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La higiene parte de la medicina engloba todas aquellas actividades que están dirigidas a
favorecer el estado de confort del paciente, la conservación de la salud y prevención de la
enfermedad tanto desde el punto vista de su aseo como del correcto estado de las
instalaciones del centro médico.
El aseo del paciente se relaciona con la limpieza de la piel y la higiene de las mucosas externas,
con el objetivo de cubrir una de sus necesidades básicas, el bienestar físico.
Flora transitoria, aquellos gérmenes que están presentes en la superficie de la piel, de forma
temporal o transitoria, que se adquiere a través del contacto con los pacientes o personal
infectado o con superficies contaminadas, de fácil remoción mediante la higiene de manos.
Las complicaciones más comunes están asociadas a las infecciones nosocomiales (contraídas
durante una hospitalización), por lo que es importante que el personal sanitario siga las pautas
de higiene marcadas por el centro.
Flora permanente, aquellos gérmenes que están presentes en las capas profundas de la piel,
y se aíslan en la mayoría de las personas, se consideran permanentes residentes y son de
difícil remoción, por ficción mecánica. Pueden sobrevivir y multiplicarse en las capas
superficiales de la piel.
Sanitización, frote breve con una solución antiséptica a partir de alcohol y emolientes,
buscando destruir los microorganismos de la flora bacteriana transitoria, adquiridos
recientemente por contacto directo con pacientes, familiares o fómites y disminuir la flora
residente. Siempre y cuando las manos se encuentren limpias y sin contaminación con material
orgánico.
- Lavado de manos, es la primera medida obligatoria que tenemos que tomar para
evitar contagios que supongan efectos nocivos para la salud. El lavado de manos se
puede realizar según tres métodos:
• Habitual, es el lavado común con jabón, frotando bien los dedos sobre las
palmas de las manos, ha de hacerse con regularidad, sobre todo antes y
después de la asistencia al paciente, busca remover la suciedad, el material
orgánico y disminuir la concentración de la flora transitoria adquirida por
contacto reciente con pacientes.
• Antiséptico, es el más importante antes de cualquier contacto médico, se
emplea un jabón antiséptico para destruir cualquier microorganismo.
• Quirúrgico, se sigue previo a cualquier intervención médica de intensidad,
como intervenciones quirúrgicas, se emplea jabón o una solución
hidroalcohólica con un frote energético de todas las superficies de las manos
hasta los codos, seguido d enjuague al chorro de agua, busca eliminar la flora
transitoria y disminuir la concentración de bacterias de la flora residente.
PROCEDIMIENTO DE LAVADO DE MANOS.
El búnker deberá estar ordenado, sin obstáculos en el pasillo ni dentro de la sala. Se deberán
desinfectar también la mesa y los inmovilizadores con una solución antiséptica. Además del
confort, tendremos en cuenta la prevención de riesgos y caídas tanto por parte de los
pacientes como de los técnicos, con las siguientes medidas:
Al atender la higiene de un paciente hay que tener cuidado de que no sienta invadida su
intimidad y de que se encuentre lo más cómodo posible ante la situación.
El procedimiento que suele seguirse es:
El paciente tiene que pasar casi todo su tiempo sobre una cama, así que es muy importante
aprender cuáles son las reglas de colocación del cuerpo y las variaciones de postura.
En este sentido, la presión en algunas partes del cuerpo es uno de los factores clave. Aquellas
zonas sobre las que los huesos pudieran ejercer algún tipo de presión son las más propensas a
sufrir úlceras.
Las posturas más comunes en las que puede colocarse a un paciente encamado son:
• Decúbito supino, se posiciona el cuerpo boca arriba, con el cuello recto y la cabeza
sobre una almohada. Los brazos quedan con las manos mirando hacia el tronco, algo
separadas y con los dedos un poco flexionados. Las piernas quedan estiradas y los pies
sobre un soporte al final de la cama.
• Decúbito lateral, es decir de lado. El brazo que está debajo, sobre el colchón, se deja
hacia adelante y con el codo doblado, el otro brazo queda con la palma de la mano
sobre la cama, se coloca una almohada en la espalda del paciente.
• Fowler, se colocará al paciente con la espalda recta, con almohadas detrás de ella, los
brazos estarán sobre el estómago y las rodillas alternarán flexión y estiramiento. Por
ejemplo, el paciente en posición decúbito supino con la cabecera de la cama elevada a
45º.