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GENERALIDADES

El virus de la hepatitis B no es directamente citopático para los hepatocitos que infecta. Esto
queda demostrado “in vivo” en las situaciones clínicas, donde los portadores crónicos del virus
exhiben, una muy escasa o nula respuesta inflamatorio bioquímica (niveles normales de
transaminasas) e histológica, no obstante, una alta tasa de replicación viral con niveles
elevados de ADN del virus. Asimismo, “in vitro” se determinaron en cultivos de hepatocitos
donde se desarrolla el virus, sin ningún efecto, en la viabilidad celular. Es más bien la respuesta
inmunológica del huésped a los antígenos virales lo que determina la lesión hepatocelular. La
calidad y la diversidad de la respuesta inmune (tanto humoral como celular) marcarán, en gran
medida, la historia y evolución de la infección por virus B.

Es la segunda causa más común, habitualmente se transmite por vía sexual El resultado
depende a que edad la adquiere, en existen zonas en el mundo África por ejemplo en donde
más del 90 % de su población tiene hepatitis B

 90% de neonatos desarrollarán infección crónica (Las madres por la vía placentaria
transmiten hepatitis B a sus bebés).

 En infectados a edades avanzadas: 95% se recuperarán sin secuelas, 5% desarrollarán


hepatitis crónica.

 Infecta el hígado, páncreas y en menor medida los riñones

SINTOMAS

Por lo general, la hepatitis B es más grave que la hepatitis A, y en ocasiones puede


ser mortal, sobre todo en las personas de edad avanzada. La infección puede ser
leve o muy grave (denominada hepatitis fulminante  ). Cuando una persona con
hepatitis B padece también hepatitis D, los síntomas son más graves.
La mayoría de las personas con hepatitis B presentan los síntomas característicos de
la hepatitis vírica. Estos síntomas son

 Inapetencia
 Sensación general de enfermedad (malestar)
 Fiebre
 Náuseas y vómitos
 Ictericia (erupción y coloración amarillenta de la piel y de la esclerótica
de los ojos)
La probabilidad de presentar dolores articulares y urticaria con prurito (habones) es
mayor en las personas con hepatitis B que en las infectadas por los otros virus de la
hepatitis.

Los síntomas duran desde unas pocas semanas hasta 6 meses.


Si aparece hepatitis fulminante, la persona afectada puede ponerse muy enferma de
forma muy rápida. Las sustancias tóxicas, eliminadas normalmente por el hígado, se
acumulan en la sangre y llegan al cerebro, lo que provoca encefalopatía hepática  . La
persona afectada puede entrar en coma en cuestión de días o semanas. Sin un
trasplante de hígado, la hepatitis fulminante puede ser mortal, especialmente en
adultos.

Prevencion
Se deben evitar los comportamientos de alto riesgo, como compartir agujas para
inyectarse drogas y tener varias parejas sexuales.

Todos los donantes de sangre son analizados para descartar la hepatitis B a fin de
prevenir la transmisión del virus de la hepatitis B a través de transfusiones. Además,
aunque la posibilidad de contraer hepatitis a partir de una transfusión es remota, los
médicos realizan transfusiones solo cuando no hay otra alternativa. Estas medidas
han reducido drásticamente el riesgo de contraer hepatitis a partir de una
transfusión de sangre.

En Estados Unidos, la vacunación contra la hepatitis B  se recomienda para


 Todas las personas de 18 años o menos (desde el nacimiento) (véase la
figura Vacunas de rutina para lactantes, niños y adolescentes  )
 Cualquier adulto que desee protección contra la hepatitis B
 Todos los adultos no vacunados que corren un mayor riesgo de
contraer hepatitis B, incluidas las mujeres embarazadas
 Las personas afectadas por una enfermedad hepática crónica

Si los familiares y los allegados de las personas afectadas por hepatitis B crónica no
han sido vacunados, deben recibir la vacuna contra la hepatitis B.

