exposiciones al
riesgo. Los CDS conllevan exposición a dos tipos de riesgo: el riesgo de crédito
subyacente de la entidad de referencia y el riesgo de contraparte asumido por el
comprador de protección mediante CDS. Sostenemos que, en conjunto, ambos
tipos de riesgo han disminuido. Los riesgos de crédito subyacentes se han
desplazado hacia títulos soberanos y carteras de valores de referencia
subyacentes con mejores calificaciones crediticias en términos generales. El auge
de las CCP y la creciente estandarización en el mercado de CDS han facilitado el
neteo de exposiciones, lo que, a su vez, ha contribuido a reducir los riesgos de
contraparte. A pesar de estos cambios estructurales, los riesgos de crédito no se
han concentrado en ningún tipo de contraparte en concreto.
   f. Refieras a la relación con el riesgo de contraparte.

A pesar de los cambios estructurales en el mercado, la distribución de las


exposiciones entre contrapartes se ha mantenido bastante estable, sin
concentrarse en ningún tipo de contraparte concreto. Los intermediarios
declarantes continúan siendo compradores netos de protección, lo que
probablemente refleja las posiciones de negociación que necesitan mantener para
cumplir con su papel de creación de mercado, pero también sirve para aislarlos de
efectos adversos en caso de eventos de crédito. Con la retirada de las
aseguradoras de bonos monoline del mercado de CDS, otras entidades
financieras —sobre todo bancos no declarantes— han absorbido la mayor parte
de esos riesgos de crédito. Sin embargo, su cociente entre la protección neta
comprada y el total de posiciones en CDS es relativamente pequeño (Cuadro 1,
última columna). Las contrapartes no financieras también han absorbido riesgos
de crédito significativos en términos netos, pero su cuota del mercado de CDS es
muy inferior (2% al final de 2017). Los cocientes de la última columna del Cuadro 1
se han mantenido constantes en general tras la GCF.

Los hedge funds continúan siendo compradores netos de protección vendida por
intermediarios, en particular para CDS de referencia única. Probablemente esto
está relacionado con las oportunidades de arbitraje que se produjeron en la época
de la GCF y la crisis de la zona del euro (la base CDS-bono negativa, véase
Augustin et al (2014) y Gyntelberg et al (2017)).
Al estrecharse las bases en los últimos años, los hedge funds han reducido
notablemente sus compras netas de protección mediante CDS a los intermediarios
declarantes, desde cerca de 307 000 millones de dólares (32% de los importes
vigentes de hedge funds) al final de junio de 2011 hasta 15 800 millones de
dólares (4,2%) al final de 2017.

