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FUIMOS NÓMADAS

Luis E. Cornejo B.
Curador, Museo Chileno de Arte Precolombino. Arqueólogo, Universidad de Chile.
Doctor © en Historia, Universidad Nacional de Cuyo, Mendoza, Argentina.

Durante la mayor parte de la historia de la humanidad del mar estaba una centena de metros más abajo y las dardos provistos de puntas de piedra tallada, en algunos la escasez de investigaciones arqueológicas sistemáticas.
los Homo sapiens hemos vivido como cazadores y líneas costeras eran, en consecuencia, muy distintas a las casos decorados con finos grabados (Figura 2). Por eso nos concentraremos aquí en aquellos lugares
recolectores, agrupados en pequeñas bandas, recorriendo de hoy. La mayor cantidad de precipitaciones permitía la del país donde se tienen suficientes estudios como para
distintos territorios, buscando nuestro sustento diario. existencia de grandes pastizales y bosques, donde reinaban Otros de sus congéneres se asentaron en los aleros rocosos proponer un panorama relativamente claro sobre su
Sobre estos cimientos nómadas se edificaron las bases animales que estaban adaptados a esas condiciones, de la Patagonia, al borde de lagunas en los valles de la historia (Figura 3).
de nuestro actual estilo de vida. Es difícil imaginar muy diferentes a los actuales: grandes herbívoros, como Zona Central o en la costa de la Región de Coquimbo. Esto
cómo fueron aquellos tiempos, en los que una gran mastodontes, caballos americanos, perezosos gigantes, demuestra que en la época de transición entre la última Era
cantidad de cosas a las cuales hoy estamos habituados o carnívoros como el smilodón, conocido popularmente Glacial y el Holoceno, la mayor parte de territorio chileno
no existían. Nadie producía para nosotros los alimentos, como tigre dientes de sable. En el desierto de Atacama, estuvo poblado por cazadores recolectores descendientes
las herramientas, las ropas y, en general, los bienes hoy el lugar más árido de mundo, la mayor cantidad de de los primeros humanos que cruzaron hacia América por
necesarios para la sobrevivencia. Todo debía obtenerse en lluvias en la cordillera permitía que en algunas quebradas el estrecho de Bering.
el entorno del núcleo familiar o, eventualmente, a través existieran pastizales y arboledas pobladas de ancestros de
del intercambio con otros. No existía el conocimiento para los guanacos modernos (Figura 1). Pese a las duras condicio-
controlar la producción de alimentos, sino que estábamos nes en que vivían estos
obligados a entender los ritmos de la naturaleza para cazar grupos, los restos de pig-
animales, recolectar plantas y semillas o pescar. No existía mentos encontrados en
quién nos defendiera de amenazas externas y la seguridad varios de sus campamen-
de nuestras familias estaba directamente en nuestras tos –probablemente usa-
manos. Las enfermedades eran parte del ciclo mítico de la dos para decorar el cuerpo
naturaleza y la única manera de combatirlas era acudiendo y los utensilios–, revelan
a rituales y al conocimiento vernáculo sobre el entorno. que sus preocupaciones no
estaban enfocadas solo en
En el caso de la historia humana de Chile, aproximadamente la subsistencia. Se daban el
el ochenta por ciento transcurrió con este modo de vida, tiempo también para repre-
ya que nuestro país comenzó a poblarse hace unos quince sentar artísticamente sus
mil años. En las siguientes líneas describiremos cómo costumbres, ideas y creen-
vivían esos primeros habitantes, cuál fue su historia y cuál cias religiosas.
es el legado que nos dejaron.
Estos pobladores iniciales
Figura 2. Puntas de piedra tallada
EL POBLAMIENTO INICIAL Figura 1. Arqueólogos excavando en el sitio Quebrada Maní, hoy emplazado y cabezal tallado en marfil de
constituyen la base sobre la
en el desierto más absoluto. Fotografía gentileza Universidad de Tarapacá, que se proyecta la historia
mastodonte. Tagua Tagua, VI Región.