Si la concentración del virus de la hepatitis B (carga vírica) es elevada en mujeres


embarazadas, a menudo se les administran medicamentos antivíricos durante el
último trimestre del embarazo para evitar la transmisión del virus de madre a hijo.

A las personas que no están vacunadas y han estado expuestas a la hepatitis B,


incluidos los niños nacidos de madres con esta infección, se les administran
inmunoglobulinas contra la hepatitis B (mediante inyección intramuscular) y la
vacuna. Esta combinación previene la hepatitis B en el 75% de los casos o bien hace
que la enfermedad sea menos grave. La inmunoglobulina contra la hepatitis B
contiene anticuerpos obtenidos de la sangre de personas que tienen
concentraciones elevadas de anticuerpos contra la hepatitis B.
Si una persona entra en contacto con la sangre de alguien que tiene hepatitis B, se le
administra una inyección de hepatitis B inmunoglobulina. Si no ha sido vacunada
contra la hepatitis B, también recibe la vacuna. Si ha sido vacunada, se realizan
análisis de sangre para determinar si aún está protegida. Si no lo está, recibe la
vacuna.

Diagnostico
 Análisis de sangre

Los médicos sospechan la hepatitis basándose en síntomas característicos, como la


ictericia.

Las pruebas suelen comenzar con análisis de sangre para evaluar el funcionamiento
del hígado y determinar si está dañado (pruebas de hepáticas  ). Las pruebas
hepáticas comportan la medida de las concentraciones de enzimas hepáticas y de
otras sustancias producidas por el hígado.
Si las pruebas detectan anomalías hepáticas, se realizan otros análisis de sangre
para verificar si hay infección por el virus de la hepatitis. Estos análisis de sangre
pueden identificar partes de virus específicos (antígenos), anticuerpos específicos
producidos por el cuerpo para combatir el virus y, a veces, material genético (ARN o
ADN) del virus.

Si el virus de la hepatitis B se confirma y es grave (fulminante), los médicos también


realizan pruebas de detección del virus de la hepatitis D, que está presente hasta en
el 50% de las personas con hepatitis B fulminante.

Tratamiento
METAS DEL TRATAMIENTO CONTRA EL VHB A LARGO PLAZO

En hepatitis B, a diferencia de la hepatitis C, no se puede hablar de curación de la enfermedad,


debido a que el virus B no se puede erradicar en forma completa por su incorporación en el
núcleo hepatocitario, principalmente en forma de cccDNA(ADN circular covalentemente
cerrado), contra el cual no se ha desarrollado un tratamiento específi co. Por lo tanto, las
metas terapéuticas para la infección por VHB son:

1. Supresión sostenida de la replicación viral.

2. Remisión de la enfermedad hepática.


3. Prevención de la progresión a cirrosis, insuficiencia hepática y hepatocarcinoma. Se podrá
hablar de curación de la infección por VHB cuando se hayan podido diseñar medicamentos que
erradiquen y eliminen el cccDNA.

GRUPOS DE INFECTADOS POR VHB PARA DEFINIR TRATAMIENTO

Para decidir a qué individuos tratar con infección por virus B, hay que conocer las tres fases de
esta enfermedad en su estadio crónico:

1. Fase inmunotolerante: esta fase ocurre en infección perinatal y se caracteriza por HBsAg
positivo, HBeAg positivo, VHB DNA muy elevado, pero las aminotransferasas son normales y la
biopsia está sin infl amación o con infl amación mínima. En esta fase normalmente no se tratan
porque el daño hepático es usualmente mínimo y porque los pacientes con aminotransferasas
normales responden pobremente al tratamiento. Para decidir tratar en esta fase, hay que
individualizar cada caso, y probablemente hay que realizar biopsia hepática para tomar esta
decisión. Se recomienda hacer seguimiento cada 6 a 12 meses con perfi l hepático y
alfafetoproteína incluida para tamización de hepatocarcinoma.

