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Ignacio Arellano

Aspectos satíricos en las novelas de Ganivet


In: Bulletin Hispanique. Tome 103, N°1, 2001. pp. 155-167.

Abstract
La Conquista del reino de Maya and Los trabajos de Pió Cid by Ángel Ganivet are two complementary novéis on the basis oftheir
structure and point of view. However the satirical dimension that they share is developed on diffèrent axes: ironie perspective in
La Conquista del reino de Maya and a satire of éducation and the political System in Los trabajos de Pió Cid.

Résumé
La Conquista del reino de Maya et Los trabajos de Pío Cid, de Ángel Ganivet, sont deux romans complémentaires en ce qui
concerne leurs structures et leurs points de vue, mais ils partagent une commune dimension satirique, développée de manière
différente dans l'un et dans l'autre : perspective ironique globale dans La Conquista del Reino Maya, satire de l'éducation et du
système politique dans Los trabajos de Pío Cid.

Resumen
La Conquista del reino de Maya y Los trabajos de Pío Cid, de Ángel Ganivet, son dos novelas complementarias en su estructura
y enfoque, pero en las dos es común el componente satírico, que desarrollan de diversa manera: perspectiva irónica global en
La Conquista del reino de Maya y sátira de la educación y sistema político en Los trabajos de Pío Cid.

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Arellano Ignacio. Aspectos satíricos en las novelas de Ganivet. In: Bulletin Hispanique. Tome 103, N°1, 2001. pp. 155-167.

doi : 10.3406/hispa.2001.5068

http://www.persee.fr/web/revues/home/prescript/article/hispa_0007-4640_2001_num_103_1_5068
Aspectos satíricos en las novelas

de Ganivet

Ignacio Arellano
Universidad de Navarra

La Conquista del reino de Maya et Los trabajos de Pío Cid, de Ángel Ganivet,
sont deux romans complémentaires en ce qui concerne leurs structures et leurs points de
vue, mais ils partagent une commune dimension satirique, développée de manière
différente dans l'un et dans l'autre : perspective ironique globale dans La Conquista
del Reino Maya, satire de l'éducation et du système politique dans Los trabajos de
Pío Cid.

La Conquista del reino de Maya y Los trabajos de Pío Cid, de Ángel Ganivet,
son dos novelas complementarias en su estructura y enfoque, pero en las dos es común el
componente satírico, que desarrollan de diversa manera: perspectiva irónica global en
La Conquista del reino de Maya y sátira de la educación y sistema político en Los
trabajos de Pío Cid.

La Conquista del reino de Maya and Los trabajos de Pió Cid by Ángel
Ganivet are two complementary novéis on the basis oftheir structure and point ofview.
However the satirical dimension that they share is developed on diffèrent axes: ironie
perspective in La Conquista del reino de Maya and a satire of éducation and the
political System in Los trabajos de Pió Cid.

Mots-clés: Ganivet - 1898 - Satire - Roman.

B. HL, n° 1 - Juin 2001 - p. 155 à 167


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BULLETIN HISPANIQUE

1. f^ anivet se suele considerar generalmente como un precursor,


V_J iniciador, predecesor, antecedente o nuncio de la llamada
generación del 98, concepto sometido hoy a ciertas controversias. A los
efectos prácticos de mi exposición daré por buenos los argumentos de Javier
Herrero !, que considera a Ganivet un precursor del 98 y apunta que, pese a
todas las distinciones y matizaciones que se quieran hacer, hay una serie de
rasgos comunes y de elementos caracterizadores que permiten aplicar esta
denominación como etiqueta crítica no vacía de contenido.
En cualquier caso las fechas de publicación de sus dos novelas, La
conquista del reino de Maya (CM en adelante) y Los trabajos del infatigable
creador Pío Cid (TPC), las colocan en 1897 y 1898 (año este último el de
su muerte), momento convencionalmente muy representativo.
La preocupación intelectual, la inquietud por el destino colectivo de su
patria en un momento de grandes crisis, la intención regeneracionista (con
muchas modalidades) y una actitud crítica hacia procesos históricos son
rasgos que delimitan buena parte de las creaciones noventayochistas 2 y que
se pueden percibir en las novelas de Ganivet con gran intensidad.
La dimensión crítica y la perspectiva intelectual suelen producir cierta
propensión a la sátira. Mi objetivo es apuntar en estas reflexiones la
presencia de la sátira como técnica literaria y como instrumento de
indagación crítica en las novelas de Ganivet, sin intentar un examen
sistemático que ahora no me es posible.
2. La conquista del reino de Maya y Los trabajos de Pío Cid son dos
novelas complementarias que se construyen en una especie de paralelismo
antitético, como ha mostrado con gran inteligencia Miguel Olmedo3. Lo
que se presenta en negativo en CM aparece en positivo en TPC:

Conquista y Trabajos forman un grandioso contrapunto en el que Ganivet


ha querido simbolizar las dos vías, el camino extraviado que la humanidad
ha seguido hasta ahora - La conquista — y la vía de salvación que aún

1. Ver J. Herrero, 1997. Para otras consideraciones sobre Ganivet como modernista ver
Santiáñez-Tió, 1994 y Fernández Sánchez- Alarcos, 1995. Sobre la validez del concepto de
generación del 98 Herrero trae referencias suficientes para mis objetivos en este momento.
Un breve estado de la cuestión se verá en la edición de Montero Padilla de Los trabajos del
infatigable creador Pío Cid, 1998, 38-39 (citaré siempre la novela por esta edición), y una
buena aportación desde la perspectiva filosófica en el reciente volumen de Anuario Filosófico
(Universidad de Navarra) coordinado por Heredia Soriano (1998).
2. Ver Ribas, 1998.
3. Olmedo, 1997, 171 y ss., cap. IX « Conquista contra Trabajos». El libro de 1997
reimprime trabajos de Olmedo publicados por vez primera en 1965. Mis referencias dan las
fechas de las ediciones que manejo. La cita de arriba en página 176. Para otros aspectos de la
novelística que ahora no me competen, ver Agudiez, 1972.

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tiene abierta: Los trabajos. Las dos obras se corresponden como las
columnas de Debe y Haber de una contabilidad por partida doble,
en la que las mismas cantidades aparecen figuradas con signo
contrario o [...] como el positivo y negativo de una misma fotografía.

2.1. La conquista del reino de Maya

En las dos obras el componente satírico es importante, pero se presenta de


modo diverso. En CM todo el conjunto de la novela está sometido a la
perspectiva irónica, que es la clave de lectura global.
Como se sabe, narra las aventuras de Pío Cid en el reino africano de
,

Maya, en el que, convertido en Sumo Sacerdote (Igana Iguru), promueve


una serie de reformas y un proceso de tecnificación e industrialización de
muy grotescos resultados. La novela se ha interpretado como una crítica de
la colonización del Congo belga4, muy negativamente juzgada por Ganivet,
como evidencian otros pasajes semejantes al de la carta escrita a Navarro
Ledesma5 fechada el 10 de mayo de 1893, donde escribe que «Cualquiera
que piense, no ya con la cabeza, sino con los calzoncillos, comprende que
no se trata de la felicidad de la raza negra ni del progreso ni de nada por el
estilo; se trata de un negocio en grande escala en el que el buen Leopoldo
tiene metidos buenos millones ». A la luz de estos textos se comprende bien
el alcance irónico de las afirmaciones del narrador de CM 6 :
Amante de la humanidad, me ha regocijado siempre la idea de que esos
descubrimientos de nuevas tierras y de nuevos hombres no son inútiles,
pues que llevan consigo, por el carácter humanitario de nuestra especie, el
deseo de mejorar a nuestros hermanos, de colonizar los países que ellos
ocupan, civilizándolos con mayor o menor suavidad, según el temperamento
de la nación colonizadora. Grande es en sí esta idea, pero más grande es
aún cuando se nota que nosotros sufrimos también las tristezas y dolores de
esta vida, y que a pesar de estas tristezas y de estos dolores, sacamos fuerzas
de flaqueza y acudimos en auxilio de otros hombres que juzgamos más
desventurados que nosotros. Este es un rasgo característico y consolador de
la humanidad en todos los tiempos y en todas las razas.
Otra lectura presenta esta novela como retrato o caricatura de la España
decimonónica, pero más allá de la visión irónica y negativa de la España
prealfonsina, o de la colonización belga y en general de los modos de
colonización modernos, basados en la utilidad material, deshumanizados.