Cuando los europeos llegaron al continente americano, Centro de Investigaciones del Hombre en el Desierto, fondecyt. de los cazadores recolecto-
Material de investigación L. Núñez.
ya habitaban en él millones de personas. Esta ocupación Fotografía Fernando Maldonado. res en nuestro país, durante
había sido posible gracias a la epopeya de aquellos Las evidencias arqueológicas de estas primeras la cual se establecen los
hombres y mujeres que cruzaron desde Asia y que poblaciones humanas conforman una idea muy parcial principios de la diversidad humana del Chile precolombino.
finalmente incorporaron al dominio humano las últimas de su vida, centrada especialmente en aspectos de su La infinidad de paisajes que surgen en este extenso territo-
tierras vírgenes que quedaban en la costa este del cono subsistencia, aunque posibilitan comprender este proceso rio una vez que el clima se estabiliza, acoge distintas histo-
sur americano, hoy conocida como Chile. de colonización inicial. Los hallazgos más antiguos rias paralelas, algunas veces interrelacionadas, otras veces
conocidos hasta ahora se encuentran en Monte Verde, inconexas. Con el tiempo, en ciertos lugares, este modo de
Esta gesta ocurrió entre las postrimerías de la Era Glacial cerca de Puerto Montt, y en la quebrada Maní, al interior vida cazador recolector evolucionará hacia sociedades se-
y el comienzo del cambio ambiental que dio paso al de Iquique. Con fechas cercanas a los trece mil años antes dentarias y productoras de alimentos. En otros, en cambio,
clima presente, un período que se extiende desde hace de Cristo, nos muestran la diversidad de estos primeros los nómadas estarán presentes hasta hace solo unas pocas
unos quince a doce mil años atrás y que los arqueólogos colonos, unos adaptados a densos bosques y praderas, décadas, tanto que algunos de sus últimos descendientes
llaman Paleoindio. Durante la Era Glacial, el mundo era otros asentados en torno a una quebrada fértil en medio del mantienen todavía recuerdos de esa vida pasada.
muy distinto al actual, con un clima más frío y húmedo. desierto. Durante los milenios posteriores estas poblaciones
Una gran cantidad de agua se encontraba atrapada en cazaron a los grandes herbívoros hasta su extinción, usando En algunas regiones, el conocimiento sobre la forma en que Figura 3. El Chile de los cazadores recolectores.
los casquetes de hielo continentales, por lo cual el nivel principalmente el entrampamiento y atacándolos con se manifestó este modo de vida es aún muy precario, dada

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LA COSTA DESÉRTICA pintura corporal y para colorear los instrumentos de acercan a la orilla, tales como el atún y el congrio. Este
De la recolección a la pesca y la caza mar adentro pesca. Seguramente esta misma sustancia se utilizó período, que resultó de una perfecta intersección entre
para pintar los miles de litos geométricos de la cultura el desarrollo tecnológico y la abundancia de recursos
La costa ha sido postulada por los investigadores como Huentelauquén, cuya función aún se desconoce. que ofrece el Pacífico, les dio a cazadores, recolectores
una de las principales rutas por las cuales se pobló el y pescadores un estatus muy especial. Al igual que
continente americano. Así lo atestiguan las evidencias En fecha posterior a 6500 a. C., estas poblaciones dan un los cazadores recolectores de tierra adentro, estos
arqueológicas de poblaciones iniciales en torno a la bahía paso más en la conquista del mar, con la invención del pescadores no eran productores de alimentos, sino que
de Conchalí, en Los Vilos, y la presencia de conchas de anzuelo de pesca. Este instrumento, hecho al principio de los obtenían directamente de los recursos silvestres, pero
moluscos del Pacífico en el ya referido sitio de quebrada valvas de choro o de hueso, adosados a una pesa de piedra, se diferenciaban de otras sociedades similares en que no
Maní. Así, el litoral desértico que se desarrolla entre el ex- es posteriormente reemplazado por anzuelos confeccio- se limitaban a producir para ellos mismos. Eran capaces
tremo norte y el centro de Chile, es uno de los territorios nados con espinas de cactus curvadas a fuego. Con el an- también de generar excedentes para intercambiar con
donde es posible encontrar la mayor cantidad de eviden- zuelo, los habitantes costeros pudieron acceder a peces de poblaciones del interior por productos agrícolas, cerámicas
cias de cazadores recolectores (Figura 4). Estas poblacio- mayor profundidad, actividad económica que desató una o tejidos hechos de lana de camélidos.
nes se especializaron verdadera explosión poblacional y la consolidación de un Figura 7. Las quebradas precordilleranas de Atacama vistas desde el oasis
de San Pedro de Atacama. Fotografía L. Cornejo.
en la explotación estilo de vida más sedentario. En algunos lugares, como Muchas de estas actividades fueron bellamente
de los recursos del la desembocadura representadas en las pinturas rupestres de la quebrada
océano, apropián- del río Loa, apare- El Médano, cerca de Taltal, donde se ven hombres región junto con la cordillera del río Loa son los territorios
dose de las rique- cen pequeñas aldeas arponeando y arrastrando a grandes cetáceos, tortugas donde las investigaciones han permitido a los arqueólogos
zas que les ofrecía compuestas de varias y peces espada. Las protagonistas de muchos de esos proponer que tras un largo proceso de experimentación
el borde costero, y viviendas semisubte- dibujos son balsas hechas de dos odres de cuero de lobo con los camélidos salvajes, los cazadores recolectores
más adelante, en rráneas de planta cir- inflado, invención local que antecedió conceptualmente domesticaron algunos de estos animales.
