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Resumen
Abstract
The presence of the grotesque in Art, makes neccesary a research about the different meanings
of this word through its use by artists, as a term which is used to refer to an extraordinary
individual or situation. Its presence in visual arts, underlines the neccesity of setting up a frame
to include those meanings that make this term a polysemous one related with comedy,
transgression and criticism. Therefore we are going to link some artists work, with the
considerations about the grotesque made by Wolfgang Kayser and Mijail Bajtin, Sigmund
Freud´s ideas about the uncanny and Jose Miguel García Cortés´ considerations about
monstruosity.
1
Francois Rebelais (1974). Gargantúa y Pantagruel. En Umberto Ecco (2007). Historia de la
fealdad. Barcelona. Lumen, p. 144.
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I. Introducción
2 Maria Elena Manrique Ara (2006). Alabanza del arte grotesco y menesteral en la Accademia
della Val di Blenio, por Giovanni Paolo Lomazzo. Aproximación teórica, antología y traducción de
sus poemas. Locus amoenus. Barcelona. Universidad Autónoma de Barcelona. Nº8. 2005-2006. p.
136.
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del ornamento sin nombre´´3.
Desde entonces, el Arte se siente atraído hacia todo aquello que se aleja de las
normas clásicas sobre la belleza y que supone a su vez una forma de inspirar
miedo, como aquella característica principal de lo sublime. Si algo une, tanto al
sentimiento de lo siniestro como a la categoría de los sublime, es su capacidad
de generar una sensación de terror o amenaza en el sujeto que las
experimenta ``el terror es en cualquier caso (...) el principio predominante de
lo sublime´´5 diría Edmund Burke (Irlanda 1729-1797); y Sigmund Freud
(Austria 1856-1939) al referirse a lo siniestro nos dice que ``dicho concepto
está próximo a los de lo espantable, lo angustiante, espeluznante (...)´´6. Es
el terror, como bien dice Félix Duque en Terror tras la postmodernidad (2004)
el que une a lo siniestro con lo sublime, terror entendido como ``el
sentimiento angustioso surgido de la combinación, inesperada y súbita, de lo
sublime y lo siniestro´´7.
Las ideas de Hugo, reivindican para el arte, lo grotesco, ya que los antiguos
sólo habían estudiado la naturaleza desde el punto de vista de lo bello, dejando
a un lado lo que no encajaba con este criterio. Es gracias a este manifiesto, que
el arte, al unir lo grotesco con lo cómico, aumenta sobremanera sus
posibilidades de reflejar el mundo. Por otro lado, Víctor Hugo recoge en su
concepción sobre lo grotesco, las dos caras que la tradición había asignado a
este término: lo monstruoso y lo cómico, lo divertido y lo horrible. Entendiendo
a lo monstruoso y lo horrible como ejes ineludibles de lo grotesco11.
Remontándose a las imágenes medievales de infiernos y bestiarios, Víctor Hugo
entiende que lo grotesco es lo deforme, lo que produce horror y nos repele,
pero que el artista ha sabido llevar al mundo del arte con poesía y verdad. Así
este literato profetiza, lo que ha venido sucediendo desde entonces en gran
parte de la creación humana, especialmente en literatura y artes plásticas,
donde la presencia de individuos privados de belleza, imágenes de cuerpos
deformes, monstruos, híbridos, escenas fantasmagóricas, tragedias, comedias
y caricaturas, son una constante.
Sobre las bases del Romanticismo, fueron W. Kayser y Mijail Bajtin (Rusia
1895-1975), los dos autores que sentaron las directrices para la concepción
actual sobre lo grotesco.
La reflexión que en torno a este término realizó Wolfgang Kayser, y que viene
recogida en su libro Lo grotesco. Su configuración en pintura y literatura
(1957), viene determinada, por una visita que este autor realizó al Museo del
Prado, donde pudo contemplar, con extrañeza y cierto desconcierto, las obras
de artistas como Hieronymus Bosch (Holanda 1450-1516), Francisco de Goya
(España 1746-1828) o Peter Brueghel (Bruselas 1525-1569), tradicionales
representantes de lo grotesco y también de Velázquez (España 1599-1660) en
cuya obra maestra, Las Meninas (1656), pudo ver como convivían en un mismo
espacio, ejemplos de la juventud más dulce en contraposición a unos cuerpos
10
Remo Bodei (1998). La forma de lo bello. Madrid. Visor, p. 127. Citado por Beatriz Fernández
Ruiz (2004) en De Rebelais a Dalí. La imagen grotesca del cuerpo. Valencia. Universidad de
Valencia, p. 125.