4. Ver González Alcantud, 1997.


5. Cf. González Alcantud, 1997, 83.
6. CM, ed. Berenguer y Gallego Morell citada en bibliografía, 57-58.

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BULLETIN HISPANIQUE

Olmedo ha visto, con buenas razones, una especie de historia paródica,


resumida y amarga, de Europa en los últimos siete siglos7 en su evolución
política, procesos económicos, industrialización, burocratización, etc.
El mecanismo, descrito en CM con ribetes grotescos, conduce a un
estado muy poco avanzado y totalmente insatisfactorio : la humanidad
evoluciona hacia formas de organización política y económica basadas, entre
otras cosas, en la alcoholización sistemática y programada por el Estado, en
el mantenimiento de guerras terapéuticas con los vecinos y en formas
variadas de crueldad.
Refleja, en última instancia8, un profundo desencanto de la civilización
moderna en el que la sátira del imperialismo europeo en África es una
especie de metáfora sintomática.
Para entender bien esta sátira hay que insistir en que se trata de una
perspectiva globalmente irónica la que sustenta todo el relato, y en que se
trata de una ironía de múltiples facetas. No surge únicamente, como afirma
Jean Franco9, del contraste entre los objetivos que el narrador declara y los
resultados más bien extraños de sus proyectos. Los mismos proyectos que
manifiesta Pío Cid en CM deben ser leídos en clave irónica y satírica. La
crítica de los falsos progresos se manifiesta en los resultados, pero también
en los propósitos.
Ya he señalado, por ejemplo, cómo uno de los proyectos de progreso
consiste en alcoholizar a los indígenas, como cimiento necesario para la
mejora espiritual de los mayas 10 :
Con ser tan considerable el progreso material de los mayas, no admitía
comparación con el espiritual. Entregado el país, con su rey a la cabeza, a la
alcoholización gradual y sistemática, sobrevino una especie de recalent
amientode aquellas vigorosas naturalezas ; y según mis previsiones comenzó a
echar chispas y a lanzar vivos destellos el espíritu nacional hasta entonces
esclavizado bajo el rudo imperio de las funciones animales.
Nótese que esta alcoholización responde exactamente a las previsiones
del narrador, y en ningún caso es un resultado sorprendente de métodos
civilizadores, en cuya contrariedad radicara el sentido satírico, como
apuntaba Franco. Siendo la reforma espiritual precisamente una de las
obsesiones de Ganivet, este tipo de pasajes de CM solo pueden entenderse
como una perversión inteligible únicamente desde la lectura irónica total
que explica la novela.

