HECHOS

Aunque se llama hechos de los apóstoles, el libro narra como se difundió el Evan-
gelio desde Jerusalen hasta Roma por la acción del Espíritu Santo en la primera
comunidad de creyentes en Cristo.

AUTOR
“La tradición de la Iglesia identifica a Lucas como autor de este libro; así consta
también en el ‘Canon de Muratori’ (175dC). También afirman esto San Ireneo1, y
Tertuliano...”
En doce citas de sus escritos, Ireneo atribuye la autoría de hechos a Lucas ‘insepa-
rable compañero de San Pablo y colaborador con él en la predicación del Evange-
lio’...
Se cree que Lucas era un judío convertido al cristianismo, muy helenizado, conoce-
dor de la Biblia griega, además de tener conocimientos de medicina, y ser compa-
ñero de viaje de Pablo.”
(Col 4:10-14; Flm 24; 2Tm 4:11; Hch 16:10; Hch 20:6; 2Cor 8:18)
Al parecer, Lucas nació en Antioquía de Siria

ORIGEN
El tercer Evangelio y el libro de los Hechos se compusieron como partes integran-
tes de una sola obra, que hoy llamaríamos ‘Historia de los orígenes del Cristianismo’.
Se separaron las dos obras cuando los cristianos desearon disponer de los cuatro
Evangelios en un mismo códice. Y debió ocurrir muy pronto, antes del año 150.
Se nota la relación entre Evangelio y Hechos en que:
Ambos tienen el mismo estilo y el mismo destinatario (comparar Lc 1:1-4 y Hch 1:1)

FECHA DE COMPOSICIÓN:
No se ponen de acuerdo los autores: algunos dicen que antes del 70, pues no
menciona la destrucción de Jerusalén. Otros dicen que entre 62 y 63, pues la obra
termina con Pablo en la cárcel de Roma, de la cual salió. Otros dicen que alrededor
del año 80 y 90.
El libro de los Hechos de los Apóstoles inicia con la Ascensión y concluye con el
cautiverio de Pablo en Roma:
“Jerusalén y Roma son las dos ciudades entre las cuales se extiende el espacio
donde se desarrollan estos hechos.
Jerusalén representa, para Lucas, el lugar donde se cumple el plan de salvación de
Dios, y Roma representa los ‘confines del mundo conocido’, desde donde se procla-
mará la Buena Nueva a todas las naciones y así mostrar la expansión del cristianis-
mo...”

1 San Ireneo era obispo de Lyon en el último tercio del siglo II, originario de
Asia, probablemente nacido en Esmirna, y había sido discípulo de San Policarpo, y
conoció en su juventud a Juan Evangelista, quien le nombró obispo de Esmirna.
VALOR DEL LIBRO

“El valor del libro se funda en el testimonio ocular del autor para una gran porción
de hechos y, por otra, en las abundantes fuentes de que echa mano para relatar lo
que no ha visto por sí mismo... El haber pertenecido por varios años al círculo de
Pablo (entre Hech 20,4 y Hech 28,31 transcurren cinco años) dio a Lucas la posibi-
lidad de recabar abundante información entre los testigos oculares de la primitiva
historia cristiana. (Silas; Timoteo; el diácono Felipe; Santiago; Marcos...) ...A través
de ellos le era fácil lograr información oral acerca de lo sucedido en los primeros
tiempos del cristianismo.

También es una apología o defensa del cristianismo por sus relatos de conversio-
nes (9:1-20; 16:13-15; 16:24-34) y de curaciones (3:1-11; 9:33-35; 14:8-10), sus cuadros
coloridos de la vida de la iglesia primitiva (2:42; 4:32; 5:1) y los sermones teológi-
cos de Pedro (2:14-36; 3:12-26; 11:5-17), Esteban (7:2-53) y Pablo (13:16-41; 17:22-31;
22:1-21)

Algunos dicen que la obra puede considerarse dividida en las dos partes: a la
primera parte se le ha llamado “Actas de Pedro,” y comprende los doce primeros
capítulos; y a la segunda parte, “Actas de Pablo,” que llega hasta el final del libro, es
decir, hasta su capítulo 28.
Pero otros están en desacuerdo y proponen dividir el libro en tres partes, según el
área geográfica donde suceden los hechos.

1. Capítulos 2-7 JERUSALÉN

2. Capítulos 8-12 JUDEA Y SAMARIA
3. Capítulos 13-28 HASTA LO ÚLTIMO DE LA TIERRA

La verdad es que no importa de qué forma se le divida para facilitar su lectura, lo

que cuenta es ¡leerlo! pues además de lo que aprenderá acerca de la acción del
Espíritu Santo en la Iglesia y en su propia vida, obtendrá un beneficio adicional: