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ACOSO SEXUAL EN ESPACIOS PÚBLICOS: EXPERIENCIAS DE MUJERES

EN LA CIUDAD DE TUNJA

YARITZA PAOLA CARVAJAL PEDRAZA

PAULA ANDREA OVALLE PÉREZ

ESLENDY ARLETH PUERTO PRECIADO

FUNDACIÓN UNIVERSITARIA JUAN DE CASTELLANOS

FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES Y ECONÓMICAS

PROGRAMA ACADÉMICO DE TRABAJO SOCIAL

TUNJA

2021
ACOSO SEXUAL EN ESPACIOS PÚBLICOS: EXPERIENCIAS DE MUJERES
EN LA CIUDAD DE TUNJA

Trabajo de grado para optar por el título de Trabajadoras Sociales

Autoras

YARITZA PAOLA CARVAJAL PEDRAZA

PAULA ANDREA OVALLE PÉREZ

ESLENDYA ARLETH PUERTO PRECIADO

Directora

NATALIA ESPINOSA BECERRA

Sociología, Mg. en Desarrollo Rural

FUNDACIÓN UNIVERSITARIA JUAN DE CASTELLANOS

FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES Y ECONÓMICAS

PROGRAMA ACADÉMICO DE TRABAJO SOCIAL

TUNJA

2021
Nota de aceptación

Firma de la Directora

Firma del Jurado

Firma del Jurado

Tunja, junio 11 de 2021


Declaro que conozco las posiciones legales sobre derechos de autor y las
consecuencias académicas del plagio. Todo lo que aparece en esta propuesta de trabajo de
grado pertenece a nuestra autoría o está debidamente referenciada.

Junio 11 de 2021

Firma

Firma

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DEDICATORIA

A mi madre Carolina, quien me brindo todas las herramientas para lograrlo, me enseñó a
luchar por mis sueños y a ser fuerte para alcanzarlos, también se lo dedico a mi bis abuela
Etelvina quien con sus oraciones y su fe en mi lleno de fortaleza mi corazón para continuar, del
mismo modo a mis hermanos Gabriel y Lorena para que tengan presente que con constancia
todo se puede lograr en la vida. Finalmente, a mis amigas Paula, Eslendy y Tatiana por ser mis
compañeras de lucha en el transcurso de la carrera.
Yaritza Paola Carvajal Pedraza
A mis padres, Briseida y Armando por su amor y apoyo incondicional en este proceso, por ser
mi respaldo y maestros en este transitar de la vida, a mis hermanas Valentina y Daniela por su
compañía y manifestaciones de afecto, a mi tía Gloria que pese a la distancia su preocupación y
animo siempre estaban presentes. A mis amigas Eslendy y Paola, por los bonitos recuerdos que
pasamos durante este proceso de academia, por su compañía, aportes y cada experiencia vivida
juntas, las cuales no solo forjaron nuestra vida personal sino también profesional.
Paula Andrea Ovalle Pérez
A mis padres Edgar e Isaura por el esfuerzo y sacrificio que hicieron para brindarme una buena
educación. A mi hermana Tatiana Puerto por colaborarme a elegir la profesión que me hará
feliz, a mis amigas Paola y Paula por el apoyo incondicional a lo largo de la carrera y por
hacerme ver que unidas hacemos más. Finalmente, a las mujeres que lucharon para que
tuviéramos voz, sin su lucha ninguna mujer hubiese podido estudiar, por ustedes seguiré en la
lucha, en este caso desde la academia para hablar por las que no pueden o ya no están.
Eslendy Arleth Puerto Preciado
AGRADECIMIENTOS

A cada una de las mujeres, por permitir un acercamiento a sus vidas y haber socializado
sus episodios de violencia, los cuales permitieron fortalecer la etapa de formación
profesional y personal, gracias por confiar en nosotras y compartirnos sus vivencias y
recuerdos más difíciles para lograr llevar a cabo nuestra investigación,
Durante el desarrollo del Trabajo de Grado fue indispensable el apoyo de nuestra directora
Natalia Espinosa, por creer, apoyar y aportar su conocimiento para la realización de esta
investigación.
A las docentes Aida Figueroa y Omaira Castellanos por darnos la oportunidad de
participar en su grupo “Taller de Eva”, a la Alcaldía Mayor de Tunja por permitirnos
participar en el Día de la No Violencia Contra la Mujer con nuestro Taller de Acoso Sexual
en Espacios Públicos, así mismo a los docentes Carolina Torres y Anderson Álvarez por sus
aportes y acompañamiento a lo largo de esta investigación.
A la Casa de la Mujer UPTC por bridarnos durante la práctica profesional
conocimientos sobre equidad de género, los cuales nos aportaron a la construcción de nuestro
proyecto y nuestra vida profesional
TABLA DE CONTENIDO

INTRODUCCIÓN ........................................................................................................................ 15
CAPÍTULO I. DESCRIPTORES DEL PROBLEMA DE INVESTIGACIÓN ........................... 16
1.1. Planteamiento del problema ............................................................................................... 16
1.2. Pregunta de investigación .................................................................................................. 18
1.3. Justificación ....................................................................................................................... 19
1.4. Objetivos ............................................................................................................................ 20
1.4.1. Objetivo General ..................................................................................................... 20
1.4.2. Objetivos Específicos.............................................................................................. 21
CAPÍTULO II. MARCOS DE REFERENCIA ............................................................................ 21
2.1. Marco Teórico .................................................................................................................... 21
2.1.1. Perspectivas desde el feminismo frente al Acoso Sexual en Espacios Públicos .... 21
2.2. Marco Conceptual .............................................................................................................. 24
2.2.1. Sistema patriarcal .................................................................................................... 24
2.2.2. Violencias Basadas en Género ................................................................................ 25
2.2.3. Acoso Sexual en Espacios Públicos........................................................................ 25
2.2.4. Curso de vida .......................................................................................................... 27
2.2.5. Sororidad ................................................................................................................. 31
2.3. Marco legal ........................................................................................................................ 32
2.3.1. Internacional ........................................................................................................... 32
2.3.2. Nacional .................................................................................................................. 34
2.3.3. Departamental ......................................................................................................... 36
2.4. Antecedentes ...................................................................................................................... 36
2.4.1. Internacional ........................................................................................................... 36
2.4.2. Nacional .................................................................................................................. 37
2.4.3. Regional .................................................................................................................. 38
CAPÍTULO III. DISEÑO METODOLÓGICO ............................................................................ 40
3.1. Enfoque Epistemológico Crítico Social ............................................................................. 40
3.2. Enfoque Cualitativo ........................................................................................................... 41
3.3. Tipo o Nivel de Investigación Interactiva .......................................................................... 41
3.4. Diseño de Investigación Acción Participativa ................................................................... 42
3.5. Técnicas y herramientas ..................................................................................................... 42
3.5.1. El Taller Participativo como técnica ....................................................................... 44
3.5.2. Herramientas de recolección de información ......................................................... 46
3.5.3. Perfil de grupo......................................................................................................... 47
3.5.4. Uso del tiempo ........................................................................................................ 48
3.5.5. Lluvia de ideas ........................................................................................................ 48
3.5.6. Plataformas Virtuales .............................................................................................. 48
3.6. Fases metodológicas .......................................................................................................... 49
3.6.1. Sondeo mediante votaciones en redes sociales ....................................................... 49
3.6.2. Búsqueda de información documental .................................................................... 49
3.6.3. Creación y validación de las herramientas para los talleres presenciales ............... 49
3.6.4. Creación y validación de las herramientas para los talleres virtuales ..................... 50
3.6.5. Organización de la información y análisis de resultados ........................................ 50
3.7. Ubicación geográfica del contexto, características de las participantes y criterios de
selección .................................................................................................................................... 51
3.7.1. Características de las participantes ......................................................................... 52
3.7.2. Criterios de selección .............................................................................................. 53
3.8. Categorías de Análisis........................................................................................................ 54
CAPÍTULO IV. VIVENCIAS DE LAS MUJERES FRENTE A LOS TIPOS Y LUGARES DEL
ASEP ............................................................................................................................................. 55
4.1. Tipos de acoso sexual en espacios públicos....................................................................... 56
4.1.1. Físico ....................................................................................................................... 56
4.1.2. Verbal...................................................................................................................... 57
4.1.3. No Verbal ................................................................................................................ 59
4.2. Lugares en los que se presenta el acoso ............................................................................. 60
4.2.1. Calles....................................................................................................................... 60
4.2.2. Transporte público .................................................................................................. 62
4.2.3. Universidades.......................................................................................................... 64
4.2.4. Parques y Centros Comerciales .............................................................................. 65
4.2.5. Bares y Tiendas ....................................................................................................... 66
CAPÍTULO V. LAS VOCES DE LAS MUJERES FRENTE A LAS CAUSAS Y EFECTOS
DEL ASEP .................................................................................................................................... 68
5.1. Causas del Acoso Sexual en Espacios Públicos ................................................................ 68
5.1.1. Libre circulación y horario...................................................................................... 68
5.1.2. Vestuario ................................................................................................................. 71
5.2. Efectos del Acoso Sexual en Espacios Públicos ................................................................ 74
5.2.1. Felicidad.................................................................................................................. 74
5.2.2. Sorpresa................................................................................................................... 75
5.2.3. Miedo ...................................................................................................................... 77
5.2.4. Frustración .............................................................................................................. 79
5.2.5. Ira ............................................................................................................................ 80
CAPÍTULO VI. CURSO DE VIDA FEMENINO Y ASEP......................................................... 83
6.1. Curso de vida ..................................................................................................................... 83
6.1.1. Infancia ................................................................................................................... 84
6.1.2. Adolescencia ........................................................................................................... 86
6.1.3. Juventud .................................................................................................................. 88
6.1.4. Adultez .................................................................................................................... 91
6.1.5. Vejez ....................................................................................................................... 92
CAPÍTULO VII. “NO ES HORA DE CALLAR, ES HORA DE LUCHAR” ............................. 97
7.1. Medidas individuales para combatir el ASEP.................................................................... 97
7.2. Acciones propuestas por las mujeres frente al ASEP ........................................................ 98
7.3. Sororidad como recurso de protección............................................................................. 100
CONCLUSIONES ...................................................................................................................... 104
REFERENCIAS .......................................................................................................................... 107
LISTA DE APÉNDICES (ver archivos adjuntos) ...................................................................... 134
ÍNDICE DE FIGURAS

Figura 1. Etapas del curso de vida en la mujer ............................................................................. 27


Figura 2. Taller de Eva.................................................................................................................. 45
Figura 3. Taller 25 N..................................................................................................................... 45
Figura 4. Taller Virtual 8M........................................................................................................... 46
Figura 5. Taller Virtual 9M........................................................................................................... 46
Figura 6. Fotografía votación taller 25N. Plaza de Bolívar .......................................................... 61
Figura 7. Fotografía votación transporte público. Taller 25N ...................................................... 62
Figura 8. Taller virtual 9M. Efectos.............................................................................................. 76
Figura 9. Taller de Eva, efecto frustración. .................................................................................. 79
Figura 10. Meme sobre Acoso Sexual en Espacios Públicos ....................................................... 81
Figura 11. Taller 25 N. Emociones del ASEP en el curso de vida. .............................................. 85
Figura 12. Taller virtual 8M. Curso de vida. ................................................................................ 89
Figura 13. “Diana Doble. Código secreto para prevenir el acoso de mujeres en bares y discotecas.
....................................................................................................................................................... 99
Figura 14. Taller 9M. Sororidad ................................................................................................. 102
ÍNDICE DE TABLAS

Tabla 1. Técnicas y herramientas empleadas ................................................................................ 42


Tabla 2. Herramientas empleadas en las categorías...................................................................... 46
Tabla 3. Características de las mujeres participantes.................................................................... 52
Tabla 4. Convocatoria a los talleres .............................................................................................. 53
Tabla 5. Objetivos específicos, categorías y subcategorías de análisis ........................................ 54
Tabla 6. Codificación de los talleres ............................................................................................. 55
Requerimiento del programa

El presente estudio se orienta desde la línea de investigación de Desarrollo Humano y


Participación, ya que recoger información directamente desde la realidad social en
relación con aspectos vinculados con los estudios de género, a partir de la comprensión de
las narrativas femeninas en torno a un tipo de Violencia Basada en Género que se presenta
en los espacios públicos, y que merece ser visibilizada a partir de espacios investigativos
de participación para que las voces de las mujeres sean reconocidas como insumo para la
resolución de situaciones en diversos ámbitos, bien sean educativos, sociales, culturales
entre otros (Salazar & Torres, 2018).
Este trabajo de grado hace parte del Semillero de Investigación Newén Mapu de la
Facultad de Ciencias Sociales y Económicas de la Fundación Universitaria Juan de
Castellanos, reconocido por su trayectoria en estudios rurales y de género.
RESUMEN

El Acoso Sexual en Espacios Públicos (ASEP) es uno de los temas que enmarca las
discusiones contemporáneas sobre las Violencias Basadas en Género, pues se presenta como un
conjunto de acciones que afectan principalmente a las mujeres y que se ha normalizado en la
cotidianidad. Por ello, el ASEP es un tema que debe ser visibilizado debido a la subvaloración
que ha tenido en diversos escenarios académicos, sociales y políticos. El objetivo del presente
estudio es describir las experiencias de Acoso Sexual en Espacios Públicos que viven mujeres
en la ciudad de Tunja. A partir de un enfoque cualitativo, se desarrollaron cuatro talleres
participativos presenciales y virtuales con 226 mujeres de 17 a 60 años. Dentro de los
principales resultados se encuentra que las calles, el transporte público, los bares y las tiendas
son los lugares donde más se presentan situaciones de acoso, asimismo que el ASEP verbal y
no verbal son los más frecuentes y que las mujeres temen hablar de las manifestaciones físicas
del acoso; por otra parte las mujeres refirieron que el ASEP repercute negativamente en su
cotidianidad (libre circulación, horario y vestuario) y que desencadena emociones ligadas al
miedo, la ira y la frustración, finalmente se evidencia que el ASEP se presenta en mayor medida
en el curso de vida en la etapa de infancia, adolescencia y juventud.
PALABRAS CLAVE
Acoso sexual en espacios públicos, violencias basadas en género, sistema patriarcal,
sororidad, feminismo
ABSTRACT

Sexual Harassment in Public Spaces is one of the issues that frames


contemporary discussions on Gender-Based Violence, as it is presented as a set of
actions that mainly affect women and that have been normalized in everyday life.
Therefore, ASEP is a topic that should be made visible due to the undervaluation it has
had in various academic, social and political scenarios. The objective of this study is to
describe the experiences of Sexual Harassment in Public Spaces experienced by women
in the city of Tunja. Based on a qualitative approach, four participatory face-to-face and
virtual workshops were developed with 226 women between 17 and 60 years of age.
Among the main results were that the streets, public transportation, bars and stores are
the places where most harassment occurs, that verbal and nonverbal PWA are the most
frequent, and that women are afraid to talk about the physical manifestations of
harassment; The women reported that ASEP has a negative impact on their daily lives
(freedom of movement, schedule and clothing) and that it triggers emotions linked to
fear, anger and frustration, and finally, it is evident that ASEP occurs to a greater extent
during childhood, adolescence and youth.

KEYWORDS
sexual harassment in public spaces, gender-based violence, life course, patriarchal
system, street harassment
15

INTRODUCCIÓN
La presente investigación pretende describir el Acoso Sexual en Espacios Públicos
(ASEP) especialmente en la ciudad de Tunja, a partir de experiencias recolectadas en talleres
participativos, donde se expone el ASEP como parte de las Violencias Basadas en Género
(VBG). Las VBG se construyen con la arbitrariedad de poder y la desigualdad que existe entre
hombres y mujeres dentro de la sociedad, este tipo de violencia genera subordinación y
desvalorización a la mujer. Según Canaval y Jaramillo (2020) la violencia de género se produce
en un marco de desigualdad y refleja la asimetría existente en las relaciones de poder entre
hombres y mujeres.

La investigación está organizada en ocho capítulos, el capítulo I se titula descriptores del


problema de investigación, el cual comprende el tema del Acoso Sexual en Espacios Públicos y
las implicaciones perjudiciales que trae esta violencia a las mujeres, a causa de factores
culturales patriarcales que normalizan e invisibilizan el ASEP, lo que dificulta el pleno desarrollo
y libertad de expresión de las mujeres.

Con base a lo anterior en el capítulo I se presenta la pregunta de investigación, el objetivo


general y los específicos, los cuales son la guía para orientar la investigación, seguido se presenta
la justificación que contiene elementos principales sobre el quehacer de Trabajo Social dentro de
la investigación de las Violencias Basadas en Género especialmente el Acoso Sexual en Espacios
Públicos a partir de las experiencias de las mujeres participantes de los talleres.

En el capítulo II se hace énfasis en los marcos de referencia, en primera medida se


encuentra el marco teórico en el que se abordan perspectivas desde el feminismo frente al ASEP,
así mismo el marco conceptual en el cual se amplían conceptos relacionados con feminismo y
construcciones culturales patriarcales, de la misma manera se encuentra el marco legal que
contempla disposiciones normativas internacional, nacional, regional orientadas a la protección y
eliminación de todas las formas de violencia contra la mujer.

En el capítulo III se encuentra la revisión de antecedentes, diseño metodológico, el cual


se configura por el enfoque epistemológico Crítico Social, esta investigación es de carácter
cualitativo, el nivel de investigación es interactiva y el diseño de investigación es acción
participativa, en cuanto a la técnica utilizada fue taller participativo, en cuanto a las herramientas
implementadas fueron perfil de grupo, uso del tiempo libre y lluvia de ideas, que fueron
16

adaptadas de Geilfus (2002), también se emplearon plataformas virtuales como: Quizziz® y


Google Forms® y finalmente las fases metodológicas que describen el desarrollo del proyecto.

A partir del capítulo IV se comprende el análisis de los resultados por objetivos


específicos, donde se abordan vivencias de las mujeres frente a los tipos y lugares donde se
presenta el ASEP. En el capítulo V se genera el análisis de las voces de las mujeres frente a las
causas y efectos del ASEP. El capítulo VI corresponde a la presencia del ASEP en el curso de
vida femenino y el capítulo VII presenta los relatos y reflexiones de las participantes
denominado no es hora de callar, es hora de luchar. Finalmente se presentan las conclusiones
construidas en torno a los 4 OE. Se espera que esta investigación brinde elementos de utilidad
para la comprensión del Acoso Sexual en Espacios Públicos y que sea de provecho para los
lectores y lectoras.

CAPÍTULO I
DESCRIPTORES DEL PROBLEMA DE INVESTIGACIÓN
1.1. Planteamiento del problema

La violencia de género se vincula de forma directa con el poder y la desigualdad que


existe entre hombres y mujeres dentro de la sociedad. Este tipo de violencia da subordinación y
desvalorización a la mujer, acorde con lo que plantea la Comisión Económica para América
Latina y el Caribe (CEPAL, 1996), lo que diferencia a este tipo de violencia de otras formas de
agresión y coerción es que el factor de riesgo o de vulnerabilidad es únicamente el hecho de ser
mujer, ahí se encuentra la raíz de esta problemática, de esta manera una de las principales
violencias de género es la violencia sexual. Según un reporte de Children Change Colombia
(2021) los casos reportados de violencia sexual aumentaron gradualmente entre el 2016 y 2017,
las víctimas de estos casos de violencia sexual fueron niños, niñas y adolescentes menores de 18
años con el rango de edad entre los 10 y 13 años.

Esta investigación se centra en la violencia de Acoso Sexual en Espacios Públicos


(ASEP). Astrálaga y Olarte (2020) mencionan que el ASEP es una conducta cotidiana, donde sus
principales víctimas son las mujeres. Este tipo de violencia ocurre habitualmente en las calles, el
trabajo, la escuela, trasporte público, entre otros, donde su agresor en su mayoría es el hombre el
cual hace insinuaciones de carácter sexual lo que genera en las mujeres incomodidad e
inseguridad a la hora de salir.
17

En Latinoamérica se encuentran documentos de diferentes universidades como


Universidad Andina Simón Bolívar, Universidad de Jaén y Universidad Inca Garcialaso de la
Vega, entre otras la cuales hacen énfasis en los conceptos “piropo” o “halago”. Estos hacen parte
de una violencia que denota incomodidad por parte de las mujeres, pero naturalizada por una
sociedad que se considera machista, así se enuncia en libros como: Solo es un piropo, Un libro
sobre acoso de Maria Stoian y El piropo callejero: acción política y ciudadana de Sofia Carvajal
Ríos, el contenido anterior habla sobre la percepción y consecuencias que trae esta violencia en
las mujeres.

Del mismo modo la Organización de las Naciones Unidas (ONU, 2017) afirma que
Latinoamérica y el Caribe son una de las regiones más violentas para las mujeres. Para el 2016 al
menos 1.831 mujeres perdieron su vida como resultado de la violencia. En otros países como
México, al menos 6 de cada 10 mujeres fueron víctimas de algún tipo de violencia y el 41.3% de
las mujeres sufrió de un episodio de violencia sexual, este estudio revela que 9 mujeres son
asesinadas al día (ONU, 2018).

En el caso de Colombia el ASEP no es un tema ajeno, pues esta conducta es pan de cada
día en las calles y demás espacios que se consideran públicos, en el día se conocen diferentes
casos de violencia de este tipo, sin contar aquellos casos que no llegan a manifestarse por la
víctima (Ospina, 2019). De igual manera la revista el Tiempo (2019) afirma que el 90,1 % de las
mujeres encuestadas de las comunas Manrique, Villa Hermosa, La Candelaria y el corregimiento
de Altavista en la ciudad de Medellín no denuncian el ASEP.

Según la ex Concejal de esta ciudad Daniela Maturana, no hay suficientes herramientas y


rutas de atención claras para denunciar el acoso sexual callejero, del mismo modo menciona que
el ASEP no se considera un delito, sin embargo, se tipifica legalmente como una injuria por vía
de hecho, no es un proceso penal, sino un tema de conciliación entre las partes donde la víctima
tiene que interponer la denuncia enfrentando al victimario (Tiempo, 2019).

Porras (2019) publicó un artículo denominado “El Acoso Callejero a las Mujeres en
Colombia: ¿Más Penas o Más Educación?”, que habla sobre las manifestaciones de este tipo de
violencia y las secuelas que tienen las mujeres cuando son víctimas de la misma, para el año
2008 se presentaba alrededor de 4 denuncias sin embargo la cifra incrementó a 1.656 en el año
2017. En diciembre el periódico el Tiempo, Valencia (2018) publicó un estudio sobre Acoso en
18

Espacios Públicos hacia las mujeres, el cual tuvo como resultado 543 denuncias en la capital del
país donde el transporte público obtuvo 159 denuncias lo que demuestra un alto porcentaje de
ASEP en el sistema de transporte masivo.

En Boyacá son pocos los datos respecto a este tipo de violencia, la Universidad
Pedagógica y Tecnológica de Colombia (UPTC) publicó un artículo de Boyacá (2015) con el
título “¡Ay mamacita! ¡No hay delito! Quiero caminar sin que me jodan” el cual hace referencia
a esta problemática y a cifras en otros países.

Sin embargo existen varios colectivos feministas se unieron en la realización de


campañas a causa de una agresión que sufrió una periodista en el año 2019, que fue víctima de
acorralamiento y persecución por parte de un sujeto, ella acudió a redes sociales con la finalidad
de compartir su historia con otras mujeres además hacer un llamado de conciencia a las
instituciones gubernamentales, de tal manera la Casa de la Mujer UPTC decide convocar a un
plantón para concientizar y prevenir sobre estos episodios de violencia y evitar su impunidad, a
raíz de este hecho se llevaron a cabo talleres de defensa personal (Casa de la Mujer UPTC,
2019).

Esta investigación se realiza desde Trabajo Social y se basa en la teoría feminista que se
trabaja desde esta disciplina, Ramírez (2000) en su artículo Trabajo Social Feminista, menciona
que las relaciones sociales patriarcales afectan de manera negativa a las mujeres, niños, niñas y
hombres en general. En este mismo artículo citan a las autoras Dominelli y Macleod quienes
indican que en el mundo no hay personas superiores e inferiores en términos de poder y
consideran relevante la transformación de las desigualdades sociales que aporten a la equidad de
género. Por ello, lo que busca esta investigación es conocer las experiencias de mujeres respecto
al ASEP, con el fin de reconocer vivencias en torno a este tipo de violencias en nuestros
contextos y cómo esta práctica se naturaliza e invisibiliza en la sociedad.

1.2. Pregunta de investigación

¿Cuáles han sido las experiencias de mujeres en torno al Acoso Sexual en Espacios
Públicos en la ciudad de Tunja 2019-2021?
19

1.3. Justificación

La importancia del tema de ASEP es la invisibilizarían que existe por parte de la


sociedad, que llega a ser normalizada y se presenta de forma constante sin que los victimarios
reciban algún tipo de sanción. El ASEP es una interacción entre desconocidos que se puede
presentar en diferentes ámbitos en los que el acosador se encuentra en un anonimato, lo cual deja
a la mujer en un plano de debilidad, donde podrá describir la situación, pero no denunciar al
acosador teniendo en cuenta que seguramente no lo volverá a ver (Gaytán, 2009, p 234).

Las deficiencias respecto a teorías, artículos, investigaciones y normatividad sobre este


tema, hace que se legitime el abuso y además que exista un desconocimiento de la definición del
ASEP; se observa así la importancia frente a este tema por la magnitud con la que se presenta y
las consecuencias de la falta de investigación de esta problemática, que da continuidad al
desarrollo de procesos de desesperanza aprendida en las mujeres, donde se pueden llegar a
contribuir a un camino de estudios en temas de género para Trabajo Social dentro de FUJDC.

En Colombia se aborda el ASEP principalmente a través de cobertura mediática y en


menor medida, por iniciativas académicas (El Tiempo, 2020; El Espectador, 2018), brindan una
mirada panorámica pero insuficiente a la situación actual de las mujeres en relación con el
ASEP, expone el desinterés de los organismos de control para iniciar procesos de prevención y a
la vez tomar medidas contundentes de atención, teniendo en cuenta que este es un tipo de
violencia con importantes repercusiones negativas para la cotidianidad de la mujer.

En la ciudad de Tunja se iniciaron campañas desde organizaciones feministas con el fin


de exigir condiciones para la plena vivencia de la equidad de género en diversas temáticas, sobre
estos preceptos existen a nivel universitario iniciativas como la de la Casa de la Mujer UPTC,
orientada a la prevención y atención integral en violencias, con una línea de trabajo y
acompañamiento a mujeres víctimas de violencia basada en género. La Fundación Universitaria
Juan de Castellanos (FUJDC) tiene un espacio impulsado por la Facultad de Ciencias Jurídicas y
Políticas Internacionales denominado Taller de Eva, el cual nace con el fin de prevenir las
violencias basadas en género que surgen en el ámbito universitario, este taller es un espacio
creado para dialogar sobre violencias, su objetivo principal es visibilizar, sensibilizar y prevenir
situaciones de violencia no solo con estudiantes de la FUJDC sino también con administrativas,
20

directivas y docentes (Quintero, Rodríguez, Espinosa, Torres, Jiménez, Figueroa, Castellanos,


Daza, Ospina y Saavedra, 2020, p.211).