7. Olmedo, 1997, 151 y ss.


8. Como bien apunta Parker, 1982, 370.
9. Franco, 1965, 36.
10. CM, éd. citada, 176.

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ASPECTOS SATÍRICOS EN LAS NOVELAS DE GANIVET

Y así hemos de interpretar a mi juicio el tema de las reformas jurídicas


que sirve a Jean Franco 1 1 para sustentar buena parte de su análisis de las
modalidades satíricas de CM. Franco insiste en el potencial satírico que
nace del contraste entre un programa idealista y unos resultados
inesperados. Considera que Pío Cid aduce, para sus cambios de las
técnicas de ejecución de los criminales, «a number of reasons [...] all of
them acceptable», y que el paradójico resultado sustenta el efecto satírico.
Sin embargo difícilmente puede aceptarse que «transformar la matanza
grosera sobre el cadalso en algo más noble y artístico», entregando a los
reos a búfalos salvajes o feroces panteras que los evisceran violentamente,
sea una seria propuesta idealista para refinar la sensibilidad de los mayas.
Es del todo impertinente plantear en serio la cuestión del refinamiento
artístico al hilo de las degollinas y destripamientos que evocan el clima
irónico del Cándido volteriano, quien vive en el «mejor de los mundos
posibles», esto es, un mundo espantoso dominado por la crueldad más
absurda.
No hay, pues, contraste entre idealismo y resultados imprevistos, sino
una general adopción del humor negro en todos los tramos y en todas
las partes de la obra. Compárense los textos aludidos por Jean Franco
con algunos otros que tejen la red continua de los motivos en torno a
este tema y que se iluminan mutuamente. Baste citar un par de ellos :
todos los pueblos bárbaros, afirma Pío Cid12 a propósito de las
ejecuciones, «han pasado desde la barbarie a la cultura por grados
intermedios que se caracterizan por la aparición de nuevos elementos
artísticos » ; y acto seguido evoca el estadio de civilización al que podrán
aspirar estos pueblos bárbaros después de su proceso educativo, estadio
representado por la «alegre e inocente curiosidad con que las masas se
agolpan para ver cómo desciende la majestuosa guillotina sobre la cabeza
del reo, cómo gira el tornillo que estrangula suavemente al condenado».
Ironía, sátira, humor negro generalizado, del mismo tipo que se advierte
en los episodios de Paradox Rey, de Pío Baroja, donde aparece otra parodia
de la colonización europea de un país africano con muchos puntos de
contacto con la obra de Ganivet.

11. Ver Franco, 1965, 40-41. Las tres clases de modalidades satíricas que distingue y que
establecerían tres fases o partes en la novela son muy poco operativas.
12. CM, 142 y 144.

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BULLETIN HISPANIQUE

2.2 Los trabajos de Pío Cid


De manera distinta se integra el componente satírico en la novela de TPC.
La estructura es dispersa, como ha apuntado la crítica13, y el enfoque es en
principio positivo. Ahora Pío Cid es un reformador de su patria por medio
de sus trabajos (como se ha señalado, la imagen evoca los trabajos de
Hércules) l4 en los que sucesivamente aborda la educación de unos
estudiantes, el gobierno de una familia de mujeres, la formación de un buen
poeta, la reforma política de España, la regeneración de una mujer caída y
la cura de una duquesa enferma de frivolidad.
Según indican Berenguer y Gallego Morell15, «En la novela Los trabajos
del infatigable creador Pío Cid Ganivet adopta una de las actitudes más
definitorias del noventayochismo : la preocupación educacional». Educación
y regeneracionismo 16 son ciertamente dos rasgos básicos del 98, y cada uno
de los trabajos de Pío puede considerarse en este sentido un empeño
regeneracionista.
Que sus trabajos tengan éxito o no17 es ahora indiferente a efectos de la
comparación con CM: Pío Cid aborda en TPC el objetivo de regenerar,
adoctrinar, mejorar, a una serie de personajes de los que se convierte en
guía con intenciones sinceras, no corruptoras, como en CM, aun cuando
persistan ambigüedades y juegos irónicos en distintos planos. La sátira en
esta segunda novela no puede ser global, sino que aparece en motivos
dispersos (como la misma estructura de la novela) al hilo de los trabajos
cidianos, reflejando los obstáculos que la sociedad y la naturaleza humana
ofrecen a sus propósitos.
Lo primero que hay que tener en cuenta como fundamento de la técnica
satírica en TPC es la focalización del relato según el punto de vista del
héroe Pío Cid, personaje dominador de todos los demás. Interesa definir al
protagonista en cuanto mirada satírica: efectivamente, se describe como
personaje distinto a los otros, extraordinario y extravagante, raro, quijotesco,
excéntrico, marginal, antisocial18, especie de filósofo cínico19, cuya mirada

13. Ver sobre el tipo de ensayo narrativo que suponen estas novelas García Sarria, 1980;
Rivkin, 1986.
14. Escribió Ganivet seis trabajos, pero tenía plan de continuarlo en otros seis, al modo de
los doce de Hércules. Ver Rivkin, 1983, 27-28.
15. Ver su introducción, éd. cit., 1988, página XIX.
16. Ver Ribas, 1998, 56-61.
17. Para Herrero, 1997, tienen cierto éxito; para Parker, 1982, fracasan lamentablemente.
18. Parker lo califica de «antisocial being» (Parker, 1982, 375).
19. Sobre la importancia de la filosofía cínica en Ganivet ver Olmedo, 1997, quien insiste,
por ejemplo, en la característica ambigüedad de esta filosofía.

