Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Introducción. La cocaína es un factor de riesgo cerebrovascular independiente, tanto para eventos isquémicos como he- Servicio de Neurología (D. Larrosa-
Campo, C. Ramón-Carbajo, L.
morrágicos, sobre todo entre los menores de 55 años. Benavente-Fernández, R. Álvarez-
Caso clínico. A través de un caso clínico de ictus por consumo de cocaína, se revisa su fisiopatología y la complejidad en el Escudero, S. Calleja-Puerta,
J. Pascual); Servicio de Medicina
manejo y diagnóstico de las complicaciones asociadas. Una de estas complicaciones descritas en relación con el consumo Nuclear (N. Zeidan-Ramón). Hospital
de cocaína es el vasoespasmo. Esta entidad comparte con otras entidades, como la hiperperfusión postisquémica precoz, Central de Asturias. Oviedo, Asturias,
España.
los hallazgos en estudios ecográficos. Sin embargo, ambas presentan importantes diferencias en cuanto a tratamiento y
pronóstico se refiere. Correspondencia:
Dra. Davinia Larrosa Campo.
Conclusiones. El consumo de cocaína se asocia con la enfermedad cerebrovascular a través de múltiples mecanismos, de Servicio de Neurología. Hospital
los que se derivan diferentes complicaciones. Identificar estas complicaciones permite su correcto abordaje. Central de Asturias. Celestino
Villamil, s/n. E-33006 Oviedo
Palabras clave. Cocaína. Doppler transcraneal. Hiperperfusión cerebral. Isquemia cerebral. Resonancia magnética craneal. (Asturias).
SPECT cerebral. Vasoespasmo intracraneal. E-mail:
davinialc@gmail.com
Introducción cos y tratado con medidas hemodinámicas (hemo- Cómo citar este artículo:
dilución, hipertensión e hipervolemia, o terapia Larrosa-Campo D, Ramón-Carbajo C,
Benavente-Fernández L, Álvarez-
El aumento del consumo de cocaína ha puesto de ‘triple H’) y nimodipino endovenoso. Ante la per- Escudero R, Zeidan-Ramón N,
relieve su importancia como factor independiente sistencia de los hallazgos en el estudio de DTC, a Calleja-Puerta S, et al. Diagnóstico
del ictus por cocaína y sus
de riesgo cardiovascular. Aunque no se conocen las 72 horas del ingreso, se realizaron estudios de complicaciones. Rev Neurol 2013;
con certeza, se atribuyen múltiples mecanismos de angio-RM y tomografía simple por emisión de fo- 57: 167-70.
acción, de los que se derivan diversas complicacio- tón único (SPECT) cerebral sin signos de vasoes- © 2013 Revista de Neurología
nes con distintos tratamientos e implicaciones pro- pasmo en el primero (Figura, c) y sugestivo de hi-
nósticas. A través de un caso clínico, se expone la perperfusión en el segundo (Figura, d). Se procedió
complejidad de la fisiopatología y el manejo del ic- a la retirada de fármacos vasodilatadores y se ins-
tus isquémico secundario al consumo de cocaína. tauraron medidas para el control de las cifras de
tensión arterial con buena evolución posterior. El
resto de estudios analíticos y cardiológicos fue nor-
Caso clínico mal. El paciente fue dado de alta con tratamiento
antiagregante y presentaba afasia grave como única
Varón de 30 años remitido por cuadro de inicio focalidad.
agudo de afasia global, hemianopsia homónima,
paresia faciobraquiocrural y hemihipoestesia dere-
chas. Como antecedentes destacan el hábito tabá- Discusión
quico y el consumo, en las 72 horas previas, de co-
caína fumada e inhalada. Los estudios de tomogra- Hasta la introducción del crack en la década de los
fía computarizada (TC) y resonancia magnética (RM) ochenta, la mayoría de los eventos cerebrovascula-
craneal mostraron una lesión isquémica subaguda res descritos asociados al consumo de cocaína eran
(Figura, a y b) en el territorio de la arteria cerebral de naturaleza hemorrágica. Con la introducción de
media (ACM) izquierda. En el estudio de Doppler esta nueva variedad de consumo, el aumento de ic-
transcraneal (DTC) se objetivó una aceleración de tus isquémicos activó la alerta acerca de la relación
flujo (velocidad media > 200 cm/s) en el segmento entre ambos factores. En la actualidad, la cocaína se
M1 de la ACM izquierda, interpretado como va- considera un factor de riesgo independiente tanto
soespasmo arterial secundario al consumo de tóxi- para eventos isquémicos (odds ratio = 2,03; interva-
el comienzo de la isquemia aguda, depende del tiem- de la autorregulación vascular cerebral causada por
po hasta la recanalización arterial y de la circula- una vasodilatación crónica de las arteriolas y se ca-
ción colateral, y su duración varía desde días hasta racteriza por un aumento del flujo sanguíneo cere-
varias semanas. En la actualidad se están desarro- bral > 100% respecto al flujo basal. En su tratamien-
llando nuevas técnicas de TC y RM cerebral para el to, se recomienda evitar fármacos vasodilatadores y
estudio del metabolismo y el FSC. Sin embargo, son prevenir la elevación de las cifras de tensión arte-
los estudios de medicina nuclear, como la SPECT, rial. Dado el paralelismo entre este síndrome y la
que aporta tasas cuantitativas de flujo sanguíneo, y HPPIP, se procedió a un reajuste del tratamiento
la tomografía por emisión de positrones, que mide con retirada del nimodipino y al control de las ci-
cuantitativamente el flujo sanguíneo y el metabolis- fras de tensión arterial [19,20].
mo cerebral, los métodos de referencia. Los meca- El diagnóstico de ictus por consumo de cocaína
nismos implicados en la aparición de la HPPIP no es un diagnóstico de exclusión que hay que tener en
se conocen con exactitud, y las implicaciones pro- cuenta, sobre todo, entre los menores de 55 años
nósticas de este fenómeno son controvertidas. Al- con eventos hemorrágicos, pero también isquémi-
gunos autores postulan que su aparición puede ser cos. Aunque los mecanismos implicados son múlti-
perjudicial por favorecer la aparición de edema ce- ples y el vasoespasmo es una complicación descrita
rebral y la transformación hemorrágica del área is- frecuentemente, no conviene olvidar que existen
quémica, sobre todo en aquellos pacientes en los otras complicaciones menos prevalentes y, en cier-
que, como en nuestro caso, esta situación se pro- to modo, ‘antagónicas’ en lo que a su tratamiento y
longa en el tiempo [10-14]. pronóstico se refiere. El tratamiento inicial con tri-
El DTC es una herramienta útil tanto en el diag- ple H y fármacos vasodilatadores expuso a nuestro
nóstico como en la monitorización del síndrome de paciente a un aumento del riesgo de hemorragia ce-
reperfusión, del vasoespasmo y de la vasoconstric- rebral. Por ello, los resultados de todo procedimien-
ción arterial, que se caracterizan por el aumento de to diagnóstico deben interpretarse en el contexto
las velocidades de flujo sanguíneo [15,16]. La acele- clínico y en conjunción con el resto de resultados,
ración de flujo en el segmento M1 de la ACM, junto que deben considerarse como complementarios y
con el antecedente de consumo de cocaína, la au- no excluyentes.
sencia de datos sugestivos de obstrucción arterial
en los estudios realizados y la descripción del va- Bibliografía
soespasmo como una complicación frecuente del 1. Daras M, Tuchman AJ, Marks S. Central nervous system
consumo de cocaína, hizo que los hallazgos en el infarction related to cocaine abuse. Stroke 1991; 22: 1320-5.
estudio de DTC se interpretasen inicialmente como 2. Westover AN, McBride S, Haley RW. Stroke in young adults
who abuse amphetamines or cocaine: a population-based
un vasoespasmo o vasoconstricción arterial. En el study of hospitalized patients. Arch Gen Psychiatry 2007;
tratamiento de ambas entidades se aconseja el uso 64: 495-502.
de fármacos vasodilatadores, como los calcioanta- 3. Brown E, Prager J, Lee HY, Ramsey RG. CNS complications
of cocaine abuse: prevalence, pathophysiology and
gonistas, y medidas hemodinámicas para asegurar neuroradiology. AJR Am J Roentgenol 1992; 159: 137-47.
la perfusión cerebral [17,18]. De acuerdo con las re- 4. Carcelén-Gadea ME, Pons-Amate JM, Climent-Díaz B,
comendaciones actuales, el paciente recibió trata- García-Escrivá D, Guillén-Fort C. Implicación de la cocaína
en la patología vascular cerebral. Rev Neurol 2012; 54: 664-72.
miento con la terapia ‘triple H’ y nimodipino. Las 5. Treadwell SD, Robinson TG. Cocaine use and stroke.
limitaciones del DTC fueron puestas de manifiesto Postgrad Med J 2007; 83: 389-94.
6 . Toossi S, Hess CP, Hills NK, Josephson SA. Neurovascular
tras la realización de un estudio de angio-RM, que complications of cocaine use at a tertiary stroke center.
descartó la alteración en el calibre de los vasos del J Stroke Cerebrovasc Dis 2010; 19: 273-8.
polígono de Willis como signo de vasoespasmo, y 7. Konzen JP, Levine SR, Garcia JH. Vasospasm and thrombus
formation as possible mechanisms of stroke related to alkaloidal
de la confirmación de la existencia de una hiper- cocaine. Stroke 1995; 26: 1114-8.
perfusión cerebral en el estudio de SPECT. Esta hi- 8. Fredericks RK, Lefkowitz DS, Challa VR, Troost BT.
perperfusión fue interpretada como una HPPIP se- Cerebral vasculitis associated with cocaine abuse.
Stroke 1991; 22: 1437-9.
cundaria a una oclusión arterial aguda ya resuelta 9. Zazulia AR, Markham J, Powers WJ. Cerebral blood flow
en el momento de la realización de los estudios de and metabolism in cerebrovascular disease. In Mohr JP,
hemodinámica cerebral. Por otro lado, el síndrome Wolf PA, Grotta JC, Moskowitz MA, Mayberg MR, Von
Kummer R, eds. Stroke: pathophysiology, diagnosis and
de reperfusión postendarterectomía carotídea se management. Philadelphia: Elsevier-Saunders; 2011. p. 44-60.
caracteriza por la presencia de confusión, cefalea, 10. Olsen TS, Larsen B, Skriver EB, Herning M, Enevoldsen E,
alteraciones visuales y crisis epilépticas, y la hemo- Lassen NA. Focal cerebral hyperemia in acute stroke: incidence,
pathophysiology and clinical significance. Stroke 1981; 12:
rragia cerebral es la complicación más temida. Este 598-607.
síndrome se considera secundario a una alteración 11. Tran-Dinh YR, Ille O, Guichard JP, Haguenau M, Seylaz J.
Cerebral postischemic hyperperfusion assessed by xenon-133 16. Washington CW, Zipfel GJ; The participants in the International
SPECT. J Nucl Med 1997; 38: 602-7. Multi-disciplinary Consensus Conference on the Critical
12. Marchal G, Furlan M, Beaudouin V, Rioux P, Hauttement JL, Care Management of Subarachnoid Hemorrhage. Detection
Serrati C, et al. Early spontaneous hyperperfusion after stroke: and monitoring of vasospasm and delayed cerebral ischemia:
a marker of favourable tissue outcome? Brain 1996; 119: 409-19. a review and assessment of the literature. Neurocrit Care
13. Marchal G, Young AR, Baron JC. Early postischemic 2011; 15: 312-7.
hyperperfusion: pathophysiologic insights from positron 17. Ducros A. Reversible cerebral vasoconstriction syndrome.
emission tomography. J Cereb Blood Flow Metab 1999; 19: Lancet Neurol 2012; 11: 906-17.
467-82. 18. Meyer R, Deem S, Yanez ND, Souter M, Lam A, Treggiari MM.
14. Pan J, Konstas AA, Bateman B, Ortolano GA, Pile-Spellman J. Current practices of triple-H prophylaxis and therapy in
Reperfusion injury following cerebral ischemia: pathophysiology, patients with subarachnoid hemorrhage. Neurocrit Care
MR imaging, and potential therapies. Neuroradiology 2007; 2011; 14: 24-36.
49: 93-102. 19. Lieb M, Shah U, Hines GL. Cerebral hyperperfusion syndrome
15. Dalman JE, Beenakkers IC, Moll FL, Leusink JA, Ackerstaff RG. after carotid intervention: a review. Cardiol Rev 2012; 20: 84-9.
Transcranial Doppler monitoring during carotid endarterectomy 20. Van Mook WN, Rennenberg RJ, Schurink GW, Van
helps to identify patients at risk of postoperative hyperperfusion. Oostenbrugge RJ, Mess WH, Hofman PA, et al. Cerebral
Eur J Vasc Endovasc Surg 1999; 18: 222-7. hyperperfusion syndrome. Lancet Neurol 2005; 4: 877-88.
Introduction. Cocaine is an independent cerebrovascular risk factor both for ischaemic and haemorrhagic events, above
all among persons under 55 years of age.
Case report. A case report of stroke due to the consumption of cocaine is used to review its pathophysiology and the
complexity involved in the management and diagnosis of the associated complications. One of these complications
reported in relation to the consumption of cocaine is vasospasm. This condition shares findings observed in ultrasound
imaging studies with other conditions, such as early-onset post ischaemic hyperperfusion. Yet, there are important
differences between the two as regards their treatment and prognosis.
Conclusions. The consumption of cocaine is associated with cerebrovascular disease through a number of different
mechanisms, which each give rise to different complications. By identifying these complications, correct management can
be implemented.
Key words. Brain SPECT. Cerebral hyperperfusion. Cerebral ischaemia. Cocaine. Cranial magnetic resonance. Intracranial
vasospasm. Transcranial Doppler ultrasonography.