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Los sacramentos son ante todo, un encuentro de la persona con la Iglesia, reunida en asamblea con el ministro y
con el pueblo de Dios; a través de ella, se encuentra a Jesucristo que actúa a través de sus ministros en la administración
del sacramento. A través de Cristo el individuo encuentra a Dios y su gracia que lo eleva a la dignidad de hijo de Dios.
Carácter Sacramental
-El carácter indica la aceptación de una donación personal que aparece en el mismo hecho de recibir el sacramento por
parte de la Iglesia (Dios nos consagra para sí desde nuestra disponibilidad)
-El carácter significa la definitividad e irreversibilidad desde una doble vertiente: Dios se nos da y nos acoge de modo
irrevocable.
-Significa configuración a Cristo y al Espíritu para la misión (recibir un sacramento implica el reconocimiento de la misión
de la Iglesia)
-Esta configuración sucede en la Iglesia y para la Iglesia.
Actitud e intención del ministro
-Es preciso entender la función del ministro más como una función de servicio que como una función de poder, más
integral que sacerdotal (el ministro representa a Cristo y a la Iglesia)
-El ministro es necesario en la acción sacramental, como parte integrante de la asamblea cristiana que celebra bajo una
estructura ministerial
-La intención de hacer lo que hace la Iglesia es parte constitutiva del ministerio, ya que sin intención ni siquiera puede
haber ministro, lo mismo que sin fe tampoco puede haber sujeto.
-La finalidad del ministerio no es solo unir y relacionar, es también marcar la diferencia y la distancia entre Dios y el
hombre, entre la palabra que se ofrece y la acogida que se hace, entre el memorial que se celebra y la participación que
se vive.
Sacramentales
El Catecismo de la Iglesia Católica nos aporta:
Definición de sacramentales: signos sagrados con los que, imitando de alguna manera a los sacramentos, se expresan
efectos, sobre todo espirituales, obtenidos por la intercesión de la Iglesia. Por ellos, los hombres se disponen a recibir el
efecto principal de los sacramentos y se santifican las diversas circunstancias de la vida