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ASPECTOS SATÍRICOS EN LAS NOVELAS DE GANIVET

es ambivalente : compasiva, a veces ; burlona a menudo. Personaje, pues,


especialmente capacitado para servir de vehículo de la sátira.
Pío Cid observa a la humanidad desde una posición de poder burlona
(guasona, en palabras del propio Ganivet) :
Notábase en él un menosprecio profundo de sus semejantes, aun de los
que más estimaba, que no era orgullo ni presunción al modo que muestran
los hombres que se creen superiores, sino que era expresión de un poder
misterioso, semejante al que los dioses paganos mostraban en sus tratos con
las criaturas : mezcla de energía y de abandono, de bondad y de perversión,
de seriedad y de burla20.
Su concepción de la humanidad se expresa en la alegoría grotesca de las
orzas de aceite en las que nadan candelillas diminutas, del mismo modo que
sobrenadan ridículos y minúsculos pensamientos en los cerebros humanos :
Pío Cid acostumbra a soplar chistosamente en las frentes de los charlatanes
insustanciales para apagarles las candelillas que provocan tales palabrerías
hueras :
Decía él humorísticamente que los hombres le producían el mismo efecto
que grandes orzas o tinajas llenas de aceite en las que navegaran, lanzando
sus rayos mortecinos, mariposas diminutas como las que usamos de noche
para semialumbrar nuestras alcobas. Tan triste y ridículo sería ver asomar
por la boca de aquellos panzudos depósitos una luz desmirriada [...] como lo
es adivinar en la parte superior de nuestro complicado y grosero organismo
el miserable y angustioso chisporroteo del presuntuoso pensamiento
humano21.
El mecanismo de la meiosis satírica es evidente.
La sátira ganivetiana en esta novela se ordena en torno a dos núcleos
temáticos fundamentales : la educación y la política. Abunda la visión crítica
de la sociedad y la indignatio satírica, rasgos fundamentales del género, por
más que en TPC se expresen a menudo ambiguamente en cuanto que el
mismo Pío Cid es personaje de muchas facetas, capaz de elogios irónicos al
estilo de los que veíamos en CM.
En lo que respecta al núcleo temático de la educación, nada tiene de
raro que emerja constantemente en una novela que es en buena parte la
descripción de un sistema pedagógico y de distintos proyectos de enseñanza.
Pío Cid es un maestro peculiar que propone su propia teoría y práctica
educativa y que analiza negativamente la que rige en su sociedad.
La situación es tan mala que no es posible, según Pío Cid, abordar

20. TPC, 75.


21. TPC, 75-76.

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BULLETIN HISPANIQUE

un programa educativo masivo: de ahí que se dedique a la traducción22 y


renuncie a escribir obras propias ya que el público, estragado y necio, no
puede entender ninguna doctrina:
Ni él era capaz de escribir obras al gusto de un público tan necio y
estragado como el que había de leerle, ni este público estragado y necio
podía entender y aplicar las que él escribiese según su leal saber y
entender23.
Por otra parte la educación masiva iría contra la misma cosmovision de
este reformador que refleja aquí concepciones del propio Ganivet, para
quien el ideal pedagógico consiste en la acción viva, personal, inteligente y
esmerada del maestro sobre el discípulo en una relación individual de
persona a persona24, tal como intenta en el trabajo sexto con el hijo de la
Duquesa de Almadura.
Pero este no es precisamente el ideal educativo vigente. Hay varias
referencias a la postración del sistema educacional, a la mala situación de los
maestros y a los resultados de tales métodos.
Por culpa de esas deficiencias denunciadas los estudiantes de la pensión
de Pío son como « pellejos acabados de salir de manos del curtidor y llenos
de vino viejo y echado a perder, de ciencia vana y pedantesca aprendida en
los bancos de las aulas de boca de varios doctores asalariados»25. Estos
educadores rutinarios, que no sirven para su tarea constituyen la base de la
ciencia oficial, son sabios de uniforme sin pasión ni capacidad por su oficio,
y los evoca Ganivet con mirada crítica:
En una sociedad en la que existe verdadero amor al saber no basta la
ciencia oficial, sino que además de los sabios de uniforme debe de haber
otros que enseñen aunque sea en camisa, sin ánimo de lucrarse con lo que
dicen, y diciendo muchas cosas que sólo se pueden decir cuando se hace
gustosamente el sacrificio de las propias conveniencias y diciéndolas, no a
muchos hombres reunidos que después se van y no vuelven a acordarse más
de lo que oyeron, sino a uno y luego a otro, según sus entendederas, para
que se les quede bien grabado y les sirvan de aguijón que les arranque de su
miserable rutina espiritual.