Por otro lado, en términos de trabajos de grado de la FUJDC se encuentran los estudios
de Montenegro (2011), Moreno y Zapata (2017) relacionados con violencia hacia la mujer en las
relaciones de pareja, sostienen que la violencia de género es un acto violento que se basa en la
fuerza que ocurre en contra de hombres y mujeres, que puede llegar a producir daño físico,
sexual o psicológico, incluidas las amenazas, la coerción o la privatización arbitraria de la
libertad.

Por lo anterior, el componente de innovación de este proyecto se enfoca en el abordaje de


una violencia basada en género que no ha sido contemplada en los trabajos de grado de la
institución, así como en la ausencia de documentación sobre investigaciones relacionadas con
ASEP en el departamento, de la misma manera se considera un proceso novedoso a raíz de la
emergencia sanitaria por COVID-19 que generó el uso de herramientas virtuales para la
aplicación y desarrollo de algunos talleres. En esta oportunidad se tendrá en cuenta el curso vida
(infancia, adolescencia, adultez y vejez) de las participantes de los encuentros, con el fin de
conocer la voz de las mujeres en torno al ASEP.

Por último, desde Trabajo Social se busca dar un aporte al movimiento de la mujer y su
liberación a través de los años, teniendo en cuenta las nuevas formas no reconocidas de violencia
como es el ASEP, resultado de una construcción social dotada de patriarcado, contribuyendo así
a una consolidación de la equidad de género. Según Dominelli y Macleod (1999) Trabajo Social
feminista es una forma de Trabajo Social práctico que tiene la desigualdad de género y la
eliminación de la misma como punto de partida para trabajar con mujeres, al igual que con
individuos, grupos u organizaciones, buscando promover el bienestar de la mujer tal y como lo
definan las propias mujeres.

1.4. Objetivos

1.4.1. Objetivo General

Describir las experiencias de Acoso Sexual en espacios públicos vividas por las mujeres
en la ciudad de Tunja.
21

1.4.2. Objetivos Específicos

● Identificar vivencias frente a los tipos de acoso sexual en espacios públicos y los lugares donde
se presenta por medio de las experiencias de las mujeres vinculadas al estudio
● Conocer la visión de las mujeres frente a las causas y efectos que trae el acoso sexual en
espacios públicos en su cotidianidad
● Indagar sobre las situaciones de acoso sexual en espacios públicos de acuerdo con las etapas
del curso vital de las mujeres.
● Conocer las estrategias empleadas por las mujeres participantes para protegerse frente al acoso
sexual en espacios públicos.

CAPÍTULO II
MARCOS DE REFERENCIA
2.1. Marco Teórico

2.1.1. Perspectivas desde el feminismo frente al Acoso Sexual en Espacios Públicos

El feminismo como corriente de pensamiento teórico que da fundamento a las


movilizaciones políticas, sociales y como aportante para cambios de paradigma, analiza las
causas de las inequidades estructurales que se basan en la concepción de género en diversos
escenarios de la vida privada y pública de hombres y mujeres, en esta investigación se muestran
diversos aportes teóricos del feminismo sobre un cuestionamiento: ¿por qué se ha naturalizado el
acoso como una práctica patriarcal?

Según Varela (2019), Olympe de Gouges fue la representante más notoria de la Primera
Ola del Feminismo, puesto que escribió la Declaración de los Derechos de la Mujer y de la
Ciudadana en el año de 1791, a pesar que en Francia luchaban por la igualdad y los derechos,
dejaron de lado a las mujeres. Los derechos políticos, sociales, económicos y libertades eran para
los hombres, debido a esto Olympe decide escribir la Declaración de los Derechos de la Mujer y
de la Ciudadana, que contiene 16 artículos sobre la libertad de la mujer y su igualdad al hombre,
los derechos de la mujer y el hombre donde ninguno de los dos podía ejercer autoridad sobre el
otro, que todos los ciudadanos y ciudadanas fueran juzgadas de igual manera ante la Ley, la
libertad de pensamientos, opiniones y una equitativa participación en el poder entre hombres y
mujeres (puestos, empleos, cargos y honores).
22

Así mismo Simone de Beauvoir a través de su libro El Segundo Sexo, recoge diversos
elementos que hoy en día continúan en discusión y se perciben como la base de la lucha
feminista, Simone con una inteligencia excepcional o como su padre la denominaba “inteligencia
propia de hombres” le permitió cuestionar según Varela (2019) que la sociedad crea a la mujer
en función de las necesidades de los hombres, para ese momento Simone no buscaba
revolucionar el pensamiento de las mujeres pero la respuesta de algunas de ellas frente a su
creación le permitió identificarse con el movimiento. En este escrito se expresa la teoría de cómo
se considera que el hombre es el centro de todo, posterior el feminismo nombra este elemento
como androcentrismo: el varón como medida de las cosas, es decir, la mujer como respuesta de
las necesidades de los hombres y vista por la sociedad como lo que se espera sea una mujer,
como conclusión de esta discusión surge una frase célebre de esta autora no se nace mujer, se
llega a serlo, en la cual explica que existe en la sociedad ciertos elementos para ser una mujer
ideal.

Frente a toda la asonada que se produjo alrededor del mundo y el impacto que tuvo no
solo en Paris sino en otros lugares como Estados Unidos en cuanto a su libro, permitió
fundamentar nuevamente la esencia del feminismo en el que para este momento se habían
desarticulado por los alcances que se obtuvieron producto del sufragismo, como el derecho al
voto y poder acceder a estudios superiores, se menciona entonces que Simone de Beauvoir
reaviva el sentimiento de lucha en las mujeres y da paso a la continuación de la tercera ola
feminista.

Otras de las mujeres que aportó al feminismo fue Gerda Lerner quien a lo largo de su
trayectoria de vida y sus enseñanzas consideró la historia de las mujeres como ejercicio de
investigación, así mismo Lerner (1990) manifestó la historia de las mujeres es indispensable y
básica para lograr la emancipación de la mujer, considera que estos elementos permiten observar
cómo el mundo se constituye según el sentido que dan los hombres y así mismo es liderado por
ellos, para esto, ella busca a través de uno de sus escritos dar respuesta al ¿por qué existe el
patriarcado? bajo esta premisa concluye que existe una subordinación hacia las mujeres por el
tema reproductivo, se considera una función principal de ellas y cuestiona de forma agresiva a
quienes no lo desean ser, así mismo alude de representaciones que se dan en un determinado
espacio de crianza:
23

A causa de la forma en que su individualidad se define por oposición a la de su


madre que les educa, los chicos se preparan para su participación en la esfera pública. Las
chicas, identificadas con la madre y conservando siempre su estrecha relación primaria
con ella, a pesar de que transfieran sus intereses amorosos a los hombres, se preparan
para una mayor participación en la esfera de las relaciones (Lerner,1990, p.29).

Igualmente Segato (2003) menciona en su ensayo Las estructuras elementales de la


violencia: contrato y status en la etiología de la violencia, cómo un fenómeno social, en este caso
el ASEP puede llegar a percibirse y asimilarse como parte de la normalidad, o lo que es peor,
como un fenómeno normativo, es decir, que participa activamente en la construcción de las
reglas culturales que crean y recrean esa normalidad, Segato menciona las nuevas formas de
violencia donde no se supone una estructura de relaciones y en las que no se puede proceder de
otra manera que no sea por medio de denuncias públicas, porque la única evidencia con la que se
cuenta son las noticias y testimonios de mujeres sobre una crueldad intangible que se presenta en
diferentes barrios, ciudades y países y exclama atención.

Por otro lado, Marcela Lagarde (1996) en su fragmento literal Genero y feminismo:
Desarrollo Humano y Democracia indica que en la cotidianidad los seres humanos se rigen por
normas y el desempeño de cada uno depende de su comportamiento, personalidad y del manejo
de esas normas, Lagarde afirma que es indiscutible para cualquier persona el significado de ser
hombres o mujeres y está implícito que los seres humanos conozcan sus relaciones
interpersonales y los deberes y prohibiciones que tiene cada género, sin dudar y ser leal al orden,
asumirlo, crearlo y defenderlo, el ASEP es una conducta normativa establecida por el género
masculino para ejercer poder hacia el género femenino con la finalidad de generar subordinación.

Lagarde (1996) indica que el cuerpo a lo largo de la historia ha recibido un significado


sexual y se define como referencia normativa dando paso a la construcción de masculinidad y
feminidad, lo anterior permanece de forma inconsciente en del desarrollo social de las personas y
contribuye a apropiar comportamientos inmersos en la sociedad como en este caso el ASEP. El
propósito feminista es “revolucionar el orden de poderes entre los géneros y con ello la vida
cotidiana, las relaciones, los roles y los estatutos de mujeres y hombres” (Lagarde, 1996, p.6) con
la finalidad de cambiar la sociedad, las normas, las creencias y al Estado, sin embargo, lo
24

anterior puede ocasionar malestar a las personas y a las instituciones más conservadoras y
rígidas, más asimiladas y consensuadas por el orden patriarcal.

Finalmente, Varela (2019) expresa como a lo largo de la historia la sexualidad de las


mujeres ha sido arrebatada por los varones, el sistema patriarcal hace creer a los hombres que
tienen derecho sobre el cuerpo de la mujer, por ejemplo, desde las exigencias religiosas y
morales, códigos de conducta, donde prima el honor así sea por medio de la violencia. La autora
afirma, la sexualidad masculina está íntimamente relacionada con el poder masculino, es el
control de la sexualidad femenina por todos los medios: físicos, psicológicos, legales, sociales,
religiosos, culturales y verbales (p.344).

En los años sesenta las feministas radicales iniciaron un proceso de apropiación del
cuerpo femenino a través de varias manifestaciones y consignas buscando combatir un punto en
común “mi cuerpo es mío y tengo derecho a mandar sobre él “cabe recordar que las mujeres han
peleado por lo más básico y lo más íntimo, a pesar que en algunos países reconozcan la igualdad
legal de las mujeres hace falta trabajar en dos derechos la violencia sexual y los procesos
reproductivos, los cuales deben ser decididos y controlados únicamente por las mujeres. Hoy en
día el sistema patriarcal sigue violando los derechos de las mujeres, pero ahora estas prácticas se
conocen como nueva misoginia, donde los fenómenos no son desconocidos y se presentan en el
diario vivir

2.2. Marco Conceptual

Para el desarrollo de la investigación se tomaron diferentes conceptos asociados al objeto


de estudio, hay que empezar por entender ¿qué es el sistema patriarcal? teniendo en cuenta su
abordaje en el marco teórico merece una explicación más precisa, y así posteriormente pasar a
entender la violencia basada en género (VBG) como una de las manifestaciones más agresivas
del patriarcado, y que dentro de estas VBG en los escenarios de la vida pública está el ASEP. Por
otro lado, en este marco se contemplan aspectos relacionados con el curso de vida, como parte
del OE3 y se relaciona con los riesgos de vulneración para las personas en función del ciclo vital.

2.2.1. Sistema patriarcal

Facio y Fries (2005) coinciden con las anteriores autoras en que las ideologías
patriarcales no sólo construyen diferencias entre hombres y mujeres, si no que las construyen
25

de manera que la inferioridad de las mujeres se entiende como biológicamente inherente o


natural. Así mismo Vacca y Coppolecchia (2012) mencionan que el patriarcado se ha
promovido entre la esfera pública, que se reserva a los hombres para el ejercicio de poder, la
esfera privada es reservada a las mujeres en su rol de esposas y madres.
Lo anterior lo reafirma Soto (2014) al mencionar que los espacios públicos no son
neutrales y se desarrollan diferentes procesos sociales y de comportamientos humanos, la
autora menciona que, aunque se determinen los espacios públicos como masculinos no
necesariamente se condiciona la vida de las mujeres, sin embargo, hay una serie de valores
simbólicos asociados que influyen de forma directa e indirecta en el diario vivir de las
mujeres. Finalmente se concluye con la visión del hombre sobre los espacios públicos como
norma, de acuerdo a ellos se determinan los comportamientos espaciales sin tener en cuenta
la diversidad de actores y las funciones desempeñadas, lo anterior construye a barreras
materiales y simbólicas que terminan afectando la vida de las mujeres y definen una
estructura espacial de oportunidades y riesgos que repercuten en la ciudad en su conjunto.

2.2.2. Violencias Basadas en Género

La autora Rico (1996) menciona que esta violencia refleja la asimetría existente en las
relaciones de poder entre varones y mujeres, perpetuando la subordinación y desvalorización de
lo femenino frente a lo masculino, esta se caracteriza por responder al patriarcado como sistema
simbólico que determina un conjunto de prácticas cotidianas concretas, que niegan los derechos
de las mujeres y reproducen el desequilibrio y la inequidad existentes entre los sexos, bajo estos
dos conceptos es todo acto que genera desigualdad para las mujeres proveniente de los hombres
y que suscite además un impedimento del goce de su libertad e integridad.

En rasgos más generales la IV Conferencia de Naciones Unidas sobre las mujeres,


realizada en Pekín (1995) concluye la violencia contra la mujer impide el logro de los objetivos
de igualdad, desarrollo y paz. La violencia contra la mujer viola y menoscaba o impide su
disfrute de los derechos humanos y las libertades fundamentales (p.51).

2.2.3. Acoso Sexual en Espacios Públicos

El acoso sexual en Espacios Públicos afecta de manera directa a mujeres, niñas, niños y
personas con diversidad sexual. En India, Nigeria, China y Francia existen legislaciones que
26

sancionan el hostigamiento en lugares públicos, las mismas que no alcanzan su eliminación


(Gaytán, 2007). Este tipo de violencia afecta la vida de las mujeres y genera consecuencias
psicológicas las cuales se representan en su forma de vestir, horarios y lugares por donde
transitan. El ASEP tiene características como: la brevedad de su duración, los victimarios
desconocidos, así como la forma oculta en la que se presenta, disfrazándose de halagos, lo hacen
aparentemente intangible (Gaytán, 2007).

El espacio público se piensa como un lugar de acceso para todos, donde se espera no
existan restricciones explícitas de acceso para nadie (Zúñiga, 2014) viéndose a la mujer como un
objeto, el cual si se encuentra en un espacio históricamente masculino le hace parte de este
espacio, lo que brinda a los diferentes victimarios un derecho de pertenencia y poder que se
utiliza para marginar su persona. Las desigualdades entre hombres y mujeres son una
construcción fundadora del orden social, la violencia contra ellas en esos lugares va a traducir
cabalmente estas relaciones desiguales de poder entre los sexos.

2.2.3.1. Tipos de acoso sexual en espacios públicos.

Según el Observatorio contra el acoso en Chile (2014) el ASEP se representa con miradas
lascivas, silbidos, piropos agresivos, acercamientos intimidantes, agarrones o tocamientos en
partes como vagina, pene, glúteos y pechos, también se puede presentar frotamientos, presión o
roce de genitales contra el cuerpo, persecución a pie o en medio de transporte público y
exhibicionismo o masturbación. La Ley de protección Integral contra la violencia (2010) de
Argentina, nombra al ASEP físico como el tipo de violencia que se emplea contra el cuerpo de la
mujer produciendo dolor, daño o con la finalidad de producirlo y cualquier otra forma de
maltrato. El ASEP sexual es cualquier acción que implique la vulneración en todas sus formas
sobre el derecho de la mujer a decidir voluntariamente sobre su vida sexual, finalmente la Ley
para Prevenir y Sancionar el Acoso Sexual en Espacios Públicos (2015) de Perú describe el
ASEP verbal como actos de naturaleza sexual verbal o gestual, comentarios e insinuaciones
sexuales, también se encuentra el ASEP no verbal como gestos de connotación sexual, silbidos o
sonidos sexuales, fotografías, grabaciones no consentidas y exhibicionismo.
27

2.2.4. Curso de vida

Según el Ministerio de Salud y Protección Social de Colombia (2015) el curso de vida


aborda los momentos del continuo desarrollo de la vida que dependen de la interacción de
diferentes factores a lo largo de la vida, influenciados por diferentes contextos como el familiar,
social, económico, ambiental y cultural. Para Mansilla (2000) menciona que las etapas del
desarrollo humano se comprenden en las siguientes: la primera infancia de 0 a 5 años y la
segunda infancia de 6 a 11 años, la segunda etapa son los adolescentes en la cual se encuentran
los adolescentes primarios de 12 a 14 años y los adolescentes tardíos de 15 a 17 años, la
siguiente etapa son los mayores de edad, la cuarta etapa los jóvenes que se encuentran entre los
18 y 24 años, la quinta etapa son los adultos la cual se divide en tres grupos: adultos jóvenes o
primarios que van de los 25 a 39 años, los adultos intermedios de 40 a 49 años y los adultos
tardíos de 50 a 64 años, seguido a estos se encuentran los senectos que van de los 65 a 74 años y
finalmente los gerontes que son de 75 en adelante. Por otra parte, Riegel (1973) la historia de la
psicología del desarrollo hace parte de la historia de la psicología del envejecimiento y de la
vejez, en la medida en que muchos estudios longitudinales relacionados con el envejecimiento
dan luces sobre la totalidad de la vida.

La figura 1 muestra las etapas del curso de vida en las mujeres acorde con los consensos
académicos e institucionales en referencia con el inicio y culminación de dichas etapas:

Figura 1. Etapas del curso de vida en la mujer según el Ministerio de Salud y protección Social

Infancia Adolescencia Juventud Adultez 27 a


Vejez 60 +
6 a 11 años 12 a 18 años 19 a 26 años 59 años

Fuente: Elaboración propia


28

Según Blanco (2011) el curso de vida reúne los diferentes factores del contexto en el que
se desarrolla la persona y alimenta al ser humano de las experiencias que ha vivido, la Facultad
Latinoamericana de Ciencias Sociales de Argentina FLACSO (2016) menciona que el curso de
vida brinda una mirada longitudinal sobre la vida y sus etapas, lo que vincula una etapa con la
otra y define factores protectores y de riesgo en el acontecer futuro. El curso de vida brinda
herramientas al ser humano para comprender de forma integral como desenvolverse en los
diferentes contextos, con base en su edad, cultura, vivencias, experiencias y un sin número de
fuentes de las cuales el ser humano se basa para reconocer el actuar propio y el de los demás.

2.2.4.1. Infancia y sus factores de riesgo entorno a la violencia

Según el Fondo de Naciones para la Infancia (UNICEF, 2005), la infancia es la época en


la que los niños y niñas tienen que estar en la escuela y en los lugares de recreo, crecer fuertes y
seguros de sí mismos y recibir el amor y el estímulo de sus familias, seguros de los malos tratos
y la explotación. Para Noguera y Marín (2007) el concepto “infancia” se construye gradualmente
a lo largo de la historia, es decir, desde las primeras tribus organizadas en las que los niños y
niñas son una bendición además de ser un miembro al que se debe proteger a cualquier costo.

Paolini, Oirberman y Mansilla (2017) menciona que la infancia es una de las primeras
etapas del ciclo vital humano donde se habla de una experimentación, un abrebocas de lo que
poco a poco se construye en un adulto, también se ve como un punto base, los niños deben ser
fuertes para cimentar los diferentes acontecimientos que se presentan a lo largo del desarrollo de
la persona.

Para hablar de factores de riesgo en relación a las violencias presentes en esta etapa se
menciona, según UNICEF (2017) que los niños pequeños son especialmente vulnerables, como
consecuencia de su dependencia y limitación en interacciones sociales fuera del hogar, a su vez
que las iniciativas y estrategias que buscan impulsar desde los diferentes países de América
Latina frente a la protección de niños y niñas no abastecen los riesgos que ellos y sus familias se
pueden llegar a enfrentar. Dentro de los factores de riesgo inmersos en esta etapa se encuentran
malos tratos, trato negligente, violencia sexual, violencia psicológica o ser testigos de violencia,
disciplina violenta y violencia doméstica, bajo estos elementos el desarrollo integral de los niños
y niñas desfavorablemente se afecta.
29

Para UNICEF (2020) la eliminación de la violencia en esta etapa de la vida requiere un


compromiso de varios sectores como son el trabajo continuo por cada uno de los países en leyes
y políticas, la separación de pensamientos erróneos o creencias en relación a la crianza de los
niños y niñas, aunque esto último conlleva a transformar costumbres y creencias propias de
culturas en las cuales se naturalizan los matrimonios y compromisos entre menores de edad y
adultos, así mismo es deber de todas las personas que se encuentran presentes en el día a día de
los niños y niñas proteger sus entornos para crecer de forma segura.

2.2.4.2. Adolescencia y sus factores de riesgo en torno a la violencia.

De acuerdo con Lozano (2004) la adolescencia es un tema actual y recurrente en nuestras


sociedades que sigue provocando un intenso intercambio de opiniones entre científicos sociales,
educadores, padres de familia e instituciones ciudadanas y políticas. La OMS (2021) define la
adolescencia como el periodo de crecimiento y desarrollo humano que se produce después de la
niñez y antes de la edad adulta entre los 10 y los 19 años, lo que marca el final de la infancia y el
inicio de la etapa adulta donde la persona adquiere obligaciones, derechos legales y también un
pleno desarrollo del organismo. Algunos psicólogos consideran que la adolescencia abarca hasta
los 21 años de edad e incluso algunos autores han extendido en estudios recientes la adolescencia
hasta los 25 años, se define como un proceso relativo donde no se puede especificar en qué edad
inicia y en qué edad culmina.

Páramo y Arroyo (2011), mencionan que los adolescentes crean una particular “cultura
del riesgo” tanto en hombres como en mujeres se podría decir que existen múltiples factores que
disparan conductas de riesgo que afectan aspectos personales, familiares y sociales. Con base en
los factores de riesgo a nivel de la sexualidad Martínez y Hernández citados por Páramo y
Arroyo consideran que los adolescentes son un grupo de alto riesgo debido a el desconocimiento
sobre temas de sexualidad, anticonceptivos y medidas preventivas, con agravantes como la falta
de comunicación entre padres e hijos.

Con base a lo anterior Faur (2013) menciona que el cuerpo femenino recibe una
cosificación debido a la construcción cultural por parte de una sociedad patriarcal a través de los
medios de comunicación y publicidad, donde se asocia su cuerpo a dos características: debilidad
y disponibilidad en función de lo masculino.
30

2.2.4.3. La adultez y sus factores de riesgo en torno a la violencia

Alpízar (2005) define la adultez como la existencia de un ser humano quien desde un
punto de vista biológico se encuentra orgánicamente desarrollado, desde un enfoque económico,
goza de independencia de sus padres y solvencia económica con una perspectiva psicológica
capaz de responsabilizarse por sus actos y de producir o realizar un aporte al medio social en el
que se desenvuelve. La adultez se define en una persona que alcanza un nivel pleno con máximo
progreso de capacidades físicas u orgánicas de una persona, así, en términos concretos la adultez
implica la superación de las etapas de la infancia, la adolescencia y la plena juventud (Muñoz,
Gimeno & Macarro, s.f).

En cuanto a los factores de riesgo en la adultez según el Ministerio de Salud y Protección


Social (2018) la violencia de género en la adultez va disminuyendo pero eso no quiere decir que
no se presenten casos de violencia y los casos que se presentan en su mayoría son de violencia
intrafamiliar y sexual, para el año 2017 el 77% de los casos se reportó en mujeres y el 23% en
hombres, respecto al tema Radio Nacional de Colombia (2020) en el mes de agosto en el periodo
de confinamiento se reportaron 68 feminicidios y 36 mujeres en riesgo de perder la vida.

2.2.4.4. La vejez y sus factores de riesgo en torno a la violencia

Pérez, Martínez y Alba (2013) refieren a Orosa Frais quien menciona que la tercera edad
a través de la historia ha sido poco estudiada en la literatura, dicha etapa se ubica cerca a los 60
años la cual se entiende como el evento de la jubilación laboral, esta etapa de vida es muy
influenciada por la opinión social y cultural del entorno donde se ubique el anciano, en varias
culturas la vejez la entienden como un momento de soledad, segregación, límites en la vida
sexual y de poca funcionalidad, para algunos autores la vejez no termina en la tercera edad, hoy
en día se habla de la cuarta edad para definir a las personas mayores de 80 años, el autor Pardo
(2003) concuerda con la cultura del anterior autor, este entiende que esta etapa del cursos de vida
es un proceso irreversible que sucede con el paso del tiempo y gradualmente causa una pérdida
bioenergética y también debilita el rendimiento funcional de supervivencia de cada ser humano
debido a que depende de otras personas.

Tabueña (2006) habla acerca de la etapa de la vejez y sus factores de riesgo, donde se
genera maltrato y violencia en ámbitos comunitarios, institucionales y familiares, afectando
31

generalmente a los ancianos además de ser víctimas de abuso físico, psicológico, sexual,
económico, negligencia, auto negligencia, abandono y vulneración de sus derechos por parte de
los cuidadores o profesionales a cargo.

Algunas mujeres cuando llegan a la etapa de la tercera edad tienden a sufrir el síndrome
de la abuela esclava (SAE) donde la escuela de salud pública de Harvad en su estudio más
reciente con 54,412 mujeres entre 46 a 71 años comprobó que el cuidado de los nietos
incrementa el riesgo de infarto y otros eventos coronarios en un 55% debido alto nivel de estrés
que pueden vivir las mujeres al desarrollar un rolde cuidadoras.

Este síndrome afecta a las ancianas con responsabilidades directas de ama de casa,
voluntariamente asumidas durante años, donde ellas sufren un agotamiento excesivo físico y
mental debido a las obligaciones y responsabilidades para cumplir con las tareas y no perder
credibilidad con su familia, la autora concluye la dificultad para detectar casos de violencia
debido a que en su mayoría ocurren de puertas adentro, donde los adultos mayores tienden a
normalizar dichos tratos por temor a ser abandonados.

Finalmente, los conceptos abordados aportaron a la investigación elementos para


comprender la violencia basada de género, donde se evidencia que el ASEP es una violencia
sexual que se ha normalizado e invisibilizado a través del tiempo por un sistema patriarcal que
perpetúa las relaciones de poder y subordinación de los hombres hacia las mujeres, además es
una violencia sexual que se presenta continuamente en las etapas del curso de vida de infancia y
adolescencia.

2.2.5. Sororidad

El objetivo de la sororidad es acabar con la misoginia de la sociedad, ya sea en lugares


donde se expresa o en relaciones y en el trato entre mujeres, además de ver la realidad de la
sociedad desde un punto femenino con el fin de acabar con el sistema patriarcal que afecta la
vida de todos, como lo menciona Lagarde (2013):

"La sororidad es una dimensión ética, política y práctica del feminismo


contemporáneo. Es una experiencia de las mujeres que conduce a la búsqueda de
relaciones positivas y a la alianza existencial y política, cuerpo a cuerpo, subjetividad a
subjetividad con otras mujeres, para contribuir con acciones específicas a la eliminación
32

social de todas las formas de opresión y al apoyo mutuo para lograr el poderío genérico
de todas y al empoderamiento vital de cada mujer". (p.126)
Según Riba (2016) la sororidad es un camino acompañado de empoderamiento para las
mujeres con la finalidad de crear estrategias para resistir la violencia patriarcal, la sororidad
también es entendida como la hermandad entre mujeres que vincula, mueve y sostiene procesos
de cambio. La sororidad hace parte del movimiento feminista, donde las mujeres buscan
relaciones positivas y alianzas políticas con otras mujeres que buscan combatir las inequidades
de género y formas de opresión, así como los discursos del patriarcado con el fin de generar
cambios y orientar acciones feministas en los ámbitos sociales.