la navegación mar cular (Figura 5). Entre a los modernos botes zódiac. Estos pequeños navíos
adentro en busca de Iquique y Arica, se permitieron extender el dominio humano mar adentro y Las fechas más antiguas para estos grupos humanos de
peces espada, tortu- produce el desarrollo se siguieron utilizando aún a comienzos del siglo xx por los comienzos del período Arcaico, son de alrededor de nueve
gas ballenas y otras de la cultura Chin- descendientes históricos de esta larga tradición. mil años antes de nuestra era. Se trata de pequeñas
especies marinas. chorro, ampliamente bandas que vivían entre las quebradas bajas, los oasis del
conocida por la forma La efectividad de este modo de vida hace que aún hoy desierto y la puna. Habitaban en aleros, refugios naturales
La historia de las en que sus miem- haya grupos de personas que siguen practicándolo, ofrecidos por paredones o junto a grandes bloques
más tempranas po- bros preservaban los especialmente en la costa de Chile situada al norte del rocosos. También en los bordes de lagunas, hoy casi todas
blaciones con un cuerpos de sus muer- valle de Copiapó. Instalados en viviendas ligeras, en convertidas en salares. Era una época más seca que la
Figura 4. Costa desértica al norte de Antofagasta.
modo de vida marino tos. Mediante estas caletas y playas, estos “changos” modernos son un reflejo anterior, pero más húmeda que la actual, con abundantes
Fotografía L. Cornejo. tiene una primera prácticas los difuntos de cómo se vivía del mar hace miles de años. En muchos recursos de caza y recolección. Así, estas poblaciones
etapa en la que pre- continuaban siendo casos utilizan herramientas de pesca y recolección iguales disponían de muchos lugares hacia donde desplazarse,
Figura 5. Aldea de casas semisubterráneas
valece la explotación de los recursos del borde del mar, parte de sus vidas en la desembocadura del río Loa. Fotografía a las prehistóricas, señalando que este modo de vida movimientos que probablemente practicaban todos los
especialmente entre 10.000 y 8500 años antes del pre- (Figura 6). L. Cornejo. cazador recolector continuará vigente durante este y miembros del grupo.
sente. Por ejemplo, los grupos Huentelauquén, que se probablemente el siglo venidero.
asentaron entre Antofagasta y Los Vilos, y los de Acha, Esta forma de vida se mantuvo sin grandes variaciones por
cuyo territorio principal se ubicaba entre Iquique y Arica, PUNA varios milenios, hasta que hacia el año 5000 a. C., el medio
concentraron sus esfuerzos en la recolección de molus- De la caza a la domesticación de los camélidos ambiente comenzó a hacerse más árido. Subsistieron,
cos y la pesca de orilla. Generalmente, estos grupos se no obstante, lugares cuya disponibilidad de agua local
organizaban en pequeñas bandas que se desplazaban a lo Una vez concluidos los cambios ambientales de la permitía el desarrollo de flora y fauna, convirtiéndose en
largo del litoral, programando a veces incursiones tierra época posglacial e iniciado un paulatino proceso de refugios ecológicos a los cuales la gente acudía dentro
adentro en busca de guanacos, recursos vegetales y rocas desertificación, las poblaciones del Norte Árido se vieron de sus circuitos de nomadismo. Ante estas nuevas
adecuadas para tallar las puntas de arpones usados para empujadas a abandonar aquellos hábitats previamente condiciones, los grupos humanos desarrollaron nuevas
cazar lobos marinos. ricos en recursos. Fue necesario concentrar los estrategias sociales para asegurar su supervivencia.
asentamientos en las tierras más altas, particularmente
Pese a focalizarse en la obtención de alimentos, Figura 6. Balsa de cueros de lobos inflados. Museo Arqueológico de La las quebradas de la precordillera y la puna, donde las Hacia el año 3000 a. C., en lugares como la quebrada
Serena. Fotografía Fernando Maldonado.
