República Bolivariana de Venezuela

Ministerio P. P. P. Relaciones Interiores, Justicia y Paz.

Seminario Evangélico de Venezuela.
S.E.A.

Profesor: Autor:
Rev. Sigifredo Sabalza. Ángela R. Vásquez O.
I.A.L.B. Cohorte II-2020

Mayo, 22 de 2021.
 La Biblia, el Centro de la literatura cristiana.

Por la Lic. Ángela Vásquez de Muttach.

En primer lugar, si se piensa en una construcción se requiere de base para fundar una casa o
edificación, otra analogía será para ver un frondoso árbol, debe existir una persona que
siembra una semilla que dé comienzo. Para los creyentes la pieza clave de toda su literatura
y reflexión es el libro que hoy es llamado Santa Biblia allí parte la fuente de inspiración de
la vida.

En la época antes de los cristianos encontramos a los judíos con el deleite y necesidad de
leer, estudiar y meditar la Tanaj; reunidos en familia, grupos, posteriormente ante maestros
y escribas, porque era necesario. Tal es el caso del pueblo saliendo del desierto frente a la
tierra prometida donde Dios dijo al líder, en Josué 1:8

Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día

y de noche meditaras en él, para que guardes y hagas conforme a
todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu
camino, y todo te saldrá bien.

Porque en ella encontrarán dirección, sentido a sus existencias para ser de agrado a su Dios.
Además, el primer mandamiento es “amar a Dios” y cómo amar si no es conociendo a ese
Señor a través de su palabra.

No muy contrario a los primeros cristianos de la iglesia cuando al leer, meditar las cartas
paulinas o los evangelios eran motivo de fuerza para continuar en medio de persecución,
soledad y dificultad. Por ejemplo, Juan escribe, en la biografía de Jesús, Juan 5:39
“Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna;
y ellas son las que dan testimonio de mí”

Algo semejante ocurre con los creyentes actuales los cuales encuentran fascinante la lectura
de La Biblia porque en ellas encuentran propósito para su transitar por esta tierra. Es
entonces, que Las Sagradas Escrituras son el centro de todo, inclusive de la literatura como
un principio de goce al leerla, pero ¿por qué pasa eso? ¿Por qué se produce?

Las respuestas son diversas, como el trasfondo histórico, o el contenido teológico, ambas
quizás, pero nos centraremos en la razón de ser un libro especial donde cada lector por
ocasional que sea encuentra un atractivo a sus letras, y eso se debe a que en ella son pensadas
como una pieza de obra literaria, siempre que cada autor fue inspirado por el Padre a fin de
dar respuesta a las necesidades de ese momento, evidentemente también debemos
comprender el género literario que la compone.

Si empleas bien el estilo literario al leer logras comprender mejor la obra perfecta del Padre
Celestial entregada de forma escrita, comprenderás incluso la intención del escritor y que
estaba viviendo al escribir. Hoy día concentrada por el bien de los creyentes.

C. S. Lewis en su libro “Un Prefacio al Paraíso Perdido” escribió:

La primera habilidad para juzgar cualquier tipo de obra, desde

un sacacorchos hasta una catedral, es saber qué es, qué se supone
que hace y cómo debe funcionar… La primera cosa que el lector
necesita saber es lo que Milton quiso que fuera el Paraíso
Perdido.

En los géneros literarios bíblicos, algo semejante ocurre con un texto cualquiera puede ser
una prosa para explorar, analizar, interpretar o evaluar un tema, de modo idéntico también
puede ser poético con rima y ritmo lleno de figuras, metáforas de forma simbólica. Sería
entonces un error querer interpretar de la misma forma cualquier libro de La Biblia, e incluso
una fracción del texto. Los géneros literarios bíblicos son las diversas formas de expresión
que se utilizan para transmitir determinados contenidos de fe, y se corresponden a una
intención teológica determinada. En concordancia, el exégeta de la lectura requiere
comprender las diversas variedades que ella contiene.

Permite ahora explicar entonces que dichas clases literarias permiten ahondar más en la
interpretación de su contenido, necesita saber qué pretendió su autor. En otras palabras, ¿qué
forma literaria empleó el autor? Inclusive, el género literario es crucial para la interpretación
de algún pasaje de La Biblia.

