Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Jorge Gómez nos habla del ser humano como ser corporal, de la existencia en para el
cuerpo, el cual nos predispone a la “acción autónoma” de resolver nuestra subsistencia y la
necesidad de la trascendencia.
Por lo tanto diremos que la corporeidad humana en una construcción permanente en tres
niveles: biológico, psicológico y social. Esta construcción biopsicosocial, siguiendo a Gómez,
esta compuesta por significados e imaginarios de la vida cotidiana que se van modificando
como son: los afectos y los vínculos, las emociones, el gozo y el dolor, los impactos sensibles, la
apariencia física estética, la libertad o no de vivir en plenitud, basándose siempre en la
diferenciación-identificación con los otros.
Manuel Sergio nos habla de que al hombre lo podríamos definir desde las siguientes
dimensiones:
La libertad: Entender las necesidades, para ser un ser reflexivo, histórico y autónomo
del propio medio.
A partir de estas dimensiones el cuerpo no se reduce a una instancia biológica, sino a un ser
histórico-social, biológicamente activo.
La corporeidad, representa el modo de ser del hombre, bajo circunstancias históricas, siendo
la Educación Física su herramienta más importante.
Foucault afirma que el cuerpo es portador de poder, por ende que uno es portador de poder,
que colectivamente somos portadores del poder colectivo. Este poder del cuerpo colectivo esta
sujeto a normas y leyes propias de cada sociedad, siendo que este cuerpo colectivo porta
mayor poder, y que este cuerpo colectivo es el que realiza las normas colectivas y reglas que
engendran el cuerpo colectivo popular absoluto de poder.
Este cuerpo colectivo, Cuerpo Institucional, es el efecto de una elaboración social y cultural,
por lo tanto la corporeidad y la motricidad representan un ente propio, indisoluble del
imaginario colectivo propio de cada cultura, que lo legitima en su expresión como sociedad, que
estará representada y puesta en marcha por la Educación Física, las teorías que la avalan, y su
incidencia directa en la vida colectiva.
Siguiendo la idea de Gómez, no se debería, en pleno siglo XXI, solamente pensarse al cuerpo
desde una visión como conjunto de órganos solamente, o como con un concepto de materia
física siguiendo las teorías físicas de Newton.
El hombre debería de pensarse desde la corporeidad, desde sus tradiciones antropológicas y
el proyecto social al que pertenece.
La corporeidad y la motricidad son indisolubles, no existen una sin la otra, son elementos
con definiciones propias, pero en la realidad práctica, activa del hombre, el cuerpo no puede
concebirse sin vida, sin movimiento.
Cada persona, cada ser humano, va construyendo su corporeidad a través de los años,
siendo influenciado por su entorno y su circunstancia. Parafraseando a Parlebas socio
motricidad: el mundo, yo, mi circunstancia, mi introspección y mi vinculación con ello.
Nosotros, nuestro cuerpo, pasa desde la dependencia necesaria en nuestra forma más
primitiva en los primeros años de vida hasta llegar a auto formarse en ser totalmente
independiente.
La educación física nos atraviesa desde que nacemos, en cada momento de la vida cotidiana,
de manera informal, haciéndonos desenvolver de manera eficientes bajo distintas
circunstancias. José María Cagigal en 1979 ya nos hablaba de la cultura física, cultura corporal,
como habito de una sociedad, como pilar de la libertad y progreso del desarrollo del ser
humano.
La corporeidad la podemos asociar a la motricidad, ya que el ser humano experimenta con
su cuerpo de manera práctica, con vida, actuante.
La motricidad esta presente en lo cotidiano del hombre, cargada sus acciones de sentimiento
y finalidad, interactuando y expandiéndose en el tiempo, en busca de la trascendencia de sus
actos con el medio social y natural. La motricidad da sentido a la corporeidad y viceversa.