2.2.6. Ciudad y género

Naredo (2010) menciona que una de las características que diferencian la socialización de
las mujeres de la de los hombres respecto al uso del espacio público y a las relaciones personales,
es el aprendizaje de estrategias de autoprotección por parte de las mujeres, estas experiencias
pueden incidir en una menor exposición al riesgo y las estrategias de autoprotección que generan
sentimientos de alerta, de miedo, y limitan el uso de los espacios públicos; Camargo (2015) hace
énfasis en uno de sus artículos al derecho de los habitantes a construir, diseñar y crear la ciudad,
además de hacer de esta un espacio privilegiado de lucha anticapitalista incluyendo dimensiones
espaciales que escapan al análisis de clase, como el género, la etnicidad, o la cultura, evidencian
la diversidad de formas de experimentar la ciudad y de buscar justicia espacial, para ejercer sus
derechos sobre los espacios públicos

2.3. Marco legal

2.3.1. Internacional

A nivel internacional, la Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948) en su


Artículo 1, menciona que todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos
y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los
otros” (p, 2), del mismo modo, en su Artículo 3 establece que todo individuo tiene derecho a la
vida, a la libertad y a la seguridad de su persona (p, 3), por otra parte en el Artículo 7 determina
que todos son iguales ante la ley y tienen, sin distinción, derecho a igual protección de la ley.
33

Todos tienen derecho a igual protección contra toda discriminación que infrinja esta
Declaración y contra toda provocación a tal discriminación (p, 3), finalmente el Artículo 13
especifica en el punto 1 que toda persona tiene derecho a circular libremente y a elegir su
residencia en el territorio de un Estado (p, 4). Esta normativa indica que cada nación debe
proteger a toda su población, entre ellas niñas, niños, mujeres y población diversa se encuentran
en condiciones riesgo debido a la vulnerabilidad de sus derechos.

Convención de la CEDAW sobre la eliminación de todas las formas de


discriminación contra la mujer: Menciona que la discriminación contra la mujer viola los
principios de la igualdad de derechos y del respeto de la dignidad humana, que dificulta la
participación de la mujer, en las mismas condiciones que el hombre, en la vida política, social,
económica y cultural de su país (Convención sobre la eliminación de todas las formas de
discriminación contra la mujer, 1979).

Convención de Belém do Pará: se realizó con el propósito de promover el derecho de


las mujeres a vivir una vida libre de violencias, este tratado interamericano de derechos humanos
ha dado pauta para la adopción de leyes y políticas sobre prevención, erradicación y sanción de
la violencia contra las mujeres en los Estados Parte de la Convención (p, 3). Esta convención
contiene elementos como: la definición de la violencia, los derechos que protege y reconoce y los
mecanismos interamericanos de protección (Convención Interamericana para prevenir y
sancionar y erradicar la violencia contra la mujer (Belém do Pára, 1994).

Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer: Se llevó a cabo en Beijing en 1995 y fue
un punto importante para la agenda mundial de igualdad de género. Es un programa que
empodera a la mujer y del cual participaron 189 países, esta conferencia cuenta con 12 temáticas
de la política mundial sobre la igualdad de género: la mujer y la pobreza, educación y
capacitación de la mujer, la mujer y la salud, la violencia contra la mujer, la mujer y los
conflictos armados, la mujer y la economía, la mujer en el ejercicio del poder y la adopción de
decisiones, mecanismos institucionales para el adelanto de la mujer, los derechos humanos de la
mujer, la mujer y los medios de difusión, la mujer y el medio ambiente y finalmente la niña
(Organización de las Naciones Unidas, s,f).

Objetivo 5 de desarrollo sostenible: Lograr la igualdad de género y empoderar a


todas las mujeres y niñas (2015) Este objetivo habla acerca la igualdad de género no sólo como
34

derecho fundamental sino como un derecho esencial y fundamental para lograr construir un
mundo pacifico, próspero y sostenible, teniendo logros como más niñas escolarizadas, mujeres
en cargos parlamentarios y de liderazgo pero a pesar de estos logros existen dificultades respecto
a la normatividad y la violencia que viven las mujeres.

2.3.2. Nacional

A nivel nacional, la Constitución Política de Colombia (1991) en su Artículo 13


menciona que todas las personas son libres e iguales ante la ley y por ende tienen derecho a
recibir el mismo trato de las autoridades sin ninguna discriminación por razones de sexo, raza,
origen nacional o familiar, lengua, religión, opinión política o filosófica (p, 16), del mismo en el
Artículo 43 establece que:

La mujer y el hombre tienen iguales derechos y oportunidades, la mujer no


podrá ser sometida a ninguna clase de discriminación, durante el embarazo y
después del parto gozará de especial asistencia y protección del Estado, y recibirá
de este subsidio alimentario si entonces estuviere desempleada o desamparada (p.
21).
Ley 823 de 2003 la presente ley tiene por objeto establecer el marco institucional y
orientar las políticas y acciones por parte del Gobierno para garantizar la equidad y la igualdad
de oportunidades de las mujeres, en los ámbitos público y privado (p, 1).

Ley 1257 del 2008 en esta ley se dictan normas de sensibilización, prevención y sanción
de formas de violencia y discriminación contra las mujeres, se reforman los Códigos Penal, de
Procedimiento Penal, la ley 294 de 1996 y se dictan otras disposiciones. Garantiza a todas las
mujeres una vida libre de violencia, en el ámbito público y privado, se basa en los derechos
reconocidos jurídicamente en Colombia y también en los internacionales. La ley 1257 del 2008
define la violencia, impone sanciones para los agresores, genera pautas de atención de las
violencias y obligaciones del Estado y de la sociedad donde la mujer debe ser el sujeto total de
protección.

CONPES 161 de 2013 es el resultado de estrategias nacionales en articulación con redes


y organizaciones de mujeres que buscan consolidar una vida libre de violencias, este documento
“establece una serie de acciones estratégicas, sectoriales y articuladas que, al ser ejecutadas,
35

permiten avanzar en la superación de la discriminación y en el goce efectivo de los derechos de


las mujeres” (p, 4). Esta política pública busca trabajar en la mitigación y no discriminación
hacia las mujeres, además de disponer de una serie de políticas públicas que se enfocan en
necesidades específicas de grupos poblacionales de mujeres y como a partir de solventar estas
inequidades se puede dialogar de un camino hacia el desarrollo.

Decreto 4796 de 2011 este reglamenta de una manera parcial los artículos 8, 9, 13 y 19
de la Ley 1257 de 2008. Este define acciones para detectar, prevenir y atender integralmente por
medio de servicios del Sistema General de Seguridad Social en Salud a las mujeres víctimas de
violencia, donde debe ser efectivo el derecho a la salud, además señala medidas para otorgar
servicios de habitación, alimentación y transporte contenidas en el Artículo 19 de la Ley 1257
del 2008 ya sea por afectación en la salud física y mental de la víctima, si la víctima se encuentra
en especial riesgo (Alcaldía de Bogotá, s,f).

Decreto 4798 de 2011 Reglamenta la Ley 1257 del 2008 el decreto dicta normas de
sensibilización, prevención y sanción de las formas de violencia y discriminación contra las
mujeres, además reforma el código penal, de Procedimiento Penal, la Ley 294 de 1996 y dicta
otras disposiciones (p, 21).

Decreto 1930 del 2013 este decreto adopta la Política Pública Nacional de Equidad de
género y crea una comisión intersectorial para la implementación, esta Política Pública abarca
lineamientos, procesos, planes indicativos, instituciones, instancias y el Plan Integral el cual
garantiza una vida libre de violencias, esta Política Pública Nacional de Género debe cumplirse a
conformidad del artículo 177 de la Ley 1450 de 2011 con otras normas de importancia
diferencial desde una perspectiva de género (Ministerio de Educación, 2013).

Decreto 4798 del 2011 Tiene como fin reglamentar parcialmente la Ley 1257 de 2008,
“por la cual se dictan normas de sensibilización, prevención y sanción de formas de violencia y
discriminación contra las mujeres, se reforman los Códigos Penales, de Procedimiento Penal, la
Ley 294 de 1996 y se dictan otras disposiciones. Este decreto busca vincular la comunidad
educativa en la promoción y cumplimiento de los derechos humanos de las mujeres para vivir
una vida libre de violencias (Congreso de Colombia, 2019).
36

2.3.3. Departamental

POLÍTICA PÚBLICA DE MUJER Y GÉNERO PARA EL DEPARTAMENTO DE


BOYACÁ, 2015 – 2025 por medio de la cual se adopta la política pública de mujer y género del
Departamento de Boyacá, 2015-2025” de tal manera busca fortalecer las actividades realizadas
sobre prevención de violencia contra la mujer y a su vez planificar acciones en favor de las
mujeres del Departamento de Boyacá para garantizar sus derechos y avanzar en la superación de
la discriminación, las inequidades de género y los múltiples tipos de violencia que afectan la
diversidad de mujeres en el territorio (Asamblea de Boyacá, 2015).

Pacto Social por Boyacá: Avanzamos por la Equidad y la Igualdad de las Mujeres
Boyacenses Según lo planteado dentro del Plan de Desarrollo Departamental, se garantiza a las
mujeres espacios de formación, interlocución y coordinación entre los actores institucionales
académicos y de la sociedad civil con la finalidad de cumplir con la política pública de mujer y
género del departamento y así fortalecer las capacidades de las mujeres boyacenses (Plan de
desarrollo de Boyacá, 2020).

2.4. Antecedentes

2.4.1. Internacional

El artículo denominado The influence of street network configuration on sexual


harassment pattern in Cairo de la ciudad de Cairo, Egipto de Saquir (2019) esta investigación
examinó la relación entre el acoso sexual y la construcción de la red de calles. La metodología de
este estudio es de revisión documental por medio de datos de fuentes colaborativas y análisis de
sintaxis espacial para indagar frente a la relación de frecuencia del acoso sexual y los incidentes
de este tipo de violencia en los distritos principales de Cairo, Egipto. Como resultados se observa
que el acoso sexual tiene una alta incidencia en las calles, donde este espacio no es seguro para
las mujeres además refleja que hacen falta políticas de planificación y diseño urbano para
prevenir este tipo de violencia.

En el artículo Why Sexual Harassment Complaints Fall on Deaf Ears de la ciudad de


Nueva York, Estados Unidos de Peirce, Smolinski y Remosen (1998) investiga algunos factores
y dinámicas de las organizaciones que atienden casos de violencia de género debido a que
prorrogan la respuesta a las denuncias de acoso sexual. La metodología aplicada es de carácter
37

cualitativo a través de entrevistas con abogados de EEOC que se especializan en litigios por
acoso sexual, además hacen una revisión de literatura sobre este tema. Los resultados
evidenciaron que las organizaciones tienen el síndrome del oído sordo el cual se refiere a
procedimientos inadecuados, racionalizaciones gerenciales y tendencias inerciales a la hora de
brindar atención a estos casos.

El artículo Unsafe and Harassed in Public Spaces: A NATIONAL STREET


HARASSMENT REPORT de la ciudad de Reston, Virginia, Estados Unidos de Holly Kearl
(2014) busca documentar el acoso callejero, además de contemplar alternativas para ponerle fin a
este a través de la educación y la movilización comunitaria, en cuanto al estudio se da a través de
una muestra representativa en el cual se logra reunir 2.000 personas con las características de ser
mujeres y hombres mayores de 18 años que dieran respuesta a una encuesta por medio de
internet entre febrero y marzo de 2014. Como resultados se observa que el acoso callejero no
solo sucede en las calles sino también en otros espacios públicos como son tiendas, restaurantes,
cines y centros comerciales, el acoso puede iniciar desde una edad temprana y dejar afectaciones
en las personas que lo viven.

2.4.2. Nacional

De esta forma, Toro y Ochoa (2011) en su artículo Violencia de género y ciudad:


cartografías feministas del temor y el miedo de la ciudad de Medellín en Colombia, recoge
información sobre las violencias de género que se presentan en espacios públicos, las
consecuencias del ASEP y como se configuran los roles de género en la apropiación de los
espacios públicos de la ciudad. La investigación se realizó por medio de revisión documental,
grupos focales, historias de vida y cartografía social. El resultado de la investigación es un
retrato que muestra los lugares temidos, los lugares prohibidos y las vivencias de las mujeres
además sus miedos, expectativas y frustraciones sobre su apropiación en los espacios públicos.

El artículo Ciudades seguras y espacios públicos seguros para mujeres y niñas en


Colombia de ONU Mujeres (2017) afirma que las ciudades que se encuentran inmersas en este
estudio (Medellín, Bogotá, Cali, Villavicencio y Popayán) alcanzaran una transformación en
cómo perciben la violencia hacia las mujeres y niñas en los espacios públicos además de las
consecuencias que puede traer. Se desarrolla el estudio exploratorio que da paso a observar los
tipos de acoso sexual que más se presentan, los lugares, los efectos que trae consigo dicha
38

situación a la vida de las mujeres, niñas y el pensamiento de ellas sobre esta violencia. En cuanto
a la población participante se realiza a través de pruebas pilotos, en la ciudad de Medellín se
implementa el programa en la comuna 3 y busca alcanzar el resto de la ciudad, finalmente es un
programa que trabaja en el desarrollo de leyes y políticas que mitiguen este tipo de violencia.

Saenz, Garzón, Puin, Cáceres y Aldana (2020) por medio de su artículo El acoso en la
mujer en Colombia, presentan el acoso contra la mujer como una violencia sistemática, la cual
no se detiene a pesar de las medidas implementadas. La investigación reúne información
documental y relatos de vida de mujeres víctimas de acoso en Colombia y expone los lugares
donde se presenta esta violencia. A partir de esta investigación se documentan alternativas como
la sororidad ante una situación de acoso, la implementación de multas a los victimarios y hace
énfasis en la educación popular para mitigar esta violencia.

2.4.3. Regional

Salazar, Serrano y Torres (2018) en su artículo Trayectoria de vida en relación a la


violencia intrafamiliar en un grupo de adolescentes en Tunja- Boyacá. Desarrollo, Economía y
Sociedad muestran la incidencia que tiene la Violencia Intrafamiliar y las condiciones de
vulnerabilidad social en el curso de vida de adolescentes en la ciudad de Tunja, el proceso
metodológico fue cualitativo y la finalidad del artículo fue dar a conocer el proceso investigativo
desarrollado, se llevó a cabo con 5 adolescentes, 2 mujeres y 3 hombres y la información se
recogió por medio de entrevistas y ecomapa. Los principales resultados de la investigación
fueron que la VIF se representa con el castigo físico y psicológico, el cual se presenta desde la
infancia y con base a la vulnerabilidad social se determina que el contexto en el que se desarrolle
el adolescente influye y determina las características propias de su entorno.

El artículo intento e ideación suicida y su asociación con el abuso sexual en adolescentes


escolarizados de Boyacá – Colombia. Pérez, Martínez, Vianchá y Avendaño (2017) identifican a
través de los pensamientos suicidas y abuso sexual la relación que existen entre estos dos
elementos en estudiantes de colegios de tres ciudades de Boyacá. El estudio es de carácter
cuantitativo donde se recogen datos a través de cuestionarios y autoreportes, los participantes de
esta investigación fueron 1292 estudiantes de los grados octavo, noveno, décimo y once de las
instituciones presentes en las ciudades con mayor población en el departamento de Boyacá.
Como resultados se encuentra según (Avendaño et al., 2017).
39

Que el 5.5 % de los participantes (198 estudiantes) han intentado suicidarse, de


este total el 60.1 % (119 estudiantes) corresponden al sexo femenino y el 39.9 %
al sexo masculino. El grupo de edad con mayor número de intentos de suicidio
oscila entre los 14 y 16 años, con un porcentaje de 73.22 % (p, 95).
En el artículo denominado Factores de riesgo en la violencia contra la mujer en el
municipio de Ventaquemada (Boyacá) desde una mirada de Trabajo Social (2018) Suáres
menciona que el objetivo de esta investigación era identificar los factores de riesgo que influyen
en la violencia contra la mujer. La metodología es de carácter cualitativo descriptivo, la
población fueron quince mujeres con factores de violencia de las veredas de Boquerón, El
Carmen y Frutillo, el muestreo fue por medio de redes y las técnicas utilizadas fue la encuesta
social y la entrevista semiestructurada. Los resultados evidenciaron que los factores que inciden
para que exista mayor vulneración se relacionan con factores del contexto individuales y sociales
tales como el déficit económico, la influencia de la sociedad, la participación lo que genera que
la población sea vulnerable a la violencia física, económica, verbal, psicológica o sexual, esta
violencia produce daños en el curso de vida de las mujeres debido a que son en gran medida las
que más sufren de violencia, finalmente la investigación evidenció que existe una naturalización
de la violencia en las veredas de Ventaquemada (Boyacá).

La anterior revisión documental a nivel internacional y nacional identifica que las


mujeres sienten temor y desconfianza a la hora de salir a las calles además de mostrar que este
espacio no es el único donde se puede ser blanco de esta violencia, sino que también existen
otros lugares públicos como bares, restaurantes y cines, así mismo este tipo de violencia se
presenta en el curso de vida iniciando desde temprana edad, frente a esto en algunos de los
estudios se plantearon alternativas como pruebas piloto con el fin de identificar en qué lugares se
presenta con mayor frecuencia el ASEP y también con el objetivo de desarrollar leyes y políticas
públicas encaminadas a mitigar y sancionar a los victimarios, respecto a la revisión documental
regional se habla específicamente VBG debido a la ausencia de información sobre el ASEP,
finalmente en la revisión departamental la literatura respecto al ASEP es escasa por ende se
tomaron artículos relacionados con la violencia de género.
40

CAPÍTULO III
DISEÑO METODOLÓGICO
En este capítulo se muestran los referentes metodológicos que posibilitaron el proceso de
recolección de datos. Se muestra el enfoque epistemológico, enfoque metodológico, diseño, el
tipo o nivel, las técnicas y herramientas, los criterios de selección y las características del grupo
de participantes en el estudio, posteriormente se muestran las fases que llevaron a la realización
de esta investigación y finalmente las categorías de análisis.
3.1. Enfoque Epistemológico Crítico Social

Para la presente investigación se considera adecuado el enfoque crítico social que según
Cifuentes (2011), en su libro Diseño de proyectos de investigación cualitativa tiene un interés
emancipatorio que estudia aspectos que rompen subordinaciones por medio de la reflexión,
transformación y praxis. Cifuentes (2011) afirma que los investigadores que utilizan este enfoque
tienen el interés de conocer para cuestionar y modificar por medio de propuestas con alternativas
de cambio y mejora. El objetivo principal de este enfoque es la búsqueda de la transformación
crítica del mundo social a través de reflexiones analíticas en torno a las condiciones que limitan
el desarrollo de la justicia.

Según Cifuentes los investigadores en este enfoque participan de forma activa con las
personas con un objetivo transformador, de esta manera se implementa la investigación acción
por medio de talleres donde las mujeres cuentan sus experiencias y exponen su punto de vista
sobre el ASEP, además de proponer estrategias para prevenir situaciones de acoso. Las
discusiones sobre ASEP dentro de los talleres se centran en analizar la problemática por medio
de la interacción social privilegiando el lenguaje como un espacio comunicativo y reconociendo
el acuerdo participativo, la perspectiva, sororidad y el respeto por las diferentes formas de
pensamiento.

En relación con lo anterior Arnal (1992) adopta la idea de que la teoría crítica social es
una ciencia social que comparte espacios empíricos e interpretativos, con contribuciones “de los
estudios comunitarios y de la investigación participante” (p.98) y en acuerdo con Cifuentes este
enfoque tiene como objetivo promover las transformaciones sociales desde espacios de
intercambio, por medio de soluciones específicas a problemáticas presentes en una sociedad y lo
más significativo con la participación de los miembros colaboradores que cuentan con intereses y
41

necesidades en común, los cuales exploran espacios auto reflexivos que brinden autonomía al ser
humano.

3.2. Enfoque Cualitativo

Dentro del enfoque cualitativo se genera un conocimiento intenso, profundo y detallado


sobre el fenómeno social a estudiar, con el fin de darle importancia al registro, análisis y relatos
de cada participante (Martínez, 2012), con el fin de analizar los resultados del fenómeno social
de ASEP y dar una respuesta a dicho fenómeno, esta investigación cualitativa reconoce y da
importancia a la subjetividad humana donde no se deja de lado la transferibilidad y la
reflexividad, así mismo Gibbs (2007) menciona que la investigación cualitativa desarrolla una
identidad propia la cual busca acercarse al mundo de “ahí afuera” entender, describir y explicar
los fenómenos sociales de maneras diferentes, donde las prácticas de los individuos o grupos
puedan generar experiencias de historias de vida.

Por la esencia misma del ASEP merece ser un tema explorado a profundidad, no
solamente caracterizado, según Gibbs (2007) busca entender y explicar cómo las personas
cimientan el mundo a su alrededor “lo que hacen o lo que les sucede en términos que sean
significativos y que ofrezcan una comprensión llena de riqueza” (p.14) lo cual le permite al
investigador desarrollar modelos y teorías para la explicación a estos fenómenos sociales.

Los propósitos del estudio se orientaron hacia conocer las experiencias, las narrativas de
las participantes, generar un diálogo entre mujeres víctimas de ASEP, el cual genera vivencias,
experiencias y sentidos de acción de las participantes, sin embargo, algunas herramientas
recolectaron información plasmada en la votación numérica por lo tanto el proyecto no se
considera mixto, los propósitos fueron detonar la participación de las mujeres de una manera
didáctica, dinámica y atractiva además de visualizar junto con las participantes la magnitud de la
problemática y generar con ello un proceso reflexivo con las participantes con el fin de recoger
sus relatos.

3.3. Tipo o Nivel de Investigación Interactiva

En cuanto al tipo o nivel de investigación se selecciona la interactiva, en la cual se


retoman elementos que se pueden pensar hacia futuros ejercicios investigativos y/o
socioeducativos, que permitan el desarrollo de un diálogo abierto y respetuoso, donde se pueda
42

discutir en torno a la sensibilización y visibilización del ASEP. Hurtado de Barrera (2012)


indica que “es conveniente hacer investigación interactiva en aquellos casos donde el
investigador no dispone del tiempo suficiente para esperar las consecuencias finales del
programa, propuesta, o diseño” (p. 401), por lo anterior se menciona que en este proceso
investigativo se tuvo un alcance de sensibilización inicial en torno al tema abordado, que
permitió conocer las opiniones y percepciones de las mujeres, es decir, tener la posibilidad de
interactuar con ellas a través del diálogo y relatos que contaron en cada uno de los encuentros
realizados.

3.4. Diseño de Investigación Acción Participativa

Salgado (2007) considera que la IAP resuelve problemas cotidianos y su objetivo es


mejorar problemáticas específicas guiando al participante a la toma de decisiones,
principalmente la IAP se centra en los participantes que viven determinadas situaciones lo que
los convierte en personas que aportan experiencias significativas a la investigación de ASEP, en
acuerdo con lo anterior Flick (2007) menciona que la IAP involucra a personas en la
organización de investigaciones con el objetivo de generar resultados importantes para las
participantes y no solo para discursos científicos, en este caso a través de ejercicios de diálogos
grupales en los cuales se buscaba desarrollar el componente de diagnóstico y sensibilización,
cabe resaltar que se tomaron elementos de la IAP, sin embargo, la emergencia sanitaria por
Covid-19 dificultó la continuación de desarrollar la IAP a cabalidad donde los talleres se
modificaron a la mediación virtual.

3.5. Técnicas y herramientas

En la tabla 1 se explica la relación de técnicas y herramientas empleadas, así algunos


rasgos de las participantes de cada taller

Tabla 1. Técnicas y herramientas empleadas

Técnica Herramientas No. y tipo de Fecha de


empleadas participantes realización
(autores)
Taller participativo - Espacios públicos 21 participantes, de 23 de abril del 2019
presencial 1 (“Taller de ASEP (adaptada que se tienen 12
de Eva”) del Perfil de Grupo consentimientos
de Geilfus, 2002) informados. Los
43

demás
-Tipos de ASEP consentimientos
(adaptada del Perfil están en archivo de
de Grupo de las organizadoras
Geilfus, 2002) del Taller de Eva

-Perfil del
victimario (adaptada
del Perfil del Grupo
de Geilfus,2002)

Causas y efectos en
torno al ASEP
(adaptada de Uso
del tiempo libre de
Geilfus, 2002)

Taller participativo -Espacios públicos 150 mujeres 25 de noviembre del


presencial 2 (#25N) de ASEP (adaptada (transeúntes en el 2019
del Perfil de Grupo espacio público de
de Geilfus, 2002) la Plaza de Bolívar)
- Violencia de
ASEP en las etapas
del curso de vida
(adaptada de Lluvia
de ideas de Geilfus,
2002)

Taller participativo -Tipos de ASEP 35 mujeres 8 de marzo del 2020


virtual 1 (adaptada del Perfil (estudiantes de TS y
de Grupo de sus familiares)
Taller participativo Geilfus, 2002) 20 mujeres de marzo del 2020
virtual 2 (estudiantes de TS y
- Causas y efectos sus familiares)
en torno al ASEP
(adaptada de Uso
del tiempo libre de
Geilfus, 2002)

- Espacios públicos
de ASEP (adaptada
del Perfil de Grupo
de Geilfus, 2002)

-Violencia de ASEP
en las etapas del
44

curso de vida
(adaptada de Lluvia
de ideas de Geilfus,
2002)
-Plataformas
virtuales (Quizziz®,
Google Forms®)

Fuente: Elaboración propia

3.5.1. El Taller Participativo como técnica

El manual Metodología de Educación Popular Feminista para el Empoderamiento de las


Mujeres (2012) habla acerca de la importancia del uso de técnicas participativas en los procesos
de educación entre mujeres con una perspectiva política feminista, estas técnicas participativas
son medios para acercarse a las mujeres y entender sus contextos logrando una conexión para
conseguir una participación activa en sus reflexiones, además generar un ambiente activo en
todas las participantes donde se comprendan puntos de entrada en sus prácticas personales y de
igual manera en sus prácticas colectivas donde ejerzan un proceso de sororidad y
acompañamiento, tocando puntos neurálgicos y sinérgicos que generan estrés (Cantera, 2012).

Finalmente, en este manual se menciona que “es importante tener en cuenta que las
técnicas participativas tienen una orientación política y de ninguna manera son neutras. Su
forma, sus procedimientos y sus contenidos transmiten mensajes y propician dinámicas
relacionales determinadas” (p.18). Estos talleres se llevaron a cabo de forma grupal, buscaban
que las mujeres participaran de manera activa donde ellas dieran sus opiniones acerca del ASEP
buscando una reflexión y un proceso de catarsis en cada participante, para esta investigación se
llevaron a cabo dos modalidades de talleres:

3.5.1.1. Talleres presenciales

El primer taller participativo se llevó a cabo el 23 de abril del 2019 convocado por el
“Taller de Eva” y el segundo el 25 de noviembre del 2019 el cual se organizó por la Alcaldía
Mayor de Tunja, donde se realizó una actividad corta y dinámica para transeúntes en el marco de
diversas actividades que se estaban haciendo en simultáneo en la Plaza de Bolívar.
45

Figura 2. Taller de Eva

Fuente: Taller de Eva. Auxiliar medios audiovisuales FJDC (2019).