22. Tampoco está exento de ironía y ambigüedad el hecho de que Pío Cid se gane en
buena parte la vida con traducciones a las que añade una serie de glosas y comentarios
bastante absurdos y perogrullescos : así más bien contribuye a empeorar el estado cultural que
en sus trabajos de persona a persona quiere mejorar...
23. TPC, 86.
24. Ver Olmedo, 1997, 194-95, donde se recogen algunos textos pertinentes sobre las
ideas de Ganivet acerca de la educación y los métodos educativos.
25. TPC, 91 ; y para las citas siguientes 94, 98-99, 249.

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ASPECTOS SATÍRICOS EN LAS NOVELAS DE GANIVET

Esa teoría es la que pone el mismo Pío Cid en práctica cuando educa a
sus discípulos, entre ellos a Purilla, la criada de la pensión, a la que enseña a
leer y con la que se figura estar enseñando a España («A ratos pienso que
quien está a mi cabecera no es una pobre sirviente, sino España, toda
España, que viene a aprender a leer, escribir y pensar»).
Mientras no se lleva a cabo esa reforma educativa, lo que el sistema
produce son estudiantes mal aplicados y asnales, abogados inútiles y
políticos de huera e hinchada palabrería.
Los mismos cimientos fallan. El personaje del maestro don Cecilio
Ciruela, protagonista de algunos episodios en el trabajo quinto26, sirve de
muestra excelente para esta situación. Abandonado por las autoridades, sin
cobrar su sueldo, marginado y anulado por condiciones que hacen imposible
toda enseñanza, él mismo es una víctima de la ignorancia general. Su propia
incultura se pone repetidamente de manifiesto : usa vulgarismos incorrectos
(« — ¿ Cuála ? — se apresuró a preguntar don Cecilio. — Cuál se dice, según
la Academia - contestó Pío Cid»), le asombran los latines de Pío e ignora
anécdotas corrientes en los estudiantes de humanidades como la de
Simónides (« - ¿ Qué anécdota es esa ? - preguntó don Cecilio,
impresionado por el latinajo de Pío Cid...») Vive «sumido en la miseria»,
sin que las autoridades muestren la menor preocupación (« Dicen que como
no va ningún niño a la escuela no hace falta maestro»). Al final de este
trabajo Pío Cid convence al cacique Cañaveral para que traten de otra
forma al maestro y le paguen, pero de todas maneras poco se puede esperar
de la labor educativa del maestro Ciruela, cuyo apellido remite a un
refrancillo « el maestro Ciruela, que no sabe leer y pone escuela » aplicado a
los que sin saber quieren enseñar, y que orienta, sin duda, la valoración de
este personaje.
La solución no habrá de venir de los maestros Ciruelas ni de los sabios de
uniforme : habría que volver de arriba abajo la nación, haría falta un nuevo
Hércules capaz de limpiar los establos de Augías doce veces, que tanta basura
hay en España, según afirma Pío Cid en el relato de El protoplasma27 .
Y aquí puede integrarse el segundo polo satírico de la novela, el de la
política y la acción social. El volteamiento regenerador de España ¿podrá
venir de una recta acción política, como parecería necesario? No es
tampoco posible teniendo en cuenta el retrato de la clase política y sus
conductas que ofrece la novela.
En la conversación con de la Gandaria hijo aborda Pío Cid el estado de la

