Está en la página 1de 1

ANEXO 1: alegremente, seña visible del fuego que se

Fragmento tomado de: Historia de la propaga de colina en colina, fibra óptica que
comunicación. conduce, tuerce la luz, se esfuerzan por
Hace más de tres millones de años, decirnos: “aquí estoy y te cuento esto”.
treinta metros de huellas en África nos hablan Primero vino el fuego, el árbol que ardía y
de dos homínidos, ya en total posesión de la que aquellos hombres mono mirarían
postura erecta, que se alejaban de un volcán. pasmados. Luego la quemadura y el grito,
¿Hablaban entre ellos? Nunca lo sabremos. separándose, haciéndose lenguaje,
En la, a veces oscura y a veces clara sometiéndose a la lenta presión de la
noche de los tiempos, las complejas gramática. Después vino el relato, la palabra
actividades de la humanidad naciente exigían dicha a viva voz o susurrada en la larga
un lenguaje, un sistema que preservara la noche prehistórica.
memoria y transmitiera instrucciones y Cien mil años se luchó contra el lenguaje,
comentarios para coordinar un trabajo grupal. palabras y gritos sueltos se unieron
Gritos y aullidos nacieron como lenguajes trabajosamente, en un idioma estable, que
mientras el hombre avanzaba a tientas a mostraba el mundo confuso y circundante, la
través de la maraña de la evolución; más extensión infernal de la sabana, y los tres
tarde, sonidos y luces intentaron transmitir puntos cardinales: La comida, el peligro, el
los mensajes luchando una y otra vez, y miedo. Cien mil años se luchó contra el
estrellándose una y otra vez, con los tres lenguaje que aún reside en verbos
grandes enemigos de la comunicación: el irregulares, curiosas terminaciones o plurales
olvido, la baja velocidad y la distancia. extraños, en la ambigüedad de la poesía en la
El papiro, el libro, la imprenta, el teléfono, dificultad para entender a tu vecino.
el correo electrónico, el suave y a veces Luego el mensaje y la rueda o los pies
estridente murmullo de la radio, el pálido veloces de los chasquis transmitiendo una
jinete que se esfuerza por llevar la noticia a orden o un suspiro. Diez mil años se luchó
través de un desierto despoblado de palabras, con la distancia. Más tarde la electricidad
el oscuro camarógrafo que intenta sorprender cargó sobre su espalda la tarea. Los cables
los densos episodios de la oscuridad y los da brillaban como lámparas, una red conectó los
a conocer al mundo, el aeda que graba en su continentes y fundó imperios. Nacía un
memoria el Kalevala, el Gilgamesh y la llíada, mundo instantáneo. Aquel lenguaje formado
inventando la poesía para recordar mejor. en los fogones y la guerra se descompuso en
Una historia de la comunicación y sus signos, frases secas, jeroglíficos nuevos y un
soportes es una medusa, una mancha de idioma reducido a consignas.
aceite que extiende sus pseudópodos a todos Y ahora, desde el centro del mar te hablo.
los rincones de la mente y la cultura, y que va Desde el avión que vuela, ajeno a todo te
hacía la búsqueda desesperada de los medios hablo. Desde la nave que se acerca a Titán, la
necesarios para vencer al tiempo y la Luna poderosa de Saturno te hablo. Y esa
distancia. ¿Pero no hemos hablado ya esto? onda que cruza el vacío con la fuerza de
Cada soporte nuevo que aparece: la piel del Maxwell, con la astucia de Hertz, con la visión
tambor, la electricidad, la electrónica clara y directa de Marconi te alcanza en la
redefinen y resignifican lo que se dice, la noche en que estás solo…
forma en que los hombres y mujeres se
comunican, cada vez más rápido, y se
vuelven depositarios de la memoria frágil.
Entonces, ¿El soporte es el mensaje?
Sin embargo, un único hálito recorre
estos miles de años de intentos imperfectos:
el deseo de que tu palabra alcance a tu
prójimo, a tu pueblo, a tu ignorado
corresponsal, en el otro extremo del mundo.
Parche batido del tambor, humo conducido

Magnani, E. Historia de la comunicación. Editorial Ci Capital IntelectualI. Buenos Aires. Páginas 120. 2009.

También podría gustarte