Figura 3. Taller 25 N

Fuente: Elaboración propia

3.5.1.2. Talleres virtuales

Los dos talleres se realizaron en la clase Electiva II. Equidad de género en el contexto
rural, los cuales fueron convocados por las investigadoras, el primer taller se realizó el día 8 de
marzo del 2021 y el segundo el día 9 de marzo del 2021.
46

Figura 4. Taller Virtual 8M

Fuente: Elaboración propia

Figura 5. Taller Virtual 9M

Fuente: Elaboración Propia

3.5.2. Herramientas de recolección de información

La tabla 2 muestra las herramientas que sirvieron para el análisis de las categorías de los
objetivos específicos.
Tabla 2. Herramientas empleadas en las categorías

Objetivos específicos Categorías Herramientas


47

Identificar vivencias frente 1.Tipos de acoso sexual en (Perfil de grupo adaptada de


a los tipos de acoso sexual espacios públicos Geilfus, 2002)
en espacios públicos y los
lugares donde se presenta
por medio de las 2. Lugares en los que se (Perfil de grupo adaptada de
experiencias de las mujeres presenta el acoso Geilfus, 2002)
vinculadas al estudio
(Capítulo IV)
Conocer la visión de las 1. Causas (Uso del tiempo libre
mujeres frente a las causas adaptada de Geilfus, 2002)
y efectos que trae el acoso 2. Efectos (Uso del tiempo libre
sexual en espacios públicos adaptada de Geilfus, 2002)
en su cotidianidad
(Capítulo V)
Indagar sobre las Curso de vida (Uso del tiempo libre
situaciones de acoso sexual adaptada de Geilfus, 2002)
en espacios públicos de
acuerdo con las etapas del
curso vital de las mujeres
(Capítulo VI)
Conocer las estrategias Medidas individuales para (Lluvia de ideas adaptada
empleadas por las mujeres combatir el ASEP de Geilfus, 2002)
participantes para 2. Propuestas por las
protegerse frente al acoso mujeres frente al ASEP
sexual en espacios públicos Sororidad como recurso de
(Capítulo VII) protección.
Fuente: Elaboración propia

3.5.3. Perfil de grupo

Se realizó de manera presencial el día 23 de abril y el 25 de noviembre del año 2019, se


empleó para observar dónde ocurre y qué tipo de ASEP se presenta, esta herramienta se utilizó
para el primer objetivo específico Identificar vivencias frente a los tipos de acoso sexual en
espacios públicos y los lugares donde se presenta por medio de las experiencias de las mujeres
vinculadas al estudio, parte del segundo objetivo, este se enfocó conocer la visión de las mujeres
frente a las causas y efectos que trae el acoso sexual en espacios públicos en su cotidianidad,
donde se les entregó a las participantes stickers de tres colores diferentes para los siguientes
escenarios planteados espacios públicos, tipos de ASEP y perfiles del victimario se les pidió a las
participantes votar en cada escenario según sus vivencias.
48

3.5.4. Uso del tiempo

Se realizó de manera presencial el día 23 de abril del 2019 y se utilizó para indagar la
visión de las mujeres frente a efectos que trae el ASEP, esta herramienta le apuntó al segundo
objetivo específico, conocer la visión de las mujeres frente a las causas y efectos que trae el
acoso sexual en espacios públicos en su cotidianidad, en esta herramienta se compartió un
formato a las participantes, donde tenían la posibilidad de marcar los ítems de emocionalidad y
cotidianidad según sus experiencias (ver Apéndice E).

3.5.5. Lluvia de ideas

Se ejecutó de manera presencial el día 25 de noviembre del 2019, se empleó para dar
respuesta al tercer y cuarto objetivo sobre indagar las situaciones de acoso sexual en espacios
públicos de acuerdo con las etapas del curso vital de las mujeres, se les entregó a las mujeres
papeles de diferentes colores en los cuales tenían que escribir si en alguna de las etapas de curso
de vida fueron víctimas de ASEP. Así mismo para conocer las estrategias empleadas por las
mujeres participantes para protegerse frente al acoso sexual en espacios públicos.

3.5.6. Plataformas Virtuales

Se utilizó Quizizz® para conocer los tipos de violencia y los lugares en los que se
presenta con mayor frecuencia el ASEP, lo anterior se relacionó con el primer objetivo
específico, identificar vivencias frente a los tipos de acoso sexual en espacios públicos y los
lugares en los que se presenta por medio de las experiencias de las mujeres vinculadas al estudio,
se les pidió a las participantes que ingresaran a la plataforma de Quizizz® y votarán sí o no
dependiendo de cada uno de los enunciados, de igual manera se empleó la plataforma de Google
Forms® para el segundo y tercer objetivo, conocer la visión de las mujeres frente a las causas y
efectos que trae el acoso sexual en espacios públicos en su cotidianidad e indagar sobre las
situaciones de acoso sexual en espacios públicos de acuerdo con las etapas del curso vital de las
mujeres, se les solicitó a las mujeres escribir su visión respecto a causas, efectos y etapas de
curso de vida, las anteriores herramientas se utilizaron el 8 y 9 de marzo del 2021.
49

3.6. Fases metodológicas

En cuanto a las fases metodológicas del proyecto se evidencian las siguientes: el sondeo
mediante votaciones en redes sociales, búsqueda de información documental, creación y
validación de las herramientas para los talleres presenciales, creación y validación de las
herramientas de talleres virtuales, organización de la información y análisis de resultados.

3.6.1. Sondeo mediante votaciones en redes sociales

La idea del proyecto nace en la materia de Investigación Cualitativa en VI semestre,


durante el desarrollo de las clases surge la idea de realizar una encuesta a través de la plataforma
de Instagram® el 12 de febrero del 2019, con el fin de realizar un sondeo donde las participantes
manifestaron por medio de votos, el tipo de violencia de género que habían sufrido en algún
momento de su vida, el resultado de este ejercicio evidenció que las violencias con mayor
votación fueron acoso sexual en espacios públicos con un 94%, violencia sexual con un 76% y
violencia psicológica 83% de esta manera nace el interés de indagar sobre temas relacionados
con ASEP (ver Apéndice A).

3.6.2. Búsqueda de información documental

Se construyeron fichas de Resumen Analítico Investigativo (RAI) durante las materias de


Investigación Cualitativa en VI semestre y Métodos y Técnicas Sociales en VII semestre para
rastrear artículos científicos, trabajos de grado, libros y otros materiales que sustentarán la
formulación del proyecto, principalmente en los capítulos I y III (ver Apéndice B). Luego, en los
semestres VIII y IX se continuó con la búsqueda de información documental de manera
autónoma, conforme iban surgiendo inquietudes en el proyecto.

3.6.3. Creación y validación de las herramientas para los talleres presenciales

Para la recolección de información en el “Taller de Eva” que se realizó el 19 de abril del


2019, se modificaron herramientas encontradas en el manual 80 Herramientas para el Desarrollo
Participativo de Geilfus (2002) donde se utilizaron el perfil de grupo el cual se empleó para
observar en qué lugares ocurre el ASEP, qué tipo de violencias se presenta y el perfil del
victimario, otra herramienta que se utilizó fue la lista de chequeo la cuál indago sobre la visión
de las mujeres frente a efectos que trae el ASEP y finalmente se aplicó la herramienta
50

Movimiento Violeta que fue encontrada en la plataforma de Facebook® y modificada acorde al


tema de ASEP, el objetivo de la actividad fue generar conciencia de los diferentes tipos de
violencia que han padecido las participantes, este taller se validó junto al acompañamiento de la
directora del trabajo de grado Natalia Espinosa y de las docentes Aida Figueroa y Omaira
Castellanos fundadoras del Taller de Eva (Ver apéndice C).

El segundo taller se llevó a cabo el 25 de noviembre del 2019 en conmemoración del Día
Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, convocado por la Alcaldía
Mayor de Tunja (ver Apéndice G), en esta oportunidad se empleó una de las herramientas del
“Taller de Eva” esta tenía la finalidad de medir los lugares en los que se presenta el ASEP y el
curso de vida el cual buscó identificar la presencia de esta violencia a lo largo de las etapas de
vida de las participantes, cabe resaltar que las condiciones en las que se desarrolló el taller fueron
diferentes debido a que se realizó en un espacio abierto donde mayormente las mujeres eran
transeúntes. De este taller no se realizó transcripción, dada la dinámica ya explicada.

3.6.4. Creación y validación de las herramientas para los talleres virtuales

A raíz de la emergencia sanitaria por Covid-19 los dos últimos talleres se realizaron de
forma virtual, esto comprometió los recursos, tiempos y posibilidades de llevarlos a cabo de
forma presencial, por lo mismo se adaptaron las herramientas de los anteriores talleres a un
formato virtual, empleando el perfil de grupo en la plataforma de Quizizz® con la finalidad de
que las participantes votaran dependiendo los tipos de violencias que habían sufrido y los
espacios públicos donde fueron víctimas del ASEP (ver Apéndices L y N), y a su vez la lista de
chequeo se desarrolló a través de la plataforma de Google Forms® (ver Apéndices M y O) donde
ellas debían plasmar sus experiencias en torno a su cotidianidad, efectos y el curso de vida, el
cual buscó identificar la presencia de esta violencia a lo largo de las etapas de vida de las
participantes.

3.6.5. Organización de la información y análisis de resultados

Una vez se recolectó la información, se procedió a organizar el análisis en torno a las


categorías, como se verá en los capítulos IV. V .VI y VII. Cada capítulo de estos hace referencia
a un OE, y sus componentes son las categorías. En cada una de ellas se extrajeron fragmentos de
51

los relatos de las participantes y se hizo un ejercicio dialógico con las fuentes consultadas y la
reflexión académica de las investigadoras.

3.7. Ubicación geográfica del contexto, características de las participantes y criterios de


selección

El proyecto se llevó a cabo en la ciudad de Tunja, ubicada en el departamento de Boyacá,


según el Plan de Desarrollo Municipal (2020) se reconoce como una ciudad con un gran
potencial de desarrollo cultural como resultado de los diferentes periodos históricos vividos en el
territorio, que dejaron huella en los desarrollos urbanísticos de la ciudad y brindan un acumulado
de intereses en su centro histórico, sin embargo, según el Boletín Cultural y Bibliográfico (2003)
Tunja es uno de los municipios con gran poder religioso en Colombia, por esta razón cualquier
análisis sobre el proceso histórico requiere observar las creencias para entender las características
culturales de la región .

El Boletín Cultural y Bibliográfico (2003) menciona que en Tunja históricamente el


catolicismo controló a la población por medio de una mentalidad de subordinación y una de sus
primeras luchas tuvo la finalidad de aislar políticamente al partido liberal por medio de
comentarios hacia los súbditos, donde se relacionaba ser liberal con el pecado, convirtiendo a los
liberales en masones, ateos y enemigos de Dios, así mismo justificaron su alianza con el partido
conservador, lo que bautizó a la ciudad desde un inicio como tradicional, patriarcal y
conservadora, características que persisten en el siglo XXI y dejan contrastes de violencia en la
ciudad.

Según el Plan de Desarrollo Municipal (2020) es una ciudad con un porcentaje


representativo de formación en nivel superior, pues cerca del 20% de la población está cursando
un programa técnico o académico profesional en la capital boyacense, convirtiéndose en una
“ciudad estudiantil” y con un alto porcentaje de población joven que busca generar cambios
emancipadores y con crítica social a ciertas costumbres y patrones patriarcales normalizados que
al pasar el tiempo se incrementaron, este sistema no solo afecta a las mujeres, sino también a los
hombres, en ese sentido Facio y Fries (2005) afirman que este sistema restringe y limita a los
hombres, a pesar de encontrarse en una situación de privilegio.
52

Dentro de la caracterización que se realizó en el Plan de Desarrollo Municipal de la


ciudad de Tunja sobre las principales problemáticas de Género, se encontraron la violencia
intrafamiliar como consecuencia de la normalización de la violencia contra la mujer, pobreza
extrema por falta de oportunidades labórales y apoyo a los cuidadores de NNA (niños niñas y
adolescentes) y mujeres, falta de empoderamiento a mujeres cabeza de familia, ausencia de
programas y oportunidades para el desarrollo social con equidad de género, desempleo y abuso
sexual, lo que demuestra que es una ciudad que dificulta el desarrollo integral de las mujeres
desde aspectos sociales, políticos, económicos y educativos.

Según el Plan de Desarrollo Municipal (2020) la ciudad tiene 1.475,41 habitantes por
km2 con reportes del año 2020, siendo así la octava ciudad capital con mayor densidad
poblacional, ocupando el puesto 21 en tamaño de población, el número de mujeres es
ligeramente superior al de hombres, los rangos de edad de 20 a 24 años corresponden a 8.113
hombres y a las mujeres con 8.343 en el mismo rango de edad.

3.7.1. Características de las participantes

La tabla 3 muestra algunos rasgos y características de interés de las mujeres participantes


en los diferentes encuentros, quiénes se vincularon de manera voluntaria en el proyecto. En total,
se contó con la participación aproximada de 226 mujeres en los cuatro talleres.

Tabla 3. Características de las mujeres participantes

Taller N.º de Rangos Observaciones


participantes de edad
Taller 21 17-40 Estudiantes, docentes y funcionarios
participativo pertenecientes a la FUJDC
presencial 1 Mujeres pertenecientes a otras instituciones
(Taller de Eva) Universitarias
Taller 150 17- 60 Estudiantes, transeúntes y vendedoras
participativo 2 ambulantes.
(#25N)
Taller 35 18-25 Estudiantes que cursan la asignatura
participativo Electiva II. Equidad de género en el
virtual 1 contexto rural, y sus familiares
Taller 20 18-25 Estudiantes que cursan la asignatura
participativo Electiva II. Equidad de género en el
virtual 2 contexto rural, y sus familiares
Fuente: Elaboración propia
53

Es importante enfatizar que para el taller presencial 1 y para los talleres virtuales 1 y 2,
las participantes diligenciaron el formato de consentimiento informado (ver apéndices D, J, K)
en el cual se autorizaba el uso de sus datos personales en el proyecto de investigación, frente a
las menores de edad asistentes al taller 1 firmaron un consentimiento específico para ellas, los
cuales fueron adaptados según los lineamientos establecidos por las docentes a cargo del Taller
de Eva, en cuanto al taller presencial 2 no se diligenciaron consentimientos informados, dado que
las mujeres participantes de este encuentro eran transeúntes anónimas, cuya intervención en la
actividad fue rápida por las razones que se explicaron en el numeral 5.1.1.

3.7.2. Criterios de selección

Los criterios de selección empleados para la escogencia de las participantes de este


proyecto se orientaron por dos preceptos: el primero, un muestreo de participantes voluntarias,
en el que según Hernández Sampieri et al. (2010, p. 396) “las personas se proponen como
participantes en el estudio o responden activamente a una invitación”; dicho criterio fue
empleado para los talleres presenciales 1 y 2, como lo muestra la tabla 3. Por otro lado, para los
talleres virtuales 1 y 2 se empleó el muestreo por conveniencia, ya que “permite seleccionar
aquellos casos accesibles que acepten ser incluidos. Esto, fundamentado en la conveniente
accesibilidad y proximidad de los sujetos para el investigador” (Otzen & Monterola, 2017, p.4).
Así, se hicieron procesos de convocatoria para los diferentes talleres, acorde con la tabla 4.

Tabla 4. Convocatoria a los talleres

Taller Convocante Convocatoria


Taller participativo Docentes a cargo del Publicidad dentro de la
presencial 1 (Taller de Eva) proyecto “Taller de Eva”: universidad a través de flyers
Aida Figueroa y Omaira y redes sociales (ver Apéndice
Castellanos C)
Taller participativo Alcaldía Mayor de Tunja, Publicidad en la ciudad de
presencial 2 (#25N) Universidad pedagógica y Tunja y a través de redes
tecnológica de Colombia, sociales.
Universidad Santo Tomás y (ver Apéndice E)
Fundación Universitaria
Juan de Castellanos.
Taller participativo virtual Electiva II, equidad de Invitación desde las sesiones
1 género en el contexto rural de clase para las estudiantes y
sus familiares.
54

Taller participativo virtual Electiva II, equidad de Invitación desde las sesiones
2 género en el contexto rural de clase para las estudiantes y
sus familiares.
Fuente: Elaboración propia

3.8. Categorías de Análisis

En la tabla 5 se encuentran las categorías y subcategorías que se derivaron de cada


objetivo específico, que son la base para la presentación de los resultados de la investigación,
como se evidencia en los capítulos IV, V y VI.

Tabla 5. Objetivos específicos, categorías y subcategorías de análisis

Objetivos específicos Categorías Subcategorías


Identificar vivencias frente a los 1.Tipos de acoso sexual 1.1. Físico
tipos de acoso sexual en espacios en espacios públicos 1.2. Verbal
públicos y los lugares donde se 1.3. No verbal
presenta por medio de las
experiencias de las mujeres 2. Lugares en los que se 2.1. Calle
vinculadas al estudio presenta el acoso 2.2. Transporte público
(Capítulo IV) 2.3. Universidades
2.4. Parques y centros
comerciales
2.5. Bares y Tiendas
Conocer la visión de las mujeres 1. Causas 1.1. Libre circulación
frente a las causas y efectos que 1.2. Vestuario
trae el acoso sexual en espacios 1.3. Horario
públicos en su cotidianidad 2. Efectos 2.1. Felicidad
(Capítulo V) 2.2. Miedo
2.3. Sorpresa
2.4. Ira
2.5. Frustración
2.6. Asco
Indagar sobre las situaciones de 1.Curso de vida Infancia
acoso sexual en espacios públicos Adolescencia
de acuerdo con las etapas del Juventud
curso vital de las mujeres Adultez
(Capítulo VI) Vejez
Conocer las estrategias empleadas 1.Medidas individuales
por las mujeres participantes para para combatir el ASEP
protegerse frente al acoso sexual 2.Propuestas por las
en espacios públicos mujeres frente al ASEP
(Capítulo VII) 3.Sororidad como
recurso de protección.
55

Fuente: Elaboración propia

CAPÍTULO IV
VIVENCIAS DE LAS MUJERES FRENTE A LOS TIPOS Y LUGARES DEL ASEP
En este capítulo se muestran los resultados de los cuatro talleres desarrollados sobre
ASEP, con respecto al primer objetivo específico que es identificar vivencias frente a los tipos de
acoso sexual en espacios públicos y los lugares donde se presenta por medio de las experiencias
de las mujeres vinculadas al estudio. Cabe resaltar que ninguna mujer participante de los talleres
refirió ser víctima de ASEP por parte de otra mujer.

La primera categoría “tipos de acoso sexual” está divida en las siguientes subcategorías:
“acoso físico”, “acoso verbal”, “acoso no verbal”. Por su parte, la segunda categoría “Lugares en
los que se presenta el acoso” y sus respectivas subcategorías “calle, transporte público,
universidades, bares, parques, centros comerciales y tiendas”. Cabe resaltar que, aunque hay
datos numéricos derivados de conteos realizados con algunos instrumentos, dichos sondeos se
hicieron con la intención de reconocer junto con las participantes la magnitud del fenómeno de
estudio, es decir, que todas visualizaran la recurrencia y la frecuencia del ASEP, esos
componentes no le quitan la mística cualitativa a este estudio. Además, estos conteos sirvieron de
base para impulsar a las mujeres a narrar sus propias vivencias.

La tabla 6 muestra la codificación elaborada para ubicar al lector frente a las narraciones
obtenidas en los cuatro talleres. Esta codificación será elemental para los capítulos IV, V y VI,
ya que permitirá localizar con facilidad la procedencia de los relatos, es decir, en qué taller se
obtuvo el dato en mención (ver Apéndices Q, R y S).

Tabla 6. Codificación de los talleres

TALLER CODIFICACIÓN
Taller participativo presencial 1 (“Taller de Eva”) (TP1)
Taller participativo presencial 2 (#25N) (TP2)
Taller participativo virtual 1 (TV1)
Taller participativo virtual 2 (TV2)
Fuente: Elaboración propia
56

4.1. Tipos de acoso sexual en espacios públicos

Mediante la herramienta “tipos de ASEP”, se explicó la diferencia entre los tres tipos de
Acoso Sexual en Espacios Públicos: Físico, Verbal y No verbal (ver Capítulo II. Marco
conceptual), cabe resaltar que el TP2 no estaba enfocado a identificar tipos de ASEP, frente al
TP1, TV1 y TV2 se encontró la siguiente información

4.1.1. Físico

Frente al ASEP físico se encuentra la Ley de protección Integral contra la violencia


(2010) de Argentina y en Colombia los Artículos 210 y 226 que hacen parte del Código Penal,
sin embargo, esta normatividad es conceptual y no es clara frente al ASEP, este tipo de violencia
se utiliza contra el cuerpo de la mujer produciendo dolor, daño o con la finalidad de producirlo y
cualquier otra forma de maltrato. Según los resultados obtenidos del TV1 (Ver apéndice P) se
evidencia que de 26 mujeres que participaron de la actividad 11 han sido víctimas de ASEP
Físico, lo que es equivalente a un 42,3% de las participantes, y TV2 (Ver apéndice P) 9 de las 17
participantes fueron víctimas de ASEP físico, es decir el 52,9% y en el TP1 se contaron 14 votos.

Con lo mencionado anteriormente una de las participantes hace referencia a que este tipo
de violencia afecta emocionalmente a sus víctimas y se desconocen las acciones que se pueden
tomar frente al acoso, varias de las participantes mencionaron que “En muchos lugares deben
existir mujeres sintiéndose mal, incómodas porque las están tocando, las están morboseando y
ellas desconocen cómo defenderse” (TP1), además relataron hechos de ASEP físico como los
siguientes “...pero este al dejarlo pasar me toca un seno…” (TP1), “un señor en la calle me alzó
la falda” (TV2), “mientras caminaba por la calle un señor se me acercó y me tocó” (TV2) y
“un tipo se me acerca y me mando la mano a la falda” (TP1)

Lo anterior muestra que el ASEP físico se presenta con mayor frecuencia a la parte
inferior del cuerpo, es decir a las piernas, cola y genitales, sin embargo, también a los senos,
demostrando una sobrecarga sexual sobre el cuerpo de la mujer y su percepción como un objeto
y no como un sujeto de derechos, Sáenz et al (2012) menciona que la cosificación sexual
interpersonal reduce a la mujer a su cuerpo o partes de este. Este fenómeno se considera como
una forma de discriminación sexista, en la que una mujer es tratada de forma diferente
57

minimizando la importancia de sus atributos internos, los autores afirman que las mujeres
manifiestan en mayor medida experiencias de cosificación en sus relaciones interpersonales.

Durante el desarrollo de los talleres se evidencia que para las participantes fue dificil
comunicar sus experiencias sobre ASEP físico, sin embargo, muchos de los relatos sobresalieron
en el transcurso del taller a través de comentarios esporádicos. Las razones por las que las
participantes se abstuvieron de contar sus experiencias, son principalmente el miedo a ser
cuestionadas, minimizadas o atacadas, por no tomar medidas ante situaciones de abuso.

4.1.2. Verbal

Con respecto al ASEP verbal se encontró que en los sondeos, los resultados del TV1 (Ver
apéndice P) evidencian que 24 de las 26 personas fueron víctimas de ASEP verbal, lo que abarca
un 92,3%, y en el TV2 (Ver apéndice P) el 94,1% que equivale a 16 de las 17 personas afirman
que en algún momento de su vida experimentaron ASEP verbal, así mismo en el TP1 (Ver
apéndice E) las participantes expresan la incomodidad que sienten cuando son víctimas de
comentarios sexuales por parte de desconocidos y muestran una desesperanza aprendida por la
frecuencia en la que se refleja como lo muestran los siguientes relatos “hace parte de la
cotidianidad de una mujer a la hora de salir a las calles” (TV1), una de ellas después de
escuchar a las otras participantes y visualizar las votaciones expone que “Realmente el acoso
sexual verbal es alto y tendría que ser un milagro que haya una sola mujer que no haya sufrido
de acoso sexual” (TV1) y otra comenta “Esto da miedo” (TP1). Se percibe al ASEP Verbal
como un tipo de violencia invisibilizada, de la que no se habla y que suscita sorpresa en las
participantes al percatarse de la dimensión y la fuerza con que se presenta, sirviendo como
sustento a las relaciones desiguales que existen entre hombres y mujeres.

La cultura patriarcal fue una de las explicaciones que encontraron las participantes para
exponer la problemática, una de ellas afirma que “Colombia tiene por costumbre que los
hombres pueden morbosear y pasar por encima de los derechos” (TP1) Bringas (2019) afirma
que la cultura patriarcal se fundamenta a partir de una diferencia biológico sexual, que es la
capacidad reproductiva de las mujeres, existiendo bases socio culturales que definen identidades
culturales en el que existen patrones de comportamiento seguidos y aceptados por la sociedad, lo
anterior coincide con El Boletín Cultural y Bibliográfico (2003) que visualiza a Boyacá como un
departamento tradicional, patriarcal y conservador que perpetúa y normaliza en el siglo XXI
58

prácticas de violencia contra la mujer que impiden su desarrollo desde aspectos sociales,
políticos, económicos y educativos.

Galeano, et al (2017) relaciona las instituciones militares con la identidad de los hombres
y afirma que estas instituciones incentivan una construcción amplia de los fenómenos sociales
que son transversales a las dinámicas masculinas, tales como: la imposición de roles, el conflicto
armado, los factores económicos y culturales, entre otros donde se le atribuye a los hombres un
conjunto de valores como: competencia, jerarquía, agresión, burocracia, alineación, negación de
la emocionalidad, etc. Como resultado de la construcción de patrones culturales patriarcales
desde las instituciones militares se encontró el siguiente relato “los soldados cuando iba
caminando me decían cosas morbosas y le comenté a mi papá y la respuesta que dio él, es que
eso era normal que los soldados eran así” (TP1) lo anterior se puede explicar como una de las
formas de reafirmar dinámicas masculinas con sus pares victimizando a la mujer en este caso de
forma verbal.

La Ley para Prevenir y Sancionar el Acoso Sexual en Espacios Públicos (2015) de Perú
describe el ASEP verbal como actos de naturaleza sexual verbal o gestual, comentarios e
insinuaciones sexuales como las que se manifiestan en los siguientes relatos “un motociclista me
dijo en la calle: ¿a cuánto la mamada?” (TP1), “cuando uno come helado dicen cosas
perturbadoras” (TV2), “recibía abuso verbal, palabras grotescas y asquerosas por parte de los
hombres, que me hacía sentir mal y sucia como si lo abusaran físicamente” (TV2). Con base al
relato anterior se evidencia que el ASEP verbal puede hacer el mismo daño a la víctima como el
ASEP físico, lo anterior genero una discusión entre la diferencia del ASEP verbal y el piropo o
halago.