11
Beatriz Fernández Ruiz (2004). De Rebelais a Dali. La imagen grotesca del cuerpo.
Valencia. Universidad de Valencia, p. 129.
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contrahechos:
12
Wolfgang Kayser (1964). Lo grotesco. Su realización en pintura y literatura. Buenos Aires.
Editorial Nova, p. 14-15. Citado por Beatriz Fernández Ruiz. op.cit., p. 145.
13
Carlos Reyero (2005). La belleza imperfecta. Madrid. Siruela, p. 130.
14
Beatriz Fernández Ruiz (2004). op. cit., p. 147.
15
Wolfgang Kayser (1964). op. cit., p. 147.
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Para este autor además ``la irrupción de lo grotesco se plantea como una
perturbación profunda del orden de la realidad. Aparece en contraste entre el
mundo de nuestra experiencia normal y el desorden (...)´´16. Lo grotesco hace
que la extrañeza sea una determinada forma de mirar el mundo, en el que lo
cotidiano y familiar, se nos muestra como extraño y amenazador. Esta
concepción de lo grotesco, tiene relación con las consideraciones que Sigmund
Freud realizó sobre lo siniestro, en su ensayo homónimo. Para el psicoanalista
vienés, lo siniestro sería ``aquella suerte de espanto que afecta a las cosas
conocidas y familiares desde tiempo atrás´´17 o también lo siniestro se refiere
a las voces alemanas heimlich, lo cotidiano, familiar y controlable, pero
también lo oculto; y su contrario, unheimlich o aquello que debiera permanecer
oculto pero que ha sido desvelado y por tanto supone una irrupción en lo
cotidiano.
Por otro lado, en la obra de Mijail Bajtin La cultura popular en la Edad Media y
el Renacimiento (1941), la concepción actual de lo grotesco debe
necesariamente estar conectada con la cultura popular de la Edad Media y con
las festividades carnavalescas. Este autor contrapone a la cultura oficial del
medievo, el mundo y las costumbres del pueblo, que cristalizan en las
festividades del carnaval y de las ''fiestas del asno'' en las que coinciden
diversas manifestaciones de la cultura popular, como los espectáculos públicos,
las obras cómicas y un lenguaje y una gestualidad familiar y grosera.
16
Ibidem, p. 151.
17
FREUD, Sigmund (1991). Lo siniestro. En El hombre de la arena. Barcelona. Hesperus 2ª
edición, p.12.
18
Beatriz Fernández Ruiz (2004). op. cit., p. 154.
19
Wolfgang Kayser (1964). op. cit., p. 150.
20
Mijail Batjin (1988). La cultura popular en la Edad Media y en el Renacimiento. El contexto
de Francois Rebelais. Madrid. Alianza Editorial, p.15. Citado por Beatriz Fernández Ruiz (2004)
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El carnaval, permitía una nueva forma de comunicación, impensable durante el
resto del año, donde el lenguaje y los gestos, se liberaban de las normas de
etiqueta y de conducta. El mundo del carnaval era un lugar donde todo estaba
permitido, un ''mundo al revés'', donde se subvertían las jerarquías
tradicionales y las normas feudales.
En la tradición del ''mundo al revés'', presente en gran parte del arte desde el
s. XVI, se juega con la inversión de los roles sociales (el laico predicando misa),
de género (el hombre junto a la rueca y con un bebé en brazos, mientras la
mujer fuma y se divierte) o físicos (gente caminando cabeza abajo). Para la
cultura oficial, estas imágenes eran símbolo del desorden y del caos, a demás
de poseer un componente subversivo, pues cuestionaban un orden establecido.
op.cit., p. 157.
21
Beatriz Fernández Ruiz (2004). op.cit., p. 159.
22
Mijail Bajtin (1988) op. cit, p. 159.
23
Ibidem, p. 160.
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madurez, depurado de las escorias del nacimiento y el
desarrollo´´24.
Vistas las consideraciones que sobre lo grotesco han hecho los autores
anteriores, pasamos a continuación a realizar una lectura de algunas obras
artísticas, teniendo en cuenta las reflexiones que han planteado los autores
estudiados. Esta lectura posee una doble intencionalidad: en primer lugar,
ilustrar dichas consideraciones mediante ejemplos de obras, en las que lo
grotesco esté patente y en segundo lugar, tratar de desgajar algunos de los
significados que lo grotesco ha ido adoptando a lo largo de su historia.