2. Fase de hepatitis crónica: estos son los individuos que se benefi cian más del tratamiento y
son los candidatos ideales para el mismo. Esta fase se aprecia en la transmisión horizontal
durante la temprana infancia, o en los adultos infectados. Aquí se encuentra obviamente el
HBsAg positivo más de 6 meses, y hay evidencia de VHB DNA muy elevado generalmente
mayor de 100.000 copias/ ml, elevación persistente de aminotransferasas, y biopsia hepática
con actividad infl amatoria mayor de 4 en la escala de Ishak. Se deben dividir los individuos en
HBeAg positivo y HBeAg negativo (mutante precore/promotor del core). Estos mutantes no
responden muy bien al tratamiento lo que lleva a mayor progresión de la enfermedad.

3. Fase de portador inactivo: cuando el paciente seroconvierte HBeAg a AntiHBe, la replicación


viral se limita, y se ingresa a la tercera fase de portador inactivo, donde las aminotransferasas
son normales, el VHB DNA es bajo o no detectable, y la biopsia no muestra infl amación
crónica. Un 90% de estos casos permanece así y no se trata. Sin embargo, hay que hacer
seguimiento cada 6-12 meses porque ocasionalmente puede reactivarse la hepatitis crónica, lo
cual llevaría a tomar una decisión de tratar, y también hay que hacer seguimiento cada 6 a 12
meses con perfi l hepático y alfafetoproteína por el riesgo latente de hepatocarcinoma.

Características del virus 

EL VHB pertenece a la familia de los hepadnavirus2,3. Los hepadnavirus infectan


preferentemente hepatocitos, si bien se han detectado pequeñas cantidades de
DNA viral en riñón, páncreas y en células mononucleares3. El virión completo,
también llamado partícula de Dane, tiene un diámetro aproximado de 42 nm con dos
zonas: 1. Una interna de 27 nm denominada core donde se encuentra el genoma 2. Una más
externa de composición lipoproteica.
Se compone de: una envoltura o cubierta formada por proteínas sintetizadas por el
genoma viral (antígenos de superficie) y moléculas lipídicas derivadas del huésped,
y una partícula central o core, compuesta por las proteínas de la nucleocápside, el
genoma viral y un complejo polimerasa.

El VHB también genera partículas esféricas (ø 20-22 nm) o filamentosas, que sólo contienen
proteínas de la envoltura y que, por tanto, no son infecciosas al no contener genoma viral.
Curiosamente, estas partículas son mucho más numerosas que los viriones, normalmente en
una proporción que varía entre 1000/1 y 10.000/1

Genoma
Estructura genómica del VHB

 Un núcleo con 2 cadenas de ADN de 3200 nucleótidos, una

negativa completa y otra incompleta positiva.

 ¿Qué alberga su código genético? Éstas señales:

1. S/pre-S: 3 proteínas del antígeno de superficie (un marcador de que el pcte tiene Hepatitis
B)

2. Core/Pre –C

En su núcleo un antígeno E (HbeAg) que es señal de replicación de virus

3. El ORF P sintetiza la ADN polimerasa (para la recomposición de la cadena incompleta


utilizando el

mecanismo enzimático para poder adherirse a nuestro código genético)

4. El ORF X sintetiza la proteína HBx

HBsAg: proteína presente en la superficie.

HBcAg y HBeAg: proteína presente en la cápside.

Entonces se puede decir que los Antigenos (Ag) principales que serán reconocidos por el
sistema inmunitario del huésped para neutralizar el virus y que son fundamentales para el
diagnóstico son: HBsAg, HBcAg y HBeAg

¿CUÁLES SON LOS MARCADORES SEROLÓGICOS?

 AgsVHB (HBsAg) Antígeno de superficie (componente que el virus trae)

 Se detecta en suero a partir de la 4° semana de infección

 Indica infección por el VHB

 ADN del VHB (Código genético del virus)

 Su positividad en suero indica replicación viral

 En la práctica clínica se considera como replicación viral positiva > 10⁴ copias/mL.