Frente a este tipo de ASEP dos de las participantes mencionaron lo siguiente “tuve una
experiencia muy fuerte con un adulto mayor y me dijo cosas muy, muy grotescas, muy vulgares
que se me quedaron en la cabeza y ese día tuve que llegar a la casa a llorar e incluso ese día
tenía uniforme” (TV2) el anterior relato muestra que el acoso proviene de hombres donde no
importa el ciclo vital en el que se encuentren, a diferencia que en la mujer si se amplía en
jóvenes y adultas y disminuye en la vejez lo anterior se explica detalladamente en el VI capítulo,
otra de las participantes expone que “el piropo es una opinión que ninguna mujer está pidiendo
59

ya que no existe un consentimiento a menos que ya se haya creado un clima de confianza para
que un amigo te diga cosas bonitas” (TP1).

4.1.3. No Verbal

El ASEP no verbal es uno de los tipos de violencia más normalizada y poco discutida
como resultado de una sociedad machista en la que se limita a las mujeres en los espacios
públicos, este tipo de violencia se manifiesta en su mayoría con expresiones faciales de
connotación sexual. Dentro del taller realizado el día 8 de marzo (Ver apéndice P) se evidencia
que 22 de las 26 participantes fueron víctimas de ASEP no verbal, lo que equivale al 84,6% y en
el taller del 9 de marzo (Ver apéndice P) de las 17 participantes 15 manifestaron ser víctimas de
ASEP no verbal lo que se traduce en el 88,2%, esto muestra que las participantes han vivido este
fenómeno de forma frecuente, sin embargo, es uno de los tipos de violencia más invisibles y de
los cuales no existe una ruta de atención o normatividad que proteja los derechos de las víctimas.

La normalización del ASEP verbal ha favorecido a su invisibilización como parte de una


violencia sistemática, según Medina (2016) se genera desconocimiento de la magnitud de la
problemática por la permisividad de estas prácticas en la ciudadanía y en particular entre las
mujeres afectadas, añadiendo también la forma en la que se presenta el victimario en su mayoría
como persona desconocida y la ausencia de normas o rutas de atención para su denuncia.

La Ley para Prevenir y Sancionar el Acoso Sexual en Espacios Públicos (2015) de Perú
describe el ASEP no verbal como gestos de connotación sexual, silbidos o sonidos sexuales,
fotografías, grabaciones no consentidas y exhibicionismo, lo configura como parte de la
Violencia Basada en Género. Las participantes relatan que “yo vivo cerca a uno billar, entonces
cuando salgo siempre como que comienzan con esa parte de acosar, a ser morbosos con
uno”“…y salí rápido del callejón y ellos fueron detrás mío y cuando salí al lado del taller ellos
se quedaron como muy casuales en la esquina” (TV1).

Las mujeres perciben fácilmente cuando el victimario tiene intenciones de proceder en


actos sexuales, aun sin que se exprese de forma verbal como lo determina el siguiente relato “yo
sentía que él me quería tocar la pierna, entonces yo tome una postura defensiva, digamos lo
alejaba con mi postura, todo el tiempo como muy así seria”(TP1), con lo anterior la participante
refiere que su estrategia de defensa fue expresar de forma no verbal su incomodidad, en general
60

las participantes buscaron formas no verbales para expresar a sus victimarios su incomodidad al
ser víctimas de ASEP.

4.2. Lugares en los que se presenta el acoso

4.2.1. Calles

La Universidad de Antioquia (2019) define al ASEP en las calles como una conducta que
se presenta de forma continua en Colombia, debido a que su ocurrencia es casi imposible de
evadir, es vista como una práctica cotidiana que además no se considera un delito, frente al
ASEP en las calles se encuentra el siguiente relato “yo ya salgo a la calle y uno ya sabe que en
algún momento se va a presentar algún caso de eso o sea independientemente que salga a la
esquina de la casa o algún bar uno ya va mentalizada a que eso va a pasar” (TV2) lo anterior
demuestra la resignación y la predisposición de las mujeres en el momento de estar en un espacio
público, existen diferentes causas para estas conductas por ejemplo, una de estas corresponde a la
historia, es decir, que por décadas los espacios públicos y específicamente las calles fueron y aún
se consideran espacios masculinos, donde se generan conductas hostiles hacia las mujeres y
como resultado deben enfrentar diariamente agresiones dirigidas hacia su cuerpo y su sexualidad.

El taller realizado el TV2 (Ver apéndice P) arrojó un resultado alarmante frente al ASEP
callejero, pues el 100% de las participantes experimentaron este fenómeno, adicionalmente en el
taller del TV1 (Ver apéndice P) 21 de las 22 participantes votaron que fueron víctimas de ASEP
callejero, lo que equivale al 95,4% de las mujeres, además obtuvo la mayor votación frente a
lugares donde se presenta el ASEP con 59 puntos en el TP2 como se evidencia en las siguientes
fotografías (Ver apéndice I).
61

Figura 6. Fotografía votación taller 25N. Plaza de Bolívar

Fuente: Elaboración propia

Lo anterior reafirma la posición de vulnerabilidad que tienen las mujeres en las calles
como un resultado cultural, machista y patriarcal que obliga a la mujer a mantener una versión
dócil y por el contrario le otorga al hombre la capacidad de ejercer poder, manejo y hasta control
sobre lo público y por ende sobre las mujeres que históricamente luchan por tener derechos
equitativos sobre los espacios públicos y su propio cuerpo sumado a la arquitectura urbana
considerada androcéntrica la cual tiene un diseño retratado en el cuidado lo que se refleja en el
transporte público, los andenes y la ausencia de ramplas para los coches de los bebés, las calles
no iluminadas, la vida nocturna y demás espacialidades urbanas que se convierten en un factor de
riesgo para el ASEP.

Además de los resultados de espacios públicos de ASEP (Ver apéndice N) los relatos son
igual o más inquietantes “un señor que de vez en cuando pedía monedas y saludaba bien y era
súper sencillo, amable y todas las mañanas que yo salía a la universidad él me saludaba y yo
por respeto también lo saludaba, pero entonces después de ciertos días como yo siempre pasaba
por ese lado, el ya empezaba a decirme ¿porque no viene y habla un poquito conmigo?, ¿usted
porque esta tan bonita? pero ya la mirada cambiaba”(TV2) “teníamos que vestir formal,
entonces con mi grupo habíamos acordado que íbamos a ir en vestido, entonces yo vivía por el
callejoncito que queda en la esquina del bosque, cuando yo salí de la casa habían dos señores y
empezaron a morbosear y a decirme cosas” (TV1) en el momento que se habla sobre lugares
una de las participantes afirma que fue víctima de ASEP en varios de los lugares
62

mencionados(calle, bar, universidad, parque, transporte público y tienda), sin embargo, la calle
es el lugar donde más se presenta “si en la calle más que todo, y también las he vivido por parte
de algunos entrenadores”(TV1).

4.2.2. Transporte público

En el desarrollo del TP2 de la ciudad de Tunja (Ver apéndice N) se realizaron votaciones


por medio de la herramienta de “espacios públicos de ASEP” para identificar en qué espacios se
presenta con mayor frecuencia, seguido del ASEP callejero se encontró que el transporte público
es el segundo lugar donde más se presenta el ASEP con una votación de 40 puntos como se
evidencia en la siguiente fotografía.

Figura 7. Fotografía votación transporte público. Taller 25N

Fuente: Elaboración propia

Por otra parte, en el TV1 (Ver apéndice P) 20 de las 22 participantes exponen que fueron
víctimas de ASEP en el transporte público esto corresponde al 90,9% y el taller realizado TV2
(Ver apéndice P) reflejó que 15 de las 17 participantes, es decir el 88,2% sufrió episodios de
ASEP en transporte público. Las anteriores cifras demuestran históricamente que los hombres
han pensado que el cuerpo de las mujeres es un objeto público como lo describe Bourdieu (1998)
la dominación masculina convierte a las mujeres en objetos simbólicos que existen
fundamentalmente por y para la mirada de los demás, es decir, se ven como objetos acogedores,
atractivos, disponibles y más si se encuentran en un espacio público.
63

La dominación masculina que describe Bourdieu se refleja en el comportamiento de los


victimarios que abordan a las mujeres en espacios públicos aprovechándose de la circulación
masiva de personas como en este caso el transporte público, lo hacen por medio de miradas
lascivas, frotamientos, palabras o frases con contenido sexual, tocando sus partes íntimas,
manoseos, silbando o generando sonidos sexuales, incluso masturbaciones públicas, como lo
demuestra el siguiente relato “iba en un bus en la parte de atrás sola, así que un señor se subió
al bus y me sentí muy observada, pero no preste atención, el señor al bajarse decidió quitarse el
pantalón, masturbarse y mostrarme el pene” (TP1).

El ASEP le ha servido a los victimarios para mantener el ejercicio de poder que


construyeron históricamente, las mujeres se han mantenido en una constante lucha contra estos
ejercicios de poder, por ejemplo, Simone de Beauvoir a través de su libro El Segundo Sexo,
recoge diversos elementos que hoy en día continúan en discusión y se perciben como la base de
la lucha feminista contra estos procesos patriarcales, sin embargo, el ASEP en el transporte
público se presenta de forma continua y los victimarios lo realizan como si fuese habitual y parte
de su ejercicio como hombres, así lo demuestran los siguientes testimonios “fui víctima de Acoso
Sexual Callejero en el transporte público me toco sin consentimiento” (TP1) “entonces cuando
el tipo se va a bajar del bus hace esto… (la participante toca la pierna de la compañera y se
levanta del asiento dando el ejemplo de cómo el sujeto la había tocado) ella menciona que el
victimario usó esta estrategia para fingir que nada había pasado y quedar en impunidad como
pasa en la mayoría de los casos (TP1).

El ASEP en el transporte público tiene una característica especial y es el


aprovechamiento por parte del victimario al ver a la mujer vulnerable en un espacio reducido,
especialmente cuando el vehículo va desocupado, al no tener testigos o con acaparamiento de
personas para fingir que su acto abusivo es sin intención como lo manifiestan los siguientes
relatos “me crie en Bogotá … y siempre va a haber los buses llenos a diferencia de Tunja o
Sogamoso y yo de joven lo viví mucho en Bogotá y aprovechaban los buses llenos para
restregárselo a uno”. (TV2) “y en ese bus el ayudante ¡uish! qué muchacho tan grotesco, tan
uigh, me da fastidio acordarme porque a pesar de la mala actitud que yo puse frente a él, porque
él empezó a molestarme, yo como que no mira aléjate, pues no se lo dije así, pero si exprese mi
incomodidad y él seguía ahí, que no! que dame tu número! que mira devuélvete con nosotros…”
64

(TV1) “el conductor que empezó súper grosero, súper abusivo y que deme su número y como
siempre acostumbro a hacerme en los puestos de adelante porque siento que atrás salta mucho,
entonces pues siempre mi puesto es adelante detrás del conductor y desde el espejo se la pasaba
mirándome y era más pendiente de las muchachas que estábamos en el bus que de lo que tenía
que hacer, que era manejar y por eso casi también se estrella con un carro por estar
adelantando y mirando pues a las muchachas que estábamos dentro del bus…” (TV1).

Según Bernal (2020) el transporte público ha sido un escenario del espacio donde el
acoso sexual se presenta en grave proporción. De acuerdo con la Secretaría de la Mujer, entre el
2019 y 2020 64% de usuarias de género femenino ha sufrido o sido víctima de algún tipo de
acoso sexual al utilizar el transporte público, Bernal sugiere que las mujeres en vez de cohibirse
buscan una manera de protegerse y de sobrevivir tanto en el transporte como en el espacio
público de las ciudades. Sin embargo, el miedo las inhibe de disfrutar la ciudad como un
derecho, limitándose al mismo tiempo por las características de los roles de género divididos
entre el reproductivo y el productivo.

4.2.3. Universidades

En primera instancia no se contempló ubicar a la universidad como uno de los lugares


donde se presenta el ASEP, ya que ahí operarían otras formas de acoso, sin embargo, las
participantes del primer taller consideraron importante agregar este lugar al estudio, debido a que
fueron víctimas de ASEP por parte de desconocidos en este espacio o en sus alrededores.

Como ya se ha mencionado anteriormente el ASEP es un tipo de violencia que se


presenta generalmente cuando existe una relación de poder hacia la víctima, esta puede ser por
género, edad, religión, condiciones físicas o como en esta oportunidad la jerarquización que
existe de docente a estudiante, donde el primero se considera superior y con mayor autoridad, en
ese sentido se presenta el siguiente relato “sucedió en la universidad, un profesor me tomaba
fotos y me las enviaba, me decía que saliéramos pero nunca accedí” (TV2), aunque una de las
características del ASEP es el anonimato del victimario, este también es un caso de acoso, sin
embargo diferente y con otras características no menos importantes, todas estas señales que
sobrepasan la intimidad son relevantes porque pueden avanzar en algo mayor. No existen más
importantes, es un imaginario contra el que se debe luchar, el cual a su vez merece un estudio
pertinente.
65

El acoso en espacios escolares, se define como el conjunto de comportamientos


intencionales, hostiles y poco éticos que de manera frecuente y prolongada se dirigen hacia otra
persona valiéndose de un poder real o ficticio con el fin de provocar daño (Ortega, 2010).

En el desarrollo del TV1 (Ver apéndice P) 4 de las 22 participantes expusieron que en


algún momento de sus vidas fueron víctimas de ASEP en la Universidad lo que equivale al
18,1%, con respecto al taller realizado el 9 de marzo (Ver Apéndice P) en el que participaron 17
personas, 6 manifestaron que sufrieron de este tipo de ASEP lo que da como resultado el 35,2%,
a diferencia con los anteriores se evidencian porcentajes más bajos, sin embargo, la Universidad
debería ser un espacio 100% seguro para las mujeres, donde sus únicas preocupaciones fueran
sus estudios y no ser objeto de miradas o comentarios.

4.2.4. Parques y Centros Comerciales

En el TV1 (Ver Apéndice P) participaron 22 personas de las cuales 20 expresaron ser


víctimas de ASEP en Parques, es decir el 90,9% y 16 afirma que sufrió ASEP en Centros
Comerciales lo que es equivalente al 72,7% de la misma manera en el TV2 (Ver Apéndice P) en
el que participaron 17, 14 manifestaron ser víctimas de ASEP en Parques, es decir el 83,3% y 5
participantes de ASEP en Centros Comerciales lo que equivale al 29,4%. En el TP2 hubo 5 votos
para centros comerciales y al observar las cifras se ven presentes los dos tipos de ASEP uno con
más frecuencia que el otro. En los Centros Comerciales los victimarios son más observados
debido a las cámaras de seguridad y el servicio de vigilancia, si se presentara un abuso, el
victimario quedaría expuesto, lo contrario pasa en los parques, son espacios abiertos con menos
concurrencia de personas y facilitan su escape.

Aunque se evidencia en los resultados de la herramienta espacios públicos de ASEP (Ver


Apéndice N) que los centros comerciales y los parques son lugares en los que se presenta el
ASEP, no se evidenciaron en los talleres relatos relacionados con estos espacios públicos, esta
tendencia se puede entender en la forma en que las participantes priorizaron los lugares donde se
sentían más vulnerables, por ejemplo, las calles y el transporte público, lo que deja ver que los
parques, universidades y los centros comerciales se podrían encasillar como los espacios donde
menos se presenta el ASEP.
66

4.2.5. Bares y Tiendas

Dentro de los talleres se encontraron los siguientes relatos sobre el ASEP en bares y
tiendas “de cierta manera ven a las mujeres como mercancía en los bares y tiendas, una amiga
la contrataron de mesera y primero le miraron su físico y si era adecuada para gustarle a los
clientes, para que ellos consumieran más, entonces de cierto modo las ven como una mercancía
de quien vende más” (TV1), “atraer los hombres, para que ellos piensen, como eso está lleno de
viejas vámonos pa’ allá viendo a la mujer como un objeto, un medio de consumo por así decirlo,
más que como una persona que quiere ir a disfrutar de una noche para bailar o pasarla bien con
sus amigas un rato” (TP2).

Con respecto a lo anterior el ASEP en bares y tiendas permite que los hombres que
ejercen esta violencia continúen con el pensamiento de que la mujer es un objeto de su
pertenencia sobre la que pueden ejercer poder, las anteriores participantes mencionan que en
estos espacios se ve a la mujer como un ser inferior y desvalorizado, utilizando el cuerpo de la
mujer como carnada con el fin de generar capital.

En los TV1 y TV2 (Ver apéndice P) en el que participaron 39 mujeres el 79,4%


manifestaron que fueron víctimas de ASEP en bares y tiendas, de la misma forma en el TP2
realizado en el 25 N (Ver apéndice N) 20 mujeres fueron víctimas de este tipo de violencia,
actualmente las mujeres se encuentran en una lucha por reivindicar la calle y recuperar la noche
con el fin de defender sus derechos.

En el TP1 se menciona que “…ellas se emborrachan y hay amigos que las dejan solas
votadas entonces desde el taxista, desde el bar en adelante, las cogen, las botan, las alzan y eso
se ve mucho en fotos, supuestamente les están dando ayuda, pero las están tocando” el anterior
relato vincula el ASEP en bares y tiendas con el consumo de bebidas alcohólicas, los efectos del
alcohol generan en las mujeres vulnerabilidad, la cual es aprovechada por los victimarios como
lo describe el siguiente relato “trabajo en un bar donde el ambiente es muy pesado y todas las
noches observó cómo los hombres llegan con la intención de emborrachar a las mujeres con el
fin de lograr tener relaciones sexuales” (TP1). Con base a lo antepuesto el ASEP en bares puede
ser el precedente de abusos sexuales, debido a la vulnerabilidad de la víctima y al ejercicio de
poder que se desarrolla en estos espacios, donde se ve el cuerpo de las mujeres como un objeto
de libre acceso, al cual se puede acceder naturalmente.
67

Para concluir el acoso físico hace parte de una de las violencias que más le cuesta hablar
a las mujeres, debido a que revive sensaciones negativas de frustración y miedos que las víctimas
prefieren omitir u olvidar. El tipo de ASEP que más se presenta es el no verbal, debido a su
invisibilidad y por ende impunidad, con base al perfil de grupo, fue el que tuvo más votación, sin
embargo, no hubo relatos frente a este tipo de ASEP, lo anterior se puede relacionar con la
sensación insegura de las víctimas sobre catalogar un silbido, una mirada, un sonido incómodo,
gemido, grabación o foto como parte de una violencia.

Dentro de los resultados se evidencia el desconocimiento que existe entre piropo y acoso,
por parte de algunas participantes debido a la normalización de estas prácticas, cabe aclarar que
los piropos no son un halago, al contrario, son un instrumento que utiliza el género masculino
para ejercer poder hacia la mujer y como resultado se evidencian relaciones de desigualdad
asociadas a su condición sexual, al ser cosificada como un objeto, sin embargo, Gaytan (2009)
afirma que cada una de las formas de acoso se percibe e interpreta de forma diferente por los
individuos, unas se consideran más graves que otras o más ofensivas y molestas.

Según los resultados el transporte público, la calle, bares y tiendas son los espacios donde
se presenta con frecuencia y naturalidad el ASEP, por el contrario, los centros comerciales, las
universidades y los parques son espacios más seguros debido a su infraestructura y los sistemas
de vigilancia, sin embargo, en todos estos espacios concurre el ASEP. Se sobre entiende que la
universidad es un espacio de aprendizaje, donde se pueden encontrar relaciones equitativas para
los estudiantes considerándose un espacio seguro, sin embargo, las participantes del taller
manifestaron que las prácticas de acoso coexisten en este espacio, además que no solo provienen
de desconocidos, sino también de docentes. Según Mingo (2016) en su artículo ¡Pasen a borrar
el pizarrón! Mujeres en la universidad afirma que, a pesar de la amplia presencia numérica de
las mujeres en las Instituciones de Educación Superior, no es novedosa la discriminación hacia
ellas, según la investigación se evidencia que las alumnas ejercen su quehacer académico en un
ambiente de discriminación y menosprecio a la población femenina.

Los bares y las tiendas son unos de los lugares donde más se presenta el ASEP, lo
anterior en relación con el consumo de bebidas alcohólicas que generalmente crean
vulnerabilidad en las mujeres. Pastor et al. (2011) afirman que el consumo de bebidas
alcohólicas se ha relacionado tradicionalmente con episodios de violencia y conductas agresivas,
68

además la misma coerción física, sexual, psicológica, social o simbólica aparece como un
recurso legítimo del “poder” de los hombres para generar efectos de control sobre la mujer. Lo
anterior dio paso a que las participantes de los talleres propusieran medidas de cuidado, lo que se
puede encontrar en el capítulo VI de la presente investigación.

CAPÍTULO V
LAS VOCES DE LAS MUJERES FRENTE A LAS CAUSAS Y EFECTOS DEL ASEP
En este capítulo se presentan los resultados que se obtuvieron por medio de los talleres
realizados referente al segundo objetivo, conocer la visión de las mujeres frente a las causas y
efectos que trae el Acoso Sexual en Espacios Públicos en su cotidianidad. La primera categoría
“Causas del ASEP” está divida en las siguientes subcategorías “Libre circulación, horario y
vestuario”. Por su parte la segunda categoría “Efectos del ASEP” y sus respectivas subcategorías
“Felicidad, miedo, sorpresa, rabia e ira y frustración”.

5.1. Causas del Acoso Sexual en Espacios Públicos

Mediante la herramienta “Causas y efectos del ASEP” (ver apéndice Q) se explicó que
este tipo de violencia genera ciertos comportamientos en las víctimas (ver Capítulo II. Marco
conceptual) y al respecto se encontró la siguiente información referente a libre circulación,
vestuario y horario

5.1.1. Libre circulación y horario

La libre circulación en la violencia de ASEP es primordial debido a que esta se presenta


en los espacios que son considerados públicos, donde socialmente siempre se ha manifestado que
existe acoso porque la víctima lo busco, evidenciando una causa atribuida socialmente.

Uno de los principales rasgos que diferencia el uso del espacio público de los hombres a
las mujeres es que se genera un aprendizaje de estrategias de autoprotección por parte de las
mujeres, debido a que saben que se encuentran en una mayor exposición al riesgo. Estas
estrategias fundamentan sentimientos de alerta y miedo, además tienden a limitar las relaciones y
el uso de los espacios públicos por parte de las mujeres (Naredo, 2010). Frente a este aspecto una
de las participantes mencionó:
69

“Prefiero irme por lugares con más luz o más circulación de personas para así evitar el
acoso y/o abuso sexual. También decido cambiar de camino o dirección varias veces, cada vez
que veo un grupo de hombres. Nunca puedo caminar tranquila por la calle, por el miedo, cada
vez que salgo camino bastante rápido, preocupada, mirando hacia todas las direcciones, siendo
prevenida si alguien me está observando o persiguiendo” (TV2)

De acuerdo a lo anterior, se evidenció que las participantes no se sienten seguras en los


espacios públicos, debido a esto ellas crean factores protectores como evitar transitar por lugares
solitarios o con población masculina, además se observa que ellas se sienten más seguras si salen
en compañía masculina lo cual se relaciona con la paradoja del discurso del miedo “regalar
miedo para vender seguridad” donde precisamente la mujer genera una dependencia al cuidado
masculino, en el cual se evidencia que la palabra de la mujer no es respetada y no tienen peso por
sí solas.

“…a uno ya lo condicionan, en las formas de vestirse, a las horas de salir, por ejemplo,
acá en mi casa es muy difícil que yo salga de noche, pues porque ya saben a lo que uno puede
estar expuesto, ya a uno le dicen después de las 8 no sale y si sale, sale con ropa bien, uno antes
debe vestirse para que no pueda ser criticado por otras personas y estar expuesto a la vez”
(TV1)

En cuanto a la libre circulación se evidencia cómo el sistema patriarcal ha dividido la


estructura de la sociedad, donde el espacio privado o sea el hogar es para las mujeres, y el
espacio público para los hombres, demostrando porque las mujeres son violentadas en dichos
“espacios masculinos” siendo las principales víctimas de la desigualdad de género. Debido al
temor por la agresión las mujeres se ven obligadas a condicionarse y restringirse en el horario,
vestuario y movilización por la ciudad, privando a las mujeres de su libertad a la hora de salir, al
creer que ellas son las que tienen que cambiar cuando la principal problemática es la falta de
educación, respeto y reglas en las relaciones sociales por parte de los hombres los cuales si deben
cambiar su dinámica cotidiana de uso de los espacios públicos.

Gaytán (2007) menciona que este tipo de violencia afecta la vida de las mujeres y genera
consecuencias psicológicas representadas en su forma de vestir, horarios y lugares por donde
transitan. A partir de la información suministrada por las participantes, se evidencia que en su
diario vivir han sido víctimas de ASEP por parte de los hombres.
70

“Iba a las seis de la tarde transitando por una calle que estaba sola y un tipo se me
acercó y me mandó la mano a la falda, sentí miedo ya que no sabía qué hacer y qué responder,
ya que el agresor era bastante grande, posiblemente me podía hacer algo peor, el tipo se
aprovechó del horario y también de mi contextura para agredirme” (TP1)

El espacio público se piensa como sitio de libre circulación para todos, donde se espera
no existan restricciones explícitas de acceso para nadie (Valcárcel 1997, p,185) viéndose a la
mujer como un objeto, donde sí se encuentra en un espacio históricamente masculino le hacen
creer que hace parte de ese espacio, lo que brinda a los victimarios un supuesto derecho de
pertenencia y poder sobre lo femenino.

Como menciona la una participante del TP1 “Cuando era pequeña iba sola pasando por
la doce y un tipo de los carros que portan dinero se me acercó y me dijo cosas obscenas, yo en
ese entonces tenía 11 años, mi reacción fue seguir caminando mientras que lloraba, me dio
miedo que el tipo hiciera algo más ya que tenía un arma de dotación… la mayoría de los
hombres utilizan sus privilegios, uniformes y armas para poder acosar niñas y mujeres o el
simple hecho de ir en manada los hace sentirse fuertes para poder vulnerar a una mujer”

A partir de los relatos se observa que el espacio público para las mujeres se convierte en
un lugar inseguro y amenazante, donde también juega un papel importante la estructuración y
diseño de las ciudades, surge el interrogante de la falta de políticas públicas en la ciudad de
Tunja a diferencia de la ciudad de Bogotá la cual llevo a cabo una investigación acerca del acoso
sexual en espacios comunitarios donde evidenció que en la mayoría las víctimas de esta violencia
son mujeres, llegando a la conclusión que es importante sugerir que en la Ley 1801 del 2016 se
incorpore la acción de acoso sexual callejero ( Alcaldía Mayor de Bogotá, 2019) además de esto
también se observó la ausencia de planeación y seguridad para prevenir este tipo de violencias en
la ciudad.

Páramo y Burbano (2011) mencionan en el siglo XIX en Estados Unidos e Inglaterra


existían manuales de etiqueta los cuales le daban consejos a las mujeres de no involucrarse en
acciones que se relacionarán con la esfera pública, con el fin de reducir el riesgo de las mujeres
en los espacios públicos y las que decían salir sin compañía eran vistas como inmorales, creando
el imaginario que las mujeres que habitaban las calles no merecían protección, en este sentido, la
71

mujer es pública y la mujer pública se asocia con que no es respetable, de esta manera una de las
participantes del TV2 menciona:

“…si se fijan todas que crecimos con no tener otra alternativa que hacernos respetar y
defender entre nosotras mismas, porque el mismo sistema desde la sociedad no ha creado una
cultura de más bien respetar, como que a nosotras nos tocó hacernos respetar más no porque
hubiese todo un sistema que enseñara a los hombres a respetarnos” (TV2).

5.1.2. Vestuario

Respecto a los relatos de las participantes desde el primer momento se evidencia que
existe una normalización de la violencia contra la mujer por parte de la sociedad, donde la mujer
es cosificada haciéndola sentir como un producto para los hombres los cuales tienen “derecho y
poder sobre el cuerpo femenino”.

A lo largo de la historia el vestuario de las mujeres ha sido un tema de discusión por parte
de la sociedad patriarcal, existían manuales de etiqueta para mujeres que establecían reglas para
las reuniones sociales “el cuerpo debe estar en posición natural, los pies en el suelo y el vestido
debe cubrir el pie del zapato” (Plata, 2020) debido a que tenían el imaginario que las mujeres que
vestían faldas que dejaban ver la parte del pie o un poco más, eran incapaces de ser una buena
esposa, además de esto, varios templos religiosos les negaban la entrada si traían faldas cortas
por ser inmorales e impuras (Plata, 2020, párr. 6)

“Es verdad que somos libres de vestirnos como deseamos, pero en ocasiones prefiero
optar por mi tranquilidad y esto implica que mi forma de vestir sea moderada. Considero que
esta realidad nos ha limitado y condicionado como mujeres, nos ha limitado tanto que hasta
debemos tener cuidado con nuestra forma de vestir, lo cual implica que no podamos ser nosotras
mismas” (TV2)

De acuerdo con Lagarde (1993) el cuerpo ha recibido un significado sexual y se define


como referencia normativa dando paso a la construcción de masculinidad y feminidad, donde los
piropos se convierten en un instrumento de apropiación simbólica del cuerpo femenino “las
mujeres pensadas, imaginadas y deseadas, tratadas y obligadas a existir reducidas a una
sexualidad cosificada, a ser objetos-deshumanizados-de contemplación, uso y desecho: a ser
cuerpos-para-el-Eros posesivo de los hombres” (Lagarde, 1998, p.23).
72

“La vulneración en la esfera más íntima que es la sexualidad o la identidad donde las
mamás desde siempre nos han enseñado a proteger lo más sagrado de nuestro cuerpo o sea
nuestras partes íntimas así que frente al Acoso Sexual Callejero cuando ocurre uno se queda
bloqueada” (TP1)

A lo largo del taller se evidencia que existe una desesperanza aprendida por parte de las
participantes por la falta de garantías de protección, donde se ven obligadas a auto inhibirse y
auto regular la forma como ellas se visten, donde algunas mujeres luego de ser violentadas se
cuestionan y culpabilizan ya sea por la prenda, el lugar o la hora, como lo menciona una
participante del TV2:

“A mí me pasa muy seguido es que yo casi nunca utilizo falda y vestidos y siempre
cuando los uso voy acompañada con alguien, no me gusta salir sola y cuando iba a la u yo
pensaba en si realmente ponerme un vestido, me iba desde temprano, utilizaba el transporte
público y tenía que pasar por muchos lados y pensaba si vale la pena que solo por un vestido
tenga que aguantar este tipo de cosas y decidía mejor colocarse buzos grandes pero me seguían
acosando así que note que no era la ropa y llegamos a culparnos si nos sucede algo pero es que
ellos con cualquier cosa que nos pongamos nos van a seguir acosando”

Referente a lo que dijo la participante TV2 se observa que a pesar de las convenciones
como la de Belém do Pará la cual se realizó para promover el derecho de las mujeres a vivir una
vida libre de violencias y demás normatividad internacional que se presentó en el Capítulo II, se
evidencia que en Colombia existe un vacío legal referente a este tipo de violencia, generando esa
sensación de desesperanza aprendida e impunidad por parte de las mujeres las cuales no gozan
del derecho a la privacidad.

Según Hernández (2017) es importante que la sociedad tome conciencia y reflexione en


cuanto a las agresiones sexuales, es totalmente falso que porque una mujer lleve una falda, un top
ajustado, un vestido o cualquier otra prenda esté invitando al su agresor a que le haga piropos o a
que la violen, es importante dejar de revictimizar a la víctima, acá el único culpable es el agresor.

“Nuestra prenda no define que estemos buscando que nos acosen, estando en Tunja yo
quería ponerme un vestido o una falda, pero solo lo hacía los días en que yo sabía que iba llegar
73

temprano a la casa o sea pensaba solo tengo dos clases en la mañana voy a llegar tipo una de la
tarde y nada me va a pasar” (TV2)

Con base a lo anterior, se encuentra que aparte de la normalización por parte de la


sociedad, existen pautas de crianza machistas en el núcleo familiar, según Baeza (2005) en la
familia aún persiste un modelo patriarcal donde existen estereotipos y roles asignados a las
mujeres, las cuales están encargadas de tareas emocionales, de criar y cuidar a los hijos y los
hombres de ser los controladores y productores del dinero, generando una jerarquía de poder
entre los sexos, además de esto también se percibe que los hombres son educados dentro de
creencias patriarcales tales como ser dominantes, superiores y ganadores lo cual crea un sistema
de desigualdad entre hombres y mujeres fomentando a futuro la violencia de género, como lo
menciona la participante TV2:

Yo me sentía como un poco más intimidada como por los comentarios que hacían en mi
familia, como que ´usted no puede salir con eso porque es que los hombres la van a morbosear,
ellos le van a decir tal cosa´, siempre ha sido ese entorno, como que más el miedo que produce
los mismos comentarios de la familia”

De los relatos obtenidos se resalta que cuando una mujer es víctima de violencia sexual la
hacen responsable del episodio de violencia, lo cual es ilógico que gran porción de la sociedad
aún piense que una mujer por medio de su ropa está buscando ser acosada o violada,
contribuyendo a la normalización de la violencia sexual y a la revictimización de la mujer donde
su única solución y manera de protegerse es cambiar su forma de vestir para evitar episodios de
violencia, debido a que la justicia patriarcal condena a las mujeres hasta por su manera de vestir
y es solo recordar comentarios “ usa escote, quiere provocar, si usa falda en la noche se buscó la
violación” y noticias de fallos “absuelven a presunto violador en Perú por color de la ropa
interior” (El tiempo,2020) ,

Finalmente los talleres genera dos conclusiones, uno que existe injusticia social donde
condenan a la mujer por ser violentada solo por cómo se viste y al hombre lo eximen de
responsabilidad alguna de esta violencia y que no importa si las mujeres salen vestidas de pies a
cabeza de todas maneras van hacer acosadas, como lo menciona Borraz (2018) existe una cultura
de la violación la cual justifica que la culpa no es del victimario sino del alcohol o de la ropa
74

provocativa que utilizan las mujeres, generando una responsabilidad sobre las víctimas y una
educación errónea frente a la violencia de género.

5.2. Efectos del Acoso Sexual en Espacios Públicos

Mediante la herramienta “Causas y efectos del ASEP”, (ver apéndices E y Q) se explicó


en los talleres a las participantes que este tipo de violencia genera ciertos efectos emocionales en
las víctimas (ver Capítulo II. Marcos de Referencia) y sobre ello se les preguntó a las mujeres:
¿Cuándo te han dicho o hecho cosas en la calle has sentido alguna de estas emociones? Al
respecto se encontró la siguiente información referente a: felicidad, miedo, sorpresa, rabia e ira, y
frustración.

5.2.1. Felicidad

La emoción de felicidad fue propuesta con el fin de analizar si a las mujeres les
incomodaba o no el ASEP, teniendo como referente la diferencia entre piropo y acoso que se
observó en el capítulo anterior. Respecto de los resultados obtenidos en el TP1 (ver apéndice E)
se evidencia que de 21 mujeres que participaron de la actividad solamente una mujer manifestó
con sarcasmo que le agradaban los piropos lo que indica que ninguna de este taller el piropo le
produce felicidad

“A mí me da risa, ya que en la mayoría de situaciones me acosan en las obras de


construcción, y me da risa porque suenan patéticos y a veces dicen cosas sin sentido, sobre todo
es esa risa burlona hacia ellos” (TP1).

Por su parte, en el TV1 ninguna participante manifestó un efecto de felicidad derivado


del ASEP, mientras que en el TV2 de las 17 participantes solo a una le agradan los piropos, lo
que equivale a un 2,3% del total de mujeres del TV2 (ver apéndice Q). Al respecto, dicha
participante menciona:

“Personalmente lo digo por mi caso, porque lo que pasa es que en algunos momentos no
puede decir uno todos los piropos son de morbosidad existen piropos donde uno lo halagan, por
lo menos a mí no me molestan, entonces las respuestas que yo coloque dependen de la situación
que uno va pasando, si… en algunas ocasiones es incómodo como puede que de pronto no”.
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La anterior afirmación suscitó en el taller una discusión entre las participantes, quienes
opinaban que: sí es verdad lo que ella dice, pero depende en el contexto y las personas que te lo
dicen, “por decir algo en el caso mío yo vivo cerca a uno billar, entonces cuando salgo siempre
como que comienzan con esa parte de acosar, a ser morbosos con uno” TV2.

“Existe acoso cuando me está incomodando, está hablando sobre mi cuerpo cosas que yo
no quiero y no le estoy dando el consentimiento que me diga cosas, porque yo no lo conozco y
así yo lo conozca no existe consentimiento, en cambio el coqueteo es que un amigo me diga
cosas bonitas siempre y cuando yo le esté dando el consentimiento” TV2

De acuerdo con lo anterior, es interesante el contraste que surge entre los imaginarios
sociales manifestados por las participantes, que normalizan el hecho de que un hombre diga
piropos a una mujer en los lugares públicos, porque se cree que a las mujeres les gusta, frente a
la evidencia que en este estudio se muestra, ya que son muy pocas las mujeres que les agradan
los piropos o halagos debido a que son comentarios no consentidos sobre su cuerpo.

5.2.2. Sorpresa

Respecto a los datos obtenidos en el TP1 se evidencia que de 21 mujeres que participaron
de la actividad solo a una le genera sorpresa el ASEP, lo que equivale al 2,3% de dicho taller
(ver apéndice E). En referencia a TV1 y TV2 (ver apéndice Q) de 44 participantes, a 24 les
genera sorpresa el ASEP, lo que equivale al 54,5% y a 20 no les produce sorpresa este tipo de
violencia, lo que equivale a 45,5%. Dos de las participantes mencionan:

“Para mí no es una sorpresa porque eso ya es muy cotidiano y ya uno lo ve todos los
días el solo hecho que uno entre a una tienda, uno ya sabe lo que le espera, que le digan cosas o
le vean la cola” (TV1).

“No siento sorpresa por esa situación, si uno cruza por un taller uno ya sabe que ellos
son abusivos y no sería raro que lo irrespeten a uno” (TV1)

A diferencia del TV2, una de las participantes menciona que sí le genera sorpresa por:

“Pues nos da sorpresa porque uno sale hacer sus vueltas a la calle y si le pasa eso pues
a uno le da sorpresa porque uno nunca hace cosas para prestarse a eso, entonces por eso
respondí ‘sorpresa’ pues si uno va tranquilo por la calle y sucede eso existe sorpresa porque
76

uno no lo provocó” (TV2), la siguiente fotografía fue tomada mientras las participantes contaban
estos relatos.

Figura 8. Taller virtual 9M. Efectos

Fuente: Elaboración propia

“No me sorprende porque primero ya sé cómo que no es la palabra, pero ya se


normalizó ese tipo de machismo, ese tipo de violencia de acoso que uno ya de verdad no siente
como que sea algo nuevo si, o sea yo ya salgo a la calle y uno ya sabe que en algún momento se
va a presentar algún caso de eso o sea independientemente que salga a la esquina de la casa o
algún bar uno ya va mentalizada a que eso va a pasar” (TV2)

“Vi un video el que no recuerdo si era en Japón o en China pero una mujer latina con
buenos atributos salía a la calle con escote y pues se supone que allá las mujeres no están
acostumbradas a ese tipo de ropa y ella salía hacer una análisis si ella presentaba algún tipo de
acoso y dio muchas vueltas por calles, parques y bares y nunca recibió ni una mirada ni
comentario inapropiado y ya al final del experimento ella entrevistó a unos muchachos y ellos le
decían que no que la mujer tenía que respetarse y que pues por lo menos allá las normas muy
estrictas y muy fuertes que si en algún momento se llega a presentar que le digan algún piropo,
la acosen de una vez lo pueden meter a la cárcel y nosotros nos hemos acostumbrado que en
Colombia la norma es muy flexible y la justicia no hace nada” (TV2)

Para finalizar, se observó a través de los relatos una ambigüedad frente al efecto de
sorpresa, ya que si bien algunas participantes no manifestaban esta emoción, debido a que a lo
77

largo de su vida ellas han tenido que configurar un patrón inconsciente y naturalizado hacia el
ASEP, generando una adaptación a su ambiente y contexto, otras mujeres decían que sí las
tomaba por sorpresa porque ninguna mujer tenía que estar preparada para defenderse; frente a
ello se observa la importancia de tener una normatividad segura y estricta para castigar a los
hombres que ejercen este tipo de violencia, cabe recordar que países como Chile, Perú y
Argentina han decidido crear Leyes para prevenir y Sancionar el Acoso Sexual en los Espacios
públicos, generando una cultura de cambio la cual no tolera y normaliza ningún tipo de violencia
y vulneración hacia la mujer.

5.2.3. Miedo

Referente a los datos obtenidos en el TP1 (ver apéndice E) se evidencia que de las 21
participantes a 15 les genera miedo el ASEP, lo equivale a 71,4%. En cuanto a los TV1 y TV2
(ver apéndice Q) de 44 participantes a 42 les genera miedo el ASEP, lo que equivale a 95,5%.

“El miedo es por la situación y por las cosas que pueden llegar a ocurrir al responderle
al agresor, cuando uno está acompañado se siente más fuerte de poderse defender” (TP1).

“Cuando uno va a su casa o universidad y ve un grupo de hombres uno prefiere pasar la


calle por evitar que le silben a uno, le digan cosas” (TV1)

Para Falu (2019), la mayoría de las mujeres perciben los espacios públicos como
peligrosos y atemorizantes, estos sentimientos se encuentran relacionados con la violencia que
ejercen los hombres hacia ellas, lo cual genera poca confianza cuando transitan en determinados
espacios públicos, este sentimiento de inseguridad de las mujeres se encuentra asociado a la
dificultad para asumir riesgos debido a que desde casa se les enseña a tener miedo como
estrategia de prevención.

A partir de la información suministrada por las participantes, los episodios de ASEP que
experimentan las mujeres generan una sensación de peligro y temor a los espacios públicos,
además de esto la violencia contra la mujer a largo plazo puede causar problemas en la salud
mental como aislamiento social, desconfianza excesiva y baja autoestima.

Como un hecho importante se evidenció que, aunque en los talleres únicamente se estaba
hablando del espacio público en relación con las violencias hacia la mujer, al momento de hablar
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del miedo como efecto del ASEP, hubo en los cuatro talleres diversas situaciones en las que
algunas participantes expresaron sus emociones frente a eventos de violencia sexual que vivieron
en sus entornos cotidianos y/o privados. Una de las participantes del TP1 compartió:

“Fui abusada sexualmente por parte de un profesor, ayer fue mi última audiencia, el
agresor en el estrado hizo saber que había disfrutado la violación, luego de eso jamás me volví a
colocar vestido y por eso ahora me visto solo con sudaderas, las entidades hacen que uno pierda
la confianza en ellos ya que no castigan a los agresores con penas justas”.

Estas mujeres sin duda, son la voz de muchas mujeres que dudan en denunciar los
episodios de violencia, debido a que temen pedir ayuda por el miedo a ser reprimidas y juzgadas
en las instituciones encargadas de atender casos de violencia de género. Como lo menciona
Castillo (2014) el sistema patriarcal a lo largo de los años ha creado un discurso de opresión
sexual hacia las mujeres a tal grado de convertir la violación sexual en algo cotidiano, cabe
recordar que gracias a las mujeres el acoso sexual se tipifico como delito pero sin importar este
avance las mujeres hoy en día siguen soportando la degradación sexual frente al agresor, además
de tener que hacer pública, explicita y creíble su violación frente a un tribunal que en su mayoría
está conformado por hombres, los cuales generan un sistema de complicidad entre ellos, por ende
las mujeres tienden a no confiar en la institucionalidad y prefieren callar.

Toro y Ochoa (2016) postulan que, a pesar de la falta de seguridad para las mujeres en los
espacios urbanos, es importante insistir en que ellas sigan habitando y luchando en la esfera
pública así lo hagan con miedo, para avanzar en la lucha para que las mujeres finalmente puedan
disfrutar de la ciudad.

Finalmente, se evidencia que la mayoría de las participantes no se sienten seguras en los


espacios públicos como lo menciona Silvera (2020) Tunja es una de las ciudades donde las
mujeres se sienten más inseguras a la hora de salir a las calles, debido a que en la ciudad tiene
cultura patriarcal la cual le enseña a las mujeres desde los primeros años de su vida que su lugar
es la esfera privada o sea la casa y si desean hacer parte de la esfera pública debe ser en
compañía masculina. Lo cual hace que se vuelva una constante el efecto de miedo a: “no regresar
a casa” y “ser abusada o violada”, creando nuevas formas de protección (ver capítulo VIII) cómo
ignorar al agresor, no expresar el miedo, tomar cursos de defensa personal, tener objetos para
79

defenderse o pedir ayuda por medio del SOS del celular, al terminar el taller TV2 una de las
participantes menciona:

“… Nosotras no debemos permitir comentarios sucios por parte de los hombres a otras
mujeres, así no sean para nosotras también debemos defenderlas, es elemental siempre tenerlo
presente siempre pensar en las otras, en nuestras amigas y compañeras”.

5.2.4. Frustración

En cuanto a los datos recogidos en el TP1 (ver apéndice E) se observa que de 21 mujeres que
participaron de la actividad, a 18 les genera frustración, lo que equivale al 85,7% de las mujeres
del taller (ver apéndice E). Respecto de los TV1 y TV2, de 44 participantes, a 35 mujeres les
genera frustración el ASEP, lo que equivale al 79,5% de dicho taller (ver apéndice Q).
“Iba sola en la parte de atrás del bus tenía 12 años, así que un señor se subió al bus y yo
sentía que me observaba mucho, pero no preste atención, el señor al bajarse decidió quitarse el
pantalón y masturbarse en frente de mí … sentí mucha frustración porque no pude pedir ayuda”
(TP1). Durante el desarrollo del taller se tomó la siguiente fotografía.

Figura 9. Taller de Eva, efecto frustración.

Fuente: Elaboración propia

Teniendo en cuenta la información suministrada por la participante del TP1, el agresor


tiende a violentar cuando la mujer está sola, debido a que son pocas las que se defienden cuando
presencian una agresión ya sea porque esta violencia se ha normalizado en la sociedad o por
temor a ser atacadas por el victimario.
80

De acuerdo con lo anterior ONU Mujeres (2017) menciona las mujeres y niñas sufren y
temen enfrentarse a los tipos de violencia sexual que ocurren en la esfera pública, desde el acoso
sexual, agresión sexual y violación sexual, este tipo de violencia no solo sucede en el contexto
urbano también se presentan en zonas rurales, de conflictos y de post conflicto, el ASEP reduce
la libertad de movimiento, acceso a servicios, disfrute de oportunidades culturales de mujeres y
niñas, donde se ven afectada su capacidad de asistir a la escuela y al trabajo.
Una de las participantes del TP1 menciona: “Trabajo en un bar donde el ambiente es
muy pesado y todas la noches se observa como los hombres llegan con la intención de
emborrachar a las mujeres con el fin de lograr tener relaciones sexuales, en algunos casos yo
trato de ayudar a las mujeres cuando noto que el hombre se está sobrepasando, pero la
respuesta de ellas es que no pasa nada y que él no las está irrespetando, lo cual me genera
frustración…se habla de un sistema patriarcal donde existen mujeres que defienden a los
hombres cuando agreden a otras mujeres, y estas mujeres nos llaman ‘feminazis’ por solo
quedar bien con ellos y se debe tener en cuenta que existen mujeres mucho más machistas que
muchos hombres, también se debe tener en cuenta que hemos sido en algún momento machistas
porque estamos dentro del sistema patriarcal y es muy difícil hacerle frente y resistir a este
sistema”.
Por último, es así como se evidencia que algunas mujeres condenan a la víctima y
defienden al agresor, esto se debe a la educación implantada desde los hogares donde en muchas
ocasiones los padres de familia les enseñan a normalizar cualquier acto de violencia y crecen con
frases populares como “el hombre propone y la mujer dispone” “una mujer tiene que darse a
respetar” existe una tradición historia sociocultural de la normalización de la violencia de género,
la cual se atribuye al hogar, donde en algunas ocasiones la violencia se acepta como un acto
habitual y normal en los problemas familiares (Silva et al,.2012). Esta violencia a largo plazo se
ve reflejada en que ellas mismas sean las que juzguen a mujeres víctimas de violencia basada en
género e intrafamiliar.
5.2.5. Ira

En los datos obtenidos en el TP1 (ver apéndice E) se identifica que de 21 mujeres que
participaron en la actividad a todas les genera rabia el ASEP mientras que, en los TV1 y TV2, de
44 participantes, a 40 mujeres les da ira el ASEP, lo que equivale al 90,9% (ver apéndice Q).
81

“Pues a mí me da mucha piedra sea quien sea yo voy por la calle así sea cualquier
piropo me siento fastidiaba y los veo mal y a veces respondo de manera grosera, pero en muchas
ocasiones los tipos me responden de manera grosera” (TV2)

De acuerdo con lo anterior, debido a la violencia que viven las mujeres diariamente
algunas de ellas se cansan del ASEP y deciden responder para cortar el ciclo de violencia en los
espacios públicos, con el fin de hacerle saber al agresor que no tienen miedo y que no les gusta
recibir comentarios sobre su cuerpo.

Una de las mujeres del TV2 menciona: “En el meme de: ‘recuerden amigos si eres guapo
es coqueteo, si eres feo es acoso’, me da rabia ya que se banaliza y ridiculiza a la mujer y se
normaliza este tipo de situaciones de ‘¡ayy si cuando tiene plata, carro y es guapo entonces si es
coqueteo y si es feo es porque es acoso!’ y digamos que acá lo que no han logrado entender es el
consentimiento y si no me estoy sintiendo a gusto porque estás hablando de mi cuerpo, si no te
estoy dando la vía libre para hacerlo”.

Figura 10. Meme sobre Acoso Sexual en Espacios Públicos

Fuente: Pintzap® (2021)

En cuanto al relato anterior y al meme, se observa que existe una naturalización a la


violencia, producto de un trabajo colectivo de organización por parte de la sociedad a tal grado
de burlarse de las situaciones de acoso sexual que viven las mujeres en su cotidianidad, lo cual
evidencia la falta de convivencia, cultura y educación de las personas para entender que existe un
“consentimiento”, el cual es una elección individual y autónoma que juega un papel fundamental
en el sistema de géneros, donde la persona que desee hacer un comentario, tocar alguna parte del
82

cuerpo o realizar una práctica sexual tiene que pedir primero la aprobación de esa persona con el
fin de no vulnerar y violar los derechos sexuales y reproductivos.

En los talleres realizados se observó que las causas de libre circulación, horario y
vestuario nacen de una sociedad que tiende a culpabilizar a las mujeres por episodios de
violencia, donde las mujeres no pueden salir solas en la noche y mucho menos vestir como
desean debido a que pueden ser posibles víctimas de ASEP, esta culpabilización genera una
revictimización y desesperanza aprendida por parte de las víctimas de violencia, donde ellas
deciden crear factores de autoprotección para sentirse más seguras como se presenta en el
capítulo VII, además de esto se percibió que la sociedad crea una normalización generalizada a la
violencia, donde el sistema les vende miedo a las mujeres de salir solas con el fin de crear
expectativas de seguridad falsas “solo estar seguras en compañía masculina”, creando un ciclo de
independencia, control y poder masculino, denotando que este sistema por medio del ASEP
quiere que las mujeres no participen en la esfera pública, sino que estén en la esfera privada que
es el hogar.

Por todo esto, se afirma que el efecto de emocionalidad que causa el ASEP es de miedo
seguido de ira y finalmente frustración, donde se observa que las victimas en su mayoría tienden
a guardar silencio por miedo a que el agresor repercuta contra ellas, lo cual va creando un
sentimiento de impotencia e ira que a largo plazo va a generar episodios de estrés, ansiedad,
malestar e implicaciones en la salud mental (ver apéndice Q). El acoso callejero genera un
acontecimiento traumático debido a que es normalizado por parte de la sociedad:

Puesto que se encuentra arraigado en relaciones desiguales genéricas de


explotación y opresión, que sirve como “regulación social” del espacio público el cual no es
accesible para las mujeres, y al estar naturalizado las mujeres tienen que construir su identidad
y desarrollar su vida entorno a este tipo de prácticas violentas (Medina, 2018, P, 59).

Finalmente, a lo largo de los talleres se encontró que las mujeres ven al feminismo
como un proceso, donde todas se incorporan de diferente manera y en diferentes tiempos,
generando una resistencia frente a la violencia basada en género como en este caso el
ASEP, además se observa que al hablar de dicha violencia existe una reflexión cultural por
parte de las mujeres donde ellas dejan de normalizar lo que era “normal”. Se evidencia la
importancia de estos escenarios de dialogo que abordan el ASEP, debido a que propiciaron
83

momentos de “catarsis” para mujeres que quieran narrar sus vivencias de violencia sexual,
además de esto se observa que el ASEP rememora situaciones de violencia sexual que han
vivido las mujeres en lugares privados.
CAPÍTULO VI
CURSO DE VIDA FEMENINO Y ASEP
En este capítulo se presentan los resultados que se obtuvieron a partir de la realización de
los talleres frente al tercer objetivo, que consistió en indagar las situaciones de acoso sexual en
espacios públicos de acuerdo con las etapas del curso vital de las mujeres y su respectiva
categoría “curso de vida” con las subcategorías que se desprenden de allí: “infancia,
adolescencia, juventud, adultez y vejez”.

En cuanto al TP2 (ver Apéndice I) se indagó por las emociones que tuvieron las mujeres
frente a las experiencias de ASEP en las etapas del curso de vida, relacionando así aspectos de
los objetivos específicos 2 y 3, dado que por la naturaleza de este taller era necesario hacer un
proceso rápido de recolección de información, recordando que este espacio se desarrolló con
mujeres transeúntes, mientras que en el TV1 y TV2, sí se pudo abordar cada aspecto por aparte.

Así, para el TP2 se obtuvieron datos numéricos que se derivan del sondeo realizado de
cada una de las emociones que se plasmaron, y estos datos sirvieron para identificar la magnitud
con la que se presenta el ASEP según cada etapa del curso vital dada por el Ministerio de salud y
protección social y su relación con las emociones vividas como efectos y finalmente en los
talleres virtuales (ver apéndice S), las mujeres describieron las situaciones que experimentaron
en relación al ASEP según cada etapa que corresponde al curso de vida.

