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RECOPILACION DE ARTICULOS
AÚN CUANDO NORMAN KINGSLEY YA HABÍA INVENTADO SU: “JUMPING THE BITE”. EL
CONCEPTO ORTOPEDIA FUNCIONAL SE DEBE AL ANATOMISTA W. ROUX (1881. QUIEN
TAMBIÉN DEFINIÓ CLARAMENTE EL PRINCIPIO CLÍNICO DE ESTE TIPO DE
TRATAMIENTOS. ROUX DESCUBRIÓ EL EFECTO FORMATIVO DE LOS ESTÍMULOS
FUNCIONALES Y ELABORÓ LA TEORÍA DE LA “ ADAPTACIÓN FUNCIONAL”, QUE ES LA
BASE CIENTÍFICA DE LA ORTOPEDIA. ESTE CONCEPTO HA TENIDO DESDE ENTONCES
APLICACIÓN CLÍNICA. EL VOCABLO “ORTOPEDIA” FUE INTRODUCIDO POR N. ANDRY
(1741) Y EL TÉRMINO “FUNCIONAL” SE DEBE A K. HÄUPL. HÄUPL EN 1936 DA A CONOCER
SU SISTEMA NORUEGO DE ORTOPEDIA FUNCIONAL, RECONOCIENDO LA SIGNIFICACIÓN
CLÍNICA DEL CONCEPTO DE ROUX EN ESTA ESPECIALIDAD, LO QUE SE PLASMÓ EN LA
APARICIÓN DE LA ORTOPEDIA FUNCIONAL. WOLFF EN 1892 CON SU FAMOSA LEY DE
TRANSFORMACIÓN, MOSTRÓ LA REMODELACIÓN DEL HUESO ALVEOLAR: "TODO
CAMBIO EN LA FORMA Y FUNCIÓN DE UN HUESO O EN SU FUNCIÓN SOLAMENTE, ES
SEGUIDO POR CIERTOS CAMBIOS DEFINIDOS EN SU ARQUITECTURA INTERNA". J.
ESCHLER, NOS DIÓ UNA IDEA MUY EXACTA DEL VALOR QUE SE DEBE OTORGAR O
RECONOCER A LA MUSCULATURA EN LA DETERMINACIÓN DE LA MORFOLOGÍA EN LAS
ARCADAS DENTARIAS. PERO LO QUE INDUDABLEMENTE ESTIMULÓ A LOS
ORTODONCISTAS A PENSAR Y A ACTUAR EN TÉRMINOS DE FUNCIÓN, FUE LA
GNATOLOGÍA.
PROLOGO:
Este trabajo NO busca exponer o debatir adelantos científicos ni tecnológicos de la
terapéutica Funcional Maxilar. Paradójicamente buscará fortalecer el primitivo concepto
de dicha terapéutica (“La Función Hace La Forma”) desde sus bases científicas que
parecen olvidadas y que no solo permanecen vigentes sino, además, esenciales para la
obtención del éxito clínico al ejercicio de cualquiera, de las ya innumerables, disciplinas
integrantes de la especialidad miofuncional. “Quien desconoce la historia estará
condenado a repetirla”.
No pretende sentar ningún precedente, todos los conceptos aquí expuestos, fueron
pensados y estudiados por investigadores de la especialidad. Nuestros maestros. Por
ninguna razón deberá confundir al lector joven que trata de hacer sus primeras
experiencias.
SEMIOLOGÍA LINGÜÍSTICA:
La palabra “ORTOPEDIA”, nacida de los vocablos griegos "orthos" >derecho, recto,
normal<. Y "paidos" >niño< o "podos" >extremidad<, fue dada a conocer en 1741 por
N. Andry para bautizar su libro "ORTHOPEDIE". En él, Andry, Decano de la Facultad
de Medicina de París, definía como "Ortopedista" a un médico que prescribía ejercicios
correctivos buscando compensar deformidades esqueléticas tempranas, ocasionadas por
desequilibrios musculares. Fueron estas ideas, las precursoras del sistema de gimnasia
formativa sueca P. H Ling (Per Henrik Ling 1813), seguramente conocidas por el
anatomista W. Roux en su descubrimiento de la teoría “adaptación funcional” (1881).
Ideas que no distan de cómo actúa hoy la Terapéutica Mío-Funcional Maxilar y le
soportan además su ya tradicional definición. “Niño derecho”. >>Los Aparatos
Funcionales ejercitan las estructuras del sistema estomatognático, y este responde
transformando una situación de crecimiento fásico, en crecimiento armónico<<.