 Antígeno del core (HbcAg)

 Dice que el pcte tiene infección aguda en donde el virus se sigue replicando ( Signo evidente
de replicación viral)

 Antígeno E (HBeAg) Tmb dice que el virus se está replicando


 Se produce por escisión de la proteína precoz core (No lo leo )

 Su positividad va unida, casi invariablemente a replicación viral (No lo leo) Su positividad


significa que el virus sigue destrozando, no se ha controlado la enfermedad

.  Sin embargo, la negatividad no descarta que no lo tenga

¿CUÁLES SON LOS ANTICUERPOS CONTRA EL VHB?

Como son componentes antigénicos del virus el sist inmune produce

Anti HBc

 Aparece casi en simultáneo con el HBsAg

 Permanece después de la resolución de la enfermedad

Anti-Hbc IgM

 Sensibilidad de infección aguda

Anti-HBs

 Supone un estado inmunitarios frente (al vacunarse se producen ac contra la hepatitis para
estar protegidos)

Anti-Hbe

 Indica baja o nula replicación viral

El genoma del VHB es una cadena circular incompleta de DNA de doble hélice, de
aproximadamente 3.200 pares de bases. Contiene 4 secuencias de lectura parcialmente
solapadas que codifican las proteínas de la envoltura (región preS-S), del core (región
precore-core; preC-C), de la polimerasa y de las proteínas X. La región preS-S codifica los tres
antígenos de superficie (S, preS1, preS2) a través de tres codones de inicio diferentes. La
proteína más abundante es la proteína S de 24 kD, conocida como HBsAg (Fig. 1). La proteína
pre-S1 ha sido implicada en la unión del virión al hepatocito y en su liberación de la célula
infectada. La secuencia preC-C se traduce finalmente en dos proteínas, dependiendo del
codón de inicio: el antígeno e (HBeAg), que se secreta a la sangre, y la proteína del core
(HBcAg) (Fig. 1). Todavía no se sabe cuál es la función del HBeAg ya que no forma parte de la
estructura del virión y no parece necesario para la replicación viral, tal y como se demuestra
al cultivar con éxito en el laboratorio cepas mutantes que no producen HbeAg3. Además, la
aparición de estas cepas mutantes, llamados pre-core, es frecuente en las personas con
enfermedad por VHB. La proteína X es un potente activador transcripcional de muchos
promotores, entre los que se incluyen diversos oncogenes de las células infectadas o del
propio VHB. La proteína X es imprescindible para la replicación y diseminación in vivo del
VHB, y ha sido implicada en la patogenia del hepatocarcinoma.

Variantes moleculares

Genotipos virales
Hasta el momento se han identificado 7 genotipos del VHB, diferenciados mediante una letra
(A-G)4. La clasificación está basada en diferencias superiores al 8% en la composición de los
nucleótidos del DNA viral. Estos genotipos tienen una distribución geográfica característica:
el genotipo A es más frecuente en el noroeste de Europa, Norteamérica y África Central; los
genotipos B y C aparecen principalmente en el Sudeste Asiático y Japón; el genotipo D se
encuentra sobre todo en el área mediterránea, Oriente Medio e India; el genotipo E es más
frecuente en África; el genotipo F se ha aislado en nativos americanos y polinesios; por
último, el genotipo G, descrito recientemente, ha sido detectado en Estados Unidos y
Francia5. El significado clínico de estos diversos genotipos no está claro. Aunque existen
estudios preliminares que han intentado correlacionar las diversas manifestaciones clínicas
del VHB con un genotipo concreto (genotipo C –cirrosis en personas mayores de 50 años;
genotipo B –desarrollo de hepatocarcinoma) son necesarios estudios con más pacientes para
certificar estos datos. De la misma manera, se han descrito diferencias en la respuesta al
tratamiento antiviral entre los distintos genotipos, especialmente respecto al tratamiento
con interferón.