consagraban parte de su tiempo a actividades no precipitaciones estivales permitían el crecimiento de las de Tulán, en el salar de Atacama, estos cazadores
directamente relacionadas con la subsistencia. Prueba de plantas y el desarrollo de la vida animal (Figura 7). recolectores comenzaron a construir viviendas circulares
esto es la mina de óxido de hierro descubierta hace poco En su etapa final, a partir del año 200 d. C., la conquista semisubterráneas con bases de grandes piedras traídas
en la quebrada San Ramón, cerca de Taltal. Su fecha inicial del mar se profundizó con el desarrollo de balsas que De hecho, esos espacios ya habían sido explorados durante desde una lejana cantera, lo que demuestra un importante
de 10.000 años a. C. demuestra la temprana búsqueda permitían internarse a varios kilómetros de la costa, el poblamiento inicial, tal como lo prueba el hallazgo de trabajo colectivo (Figura 8). Aunque estas primeras
de pigmentos rojos, muy probablemente utilizados para accediendo a la pesca de especies que solo rara vez se puntas de proyectil tipo Fell en la Puna de Atacama. Esta muestras de arquitectura en el territorio chileno también

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personajes lucían turbantes hechos con grandes madejas más allá de los diez mil años a. C. (Figura 9). Estos prime- noroeste de Argentina, en fechas en torno al 2000 a. C., es
de este material. A la vez, los camélidos domésticos sirven ros montañeses se instalaron en estos parajes dentro de decir, mucho antes que ese tipo de granos fuera cultivado
como animales de carga, lo que a la larga daría inicio a circuitos de nomadismo que seguramente cubrían tanto al en Chile. Alrededor del 300 d. C., estos cazadores
una incipiente economía interregional, con caravanas de valle central como a la costa, generalmente como peque- recolectores de la cordillera intercambiaban productos
llamas transportando bienes entre diferentes puntos del ñas bandas familiares que se desplazaban conjuntamente. con grupos de horticultores sedentarios en los valles más
desierto, la costa y el altiplano. El recurso más importante para su subsistencia era la caza bajos de la cordillera y del propio valle central: daban rocas
y el instrumental ocupado dependía de las características adecuadas para hacer herramientas, principalmente sílice
En suma, partiendo desde una larga tradición de caza geológicas de esta cordillera, que ofrece varios tipos de y obsidiana, cuero de guanaco y sal, y a cambio obtenían
de camélidos, hacia unos mil años antes de Cristo, las rocas adecuadas para confeccionar la amplia gama de he- productos hortícolas y vasijas. Estas operaciones de
poblaciones de las tierras altas de Atacama dieron un rramientas que constituían su equipo tecnológico: puntas intercambio se mantendrían de distintas maneras hasta la
paso definitivo hacia una economía basada en la ganadería de dardos, cuchillos, raspadores, perforadores y raederas. llegada de los españoles en el siglo xvi.
y, con ello, hacia una complejidad social y política sin
precedente en el territorio chileno. Estos grupos serían los Paulatinamente, los tiempos de asentamiento en la cordi- Los registros históricos dan cuenta de que los cazadores
ancestros de los actuales aymaras, atacamas y quechuas, llera se fueron haciendo cada vez más estables y, cerca del recolectores cordilleranos mantuvieron estrechas relaciones
que todavía pastorean llamas en la cordillera. 6000 a. C., ya es posible con las poblaciones puelches del otro lado de la cordillera
Figura 8. Viviendas de cazadores recolectores en la quebrada de Tulán.
pensar en una población hasta bien entrado el siglo xix. Una de las últimas menciones
Fotografía Proyecto fondecyt 1020316, Inv. responsable L. Núñez. CHILE CENTRAL que pasaría una parte de estas poblaciones de la alta cordillera viene de un viaje de
El modo de vida cordillerano importante del año entre exploración que realizó en 1874 el entonces intendente de
distintos campamentos Santiago, Benjamín Vicuña Mackenna, a la laguna Negra, en
aparecen en la costa desértica en fechas similares, las Hace unos doce mil años, ya estaba establecido el cambio en la parte alta y baja de la parte alta del río Yeso. Menciona que fue acompañado por
estudiadas en la quebrada de Tulán demuestran mayor climático, pero en algunas regiones del valle central de cordillera. Se evidencia, el cacique de estas tierras, quien le sirvió de guía y le contó
complejidad. Las habitaciones forman conjuntos con vías Chile, especialmente en torno a lagunas como la que además, un aumento en una leyenda sobre esta laguna.