El denominador, “Ortopedia”> “niño derecho”, es usado igualmente para citar otras
importantes terapéuticas maxilares tales son:
Estudios de Wolff demostraron que la forma de los huesos está influida por tensiones
musculares que se cruzan buscando un equilibrio y a la estática resultante de mantener
el cuerpo en esa actitud erecta. Ideas nacidas en 1892, como “Ley de transformación o
Ley de Wolff”. "Todo cambio en la forma y función de un hueso o en su función
solamente, es seguido por ciertos cambios definidos en su arquitectura interna y por una
alteración secundaria igualmente definida en su conformación externa, de conformidad
con leyes matemáticas".
Las bases científicas que soportan la Ortopedia Funcional, son las Teorías de Wolff y
Roux: “Forma-Función”; Adaptación Funcional”, el complejo fenómeno de
Crecimiento y Desarrollo modificado por Fuerzas Biológicas propias y consecuentes
estímulos intermitentes, como lo es también la cadencia muscular en su accionar:
“contracción, elasticidad y tono,” –La función-. De allí el vocablo Funcional.
INTRODUCCIÓN:
En los distintos manejos de las maloclusiones, las fuerzas pueden provenir del propio
aparato, llámense arcos, resortes, tornillos -entre otros-. Llamadas fuerzas
EXTRÍNSECAS. Ó aquellas fuerzas que provienen del propio organismo y que se
forman a partir de las funciones dinámicas que produce, regula y dirige el Sistema
Nervioso Central y que son ejecutadas por la musculatura regional períoral. A estas
fuerzas se las denomina, fuerzas INTRÍNSECAS.
Eschler demostró que el músculo se vale de tres propiedades para realizar su actividad:
Elasticidad, Contractibilidad y Tonicidad. Así mismo, la musculatura períoral tiene tres
funciones básicas que cumplir:
1. Ejercer su influencia en la forma y crecimiento de los maxilares, lo que constituye la
función formativa.
2. Mantener la mandíbula en una determinada posición de reposo. -estática-.
3. Determinar la dirección del movimiento mandibular así como el grado de intensidad
de este movimiento -función motora-.
Esta obligada, postiza y nueva posición mandibular -mientras se usa el aparato-, no será
fácilmente aceptada por la musculatura, quien le hará llamados de forma intermitente
(como también lo es el ritmo biológico de las contracciones musculares) para que acuda
a ocupar su espacio fisiológico -de su mala oclusión- llamados a los que no podrá acudir
la mandíbula pues la idealización mecánica del aparato utilizado lo impide, generándose
en él, estímulos precisos en los puntos ideales donde deben ser excitadas, tri-
dimensionalmente, las estructuras disgnacicas de este tipo de alteración oclusal, para
convertirlas, lenta y casi-fisiológicamente, en maxilares eugnacicos. De allí las grandes
diferencias entre los activadores.
Mientras el paciente usa su aparato la mandíbula estará siendo llamada, por recíprocos e
ideales para cada alteración, vectores de fuerza –estímulos-, que para la etapa de
crecimiento y desarrollo en la cual se utiliza esta terapéutica, producirá cambios óseos,
consecuentemente dentarios, y por ende de posición mandibular.
Después de algún tiempo de usarse un aparato funcional, (P. Ej. Un activador para Cl II
Mordida profunda) cuando se halla dado una verdadera adaptación –tal vez, mas de 12
meses- el paciente un día se quitara el aparato para jugar, hacer deporte o comer, sin el
paciente notarlo, la mandíbula a adoptado el nuevo engrama que intenta perpetuarle el
aparato, no existe ahora el perfecto engranaje oclusivo que alguna ves hubo en la
maloclusión pero hay comodidad muscular, ha habido alguna reprogramación condilar,
el acto de la masticación e Intercuspidación se dará ahora en esa nueva posición
mandibular. El caso no esta resuelto pero esto ayudará en las pretensiones del
tratamiento, hará nuevos ajustes oclusales benéficos –se “cargarán baterías”-. Empezará
así a cerrarse el “circuito de recíprocos vectores de fuerza intermitentes”, que buscará
conquistar la maloclusión. En los casos de sobremordidas, aparatos sin componentes
interoclusales, se habrá incidido principalmente dicho plano vertical, se habrán extruído
los procesos alveolares posteriores, lo que deberá juzgarse como perdida de referencias
intercuspidatorias; mayor y benéfica reprogramación condilar.
• Solamente ella -a través del aparato- podrá adelantar retruir o mantener la mandíbula
en su posición anteroposterior –plano sagital-.
• Solamente ella -a través del aparato- podrá hacer coincidir o no las líneas medias óseas
para la corrección de lateralidades funcionales, nunca esqueléticas, –plano frontal-.
• Predominantemente ella, su grosor o apertura, y la presencia o no de componentes
interoclusales del aparato funcional que la representa, pueden aumentar disminuir o
mantener la dimensión vertical –plano vertical-.