Mutantes de escape

Esta segunda categoría de cepas mutantes del VHB se caracteriza por la variación en un
aminoácido en la posición 145 (Gly’Arg) en la región inmunodominante a del HbsAg2. Este
cambio provoca una alteración crítica de la conformación de la proteína cuyo resultado es la
pérdida de la actividad neutralizante de los anticuerpos antiHBs. Afortunadamente, estas
cepas sólo se han detectado muy esporádicamente en un número reducido de pacientes
previamente vacunados frente al VHB, que desarrollaron hepatitis a pesar de haber tenido
una buena respuesta serológica a la vacuna, y en pacientes transplantados por hepatitis B
que habían recibido gammaglobulinas específicas frente al virus en el momento del
trasplante y en el postoperatorio. Estos hallazgos sugieren que una excesiva “presión”
inmunológica podría seleccionar a algunas cepas del VHB que se “escapan” del efecto
protector de los antiHBs.

Mutantes pre-core6

Son variantes del VHB que no producen HBeAg. La mutación más frecuentemente detectada
es la sustitución de una guanina (G) por una adenosina (A) en el nucleótido 1896 (G1896A),
que produce un codón de terminación (stop codon) que finaliza la translación de la proteína
pre-core. Esta variante del VHB suele coexistir en un mismo paciente junto a una cepa
dominante que sí expresa el HBeAg. Durante la evolución de la enfermedad, cuando los
pacientes realizan la seroconversión (desaparición de HBeAg, aparición de antiHBe) las cepas
mutantes pre-core escapan al control inmunológico, se hacen predominantes y proliferan,
perpetuando el daño hepático. De hecho, algunos pacientes con hepatitis crónica por cepas
mutantes tienen un curso clínico más agresivo, desarrollando cirrosis o hepatocarcinoma con
más facilidad. Probablemente esta agresividad clínica no dependa propiamente de la
mutación en la región pre-core, sino de otras mutaciones a otros niveles que, con frecuencia,
se asocian a ella. El diagnóstico de las variantes pre-core puede ser difícil ya que la
secuenciación del gen no es una técnica rutinaria del laboratorio. Se basa en la presencia de
HbsAg (+), HbeAg (-), usualmente con anti-Hbe (+), junto con alteración persistente de las
transaminasas (no atribuible a otras causas), niveles elevados de DNA viral (>30.000
copias/ml –PCR cuantitativo–), y alteraciones en la biopsia hepática (inflamación-necrosis).
Estos parámetros son normales o están mínimamente alterados en pacientes portadores
inactivos del HbsAg (+) HbeAg (-), que presentan niveles bajos o indetectables de DNA viral y
con los que debe hacerse el diagnóstico diferencial.

ENFERMEDADES CLINICAS
AGUDA

CRONICA
COMPLICACIONES DE LA INFECCIÓN CRÓNICA POR VHB

Hepatocarcinoma: cuando la infección se vuelve crónica, el genoma del virus B se incorpora al


hepatocito, y puede causar mutaciones que dan origen a células hepáticas aberrantes que
evolucionarán hacia el desarrollo de hepatocarcinoma. El VHB es considerado el segundo
carcinógeno después del cigarrillo y es el responsable de la mayoría de hepatocarcinomas en
África y Oriente, mientras el VHC lo es en el mundo occidental. No necesariamente tiene que
haber cirrosis como ocurre con el virus C, y puede desarrollarse incluso en portadores inactivos
del virus B.

