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↳ Historia Original
↳ One Shot
↳ Temática Gore
¡ A D V E R T E N C I A S !5
Temática Gore:3
▸ Muerte
▸ Tortura27
▸ Mutilación18
▸ Canibalismo99
▸ Violación81
Sólo sabía que su cuerpo estaba entumecido, que sus músculos dolían
de la postura tensa y rígida que había adoptado. De vez en cuando
estiraba alguna extremidad con lentitud, temiendo romperse. Temiendo
que lo escuchase moverse y entrase a buscarlo.
Era un monstruo, eso era lo que era esa cosa. Jungkook lo sabía.
Por esa misma razón Jungkook sintió escalofríos cuando escuchó los
sonidos cesar, el silencio invadiendo ahora la habitación y el exterior.4
— T... —su boca casi se negó a hablar, quizás se le había olvidado cómo
hacerlo después de tanto tiempo confinado allí— ¿Tae?25
— Levántate, anda —Taehyung agarró su brazo y tiró hacia arriba de él,
sujetándolo para que se parase de pie— Es hora de que salgas. ¿No
estás cansado de estar aquí dentro encerrado?12
Jungkook. Despierta.
Y antes de que éste pudiese siquiera moverse, una mano con dedos
afilados, esqueléticos y huesudos agarró el cabello de la nuca de
Taehyung y tiró con brusquedad de él, levantándolo y mostrando su
rostro en dirección a Jungkook. El mayor tenía prácticamente sus ojos en
blanco y un tono amarillento recorriendo su piel, marcando sus venas
azules verdosas aún más.
— Quiero matarlo cuanto antes. Es lo que él quiere. Sabe que sólo uno
de los dos puede vivir —su boca emite sonidos, pero no se mueve con la
fluidez con la que lo haría una humana. Simplemente se abre y cierra
como si su mandíbula estuviese fija, sus labios están estáticos—
Podemos jugar antes. A él le gusta jugar y revolcarse en la sangre
cuando todavía está caliente. Los gritos son como música para sus
oídos, lo calman. Cuanta más desesperación mejor. Eso lo excita.45
— Nos gustan los gritos, pero odio que me llamen monstruo. Siempre lo
he odiado. Él también lo odia y él nos llamó monstruo —su cuello
empieza a convulsionar y parpadea rápido, sin coordinar ambos
párpados y provocando un violento tic.46
— Tae, saca la lengua. Hazlo por mí, ¿sí? —susurra de nuevo más cerca
aún si es posible del rostro de Taehyung. Su voz aguda y molesta parece
que ha cambiado ligeramente, Jungkook percibe ahora un tono
aterciopelado que jamás pensó escuchar.6
Taehyung mira con ojos atemorizados a la criatura frente a él, tiene sus
cejas fruncidas y temblando al igual que sus labios, apretados en una
fina línea. No para de llorar e hipar, de vez en cuando tosiendo. Ya no
puede hablar ni articular palabra pero eso sobra, su expresión no podría
reflejar más el profundo terror que siente. Los colores vibrantes de sus
ojos moviéndose vertiginosos en sus cuencas, sin parpadear.2
Taehyung cae al suelo con ambos ojos cerrados con fuerza, tapándolos
con sus manos. Jungkook observa que ahora su párpado izquierdo se
hunde hacia dentro ante el vacío de la cuenca manchada. Se retuerce de
dolor en el suelo mientras la criatura saca su lengua y lame el ojo que ha
sacado, limpiando los restos de carmín. Lo eleva poniéndolo en frente de
la luz, observando a través de éste.17
— Apuesto a que tu carne sabe mejor, esto está un poco insípido —dice,
escupiendo parte del ojo que acaba de probar con molestia. Da una
patada con fuerza al cuerpo de Taehyung, dejándolo boca arriba en el
suelo. Se dirige con su movimiento mecánico y espástico característico
hasta uno de los carritos y coge una tubería con la punta realmente
filosa.43
— Espero que me quede bien —dice con una enorme sonrisa mientras
todavía sujeta el cuchillo con su hoja empapada de sangre en las manos
blanquecinas— Si no, tienes mi permiso para castigarme.11
Grita con todas sus fuerzas sintiendo un dolor agudo en la zona, pero sin
embargo no sale ningún sonido de sus labios. Sus ojos arden y empieza
a lloriquear desconsolado. Mira a Taehyung entre lágrimas y ve que su
piel está empezando a adoptar un tono pálido y amoratado.2
— Taehyung... —su voz sale por fin después de tanto chillar, rota y débil.