6.1. Curso de vida

Por medio de la herramienta “Lluvia de ideas” (ver apéndice I) se mencionaron los


riesgos enfrentados por las mujeres en cada una de las etapas del curso de vida en relación
con el ASEP (Ver Capítulo II. Marco conceptual) y frente a lo anterior se encuentra la
siguiente información respecto a infancia, adolescencia, juventud, adultez y vejez.
84

6.1.1. Infancia

Hablar frente a las experiencias que las mujeres tuvieron en la infancia respecto al ASEP
conlleva a recordar y traer al presente una serie de hechos desafortunados que suscitan diversos
pensamientos y sentimientos, que las lleva a cuestionar su forma de actuar, incluso cómo tiempo
después las mujeres descubren la magnitud de la violencia a la que se enfrentaron, así mismo
hablar de ASE conllevó a revelar hechos de violencia sexual como los que se mencionaron en el
capítulo anterior.

A través de los encuentros se creaba un diálogo en torno a los riesgos que se viven esta
etapa dadas las relaciones de poder y las bajas posibilidades de defensa, las emociones que se
generaban posterior a un suceso de ASEP donde predominaba el miedo y la impotencia, de esta
manera según UNICEF (2017) los niños pequeños son especialmente vulnerables, como
consecuencia de su dependencia y limitación en interacciones sociales fuera del hogar, a su vez
que las iniciativas y estrategias que buscan impulsar desde los diferentes países de América
Latina frente a la protección de niños y niñas no abastecen los riesgos que ellos y sus familias se
pueden llegar a enfrentar.

Frente a lo anterior una de las mujeres expreso “pues cuando yo era bien chiquita, yo
tenía cinco años y me acuerdo de la cara del señor que me recogía, yo estudiaba en la normal y
estaba en primero y yo me acuerdo del nombre del señor y él a mí me tocaba las piernas”
(TV1).

Se evidenció a través de las narrativas la vulnerabilidad que existe en la infancia respecto


a ser un blanco de este tipo de situaciones, en donde se desarrolla un ejercicio de poder que es
ejercido por los adultos sobre los niños; estos relatos del TV2 manifiestan lo siguiente: “Un
señor en la calle me alzó la falda del colegio, tenía cinco años”, “recuerdo que, en mi infancia,
saliendo del colegio mientras caminaba por la calle un señor se me acercó y me tocó, mi
reacción fue salir corriendo muy asustada”; así mismo el siguiente plasma la poca credibilidad y
desvalorización que se puede dar a las voces de la infancia cuando se decide contar un hecho de
ASEP: “cuando uno es pequeño le da miedo que no le crean, eso es lo más común” (TV1).

Para la UNICEF (2020) la eliminación de la violencia en esta etapa de la vida requiere un


compromiso de varios sectores sumado al trabajo de cada país a nivel legislativo y de política
85

pública, que erradique pensamientos o creencias erróneas en relación a la crianza de los niños y
niñas.

Así mismo se señala la crueldad con la que se presenta dicha violencia en esta etapa del
curso de vida que irrumpe de forma abrupta dentro de la esencia de las niñas, “pues un día que
fui a la tienda un tipo me dijo con morbosidad y burla que tenía un saponón y pues yo no sabía
qué era eso, entonces apenas llegué a la casa le pregunté a mi mamá que significaba y ella me
dijo que se refería a mi parte íntima, entonces me sentí mal” (TV2).

A través de los relatos expresados por parte de las mujeres se podía identificar como ellas
habían sufrido de esta violencia en su infancia y la forma en la que se manifestaba, ya fuera por
medio de comentarios, tocamientos o silbidos, de esta manera se muestra que desde temprana
edad las mujeres se vienen enfrentando a una serie de acontecimientos que limitan su ejercicio de
libertad, Varela (2019) expresa como a lo largo de la historia, la sexualidad de las mujeres ha
sido arrebatada por los varones, y el sistema patriarcal hace creer a los hombres que tienen
derecho sobre el cuerpo de la mujer. “en mi infancia sufrí de abuso verbal por parte de un adulto
mayor, donde me ofrecía galletas, dulces y plata para que yo entrara a la casa y me decía que
estaba muy bonita que él quería tocarme y gracias a Dios que no llegó a pasar a cosas
extremas” (TV2).

En el taller TP2 las mujeres expresaron las emociones que experimentaron posterior a un
hecho de ASEP, dentro de este espacio se encontró el miedo, tristeza, temor e ira pero de igual
manera se encontraban sentimientos de soledad, llanto y anhelo de no repetición frente a esa
situación vivida.

Figura 11. Taller 25 N. Emociones del ASEP en el curso de vida.


86

Fuente: Elaboración Propia

El análisis de los resultados obtenidos muestra narrativas en torno a la relación del ASEP
con la violencia sexual como ya se ha mencionado, lo cual a través de los encuentros deja
observar cómo las mujeres indicaban que dialogar sobre estos temas traía a colación aquellas
experiencias vividas en su infancia, donde el agresor no se encontraba en una situación de
anonimato e incurría en acoso sexual: “sufrí de acoso por parte de un familiar de mi cuñada él
estuvo a punto de violarme, y me tocaba mucho mis partes”(TV2) “mi primo me tocaba y me
mostraba su miembro” (TV2).

6.1.2. Adolescencia

La Convención de la CEDAW sobre la “Eliminación de todas las formas de


discriminación contra la mujer” (1979) menciona que la discriminación contra la mujer viola los
principios de la igualdad de derechos y del respeto de la dignidad humana, que dificulta la
participación de la mujer, en las mismas condiciones que el hombre, en la vida política, social,
económica y cultural de su país. En esta etapa de vida, las mujeres continúan enfrentándose a la
vulneración de esta violencia, y en ese sentido las narrativas obtenidas en los talleres
aumentaron, es decir, las experiencias referentes al ASEP se tuvieron presentes con una mayor
precisión, lo anterior por que el tiempo en el que había trascurrido ese hecho era poco y una parte
de las mujeres participantes se encontraba en esta etapa de vida curso o en la siguiente.

Cabe mencionar que la gran mayoría de las mujeres afirmaron ser víctimas del ASEP en
la adolescencia, en esta oportunidad el diálogo estuvo alrededor de la cultura patriarcal y los
pensamientos de normalización dentro de la sociedad; en este punto, las participantes atribuyeron
este comportamiento a la respuesta de superioridad de los hombres hacia mujeres, y así mismo
expresaron que la rabia y la impotencia son los sentimientos con mayor relevancia en esta etapa
de curso de vida, dados los hechos como transcurre esta violencia, en anonimato, con rapidez, y
en la mayoría de los casos, con impunidad.

También en este punto las mujeres refirieron falta de estrategias o recursos para
defenderse o actuar ante situaciones como estas: “yo cuando cumplí los 18 años salía con mi
pareja y sus primos, un día saliendo de un bar un chico me dio una nalgada y mi cuñada me dijo
que no dijera nada porque todos estaban tomados, uno a veces es tan inocente por evitar
87

problemas, pero no sé, debí hablar y decir algo por que merecía defenderme o que me
defendieran, muchas veces no decimos nada por evitar a que pasen cosas, pero a veces es
necesario para que no se repitan nuevamente” (TV1).

Frente a esto, las mujeres afirman querer actuar de cierta forma respecto a dichos sucesos,
pero cuando se encontraban de cara al ASEP la situación se tornaba distinta, de esta manera se
refleja que en esta etapa se encuentra un mayor reconocimiento al ASEP como un tipo de
violencia y de reflexión respecto a la necesidad de no minimizar estos sucesos. El siguiente
relato habla de la confrontación del ASEP que una mujer decide asumir:

“…yo salía de la Universidad, estaba en los días de inducción, recuerdo que iba sola por
la calle y de repente se me dio por mirar hacia atrás y vi un chico que venía caminando rápido,
él, al observar que miré hacia atrás comenzó a llamarme, yo no presté atención y seguí
caminando. La cuestión es que me alcanzó y comenzó a decirme y preguntarme cosas, mi
reacción fue caminar más rápido y no prestarle atención, pero él seguía ahí, del miedo y la
impresión no sabía qué hacer, a la final el chico se devolvió, pero fue realmente incómodo para
mí vivir esto” (TV1).

Lagarde (1996) menciona que el cuerpo a lo largo de la historia ha recibido un


significado sexual y se define como referencia normativa dando paso a la construcción de
masculinidad y feminidad, lo anterior permanece de forma inconsciente en el desarrollo social de
las personas y contribuye a apropiar comportamientos inmersos en la sociedad, “…iba por la
calle, llevaba un vestido y había un grupo de hombres en una esquina y en el momento que yo
pase por ahí, me dijeron cosas vulgares y me silbaron muchas veces” (TV1) así mismo “…me
gritaban piropos en la calle y me correteaban” (TV1), “…iba caminando hacia mi casa junto a
mi prima, un señor venía en una cicla, paró, se bajó de la cicla y por detrás nos tocó las nalgas”
(TV2), “me enfrente a un manoseo intimidante cuando iba de regreso a casa en las horas de la
noche” (TV1).

A partir de estas narrativas se observa la cosificación del cuerpo de la mujer donde se


puede mencionar que es una de las primeras violencias a las cuales se deben enfrentar las
mujeres, y es que el ASEP y la dinámica con la que se presenta esta violencia a través de piropos
y demás comportamientos los cuales se mencionan en anteriores capítulos, donde el cuerpo de
las niñas y mujeres se reduce según Sáez y Expósito (2012) a ser un objeto sexual, lo que
88

suprime el resto de su personalidad para limitarse a sus atributos sexuales y a su belleza física
con el objetivo de satisfacer el deseo de placer masculino.

En cuanto al TP2 (ver apéndice I) se identificaron emociones como miedo, intimidación,


frustración, incomodidad, rabia, impotencia, temor y resentimiento, en este punto las mujeres
aluden son situaciones que marcan de alguna u otra forma la vida de las mujeres, en torno a lo
anterior las mujeres rescataban la idea de transitar de forma tranquila y segura por los diferentes
espacios públicos, además de hacer una exigencia frente al reconocimiento del espacio público
para todas y todos, sin que se deba pensar y acoger estrategias de autoprotección “…cuando
estaba en Tunja, solo podía ir al gimnasio en las noches por los horarios, quedaba a solo unas
cuadras entonces caminaba rápido en la noche y si recibía muchos comentarios y silbidos por
eso, después tuve que empezar a llevar abrigos grandes para no recibir este tipo de comentarios,
pero aun así seguían” (TV2). En relación con lo anterior, Zúñiga (2014, p,79) considera que las
mujeres son las primeras en experimentar la invasión y agresión de sus cuerpos, lo que pone en
cuestión la máxima de que el espacio público es un lugar de y para todos.

6.1.3. Juventud

En la juventud, las narrativas y emociones aumentan en relación al ASEP y como en las


anteriores etapas ,el panorama es desolador, pues se habla de la ausencia de medidas legales que
hagan freno a esta problemática y cómo la desesperanza aprendida cobra más valor en la vida de
las mujeres, donde se incrementa la resignación frente a esta violencia, “en cuanto al acoso de
manera verbal y no verbal, todo el tiempo cuando salgo recibo silbidos, gestos, miradas y
comentarios vulgares”, TV1“actualmente, cada vez que salgo a la calle, no hay día en que me
molesten, me digan cosas o me miren de tal forma que me sienta realmente incómoda”
(TV1)“cuando me visto como me gusta, en especial cuando tengo faldas o vestidos, y voy
caminando en la calle, suelen decirme comentarios poco deseables” (TV2). Para Pizarro (2018)
el 35% de las mujeres de todo el mundo ha sufrido violencia sexual en algún momento de su
vida. En este sentido, señala que el acoso callejero es la práctica machista y sexual más
comúnmente aceptada, y es una de las situaciones que favorece la vulnerabilidad sexual de las
mujeres.

De esta manera, se afirma la agresividad la dinámica con la que ocurre el ASEP en la


vida las mujeres, manifestándose en el diario de vivir: “un tipo se masturbó delante de mi
89

hermana y de mí, en el Transmilenio” (TV2) , “estaba en la calle con dos amigas y dos tipos nos
dijeron… yo a estas tres las cojo y las encierro en un sótano, situación que nos causó mucho
miedo” (TV2), “ cuando subo a los buses o paso por donde hay mucha gente me han tocado la
cola, me han rozado sus partes íntimas y me han dicho cosas sexuales que me intimido mucho y
me siento mal por irme vestida o como me expresaba” (TV2), frente a lo anterior se observa
como el ASEP desencadena una serie de consecuencias en las vidas de las mujeres ligadas con el
miedo, lo que ocasiona limitarse a actuar frente a estos sucesos, además de impedir transitar de
una forma libre, segura y tranquila por los lugares que hacen parte del espacio público, lo
anterior no se limita a un tema de exclusividad para las mujeres, sino por el contrario, cuestionar
como la sociedad atribuye que las mujeres pertenecen de forma exclusiva a un espacio privado y
lo público a los hombres.

Figura 12. Taller virtual 8M. Curso de vida.

Fuente: Elaboración propia

En las narrativas se denota la libertad con la cual el ASEP ha invadido la vida de las
mujeres, y es que para varias de ellas resulta molesto e indignante conocer cómo esta violencia
transforma la cotidianidad, y es que para Zapana y Medina (2016) se trata de una conducta de
naturaleza sexual no recíproca, y toda otra conducta basada en el sexo, que afecta a la dignidad
de mujeres, que resulta ingrata, irrazonable y ofensiva para quien la recibe (p,63).

“…siempre que me dirigía a la universidad se dirigían hacia mí con piropos vulgares”


(TV1) “en una ocasión un señor me persiguió diciéndome comentarios vulgares” (TV2) “un
hombre invadió mi espacio personal acercándose tanto que me intimidó con palabras obscenas,
90

(TV1)“ siempre salgo al gym en eso de las 6-30 por cuestiones de alumbrado público al frente
de mi casa es oscuro y dado a eso los señores de un billar cercano me dicen cosas feas y
chiflidos”, TV2 “en espacios libres cuando tránsito, los hombres hacen chiflidos y piropos, la
situación es muy incómoda” TV1, esto conlleva a cuestionar el actuar de esta violencia y el
llamado a evitar que se continúe normalizando, donde incluso se puede llegar a manifestar como
una costumbre propia de una cultura que hace hincapié a la idiosincrasia, además se crean
discusiones en torno en qué momento ese “piropo” deja de ser un piropo para convertirse en
halago, (Ramírez, 2021) cita a Mejía (2016) quien en sus propias palabras expresa

Los piropos no son un halago, sino más bien un instrumento que los varones usan
para ejercer cierto poder de dominación hacia ‘el sexo débil’, puesto que, al salir una
mujer a la calle, ella está expuesta a una relación de desigualdad asociada a su condición
sexual, siendo cosificada y tomada como mero objeto sexual para la satisfacción del
varón (párrafo, 15).
Se menciona entonces la lucha y las iniciativas para visibilizar y erradicar esta violencia,
no solo implica que las mujeres interioricen la necesidad de tomar medidas de autoprotección,
sino también de deconstruir imaginarios patriarcales, orientados a percibir a las mujeres como
parte decorativa del espacio público o un objeto sexual, que por ende merece atención de carácter
lascivo, disfrazada de galantería o adulación, “ un señor de avanzada edad se me abalanzó a
robarme un beso y en otra ocasión yo estaba fuera de un supermercado esperando a mi mamá y
un señor se hizo por detrás mío pegando sus partes en mi cuerpo, yo me corrí muy asustada y el
señor se fue, pero luego volvió a pasar (iba con su esposa) y se burló de mí, nadie hizo nada”
(TV1). Para el Instituto Nacional de Derechos humanos de Chile (2021),
Se requiere de un enfoque integral que implemente políticas activas de sanción de
agresores, protección y reparación de víctimas, y sobre todo prevención y combate a las
causas estructurales de estas violencias: la desigualdad social, cultural y económica entre
hombres y mujeres, construida sobre la base de patrones socioculturales basado en la
premisa de la inferioridad de las mujeres (párrafo, 5)
Así mismo, para las participantes adultas, el diálogo les permitió remembrar dichas

situaciones: “en mi juventud me pasó en Tunja, cuando llegue a la ciudad, yo soy de pueblo,

pensaba que podría tener esa confianza de usarla (la confianza), pero me di cuenta que tanto en
91

la calle como en el transporte público recibía abuso verbal, palabras grotescas y asquerosas por

parte de los hombres, que me hacía sentir mal y sucia como si lo abusaran físicamente” (TV2).

De esta manera se crea una discusión en torno a la violencia que se percibe en las
ciudades y los pueblos, donde las mujeres manifestaban cómo las ciudades son un blanco de
inseguridad para las mujeres, debido a las dinámicas que ocurren en las zonas urbanas, García
(2017) describe las afectaciones a las cuales las mujeres deben enfrentarse en este ámbito:

negarles el acceso a las oportunidades educativas, recreativas y culturales que ofrece la


ciudad; robos y atracos, manoseo y piropos ofensivos, violaciones sexuales y limitaciones
de movilidad que son llevadas a cabo con mayor frecuencia en parques, lotes baldíos,
calles cerradas y espacios del sistema de transporte, identificando, entre ellos, lugares
donde a las mujeres les es negado transitar (p,13).
Lo anterior sin discrepar en la violencia que se ven enfrentadas las mujeres en las zonas
rurales o pueblos, TV2 “También me sentí acosada cuando vivía en Tunja dado a que vivía cerca
de una tienda y cuando iba a comprar cosas que necesitaba usualmente me encontraba con
señores tomando y siempre me decían cosas morbosas”.

Frente a las emociones que se expresaron en el Taller presencial del 25N (ver apéndice I)
con relación al ASEP en esta etapa de curso de vida, se encuentra la rabia, el miedo, la
impotencia y la tristeza, las mujeres manifiestan que una experiencia de ASEP lleva a desarrollar
sentimientos de culpa e inseguridad sobre sí mismas, en este espacio una de las mujeres
manifestaba TP2 “dolor por la sociedad en la que vivimos” de lo cual se puede mencionar cómo
se responsabiliza a la mujer por dichos actos, donde se considera que quien provoca los
comentarios y demás connotaciones sexuales son exclusividad de las mujeres y no
responsabilidad del actuar de los hombres dentro de estos espacios, incluso justificando el
accionar masculino.

6.1.4. Adultez

En la adultez, las narrativas en relación al ASEP disminuyeron de forma drástica, debido


a que las edades que se comprenden en esta etapa no abarcaron un gran número de mujeres
dentro de los espacios participativos, sin embargo, esto conlleva a discutir la disminución de la
cosificación del cuerpo de la mujer en esta etapa, es decir, cómo la vida adulta ya no resulta
92

funcional al deseo de los hombres respecto al ASEP, el Ministerio de Salud y Protección Social
(2018) menciona que en general, la violencia de género en la adultez va disminuyendo pero eso
no quiere decir que no se presenten casos de violencia, ya que los que se presentan en su mayoría
son de violencia intrafamiliar y sexual.

TV1“Me dijeron cosas horribles cuando tenía un escote, no los uso casi desde ese
momento”, de esta manera se evidencian procesos de resignación y se interioriza que dicha
violencia hace parte de una cotidianidad, así mismo de comprender ciertas dinámicas dentro de
estos espacios públicos que dan luces de que las mujeres se encuentran en una situación de riesgo
TV2 “en el centro los hombres que se reúnen varios, es para morbosear cada mujer que pasa y
en ese momento tiene que pasar uno preciso por ese lado”. Según Delgado (2018)

La ciudad es uno de los escenarios clave de la desigualdad de género. Mediante el uso, la


movilidad y la seguridad, el espacio urbano segrega las posibilidades de hacer propios los
lugares de la ciudad. y, ciertamente, el acoso y agresiones callejeras parecen poner fuertes
límites a esa capacidad de apropiación. (párrafo 2)

También es necesario identificar como aquellas mujeres que pasan gran parte de su día en
estos espacios perciben los riesgos que se pueden enfrentar laborando en las calles, por lo cual
una de ellas manifestó TP2 “en la calle se presenta acoso sexual porque pienso que por ser
vendedora ambulantes somos presa fácil”.

Dentro de las emociones que se producen en esta etapa de curso de vida se observó que
tuvo mayor prevalencia la tristeza, impotencia y rabia, donde se retoman nuevamente diálogos
sobre el riesgo que recae en las mujeres y su transcurrir en las calles, así mismo cabe resaltar,
que a pesar de que los relatos o narrativas disminuyen en esta etapa de curso de vida no es
indicador de que la violencia basada en género no afecta a las mujeres, bajo lo anterior, ONU
Mujeres (2021) afirma que la violencia contra mujeres y niñas es una violación grave de los
derechos humanos. Su impacto puede ser inmediato como de largo alcance, e incluye múltiples
consecuencias físicas, sexuales, psicológicas (párrafo, 1).

6.1.5. Vejez

La presencia de mujeres pertenecientes a esta etapa de curso vida en los talleres fue
mínima, las únicas mujeres que participaron fueron mujeres transeúntes del TP2. Para tratar de
93

sumar participantes de varias edades, principalmente a este grupo etario, se extendió la invitación
en los talleres virtuales 1 y 2 a familiares o conocidas de las estudiantes, finalmente quienes
acudieron primeramente fueron jóvenes y adultas. Por ello, la información referente a esta etapa
es escasa, esto conlleva a suscitar interés en la posibilidad de desarrollar estudios profundos
frente al ASEP con este grupo etario.

Orosa (2003) menciona que la tercera edad a través de la historia ha sido poco
estudiada en la literatura, dicha etapa se ubica cerca a los 60 años, y se entiende como el
evento de la jubilación laboral, esta etapa de vida es muy influenciada por la opinión
social y cultural del entorno donde se ubique el o la adulta mayor, en varias culturas la
vejez es entendida como un momento de soledad, segregación, límites en la vida sexual y
de poca funcionalidad. Es así como se observa una disminución del ASEP a medida que
transcurre el curso de vida.

Frente a la literatura y revisión tomada para este concepto se habla de una serie de riesgos
que según Tabueña (2006) genera maltrato y violencia en ámbitos comunitarios, institucionales y
familiares, afectando generalmente a los adultos mayores además de ser víctimas de abuso físico,
psicológico, sexual, económico, negligencia, auto negligencia, abandono y vulneración de sus
derechos por parte de los cuidadores o profesionales a cargo, es decir, dentro de esta etapa se
pueden evidenciar otros factores que inciden en el bienestar de los adultos mayores, además de
presentar un nivel de dependencia y ausencia de defensa ante situaciones de vulnerabilidad.

Finalmente los riesgos de esta etapa de curso de vida están relacionados con otros
factores y no principalmente con el ASEP, dentro de las pocas narrativas encontradas se
menciona por parte de una mujer adulta mayor TP2 “Solo espero tener una vejez tranquila” lo
cual conlleva a reflexionar en torno a la desigualdad y discriminación que trae la violencia sobre
la vida de las mujeres, para Ruiz (2020) una experiencia de ASEP puede volver a activar traumas
o malos recuerdos, por lo tanto, convertirse en una experiencia perturbadora.

Desde la infancia las niñas se encuentran en un estado de vulneración en relación a la


violencia y es que incluso para Unicef, (2017) expresa que la violencia en contra de la mujer
tiene cara de niña, dada por la dinámica con la que se presentan las agresiones, desde
manifestaciones sutiles que son poco perceptibles hasta llegar a las más transgresoras. Se
menciona que existe una construcción social permeada por una esfera pública que se atañe a los
94

hombres y una esfera privada que es exclusividad para las mujeres, a partir de lo anterior se
identifica como las niñas sufren repercusiones en estos dos sentidos, tanto de lo privado donde se
encuentran prácticas que buscan ejercer un poder sobre las niñas y mujeres en un ámbito
particular y se manifiestan propiamente a través de violencia económica, psicológica, emocional,
física y sexual.

Para Frías (2014) la violencia en contra de las niñas es una constante a lo largo de sus
vidas y se presenta en espacios como el familiar, escolar, laboral, el comunitario e incluye la
relación entre ellas y las instituciones. En la esfera pública cabe mencionar que el ASEP es una
de esas violencias que discrimina y denigra a las niñas, pues supone enfrentar situaciones que
agreden su intimidad.

A partir del informe del Ministerio de salud y Protección Social (2018) se muestra la
magnitud con la que se presenta la violencia psicológica, sexual, física y la negligencia en las
etapas de curso de vida de las mujeres, en donde se identifica que entre las edades de 0 a 29 años
los índices son altos, pero hay una notable disminución de la violencia en las edades que se
comprenden de 30 a 65 años o más, Para la Junta de Andalucía (2017) expresa que:

Las mujeres de edad pueden haber sufrido maltrato de forma continua sin ser conscientes
de ello, desarrollando sentimientos de indefensión, incapacidad e impotencia. Se ven
particularmente afectadas por las tradiciones sexistas y la asunción de los roles de género
tradicionales, lo que dificulta la visibilización de las situaciones de maltrato y la presentación de
denuncias. (p,1).

A partir de la adolescencia se tuvo mayor remembranza frente a las experiencias vividas


en relación al ASEP, debido a que las mujeres participantes eran adolescentes y otra parte se
encontraba en la juventud, es decir, las experiencias referentes al ASEP en la infancia se traían al
diálogo de forma más rápida, y por otro lado en la adultez dichas situaciones no se recordaban
con claridad o tal vez se realizaba un ejercicio de no querer suscitar dicho recuerdo, para Ruiz
(2020) una experiencia de ASEP puede volver a activar traumas o malos recuerdos, por lo tanto,
convertirse en una experiencia perturbadora.
95

Lo anterior puede explicar porque esta situación tiende a normalizarse teniendo como
origen las pautas de crianza impartidas en la infancia, a negar la violencia recibida o incluso
culpabilizar a las mujeres por ser víctimas del ASEP.

García y Mosquera (2018) citan a través de su artículo a Maldonado (2017) donde afirma
que:
Los estereotipos de género son construidos en los niños y niñas desde la infancia
en el núcleo familiar, asumiendo un papel restringido de la mujer, en donde se le
transmite una marcada diferenciación entre hombres y mujeres, la cual afecta su forma de
pensar, actuar y sentir. Además, se les ha impartido la creencia de que ellas no poseen
poder sobre su sexualidad
En la adolescencia se observa un mayor reconocimiento al ASEP como violencia
y se cuestiona la dinámica con la cual se presenta en la cotidianidad de las mujeres, para ahondar
en este tema se menciona la necesidad e importancia que tienen los espacios socioeducativos
para brindar un mayor reconocimiento a dicha violencia, cabe resaltar, que estos espacios deben
ser lugares seguros en donde se les permita a las mujeres expresar su situación pero además se
empiecen a construir elementos que trasciendan en ámbitos legales y de protección a la mujer.
Para Varela (2019) la cuarta ola del feminismo, alimentada por las tres anteriores, las redes
sociales y la toma de conciencia de las generaciones más jóvenes, está removiendo los cimientos
patriarcales como nunca. (p, 4).

Así mismo surge la importancia de educar a las niñas sin ponerlas en situación de riesgo,
es decir, tomar acciones determinantes que les permitan a las niñas tener un poder y control
sobre sí mismas, que además les permita ser consiente sobre las decisiones que puedan llegar a
tomar referente a su vida personal o familiar, así como el desarrollo de habilidades y
capacidades, y finalmente fomentar un liderazgo que traiga como consecuencia una participación
más activa en escenarios de carácter público. (Banco mundial, 2015).