de circulación interna; en los muros de algunos recintos existía en Tagua Tagua, ciertas condiciones ecológicas la importancia de la reco-
se han encontrado pequeños nichos, a veces asociados permitían la supervivencia de los últimos exponentes de lección de productos ve- Con posterioridad, se-
a pozos cavados en el suelo sin una función práctica la megafauna pleistocénica y de aquellos grupos humanos getales, como lo prueba guramente la necesidad
evidente. No obstante, en sitios más tardíos estos rasgos que en los milenios anteriores habían desarrollado una la aparición cada vez más de controlar los pastos
aparecen junto a restos de actividad ceremonial y a forma de vida en torno a la cacería de mastodontes, frecuente de implemen- de altura que eran uti-
depósitos o bodegas para el almacenamiento de alimentos. ciervos y perezosos gigantes, ayudando, de hecho, a tos de molienda, muchos lizados para el talaje
su completa extinción. En el resto de territorio, por su de ellos de mayor tamaño del ganado durante las
Este es el momento en que, probablemente, surgen los parte, la economía de los cazadores recolectores ya se que los de la época an- Figura 10. Grandes puntas de dardos veranadas, hizo que los
primeros dirigentes y, con ellos, los primeros elementos de había enfocado en los recursos de las nuevas condiciones terior. En esta época se confeccionadas en sílice del sitio El cazadores recolectores
diferenciación social al interior de los grupos. El proceso ecológicas e iniciado el poblamiento de territorios antes reemplazan las grandes Manzano 1. Fotografía L. Cornejo. de Chile Central des-
ocurre junto a otro paso fundamental en la evolución imposibles de habitar. Los arqueólogos de Chile Central puntas de dardos usadas aparecieran definitiva-
social y cultural de las poblaciones de las tierras altas del han investigado dichos grupos humanos de cazadores previamente por otras de menor tamaño, pero más efec- mente. No obstante,
norte de Chile: la domesticación de camélidos. recolectores especialmente en la cordillera andina, tivas a mayor distancia (Figura 10). Esta innovación tec- parte de sus conoci-
demostrando que las montañas fueron el hogar de este nológica seguramente redujo la necesidad de contar con mientos y de su cultura
La acumulación de conocimiento producida por miles tipo de sociedades por un largo período de tiempo. grandes grupos para cazar una presa. se ha mantenido entre
de años de cazar guanacos y vicuñas, estimulada por la los actuales habitantes
convivencia con estas especies en los ya mencionados La cordillera andina de El aumento en la recolección de vegetales y los cambios en la de la cordillera, espe-
ecorrefugios, pudo establecer las bases para un paulatino Chile Central es una manera de cazar, motivaron que, hacia el 3000 a. C., surgiera cialmente entre los Figura 11. Alero prehistórico utilizado por
control de estos animales, que se habría iniciado con la de las cadenas monta- una forma completamente nueva y altamente especializada arrieros que usan mu- arrieros actuales. Fotografía L. Cornejo.
captura de animales silvestres juveniles. Mediante el ñosas más altas y de de ocupar la cordillera. Antes era común que la movilidad chos de los antiguos
amansamiento y el control de su reproducción, lograron topografía más com- involucrara a todos los miembros de la banda, pero a partir derroteros y acampan en los mismos aleros, ahora llama-
crear dos especies nuevas, completamente domesticadas: pleja del mundo, pese de este momento se hace mucho más frecuente que desde dos “casas de piedra”, que empezaron a utilizarse hace
la llama y la alpaca. Como nunca se abandonó la caza de a lo cual fue un paisaje un campamento base, donde se habitaba por una larga doce mil años (Figura 11).
las especies silvestres, continuaron obteniendo productos apropiado muy tempra- temporada, salieran grupos reducidos de personas a cumplir
como carne y huesos, que requerían matar el animal. namente por las socie- tareas específicas, ya fuera a obtener materias primas, a SUR
dades humanas. En al- cazar o a practicar trueques con otros grupos. Bosques y costa
Los camélidos domesticados producen lana que, al gunas cavernas y aleros
permitir la manufactura de distintos productos, tales se encuentran eviden- Este tipo de movilidad permitió el acceso a recursos de Si bien las evidencias arqueológicas que dan cuenta de
como ropa, bolsas o cuerdas, se instala como un recurso cias que remontan este procedencia lejana, como es el caso de los granos de la vida de los cazadores recolectores de los bosques del
de alto valor, alcanzando incluso el estatus de bien de modo de vida cazador Figura 9. Alero El Manzano 1, cordillera quínoa cultivada que se han encontrado en dos sitios de la sur de Chile posteriores a Monte Verde son por ahora
prestigio entre algunas poblaciones; para entonces, ciertos recolector cordillerano del río Maipo. Fotografía L. Cornejo.