A fin de que cada uno de los libros tenga su género literario, y dentro de cada uno suele haber
diversas formas literarias o subgéneros. Por consecuencia y gracias al conocimiento actual,
se distingue en La Biblia el relato histórico, la saga, el cuento, la fábula, el sermón, la
exhortación, la confesión de fe, la narración didáctica, la parábola, el juicio profético, el
veredicto jurídico o sapiencial, el refrán, el discurso, la oración, el canto, etc. La lista es muy
extensa y se puede además subdividir aún más. Pero se expondrán de forma general con
ejemplos puntuales, de modo de comprender un panorama del lenguaje bíblico de esta obra
maravillosa Inspirada por Dios como un todo estimulante de nuestro transitar como cristianos
en esta tierra.

Primero encontramos la Narrativa. Es el género predominante de La Biblia. El relato está

compuesto de eventos, no de ideas. Por ejemplo, Génesis relata la historia de Dios creando
el mundo, igualmente la vida de los patriarcas y la entrega de los primeros pactos, en Éxodo
la historia del pueblo de Israel en su caminar por el desierto. Además, en el N. T. En el libro
de Hechos, Lucas continúa la historia después de la resurrección y ascensión de Jesús.

Por tal razón es necesario comprender que las narraciones históricas de la Biblia buscan
descubrir el fondo de la historia, considerando los hechos desde la experiencia de la fe. Parten
de unos hechos reales, pero no se contentan con reflejar sólo su imagen externa. Del mismo
modo con un alto grado de verdad teológica. Distingan ahora, los elementos de la narración.
Trama, este es uno o más conflictos que siguen su rumbo hasta terminar en alguna clase de
resolución. El escenario, sirve como los contenedores apropiados para la acción y los
personajes que operan en ellos. Personajes, Se conocen a los personajes por sus acciones,
rasgos y habilidades personales, pensamientos y sentimientos, relaciones y roles.

Sigue las Biográficas. Los cuatro evangelios narran la historia de Jesús desde diferentes
perspectivas. Aquí nos encontramos al género literario de biografía, pero no como la
convencional moderna, va más centrada en contar los hechos y las enseñanzas del
protagonista de diversos enfoques.
El contexto literario allí resalta el subgénero como las parábolas, las cuales revelan
profundidades del reino de los cielos, discursos de argumentación por parte de Jesús, y de
profecía como la encontrada en los capítulos 24 y 25 de Mateo.

Se Puede resaltar entonces características únicas de este estilo, como, por ejemplo: La
narrativa plasmada no es de orden cronológico (perícopa); el evangelio tiene un propósito y
mensaje central diferente según la intención; cada evangelio tiene una referencia directa de
las escrituras del Antiguo Testamento y su cumplimiento profético.

Ahora le corresponde a la poesía. La Biblia contiene algunos de los versos más elegantes que
se hayan jamás compuesto. Algunos han llegado a ser iconos de la cultura como Salmo 23“El
Señor es mi pastor, nada me faltará…” El factor distintivo de la poesía es su apelación a las
emociones. tanto como a la imaginación. A esto se debe el renombre de los Salmos y la
predilección de los mismos a la hora de leer. Ellos transmiten sentimientos profundos tales
como la soledad, el quebrantamiento y el dolor del corazón humano.

Por esto, para comprender la poesía bíblica, es necesario conocer la dinámica de la lírica
hebrea. Es la poesía hebrea una fuente de expresión de ideas, es a través del uso de
paralelismo. Esto es así especialmente en los Salmos y en Proverbios. Hay paralelismos
donde la segunda línea repite con diferentes palabras la primera línea para comunicar el
significado, o donde la segunda línea amplifica la primera línea al añadir información.

Otro factor relevante para comprender la poesía hebrea, es el uso de hipérbole o lenguaje
exagerado para comunicar sus ideas. Como consecuencia el lector encuentra tanta emoción
de un autor al escribir acerca de Dios y sus cualidades hacia los seres humanos.

Prosigue la literatura sapiencial. Es un estilo incluido en muchas oportunidades o no en los

libros poéticos, es el subgénero donde el escritor asume el papel de un sabio, veterano en la
vida que comunica ideas propias de muchas experiencias con los oyentes más jóvenes e
inexpertos pero dispuestos a recibir el aprendizaje.