El ASEP como se menciona en el capítulo IV comprenden diferentes lugares que hacen


parte de espacios públicos que posee una dinámica particular y es que el agresor de esta violencia
se mantiene en un anonimato y dicho acto trascurre de forma rápida sin que las personas que
estén alrededor se percaten o si lo hacen no tomen acciones frente a esta vulneración, es por esto
que se conlleva a pensar cuales son las características propias del ASEP en las ciudades y los
96

pueblos, frente a esto Martínez (2018) en su artículo sobre el acoso sexual callejero como
violencia, toma a Bowman, (1993) para mencionar las características con las que se presenta el
ASEP: las mujeres son el objetivo principal de esta violencia, los agresores son hombres, se
desenvuelve en una situación de desconocimiento sobre a quien se va a acosar y viceversa, el
encuentro es cara a cara, los lugares son expresamente públicos, es decir, cualquier persona
puede acceder a ellos, otra característica es que a pesar de que ocurre en lo público el discurso,
comentario, ruido es dirigido a una única persona y finalmente que los comentarios e
insinuaciones son denigrantes. (p,7).

A partir de las anteriores características se menciona que el ASEP en un ámbito rural


transcurre con una dinámica diferente, como puede ser el hecho de que el agresor en este
contexto no se encuentre en un anonimato; sino por el contrario sea alguien conocido y se ejerza
de forma constante, mientras que en lo urbano el androcentrismo permea en la arquitectura e
incide en la aparición del ASEP, para Ortiz (2007) las características que influyen en este
ejercicio están dadas por la aparición de personas que se perciben como amenazantes, oscuridad,
la falta de iluminación, lugares solitarios y callejones. (p,20).

En cuanto a la disminución del ASEP en la adultez y vejez se puede mencionar como la


belleza y la cosificación del cuerpo de las mujeres se cuestiona, es decir, las mujeres en esta
etapa de curso de vida ya no resultan de mayor interés por los hombres que inciten a develar
comentarios y demás insinuaciones de índole sexual en comparación a las mujeres que se
encuentran en una etapa reproductiva.

Por último se menciona la construcción de espacios seguros para todas y todos, lo cuales
no desencadenen que al encontrase en estos lugares se tenga sensación de inseguridad o temor,
según ONU Mujeres (2010) los espacios públicos deben contar con un diseño que atienda las
necesidades de iluminación, visibilidad, paisajismo, tránsito peatonal y vehicular, además desde
la institucionalidad poder ejercer un mayor control a los procesos de denuncia, es decir, que las
voces de las mujeres tengan un reconocimiento posterior a un suceso de ASEP. Para ONU
Mujeres 2019:

Los espacios públicos y abiertos pueden ser el centro neurálgico de las comunidades. Sin
embargo, en muchos casos estos espacios son poco seguros para el 50 por ciento de la población,
a causa del acoso sexual y la violencia. Si se incluye a las mujeres en el diseño de espacios
97

públicos, podemos garantizar que se integren sus perspectivas y se satisfagan sus necesidades.
(párrafo, 4).

CAPÍTULO VII
“NO ES HORA DE CALLAR, ES HORA DE LUCHAR”
En este capítulo se presentan los relatos y reflexiones que se obtuvieron por medio de los
talleres realizados respecto del cuarto objetivo, orientado a conocer las estrategias empleadas por
las mujeres participantes para protegerse frente al acoso sexual en espacios públicos, y sus
categorías: medidas individuales para combatir el ASEP, acciones propuestas por las mujeres
frente al ASEP y la sororidad como recurso de protección.

7.1. Medidas individuales para combatir el ASEP

Respecto de la información suministrada a lo largo de los talleres, existen diferentes


percepciones de las participantes sobre la seguridad en el espacio público entre hombres y
mujeres, de esta manera Harvey (2012) señala que el derecho a las ciudades seguras es un
derecho colectivo de todas las personas que viven y usan estos espacios, y por tanto deberían
existir espacios que respondan a las necesidades de seguridad de cada persona.

Debido a las vivencias de las mujeres en su cotidianidad, surgen acciones individuales


para la prevención del ASEP, como lo mencionan varias de las participantes de los talleres, unos
de los relatos se enfoca en evitar horarios nocturnos“Después de las 8 no salgo” (TV1), los
cuales por factores como la ausencia de alumbrado público se convierten en factores de riesgo,
una de las participantes en el TV2 comenta “Me enseñaron a pasar la calle cuando hay un
grupo de hombres que me genere inseguridad”, el anterior relato hace énfasis a la educación de
autocuidado que se le da a las mujeres, donde se les enseña a evadir situaciones que ellas sientan
o crean que son riesgosas, por ejemplo una de las participantes afirma “ No hacerse en los
puestos del fondo o las esquinas de los buses” (TV2)

Como se mencionaba anteriormente el horario nocturno puede ser un factor de riesgo


para la mujer, por circunstancias como la ausencia de personas en las calles, bajo alumbrado
público y la falta de presencia de fuerzas de seguridad en los espacios públicos, una de las
participantes del TV2 menciona “En mi caso cuando camino de noche pongo mis llaves entre
los dedos de las manos como objeto de defensa” (TV2), las mujeres utilizan otras herramientas
98

para su defensa personal, como en este caso unas llaves como objeto corto punzante, pues es
común que por aspectos físicos un hombre pueda ejercer control sobre el cuerpo de la mujer con
facilidad.

Solo dos de las participantes del TP1 refirieron que acudieron a la Policía seguido de un
episodio de ASEP, sin embargo, ninguna recibió respuesta, una de ellas manifiesta que “iba en
bicicleta y decidí dejar pasar a un niño de colegio, por lo que era pequeño, pero este al dejarlo
pasar me toca un seno así que me dio mucha rabia y lo perseguí y adelante estaba un carro de
policía y grité para que lo cogieran, pero la policía no hizo nada al respecto” ó. Por el
contrario, en ninguno de los talleres las participantes manifestaron acudir a una instancia de
protección y afirmaron en repetidas ocasiones no confiar en las instituciones a causa de la
revictimización, impunidad y el menosprecio que le dan a sus reclamos, además se afirmó que de
los pocos casos que pueden recibir atención, se evidencia ineficacia por varias razones.

Una de las razones por las que se cree que no se evidencia atención en casos de ASEP es
la revictimización de las mujeres como lo menciona una de las participantes del TP1 refiere que
“a lo largo de mi vida sufrí de varios abusos verbales y físicos y que en mi momento me afectaba
pero en la actualidad ya puedo contar mi experiencia, en una ocasión busque ayuda de la
Policía, ellos son: ven te boleteo por toda la URI y uno a veces pierde el control y se altera y
dice como ¡Miércoles, es que me están jodiendo!...” y agrega “en donde estoy yo como víctima y
cómo persona inconforme ¿Cómo puedo hacer respetar mis derechos?”. Otras de las razones
por las que se considera que no hay atención oportuna al ASEP es que primero se ponen en duda
los testimonios de las víctimas, además el desconocimiento del victimario y la brevedad en la
que se presenta esta violencia impiden que se haga justicia, manteniendo al agresor invisible y
gozando de impunidad.

7.2. Acciones propuestas por las mujeres frente al ASEP

A través de los talleres que se llevaron a cabo se observó que es importante desde Trabajo
Social realizar una cartografía social feminista con el fin de pensar la relación de la mujer y su
lugar en el espacio público, identificando lugares donde las mujeres sufren ASEP, y de esta
manera tener una perspectiva de los lugares seguros e inseguros para ellas.
99

“en los mismos bares habría que pensarse espacios seguros promovidos por los mismos
bares, en algunos bares de Latinoamérica se crean espacios seguros para denuncia y los mismos
bares lo pueden promover, pero como pensamos en eso en Colombia donde algunos bares en su
publicidad tienen que las chicas entran gratis, uno dice por qué las chicas entramos gratis a los
bares” (TV1)

En cuanto al relato de la participante TV1 se analiza la importancia que los bares


empleen estrategias de espacios seguros para las mujeres, como es el caso de varios bares del
caso de la ciudad de Bogotá los cuales fueron capacitados para responder de manera efectiva y
rápida cuando una mujer se encuentre en situación de peligro y vulnerabilidad llamado “Pregunte
por Angela”, por tanto, surge la idea en el TV1 que en la ciudad de Tunja, al tener un porcentaje
representativo de población estudiantil, se desarrollen estrategias de atención y protección en los
bares, creando espacios seguros para las mujeres (Alcaldía Mayor de Bogotá, 2020). Estas
estrategias pueden orientarse hacia capacitación con enfoque de género para el sector comercial
de bares y discotecas, publicidad dirigida a las mujeres en los baños con claves para solicitar
ayuda, entre otros.

Figura 13. “Diana Doble. Código secreto para prevenir el acoso de mujeres en bares y discotecas.

Fuente: Agencia de Periodismo Investigativo, sitios de rumba, API

Por otro lado, una de las inquietudes más relevantes de las participantes en torno a las
acciones de protección se ubicaba en el caso del transporte público, dado que para el caso de los
buses, solamente se habló de medidas individuales como las que se mencionaron en la categoría
anterior, pero no se propusieron acciones colectivas o acciones más contundentes que involucran
por ejemplo a los demás usuarios del transporte público ni a las empresas de transporte, esto
100

puede ser porque se ha minimizado, normalizado las situaciones de ASEP, y las mujeres no
quieren armar problemas y “mantener la fiesta en paz”. No pide ayuda porque la gente va a
pensar que está loca.

En el TV1 se contó con la participación de una estudiante que en las noches labora como
taxista, había vivido acoso en el espacio público por ser taxista, pero que en su gremio se sintió
protegida, más no sabía si muchos de sus compañeros habían acosado a usuarias, y por esa razón
muchas de sus clientas la buscaban por ser mujer (TV1). “(Tallerista: sería bueno poder tener
una red de cuidado de mujeres taxistas…) a lo que la participante responde: la mayoría de
usuarias son chicas debido a que se sienten más seguras” (TV1).

Para finalizar, se llega a la conclusión la necesidad de puntos de atención en la ciudad


para pedir ayuda con el fin de que las mujeres se puedan sentir seguras y escuchadas, además de
poder generar una aplicación digital (App) con el fin de identificar en donde están siendo
víctimas de ASEP, en cuanto a diversos espacios públicos de la ciudad y en establecimientos de
comercio como bares, restaurantes y tiendas, con el fin de que se generen acciones de protección
y seguridad hacia las mujeres, donde ellas sientan seguridad a la hora de salir, además de esto
poder hacer una red de cuidado de mujeres taxistas, todo esto con el que la ciudadanía reconozca
las estructuras de poder en la cotidianidad de los espacios públicos y que las situaciones de
ASEP sean vistas como un problema social que necesita ser resuelto y puesto en la agenda
pública , lo cual va a generar insertar un cambio paulatino en el cuestionamiento cultural.

7.3. Sororidad como recurso de protección

Recordando que la sororidad remite a brindar y recibir ayuda por parte de otras mujeres,
lográndose con esto un deconstruir patrones de violencia que han sido incrustados en el
comportamiento de las mujeres (Figueroa y Castellanos, 2020, p.209) puede ser un recurso
eficiente para que las mujeres puedan protegerse frente a las BVG, y dentro de ellas, el ASEP.

A lo largo de los talleres las participantes hablaban de sororidad, sin mencionarla como
tal, es decir, sin nombrarla y que lo anterior podría ser un recurso importante para 1. Cuidarse en
casos de riesgo, y 2. Para hacernos sentir que no estamos solas, que no hemos sido las únicas, y
que para eso los sondeos realizados fueron de gran utilidad pues permiten visualizar las
magnitudes del fenómeno, que además desencadenó procesos reflexivos de las mujeres en torno
101

a la culpabilidad (“no es mi culpa, yo no lo provoqué”, muchos hombres lo hacen, e incluso


desde que éramos niñas), y confrontación de estos hechos violentos: cuando muchos agresores
ven que su víctima tiene miedo, lo siguen haciendo a otras, porque lo que buscan es reforzar esa
posibilidad de dominio sobre nosotras.

Es entonces como se observa la necesidad de poder generar y crear espacios


socioeducativos que permitan conocer estas violencias que vienen tomando cada vez más fuerza,
así como sus efectos y consecuencias, dando paso no solo a interiorizar estos elementos sino
también la posibilidad de compartirlo con otras, porque seguramente en algún momento del
transitar de la vida se habrá de estar de frente al ASEP, a lo largo de los encuentros las mujeres
manifestaban sentir una voz de aliento, de animar a que no están solas y de afirmar de que pese a
la dureza de los señalamientos con la que se afronta el ASEP desde la cultura patriarcal, debe
existir una unidad, donde prevalezca el respeto, y se adopte un reconocimiento al poder de las
mujeres: “me gusta que en el taller de Eva los temas salgan a la luz ya que es una buena manera
de empoderarnos y transformarnos entre nosotras mismas" (TP1), “… que estos espacios
pueden ser una luz a motivar a las mujeres incluso de hablar de procesos de empoderamiento a
partir de estos espacios”(TP1), “este ejercicio de hablar nos hace bien y saber que no estás sola,
eso también para tenerlo en cuenta y pues que sea bonito como compartir estas situaciones que
son bien duras y son bien incómodas, pero hablarlos es lo que nos hace mucho más fuertes”
(TV2). Bajo lo anterior ONU Mujeres (2020):

Se deben iniciar conversaciones sobre los roles de género y cuestionar los rasgos y las
características tradicionales asignadas a hombres y mujeres. Señalar los estereotipos a los que
niñas y niños se enfrentan constantemente, ya sea en los medios de comunicación, en la calle o
en la escuela (párr. 7).

Así mismo una de las participantes mencionaba como en series y material audiovisual se
hace un reconocimiento a esta violencia, lo cual permite que las personas comprendan de qué
trata, entender los factores que desencadena en la vida de las mujeres, pero también la magnitud
con la que se presenta, "una serie que es importante comentar una parte, donde una muchacha
se sube a un bus y un muchacho se masturba al lado de ella y le ensucia los jeans y ella se baja
del bus normal y si le hace el reclamo y se baja pero de todos modos eso queda en ella y se lo
comenta a una amiga y la amiga le dice ¡ey vamos!, eso es acoso tienes que denunciar, la
102

acompaña hasta la policía y a partir de ese momento la muchacha ya no es la misma, le da


miedo subirse a un bus y se va caminando hasta el colegio y en la serie muestran que las
distancias son largas y ella se va caminado todos los días porque le da miedo subirse al bus,
hasta que finalmente lo comenta en un grupo de chicas y las chicas se reúnen y se suben al bus
con ella y empiezan a acompañarla es una parte de la serie muy bonita porque es la unión que
todas deberíamos tener, más que tenernos envidia, como rechazarse entre nosotras mismas es
más como unirnos para evitar situaciones desagradables que nos marcan a todas”. TV1, a partir
de los comentarios evocados por lo que generó esta escena de la serie “Sex Education” se
propuso por parte de las mujeres mostrar y compartir ese fragmento con todas, lo cual fue una
herramienta que se empleó para el siguiente taller.

Figura 14. Taller 9M. Sororidad

Fuente: Elaboración propia.

Dentro de estos espacios de participación y las narrativas allí encontradas un punto en


común que trasladaba a las mujeres a reflexionar, se dio en torno a la sororidad, un término que
va tomando mayor reconocimiento y que permite a las mujeres ser conscientes que ante la
ausencia institucional o legal, surge un elemento esperanzador, que motiva a cada mujer hacer
parte de un cambio, para Lagarde (s,f.) la sororidad es una forma cómplice de actuar entre
mujeres para que nos aliemos, trabajemos juntas, empujemos las agendas y los movimientos.

Es así como se mencionaba que un primer paso a reconocer esta violencia era poder
dialogar y compartir estas experiencias que permitieron devolver aquella fuerza perdida producto
103

de esta violencia y acoger con mayor relevancia que la unidad entre mujeres es el mecanismo
para hacer lucha a la violencia.

Lo individual, lo colectivo, lo sororo, dan cuenta de varias cosas, primero existe


desconfianza generalizada frente a la institucionalidad estatal para la denuncia y atención del
ASEP y por eso las medidas formuladas no cuentan en muchas ocasiones con el respaldo
gubernamental, asimismo hay desesperanza aprendida por parte de las mujeres hacia la
protección del ASEP, lo que las lleva a cuidarse solas o a naturalizar hechos violentos. Durante
los talleres se evidenciaron sentimientos de Timidez, impotencia y frustración, lo que
imposibilito a la mayoría de las participantes a proponer acciones de cambio decisivos, sin
embargo, fue evidente que los espacios educativos y los medios de comunicación a través de su
contenido pueden visibilizar y denunciar el ASEP, de tal forma que no sea normalizado.

Una de las participantes hace referencia a la importancia de continuar ahondando en


espacios destinados a hablar sobre el ASEP para que por medio del diálogo y la autorreflexión se
promuevan pensamientos sobre la mitigación de esta violencia, es así como una de las
participantes promueve el consumo de material audiovisual, en especial series de televisión y
películas que retratan la magnitud de este problema, frente a lo anterior se toma como insumo un
fragmento de la serie Sex Education a petición de una de las participantes para mostrar las
consecuencias del ASEP y la dureza con la que ocurre.

Respecto a lo anterior, se evidencia que la sociedad le ha hecho creer a las mujeres que
son las únicas responsables de su seguridad, por lo que ellas son las que deben tener estrategias
de autocuidado, como no salir solas en la noche, no vestir con faldas o prendas que dejen ver
algo de piel, además de tomar cursos de defensa personal, como lo menciona Córdoba (2016) en
un estudio que realizó con 417 hombres se observa que los hombres culpabilizan a las mujeres de
sufrir ASEP, donde el 50% afirmó que las mujeres deben ser conscientes que provocan con su
vestimenta, además de manifestar que las mujeres vivirían menos acoso callejero si transitan en
compañía de un hombre y afirmar que los piropos los hacen en forma de cortesía o broma, este
estudio evidencia cómo los hombres llegan a normalizar episodios de violencia y como
anteriormente se nombró surge la necesidad e importancia de tener en los colegios y
universidades cátedras con enfoque de género. En cuanto a los espacios brindados en el TP1,
TP2, TV1, TV2 no se trabajó con hombres debido a que se quería analizar las vivencias y
104

experiencias de las mujeres frente al ASEP y cómo este tipo de violencia afectaba su vida
personal.

Dentro de los talleres realizados las mujeres referían relatos y comentarios donde se
resaltaba la empatía entre mujeres, a la que la siguiente autora describe como sororidad, según
Ribas (2016) es un camino acompañado de empoderamiento para las mujeres con la finalidad de
crear estrategias para resistir la violencia patriarcal, la sororidad también es entendida como la
hermandad entre mujeres que vincula, mueve y sostiene procesos de cambio. Una de las
participantes del TV2 afirma que “claro nosotras no debemos permitir comentarios sucios por
parte de los hombres a otras mujeres, así no sean para nosotras también debemos defenderlas”

Desde Trabajo Social existe una herramienta denominada cartografía social, como
anteriormente se nombró esta se puede utilizar como estrategia preventiva para identificar los
espacios públicos seguros e inseguros para las mujeres con respecto al ASEP, además motivar a
posteriores investigaciones sobre estudios en temas de género dentro de la FUJDC.

CONCLUSIONES

El Acoso Sexual en Espacios Públicos es un tipo de violencia que se presenta en mayor


medida hacia las mujeres y una de sus características principales es la impunidad frente a la
denuncia, debido a las formas en las que se manifiesta. En cuanto a los tipos de acoso las mujeres
señalaron que el ASEP verbal es el que más se presenta, que el acoso no verbal suele ser
ignorado y no se toman acciones por su ausencia de pruebas igualmente se evidenció que para las
mujeres hablar sobre ASEP físico implica revivir estos episodios de violencia y, por ende,
dificultó en un comienzo que compartieran sus relatos.

Se reconocen lugares donde se presenta de manera recurrente el ASEP debido a espacios


reducidos con mucha o poca concurrencia de personas, lo cual beneficia al victimario bien sea
por el contacto físico debido a la cercanía o por la ausencia de testigos respectivamente, estos
lugares son las calles, el transporte público, tiendas y bares, y en los que menos se presenta el
ASEP son centros comerciales, parques y universidades, lo anterior debido a la permanente
vigilancia, espacios abiertos, iluminación, presencia de cámaras de seguridad, entre otros
aspectos de sanción social que se convierten en factores protectores para las mujeres. Con
respecto a los bares y tiendas, las mujeres relacionaron estos lugares con el consumo de alcohol y
105

el ASEP debido a dos aspectos: primero la desinhibición del victimario y segundo la


vulnerabilidad de la víctima. Uno de los espacios donde menos se manifestó el ASEP fue en la
universidad, sin embargo, se evidenciaron relatos que exponen situaciones de acoso dentro de las
instituciones educativas, lo anterior como resultado de relaciones de poder autoritarias ejercidas
por parte de los docentes a las estudiantes, por lo que se considera importante realizar estudios
que profundicen sobre el tema.

La sociedad patriarcal juega un papel fundamental frente al ASEP ya que


culpabiliza y normaliza esta violencia contra las mujeres, debido a esto las víctimas del
ASEP tienden a cambiar hábitos en su cotidianidad, como no salir solas y procurar no
vestir con faldas o prendas ajustadas para evitar ser posibles víctimas de ASEP, además de
esto ellas generan una desesperanza aprendida donde deciden crear factores de
autoprotección. El ASEP genera efectos de emocionalidad como: miedo, ira y frustración
que a largo plazo causa episodios de estrés, ansiedad y problemas en la salud mental, por
tanto, surge la importancia de estos escenarios de dialogo que abordan VBG, debido a que
proporcionan momentos de desahogo emocional para mujeres que quieran narrar sus
vivencias de violencia.
A partir de los relatos de las mujeres, se evidenció que el actuar del ASEP no omite su
presencia en cada una de las etapas de curso de vida, bien sea por la experiencia vivida o por la
remembranza de que sucedió y la impotencia frente a dicha situación, es así como el ASEP en la
infancia se minimiza y es una etapa caracterizada en mayor medida por la ausencia de acciones
de confrontación debido a lo inesperado de este tipo de situaciones, a los patrones de
comportamiento evitativos que las mujeres aprendían cuando niñas de las mujeres adultas y a la
minimización de los hechos de acoso por parte de los familiares; en la adolescencia y juventud el
reconocimiento al ASEP es mayor, pues se cuestiona que estas situaciones son denigrantes y no
deberían continuar, sino por el contrario se alega sobre las posibilidades de contar con un
respaldo legal.

Se concluye que la disminución del ASEP en la adultez y vejez puede estar relacionada
con el hecho de que las mujeres cuenten con más recursos de autocuidado para su protección y
defensa frente a las situaciones de acoso y de cómo se perciben los cuerpos de las mujeres en
estas etapas de vida en comparación a las niñas, adolescentes y jóvenes; debido a la escasa
106

información que existe en relación con el ASEP y la vejez se dé la posibilidad de profundizar en


los relatos, experiencias y la normalización de esta violencia en sus vidas, donde se observe si en
un pasado lo vivieron y si persiste en hasta dicha etapa.

Finalmente se concluye que los espacios socioeducativos son importantes para que las
mujeres realicen procesos de introspección, además de influenciar en las mujeres factores auto
protectores como cursos de defensa personal, creación de redes de taxistas femeninas y
propuestas al sector de bares y restaurantes para proteger y cuidar a las mujeres. Lo anterior llevo
a una reflexión en los talleres sobre la sororidad, donde las participantes mencionan la
importancia de continuar ahondando en espacios destinados a hablar sobre el ASEP para que por
medio del diálogo y autorreflexión se promuevan pensamientos sobre la mitigación de esta
violencia, así mismo se piensan los talleres como escenarios seguros para las mujeres.

Finalmente, la experiencia que se tuvo desde Trabajo Social para el desarrollo de esta
investigación se dio gracias a las bases académicas e investigativas brindadas por la FUJDC,
además de los conocimientos previos adquiridos desde el campo de practica de la Casa de la
Mujer UPTC sobre violencias basadas en género, lo anterior brindó mayor conocimiento y
entendimiento para la ejecución de los talleres que permitieron recoger información relevante
para el presente estudio.
107

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Varela, N. (2008). Feminismo para principiantes. B de bolsillo


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Varela, N. (2019). Feminismo para principiantes. Ediciones B

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LISTA DE APÉNDICES (ver archivos adjuntos)


APÉNDICE A. Registro digital. Sondeo vía Instagram®, frente al Acoso Sexual en Espacios
Públicos. Febrero 2019.

APÉNDICE B. Fichas de Resumen Analítico Investigativo (RAI). I y II semestre 2019.

APÉNDICE C. Flyer publicitario “Taller de Eva” y publicidad en redes sociales. Invitación al


Taller Presencial 23 de Abril 2019.

APÉNDICE D. Formato de consentimiento informado. Taller Presencial 1. (Cortesía Taller de


Eva). Abril 2019.

APENDICE E. Resultados del “Taller de Eva”

APENDICE F. Registro digital del “taller de Eva”

APÉNDICE G. Flyer publicitario Alcaldía Mayor de Tunja, y publicidad en redes sociales.


Invitación al Taller Presencial 25. noviembre 2019.

APENDICE H. Resultados del Taller 25N

APENDICE I. Registro digital del taller 25N

APÉNDICE J. Formato de consentimiento informado. Taller Virtual 1 (adaptado del Apéndice


A). Marzo 2021.

APÉNDICE K. Formato de consentimiento informado. Taller Virtual 2 (adaptado del Apéndice


A). Marzo 2021.

APÉNDICE L. Registro digital plataforma Quizziz®. Herramienta “Tipos de ASEP” Talleres


virtuales 1 y 2. marzo 2021.
135

APÉNDICE M. Registro digital plataforma Google Forms®. Herramienta “Causas y efectos en


torno al ASEP” Talleres virtuales 1 y 2. Marzo 2021.

APÉNDICE N. Registro digital plataforma Quizziz®. Herramienta “Espacios públicos de


ASEP” Talleres virtuales 1 y 2. Marzo 2021.

APÉNDICE O. Registro digital plataforma Google Forms®. Herramienta “Violencia de ASEP


en las etapas de curso de vida” Talleres virtuales 1 y 2. Marzo 2021.

APÉNDICE P. Registro digital plataforma Quizziz®. Resultados Herramienta “Tipos de ASEP”


Talleres virtuales 1 y 2. Marzo 2021.

APÉNDICE Q. Registro digital plataforma Google Forms®. Resultados Herramienta “Causas y


efectos en torno al ASEP” Talleres virtuales 1 y 2. Marzo 2021.

APÉNDICE R. Registro digital plataforma Quizziz®. Resultados Herramienta “Espacios


públicos de ASE” Talleres virtuales 1 y 2. Marzo 2021.

APÉNDICE S. Registro digital plataforma Google Forms®. Resultados Herramienta “Violencia


de ASEP en las etapas de curso de vida” Talleres virtuales 1 y 2. Marzo 2021.

APÉNDICE T. Captura digital. Sesiones Google Meet®. Talleres virtuales 1 y 2. Marzo 2021.

APÉNDICE U. Transcripción Taller presencial 1.

APÉNDICE V. Transcripción Taller virtual 1.

APÉNDICE W. Transcripción Taller virtual 2.

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