Todo lo anterior podrá hacerlo la “mordida constructiva”, mejor dicho, el aparato que la
representa, simultáneamente en los tres planos del espacio, o sólo en uno o dos de ellos;
lógicamente, en íntima dependencia del minucioso procedimiento clínico-mecánico-
ritual, llamado, “Toma De La Mordida Constructiva”, pero ante todo de las necesidades
de cada maloclusión.
Por otro lado, el aparato tendrá a cargo la corrección perimetral. Por si mismo, el
aparato, es único responsable de la anchura y largo de ambas arcadas, y en compañía
con la mordida, incidirá o no, la altura facial inferior, Así:
• Ante la presencia de componentes interoclusales en él, e invasión del espacio
fisiológico en la toma de su mordida constructiva, el aparato acortara la altura facial
inferior por la intermitente reclamación de la mandíbula de este su espacio fisiológico –
de reposo- que intruirá procesos alveolares posteriores, cerrando mordidas abiertas.
• La misma invasión, de la mordida constructiva, del espacio fisiológico mandibular y
un aparato sin componentes interoclusales, aumentará la altura facial inferior, pues se
extruirán dichos componentes alveolares posteriores, abriendo mordidas profundas.
• En síntesis. Si la apertura-grosor de la mordida de trabajo no superara –invadiera- el
espacio fisiológico, y el aparato ostentara o no componentes interoclusales se tornaría
neutro en su incidencia del plano vertical, pues como ya se dijo, la intrusión de procesos
alveolares se dará por invasión del espacio fisiológico con componentes iteroclusales,
invasión que sin componentes interoclusales producirá extrusión de los mismos
procesos alveolares posteriores.
CONCERNIENTES:
Al realizar un movimiento dentario y por ende un cambio morfológico del hueso con
fuerzas extrínsecas, se está rompiendo el equilibrio patológico. Pero equilibrio al fin. Y
si concluido el tratamiento ortodóncico no se establece un nuevo equilibrio,
inexorablemente se termina en recidiva, que según el equilibrio patológico remanente,
será de una magnitud mayor o menor. Contrario ocurre cuando se usan fuerzas
INTRÍNSECAS. Éstas al ser biológicas, quien realiza el cambio, es el propio
organismo, y por si solo no tendrá recidiva pues es el organismo quien lo generó.
EPÍLOGO:
Si sus bases científicas son disímiles, es obvio que su utilización y manejo será
diferente. El fenómeno “reabsorción aposición” producto de fuerzas continuas -insignia
de la Ortodoncia correctiva- no es determinante para los resultados de la ortopedia
funcional, más aún, los pequeños movimientos dentarios de esta última son más una
respuesta al cambio de forma, reestablecimiento de la dinámica y consecuente estática,
que al estímulo como tal -tampoco serán a corto plazo-. No obstante en ortopedia, para
el clínico ávido de resultados y conocedor del concepto Ortodoncia (más difundido), es
difícil dejar de activar componentes que incitan a ello, aún cuando ya seamos
conocedores del concepto “función, creadora de forma” emblema de la ortopedia
funcional Maxilar.
• >La mandíbula es un hueso suelto sujeto a la base craneana por la articulación mas
compleja pero también mas versátil del cuerpo humano, ésta, básicamente obedece al
contacto oclusal, intercuspidacion. Es posible re-programarla. Los ya mencionados,
pequeños movimientos dentarios aunados a remodelaciones de las fosas, pueden
“engañarla” y brindarle nueva posición ocluso-condilar...
Así pues, (pequeños movimientos dentarios); , acompañadas de obvios ; -inducidos o
fisiológicos-; . Todos demostrables. Producidos por exclusivas contracciones
intermitentes de bandas contráctiles -llamadas músculos- alteradas por la terapéutica en
discusión, hacen la realidad miofuncional. Es la suma de todos estos factores lo que ha
hecho posible que durante los últimos cien años, se hable de los resultados exitosos
conseguidos por la Ortopedia Funcional. Evidencia científica. Casuística.
Algo así como un juego. Consiste en tapar y destapar; “inventar un circuito cerrado de
estímulos ideales”. Si. Complejo. Una especie de ajedrez, mas complicado aún, en este,
todas tus jugadas, deberán ser preconcebidas y tiradas a la boca, en tu primera jugada:
“Elección Del Aparato y Toma De La Mordida Constructiva”. Sí. podrás corregir.
Cambiando el aparato y lógicamente su mordida. Tu oponente, será la histología, la
fisiología, la neurofisiología... Tus preconcebidos vectores de fuerzas mecánicos,
estímulos en el aparato, deberán ser supremamente precisos.