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Inteligencia sexual

María Jiménez Albundio


Psicóloga y sexóloga clínica especialista en infertilidad

Hoy en día, hablar de inteligencia sugiere valorar las múltiples habilidades y capacidades presentes
en cada uno de nosotros que nos ayudarán a desarrollarnos como personas y adaptarnos
adecuadamente al medio en el que vivimos. Atrás quedaron las visiones restrictivas y reduccionistas
de la inteligencia general, para dejar paso a una perspectiva global en la que tienen cabida aspectos
tan relevantes como las emociones y los sentimientos anteriormente obviados. Y también, por qué
no, el plano sexual.

Ya en 1983, Howard Gardner identificaba hasta 8 tipos de inteligencia: corporal-cinestésica,


lingüística-verbal, lógico-matemática, visual-espacial, musical, naturalista, interpersonal e
intrapersonal. A este psicólogo estadounidense le siguió el trabajo de Salovey y Mayer acerca de la
inteligencia emocional, término popularizado años después por Daniel Goleman. En el año 2002, la
pareja de psicólogos Sheree Conrad y Michael Milburn nos sorprenden con su obra Inteligencia
Sexual, sumando a la lista una revolucionaria concepción que desarrollaremos a continuación.

¿Qué es la inteligencia sexual?

La inteligencia sexual hace referencia al tipo de conocimiento íntimamente relacionado con nuestra
capacidad para disfrutar de una vida sexual sana, plena y satisfactoria. ¿Qué quiere decir esto? Pues
significa que cuanto mayor sea tu coeficiente de Inteligencia Sexual, mejor preparado estarás para
poder beneficiarte de las bondades que el sexo puede llegar a ofrecerte.

Siguiente cuestión… ¿podemos hablar de inteligencia sexual como un término inamovible? ¡Para
nada! Como cualquier tipo de capacidad, ésta se puede y se debe trabajar para poder conseguir la
mejor versión de nosotros mismos en cuanto a artes amatorias se refiere. Nunca me cansaré de
repetirlo, el sexo es una parte importante en nuestras vidas, ¡démosle la importancia que se
merece!

Ahora que ya sabemos de qué va esto de la inteligencia sexual y hemos averiguado que podemos
fomentarla, toca indagar acerca de las variables que modularán este interesante factor para poder
sacar provecho de ellas. Si quieres aprobar con nota el examen no te queda más remedio que seguir
leyendo…

Cómo asentar los cimientos de tu inteligencia sexual


Como podrás imaginar, la inteligencia sexual es un término amplio y complejo que se nutre de
numerosos y variopintos aspectos, pero a la hora de destacar los cimientos sobre los cuales se
construye un bagaje sexual sólido y robusto, coincidimos en señalar a la educación, el
autoconocimiento y la comunicación como responsables directos de la misma. Veamos cómo
trabajarlos para aumentar tu coeficiente de inteligencia sexual:

Cómo asentar los cimientos de tu inteligencia sexual: educación sexual

Educación sexual

Si hay un aspecto en el que me gusta hacer especial hincapié, este es sin lugar a dudas el de la
educación. Con ella empieza todo y sobre ella es donde empezamos a construir las personas del
mañana y, aunque es importante aplicarla desde la infancia, ten claro que nunca es tarde para
aprender. Una correcta educación afectivo-sexual desde niños debe contener información clara y
objetiva acerca de lo que somos y cómo funcionamos, sin olvidar fomentar las actitudes y valores
que deben primar a la hora de relacionarnos los unos con los otros. Conocer nuestro cuerpo y saber
cómo podemos gozar de él, resultará tan importante como promover el respeto por uno mismo y
por los demás, la aceptación de lo diverso y dejar claro que el sexo es sinónimo de salud, diversión
y disfrute (si nos hace sufrir, algo falla).

Esto que parece tan sencillo, en realidad constituye un gran reto. La educación sexual ha sido a
menudo obviada en escuelas o servicios sanitarios y torpemente asumida por la religión, los mass
media o el propio entorno familiar entre otros, fomentado así los prejuicios, los mitos y las falsas
creencias en torno a ella. Hoy en día hablamos más de sexo, pero no necesariamente mejor;
encontramos más información sexual, pero no siempre rigurosa; practicamos más sexo, pero no
significa que disfrutemos más de él… cantidad no es sinónimo de calidad y saber discernir entre lo
bueno y lo malo no siempre es fácil.