Tal es el caso de los libros de Proverbios y Eclesiastés, pertenece a esta categoría. En el caso
de un proverbio es una verdad pronunciada de manera breve, penetrante y típicamente
práctica. Igual que los Salmos, los proverbios utilizan paralelismos tanto en los pares como
en los contrastes para comunicar verdades. Por ejemplo: Proverbios 15:27“Alborota su casa
el codicioso; Mas el que aborrece el soborno vivirá.”

Continuamos con las epístolas o cartas, veintiuno de los veintisiete libros que forman el N.T.
pertenecen al género epistolar, es decir, la mayoría del neo testamentaria. Son cartas
particulares y universales que expresan argumentos doctrinales para dar solución a uno o
varios problemas, en otras impartir ánimo en medio de un contexto social muy difícil. Es por
esto que, el fin de ellas son el de dirigir, aconsejar e instruir en sus primeros desarrollos a
iglesias recién formadas, o para ayudar a los responsables del mentoreo espiritual. Es
entonces, un género literario que busca acudir directamente a la razón. Los argumentos
normalmente tienen una estructura precisa que progresa desde un punto hacia el otro de
manera lógica, en ocasiones basadas en la escritura del A.T.

Es importante los sermones y discursos. En este estilo se observa contenido en diversos libros
tanto en los Antiguo Testamento como puede ser en el caso del libro de Deuteronomio donde
se expone instrucciones y enseñanzas, o en la escritura de Job con debates sobre el
sufrimiento del justo. Asimismo, Mateo y Hechos por el Nuevo testamento aportan el
magnífico Sermón del Monte o los discursos de los apóstoles en sus viajes y primeros pasos
de la Iglesia.

Sobre todo, la profética. Se continua con los géneros de la literatura, a la hora de deleitarse
entre sus líneas, viene el turno de una clase que desea transmitir explícitamente lo que “dice el
Señor”, no que los demás estilos expuestos anteriormente no tengan este fin, pero este se
caracteriza por buscar transmitir la voluntad de Dios, juntó muchas veces a una advertencia
o exhortación como una predicción de eventos futuros, por las consecuencias de la respuesta
de los destinatarios en sus acciones presentes. Resalta en su mensaje más por su exhortación.
Este se caracteriza igualmente por el papel de los profetas o portadores de esos mensajes.

Al leerlas tanto en el canon antiguo como en el canon nuevo tal como los discursos proféticos
que Jesús les entrega a sus discípulos. Debe considerarse los elementos figurativos, poéticos,
y simbólicos, al igual que tener presente el contexto.

Y por último la apocalíptica. Es una categoría especial de la profecía es la literatura

apocalíptica, la vemos en libros muy puntuales tal es el caso del libro de Daniel, Zacarías y
en Apocalipsis por completo su contenido en donde la revelación es fundamental. Por
supuesto implica, eventos relacionados con el fin del mundo, un mensaje de esperanza, de la
mano de simbolismo entre sueños y visiones, cargado de drama y suspenso por el tema del
mañana que se desencadenan de forma rápida al lector pero que atrapa su interés en avanzar
a su interpretación.

Un buen consejo que se debe tener presente en la lectura es prestar atención a la estructura y
evitar especulaciones sin base, distinguir el lenguaje real y el simbólico. Además, preste
especial atención en la estructura del libro y las implicaciones a las iglesias receptoras.

Ya para cerrar se puede inferir que el texto Sagrado el cual inspira a diversos hombre el
mismo Dios está cargado de diversas estilos pero bajo un mismo fin el presentar el plan
Revelado a la humanidad encarnado en su hijo Jesucristo, resulta así, la delicia de cada
intérprete de este texto que permite saciar sus deseos de incógnitas como por ejemplo, el
origen, el futuro, de consejos para el presente; en síntesis al lograr descifrar cada pieza de la
colección bíblica traerá paz al alma, mente y corazón, En pocas palabras la Santa Biblia es
fuente de cada creyente genuino, siempre que, recomienda meditar entre estas letras tan
diversas concertadas como una gran orquesta dirigida por un majestuoso director, el mismo
creador de todo el universo por en ella encontrarás vida eterna.