Está en la página 1de 3

República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular para la Educación


U.E COLEGIO EL SANTUARIO
SAN DIEGO – CARABOBO

El Impuesto Rosa y El Impacto Financiero en las Mujeres y Adolescentes. Caso


Dirigido a los Estudiantes (mujeres) de 3er y 4to año en el 2021-2022

Tutora: Betania Otero

Autores: Oriana Sanchez


Kelvim Arteaga

CAPITULO I
CAPITULO I
EL PROBLEMA
1.1 Planteamiento del Problema
El “impuesto rosa” o el “impuesto a la mujer”. Este nuevo mecanismo de exclusión dice
que productos de mercado como por ejemplo ropa, comida o limpieza con el propósito de
las féminas tienen que ser más caros que los con el propósito de los hombres. Tal cual
varios productos de limpieza personal evidencian esta desemejanza, los mismos productos
son más caros para las damas que para los hombres.
Este proceso fisiológico sigue a la mitad de la raza humana a lo extenso de, por lo
menos, 3 décadas durante su historia. Organización de las Naciones Unidas Damas calcula
que un 26% de los habitantes del mundo está en edad reproductiva. O sea, unos 1.800
millones de féminas que cada mes menstrúan a lo largo de un tiempo de entre 2 y 7 días.
Sin embargo, ni siquiera aquellas cifras consiguieron que la regla sea algo usual: quedan
sitios donde no solo no es algo corriente, sino que es un tabú, rodeado de supersticiones,
prejuicios y miedos que transforman a la dama en poco más que un desecho. (Eleonora M.
2020)
La poca información en los sitios menos desarrollados, y la falta de normalidad en el
resto, hacen que la menstruación quede relegada en la lista de prioridades sanitarias y de
presupuesto de la práctica totalidad de estados. El resultado es una diferencia abismal entre
países, no solo en el ingreso a estos productos sino en los impuestos con los que están
gravados y en su precio. Unas desigualdades que recorren un camino paralelo al de la
situación de la mujer en esos sitios.
Los productos de limpieza femenil son caros, bastante caros o desorbitados, según las
naciones y según sus salarios mínimos. Más que nada si se tiene presente que son una
necesidad propia del sexo, sin ningún tipo de capacidad de elección: si eres dama, tienes la
regla. Punto.
Bastante más de 12 euros cuesta una caja de tampones en China (donde solo el 2% de
las féminas los usa) aunque las compresas son de fácil ingreso. En casi cualquier territorio
de África, ni tampones ni compresas ni, tradicionalmente, noticia de la verdad de estos
productos. En España las compresas y los tampones poseen el mismo Impuesto al Valor
Agregado que el caviar, el 10%. Con una distinción: el Régimen canario hizo saber el 1 de
octubre que suprimirá este impuesto. No obstante, comprar un paquete de compresas en
Madrid es fácil, basta con acercarse a cualquier farmacia, tienda de ultramarinos o
supermercado y por 3 o 4 euros lo tienes. En Eslovaquia el porcentaje llega al 20%; y en
otros territorios como Luxemburgo el gravamen no supera el 3%, solamente ya que
permanecen dentro del grupo de productos farmacéuticos con esta clase. (Isabel V. 2017)
Un informe del observatorio de géneros del Centro de Economía Política Argentina
(CEPA) previene que, en los casos de juguetes básicamente idénticos, las variantes
“femeninas” manifestaron un sobreprecio de entre el 3% y el 300%. (Eleonora M. 2020)
Según algunos indicadores socioeconómicos que reflejan la situación económica de las
mujeres en los diez países de la región donde se focaliza el diagnóstico de los impuestos
sexistas se encuentra Venezuela.
De acuerdo a la elaboración propia de Aris B., Natalia M. y Catalina R. con base en
precios en el mercado (Mercado Libre) y datos del país (INE) en 2020, el impuesto a la
menstruación es el siguiente:
El precio por unidad toalla higiénica es de USD$0,1398, el número de toallas por mujer
por mes son 25 unidades, el número de toallas por mujer al año son 323 unidades. Así
mismo, el gasto anual por mujer en toallas es de USD$45, 1554 y el número de mujeres de
edad reproductiva son 8.729.329, por lo tanto, el gasto total de toallas sanitarias en mujeres
al año es de USD$394.176,343. Añadiendo el IVA el cual es de un 16% (USD$63.068,215)
se podría decir que el total es de USD$457.244,558.
Considerando la brecha salarial de género en 2014 en Venezuela situándose en un 17%,
además de que el menstruar no es una opción y la vestimenta indicada para nuestro estilo de
cuerpo es más costosa que la del hombre, la situación es injusta. (ONU Mujeres 2017)
En mi experiencia como ciudadana del pueblo de San Diego y de estar rodeada
socialmente de otras mujeres toda mi vida, he comprobado que no solo el costo adicional
que tenemos en nuestras vidas nos perjudica de alguna u otra manera, la labor de comprar
estos productos de higiene y vestimenta crean un impacto en nuestras finanzas ya que, en el
caso de los productos de higiene de menstruación, son indispensable y 100% necesarios.
Por otro lado, en el tema de la vestimenta, la mayoría de nosotras no podemos comprar ropa
de hombre ya que no se ajusta a nuestras medidas y nos podemos llegar a sentir incomodas.

También podría gustarte