Cirrosis: la otra complicación de la infección crónica, la cirrosis, puede progresar a procesos


como insufi ciencia hepática e hipertensión portal, llegando a cumplir criterios para trasplante
hepático. Los resultados iniciales de trasplante en VHB eran muy malos debido a la recurrencia
con hepatitis severa fi brosante colestásica que llevaba a la muerte temprana o a retrasplante.
Por un tiempo estos pacientes no fueron considerados candidatos a trasplante por muchos
centros. Con el uso de HBIG desde la fase anhepática y por tiempo indefi nido postrasplante,
manteniendo niveles adecuados de anticuerpos antisuperfi cie (AntiHBs) se logró mejorar la
sobrevida a niveles similares de los trasplantados por otras causas. El problema es el costo de
esta inmunoprofi laxis.

EPIDEMIOLOGIA
La prevalencia de portadores del VHB (HBsAg+) se sitúa entre el 0,1 y el 2% en
áreas de baja prevalencia como Europa Occidental, Estados Unidos, Canadá,
Australia o Nueva Zelanda, aumentando hasta el 3-5% en regiones de prevalencia
intermedia (países del Mediterráneo, Japón, Asia Central, Oriente Medio y
Sudamérica)1,5. Estos valores ascienden hasta un 10-20% en áreas de alta
prevalencia como el Sudeste Asiático, China o el África Subsahariana 

MECANISMOS DE TRANSMISIÓN DEL VHB


Existen tres formas fundamentales de transmisión de

la hepatitis B:
1. Percutánea: contacto con sangre o productos sanguíneos, agujas contaminadas, jeringas,
instrumentos,hemodiálisis, abuso de drogas intravenosas, cirugía oral, tatuajes,
perforaciones (piercing), acupuntura.

2. Contacto íntimo o sexual.

3. Transmisión perinatal.

Teniendo en cuenta estos mecanismos de transmisión, se recomienda investigar para


hepatitis B a los

siguientes grupos de riesgo:

1. Nacidos en áreas endémicas para hepatitis B

2. Sexo hombre con hombre

3. Trabajadores sexuales

4. Drogadictos intravenosos

5. Pacientes en hemodiálisis

7. VIH positivos

8. Embarazadas

9. Contacto familiar, íntimo o sexual con individuo HBV positivo.

No es posible contraer hepatitis B por

 darse la mano o agarrarse de la mano con una persona infectada


 recibir la tos o el estornudo de una persona infectada
 abrazar a una persona infectada
 sentarse al lado de una persona infectada
 compartir cucharas, tenedores u otros utensilios para comer
 tomar agua o ingerir alimentos

No es posible que un bebé contraiga hepatitis B de la leche materna.

Reservorio Los pacientes crónicos y portadores asintomáticos.


Mortalidad 887.000 defunciones para el año 2015.
Lactantes y personal de salud ( Bioanalistas o
Grupo más Bioquímicos clínicos , enfermeros, médicos,
vulnerable otros). También drogadictos y pacientes que necesiten
terapias por vía venosa.
¿Quién corre
riesgo de VHB Los lactantes antes de los 5 años.
crónica?
Periodo de
Entre entre 30-180 días (75 días en promedio).
incubación
Distribución Cosmopolita.
Prevalencia 257 millones de personas con infección crónica (2015).

PATOGENIA

Los síntomas son el resultado de la respuesta inmune del


paciente, tanto la respuesta celular como la humoral
(anticuerpos). El antígeno HBc es reconocida de manera
inmediata por los Linfocitos T, si la respuesta de estos es
deficiente hay síntomas moderados, no se puede eliminar el virus
y aparece la hepatitis crónica como en caso de los
lactantes. Cuando hay infección crónica se disminuyen los LT
CD8 + impidiendo además que se destruyen las células
infectadas.

