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RESPONSABILIDAD DE LOS

FUNCIONARIOS PÚBLICOS.

Una persona responsable toma


decisiones conscientemente y
acepta las consecuencias de sus
actos, dispuesto a rendir cuenta
de ellos. La responsabilidad es la
virtud o disposición habitual de
asumir las consecuencias de las
propias decisiones,
respondiendo de ellas ante
alguien.
Responsabilidad es la capacidad
de dar respuesta de los propios
actos.
De esta última se deriva la
responsabilidad del Estado que
es uno de los temas de mayor
relevancia en el ámbito estatal.
Nos referimos a la
responsabilidad que le cabe al
Estado o a sus agentes, en el
desempeño de funciones por él
asignadas, ya sea por su
actuación como sujeto de
derecho público o privado.
TIPOS DE RESPONSABILIDAD.-
Las responsabilidades de los
funcionarios y agentes de Estado
admiten distintas clasificaciones
según sea la norma que la
regula. Así, podemos hablar de
responsabilidad:
* Ética
* Administrativa o Disciplinaria
* Civil
* Penal
* Política
* Contable
* Fiscal
* Profesional
* Social
¿Qué es la Declaración Jurada?
Es una declaración juramentada
que se realiza por mandato legal
y constitucional, en la que un
funcionario público informa so-
bre todos los ingresos, bienes y
rentas que posee o percibe.
¿Quiénes están obligados a pre-
sentar Declaración Jurada?
Funcionarios y servidores públi-
cos de todos los niveles, que se
encuentren obligados de acuerdo
con la Ley 27482 y su Reglamen-
to. Están incluidos, entre otros,
altos funcionarios, como el Presi-
dente de la República, vicepresi-
dentes, congresistas, ministros,
magistrados del Poder Judicial y
del Ministerio Público y, en gene-
ral, aquellos funcionarios que ad-
ministran, manejan o disponen
de fondos del Estado.
¿Por qué es importante su pre-
sentación?
Porque forma parte de una cultu-
ra de transparencia que debe
existir en todos los funcionarios
o servidores públicos, pues evi-
dencia su realidad patrimonial y
financiera, con lo cual se puede
verificar si existe concordancia
entre sus ingresos y sus bienes y
gastos. Esta información es im-
portante para el país, ya que
constituye no sólo un instrumen-
to de control gubernamental,
sino también de control social
para una actuación pública
transparente en el marco de la
lucha contra la corrupción.

TRANSPARENCIA EN EL PATRI-
MONIO DE LOS MAGISTRADOS.
Como todo funcionario público
de nivel, el juez está obligado a
hacer pública su declaración
jurada de bienes y rentas.

Este es un requisito de
transparencia destinado a que el
patrimonio de quienes
administran el dinero público,
que es de todos los
contribuyentes o toman
decisiones definitivas sobre
temas de envergadura
patrimonial, como los jueces y
los fiscales, pueda ser objeto de
escrutinio público para evitar la
corrupción y el desbalance
patrimonial.
Es pues una medida preventiva
que se considera un imperativo
ineludible para los magistrados,
precisamente para que éstos al
cumplir con este acto de
transparencia den ejemplo de la
confianza que a sociedad
deposita en la función que les
corresponde.

El cumplir con la declaración


jurada de bienes y rentas es el
mínimo legal que obliga al
magistrado. El estándar ético,
como se ha advertido va más
allá y se enuncia de la siguiente
manera.

Los magistrados deberán ser


especialmente rigurosos al
momento de elaborar sus
declaraciones juradas de bienes
y rentas, distinguiendo los
ingresos que perciben en
cumplimiento de su función de
otros que legítimamente puedan
percibir por actividades
académicas u otras permitidas
por la ley.
Dentro de estos últimos está el
producto de las inversiones,
ahorros o patrimonio propio de
origen legítimo que pueda tener
el magistrado, que debe ser
declarado y diferenciado de lo
anterior. Nadie puede prohibir ni
limitar a un magistrado por
mantener e incrementar su
patrimonio, eso es parte de la
diligencia en sus asuntos
personales. Lo que se le exige es
que ello se muestre
transparentemente como medida
de previsión de corrupción o de
detección de actos de este
mismo origen.

En este contexto, el cuidado


riguroso que se exige al
magistrado en la declaración
patrimonial le obliga a incluir
bienes, ingresos y
evidentemente los créditos que
haya adquirido y estén
pendientes de pago pues ello
contribuirá a una mayor
transparencia y a un más alto
estándar ético de cumplimiento.

Los Magistrados deben


obligatoriamente presentar sus
declaraciones juradas, sin
necesidad de exigencias o
presión por la oficina de Control
de la Magistratura, cada vez que
varíe su Patrimonio, teniendo en
cuenta que cumplen una función
representando al Estado, la
misma que debe estar libre de
cualquier cuestionamiento por la
opinión pública, porque el
Magistrado es la proyección del
Estado a la ciudadanía, que está
sedienta de justicia máxima si
se tiene en cuenta que el
justiciable es el destinatario final
de la justicia y por tanto el
Magistrado debe ostentar una
buena imagen ante la
ciudadanía.

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