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Estamos aquí este día para para recordar quien fue en vida el querido Apocalipsis 6:9-11:
amigo Sindico. Es natural que pensemos sobre lo que le sucede a los “Cuando abrió el quinto sello, vi bajo el altar las almas de los que
sere humanos después de la muerte. En la Biblia hay tanto sobre este habían sido muertos por causa de la palabra de Dios y por el
tema que no podemos cubrirlo todo en unos cuantos minutos que testimonio que tenían. Y clamaban a gran voz, diciendo: ¿Hasta
tenemos en este servicio. Pero daré un esquema de los tres eventos cuándo, Señor, santo y verdadero, no juzgas y vengas nuestra sangre
principales que encaran al ser humano a la hora de la muerte. en los que moran en la tierra? Y se les dieron vestiduras blancas, y se
Quisiera resaltar que el ser humano esta dividido en tres partes las les dijo que descansasen todavía un poco de tiempo, hasta que se
cuales son CUERPO-ESPRITU Y ALMA. Estos tres son parte de toda completara el número de sus consiervos y sus hermanos, que
persona en la tierra, sea creyente o no creyente, todo tendremos que también habían de ser muertos como ellos” (Apocalipsis 6:9-11).
dar cuenta por estas tres cosas en nosotros. Tal como el ladrón convertido fue de inmediato al paraíso cuando
Nuestro cuerpo físico, es como un cajon, el cual pasodo el tiempo murió, a estar con Cristo (Lucas 23:43), así los espíritus de todos los
vuelve a su estado natural que es polvo. Cristianos verdaderos entrarán allí en la muerte a estar con el
Salvador.
Nuestro espíritu en realidad no nos pertece, ya que el espíritu vuelve
a quien lo dio, en este caso a Dios. Después de todo, el Apóstol Pablo mismo lo llamó un “misterio” (I
Corintios 15:51) algo que no sabríamos si Dios no lo hubiera revelado
Pero nuestra alma, esa si que nos pertece, nosotros determinaos que en las Escrituras. No todos “dormiremos” o sea, no todos nuestros
pasara con ella, en el futuro. Si ella se pierde o se salva depende cuerpos entrarán en el sepulcro. Pero en un momento, en un abrir y
netamente de nosotros. cerrar de ojos, todos los cuerpos de los Cristianos vivos y muertos
Ya que la misma Palabra de Dios, dice que seremos juzgados según serán “transformados” y “resucitados incorruptibles”. A esa hora los
nuestras obras aquí en la tierra. espíritus y los cuerpos resucitados de los muertos serán reunidos.
Las Escrituras no nos dicen exactamente cómo serán nuestros Lo importante es que durante nuestra vida hayamos tenido fe en Dios
cuerpos resucitados. El Apóstol Juan dijo: y así guardar un depósito precioso en la única fuente de verdad:
Cristo, quien nos dará la salvación.
“Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo
que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se
manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él
es” (I Juan 3:2).
En Su cuerpo resucitado, Jesús podía ser visto y palpado. Él podía
comer y hablar. Él podía ser reconocido también (Lucas 24:36-43). Se
nos dice específicamente que Él no era un espíritu, sino que Él tenía
un cuerpo de “carne y huesos” (Lucas 24:39) pero su cuerpo ya no
estaba limitado. Él podía aparecer y reaparecer aun cuando estaban
cerradas las puertas. Entonces, basta decir: “cuando él se manifieste,
seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es” (I Juan
3:2).
Conclusión:
Se dice que el cisne canta al sentir llegar la muerte. Lo cierto es que
todos moriremos. Podemos conocer nuestro pasado, nuestro
presente pero el futuro se torna incierto. La única condición para que
nos llegue la muerte es estar vivos.
El gran guerrero de la cruz de Cristo, lleno de cicatrices por sus
batallas, contempla una serie ininterrumpida de victorias, contempla
retrospectivamente la dura y prolongada lucha de su vida y exclama
triunfante: “He peleado la buena batalla“.
Nosotros igualmente, no hace falta que vistamos uniforme, pero sí
debemos ser soldados activos y decididos, dispuestos a luchar y
vencer constantemente.
Cualquier carrera no terminada es un gran fracaso y pérdida. Pablo
tenía metas firmes (Hechos 20:24) y las cumplió. Nosotros también
debemos seguir su ejemplo.