Por otro lado, encontramos una afirmación del cuerpo, como característica
también esencial de lo grotesco. En esta corporalidad, el cuerpo se nos muestra
como algo que ya no se entiende desde el punto de vista limitativo del mundo
clásico, sino que el grotesco en este aspecto, celebra el cuerpo enfermo, viejo o
deformado, como ejemplos de un cuerpo vivido, en consonancia con la
Naturaleza y con lo fértil.
Hieronymus Bosch (Paises Bajos 1450-1516), es sin duda uno de esos pintores
en cuya obra podemos ver, de forma más clara, ese ambiente carnavalesco y
del ''mundo al revés'', del que hablase Mijail Bajtin al referirse a lo grotesco
inmerso en la cultura popular de la Edad Media. Sin embargo, es a través de
obras como El jardín de las delicias (1480), que podemos ver como lo grotesco
se nos presenta, según las ideas de Wolfgang Kayser, a través de un ambiente
''como de locos'' producto de una fantasía exacerbada y donde lo monstruoso
24
Ibidem, p. 160.
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(que también es considerado como grotesco) se nos muestra como la mezcla
de los dominios o a través de proporciones deformadas ``(...) su lógica
invertida, es (...) la del extrañamiento de lo familiar, (...) las configuraciones de
lo grotesco [en El Jardin de las delicias] son un juego con lo absurdo´´25
25
Francisco Cruz (2007). Lo grotesco en el Jardín de las Delicias. Analecta: Revista de
humanidades. Chile. Universidad Viña del Mar. Nº2, p.100.
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desolación, la corrupción, la carnalidad satisfecha de aquel mundo burgués,
(...) dócil apoyo de la dictadura´´26. En este sentido las obras Gonorem
andertheke (1922) de George Grosz y Skat Players de Otto Dix, se alejan de la
idea generalizada de la caricatura como una deformación de un rasgo particular
del retratado, con el pretexto de hacerlo simpático para mostrarnos una
cualidad mucho más profunda del representado de forma cómica, pues en las
obras de estos dos artistas, como se ha apuntado, no hay nada de cómico ni de
simpático, si no que la deformación más cruda y salvaje es reflejo de una
sociedad decadente, también cruda y salvaje ``La deformación caricaturesca
del rostro humano es un juego artístico que (...) puede utilizarse hábilmente
para expresar la experiencia de la vida real´´27
26
Umberto Ecco (2007). Historia de la fealdad. Barcelona. Lumen, p. 368.
27
Beatriz Fernández Ruiz (2004). op.cit., p. 212.
28
Julia Kristeva (1998). Poderes de la perversión. México DF. Siglo XXI, p. 17. En Rocio de la
Villa (2010). El goce de lo abyecto. Exitbook. Revista semestral de libros y cultura visual.
Nº13, p. 191.
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lenguaje mediático y de los iconos infantiles, pero modificados y pasados bajo
el filtro de lo grotesco, puede ser entendido como una forma de romper las
barreras de lo cotidiano/controlable a través de lo cual, la extrañeza y el temor
irrumpe en nuestra realidad.
El cyborg, está presente en las obras de Orlan (Francia 1947-), Stelarc, Marcel
lí Antúnez (Barcelona 1959-) o Marina Núñez (Palencia 1966), donde ``el
cuerpo deja de estar sometido al canon clásico de belleza (...) para convertirse
en el lugar de manifestación de los excesos tecnológicos (...) en un claro gesto
de protesta(...)´´31
Bibliografía
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Lomazzo. Aproximación teórica, antológica y traducción de sus poemas.
Locus Amoenus. Nº8.
Reyero, Carlos (2005). La belleza imperfecta. Ed. Siruela. Madrid.
Licenciado en Bellas Artes por la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Murcia (España)
y Máster en Producción y Gestión Artística por el mismo centro, con un Trabajo final de Máster
sobre la práctica del grabado y el reciclaje. Artista visual y plástico. Seleccionado en numerosas
exposiciones colectivas dentro del ámbito universitario, así como en diversos certámenes de
arte a nivel nacional e internacional. Ha expuesto de forma individual en Salas de exposiciones
de la Universidad de Murcia, de la Universidad de Salamanca, así como en diferentes espacios
dentro de la Región de Murcia, Italia y Bilbao.