H. Refiérase de forma general a su papel en la crisis en los


créditos subprime en los Estados Unidos.
Una crisis financiera es una situación en la que las instituciones financieras o los
activos pierden repentinamente gran parte de su valor. Las crisis financieras
pueden tener graves consecuencias para la economía en su conjunto, así como
para las personas y las empresas.
Crisis financiera 2008
La crisis financiera de 2008 fue una de las peores de la historia moderna. Fue
provocado por el colapso del mercado de hipotecas de alto riesgo en los Estados
Unidos, que llevó a la quiebra de Lehman Brothers, un importante banco de
inversión. La crisis se extendió rápidamente a otras partes de la economía global,
lo que resultó en una recesión económica generalizada. Muchos países
implementaron varias medidas para abordar la crisis, incluidos rescates
gubernamentales de instituciones financieras y paquetes de estímulo.
II. Causas de la crisis financiera de 2008:
Una de las principales causas de la crisis financiera de 2008 fue el mercado de
hipotecas subprime. Las hipotecas de alto riesgo son préstamos hipotecarios
otorgados a prestatarios con antecedentes crediticios deficientes o altos niveles de
deuda. En los años previos a la crisis, hubo una rápida expansión del mercado de
hipotecas de alto riesgo, impulsada en parte por estándares crediticios laxos y la
disponibilidad de titulización, que es el proceso de agrupar hipotecas y venderlas
como valores a los inversionistas.
El colapso de Lehman Brothers, un importante banco de inversión, fue otro factor
clave en la crisis financiera. Lehman Brothers estaba fuertemente invertido en
hipotecas de alto riesgo y otros instrumentos financieros riesgosos, y cuando el
valor de estos activos comenzó a declinar, el banco no pudo cumplir con sus
obligaciones financieras. Su quiebra en septiembre de 2008 provocó una crisis de
liquidez, ya que otras instituciones financieras que tenían deuda de Lehman
Brothers enfrentaron pérdidas significativas.
El papel de los derivados y los credit default swaps (CDS) también contribuyó a la
crisis financiera. Los derivados son instrumentos financieros cuyo valor se deriva
de un activo subyacente, como una hipoteca o un bono. Los swaps de
incumplimiento crediticio son un tipo de derivado que actúa como seguro contra el
incumplimiento de un bono. El uso generalizado de estos instrumentos, junto con
una regulación insuficiente, contribuyó a la interconexión de las instituciones
financieras y la rápida transmisión del riesgo en todo el sistema financiero mundial.
tercero Consecuencias de la crisis financiera:
La crisis financiera de 2008 tuvo graves consecuencias para la economía mundial
y provocó una recesión económica generalizada. Muchos países experimentaron
altos niveles de desempleo, disminución de los precios de la vivienda y reducción
del crecimiento económico. La crisis también tuvo un impacto negativo en la
economía mundial, ya que los flujos comerciales y de inversión se desaceleraron y
los mercados financieros experimentaron una volatilidad significativa.
Los efectos de la crisis financiera se sintieron en personas y empresas de todo el
mundo. Muchas personas perdieron sus trabajos, hogares y ahorros como
resultado de la crisis. Las empresas, en particular las pequeñas y medianas
empresas, enfrentaron desafíos para obtener crédito y mantener la rentabilidad. La
crisis también tuvo un impacto duradero en el sector financiero, ya que algunos
bancos e instituciones financieras se vieron obligados a reestructurarse o
fusionarse con otras empresas.
IV. Lecciones aprendidas de la crisis financiera:
La crisis financiera de 2008 ha dejado una serie de lecciones importantes sobre la
importancia de la regulación, el papel de la intervención del gobierno y la
necesidad de transparencia y rendición de cuentas en el sistema financiero.
Una lección es la importancia de una regulación adecuada para prevenir
conductas de riesgo y garantizar la estabilidad del sistema financiero. La crisis
expuso las debilidades del marco regulatorio que permitieron la rápida expansión
del mercado de hipotecas de alto riesgo y la proliferación de instrumentos
financieros riesgosos como los derivados. Como resultado, muchos países han
implementado nuevas regulaciones o fortalecido las existentes para mejorar la
supervisión y reducir el riesgo de futuras crisis.
Otra lección es el papel que puede desempeñar la intervención del gobierno para
abordar las crisis financieras. Durante la crisis, muchos gobiernos brindaron apoyo
financiero a bancos y otras instituciones financieras en dificultades a través de
rescates u otras medidas. Si bien estas acciones pueden ser controvertidas,
también pueden ser necesarias para evitar que la crisis empeore y estabilizar el
sistema financiero.
Finalmente, la crisis resaltó la importancia de la transparencia y la rendición de
cuentas en el sistema financiero. La falta de transparencia en torno a los riesgos
asociados con ciertos instrumentos financieros, como las hipotecas de alto riesgo
y los CDS, contribuyó a la rápida transmisión del riesgo en todo el sistema
financiero mundial. Asegurar que las instituciones financieras sean transparentes
sobre sus operaciones y riesgos puede ayudar a prevenir futuras crisis.
V. Medidas para prevenir futuras crisis financieras:
Hay una serie de pasos que se pueden tomar para prevenir futuras crisis
financieras. Éstas incluyen:

