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Fundamentos Metodológicos de la Administración Pública

López Velasco Yazmin Itzel


05 septiembre 2022
La configuración del saber administrativo público. Un análisis desde el rol de
las doctrinas en la argumentación administrativa.

El saber administrativo público posee una raíz de carácter doctrinal, en donde la


validez de los argumentos dependerá de la aceptación pública, por ello, estos
deben ser construidos con sumo cuidado, ya que reflejan las acciones que la
Administración Pública desea poner en práctica para resolver problemas.

Las doctrinas expresan valores y reflejan los cambios de la cultura política, ya que
los argumentos dados por la Administración Pública se encuentran estrechamente
relacionados con la ideología de las élites que poseen el poder. Dentro de la
construcción del saber administrativo se encuentran tres tipos de doctrinas: “qué”,
“quién” y “cómo”; las primeras se relacionan con la estructura organizacional, las
segundas, son supuestos referentes al perfil de los servidores públicos, y en
cuanto a la tercera, está se enfoca en los procedimientos que pueden ser llevados
a cabo.

Una vez que se han mencionado los tres tipos de doctrina, conviene señalar que
el saber administrativo se encarga de reciclar las doctrinas, a fin de darle uso a
aquella que mejor describa sus valores y fines por medio de los argumentos
contenidos, en este sentido, se encadenan argumentos para definir un problema,
darle solución, justificarlo y simplificarlo, este encadenamiento de argumentos se
conoce como innovación administrativa.

Dicho proceso es sumamente complejo, ya que necesita de una articulación


coherente entre el problema y la solución, por ello, la generación de argumentos
persuasivos es vital, ya que son estos los que expresan y justifican los valores
administrativos dominantes, estas justificaciones se dividen en tres tipos: sigma,
teta y lambda.
La justificación sigma se relaciona con el uso y asignación de los recursos,
mientras que la justificación teta se relaciona con el actuar administrativo justo y
responsable, por último, la justificación lambda, promueve valores de aceptación y
aprendizaje. Este tipo de justificaciones se usan para sustentar las doctrinas
administrativas, puesto que le dan coherencia y afinidad a la relación que
establecen con los valores de los gobiernos y grupos de interés dominantes en la
sociedad.

Sin embargo, para que una doctrina se dote de legitimidad, necesita de la


formalización e institucionalización de sus argumentos, la formalización se
presenta a través de libros de texto, reformas administrativas o campos de política
pública, en cuanto a la institucionalización, esta se hace presente cuando las
doctrinas influyen en las políticas de gestión y en los modelos de gestión que son
previamente aceptados, es decir, cuando se sustituyen series o reglas
administrativas por otras.

El cambio o la sustitución de doctrinas puede darse también por isomorfismo, el


cual es el proceso mediante el cual una organización adopta las series de
argumentación y reglas de operación de otra, este proceso depende en gran
medida de la interacción existente entre organizaciones, en donde las ideas y las
prácticas operativas son compartidas.

De acuerdo con la información del texto, se puede decir que los cambios de
paradigmas dentro del saber administrativo reflejan la interacción y sustitución de
doctrinas, ya que las ideas de carácter organizacional y los argumentos para
sustentar los cambios varían, sin embargo, se retoman conocimientos de un
paradigma para dar lugar a otro, lo que hace evidente que los cambios son
solamente ajusten centrados en campos particulares de conocimiento.

Referencias:
Tapia Góngora, Edwin M. “La configuración del saber administrativo público. Un
análisis desde el rol de las doctrinas en la argumentación administrativa”, en:
Administración & Desarrollo. Temas de Administración y Gestión Pública, ESAP,
Colombia, pp. 109-122.

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