26. Cf. TPC, 352-54.


27. TPC, 113.

163
BULLETIN HISPANIQUE

política exterior y la diplomacia, que conocía bien desde sus diversas misiones
consulares. La política exterior española es inmejorable... porque no existe:
En nuestro amado país - dijo Pío Cid - todos los centros gubernativos
debían llevar una partícula negativa. Tendríamos ministerios de la
Desgobernación y de la Desgracia, de la Sinhacienda y de la Sinmarina, y
así por el estilo28.
La fórmula que defiende Pío Cid es la inacción : para que España se
levante debe primero quedarse parada. Se rechazan también los reforma
dores ilusos 29 con propósito de « regenerar a su patria » a base de soluciones
fantaseadoras y a ciegas.
En otra conversación con de la Gandaria padre se insiste en los temas
políticos. El señor de la Gandaria hace una pregunta explícita a Cid sobre la
eficacia de la organización política española, a la que responde Cid con un
apologuillo alegórico, el del edificio elefantiaco danés30. Un amigo de Pío
Cid, cuenta éste, quiso en Dinamarca hacer un gran edificio para su
sociedad comercial, edificio estribado en enormes elefantes, en vez de
columnas. Como el poder de la sociedad era más fachada que realidad los
elefantes se construyeron de yeso deleznable, «y antes que el edificio
estuviera terminado había elefantes que habían perdido la trompa, los
colmillos y las orejas, y por cuyas roturas denunciaban la fragilidad de la
construcción y anunciaban al público el engaño».
Metáfora del sistema político español, que antes de estar construido
evidencia sus fallas y carencias. Su reforma, sin embargo, no es cosa que
interese especialmente a Cid. El sistema no sirve, lo mejor que se puede
hacer con él es arrumbarlo de un puntapié; su imagen más expresiva,
además del edificio elefantiaco, es la del haz de cañas secas, otra metáfora
degradatoria burlesca de connotaciones obvias que juega además con el
nombre del cacique de Seronete, Cañaveral:
En este régimen hueco que gozamos, el símbolo más propio de una
asamblea política sería un haz de cañas secas31.
El trabajo cuarto es fundamental en esta temática. Según su epígrafe, Pío Cid
« emprende la reforma política de España». La visión es grotesca y los episodios
que conforman el capítulo van revelando un mundo de corruptelas
generalizadas. El proceso electoral está corrompido (Cid mismo entra en el
engranaje, jugándole una mala pasada al cacique Cañaveral y engañándole con

28. TPC, 213.


29. TPC, 214. Cf. El protoplasma, TPC, 115.
30. TPC, 223.
31. TPC, 305.

164
ASPECTOS SATÍRICOS EN LAS NOVELAS DE GANIVET

sus mismas armas). Cimientos de la organización política son curas resentidos,


maestros incultos, gañanes brutos, y maquinadores como el arquetípico Barajas,
secretario del pueblo, al que se caracteriza como sigue :
Era un farsante de marca mayor. Toda su gloria la cifraba Barajas en
conservar su puesto de secretario con todos los partidos que iban pasando
por el ayuntamiento o, como él decía, por el poder; y para conseguir su
empeño gastaba tal suma de habilidad política y diplomática, que merecía
con justicia que se le considerase como a un verdadero hombre de Estado,
bien que sus talentos de estadista los aplicara exclusivamente a mantenerse
en la secretaría y a embrollar cada día más los negocios32.