1. Fortalecimiento del marco regulatorio: Esto implica implementar nuevas


regulaciones o fortalecer las existentes para supervisar mejor el sistema
financiero y prevenir comportamientos de riesgo. Esto puede incluir
medidas como aumentar los requisitos de capital para las instituciones
financieras y mejorar la transparencia de los mercados financieros.
2. Aumentar la transparencia y la rendición de cuentas: garantizar que las
instituciones financieras sean transparentes sobre sus operaciones y
riesgos puede ayudar a prevenir futuras crisis. Esto se puede lograr
mediante la mejora de los requisitos de información y divulgación, así como
mediante el uso de auditores independientes y otros mecanismos de
supervisión.
3. Reducir la dependencia de instrumentos financieros de alto riesgo: el uso
de ciertos instrumentos financieros, como hipotecas de alto riesgo y swaps
de incumplimiento crediticio, desempeñó un papel importante en la crisis
financiera de 2008. Reducir la dependencia de estos instrumentos y
encontrar formas de mitigar los riesgos que plantean puede ayudar a
prevenir futuras crisis. Esto puede implicar la introducción de nuevas
regulaciones o la limitación del uso de ciertos instrumentos.

En conclusión, la crisis financiera de 2008 fue un evento significativo que tuvo


consecuencias de largo alcance para la economía global. Fue causado por una
serie de factores, incluida la expansión del mercado de hipotecas de alto riesgo, el
colapso de Lehman Brothers y el uso de instrumentos financieros riesgosos como
los derivados. La crisis condujo a una recesión económica generalizada y tuvo un
impacto negativo en las personas y empresas de todo el mundo.
Hay una serie de lecciones que se pueden aprender de la crisis financiera, incluida
la importancia de la regulación, el papel de la intervención del gobierno y la
necesidad de transparencia y rendición de cuentas en el sistema financiero. Para
prevenir futuras crisis financieras, es importante implementar medidas preventivas
como fortalecer el marco regulatorio, aumentar la transparencia y la rendición de
cuentas, y reducir la dependencia de instrumentos financieros de alto riesgo. Al
tomar estos pasos, podemos trabajar para garantizar la estabilidad y la resiliencia
del sistema financiero.

CONCLUSIONES

Los importes nocionales vigentes de contratos de swap de incumplimiento


crediticio (CDS) se desplomaron, desde 61,2 billones de dólares a finales de 2007
hasta 9,4 billones 10 años después. Durante la Gran Crisis Financiera (GCF) e
inmediatamente después, esta evolución se debió a la compresión, mientras que
en los últimos años parece haber obedecido al auge de la compensación
centralizada.

La proporción de los importes vigentes que se compensa a través de entidades de


contrapartida central (CCP) ha aumentado rápidamente, del 17% a mediados de
2011 al 55% al final de 2017, mientras que la de transacciones entre
intermediarios ha retrocedido del 53% al 25%

La proporción de títulos de deuda subyacentes a CDS que tienen grado de


inversión ha crecido tras la CGF hasta alcanzar el 64% al final de 2017. El
porcentaje de CDS sobre entidades soberanas también ha aumentado (16% al
final de 2017).
Bibliografía.

1 Arango. E. (2009) Uso de swaps de tasa de interés y de cruce de monedas como


herramientas de cobertura para las empresas colombianas. retos y oportunidades. Tomado de:
https://repository.eia.edu.co/bitstream/handle/11190/1614/ArangoEduardo_2009_UsoSwapsTas
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2 López. I.(2023) Lo esencial sobre swap. Expansión.com 2023. Recuperado de:


https://www.expansion.com/diccionario-economico/swap.html

3. HULL, JOHN C (2009) Introducción a los mercados de futuros y opciones Sexta edición
PEARSON EDUCACIÓN, México, 2009

4 López. Ignacio LO ESENCIAL SOBRE SWAP (2023) revista expansión.com

Boyarchenko, N., Costello, A., & Shachar, O. (2020). The Long and Short of It: The Post-Crisis
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Recuperado de
https://www.cnmv.es/DocPortal/Publicaciones/MONOGRAFIAS/MonografiaN42_web.pdf

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