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1. DESCRIPCIÓN
Se lanza una bola, con una cadena con agarradera, desde un área circular dentro de una jaula hacia
un área marcada.
ÁREA DE COMPETICIÓN
En las siguientes imágenes podrás ver la ubicación dentro del estadio y los detalles del área de
competición.
El área de competición es igual que la de lanzamiento de disco, pero el círculo tiene un diámetro de 2,14
m.
EQUIPAMIENTO
El martillo pesa 7,26 kg. y está formado por 3 partes:
Los competidores visten como en la prueba de disco, pero pueden utilizar guantes y muñequeras. Los
dedos deben quedar libres.
PROCEDIMIENTO
El procedimiento es el mismo que en el disco, pero la cabeza del martillo puede tocar el terreno durante
el lanzamiento. Si el martillo se rompe durante el tiro, el lanzamiento no cuenta.
La medición se realiza desde la parte más cercana de la cabeza del martillo, hasta el borde interior del
anillo que delimita el círculo de lanzamiento.
2. TÉCNICA
Para el logro de distancias por encima de los 80 metros, el lanzador trata en todo momento de adquirir
una aceleración a lo largo de todo su recorrido para lograr que la velocidad inicial de salida del artefacto,
sea lo más elevada posible.
El lanzador toma el martillo por el asa con la mano izquierda, sujetándola por las segundas falanges de
los dedos a excepción del pulgar. La derecha, por su parte, se apoya encima de ella y ambos pulgares
quedan entrecruzados con el izquierdo sobre el derecho.
El lanzador estará colocado en el extremo posterior del círculo y mirando en dirección contraria a la de
lanzamiento, con los pies separados aproximadamente la anchura de los hombros.
El peso del cuerpo estará repartido por igual en ambas piernas, que estarán ligeramente flexionadas.
VOLTEOS
Debido al peso del artefacto, el lanzador necesita romper la inercia desde la posición de salida,
balanceándolo adelante o a la izquierda y desplazándolo a la derecha por medio de una torsión del tronco
hacia este lado.
Una vez que éste llega a la derecha se producirá un punto muerto a partir del cual se inician los volteos
propiamente dichos.
El número de volteos suele ser normalmente de uno o dos, desplazando el martillo hacia arriba y hacia
la izquierda, flexionando los brazos.
Cuando las manos llegan a la altura de la cara, se produce un cambio de hombros, para, de esta manera,
ir a buscar el martillo y llevarlo frente a él.
La cabeza del martillo está inclinado según la dirección del lanzamiento y adquiere valores entre 40º y
45º.
GIROS
Una vez que la cabeza del martillo llega a la altura del pie derecho en el punto más bajo de su trayectoria,
se inician los giros, que son tres o cuatro.
El pie izquierdo gira. La pierna derecha, una vez abandona el suelo, trata de recuperarlo rápidamente,
girando alrededor y cerca de la izquierda, apoyándose de punta o de planta cuando el pie izquierdo está
apoyando la punta.
Los brazos se mantienen totalmente estirados, sujetando el martillo que describe una elipse, cuyos
puntos bajos seguirán desviándose cada vez más en la dirección de giro.
POTENTES BRAZOS
En el salto de pértiga hace falta una gran fuerza de brazos para doblarla, y luego, girando hacia arriba,
impulsarse desde ella para sobrepasar el listón. Ello debe ir siempre coordinado con la impulsión en la
batida y la carrera de acercamiento a la misma.
EQUILIBRIO
En el salto con pértiga hay que combinar la velocidad con la fuerza de brazos y con el "bote". El pertiguista
tiene que poseer un gran sentido del equilibrio para moverse con habilidad por encima del listón. Este
equilibrio también es necesario durante la carrera previa, que se hace con una barra de cinco metros en
la mano.
FIBRAS
Las fibras de los saltadores son, en una enorme proporción, explosivas y muy rápidas, totalmente
anaeróbicas en su funcionalidad desde el punto de vista energético. El saltador debe nacer con estas
fibras, pero también se pueden desarrollar a base de pesas, multisaltos y muchos ejercicios de flexibilidad
y técnica.
CAPACIDAD DE IMPULSIÓN
Todos los saltadores tienen una gran capacidad de impulsión. Tanto en altura como en pértiga, longitud
y triple salto hay una elevación sobre el suelo. Dentro de la elevación también hay algo de salto en
extensión. Para llevar a cabo este salto es imprescindible tener una buena capacidad de impulsión, o lo
que en el argot se llama -bote-. Sin bote no se puede saltar, y se consigue gracias a las fibras explosivas
y rápidas, a las que hemos hecho referencia.
Los saltadores han de ser personas hábiles y flexibles, con una serie de cualidades innatas: capacidad
de mecanizar, de asimilar, de archivar movimientos musculares. En las cuatro especialidades, los
saltadores hacen la película -in mente- de cómo van a realizar el salto antes de llevarlo a cabo.
Tienen perfectamente talonada su carrera, saben los pasos exactos que dan desde el sitio en que la
inician, que previamente marcan en la pista, y saben también el lugar desde donde deben batir. Si se
equivocan, aunque sea medio pie abajo o arriba, puede ser fatal para el resultado final.
Luego, una vez que se elevan, los saltadores tienen que mecanizar en el aire toda una serie de
movimientos, según el estilo característico de cada uno.
Esta mecanización se ensaya en los entrenamientos, repitiendo miles y miles de veces, hasta que lo
puedan hacer prácticamente sin pensar.
VELOCIDAD
Evidentemente tienen que ser muy rápidos; no hay un solo saltador de cualquiera de cualquiera de las
cuatro especialidades que no sea un gran velocista. Incluso más rápido de puesta en acción que un
velocista de cierta calidad, con la diferencia que no aguantaría una carrera de 100 metros. En 20, 30, y
40 metros tienen que ser muy veloces.
CONCENTRACIÓN
Otra cualidad de los saltadores es su gran capacidad de concentración. Algunos piden palmas a los
espectadores, pero es porque ese tipo de apoyo les ayuda a concentrarse.
NUTRICIÓN
Como todos los saltos atléticos se caracterizan por ser pruebas explosivas, la nutrición de los saltadores
es muy parecida a la que llevan a cabo los especialistas en pruebas de velocidad o vallas.
Los saltadores queman fundamentalmente glucógeno, por hacer uso de fibras explosivas o rápidas,
que sólo gastan este combustible de gran calidad.
A los saltadores les cuesta especialmente quemar grasas y, como generalmente han de ser altos y
delgados, coger demasiado peso sería un handicap enorme en la competición.
La calidad en la alimentación es la misma para todos los saltadores. Su dieta debe ser variada y
equilibrada. La cantidad de calorias que deben ingerir está en función de la cantidad de trabajo que
desarrollen diariamente y también del volumen corporal que hay que nutrir.
Como hacen numerosos entrenamientos de fuerza, deben asimilar más calorías en forma de proteinas
que cualquier otro atleta de una especialidad no explosiva. Alrededor de un 2 o 3% más.
En cuanto a las vitaminas se refiere, toman las mismas que cualquier otro atleta.
ENTRENAMIENTO
El entrenamiento es similar al del resto de pruebas de salto, a saber:
Ejercicios acrobáticos
Ejercicios de carrera con pértiga
Trabajo técnico
Fortalecimiento del tren superior (para el impulso final)