Cómo asentar los cimientos de tu inteligencia sexual: autoconocimiento

Autoconocimiento

Una vez que manejamos información precisa acerca de cómo funciona nuestro cuerpo y cómo se
comporta sexualmente, es hora de pasar a la acción. ¿Qué cómo se hace esto? Experimentando, no
nos queda otra. Ten en cuenta que no somos máquinas y que, afortunadamente, no estamos todos
cortados por el mismo patrón. Para poder llevar a cabo lo que me gusta, primero tengo que saber
aquello que me gusta… obvio, ¿verdad? Conocerse a sí mismo sexualmente es fundamental y es
algo que a menudo, desacertadamente, se pasa por alto. Quizá estemos de nuevo ante otro gran
socavón en la construcción de los pilares de este tipo de inteligencia, pues el tema del
autoconocimiento también ha sido sometido a censura y duras críticas. Ya desde pequeñitos
muchos nos enseñan que “eso” (genitales) no se toca y nos asustan con ridículas consecuencias si
lo hacemos, alimentando falacias y provocando sentimientos de culpabilidad y vergüenza, pasando
por alto que aquí no se trata de prohibir, se trata de guiar y enseñar cual es el momento y el lugar
idóneo para hacerlo.

En el caso de las chicas tal circunstancia se agudiza, siendo la masturbación femenina un tema tabú
que afortunadamente en la actualidad se comienza a destapar. En cualquier caso, tenlo claro: no
hay nada más maravilloso que conocer nuestro propio cuerpo y conectar con nosotros mismos,
indagar, experimentar, ponernos a prueba y sobretodo ¡querernos mucho!

Cómo asentar los cimientos de tu inteligencia sexual: comunicación

Comunicación

Tras habernos formado de manera concisa y tras haber encontrado aquello que nos satisface, ahora
llega el momento de hablar. Si, hablar, comunicarnos con nuestro compañero de aventuras sexuales
para averiguar qué es lo que le gusta y, al mismo tiempo, confiarle aquello que nos gusta a nosotros.
Sincerarte y decirle que es lo que te interesaría mejorar, que es lo que cambiarías de vuestros
encuentros o aprovechar para comentarle que eso que hicisteis ayer te vuelve loco y quieres repetir.
Sí, hablar, así de fácil y muchas veces así de complicado a la vez.

Lo que está claro es que aquí los poderes telepáticos que algunas personas creen poseer no
funcionan, y te aseguro que lo que no le digas, no lo tiene por qué saber. Créeme, ¡hablando se
entiende la gente!

Consejos para desarrollar el potencial de tu inteligencia sexual

Potenciar tu inteligencia sexual es invertir en bienestar y, sin lugar a dudas, siempre va a reportarte
beneficios tanto a nivel personal, como en pareja. Si el sexo es salud, la inteligencia sexual será capaz
de aumentar nuestra salud física y mental, al mismo tiempo que desarrollará nuestra inteligencia
emocional y nos liberará de prejuicios, mitos y falsas creencias. El poder de conocernos a nosotros
mismos implicará el respetarnos y querernos más, disparando nuestra autoestima y reflejando esta
circunstancia en nuestros encuentros íntimos. La inteligencia sexual nos alejará de la rutina y nos
alentará a probar cosas nuevas… ¿necesitas más razones?

Inteligencia sexual

Aquí tienes algunos consejos para desarrollarla:

 El saber no ocupa lugar, así que nútrete y empápate de sexo; lee sobre sexo, escribe sobre
sexo… ¡piensa en sexo!
 Tómate tu tiempo para valorar tus experiencias sexuales; qué te falta, qué te sobra, qué te
gustaría repetir, sobre qué quieres indagar…
 Si algo no te gusta… ¡díselo! Si algo te encanta… ¡díselo también!
 En el sexo todo vale, siempre que no sea dañino ni para nosotros, ni para nuestra pareja
sexual… ¡Así que quizá sea el momento de poner en práctica cosas nuevas!
 El sexo no se limita a los genitales, recuerda que la piel es el órgano más extenso del cuerpo
humano, ¿preparado para viajar sin miedo sobre el amplio mapa de las zonas erógenas?

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