Por otro lado las moléculas de HBsAg liberadas a la sangre se


unen a los anticuerpos (Ac) formados, recordemos que estos se
producen en gran cantidad por las partículas no infecciosas, esto
hace que ocurra la unión Ag-Ac para neutralizar al Ag inhibiendo
entonces la acción del anticuerpo en las partículas de Dane, por
esta razón se limita la capacidad de curar la enfermedad, debido
a que las partículas que funcionan como señuelo, captan la
atención de los Anticuerpos anti HBsAg y cuando son liberadas
las partículas de Dane ( infecciosas) no hay quien las neutralice y
vuelven a invadir otras células. Esta unión Ag-Ac provoca una
reacción de hipersensibilidad tipo III provocando vasculitis,
altragias, exantema y lesiones renales.
Los anticuerpos frente a HBc presentes en el suero no son
protectores. La proteína HBeAg, como el HBsAg, es liberada al
suero y durante su producción los anti-HBeAg se unen al
antígeno y generalmente son indetectables.

Importante:

Los anticuerpos (generados por la vacuna) pueden


conferir protección frente a la infección inicial al evitar
la entrada del virus en el hígado.

Ciclo de vida y replicación del virus de la


Hepatitis B
La replicación de este virus también es peculiar por diversos
mecanismos que utilizan y se irán desarrollando ordenadamente.

A. Una vez que el virus ingresa al torrente sanguíneo, se dirige al


hígado, órgano por el cual tiene un tropismo único y definido, allí
ocurre lo siguiente (ver imagen 2) :

Adherencia y penetración:

1.- La glicoproteína HBsAg se adhiere a los receptores de los


hepatocitos expresados en la superficie de la membrana
plasmática. Algunos autores comentan que los receptores pueden
ser la transferrina, asialoglucoproteína y la anexina V hepática
humana, aún así no hay certeza de esto. El mecanismo por el cual
penetra aún es desconocido, pero se sabe que la proteína HBsAg
se une a la albumina y otras proteínas séricas que son captadas
por las células hepáticas, entonces se cree que el virus utiliza
estas proteínas como medio de transporte para ingresar a los
hepatocitos.
Formación de ADNdc circular completo, síntesis de proteína
y replicación:

2.- Al entrar, se pierde la envoltura vírica y la nucleocápside se


dirige al núcleo.

3.- Al llegar a los poros nucleares pierde la cápside y libera el


genoma.

4.- Allí la cadena positiva del ADN que es más corta se completa,


para transformarse en un círculo totalmente completo de ADN
bicatenario.

5.- Este ADNdc circular completo, con su cadena negativa esta


listo para comenzar la síntesis de los ARNm, tanto para la
producción de proteínas virales (incluida HBx) como del
pregenoma a partir del ARNcore que sirve además como molde
para iniciar la retrotranscripción por acción de la enzima ARN
polimerasa (proteina P)

Imagen 2. Creada por: @ fran.frey


Ensamblaje y Liberación:

6.- El ARNcore pregenomico interactúa con las proteínas C y P


para formar una nucleocapside inmadura, allí es donde se da la
retrotranscripción por acción de la proteína P, que a medida que
sintetiza el ADN va degradando el ARNcore, y luego este ADN +
sirve como molde para formar el ADN- y así completar el ADNdc
parcialmente circular.

- Estas nucleocápsides con nuevo ADN pueden tener dos rutas:

7. O se dirigen de nuevo al núcleo para una retroalimentación y


continúa el ciclo.

8.- O dirigirse al RE para adquirir la envoltura lipídica y la


proteína HBsAg, que luego van al AG para un proceso de
maduración.

9.- A continuación, si el virión abandona el hepatocito lo hace por


exocitosis y no por lisis, no hay destrucción de las células.

10.- Por otro lado las proteínas HBsAg que están en el RE que no


recubren nuevas nucleocápsides, se autoensamblan y dan lugar
otras morfologías de partículas no infecciosas que son liberada y
actúan como señuelos antigénicos.

Importante:

Todo el genoma se puede integrar en la cromatina de la célula


hospedadora. A menudo, en el citoplasma de las células que
contienen ADN integrado del VHB se puede detectar HBsAg, pero
no otras proteínas. No se conoce el significado del genoma de
ADN integrado en la replicación del virus, aunque se ha
encontrado ADN vírico integrado en células de carcinomas
hepatocelulares.

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