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MAESTRIA EN SALUD PÚBLICA

BIOÉTICA

Dr. Phd. Marco Coral

ACTIVIDAD GRUPAL
EVALUADA: TAREA 4
SEMANA 3

● CARRILLO BAYAS ANDRÉS


● PICÓN ORTEGA EMILY
● SÁNCHEZ GALLEGOS LIGIA
● TOSCANO PONCE ANDRÉS
MODELO DE SIMULACIÓN PARA LA INFECCIÓN POR
HEPATITIS B

Introducción
La hepatitis B es una infección hepática potencialmente mortal causada por el virus de
la Hepatitis B (VHB). Constituye un importante problema de salud pública a nivel
mundial (INEC 2020). Se estima que hay más de 250 millones de portadores del VHB
en el mundo, de los cuales aproximadamente 600.000 mueren anualmente por
enfermedad hepática relacionada con el VHB. (Lok A, 2021). La máxima prevalencia
de la hepatitis B se registra en las regiones del Pacífico Ocidental y de África, en las
que el 6,2% y el 6,1% de la población adulta, respectivamente, están infectados. En
las regiones de la OMS del Mediteráneo Oriental, de Asia Sudoriental y de Europa se
calcula que, un 3,3%, un 2,0% y un 1,6% de la población, respectivamente, padecen
infección. En la región de la OMS de las Américas, el porcentaje de personas con
hepatitis B es del 0,7%. En el 2020, se reportaron 78 casos de Hepatitis B, de los
cuales la provincia de Esmeraldas notifica el mayor número con 22 casos del total a
nivel nacional. El grupo de edad más afectado es el de 20 a 49 años de edad (INEC,
2020)
El virus de la hepatitis B (VHB) constituye una causa frecuente de enfermedades
hepáticas agudas y crónicas y es capaz de desarrollar, a través de su integración en el
genoma del hepatocito, un hepatocarcinoma. Aunque en la actualidad su incidencia
está disminuyendo en los últimos años como consecuencia de los programas de
vacunación general de la población, se observa que el mayor número de contagios
tiene lugar en edades jóvenes (Serra M), es por esto que resulta importante conocer
los principales factores de riesgo, mecanismos de transmisión y la población
susceptible a padecer esta patolgía con énfasis en el mecanismo de trasnsmisión hacia
la Hepatitis B crónica e identificar las etapas clínicas de la misma.
El objetivo del presente estudio es presentar un modelo matemático capaz de
representar de una forma sencilla la evolución de la hepatitis B crónica, a partir del
mismo, simular los factores que aumentan la susceptibilidad del individuo a contraer
esta enfermedad en cada etapa acorde a su evolución.
Parámetros del modelo

Tasas de transmisibilidad
Según la OMS aproximadamente 2.000 millones de personas se han infectado por el
virus de la hepatitis B, y de ellos más de 360 millones son portadores crónicos del
virus. Sobrevienen más de 50 millones de infecciones nuevas al año y mueren más de
600.000 de personas por la enfermedad o sus consecuencias.

El periodo de incubación de la enfermedad aguda oscila entre 45 a 180 días, con un


promedio de 60-90 días.
El periodo de transmisibilidad es muy variable, mientras se es portador del virus,
que puede ser desde unos meses a toda la vida.
La susceptibilidad a infección es universal, aunque existe inmunidad en casos de
infección previa o por vacunación. En los niños, si la infección se adquiere intraútero
o poco después de nacer, la débil respuesta de las células T condiciona una respuesta
distinta, cronificándose un 90% de los casos.

Transmisión perinatal.

Es frecuente, cuando las madres infectadas por el virus también son seropositivas para
el antígeno e de hepatitis B (HBeAg). La tasa de transmisión de madres con
positividad de los Antígenos HBs y HBe es superior al 89- 90%, en tanto que la tasa
de transmisión de madres positivas para el HBsAg y negativas para el HBeAg es
menor de 2%.

La tasa de infección en recién nacidos de madres HbeAg (+) alcanza el 90%. El


contagio puede ocurrir intraútero, durante el parto o después del nacimiento. Sin
embargo, la eficacia protectora de la vacunación neonatal es tan alta (95%) que obliga
a pensar que el contagio ocurre, sobre todo, durante el parto o después del nacimiento.
La probabilidad de que el VHB atraviese la placenta es baja.

El riesgo de transmisión materno-fetal se relaciona con la capacidad replicativa del


VHB en la madre. En las mujeres HbeAg (-) el riesgo de contagio al recién nacido
desciende al 32%, frente al 85-90% de las madres HbeAg (+). El parámetro que mejor
se correlaciona con el riesgo de transmisión materno-fetal es la cantidad de DNA del
VHB, medida en sangre.

Transmisión horizontal.