Siempre ha servido como método para que las distintas sociedades moldeen el cuerpo humano,
está presente en los currículos escolares, las ideologías imperantes y reinantes de cada
momento histórico, reduciendo al hombre a disciplina o descubrimiento, en busca de un control
social absoluto.
Por lo tanto hablar de motricidad ya indicaría una comprensión del movimiento humano.
Siguiendo a Gómez, esto supone el desenvolvimiento de las estructuras componentes del
sistema nervioso central; mantiene la regulación, la ejecución y la integración del
comportamiento; traduce la apropiación de la cultura y de la experiencia humana como
intencionalidad operante en el proyecto del hombre social.
Por lo tanto podríamos afirmar que el desarrollo de lo motor, de la motricidad, no es solo el
desarrollo de las capacidades coordinativas, el desarrollo técnico, físico, psico-cognitivo, o las
nociones de espacio-tiempo; si no el desarrollo motor implica un fuerte compromiso cultural,
histórico, político y social.
En definitiva cuando hablamos de la motricidad como expresión de la corporeidad del ser,
como proyecto humano de acción, se expresa no solo las posibilidades biológicas que nos
permite el movimiento, si no también las intencionalidades, las utopías, las fantasías, los
ideales, los mitos, las visiones, las alegrías y las tristezas, la necesidad de la relación e igualdad
social, la comunicación con el mundo natural: el agua, la tierra, el aire, las plantas y los
animales; a la construcción del estar en el mundo, en el tiempo y espacio, en definitiva en el
universo que cada persona le corresponde vivir.
La OMS considera la Actividad Física como "todos los movimientos que forman parte de la
vida diaria, incluyendo el trabajo, la recreación, el ejercicio y las actividades deportivas".
Se trata de un concepto sumamente amplio que se refiere a cualquier movimiento corporal
producido por el aparato locomotor, gracias a la contracción de la musculatura y que supone
consumo de energía. Cuando la actividad se estructura y sistematiza con el objetivo de mejorar
alguna de las funciones orgánicas le denominamos ejercicio, y cuando se somete a una serie de
reglas preestablecidas entraríamos en el mundo del juego o del deporte.
Separando el concepto de Educación Física, encontraremos que históricamente cada palabra
tiene una connotación diferente y al pronunciarlas con cierta identidad denota otra.
A continuación analizaremos por separado cada término que conforman el concepto de
Educación Física, siendo que por separando obtenemos una perspectiva más significativa del
área
Bibliografía
DURAND, G. “El adolescentes y los Deportes”; Editorial Luis Miracle, S.A.; España,
Barcelona, 1967.
LABAKE, J. “El problema Actual de la Educación”; Editorial Bonum, Buenos Aires, 1998.
ROFFE, M. “Psicología del Jugador de Fútbol - Con la cabeza hecha pelota” . Lugar
Editorial, Buenos Aires, 1999.
ROS FUENTES, J. “Actividad Física + Salud. Hacia un Estilo de Vida Activo ”. Diseño y
maquetación: Joaquín Marín Losada. 2008
SERGIO, M. “Un Objeto de Estudio: la motricidad humana”, Editorial Intituto Piaget,
Portugal, lisboa, 2001.
Cuerpo y corporeidad
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Memorias del XX Congreso Panamericano de Educación Física. Perú; 2007b. fasc. p.1-15.
2. Páez CY, González QS. Hermenéutica del cuerpo. Segunda parte. Revista Psicogente 2006;
9(15):135-145.
4. Pedraza Z. En cuerpo y alma: Visiones del progreso y la felicidad. Bogotá: CORCAS; 1999.
oaiart?codigo=2049505
asunto que invita a la transdisciplinariedad. En: III Congreso Científico Latino Americano – I
10. Paredes OJ. Desde la corporeidad a la cultura. [citado 28 de Febrero de 2010]; Buenos
Aires. 9 (62);
CL. Deporte, Ciencias y Actividad Física; 2008; [citado 12 de Diciembre de 2009]. Año 1 No. 4