cuenca alta de río Maipo, probablemente provenientes del fragmentarias, permiten definir una tradición de caza y

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También se recolectaba gran cantidad de frutos ofrecidos los recursos de los cercanos bosques, aunque dada la hu- evento que tuvo lugar por el deshielo del agua congelada
por estos bosques, incluyendo el pehuén proporcionado por medad de este medio no han subsistido evidencias hasta atrapada en tierra firme durante la Era Glacial. La creación
las araucarias, que actualmente es protagonista de la vida el presente. del estrecho generó dos grupos de cazadores terrestres: los
de los pehuenches. Además, desde las costas de los lagos continentales y los de isla Grande de Tierra del Fuego. Pese
de la región se recolectaban de manera abundante molus- Hacia el año 1500 a. C. una innovación importante ocurrió a tener un ancestro común, no volverían a contactarse,
cos de agua dulce. Muy probablemente las valvas de sus en la vida de estos grupos humanos: las embarcaciones para aunque en el punto más angosto del estrecho de
conchas fueron utilizadas para la confección de cuentas de internarse mar adentro. Al igual que en la costa desértica, Magallanes había no más de tres kilómetros de distancia
collar, como ocurrió en tiempos más tardíos. esta tecnología les permitió obtener nuevos recursos del entre sus respectivos territorios.
mar y comenzar el poblamiento de la isla Mocha, ubicada
Estas poblaciones se movían ampliamente, recorriendo a unos cuarenta kilómetros de la costa. Estos cambios En Tierra del Fuego esta larga tradición de cazadores
toda la cordillera de esta región y también las tierras seguramente ocurrieron como producto de contactos con recolectores se mantuvo prácticamente ajena a otros
más bajas del valle central. Su territorio abarcaba grupos canoeros del extremo sur, lo que se ve ratificado por contactos hasta la llegada de los europeos, mientras
también la vertiente oriental de la cordillera, donde la presencia de otras tecnologías australes, tales como los que en el continente y merced a sus largos circuitos de
han sido reconocidas en varios sitios de similares arpones de hueso o los punzones de huesos de ave. Estas intercambio, los cazadores fueron incorporando algunas
Figura 12. El exuberante bosque templado del sur de Chile. características. Considerando esta extensión territorial y embarcaciones serán también las que posteriormente innovaciones. Con posterioridad al 500 d. C., aparecen
Fotografía L. Cornejo. la fuerte vinculación con el bosque, muy probablemente llevarán guanacos y zorros vivos a la isla Mocha, lo que en los valles de Aysén algunas vasijas de cerámica
fueron estos mismos cazadores recolectores los que en ha hecho especular sobre la posibilidad de algún grado de traídas desde el norte. Más tarde, el caballo traído por los
fechas cercanas al 300 d. C. incorporaron innovaciones domesticación o amansamiento de estos animales. europeos pasaría a redefinir el modo de vida nómada de
tecnológicas como la alfarería y algunos pequeños los aónikenk, los que amplían sus circuitos de movilidad
cultivos, dando paso a poblaciones más sedentarias Estas dos formas de vida que caracterizaron a los cazadores a miles de kilómetros. Pese a esto, algunos elementos
conocidas como Pitrén. recolectores del sur de Chile son la base de los grupos humanos de la cultura de estas dos poblaciones guardan mucha
que posteriormente habitaron este territorio, los que pese semejanza. Tanto los selk’nam y haush, como los aónikenk
La costa de este territorio, por su parte, tiene una his- a la incorporación de la alfarería y los cultivos, sintetizaron de la pampa, definieron su vida en torno a los animales que
toria paralela de cazadores recolectores. Como en el res- un modo de vida donde los bosques y el mar siguen siendo cazaban, ya fueran guanacos, ñandúes o roedores (Figura
to de Chile, desde muy temprano hubo aquí poblaciones importantes para las poblaciones mapuches actuales. 15). Estas presas proporcionaban la base de su sustento
adaptadas a la explotación de recursos marítimos, las que alimentario, aportando las calorías necesarias para
con una fecha cercana al año 5000 a. C., serían parte del AUSTRAL
poblamiento inicial de Chile a lo largo del borde costero. Poblando el confín del mundo
Probablemente existieron ocupaciones anteriores a esta
época, pero las fuertes variaciones en el nivel del mar su- El territorio austral de Chile es tal vez uno de los territorios
mergieron las playas más antiguas donde eventualmente más hostiles del mundo, caracterizado tanto por la aridez
estuvieron asentados los grupos más tempranos. La rique- de la pampa del oriente, las grandes extensiones cubiertas
Figura 13. El sitio arqueológico Alero Marifilo. Fotografía L. Adán. za del medio les habría permitido un modo de vida menos de glaciares, como por la impenetrable selva fría del oeste.
nómada que sus congéneres del interior, encontrándose Su extremo, isla Grande de Tierra del Fuego, y los canales
recolección de los bosques templados, una forma de vida lugares, como el golfo de Arauco, donde campamentos circundantes son la última tierra antes de entrar al mar
fuertemente vinculada con los recursos forestales que semipermanentes dejaron enormes concentraciones de Antártico. Los primeros intentos europeos por colonizar
tendría una continuidad hasta tiempos históricos en la conchas de moluscos, este territorio en el siglo xvi fracasaron rotundamente y
cultura Mapuche (Figura 12). uno de sus principales solo a partir del siglo xix fue posible establecerse en forma
recursos. Con dardos definitiva. Aun así, varios grupos humanos, equipados de
Sitios arqueológicos estudiados en los alrededores del armados con puntas la tecnología más sencilla de la historia, habían logrado
lago Calafquén, demuestran que, alrededor de ocho mil de piedra aserrada o desarrollar aquí una cultura de miles de años de antigüedad,
años a. C., bandas de cazadores recolectores ocupaban el lanceolada cazaban solo sesgada por la dominación argentina y chilena. Figura 15. Selk´nam acampando en lago Fagnano en 1915.
lobos de mar, pudúes Fotografía A. De Agostini.
bosque como fuente principal de sustento, tradición que
perduraría al menos hasta el año 300 d. C. (Figura 13). La y pingüinos, mientras Se desarrollaron en esta zona dos variaciones del modo de
tecnología de estos grupos, a diferencia de muchos otros que con redes con vida cazador recolector, la marítima y la terrestre. Ambas enfrentar el rudo clima, tan solo cubiertos con una capa de
cazadores recolectores, no se basaba tan marcadamente en pesas atrapaban dis- parecen tener una historia relativamente independiente, cuero y armados de herramientas simples pero eficientes,
las herramientas de piedra tallada, encontrándose en sus tintos tipos de peces Figura 14. Puntas aserradas de dardos, VIII ya que aunque los contactos entre ambas poblaciones especialmente sus variados tipos de arcos y flechas.
Región, mchap. Fotografía L. Cornejo.
asentamientos solo contados instrumentos de piedra muy (Figura 14). El uso de fueron frecuentes, sus orígenes y desarrollo son distintos.
sencillos, que seguramente eran utilizados para trabajar la anzuelos no está claramente documentado, aunque se Los grupos terrestres son directamente descendientes Esta precaria vida material contrastaba, sin embargo, con
madera y dar forma a múltiples utensilios para cazar y re- han encontrado algunos restos de artefactos tallados so- de las antiguas poblaciones iniciales que llegaron aquí la extraordinaria riqueza de su mundo ritual y mitológico.
colectar. Zorros y pudúes, dos habitantes de estos tupidos bre conchas que podrían ser similares a los anzuelos de alrededor del 11.000 a. C. Un evento importante para Uno de los aspectos más conocidos de la dedicación de
bosques, probablemente fueron capturados con trampas y concha conocidos para la costa desértica. Como las po- entender la historia de estas sociedades es la formación estos cazadores recolectores australes a esta dimensión de
redes, al igual que aves acuáticas como patos y caiquenes. blaciones del interior, también deben haber aprovechado del estrecho de Magallanes, alrededor del año 8000 a. C., la vida social, es la ceremonia de iniciación de los jóvenes.

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Esta consistía en complejos rituales en que los participantes recolectores terrestres asentados en la costa que Desde el siglo xix, los grupos canoeros, así como los
debían pintar sus cuerpos con diseños geométricos que aprendieron a vivir del mar. selk’nam o aónikenk de tierra firme, sufrieron la expansión
aludían a las divinidades que propiciaban la mantención de los estados chileno y argentino. Los canales fueron
de la comunidad y la compleja red de relaciones familiares Sin embargo, ambas teorías podrían ser correctas. Podría tomados por loberos, barcos mercantes y la implantación
y sociales. En definitiva, eran estas relaciones las que haber habido un polo de poblamiento de canoeros en la parte de una lógica de beligerancia entre Chile y Argentina
aseguraban la vida en el confín del mundo. más septentrional y una evolución hacia este modo de vida que, en gran medida, militarizó el espacio. Hoy solo
en los canales meridionales. De hecho, quizás esta situación sobreviven algunos descendientes de los yámanas en
Al oeste y al sur de las llanuras patagónicas y fueguinas, produjo la diversidad de canoeros que existía hace unos cien distintas ciudades australes (Figura 17). Menos de un
se despliega un mundo muy distinto, que impone grandes años en este extenso territorio: los kawashkar en los canales centenar de kawashkar, muy mestizados, viven en Puerto
dificultades a la vida humana. Las islas, canales y fiordos al sur del golfo de Penas y los yámanas al sur del estrecho Edén. En tierra continental, la apropiación del territorio
que definen la compleja geografía de los archipiélagos de Magallanes (Figura 16). Al norte del golfo de Penas habitó por estancias ganaderas arrebató los cotos de caza a los
australes, están cubiertas de una de las selvas más frías otro grupo de navegantes, los chonos, pero de ellos sabemos aónikenk y selk’nam. Estos últimos fueron víctimas de un
e impenetrables del mundo. El desafío exigió adaptarse mucho menos y, al momento del contacto europeo, su modo genocidio organizado por los estancieros y avalado por las
a vivir en el mar, siguiendo un sistema de movilidad que de vida ya había cambiado por el impacto del poblamiento autoridades de la época.
los definiría como cazadores recolectores canoeros, en mapuche de Chiloé.
la medida en que pasaban una parte importante de su De algún modo, los cazadores recolectores australes fueron
vida a bordo de sus embarcaciones. Sin este medio de Para los canoeros, el centro de la vida era la embarcación. víctimas de su nomadismo y de la falta de una noción de
transporte, habría sido imposible poblar esta parte del Esta no solo fue un medio de transporte, sino que la vivienda propiedad sobre la tierra y sus recursos. Ambas resultaron
territorio chileno. misma, donde habitaban y transcurría la vida de la familia. incompatibles con el establecimiento de la propiedad
Desde ella, siempre abrigada por una pequeña fogata, cazaban privada y de la frontera que divide ambos estados.
Las actuales investigaciones plantean dos posibilidades lobos marinos, focas o nutrias, y se lanzaban a bucear en
para la forma en que este territorio fue poblado, un busca de mariscos. Por lo general, cada familia se desplazaba ESE PASADO EN EL PRESENTE
debate que aún se encuentra abierto. Por un lado, en la de manera independiente, recalando en playas en el momento
parte más septentrional, especialmente en torno a la isla más crudo del invierno. Aprovechando estas circunstancias, En cierto sentido, los nómadas siguen vivos en nuestro
de Chiloé, se han encontrado sitios arqueológicos que obtenían algunos recursos que el mar no les entregaba, país, ya sea entre aquellos cuyos abuelos o padres aún
señalan que hace unos 4500 a. C. ya existían canoeros especialmente fibras vegetales con las que confeccionaban viajaban en canoas por los canales australes hace un siglo o
en este territorio. Estos habrían sido parte de la oleada una gran cantidad de cestos utilizados para todo tipo de tareas entre aquellos que, sin ser necesariamente descendientes
de poblamiento inicial que habría ocupado las costas domésticas. En algunas ocasiones, especialmente cuando biológicos de los changos, siguen practicando su modo de
del Pacífico desde Alaska. Por otro lado, en el extremo ocurría una varazón de ballenas, se reunían varias familias por vida en las costas de Chile. Del mismo modo, en muchos
lugares de la cordillera, arrieros y cabreros han heredado
los saberes de los antiguos nómadas, siguiendo sus
rutas, pernoctando en sus “casas de piedra” alrededor de
una fogata o utilizando sus mismos recursos naturales.
Pareciera que el modo de vida más antiguo de la humanidad
todavía es posible.

La historia de estas poblaciones se constituye en un


conocimiento importante para el permanente trabajo
de pensar la condición humana. Al tratarse del modo de
vida más diferente posible de la actual cultura industrial-
urbana, los cazadores recolectores pueden ser el mejor
espejo en el cual contrastarnos. Ciertamente, vivir sin
las actuales condiciones sociales, políticas y económicas
puede ser evaluado como negativo, sin embargo, entender
Figura 16. Familia kawashkar secuestrada en 1881 y llevada a exposición Figura 17. Mujer y niña yámana en la Isla Navarino (ca. 1910-1920). el grado de dependencia que estas condiciones nos
de París. Fotografía Pierre Petit, tomada de Báez y Mason 2006. Fotografía A. De Agostini.
generan en momentos de crisis nos ofrece un punto de
vista para pensar cómo queremos que sea nuestro futuro.
austral de esta región, especialmente en torno al estrecho un tiempo más largo, concretándose ahí ciertas actividades
de Magallanes y el canal Beagle, también se ha constatado sociales, especialmente acuerdos matrimoniales entre
la presencia de canoeros con fechas cercanas al 5000 a. C., distintas familias. En ciertas ocasiones, aprovechando estos
los que en algunos casos ocuparon lugares donde antes momentos de gran abundancia de comida, llagaban también
habitaban cazadores recolectores terrestres. Esto hace grupos de cazadores recolectores terrestres, especialmente
pensar que la vida canoera evolucionó desde cazadores los selk’nam en Tierra del Fuego.

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