El VHB puede sobrevivir fuera del cuerpo humano durante prolongados períodos de
tiempo. Se puede transmitir a través de artículos del hogar, como cepillos de dientes,
cuchillas de afeitar, incluso juguetes. No puede descartarse que el VHB se transmita a
través de los fluidos corporales, ya que se ha detectado DNA del virus en diversas
secreciones corporales de los pacientes infectados (saliva, semen, secreciones
vaginales y, en menor medida, sudor, leche materna, lágrimas y orina).

Transfusión

La incidencia de hepatitis B secundaria a transfusión sanguínea ha disminuido de


manera notable tras la exclusión de donantes remunerados y tras el cribado
sistemático de las muestras sanguíneas mediante la detección de HbsAg.

Transmisión sexual.

Ésta es la principal forma de transmisión en los países desarrollados, a través de las


relaciones sexuales sin protección. La transmisión sexual del varón infectado a la
mujer es 3 veces más eficaz que de la mujer al varón. El coito anal, ya sea penetrante
o receptivo, se acompaña de un elevado riesgo de infección.

Transmisión percutánea.

Normalmente sólo ocurre en UDVP que comparten jeringuillas o agujas. Otras formas
de transmisión incluyen la acupuntura, los tatuajes o la colocación de piercings en
condiciones higiénico-sanitarias deficientes.

Infección nosocomial.

La transmisión suele producirse de paciente a paciente o de paciente a personal


sanitario, a través del instrumental médico o de pinchazos accidentales. El riesgo de
contagio después de un accidente con riesgo biológico por pinchazo o corte se estima
en un 30% para el virus de la hepatitis B (VHB). Todos los profesionales de la salud
pueden ser contagiados con el VHB por el hecho de estar trabajando en el ámbito
sanitario, si bien los grupos de mayor riesgo son los cirujanos, patólogos y las
personas que trabajan en unidades de hemodiálisis u oncología. Por otro lado, la
transmisión del VHB de profesionales sanitarios a pacientes es extremadamente
infrecuente.

Trasplante de órganos.

No deben utilizarse órganos para trasplante procedentes de pacientes HbsAg (+). Los
injertos hepáticos de donantes HbsAg (-) pero anti-HBc (+), pueden transmitir la
infección al receptor. Estos órganos pueden usarse, obteniendo previamente
consentimiento del receptor y manteniendo una vigilancia concreta en este aspecto en
el período post-trasplante.

TRANSMISIÓN:

Fase 1: Inmunotolerancia: Se caracteriza por la presencia de HBeAg y altos niveles


de ADN viral debida a la elevada replicación. Esta fase es más visible en aquellos
pacientes que adquieren la infección en el nacimiento y en la infancia temprana,
aunque se puede ver brevemente en aquellos pacientes que adquieren la infección en
la infancia tardía o en la adultez y han desarrollado subsecuentemente la infección
crónica.

Fase 2: se caracteriza por la presencia de hepatitis crónica con presencia de HBeAg,


altos niveles de ADN viral, elevación de los niveles de transaminasas y hallazgos
histológicos de inflamación activa y frecuentemente fibrosis hepática. En los
pacientes que adquirieron la infección de manera perinatal, esta transición se produce
entre la segunda y tercera década de la vida. Sin embargo, algunos pacientes pueden
presentar ocasionales manifestaciones clínicas que pueden simular hepatitis agudas o
inclusive hepatitis fulminante. Estas manifestaciones pueden preceder la desaparición
del HBeAg y el desarrollo de anticuerpos contra él, culminando con la desaparición
de la actividad de la hepatitis. En algunos casos estas manifestaciones sólo
disminuyen transitoriamente los niveles de ADN viral sin que se logre la eliminación
de HBeAg. La mayoría de los pacientes HBeAg(+) evolucionarán hacia la
seroconversión a lo largo del tiempo, en la cual la mayoría de los pacientes serán
HBeAg (-) y anti-HBe (+). En esta etapa, se producirá una declinación de los niveles
de ADN viral a menos de 105 copias/ml, con normalización de las enzimas hepáticas
y resolución de la necro-inflamación hepática. Tras esta fase se puede evolucionar a
portador inactivo, a brotes de reactivación o, en el menor número de los casos,
directamente a hepatitis crónica con HBeAg negativo.

Fase 3: Portador inactivo de HBsAg: Si la fase anterior se desarrolla bien, se produce


la seroconversión. La seroconversión es acompañada usualmente de estabilización en
la hepatitis, caracterizada por la normalización de ALT y disminución del ADN viral
a niveles indetectables o menores de 1000 copias/ml y mínimo componente
inflamatorio y fibrosis en la biopsia hepática lo que se conoce como estado de
portador inactivo. Muchos pacientes pueden permanecer en esta fase por muchos años
o de manera indefinida.