El sistema admite como única posibilidad de apertura los cambios


intrascendentes de alternancia de partidos que actúan igual.
Un nuevo cuentecillo satírico expresa este inmovilismo negativo. Me
refiero al cuentecillo de los dos barberos33, Zambomba y Elias, que se
alternan según esté en el poder su respectivo partido. Ahora bien, los dos
barberos son malos : uno maneja la navaja como una hoz y el tío Elias más
que afeita desuella. Se le aplica un chascarrillo hiperbólico y grotesco :
cuando empuñaba la navaja todos los gatos del pueblo merodeaban por la
barbería por si cayera alguna piltrafa de la pobre víctima.
El cuentecillo se retoma en el contexto de la reforma política del trabajo
cuarto34. Pío Cid se sorprende al encontrar en el pueblo a los dos barberos
trabajando simultáneamente, coexistencia pacífica que sugiere un adelanto y
un avance de la tolerancia.
Sin embargo las apariencias engañan. Los dos siguen con su oficio de
desolladores : antes el pueblo descansaba de uno cada vez, pero ahora
ejercen juntos.
Sea como fuere, el triunfo electoral de Pío Cid tampoco resuelve nada,
porque renuncia a su acta de diputado cediéndosela al cacique de siempre a
cambio de vagas promesas de reformas.
No desarrollará, pues, Pío Cid una acción propiamente política: observa
siempre con ironía este tipo de proyectos ; su principal motivo para entrar
en la lid electoral era el de anular un puesto parlamentario. Dado que la
ausencia de toda acción es beneficiosa en las circunstancias españolas
coetáneas, su inhibición será útil:
Si soy elegido no sólo no despegaré los labios, ni aceptaré ningún puesto,
sino que ni siquiera concurriré a las sesiones. A mi parecer los diputados

32. TPC, 328.


33. TPC, 243-44.
34. TPC, 329.

165
BULLETIN HISPANIQUE

son inútiles, y creo prestar un servicio a la nación trabajando para que haya
un diputado menos, puesto que si yo lo soy es lo mismo que si no lo
fuera35.
Paradoja irónica que densifica la sátira, y que se afirma más con la
renuncia de Cid a su acta, lo cual perpetúa al cacique Cañaveral.
Las soluciones hay que buscarlas en otro ámbito. El del ideal del espíritu :
«ideal de pureza, de amor y de justicia que él no hallaba en el mundo»36,
expresado también en el Idearium español con mayor voluntad de optimismo37 :
Yo tengo fe en el porvenir espiritual de España: en esto soy acaso
exageradamente optimista. Nuestro engrandecimiento material nunca nos
llevaría a oscurecer el pasado ; nuestro florecimiento intelectual convertirá
este siglo de oro de nuestras artes en una simple anunciación de este siglo
de oro que yo confío ha de venir.
Y en otro lugar de TPC38 reflexiona sobre las ideas fuerza:
La transformación de la humanidad se opera mediante invenciones
intelectuales, que más tarde se convierten en hechos reales. [....] El hombre se
transforma a sí mismo expresando en alta voz ideas que al principio son puros
conceptos intelectuales y luego por reflexión se convierten en pauta de la vida,
porque la realización material de una idea exige la previa realización ideal.
3. El choque entre el ideal y el mundo material establece un
distanciamiento critico que Ganivet manifiesta en estas novelas por medio
de la sátira, sátira global en CM, novela que debe leerse en clave invertida,
y sátira puntual en TPC, novela en la que a través de una perspectiva
dominante (la del protagonista) se juzgan determinados aspectos de la
sociedad y la naturaleza humana.
Inversiones, ironías, apólogos y ambigüedades que deben mucho a
Cervantes39, componen estos textos, una de cuyas características es la
intención moral40 y crítica, expuesta con técnicas satíricas y en un tono,
como escribe el mismo Ganivet, «serio con tendencia a la guasa y guasón
con tendencia a la seriedad » : escritura, en suma, compleja, que exige una
lectura igualmente compleja en la que se tengan en cuenta estos elementos
satíricos que he intentado apuntar.

35. TPC, 289.


36. TPC, 364.
37. Cit. por Montero Padilla, 1998, 33.
38. TPC, 413; Cf. García Lorca, 1997 (primera publicación en 1952), 106 y ss.
39. Ver Rivkin, 1983, 40-42 para algunos apuntes sobre ecos cervantinos en Ganivet.
40. Ver García Lorca, 1997, 189 y ss. para la presencia y función de los valores morales
en Ganivet.

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ASPECTOS SATÍRICOS EN LAS NOVELAS DE GANIVET

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