Siente su rostro mojado, su pecho partiéndose ante la imagen patética de
Taehyung convulsionando sobre el charco rojizo de forma agonizante.
Sigue clavado en el suelo y la macabra imagen le recuerda a un pez
fuera del agua, luchando por la ultima bocanada de oxígeno para vivir—
Lo siento Taehyung.21
Mete sus manos entre los interiores de Taehyung aún más profundo,
rebuscando algo, y de repente empieza a sacar las vísceras de su
interior, dejándolo vacío, cortando aquellas que se niegan a salir.
Jungkook quiere apartar los ojos pero por alguna razón no puede dejar
de mirar. El sonido característico de la carne y el hedor de la habitación
abrumando sus sentidos.2
— Eres un ingenuo. Ingenuo por creer que podías hacer esto sin mí. No
querías dejarme salir, ¿no querías que saliese verdad? ¡Querías
divertirte solo, sin mí! —grita cogiendo la tubería afilada con la que
anteriormente había apuñalado a Taehyung y sacándola con un tirón de
su cuerpo inerte. Jungkook observa el gran agujero que deja el vacío de
la tubería en la piel.5
Monstruo.
Le hiciste daño.
Enfermo.
Caníbal.
Lo violaste.35
Te quería.10
Había sido sencillo matarlo, casi divertido. Sin duda lo había disfrutado.
Sobre todo, después de recordar lo que Jungkook le había hecho.101
Aquella noche. Aquella noche le dijo que lo trataría con cariño, que no
tenía de qué preocuparse porque le haría el amor. Sin embargo, no fue
así. Jungkook se apoderó de su cuerpo de una forma que no había
experimentado antes. Lo embistió con fuerza, hizo que sangrara y que se
quedase inconsciente, le hizo heridas demasiado graves y peligrosas
para una primera vez. Lo mordió llevándose parte de su carne y
Taehyung quedó aterrorizado por esa faceta que desconocía de
Jungkook.16
Lo violó, sí.3
El plan era que fuese un proceso rápido, por ejemplo, rajarle la garganta
y ver cómo se desangraba a sus pies, suplicando por su ayuda de nuevo
como siempre hacía. Pero una vez que lo tuvo delante de él, atado y
vulnerable, todo se torció.
Esta vez fue Taehyung quien lo hizo sufrir, quien lo hizo pagar por todo el
sufrimiento que le había causado y las noches en vela que había pasado.
Fue él quien lo embistió con fuerza hasta que perdió el conocimiento y
quien probó su piel, su carne, asqueándose ante la textura fibrosa.37
Fue fácil, tanto como poner unas hierbas que provocaban somnolencia
en su té y desnudarlo. Una vez estuvo dormido como un tronco lo llevó al
pequeño almacén que había alquilado a nombre de Jungkook. Pensó
encubrirlo con un suicidio. Pero de nuevo, se torció.
Quiero matarlo cuanto antes. Es lo que él quiere. Sabe que sólo uno de
los dos puede vivir, murmuraba después.
¿Hablaba de él acaso?2
Y ahí fue donde Taehyung perdió los papeles, donde, de nuevo, todo se
torció.
Partió después el cuerpo por las articulaciones. El único ojo que todavía
se encontraba en la cuenca lo miraba fijamente, juzgándolo con su
opacidad grisácea y amarillenta.1
El fuego se reflejaba en el agua del puerto y cuando vio por fin la carne
ardiendo supo que todo había terminado. Se sentó sobre unas cuantas
cuerdas que había cerca del fuego y enterró su cabeza en sus manos,
sintiendo el olor a sangre invadir sus fosas nasales. Era abrumador y
nauseabundo pero ese hedor corroboraba que ya podría por fin dormir
tranquilo. Por fin paz.2
Juntos.97
Lo siento, Taehyung.
Perdóname.
Estaba enfermo.
Soy un monstruo.
Quise protegerte.
Te quiero, Tae.31
Las palabras bombardeaban la mente de Taehyung, atropellándose entre
ellas sin orden alguno. No tenía ni idea de dónde estaba, pero se sentía
flotando en una nube. Por fin había calma, por fin se sentía en paz.
Taehyung seguía escuchando la voz hablarle. Sin embargo, sabía que
sólo había unas palabras que deseaba decir a Jungkook en este
momento, por encima del odio, del rencor, del dolor, de la traición. Así
que lo hizo.
Te perdono.
El final puede parecer algo súbito y de desarrollo muy rápido pero quise
hacerlo así a propósito para que diese esa sensación que siente Tae de
que todo se le escapa de las manos, de su control, incluso a pesar de
tener todo planificado1