Fase 4: Hepatitis crónica con HBeAg negativo o reactivación: La recurrencia de la


hepatitis crónica puede ocurrir en más de un tercio de los portadores inactivos sin que
se produzca una reversión del HBeAg en el suero. Esta fase está caracterizada por la
ausencia de HBeAg, la presencia de anti-HBe, niveles detectables de ADN viral,
niveles elevados de ALT y hallazgos histológicos de inflamación hepática. En
comparación con aquellos casos de hepatitis crónica con HBeAg (+), los pacientes
HBeAg (-) tienen a ser generalmente mayores. El curso de la enfermedad en esta fase
puede fluctuar entre períodos de aparente inactividad con estabilización de ALT por
lo que es importante distinguir los pacientes con hepatitis crónica HBeAg (-) de los
portadores inactivos.

Diseño gráfico compartimental del modelo

Modelo Básico de Hepatitis B

Se utilizarán como base los modelos de tipo SIR pero se añadirán individuos latentes,
asintomáticos y crónicos. No se ha tomado en cuenta a la población inmunizada, ya
que se plantea un modelo de distribución simple en suposición de una epidemia. En
esta enfermedad existe un periodo de incubación entre la infección y la aparición de
síntomas; también puede existir un período de portador inactivo o asintomático en la
cual los individuos infectados no pueden presentar síntomas, y un periodo crónico
donde los individuos portan a la enfermedad por largo periodos de tiempo. Entonces
el modelo a presentar contempla individuos Susceptibles (S), Latentes (L),
Infecciosos (I), Asintomáticos (A), Crónicos (C), Recuperados (R).

Hipótesis de Modelo

Interpretación:

El modelo de Hepatitis B supone lo siguiente.

● Existe una cantidad de individuos infecciosos al cual denotaremos como I.


● El número de contactos por unidad de tiempo es una constante β.
● Los individuos latentes no son infecciosos. Un número de los individuos
latentes ρ pasa a la clase de infectados con una tasa κ y el resto van a la clase
de asintomáticos con la misma tasa κ.
● Los individuos infecciosos abandonan la clase de infecciosos a una tasa α con
un número γ de individuos recuperados que pertenecen a la clase de
recuperación y el resto se vuelve crónico d por la infección persistente.
● Los individuos asintomáticos tienen una infecciosidad reducida y van a la
clase de recuperación con una tasa η.

Descripción del funcionamiento del modelo.

El compartimento S (Susceptibles comprende a los sujetos que todavía no han tenido


contacto con el virus hepatitis B, el siguiente compartimento L(Latencia) que consiste
en el periodo medio de incubación del virus de la hepatitis B que es de 75 días, pero
puede oscilar entre 30 y 180 días. El virus, que puede detectarse entre 30 y 60 días
después de la infección, puede persistir y dar lugar a una hepatitis B crónica. El
siguiente compartimento I (Infecciosos) incluye a las personas que tienen un primer
contacto con el virus, distinguiéndose 2 subclases: infectado subclínico o
asintomático, cuyo curso clínico es sin síntomas y no precisa de asistencia médica, e
infectado clínico, cuyo curso clínico coincide con el cuadro de síntomas anteriormente
descrito, el paso por la clase de infectado es temporal y de esta categoría se pasa a las
clases de portador inmune o muerto por Hepatitis B, todo ello en un período no
superior al año.. El siguiente compartimento es el de fase A (asintomática) de los
sujetos, que se da en la mayoría, se pueden generar síntomas de forma aguda y
después podemos pasar al compartimento de R (recuperación), aquellos sujetos que
han desarrollado anticuerpos frente al antígeno de superficie de modo que no vuelven
a ser susceptibles a enfermar, esta clase también define a aquellos individuos que
responden adecuadamente a la vacuna. El siguiente compartimento de fase C
(crónica) puede conducir al desarrollo de cirrosis y/o carcinoma hepatocelular, lo cual
va a depender de factores como el genotipo viral infectante, infecciones concurrentes
con otros virus, y factores sociales y ambientales, entre otros.

Conclusiones.

La historia natural de la infección por este virus es dinámica, ya que los pacientes
pueden fluctuar entre periodos con inflamación hepática y periodos con enfermedad
inactiva e incluso evolucionar hasta la cronicidad. En este caso se analizó mediante un
modelo de simulación la transmisión de la hepatitis B crónica, la cual está
determinada fundamentalmente por la edad al momento de la infección, el estado
inmune del hospedero, el uso de inmunosupresores, la coinfección con el virus de la
inmunodeficiencia humana, y factores ambientales como la ingesta de alcohol, entre
otros. Al analizar se identificó que esta entidad presenta algunas etapas las cuales,
deberán ser monitorizadas y si éstas progresan, deberán ser seguidas de por vida con
el fin de tratar de controlar el desarrollo de una posible cirrosis, o en el peor de los
casos, de un carcinoma hepatocelular y muerte.

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